Cambios en Unicaja: la entidad ha decidido crear una nueva dirección de de Banca Privada, Banca Personal y Productos de Inversión, con el objetivo de reforzar su negocio de asesoramiento.
La unidad, que hasta ahora dependía de la Dirección de Clientes y Estrategia Comercial, pasará a reportar directamente al director general de Negocio Minorista, Luis Colorado, y estará liderada por Ramón Senosiaín, que se une al banco desde UBS, donde era responsable de Advisory y Ventas. De este modo, en la nueva estructura, Senosiaín reportará a Colorado.
Según su perfil de Linkedin, Senosiaín trabajó durante los últimos tres años en UBS, en su último puesto como Head Advisory & Sales y antes como Head of Investment Consulting. En su etapa anterior, trabajó durante más de 24 años en Credit Suisse, donde fue responsable de Investment Consulting & Productos, y también en Aegon, como responsable de Bancaseguros.
Nueva estructura
Más allá de este nombramiento, la entidad ha fijado una nueva estructura, que se organizará en dos nuevas áreas: la de Desarrollo de Negocio, que seguirá bajo la batuta de Javier López de Heredia, y la de Planificación Financiera, de nueva creación, que dirigirá Miguel Solbes, hasta ahora en Singular Bank.
Solbes ha trabajado en planificación patrimonial en Singular Bank durante los últimos tres años y anteriormente en entidades como UBS -donde fue wealth planner- y Garrigues, en el departamento fiscal, según su perfil de LinkedIn.
Los cambios se producen tras la absorción de Unicorp por parte de Unicaja y con el objetivo de potenciar su negocio de banca privada. Según publica Expansión, la entidad cuenta con 40.000 millones de euros en el negocio de Banca Privada y Personal y busca acelerar el crecimiento hasta superar los 48.000 millones. La entidad, con un equipo de banqueros de 100 profesionales en España, buscaría ahora duplicarlo.
Tres grandes bancos centrales han coincidido en celebrar sus reuniones de octubre para dejar patente la divergencia que presentan las políticas monetarias de cada uno de ellos. David Kohl, Chief Economist en Julius Baer, resume a la perfección la situación: “La Reserva Federal mantiene una postura política restrictiva, pero se prevé una flexibilización debido a los indicios de debilitamiento del mercado laboral; el BCE considera que la necesidad de actuar es limitada, ya que la inflación se encuentra dentro del objetivo y los riesgos para el crecimiento no son especialmente graves y el Banco de Japón continúa con su política acomodaticia, a pesar de que la inflación se encuentra por encima del objetivo”.
Una visión similar realiza Salvatore Bruno, subdirector de inversiones y director de gestión activa de Generali AM (parte de Generali Investments). El experto pone el foco en el riesgo de que la Reserva Federal pierda su independencia: la expansión fiscal prometida por la Administración Trump necesita tipos de interés bajos para limitar el coste de los pagos de intereses de la deuda, que ya supera el 10% de los ingresos fiscales. Esto ha provocado una fuerte presión sobre la Fed por parte de la administración para que reanude el ciclo de recortes de tipos. “No será fácil resolver el conflicto entre la Casa Blanca y la Fed antes del cambio previsto del presidente del banco central a mediados de 2026. No obstante, parece haber margen para nuevas bajadas de los tipos de interés, aunque pueden ser menos de las que espera el mercado”, apunta el experto.
Sobre el BCE, Bruno ve la situación diferente. El mercado no prevé nuevas bajadas, ya que se espera que la inflación se estabilice y las perspectivas de crecimiento parecen haber mejorado. Explica que los inversores tendrán que evaluar los planes de expansión fiscal previstos, especialmente en Alemania, y los posibles efectos indirectos de las tensiones políticas francesas sobre los tipos de interés locales.
Y José Manuel Marín Cebrián, economista y fundador de Fortuna SFP, analiza en clave cinematográfica la divergencia en la que se encuentran los bancos centrales en la actualidad. Para ello, tira del film “El bueno, el feo y el malo”, protagonizado por Clint Eastwood.
Para el experto, el bueno sería el BCE y su “siesta monetaria”: Christine Lagarde, cual sheriff que ya ha limpiado el pueblo, ha decidido dejar que el polvo se asiente. Con un IPC en el 2,2%, siente que su trabajo está hecho. No habrá más recortes, ni rescates, ni sorpresas. Los tipos se quedan como están, y el mensaje es claro: “ya hemos hecho bastante, ahora que el resto se apañe”. Mientras tanto, el euro se abanica al sol, los halcones de Frankfurt brindan con Riesling y los inversores respiran tranquilos (por ahora). El BCE se presenta como disciplinado, sereno y con el gatillo frío. Pero, como todo héroe del desierto, podría descubrir que en la calma también acecha el peligro… sobre todo si el crecimiento europeo se queda a medio camino entre el desierto y el saloon.
El papel del feo correspondería, según Marín Cebrián, a la Fed y “su baile con Trump”: Jerome Powell tiene un papel más complicado. En su duelo particular, se enfrenta a tres enemigos: la inflación, el mercado laboral y Donald Trump. La inflación se ha plantado en el 3%, el empleo empieza a dar síntomas de flaqueza y las presiones políticas desde Mar-a-Lago se escuchan incluso en los pasillos de la Fed. El resultado es un guion lleno de dilemas. Powell promete dos bajadas de tipos para 2025 y cuatro o cinco para 2026, intentando contentar a todos. Pero los mercados ya sospechan que este “feeling dovish” podría acabar en tragedia si la inflación decide volver al baile. Powell, sudando bajo el sombrero, mantiene la calma mientras cuenta los cartuchos: cada recorte deberá ser certero, o el sheriff del dólar podría perder el control del pueblo.
