Foto cedidaJuan Estallo, CEO de Helvetia en España y CEO de Caser
El CEO del segmento España ha compartido los últimos avances en relación a la integración que ambas compañías están llevando a cabo. Se ha celebrado un encuentro con empleados en el que Juan Estallo ha hecho un punto de situación profundizando en los aspectos legales, organizativos y tecnológicos de la integración que se anunció el pasado mes de diciembre y que se producirá buscando operar de una manera más sencilla, consiguiendo eficiencias operativas en el proceso, optimizar la tecnología, impulsar el crecimiento comercial y la mejora de la experiencia del cliente, entre otros.
El Comité de Integración
Como puntos a destacar, se presentó, desde el punto de vista organizativo, la estructura del equipo denominado Comité de Integración que, formado por miembros de Caser y Helvetia Seguros, liderará la compañía resultante una vez se produzca el cierre de la integración. Hasta entonces, los comités de dirección de ambas compañías continuarán al frente de cada una de sus respectivas organizaciones.
La definición de esta nueva estructura responde, por una parte, a las necesidades y objetivos establecidos para desarrollar el plan estratégico en España, y, por otra, a la adopción, como parte de un grupo internacional, de una serie de cambios de primer nivel de acuerdo también al modelo organizativo de la matriz suiza de la multinacional.
Integración legal
También se anunció la fórmula legal elegida para la operación. Si bien a todos los niveles se trata de una operación que busca el equilibrio entre las dos compañías, únicamente desde la perspectiva legal Caser será la sociedad absorbente, al haberse identificado como la fórmula más eficiente desde el punto de vista regulatorio, fiscal y societario. Esta fórmula legal no condiciona nada la marca con la que opere la sociedad resultante. En este sentido, ambas compañías están trabajando en la definición de la estrategia de marca futura buscando la imagen más idónea para la nueva organización. Hasta la integración legal, las marcas de Helvetia Seguros y Caser continuarán siendo autónomas e independientes.
Una vez se hayan completado los pasos y obtenidas las autorizaciones necesarias, la estructura futura tendrá como principal accionista al Grupo Helvetia, con más del 85% del accionariado y Unicaja e Ibercaja continuarán siendo accionistas de referencia, con asiento en el Consejo de Administración, cada una de ellas con algo más del 7%.
Se espera poder comenzar a operar como una única entidad legal unificada desde principios de 2026, cuando se hayan completado todos los trámites y obtenidos las autorizaciones oportunas.
Helvetia Seguros y Caser presentaron el pasado mes de marzo las principales cifras de 2024. Juntas, contribuyeron a los resultados de la multinacional suiza con 146,3 millones de euros (beneficio subyacente) y facturaron 2.189 millones de euros en primas. En línea con el plan estratégico, las primas de riesgo, que superaron los 1.946 millones de euros, fueron las que impulsaron el crecimiento. El ratio combinado se situó en el 94,8%. Por su parte, las actividades no aseguradoras facturaron 315 millones de euros.
Pixabay CC0 Public DomainJerome Powell, presidente de la Reserva Federal.
Gran expectación ante la reunión de la Reserva Federal de este miércoles 7 de mayo. El mercado da por hecho que no habrá movimientos en el tipo de intervención y que, por lo tanto, el rango se mantendrá estable el el 4,25%-4,5%. Sería repetir el movimiento de las últimas dos reuniones del organismo.
Pero este aparente inmovilismo que podría darse en el encuentro de mayo del equipo de Jerome Powell está lejos de ser tal. Daniel Loughney, director y responsable de Renta Fija en MIFL (Mediolaum International Funds), es uno de los expertos que no espera cambios en el precio del dinero por parte de la Reserva Federal estadounidense. Eso sí, ve probable que el presidente Jerome Powell adopte un tono más restrictivo: “el gráfico de puntos (DOT plot) podría reflejar un giro más moderado, ya que algunos miembros como Waller y Hammack han advertido sobre el posible impacto negativo de la incertidumbre en torno a los aranceles sobre la actividad económica y la inflación”.
De hecho, Loughney apunta que con la confianza del consumidor debilitándose, unido a señales tempranas que apuntan a una desaceleración de la actividad económica, mientras que la inflación -medida por el PCE- ha seguido descendiendo, “el mercado ha comenzado a descontar un mayor nivel de flexibilización, con más de tres recortes de tipos ya descontados para finales de 2025”.
En un tono similar se expresa Christian Scherrmann, economista jefe de DWS para Estados Unidos, que tampoco espera un cambio significativo de la política monetaria en la reunión de mayo de la Fed. “Sin embargo, es posible que los banqueros centrales quieran dar una señal de menor confianza en el impulso económico”, matiza Scherrmann. De esta forma, ve factible que la autoridad monetaria estadounidense ajuste el comunicado de prensa para señalar un crecimiento más “moderado”, sin dejar de insistir en la “solidez” del mercado laboral.
En conjunto, Scherrmann espera un tono ligeramente más agresivo, “pero más en la dirección de una pausa prolongada que de una posible subida”. A medio plazo, la atención se centrará probablemente en la inflación y en si los aranceles tienen efectos secundarios más allá de un simple cambio en el nivel de precios.
En resumen, el experto de DWS espera que la Fed se mantenga al margen, al menos hasta que una ralentización de la actividad económica y el consiguiente debilitamiento del mercado laboral permitan albergar expectativas desinflacionistas. “Este podría ser el caso a finales de año, por lo que seguimos esperando que la Fed recorte los tipos hasta tres veces en los próximos doce meses”, concluye.
