Las recompras mundiales de acciones cayeron un 14% en 2023

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A pesar de que los dividendos mundiales subieron hasta un nuevo récord en 2023, las empresas gastaron mucho menos en recomprar sus propias acciones, según el último estudio anual Share Buyback de Janus Henderson, un suplemento especial de su índice trimestral Global Dividend Index.

Según los datos de la gestora, se destinaron 1,11 billones de dólares a recompras de acciones en 2023, lo supone una reducción interanual del 14%. No solo la cifra es inferior a la registrada en 2022, si no que se sitúan por debajo de lo alcanzado en 2021.Sin embargo, desde Janus Henderson explican que el descenso parte de una base muy elevada y deja el total anual aún muy por encima de los niveles anteriores a la pandemia.

Las empresas estadounidenses fueron las mayores compradoras de sus propias acciones, con un total de 773.000 millones de dólares en 2023 y representando 7 de cada 10 dólares en todo el mundo. Sin embargo, también realizaron una reducción desproporcionadamente grande.

«Las recompras estadounidenses se redujeron en 159.000 millones de dólares el año pasado, un 17% interanual. Las empresas tecnológicas estadounidenses fueron las que más recortaron, gastando 69.000 millones de dólares menos que el año anterior. Entre ellas, Microsoft y Meta redujeron las recompras en casi un tercio, y Apple en una séptima parte», indica la gestora.

También destaca que se produjeron grandes reducciones en gran parte del sector sanitario estadounidense y entre las entidades financieras, aunque no en el sector bancario, donde los recortes de algunos bancos se vieron compensados con creces por aumentos en otros sectores. En general, en EE.UU., el número de empresas que gastaron menos en recompras de acciones superó en 1,8 a las que gastaron más. No obstante, el valor de las recompras fue 1,2 veces mayor que el valor de los dividendos pagados por las empresas estadounidenses del Índice de Dividendos Global de Janus Henderson.

Fuera de EE.UU., las empresas del Reino Unido fueron las mayores compradoras de sus propias acciones, representando 1 de cada 17 dólares del total mundial en 2023. «Las compras, por valor de 64.200 millones de dólares, supusieron sólo un 2,6% menos interanual y equivalieron al 75% de los dividendos pagados. Shell es el mayor comprador no estadounidense de sus propias acciones (representa casi una cuarta parte del total británico), pero redujo considerablemente sus compras en 2023, al igual que BP, BAT, Lloyds y otras grandes empresas británicas de primera fila. Los aumentos significativos de HSBC, Barclays y otros casi compensaron estos recortes, lo que significa sólo un pequeño descenso global para el año», indican.

Según la gestora, no existen garantías de que se mantengan las tendencias pasadas ni de que se cumplan las previsiones. Las referencias a valores concretos no constituyen una recomendación de compra, venta o mantenimiento de ningún valor, estrategia de inversión o sector del mercado, y no deben considerarse rentables. Janus Henderson Investors, su asesor afiliado o sus empleados pueden tener una posición en los valores mencionados.

Las recompras son cada vez más generosas en Europa. En toda la región, el total pagado aumentó un 2,9%, hasta 146.000 millones de dólares en 2023 (frente a un aumento subyacente de los dividendos del 20% en el mismo periodo). Hubo variaciones considerables de un país a otro: las recompras alcanzaron un nivel récord en Italia (impulsadas por Unicredit y Stellantis), España (impulsadas por Santander, Iberdrola y Telefónica), Noruega (Equinor) y Bélgica (AB-Inbev y KBC), aunque Francia, Suiza y los Países Bajos registraron el mayor valor de acciones recompradas. El mayor descenso se produjo en Suiza, donde la mayoría de las empresas redujeron las recompras; Nestlé fue la que tuvo un mayor impacto, reduciendo casi a la mitad su programa, hasta 5.800 millones de dólares. Aproximadamente el mismo número de empresas europeas aumentaron las recompras en 2023 que las redujeron, aunque el fuerte crecimiento de los dividendos en 2023 significó que las recompras crecieron menos que los dividendos y cayeron como proporción de los beneficios de los accionistas al 48% de los dividendos pagados, por debajo del 55% en 2022.

Las recompras de acciones siguen siendo menos importantes en Asia-Pacífico Las empresas de Asia-Pacífico sin Japón son las menos propensas a llevar a cabo programas de recompra.  La gran reducción interanual (-40,0%) refleja principalmente las menores recompras de acciones por parte de los grandes bancos de Australia, que compensan con creces los aumentos en Hong Kong y Corea del Sur. 

Los datos de Japón van a la zaga de los del resto del mundo, ya que aún no se han publicado los resultados anuales correspondientes a 2023/24 (véase la metodología para más detalles). El gran aumento (+18%) refleja en gran medida la actividad en el año natural 2022. Un examen más detallado de los informes provisionales sugiere que es probable que las recompras de acciones también sean inferiores en términos interanuales para 2023/24, aunque esto no estará claro hasta que la temporada de presentación de informes haya comenzado a principios de mayo.

A nivel sectorial, las empresas tecnológicas, sanitarias y financieras registraron las mayores reducciones, y el mayor impacto se observó entre las empresas estadounidenses. De hecho, fuera de EE.UU., las empresas sanitarias aumentaron sus recompras. Las empresas de los sectores químico, minero y de productos básicos de consumo, como tabaco y productos para el hogar, también recortaron sus recompras de acciones. A escala mundial, las empresas de telecomunicaciones, bancos y vehículos registraron los aumentos más significativos.

Cabe señalar que las recompras están muy concentradas. Algo más de la mitad de las empresas del índice de 1.200 compañías de Janus Henderson recompraron acciones en 2023, pero sólo 45 de ellas representaron la mitad del total anual gastado en recompra de acciones a escala mundial.

