Activos privados y gestores de patrimonios: ¿por qué, y por qué ahora?

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Foto cedidaJames Ellison, responsable de Data Insights de Activos Privados en Schroders Capital

Los gestores de patrimonios están destinando más capital de sus clientes a activos privados. Analizamos las razones por las que muchos lo están haciendo, y concretamente por qué lo hacen ahora. Desde hace tiempo, los gestores de patrimonios de clientes privados disponen de argumentos sólidos para asignar capital a activos privados. Por ejemplo, en 2021, cuatro de cada cinco gestores de patrimonios del Reino Unido habían invertido una parte del dinero de sus clientes en activos privados.

Estas asignaciones suelen hacerse en busca de una mayor rentabilidad y diversificación, argumentos que los datos históricos siguen respaldando. Pero otros factores, como la aparición de nuevos vehículos de inversión en activos privados y la disminución del número de empresas que cotizan en bolsa, también están impulsando la tendencia.

Los inversores también están observando cómo cambia el panorama de la inversión y evaluando la resistencia de las carteras a un entorno muy cambiante. De los grandes temas que se están desarrollando -como la inteligencia artificial y la transición hacia las energías renovables-, muchos requieren el respaldo del capital privado.

¿Hasta qué punto son sólidos los argumentos de rentabilidad y diversificación?

La rentabilidad histórica de numerosas clases de activos privados se compara favorablemente con la de inversiones líquidas, como la renta variable y la renta fija tradicionales, en horizontes de inversión más largos.

Los mercados privados también tienen un historial de comportamiento diferente al de los mercados líquidos.

Medir cómo se mueven las distintas inversiones entre sí -la correlación- es crucial para crear una diversificación significativa. Una vez más, los datos indican que los activos privados pueden contribuir a la diversificación de las carteras.

¿Qué significan las cifras?

Una correlación de 1,0 (técnicamente, el «coeficiente de correlación») significa que dos activos se mueven exactamente igual. Los números más pequeños indican una correlación más baja. Las inversiones en mercados privados ofrecen una forma atractiva de diversificar una cartera. La correlación entre las clases de activos privados y los mercados públicos es menor, como muestra la tabla. Esto les permite ofrecer ventajas de diversificación al moverse con independencia de los mercados públicos.

Además de comportarse de forma diferente a los mercados públicos, tienden a comportarse de forma diferente entre sí; unas carteras de activos privados bien equilibradas pueden ayudar a mitigar el riesgo. Además, la propia estrategia de inversión puede crear una mayor diversificación, como invertir en el tramo medio-bajo del Private Equity (capital privado)».

Los nuevos vehículos de inversión ofrecen a los gestores de patrimonios y a sus clientes una exposición a los activos privados de tipo institucional. Lo anterior explica los atractivos conocidos de los activos privados tanto para los asesores como para sus clientes. Pero, ¿qué hay del por qué ahora? ¿Qué ha cambiado? Incluso para los que ya tienen asignaciones a mercados privados, la proporción global de la cartera sigue siendo baja. Según la Investment Association, las inversiones en mercados privados representaban una media del 5% de los activos gestionados por los gestores de patrimonios del Reino Unido en 2021. En comparación, nuestro propio análisis indica que los inversores institucionales habían asignado el 14% de su cartera a activos privados ese mismo año.

Esta discrepancia se debe en parte a que los inversores institucionales han tenido acceso a una gama mucho más amplia de soluciones, estructuras y gestores de activos privados. En cambio, las opciones para los inversores particulares, asesorados o no, han sido limitadas.

Los mercados públicos ofrecen cada vez menos oportunidades de acceder a inversiones de crecimiento

Mientras que el acceso a los mercados privados ha mejorado, las opciones en los mercados públicos han seguido reduciéndose. El número de empresas que cotizan en bolsa lleva años disminuyendo en los principales mercados de todo el mundo. En 1996 había más de 2.700 empresas en el mercado principal de la Bolsa de Londres. A finales de 2022 se habían reducido a 1.100, un 60%. El número de empresas que cotizan en el Reino Unido ha caído casi un 75% desde los años sesenta. Alemania ha perdido más del 40% de sus empresas públicas desde 2007 y Estados Unidos ha experimentado una caída del 40% desde 1996.

Uno de los efectos más sorprendentes de este declive es que el mercado de valores ofrece ahora exposición a una proporción cada vez menor del universo empresarial. Los ahorradores ordinarios se ven privados en gran medida de la oportunidad de invertir directamente en el resto.

Los inversores que se centran únicamente en el mercado bursátil se están perdiendo una parte importante y creciente de la economía mundial. Siempre que puedan, los inversores tendrán que explorar opciones de activos privados para captar el creciente universo invertible privado.

Una tribuna de James Ellison, responsable de Data Insights de Activos Privados en Schroders Capital.

Commodities: el gran ganador en las estrategias multiactivo tras un primer trimestre de rally

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En opinión de Robeco, el inicio del 2024 ha sido notable en los mercados financieros, marcando ganancias trimestrales consecutivas en acciones que superan el 10%, una tendencia, en su opinión, no vista en una década. Según la gestora, este «rally de todo» se ha extendido incluso a los bonos gubernamentales, a pesar de señales de una economía en aceleración, como un sector manufacturero mostrando signos de vida y múltiples mercados alcanzando máximos históricos. 

A su vez, destacan que las commodities han destacado como los mejores intérpretes, impulsados por una fuerte demanda y problemas de suministro, incluyendo recortes de la OPEP y riesgos en el transporte. “Sorprendentemente, el oro ha alcanzado máximos históricos, desvinculándose de su correlación negativa con las tasas de interés reales, posiblemente debido a la demanda de bancos centrales en un contexto geopolítico incierto”, comentan. 

El consenso del mercado apunta a un panorama optimista, con una mejora económica global y la creencia de que Estados Unidos evitará un aterrizaje duro. Sin embargo, Robeco advierte que hay quienes, a pesar de respetar el impulso actual, mantienen cierta cautela, considerando que las condiciones monetarias no pueden mantenerse laxas en un entorno de aceleración económica. “A pesar de la positividad generalizada, indicadores como el sector manufacturero que aún no muestra una recuperación completa, sugieren que las perspectivas podrían ser menos optimistas de lo que reflejan los precios”, afirman.

