El optimismo entre los gestores gana terreno, pese a unas expectativas macro tibias

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Después de un primer semestre con mucha actividad en los mercados, los gestores de fondos llegan al ecuador de 2025 optimistas. Según la encuesta global mensual de BofA, “no se observa un punto de inflexión claro ni obvio, pero los gestores están el punto más optimista desde febrero de 2025: la probabilidad de aterrizaje brusco es la más baja desde enero de 2025, el efectivo como porcentaje de activos bajo gestión en un mínimo histórico del 3,9%, las asignaciones de renta variable en aumento, pero no en niveles extremos”.

Este estado de ánimo también se denota en su visión macro. Muestra de ello es que el 68% predice un aterrizaje suave, el 22% no prevé aterrizaje, y solo el 5% se posiciona para un aterrizaje brusco. Ahora bien, las expectativas de crecimiento global se mantienen tibias. En concreto, el optimismo sobre el recorte de tasas es el más alto desde diciembre de 2024. Al preguntar si el próximo presidente de la Fed recurrirá a la flexibilización cuantitativa (QE) y el aumento de capital (YCC) para aliviar la carga de la deuda estadounidense, el 54% respondió que sí y el 36% que no; se espera que el arancel final de EE.UU. sobre el resto del mundo sea del 15%, frente al 14% de julio. Un dato que llama la atención es que el sentimiento de los gestores sobre las expectativas de crecimiento de China aumentó a un 11% neto y esperan que sea una economía más fuerte (frente a solo un 2% en julio), el nivel más alto desde marzo de 2025.

En cuanto a riesgos,  los gestores consideran que el riesgo de cola de una guerra comercial/recesión disminuye (29%), mientras que la inflación/sin recortes de la Fed (27%), los rendimientos de los bonos desordenados (20%), la burbuja de la IA van en aumento(14%); la mayoría de las multitudes vuelven a operar en los «7 Magníficos» (45%), pero la mayoría (52%) no ve una burbuja de IA (41% sí) y el 55% afirma que la IA ya está impulsando la productividad.

Posición de las carteras

En cuanto al asset allocation, la encuesta muestra que, en el último mes, los inversores aumentaron su asignación a mercados emergentes y acciones globales, así como a servicios públicos, y redujeron su asignación a sanidad, acciones de la Eurozona y bienes raíces. “En agosto, los inversores están más sobreponderados en mercados emergentes, Eurozona y bancos, y más infraponderados en el dólar estadounidense, bienes raíces y consumo discrecional”, indican desde BofA. 

Otro dato relevante es que se ha registrado un récord del 91% afirma que las acciones estadounidenses están sobrevaloradas; rotación hacia servicios públicos, energía y finanzas desde salud (la tasa de cambio más baja desde febrero de 2018); el 33% desea aumentar las coberturas contra la debilidad del dólar estadounidense (máximo reciente del 40% en mayo).

Según las conclusiones de la encuesta, “solo el 9% de los inversores tiene exposición a criptomonedas (con una asignación promedio del 3,2%); ajustando al 75% sin criptomonedas, la exposición total de la cartera de FMS a criptomonedas es del 0,3%; el 48% de los inversores tiene exposición al oro (con una asignación promedio del 4,1%); ajustando al 41% sin oro, la exposición total de la cartera de FMS al oro es del 2,2%”. 

Los gestores europeos

En el caso de la encuesta a gestores europeos, la encuesta detecta que el riesgo de estanflación frena a los alcistas. Los analistas de BofA resaltan la persistencia del pesimismo sobre el crecimiento global debido a la preocupación por la estanflación en EEUU, mientras que la flexibilización fiscal alemana y la del BCE protegen las esperanzas de crecimiento de la UE.

El consenso es menos optimista sobre la renta variable de la UE a corto plazo, pero más optimista de cara a 2026, ya que se debilitan los argumentos a favor de un rendimiento superior de la UE, destaca el informe que, además, incide en que aumentan las dudas sobre los cíclicos europeos en general, aunque los bancos y Alemania siguen siendo los principales sobre-ponderados por consenso”, señalan desde BofA.

Entre las conclusiones de la encuesta se observa que el 41% de los encuestados cree que la economía global se debilitará durante el próximo año, frente al 31% del mes pasado. Respecto a los riesgos, la combinación de políticas estadounidenses y un consumo más débil se consideran los principales lastres: el 58% considera que las políticas del gobierno estadounidense tienen un impacto negativo en el crecimiento y un impacto positivo en la inflación, es decir, que son estanflacionarias, frente al 52% del mes pasado. Un 18% neto espera que la inflación global aumente en los próximos 12 meses, su nivel más alto desde mayo.

