Foto cedidaDe izquierda a derecha: Nicolas Faller, co CEO de Gestión de Activos de UBP, y Don Morgan, fundador y socio director de Brigade.
Union Bancaire Privée (UBP) ha incorporado un nuevo fondo alternativo de crédito a su plataforma de UCITS alternativos. Según explica la entidad, se trata del fondo U Access (IRL) Brigade Credit Long/Short UCITS de crédito long/short, que ha sido lanzado en colaboración con Brigade Capital Management (Brigade), uno de los principales asesores de inversión a nivel mundial especializado en estrategias de renta fija.
El fondo U Access (IRL) Brigade Credit Long/Short UCITS, que se puso en marcha en septiembre de 2022 y cuenta ya con cerca de 100 millones de dólares en activos bajo gestión, busca el crecimiento a largo plazo del capital en todos los entornos de mercado. Aplica una estrategia de crédito long/short que combina la selección de crédito fundamental con el crédito estructurado e integra un enfoque activo de cobertura de la cartera para mitigar el riesgo de mercado y de impago. Cuenta con el apoyo del equipo de inversión de Brigade, que incluye 33 analistas sectoriales y 12 especialistas en crédito estructurado.
“Hemos entrado en un nuevo contexto de mercado que debería volver a posicionar las inversiones alternativas, y especialmente las estrategias de crédito alternativas, en primera línea de las asignaciones de activos de los inversores. En este escenario, estamos encantados de asociarnos con Brigade, un actor institucional de renombre en el ámbito del crédito, para la última incorporación a nuestra plataforma de UCITS alternativos. La vasta experiencia de Brigade tanto en crédito fundamental como estructurado, así como el innovador enfoque de inversión del equipo, añadirán un valor considerable a nuestro actual conjunto de estrategias. Esperamos una larga y fructífera colaboración con Brigade”, ha señalado Nicolas Faller, co CEO de Gestión de Activos de UBP, sobre este lanzamiento.
Por su parte, Don Morgan, fundador y socio director de Brigade, ha añadido: «Nos complace trabajar con UBP para ampliar nuestra plataforma de crédito alternativo al mercado más amplio de UCITS. Creemos que el entorno actual es propicio para que un gestor activo y experimentado genere alfa en los mercados de crédito fundamental y estructurado. La plataforma diversificada de UBP, y su probada red de distribución, la convierten en el socio ideal para esta nueva y emocionante iniciativa».
Según destacan desde UBP, este fondo es la última incorporación a su plataforma de UCITS alternativos, que acoge a gestores de cartera experimentados, creada con el fin de ofrecer a los clientes una amplia gama de soluciones de inversión que se ajusten a sus objetivos y limitaciones.
Foto cedidaJerome Powell, presidente de la Fed, en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Fed, el pasado 2 de febrero.
Ayer las previsiones se cumplieron y la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció una subida de 25 puntos básicos de los tipos de interés, hasta el rango de entre el 4,5% y el 4,75%. Para los expertos, casi lo más relevante de su mensaje fue que Jerome Powell, presidente de la Fed, que fue más moderado que en otras ocasiones, pero también quiso dejar claro que aún queda algo de trabajo por hacer, y por ello esperan realizar “un par” de subidas más antes de terminar con su agresiva política de endurecimiento monetario.
«El tono del presidente Powell durante la conferencia de prensa no fue tan agresivo como la declaración del FOMC y los comentarios de apertura preparados. Como se esperaba, Powell reforzó su compromiso total con la reducción de la inflación e indicó que es posible que la Fed deba realizar un par de subidas más para llevar la política a un nivel que consideren apropiadamente restrictivo. No rechazó la reciente relajación de las condiciones financieras y señaló un enfoque en el endurecimiento de las condiciones financieras a largo plazo. Powell también reiteró varias veces su visión optimista sobre el resultado del aterrizaje suave», apunta Jonathan Duensing, director de Renta Fija americana, de AmundiUS.
Según la valoración que hace Salman Ahmed, responsable global de Macro y Asignación Estratégica de Activos de Fidelity, la Fed decidió por unanimidad reducir el ritmo de subidas de tipos de interés y señaló en su comunicado que seguirían aumentando, lo cual muestra que no ha abandonado todavía su tono de línea dura. “Durante la conferencia de prensa, el presidente Powell indicó que era necesario seguir trabajando a pesar de la tendencia desinflacionista generalizada y señaló que los tipos se mantendrían altos durante más tiempo una vez que finalizara la subida”. En opinión de Ahmed, es probable que el tipo de interés final se sitúe en torno al 5,25% y, para él, la reunión sin duda apuntó en esa dirección. “La fortaleza del mercado laboral sigue siendo contradictoria con la dinámica de la vivienda y las señales de las encuestas empresariales, que indican un elevado riesgo de recesión”, matiza el experto de Fidelity.
Para Christian Scherrmann, Economist U.S. para DWS, un aspecto importante de la reunión de la esta semana de la Fed es que los banqueros centrales decidieron no modificar sus previsiones sobre nuevas subidas de tipos, tal y como algunos habían especulado. “La idea de que los aumentos continuos en el rango objetivo serán apropiados se mantuvo y señala la voluntad de la Fed de seguir endureciendo la política monetaria. A pesar de esta orientación hawkish, el nivel actual de los tipos de interés, entre el 4,50% y el 4,75%, no está muy lejos del máximo deseado, a menudo mencionado, de más del 5%. Pero en la rueda de prensa, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, volvió a mencionar el elefante en la habitación: un mercado laboral extremadamente ajustado que sigue estando desequilibrado. Además, añadió que la inflación sigue siendo demasiado alta y que la Fed debe seguir siendo restrictiva durante algún tiempo”, recuerda Scherrmann.
