Foto cedidaPaula Vicario Martín, nueva socia de Precios de Transferencia de finReg360.
Con este nombramiento, finReg360 refuerza su posicionamiento como firma líder en España en regulación financiera y amplía su oferta de servicios dentro del área de Fiscal.
Paula Vicario cuenta con amplia experiencia en la coordinación y gestión de proyectos globales de precios de transferencia para algunos de los mayores grupos empresariales, tanto nacionales como internacionales.
finReg360 consolida su posicionamiento como firma líder en España en regulación financiera con la incorporación de Paula Vicario Martín como nueva socia responsable de Precios de Transferencia, práctica que se integrará dentro del área de Fiscal. Este nombramiento representa un paso clave en la hoja de ruta de crecimiento de la firma y refuerza su condición de asesor de referencia para las entidades del sector financiero y sociedades cotizadas en un entorno cada vez más globalizado.
Vicario cuenta con 17 años de experiencia en la planificación y gestión de proyectos de precios de transferencia para algunos de los mayores grupos empresariales. A lo largo de su carrera, ha dirigido equipos multidisciplinares y ha coordinado el análisis y la documentación de precios de transferencia a nivel mundial para destacadas multinacionales (incluidas compañías del IBEX 35), así como para grupos middle market y PYMES, con presencia en España y en el extranjero. Vicario también posee una sólida trayectoria gestionando la relación de las entidades con la Administración Tributaria, brindando asistencia durante inspecciones fiscales. Además, cabe señalar que tiene destacada experiencia en el ámbito de la valoración de activos.
Licenciada en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad Pontificia Comillas, la nueva socia de finReg360 viene de desarrollar su carrera profesional en la firma Transfer Pricing Specialists (TPS). Anteriormente, también ha trabajado en Garrido Forensic, PwC y KPMG, entre otras.
“La incorporación de la práctica de Precios de Transferencia responde directamente a las crecientes necesidades de nuestros clientes en un entorno cada vez más complejo y regulado. Estamos convencidos de que, bajo el liderazgo de Paula Vicario, este nuevo servicio no solo contribuirá de manera significativa a consolidar nuestra posición de firma referente para el sector financiero, sino que también permitirá a nuestros clientes optimizar su estructura fiscal y afrontar con mayor eficacia sus retos de crecimiento”, afirman desde finReg360.
En un contexto de creciente supervisión fiscal y mayor complejidad en las operaciones internacionales y estructuras intragrupo, los precios de transferencia han adquirido un papel clave para las entidades financieras y sociedades cotizadas. Ante esta realidad, el nuevo servicio de Precios de Transferencia de finReg360 está diseñado para ayudar a las entidades a gestionar y documentar correctamente sus operaciones, minimizando riesgos de sanciones y optimizando su estructura fiscal.
“Los precios de transferencia son mucho más que una obligación fiscal, son una herramienta estratégica que ayuda a las entidades a estructurarse y tomar decisiones con confianza. Mi objetivo es aportar a los clientes una visión clara y práctica, con soluciones concretas, para acompañarlos en sus retos de crecimiento y operativos”, explica Paula Vicario, nueva socia de finReg360.
Con este nombramiento, finReg360 pasa a contar con un total de 13 socios y un equipo de más de 60 profesionales, que brindan servicio a más de 1.000 clientes nacionales e internacionales. Además, la firma da un paso más en su compromiso de ofrecer un asesoramiento integral y super especializado.
Los bancos centrales de Europa y el Reino Unido han recortado tipos durante los últimos meses ante el repliegue de la inflación y la debilidad del crecimiento. Los mercados están descontando más recortes este año y algunos inversores se preguntan qué repercusiones tiene el entorno macroeconómico para los bonos convertibles contingentes.
Es de sobra conocido que el potencial de beneficios de los bancos tiende a aumentar en un entorno de tipos de interés al alza, lo que generalmente ocurre cuando la economía está en buena forma. En este escenario, la demanda de crédito generalmente es elevada y los bancos pueden prestar a tipos de interés más altos, lo que, a su vez, impulsa el margen de intermediación. Lo contrario puede seguir representando también un entorno favorable para los inversores en CoCos.
El año pasado fue bueno para los bonos subordinados del sector financiero, ya que los diferenciales de la deuda corporativa se estrecharon con fuerza. Este efecto positivo se sumó a las acusadas subidas de tipos de los bancos centrales del mundo desarrollado para sofocar el fuerte repunte de la inflación tras el COVID. Los CoCos registraron un buen comportamiento tras la fuerte ampliación de los diferenciales de la deuda corporativa de 2023 debido a las turbulencias que sufrieron los bancos regionales de EE. UU. y la quiebra de Credit Suisse.
Dado que los diferenciales ya se encuentran en mínimos de varios años, creemos que queda poco margen para nuevas compresiones. Aun así, cuando se comparan con la mayoría de segmentos de la deuda corporativa, incluidos los bonos High Yield, los CoCos siguen siendo una oportunidad atractiva para los inversores en renta fija por sus sólidos fundamentales, sus rendimientos superiores y su elevado carry.
Las rentabilidades indicadas no constituyen una guía o una garantía del nivel previsto de distribuciones que se recibirán. La rentabilidad puede fluctuar considerablemente durante periodos de volatilidad extrema en las condiciones económicas o de mercado.Aunque los AT1 son la forma más subordinada de la deuda emitida por los bancos, la mayoría de los instrumentos tienen calificaciones BBB o BB, pero rentan más que cualquier bono corporativo con calificación B. El hecho de que casi todos los emisores posean una calificación Investment Grade puede elevar el atractivo de los CoCos.