Finalmente, el experto de Fortuna SPF adjudica el personaje del malo el Banco de Japón y “su revólver oxidado”: El eterno “malo” incomprendido. Después de décadas disparando tipos negativos, ahora parece dispuesto a lo impensable: subirlos. El yen, al que nadie temía, empieza a moverse como un forajido desbocado, y los mercados se preguntan si el BoJ se atreverá por fin a hacer justicia con su inflación. Su dilema es de manual: si sube tipos demasiado rápido, mata al crecimiento; si no los sube, el yen se desangra. El resultado es un guion de Kurosawa, con economía zen, decisiones milimétricas y un protagonista que dispara solo cuando medita tres días seguidos.
Marín Cebrián describe el duelo final en clave monetaria: el bueno (BCE), el feo (Fed) y el malo (BoJ) se encuentran en la encrucijada de la economía global. Lagarde observa con calma, Powell intenta mantener la compostura y Ueda afila su katana monetaria. “Los mercados, como siempre, mueven las apuestas y esperan el primer disparo. Porque, en la economía mundial, no gana el más rápido… sino el que logra mantener el tipo”, concluye el experto.
Reserva Federal
Tras la última bajada de tipos en octubre, las reacciones de las firmas no cesan. Guilhem Savry, responsable de análisis estratégico en Edmond de Rothschild Banca Privada, ve probable que los tipos de interés a largo plazo en EE.UU. se mantengan más altos de lo previsto anteriormente. Sin embargo, el fin del endurecimiento cuantitativo, según el experto, es un motivo para apoyar los bonos a corto plazo, mientras que es probable que la Fed comience a comprar letras del Tesoro nuevamente.
En este punto, observa que se han dado opiniones fuertemente divergentes en el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) y se ha puesto de manifiesto que algunos participantes podrían considerar la falta de datos oficiales como una razón de peso para no hacer un nuevo recorte de tipos en diciembre. Esta dispersión entre los miembros del FOMC y las incertidumbres sobre el nuevo presidente de la Fed “podrían dificultar nuevos recortes de tipos en los próximos meses”, pero el experto sigue pensando que es probable un recorte en diciembre que debería seguir apoyando a los mercados de renta variable y a los bonos y letras del Tesoro estadounidense.
BCE
Konstantin Veit, gestor de carteras en Pimco, opina, tras el mantenimiento de los tipos por parte del BCE, que la autoridad monetaria europea tiene pocos motivos para ajustar la política monetaria y es probable que el tipo de interés del 2% “sea un nivel considerado como el punto medio de un rango neutral por la mayoría de los miembros del Consejo de Gobierno”. El experto admite que en la firma tienden a coincidir con la opinión mayoritaria del Consejo de Gobierno del BCE de que el riesgo para las perspectivas de inflación a medio plazo sigue estando, en general, equilibrado y, tras recordar que la función de reacción del BCE no está orientada al ajuste fino de la política, sigue esperando “un período prolongado de inactividad en los tipos de interés oficiales”.
Por su parte, Sandra Rhouma, vicepresidenta y economista europea del equipo de Renta Fija de AllianceBernstein, sigue esperando un recorte en diciembre, pero dada la reacción del BCE y los datos recientes, “el listón está más alto que hace unos meses”.
Banco de Japón
Tampoco dio sorpresas el Banco de Japón (BoJ), a juicio de Sree Kochugovindan, economista senior de investigación de Aberdeen Investments, tras el mantenimiento de los tipos. El experto admite que el tono general de la rueda de prensa fue moderado: las negociaciones salariales de primavera siguen siendo la piedra angular de la orientación política de la autoridad monetaria y el gobernador Kazuo Ueda expresó su preocupación por que sectores afectados por los aranceles, como el manufacturero, puedan tener dificultades para aumentar los salarios.
En medio de las dudas sobre su independencia, Ueda dejó claro que el Banco de Japón actuará de acuerdo con su mandato, y no bajo presión política. Incluso el primer ministro Takaichi reiteró la Ley del Banco de Japón, que consagra legalmente la independencia de la entidad.
Kochugovindan reitera su opinión de que el banco esperará al menos hasta enero para subir los tipos 25 puntos básicos, hasta el 0,75%. “Más allá de eso, vemos probable un ritmo muy gradual de subidas, ya que el Banco de Japón esperará a que la inflación subyacente impulsada por factores internos acelere su ritmo”, concluye.
¿Qué tiene en común un fabricante de motores a reacción con sede en EE. UU. y un operador de autopistas de peaje italiano? Mucho se ha escrito sobre cómo los principios de inversión ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) podrían afectar a los fabricantes de hardware militar. Se ha escrito mucho menos sobre cómo el entorno puede afectar al hardware militar y a sus fabricantes, y sobre la infraestructura esencial utilizada tanto con fines militares como civiles.
Puesto a prueba por la naturaleza
Sostenemos que los cambios en el entorno aumentarán el coste de la preparación militar y aumentarán el atractivo de los bonos tanto de los productores de equipos militares como de los operadores de autopistas de peaje europeas.
Las amenazas percibidas cambiarán a medida que cambie el medioambiente, y el gasto militar se vea afectado por la percepción de las amenazas. Las recientes revisiones de la defensa de EE. UU. y del Reino Unido destacan los cambios en los «corredores de interacción estratégica» debido a las «nuevas realidades geográficas».
Aparte del concepto de corredores de conflicto cambiantes, la variabilidad climática tiene un impacto directo en los equipos y los productos. Los motores a reacción, por ejemplo, se comportan de forma diferente en función del entorno de operación. Las temperaturas extremas cambian las características de funcionamiento y la necesidad de mantenimiento. Es algo que debe tenerse ya en cuenta para la planificación de los ciclos de mantenimiento. Dos eventos recientes en los que han intervenido los F-35, incluida la expulsión de un piloto, ilustraron los peligros cuando un entorno adverso se mezcla con un error humano para causar un mal funcionamiento. Dado que cada vez se producen más inclemencias y mayor inestabilidad del clima, los emisores de bonos con calificación de inversión, como General Electric y RTX Corporation, deberían beneficiarse tanto de las necesidades de nuevos equipos como de sus empresas de mantenimiento y reparación de motores.