En opinión de Sonia Meskin, Head of US Macro de BNY Mellon Investment Management, la interpretación de la declaración por parte del mercado fue ligeramente agresiva, pero la interpretación de la rueda de prensa posterior a la publicación de la declaración fue pesimista. Según señala, «la óptica inflacionista se habrá vuelto finalmente positiva para la Fed en el primer semestre de 2023, ayudada por los efectos de base favorables y la desinflación de los bienes. A juzgar por los precios de mercado, los inversores parecen convencidos de que la mayor parte del impulso inflacionista en EE.UU. ha sido efímero y ha quedado atrás. Se espera que tanto la inflación general como la subyacente se desaceleren este año, llevando posiblemente las medidas de inflación subyacente al 2%, mucho más cerca del objetivo de inflación de la Reserva Federal de lo que hemos estado desde el COVID-19″.
Entendiendo el mensaje
Esta ralentización del ritmo de subidas era ampliamente esperada por el mercado, quien interpreta que el ciclo de ajuste de la Fed ha entrado en una fase de ajuste. “La Fed debe asegurarse que la inflación retroceda hacia la meta antes de quitar el pie del freno. El mayor desequilibrio sigue estando en el mercado laboral, donde la demanda laboral es mucho mayor que la reserva de trabajadores disponibles. Existe el riesgo de que, a medida que la economía sale de una mala racha este invierno debido al repunte del crecimiento en China y Europa, el incremento de los salarios se acelere de nuevo. Esto justificaría por completo un mayor endurecimiento y después conservar el status quo a partir de entonces y hasta finales de 2023. La Fed no lo mencionará, pero las tasas efectivas de los fondos de la Fed que subieron recientemente deben significar que la liquidez ahora es más estricta para alguien en el sistema bancario de EE.UU.”, señala Axel Botte, estratega de Mercados de Ostrum Asset Management.
En opinión de Laura Frost, Investment Director de M&G Public Fixed Income Team, el mercado acogió con satisfacción esta ralentización moderada, aunque se percibió con cierto pesimismo las advertencias lanzadas por Powell durante su intervención. Aunque Powell dijo que necesitaban «sustancialmente más pruebas de que la inflación está en una senda descendente sostenida», no insistió en la posibilidad de recortes de 50 puntos básicos hacia finales de 2023. “En mi opinión, la desesperación de los mercados por las operaciones de duración se ve favorecida por una Fed moderada y este cambio en la narrativa general podría estar diciéndonos, una vez más, que no luchemos contra la Fed”, indica Frost.
Según destaca Scherrmann, el presidente de la Fed, Jerome Powell, volvió a alejar las expectativas del mercado de posibles recortes de tipos este año, pero al mismo tiempo señaló un posible final del ciclo de subidas al reafirmar las perspectivas de diciembre sobre un tipo terminal algo por encima del 5%. “Esto coincide con nuestras expectativas, pero hay que tener en cuenta que la Fed tiene ahora un plazo prolongado hasta la próxima reunión de marzo. Hasta entonces se esperan muchos datos sobre los mercados laborales y la inflación. No esperamos que la Fed esté dispuesta a hacer una pausa en marzo y sigue siendo muy probable otra subida de 25 puntos básicos, pero una desaceleración continuada de la actividad económica podría cambiar la situación a partir de entonces. Aunque la ralentización económica podría justificar una pausa en la reunión de mayo, se necesita mucha relajación en los mercados laborales antes de que la Fed se muestre dispuesta a recortar los tipos. El mercado lo espera para 2023. Nosotros no lo esperaríamos hasta principios de 2024”, afirma el economista de DWS.
Por su parte, Botte considera que el sesgo pesimista se justifica ya que los datos recientes de la actividad económica han sido más débiles últimamente y que hay señales tentativas de aumentos más lentos en los costos laborales. “Sin embargo, el sesgo pesimista se mitigará con comentarios sobre la fuerte relajación de las condiciones financieras que va en contra del esfuerzo de la Fed por subir las tasas de interés. Los rendimientos, el dólar y los diferenciales han caído, mientras que la renta variable subió considerablemente en enero”, apunta el estratega de Ostrum AM.
Jason England, gestor de carteras de Janus Henderson, cree que si el mercado vuelve a ignorar o malinterpretar la determinación de la Fed, los inversores podrían estar preparándose para lo que podría ser un inevitable, y potencialmente doloroso, ajuste de cuentas. “La subida de tipos de 25 puntos básicos de esta reunión ya se había incorporado a los precios de los activos. Lo que el mercado puede tener dificultades para digerir es la continua inclusión en la declaración de la Fed de la frase las continuas subidas de tipos serán apropiadas. Queda abierto a interpretación cuánto tiempo permanecerá el tipo de los fondos federales en su máximo del ciclo una vez que lleguemos a él”, afirma England.
Según resume el gestor de Janus Henderson, en su reunión de diciembre, la propia encuesta Dots de la Fed indicó que el límite superior del rango del tipo a un día terminaría 2023 en el 5,25%. Esto representa potencialmente dos subidas más de 25 puntos básicos. Tanto la Reserva Federal como el mercado dan por sentado que las subidas se producirán más pronto que tarde. “El mercado de futuros, sin embargo, espera que el tipo de los fondos federales alcance un máximo de aproximadamente el 5,00% en julio, antes de caer al 4,50% a finales de año. Se trata de una discrepancia considerable y, en nuestra opinión, plantea un juego de la gallina bastante precario”, concluye.
Por último, Whitney Watson, Head of Fixed Income Portfolio Management de Goldman Sachs Asset Management, poco el foco en lo que significa todo esto para los inversores: «Para ellos, lo más importante es que en 2023 el foco de atención ha pasado del rápido aumento de la inflación a la ralentización del crecimiento económico. Creemos que este contexto hará que la correlación entre los bonos y los activos de riesgo se vuelva menos positiva, o incluso negativa. La mejora de las propiedades de cobertura de los bonos, combinada con un mayor potencial de ingresos y rentabilidad total, presenta para los inversores la mayor oportunidad en los mercados de renta fija en más de una década, incluso después del fuerte rendimiento observado en enero».
