Ibercaja Gestión lanza Ibercaja España-Italia abril 2024, un nuevo fondo de su gama de productos con objetivo de rentabilidad no garantizado, que invertirá en deuda pública de la zona euro, mayoritariamente española e italiana, con un objetivo de rentabilidad del 2,15% TAE.
La filosofía de inversión de este fondo consistirá en construir una cartera equiponderada de deuda pública española e italiana, con vencimiento 30 de abril de 2024, aspirando a obtener las atractivas rentabilidades que presenta la deuda pública a corto plazo, en este caso 12 meses.
Según explica Lili Corredor, directora de Ibercaja Gestión, “las curvas de deuda pública continúan en terreno positivo y sin tener demasiada pendiente, ya que los tramos cortos cotizan a rentabilidades similares a los largos. En este contexto, en la gestora seguimos apostando por este tipo de fondos porque nos permite conseguir buenas rentabilidades con una menor sensibilidad a los movimientos de tipos de interés”.
Este fondo de inversión puede suscribirse hasta el próximo 30 de abril y no cuenta con comisiones de reembolso, lo que dota al fondo de liquidez diaria sin penalizaciones para los partícipes. El valor liquidativo para reembolsos anteriores de la fecha de rentabilidad objetivo será a precio de mercado, sujeto a oscilaciones.
Soluciones adaptadas a las actuales coordenadas del mercado
Ibercaja España-Italia abril 2024 se suma a los siete fondos de inversión que Ibercaja Gestión ha lanzado en los últimos doce meses con la finalidad de ofrecer soluciones alternativas para el ahorro de sus clientes en un marco de incertidumbre y volatilidad de los mercados, tanto de los activos de renta fija como variable.
Entre las ventajas propias de los fondos de inversión, Ibercaja Gestión busca destacar la profesionalización en la gestión de las inversiones, a través de profesionales que se ocupan de las inversiones de este fondo y seleccionan los activos en base a criterios que valoran tanto la rentabilidad a obtener como el riesgo que conllevan, minimizando este último.
Por otro lado, proporcionan acceso a los mercados financieros de una manera eficiente y facilitan una inversión diversificada y accesible a todo inversor, además de una absoluta transparencia, elevado control y continua supervisión por parte de la CNMV y del depositario.
Ibercaja dispone de un modelo de gestión orientado al cliente, basado en el asesoramiento, rentabilidad e innovación, que le ha permitido posicionarse como la quinta gestora nacional por patrimonio gestionado en fondos de inversión.
Housfy, compañía que ofrece servicios referentes a la vivienda, lanza Housfy Inversión, un servicio que permite a inversores rentabilizar sus ahorros invirtiendo en vivienda de manera fácil y segura, con rentabilidades de entre el 4% y el 12%.
Con Housfy Inversión, nace una nueva figura que profesionaliza y estandariza el proceso de inversión inmobiliaria, haciéndose cargo de toda la gestión de la inversión: exploración de oportunidades, búsqueda y selección de viviendas, compra, financiación y reforma del inmueble y gestión del alquiler. Además, el servicio ofrece a inversores de diferentes perfiles acceso a viviendas exclusivas a las cuales no pueden acceder normalmente y todo el asesoramiento necesario por parte de un gestor personal experto.
“Hoy en día, los inversores tienen pocas herramientas que faciliten el acceso a la inversión de vivienda, esto es porque el usuario todavía no conoce a nadie que le asesore o que gestione su inversión. Desde Housfy Inversión queremos que cualquier inversor pueda invertir en vivienda, de manera fácil y segura, para ayudarle a construir un patrimonio”, afirma Albert Bosch, CEO y fundador de Housfy.
Con la subida del IPC y la inflación, nuestros ahorros van perdiendo valor progresivamente. Por esa razón es importante rentabilizarlos y la vivienda es uno de los activos más seguros y fiables para hacerlo, y es que en 2022 se invirtieron 15.200 millones de euros batiendo el récord de inversión.
La inversión inmobiliaria en España crece cada vez más, lo que confirma que el sector inmobiliario es un valor refugio que ofrece una alta rentabilidad de forma regular. “Cada vez más los inversores tienen más interés en invertir en bienes raíces, ya que por norma general da buenos resultados. La gran problemática es que el inversor no tiene el tiempo ni el conocimiento para hacerse cargo de todo el proceso, por esa razón esta figura es tan necesaria, porque que resuelve dicha problemática, permitiendo a la mayoría de los inversores invertir en vivienda”, afirma Sergi López, director general de Housfy Inversión.
Housfy se hace cargo de toda la gestión de la inversión, para que el inversor no pierda tiempo con gestiones ni desplazamientos. Realizan el asesoramiento con un experto, presencial o digital, para determinar el perfil financiero y las necesidades del cliente, así como el tipo de riesgo que se quiere asumir. También se encargan de la búsqueda de las mejores viviendas para invertir y posterior validación, y elaboración de informes financieros y legales. Se ocupan de la gestión de la hipoteca y de la compra de la vivienda. Además, de la gestión de la reforma integral o parcial, decoración y amueblamiento. Y por último del alquiler de la vivienda para que el inversor comience a rentabilizar la inversión.
Housfy usa algoritmos propios para encontrar las mejores viviendas de inversión para cada perfil. La compañía cuenta con propiedades exclusivas, solo para sus inversores, provenientes tanto de su propia cartera como de una red de más de 100 agencias inmobiliarias colaboradoras. Ofrece el servicio en toda España y prevé vender 200 pisos de inversión en su primer año. Aunque por ahora la mayoría de estos inmuebles están en Barcelona, la compañía comenzará a ofrecer inmuebles en Madrid de forma inminente.
Desde 1970, el mundo ha perdido el 60 % de la población mundial de vertebrados, mientras que, al mismo tiempo, más del 40 % de las especies de insectos están disminuyendo rápidamente. La Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) también ha identificado cinco causas directas de pérdida de la biodiversidad relacionadas con el ser humano que, ordenadas por su impacto, son:
Los cambios en el uso de la tierra y el mar
La explotación directa de los organismos
El cambio climático
La contaminación (del aire, el agua y el suelo)
Especies exóticas invasoras.
La biodiversidad se encuentra dentro del ámbito del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 15 de las Naciones Unidas, que tiene como fin “proteger, regenerar y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar los bosques de manera sostenible, combatir la desertificación y detener y revertir la degradación de la tierra y detener la pérdida de biodiversidad”.
Aunque la crisis del cambio climático ha sido bien documentada, la pérdida de biodiversidad está estrechamente relacionada con este problema. De hecho, deben abordarse en conjunto, ya que el cambio climático es una amenaza directa para la biodiversidad, y viceversa.
A través de sus inversiones, los impactos en el negocio y la dependencia de la biodiversidad se traducen en riesgos para las instituciones financieras. El Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con la Naturaleza (TNFD) — se estableció para desarrollar y proporcionar un marco de gestión y divulgación de riesgos con el fin de informar y actuar sobre los riesgos relacionados con la naturaleza.
En este sentido, el TNFD ha desarrollado un marco de evaluación cualitativa para ayudar a las empresas y a los inversores con los riesgos y las oportunidades relacionados con la naturaleza.
Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con la huella de carbono, medir la huella de biodiversidad de una empresa o una cartera no es tarea fácil. No existe una métrica de huella única, como las toneladas de equivalente de CO2, y los datos están más localizados.
Aun así, varios métodos han sido desarrollados en los últimos años por parte de diferentes proveedores de datos como Iceberg Datalab (Corporate Biodiversity Footprint) o Carbon4 Finance y CDC Biodiversité (Biodiversity Impact Analytics powered by GBS).
Utilizan indicadores que describen la riqueza de especies y la abundancia relativa como muestra de la biodiversidad general. Estos modelos no cuentan directamente la abundancia relativa de una especie en un lugar, sino que la miden indirectamente a través de un modelo de presión-impacto.
¿Qué papel tiene el agua en todo esto? El agua es un componente importante de los “activos de capital natural”. Estos “activos de capital natural” se pueden dividir en cuatro grupos principales: tierra, océano, agua dulce y atmósfera.
Cada uno proporciona una serie de servicios, conocidos como servicios ecosistémicos, que benefician a la industria y son esenciales para nuestro bienestar. A nivel mundial, estos servicios alcanzaron un valor estimado de 125-140 billones de dólares en 2011, más de una vez y media el PIB mundial en el mismo año.
Sin embargo, el deterioro de la biodiversidad afecta al stock de capital natural y a los servicios ecosistémicos asociados, lo que tiene graves consecuencias para las empresas y la sociedad: el coste estimado tan solo a causa del cambio en el uso de la tierra es de 4-20 billones de dólares al año.
Todas las actividades económicas dependen de, y afectan a, los servicios ecosistémicos de diferentes maneras, ya sea directamente a través de las operaciones o indirectamente a través de las cadenas de suministro. Por lo tanto, como elemento clave a la hora de mantener la biodiversidad, no se debe subestimar el impacto positivo que pueden tener unas ideas bien meditadas en el ecosistema de inversión del agua.
Al estar dentro de un universo invertible que incluye la contaminación, las especies invasoras y los cambios en el uso de la tierra y el mar, los fondos del agua pueden desempeñar un papel como componente imprescindible en un mandato de inversiones en biodiversidad más amplio. Y ciertos valores dentro de este universo invertible encajan dentro de los cinco factores clave de la pérdida de biodiversidad de la IPBES para enmarcar el diverso conjunto de oportunidades al que se puede acceder con un enfoque basado en la biodiversidad.
En un momento en que numerosas entidades gubernamentales y no gubernamentales están dando la voz de alarma sobre la necesidad de prestar una mayor atención a la biodiversidad, está claro que unas inversiones bien meditadas en la cadena de valor del agua pueden ofrecer una solución a uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la especie humana.
Para muchos, 2022 ha sido un año para el olvido. Para otros, será una nueva oportunidad para encontrar valor en un mercado deprimido. Richard Ryan y Gaurav Chatley han capeado varias crisis como gestores de fondos de crédito desde que se incorporaron a M&G Investments hace 20 y 17 años, respectivamente. Aunque cada crisis es diferente, siempre aplican los mismos principios básicos de inversión fundamental 100% bottom-up. Actualmente, sus estrategias flexibles de renta fija parecen bien posicionadas para encontrar oportunidades creadas por trastornos en los mercados.
¿Qué factores otorgan atractivo a los fondos M&G Total Return Credit Investment Fund y M&G European Credit Investment Fund a ojos de los inversores?
Ambos fondos han aportado rentabilidad relativa a largo plazo en distintos entornos de mercado y de distinta forma: el European Credit Investment es un fondo con grado de inversión que trata de superar a un índice de referencia de crédito, mientras que el Total Return mide su rentabilidad respecto a una tasa de liquidez y suele tener una duración cercana a cero. Este último también invierte en un universo más amplio, que puede incluir deuda high yield y mercados ABS. Nuestras estrategias pueden emplearse con fines de asignación de activos y como diversificadores respecto a gestoras tradicionales que combinan enfoques top-down y bottom-up.
¿Por qué consideráis que estos dos fondos están bien situados para navegar el actual entorno?
La incertidumbre entre los inversores podría ser muy elevada ahora mismo, porque saben que los bancos centrales no van a ayudarles. Para nosotros, no obstante, el principio rector es la valoración, ya que cada crisis es diferente. Nos concentramos en oportunidades value, preguntándonos en todo momento: “¿Se nos remunera adecuadamente por el hecho de asumir ese riesgo?”. De ser así, invertimos; si no, nos mantenemos al margen y esperamos a otra oportunidad. Los fundamentales de crédito cambian mucho más despacio que las cotizaciones de los activos. Aunque los mercados pueden descontar proyecciones de debilidad, ciertas áreas permanecen relativamente sólidas desde una perspectiva fundamental, y puede ser que se nos remunere por asumir riesgo adicional. Lo hacemos de forma incremental, para comprar “auténticas joyas” cuando los diferenciales muestran volatilidad y el pánico domina los mercados.
¿De qué recursos podrían beneficiarse los fondos?
Creemos que nuestro equipo de análisis de crédito es uno de los mayores de su clase en Europa, y al no limitarnos a un universo de inversión estrecho, tenemos acceso a un conjunto de oportunidades más amplio. Como inversores bottom-up, durante fases de tensión en los mercados podemos añadir riesgo cuando todo el mundo vende, y del mismo modo, esperar cuando todo el mundo compra y las valoraciones se tornan excesivas. Nos proponemos poder responder con rapidez a cambios en las condiciones de mercado, al contar de inmediato con la información fundamental necesaria.
¿Cómo identificáis oportunidades?
Buscamos desconexiones entre los movimientos de las cotizaciones y los fundamentales. Las oportunidades pueden surgir en cualquier sector o valor, pero el proceso siempre es el mismo. Nuestros analistas se concentran en los fundamentales de crédito, mientras que nosotros lo hacemos puramente en las valoraciones. En nuestra opinión, una inversión solamente existe en el contexto de todas las demás oportunidades disponibles. Aunque algo puede parecer atractivo por sí solo, en el conjunto del universo de inversión podría ser la elección equivocada.
¿Cómo intentáis sacar partido a las actuales ineficiencias del mercado de crédito?
Siempre nos preguntamos: “¿Afecta la actual crisis a la fortaleza fundamental de un crédito concreto? Y de ser así, ¿de qué forma?”. Aunque muchos sectores se ven claramente afectados, nuestros analistas afirman que muy pocos lo son de forma existencial, lo cual nos aporta confianza a la hora de aprovechar oportunidades cuando surgen. Nuestro proceso no se basa en pronósticos económicos, sino en los fundamentales de crédito, las valoraciones y las preguntas que nos hacemos. Nunca imponemos una perspectiva macroeconómica.
¿Cómo integráis los factores ESG en el análisis?
Consideramos todos los riesgos, incluidos los relacionados con ESG. Tenemos un gran equipo de análisis y empleamos nuestro propio marco operativo para cada instrumento, especialmente con bonos verdes y sostenibles. Desde un punto de vista temático, nuestros equipos de Sostenibilidad y Administración Responsable (Stewardship) definen las prioridades y tendencias generales. Así, tratamos de capturar ambos lados de la ecuación de riesgo ESG.