El argumentario de Tiffany Wilding, economista de Pimco, va en esta misma línea. La experta sugiere que la Fed no realizará movimientos hasta tener claros los efectos de los aranceles en la economía estadounidense. Y pone plazos para ello. Así, ve “poco probable” que los consumidores noten el impacto del aumento de los precios derivado de los aranceles “hasta mayo o más adelante”, debido a la acumulación de existencias con anterioridad a las medidas de política comercial del presidente Donald Trump.
Por lo tanto, cualquier impacto de la contracción de los ingresos reales “tampoco debería notarse hasta mayo o más adelante” y, como resultado, es posible que los mercados laborales no empiecen a debilitarse “hasta mediados o finales del verano”.
Esta batería de previsiones desemboca en que la Reserva Federal, según Wilding, no dispondrá de datos concretos que muestren un debilitamiento de la situación “hasta julio o, lo que es más probable, hasta la reunión del FOMC de septiembre”.
Pero las variables pueden cambiar, ya que “una moderación negociada de los aranceles podría mejorar estas perspectivas”. Eso sí, es consciente de que últimos datos de empleo conocidos en Estados Unidos “constriñen a la Fed”, por lo que no espera que “los responsables políticos recorten los tipos de interés hasta finales de este año, una vez que los datos hayan mostrado una desaceleración o contracción concreta del mercado laboral”. Eso sí, una vez que la Fed dé el paso, espera que continúe bajando los tipos en 2026.
Por su parte, Bob Savage, responsable de Estrategia Macro de Mercados en BNY, comenta que no habrá cambios en los tipos en este encuentro y que el mercado lo tiene asumido, tal y como lo demuestra que solo descuenta un 6% de probabilidad de recorte.
Pero apunta a la rueda de prensa posterior al anuncio de tipos como el evento clave de esta reunión. «Esperamos que el presidente Powell continúe apelando a la incertidumbre para justificar la intención de la Fed de mantener los tipos hasta que dicha incertidumbre disminuya», asegura el experto, que recuerda que «la administración sigue — en distintos grados — abogando por recortes, pero no prevemos que estos se materialicen hasta la reunión de julio». Hasta tal punto, que su escenario base contempla dos recortes este año; no obstante, si la economía se debilita significativamente en la segunda mitad de 2025, no descarta una tercera rebaja.
Cristina Gavín, jefa de Renta Fija y gestora de fondos de Ibercaja Gestión, recuerda que las presiones ejercidas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante las últimas semanas han generado ruido y despertado “ciertas suspicacias sobre la independencia de la Reserva Federal”. No obstante, Gavin es consciente de que, en los últimos días, estas dudas parecen haberse desvanecido, y se da por hecho que Powell seguirá con su mandato sin mayores problemas, con decisiones sobre el tipo de intervención fundamentadas “en factores puramente económicos”.
En esta coyuntura, Gavín cree que el mercado se va a mostrar “muy atento a la valoración que haga el presidente de la Reserva Federal de la situación económica de Estados Unidos, tanto en materia de crecimiento como de precios”. Esto es así porque, según comenta la experta, la guerra arancelaria destapada por Trump “supone un cambio radical en el escenario que hasta ahora habían manejado los inversores y también la autoridad monetaria”.
Al echar la vista al medio plazo, Gavín adelanta que el mercado descuenta que en la segunda parte de este 2025 la Reserva Federal retomará la senda de bajadas de los tipos de interés “para tratar de mitigar la desaceleración en el crecimiento que se anticipa”. La experta se mantiene en línea con el consenso y prevé “entre dos y tres recortes de tipos”: la mayor o menor agresividad en dichos movimientos “va a estar en función de los datos que vayamos conociendo a lo largo de los próximos meses”.
En resumen, como apunta David Kohl, economista jefe de Julius Baer, el aumento de los riesgos de inflación es otra de las razones por las que espera que la Fed espere a que lleguen datos económicos débiles, ignorando las lecturas negativas de los indicadores de las encuestas.
Cómo surfear la coyuntura económica
Michael Krautzberger, CIO Global de Renta Fija de Allianz Global Investors, recuerda que el miedo a una posible recesión en los próximos trimestres ha ido en aumento, en tanto que las políticas arancelarias “funcionan, en la práctica, como un impuesto sobre el consumidor americano, reduciendo su renta disponible”. Y ya hay señales de ello, puesto que, según reseña, “las encuestas de confianza de los consumidores se han debilitado notablemente: la última lectura del índice de la Universidad de Michigan muestra que las expectativas de inflación a un año están en su nivel más alto desde principios de los años ochenta”.
El incierto panorama de crecimiento también ha deteriorado la confianza empresarial, según el experto, “lo que ha tenido un efecto negativo en las intenciones de contratación e inversión”.
En este contexto, la incertidumbre generada por la política comercial de Estados Unidos y la presión del presidente Trump sobre la Fed sobre los recortes de tipos “también han llevado a muchos participantes del mercado a cuestionar la credibilidad de la política estadounidense”, según el experto. Su conclusión es que la mejor forma de reflejar este entorno de mercado en las carteras es a través de “estrategias que se beneficien de un empinamiento de la curva de tipos americana y mediante una posición corta en el dólar estadounidense”.
No se trata de una quimera, ni de ideas lanzadas en un esbozo de think tank destinado al estante trasero de su biblioteca académica local. El Secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, ha identificado tres objetivos clave y un plan de tres vertientes para remodelar la economía de EE.UU. durante la próxima década: Un crecimiento del PIB del 3%, un déficit del 3% y 3 millones de barriles más de producción energética diaria.
La Administración espera recortar el gasto público en 1 billón de dólares. Espera ingresos arancelarios. Y reducir la regulación y los impuestos para lograr un aumento de la producción energética nacional. ¿Funcionará? Ya lo veremos. Pero, como inversores, ¿cómo reaccionamos? Aditya Khowala, Fred Sykes y Dmitry Solomakhin, gestores de carteras de renta variable de Fidelity International, aportan sus reflexiones y decisiones de inversión más recientes.