Ben Lofthouse, Director de Renta Variable Global de Janus Henderson, ha declarado: «Muchas empresas utilizan las recompras como válvula de escape: una forma de devolver el exceso de capital a los accionistas sin crear expectativas de dividendos que podrían no ser sostenibles a largo plazo. Esto resulta especialmente apropiado en sectores cíclicos como el petrolero o el bancario. Esta flexibilidad explica por qué las recompras son más volátiles que los dividendos. También significa que no hay pruebas reales de que las recompras estén sustituyendo a los dividendos. Meta, por ejemplo, pagó su primer dividendo en 2024. Además, el tamaño relativo de las recompras en comparación con los dividendos se redujo en todas las regiones excepto en Japón y los mercados emergentes (donde hay retrasos en los datos). Está claro que las empresas siguen apoyando el dividendo como forma de devolver capital a los accionistas.

«La subida de los tipos de interés ha influido en el descenso de las recompras de acciones: cuando la deuda es barata, tiene sentido que las empresas se endeuden más (siempre que lo hagan con prudencia) y utilicen los ingresos para retirar el costoso capital social. Con los tipos en máximos de varios años, ese cálculo es más matizado; algunas empresas están amortizando deuda en este momento del ciclo, utilizando efectivo que de otro modo podría haberse destinado a recompras, pero muy pocas están recortando dividendos, como mostrará nuestro próximo Índice Global de Dividendos.

Es tentador extrapolar una nueva tendencia a la baja de las recompras. Pero un año a la baja desde máximos de varios años no es prueba de que esto esté ocurriendo. Se trata de que las empresas encuentren el equilibrio adecuado entre el gasto de capital, sus necesidades de financiación y la rentabilidad para el accionista vía dividendos, recompras o ambas».

No existen garantías de que se mantengan las tendencias pasadas ni de que se cumplan las previsiones. Las referencias a valores concretos no constituyen una recomendación de compra, venta o mantenimiento de ningún valor, estrategia de inversión o sector del mercado, y no deben considerarse rentables. Janus Henderson Investors, su asesor afiliado o sus empleados pueden tener una posición en los valores mencionados.

Private equity: ¿puede la bajada de tipos reactivar el mercado?

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Según el informe de perspectivas para 2024 sobre el mercado de private equity que elabora y publica Bain&Company, tras un duro 2023, han empezado a asomar los brotes verdes para la recuperación de la industria del private equity. Los expertos de la consultora explican que en el pasado ejercicio, el capital riesgo siguió tambaleándose, ya que la rápida subida de los tipos de interés provocó un fuerte descenso de las operaciones, las salidas y la captación de fondos. “El problema de las salidas se ha convertido en el más acuciante, ya que los LP hambrientos de distribuciones retiran nuevas asignaciones de todos los fondos, salvo de los más grandes y fiables”, apuntan. 

Sin embargo consideran que las perspectivas a largo plazo siguen siendo sólidas, pero para salir del atolladero harán falta planteamientos más sólidos de creación de valor y una rápida innovación en soluciones de liquidez. Sobre todo, destacan que las decisiones de los principales bancos centrales respecto a su política monetaria y las bajadas de los tipos de interés serán un factor fundamental en el comportamiento del mercado privado.

“Los múltiplos de precios, que tienden a moverse de forma inversa a los tipos de interés, han bajado el año pasado, pero sólo ligeramente hasta ahora. Esto se debe a que los vendedores sólo están sacando al mercado los activos de mayor calidad, aquellos que confían en que se venderán con una rentabilidad razonable. De lo contrario, los canales de salida se han agotado en gran medida, dejando a los socios generales (GP) con la friolera de 3,2 billones de dólares en activos sin vender y frenando el flujo de capital hacia los socios comanditarios (LP). Este descenso de la actividad ha tenido un efecto paralizador en la captación de fondos”, indican.

Hasta que los gestores empiecen a retirar activos de sus carteras en el momento oportuno, la captación del siguiente fondo no será más fácil. Y, en opinión de los expertos de Bain&Company, la amenaza para la rentabilidad es real. Las adquisiciones suelen implicar préstamos a plazo que vencen en cinco o siete años. Los ratios de cobertura de intereses entre las empresas en cartera respaldadas por adquisiciones en EE.UU. ya han caído a 2,4 veces los beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA), el nivel más bajo desde 2007. Según su análisis esto está presionando a los GP para que encuentren soluciones de liquidez e ideen nuevas formas de generar beneficios a través del apalancamiento operativo, no sólo la expansión múltiple y el crecimiento de los ingresos en los que el sector se ha apoyado durante años. 

Ante este panorama, ¿dónde están los primeros signos de cambio? “El aspecto más difícil de este atasco, por supuesto, es predecir qué ocurrirá a continuación. Pero en nuestra opinión, los brotes verdes de una recuperación están empezando a asomar. Quizá el más importante sea que, salvo nuevas perturbaciones macroeconómicas o crisis geopolíticas, lo más probable es que los tipos se moderen el año que viene”, afirman. 

Estos expertos esperan que los recortes más leves estimulen la negociación, siempre que las perspectivas macroeconómicas se mantengan relativamente estables. “Solo los fondos de adquisición cuentan con la cifra récord de 1,2 billones de dólares en polvo seco, de los cuales el 26% tiene cuatro años o más, frente al 22% en 2022. Esto crea un incentivo mayor de lo normal para que los gestores de fondos se mantengan al margen y empiecen a comprar, aunque las condiciones no sean las ideales”, apuntan. 

En su opinión, la actividad ya está aumentando y, con la ayuda de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, es probable que la tendencia en 2024 sea al alza en lo que respecta al número de operaciones y su valor. “Las salidas son otra cuestión. Salvo que los tipos bajen más de lo previsto, los vendedores seguirán enfrentándose a grandes obstáculos para vender empresas a compradores estratégicos, a otros patrocinadores o a los mercados públicos”, añaden.

2023 y los lobos de 2008

Para entender su visión para 2024, consideran importante comprender qué ocurrió el año pasado. En este sentido explican: “Se puede afirmar con seguridad que la industria del private equity nunca ha visto nada parecido a lo que ha ocurrido en los últimos 24 meses. Si bien la brusca caída de la actividad de negociación a finales de 2022 y en 2023 recuerda al periodo posterior a la crisis financiera mundial de 2008-09, la situación a la que se enfrenta el sector actualmente no tiene precedentes”.