En este contexto, Robeco apunta que las estrategias de inversión han evolucionado para capitalizar en las oportunidades emergentes. “Se ha observado una realineación de expectativas en commodities y otras clases de activos, con un enfoque particular en el petróleo debido a las crecientes tensiones en Medio Oriente y los recortes en la producción. Además, las primas en bonos han disminuido, lo que ha llevado a un cambio de enfoque hacia los rendimientos soberanos y el crédito a corto plazo, considerando los rendimientos nominales frente al riesgo crediticio”, afirman desde la gestora.  

A esto se suma, en su opinión, que el panorama cambiario también ha experimentado ajustes significativos, con el Banco Nacional Suizo liderando recortes de tasas, lo que ha llevado a cambios en las posiciones de financiamiento de divisas. En este sentido, afirma, “se ha transitado del dólar estadounidense al franco suizo, fortaleciendo ciertas posiciones”.

Una conclusión sobre el primer trimestre del año que lanza Robeco es que dentro de los activos múltiples sostenibles, se ha aumentado la exposición a commodities, incluyendo metales industriales como el cobre. “Esta decisión se sustenta en tres razones principales. Primero, el despertar del ciclo mundial de fabricación ha mejorado el potencial de retorno riesgo/recompensa en commodities. Segundo, se observa una desaceleración de la desinflación, lo que aumenta el atractivo de los commodities como cobertura contra la inflación. Y tercero, se espera una mejora en la narrativa bottom-up debido a presiones persistentes en el lado de la oferta en varios mercados de commodities”, explica. 

En su opinión, si bien los indicadores muestran signos alentadores de una recuperación en el ciclo de fabricación global, especialmente evidenciado por el PMI global de fabricación y el ISM de Estados Unidos, los mercados de commodities aún no reflejan plenamente esta tendencia. “Esto sugiere que los commodities podrían ofrecer un margen de beneficio más amplio en comparación con las acciones en caso de una recuperación sólida en la producción industrial, mientras que el riesgo a la baja parece más limitado si la recuperación resulta ser transitoria”, añaden. 

Por último, aunque las perspectivas de Robeco de un escenario de «sin aterrizaje» son prominentes en el corto plazo, persiste el riesgo de una recesión técnica en Estados Unidos a largo plazo. “Indicadores como el desempleo señalan hacia posibles desafíos en los próximos meses, lo que podría impactar negativamente en el consumo y el sentimiento del consumidor, especialmente en un año electoral en Estados Unidos”, concluyen desde Robeco.

La próxima década debería ser testigo de un cambio en el atractivo relativo de las distintas clases de activos

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Ya plantados en el segundo trimestre del año, las gestoras recalibran algunas de sus perspectivas. Por ejemplo, desde Amundi consideran que, en los próximos 10 años, podríamos ver un mayor crecimiento y una menor inflación en comparación con sus previsiones a largo plazo de 2023, debido en parte a los aumentos de productividad derivados de la adopción de la Inteligencia Artificial (IA).

Esta es solo una de las conclusiones que ha presentado en su informe Capital Market Assumption, que ofrece a los inversores previsiones actualizadas sobre 40 clases de activos, con la incorporación este año de la renta variable de mercados emergentes excluyendo China.  Según explica la gestora, sus nuevas hipótesis macroeconómicas tienen en cuenta los cambios en las trayectorias de la transición energética y el impacto de la IA en el crecimiento de la productividad, y son la base de una asignación estratégica de activos que apunta a cambios importantes en las expectativas de riesgo-rentabilidad y en el papel de las distintas clases de activos en la construcción de carteras.

«La próxima década debería ser testigo de un cambio en el atractivo relativo de las distintas clases de activos. Los bonos son el pilar y su atractivo renovado se extiende a los mercados emergentes. La renta variable de los mercados emergentes también debería verse favorecida, en particular la india. La renta variable europea también debería recuperar cierto atractivo», apunta Vincent Mortier, director de Inversiones del Grupo Amundi. 

Por su parte, Monica Defend, directora del Amundi Investment Institute, señala que el cambio climático, la transición energética y la geopolítica probablemente impulsarán a los países hacia sendas de crecimiento distintas. «Pueden surgir nuevos ganadores, mientras que los bancos centrales tendrán que gestionar un delicado equilibrio, manteniendo la estabilidad de los precios y costes del servicio de la deuda asequibles para financiar la transición», afirma Defend. 

Escenario central para 2024

En comparación con la edición del año pasado, la gestora ha revisado su escenario central de 2024 para reflejar la evolución del cambio climático, las tensiones geopolíticas y el posible impacto a largo plazo de la IA en la economía global. «Nuestro escenario central de 2024 tiene en cuenta una mayor probabilidad de retrasos en las políticas climáticas y una reducción de las perspectivas de alcanzar el objetivo de 1,5-2°C en 2050», indica su informe. 

Según explica, estos ajustes tienen importantes implicaciones macroeconómicas para la próxima década, con unos riesgos generales de transición más bajos y unos riesgos físicos más altos, ya que los costes se están repartiendo a lo largo de un periodo de tiempo más largo. En este sentido, según la gestora, los bancos centrales tendrán que reconciliar los objetivos de política monetaria, los elevados niveles de deuda y la necesidad de yields a largo plazo relativamente bajos para financiar la transición.  También pone el foco en la inflación: «Nuestras previsiones de inflación a corto plazo se mantienen por encima de los objetivos de los bancos centrales, pero se han recortado con respecto al año pasado porque los costes de la transición energética se extienden a lo largo de un período de tiempo más largo. A medio y largo plazo, el aumento de la productividad impulsado por la IA, junto con reducciones de costes más generales, arrastrarán la inflación hacia los objetivos de los bancos centrales».

Por el contrario, añade que los niveles de crecimiento a 10 años de los mercados desarrollados se revisan al alza debido al retraso de las políticas climáticas y a algunos efectos positivos derivados de la adopción de la IA. Suponemos que esta adopción será gradual, dada la necesidad de evaluar los costes sociales y energéticos de la IA. Amundi estima que hacia 2050 el aumento de los riesgos físicos derivados de los fenómenos meteorológicos extremos y la disminución de los efectos de la IA deberían reducir el crecimiento. «El crecimiento anual de los mercados emergentes será de media un 2,3% superior al de los mercados desarrollados entre 2024 y 2033. Esta ventaja de crecimiento disminuirá en las dos décadas siguientes, ya que el camino hacia el net zero parece más difícil para muchos mercados emergentes. Sin embargo, también vemos que algunos países emergentes, concretamente los ricos en minerales críticos como Chile e Indonesia, se benefician de la transición», añade.