Los submarinos son una parte importante de la estrategia de disuasión nuclear de muchos países e ilustran otro contexto en el que el entorno cambiante tendrá un impacto en el equipo militar. La capacidad de evitar la detección constituye una característica clave de cualquier submarino nuclear. Sabemos que los cambios en la temperatura del agua afectan a la forma en la que se desplazan las ondas de sonido, y el análisis de los sonidos es un medio importante de detección. Parece cada vez más probable que la incertidumbre en torno a las condiciones operativas y la detectabilidad genere nuevas fuentes de ingresos a los fabricantes que emiten bonos con calificación de inversión, como General Dynamics y BAE Systems.
Solapamiento de infraestructuras
¿Podría el cambio climático conllevar que haya menos dinero para los equipos? Si las organizaciones militares tienen que gastar miles de millones en reparar artículos o en construir obras civiles de protección, ¿afecta eso al presupuesto para los equipos? Hasta ahora, parece que los países relativamente ricos, que suelen ser los que más gastan en defensa, siempre encuentran la forma de gestionar estas necesidades conflictivas. Un buen ejemplo son las recientes discusiones en torno al aumento del gasto militar dentro de los miembros de la OTAN. Un factor que se ha venido incluyendo durante mucho tiempo en dicho gasto es la infraestructura de movilidad.
Dentro de la Unión Europea existe un Plan de Acción sobre Movilidad Militar (APMM), que incluye el transporte por carretera. El plan señala que existe un alto grado de solapamiento entre las infraestructuras viales consideradas de importancia militar y las carreteras dentro de la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T). TEN-T forma parte de las redes operativas de emisores de bonos con calificación de inversión, como Autostrade, Vinci, ARRP y Abertis.
El APMM puede ayudar a los operadores de autopistas de peaje por dos razones. Dado que ha sido adoptado por la Comisión Europea, detrás de este programa hay una financiación real que podría estar disponible para ayudar a los Estados miembros con las partes de la red que se encuentran dentro de sus límites. Al designarlos como corredores de infraestructuras de alta prioridad, parece abrir la posibilidad de que los Estados miembros mejoren estas infraestructuras sin infringir las normas sobre ayudas estatales relacionadas con la financiación de empresas privadas.
Conclusión
En función de los patrones de gasto anteriores y las posturas geopolíticas actuales, es probable que las economías prósperas de Europa y EE. UU. encuentren la forma de aumentar el gasto para hacer frente a sus prioridades de equipamiento y movilidad. Así, se beneficiará no solo a los fabricantes de defensa, sino también a los operadores de carreteras europeos.
Como inversores, seguiremos supervisando cómo las presiones medioambientales dan forma tanto a las prioridades estratégicas como a las realidades operativas. La intersección entre la resiliencia climática y la defensa ya no es teórica, sino que constituye una oportunidad de inversión.
Tribuna de Gregory Turnbull Schwartz, analista senior de renta fija de Columbia Threadneedle Investments
Los expertos de las firmas de inversión coinciden en que la tregua comercial que han acordado Estados Unidos y China es una buena noticia. Según explican, el acuerdo parece integral, y el alivio derivado del levantamiento de diversos controles a la exportación, embargos a la importación y sanciones supone un respiro para la economía global en un momento clave. Ahora bien, también advierten de que, desafortunadamente, como en acuerdos previos entre estos socios comerciales, se trata solo de un acuerdo temporal: por el momento, solo tiene vigencia de un año.
En opinión de Raphael Gallardo, economista jefe de Carmignac, lo acordado entre Trump y Xi en Busán ha sido más bien un marco tentativo para una tregua de un año, no un tratado comercial y mucho menos un gran acuerdo. “Lo que se desprende es que pasamos de una serie de treguas de 90 días a un horizonte de un año. Claramente es algo positivo que impulsará el sentimiento del mercado, pero siguen existiendo salvedades. Primero, aún no se ha firmado nada. El cierre llegará durante la visita de Estado de Trump a Pekín en marzo. Hasta entonces podríamos ver otro aumento inesperado de tensiones. Y segundo, aparte del recorte del 10% en aranceles, este acuerdo simplemente nos devuelve a la tregua de Ginebra alcanzada en mayo, antes de la escalada relacionada con la regla del 50% y las represalias mediante los controles de tierras raras”, apunta Gallardo.
Dennis Shen, presidente del consejo macroeconómico de Scope, coincide en afirmar que aún quedan por definir muchos detalles sobre el acuerdo. “Es muy probable que surjan nuevas tensiones comerciales. La próxima decisión del Tribunal Supremo estadounidense sobre los aranceles también podría generar más incertidumbre. El patrón observado durante ambas presidencias de Trump sugiere ciclos repetidos de escalada de tensión para ganar poder de negociación, seguidos de desescalada en respuesta a la presión del mercado, la economía y/o la política”.
“La naturaleza temporal del pacto subraya el carácter táctico de esta tregua comercial en el contexto de una rivalidad estratégica que seguirá dando forma a la relación a largo plazo entre Estados Unidos y China. El acuerdo ofrece a ambas partes tiempo para adaptarse a esta dinámica cambiante, reducir sus dependencias mutuas y mitigar las perturbaciones económicas”, matiza Sophie Altermatt, economista en Julius Baer.
Concesiones significativas
Las conversaciones han abarcado una amplia gama de cuestiones críticas, entre ellas el control de las exportaciones de chips, el suministro de tierras raras, las estructuras arancelarias, las medidas relacionadas con el fentanilo y el comercio de productos clave como la soja y las exportaciones de Nvidia. Para Ray Sharma-Ong, Deputy Global Head of Multi-Asset Bespoke Solutions, en Aberdeen Investments, ambas partes han acudido a las negociaciones con puntos de ventaja distintos: “China tiene una influencia significativa gracias a su dominio en el sector de las tierras raras, mientras que Estados Unidos mantiene una ventaja en el diseño de chips avanzados. Cualquier prórroga de la actual tregua comercial o acuerdo parcial sería vista de forma positiva por los mercados, ya que evitaría la inminente fecha límite del 1 de noviembre de 2025 para imponer un arancel adicional del 100% si no se llega a un acuerdo. Es probable que los avances en estos frentes impulsen las acciones estadounidenses, así como los mercados chinos en general y el sector tecnológico de China”, señala Sharma-Ong.