Según el informe de Bain&Company, las cifras son muy similares a las de la crisis financiera mundial: el valor y el número de operaciones han caído un 60% y un 35%, respectivamente, desde sus máximos de 2021. Sin embargo, lo que está impulsando estos descensos no podría ser más diferente de lo que estaba ocurriendo en 2008-09, y entenderlo, señalan los autores del documento, requiere una perspectiva totalmente diferente. 

Por difíciles que fueran, las secuelas de la última crisis financiera siguieron un patrón predecible: para hacer frente a la crisis, los bancos centrales redujeron drásticamente los tipos de interés para estimular la actividad, la economía se estabilizó lentamente y el capital riesgo fue capaz de recuperarse de lo que muchos predijeron que sería su ruina. El período de crecimiento resultante en los años siguientes creó un sector de capital riesgo que es mucho mayor y más complejo de lo que nadie en 2008 podría haber esperado razonablemente”, argumentan en el informe.

Sin embargo, reconocen que ahora ese tamaño y complejidad magnifican los retos a los que se enfrenta la industria de private equity. En este contexto, apunta varios aspectos relevantes: las condiciones empresariales son más desconcertantes que predecibles; los tipos de interés han subido más deprisa que en ningún otro momento desde los años ochenta, y sigue sin estar claro cuándo dará marcha atrás la Reserva Federal estadounidense o dónde se asentarán finalmente los tipos; y la preocupación por lo que el año pasado denominamos “la recesión más esperada de la historia que aún no se ha producido” sigue latente. 

Sin embargo, apuntan que para sorpresa de la mayoría de los analistas, la economía avanza a buen ritmo y que estas señales cruzadas han dejado a los valores privados en una situación difícil. “La velocidad de la sacudida de los tipos de interés fue algo que pocos en el sector habían experimentado nunca, y el impacto en el valor ha abierto una brecha entre compradores y vendedores”, concluyen.

El patrimonio de los fondos nacionales ASG crece un 3,2% en el primer trimestre

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El patrimonio de los fondos nacionales ASG ha aumentado en 3.805 millones durante el primer trimestre del año, un 3,19% más que sitúa la cifra total a cierre de marzo en 122.911 millones, según datos de VDOS. Esto supone un 33,42 % del patrimonio total de fondos.

Por tipo de entidad, los grupos independientes han registrado el mayor incremento patrimonial en términos porcentuales, siendo este de un 7,26%, seguidos de los grupos internacionales con un 6,80% y las sociedades cooperativas de crédito con un 3,70%.

En todo caso las entidades bancarias mantienen su posición como líder por cuota de mercado con 102.005 millones, lo que representa un 82,99% del total, seguidas de los grupos independientes con un 7,72%.

Por gestora, Santander Asset Management es la gestora con mayor patrimonio gestionado con 33.607 millones, seguida Caixabank Asset Management y Kutxabank Gestión, con 27.633 y 15.008 millones respectivamente.

Caixabank Asset Management es la gestora que registra el mayor incremento patrimonial, con 1.444 millones, seguida de Kutxabank Gestión con 794 millones y Sabadell Asset Management con 238 millones.

Por tipo de activos, los fondos de mixtos representan el 32,07% del patrimonio total, con 32.421 millones, seguidos de los fondos de renta variable, sectoriales que suponen un 29,94% y los de renta fija con un 29,09%.

Los fondos ASG con mayor incremento patrimonial en el trimestre son el Caixabank Master Renta Variable USA Advised By, con 761 millones de euros, seguido del Sabadell Rendimiento con 392 millones y el Kutxabank RF carteras, con 384 millones.

Por número de fondos ASG, entre las gestoras nacionales destaca Renta 4 Gestora, con 52, seguida de Santander Asset Management y Caixabank Asset Management, ambas con 33 fondos.

Entre las gestoras internacionales, destaca Amundi Asset Management, con 186 fondos, seguida de BlackRock Investment Management y BNP Paribas Asset, con 166 y 165 respectivamente.

En cuanto a su distribución por tipo de activo, entre los fondos internacionales el 45,24% de los fondos son de renta variable, sectoriales, seguidos de los de renta fija con un 29,52% y mixtos con un 8,52%. Por su parte, entre los nacionales destacan los fondos de renta variable, sectoriales con un 38,80%, seguidos de mixtos y renta fija con un 37,98% y un 15,57%, respectivamente.

Inverco reorganiza su Área de Regulación, con Virginia Arizmendi al frente, para afrontar los numerosos retos normativos

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Foto cedidaDe izquierda a derecha, Claudia Fernández de Sevilla, Carolina Fernández, Virginia Arizmendi, Laura Palomo y Mar Elordi

La Junta Directiva de Inverco ha aprobado la reorganización del Área de Regulación y Public Policy, con el nombramiento de Virginia Arizmendi como directora y de Carolina Fernández y Laura Palomo como subdirectoras del área. Completan el equipo regulatorio Mar Elordi y Claudia Fernández de Sevilla.

Con esta medida, la asociación reorganiza el área para afrontar los numerosos retos regulatorios en el horizonte del sector y que, además de la normativa específica en las áreas de fondos de inversión y de fondos de pensiones, continúan con el foco puesto en la estrategia europea de inversión minorista, la necesidad de potenciar las pensiones complementarias, el ahorro a largo plazo y la implementación de los marcos normativos de sostenibilidad y resiliencia operativa digital.

“Tras diez años en el Área de Regulación y Public Policy, agradezco la confianza que supone este nombramiento e inicio esta nueva etapa con mucha ilusión y con el deseo de seguir contribuyendo al desarrollo del sector y la seguridad jurídica en su funcionamiento”, señala Virginia Arizmendi.

Confianza que es plena, como confirma Elisa Ricón, directora general de Inverco, quien subraya además que “el Área de Regulación y Public Policy de la asociación integra un conjunto de excelentes profesionales que suman más de 60 años de experiencia y que, junto con los magníficos expertos del Área de Estudios y Estadísticas, coordinada  por José Luis Manrique, y el resto de miembros del equipo de la asociación, demuestran día a día su gran competencia técnica y compromiso, imprescindibles para dar respuesta a un sector en continua evolución”.

