Efama lanza una nueva herramienta de evaluación de IA

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La Asociación Europea de Fondos y Gestión de Activos (Efama, por sus siglas en inglés) ha lanzado la versión 2 de su Herramienta de Evaluación de Sistemas de IA, que ayuda a empresas de todos los tamaños a navegar por las complejidades regulatorias de la inteligencia artificial. Según explican, esta plantilla estandarizada permite a las empresas evaluar los casos de uso de IA de acuerdo con el AI Act de la UE, y la nueva versión refleja la creciente profundidad y madurez de las tecnologías de IA dentro del sector de gestión de activos.

Efama, trabajando estrechamente con la industria, ha desarrollado esta plantilla mejorada con funcionalidades adicionales y campos de datos ampliados que permiten un análisis más avanzado de los riesgos comerciales, consideraciones tecnológicas y la gobernanza interna. Está diseñada para ayudar a las empresas a integrar herramientas de IA de manera responsable dentro de sus estructuras y procesos organizativos.

También se ha incluido una versión “DORA-lite” de la herramienta para ayudar a documentar y evaluar los sistemas de IA proporcionados por terceros. Esta plantilla está pensada para ser compartida y completada por proveedores de servicios TIC, ayudando a las empresas a cumplir con los requisitos de diligencia debida y documentación DORA.

Esta actualización llega mientras la Comisión Europea ha publicado su propuesta legislativa Digital Omnibus sobre IA, que busca simplificar el marco del AI Act de la UE y reducir los costes de cumplimiento para las empresas en toda Europa.

“La industria de la gestión de activos está bien posicionada para liderar el uso responsable y confiable de la IA. Aprovechando la experiencia colectiva de nuestras empresas miembro, EFAMA ha creado una herramienta pública y gratuita para ayudar a las compañías no solo a cumplir con sus obligaciones legales, sino también a evaluar elementos clave tecnológicos y de gestión de riesgos de cualquier nuevo caso de uso de IA que se introduzca en sus operaciones. Esta herramienta ayudará a los gestores de activos europeos a aliviar su carga de cumplimiento, permitiéndoles centrarse en encontrar formas innovadoras de integrar la IA en sus modelos de negocio y mejorar sus propuestas de valor”, ha matizado Franco Luciano, asesor de políticas de EFAMA.

Nuevos tiempos para la creación de valor en private equity: cinco capacidades para lograr alfa operativo

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Las estrategias tradicionales para generar alfa están bajo presión a medida que surge una nueva realidad en el mercado. Este es el punto de partida del estudio “Value creation in Private Equity. From stock-pickers to the quant PE house”, elaborado por KPMG. Un nuevo entorno que, según recoge el estudio, “hace que sea imprescindible profesionalizar la búsqueda y la obtención de alfa operativo: capturar sistemáticamente las oportunidades de margen, incorporar una gestión basada en datos y preparar los activos con mayor antelación y de forma más exhaustiva para su salida”. 

De tal manera, que los programas integrados de “creación de valor, priorizados, secuenciados y ejecutados con rigor, pueden separar a los ganadores de los rezagados”. Si bien admite que los fondos de continuación “pueden ganar tiempo”, también apunta que “solo una transformación disciplinada a gran escala puede restaurar las rentabilidades sostenidas”.

Como resultado, “se espera que las empresas de private equity pongan mayor énfasis en enfoques estructurados, basados en datos y profesionalizados para identificar y generar alfa operativo”. Para lograrlo, es necesario que las empresas de private equity “adopten un enfoque más sistemático y científico para la creación de valor”.

De esta manera, las capacidades deberán basarse mucho más en los datos para crear ventajas en escenarios complejos y variables, según el estudio. Será fundamental disponer de una visión más precisa de los factores que impulsan la creación de valor antes de la operación y durante el periodo de permanencia. 

Según el análisis de KPMG y las entrevistas realizadas a los participantes en el mercado, existen cinco capacidades clave que caracterizan a los principales creadores de valor de capital privado. “Dominar estas capacidades puede aumentar las probabilidades de obtener rendimientos superiores a los del mercado en un panorama de inversión en el que la creación de valor real se convierte en la vía preferida para cumplir las expectativas de rendimiento”, sentencia el estudio.

“Transformar el modelo de creación de valor no consiste simplemente en añadir más socios operativos o realizar más diligencias debidas. Se trata de ser más predictivo, más ágil y basarse más en los datos. Y eso requiere replantearse todo el proceso de creación de valor”, afirma Tilman Ost, Global Private Equity Advisory Leader de KPMG International.

1.- Equilibrar rendimiento y resiliencia

Según un sondeo realizado por la propia KPMG, el 99% de los encuestados afirma que los factores macroeconómicos probablemente influirán en las valoraciones de las operaciones de venture capital en los próximos 12 meses. Asimismo, el 41% cree que el mayor impacto de la inteligencia artificial y la IA genérica se producirá en la rapidez de ejecución.

Este sondeo, por tanto, muestra dos grandes ámbitos de actuación. La suscripción de capital privado, según la firma, se ha fundamentado durante mucho tiempo en modelos deterministas y supuestos macroeconómicos estáticos, que a menudo no tienen en cuenta la volatilidad y los cambios estructurales. Pero en el clima actual de incertidumbre económica y geopolítica, “la resiliencia debe diseñarse, no darse por sentada”, lo que requiere un “cambio fundamental en la forma de pronosticar el rendimiento y valorar el riesgo”.

Las tecnologías emergentes, como el aprendizaje automático, la inteligencia artificial genérica y el análisis de macrodatos, están permitiendo un nuevo paradigma de toma de decisiones, probabilístico, adaptativo y rico en datos. Técnicas avanzadas como la regresión no lineal, los modelos predictivos estocásticos y la planificación de escenarios con apoyo de la inteligencia artificial permiten a las empresas simular una amplia gama de resultados y someter a pruebas de estrés las hipótesis con mayor precisión.