También destaca que la encuesta muestra un menor optimismo sobre la renta variable de la UE a corto plazo, pero optimistas de cara a 2026. Según muestran los datos, un 15% neto espera ganancias a corto plazo para la renta variable europea, una disminución respecto al 37% del mes pasado, y un 50% cree que solo una pequeña parte del impacto arancelario está descontada en los precios, un aumento respecto al 44% del mes pasado. “Sin embargo, el porcentaje que prevé un potencial alcista para la renta variable europea en los próximos doce meses ha aumentado del 81% del mes pasado al 88%, y un 0% prevé una caída”, indican desde BofA. 

No obstante, se observa que la rotación hacia la renta variable de la UE y hacia la renta variable estadounidense ha comenzado a revertirse: un 25% neto afirma estar sobreponderado en renta variable europea en relación con su índice de referencia, una disminución respecto al máximo del 41% en julio, mientras que un 16% neto afirma estar infraponderado en renta variable estadounidense, una disminución respecto al máximo del 38% en mayo.

Los fondos soberanos se pasan a la gestión activa para afrontar mejor la incertidumbre política

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Las decisiones políticas y normativas se han convertido en los principales motores de la estrategia de inversión, lo que ha llevado a los inversores soberanos a reevaluar fundamentalmente la construcción de carteras y la gestión del riesgo, según el decimotercer estudio anual de Invesco Global Sovereign Asset Management.

Si bien las tensiones geopolíticas (88%) y las presiones inflacionistas (64%) siguen siendo los principales riesgos a corto plazo para los fondos soberanos y los bancos centrales, ha aumentado la preocupación por la excesiva volatilidad de los mercados financieros, citada por el 59% de los encuestados, frente al 28% en 2024. Casi el 90% cree que la competencia geopolítica será un impulsor clave de la volatilidad, mientras que el 85% espera que las políticas proteccionistas afiancen la inflación persistente en las economías desarrolladas. En concreto, el 62% de los encuestados considera ahora que la desglobalización es una amenaza importante para la rentabilidad de las inversiones, lo que pone de relieve un marcado cambio en la narrativa del mercado.

El estudio de Invesco, uno de los principales indicadores del comportamiento de los fondos soberanos y bancos centrales, se basa en las opiniones de 141 profesionales de la inversión de alto nivel, incluidos directores de inversiones, responsables de clases de activos y de estrategias de carteras, procedentes de 83 fondos soberanos58 bancos centrales de todo el mundo, que gestionan en conjunto 27 billones de dólares en activos.

Las estrategias activas ganan terreno junto con la exposición pasiva de base

Uno de los cambios clave en la estructuración de carteras identificados en el estudio es el mayor uso de estrategias activas por parte de los encuestados. Por término medio, los fondos soberanos y bancos centrales mantienen más del 70% de sus carteras en estrategias activas, tanto en renta fija como en renta variable. La encuesta reveló que el 52% de los inversores soberanos tiene previsto aumentar su exposición activa a la renta variable en los próximos dos años, mientras que el 47% hará lo propio con la renta fija. Este viraje es más pronunciado entre las mayores instituciones, ya que el 75% de los inversores soberanos que gestionan más de 100.000 millones de dólares han optado por estrategias de renta variable más activas en los dos últimos años, frente al 43% de los inversores de tamaño medio y el 36% de los más pequeños.

Mientras las estrategias pasivas siguen ofreciendo ventajas en términos de eficiencia y escala, especialmente en mercados públicos de alta liquidez, se están utilizando enfoques activos para abordar los riesgos de concentración de los índices, gestionar la dispersión entre regiones y mejorar la resiliencia ante diferentes escenarios en un panorama cada vez más fragmentado. Al mismo tiempo, las decisiones sobre la configuración de la cartera, como la inclinación hacia determinadas clases de activos, geografías o factores, se consideran cada vez más como expresiones fundamentales de la gestión activa.

Renta fija redefinida y reordenada

Debido a una combinación de cambios geopolíticos y la normalización de los tipos de interés, se están replanteando los modelos tradicionales de construcción de carteras, y muchos fondos soberanos están adoptando enfoques más dinámicos que incluyen una asignación de activos más fluida, una mejor gestión de la liquidez y un mayor uso de activos alternativos.

En este contexto, la renta fija ha adquirido una mayor importancia en las carteras de los fondos soberanos, convirtiéndose en la segunda clase de activos más favorecida, solo por detrás de las infraestructuras. En términos netos, el 24% de los fondos soberanos tiene previsto aumentar su exposición a la renta fija en los próximos 2 meses.

Si bien la normalización de los tipos de interés y el aumento de las rentabilidades han contribuido a este repunte, la renta fija también ha adquirido un papel más amplio, tanto como herramienta de gestión de la liquidez como fuente flexible de rentabilidad y resiliencia de las carteras.

A medida que aumentan las asignaciones a los mercados privados, las carteras se vuelven cada vez más ilíquidas, lo que convierte la gestión de la liquidez en una prioridad estratégica clave.