El diálogo con una nación soberana es desafiante, sobre todo porque es difícil presionar de manera efectiva. Hay que tener en cuenta que, a diferencia de otras clases de activos en las que los accionistas pueden usar el voto, no es posible votar en bonos soberanos. Incluso el diálogo con los gobiernos puede malinterpretarse como intento de interferir en la política.
Pero, a pesar de estos desafíos, es posible ayudar a impulsar el cambio y avanzar en las agendas de sostenibilidad de los países. Consideramos que es parte de nuestro deber fiduciario, pues permite tomar decisiones de inversión informadas y mejorar las rentabilidades a largo plazo. Implica diálogo, generalmente a través de funcionarios relacionados con la deuda y bonos del Tesoro.
Para amplificar la influencia, a veces nos asociamos con otros inversores. De hecho, existe mayor reconocimiento de que las cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) son importantes para el desarrollo a largo plazo en mercados emergentes. Si toda la industria continúa dedicando tiempo y atención, podríamos tener mayor impacto.
De momento, los emisores soberanos ya están dedicando recursos para el diálogo sobre asuntos ESG de interés, una oportunidad para discutir aspectos de la investigación. Es el caso de la Alianza de Inversores de Mercados Emergentes, donde, junto con otros inversores institucionales, llevamos a cabo iniciativas conjuntas, como la emisión de bonos etiqueta ASG en Colombia.
Sanidad, educación, independencia judicial y corrupción
Al respecto, los problemas sociales son muy relevantes, aún más post COVID-19, pues los niveles de pobreza se han retrasado décadas. La sanidad, educación, independencia judicial y corrupción son claves para el desarrollo a largo plazo y las áreas que más necesitan financiación.
La clave está en la investigación en el terreno. Para ello, hemos creado una asociación con Empower, organización que trabaja con mujeres y jóvenes en riesgo en mercados emergentes, con proyectos educativos, laborales y sociales. Ello nos facilita evaluar riesgos y estrategias. De manera que en los últimos 18 meses nos hemos reunido con directores y organizaciones en Brasil, Argentina y Colombia, incluso miembros de los Ministerios de finanzas o trabajo. Por ejemplo, en Sudáfrica, hemos discutido la protección de la educación en un contexto de recortes de gastos, así como la importancia de mejorar los resultados educativos.
Sólida actividad en bonos verdes
Sin embargo, muchos países emergentes están sometidos a objetivos ambientales cada vez más estrictos y hemos visto un fuerte enfoque de los gobiernos en la emisión de bonos verdes, donde se da la mayor demanda de los clientes. A pesar del actual mercado volátil, con la emisión soberana en mínimos históricos, hemos visto una sólida actividad en bonos ESG, en particular verdes.
Es un cambio estructural en la forma en que las economías emergentes llegan al mercado. Aunque los bonos verdes no son perfectos, es un paso importante para mejorar la transparencia y crear relaciones con gestores de activos, bancos y agencias como Naciones Unidas y el Banco Mundial. Además, esta financiación es tan importante para estos países, que están liderando la innovación: se emitieron 81.900 millones de dólares en bonos con etiqueta ESG el primer semestre de 2022, 2% más que en el mismo período de 2021. Incluso Chile ha decidido emitir solo bonos sociales y verdes. Al mismo tiempo, los bancos de inversión están creando instrumentos de financiación para el desarrollo, lo que incluye cada vez más medición del impacto, incluso en deuda convencional.
Es importante destacar que la transparencia e informes exigidos a estos bonos proporcionan un marco sólido para un diálogo más activo y estructurado con los gobiernos respecto a resultados sociales y ecológicos. Efectivamente, los bonos soberanos etiquetados ASG crean alineación entre los inversores y el desarrollo económico sostenible de las economías emergentes.
Por otra parte, los bonos ESG tienden a emitirse con una prima ligeramente menor que los convencionales. Pero si los beneficios a largo plazo se materializan, estamos encantados de aceptarlo, dado su porcentaje en cartera. Además, podemos añadir valor mediante la selección, incluso ahorrar mucho. Ese es el caso de Rusia, donde la decisión de infraponderar su deuda soberana antes de la invasión se basó en criterios ASG.
Sin embargo, para que esta clase de activos se convierta en principal, necesitamos una mejor alineación de las agencias de calificación, los consultores de inversión y los proveedores de datos.
Tribuna de Mary-Thérése Barton, directora de deuda de mercados emergentes de Pictet AM.
Foto cedidaErick Muller, director de productos y estrategia de inversión de Muzinich & Co.
2023 va a ser muy diferente a 2022 en los mercados de crédito. Para Erick Muller, director de productos y estrategia de inversión de Muzinich & Co., el cambio de régimen de la política monetaria de los bancos centrales, la desaceleración económica, la evolución de la inflación y los fundamentales de las compañías serán los factores macro a tener en cuenta para entender qué podemos esperar de este mercado en 2023.
Según explica el experto, lo primero que ha cambiado son las valoraciones. “Tras diez años de represión financiera, los spreads y los yields han estado presionados a la baja con la política de los bancos centrales. En cambio, 2023 comienza con la vuelta de la generación de rentas, así que hay que aprovecharlo”, apunta Muller.
Aunque el repunte de los diferenciales de crédito en diciembre cambia el punto de valoración, la gestora reconoce que esto no ha modificado las principales convicciones que guían su asignación. Según sus perspectivas, los mercados de crédito mantienen su atractivo y el aumento de los rendimientos paralelo al estrechamiento de los diferenciales del mes pasado, deja los rendimientos totales en el extremo superior de la última década. Por lo tanto, esperan que las carteras equilibradas, teniendo en cuenta las valoraciones de los mercados de renta variable y de crédito, deberían reequilibrarse a favor de los mercados de crédito en 2023.
“La relación entre la renta variable y el crédito ha vuelto a cambiar. Lo que estaban haciendo los inversores era estar más en renta variable quitando renta fija, pero para este año la situación será diferente porque ahora el crédito investment grade y el high yield pueden ofrecer una TIR media del 4,5%. El yield que puedes obtener en el mercado de crédito es el doble de lo que puedes esperar en renta variable este año”, añade el director de productos y estrategia de inversión de la gestora.
Para él, lo más relevante es que el inversor podrá acceder a estas rentabilidades sin necesidad de irse a la parte de más riesgo del crédito, a diferencia de lo que tenía que hacer hasta ahora. En este sentido, reconoce que el mercado se muestra preocupado por los default, inquietud que el experto relativiza: “No vamos a negar que si vamos a una recesión profunda los índices de default aumentarán, pero creemos que será un aumento menor de lo esperado. El mercado está poniendo en precio un escenario muy negativo, pero nosotros no lo vemos así porque en los últimos meses hemos visto cambios importantes como, por ejemplo, una bajada en el precio de la energía, la reapertura de China y la falta de una política fiscal restrictiva por parte de los gobiernos”.