Las principales empresas de private equity están dejando atrás las previsiones de un solo punto para adoptar simulaciones de Monte Carlo y análisis de sensibilidad multifactoriales, que “mapean” la dispersión de la TIR y el margen de maniobra de los convenios a través de variables como el tipo de cambio, los tipos de interés, la inflación, los aranceles y las perturbaciones operativas, “lo que ofrece una visión más sólida del riesgo a la baja y la opcionalidad al alza”.

2.- Inteligencia

Cada vez más empresas de private equity están aprovechando la inteligencia externa para obtener una visión completa del comportamiento de los clientes y las tendencias del sector, así como para identificar antes las oportunidades de creación de valor. En 2024, el 56% de los asesores de inversión afirmaron utilizar datos alternativos, lo que supone un aumento con respecto al 31% de 2022. Incluso, más del 45% mencionaron el uso de datos alternativos para obtener información sobre la evolución del comportamiento de los clientes y las tendencias del sector.

En un mundo de «paridad de datos», las empresas de private equity obtienen una ventaja competitiva al analizar señales externas como imágenes satelitales para, por ejemplo, medir la afluencia de clientes en tiendas minoristas, reseñas en tiendas de aplicaciones para medir la rotación de clientes de SaaS y datos web para medir el poder de fijación de precios. También aprovechan las tecnologías de IA y RAG para mejorar la interpretación de los datos y sus conocimientos estratégicos.

El informe de KPMG sugiere que la extracción sistemática de señales externas “puede ayudar a las empresas a obtener ventajas asimétricas a través del proceso de due diligence y ayudar con la fijación de precios, al tiempo que permite identificar los riesgos y las posibles oportunidades de creación de valor en caso de que la operación se lleve a cabo”.

3.- Intervenciones predictivas

Realizar intervenciones inteligentes y predictivas dentro de la cartera puede mejorar las actividades de creación de valor y aumentar la agilidad de las compañías en cartera. Con la prolongación de los periodos de mantenimiento de las inversiones y el aumento de la volatilidad geopolítica, las empresas de private equity pueden plantearse acelerar sus estrategias de intervención: “Ya no hay margen para retrasos significativos en la inteligencia empresarial tradicional”, asevera el estudio.

La firma explica que las herramientas avanzadas de IA, como las redes neuronales y los grandes modelos de lenguaje, “pueden utilizarse para la supervisión continua con el fin de ayudar a identificar problemas de forma temprana, prever la demanda y optimizar los precios. Mediante el uso de métodos como el modelado estocástico, las empresas pueden gestionar mejor la incertidumbre y tomar decisiones informadas que impulsen el aumento del EBITDA y la liberación de capital circulante.

El uso del machine learning y el big data para predecir la pérdida de clientes “permite intervenciones proactivas, como ofertas personalizadas de servicios mejorados, que preservan los ingresos y reducen los costes de adquisición”. 

4.- Los datos como activo

Tradicionalmente, los equipos de negociación han tenido que rehacer el análisis fundamental para cada adquisición, con un aprendizaje acumulativo o una evaluación comparativa limitada de una operación a otra. 

Las principales empresas de private equity están empezando a tratar los datos como una clase de activo. Las estrategias basadas en datos posicionan a los fondos para lograr una ventaja competitiva al permitir tomar decisiones de inversión más informadas y agilizar las operaciones, lo que conduce a la realización de valor a largo plazo para los General Partners (GPs) y los Limited Partners (LPs).

5.- Revisión del modelo operativo

Para evaluar mejor los modelos operativos actuales de las empresas de capital riesgo, el estudio ha analizado los datos organizativos de las diez mayores empresas de private equity y ha clasificado al personal en creación de valor operativo, inversión, operaciones comerciales y oficina ejecutiva, basándose en las descripciones del personal, el equipo y/o la unidad de negocio.

Los datos muestran una gran variación en el número de empleados dedicados a la creación de valor operativo como proporción del total de empleados, con un máximo del 40% y un mínimo del 3%. La media ponderada es del 10% de empleados dedicados a la creación de valor operativo frente al 56 % que desempeña funciones de inversión. “Esto sugiere que muchas empresas de private equity tendrán que triplicar la proporción de empleados en puestos de creación de valor operativo si quieren estar en la mejor posición para identificar, cuantificar y ejecutar las oportunidades de valor que serán el factor diferenciador clave en los próximos años”.

La liquidez se considera el principal beneficio de la tokenización

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Un número creciente de inversores institucionales y gestores de patrimonio predicen un aumento en la tokenización de activos, a medida que más actores toman conciencia de sus beneficios, según una nueva investigación global realizada por Nickel Digital Asset Management (Nickel), el gestor de fondos de cobertura de activos digitales en Europa, con sede en Londres y fundado por exalumnos de Bankers Trust, Goldman Sachs y JPMorgan.

El estudio, realizado con organizaciones que ya invierten en el sector, revela que el 87 % cree que los gestores de fondos prestarán cada vez más atención al potencial de tokenizar fondos de inversión y clases de activos en los próximos tres años. Esta cifra representa un aumento frente al 75 % que opinaba lo mismo en la edición anterior del estudio, realizada hace poco más de seis meses. Nickel considera que este creciente apoyo a la expansión de la tokenización se debe a una mayor conciencia sobre los beneficios que puede ofrecer.

La investigación, llevada a cabo con inversores institucionales y gestores de patrimonio en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Suiza, Singapur, Brasil y Emiratos Árabes Unidos, que en conjunto gestionan aproximadamente 1,1 billones de dólares en activos, muestra que el papel de la tokenización en facilitar la liquidez y ofrecer opciones de negociación en mercados secundarios está siendo reconocido como el beneficio más atractivo.