Exposición al gobierno federal de los Estados Unidos
Según Aditya Khowala,el punto de partida es la precaria situación fiscal estadounidense y un déficit que, superior al 6% del PIB, que califica de «insostenible». Desde 2019, la carga de intereses se ha más que cuadruplicado, pasando de 250.000 millones de dólares a 1,1 billones. Con las tendencias actuales, esto significa que los pagos de intereses alcanzarán los 1,8 billones de dólares en 2030, absorbiendo el 35% de los ingresos del gobierno estadounidense. Así, el experto afirma que «la única razón por la que EE.UU. no se encuentra aún en una crisis financiera es porque posee la moneda de reserva».
Khowala constata que se están llevando a cabo importantes recortes del gasto federal, y avanza que «es probable que entre 15 y 20 millones de contratistas federales vean disminuir sus ingresos a medida que el gobierno intente reducir el gasto».
El gestor, en consecuencia, considera obvio limitar la exposición a las empresas que apoyan los servicios gubernamentales afectados. «En el sector de la atención sanitaria, podría tratarse de las empresas de ciencias de la vida e instrumental, que son más vulnerables a los recortes del gasto público en investigación y a los riesgos arancelarios, a pesar de que normalmente se consideran apuestas defensivas», explica por un lado.
Por otro, constata que el impulso hacia la eficiencia federal puede crear oportunidades para los proveedores de asistencia sanitaria en áreas como Medicare Advantage. «Se trata de negocios defensivos y de calidad que están respaldados por la demografía y pueden ayudar al Gobierno estadounidense a gestionar los costes de la atención sanitaria a largo plazo», explica.
La Casa Blanca prevé que los aranceles aporten entre 300.000 y 600.000 millones de dólares anuales durante la próxima década. A corto plazo, sin embargo, el experto de Fidelity recuerda que «crearán una importante volatilidad en los mercados, perturbarán las cadenas de suministro y provocarán presiones inflacionistas e incertidumbre en las empresas, lo que repercutirá en la inversión y dañará la confianza de los consumidores».
Así, añade que también considera obvio limitar la exposición a los sectores que dependen en gran medida de las importaciones, «como el farmacéutico, el de los semiconductores y el del automóvil, así como a cualquier otro producto que se importe específicamente de China».
Khowala indica que también se debería tener en cuenta el deterioro de las perspectivas de los consumidores y el empleo en EE.UU. «En el sector financiero, las empresas de reaseguros y los corredores de seguros, que son negocios relativamente aislados, tienen mejor aspecto que los bancos o las empresas de tarjetas de crédito, que podrían pasar apuros al debilitarse el empleo», comenta.
Finalmente, el gestor afirma que «todavía puede haber alguna esperanza en las promesas de desregulación hechas por la administración», indicando que «se ha demostrado que las normativas tienen un efecto desproporcionado en las pequeñas y medianas empresas». Las empresas centradas en la economía nacional se beneficiarán de unos impuestos de sociedades más bajos, una menor regulación y el acceso a energía barata. «La reindustrialización de América Central es una historia que los inversores deberían leer con atención», concluye.
Repercusiones de primer, segundo y tercer orden
Uno de los principales elementos que utiliza Fred Sykes para tomar una decisión de inversión es cuantificar cuánto dinero podría perderse en un escenario «malo», considerando que «lo malo» suele ser similar a lo largo del tiempo, pero en ocasiones puede ser diferente. Por ejemplo, explica que durante la pandemia de Covid, las concesiones de autopistas, que suelen ser modelos de negocio defensivos, resultaron ser muy poco defensivos, ya que los cierres paralizaron el tráfico, lo que le obligó a cambiar rápidamente su valoración del negocio.
Sykes ha estado trabajando con el equipo de analistas de Fidelity para comprender qué valores podrían tener un comportamiento más desfavorable en un entorno de aranceles elevados. «Es probable que las repercusiones de primer orden afecten a los valores con una exposición significativa a los ingresos estadounidenses, a los vendedores de bienes más que a los de servicios, y a los que necesitan comprar piezas o materias primas fuera de Estados Unidos», enumera.
Luego están las repercusiones de segundo y tercer orden. Por ejemplo, explica Sykes, si persisten los aranceles estadounidenses, es posible que se exporten más productos chinos a Europa. Europa podría imponer sus propios aranceles, o podría aprovecharse importando productos más baratos, lo que beneficiaría a algunos consumidores pero afectaría negativamente a algunos fabricantes europeos y provocaría un aumento del desempleo. «Esto podría hacer caer la inflación junto con las expectativas del mercado sobre los niveles de los tipos de interés, lo que podría repercutir en las carteras bancarias». indica el gestor.
Los analistas bancarios de Fidelity han estado elaborando escenarios para cuantificar el impacto de unos tipos de interés más bajos frente a las expectativas, y unos mayores niveles de provisiones. Además, han revisado la calidad de los activos de los bancos de la cartera, que son significativamente mejores que durante la crisis financiera de 2008.
«Cuando el entorno cambia, siempre volvemos a los primeros principios, evaluamos la relación riesgo-recompensa y nos aseguramos de que nos gusta la cartera tal como está hoy en relación con los precios que estamos pagando por los valores. Hecho esto, habrá tiempo para buscar buenas empresas que puedan estar cotizando a precios más atractivos que hace unas semanas», concluye el gestor.
Enfoque contrarian
Dmitry Solomakhin ha ido añadiendo paulatinamente a los «perdedores arancelarios»: posiciones en China y valores de Europa continental. «Los valores nacionales chinos siguen siendo atractivos, y algunos de los más importantes parecen baratos y están recomprando acciones. Las valoraciones son muy bajas y bastantes valores cotizan cerca del efectivo neto», indica.