Según explica Gallardo, los resultados muestran concesiones significativas por ambas partes. “Por parte de EE.UU., ha reducido a la mitad los aranceles del 20% sobre el fentanilo a cambio de vagas promesas de Xi para frenar el envío de precursores del opioide. Además, los aranceles recíprocos se mantienen en el 10% en lugar del 36% durante un año, pero la ampliación de la Entities List estadounidense a subsidiarias con más del 50% de propiedad queda retrasada un año. Por parte de China, se establece la reanudación inmediata de importaciones de soja y otros productos agrícolas y vagas promesas de compra de energía estadounidense. Además, los controles a la exportación de tierras raras y otros minerales críticos se retrasan un año”, apunta.
Lo que más le llama la atención al experto del Carmignac es que se han quedado fuera los puntos más conflictivos. “No hay concesiones de EE.UU. sobre Taiwán, ni concesiones de China sobre Rusia, ni discusión sobre ventas de chips avanzados estadounidenses. Todos estos temas seguramente estuvieron sobre la mesa, pero sin resultados. Así que estamos muy lejos de un gran acuerdo. Por lo tanto, seguimos en un proceso de desacoplamiento gestionado de una relación económica simbiótica de 40 años”, afirma.
El impacto
En opinión de Garret Melson, estratega de carteras de Natixis IM Solutions, las negociaciones entre ambos países y el acuerdo son un punto crucial para los mercados en lo que queda de año. De todos los temas vistos esta semana,considera que la cumbre entre Xi y Trump haya sido posiblemente la más esperada, aunque reconoce también que puede que sea la menos impactante.
“Los mercados se han vuelto inmunes desde hace tiempo a las oscilaciones en la retórica comercial. Por supuesto, los titulares inesperados siguen teniendo el potencial de perturbar un mercado que sigue alcanzando nuevos máximos históricos, pero incluso la última escalada ha demostrado que la estrategia TACO (Trump Always Chicken Out) sigue vigente. Y dadas las declaraciones positivas de ambas partes al término de las conversaciones preliminares celebradas en Malasia durante el fin de semana, los mercados ya esperan que se establezca un techo para los aranceles, ya que es probable que China dé marcha atrás en su último anuncio sobre los controles de las tierras raras. Aunque una mayor distensión mediante la reducción de los aranceles relacionados con el fentanilo y la reanudación de algunas compras de soja y otros productos agrícolas podría suponer un ligero repunte del ánimo y de los precios de las acciones, mientras la tendencia siga inclinándose hacia la distensión, el comercio y los aranceles tendrán poca importancia para los mercados”, señala Melson.
Desde Scope consideran que la montaña rusa que representan las relaciones comerciales entre EE.UU. y China ha alcanzado otro punto álgido, incluso con Trump promoviendo la idea de un plan global de paz con Xi Jinping, lo que también muestra cuán vacías podrían haber sido muchas de las amenazas anteriores. Amenazas que ya han tenido impacto en las economías de ambos países. “Nuestras previsiones sugieren que los aranceles vigentes están lastrando a ambas economías, reduciendo la producción real media de China en alrededor de 0,6% y recortando el PIB de EE.UU. en 0,9%. Estos efectos económicos mutuamente dañinos subrayan la presión para una desescalada definitiva, incluso cuando los aranceles permanecen por encima de los niveles previos al conflicto, pese a haberse acordado algunas reducciones”, afirma Shen.
Por último, señala que otro impacto de este acuerdo es que “el enfoque de China podría además servir como un modelo para que bloques comerciales más grandes gestionen sus negociaciones con la Administración Trump”.
State Street ha publicado su estudio global 2025 sobre activos digitales y tecnologías emergentes, que revela un cambio decisivo en la adopción y el compromiso estratégico de los inversores institucionales hacia la tokenización y la transformación basada en blockchain. El estudio, basado en una encuesta global a altos ejecutivos de gestión y propiedad de activos1, recoge la opinión, la estrategia y la preparación operativa en diferentes regiones y tamaños de instituciones.
«La aceleración en la adopción de tecnologías emergentes es notable. Los inversores institucionales están yendo más allá de la experimentación, y los activos digitales son ahora una palanca estratégica para el crecimiento, la eficiencia y la innovación. A medida que convergen la tokenización, la inteligencia artificial y la computación cuántica, los primeros en adoptarlas están liderando el camino para dar forma al futuro de las finanzas», afirma Joerg Ambrosius, presidente de Servicios de Inversión de State Street.
Los activos digitales están ganando un papel estratégico en las carteras institucionales. Casi el 60% de los inversores institucionales planea aumentar su asignación en el próximo año, y se espera que la exposición media se duplique en los próximos tres años. Este creciente interés refleja la confianza en los activos digitales como herramienta de inversión a largo plazo, más allá de su dimensión tecnológica.
Por su parte, la tokenización se perfila como la primera aplicación práctica de este cambio. El capital privado y la deuda privada serán las primeras clases de activos en someterse a procesos de tokenización, con el objetivo de mejorar la liquidez y la eficiencia en mercados tradicionalmente ilíquidos. Para 2030, se estima que entre el 10% y el 24% de las inversiones institucionales podrían ejecutarse a través de instrumentos tokenizados, consolidando así esta tendencia como un componente estratégico de las carteras.
Entre los factores que impulsan la adopción de los activos digitales destacan la transparencia, la rapidez en la ejecución y la reducción de costes de cumplimiento. Más de la mitad de los encuestados apunta a un incremento significativo en la transparencia, mientras que casi un 40 % valora la mayor rapidez de las operaciones, y un tercio subraya la eficiencia en costes regulatorios. Casi la mitad de los inversores prevé que estas mejoras puedan generar un ahorro superior al 40% en sus procesos.