Estos dos beneficios fueron clasificados como los más importantes por los inversores profesionales, por encima de una mayor transparencia y del potencial para permitir la propiedad fraccionada de activos. La reducción en los tiempos de liquidación y la mejora en la gestión de riesgos fueron considerados el quinto y sexto beneficio más atractivo, mientras que la reducción de costos fue ubicada en el séptimo lugar.

El estudio también muestra que aún existen desafíos que deben superarse antes de que la tokenización sea adoptada de forma más generalizada puesto que alrededor del 74 % señala problemas de distribución y el 73 % manifiesta preocupación por la regulación.

Alrededor del 61 % afirma que la adopción generalizada de la tokenización se enfrentará a la resistencia de los inversores al cambio, mientras que el 59 % identifica la madurez de los proveedores de servicios como un desafío, y el 55 % señala la actual falta de activos tokenizados. Menos de la mitad (49 %) está preocupada por los riesgos de seguridad relacionados con la tokenización, y solo el 45 % considera que la falta de demanda representa un reto.

En opinión de Anatoly Crachilov, director ejecutivo y socio fundador de Nickel Digital, la tokenización está pasando rápidamente de ser un concepto a convertirse en una piedra angular, con gigantes globales como BlackRock respaldándola públicamente como el futuro de los mercados financieros. «Es muy alentador ver cómo ha aumentado el número de inversores que, desde nuestra primera encuesta hasta la actual, coinciden con este cambio de paradigma, uno en el que la mejora en la liquidez, una mayor transparencia y la liquidación instantánea se convertirán en el nuevo estándar”, ha señalado. 

La Fed mantiene su independencia, pero el debate y los riesgos continuarán

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Tras un 2025 marcado por las tensiones entre el presidente de la Fed, Jerome Powell, y el de EE.UU., Donald Trump, era inevitable lanzar la pregunta sobre si la Fed ha perdido o no su independencia. En opinión de nuestros lectores y seguidores en redes sociales (el 53%), la instituciones monetaria estadounidense aún sigue su propia guía. Además, llama la atención que un 20% considera que Trump está influyendo en el FOMC y que un 13%, directamente, no cree que los bancos centrales sean libres. 

El debate sobre la independencia de la Fed continuará estando vivo, ya que trasciende la figura del propio Powell al acabar su presidencia en mayo de 2026. En opinión de Felipe Mendoza, CEO IMB Capital Quants, el debate sobre esta sucesión se intensifica. “Donald Trump entrevistará a Christopher Waller para el cargo, mientras que las probabilidades de Kevin Warsh han aumentado al 41%, frente al 90% que tenía Kevin Hassett a inicios de diciembre. Trump ha declarado que el próximo presidente de la Fed debería consultarle sobre las tasas de interés y que desea verlas en 1% o menos en un año. Jamie Dimon, CEO de JPMorgan, afirmó que Warsh sería un gran presidente de la Fed. En este contexto, el asesor de la Casa Blanca Kevin Hassett defendió que los datos económicos apuntan a que la inflación se dirige al objetivo del 2% y que, aunque Trump tiene opiniones sólidas, la Fed debe mantener su independencia. 

Además, según la visión de Álvaro Peró, director de inversiones de renta fija de Capital Group, este debate en torno a la Fed es un claro ejemplo de una tendencia más amplia experimentada este 2025. “Se han producido grandes cambios en el panorama macroeconómico y geopolítico. Principios que han sustentado la economía mundial durante décadas como el libre comercio, la globalización y la independencia de los bancos centrales, se están viendo cuestionados”, explica Peró.

Los riesgos de perder la independencia

Para los expertos de Vontobel, comprometer la independencia de la Fed conlleva importantes riesgos. “Cuando la credibilidad de un banco central se debilita, los mercados dejan de interpretar sus políticas a través del prisma de los datos económicos y comienzan a verla desde una perspectiva política. Ese cambio se hace evidente primero en las expectativas. Las mediciones basadas en encuestas pueden parecer estables durante un tiempo, ya que tanto los hogares como los analistas profesionales tienden a ajustar sus opiniones de manera gradual. Sin embargo, la reacción de los precios del mercado es más rápida. Los inversores incorporan una prima de riesgo de inflación a su visión central, lo que explica por qué las tasas de inflación implícitas suelen superar las expectativas basadas en encuestas una vez que se cuestiona la credibilidad”, explican. 

Según su visión, la incertidumbre en torno a la función de reacción del banco central eleva la prima de plazo en los vencimientos de mayor duración. “Los tipos a largo plazo comienzan a reflejar una compensación adicional por posibles errores y por la volatilidad de la inflación, en lugar de limitarse a la trayectoria esperada de los tipos de interés a corto plazo. Si los objetivos fiscales, como el deseo de mantener bajos los costes de financiación en relación con el crecimiento nominal, empiezan a influir en la política monetaria, las decisiones pueden inclinarse hacia la conveniencia financiera. Si bien esto puede aliviar las presiones de financiación a corto plazo para el sector público, funciona como un impuesto inflacionario para los ahorradores y eleva los retornos exigidos en los activos privados”, añaden desde Vontobel.

Tal y como demuestra la historia, las condiciones financieras suelen evolucionar siguiendo una secuencia predecible. Es decir, la curva de tipos se empina a medida que el tramo corto responde a una orientación de política monetaria más flexible, mientras que el tramo largo muestra resistencia. Y los diferenciales de crédito se establecen en niveles más altos, ya que los prestamistas incorporan una mayor incertidumbre en los precios. “El dólar suele fortalecerse en períodos de tensión, cuando la liquidez escasea durante una crisis, pero luego tiende a debilitarse si los rendimientos reales se ven reprimidos y el marco de política parece menos sólido”, concluyen los expertos de la gestora.