Como resultado, casi el 60 % de los inversores soberanos afirman utilizar marcos de liquidez formalizados, con segmentos de sus carteras de renta fija posicionados específicamente para compensar la falta de liquidez de sus exposiciones en mercados privados.

«La renta fija ya no se limita a un posicionamiento defensivo y sin riesgo, sino que se ha convertido en una parte dinámica y versátil de la cartera. A medida que el mercado va estructurando el cambio, crecen las necesidades de liquidez y evolucionan las hipótesis de rentabilidad-riesgo, la renta fija está asumiendo un papel más amplio en la gestión estratégica de carteras, cumpliendo múltiples funciones simultáneamente en lugar de actuar únicamente como ancla defensiva», afirma Rod Ringrow, responsable de Instituciones Oficiales de Invesco.

La renta fija privada cobra protagonismo como nueva herramienta de diversificación

La inversión en renta fija privada sigue ganando impulso entre los fondos soberanos, y la proporción que accede a esta clase de activos a través de inversiones directas o coinversiones aumenta del 30% en 2024 al 44% en 2025. El acceso basado en fondos también aumentó, del 56% al 63% y el 50% de los fondos soberanos tienen previsto aumentar las asignaciones durante el próximo año, encabezados por las instituciones de Norteamérica (68%).

Este creciente interés refleja un replanteamiento más amplio de la diversificación, a medida que las correlaciones tradicionales entre acciones y bonos se erosionan en un entorno de tipos más altos e inflación más elevada.

Los inversores en deuda soberana están recurriendo al crédito privado para obtener exposición a tipos variables, estructuras de operaciones personalizadas y perfiles de rentabilidad menos correlacionados con los mercados públicos. La deuda privada, que en su día se consideraba una clase de activo minoritaria, ahora se ve como un pilar estratégico para construir carteras a largo plazo.

«La renta fija privada es un excelente ejemplo de cómo los inversores soberanos se están adaptando a un entorno de mercado estructuralmente diferente. Están construyendo carteras que priorizan la resistencia y la flexibilidad, y la renta fija privada ofrece precisamente eso, proporcionando tanto escalabilidad como un mayor control», asegura Rod Ringrow.

China resurge como prioridad estratégica en un escenario fragmentado de mercados emergentes

Los fondos soberanos están adoptando un enfoque más selectivo con respecto a los mercados emergentes.  Sin embargo, Asia, excluida China, sigue siendo una prioridad para el 43% de los encuestados. China sigue siendo uno de los principales focos de atención, y ha pasado del 20% en 2024 al 28%. Los fondos soberanos están orientando cada vez más sus estrategias en China hacia sectores tecnológicos específicos, como la inteligencia artificial, los semiconductores, los vehículos eléctricos y las energías renovables. El 78 % de los encuestados cree que las capacidades tecnológicas y de innovación de China serán competitivas a nivel global en el futuro.

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En cuanto a las asignaciones previstas para China en los próximos cinco años, solo el 48% cree que el país logrará con éxito la transición a una economía basada en el consumo. La exposición de los mercados público y privado se está afinando en consecuencia.

La gestión activa se considera esencial en este entorno. Solo el 9% de los fondos soberanos confía en estrategias pasivas de mercados emergentes, mientras que el 85% accede a ellos a través de gestores especializados, alegando la necesidad de conocimientos locales y flexibilidad táctica.

«Los soberanos se están replanteando su enfoque de los mercados emergentes, están siendo selectivos y poniendo más énfasis en las oportunidades estructurales a largo plazo, construyendo carteras que reconocen la complejidad y diversidad de estos mercados con China reafirmándose en el centro de esta recalibración», subraya Ringrow. 

Activos digitales, en exploración continua

Los activos digitales ya no se consideran un tema extraño entre los inversores institucionales. El estudio de este año muestra un pequeño pero notable aumento del número de fondos soberanos que han realizado inversiones directas en activos digitales (11% ) frente al (7%) de 2022. Las asignaciones son más frecuentes en Oriente Medio (22%), APAC (18%) y Norteamérica (16% ), frente a Europa (0%), Latinoamérica y África.

Una sorpresa del estudio fue el creciente interés de algunos fondos soberanos por las denominadas stablecoins, especialmente entre los fondos soberanos de los mercados emergentes. Se consideran más fáciles de integrar que las criptomonedas tradicionales por su estabilidad de precios y su potencial de aplicación en el mundo real. Esto los hace más adecuados para futuros sistemas de pago transfronterizos o herramientas de gestión de la liquidez.

Muchos fondos soberanos siguen prefiriendo la exposición indirecta, invirtiendo a través de vehículos de capital riesgo, plataformas de innovación o fondos relacionados con estructuras, en lugar de mantener participaciones directas, pero este cambio hacia la inversión directa, aunque sea pequeño, muestra un paso del interés abstracto a la participación en el mundo real.