Aunque los recortes de tipos se traducen en márgenes de intermediación moderadamente más bajos para los bancos, lo que afecta a su capacidad de distribución, es importante recordar que la capitalización de las entidades de crédito europeas y británicas es muy sólida, justo por debajo del máximo alcanzado durante los dos últimos años. Este gran colchón de capital debería ayudar a absorber la mencionada reducción de los márgenes de intermediación sin demasiado problema. Lo importante es que la caída de los tipos de interés también podría rebajar las presiones sobre la solvencia de los prestatarios, que verían cómo se reducen la carga de intereses de sus préstamos con el descenso de los tipos.
Los AT1 poseen un mecanismo de absorción de pérdidas que se activa si el coeficiente de capital ordinario de nivel 1 cae por debajo de un umbral determinado de antemano. Suele ser del 5,125% o del 7%. Si el ratio cae por debajo de uno de esos niveles, los bonos pueden convertirse en capital o amortizarse por completo. Por lo tanto, la capitalización de un banco desempeña un papel importante en la selección de bonos.
Además, las perspectivas en torno a la oferta de CoCos son favorables este año, ya que los bancos de Europa y el Reino Unido adelantaron a 2024 gran parte de su actividad de financiación. Si a ello le sumamos unos reembolsos ligeramente más altos en 2025, la emisión neta anual total se prevé que sea mucho más baja que la de 2024. Además, los cupones de los CoCos han aumentado con el ascenso de los tipos de interés de referencia tras el COVID, lo que proporciona un colchón y sostiene la rentabilidad total. Este entorno contrasta con la década posterior a la crisis financiera mundial, cuando los tipos sin riesgo rondaban el cero.
Los CoCos también podrían ayudar a los inversores a lidiar con el aumento de la incertidumbre derivada de las políticas del presidente estadounidense Donald Trump, como imponer aranceles recíprocos a sus socios comerciales, lo que podría tener un efecto inflacionista y, en última instancia, dañar el crecimiento. Eso podría generar volatilidad en los mercados de tipos de interés y plantear algunos riesgos en los segmentos de larga duración del mercado de bonos, como la deuda sénior de bancos o los bonos corporativos con vencimientos largos. Los CoCos, por otro lado, deberían estar más protegidos frente a este riesgo gracias a una duración mucho más baja. Además, los instrumentos de este tipo emitidos por los bancos europeos siguen siendo atractivos comparados con las elevadas valoraciones de los bancos estadounidenses, en especial las acciones preferentes y, de forma más general, los bonos subordinados.
En su condición de instrumento instaurado después de la crisis financiera mundial para elevar los coeficientes de capital de los bancos, durante la última década los CoCos han ofrecido rentabilidades muy atractivas con una volatilidad más baja que los índices de valores bancarios. Estos instrumentos también ofrecen rendimientos más altos que la mayoría de áreas de la renta fija. Sin embargo, es importante conocer los peligros para evitar riesgos bajistas. En el volátil entorno actual, marcado por las tensiones geopolíticas y la incertidumbre que rodea a la política monetaria, la selección de bonos mediante un análisis fundamental riguroso es clave para generar alfa eficazmente.
Para comprender cómo están afrontando las carteras de los perfilados españoles el entorno actual de mercado, es necesario saber cuál era el punto de partida al inicio de 2025. A este análisis retrospectivo da respuesta el último Barómetro de Carteras de Natixis IM, correspondiente al segundo semestre de 2024.
Tomando como referencia la última década, el barómetro de Natixis IM concluye que, históricamente más conservadores que sus pares europeos, los inversores españoles han ido aumentando su exposición a la renta variable. Además, en estos diez años, han reducido su exposición a acciones europeas optando por un mayor enfoque en el mercado estadounidense, lo que refleja, según la gestora, un cambio significativo en la asignación de activos. Por último, el informe destaca que las carteras también han ido incrementando su asignación a renta fija, a la vez que reduciendo su exposición a activos alternativos, en contraste con el auge y la popularidad de los mercados privados durante el mismo periodo.
Ahora bien, pongamos el punto de partida en 2024. Según el barómetro, los tres perfiles de riesgo tuvieron un comportamiento positivo, marcado por el rally de la renta variable más allá de las 7 Magníficas. En el caso de la renta fija, los mercados mantuvieron un buen comportamiento a lo largo del año, sin embargo, en la segunda mitad de 2024 hubo una mayor volatilidad y crecientes diferencias entre ambos lados del Atlántico. Para Carmen Olds, directora de Advisory del departamento Natixis IM Solutions para España y América Latina, el balance de 2024 es claro: los inversores obtuvieron rentabilidades muy positivas para los tres perfiles de carteras -conservadora, moderada y agresiva-, marcando el segundo año consecutivo en que asumir riesgo se tradujo en mayores rendimientos.
Tendencias de 2024
“Una tendencia que llama la atención es que no compensó lo mismo tomar riesgo a tres años que a uno. De hecho, tomar riesgo a un año logró mejor rentabilidad que a tres. También destaca que todas las carteras tuvieron una volatilidad inferior al 10% en esa toma de riesgo a un año, mientras que a tres años, la volatilidad era mayor”, apunta Olds. Además, destaca que hubo una menor dispersión entre las carteras analizadas, tanto dentro de cada perfil como entre los distintos perfiles de riesgo. En su opinión, este fenómeno puede atribuirse a una disminución generalizada de la volatilidad a lo largo de 2024.