Las dos preguntas incómodas sobre IA a las que se enfrentan los inversores

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En la presentación de sus perspectivas para 2026, todas las gestoras internacionales han dedicado un gran espacio a hablar de la inteligencia artificial, tanto por la oportunidad de inversión que supone como por ser considerada el motor de las economías y el crecimiento global. 

“La IA es una ola a largo plazo, no solo un tema. Una ola tecnológica -la IA es la cuarta ola después de los mainframes, los ordenadores personales conectados a Internet y la nube móvil- se define por el hecho de que afecta a todos los aspectos de la economía. Requiere inversión en todas las capas de la pila tecnológica, desde el silicio –semiconductores– hasta las plataformas, los dispositivos y los modelos, y todas las empresas se convierten de alguna manera en usuarias de la IA. Estas olas tardan varios años en evolucionar y, en el caso de la IA, el ritmo de desarrollo de la capacidad se ve limitado por la desglobalización, los permisos, la disponibilidad de energía, las restricciones de construcción y la disponibilidad dentro de la cadena de suministro informático”, destacan Alison Porter, Graeme Clark y Richard Clode, gestores de cartera de Janus Henderson.

Según explican los gestores de Janus Henderson, existe un problema circular, ya que el factor limitante de la demanda de potencia informática ha sido la capacidad disponible para entrenar y desarrollar nuevos modelos. “A medida que pasamos de la IA generativa a la IA agencial, se necesita más capacidad de razonamiento y memoria para proporcionar un mayor contexto. Esto requiere una potencia informática significativamente mayor para aumentar la generación de tokens (unidades de datos procesadas por los modelos de IA). Vemos que áreas como la IA física se están desarrollando rápidamente con la ampliación de las pruebas de conducción autónoma y robótica en todo el mundo. En resumen, de cara a 2026 y 2027, creemos que la demanda de potencia de cálculo seguirá superando a la oferta”, defienden.

¿Estamos en una burbuja de la IA?

Frente a este escenario tan positivo, los inversores siguen atentos al debate sobre si estamos o no ante una burbuja en la IA. Según Karen Watkin, gestor de multiactivos de AllianceBernstein, la característica fundamental de este mercado alcista es su reducido liderazgo. “Las compañías tecnológicas impulsadas por la IA han generado ganancias extraordinarias, creando un mercado con forma de K: unos pocos grandes ganadores mientras muchos se quedan atrás. Esta concentración impulsa las rentabilidades de los índices, pero introduce fragilidad. La economía estadounidense está expuesta de forma asimétrica: los hogares con mayor riqueza poseen la mayor parte de la renta variable y sostienen el consumo, por lo que una corrección de la IA podría afectar el gasto y, potencialmente, llevar a la economía a una recesión”, explican.

Watkin considera que, por ahora, los fundamentales aportan tranquilidad: el crecimiento de los beneficios, y no solo la expansión de múltiplos ha impulsado los retornos. Según su análisis, el capex de los hiperescalares —aunque extraordinariamente elevado— se financia en gran medida con fuertes flujos de caja más que con deuda, pero vigilamos señales de mayor apalancamiento y de emisiones de deuda. “También observamos riesgos más estructurales: patrones de financiación circular, como inversiones cruzadas repetidas y operaciones corporativas sucesivas, que pueden generar fragilidades. Y aunque las tendencias de adopción son prometedoras, los desequilibrios entre oferta y demanda, los cuellos de botella energéticos y el riesgo de obsolescencia podrían desafiar la economía ligada a la IA”, afirma.

El experto de AllianceBernstein añade que las valoraciones elevadas no garantizan malos retornos a corto plazo, pero sí elevan el riesgo de caídas: “Creemos que el reducido liderazgo justifica una mayor diversificación; clases de activos como la renta variable de baja volatilidad (low volatility equities) pueden ofrecer una exposición defensiva y valoraciones atractivas, con un posible viento de cola si caen los rendimientos». 

¿Cuáles son las implicaciones de una corrección?

Hasta ahora, la inversión en inteligencia artificial se ha financiado principalmente mediante flujos de caja corporativos y capital riesgo. Sin embargo, a medida que los hyperscalers buscan mantener un crecimiento exponencial en el tamaño de los modelos, la construcción de centros de datos y el suministro de chips, la financiación mediante deuda ha comenzado a ganar protagonismo nuevamente. 

Con los principales índices de renta variable estadounidenses cada vez más concentrados en líderes de IA, en opinión de los experto de Quality Growth (boutique de Vontobel), una corrección significativa podría propagarse por la economía no a través de despidos o proyectos fallidos de IA, sino por el efecto negativo de riqueza derivado de la caída de los precios de los activos. 

“Esta dinámica sería similar a la que siguió a la burbuja puntocom en el año 2000, cuando el descenso en el valor de la renta variable afectó de manera desproporcionada a los hogares de mayores ingresos y, en consecuencia, al gasto total de los consumidores”, explican. 

Según su visión, existe ya un segundo canal de transmisión consolidado: el gasto de capital en IA como motor principal del PIB estadounidense. “Para finales de 2025, se estima que el gasto de capital (capex) relacionado con tecnología representará más de la mitad del crecimiento trimestral del producto interior bruto (PIB). Esto implica que la misma fuerza que ha impulsado los mercados al alza podría convertirse en un lastre si las expectativas de inversión se ajustan. De este modo, la IA se ha transformado tanto en un viento de cola como en una posible vulnerabilidad para las perspectivas macroeconómicas de 2026”, concluyen desde Quality Growth.