La nomenclatura de los fondos es un elemento básico para orientar al inversor sobre en qué invierte el vehículo, por eso su claridad y exactitud es fundamental. Por este motivo, la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) ha organizado esta semana una audiencia pública en la que presentó su propuesta de directrices sobre los nombres de los fondos que utilizan términos relacionados con la sostenibilidad o con criterios ESG. Además, de resolver diferentes dudas.
Desde finReg360 consideran que, en su discurso y en las respuestas a las preguntas de los asistentes, la representación de la ESMA expuso algunas cuestiones de interés. Por ejemplo, destaca que, según la ESMA, las directrices persiguen tres fines: orientar el uso de los términos relacionados con la sostenibilidad o con los aspectos ESG en los nombres de los fondos; evitar el riesgo de malas interpretaciones que puede ocasionar greenwashing; y ayudar a cumplir las expectativas de los inversores.
“La ESMA confirmó que las directrices se aplicarán únicamente a los fondos de inversión clasificados como productos artículo 8 o 9, según el reglamento de divulgación, que utilicen en su denominación términos relacionados con la sostenibilidad o con aspectos ESG”, apuntan los expertos de finReg360.
En su opinión, esto supone que quedan excluidos del ámbito de estas directrices los fondos de inversión que no contengan este tipo de terminología en su nombre, incluyendo los clasificados como “sostenibles” según el reglamento de divulgación; y productos distintos de los fondos de inversión. Respecto a los vehículos con período de comercialización cerrado, anticipó que no tiene un especial interés en que estos productos tengan que cambiar su denominación, aunque aclara que es un aspecto que continúa valorando”, indican desde la compañía.
Fondos con terminología ESG
Para finReg3660, otro aspecto relevante fue la orientación que dió para los fondos que utilizan nombres con terminología ESG o relacionada con la sosteniblidad. En líneas generales, la autoridad europea defendió el contenido de su propuesta, aunque realizó algunas aclaraciones. Por ejemplo, matizó sobre el listado de términos ESG que “no se muestra partidaria de fijar una lista de términos sujetos a las directrices, aunque afirma que el uso del término verde sí está dentro de su alcance”.
Desde finReg360 destacan que la ESMA propone en las directrices unos umbrales cuantitativos en inversiones que promuevan características medioambientales o sociales o con objetivos de inversión sostenible. “Durante la audiencia pública reiteró que son umbrales altos, pero que considera que es la única forma de asegurar que el nombre del fondo esté alineado con su estrategia de inversión y no lleve a confusión a los potenciales inversores”, indican.
Sobre el cumplimiento de estos umbrales aclaró varios aspectos como, por ejemplo, que obtendrá la información del anexo de sostenibilidad del producto y, en particular, de los compromisos mínimos de inversión recogidos en la sección: «¿Cuál es la asignación de activos prevista para este producto financiero?».
“Además, en caso de fondos que cuenten con inversiones sostenibles, estas deberán limitarse a cumplir con la definición del artículo 2.17 del reglamento de divulgación y con lo que señale la Comisión a este respecto. Para los fondos de fondos, previsiblemente será necesario realizar un look-through de los productos subyacentes para obtener estos umbrales, si bien aún lo está estudiando. En cuanto a los fondos de impacto, prevé que las directrices recojan un mayor detalle sobre ellos, una vez que analice las aportaciones de las partes interesadas”, resumen desde finReg360.
En todo caso, insisten, “recuerda que la estrategia de inversión del fondo deberá cumplir con el criterio del reglamento de divulgación, en función de su clasificación como artículo 8 o artículo 9 y que los umbrales previstos afectarán solo a la posibilidad de incluir términos relacionados con los criterios ESG o la sostenibilidad en el nombre del fondo”.
Por último, la ESMA indica que el uso de salvaguardas se aplicará al total de las inversiones y no solo sobre las utilizadas para cumplir con las características u objetivos de sostenibilidad del fondo. Para ello, la ESMA sugiere aplicar los estándares mínimos de exclusión previstos para los índices de referencia de la Unión Europea armonizados con el Acuerdo de París.
Próximos pasos
Tras esta audiencia pública, la autoridad europea ha animado a todas las partes interesadas a que den respuesta al documento de consulta antes del 20-2-2023, y con ello espera que las directrices definitivas queden publicadas en el tercer trimestre de 2023. Además ha avanzado que, una vez publicadas, se aplicarán tres meses después de la publicación de las traducciones oficiales en la página web de la ESMA y las entidades contarán con un período transitorio de 6 meses para ajustar las inversiones de los fondos o cambiar el nombre.
Foto cedidaLaure Peyranne, directora de ETFs Iberia, LatAm & US Offshore de Invesco.
En 2022, los flujos de renta fija y ESG fueron dos temas destacados del mercado de ETFs. Durante el año, los fondos de bonos captaron casi el 40% de todos los flujos netos de entrada de los ETFs, y los ETFs que incorporan consideraciones ESG recibieron el 60% de los flujos del mercado en general.
En este contexto, Invesco cree que ambos temas podrían continuar en 2023, pero con una demanda potencialmente mayor en el caso de las exposiciones a deuda corporativa en vez de a deuda pública, que representó la mayor parte de los flujos en 2022. Por este motivo, la gestora ha ampliado su gama de fondos ESG de bonos corporativos con el lanzamiento de Invesco Global High Yield Corporate Bond ESG UCITS ETF.
Según explica, este ETF trata de replicar el Bloomberg MSCI Global High Yield Liquid Corporate ESG Weighted SRI Bond Index, que incorpora filtros de exclusión y tiende a sobreponderar emisores con un perfil ESG sólido. Además, sigue una metodología similar a la de los ETFs ESG de deuda corporativa con grado de inversión de Invesco, pero se centra en deuda high yield global.
En concreto, el índice excluye aquellos valores que tengan una calificación MSCI ESG inferior a BB (o sin calificación) que hayan afrontado graves controversias en relación a cuestiones ESG en los últimos tres años, o que participen en negocios de entretenimiento para adultos, organismos modificados genéticamente, energía nuclear, arenas bituminosas, carbón térmico, tabaco, petróleo y gas no convencionales o armas.