Otra de las tendencias más significativas para Olds es que durante los tres últimos años se han visto salidas de los perfiles conservadores y moderados, y mayor búsqueda de riesgo en los perfiles de riesgo. “Está bajando el volumen de gestión en el perfil conservador. Cada vez se parecen más el moderado y el conservador. Las salidas de dinero del perfil conservador son una tendencia de tres años y se ve una rotación hacia monetarias y exposiciones cortas. Sin duda, en 2024, la renta fija de corta duración y los monetarios acapararon los flujos, mientras que en renta variable los flujos se dirigieron hacia la renta variable global y estadounidense de gran capitalización blend”, apunta.
Si tuviéramos que retratar en una foto finish cómo era una cartera moderada en 2024, Olds apunta que estaríamos hablando de un 40% de renta fija, un 55% de renta variable y un 5% de todo aquello que no son activos tradicionales. En su opinión, esto muestra una falta de diversificación. “Las carteras españolas están tomando más riesgo de cara a 2025 respecto a su histórico y sus pares europeos. Tradicionalmente, hemos hablado de un inversor conservador, pero ante las buenas previsiones que tenían para 2025, los inversores españoles tomaron algo más de riesgo”, añade Olds.
Posición de partida en 2025
Así fue cómo acabaron situadas las carteras españolas, a la espera de un nuevo año lleno de oportunidades. Sin embargo, como bien apunta Olds, “en 2025 se han materializado todos los impactos que podría traer la nueva Administración Trump” y que, por ahora, se ha traducido en caídas en la mayoría de las clases de activos. “Aunque vemos que para un perfil agresivo estas caídas pueden llegar a significar un 15%, es necesario recordar que no alcanza los máximos que se han registrado en los últimos 15 años de historia”, matiza.
Según su experiencia a cargo de este barómetro, ahora mismo es muy difícil saber cuál es el impacto que tiene el contexto actual en las carteras españolas, pero sí insisten en que es buen momento para la diversificación y para la gestión activa. “No es solo por una cuestión de volatilidad, sino porque estamos en un momento de desconcentración de carteras”, matiza.
Para Olds, las carteras españolas se enfrentan a una revaloración de los activos de riesgo, ya que los tres perfiles -conservador, moderado y agresivo- ha aumentado el peso de la renta variable durante la última década. “También han ido reduciendo el sesgo doméstico dentro de las carteras. Este reajuste va más allá de que EE.UU. haya tenido mejor comportamiento, la renta variable española ha ido perdiendo peso en las carteras. Ahora bien, creemos que la primera parte del movimiento que estamos viendo de los inversores hacia Europa es una corrección de ese giro hacia EE.UU. tras la victoria de Trump, pero también responde a los anuncios de los gobiernos europeos”, afirma.
En segundo lugar, señala que las carteras españolas también deberán dar respuesta a la revaluación de los riesgos de inflación y crecimiento. En este sentido, apunta que los inversores podrían rebalancear la mayor disposición que tenían a tomar riesgo de crédito que de duración. “El 70% de las carteras de renta fija en España invierten en Europa, que ha tenido un comportamiento más normal, por lo que han estado más protegidas. En camibo, en EE.UU. la foto es distinta: la expectativa es de precios más altos, pero en el corto plazo parece que reinan expectativas de recesión y se espera que bajen los precios. Creemos que todo lo que sean aranceles va a complicar la labor de los bancos centrales, especialmente a la Fed, por lo que habrá que tener en cuenta de cara a la renta fija”, comenta Olds.
Por último, la experta recuerda que para las carteras españolas será importante tener en cuenta el cuestionamiento sobre los activos refugio tradicionales. “Por ejemplo, el bono alemán ha respondido como era previsible, pero en EE.UU. la preocupación ha hecho que los bonos se hayan vendido. A los inversores no solo les preocupa el mal comportamiento de los bonos, sino también el del dólar”, matiza.
¿Dónde nos deja esto?
Con los datos del barómetro sobre la mesa y estas reflexiones sobre las tendencias a las que tienen que estar atentos los inversores en el contexto actual, Olds concluye que todo esto nos deja a las carteras españolas ante una falta de diversificación. “Lo que estamos viendo en carteras balanceadas de toda la vida es una relación de riesgo/diversificación que está cayendo. Las carteras estaban diversificadas para un entorno sin inflación. Lo que vemos es que la renta fija no siempre nos va a venir a rescatar cuando cae el mercado. Si se combinan acciones y bonos, la rentabilidad que se logra en la diversificación ha ido cayendo. Una forma de aportar diversificación es a través de los activos alternativos”, argumenta Olds.
Una visión que coincide con la de Javier García de Vinuesa, country head de Natixis IM en España y Portugal: “Notamos más interés en los mercados privados. En los inversores institucionales era algo habitual, pero ahora este interés se ha contagiado al particular, que hasta ahora no tenía la legislación ni los vehículos apropiados para participar de este tipo de inversiones”.
En este contexto, García de Vinuesa anuncia el lanzamiento para el mercado español del fondo Natixis Multi Private Asset Navigator, una estrategia que da acceso a invertir en private equity, deuda privada, infraestructuras y real estate. “El fondo, que ya está registrado para su distribución, permite invertir en un montón de subyacentes que de otra forma sería difícil acceder y que sirven para aportar diversificación y descorrelación a las carteras respecto a los mercados financieros”, explica.
Sobre el fondo indica que es una estructura ELTIF y es un vehículo evergreen. Se trata de un fondo de fondos que permite a los inversores obtener exposición a una cartera diversificada de fondos de activos privados, distribuyendo el riesgo entre distintas clases de activos, geografías y estrategias. Un equipo independiente de análisis y selección de fondos realiza una exhaustiva due diligence sobre los fondos subyacentes, asegurando que solo las mejores oportunidades sean seleccionadas por el equipo de gestión.