Los bancos centrales están avanzando simultáneamente en sus propias iniciativas de moneda digital del banco central (CBDC), pero equilibrando el potencial de innovación con consideraciones de estabilidad sistémica. Las CBDC ofrecen ventajas potenciales: por ejemplo, en los mercados emergentes tienen como objetivo mejorar la inclusión financiera y modernizar los pagos, mientras que en los mercados desarrollados se centran en la eficiencia de los pagos y la soberanía monetaria. Sin embargo, la mayoría de los bancos centrales se encuentran en fases de investigación o piloto debido a la complejidad del riesgo.

La resiliencia de los bancos centrales y el papel defensivo del oro

Los bancos centrales están reforzando sus marcos de gestión de reservas en respuesta a la creciente inestabilidad geopolítica y a la incertidumbre fiscal. Casi dos tercios (64%) de los bancos centrales tienen previsto aumentar sus reservas en los próximos dos años, mientras que el 53% tiene la intención de diversificar aún más sus carteras.

El oro sigue desempeñando un papel fundamental en este esfuerzo, ya que el 47% de los bancos centrales espera ampliar sus asignaciones de oro para los próximos tres años. Considerado como una reserva de valor políticamente neutral, el oro se ve cada vez más como una cobertura estratégica frente a riesgos como el aumento de los niveles de deuda de EE. UU., la instrumentalización de las reservas y la fragmentación global.

Al mismo tiempo, los bancos centrales están modernizando la forma en que gestionan sus exposiciones al oro. Además de las participaciones físicas, cada vez son más los que recurren a herramientas más dinámicas, como los ETF, los swaps y los derivados, para ajustar las asignaciones, mejorar la gestión de la liquidez y aumentar la flexibilidad general de la cartera sin sacrificar la protección defensiva. Se espera que esta tendencia continúe, ya que el 21% de los encuestados afirma que tiene previsto invertir en ETF de oro en los próximos cinco años, frente al 16% actual, mientras que el número de encuestados que afirma que tiene previsto invertir en derivados del oro se duplicará, pasando del 9% actual al 19% .

Los fondos españoles perderían entre el 2,1% y el 8,2% en caso de shocks climáticos, con un mejor aguante de los productos sostenibles

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Los fondos españoles podrían sufrir pérdidas en caso de shocks climáticos. En un reciente informe, bajo el título “Modelización dinámica de los shocks climáticos en el sector de fondos de inversión español”, elaborado por Diana Mykhalyuk -miembro del Departamento de Estudios y Estadística de la CNMV-, el organismo ha analizado 1.716 fondos de inversión que gestionan 337.000 millones de euros, y evaluado el posible impacto en el valor de sus carteras derivado de tres escenarios climáticos desarrollados por el ESRB (la Junta Europea de Riesgo Sistémico). Como conclusión de las pruebas de resistencia, el análisis revela que los fondos de inversión españoles experimentarían pérdidas que oscilarían entre el 2,1% y el 8,2% del valor de su cartera en función de la severidad del escenario.

Las pérdidas de primera ronda (debidas a los shocks estáticos) son más significativas que las de segunda ronda (introducidas por los efectos dinámicos): 6,5 % y 1,7%, respectivamente. Dentro de los efectos estáticos, las exposiciones directas muestran mayores pérdidas que las indirectas (4,5% y 2,0%, respectivamente). El escenario más adverso daría lugar a una pérdida agregada de aproximadamente 27.770 millones de euros, superior a las estimaciones anteriores debido a la incorporación de simulaciones dinámicas y al análisis de la exposición indirecta.

Sin embargo, estos resultados señalan que los fondos de inversión españoles muestran una mayor resistencia a los shocks de transición climática en comparación con la media europea. En concreto, los fondos de inversión españoles registrarían menores pérdidas (8,2%) de media en comparación con sus homólogos europeos (15,8%) y que los fondos no sostenibles presentarían mayores pérdidas que los sostenibles cuando se clasifican según la intensidad de las emisiones.

La respuesta del gestor, clave

Pero los datos también muestran la importancia del gestor: teniendo en cuenta el reequilibrio de las carteras por parte de los gestores de fondos, las pérdidas totales se reducen en un 30% en todos los escenarios, lo que pone de manifiesto la relevancia de la respuesta de los gestores para mitigar las pérdidas potenciales.

Diferenciando entre tipos de activos, los de renta variable sufrirían las mayores pérdidas (16,1%), seguidos de las inversiones en otros fondos (9,5%), los bonos corporativos (5,2%) y la deuda soberana (4,4%). La deuda corporativa y la deuda soberana registrarían menores pérdidas debido a factores atenuantes como los emisores con bajas emisiones de carbono y los vencimientos a corto plazo. Considerando los datos por sectores, las pérdidas más cuantiosas en las inversiones en renta variable estarían relacionadas con la importante variabilidad de las emisiones de CO₂ dentro de cada sector y entre sectores, en particular en el sector manufacturero, dice el informe.