A cada uno de los componentes admisibles se le asigna una puntuación ESG utilizando parámetros MSCI ESG. Esta puntuación ESG se aplica para reajustar la ponderación de los valores admisibles respecto de sus ponderaciones naturales resultantes del tamaño de la emisión del bono, a fin de construir la ponderación del Índice. Los emisores están sujetos a un límite del 5% del valor de mercado del Índice, que se reajusta mensualmente.
“La demanda de ETFs de renta fija ha aumentado sustancialmente en los últimos años, en parte como consecuencia de un mayor conocimiento por parte de los inversores, pero también por la disponibilidad de nuevos productos. La deuda pública representó la mayor parte de los activos de renta fija en 2022, dónde podemos destacar nuestra estrategia US Treasury Bond 7-10 Year UCITS ETF que lideró las entradas con nuevos activos netos de 3.300 millones de dólares. Creemos que el repunte de los flujos de deuda corporativa registrado a finales de año podría continuar en 2023, ya que un cambio de dirección por parte de la Reserva Federal para comenzar a estimular el crecimiento tras luchar contra la inflación, podría impulsar el crédito y la deuda high yield”, señala Laure Peyranne, directora de ETFs Iberia, LatAm & US Offshore de Invesco.
En opinión de Peyranne, los datos del mercado reflejan que la demanda de los inversores en ETFs de renta fija está creciendo y que ha impulsado el desarrollo de nuevos productos en Invesco. “Hemos ampliado la gama de ETFs de renta fija con fondos con exposiciones a segmentos convencionales a un coste competitivo, pero también con fondos que brindan acceso a segmentos más innovadores del mercado. Este último lanzamiento supone nuestro ETF de renta fija número 26, una gama que representa algo más del 20% de nuestros ETFs en Europa”, ha destacado la responsable de la gestora.
Los últimos doce meses no han sido fáciles para invertir, especialmente si la estrategia es de multiactivos. El arranque de 2023 parece seguir la misma tónica de 2022, pues se mantienen algunos de los elementos que ejercieron una influencia negativa sobre los mercados: la guerra de Ucrania, las subidas de tipos de los bancos centrales, el temor de los inversores a la llegada de una recesión… Aunque es evidente que otras han cambiado y podrán influir a su vez en un cambio de las expectativas del mercado, como la reapertura de China.
¿Cómo actuar en este entorno? Los gestores de Fidelity International Eugene Philalithis y George Efstathopoulos, junto a la analista sénior Becky Quin, ofrecen una actualización de la estrategia del Fidelity Funds ‒ Global Multi Asset Income Fund para este arranque de año. “Mantenemos la cautela general en activos de riesgos mientras buscamos oportunidades para asumir riesgo selectivamente en áreas donde las valoraciones y los fundamentales prestan apoyo”, anticipan los expertos.
En la parte de renta variable, el equipo explica que “a partir de ahora, seguiremos gestionando activamente la beta de renta variable de la cartera usando coberturas, ya que esperamos más volatilidad: las previsiones de beneficios deben ajustarse gradualmente durante los próximos meses”. Entre sus preferencias figuran las acciones defensivas de calidad, aunque también están asumiendo riesgo selectivamente “donde los fundamentales son favorables y las valoraciones se encuentran en niveles atractivos”.
La cautela también va a ser la tónica para gestionar la deuda corporativa, “especialmente en bonos high yield de Europa y EE.UU., ya que el endurecimiento de las condiciones crediticias probablemente sea un obstáculo a partir de ahora”.
Posicionamiento y cambios principales
El Fidelity Funds ‒ Global Multi Asset Income Fund es un fondo multiactivo de gestión activa y flexible que invierte de manera internacional tanto en activos tradicionales como alternativos. Tiene como objetivo ofrecer rentas atractivas y estables en torno al 5% anual a lo largo de un ciclo de mercado, con bajos niveles de volatilidad y con un énfasis claro en atenuar las pérdidas de capital.
La cartera del producto se divide en tres grandes categorías: activos defensivos, activos de alto rendimiento y activos de crecimiento. En la primera categoría, el equipo gestor rotó la cartera en diciembre hacia bonos investment grade mundiales, para seguir aumentando la exposición a activos de duración de alta calidad. A un tiempo, recogieron parte de los beneficios en bonos del Tesoro de EE.UU. con vencimientos largos “a la vista de la reciente recuperación de la duración”, y los destinaron a letras del Tesoro de EE.UU., por considerar que “ofrecen mayores rendimientos y sufren menos volatilidad”. Finalmente, durante el mes de diciembre siguieron reforzando su exposición al yen japonés.
Dentro de los activos de alto rendimiento, el equipo gestor ha rotado parte de la exposición hacia bonos high yield estadounidenses de duración baja, “que conllevan bajos riesgos de crédito y duración, pero pagan unos rendimientos atractivos”, explican. Por otra parte, indican que están encontrando “más oportunidades en la deuda emergente”, y por eso han seguido elevando el peso de los bonos en moneda nacional, “ya que las sorpresas inflacionistas parecen moderarse en un momento en el que los rendimientos nominales y reales son atractivos”. “La inflación de estos países parece haber tocado techo”, añade el equipo gestor.
La última novedad en este bloque ha sido que los gestores han reforzado la exposición a créditos estructurados.
Finalmente, en la parte de la cartera dedicada a activos de crecimiento, desde Fidelity International detallan que han recogido parte de los beneficios en renta variable británica y mundial y cerrado algunas de las coberturas. “Seguimos manteniendo la exposición a China a través de nuestra exposición general a renta variable asiática, así como nuestras posiciones más selectivas en valores inmobiliarios chinos”, indican los expertos en segundo lugar. Además, para acabar, indican que se mantiene la preferencia por acciones defensivas que pagan dividendos, “un estilo que creemos que continuará destacando”.