Foto cedidaLuis Buceta CFA, presidente CFA Society Spain.
CFA Society Spain, sociedad perteneciente a la red mundial de 160 sociedades locales de CFA Institute, la asociación global de profesionales de la inversión, ha anunciado un récord histórico de inscripciones a lostres niveles del Programa CFA. En el último año, la cifra de candidatos ha crecido hasta los 2.400, superando los niveles pre-COVID.
Este crecimiento viene impulsado por el aumento de candidatos al Nivel 1, que han alcanzado los 1.700, reflejando un incremento del 140% en los últimos dos años. El interés por la certificación CFA posiciona a España como el país con mayor crecimiento en candidatos dentro de los mercados financieros desarrollados según CFA Institute.
Ampliación del “Programa Embajadores CFA” a 24 entidades
En 2023 se lanzó el Programa Embajadores CFA con 17 firmas colaboradoras para fomentar la formación de calidad, las mejores prácticas y reforzar la colaboración entre CFA Society Spain y las entidades financieras más relevantes. En 2025 siete nuevas entidades se han sumado al Programa Embajadores CFA: UBS (Iñigo Iturriaga, CFA y Daniel Urrutia, CFA), Goldman Sachs (Fernando Orrillo, CFA), Morgan Stanley (Pilar Garicano, CFA), Kutxabank-Fineco (Miguel Roqueiro, CFA y Miguel Cortabarria, CFA), March Asset Management (Javier Criado Andrés, CFA), Renta 4 (Santiago Castillo Pino, CFA), e Iberdrola (Patricia Lizarraga, CFA y Javier Cuesta, CFA), la primera empresa no financiera en sumarse a la iniciativa. Estas entidades se unen a BBVA, Banco Santander, CaixaBank, Banco Sabadell, Bankinter, BNP Paribas, Deutsche Bank, JP Morgan, PwC, EY, KPMG, Deloitte, Zurich, Fitch Ratings, Grupo Mutua, Arcano y WTW. El programa cuenta ya con 24 entidades participantes.
“Estamos orgullosos con el crecimiento de candidatos CFA en España, el mayor de los países desarrollados. Este avance, y la ampliación del Programa Embajadores CFA con los mayores empleadores de CFAs en España, ponen en valor la calidad de la acreditación CFA. Se trata del estándar oro de la industria de la inversión, para promover y fortalecer la mejor formación financiera y las mejores prácticas profesionales en las organizaciones”, explica Luis Buceta, CFA, CAd presidente de CFA Society Spain.
Patricia Lizarraga, CFA, CAd, responsable de la Gestión Tesorera del Grupo Iberdrola, añade: “Para Iberdrola es un honor ser la primera empresa no financiera en unirnos al Programa Embajadores de CFA Society Spain, que es una referencia entre las entidades más relevantes del sector financiero en España. Iberdrola busca profundizar y fortalecer la relación con profesionales e instituciones para reforzar los conocimientos financieros en la sociedad”.
«Los profesionales que actúan como Embajadores CFA están haciendo una labor excepcional, fomentando la excelencia a través de la certificación dentro de sus empresas. Esto ha permitido el crecimiento del número de candidatos en España. El éxito del Programa Embajadores en España hace que CFA Institute considere replicarlo en otros países, lo que supondría un reconocimiento al liderazgo de España en la comunidad de profesionales CFA», añade Kike Briega, CFA, responsable del Programa Embajadores.
Mutuactivos se refuerza con la incorporación de Borja Martiarena como director del Área de Inversión Inmobiliaria. Según la entidad, entre otras funciones, Martiarena se encargará de analizar las tendencias del mercado y de identificar oportunidades de inversión atractivas en este segmento de actividad para los clientes de Mutuactivos a través de productos financieros especializados.
Igualmente, prestará asesoramiento en el ámbito de la planificación financiera a clientes en todos los aspectos relacionados con este tipo de inversiones, y reportará directamente a Luis Ussía, presidente y consejero delegado de la entidad.
Licenciado en administración y dirección de empresas por CUNEF, Martiarena cuenta con una experiencia de más de 10 años en el sector de inversiones inmobiliarias. Se incorpora a Mutuactivos procedente de CBRE, donde ocupaba el cargo de director de Banca de Inversión y donde se especializó en inversiones inmobiliarias en el ámbito residencial, hotelero y de salud. Anteriormente, trabajó en otras empresas, como Allfunds Bank y A&G Asesores y Gestores Financieros.
Plan Estratégico 2024-2026
Mutuactivos está inmerso en la actualidad en un ambicioso plan estratégico (2024-2026), que pone el foco, entre otros objetivos, en reforzar y ampliar su servicio de asesoramiento, planificación financiera y productos de inversión, en el crecimiento rentable y sostenido, en la captación de patrimonio de terceros, en impulsar la captación de clientes con altos patrimonios y en continuar con su transformación digital, para lo que invertirá entre 10 y 15 millones.
Mutuactivos es la gestora de fondos de inversión y de pensiones del grupo Mutua Madrileña. La firma gestiona un patrimonio superior a los 14.500 millones de euros, a través de más de 30 fondos de inversión, carteras de gestión discrecional, más de 20 planes de pensiones (del sistema individual y del sistema de empleo) y una variada gama de seguros de ahorro.
En la actualidad, su equipo está compuesto por más de 200 profesionales que trabajan en las siete oficinas con las que cuenta la entidad en España: Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, A Coruña, Valladolid y Canarias.
Los fondos transfronterizos se han consolidado como una pieza clave en la gestión de activos, situando a Europa —y especialmente a Luxemburgo— en el epicentro de la distribución internacional. Según los datos publicados por Alfi, la asociación luxemburguesa de fondos, el patrimonio en vehículos transfronterizos alcanzaron los 7 billones de euros, representando entre el 8% y el 49% del total de activos gestionados en todas las regiones, excepto en América del Norte.