Paralelamente, el desarrollo de unidades especializadas en activos digitales refuerza su integración en la operativa institucional. El 40% de los inversores ya dispone de equipos dedicados a estos activos, y cerca de un tercio considera que las operaciones digitales forman parte de su estrategia global de transformación digital. Esto demuestra que la adopción no se limita a una capa tecnológica, sino que está remodelando la organización misma.
Las tecnologías emergentes como la inteligencia artificial generativa y la computación cuántica se perciben como aceleradores complementarios de esta transición. Más de la mitad de los encuestados estima que tendrán un impacto mayor que la propia tokenización o la cadena de bloques, aunque coinciden en que ambas líneas tecnológicas son complementarias dentro de los programas de activos digitales.
«Estamos viendo cómo los clientes están reconfigurando sus modelos operativos en torno a los activos digitales. Muchos están creando equipos especializados y casi uno de cada cinco tiene previsto seguir su ejemplo. Desde bonos y acciones tokenizados hasta monedas digitales de bancos centrales y efectivo tokenizado, el cambio no es solo técnico, sino estratégico», concluye Donna Milrod, directora de Productos de State Street.
El Banco Central Europeo (BCE) ha cumplido con las previsiones y ha mantenido sin variación los tres tipos de interés oficiales. Así, los tipos de interés aplicables a la facilidad de depósito, a las operaciones principales de financiación y a la facilidad marginal de crédito se mantendrán sin variación en el 2,00%, el 2,15% y el 2,40%, respectivamente. Además, el tamaño de las carteras del APP y del PEPP está disminuyendo a un ritmo mesurado y predecible, dado que el Eurosistema ha dejado de reinvertir el principal de los valores que van venciendo.
Según explica en su comunicado oficial, considera que la inflación continúa en niveles próximos al objetivo del 2% a medio plazo y la evaluación que hace el Consejo de Gobierno es que las perspectivas de inflación prácticamente no han variado. El BCE considera que la economía ha seguido creciendo pese al difícil entorno internacional. “El vigor del mercado de trabajo, la solidez de los balances del sector privado y las anteriores reducciones de los tipos de interés aprobadas por el Consejo de Gobierno continúan siendo factores que contribuyen de forma importante a la resiliencia. No obstante, las perspectivas son aún inciertas, debido especialmente a los actuales conflictos comerciales internacionales y a las tensiones geopolíticas”, apunta.
La institución monetaria insistió en su mantra: “El Consejo de Gobierno tiene la determinación de asegurar que la inflación se estabilice en su objetivo del 2% a medio plazo y aplicará un enfoque dependiente de los datos, en el que las decisiones se adoptan en cada reunión, para determinar la orientación apropiada de la política monetaria. En particular, las decisiones del Consejo de Gobierno sobre los tipos de interés se basarán en su valoración de las perspectivas de inflación y de los riesgos a los que están sujetas, teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria. El Consejo de Gobierno no se compromete de antemano con ninguna senda concreta de tipos”.
Primeras reacciones
Para Felix Feather, economista de Aberdeen Investments, la inflación moderada, el crecimiento resistente pero poco espectacular y un mercado laboral relativamente fuerte y estable apuntan a que la postura neutral actual del BCE en materia de política monetaria es la adecuada. “Se está llegando a un consenso en torno a la expectativa de que los tipos se mantengan en el 2% durante un periodo prolongado. Estamos de acuerdo y creemos que los tipos se mantendrán en su nivel actual a lo largo de 2026”, apunta Feather.
Ante su mantra de tomar decisiones en función de los datos, Simon Dangoor, responsable de Fixed Income Macro strategies, en Goldman Sachs Asset Management, considera que un recorte en diciembre o en la primera mitad de 2026 está subvalorada. “Nuestra hipótesis base sigue siendo que el BCE mantendrá los tipos sin cambios en el futuro inmediato. Las lecturas de datos siguen siendo mixtas, mientras que la posible lentitud en la implementación de la expansión fiscal de Alemania podría reducir las perspectivas de crecimiento y moderar a algunos de los halcones del comité. La reunión de diciembre trae consigo las proyecciones económicas para 2028; si muestran que la inflación se sitúa por debajo del objetivo durante tres años consecutivos, las palomas presionarán para que se produzca un recorte cuanto antes”, señala.
Desde Fidelity International destacan que el mensaje sobre la resiliencia del crecimiento en la zona euro, así como el hecho de que los recientes desarrollos comerciales y el alto el fuego en Oriente Medio han mitigado algunas preocupaciones sobre riesgos a la baja. «En conjunto, esto podría apuntar a una mejora en las perspectivas de crecimiento respecto a las previsiones de septiembre, que subestimaron el PIB del tercer trimestre. El BCE se mantiene en su narrativa de estar en una “buena posición”, y este mensaje se refuerza. En cuanto a la inflación, el BCE sigue destacando cuidadosamente dos riesgos laterales: por un lado, los riesgos al alza derivados de un euro más fuerte y una posible sobreoferta de importaciones; por otro, las presiones inflacionistas potenciales derivadas del estímulo fiscal y la fragmentación de las cadenas de suministro globales. De hecho, cada vez está más claro que el umbral para un nuevo recorte de tipos es más alto de lo que los mercados están descontando actualmente. El camino se estrecha, y requeriría una desinflación más rápida de lo previsto junto con evidencias de deterioro en la transmisión de la política monetaria. Creemos que hemos llegado al final del ciclo de recortes», defiende Salman Ahmed, responsable global de macro y asignación estratégica de activos en Fidelity International.
Otros expertos se muestran algo más cautos antes de afirmar que el BCE ha terminado con su trabajo. Por ejemplo, Irene Lauro, economista para la eurozona de Schroders, advierte de que si la inflación se sitúa por debajo de las previsiones actuales, el BCE podría seguir el enfoque de gestión de riesgos de la Fed y aplicar una bajada preventiva de los tipos. «Por ahora, las perspectivas para la zona euro han evolucionado positivamente tras meses de estancamiento», matiza.