El gestor añade que «Europa se considera una perdedora de aranceles, pero muchos valores siguen en niveles deprimidos». Además, constata que el mercado se entusiasmó con Alemania a principios de año por el estímulo fiscal y las noticias sobre el gasto en defensa, «pero esto se debió en gran medida al sentimiento, he invertido más aquí por la debilidad».
«La volatilidad puede ser mi amiga, como lo fue en anteriores periodos de incertidumbre macroeconómica y política. Pero hay que seguir siendo paciente, concentrarse en la cartera sobre una base ascendente, y luego, con suerte, verse recompensado cuando los mercados vuelvan a centrarse en los fundamentales de las empresas», sentencia el experto.
Nuestro enfoque de inversión en renta fija de rentabilidad absoluta tiene como objetivo generar una rentabilidad positiva a lo largo de un ciclo económico, independientemente de cuáles sean las condiciones. Centramos dicho enfoque en la preservación del capital, lo que lo hace particularmente adecuado para el entorno actual de extrema volatilidad de los diferenciales de crédito, los rendimientos de la deuda pública y los tipos de cambio.
Pensamos que nuestra estrategia BNP Paribas Global Absolute Return Bond ofrece a los inversores la posibilidad de diversificar sus carteras, gracias a su baja correlación con las estrategias tradicionales long-only de renta fija. Así, la cartera puede ayudar a los inversores a mejorar el perfil de riesgo-rentabilidad de su cartera de renta fija, por lo que pensamos que debería ocupar un lugar destacado como elemento principal de una inversión a largo plazo en renta fija.
¿Cómo ha reaccionado la estrategia a la inestabilidad provocada por los aranceles?
En primer lugar, es importante señalar que, a la hora de gestionar el BNP Paribas Global Absolute Return Bond, tratamos de aprovechar la experiencia de todos los equipos especializados en renta fija global que componen nuestro universo de inversión, con el fin de maximizar las oportunidades que ofrece nuestro enfoque sin restricciones. Nuestra intención es garantizar la construcción de carteras diversificadas que puedan obtener buenos resultados en una amplia variedad de escenarios.
En el contexto de volatilidad de los mercados que se registró tras el anuncio de aranceles estadounidenses en el llamado «Día de la Liberación», nuestra estrategia obtuvo buenos resultados, lo que pone de manifiesto su enfoque en la preservación del capital. En este artículo, ofrecemos una visión general de cómo la estrategia ha conseguido hacer frente a este complicado entorno de mercado.
Comenzamos el año pensando que el crecimiento de la economía de Estados Unidos ya comenzaba a ralentizarse y que los mercados de activos estaban sobrevalorando el llamado «excepcionalismo estadounidense». Fuera de Estados Unidos, varios mercados descontaban la posibilidad de deterioro de la economía estadounidense que mostraban ya algunas encuestas.
Esperábamos que los datos comenzaran a reflejar estas tendencias, y la reciente imposición de aranceles en Estados Unidos no ha hecho más que reforzar esta opinión. Es probable que el riesgo de aumento de la inflación derive en un entorno de estanflación para la economía estadounidense.
Posicionamiento defensivo
En este contexto, optamos por un posicionamiento defensivo de la cartera, con posiciones cortas en deuda corporativa, tanto en crédito estadounidense de grado de inversión como en crédito europeo de alto rendimiento, con el fin de proteger los resultados de la estrategia en un escenario de deterioro del crecimiento de la economía mundial. Favorecimos la exposición al mercado estadounidense de bonos de titulización hipotecaria emitidos por organismos gubernamentales, que presentan una mayor calidad y ofrecen un rendimiento atractivo.
El posicionamiento corto en deuda corporativa fue una de las principales líneas de actuación de la cartera. Tras las elecciones presidenciales en Estados Unidos, las valoraciones de los diferenciales de deuda de grado de inversión alcanzaron máximos históricos, y el mercado confiaba plenamente en la idea del excepcionalismo estadounidense. En aquel momento veíamos un margen limitado para nuevas subidas de precios, en vista del debate sobre los aranceles a la importación, la ralentización del crecimiento en Estados Unidos y el riesgo de estanflación.
Las posiciones han contribuido de manera significativa a la rentabilidad registrada este año, sobre todo en abril, ya que los diferenciales de crédito marcaron un notable aumento ante la creciente preocupación por la debilidad del crecimiento mundial y estadounidense, el incremento de la incertidumbre en relación con la aplicación de los aranceles y las perspectivas de estanflación. Utilizamos el aumento de los diferenciales para reducir las posiciones, aunque nuestro enfoque sigue siendo defensivo.
En lo que respecta a las estrategias de tipos de interés, mantuvimos un sesgo largo en duración, pero preferimos expresarlo a través de deuda estadounidense y británica ligada a la inflación, en lugar de recurrir a la deuda nominal, dado el riesgo de estanflación. En términos generales, nuestra estrategia en duración limitó la rentabilidad de la estrategia a principios de abril. Aprovechamos el aumento del rendimiento real en Estados Unidos para aumentar nuestra posición. Pensamos que el rendimiento real va a ir disminuyendo a medida que se vaya haciendo más evidente el impacto negativo de los aranceles sobre el crecimiento de la economía estadounidense.
También mantuvimos la duración en ciertos tipos locales de mercados emergentes que muestran una pendiente positiva de la curva de tipos y ofrecen un atractivo rendimiento adicional frente al efectivo. En la primera mitad de abril, nuestra exposición a la deuda emergente denominada en divisa local favoreció la rentabilidad de la estrategia, especialmente el posicionamiento largo en duración en Brasil y Colombia.