BBVA México apuesta por la educación, lanza su Academia de Inversiones

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En México apenas una de cada 10 personas bancarizadas contratan fondos de inversión, esto se convierte en una una brecha considerable que BBVA quiere revertir.

En este contexto, la entidad presentó su primera Academia de Inversiones; se trata de un proyecto conjunto entre sus direcciones de BBVA Asset Management México y Educación Financiera. La Academia de Inversiones es una plataforma educativa gratuita diseñada para democratizar el conocimiento financiero y reducir la brecha de inversión en el país.

En sus primeros nueve capítulos accesibles en el portal bbva.mx y en el canal de YouTube de BBVA México, esta iniciativa busca capacitar a principiantes y a quienes desean elevar sus habilidades, fomentando que más mexicanos transformen su salud financiera en oportunidades para aprender el uso de las herramientas de ahorro e inversión.

«La Academia de Inversiones surge porque en México millones de personas ahorran de manera informal perdiendo la oportunidad de poder hacer crecer su patrimonio. Buscamos poner en la balanza los beneficios de tener inversiones y que todos, desde el principiante hasta el inversionista experimentado, tomen decisiones informadas y seguras a través de canales digitales de fácil acceso y sin costo», dijo Luis Ángel Rodríguez Amestoy, director general de BBVA Asset Management México.

«La Academia de Inversiones representa un paso fundamental en la misión de hacer accesible el aprendizaje sobre herramientas de ahorro e inversión para todos los mexicanos». Y agregó: “Los contenidos educativos de esta plataforma gratuita desmitifican conceptos complejos, permitiendo que principiantes y expertos avancen en su camino hacia decisiones más informadas y empoderadas. Lo que buscamos no solo es capacitar, sino inspirar a miles de personas a transformar su relación con la salud financiera mediante recursos digitales simples y efectivos, reduciendo así la brecha de conocimiento que limita el potencial de tantos en el país”, añadió Aurora Geitel Salgado, directora de Educación Financiera de BBVA México.

Los primeros nueve capítulos de la Academia de Inversiones cubren desde fundamentos hasta estrategias avanzadas, y son los siguientes:

  • ¿Qué son las inversiones? – Introducción a los conceptos básicos y la diferencia entre ahorro e inversión.
  • Siembra tu futuro financiero – Cómo alinear inversiones con metas personales a largo plazo.
  • Conoce los conceptos clave para invertir – Glosario esencial: riesgo, diversificación y horizonte temporal.
  • ¿Por qué te conviene invertir? – Beneficios de los rendimientos compuestos versus inflación.
  • Tipos de inversiones disponibles – Exploración de fondos, CETES y acciones accesibles.
  • Identifica qué tipo de inversionista eres – Para conocer las diferencias en las inversiones de alto y bajo riesgo.
  • ¿Qué son fondos de inversión y cómo funcionan? – Recolectar el capital, gestionar el fondo, invertir en activos.
  • ¿Por qué conviene invertir en un fondo de inversión? – Diversificación y acceso a mercados y activos.
  • ¿Qué es el interés compuesto?

BBVA México informó que los contenidos están disponibles en https://www.bbva.mx/educacion-financiera/academia-de-inversiones.html y en la playlist de YouTube de BBVA México. Con esta iniciativa BBVA México reafirma que la educación financiera es el motor para transformar el ahorro y convertir a las personas en inversionistas informados, impulsando así el crecimiento patrimonial y la inclusión financiera del país.

La nueva era de la banca: la precisión, no el tamaño, será la clave del éxito

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El sector bancario mundial alcanzó en 2024 un hito histórico: 1,2 billones de dólares en beneficios netos, la cifra más alta registrada en cualquier industria. Sin embargo, pese a este rendimiento excepcional, las valoraciones bursátiles de los bancos se mantienen un 70% por debajo del promedio de otras industrias, reflejo del escepticismo inversor sobre la sostenibilidad de estos resultados.

El nuevo informe de McKinsey & Company, «McKinsey Global Annual Banking Review 2025: Why precision, not heft, defines the future of banking», concluye que el tamaño y la escala ya no garantizan el éxito. Identifica una brecha significativa entre los sólidos resultados financieros y la percepción del mercado, impulsada por la falta de mejoras sostenidas en productividad y la dependencia excesiva de factores macroeconómicos externos favorables.

De la escala a la precisión: el nuevo paradigma bancario

Según McKinsey & Company, la inteligencia artificial tiene el potencial de redefinir totalmente los modelos operativos del sector. El tamaño dejó de ser un factor determinante: la ventaja competitiva se desplaza hacia un nuevo modelo, al que McKinsey denomina “banca de precisión”. Aunque en 2024 la banca alcanzó cifras récord con 1,2 billones de dólares en beneficios y 426 billones en fondos intermediados (cuatro veces el PIB mundial), las valoraciones permanecen históricamente bajas. Solo el 15 % de los bancos cotizados crea valor real, con múltiplos P/E muy por debajo del resto de sectores.

Esto se explica por un hecho clave: las estrategias tradicionales ya no funcionan, a pesar de que la banca invierte cada año cerca de 600.000 millones de dólares en tecnología sin mejoras consistentes en productividad.

Entre 2001 y 2024, los beneficios netos de la banca crecieron de media un 5% anual, alcanzando 1,2 billones de dólares. Más llamativo aún es que el capital distribuible casi se triplicó, pasando de unos 290.000 millones (periodo 2001–2020) a 840.000 millones (periodo 2021–2024). Solo en los últimos cuatro años, los bancos generaron 3,36 billones de dólares en capital distribuible, el mayor volumen registrado en cualquier industria.