Representantes de las 22 entidades públicas y privadas que integran el Plan de Acción contra el Fraude Financiero (PAFF), firmado en 2022, se han reunido en la sede de la CNMV para hacer seguimiento de las iniciativas desarrolladas e impulsar nuevas medidas.
La vicepresidenta de la CNMV, Paloma Marín, ha introducido la reunión y ha subrayado la necesidad de intensificar y mejorar la coordinación entre todos los firmantes para atajar la extensión de las estafas financieras y para que los ciudadanos cuenten con herramientas para identificarlas y evitarlas.
En esta comisión de seguimiento del PAFF se ha aprobado la creación de una web de referencia que ofrecerá toda la información y orientación práctica para que los ciudadanos puedan aprender a identificar posibles intentos de fraude y conocer los canales adecuados para denunciar si han sido víctimas de una estafa financiera.
Además, se incrementarán las acciones de comunicación y educación financiera para prevenir estos fenómenos, una actuación que los miembros del plan han considerado imprescindible. Estas acciones irán dirigidas principalmente a los colectivos y grupos de edad más vulnerables a este tipo de engaños.
Todos los participantes han resaltado la preocupación por la proliferación de intentos de fraude a través de redes sociales, internet y herramientas de mensajería, y la creciente complejidad en la detección e identificación de los defraudadores. Por ello, han abogado por intensificar y mejorar los mecanismos de intercambio de información entre las instituciones implicadas.
Igualmente, han mostrado su confianza en que la próxima aplicación del Reglamento europeo de Servicios Digitales facilite un mayor número de herramientas para actuar con más eficacia y rapidez contra la difusión de fraudes financieros a través de internet y de las redes sociales.
Por último, la CNMV ha anunciado que realizará una encuesta entre inversores para conocer la percepción e incidencia del fraude financiero.
A pesar del creciente interés por parte de los consumidores en invertir de forma sostenible, una encuesta a 11.000 europeos de entre 25 y 64 años realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en colaboración con otras asociaciones como las que forman parte de Euroconsumers, revela que el greenwashing, la baja calidad de los productos y el mal asesoramiento están desincentivando la inversión responsable en la Unión Europea.
La encuesta, realizada en 11 países europeos, señala un interés creciente por la inversión en este tipo de productos sostenibles: el 27% de los inversores europeos ya lo han hecho alguna vez en los últimos tres años, y otro 41% está considerando hacerlo. En concreto, siete de cada diez consumidores valoran positivamente inversiones que ayuden a sectores contaminantes a transitar hacia la sostenibilidad. Y un 62% desearía poder excluir a empresas que contribuyan al uso de combustibles fósiles.
Pero no siempre es fácil identificar productos de inversión sostenibles. Primero porque el 55% de los encuestados nunca han recibido una oferta concreta para invertir en algún producto denominado “sostenible”. Y segundo, porque no distinguen claramente entre los sostenibles y los convencionales (así lo afirman el 52%). Aun así, uno de cada dos consumidores cree que este tipo de productos cumplen con leyes estrictas y piensa que están verificados por supervisores. Dos suposiciones erróneas, advierte OCU.
Deficiencias del marco regulatorio actual
El Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR) ha permitido que productos que no son realmente sostenibles se comercialicen como tales. Investigaciones recientes revelan que muchos fondos “verdes” incluyen inversiones en combustibles fósiles y aviación, lo que socava la confianza del consumidor y daña el medio ambiente.
Además, la información sobre sostenibilidad suele estar oculta en documentos complejos, y el asesoramiento financiero está frecuentemente orientado a los productos de inversión con las mayores comisiones, no por el interés del consumidor.
Son motivos que justifican la introducción de cambios en la normativa SFDR. Tanto para establecer dos categorías claras de productos: sostenibles y en transición, como para excluir empresas con prácticas dañinas, establecer reglas claras de marketing y asegurar que los asesores financieros tengan conocimientos sobre sostenibilidad.
Peticiones que coinciden con las planteadas por los consumidores que han participado en la encuesta
El 76% exige reglas estrictas para que un producto financiero pueda denominarse “sostenible”.
El 71% quiere que las afirmaciones estén respaldadas por datos científicos.
El 79% cree que las autoridades deben actuar contra proveedores que venden productos engañosos.
El 68% solicita pruebas independientes o etiquetas de verificación.
Los activos alternativos se abren paso en las carteras de los clientes de banca privada. Las entidades nacionales, hablando de forma general, apuntan que deberían tener un peso de entre el 10% y el 20% de los portfolios. Se trata de un rango similar al que señalan las firmas internacionales como, por ejemplo, BNP Paribas Wealth Management, que recomienda una asignación estratégica media del 12% a alternativos en las carteras equilibradas. Aunque también hay propuestas más contundentes: Bank of America Wealth Management sugiere una horquilla más amplia, de entre el 10% y el 40% dependiendo del perfil de riesgo; y Goldman Sachs Private Wealth recomienda una asignación del 24% en activos alternativos, siendo el private equity el activo de mayor peso.
Podríamos seguir hablando de porcentajes, pero la realidad es que las bancas privadas reconocen que muchos de sus clientes están invirtiendo por debajo de estas cifras y recomendaciones. Así que el primer paso sigue siendo hacer accesible este segmento del mercado al inversor minorista y ofrecer vehículos que puedan comprender y con los que se sientan cómodos.
Por el lado de los proveedores, las gestoras alternativas buscan la forma de traspasar la frontera institucional y hacer llegar sus vehículos a los inversores de banca privada o incluso minoristas.
Formación y comprensión: el primer paso
“Para invertir adecuadamente en activos alternativos, es imprescindible comprender en profundidad su funcionamiento, sus características específicas y la importancia de construir un programa de inversión basado en compromisos recurrentes a lo largo del tiempo. Por ello, es necesaria una segmentación adecuada que permita adaptar la oferta a las necesidades específicas de cada cliente, destacando también la importancia de la formación de los banqueros y de proporcionar información clara y transparente a los inversores minoristas”, afirman desde el equipo de Relación con Inversores de AltamarCAM Partners.