Según la edición 2025 del informe “Cross-Border Distribution of Investment Funds Study”, elaborado en colaboración por Alfi y Broadridge, por primera vez, los activos transfronterizos han alcanzado los 7 billones de euros. Luxemburgo continúa liderando este segmento, concentrando cerca de la mitad del total global de activos bajo gestión transfronterizos. Desde Alfi consideran que esto refuerza el posicionamiento del Gran Ducado como centro confiable en infraestructura, innovación y conocimiento regulatorio.
“Luxemburgo sigue siendo un hub clave en la distribución de fondos transfronterizos, con casi la mitad de todos los activos globales. El crecimiento futuro estará impulsado por tendencias estructurales y el sentimiento inversor. A medida que aumenta la complejidad operativa y regulatoria, Luxemburgo destaca por ofrecer la experiencia, infraestructura y talento que necesitan los gestores con ambiciones globales”, apunta Britta Borneff, directora de Marketing de Alfi.
Principales tendencias
Sin embargo, el informe también muestra un panorama en rápida evolución, marcado por la creciente presión sobre los márgenes, la consolidación del mercado, los cambios en las preferencias de los inversores y la fragmentación regulatoria.
En concreto, la región APAC se ha consolidado como el segundo mayor mercado, con Hong Kong, Singapur y Taiwán como polos estratégicos. Por su parte, Oriente Medio y América Latina —aunque en menor escala— evidencian una creciente confianza en los productos UCITS como garantía de calidad y seguridad regulatoria.
Mientras las estrategias pasivas y los ETF siguen ganando terreno —impulsados por la presión sobre comisiones, el desgaste del enfoque ESG y la consolidación— la gestión activa está lejos de desaparecer. Una conclusión relevante del informe es que los selectores de fondos continúan buscando estrategias resilientes y flexibles, como los ETF activos o el capital privado. En un entorno transfronterizo cambiante, el éxito dependerá de la innovación, la capacidad de adaptación y la eficiencia operativa.
A la luz de estas conclusiones, Nigel Birch, vicepresidente y responsable global de Datos y Análisis en Broadridge, considera que la industria de fondos transfronterizos atraviesa hoy un ritmo de cambio sin precedentes. “El auge de la inversión pasiva —especialmente a través de ETF— está impulsando la consolidación y redefiniendo las reglas del juego, justo cuando el sentimiento inversor se aleja de los temas que antes sustentaban el mercado. En este nuevo contexto, las decisiones deben apoyarse en datos: ya no son una opción, sino una necesidad”, concluye.
Javier Estrada Fernández-Hontoria se ha incorporado a Abante como asesor senior con el objetivo de reforzar e impulsar el desarrollo y la relación con grandes clientes, como parte de la estrategia para fortalecer la propuesta de valor de la compañía en este segmento.
El nuevo asesor senior refuerza el área de grandes clientes de Abante, que en los últimos años ha experimentado un crecimiento significativo. Según explican desde la entidad, este equipo está formado por 14 personas, de perfiles con bastante seniority, y ofrece un servicio patrimonial global y diferencial, que combina el conocimiento especializado de los distintos equipos de Abante, es decir, asesoramiento patrimonial, corporativo e inmobiliario; gestión de activos y vehiculización de inversiones. Desde esta área se coordinan todas las soluciones para grandes patrimonios, Family Offices y familias empresarias, con un enfoque integral y personalizado.
En cuanto a su trayectoria profesional, Javier Estrada Fernández-Hontoria es un ejecutivo español con una extensa trayectoria en el sector financiero, especializado en banca privada y gestión de inversiones. Su experiencia abarca más de 30 años, incluyendo altos cargos en Morgan Stanley (Nueva York y Madrid) y CaixaBank (donde fue director de Inversiones de Banca Privada y responsable de clientes UHNW).
Estrada Fernández-Hontoria cuenta, además, con un máster en economía y en análisis y mercados financieros por el New York Institute of Finance y el IESE. Según detallan desde Abante, su experiencia profesional combina la gestión de fondos de inversión, la dirección de inversiones de una gestora de Instituciones de Inversiones Colectiva, así como las labores de estrategia y dirección del segmento de banca privada, con especial foco en los clientes del segmento de alto patrimonio.
Los inversores se enfrentan a mayores niveles de incertidumbre en un contexto cada vez más volátil; este entorno de inversión más complejo impone un enfoque más diligente. En los mercados, los primeros meses de la presidencia de Donald Trump apuntan a que está produciéndose cierta recalibración regional. Después de centrarse inicialmente en los aspectos positivos del programa político de Trump, los inversores han expresado su inquietud ante el enfoque cada vez más agresivo de la Casa Blanca, sobre todo en materia de comercio, y algunos están empezando a buscar un planteamiento alternativo a la hora de tomar decisiones de inversión.
Entretanto, dos de los objetivos primarios de EE.UU. han rebotado ampliamente este año. Así, Europa se ha visto impulsada por los renovados planes de gasto público de las autoridades, mientras que China ha demostrado que va en serio en sus esfuerzos por estimular el consumo interno para mitigar el impacto de los aranceles. Sin embargo, dentro de este rebote, también hemos visto periodos de inquietud en los que los mercados han caído entre noticias de nuevos enfoques de la administración estadounidense o sucesos de mercado más generales.