También llama la atención que las inversiones indirectas en renta variable (a través de otros fondos) se concentren en sectores más contaminantes en comparación con las exposiciones directas a renta variable, concluye el informe. A nivel de compartimento, se ha observado que los fondos con mayores pérdidas invierten, sobre todo, en sectores —especialmente en renta variable— con una elevada intensidad de carbono. Por el contrario, los fondos con mejores resultados tienen grandes posiciones en deuda pública, repos y activos líquidos, que están menos expuestos a los riesgos de la transición climática.

Fondos sostenibles y no sostenibles

Al considerar las pérdidas totales, los resultados obtenidos utilizando medidas alternativas de sostenibilidad (calificaciones ASG y adhesión a los artículos 8 y 9 del SFDR) son muy parecidos a los obtenidos utilizando la medida principal de emisiones de CO2. Según ambas medidas alternativas, los fondos españoles experimentarían pérdidas que oscilarían entre el 2,0% y el 7,9% del valor de la cartera, dependiendo de la severidad del escenario. Sin embargo, al desagregar las pérdidas de los fondos según su nivel de sostenibilidad, surgen diferencias relevantes. Utilizando las emisiones de carbono como métrica, se observa que los fondos no sostenibles (aquellos con emisiones superiores a 35) experimentarían mayores pérdidas (9,3%) que los fondos sostenibles (4,5%). Sin embargo, cuando se aplican métricas de sostenibilidad alternativas, los resultados difieren significativamente.

En concreto, utilizando métricas como las calificaciones ASG o la adhesión a los artículos 8 y 9 del SFDR, los fondos sostenibles muestran pérdidas relativamente mayores (11,0% y 9,1%, respectivamente) que los fondos no sostenibles (6,6% y 7,3 %, respectivamente). Esta divergencia puede atribuirse a la naturaleza de las métricas: las emisiones de carbono reflejan el impacto ambiental actual —pese a las limitaciones metodológicas previamente señaladas—, mientras que las medidas alternativas son prospectivas y presentan otras limitaciones analíticas. Estos resultados ponen de relieve la importancia de considerar múltiples métricas directamente relacionadas con la gestión del cambio climático al evaluar la resiliencia, ya que utilizar una única medida puede condicionar las conclusiones, dice la autora del informe.

«No obstante, el análisis presenta ciertas limitaciones, como los supuestos incorporados en las simulaciones de shocks y la dependencia de las métricas de sostenibilidad empleadas. Investigaciones futuras podrían ampliar este marco a otros mercados o explorar mecanismos adicionales de transmisión del riesgo. Los resultados ponen de relieve la necesidad de establecer objetivos climáticos concretos para los fondos denominados sostenibles —y más ampliamente, de transición—, tales como la reducción de las emisiones de sus carteras, el desarrollo de planes de transición o el alineamiento con la Taxonomía de la UE. Asimismo, se hace patente el imperativo de evaluar la exposición a los riesgos físicos y de transición, así como su gestión diferenciada, para después integrarlos en un enfoque coherente. Estos esfuerzos contribuirán a mejorar la comprensión de la compleja interacción entre los riesgos climáticos y la estabilidad financiera en la gestión de carteras», explica la autora.

Metodología novedosa

En conjunto, el estudio presenta una estimación preliminar de las pérdidas potenciales en la cartera de los fondos bajo tres escenarios de estrés relacionados con la transición climática diseñados por la Junta Europea de Riesgo Sistémico (ESRB), incorporando un marco de evaluación dinámico para simular y evaluar los impactos tanto estáticos como dinámicos del riesgo de transición climática. El análisis no considera los riesgos físicos, por lo que ofrece una aproximación parcial del riesgo climático. El análisis consiste en evaluar el impacto de un shock estático en las participaciones directas e indirectas de los fondos, que varía según el tipo de activo.

Los efectos dinámicos, que recogen los flujos de inversores y los ajustes de la cartera de los fondos decididos por los gestores, se incorporan para evaluar las respuestas sistémicas y de comportamiento en los escenarios de transición. El análisis contempla la división de los fondos en sostenibles y no sostenibles en función de la intensidad de las emisiones de sus valores en cartera, si bien se realizan otras clasificaciones alternativas. Además, este trabajo desarrolla una metodología novedosa para evaluar la calificación sobre criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) de la deuda soberana.

BBVA supera los 165.000 clientes de Banca Privada en España

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La unidad de Banca Privada de BBVA en España ha empezado el 2025 con cifras récord, superando sus resultados de 2024. En los cinco primeros meses del año, ya supera los 165.110 clientes de Banca Privada y gestiona un total de 150.497 millones de euros.