Sin embargo, sin un cambio estructural, este capital no se traducirá en ventajas competitivas sostenibles. McKinsey & Company define este modelo como un enfoque que dirige datos, tecnología y analítica avanzada hacia las áreas de mayor impacto, dejando atrás las estrategias generalistas del pasado. La “banca de precisión” se sostiene en cuatro pilares:

  1. Tecnología: inversión selectiva en IA para elevar la productividad y optimizar el retorno sobre el capital.

  2. Cliente: migrar de la segmentación tradicional a la personalización total, adaptando productos y servicios a cada persona.

  3. M&A: operaciones enfocadas en capacidades estratégicas y presencia local, no en la escala por sí misma.

  4. Capital: gestionar el capital con una visión granular —por producto y por cliente— para liberar recursos y reasignarlos con precisión, habilitado por la IA.

La inteligencia artificial como catalizador del cambio

El informe destaca que la irrupción de la IA agéntica redefine los modelos operativos bancarios. A diferencia de la automatización tradicional, esta nueva generación de IA puede tomar decisiones autónomas y ejecutar tareas complejas, desde la gestión del riesgo hasta el servicio al cliente. La IA y, especialmente, la IA agéntica, podrían transformar áreas críticas como depósitos, pagos, riesgo, productividad comercial y automatización del servicio al cliente.

Según McKinsey, la IA tiene el potencial de reducir los costes unitarios del trabajo hasta un 20% en los próximos años, aunque advierte que los beneficios se erosionan si las entidades no actúan con rapidez. En paralelo, el estudio advierte que, si los bancos no actúan con rapidez, el impacto neto global podría suponer una oportunidad perdida de este potencial estimado en una reducción de hasta el 9% de los beneficios de 2024; es decir, cerca de 170.000 millones de dólares.

El informe apunta que los bancos pioneros, independientemente del tamaño, podrán ser los primeros en capturar un potencial de productividad del 15 a 20%, obteniendo mayor rentabilidad y una ventaja sostenible en cuota de mercado.

La capacidad del sector para generar valor sostenible dependerá de su habilidad para escalar la inteligencia artificial más allá de los proyectos piloto e impulsar transformaciones profundas. Según la previsión, en un plazo de tres a cinco años podrían emerger bancos nativos en IA capaces de ganar cuota de mercado con rapidez frente a las entidades tradicionales. Y, a largo plazo, la estructura misma de la industria estará determinada por factores como la disponibilidad de centros de datos, potencia de cómputo y acceso a energía.

En paralelo, la disrupción digital continúa acelerándose: fintechs nativas digitales como Revolut o Nubank han elevado las expectativas de los consumidores con experiencias ágiles, tecnologías cloud-native y modelos de desarrollo más rápidos. Estos actores están bien posicionados para aprovechar la IA agéntica para automatizar procesos, personalizar servicios y capturar clientes a gran velocidad, presionando a los bancos tradicionales a modernizarse.

La próxima curva de crecimiento en la banca no estará definida por la escala, sino por la precisión. En este escenario, la inteligencia artificial se consolida como el motor del próximo salto competitivo: los bancos que adopten la banca de precisión estarán mejor posicionados para liderar el futuro del sector.

LarrainVial promociona a Alejandra Saldias Asun a Managing Director

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LarrainVial promueve a Alejandra Saldias Asun al puesto de Managing Director, Head of ETFs Sales Latam & US Offshore, de acuerdo a un posteo publicado en  Linkedin por la interesada.

“¡He empezado en un nuevo puesto como Managing Director, Head of ETFs Sales Latam and US Offshore en LarrainVial!”, comunicó Saldias Asun en la red social.

Saldias Asun es una ejecutiva sénior de gestión de inversiones con más de 25 años de experiencia en gestión institucional de activos, distribución de ETF y mercados de capitales en toda América Latina. Está especializada en relaciones con fondos de pensiones, productos de inversión estructurados y estrategias de distribución regional. Tiene experiencia también liderando equipos transfronterizos y cuenta con trayectoria en la gestión de carteras complejas.

La profesional trabaja en la empresa de servicios financieros de origen chileno desde el año 2009. Hasta ahora, era Head of Sales para Latinoamérica, y lideró la estrategia regional de distribución institucional de ETFs y fondos de inversión en seis países. A lo largo de su carrera ha ocupado posiciones de alta dirección en CorpCapital y Banco CorpBanca, incluyendo el cargo de CEO en CorpCapital Mutual Funds Management Company, con foco en crecimiento de activos, desarrollo de productos y liderazgo de equipos regionales.

Es Ingeniera Comercial y Magister en Finanzas por la Universidad de Chile y posse la licencia Series 7 de FINRA.

Los hedge funds aceleran su evolución ante nuevas demandas de los inversores

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La industria global de hedge funds acelera su evolución, impulsado por cambios en las preferencias de los inversores y por la necesidad de ofrecer vehículos más líquidos, eficientes y transparentes. Así lo revela el informe The Cerulli Edge The Americas Asset and Wealth Management Edition, que señala que los administradores de hedge funds están adaptando su modelo tradicional a un entorno donde los costos, la liquidez y la diferenciación estratégica pesan más que nunca.

Un sector que vuelve a crecer, pero bajo presión

Tras dos años marcados por un débil mercado de salidas (2022 y 2023), los hedge funds mostraron una recuperación significativa en 2024. El ecosistema global creció un 9,3%, impulsado mayormente por el desempeño de mercado y por 2.700 millones de dólares en flujos positivos, particularmente hacia fondos de crédito y estrategias multiestrategia, según datos de Nasdaq eVestment.

Históricamente, los hedge funds han trabajado con inversionistas institucionales y clientes UHNW/HNW, distribuyendo sus estrategias a través de limited partnerships u otras estructuras personalizadas como cuentas administradas o funds of one.