La Gran Moderación, el periodo de cuatro décadas de actividad estable en gran medida e inflación, se ha terminado. “Los bancos centrales no acudirán al rescate cuando el crecimiento se ralentice en este nuevo régimen, al contrario de lo que los inversores han llegado a esperar. Están causando recesiones deliberadamente al endurecer excesivamente sus políticas monetarias para intentar controlar la inflación. Esto hace presagiar una recesión”, afirma la gestora BlackRock. Para sus expertos, 2023 augura un año en el que los inversores necesitarán un nuevo manual de inversiones, pues tendrán que lidiar con varios eventos que no habían sucedido en mucho tiempo. Por ejemplo, en la firma esperan que la inflación se enfríe, pero permanezca persistentemente más alta que el objetivo del 2% de los bancos centrales.
Lo más importante, piensan los analistas de BlackRock, es cuánto del daño económico causado por el ajuste monetario se ha reflejado ya en las valoraciones: “Valorar el daño es nuestro primer tema de inversión de 2023”. Por ejemplo, creen que las valoraciones de la renta variable aún no lo reflejan: “Nos pondremos positivos en renta variable cuando creamos que el daño ya se ha puesto en precio o cambie nuestra visión sobre el sentimiento de mercado. Sin embargo, no vemos esto como un preludio de otra década de mercado alcista en acciones y bonos”.
El segundo tema de inversión de la firma es “repensar los bonos”. “Las tires más elevadas son un regalo para los inversores, que llevaban mucho tiempo hambrientos de rentas. Y los inversores no necesitan escalar mucho en el espectro del riesgo para recibirlas”, explican. Sin embargo, afirman que “la deuda soberana de larga duración no jugará su rol tradicional de diversificador de carteras debido a la inflación persistente”.
De hecho, la tercera temática que propone la firma para este año es “vivir con la inflación”. “Vemos motores de largo plazo del nuevo régimen, como el envejecimiento de la mano de obra, que mantendrá a la inflación por encima de los niveles pre pandemia”, indican.
En conclusión: “El nuevo régimen requiere un nuevo manual de inversión. Implica cambios más frecuentes en la cartera al equilibrar la visión sobre el apetito por el riesgo con estimaciones de cómo están poniendo los mercados en precio el daño económico. También pide una visión más granular al centrarse en sectores, regiones y subcategorías de clases de activo, más que exposiciones amplias”, resumen los expertos de la gestora.
A su modo de ver, las restricciones en la producción están impulsando este nuevo régimen: el cambio pandémico en el gasto en consumo, de servicios a productos, causó escasez y cuellos de botella. El envejecimiento de la población llevó a la escasez de mano de obra. Esto significa que los países desarrollados no pueden producir tanto como antes sin crear presión inflacionaria. “Es por eso que la inflación está tan alta ahora, incluso aunque la actividad sea inferior a niveles pre-Covid”, indican.
Sin embargo, desde BlackRock consideran que “los tipos de interés no son la herramienta para resolver las limitaciones a la producción; solo pueden influenciar a la demanda en sus economías”. Así, solo hay dos posibles vías de actuación: conseguir que la inflación vuelva al objetivo del 2% al aplastar la demanda hasta niveles que la economía pueda producir con comodidad, o vivir con más inflación. Desde la gestora observan que los bancos centrales se inclinan por la primera opción: “La inflación está a la vista. Los signos de una desaceleración están emergiendo. Cuando el daño se vuelva real, creemos que pararán las subidas, aunque la inflación no vaya camino de bajar al 2%.
En la gestora detallan tres tendencias de largo plazo que seguirán limitando la capacidad productiva y que están consolidando el nuevo régimen. La primera, el envejecimiento de la población, “que implica la escasez continuada de mano de obra”. La segunda, la persistencia de las tensiones geopolíticas: “Están reconfigurando la globalización y las cadenas de suministro”. La tercera, la transición a cero emisiones netas de carbono, que está causando desequilibrios entre oferta y demanda de energía. “Lo que funcionaba en el pasado no funcionará ahora”, sentencian.
Ideas tácticas y estratégicas
BlackRock divide su lista de ideas de inversión entre posiciones de corte táctico y más de tipo estratégico. En el primer grupo sitúan los bonos soberanos de corto plazo por la renta, porque “el salto en las rentabilidades reduce la necesidad de tomar riesgo yendo más arriba en la curva”.
También sobreponderan el crédito con grado de inversión: “Los rendimientos más elevados y los balances fuertes nos sugieren que puede estar mejor posicionado que las acciones para capear recesiones”, explican.
En la firma también gustan las hipotecas respaldadas por agencia de EE.UU. (MBS) por su mayor renta y porque ofrecen algo de protección de crédito al ser el gobierno propietario de sus emisores, así como los bonos ligados a la inflación, que sobreponderan.
Como la visión de la firma en renta variable es que “la recesión no está totalmente reflejada en las previsiones de beneficios corporativos ni en las valoraciones”, y no creen que los bancos centrales “eventualmente darán apoyo con recortes de tipos”, los expertos de BlackRock han optado en el terreno táctico por buscar oportunidades sectoriales de transiciones estructurales – como en salud, dentro del envejecimiento de la población- “como manera de ganar granularidad incluso aunque estemos infraponderados”. Entre los cíclicos prefierenenergía y financiero, y dentro de los defensivos les gusta el sector sanitario, dadas sus atractivas valoraciones y la probable resistencia de los flujos de caja durante las fases bajistas
“La Gran Moderación permitió mantener carteras estratégicas relativamente estables. Eso no funcionará en el nuevo régimen. Pensamos que se necesitará ser más ágiles”, reflexionan desde la firma. En línea con esta filosofía, la visión estratégica de BlackRock no incluye el regreso de las condiciones que sostendrán un mercado alcista de acciones y bonos del tipo que vimos en la década anterior. “El mix de activos siempre ha sido importante, pero nuestro análisis muestra que confundirse con la composición puede ser hasta cuatro veces más costoso que durante la Gran Moderación”, afirman.