Por último, la gestora comenta que un impuesto sobre el carbono tendría un impacto significativo en el crecimiento y la inflación, afectando especialmente a los mercados emergentes y a los hogares de renta baja. Una transición justa es la base de la fiscalidad del carbono.

Asignación estratégica

La gestora explica que los resultados previstos a 10 años son, de media, serán ligeramente inferiores a las expectativas del año pasado, pero observan un cambio en las preferencias relativas por clases de activos. Según su opinión los menores retornos previstos y la mayor volatilidad también tendrán importantes implicaciones en términos de asignación estratégica de activos. La gestora observa varias tendencias. En primer lugar, una reordenación de los perfiles de las clases de activos. «Tras la fuerte recuperación del año pasado, la visión a largo plazo sobre los bonos de alta calidad crediticia sigue siendo positiva. La deuda de mercados emergentes, los hedge funds y la deuda privada son las clases de activos que ofrecen el potencial de rentabilidad más atractivo con un riesgo moderado», apunta el informe.

Además, en sus conclusiones indica que entre la renta variable de los mercados desarrollados, el mercado estadounidense debería quedar rezagado en general (5,6% de rentabilidad prevista anualizada para los próximos 10 años), debido a las altas valoraciones, mientras que la renta variable Pacífico excluyendo a Japón y la europea podrían ofrecer mejores resultados (en torno al 6,5%). «La renta variable india, los mercados emergentes excluyendo a China y el capital riesgo destacan como las clases de activos con mayor potencial de rentabilidad (por encima del 7%). Se espera que los sectores ganadores a escala global sean la sanidad, los servicios informáticos y de comunicaciones y el sector financiero», apuntan.

También creen que se producirá una asignación estratégica de activos más diversificada. En este sentido, defiende que las carteras tendrán que diversificarse aún más para hacer frente a la mayor volatilidad prevista en los activos de riesgo y aumentar el potencial de rentabilidad. «Seguimos considerando la renta fija como un motor clave de las carteras, en particular los activos de alta calidad. La mayor volatilidad de la renta variable obligará a los inversores a buscar fuentes adicionales de diversificación, como la deuda de los mercados emergentes», matiza.

En último lugar, la gestora apunta en su informe, que no se perderá el foco en los activos reales y alternativos. «Estos activos contribuirán a mejorar los perfiles de riesgo-rentabilidad a largo plazo de las carteras y merecen una asignación en torno al 20%. Los hedge funds y la deuda privada son los preferidos de los inversores que desean un riesgo moderado, mientras que el capital riesgo es para inversores con mayor apetito por el riesgo. Las infraestructuras son un buen diversificador que podría beneficiarse de importantes inversiones destinadas a la mitigación y adaptación al cambio climático», concluyen.

Inflación estadounidense: descifrando las tendencias en un ciclo de tipos cambiantes

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¿Qué está sucediendo con la inflación en EE.UU.? Un tercer dato alto del índice de precios al consumidor (IPC) ha retrasado aún más las expectativas de recorte de tipos, e incluso ha planteado la posibilidad de un aumento. Desde la estimación de seis o siete recortes de tipos al comienzo del año, ahora los mercados esperan solo uno o dos en 2024. Esta situación pone más presión sobre las decisiones que tome la Reserva Federal de EE.UU. de aquí a final de año. 

Samy Chaar, economista jefe de Lombard Odier, explica que la persistente inflación en servicios está alimentando preocupaciones de que la cifra del IPC general se haya estancado un punto porcentual por encima del objetivo. Además, la inflación en servicios «core» se aceleró nuevamente en marzo. «Algunas tendencias en las recientes cifras del IPC podrían indicar una normalización que se ha demorado debido a los impactos de la era pandémica. Los costes de la vivienda tardaron en aumentar en las medidas oficiales de inflación después de que los alquileres para nuevos inquilinos se dispararan durante la pandemia. Ahora que la inflación de los alquileres para nuevos inquilinos ha caído bruscamente, es posible que el cambio esté tardando nuevamente en reflejarse en los índices oficiales de inflación. Los precios de los automóviles también aumentaron considerablemente debido a la dificultad para obtener piezas durante y después de la pandemia. Ahora, los costes de los servicios relacionados con los automóviles, incluido el seguro, podrían estar simplemente poniéndose al día», argumenta. 

Mientras tanto, apunta que muchos otros componentes importantes de la inflación en Estados Unidos, incluidos los alimentos, están cayendo, y los precios de los bienes están firmemente en territorio deflacionario:  El IPC también se destaca entre las medidas de inflación en Estados Unidos; y el Índice de Precios al Productor (IPP) de marzo se situó ligeramente por debajo de las expectativas. Además, los datos recientes del gasto en consumo personal (PCE), que es el índice preferido por la Reserva Federal (Fed), también han estado alrededor de un punto porcentual completo por debajo del IPC, tanto en términos generales como en su núcleo.

En opinión del experto de Lombard Odier, una medida crucial que vigilan los bancos centrales de los mercados desarrollados es la inflación vinculada a los salarios. «En este ámbito se observa una normalización en curso. Aunque el mercado laboral estadounidense sigue siendo muy fuerte -con la creación de muchos nuevos puestos de trabajo y una tasa de desempleo baja-, se está reequilibrando. Los ingresos medios por hora están disminuyendo y el número de personas que abandonan su empleo se mantiene ligeramente por debajo de las medias anteriores a la pandemia. La población activa crece y la productividad aumenta. Los cuatro indicadores del crecimiento salarial en EE.UU. muestran que está cayendo a una horquilla del 3-4%. Este nivel es coherente con una inflación general en torno al objetivo del 2% de la Fed», comenta. 

¿Una segunda oleada de inflación?

Sobre si veremos o no una segunda oleada de inflación, apunta que por el lado de la demanda, esto requeriría un impulso persistente del crecimiento fiscal o salarial. «Este último se está ralentizando, y es improbable que el primero alcance las cotas de los paquetes de ayuda e iniciativas de la era de la pandemia, como la Ley de Reducción de la Inflación, la Ley de Chips y Ciencia, la Ley de Inversión en Infraestructuras y Empleo y la Ley del Plan de Rescate Americano», matiza. 

Y por el lado de la oferta, no puede descarta otra perturbación, vinculada quizá a riesgos geopolíticos. «Más allá de un escenario de alto riesgo de una escalada militar más amplia en Oriente Medio, vemos dos canales obvios para que estos riesgos afecten a la inflación: una presión al alza sobre los precios de la energía y nuevas interrupciones o desvíos en las cadenas de suministro mundiales. En cuanto a la primera, observamos que la importante capacidad de producción de petróleo excedentaria de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, y la capacidad más limitada de Estados Unidos, podrían desplegarse para compensar cualquier perturbación a corto plazo de los precios del petróleo. Ya hemos analizado aquí escenarios de riesgo geopolítico para los precios del petróleo», argumenta.