Estas excelentes cifras suponen un crecimiento de 9,86% en volumen bajo gestión de enero a mayo 2025, y de 7,12% de crecimiento en clientes, en el mismo periodo del año anterior, gracias a un modelo basado en la diferenciación, en productos específicos adaptados a cada perfil de cliente y un equipo especializado que permite acompañar al cliente en cada momento de la inversión.

El director de Banca Privada de BBVA en España, Fernando Ruíz, ha asegurado que “estos datos nos permiten avanzar a buen ritmo en el objetivo de llegar a los 200.000 clientes en tres años, objetivo marcado en el Plan Estratégico 2025-2029”.

En cuanto a la propuesta de servicios específicos y pensados a la medida para un cliente de Banca Privada, cabe destacar las cifras en carteras de inversión, un producto muy adecuado para este perfil de clientes. Con datos a cierre de mayo de 2025, BBVA Banca Privada gestiona más 51.727 carteras. Una cifra que deja patente que Banca Privada de BBVA es referente en la gestión de carteras y el asesoramiento profesional, teniendo una amplia gama de servicios de carteras que van desde la gestión discrecional hasta los niveles más sofisticados y avanzados de asesoramiento.

El crecimiento tan destacado en la cifra de carteras de inversión se apoya principalmente en tres factores: las capacidades del equipo de inversión de BBVA y su proceso metódico de construcción y seguimiento de carteras; el asesoramiento personalizado que se adapta a la visión de mercado en cada momento; y una oferta amplia y diversificada que incluye carteras con preferencia de sostenibilidad, diseñadas para responder a las necesidades, objetivos y perfiles de cada cliente.

Banca Privada, unidad estratégica para BBVA

Estos resultados reflejan la apuesta que el segmento de Banca Privada de BBVA viene desarrollando desde hace años por una atención más cercana, un alto nivel de especialización y una oferta cada vez más personalizada. Todo ello ha permitido consolidar un modelo de crecimiento sostenido, que se ha visto reforzado con las palancas del nuevo Plan Estratégico 2025-2029, donde la cercanía, el apoyo en la tecnología junto con el acompañamiento profesional de nuestros banqueros cobran un papel fundamental.

De forma paralela, BBVA ha intensificado su foco en ofrecer una propuesta de inversión más completa. El catálogo de productos y servicios especializados y pensados a la medida de un cliente de alto patrimonio ha seguido avanzando durante estos primeros seis meses del año.

Asesoramiento integral para los clientes

La innovación también ha sido clave para mejorar la experiencia de cliente. En los últimos meses, BBVA ha desarrollado nuevas herramientas digitales y capacidades de análisis que facilitan una toma de decisiones más ágil y fundamentada. También se han incorporado mejoras sustanciales orientadas a profundizar en una propuesta de valor especializada y orientada a altos patrimonios, con ejemplos de nuevos lanzamientos este año como el servicio Asesoramiento Plus, basado en una comisión explícita, refuerza esa apuesta por la transparencia y la personalización del acompañamiento financiero. Este 2025 también hemos lanzado un nuevo servicio que permite a los clientes participar en la financiación de producciones de cine y cultura.

Para ello, se han firmado dos acuerdos de colaboración con las entidades especializadas SGM y CAP7 para participar en la financiación de producciones audiovisuales y artes escénicas, con el atractivo de poder obtener una rentabilidad financiero fiscal que puede alcanzar hasta un 20%.

Complementando su oferta, BBVA ha incorporado servicios de intermediación inmobiliaria para sus clientes de Banca Privada en España, en colaboración con CBRE y Solvia-Grupo Intrum. Este servicio facilita la compra y venta de inmuebles, ofreciendo asesoramiento integral en todo el proceso. Los clientes pueden acceder a oportunidades exclusivas y soluciones adaptadas a sus necesidades de inversión inmobiliaria.

La intención de la Banca Privada de BBVA en España es seguir apostando por alianzas de este tipo, para poder ofrecer al cliente en mayor abanico de productos y servicios posibles, para dar, cada vez más, un trato aún más personalizado y una gestión integral en todas las necesidades de inversión que el cliente pueda tener, más allá de lo estrictamente financiero. Y en todos los casos, garantizando la independencia de la Banca Privada, cualidad que ya es seña de identidad del segmento de banca privada y altos patrimonios.

Este mismo semestre, BBVA anunció la creación de una nueva unidad especializada de Banca Privada Internacional en España, con el objetivo de atender a clientes globales que desean invertir en el país. Esta nueva unidad se suma a las plataformas ya existentes en Suiza y Estados Unidos, reforzando el modelo global de BBVA y consolidando a España como un hub estratégico en su propuesta global de servicios de alto valor añadido.