“Los mercados privados nos parecen un activo “core” para los inversores institucionales. Este activo no es inmune a la volatilidad macro y en conjunto estamos infraponderados porque pensamos que las valoraciones podrían caer, sugiriendo mejores oportunidades en los próximos años”, continúan los analistas. También sobreponderan modestamente la renta variable desarrollada, al estimar que “el retorno total de las acciones será superior al de la renta fija en la próxima década”. Se mantienen sobreponderados en bonos ligados a la inflación e infraponderados en deuda soberana nominal de países desarrollados. Dentro de la deuda de gobiernos, declaran que les gustan “las duraciones cortas, para cosechar rentas y evitar el riesgo de tipos”. “Dentro de la renta fija, preferimos tomar riesgo en crédito, y preferimos el público al privado”, concluyen.
El mundo continúa en un estado de desequilibrio. Aunque la civilización moderna raramente ha encontrado equilibrio, el número de posibles resultados vinculados a los bancos centrales y su optimización del crecimiento futuro y a los líderes políticos navegando nuevas realidades nacionales e internacionales parece ser particularmente amplio. Esto hace que nuestro ritual annual de elaboración de previsiones sea más difícil. Nuestro pronóstico del año pasado de que el consumidor sería resistente y la inflación persistiría demostraron ser correctos, pero la aparición de un gran conflicto en Europa y la guerra declarada de la Reserva Federal a la inflación dejó fuera de lugar nuestro optimismo con el mercado. La subida de los tipos de interés y la perspectiva de una recesión no perdonaron ni a las acciones ni a los bonos y castigaron a las modas especulativas junto a los incondicionales de las blue chips. En 2022, el S&P 500 bajó un 18%, casi devolviendo el índice a su cierre de 2020.
La dirección de los mercados en 2023 y más allá depende en gran medida de obtener respuestas a tres preguntas: (a) ¿se contendrán los conflictos “caliente” y “frío” de Ucrania y Taiwán, respectivamente? (b) ¿puede la Fed devolver a la inflación al dígito bajo sin desatar una profunda recesión económica y de los beneficios? Y (c), dado que el contexto político-económico está alterado, ¿qué múltiplo deberían pagar los inversores por las acciones? A pesar del sentimiento extremo, la volatilidad del mercado sigue siendo moderada, con rallies impulsados por los datos de inflación y las ventas puntuando lo que en general ha sido un descenso constante. Seguimos esperando un repunte del mercado (el llamado efecto enero) a medida que disminuye la venta de pérdidas fiscales.
La incertidumbre en los consejos y los elevados costes de financiación frenaron las operaciones y la ingeniería fiscal. La actividad de fusiones y adquisiciones se normalizó a niveles pre pandémicos, hasta un total de 3,6 billones de dólares en 2022, un 32% menos respecto a la actividad récord de 5,1 billones de dólares de 2021, excluyendo a las SPACs. La actividad tanto de los compradores estratégicos como financieros revivió a finales de año, al provocar las dislocaciones de los mercados la aparición de gangas demasiado tentadoras como para resistirse. Las carteras se beneficiaron de varios acuerdos, incluyendo la reciente adquisición de Swedish Match que ha completado recientemente Philip Morris International y la anunciada adquisición de Aerojet Rocketdyne (+20%) por L3 Harris Technologies, el segundo viaje al altar de Aerojet en muchos años. Una serie de anuncios de spin-offs, incluyendo a Liberty Braves como una compañía respaldada por activos y a la cuarta escisión que implica a Madison Square Garden podría crear futuros objetivos de consolidación. Las industrias más activas fueron Tecnología (720.000 millones de dólares, o el 20% de la actividad total), Energía y Electricidad (13% del volumen total), e Industrials (12% del volumen de operaciones). El Private Equity aportó un 20% record de la actividad de M&A en 2022, al alcanzar un valor total de 785.000 millones de dólares. EE.UU. se mantuvo como destino principal del M&A, con un volumen de operaciones de 1,5 billones de dólares, o el 43% de los volúmenes mundiales, una proporción similar a la de 2021.
La contracción de múltiplos de las acciones, el ensanchamiento de los diferenciales de crédito y los tipos de interés al alza perdonaron a pocas clases de activos. Los convertibles se vieron atrapados en esta tormenta, pero hay algunos aspectos positivos para nuestro mercado. Específicamente, los convertibles batieron en rentabilidad a sus acciones subyacentes este año, participando solo en el 56% de las caídas.
El mercado de convertibles ahora está bastante orientado a la renta fija, con rentabilidades elevadas, primas elevadas y deltas bajas. Aunque no es el perfil típico de nuestro mercado, presenta una oportunidad única. A niveles actuales muchos convertibles deberían participar en muy poca caída de la renta variable de aquí en adelante. Ofrecen rentabilidades a vencimiento que en muchos casos superan el retorno anual esperado de nuestro mercado en el largo plazo. Algunas de estas emisiones están cotizando a rendimientos a vencimiento de doble dígito a pesar de los flujos de caja positivos y las oportunidades de crecimiento. Hemos visto algunas compañías que han afrontado las preocupaciones del inversor al emitir convertibles más manejables y recomprar o intercambiar algún porcentaje de su deuda existente. Esto puede ser una transacción de crecimiento para la empresa y suele mejorar el crédito. Una de nuestras posiciones, Bandwidth, hizo una transacción como esta durante el trimestre fue uno de nuestros convertibles top como resultado. A medida que se Vuelve claro que una compañía no está en el camino hacia la bancarrota, los bonos se moverán al alza con independencia del precio de la acción. Esto es lo que llamamos una delta de crédito. Adicionalmente, en el caso de que una de estas compañías sea adquirida, los bonos se podrían vender a la par. Este sería un resultado muy atractivo para los bonistas. Seguimos buscando valor en esta área del mercado y hemos añadido una serie de estas emisiones a la cartera.