También observa que las cadenas de suministro mundiales ya se están rediseñando de forma que reflejen los imperativos nacionales de reducir riesgos, asegurar los suministros y comerciar e invertir con los aliados. Y señala: «En Oriente Medio hay tres grandes puntos de estrangulamiento para el comercio mundial: el estrecho de Ormuz, el canal de Suez y el estrecho de Bab al-Mandeb. Aunque históricamente los conflictos en la región han tenido pocas implicaciones para los inversores mundiales, una escalada importante que atraiga a potencias de fuera de Oriente Medio sigue siendo un riesgo significativo. Sin embargo, la prolongación de los conflictos existentes y la «lógica de bloques» siguen siendo nuestra hipótesis de trabajo»

Y aunque las actuales subidas de los precios de la energía acaparan los titulares, a menos que un repunte en este sentido haga descarrilar las expectativas de inflación futura de los consumidores (que por ahora son relativamente estables), considera que la Fed  no se inclinará a reaccionar. «Aunque seguimos atentos a los indicios de una interrupción importante de la oferta o de una reaceleración del mercado laboral, ninguno de ellos constituye nuestro caso base», advierte. 

Los tipos bajarán en el segundo semestre

En su opinión, la sólida demanda de la economía estadounidense puede significar una mayor inflación de los servicios durante más tiempo. También reduce la urgencia de que la Fed recorte los tipos. «Seguimos viendo que la inflación subyacente del IPC caerá a una media del 2,7% en 2024, lo que permite cierta relajación monetaria este año. Esperamos hasta tres recortes de 25 puntos básicos (pb) en 2024, en función de los datos que vayan llegando, no sólo de la inflación, sino también de la fortaleza de los mercados laboral e inmobiliario, con la vista puesta también en cualquier indicio de tensiones en el sector financiero. En la medida de lo posible, la Fed querrá evitar recortar los tipos inmediatamente antes de las elecciones presidenciales, por temor a verse arrastrada a discusiones políticas. Esto podría abogar por un primer recorte en julio si los datos son favorables», argumenta. 

Excepcionalismo estadounidense

Mientras tanto, EE.UU. es en gran medida el caso atípico entre las tendencias inflacionistas mundiales. El experto advierte de que la inflación mundial ha sido inferior a las expectativas este año y explica que se ha normalizado gradualmente a medida que la economía mundial se recuperaba de una serie de perturbaciones, desde las interrupciones de la cadena de suministro hasta la subida de los precios de la energía tras la invasión rusa de Ucrania. Las tendencias en EE.UU. han reflejado las del resto del mundo, pero a diferencia de otros países, la inflación también ha aumentado debido a las presiones sobre los precios impulsadas por la demanda. El Gobierno estadounidense prestó más apoyo financiero a los hogares, lo que se tradujo en un mayor gasto de los consumidores.

Según su análisis, en Europa, los argumentos a favor de recortar los tipos parecen más sólidos que en Estados Unidos. En su reunión de marzo, el Banco Central Europeo (BCE) preparó el terreno para una bajada de tipos en junio. En marzo, la inflación de la zona euro  se situó en el 2,4%, por debajo de las expectativas. El crecimiento está muy por debajo de la tendencia y el sector manufacturero del continente sigue luchando mientras Estados Unidos se recupera. Los bancos de la Eurozona desempeñan un papel más importante en la concesión de préstamos a las empresas que en EE.UU., y las encuestas muestran que las condiciones para la concesión de préstamos siguen siendo restrictivas y que la demanda de crédito está cayendo. 

En el Reino Unido, también espera que el Banco de Inglaterra recorte los tipos en junio. Aunque la inflación de los servicios sigue siendo superior a la de EE.UU., en parte impulsada por el endurecimiento del mercado laboral y el menor crecimiento de la productividad, está bajando, junto con la inflación general. La economía también está débil. Mientras tanto, en Suiza, que ya ha iniciado su ciclo de relajación, la inflación está cayendo rápidamente, y esperamos un segundo recorte de 50 puntos básicos en junio.

Inclinarse por el dólar

Ahora bien, qué significan los cambios en la dinámica de la inflación y los tipos para nuestro posicionamiento de inversión. «Reiteramos el argumento de que los inversores se aseguren rendimientos atractivos en bonos soberanos de alta calidad, incluidos los de EE.UU. (que subieron tras el informe del IPC), la zona del euro y el Reino Unido. Mantenemos la renta variable en niveles estratégicos, ya que sopesamos la mejora de la economía y los recortes de tipos frente al sentimiento muy positivo de los inversores, las valoraciones plenas y el riesgo de volatilidad y correcciones futuras vinculadas a los acontecimientos en Oriente Medio», afirma Chaar. 

En este sentido, su prolongada sobreponderación del dólar en las carteras se ha basado en los mejores resultados del crecimiento estadounidense y en la ventaja de rendimiento del dólar. «Esta última sólo se ampliará si la Fed se convierte en el segundo en Inter n a l mover ficha frente a los bancos centrales del otro lado del Atlántico. Entretanto, una sobreponderación del dólar también sirve como cobertura útil contra una inflación estadounidense más alta y prolongada y unos riesgos geopolíticos muy elevados», concluye. 

DWS propone a Oliver Behrens como nuevo presidente del Consejo de Supervisión

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Foto cedidaOliver Behrens, previsiblemente será el nuevo presidente del Consejo de Supervisión de DWS a partir de junio.

Como se comunicó en noviembre de 2023, la compañía propone a Oliver Behrens para su elección como presidente del Consejo de supervisión, en la Junta General Anual del 6 de junio de 2024. Según explica la gestora está previsto que sea el nuevo presidente de este organismo en sustitución de Karl von Rohr, quien en abril de 2023 comunicó su intención de abandonar el cargo de presidente tras seis años de servicio, pero quien sí permanecerá como representante de Deutsche Bank en el Consejo de Supervisión de la firma de inversión. 