En los mercados de divisas, tal y como hemos señalado, a principios de 2025 los mercados confiaban plenamente en el excepcionalismo estadounidense. Nosotros pensábamos que esta temática de inversión estaba sobrevalorada, por lo que vendimos el dólar estadounidense frente a una cesta de divisas de mercados emergentes, divisas sensibles al euro y yen japonés, que suelen verse favorecidas por los entornos de aversión al riesgo. En general, pensamos que se trataba de una cesta equilibrada que nos permitiría acceder al retroceso de la tendencia del excepcionalismo estadounidense. En abril, la rentabilidad de las divisas fue ligeramente negativa, pero, desde principios de año, las posiciones en divisas han contribuido a la rentabilidad de la estrategia.
Conclusión
Desde principios de año hasta finales de marzo, el El BNP Paribas Global Absolute Return Bondha ofrecido una rentabilidad superior en un 2,1% al efectivo. En la primera quincena de abril, y a pesar de la extrema volatilidad, ha ofrecido un 0,3% más de rentabilidad, lo que sitúa la cifra registrada desde principios de año en el 2,4%.
A lo largo de un periodo de tres años, la cartera ha ofrecido un perfil de rentabilidad estable y constante en diversos entornos de mercado, con caídas limitadas y una rentabilidad anualizada del 2,6% sobre el efectivo después de comisiones.
En nuestra opinión, los favorables resultados que ha registrado el BNP Paribas Global Absolute Return Bond desde principios de 2025 demuestran las ventajas de invertir en una cartera diversificada que recibe aportaciones de diversas posiciones no correlacionadas.
En el entorno actual, la volatilidad provoca dispersión entre los distintos segmentos de renta fija que componen nuestro universo de inversión, así como entre los distintos elementos de un mismo segmento. Las posiciones de valor relativo o neutrales al mercado nos permiten aprovechar las oportunidades que puedan ir surgiendo.
Durante la primera mitad de abril pudimos probar en tiempo real nuestro enfoque de inversión. Confiamos en que el fondo continúe ofreciendo buenos resultados, dadas las oportunidades a las que podemos acceder.
Tribuna de James McAlevey, gestor del BNP Paribas Global Absolute Return Bond
Degroof Petercam Asset Management (DPAM) ha anunciado el nombramiento de Víctor Asensi Borillo como nuevo Country Head para España, una región clave para la firma en la que ha ampliado constantemente la cuota de cartera y ha aumentado la fidelidad de los clientes con soluciones de inversión sólidas, el apoyo de un equipo ágil y bajo un modelo de negocio basado en la gestión activa, sostenible y la investigación, según han detallado desde la entidad.
Asensi cuenta con una trayectoria de más de una década en DPAM. Se incorporó a la firma en 2014 tras su paso por entidades como Barclays y Macquarie en Londres. En cuanto a su perfil académico, es licenciado en derecho por la Universidad Complutense de Madrid y tiene un máster en bolsa y mercados financieros por el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB).
Asumirá el cargo tras la jubilación de Amparo Ruiz Campo, quien, con más de 30 años de experiencia en el sector financiero internacional, ha liderado con éxito la gestora a nivel local desde 2011. Su papel pionero en el desarrollo de negocio internacional de la gestora ha sido clave en el posicionamiento de la firma como referente en gestión responsable. La promoción de Asensi como máximo responsable de la oficina en España responde al reconocimiento de su compromiso con DPAM y la excelencia en el servicio al cliente institucional, según explican desde la firma.
Peter de Coensel, CEO de DPAM, reafirma su apuesta por el talento interno y la continuidad de una estrategia centrada en el crecimiento responsable y el liderazgo en inversiones ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) y, manifiesta: “Víctor ha demostrado, en todos estos años, estar comprometido con la consolidación y crecimiento de DPAM. Se trata de un reconocimiento natural a su lealtad y dedicación a la hora de compartir con nuestros clientes y socios los valores de DPAM enfocados en una gestión activa, sostenible y basada en la investigación”.
Por su parte, Tomás Murillo, miembro del Consejo y director de Ventas Internacionales de DPAM, afirma que “Víctor tiene un profundo conocimiento de esta dinámica región y está preparado para continuar impulsando el crecimiento en estos mercados clave. Confiamos en que su liderazgo consolidará aún más nuestra posición como socio de confianza para nuestros clientes”.
Por último, el propio Víctor Asensi reconoce que «es un privilegio recibir esta responsabilidad después del liderazgo de Amparo Ruiz, con quien he podido trabajar durante los últimos 10 años y posicionar DPAM entre una de las gestoras activas de referencia en España. Mi compromiso con nuestros clientes seguirá siendo el mismo: ofrecer soluciones de calidad y sostenibles a nuestros inversores, a través de un servicio y un equipo excelentes”.
En una inversión histórica de la doctrina económica, la era de la austeridad en Europa ha llegado oficialmente a su fin con el decisivo cambio electoral en Alemania y la presentación de un asombroso paquete de estímulo de un billón de euros. La audaz maniobra fiscal alemana, nacida de la desesperación por una persistente recesión industrial, marca una clara ruptura con décadas de políticas de austeridad.
Los mercados reaccionaron al instante, insuflando nueva vida a empresas que antes carecían de crecimiento e interés inversor. Las acciones percibidas como beneficiarias inmediatas vieron cómo las valoraciones se disparaban de la noche a la mañana, una rápida revalorización impulsada en parte por el alivio, en parte por la especulación y en parte por el optimismo racional. Pero estas reacciones inmediatas simplifican el relato, ya que las implicaciones reales de este estímulo sin precedentes son mucho más complicadas.