Los objetivos de inversión predominantes siguen siendo la reducción de volatilidad, la diversificación y el crecimiento o retornos mejorados. Sin embargo, el contexto actual plantea desafíos inéditos: con tasas que permiten obtener cerca de 4% de rendimiento en efectivo, los inversores están evaluando con mayor rigor la estructura de costos y la verdadera capacidad de los hedge funds para generar valor neto.

Para Daniil Shapiro, director de Cerulli, la presión sobre las tarifas seguirá creciendo. Señala que la cuestión clave es si los mayores fondos pueden mantener su performance para justificar los fees y si sus estrategias pueden seguir soportando mayores activos. Shapiro advierte que la discusión no es nueva, pero que el entorno actual, con inversores más sofisticados y un escrutinio regulatorio creciente, exige un monitoreo más profundo de las exposiciones y de la coherencia entre la estrategia y los resultados obtenidos.

Innovación en vehículos: la próxima frontera para nuevos flujos

La consultora internacional anticipa que uno de los mayores motores de crecimiento será la capacidad de los hedge funds para empaquetar sus estrategias en vehículos más líquidos y accesibles, manteniendo su esencia pero adaptándose a nuevas expectativas de transparencia. Entre las tendencias que identifica el informe destacan la entrada de grandes hedge funds en el mercado de ETFs, lo que marca un giro hacia estructuras con menor fricción y mayor alcance; el crecimiento esperado de vehículos semilíquidos, que permiten equilibrar flexibilidad operacional y acceso diversificado; y la oportunidad para que las gestoras con marcas consolidadas amplíen su llegada a asesores financieros y canales de wealth management.

Según Shapiro, los hedge funds aceleran su evolución, y las estructuras tradicionales como los limited partnerships podrían requerir revisiones, dado que muchos inversores priorizan ahora liquidez, claridad en comisiones y accesibilidad.

La industria de hedge funds no sólo se está recuperando: está redefiniendo su papel dentro del portafolio de los inversores. En un entorno marcado por altas tasas, mercados volátiles y mayor demanda de personalización, la evolución hacia vehículos innovadores y modelos más transparentes será clave para sostener los flujos y mantener vigente la propuesta de valor del sector.

Riesgos macroeconómicos e implicaciones para el inversor en 2026

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El principal riesgo para la economía global en los próximos 12 meses es la creciente duda sobre la solidez de la narrativa de inversión en inteligencia artificial. Aunque el entusiasmo se mantiene, el mercado empieza a diferenciar entre compañías con modelos creíbles de monetización y aquellas cuya narrativa está basada en expectativas vagas. Esa dispersión es síntoma de una fase temprana de maduración, no de colapso. De hecho, en las fases finales de una burbuja, lo habitual es ver alzas indiscriminadas. Hoy, por el contrario, se observa selección. Las caídas en Oracle y el mejor comportamiento de Alphabet sería un buen ejemplo.

 

 

La reducción de las correlaciones entre acciones del mismo sector es algo que también choca con la idea de un pico en la burbuja IA (cuando todo se mueve a la vez y cae la dispersión), y ofrece muchas oportunidades a los gestores activos.

A pesar de que el boom inversor en IA podría desinflarse a medio plazo, en dos o tres años, y generar una crisis en el capital privado con efectos sistémicos, parece prematuro asumir que esto pueda ocurrir en 2026. Aún se están evaluando los efectos de estas herramientas sobre la productividad, el empleo y el crecimiento. Las inversiones a gran escala en centros de datos comenzaron en 2024, mientras que en burbujas anteriores (ferrocarriles en 1920, internet en los 90, inmobiliaria subprime) el CAPEX se sostuvo por años antes de paralizarse.

Mientras no haya evidencias de retornos negativos o caídas de beneficios, es razonable pensar que el ciclo de inversión continuará, respaldado por el interés tecnológico (avances como Gemini 3 o Claude) y la presión de los CEOs de diferentes industrias por mejorar la eficiencia y reducir plantillas. Cuellos de botella, como la oferta limitada de chips de 3nm (en alta demanda por parte de empresas como Apple, Nvidia, Broadcom y AMD) o la firma de contratos multianuales de componentes para anclar costes (como explicó Micron al publicar resultados esta semana, batiendo en 75% las guías de consenso para BPA), dificultan la defensa del caso de burbuja IA.

Valoraciones, empleo y contexto macro

Si bien las valoraciones de acciones tecnológicas son exigentes, están lejos de los excesos de la burbuja del 2000. La media de los hiperescaladores, con mayor crecimiento potencial que el índice agregado, se mueve en las 23x, con el S&P 500 en 22x. La correlación entre acciones tecnológicas ha caído después del efecto “Día de la Liberación”: se discrimina entre ganadores y perdedores y la inflación estructural está cediendo.

 

En el mercado laboral, los datos recientes muestran un entorno estancado: no se está despidiendo masivamente, pero tampoco se crean empleos de forma significativa. El ajuste de febrero del BLS podría confirmar que, desde primavera, la economía ha destruido empleo. Aunque se ha recuperado en el sector privado en los últimos meses, los nuevos puestos se concentran en educación y salud, mientras hay sectores cíclicos que siguen estancados. La tasa de participación subió y el desempleo ha escalado hasta el 4,6%, cerca del umbral del 4,8% que activaría la “regla de Sahm” y traería de vuelta el fantasma de la recesión.

Inflación, tipos y catalizadores políticos

En 2026, la inflación subyacente en servicios y alquileres podría seguir bajando. Por otra parte, la inflación general podría sorprender a la baja si se confirman las ganancias de productividad y se modera el precio de bienes. Los aranceles perderán peso en el IPC a medida que avance el año, lo que daría margen a la Fed para mantener una postura más laxa. El PCE subyacente estimado por la Fed está en 2,5%, aunque es improbable que haya recortes en el primer trimestre.