Es decir, a nivel macro, la gestora estadounidense no ve una recesión global, y de producirse consideran que sería leve y poca profunda. Eso sí, advierten de que consideran que los bancos centrales no han terminado su trabajo y de que están dispuestos a “pagar el precio de la recesión” para frenar la inflación. Según explica Muller, hay que tener en cuenta que las instituciones monetarias necesitan recuperar su credibilidad y, a la par, el mercado se empeña en identificar en qué punto van a frenar las subidas de tipos y comenzar las bajas. Estas dos fuerzas hacen que la gestora prefiera centrarse en duraciones cortas. “Preferimos la parte corta porque consideramos que aún es pronto para situarnos en la parte larga de la curva. No nos iremos a la parte larga hasta que no tengamos la convicción de que los bancos centrales van a poner punto y final a las subidas y que la inflación comienza a descender”, asegura. Además de las duraciones cortas, la principal apuesta de Muzinich & Co. es el crédito de alta calidad, de hecho, la gestora se encuentra sobrependoerados en investment grade frente a high yield. Según Muller, después de 2022, “cuando vuelvan los inversores a la renta fija van a preferir entrar en investment grade para protegerse de los posibles defaults y para huir de la parte más de riesgo del crédito. En cambio, cuando la macro se estabilice, creo que la gente se posicionará en high yield, sobre todo si el crecimiento económico mejora”.
Foto cedidaGeoff Dailey, director adjunto de renta variable americana en BNP Paribas AM.
BNP Paribas Asset Management ha anunciado el nombramiento de Geoff Dailey como director adjunto de renta variable americana, a partir de febrero de este año. Según señala la gestora, Dailey sucederá a Pamela Woo como directora de esta clase de activo, ya que se jubilará a finales de junio de 2023 tras 20 años de carrera profesional en BNP Paribas AM.
Con más de 20 años de experiencia en la industria financiera y de gestión de activos, Geoff Dailey ha trabajado junto a Pamela como gestor de cartera senior y miembro integral del equipo desde 2014. Actualmente, Dailey es el gestor principal de la estrategia de mediana capitalización de EE.UU. y cogestor en la estrategia de pequeña capitalización de EE.UU..También gestiona las inversiones del equipo en los sectores financiero e inmobiliario.
A raíz de este anuncio, Guy Davies, director de inversiones (CIO) de renta variable en BNP Paribas Asset Management, ha declarado: “Geoff cuenta con más de 20 años de experiencia en la industria y, como miembro clave y senior del equipo con un gran experiencia en inversión y un perfil de liderazgo, es el sucesor natural de Pam. Esta sucesión y transición ha sido muy esperada y no habrá cambios en el proceso ni en la filosofía de inversión ya establecidas. Agradecemos a Pam su dedicación a nuestros clientes, a nuestra empresa y al equipo. Ha disfrutado de una exitosa carrera que abarca 30 años, 20 de los cuales han sido con BNP Paribas Asset Management. Se va con nuestro sincero agradecimiento y nuestros mejores deseos».
Dailey ha desarrollado su carrera como analista y gestor cubriendo múltiples sectores y capitalizaciones de mercado. Anteriormente, fue gestor de fondos en Amundi, aunque comenzó su carrera en el departamento de análisis de renta variable de Eaton Vance, con un enfoque específico en el sector financiero y energético. Obtuvo su Licenciatura en Artes de la Universidad Wesleyan y un Master en Administración de Empresas de la Escuela de Administración de Yale. También es miembro del CFA Institute y CFA charterholder. Geoff cuenta con más de 20 años de experiencia en la industria.
CanvaECB president Christine Lagarde and Vice President Luis de Guindos entering the ECB Governing Council Press Conference on 27 October 2022, Frankfurt, Germany. Photo: Sanziana Perju/ECB.
Turno para el Banco Central Europeo (BCE), que comienza hoy su primera reunión de 2023. El mercado calcula que el BCE llegará a una tasa terminal cercana al 3,5% durante el verano, por lo que ahora encajaría una subida de 50 puntos básicos (pb). “Ha subido su tipo de facilidad de depósito 250 p.b. en 2022, desde el -0,5% hasta el 2% actual. El escenario base del mercado es de una subida adicional de 50 p.b. en la reunión de febrero, ralentizando el ritmo de 75 p.b. anteriores, y realizando otra en marzo y otra en mayo, para después ralentizar adicionalmente el ritmo de las subidas”, apuntan desde A&G.
Aunque el BCE tenga el mismo empeño que la Fed por dominar la inflación, ni los resultados ni el contexto es exactamente igual. Aunque la inflación general de la zona euro lleva dos meses consecutivos ralentizándose, en gran parte debido a los efectos de base negativos de la energía, la inflación subyacente de la región aún no ha mostrado signos convincentes de recuperación. En concreto, en diciembre, la inflación subyacente de la zona euro se situó en el 5,2% interanual.
Además, según añade Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO, el BCE sigue preocupado por la dinámica salarial, la política fiscal y las condiciones financieras basadas en el mercado. “Tras alcanzar un máximo en 2023, el BCE sigue esperando que el crecimiento de la remuneración por asalariado se sitúe en el 3,9% interanual en 2025, muy por encima de su media a largo plazo del 2,1%. Se considera que la política fiscal no está suficientemente orientada, y las condiciones financieras basadas en el mercado podrían seguir animando al BCE a mantener su postura de línea dura, sobre todo porque el mercado prevé recortes de tipos ya en el segundo semestre de este año”, argumenta Veit.
En opinión Kevin Thozet, miembro del comité de inversión de Carmignac, dado que la inflación subyacente no muestra signos de desaceleración, los salarios mantienen una tendencia al alza y las expectativas de crecimiento se revisan al alza, no hay duda de que el BCE situará los tipos de depósito en el 2,5% el 2 de febrero.
Por último, según cree Karsten Junius, economista jefe de J. Safra Sarasin Sustainable AM, el BCE también vigilará de cerca el riesgo de fragmentación cuando endurezca aún más las condiciones de financiación. “Observamos que los diferenciales periféricos son hoy inferiores a los de mediados del año pasado y cercanos a su media quinquenal. Por lo tanto, no hay razón para ralentizar el ritmo de subidas de tipos dada la baja valoración de los riesgos de fragmentación”, añade.
Para Franck Dixmier, director de inversiones global de Renta Fija de Allianz Global Investors, a corto plazo, el camino está claro: las actas de la última reunión indicaban que el Consejo de Gobierno se había comprometido a subir los tipos 50 pb en las dos próximas reuniones de febrero y marzo, a cambio de una subida de 50 pb en diciembre, probablemente el resultado de un compromiso cuando los miembros más duros abogaban por 75 pb. «Los mercados han tenido en cuenta estas perspectivas. Así pues, en la reunión del 2 de febrero, la atención de los inversores se centrará menos en la magnitud de la subida de tipos anunciada que en las indicaciones sobre su trayectoria en las siguientes reuniones. Los inversores esperan que se alcance un tipo terminal del 3,25% antes del verano. Esta expectativa para todo el ciclo de endurecimiento monetario parece demasiado moderada. Por lo tanto, esperamos una aclaración de Christine Lagarde, que debería mantenerse fiel al mensaje de línea dura lanzado desde hace semanas. Debería reiterar que la inflación, especialmente la subyacente, sigue siendo demasiado elevada y reafirmar la absoluta necesidad de que el BCE siga actuando a lo largo del tiempo para reducirla a un nivel más compatible con su objetivo de estabilidad de precios», señala Dixmier.