Para agravar esta volatilidad e incertidumbre para los inversores, también nos encontramos en un entorno en el que una inflación más alta se ha convertido en la norma y se prevé que siga siendo así durante un futuro previsible. Como hemos visto en los últimos años, los bancos centrales no han sabido a ciencia cierta cuál era la mejor forma de mantener el crecimiento económico y doblegar la inflación. Ante todo ello, muchas presiones inflacionistas se han mantenido y fuerzas estructurales como la desglobalización, la descarbonización y los cambios demográficos están convirtiéndose en nuevos factores a considerar por parte de los bancos centrales y los inversores.
Así pues, las perspectivas económicas están sembradas de incertidumbres. Esperamos que esta situación siga manteniendo la volatilidad de los mercados en niveles elevados en un futuro previsible y que la consecuencia de conjunto sean ciclos económicos más cortos y volátiles, con tasas medias de crecimiento y rentabilidad de la inversión más bajas. A medida que las pérdidas de valor provocadas por la beta incrementen su frecuencia y posiblemente su intensidad, la gestión de los riesgos revestirá más importancia para los inversores en este entorno más complejo que durante el mercado alcista que caracterizó a la era de relajación cuantitativa posterior a la crisis financiera mundial.
Incorporar rentas de calidad
Cuando la coyuntura económica se enturbia, los inversores deben esforzarse más para conseguir rentabilidades positivas a largo plazo. Eso significa estar expuestos al potencial alcista cuando los mercados suben, pero también evitar las pérdidas de valor cuando los mercados caen. La inflación elevada añade otro elemento de complejidad, ya que los inversores deben considerar el impacto adverso que esta puede tener sobre el valor real de los activos nominales.
En estos entornos, suele ser adecuado adoptar un enfoque de inversión fundamentado en principios ampliamente contrastados. Eso significa encontrar perfiles de riesgo asimétricos que capturen más potencial alcista que bajista para elevar al máximo el efecto de capitalización de las rentabilidades. De hecho, una de las características clave que debería ofrecer un componente básico de una asignación de activos son rentabilidades fiables y resistentes a lo largo del ciclo de inversión.
Aunque las rentabilidades históricas no garantizan rentabilidades futuras, los datos empíricos sobre rentabilidades sugieren que un enfoque que se centre en factores específicos puede conseguir rentabilidades superiores en determinadas condiciones de mercado (figura 1). Por definición, los valores de alta calidad que generan rentas muestran unos resultados financieros relativamente uniformes y predecibles, como una generación de flujos de efectivo y unos beneficios estables a lo largo del tiempo. A menudo, estos rasgos indican que las empresas explotan modelos de negocio sólidos o bien que pueden conseguir poder de fijación de precios mediante el aprovechamiento de ventajas competitivas.
A consecuencia de ello, las estrategias que se centran en obtener exposición a factores de inversión como la calidad y las rentas tienen potencial para generar rentabilidades constantes y sólidas a lo largo del ciclo de inversión. Eso no significa necesariamente que obtendrán los mejores resultados en mercados alcistas motivados por altas tasas de crecimiento o estímulos monetarios, cuando la exuberancia irracional puede alentar unas ganancias excesivas en acciones que ni siquiera presentan beneficios, pero sí quiere decir que pueden generar rentabilidades positivas en entornos más complejos en los que el crecimiento es bajo (o negativo) o la política monetaria es anticíclica. Otro de sus rasgos es que muestran cierta resistencia cuando los mercados caen.
No llega más lejos el que más corre: Fidelity Quality Income ETFs
Los Fidelity Quality Income ETFs son fondos de gestión pasiva instrumentados mediante la creación de índices propios de Fidelity. Utilizan procesos de inversión basados en datos y reglas para identificar y seleccionar empresas dentro de universos geográficos definidos que muestran atributos de calidad y rentabilidad por dividendo que son elevados desde una óptica relativa. También aplican modelos estadísticos con el objetivo de garantizar que las exposiciones macroeconómicas concuerdan con las del universo geográfico en cuestión, por ejemplo, en relación con las ponderaciones de los sectores y países integrantes, limitando también los sesgos indeseados relacionados con características como la capitalización bursátil.
Con el fin de determinar qué valores se incluyen dentro de cada índice, el universo geográfico en cuestión pasa primero por un filtro formado por criterios de liquidez y sostenibilidad con el que se garantiza una instrumentación eficiente y el cumplimiento de unos criterios mínimos de sostenibilidad.
Los valores resultantes se evalúan después con unos criterios de calidad y rentas fijados por la metodología de elaboración propia de Fidelity. Los primeros consisten en evaluar los resultados de las empresas desde el punto de vista de las rentabilidades sobre el capital invertido y tanto la estabilidad como el margen de flujo de efectivo (o el ratio deuda-activos en el caso de los bancos, ya que eso representa el apalancamiento financiero), mientras que los segundos engloban indicadores de rentabilidad por dividendo y crecimiento de la remuneración al accionista.
El resultado es una estrategia que busca ofrecer un rendimiento adicional y un tracking error bajo frente a regiones bursátiles concretas mediante la exposición a empresas que abonan dividendos y poseen una calidad relativamente elevada. Todos estos ETFs pueden emplearse en carteras orientadas a rentas y a resultados concretos, o como sustitutos de una solución indexada de renta variable pasiva pura. Cuando el entorno de inversión se complica, tiene sentido que los inversores presten más atención al riesgo de inversión en lugar de limitarse a “comprar el mercado”.