La publicación del IPC de noviembre, con el de octubre extrapolado por el impacto del cierre de operaciones del gobierno, sorprendió positivamente, pero deja dudas metodológicas.

Desde mayo, con la salida de Powell y la posible llegada de un perfil más intervencionista, la política monetaria podría volverse todavía más reactiva. El plan OBBBA y sus incentivos fiscales como la amortización acelerada seguirán impulsando proyectos de inversión en IA, que ya han aportado más del 1% al crecimiento del PIB en 2025.

Consumo, deuda y reacción política

Las familias estadounidenses ya están gastando por encima de sus ingresos. Con las elecciones legislativas en noviembre de 2026, Trump podría redoblar esfuerzos para estimular el consumo de los hogares con menos ingresos. El plan OBBBA será positivo en la primera mitad del año, pero luego restará crecimiento por la reintroducción de aranceles.

Con una deuda pública que supera el 120% del PIB, la opción de recurrir al apalancamiento privado gana fuerza. Las familias, cuya deuda está en mínimos de 25 años (90% de la renta disponible) y con el efecto riqueza a su favor, podrían volver a endeudarse si los tipos se mantienen bajos. Algunas disfrutarán en los primeros meses de 2026 de devoluciones mayores a las esperadas sobre sus declaraciones de la renta de 2025.

Entre las herramientas disponibles para Trump están los recortes de aranceles a bienes básicos, transferencias directas (cheques), hipotecas traspasables, o medidas para reducir spreads hipotecarios. El efecto de riqueza inmobiliaria también podría reactivarse vía HELOCs.

Adicionalmente, los hogares mantienen 13 billones de dólares en liquidez (cuentas a la vista y fondos monetarios), cerca del 20% de la capitalización del S&P 500, lo que ofrece una base potencial para consumo o inversión si se restablece la confianza. Y el ahorro como porcentaje de la renta disponible, aunque en niveles algo inferiores a los de prepandemia, se mantiene estable desde 2023 y tiene margen para descender si los hogares perciben un entorno económico más seguro.

Mercados: retorno más limitado y táctica de gestión

Con el S&P cerca de 7.000 y un PER de 23x, el potencial de rentabilidad se reduce para la primera mitad de 2026. Se espera un comportamiento más plano, con episodios de volatilidad. Si se activa la figura técnica del T-Bond, de la que hablamos más abajo, el S&P podría corregir entre 5% y 7%. En ese contexto, tendría sentido comprar en caídas.

El pronóstico de crecimiento en beneficios por acción de cara a los próximos 12 meses es favorable y la liquidez, con la masa monetaria creciendo y la Fed volviendo a expandir el tamaño de su balance, también acompaña. La valoración es exigente pero, como ha sucedido en los últimos meses, puede mantenerse cerca de estos niveles. Una estrategia interesante sería cubrir posiciones a través de opciones sobre QQQ aprovechando caídas en la volatilidad.

Sectores rezagados como industria, farmacéutico o de materiales podrían comportarse mejor en 2026 si la narrativa de crecimiento se mantiene y el rally adquiere mayor amplitud. Las valoraciones de los grandes nombres vinculados a IA no muestran excesos por ahora.

Renta fija, dólar y geografía

De acuerdo con un análisis de escenarios, las TIRs del T-Bond por encima del 4,4% se consideran atractivas para acumular. La rentabilidad a vencimiento tiene más margen de caída que de subida en 2026. Sin embargo, un retroceso del bono podría presionar las valoraciones, como ya ocurriese en noviembre de 2024. Jerome Powell mencionó en su conferencia de prensa que el impacto definitivo de los aranceles sobre el precio de los bienes podría hacerse notar en el transcurso del primer trimestre y, aunque no compramos la tesis de una “Fed secuestrada” a partir de mayo, el ruido respecto al reemplazo de Powell aumentará y podría inyectar volatilidad en el comportamiento de la deuda pública.

 

El ciclo de recortes global está cerca de su fin, como nos indicaron desde el BCE, pero Estados Unidos tiene mayor margen para sorprender a la baja. En Europa, la combinación de recuperación débil, emisiones fuertes (especialmente de Alemania) y riesgos políticos (Francia) presionará al alza los tramos largos, a pesar de posibles recortes sorpresa por parte del BCE, que hoy parecen menos probables tras la intervención de Lagarde del pasado jueves. En este entorno, la duración debe mantenerse neutral o ligeramente infraponderada, con preferencia por la deuda periférica frente a la alemana.

El dólar, aunque sobrevalorado (17% por encima de su paridad de poder adquisitivo respecto al euro), podría depreciarse más lentamente en 2026 que en 2025. El impulso del plan OBBBA sobre el crecimiento de Estados Unidos, los diferenciales de tipos y el posible recorte más agresivo del BCE favorecen una resistencia relativa del dólar. Los niveles técnicos clave en EUR/USD se sitúan en 1,137 y 1,1214. Esa podría ser una zona de referencia para plantearse volver a abrir coberturas.

Escenario internacional y geografía de la cartera

Las encuestas PMI se mantienen en Estados Unidos por encima de 50, lo que indica una expansión moderada, frente a Europa, donde persiste la debilidad industrial, especialmente en Alemania. El ánimo empresarial sigue deprimido, como refleja el índice Sentix (-6,2), o el Ifo, que se deterioró marginalmente.

El riesgo de formación de una burbuja al estilo de lo sucedido entre 1995 y 1999 está presente, pero aún no se confirma. En este contexto, y dada la mejor perspectiva macro para Estados Unidos junto con la posibilidad de debilidad del dólar, se justifica mantener una exposición geográfica equilibrada entre Estados Unidos y el resto del mundo.