Después de que 2022 fuera un año de mínimos récord de emisiones, esperamos que el mercado primario se recupere este año. La emission que vimos en el cuarto trimestre se hizo con términos atractivos y esperamos que esto continúe porque hay un apetito significativo de los inversores en convertibles por nuevo papel. Creemos que muchas compañías han retrasado su llegada al mercado y que los convertibles les ofrecen una forma atractiva de añadir capital a bajo coste a sus balances, particularmente a medida que los tipos de interés suben y otras formas de financiación como el high yield se vuelven más caras. La emisión continua nos permite mantenernos al día y esperamos incorporar selectivamente nuevas emisiones a nuestra cartera para mantener el perfil de riesgo asimétrico que pretendemos alcanzar.
Las gestoras internacionales son conscientes del potencial de la industria de fondos española, pese a que 2022 no haya sido su mejor año. Para 2023, son conscientes de que la vuelta de la remuneración en los depósitos puede atrapar la atención de los inversores y ahorradores más conservadores, pero las firmas confían en que su oferta de fondos puede adaptarse perfectamente a sus actuales necesidades, ganando así presencia en nuestro mercado.
Algunas gestoras, como BlackRock, se muestran optimistas con las oportunidades que el negocio nacional presenta para este año. “Si vemos el volumen de activos que había distribuidos en IICs y fondos de pensiones en marzo de 2020 y lo comparamos con septiembre de 2022, hemos pasado de 555.000 millones a 680.000 millones de euros. Es decir, hay 125.000 millones de euros más en IICs y fondos de pensiones. Parte de eso está explicado por el efecto mercado, pero es verdad que ha habido flujo neto de entradas. La realidad es que aún hoy, si analizamos el último informe del Banco de España, se observa que el ahorro financiero español, que es de 2,7 billones de euros, aunque el 55% está invertido en acciones, en fondos de inversión, en fondos de pensiones y en productos de seguros, hay un 45% que está en cuentas, en liquidez y en depósitos”, recuerda Javier García-Díaz, responsable de ventas de BlackRock para Iberia.
Lograr que todo ese ahorro se convierta en inversión será un camino complejo en mitad de un entorno también complejo, pero, tal y como indica Carlos Capela, Country Manager de Federated Hermes para España, Andorra y Portugal, la subida de los tipos de interés y sus consecuencias sobre la renta fija son uno de los elementos que deben tener en cuenta las gestoras internacionales en el mercado español. Según su experiencia, esto puede ser una buena oportunidad.
“El perfil tradicional del inversor español es conservador y, en el panorama actual, estrategias como los depósitos y fondos con vencimiento a corto plazo basados en deuda española vuelven a ser interesantes y se convierten en un producto que compite con los que pueden ofrecer las gestoras internacionales. Por otro lado, el impacto de la situación en la inflación y en la volatilidad del mercado siempre representa una oportunidad para las estrategias más activas, donde las gestoras internacionales pueden ser muy competitivas. No hay que olvidar que las carteras conservadoras vienen de pasar un mal periodo, marcado también por la incertidumbre”, defiende Capela.
En este sentido, y como ocurre a nivel global, el mercado de renta fija vuelve a ser atractivo, por lo que las gestoras internacionales esperan que el inversor español demande este tipo de estrategias. “Los inversores están encontrando yields atractivas en renta fija, y pueden encontrar rendimiento sin asumir mayor riesgo. También existirán oportunidades en el espacio de la renta variable con los cambios de políticas de los bancos centrales y las revisiones de las expectativas de beneficios de las compañías”, afirma Paloma Torres, ETF & Index Funds Sales de UBS AM Iberia.
Para Capela, tampoco se puede olvidar que en el mercado español hay apetito por productos alternativos ilíquidos y un gran interés por la biodiversidad. “Al mismo tiempo, un aspecto interesante a tener en cuenta es que una de las zonas donde mayores correcciones ha habido son China y el resto de la región asiática (excluida India). La relación entre rentabilidad/riesgo hace que esta clase de activo pueda resultar atractiva. Hay factores que influyen a favor: las tendencias demográficas y de crecimiento de Asia, así como la posibilidad de que la Fed haga una pausa en su política monetaria de alzas de tipos. Dado que la deuda de estos países tiende a estar denominada en dólares, es la decisión del banco central estadounidense la que tiene mayor capacidad de influencia”, añade el responsable de Federated Hermes.
Por último, según el equipo de ventas de Schroders España, además, los españoles están buscando resquicios de valor confiando en los gestores activos. Pues para el 61% de los inversores españoles y casi la mitad de los globales (48%), los fondos de inversión gestionados activamente son los productos de inversión más atractivos en los tiempos actuales. Esto demuestra la importancia que le dan a contar con la ayuda de expertos en momentos de incertidumbre. Además, los activos privados también fueron considerados más atractivos por dos quintas partes de los encuestados a nivel local y global. Precisamente, los estudios recientes de Schroders han demostrado que la rentabilidad de los activos privados no suele verse afectada por los ciclos económicos.
Por otro lado, destacan que la demanda de inversiones temáticas también ha crecido entre los inversores españoles, con un 65% de ellos dispuestos a asignar capital al sector tecnológico. “Asimismo, la sostenibilidad y los vehículos eléctricos siguen siendo temas clave, ya que el 52% y el 50% de los inversores encuestados en nuestro país, respectivamente, los consideran más atractivos. Estas tres temáticas son también las preferidas a nivel europeo y mundial”, añaden.
Conquistando al inversor cauto
En opinión del equipo de ventas de Schroders España, muchos inversores españoles están tratando de actuar con cautela ante un panorama más difícil. Es una de las conclusiones que han extraído de su Estudio Global del Inversor 2022, en el que, hasta un 47% de los inversores encuestados en nuestro país admite que están procurando aumentar la diversificación de sus carteras y un 45% pretenden ahorrar más y gastar menos, así como confiar sus finanzas a un asesor financiero.