Invertir en los «mejores fondos del mundo» sigue siendo «misión casi imposible» para los particulares

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Encontrar el fondo de inversión más adecuado a los intereses de un pequeño inversor es una tarea casi imposible, afirman los expertos de OCU Inversiones, después de analizar una selección de 2.100 fondos comercializados en España compuesta por los más populares, además de los aparentemente mejores de cada categoría. Y es que, lamentablemente, el 47% de los fondos al alcance del pequeño inversor, la clase minorista, no pueden calificarse como buenos; y únicamente el 6% merecen la vitola de excelentes.

Una valoración realizada a partir de valores medibles y objetivos, que combinan criterios de rentabilidad ajustada al riesgo de la categoría a la que pertenecen, consistencia a largo plazo, control de la volatilidad y —muy especialmente—, el nivel de costes que soporta el partícipe cada año por la gestión del fondo.

La mitad de los fondos calificados por OCU Inversiones como excelentes son ETFs y entre la otra mitad destacan las llamadas clases limpias de los fondos tradicionales. Es decir, la mejor decisión de inversión para un pequeño inversor pasa en buena medida por elegir las versiones baratas, libres de retrocesiones e incentivos ocultos (no hay un solo euro que vaya de la gestora al comercializador). Pero son justo los dos tipos de fondos que no encontrará en el escaparate de los principales bancos españoles, que son los que en la práctica miran la mayoría de pequeños ahorradores: uno de cada tres euros que se mueven en fondos pertenecen a CaixaBank, Santander y BBVA.

En la oferta de los bancos priman los fondos de las propias entidades, que suelen caracterizarse por tener unos costes más elevados y no estar precisamente entre los mejor gestionados, denuncian en OCU Inversiones. De hecho, los fondos que pueden calificarse como excelentes de estas entidades prácticamente brillan por su ausencia y solo se cuelan entre los mejores algunos de sus fondos cuando van destinados al servicio de gestión discrecional de carteras: los fondos incluidos en este servicio tienen comisiones de gestión mucho más reducidas que los fondos que ofrecen al público en general, pero a cambio el banco cobra un extra consistente en una comisión explícita recurrente por permitirle acceder a dicho servicio. Un servicio que sumadas ambas comisiones se vuelve «carísimo», dicen, especialmente para los perfiles más conservadores, que son abundantes en nuestro país, a los que le saldría mucho más a cuenta contratar un buen ETF o la clase limpia de un fondo de renta fija a corto.

OCU Inversiones pone un ejemplo: imaginemos una inversión de 50.000 euros con perfil de riesgo moderado. Si contratara el servicio de gestión delegada de carteras de CaixaBank lo más probable es que le asignaran la Cartera Máster Patrimonio, que dedica como máximo un 60% a las acciones. Con independencia del resultado, el coste anual de este servicio sería siempre de un 0,91% anual, IVA incluido. Es decir, pagaría 455 euros cada año. Ahora bien, el coste inherente a la cartera de fondos podría estar en torno al 0,7% anual, lo que le supondría el pago de otros 350 euros, que se irían detrayendo a diario del valor liquidativo de los fondos. En total, estaría pagando finalmente en comisiones unos 805 euros anuales, equivalentes a un 1,6% anual de lo invertido.

Una barrera silenciosa

Según OCU Inversiones, los costes de los fondos son de vital importancia en el rendimiento final que al cabo de los años logrará el partícipe, pero acceder a los más baratos es una tarea casi imposible. A pesar de la existencia de las clases limpias, la entidad denuncia que la mayoría de las entidades bancarias y plataformas online siguen comercializando de forma prioritaria las clases más caras, sin informar de la existencia de alternativas más baratas.

Las diferencias son muy relevantes: el ahorro medio en comisiones de gestión de la versión “retail” (minorista) de un fondo tradicional y su clase limpia ronda el 1% anual. Un porcentaje más que significativo tratándose en realidad del mismo fondo. Un inversor medio que invierta 25.000 euros podría ahorrarse 250 euros al año solo en comisiones, que en un periodo de 10 años sumarían 2.500 euros, es decir, un bocado del 10% sobre el montante invertido que podría ahorrarse si lograra saltarse esa barrera silenciosa que le impide llegar a los fondos más baratos.

OCU Inversiones considera que invertir no debe convertirse en una carrera de obstáculos para el ahorrador particular y que la transparencia debe ser obligatoria. Es por ello que solicita a los organismos reguladores, en especial a la CNMV y a las autoridades europeas, el desarrollo de una normativa que obligue a las entidades a informar de forma clara sobre las distintas clases disponibles de un mismo fondo y sus costes reales, ofrecerle por defecto la clase más barataasí como que se prohíba cualquier práctica que encarezca la inversión sin justificación alguna. En este sentido, insta a que se fomenten las plataformas de arquitectura abierta que permitan comparar todas las opciones en igualdad de condiciones.