50 pb de subida de tipos
Entonces, ¿qué podemos esperar? «El Banco Central Europeo (BCE) viene repitiendo que seguirá subiendo tipos, pero el mercado empieza a cuestionar esta afirmación. Aunque la inflación general se ha moderado gracias a la caída de los precios del gas, la tasa subyacente mantiene una trayectoria alcista. Además, el abaratamiento de la energía implica que la gente tiene más dinero para gastar y respaldar así un crecimiento que pierde fuelle. Lo más probable es que el BCE apruebe una subida de 50 puntos básicos esta semana y deje claro que aún no han acabado con las subidas», afirma Jon Day, gestor de carteras de bonos globales de Newton (parte de BNY Mellon IM).
Thozet coincide con esta visión: “La subida de 50 puntos básicos (pb) está telegrafiada en gran medida por su forward guidance, siempre y cuando se pueda confiar en ella. La cuestión clave no es si, sino cuánto durará este periodo de subidas de 50 puntos básicos. En nuestra opinión, es probable que Lagarde mantenga su postura de línea dura, teniendo en cuenta que la economía europea ha sorprendido al alza desde su última postura de 2022 y que las expectativas de dónde terminarán los tipos de interés en este ciclo de subidas han bajado, junto con las sorpresas a la baja en los precios del gas”.
Es decir, a diferencia de las expectativas que existen sobre la Fed, en la zona euro no se espera que el ritmo de subida se ralentice pronto. “Es probable que se produzca otra subida de 50 puntos básicos en marzo, ya que el BCE tiene la intención de reducir la inflación desde los elevados niveles actuales. Los mercados prevén una subida acumulada de los tipos de interés de casi 150 puntos básicos a principios del verano y una pausa hasta finales de año. Sospechamos que el BCE reiterará su mensaje hawkish en febrero, ya que aún hay cierta incertidumbre sobre las presiones inflacionistas subyacentes y un cambio de tono influiría en la credibilidad del BCE y la inflación perdería su punto de apoyo”, apunta Annalisa Piazza, analista de renta fija de MFS Investment Management.
Para Mabrouk Chetouane, estratega jefe de Natixis IM Solutions, “la historia de la inflación en el Viejo Continente aún no ha terminado”, y eso condicionará todo lo que haga el BCE, tal y como ya ha advertido la propia Christine Lagarde. “Vemos difícil que los responsables de la política monetaria del BCE reconsideren antes de mayo las directrices de su política monetaria, establecidas en su reunión de diciembre pasado. Esa es la fecha más próxima en la que esperamos que reduzcan su ritmo de subidas y aumenten los tipos en 25 puntos básicos por última vez. Como resultado, esperamos que el tipo de refinanciación principal del BCE alcance un tipo terminal del 3,75% en mayo. Sin embargo, la continua resistencia macroeconómica y los probables efectos de la segunda ronda de la inflación mantendrán al BCE en guardia”, afirma Chetouane.
Más allá de la subida de tipos en sí, seguiremos de cerca otros dos acontecimientos, el BCE dará indicaciones sobre la senda de tipos más adelante en el transcurso del año. “Prevemos otra subida de 50 puntos básicos también en la reunión de marzo, para situar el tipo de depósito en su tasa terminal del 3%. Pero tanto vemos posibles varios escenarios como que se produzca una reducción en el ritmo para pasar a incrementos de 25 puntos básicos en esa reunión, como que se lleven a cabo subidas adicionales de tipos más adelante en el año, si la inflación subyacente sigue siendo persistente. Dicho de otro modo, actualmente existe una incertidumbre considerable sobre las perspectivas de la política monetaria”, apunta Paul Diggle, economista jefe de abrdn.
La economista senior de Federated Hermes, Silvia Dall’Angelo, advierte del riesgo de que el BCE acabe endureciendo los tipos “en exceso”. En su opinión, “un plan fiscal plurianual dirigido principalmente a los miembros más vulnerables de la zona del euro y, más recientemente, la rápida reapertura de la economía china son fuentes de riesgo al alza para las perspectivas económicas de la zona del euro, aunque esperamos que las repercusiones mundiales de esta fase de la recuperación en China sean limitadas.
Por último, en opinión de Nadia Gharbi, economista para Europa y economista de Pictet WM, una lección de los últimos meses es que el compromiso en el BCE con una trayectoria de tipos con varios meses de anticipación puede generar confusión innecesaria y, a veces, desacuerdo entre sus miembros. «Estos desacuerdos pueden hacerse más visibles con los tipos de interés en territorio restrictivo a medida que la economía se desacelera y las presiones inflacionarias disminuyen. Así que estimamos que dejará de comprometerse con una senda de tipos o tamaño de subidas más allá de marzo. La presidenta Lagarde puede insistir en que las decisiones dependerán más de los datos, especialmente la inflación subyacente (que aún no ha alcanzado máximo) y aumento salarial (que probablemente repunte más rápidamente este primer semestre). Los datos ayudarán al BCE a decidir lo restrictiva que debe ser su orientación. Nuestro escenario base es que aumentará la tasa de depósito al 3,5% para mayo, con posibilidad de que las subidas bajen a 0,25%», argumenta Gharbi.
Reducción del balance
Otro aspecto importante de la reunión de esta semana es que se espera que el BCE de detalles del programa de endurecimiento cuantitativo o quantitative tightening (QT). “De hecho, la reducción del balance podría dar que hablar. El BCE ha anunciado un ritmo de endurecimiento de 15.000 millones de euros al mes para empezar, pero aún no ha anunciado cómo afectará a los distintos segmentos del mercado de bonos y a los distintos emisores”, matiza el experto de Carmignac.
En este sentido, Germán García Mellado, gestor de renta fija A&G, considera que el mercado no espera grandes sorpresas. “En la reunión de diciembre ya detalló que la reducción de balance comenzará con menores reinversiones del APP a partir de marzo. Para esta reunión, debería detallar cómo irá reduciendo los subprogramas de compra de bonos y su composición por países, pero esto no debería tener un gran impacto en las valoraciones de los bonos”, matiza.
La analista de MFS Investment Management coincide con estas previsiones y matiza: “No creo que haya más indicaciones sobre cómo continuará la QT más allá del segundo trimestre de este año. Prevemos que no se conocerán más detalles sobre la QT hasta marzo, cuando el BCE disponga de más datos sobre cómo serán las condiciones financieras de la zona euro con un endurecimiento adicional de la política monetaria”.
El presidente del Consejo General de Economistas de España (CGE), Valentín Pich, ha presentado el informe del Observatorio Financiero y Claves económicas correspondiente al tercer cuatrimestre de 2023, elaborado por la Comisión Financiera y el Servicio de Estudios de dicho Consejo General, en un acto que ha contado con la presencia destacada de José García Montalvo, catedrático de Economía de la Universitat Pompeu Fabra y Premio Rey Jaime I de Economía, en el que también han participado el presidente de la Comisión Financiera del CGE, Antonio Pedraza, los coordinadores del Observatorio Financiero, Montserrat Casanovas y Salustiano Velo, y el director del Servicio de Estudios del CGE, Salvador Marín.