De hecho, los resultados de esta encuesta indican que los inversores muestran ahora una mayor inclinación a recurrir a expertos para encontrar soluciones en estos tiempos de incertidumbre. En concreto, según su encuesta, un 45% de los inversores españoles reconocen que son más propensos a hablar con un asesor financiero a medida que los tipos de interés suben. “Los inversores también parecen reconocer los méritos de la inversión activa, en la que gestores profesionales seleccionan los valores y supervisan la cartera, a diferencia de la inversión pasiva, que replica sin más un índice del mercado”, señala el equipo de la gestora.
Gracias a la imagen que muestra las conclusiones de esta encuesta, la reflexión que lanza García-Díaz adquiere más sentido que nunca: “Todos los agentes de la industria tenemos por delante la labor de fomentar la inversión a largo plazo, la planificación financiera y ese traspaso de ahorrador a inversor”.
Según Schroders, el cambio de comportamiento clave que ven de cara a este año es que “los inversores quieren contar con más ayuda de los asesores financieros y la gestión activa de inversiones por parte de expertos”.
Foto cedidaEquipo de Q-Impact. De izquierda a derecha desde arriba; Yago Rodríguez, asociado en Q-Impact; Álvaro Guarner, socio de Q-Impact; Laura Pardo, Portfolio Manager en Q-Impact; Pablo Valencia, socio director de Q-Impact; Javier Olaguíbel, director de inversiones de Q-Impact; Tamara Pérez – Mínguez, directora financiera de Q-Impact; Gonzalo Moyano, Controller financiero en Q-Impact
La gestora española Q-Impact ha realizado el primer cierre de Q-Impact II, su segundo fondo de capital riesgo con el que ha duplicado el volumen de activos bajo gestión. Además, la gestora ha finalizado el periodo de inversión de su primer fondo, Q-Impact I, tras haber invertido en diez compañías desde su lanzamiento en 2020.
El fondo Q-Impact II se dirige, especialmente, a inversores institucionales y grandes inversores familiares permitiéndoles aunar una rentabilidad de mercado con su compromiso social y medioambiental. “Los inversores institucionales van a generar un gran empuje para la inversión de impacto en España, que continúa estando muy poco desarrollada en comparación con otros países de Europa, Reino Unido y EE.UU.”, afirma Pablo Valencia, socio director de Q-Impact.
Primera inversión para ayudar a la descarbonización de empresas industriales a través de economía circular
La estrategia de Q-Impact en sus dos fondos es emplear la inversión para ayudar a crecer a lo que definen como mejores pymes que son aquellas empresas rentables que además aporten soluciones a los principales retos sociales y medioambientales tales como el paro juvenil, el desarrollo rural, el calentamiento global o la contaminación.
En esta línea, Q-Impact II ha formalizado su inversión en Bioenergy Ibérica, compañía especializada en el diseño e instalación de plantas de biomasa para grandes clientes industriales. “El sector industrial es de los más difíciles de descarbonizar, por lo que es interesante aprovechar los residuos de sus propios procesos productivos para producir energía y reducir las emisiones de las calderas tradicionales de gas”, destaca Álvaro Guarner, socio de Q-Impact.
Q-Impact I y la generación de impacto en distintos sectores críticos
Q-Impact ha finalizado el periodo de inversión de su primer fondo, Q-Impact I, tras haber invertido en diez compañías desde su lanzamiento en 2020.
Este primer fondo promueve la empleabilidad de personas con discapacidad, moderniza la agricultura para favorecer el desarrollo rural y facilita la formación de jóvenes en algunas de las profesiones con más proyección de futuro, entre otros. Q-Impact I es pionero, además, en el lanzamiento del primer fondo de titulización para autoconsumo residencial en España, que consigue la financiación de instalaciones solares más eficiente del mercado a día de hoy; y también ha desarrollado las mayores plantas solares con almacenamiento de España, en la isla de Menorca, que acaban de obtener su aprobación medioambiental.
En 2022, Q-Impact I realizó dos desinversiones y repartió el 16% de los compromisos vía distribuciones en apenas tres años de vida, generando retorno financiero para sus inversores y demostrando que la inversión de impacto no va en detrimento de la rentabilidad.
Además, la gestora ha recibido la certificación B-Corp, con una puntuación que la sitúa entre las diez mejores gestoras a nivel mundial y la primera de España.
La financiación sostenible en España en 2022 alcanzó los 60.134 millones de euros agregando sus distintas fórmulas, una cifra récord con un incremento del 9%, según el cuarto Informe Anual Ofiso.
Bonos verdes y sostenibles en España
Los bonos verdes, sociales y sostenibles aportan 21.777 millones de euros (-24%). Los bonos verdes suponen aisladamente 16.552 millones de euros en nuestro país, los sociales 2.000 millones, y los sostenibles 3.225 millones. Se evitaron 7,27 millones de Tm de CO2 equivalente.
CaixaBank es la entidad que lidera el ranking de intermediarios.
Los fondos captados se destinaron principalmente a energías renovables, (40%), movilidad sostenible (25%), y eficiencia energética (15%).
Préstamos sostenibles en España
Los préstamos verdes, y los ligados a proyectos sostenibles, o con objetivos (KPIs) de sostenibilidad sumaron en España en 2022, al menos 30.077 millones de euros, (+64%). Los préstamos ligados a la sostenibilidad (SLL) alcanzan los 18.958 millones de euros (+33%), y concentran 2 de cada 3 euros financiados por vía préstamo.
CaixaBank también ha liderado el ranking de prestamistas a nivel europeo en 2022 en préstamos verdes con uso de fondos.
Una de las operaciones de préstamo sostenible de mayor dimensión fue la derivada de la refinanciación de 5.500 millones de un crédito a Telefónica.
Otros métodos de financiación sostenible
El saldo medio en los programas de pagarés verdes vivos ha totalizado 7.927 millones de euros.
En 2022 se han registrado tres salidas a bolsa en BME de compañías relacionadas del sector energías renovables: Enerside Energy, OPDenergy, y Umbrella, que captaron un volumen total de 353 millones de euros.
Puede acceder al informe completo a través de este link.