Debemos recordar que los detalles clave del paquete de estímulo han permanecido esquivos, dejándonos con un montón de preguntas sin respuesta: ¿Qué sectores recibirán la mayor parte de la inversión? ¿Cómo influirán los contratos y las decisiones tecnológicas en el resultado del paquete? Y quizá la más apremiante, ¿cómo afectarán estas enormes inyecciones fiscales a las cadenas de suministro mundiales y a las condiciones de financiación del sector privado?
Durante más de una década, la narrativa de la inversión en Europa ha contrastado fuertemente con la de Estados Unidos, donde dominaban los 7 Magníficos. En Europa, sin embargo, el «factor calidad», es decir, las empresas muy rentables con un crecimiento constante, ha tenido dificultades y ha perdido gran parte de las ganancias obtenidas tras la crisis financiera. En la actualidad, las primas de valoración prospectivas de estas empresas europeas rentables han retrocedido a alrededor del 15% en comparación con el índice general, una prima históricamente modesta que indica oportunidades potenciales.
Pero eso no significa que todos los campeones del pasado vayan a recuperar su trono. Los estilos de inversión nunca son estáticos. Las empresas capaces de adaptarse con rapidez -aquellas capaces de pivotar sus bases de activos, asegurar flujos de ingresos diversificados en el extranjero y gestionar el capital con prudencia- prosperarán.
Por el contrario, las empresas encerradas en modelos de negocio inflexibles y que requieren mucho capital pueden tener dificultades para adaptarse. Esto pone de relieve la divergencia real entre los ganadores potenciales y los que invariablemente se quedarán atrás.
La gobernanza de calidad y la previsión estratégica siguen siendo esenciales. Estos elementos seguirán distinguiendo a las empresas que persiguen una rentabilidad sostenible de las que sólo persiguen el crecimiento. Las empresas deben estar preparadas para hacer frente a las perturbaciones derivadas de las innovaciones tecnológicas, fuerzas que trascienden las políticas comerciales y pueden remodelar sectores enteros de la noche a la mañana. Además, las consideraciones pragmáticas en materia de ASG siguen siendo cruciales. Los inversores que ignoran cuestiones materiales de sostenibilidad corren el riesgo de pasar por alto señales importantes sobre la viabilidad a largo plazo de una empresa.
Mientras esperamos a ver cómo cristalizan los detalles del renacimiento industrial de Europa, los inversores deberían centrarse en las cadenas de valor y los nichos industriales mejor posicionados para aprovechar el impulso económico emergente. Mientras tanto, la diversificación sigue siendo un enfoque prudente, con sectores como la maquinaria, la ingeniería y las finanzas como candidatos viables para el crecimiento futuro. El sector financiero europeo, notablemente robusto y cada vez más consolidado, desempeñará un papel esencial en la financiación de esta vasta expansión de las infraestructuras y la fabricación, impulsada por la flexibilización normativa prevista.
Aun así, no todos los modelos de negocio harán la transición sin problemas. Las empresas que antes prosperaban gracias a una regulación estricta podrían encontrarse con un panorama competitivo más difícil. Lo que realmente subraya la verdad eterna de la inversión: las nuevas eras invariablemente producen nuevos líderes.
El estímulo europeo de un billón de euros puede parecer una apuesta económica a primera vista, pero también simboliza un nuevo capítulo, que reescribe las reglas tanto del éxito empresarial como de la estrategia de inversión. Para los inversores activos, el juego ha cambiado radicalmente: la selección de valores, basada en una profunda investigación y adaptabilidad, ha regresado con toda su fuerza. El continente está lleno de potencial, pero un enfoque cuidadoso, en lugar de un optimismo generalizado, determinará en última instancia los verdaderos ganadores.
Columna de Koen Bosquet y Muriel Mosango, Fundamental Equity Fund Managers en DPAM
Habitualmente, la infraestructura existente en muchos países tiene décadas de antigüedad, lo que provoca que el 27% de la población mundial esté insatisfecha con su infraestructura nacional. Y aunque los niveles de satisfacción están alrededor del 40%, es posible aumentar este nivel con medidas como la modernización de la infraestructura actual (1). En los últimos años, las iniciativas mundiales hacia soluciones de energía sostenible han aumentado de forma significativa. A pesar de los cambios en el apoyo político, muchos países del mundo siguen invirtiendo en fuentes de energías renovables como la solar, la eólica, la hidroeléctrica y el hidrógeno verde, y están promoviendo la investigación de tecnologías sostenibles disruptivas. Es importante tener en cuenta que esto requiere una gran inversión en infraestructuras.
Impulsando la descarbonización
La crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania ha resaltado la importancia de la seguridad del suministro, no solo para Europa, sino para todo el mundo. La transición energética tiene el potencial de reducir significativamente la dependencia de Europa de las importaciones de energía (fósil), sustituyéndolas por electricidad y combustibles verdes producidos en Europa. Además, contribuye a conseguir la neutralidad climática de muchos países de todo el mundo. Según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), se necesitan inversiones de 150 billones de dólares en tecnologías de transición energética y en infraestructuras antes de 2050 para no superar el objetivo de un calentamiento global de 1,5ºC, lo que equivale a 5,3 billones de dólares al año de media.
Más energía necesita más redes
Resulta evidente que un aumento del consumo de energía necesita más producción de energía verde. Para ello, es necesario que se construyan y/o renueven más plantas eléctricas de energía limpia, sobre todo parques solares y eólicos. Y, además, tendrán que adaptarse las redes de transmisión y distribución. Sin la expansión de las redes eléctricas, las estaciones de carga, así como de las tecnologías de almacenamiento y las redes de gas, por ejemplo, para el transporte del biogás y del hidrógeno verde, el sistema no podrá integrar estas nuevas, y más intermitentes, formas de generación de energía. Para cumplir con los objetivos climáticos nacionales, la inversión en redes debe casi duplicarse antes de 2030 a más de 600.000 millones de dólares al año. Esto es especialmente necesario tras más de una década de estancamiento a nivel global. Es fundamental poner un énfasis importante en la digitalización y la modernización de las redes de distribución (2). Además, se requieren nuevas líneas eléctricas de alta tensión para conectar instalaciones offshore, facilitar el transporte onshore hacia los centros industriales y garantizar la interconectividad entre países.