Valentín Pich ha explicado que el informe del Observatorio Financiero y Claves económicas del tercer cuatrimestre tiene por objeto hacer un análisis de lo acaecido en este período. En este sentido, Pich ha manifestado que “si hubiera que definir el estado de nuestra economía, podría ser el de espera activa. Es cierto que no se ha confirmado la recesión, pero las cifras oficiales atestiguan que sí se ha producido cierta desaceleración; y esto, en un contexto de incremento de la deuda pública, sin terminar de controlar los efectos de la inflación y aún pendientes de ver los efectos definitivos de los fondos Next Generación, nos está indicando que no podemos conformarnos con cifras coyunturales de empleo y de crecimiento esperado (un débil 1,5% para 2023)”. Para el presidente de los economistas, «deberíamos realizar unas reformas más audaces, tanto desde el lado del control de las cuentas públicas como desde las palancas de generación de actividad económica del medio y largo plazo, si queremos ir en contra de lo que las estadísticas y cifras oficiales nos indican. Es decir, la deriva futura de la economía española, a más de un año vista, va a venir explicada por lo que seamos capaces de hacer en este año 2023; si lo hacemos bien, estamos en condiciones de superar las propias previsiones oficiales, pero sigue existiendo un riesgo latente de que todo se quede en una situación transitoria de lo que pudo ser pero no fue”.
En su intervención, José García Montalvo ha manifestado que “el aumento de la inflación, y algunas de las acciones adoptadas para hacer frente al aumento de los precios, parece que está contribuyendo a la normalización del control de precios como una medida de política económica útil. Esta tendencia ha llevado a propuestas de control del precio de los alimentos, un renovado impulso al control de alquileres, etc. Estas propuestas olvidan los nocivos efectos de este tipo de políticas que muestran docenas de estudios académicos. Desgraciadamente, la intensa polarización política se está transmitiendo a debates sobre las estadísticas oficiales que se transforman en una intensa polarización estadística que dificulta el debate económico razonado e intenta transformarlo en una cuestión básicamente política. Como economistas profesionales no podemos aceptar esta deriva, menos aún cuando la economía es una ciencia cada vez más consolidada gracias a su creciente base empírica sostenida por la disponibilidad de información estadística y enormes bases de datos económicos”.
Durante la presentación del Observatorio Financiero, Salustiano Velo, quien ha hecho una síntesis de los indicadores macro así como de la situación de las cuentas financieras de la economía española, ha manifestado que “la evolución de los indicadores macroeconómicos básicos ha sido el reflejo de muchas incertidumbres a lo largo del 2022, motivadas por la situación geopolítica. El crecimiento a diciembre del 5% interanual debemos considerarlo como una excelente noticia, dado que no era predecible después del verano, cuando la recesión técnica era muy probable para el cuarto trimestre, que se ha debido fundamentalmente al auge de las exportaciones y a la evolución del mercado de trabajo”.
Por su parte, Montserrat Casanovas ha señalado que “ha sido un año horrible para la mayoría de activos financieros y mercados, con fuertes caídas de cotizaciones, tanto en la renta fija como en la renta variable, y elevada volatilidad. Se espera que 2023 sea un buen año para la renta fija, que seguirá marcado por la política monetaria de los Bancos Centrales, pero continuarán las incertidumbres geopolíticas, por lo que recomendamos prudencia en la renta variable”.
Salvador Marín ha resaltado que “tanto los datos e índices del comportamiento pasado de la economía, como los adelantados, nos presentan un panorama de la economía española con sus luces y sus sombras, por lo que estamos ante una encrucijada pudiendo derivar en un sentido u en otro, y esa es una señal de incertidumbre que es necesario abordar con cautela, pero a su vez muy decididamente. En el segundo cuatrimestre de 2022 apuntábamos que una desaceleración de nuestra economía era muy probable, y en este tercer cuatrimestre, pese a que se confirma la desaceleración de la economía, es cierto que los índices adelantados parece que nos marcan un punto de estabilización señalándonos pues que debemos estar muy atentos a la evolución global de la economía e intentar desarrollar políticas activas por el lado de la oferta y la demanda acordes a las características de muestra economía, si realmente deseamos que sectores tan importantes como son los de servicios o industrial recuperen las cifras prepandemia y sean motores de un crecimiento con mayor vigor. Efectivamente, prevemos un crecimiento del 1,5% de la economía para 2023, que para una país como España entendemos está alejado de su potencial y debería tener mayor capacidad de crecimiento, con un mayor control de las cuentas públicas y una generación de empleo más estable y de mayor calidad; en definitiva, no debemos ni podemos conformarnos en ser los que menos bajan o más crecen entre nuestros homónimos europeos, pues por la estructura de nuestra economía futuros shocks de las economías nos afectarían de mayor manera tanto en déficit como en términos de empleo”.
Finalmente, Antonio Pedraza ha hecho un resumen del informe del Observatorio y ha explicado las previsiones de este Observatorio para 2023, y ha manifestado que “nos espera un año difícil, con China resucitando y de nuevo subiendo el precio de las materias primas, redundando en la inflación de costes. Esto puede retrasar el control de la inflación por lo que el BCE seguirá alargando la subida de tipos y manteniendo un euro fuerte, que es la forma de compensar esa nueva subida de carburantes y materias primas cuyo comercio se nomina en dólares”.
Del informe del Observatorio Financiero y Claves Económicas relativo al tercer cuatrimestre de 2022, cabe resaltar lo siguiente:
Indicadores económicos
El año 2022 ha sido un año muy complejo a nivel mundial donde todas las previsiones han estado marcadas por un elevado grado de incertidumbre global por los riesgos geopolíticos de principios de año y la escalada alcista de la inflación, que hacían esperar un último trimestre de estancamiento o incluso de recesión que parece alejarse, al menos de momento. La economía española ha tenido un crecimiento positivo a final de tercer trimestre del 4,4% en tasa interanual y se espera un crecimiento superior al 5% a final de año. La inflación se ha conseguido moderar hasta el 5,7% en diciembre con un diferencial de 3,5 puntos menos que la eurozona (9,2%), siendo la tasa más baja.
El mercado de trabajo está respondiendo bien, con 285.000 parados menos a lo largo del año. La cifra de afiliados a la Seguridad Social está en cerca de los 20,3 millones, bajo los efectos de la reforma laboral, que está influyendo en una formalización mayor de contratos, pero con una parcialidad creciente.