En su nueva función como presidente, Behrens también pasará a ser miembro del Comité Conjunto formado por miembros delegados del Consejo de Supervisión y el accionariado que preside James von Moltke, presidente y director financiero de Deutsche Bank. Tras considerar detenidamente, tanto el tamaño como la independencia del Consejo de Supervisión de DWS, así como la directriz general del Deutsche Bank de reducir gradualmente la representación del Consejo de Dirección de Deutsche Bank en los consejos de las filiales, von Moltke, que asumió la responsabilidad de la gestión de activos en el Consejo de Dirección de Deutsche Bank en 2023, ha decidido retirar su candidatura como miembro del Consejo de Supervisión.

Al mismo tiempo, Bernd Leukert, miembro del Consejo de Administración y director de Tecnología, Datos e Innovación de Deutsche Bank, ha informado a DWS de su intención de abandonar el Consejo de Supervisión de DWS Group GmbH & Co. KGaA en la próxima Junta General Anual.

Leukert ha sido miembro del Consejo de Supervisión desde el año 2020. Su decisión también refleja la directriz mencionada anteriormente sobre la representación de la junta afiliada, a la que se hizo una excepción para permitirle unirse a la Junta de Supervisión de DWS. Karl von Rohr, presidente del Consejo de Supervisión de DWS, explicó: “Bernd Leukert ha apoyado a DWS durante muchos años con su asesoramiento estratégico y su experiencia tecnológica. Tanto la empresa como el Consejo de Supervisión agradecen sus aportaciones, su compromiso y su atenta supervisión. Al mismo tiempo, esperamos dar la bienvenida a Oliver Behrens como nuevo presidente del Consejo de Supervisión”.

Rodrigo García de la Cruz, nombrado presidente de la Global Fintech Alliance

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Foto cedidaRodrigo García de la Cruz, nuevo presidente de la Global Fintech Alliance.

Rodrigo García de la Cruz, CEO de Finnovating y vicepresidente de la AEFI (Asociación Española de FinTech e InsurTech), ha sido nombrado primer presidente de la Global FinTech Alliance para los próximos tres años. Esta innovadora alianza reúne a más de 100 países y cuatro grandes redes regionales, como la Asociación Europea de Finanzas Digitales (EDFA), la Alianza FinTech Iberoamérica (FIA), la Red FinTech África (AFN) y Digital ASEAN & Digital Filipinas & IDEA. Según indican desde esta iniciativa, a corto plazo tienen previsto incluir a más regiones. Además, la Global Fintech Alliance (GFA), el ecosistema finTech más desarrollado del mundo, ha nombrado a su primera junta directiva al completo como paso importante dentro de su proceso de constitución, tras la primera reunión celebrada recientemente en Madrid con algunos de sus miembros fundadores, que sentó las bases de esta alianza internacional.

Su principal objetivo es conectar la industria financiera digital mundial, facilitando la globalización de las empresas del sector y la inclusión financiera. Al fomentar la colaboración entre continentes, la GFA se esfuerza por apoyar el crecimiento y la innovación de la industria de las finanzas digitales, convirtiéndola en un eje central para los avances de la tecnología financiera a nivel mundial.  Este bloque mundial de asociaciones empresariales de finanzas digitales será la respuesta para una amplia diversidad de partes interesadas en todo el mundo y el mayor laboratorio para probar y aplicar políticas, normas y vías validadas de cooperación internacional.

Respecto al nuevo presidente de la GFA, Rodrigo García de la Cruz, es también miembro fundador de la Fintech Iberoamerica Alliance, la European FinTech Alliance, la Asociación Española de Fintech e InsurTech (AEFI) y la International Digital Economies Association (iDEA).  Además, es CEO y fundador de Finnovating, una plataforma de Matching que conecta a 30.000 empresas 160 países para innovar y hacer negocios B2B. Según su nuevo presidente, “la Global FinTech Alliance está llamada a ser las Naciones Unidas de las FinTech, donde en un única institución mundial podremos dar voz a un ecosistema que hoy une a casi 50.000 startups y scaleups de todo el mundo”.

Además de al presidente, los miembros fundadores de esta asociación a nivel mundial eligieron por votación a los presidentes regionales para África, América, Asia y Europa. De tal forma que Amor Maclang será la presidenta de la Global FinTech Alliance para Asia, en representación de Digital ASEAN, Digital Philippines e IDEA. Como miembro fundador de Digital Pilipinas y de la Asociación Internacional de Economías Digitales (iDEA), y como fundadora y presidenta-fundadora de Digital Pilipinas, es una pionera en la construcción de ecosistemas digitales en la ASEAN, comprometida con la conectividad digital global.

Por su parte, Niklas Sandqvist ha sido nombrado presidente europeo de la Global FinTech Alliance. Con una amplia experiencia en el sector europeo, Niklas es cosecretario general de la Asociación Europea de Finanzas Digitales y cofundador en serie de varias comunidades del sector, como Fintech Norway, Nordic Initiative y EDFA. Su influencia se extiende aún más a través de su participación en diversas funciones de la industria en Bruselas, donde defiende apasionadamente el avance de una economía impulsada por los datos de la industria en la intersección de la tecnología y el comercio. Y Roberto Vargas será el presidente para las Américas de la Global FinTech Alliance, en representación de la Fintech Iberoamerica Alliance. Actualmente ocupa el cargo de presidente de la Alianza Fintech Iberoamérica y de la Asociación Fintech de Perú, a la vez que es CEO de  Betriax. Es uno de los promotores de la GFA. En último lugar, Segun Aina será el presidente para África de la Global FinTech Alliance, en representación de la Africa Fintech Network. Actualmente es presidente de la Red Fintech de África, presidente del Instituto Fintech y presidente del Consejo de Opolo Global Innovation.

Con el nombramiento de su junta directiva y el establecimiento de asociaciones estratégicas, la Global Fintech Alliance está preparada para impulsar un cambio transformador en el panorama mundial de las finanzas digitales, fomentando la colaboración y la innovación más allá de las fronteras.

La temática de la IA mantiene viva la ilusión de los inversores

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Foto de Pang Yuhao en Unsplash

Con el mercado habiendo corregido algo el exceso de optimismo y la sobrecompra, pero sin haber llegado aún a claudicar de su tendencia alcista, los inversores están revisando a la baja el incremento en la prima de riesgo que habían venido aplicando a las valoraciones ante la incertidumbre macro asociada a los ataques cruzados entre Israel e Irán.

Una forma intuitiva de ilustrar cómo los gestores están despejando de la ecuación este factor de riesgo es analizando la evolución en el precio diario de la onza de oro, que no está justificado por los dos factores que tradicionalmente mejor lo explican: los tipos reales y la cotización en dólares de una cesta de divisas.