Para construir las infraestructuras del mañana, es necesario comenzar los proyectos hoy. Dadas las crecientes presiones sobre los presupuestos nacionales, el capital privado será esencial para financiar estos desarrollos. Además de la inversión económica, un proceso de aprobación de planes más rápido y un marco regulatorio fiable y estable para fomentar estas inversiones son fundamentales para hacer realidad estos proyectos. Asociarse con inversores experimentados en infraestructuras a largo plazo, que puedan contar con otras fuentes de capital institucional, ayuda a aumentar significativamente el éxito de estas iniciativas. Un ejemplo es el interconector NeuConnect, que será la primera conexión eléctrica submarina entre Alemania y Reino Unido y cuya ceremonia de inicio de obras se celebró en la primera mitad de 2024. Lanzado en 2017, se tiene previsto que su finalización sea en 2028(3). Los propietarios incluyen inversores institucionales como Allianz, que invierten las pensiones y el dinero de sus tenedores de pólizas de seguros con un horizonte de inversión a largo plazo. El marco regulatorio implementado por los reguladores energéticos de Reino Unido y Alemania permitió que pueda invertirse en este proyecto con una mínima inversión a largo plazo.
No hay transición sin más inversión
La mayoría de tecnologías de transición energética suponen un Capex o gasto de capital de gran volumen, con requisitos de inversión valorados en alrededor de dos a tres billones de euros tan solo en Europa antes de 2050. Europa, en particular, cuenta con unos mercados no tan avanzados que pueden dificultar el acceso a financiación, y una falta de fondos suficientes para permitir que las empresas crezcan a gran escala(4). Muchos modelos de negocio de transición energética como la producción de moléculas verdes, almacenamiento de energía, baterías de carga de vehículos eléctricos, captura y almacenamiento de carbono, calefacción industrial e incluso procesos de economía circular, pueden considerarse infraestructuras y financiarse con dinero institucional a largo plazo.
Un ejemplo es la inversión de Allianz en Ren-Gas, un desarrollador finlandés de proyectos de hidrógeno y metanol verdes para descarbonizar el transporte de mercancías pesadas. El capital privado de inversores institucionales a largo plazo puede, por tanto, ser crucial para conseguir la transición energética de las infraestructuras y para impulsar el crecimiento de empresas en transición energética. La descarbonización sigue siendo un punto esencial en la agenda de muchos países. Se necesitará capital privado para acelerar la modernización de las infraestructuras y promover la transición energética, debido al aumento de los déficits presupuestarios nacionales y a la demanda de inversiones. Los inversores institucionales, con una trayectoria duradera en infraestructuras y una visión a largo plazo, pueden ser los impulsores del rendimiento financiero y económico futuro.
Artículo escrito por Marta Pérez, Responsable de Inversiones en Infraestructuras de Allianz Global Investors; Claus Fintzen Director de Inversiones y responsable de Deuda de Infraestructuras; Andrew Cox Responsable de Inversiones de renta variable en Infraestructuras y Michael Pfennig Responsable de Inversiones de renta variable en Infraestructuras de Allianz Global Investors
Este texto es un extracto del informe original «Por qué la infraestructura es clave para la transición energética». Puede leer el informe completo a través de este enlace
La inteligencia artificial (IA) está provocando una transformación radical en el sector asegurador, un mercado tradicionalmente conservador que hoy se sitúa en la vanguardia de la innovación tecnológica. La irrupción de nuevas herramientas basadas en IA ha desencadenado un proceso de modernización sin precedentes, que está redefiniendo las bases operativas, comerciales y estratégicas de las compañías aseguradoras.
Qaracter, consultora tecnológica española especializada en el sector asegurador, analiza cómo la IA está cambiando el paradigma en esta industria clave. Desde la automatización de procesos hasta la detección de fraude y la atención personalizada al cliente, la inteligencia artificial se ha consolidado como un aliado imprescindible para el crecimiento sostenible y la competitividad del sector.
Automatización de procesos: eficiencia operativa en tiempo real
Entre los beneficios más tangibles de la IA destaca la automatización de tareas críticas como la suscripción de pólizas, la evaluación de riesgos y el procesamiento de reclamaciones. Estos procesos, tradicionalmente lentos y manuales, se están transformando gracias a algoritmos avanzados que permiten una respuesta en tiempo real y una considerable reducción de errores. Esta automatización no solo incrementa la eficiencia operativa, sino que mejora la calidad del servicio prestado al cliente.
Análisis predictivo y personalización: hacia un seguro más a medida
El análisis predictivo es otra de las grandes aportaciones de la IA. A través del tratamiento masivo de datos, las aseguradoras pueden anticipar comportamientos y necesidades de los clientes, lo que se traduce en productos mucho más personalizados. Esta capacidad de adaptación mejora notablemente la experiencia del usuario y fortalece la relación entre aseguradora y asegurado, a la vez que incrementa la eficiencia comercial y la rentabilidad.
Detección de fraude: una herramienta imprescindible para la integridad del sistema
La IA también se ha convertido en una aliada clave en la lucha contra el fraude. Gracias al aprendizaje automático, las aseguradoras pueden detectar patrones inusuales y anticiparse a intentos de estafa. Esta capacidad de prevención fortalece la integridad del sistema y protege a los asegurados honestos, optimizando los recursos internos de las compañías.