El predecible crecimiento a diciembre 2022 de más del 5% interanual, debemos considerarlo como una excelente noticia, dado que no era predecible después del verano, cuando la recesión técnica era muy probable para el cuarto trimestre. Para obtener este crecimiento ha contribuido muy significativamente el auge de las exportaciones que supera el 40 por ciento del total de ingresos de la economía español, así como también ha contribuido, la evolución del mercado de trabajo con costes laborales moderados y el consumo de los hogares. En este escenario, las previsiones de la Comisión Financiera para 2023 son:
Cuentas financieras trimestrales y posición exterior
La economía española ha continuado desapalancándose en el tercer trimestre de 2022, reduciéndose la deuda bruta de los sectores no financieros respecto a finales de 2021 32,3 p.p (264,2% del PIB). Sin embargo, en términos nominales, la deuda pública en circulación sigue aumentando hasta superar los 1,5 billones de euros, un incremento de 28.431 millones en un trimestre y 76.561 millones con respecto al último ejercicio cerrado, 2021.
La riqueza financiera neta de los hogares en el tercer trimestre ha sido un 1,1% menos que el año anterior, debido a la reducción del 0,5% de los activos financieros a consecuencia de la caída del valor de los instrumentos financieros como deuda, acciones y fondos de inversión.
Según datos publicados en octubre, la capacidad de financiación de la economía española frente al resto del mundo disminuyó en 1.667 millones respecto al trimestre anterior, explicado en gran medida, por la caída del saldo de hogares, más de 18.000 millones en un trimestre. La tasa de ahorro de los hogares se situó en el 5,7% de la renta disponible en el tercer trimestre, frente al 12,9% del trimestre anterior.
Tipos de cambio y cotizaciones materias primas, petróleo e índices bursátiles
2022 ha sido un año horrible para la mayoría de activos y mercados, aunque el último cuatrimestre ha supuesto una recuperación de las caídas que se estaban registrando en términos interanuales en los principales mercados financieros. Ha contribuido positivamente la mejora de expectativas económicas y de beneficios empresariales en la última parte del año con perspectiva de 2023, así como la recuperación de la paridad del euro contra el dólar.
Los precios de las materias primas, tras el pico alcanzado tras la invasión rusa de Ucrania, se han destensado. El precio del barril de Brent ha acumulado una caída en el año del 9,2% y las materias primas no energéticas un 2,2% mientras que los alimentos han tenido una subida del 3,8%.
El oro continúa su tendencia alcista. En el conjunto del año ha subido un 2,6% situándose por encima de los 1.800 dólares por onza troy.
Tipos de interés en los mercados interbancarios y en los mercados de deuda
Las cuatro subidas de tipos de interés durante la segunda mitad del año han provocado una fuerte reacción en los mercados monetarios, provocando la normalización de todos los tramos del mercado interbancario europeo. El Euribor a 12 meses, que afecta fundamentalmente al pago de hipotecas, continúa una tendencia fuertemente alcista, y hacia una convergencia a medio plazo hacia el nivel terminal de los tipos de interés en la Eurozona.
En el mercado español, la rentabilidad del bono a diez años ha aumentado 268 puntos básicos con respecto al cierre de 2021, siendo el diferencial España-Alemania de 100 p.b. El aumento de la prima de riesgo ha sido más intenso en Italia, Grecia y Austria, por este orden.
El indicador de estrés de los mercados financieros españoles elaborado por la CNMV se ha moderado hasta 0,453, siendo el segmento de renta fija el de mayor estrés dado que es donde se ha concentrado la mayor parte de la volatilidad.
Indicadores de política monetaria
Conforme la inflación sigue en cotas muy altas con respecto al objetivo de política monetaria, el BCE continúa la subida de los tipos de interés oficiales hasta que se consiga controlar la inflación. En la última reunión se volvieron a subir los tipos hasta colocarlos en el 2,5%, situando la facilidad marginal de crédito se sitúa en el 2,75% y la facilidad marginal de depósito en el 2%. Son muy posibles nuevas subidas de tipos de interés –principalmente por el retraso en el control definitivo de la inflación y el intento de mantener un euro fuerte– al menos de medio punto si no cambian las condiciones vigentes.
El agregado monetario amplio M3 en la Eurozona y el M3 de España han ralentizado su crecimiento hasta noviembre, 4,8% y 4,1% respectivamente, más de dos puntos menos que a cierre de 2021.Por el contrario, la tasa de crecimiento interanual de los préstamos al sector privado en la Eurozona fue del 5,0% en noviembre, 1,6 pp más que a cierre de 2021, debido fundamentalmente al incremento de los préstamos concedidos a las sociedades no financieras.
La normalización monetaria en la Eurozona no está produciendo una restricción de crédito relevante al sector privado, al menos por el momento.
El balance consolidado del Banco de España se ha reducido desde los 878 m millones de euros en 2021 hasta los 520 mil millones de euros al cierre de 2022. Por su parte, el balance consolidado del eurosistema también se ha reducido desde los 6,16 billones de euros a 2,33 billones entre diciembre de 2021 y diciembre de 2022.
Crédito y otros indicadores de las entidades financieras
La desaceleración económica está empezando a dar señales desde el punto de vista de la calidad crediticia y el propio volumen de concesión de crédito, aunque la subida de tipos de interés ha reducido la demanda de nuevos créditos. Después de varios meses de incrementos del saldo positivo de operaciones nuevas frente a amortizaciones, ahora se está estabilizando el saldo vivo de crédito.
Se está constatando un comportamiento positivo de la tasa de dudosidad, que es uno de los aspectos más favorables de la coyuntura actual frente a otras crisis pasadas.
El ajuste bancario continúa especialmente en el número de oficinas y empleados. En el primer caso, el descenso es de 1.202 oficinas y el número de entidades se ha reducido en 2, hasta 192.
Otros indicadores
Del análisis conjunto de los indicadores adelantados podemos concluir que en este cuatrimestre se ha producido un cierto estancamiento, sin llegar a la recesión que se podía prever en el cuatrimestre anterior, como puede inferirse del Economic Sentiment Index nacional que continúa en 98,4, o de los PMI que se mantienen por debajo de 50 puntos en los últimos tres meses.
En el plano internacional, el Economic Sentiment Index de la zona euro, después de caer a 93 puntos repunta levemente en diciembre, mientras que, el Baltic Dry Index, pese a subir hasta los 1.700 puntos durante el cuatrimestre, no se desliga de la tendencia global a la baja.
El índice de materias primas Dow Jones Commodity Index (DJCI) comenzaba el cuatrimestre con una corrección a la baja de casi 70 puntos para en los meses siguientes aumentar de nuevo hasta los 1.048 puntos de diciembre. Si comparamos estas cifras en un horizonte temporal amplio, –desde 2011 con la creación del índice-, el índice sigue situándose en cifras elevadas frente a la media histórica que se encontraría cerca de los 700 puntos. No obstante, hay que resaltar que desde los máximos del índice, que tuvieron lugar en mayo de 2022 con 1.230 puntos, la caída en términos relativos es de aproximadamente un 15% en 7 meses, hecho destacable dentro del contexto de desaceleración económica global.
Claves económicas del cuatrimestre
Las importaciones y las exportaciones han aumentado en términos globales de manera más acelerada que tras la crisis de 2008. El precio ha sido un factor clave a la hora de definir la variación nominal de las mercancías negociadas con el exterior. España es, en el primer semestre de 2022, el segundo país líder, después de Italia, en el incremento de importaciones (40,7%), motivado esencialmente por la dependencia energética del exterior. También España ha sido el país en el que más se han incrementado porcentualmente las exportaciones en comparación con los otros países observados. Se consolida la posición importadora neta de bienes de nuestro país ante un crecimiento más rápido de las importaciones que de las exportaciones. Sin embargo, el sector exterior de servicios no solo no se ha visto dañado, sino favorecido, consiguiendo mantener el superávit externo.