Angel Martínez-Aldama, presidente de Inverco, refrenda la reorganización y el reconocimiento al equipo, recordando que “las necesidades de ahorro e inversión son crecientes y los fondos de inversión y los fondos de pensiones son los vehículos más idóneos para canalizarlas y financiar la economía. Cada vez más la regulación se decide en Europa y una asociación fuerte es esencial para que el debate normativo europeo refleje la opinión de la industria española. Llevamos muchos años trabajando con esta convicción y la reorganización que acabamos de aprobar profundiza en esta línea”.

El equipo completo

Virginia Arizmendi es licenciada en Derecho Económico por la Universidad de Deusto. Inició su trayectoria profesional en Cuatrecasas abogados, primero en el Departamento de Derecho Tributario, y desde enero 2005 en el Área de Banca, Seguros e Instituciones de Inversión Colectiva. En 2007 se incorporó al Departamento de Regulación Financiera de Deloitte Abogados especializándose en el asesoramiento a IICs y sus gestoras, tanto nacionales como extranjeras, en la tramitación ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores de expedientes de autorización de entidades y productos o el análisis de aptitud de activos para inversión por inversores institucionales. Desde 2014 forma parte del equipo de asesoría jurídica de Inverco siendo sus áreas de especialización la normativa de gestores de IICs y fondos de pensiones, tanto nacional como europea (Directivas UCITS y de gestores de fondos de inversión alternativos, ELTIFS, Directiva IORP II) y la fiscalidad. Actualmente es directora del área de Regulación y Public Policy de Inverco donde, entre otras cuestiones, coordina los comités jurídico-fiscales tanto de IICs, como de planes y fondos de pensiones, así como el área de fiscalidad de la asociación.

Laura Palomo es licenciada en Derecho y Economía por la Universidad Carlos III de Madrid. Su experiencia en el sector financiero comienza en la Comisión Nacional del Mercado de Valores, en la Dirección General de Servicios Jurídicos e Informes Financieros y Corporativos. En 2012 se incorporó al Departamento de Regulación Financiera de Linklaters, asesorando a entidades nacionales y extranjeras en materia de regulación de los mercados de valores, IICs, normativa bancaria y de seguros. Desde octubre de 2019 forma parte del equipo de Inverco, especializándose en el área de IICs y el producto paneuropeo de pensiones individuales. Actualmente es subdirectora del área de Regulación y Public Policy de Inverco y coordina, entre otras cuestiones, el Comité de Sostenibilidad para IICs, el Grupo de Trabajo dedicado a la Estrategia Europea de Inversión Minorista y el Comité de Gestión de la Liquidez de IICs.

Carolina Fernández es licenciada en Derecho y Administración de empresas por la Universidad Pontificia Comillas (ICADE) y cuenta con un Máster en Asesoramiento y Planificación Financiera por la Rey Juan Carlos de Madrid. Aglutina más de 14 años de experiencia en el área de Instituciones de Inversión Colectiva, entre su puesto de técnico en la Comisión Nacional del Mercado de Valores y como parte del equipo jurídico de Inverco. A nivel europeo, es vicepresidenta del Comité Permanente de Gestores de activos de Efama. En el área de pensiones, participó activamente en la transposición e implementación de la Directiva IORP II y formó parte del Comité de Expertos de la CNMV del código de buenas prácticas para inversores institucionales, gestores de activos y asesores de voto en relación con sus deberes respecto de los activos conferidos o los servicios prestados. Actualmente es subdirectora del Área de Regulación y Public Policy de Inverco y coordina el Comité de Sostenibilidad para Planes y Fondos de Pensiones y el Grupo de Trabajo dedicado a la implementación de DORA.

Mar Elordi es abogada graduada por la Universidad Carlos III de Madrid con doble Máster de acceso a la abogacía e International Business Law en ESADE. Ha desarrollado su experiencia profesional en el sector financiero, de 2016 a 2018 en Morgan Stanley y, posteriormente, durante 5 años en Linklaters donde ha asesorado a entidades nacionales y extranjeras en materia de regulación de los mercados de valores, IICs, normativa bancaria y de seguros. Actualmente es responsable del Área de Regulación y Public Policy de Inverco y trabaja en materias como RIS, ELTIF, DORA o AML, entre otras.

Claudia Fernández de Sevilla es graduada en Derecho en la Universidad Carlos III y cuenta con el Máster de Acceso a Abogacía en la Universidad Autónoma de Madrid. Inició su trayectoria profesional en BBVA Asset Management, en el Departamento de Servicios Jurídicos-Gestión de Activos, centrándose en el análisis de la normativa financiera y asesoramiento mercantil y societario relativo a IICs y fondos de pensiones. En 2019 se incorporó al equipo de finReg360 donde asesoró a entidades nacionales e internacionales en cuestiones regulatorias diversas (MiFID II, UCITS, AIFMD, IORP II, AML) y en la implantación de modelos de Corporate Defense. En 2021 se incorporó a Inverco como experta del Área de Regulación y Public Policy, participando activamente en la tramitación parlamentaria de numerosas iniciativas regulatorias y especializándose en la normativa que aplica a Fondos de Pensiones y a PRIIPs.

VIII EFPA Congress Málaga: el valor complementario de la inteligencia artificial para los asesores financieros

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La inteligencia artificial es un complemento adicional al asesoramiento financiero, una herramienta que va a permitir a los profesionales del sector dedicar más tiempo para conocer mejor a sus clientes y ofrecerles un valor real más enfocado a sus necesidades vitales. Esta es una de las principales conclusiones del VIII EFPA Congress que se celebra en Málaga durante el 25 y 26 de abril y que reúne a más de 1.000 profesionales del asesoramiento financiero.

Durante la inauguración del congreso, Carolina España Reina, consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos de la Junta de Andalucía, ha destacado que “la planificación financiera es más fácil si desde las administraciones públicas ayudamos a generar un entorno de seguridad y certidumbre, con unas reglas del juego claras. Y en eso estamos trabajando en Andalucía”.

Además, ha añadido que “no debemos olvidar que los profesionales del asesoramiento financiero sois una pieza fundamental tanto para la economía personal como para la empresarial. Sois vosotros quienes orientáis de manera experta en la toma de decisiones financieras que afectan no solo a individuos, sino también a la empresa, ayudándoles a alcanzar sus objetivos financieros y a gestionar estratégicamente sus recursos. Fomentar la inversión y el crecimiento económico contribuye también al desarrollo y la estabilidad de la economía española”.