Atención al cliente: disponibilidad y personalización 24/7
La experiencia del cliente es otro de los grandes ámbitos de mejora impulsados por la IA. Los asistentes virtuales y chatbots permiten una atención continua, eficiente y personalizada. Disponibles 24/7, estas herramientas facilitan una interacción más natural con el asegurado, agilizando gestiones y resolviendo incidencias en tiempo real. Además, liberan recursos humanos que pueden enfocarse en tareas de mayor valor estratégico.
Gobernanza ética de la IA: clave para la sostenibilidad futura
Junto a los avances tecnológicos, el desarrollo de una gobernanza ética sólida es uno de los mayores desafíos que enfrenta el sector asegurador. La aplicación de algoritmos debe guiarse por principios de transparencia, equidad, responsabilidad y sostenibilidad. Un uso responsable de esta tecnología es clave para garantizar la confianza de clientes, empleados y reguladores.
La inteligencia artificial continuará evolucionando y marcará el ritmo de la transformación en el sector asegurador durante la próxima década. Adaptarse a este nuevo entorno no será una opción, sino una condición indispensable para seguir siendo competitivos. Las aseguradoras deberán invertir en talento, infraestructura tecnológica y estrategias de cambio organizacional para aprovechar todo el potencial de la IA.
Enrique Galván, CEO de Qaracter, subraya: «La inteligencia artificial es más que una tendencia tecnológica; es un motor estratégico para el sector asegurador. Las compañías que implementen esta tecnología con visión ética y sostenible no solo liderarán el mercado, sino que serán capaces de generar mayor confianza entre clientes y reguladores».
Foto cedidaCarlos San Basilio, presidente de la CNMV.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha impulsado la creación de un grupo de trabajo para elaborar la hoja de ruta de la aplicación de las recomendaciones del informe de la OCDE para revitalizar el mercado de valores. Este documento, financiado por la Unión Europea, fue presentado el 5 de diciembre de 2024.
El grupo de trabajo cuenta con un comité directivo compuesto por representantes de la CNMV, BME, INVERCO, AEB, CECA, FOGAIN, Emisores Españoles, Spaincap y Adepo, así como observadores de la Secretaría General del Tesoro y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. Su creación se recogía en el Plan de Actividades de la CNMV para este año.
El comité contará con dos grupos de trabajo técnicos en los que se han agrupado todas las medidas sugeridas por la OCDE tanto para el sector privado como para la administración pública. El primer grupo se encargará de las medidas relacionadas con la oferta, es decir, el uso del mercado de capitales para su financiación por parte de las empresas. Y el segundo grupo se ocupará de las iniciativas sobre la demanda, en lo que se refiere al uso del mercado de capitales por parte de los inversores.
El comité directivo, que supervisará los trabajos de los grupos técnicos, se ha marcado como objetivo entregar a la OCDE y la Comisión Europea una hoja de ruta para la implementación de las recomendaciones en el cuarto trimestre de este año.
Cardumen Capital ha cerrado el fondo Cardumen Opportunity Fund I tras obtener una extraordinaria acogida entre los inversores y alcanzar un importe comprometido de 20 millones de euros, cumpliendo así el objetivo marcado inicialmente por la gestora.
El fondo se enfoca en compañías de la cartera del Fondo I que han demostrado un alto potencial de crecimiento y excelencia en el cumplimiento de hitos de negocio durante los últimos años. Para su selección, se han priorizado compañías con ingresos anuales recurrentes significativos y una tendencia de crecimiento exponencial, un horizonte de desinversión definido y el respaldo de co-inversores de primer nivel, como Insight Partners o Zoom.
La estrategia de inversión de Cardumen Opportunity Fund ofrece a los inversores un vehículo altamente diferenciado en el mercado, caracterizado por su duración reducida de tres años, que acorta significativamente la curva J habitual en el capital riesgo.
Además, este fondo se ha estructurado como un Fondo de Capital Riesgo Europeo, Sociedad Anónima (FCRE, S.A.), lo que genera interesantes ventajes fiscales para los inversores.
El fondo proporciona una visibilidad completa sobre las compañías que componen su cartera, dado que han formado parte de la cartera de Deep Tech Fund I, habiendo sido respaldadas por Cardumen Capital desde sus primeras rondas de financiación.
A esto se suma una estrategia de salida definida, con el equipo interno de M&A de Cardumen Capital estructurando ya posibles operaciones de desinversión que permitan cumplir con los objetivos marcados en el plazo previsto.La reactivación de este mercado, impulsada por operaciones como la reciente adquisición de Wiz por parte de Google por 32.000 millones de dólares y las bajadas de tipos de interés anunciadas por los Bancos Centrales, refuerza el entorno favorable para la consolidación de operaciones en el sector tecnológico.
Hasta la fecha, el fondo ha invertido en seis de las ocho empresas previstas y prevé haber llamado la totalidad del capital comprometido para mediados de 2025, garantizando así una ejecución eficiente del capital comprometido por los inversores.
Según Igor de la Sota, socio cofundador de Cardumen Capital, “agradecemos la confianza depositada por los inversores. Este fondo, que ha alcanzado su tamaño objetivo de 20 millones de euros, es una continuación de nuestra estrategia en alta tecnología y permite acceder a las mejores oportunidades de inversión dentro de la cartera del fondo Cardumen DeepTech Fund I que lanzamos en 2019, enfocado en tecnología puntera del mercado de Israel”.
Con este hito, Cardumen Capital se consolida como un referente en la inversión en tecnología deep tech, reafirmando su modelo de inversión en empresas de alto potencial en fases de crecimiento.