Incertidumbre en la bolsa estadounidense: resistencia en un entorno ciertamente volátil
El Fidelity US Quality Income ETF ha demostrado su capacidad para ofrecer resistencia en periodos de mayor volatilidad bursátil. Eso es especialmente relevante en el entorno actual, donde los anuncios de aranceles en EE.UU. han provocado fuertes oscilaciones en los mercados. Como se muestra en el gráfico, el índice, replicado por el Fidelity US Quality Income ETF, ha generado rentabilidades superiores frente al conjunto del mercado en dichos periodos de inestabilidad. Centrándose en activos de alta calidad que generan rentas, este ETF ofrece a los inversores una opción para afrontar contextos de incertidumbre en los mercados, lo que ayuda a atenuar los riesgos y preservar el capital frente al conjunto del mercado.
El Fidelity US Quality Income bate al conjunto del mercado en entornos volátiles
Nivel del VIX (dcha.) y diferencia de rentabilidad en periodos de tres meses del Fidelity US Quality Income Index frente al MSCI USA (izda.)
Artículo escrito por Roxane Philibert, Associate Director y ETF Product Specialist de Fidelity International
Para los expertos, el debilitamiento que ha experimentado el dólar estadounidense tiene consecuencias reales para las carteras. Mientras los inversores reflexionan si deben o no hacer cambios en términos de divisas, el debate sobre el comportamiento del dólar sigue abierto y muy vivo.
De hecho, el billete verde registró ayer una leve recuperación después de que el presidente Trump aclaró que no tiene intención de destituir al presidente de la Fed, Jerome Powell, aliviando las preocupaciones sobre la independencia del banco central. Además, el tono más conciliador hacia China ayudó a reavivar el sentimiento de riesgo, elevando la demanda de activos estadounidenses y reduciendo el apetito por las divisas de los mercados emergentes.
En opinión de Lale Akoner, analista de Mercados Globales de eToro, en el contexto actual, los inversores que buscan un mejor equilibrio cambiario podrían diversificar su exposición cambiaria. “Mantener su patrimonio en una sola divisa concentra el riesgo. Algunos inversores están asignando activos denominados en euros, yenes o francos suizos. Otros utilizan fondos internacionales con clases de acciones con cobertura cambiaria para ampliar la red de seguridad y neutralizar el riesgo cambiario. La clave está en la alineación: los inversores estadounidenses que anticipan una continua debilidad del dólar suelen no tener cobertura para captar ganancias en el extranjero, mientras que los inversores europeos o británicos con activos estadounidenses podrían preferir la cobertura para mitigar las pérdidas cambiarias”, afirma Akoner.
Destaca que, durante el primer trimestre de 2025, la depreciación del dólar estadounidense ha tenido un impacto significativo en las monedas latinoamericanas, generando una apreciación generalizada en la región. Según los analistas, este fenómeno se debe a factores como la incertidumbre en torno a la política comercial de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump y las expectativas de recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed). ¿Qué está ocurriendo con estas divisas?
La fortaleza del peso mexicano
En contexto, destaca el comportamiento que están teniendo algunas divisas latinoamericanas. Por ejemplo, al inicio de la semana, el peso mexicano avanzó frente al dólar, alcanzando máximos de varios meses, ante la reacción de los inversores por la debilidad del billete verde.
“El peso mexicano ha mantenido una tendencia positiva frente al dólar estadounidense, llegando a estar por debajo de la zona de 19,50 pesos por dólar. Esta apreciación ha sido impulsada por factores tanto externos como internos que han reforzado la confianza de los inversionistas en la moneda nacional. En un entorno global incierto, la estabilidad del peso destaca como un signo de resiliencia económica y solidez relativa”, explica Antonio Di Giacomo, analista de Mercados Financieros para LATAM en XS.
Y añade que, desde un punto de vista técnico, el tipo de cambio peso/dólar se encuentra en una zona crítica. “Este nivel de 19,50 actúa como un soporte clave, y se observa con atención la posibilidad de una ruptura a la baja, lo que podría abrir espacio para una mayor apreciación del peso. Esta perspectiva técnica se ha convertido en un factor adicional que alimenta las expectativas positivas de corto plazo”, matiza.
Sin embargo, en opinión de Quasar Elizundia, estratega de Análisis de Mercados en Pepperstone, la moneda latina podría enfrentar vientos en contra. “En EE.UU., la disminución de los temores sobre la interferencia política en la Reserva Federal (Fed) y las nuevas esperanzas de una tregua en las tensiones comerciales entre EE.UU. y China podrían impulsar al billete verde”.
Elizundia apunta que, a nivel nacional, aunque el tipo de interés oficial relativamente alto de Banxico y un diferencial de tipos de interés favorable siguieron atrayendo flujos de entrada, es probable que los datos mixtos enturbien la trayectoria del peso. “Las ventas al por menor cayeron un 1,1% interanual en febrero, lo que supone un brusco cambio de tendencia respecto al aumento del 2,7% registrado en enero. Aunque el crecimiento mensual se mantuvo marginalmente positivo, los datos confirmaron una pérdida de impulso en el consumo de los hogares. Esta debilidad coincidió con una rebaja de las previsiones económicas de México por parte del FMI, que ahora espera que el PIB se contraiga un 0,3% en 2025.
Brasil, Chile y Argentina: avanzan frente al dólar
Si miramos hacia Brasil y Chile, la tendencia es similar. El real brasileño se apreció un 1,01%, cotizando a 5,7055 unidades por dólar, principalmente fortalecido por el retroceso global del dólar y a expectativas de recortes en las tasas de interés por parte del Banco Central de Brasil. Según los analistas, a estos dos factores se une la perspectiva positiva sobre su balanza comercial, ya que el aumento en los precios de las exportaciones, especialmente de las commodities, ha favorecido la entrada de divisas al país. “Sin embargo, la sostenibilidad de esta tendencia dependerá de la capacidad del país para abordar sus desafíos fiscales y controlar la inflación, así como de la evolución de la economía global”, matizan.