Por su parte, el presidente de EFPA España, Santiago Satrústegui, ha afirmado, en relación al tema central del congreso, que “nuestro futuro como asesores financieros está condicionado no solo por la propia impredecibilidad de los mercados financieros, con la que llevamos conviviendo toda nuestra vida, sino por algunos elementos especiales”. En este sentido, ha subrayado que “la inteligencia artificial nos va a dar un antes y un después, y de ahora en adelante va a afectar a nuestra profesión. Hay que reinventarse y empezar con este asesoramiento 3.0 en el cual la inteligencia artificial nos puede ayudar a que nuestras tareas sean más ágiles y eficientes. Gracias a eso, los asesores financieros podremos dedicarle más tiempo de calidad a nuestros clientes y profundizar en la problemática personal”.

Por último, Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV, ha puesto en valor que “el sector financiero en general y el asesoramiento en particular han demostrado en los últimos años la capacidad para adaptarse a cambios profundos y a construir oportunidades. No tengo duda de que la aparición de factores novedosos en el ámbito del asesoramiento financiero y la gestión, como la inteligencia artificial, seguirán este mismo proceso».

Además, Buenaventura ha recordado la necesidad que hay de hacer crecer la inversión en los mercados de capitales, señalando que «hemos de convertir los mercados de valores en una palanca de financiación de nuestras economías, ayudando a la sociedad española, europea y a los ciudadanos a invertir mejor sus ahorros y ayudando al resto de las empresas a financiar de una manera más sólida las inversiones que necesitan acometer en los próximos años».

Todas las novedades sobre la Estrategia de Inversión Minorista

Cabe destacar que, además de todas las implicaciones de la integración de la inteligencia artificial en el sector financiero, durante estas dos jornadas de congreso se están analizando temas fundamentales para los asesores, como las últimas actualizaciones de la Estrategia de Inversión Minorista (RIS), presentada hace unos meses por la Comisión Europea y que tendrá un impacto relevante en la actividad del sector. Ante esta nueva regulación, desde EFPA España ya han subrayado en varias ocasiones que se echan de menos propuestas prácticas y reales, reconociendo debilidades y apostando por soluciones desde el propio sector.

También se está profundizando en la situación geopolítica y su influencia en los mercados, las perspectivas de la renta fija y variable, las estrategias en la gestión de carteras, así como en la necesidad de promover la incorporación de criterios ESG. Igualmente, se van a llevar a cabo diversos talleres prácticos diseñados específicamente para los profesionales del sector, donde los asesores financieros podrán explorar temas más específicos como la inversión inmobiliaria, la fiscalidad de las inversiones o los productos alternativos, entre otros.

Diaphanum SV: cuatro riesgos que ya descuenta el mercado y otros cuatro a tener en cuenta

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La evolución de la reducción de la inflación, junto con los próximos movimientos de los bancos centrales, siguen siendo los factores más determinantes para los mercados y el comportamiento de los activos a lo largo de 2024, partiendo del consenso general sobre una caída progresiva de los tipos, que comenzará en el mes de junio, y de que la inflación, tanto la general como la subyacente, seguirá todavía durante un tiempo por encima de los objetivos de los Bancos Centrales en Europa y en EE.UU.

Este escenario viene acompañado de la previsión de que no se produzca una caída fuerte de la actividad económica a lo largo de 2024, aunque lo normal es que ese frenazo sea más pronunciado en Europa y suave en EE.UU., mientras se logren crecimientos razonables en los países emergentes.

A partir de estas premisas, Diaphanum SV ha elaborado un documento donde establece algunos riesgos para los mercados, que ya están descontados por el conjunto de los inversores, y otros riesgos que no son tan evidentes, pero que también podrían condicionar el devenir de los mercados en los próximos meses.

Cuatro riesgos ya descontados en el mercado

La inflación subyacente. El nivel de precios ha ido reduciéndose desde los máximos que alcanzó en 2022. La tasa de inflación general de la eurozona se moderó al 2,4% en marzo, aunque todavía se mantiene por encima de los niveles del 2% que se establece como el nivel óptimo del  Banco Central Europeo. Por su parte, la inflación subyacente (excluyendo energía y alimentos), más persistente en los últimos meses, continúa estancada en el entorno del 3% en los últimos meses.

Es cierto que la inflación general se encuentra en niveles más gestionables para los bancos centrales, pero el efecto base desaparecerá y preocupa la evolución de la subyacente. Si persiste el enfriamiento del ciclo económico y crediticio, el avance de precios seguirá menguando.

Una sobreactuación de los bancos centrales. Que los bancos centrales empiecen las bajadas de tipos a partir del segundo semestre de 2024 es un elemento que los mercados ya empezaron a descontar, pero una sobreactuación en sus decisiones, mantenimiento de su política monetaria, sobre todo en la Eurozona, se podría convertir en el corto plazo en uno de los riesgos más destacados para los mercados.

Para Diaphanum, si la desaceleración en Europa es mayor de lo esperado y el consumo de EE.UU. pierde dinamismo, los beneficios empresariales sufrirán, mientras que en China serán necesarios más estímulos para evitar incumplir sus objetivos de crecimiento, teniendo en cuenta que la incertidumbre geopolítica persistirá y que, a largo plazo, el alto endeudamiento disminuye la posibilidad de un crecimiento mayor.

Los riesgos geopolíticos. El riesgo geopolítico derivado de los conflictos abiertos en Ucrania, Oriente Medio y Taiwán es, sin duda, uno de los factores más importantes para entender el comportamiento de los mercados en los próximos meses.

La solución de los conflictos de Oriente Medio y Ucrania, que a día de hoy no parece un escenario muy factible en el corto plazo, reduciría la prima de los activos de riesgo, pero incluso en ese supuesto, se mantendrían las distorsiones que han generado. En el caso de Taiwán, el estallido de una guerra que involucrase a China y EE.UU. provocaría un elevado impacto en la economía a nivel global, muy por encima de la guerra de Ucrania y otros shocks que se han producido en los últimos años, aunque por el momento es muy improbable.