Como vemos en la gráfica, los primeros meses del año, coincidiendo con el recrudecimiento de la crisis en Gaza, el precio del metal precioso sube consistentemente más de lo que sugerirían los movimientos en tipos reales y dólar, con la discrepancia intensificándose a mediados de mes, para posteriormente girarse bruscamente el lunes de esta semana, coincidiendo con la recuperación en bolsa.

El exceso de rentabilidad acumulado en el precio del oro desde febrero -y que la regresión contra el dólar y los tipos no explica- asciende a 16,5%, y el ajuste negativo que viene produciéndose desde el lunes es del -3,05% (un 19% del movimiento).

Este movimiento hacia la normalización, en magnitudes muy similares, también se aprecia (-22% y -23%, respectivamente) en los índices de riesgo geopolítico mundial e israelí de Baker, Bloom y Davis.

Esto sucede en un contexto en el que no se ha producido una capitulación, pero sí se han descomprimido los indicadores técnicos y de sentimiento. La diferencia entre inversores estadounidenses alcistas y bajistas ha regresado a terreno neutral, y nuestro indicador compuesto de sobrecompra/sobreventa se sitúa en -0,57 desviaciones estándar con respecto a la media histórica. Adicionalmente, y a pesar de las caídas, la participación no se ha resentido y el porcentaje de miembros del S&P 500 cotizando por encima de su media móvil de 200 días, en vez de caer, ha repuntado marginalmente.

Todo ello, y aunque sería deseable una corrección algo más duradera para depurar excesos, sugiere que el sesgo del mercado continúa siendo favorable al riesgo.

Aunque el flash PMI manufacturas estadounidense de esta semana ha sorprendido de forma negativa, colocándose marginalmente otra vez por debajo de 50 (en contra del PMI de servicios europeo), la publicación de datos macro que señalan una mayor fortaleza de la esperada justifican un incremento en el pronóstico de crecimiento de PIB para el segundo trimestre de la Fed de Atlanta, que pasa de 2,1% a 2,9% en tres semanas, aumentando las probabilidades de no aterrizaje al disminuir las de soft landing.

El aterrizaje suave es más improbable en términos históricos. Además, a corto plazo la inversión en relocalización/desglobalización de producción por parte de EE.UU., países europeos y también de China (hacia otros países asiáticos para sortear aranceles) puede dar soporte al repunte cíclico en actividad industrial, en línea con la relajación en condiciones financieras. Indicadores adelantados del sector manufacturas (precio acciones semis, actividad sector residencial, etc.) anticipan 3-4 meses de encuestas de manufacturas en zona de expansión.

A pesar del agotamiento en el exceso de ahorro de las familias americanas, el efecto riqueza y el uso de tarjetas puede permitir mantener el gasto durante algo más de tiempo. En Europa aún existe un colchón de ahorro razonable y hay demanda diferida no satisfecha (en coches y bienes duraderos, por ejemplo). En China, las ventas minoristas sorprenden creciendo un 8%. Además, y como venimos explicando, hay similitudes suficientes con el episodio 1995-2000 como para contemplar la posibilidad de un mercado que regrese a valoraciones iguales o superiores a las que se cotizaban antes del comienzo de la corrección.

Es cierto que con la economía avanzando por encima de potencial, la inflación tardará más tiempo en regresar al objetivo. En EE.UU. el deflactor del PCE está reacelerando en tasa anualizada de 3 y 6 meses y el índice subyacente de inflación en servicios ex rentas imputadas (supercore) sigue preocupando, pero hay factores que apuntan hacia una vuelta a la desinflación a partir del verano.

El incremento en oferta de trabajadores, apoyado en gran medida sobre una explosión en inmigración, unido a una disminución en el apetito por contratar, está devolviendo el equilibrio al mercado laboral. Como consecuencia, la tasa de crecimiento en salarios irá también perdiendo fuerza y, en última instancia, afectará al consumo de servicios. Las renuncias voluntarias, el subíndice del flash PMI y las vacantes pendientes de ser cubiertas, además de la encuesta entre PYMEs, apuntan en esta dirección.

Con aumentos de sueldo menos pujantes, el precio del alquiler continuará moderándose (como anticipa el indicador de nuevos contratos de alquiler de la Fed de Cleveland), y la remisión en coste de vivienda ayudará a retomar la tendencia desinflacionista. La primera aproximación al PIB del primer trimestre (1,6%, por debajo del 2,7% esperado), que ha desempolvado las tesis de estanflación, no es concluyente. El crecimiento económico se ve lastrado por el componente de inventarios, que con una tasa de consumo (+3%) como la actual será un impulso adicional más adelante.

Con este cuadro macro, la resiliencia económica en EE.UU. y una posible recuperación en crecimiento más sincronizada a nivel global permite a las empresas volver a trasladar incrementos salariales al consumidor final manteniendo la disciplina en gastos. Los márgenes operativos dan muestra de poder repuntar. Un 64% de los sectores GICS registran mejoras en lo que llevamos de año, y anticipan como mínimo estabilidad los próximos 3-4 meses. Alphabet, el jueves, dio buena muestra de ello sorprendiendo positivamente por el beneficio operativo (con márgenes arriba de ~4% en tasa interanual), disparando el precio de su acción en pre mercado en un 11%.

En este sentido, la campaña de publicación de resultados avanza como cabía esperar, con un 69% de las empresas europeas y un 83% de las estadounidenses superando las proyecciones de los analistas para crecimiento en BPA, pero con un desempeño algo más discutible en lo que respecta a la parte de arriba de la cuenta de resultados (solo un 43% en Europa y ~50% en EE.UU.).

Aunque solo una cuarta parte de las compañías han anunciado sus números, se atisban ya algunas pautas de comportamiento. De las 7 acciones tecnológicas del S&P 500 que han pasado por la palestra, el 100% han batido los pronósticos en lo que a beneficios se refiere -registrando un incremento en tasa interanual del 64%-, pero su precio ha caído ~2% en media ponderada.

Además de que, como en trimestres anteriores, los equipos directivos han venido rebajando el optimismo de los analistas de cara a las publicaciones (desde enero hasta abril las cifras de consenso para el primer trimestre se han visto recortadas en un 3,7% para el S&P 500, afectando a 8 de los 11 sectores GICS), lo que también queda de manifiesto es que los inversores han comenzado ya a extrapolar tendencias del corto al largo plazo, inflando sus expectativas para empresas tecnológicas en general y de semis y ligadas a la revolución de IA generativa en particular.