Mientras que el peso chileno avanzó un 0,86%, cotizando a 918,80 unidades por dólar, impulsado por el incremento en los precios del cobre, la principal exportación del país. A este factor se suman, al igual que en Brasil, otros dos: su política monetaria y la depreciación del dólar. En este sentido, destaca que el Banco Central de Chile ha mantenido una política monetaria restrictiva para controlar la inflación, lo que ha contribuido a la estabilidad del peso.
“El peso argentino mantenía al inicio de semana su sesgo alcista en pleno reacomodamiento del mercado tras la reciente liberación cambiaria, mostrando la urgencia de liquidez en la moneda local que alentaba el desarme de posiciones dolarizadas. Operadores coincidieron en que la política monetaria instrumentada por el Gobierno del presidente ultraliberal Javier Milei está provocando una sostenida revaluación del peso, que se aproxima a la punta compradora de divisas por parte del banco central (BCRA)”, apuntan desde Reuters.
Peso colombiano: a contracorriente
La otra cara de la moneda -nunca mejor dicho- de esta tendencia está protagonizada por el peso colombiano, que se ha debilitado frente al dólar y el optimismo comercial. Según explica Elizundia, de Pepperstone -bróker experto en mercados financieros internacionales y crypto-, este movimiento a la baja de mitad de semana se debió a factores internos y externos. “En el plano local, los precios del crudo continuaron bajando ante los indicios de que la OPEP+ podría aumentar aún más su producción. La caída de los precios del petróleo perjudica directamente la relación de intercambio y las perspectivas fiscales de Colombia”, señala en primer lugar. Respecto a nivel externo, añade que el último repunte del dólar pesó aún más sobre la divisa.
Por último, el analista señala que, de cara al futuro, todas las miradas se centran en la decisión sobre los tipos de interés de la próxima semana. “Tras mantener los tipos estables en la reunión anterior, cualquier medida de recorte podría reducir el atractivo del peso y aumentar las presiones de depreciación”, concluye Elizundia.
El dólar pierde su sonrisa
Para Benoit Anne, Senior Managing Director del Grupo de Estrategia e Insights de MFS Investment Management, estamos frente a un nuevo paradigma de mercado en el que las características defensivas del dólar estadounidense se están debilitando. Y destacan que el índice DXY ha caído hasta alrededor de 98.40, un nivel que no veíamos desde principios de 2022.
“El dólar estadounidense está mucho más barato de lo que estaba hace unos meses, pero eso no significa que esté barato en términos históricos. Si miramos el índice del dólar amplio real ponderado por comercio de la Reserva Federal, el nivel actual sigue estando un 17% por encima de su media de los últimos 30 años, lo que indica una sobrevaloración significativa. En general, el entorno del mercado no parece ser favorable para el dólar, al menos con la información actual. Esto sugiere que los activos no estadounidenses podrían estar bien posicionados para obtener mejores rendimientos en el futuro”, concluye Anne.
La CNMV ha aprobado una nueva Circular que establece los estados reservados que deberán presentar las entidades que ofrezcan servicios de criptoactivos. La nueva norma, que publica el Boletín Oficial del Estado (BOE), modifica otras cuatro circulares y afecta a los nuevos proveedores de servicios de criptoactivos (PSC) y las empresas de servicios de inversión (ESIs), entidades de crédito (EC), sociedades gestoras que presten dichos servicios (SGIIC -gestoras de instituciones de inversión colectiva- o SGEIC -gestoras de entidades de inversión de tipo cerrado-).
Se incluyen en la Circular las obligaciones potenciales para permitir a las entidades estar preparadas para atender los requerimientos que en su caso reciban de la CNMV. La nueva norma además equipara en gran medida el reporte de las empresas de asesoramiento financiero nacionales (EAFN) al del resto de las ESIs y mejora la información del conjunto de las entidades.
En los ámbitos contable y de protección de activos de clientes, los PSC deberán remitir sus cuentas anuales auditadas y el informe de protección de activos de los clientes (IPAC) cuando se les requiera. Además, la Circular establece un nuevo estado de prevención del blanqueo de capitales y financiación del terrorismo (salvo para las EAFN) y modifica el sistema de información sobre el cálculo de aportaciones al Fondo general de garantía de inversiones (FOGAIN).
La nueva norma homogeneiza los estados reservados que las diferentes entidades tienen que enviar a la CNMV, con su contenido y periodicidad. Se modifican también los estados reservados sobre normas de conducta para poder realizar una adecuada supervisión: se define el modelo de estado reservado de los PSC -con los datos clave de su actividad- que la CNMV podrá requerir, se mejora la información y se simplifica puesto que se reduce la periodicidad de los informes, que pasan de trimestrales a semestrales.
Advertencias a los inversores
La normativa sobre advertencias al inversor se refuerza con dos cambios ya que incluye los “depósitos estructurados” entre los productos en los que las entidades deben advertir si existe de una “diferencia significativa respecto a la estimación del valor actual y el precio o importe efectivo” al que el cliente minorista vaya a operar y, además, aclara que esta obligación aplica también a la operativa sobre renta fija con independencia de si el comercializador da contrapartida directa o no a los clientes.
Las circulares que se modifican son las siguientes: Circular 1/2021, de 25 de marzo, Circular 1/2010, de 28 de julio, Circular 5/2009, de 25 de noviembre y Circular 1/2018, de 12 de marzo, de la CNMV. También se deroga la Circular 1/2011, de 21 de enero. La nueva norma entrará en vigor a los 20 días de su publicación en el BOE pero incluye plazos diferentes para las distintas modificaciones.