Una visión que comparte Andrés Dancausa, vicepresidente de Spaincap y General Partner de TheVentureCity, que se centra en los mercados privados: “Todavía existe cierto desconocimiento sobre qué son exactamente los mercados privados y qué papel pueden jugar en una cartera de inversión bien estructurada”, explica. Además, Dancausa considera que existe un componente estructural relevante: “Si comparamos España con otros países europeos, aseguradoras y fondos de pensiones invierten proporcionalmente muy poco en este tipo de activos. Por ejemplo, según los datos de Invest Europe, nuestra participación institucional en capital privado sigue siendo baja respecto a otras economías de referencia. Incrementar esa presencia sería también una forma muy efectiva de avanzar en la democratización del acceso a estos mercados, canalizando más capital hacia este tipo de activos de forma institucional y eficiente”, señala.
Para Carlos Torres, director en FS Consulting Strategy de KPMG en España, uno de los principales retos para democratizar las inversiones alternativas es la iliquidez de los productos. “Al ser inversiones ilíquidas por el tipo de subyacente en el que invierten, los inversores deben tener la capacidad financiera para poder mantener un horizonte a largo plazo y para no tener que deshacer inversiones si necesitan liquidez”, afirma.
Superada la barrera de la comprensión del activo, incluida su liquidez, Dancausa pone el foco en cómo abordar la llamada “democratización” de los activos alternativos: mejorando su acceso. “Necesitamos seguir desarrollando los canales adecuados para que más personas puedan invertir en este tipo de productos. En este sentido, la banca está avanzando, pero aún hay mucho margen de mejora para facilitar el acceso también a clientes cualificados”, defiende.
Antes de invertir en alternativos, desde AltamarCAM Partners reconocen
que es imprescindible que el inversor comprenda en profundidad su
funcionamiento, sus características específicas y la importancia del largo plazo
Democratización a base de acuerdos y alianzas
Según la experiencia de Torres, esta democratización es un reto al que el sector de la inversión todavía no ha encontrado una respuesta estándar, pero sí una vía para avanzar: generar alianzas entre gestoras de fondos y bancas privadas. “Para las gestoras de fondos, es una estrategia habitual asociarse con bancas privadas para poder distribuir este tipo de producto, ya que utilizan su red de clientes como potenciales partícipes. Para las bancas privadas, es una forma de ofrecer productos de gestión alternativa en exclusiva a sus clientes con mayores patrimonios. Adicionalmente, existen players con redes extensas de bancas privadas que no quieren desarrollar internamente este tipo de producto por distintos motivos, como por su coste o el knowhow tan específico que se necesita, por lo que las alianzas y los acuerdos son una forma de proveer a sus clientes de manera diferencial”, afirma.
Desde hace más de dos años, esta es una tendencia que hemos comenzado a ver en el mercado español. En enero de 2023, Edmond de Rothschild y Abanca firmaban un acuerdo estratégico de colaboración, el cual permite a los clientes de banca privada de Abanca acceder a las ventajas competitivas que ofrece Edmond de Rothschild en Luxemburgo. Por ejemplo, servicios de custodia, servicios para fondos e institucionales soluciones para vehículos de inversión, soluciones de lending y, también, acceso a soluciones de private equity y real estate.
Asimismo, en junio de 2023, Kibo Ventures, gestora de capital riesgo, alcanzaba un acuerdo con Renta 4 Banco para que distribuyera entre sus clientes de banca privada su fondo de private equity denominado Nzyme. Ese mismo año, MyInvestor comercializaba su primer fondo de capital riesgo gestionado por Arcano –una oferta que se ha ampliado en los últimos meses, a la par que Bestinver alcanzaba un acuerdo con BlackRock para ofrecer soluciones de inversión en private equity a los inversores en España, Portugal y Andorra. En 2024 UniCredit ampliaba su colaboración con Blackstone para ofrecer a sus clientes de alto patrimonio el Blackstone Private Equity Strategies Fund (BXPE), un fondo de private equity tradicionalmente reservado para inversores profesionales.
En ocasiones, este tipo de acuerdos tienen un foco muy regional, como fue el caso de la alianza que firmó Arcano Partners con Luderiz Asesores con el objetivo de fortalecer y expandir su presencia en el sector de capital privado en la Comunidad Valenciana.
Pero lo importante es que el listado no ha dejado de crecer. En abril de este año, Mirabaud y AltamarCAM Partners anunciaron el lanzamiento de una estrategia evergreen semilíquida enfocada en la inversión en capital privado en todo el mundo. Según explicó en aquel momento Pilar Junco, Managing Partner y Co-Chief Client Officer de AltamarCAM Partners, el lanzamiento de esta estrategia era una forma de acercar oportunidades de mayor rentabilidad y diversificación propias de los mercados privados. Más recientemente, Amchor ISfirma especializada en soluciones de inversión y Mutuactivos gestora de Mutua Madrileña han lanzado de forma conjunta su primer programa de deuda privada, que ofrece la posibilidad de mantener una exposición recurrente a crédito privado a lo largo del tiempo.
Según Carlos Torres (KPMG), para las bancas
privadas, crear alianzas es una forma de ofrecer
productos de gestión alternativa en exclusiva
a sus clientes con mayores patrimonios
Analizando la tendencia
Estos ejemplos visibilizan dos conclusiones claras: que no hay una única forma de generar sinergias y que, poco a poco, se han ido sofisticando esta clase de acuerdos. Así, existen diferentes tipos de alianzas que están apoyando el crecimiento y la expansión de las inversiones alternativas. Según los expertos, podemos hablar de acuerdos de bancas privadas con gestores de fondos para comercializar productos concretos; lanzamientos de plataformas o vehículos de forma conjunta; acuerdos con inversores institucionales; o incluso alianzas de distribuidores y gestores con fintech o plataformas.