A nivel agregado, España aún no ha conseguido recuperar los niveles de PIB real de 2019, los precios se han incrementado desde entonces cerca de un 12% acumulado para el cierre de 2022 y esto, a su vez, explicaría una parte del aumento de la cifra de negocios que eleva la tasa de variación interanual de septiembre al 31,1%. El empleo por su parte denota cierta mejoría, aunque las horas trabajadas efectivas semanales, desde el 3T 2019 al 3T 2022, únicamente han aumentado un 0,85%. De manera sectorizada:
Sector primario: único sector agregado que aumenta su PIB sectorial respecto a 2019. También se produce un crecimiento de los precios como demuestra el último dato disponible del Índice General de Precios Percibidos Agrarios, en máximos de toda la serie 2019-2022. El empleo en este sector cae, al igual que el peso de empleados sobre el total de ocupados de España, pasando en el periodo examinado del 3,8% al 3,5%. Sector industrial (+ construcción): su PIB en el 3T 2022 se encuentra un 5,28% por debajo de la cifra del mismo trimestre de 2019, siendo un -12,24% en el caso de la construcción. Los precios industriales también recogen una apreciación fuerte. La cifra de negocios recoge esta sensibilidad al precio, causando aumentos destacables respecto a 2019. El empleo de este sector no ha experimentado ningún cambio sustancial. Respecto al total nacional, la industria representa el 14,2% de los empleados, y la construcción el 6,7%.
Sector servicios: en el tercer trimestre de 2022 el PIB real sectorizado todavía está un 0,54% por debajo de 2019. La desagregación en subíndices de este sector demuestra cierta escalada de precios, aunque el comportamiento resulta dispar entre los subsectores. La cifra de negocios también crece hasta los 150 puntos del índice, sin apreciarse por el momento tendencia a la baja. En cuanto a empleo, el sector servicios ha sido el más dinámico, con aumento del 4,23% en el número de empleados y un incremento de su importancia relativa sobre el total de ocupados desde el 75,2% en 2019 hasta el 76,3% de 2022.
Por su importancia, destacan los datos del sector turístico: la ocupación hotelera está prácticamente a niveles de 2019; los ingresos se sitúan por encima de los de hace dos años en cuanto a media por turista. No obstante, consideran que estos incrementos en el ADR y RevPAR nacional se deben al factor precio más que al número de camas, pues no se observa incremento en la capacidad del sector.
Puede acceder a la grabación de la rueda de prensa del Observatorio Financiero y el Consejo de Economistas a través de este link.
Adecco Learning & Consulting, la consultora de estrategia y transformación de organizaciones del Grupo Adecco, presenta la primera edición de su Informe en materia de Igualdad de Mujeres y Hombres.
A través de su área especializada en igualdad y diversidad, se han analizado a fondo los Planes de Igualdad de más de 300 empresas de todo el territorio español (más de 95.000 puestos de trabajo) realizados en los últimos dos años. El objetivo de este estudio es obtener información real sobre el grado de cumplimiento legislativo y la profesionalización derivada de las políticas de igualdad en base a la segregación vertical e infrarrepresentación femenina, los métodos de selección, la formación, la evaluación del desempeño, la promoción y el desarrollo, la brecha salarial, las políticas retributivas propias, los planes de comunicación internos o los protocolos de prevención frente al acoso.
Los planes de igualdad, obligatorios para todas las organizaciones de más de 50 personas, suponen diagnósticos detallados de los procesos internos de gestión de personas y dan una valiosa información para la mejora continua desde una perspectiva de género. La legislación en esta materia ha prestado especial atención al ámbito laboral o profesional a través de la mejora en la gestión de las personas en las empresas y organizaciones contando como estrategia por excelencia con el diseño e implantación de planes de igualdad.
En palabras de Elena Martín, responsable de Igualdad y Diversidad de Adecco Learning & Consulting, “los numerosos avances propuestos encontraron su desarrollo en los Reales Decretos de Planes de Igualdad e igualdad retributiva. Al ser posicionados como equivalentes a los convenios colectivos, su alcance es incluso mayor jugando la parte social un papel crucial en las mesas negociadoras. Las comisiones creadas de forma paritaria están alcanzando acuerdos que no solamente permiten detectar y actuar ante posibles discriminaciones, sino captar el talento bajo criterios que garanticen las mismas posibilidades de desarrollo profesional. Tener un Plan de Igualdad no es un trámite. Requiere alcanzar acuerdos, establecer compromisos, calcular recursos y diseñar una estrategia”.
El Informe en materia de Igualdad de Mujeres y Hombres de Adecco Learning & Consulting se ha realizado sobre una muestra de 236 empresas de menos de 50 empleados, entre 50 y 100, entre 100 y 150, entre 150 y 250, y de más de 250. Las compañías pertenecen al sector industrial, de alimentación, logística y distribución, administración y finanzas, TIC, farmacia y otros.
Política retributiva: la brecha salarial
La brecha salarial es uno de los principales factores relacionados con la desigualdad laboral entre hombres y mujeres. De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas, es el porcentaje resultante de dividir dos cantidades; la diferencia entre el salario de los hombres y las mujeres entre el salario de los hombres.
La causa de esa diferencia salarial es múltiple. Por ejemplo, la menor ocupación por parte de las mujeres en puestos directivos, un mayor porcentaje de mujeres que trabajan en sectores peor remunerados, su alta representación en puestos a tiempo parcial o la maternidad, siendo este último un factor clave.
Según datos del Parlamento Europeo (2021), las mujeres que trabajan en la Unión Europea ganan un 14% menos por hora de media que los hombres.
Pero el Informe de Igualdad de Adecco Learning & Consulting revela que existen diferencias salariales entre hombres y mujeres, a nivel general y con independencia del puesto. Así, los hombres ganan un 11,82% más de media al año que las mujeres. El salario medio en mujeres es de 31.259 euros al año y el de los hombres de 36.832 euros al año.
El 19,7% de las empresas analizadas cuentan con una brecha salarial superior al 25%. Este dato es importante por venir expresamente reflejado en la legislación española: en su artículo 28.3., el Estatuto de los Trabajadores indica que cuando se supera este porcentaje del 25% debe incluirse una justificación de que dicha diferencia responde a motivos no relacionados con el sexo de las personas trabajadoras. Ahora bien, es necesario el análisis en detalle realizado en las auditorías retributivas, donde la finalidad es detectar esta posible discriminación por razón de sexo, ya que en igualdad de condiciones y en puestos de igual valor no debe existir diferencia entre el salario percibido entre hombres y mujeres.
A nivel sectorial, la mayor brecha salarial está en la industria de la alimentación: comercialización y distribución (34,9%), seguido de la industria química (23%).
En el otro lado de la moneda, está el sector transporte y almacenamiento con la menor brecha salarial, de un 4,29% y el comercio al por mayor (6,04%).