El mejor ejemplo lo tenemos en la caída en los títulos de Meta el jueves. A pesar de anunciar números realmente buenos para los tres primeros meses del año (BPA +114% a $4,71 vs. $4,30 esperado; sobreventas creciendo +27%; márgenes 0,8% por encima de lo anticipado, pérdidas más contenidas en Reality Labs y un incremento de 2,3x respecto al trimestre anterior en retribución al accionista hasta los 15.000 millones de dólares), la acción se apuntó un -10% en la sesión, al no llegar a cumplir con lo que esperaban los accionistas en materia de aumento en ventas para el segundo trimestre, que en cualquier caso sigue siendo muy positivo.

Google (Alphabet), a diferencia de Meta, no ofrece guías explícitas -ni trimestrales ni anuales-, y puede haberse beneficiado por ello porque, como Facebook, también incrementó el gasto en CAPEX en 1.700 millones de dólares sobre la cifra esperada.

Aunque, como explicamos más arriba, la caída en bolsa parece haber terminado de momento, nos queda todavía recibir y analizar la parte mollar de esta campaña de resultados, y las cosas pueden cambiar rápidamente. Por otro lado, la primera aproximación al PIB del primer trimestre no ayuda demasiado, sorprendiendo negativamente en crecimiento (1,6%, por debajo de tendencia), pero también por el lado de la inflación (el índice subyacente del PCE marca el nivel más alto desde el segundo trimestre de 2023). No obstante, las correcciones han sido a menudo una característica definitoria de cuadros de exuberancia (como demuestra la reciente recuperación en “V” en el bitcoin, por ejemplo) que vienen casi siempre acompañados por el mantra de “comprar las caídas”.

Charles P. Kindleberger, economista de MIT, y estudioso de exuberancia en bolsa y desarrollo de burbujas especulativas, identifica como características fundamentales de estos procesos las siguientes:

  • Falta de fundamentos sólidos para llevar a cabo un ejercicio de valoración objetivo
  • Participación masiva de minoristas e institucionales
  • Comportamiento imitativo por parte de inversores minoristas, que no analizan adecuadamente las acciones en las que invierten, subestimando el riesgo asociado a sus inversiones
  • Exceso de liquidez, dinero de acceso fácil y barato disponible para ser dedicado a la inversión

De estas cuatro, solo la última se echa realmente en falta, aunque las tendencias se están revertiendo. Aunque la Fed mantenga los tipos más altos más tiempo, la actualización semanal de saldos en reservas bancarias de la cuenta general del Tesoro sugiere que la Fed puede lanzarse muy pronto a reducir a la mitad su programa de adelgazamiento cuantitativo por el lado de los bonos, y los diferenciales de crédito están muy comprimidos.

La masa monetaria está aún en contracción, pero ha marcado un claro punto de inflexión. Y, aunque la demanda de crédito prácticamente no crece en EE.UU. (y es netamente negativa en Europa), la tendencia negativa en el informe SLO de la Fed también se ha girado.

Una mejora en el componente de condiciones monetarias es el ingrediente que falta para cerrar la receta de un regreso a la exuberancia. Las valoraciones de los protagonistas de este rally no son tan excesivas como las de Cisco, Microsoft o Dell en 2000, o las registradas por McDonald´s, Coca Cola, Xerox o Polaroid en el pico de las “Nifty Fifty”. Y aunque no cabe duda de que la bolsa está cara (percentil 5% de PER 12 meses desde 1881), un crecimiento en BPA en línea con la historia (por debajo del 10% del consenso) y un múltiplo en los niveles de los que veíamos antes de la corrección, justificarían un regreso a la cota de 5.400. La temática IA está más viva que nunca y la ilusión de los inversores (que en estos casos acaba pesando más a corto plazo que la realidad) se ve impulsada con las noticias de Google, Meta y Microsoft. Los tres grandes suman 32.500 millones en CAPEX el trimestre pasado (el gasto de Google casi dobla año sobre año y el de Microsoft se incrementa en 66%) en su afán por desarrollar centros de datos e infraestructura para hacerse con el liderazgo de la nueva tecnología.

Elena Rico (Impact Partners Ibérica), nueva presidenta de SpainCap

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Foto cedidaElena Rico, Managing Partner de Impact Partners Ibérica, nueva presidenta de SpainCap.

SpainCap, organización que representa a la industria del capital privado en España, ha renovado su cúpula directiva, que a partir de ahora estará presidida por Elena Rico, Managing Partner de Impact Partners Ibérica

Rico es Ingeniera Superior de Telecomunicaciones y MBA, con  más 15 años de experiencia como inversora en empresas con potencial de crecimiento. Tras pasar por Caixa Capital Risc, donde llegó a directora de Operaciones de la gestora, en 2019 constituyó una nueva gestora de inversión de impacto, People and Planet Partners. Esta experiencia le ha llevado a formar parte de IMPACT Partners, como Managing Partner. También es consejera de Mutua de Propietarios y experta independiente de la Comisión Europea.

Como vicepresidente de SpainCap estará Andrés Dancausa. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por UCM, estudió Gestion de Entreprises en Paris Dauphine, además de poseer un MBA por el Instituto de Empresa. Comenzó su carrera en el CERN en Ginebra. Posteriormente fue CEO de iAhorro. Más tarde, como fundador y CEO de su segunda compañia, SofiaSquare, aplicó su visión emprendedora para innovar en el sector educativo. Andrés inició su etapa como inversor en 2018, uniéndose a TheVentureCity donde ha crecido hasta ser General Partner, donde impulsa startups tecnológicas invertidas por TheVentureCity en Estados Unidos, Latinoamérica y Europa.

Carmen Alonso, consejera delegada de Tikehau Capital Reino Unido e Iberia, también se incorpora como vicepresidenta de SpainCap. Se incorporó a Tikehau Capital en 2015 como Managing Director y es actualmente responsable del Reino Unido e Iberia. Anteriormente, fue Vice-President de Corporate Finance en GSK, donde adquirió experiencia en financiación desde el punto de vista emisor.

Con anterioridad, Alonso ocupó el cargo de Managing Director en Morgan Stanley (European Leverage Finance). Carmen comenzó su carrera en 1996 en los departamentos de Leverage Finance de UBS, Merrill Lynch y, posteriormente, HVB. Ha originado y dirigido la ejecución de numerosas transacciones en toda Europa en deuda bancaria, mezzanine y high yield.

Asimismo, SpainCap ha incorporado a cuatro nuevos miembros en su Junta Directiva: Suma Capital (Enrique Tombas), Nexxus Iberia (Alejandro Diazayas), Axon Partners Group (Francisco Velázquez) y Wayra (Paloma Castellano).