Según Dancausa, la tendencia de mayor peso es la sofisticación en la estructuración de productos, las alianzas estratégicas y un enfoque más flexible hacia los inversores. “Algunas gestoras están planteando vehículos híbridos o semilíquidos, mediante fondos de continuidad, por ejemplo, que combinan lo mejor del capital privado tradicional con condiciones de liquidez más atractivas, abriendo así la puerta a nuevos perfiles de partícipes”, afirma. Además, destaca que los avances regulatorios y tecnológicos están contribuyendo decisivamente a este proceso: “Herramientas digitales, plataformas de inversión y nuevos marcos normativos permiten diseñar productos más accesibles, transparentes y eficientes, lo que facilita la participación de un espectro más amplio de inversores”.
Las entidades de banca privada reconocen los beneficios que implican estos acuerdos para sus clientes. Ventajas que se podrían aglutinar en cuatro: diversificar las carteras al acceder a una gama más amplia de activos y de mercados; beneficiarse de la experiencia de firmas especializadas en activos alternativos; ofrecer estrategias consolidadas y vehículos con un mayor volumen; y encontrar una vía de innovación sobre esta clase de activos.
Concentración: la dinámica “oculta”
Para el vicepresidente de Spaincap y General Partner de TheVentureCity, estos acuerdos y alianzas son el preludio de una tendencia mayor: la concentración de la industria en el ámbito de las inversiones alternativas, principalmente entre las gestoras. De hecho, no solo existen alianzas entre gestoras y bancas privadas, sino también entre los proveedores de los vehículos alternativos.
En su opinión, esta realidad responde a dos grandes dinámicas globales que, por supuesto, también están teniendo impacto en España. “Por un lado, las gestoras buscan ampliar su alcance y ofrecer productos cada vez más especializados a sus inversores. La sofisticación de la demanda requiere alianzas que permitan acceder a nuevas capacidades, geografías o segmentos, y la colaboración entre firmas se ha convertido en una vía natural para responder a esta necesidad. Por otro lado, ‘la costumbre hace el cariño’ y, fruto de años de convivencia y cooperación dentro de la industria, se ha consolidado una relación de confianza entre gestoras que hoy facilita la puesta en marcha de estrategias conjuntas. El ecosistema se ha profesionalizado y fortalecido, lo que ha generado un entorno más colaborativo y unido”, defiende Dancausa.
A nivel internacional, también se observa un proceso de concentración del mercado. “Tras años de fuerte crecimiento y creación de nuevas gestoras, es lógico pensar que se abra ahora una etapa de integración sectorial, donde algunas de estas alianzas deriven en fusiones o adquisiciones estratégicas. Desde SpainCap vemos esta evolución como una oportunidad para seguir construyendo un sector más sólido, competitivo y con mayor capacidad de impacto. Creemos que este proceso debe ir acompañado de una mayor transparencia, regulación adaptada y educación financiera, para que la democratización de los alternativos sea sostenible y beneficiosa para todos los actores del ecosistema”, concluye.
¿Seguirá esta tendencia a lo largo de 2025? Para el experto de KPMG, podría continuar en el tiempo, sobre todo por la particularidad de este tipo de activos, en los que generar un buen track record implica una profundidad histórica suficiente para que se reconozca en el mercado. “Ya está habiendo operaciones tanto en el mercado local como en el internacional, y solo por citar alguna, la entrada de Permira en el accionariado de AltamarCam Partners o la adquisición de BlackRock de Global Infraestructure Partners (GIP) y HPS Investment Partners”, indica. Otra de ellas: la compra de Tresmares Capital, plataforma de financiación alternativa y private equity, por parte de Santander, para impulsar su crecimiento en la gestión de activos alternativos.
Foto cedidaDe izq. a dcha: Martín Chocrón, director general/Country Head Santander Asset Management España; Jesús Díaz, presidente de CONFER; Cecilia Pilar Gracia, presidenta de Manos Unidas; Manuel Bretón, presidente de Cáritas; Ignacio Juliá, CEO de Santander España; y Monseñor Francisco César García Magán, secretario general de la Conferencia Episcopal Española.
Banco Santander, a través del fondo de inversión Santander Compromiso Solidario FI gestionado por Santander AM España, ha repartido cerca de 700.000 euros entre varias ONG que han destinado este dinero a diferentes proyectos de economía social, inserción socio-laboral e igualdad de colectivos en riesgo de exclusión social en España, así como a varios de cooperación internacional. Esta partida se ha distribuido entre 32 proyectos, que beneficiarán a más de 5.800 personas.
El acto de entrega se ha celebrado en la sede de Santander España y ha contado con la asistencia del consejero delegado de Santander España, Ignacio Juliá; el country head de Santander Asset Management España, Martín Chocrón, y los máximos responsables de Cáritas Española, Manos Unidas y la CONFER. Durante el evento han intervenido varios de los beneficiarios de algunos de los proyectos desarrollados el año pasado.
Cáritas ha recibido unos 345.000 euros, que dedica a dos áreas fundamentales. Por un lado, apoyar a los colectivos en situación o riesgo de exclusión social con los que la organización trabaja habitualmente (familia, infancia y juventud, inmigrantes, mujeres en situación de vulnerabilidad y personas sin hogar). Por otro lado, fomentar la creación de empleo vinculado a la economía social y a la economía verde.
En el caso de Manos Unidas y de la CONFER se ha asignado algo más de 170.000 euros a cada una. Manos Unidas ha dedicado este importe a cuatro proyectos en India, Zambia, Chad y República Democrática del Congo enfocados en la cooperación para el desarrollo en diferentes líneas de acción, como la educación, el apoyo a la inserción profesional de jóvenes y el acceso al agua potable de las poblaciones más desfavorecidas.
Otro de los proyectos de Manos Unidas que ha recibido apoyo se ha centrado en sensibilizar a la población española, a través de un festival de cortometrajes, acerca de los problemas y de la situación de precariedad en la que viven muchas personas de los países más necesitados. Por su parte, la CONFER ha coordinado 14 proyectos dirigidos a la formación orientada al empleo de aquellos colectivos en situación o riesgo de exclusión social.