Un resultado inesperado en las elecciones de EE.UU. La celebración de las elecciones en EE.UU., el primer martes del mes de noviembre, será uno de los grandes acontecimientos para los mercados y, la economía a nivel mundial, en el último trimestre del año. A día de hoy, las encuestas no aclaran si el actual presidente Joe Biden es el que tiene mayores posibilidades de repetir mandato o si es Donald Trump quién puede recuperar la presidencia, lo que genera una cierta incertidumbre que suele verse reflejada en el incremento de la volatilidad y las dudas sobre la política económica de la nueva Administración.

Según se acerquen las elecciones, si se aclara el panorama sobre el favorito a lograr la victoria y luego se da un resultado sorprendente, podrían surgir las dudas en los mercados, teniendo en cuenta también la influencia sobre la política monetaria, que históricamente suele mantenerse neutral en los meses previos a unas elecciones, pero que en esta ocasión se enfrenta a un escenario complicado de gestionar por la situación actual de los mercados.

Cuatro riesgos a tener en cuenta

Una desaceleración económica más pronunciada. El escenario central dibuja una caída ligera de la actividad económica, ante la disminución del ahorro, el aumento de morosidad y la menor creación de empleo en un entorno de elevados tipos de interés, lo que justifican un crecimiento inferior al potencial, aunque la previsión es de una desaceleración más pronunciada en Europa, suave en EE.UU., y crecimientos razonables en los países emergentes, después de un 2023 que fue mejor de lo esperado.

En este ejercicio, Diaphanum apuesta por que las economías con un mayor peso en el sector industrial mostrarán una mayor debilidad, mientras que los países emergentes ampliarán su diferencial de crecimiento frente a los avanzados liderados por la Asia emergente.

En este escenario de crecimiento tan débil, cualquier evento negativo podría inducir a una recesión a la economía, especialmente en Europa, con unos empresarios y consumidores que no son optimistas, con un ciclo crediticio continúa debilitándose por los efectos de la política monetaria y divergencia entre países, siendo los más afectados aquellos con mayor peso en el sector industrial.

Un rebrote de la guerra comercial. La geopolítica seguirá ocupando un papel protagonista, por la posible extensión de los conflictos bélicos y una guerra comercial con China que no desaparecerá, con el añadido del conflicto larvado con Taiwán, que seguirá siendo un foco de preocupación. La reunión celebrada en noviembre de 2023 entre Joe Biden y el presidente chino, Xi Jinping, no logró grandes avances en el objetivo de estabilizar una relación cada vez más tensa, por lo que el riesgo de conflicto comercial persiste y podría recrudecerse si se produce cualquier acontecimiento inesperado, causando ya incertidumbre económica mundial y una rápida «deslocalización» de empresas que buscan protegerse de las consecuencias de un conflicto entre las dos superpotencias.

Precio de la energía. El conflicto en Oriente Medio, que se encuentra en un momento de plena efervescencia, no hace más que elevar la incertidumbre, cuando parecía que podía empezar a descender. De cara a los próximos meses, es probable que la demanda de energía se mantenga, al igual que las restricciones impuestas voluntariamente por los productores.

El barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, llego a superar los 90 dólares tras el reciente ataque a Irán por parte de Israel, aunque posteriormente se relajó. Cabe esperar una ralentización en la demanda, relajación en los recortes de producción de Arabia Saudí o un enfriamiento del sentimiento alcista hacia niveles más normales, que podría apuntar a un escenario de tranquilidad. El escenario central es de un mayor ruido que impacto verdadero, teniendo en cuenta además que el mercado cuenta con amortiguadores y los países productores capacidad de ampliar su stock, pero una escalada de la tensión podría hacer saltar por los aires ese escenario inicial.

Exceso de deuda. Un problema a corto plazo, pero sobre todo que lo puede ser en el largo plazo, es el fuerte endeudamiento que existe a nivel mundial. Si sumamos la deuda pública y privada, el volumen alcanza el 330% del PIB. Esto tiene dos implicaciones principales: al estar tan alto el nivel de endeudamiento, no se puede subir a la velocidad que se viene haciendo, lo que lleva a quitar posibilidades de estímulos, tanto públicos como privados. Por otra parte, si se produce una subida de los costes de financiación, los Estados verían cómo una parte importante de sus presupuestos se destinarían al servicio de la deuda, igualmente las empresas verían sus resultados mermados por los costes financieros.

La CNMV lanza la mayor oferta de empleo de su historia para afrontar nuevas competencias

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La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha abierto la convocatoria de 81 nuevas plazas de personal técnico y administrativo, la mayor oferta en su historia. La convocatoria se articula a través de una convocatoria generalista para técnicos de la CNMV destinados a la supervisión de mercados y entidades y otras para áreas especializadas: Comunicación Interna y Digital, Sistemas de Información, Recursos Humanos, Ciberseguridad y Supervisión de Riesgo Tecnológico, Gestión de Servicios, Inmuebles y Sostenibilidad Medioambiental.

Gran parte de los puestos a cubrir estarán dedicados a afrontar las nuevas competencias que ya está asumiendo la CNMV, como la entrada en vigor de los reglamentos europeos de critpoactivos (MiCA), de ciberseguridad (DORA), o las nuevas regulaciones sobre sostenibilidad. Esta convocatoria se enmarca en el proceso de refuerzo de recursos humanos que la CNMV ha puesto en marcha para asegurar los niveles de excelencia que requiere actualmente la supervisión y regulación de mercados financieros.

A las convocatorias de técnicos pueden presentarse aspirantes con el título de licenciado, arquitecto, ingeniero o graduado. Los procesos de selección incluyen una primera fase oposición con cuatro pruebas: tipo test, inglés, ejercicio escrito y ejercicio oral. La estructura y requisitos de las pruebas se han simplificado para agilizar su desarrollo. Los candidatos que pasen la fase de oposición verán valorados sus méritos profesionales en la fase de concurso, pero no es necesaria experiencia profesional previa.