Cinco consejos para que las startups logren captar su primer fondo de capital riesgo

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En un mundo empresarial cada vez más competitivo y globalizado, la relación entre startups y fondos de capital riesgo es crucial para el crecimiento y desarrollo sostenible de nuevas empresas. En este contexto, es esencial que las startups se preparen adecuadamente antes de su primer gran encuentro con un fondo. Fran Piera, General Partner de Successful Fund I FCRE, detalla cinco consejos esenciales a considerar para maximizar las oportunidades de éxito de las startups:

La retención del control de la empresa, primordial

Hay que tener en cuenta que si la financiación semilla cuesta el 30% o más del cap table de la startup, hay más probabilidades de que ésta muera pronto. De acuerdo con Fran Piera, es aconsejable que los fundadores retengan más del 70% del capital en esta primera inversión para mantener el control decisivo y facilitar la toma de decisiones: “No cedas equity innecesariamente a mentores y similares, y piensa en su valor a cinco años vista, si tu Business Plan se cumple”, añade.

Las participaciones minoritarias deben estructurarse de manera que no obstruyan el funcionamiento y crecimiento de la empresa. Además señala que es prudente ser muy selectivo al otorgar equity a mentores y asesores; el equity es costoso y debe ser conservado para estrategias que generen un valor a largo plazo.

El pacto de socios: cuanto antes, mejor

Muy ligado a la gestión del capital, la creación de un pacto de socios en las etapas tempranas de la startup es algo vital. Este acuerdo no solo sirve para que los fundadores tengan claro su papel en la startup –con lo que este documento se debe poner negro sobre blanco a la par con la constitución legal de la empresa, o incluso antes– sino que también es una hoja de ruta para una relación exitosa con futuros inversores. Un buen pacto de socios debe ser equilibrado y justo, evitando cláusulas que puedan hipotecar el futuro de la startup o dificultar la entrada de nuevos inversores. Las condiciones deben ser claras y negociadas, no sólo pensando en las necesidades actuales de la empresa, sino también en su desarrollo futuro.

El business plan tiene que contar la historia del proyecto para los próximos tres años

Antes de acercarse a un fondo de inversión, es crucial que una startup haya desarrollado un plan de negocio sólido que muestre no solo la visión a largo plazo, sino también especificaciones concretas como un flujo de caja detallado mes a mes para las próximas 36 mensualidades. Este documento no solo debe ser una mera proyección de números, sino una narrativa que conecte la visión de la empresa con realidades financieras tangibles: cuánto dinero se va a gastar, cuándo, en qué y para qué. Y viceversa: cuánto dinero se va a ingresar, con qué medios y de qué forma.  Es fundamental que el fundador o los fundadores conozcan cada detalle y puedan justificar y defender cada cifra que aparece en el plan ante el inversor.

¿Por qué tú y no otros? Claridad en el deck de presentación

Si una startup no explica bien cuál es su ventaja competitiva ante su competencia no tendrá muchas opciones para captar la atención de un inversor. El deck de presentación es, sin duda, una de las herramientas más poderosas que una startup tiene a su disposición cuando se acerca a potenciales inversores para mostrar el potencial del proyecto. Debe ser conciso, atractivo y, sobre todo, mostrar claramente la propuesta de valor diferencial de la empresa. ¿Qué te hace único? ¿Por qué tu producto o servicio se destaca en el mercado? Estas son preguntas que tu presentación debe responder sin ambigüedad. Un buen deck no solo describe lo que haces, sino que también explica por qué es importante ahora y cómo se diferencia de otras ofertas en el mercado.

No solo se debe ser eficiente gestionando recursos, hay que demostrarlo

Finalmente, Piera afirma que otra manera que tiene una startup para atraer su primer fondo es demostrar que puede gestionar eficazmente sus recursos financieros. Esto implica una administración prudente y estratégica de los fondos disponibles, buscando maximizar cada euro invertido. Los inversores valoran especialmente a las empresas que no solo necesitan capital, sino que saben cómo usarlo de manera eficiente para generar crecimiento y retorno.

Además, la alineación de visiones y valores éticos entre una startup y su fondo inversor es esencial. En palabras de Fran Piera, «existen multitud de supuestos que van a provocar desalineación de intereses económicos entre inversor y participada, y será precisamente en estos momentos la alineación que tengan o no en cuanto a la visión de la empresa a futuro y de los valores de la misma lo que permitirá continuar construyendo un camino juntos. En caso contrario, de no existir tal sintonía, la discrepancia entre los intereses económicos de uno y otro provocará una crisis interna proporcional a la lejanía entre ambos».

Este entendimiento mutuo y compromiso con valores compartidos es lo que potencia relaciones duraderas y exitosas. Por lo tanto, es vital que las startups no solo se preparen a nivel técnico y financiero, sino también a nivel de valores y visión a largo plazo antes de su primer acercamiento a un fondo. Estos cinco consejos son esenciales para establecer una base sólida y construir un futuro prometedor para la startup y sus socios inversores.

Los mercados no están reflejando el riesgo político en España, dicen los expertos

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Pedro Sánchez anunciaba el pasado miércoles que se tomaba unos días de reflexión para tomar una decisión sobre su continuidad al frente del gobierno. Pero los mercados no reaccionaban a la noticia, a la espera de que ponga fin a la incertidumbre el lunes.

Según los expertos, los mercados no están reflejando el riesgo político en España, y están más pendientes de otras variables y datos, como el de inflación o las decisiones futuras de los bancos centrales. Así lo asegura Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad, entidad aseguradora sin ánimo de lucro.  «A día de hoy, los mercados de activos no están reflejando el riesgo político en España. En realidad, los mercados están mucho más pendientes de los datos de inflación, de los datos de crecimiento o de las políticas de los bancos centrales», asegura.

En su opinión, «para que ocurriera un evento en el cual los mercados descontaran algo de riesgo político en España, deberíamos ver la conformación de un gobierno con políticas francamente distintas, incluso hostiles, a las políticas o a las directrices que emanan de Europa», comenta el experto sobre el escenario político de España y cómo están los mercados encajando las noticias de las últimas horas sobre la continuidad de Pedro Sánchez al frente del Gobierno.

«A día de hoy, seguimos viendo al Ibex como uno de los principales y mejores índices en comportamiento en Europa y también la deuda pública española sigue comportándose de una manera muy razonable con unos niveles de prima de riesgo francamente aceptables», añade.