Los candidatos seleccionados en la convocatoria general para técnicos de la CNMV se incorporarán a las oficinas de Madrid y Barcelona. Además, seis de las plazas están reservadas a personas con discapacidad.

Los aspirantes deberán presentar su solicitud de participación en el Registro General de la CNMV o a través de la sede electrónica, conforme a las instrucciones y modelos establecidos en las bases, que están disponibles en la página web de la CNMV. Las solicitudes pueden presentarse hasta el 31 de mayo.

Xavier Fàbregas se incorpora a la startup AInvestor como socio estratégico responsable de relaciones institucionales

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Foto cedidaStephen Yiu, fundador de Blue Whale Capital.

Nuevo proyecto profesional para Xavier Fàbregas, muy conocido en la industria de inversiones catalana, especialmente por su labor al frente de Caja Ingenieros Gestión, entidad en la que trabajó durante más de 18 años. Fábregas acaba de unirse a AInvestor, un SaaS (software as a service) que permite a las gestoras y ESIs incorporar expectativas de rentabilidad y riesgo en sus carteras.

“AInvestor es una solución de portfolio management orientada a las prestaciones que podemos esperar de una cartera. El punto diferencial es la generación de expectativas, tanto de riesgo como retorno, y nace con el propósito de minimizar la incertidumbre propia que conlleva la toma de decisiones de inversión. Para ello nos basamos en la explicabilidad y la predictibilidad de los modelos que obtenemos mediante técnicas de inteligencia artificial”, explica en una entrevista con Funds Society.

AInvestor quiere ser un must have en el tool kit de los distintos equipos que participan en la construcción y diseño de carteras, incorporando la inteligencia artificial en todo el proceso de inversión, desde la selección, pasando por la construcción y terminando en el seguimiento y análisis, explica el experto. “Nuestra misión es la de aportar más transparencia y precisión para ayudar a los gestores a tomar mejores decisiones de inversión”, resume.

Se trata de una startup miembro de la Asociación Española de Fintech & Insurtech integrada en la vertical de infraestructura financiera y con sede en Girona.

Al frente de la entidad se sitúa su CEO, Pau Montserrat, así como Pol Hospital, como COO, y Francesc Puigdemont y Xavier Fàbregas como socios fundadores. La fintech ha sido acelerada por Conector y cuenta también con la Cambra de Comerç de Sabadell en su accionariado.

“Estamos encantados con la incorporación de Xavier en nuestro equipo. Su conocimiento del sector junto a la experiencia en materia de gestión nos ha permitido escalar la solución a nivel institucional y además acercar las funcionalidades de AInvestor a las necesidades inmediatas de un sector en constante transformación”, comenta Pau Montserrat.

Un background marcado por la sostenibilidad

Xavier Fàbregas lleva más de 20 años dedicados a la inversión colectiva. Desde 2012 hasta septiembre de 2023 fue director general en Caja Ingenieros Gestión, gestora de fondos de inversión del grupo Caja de Ingenieros. Anteriormente fue director de inversiones en la misma entidad.

Ha impulsado una narrativa singular en materia de inversiones, con la implementación de estrategias pioneras en materia de sostenibilidad y de impacto. Además, es miembro de la Junta del Instituto Español de Analistas (Delegación Catalana) donde sigue impulsando la labor del Instituto entre sus socios.

Caser Asesores Financieros incorpora a Clemente Álvarez Fernández a su red de agentes en Málaga

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Foto cedida

Clemente Álvarez Fernández se ha unido a la red de agentes de Caser Asesores Financieros en la provincia de Málaga.

Procedente de Mapfre Gestión Patrimonial (la unidad de asesoramiento financiero de Mafpre), cuenta con más de 30 años de experiencia en la gestión de activos e inversiones. Clemente cubrirá la zona de Marbella y aportará su conocimiento al equipo de Asier Uribeechebarria, que cuenta actualmente con 48 agentes.

Clemente ha realizado labores de análisis financiero y planificación estratégica en Mapfre AM durante más de siete años. Con anterioridad, según su perfil de LinkedIn, trabajó durante cuatro años en Banco Santander, como profesional independiente.

También fue director de estrategias de inversión y planificación financiera en Grupo Financiero GP, como profesional independiente, entre otras experiencias que incluyen firmas como Pelayo Mondiale Vida de Seguros y Reaseguros SA, GRUPO CAF Inversiones, Mapfre o Bankinter, donde fue agente durante nueve años.

 

Un momento crítico para la inversión de impacto

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Pixabay CC0 Public Domain

En los últimos años, hemos oído cada vez más hablar de “impact washing”, pero ¿por qué es esto un reto y por qué es tan importante abordarlo ahora? En mi opinión, nos encontramos ante un momento crítico para definir qué será y qué no será la inversión de impacto, y para ello es fundamental asegurar que la inversión de impacto siga apostando por soluciones de alto impacto y por ser capaz de demostrar con datos su impacto positivo en la sociedad y el planeta.

Para ello será necesario distinguir mejor las inversiones según sus niveles de profundidad en el impacto, así como redefinir la noción de éxito para dar mucho mayor protagonismo a los datos de impacto social y medioambiental.

Crecimiento de la inversión de impacto en el mundo

La inversión de impacto nació desde la convicción de que era necesario movilizar a los mercados de capitales globales porque sin ellos y solo con el capital movilizado por gobiernos y ONG, no se llegaría a reducir las enormes brechas de pobreza y cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles marcados por Naciones Unidas. El sector ha experimentado un crecimiento exponencial en la última década, pasando de los 400.000 millones de dólares en 2011 a los 1,2 billones de dólares en 2021 – según la última estimación realizada por el Global impact Investing Network (GIIN)-.

Este crecimiento se ha visto particularmente acelerado a partir de 2018, creciendo a más del 30% cada año y ha sido posible no solo por el crecimiento de los actores iniciales de impacto, sino también por la entrada de nuevos actores financieros que se han visto atraídos al sector por cambios regulatorios y exigencias de sus inversores. Inevitablemente, este crecimiento sostenido ha requerido que se amplíe la visión de estos, que comenzaron a principios de siglo invirtiendo mayoritariamente en microfinanzas y en otros proyectos incipientes centrados en la pobreza y la desigualdad, para integrar otros retos globales como el cambio climático e integrar otros tipos de activos como la inversión en activos cotizados.

El crecimiento del sector es sin duda una gran noticia y, sin embargo, seguimos lejos de ver cambios sustanciales en muchos de los indicadores de pobreza, desigualdad o impacto climático más relevantes en estos últimos 10 años. Por ello, es fundamental que nos preguntemos ¿qué podemos hacer mejor?, ¿cómo podemos asegurar que el incremento en activos bajo gestión realmente está generando impactos positivos a escala?

Soluciones para asegurar la adicionalidad del sector de impacto

La inversión de impacto se caracteriza por tres pilares fundamentales:

  1. Intencionalidad de generar un impacto positivo concreto
  2. Medición clara del impacto positivo y negativo
  3. Adicionalidad de las inversiones por encima del status-quo.

La intención es quizás la más sencilla pero las dos segundas resultan fundamentales para preservar la integridad del sector.

Para asegurar que los inversores de impacto son “adicionales” es decir, están realmente contribuyendo a luchar contra los grandes retos a los que nos enfrentamos, será fundamental asegurar que siga habiendo cabida para aquellas inversiones “más adicionales” o más disruptivas y de mayor y más profundo impacto en las personas más desatendidas. Para ello, es fundamental poder distinguir unos activos de otros en base a su nivel o profundidad de impacto. Porque, aunque la inversión de impacto abarca una enorme diversidad de sectores y de activos, no todos tienen el mismo impacto. Y es que no es lo mismo invertir en proyectos de transición energética, como el desarrollo de una planta fotovoltaica, que invertir en empresas que reducen la pobreza y la desigualdad, como aquellas que integran plenamente en la sociedad a las personas en riesgo de exclusión.

Ambos son proyectos de impacto y son muy necesarios para nuestra sociedad, pero el primero supone una mejora incremental que además cuenta con un fuerte empuje regulatorio y por tanto debería poder generar retornos de mercado como cualquier otra compañía. El segundo, sin embargo, supone un cambio sistémico y profundo con cambios de mentalidad que requieren de tiempo y por tanto requiere de capital paciente con una visión a mucho más largo plazo.

Hoy en día ambos se consideran inversiones de impacto, sin embargo, las dificultades para cuantificar la profundidad de impacto de las inversiones sociales resultan un claro desequilibrio que perjudica a aquellas con impacto más profundos pero difíciles de medir. Si conseguimos cuantificar estos impactos, el trinomio rentabilidad-riesgo-impacto estará más equilibrado, generando incentivos adecuados para que ambos proyectos encuentren financiación.

En paralelo, debemos darle mayor importancia a demostrar que la inversión de impacto es capaz de generar cambios. Esto nos obliga a replantear la actual definición de éxito en el sector financiero. Es fundamental que dejemos de enfocarnos únicamente en el aumento de activos bajo gestión y rentabilidades para los inversores, e integremos de manera más rigurosa datos sobre el impacto positivo generado. Será importante que no nos preocupemos solo por si la inversión de impacto puede generar rentabilidades de mercado, sino también por su capacidad de generar cambios sustanciales en los desafíos sociales y ambientales que enfrentamos. Necesitamos un cambio de mentalidad profundo, uno que enmarque el éxito como nuestra capacidad de generar bienestar para la sociedad en su conjunto y no solo para el individuo.

La responsabilidad de España

En España, el sector también ha evolucionado y se encuentra en plena expansión. En el último informe de SpainNAB, la asociación española para promover la inversión de impacto en el país, se estima que el sector alcanzaba los 1.200 millones de euros en 2022, de los cuales 874 millones provienen de fondos de capital privado, un crecimiento del 100,5% con respecto a 2021. Este crecimiento se debe a la incorporación de nuevos vehículos de impacto (que ahora representan el 5,6%), a un incremento significativo de los vehículos ya existentes, y a que muchos actores y fondos tradicionales han implementado cambios estructurales en sus prácticas de inversión, categorizándolas como inversiones de impacto. El lanzamiento del Fondo de Impacto Social (FIS), que movilizará 400 millones de euros de fondos NextGen europeos y será gestionado por Cofides, sin duda contribuirá a seguir consolidando el crecimiento del sector.

Fuente: “La oferta de capital de impacto en España” septiembre 2023- SpainNAB

Aunque el sector en España ha crecido, todavía le queda mucho espacio de crecimiento si lo comparamos con sus pares europeos. Según el último estudio de Impact Europe, en Europa la inversión de impacto directa (sin contar fondos cotizados) llegaba a los 80 billones de euros en 2021, creciendo un 26% con respecto a 2020. Entre ellos, el mercado francés contaba ya con 14.800 millones de euros en activos en 2022, una cifra 12 veces mayor a la española.

Una de las diferencias notables entre el mercado español y el de sus pares europeos, es la proveniencia del capital. En España, se calcula que el 71% de los fondos gestionados por el sector viene de inversores privados e individuales. Sin embargo, tanto en Francia como en Italia la mayor parte del capital proviene de instituciones financieras incluyendo banca tradicional y banca ética. Uno de los grades desencadenantes de ese cambio en Francia fue la regulación de los fondos 90/10, que obliga a todos los fondos de pensiones de empleo a ofrecer un fondo con al menos un 10% de producto de impacto a sus empleados. Resultará importante también encontrar maneras para que las instituciones financieras españolas den un paso al frente y apuesten por la inversión de impacto en nuestro país.

El mundo se encuentra en un momento crucial para definir el rumbo de la inversión de impacto. Preservar la adicionalidad y demostrar el impacto social y medioambiental serán atributos fundamentales para que el sector perdure y consiga generar cambios sustanciales en la sociedad. En España, el crecimiento del sector ha sido notable, pero aún queda un largo camino por recorrer. Para lograr avances significativos en indicadores de pobreza, desigualdad y cambio climático, es necesario un cambio de mentalidad profundo y España pudiese ser líder en ese cambio. En Creas, gestora líder y pionera en inversión de impacto desde 2008, seguiremos trabajando porque estos cambios ocurran.

Tribuna elaborada por Lara Viada, socia de CREAS