En cualquier caso, recomienda al pequeño inversor revisar los fondos en los que tiene invertido su dinero para ver si tienen una buena gestión y si los costes inherentes al mismo son o no razonables. Y que ponga especial atención a la clase que le hayan vendido, porque puede que exista una versión mucho más barata a su alcance. «Si en su banco no son capaces de ofrecérsela», recomienda, «considere plataformas especializadas que sí dan acceso a estos fondos más baratos».

IA para tomar decisiones más inteligentes en la concesión de créditos

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El crédito, motor fundamental del crecimiento económico, está viviendo una revolución silenciosa. La irrupción de la inteligencia artificial en el sistema financiero, de la misma manera que ha ocurrido en casi todos los sectores e industrias, ha modificado las reglas del juego: ya no se trata solamente de evaluar datos bancarios tradicionales, sino de analizar en tiempo real miles de variables digitales, contextuales y relacionadas con el comportamiento para tomar decisiones más rápidas, más precisas y más seguras.

Las cifras lo dejan claro: según el informe Ascendant IA de Minsait, el 80% de la banca ya usa IA para optimizar procesos internos y el 56%, específicamente, para procesar transacciones. Según el mismo estudio, casi una de cada dos empresas (el 48%) afirma que una de sus principales motivaciones para la adopción de la IA es la mejora del conocimiento y relación con el cliente final. Además, según Bain & Company, la IA está ayudando a aumentar hasta en un 20% la productividad en las entidades financieras.

Estos avances no son teoría: ya se aplican en el proceso de concesión de crédito, en el recobro, en el onboarding de clientes y, cada vez más, en la prevención del fraude. Los algoritmos son capaces de detectar intentos de suplantación de identidad, validar documentos y evaluar riesgos con más precisión que los modelos clásicos y en tan sólo unos segundos. Se calcula que estas tecnologías pueden reducir las tasas de fraude en un 40% y los falsos positivos en más del 20%, según informes de PwC y McKinsey.

Como ejemplo de innovación, en Brasil, país pionero en la adopción de tecnologías financieras (con el sistema de pagos instantáneos PIX como referencia mundial), la IA ya permite evaluar perfiles antes invisibles para el radar bancario. Millones de personas sin historial financiero tradicional pero con buena conducta de pago de servicios, historial digital estable o comportamiento de consumo responsable están accediendo por primera vez a productos financieros.

En España, los grandes bancos ya han iniciado este camino. BBVA, por ejemplo, utiliza IA para modelizar el riesgo crediticio a partir de información contextual y personalizar ofertas en tiempo real. CaixaBank ha desarrollado su propia plataforma de algoritmos con IA para automatizar procesos de scoring y anticipar impagos. A nivel regulador, el Banco de España ha instado a las entidades a reforzar sus modelos de gobernanza de datos y asegurar la explicabilidad de sus algoritmos, en línea con el nuevo Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial (AI Act), aprobado en 2024.

En cualquier caso, el nuevo marco europeo prohíbe ciertos usos de IA considerados de alto riesg0 como el scoring social y exige transparencia en sistemas que afecten derechos fundamentales, como la concesión de crédito. Esto obliga al sector financiero europeo a replantearse su relación con los algoritmos: ¿cómo garantizar que las decisiones automatizadas sean comprensibles, auditables y justas?

La automatización de decisiones de riesgo plantea interrogantes clave. ¿Cómo evitar sesgos algorítmicos que perpetúen la exclusión de determinados colectivos? ¿Puede la IA detectar y corregir sus propios errores? ¿Está preparada la banca para asumir responsabilidad por decisiones tomadas sin intervención humana directa?

La incorporación de la IA en los procesos de concesión de crédito ofrece ventajas evidentes en términos de eficiencia operativa, mitigación del fraude, ampliación del acceso financiero y mejora de la rentabilidad. Sin embargo, resulta crucial garantizar que esta evolución tecnológica no sustituya, sino complemente el juicio experto, reforzando los marcos de gobernanza y el principio de responsabilidad fiduciaria que sustentan la confianza en la relación entidad-cliente.

Además, el uso de datos alternativos, como el historial de consumo o el comportamiento digital, abre la puerta a una nueva frontera de riesgos: la vigilancia algorítmica. La línea entre evaluar el riesgo crediticio y extraer datos sensibles del comportamiento personal puede volverse muy difusa sin una supervisión clara y sólida.

Por ello, es imprescindible que, al usar IA para facilitar la inclusión financiera y el acceso al crédito, se integren también la transparencia, la responsabilidad (humana) y la ética digital. Es decir, la inteligencia artificial no debe decidir sola quién merece crédito; solamente debe ayudar a las entidades a decidir mejor.

Tribuna de Manel Regueiro, director general de Provenir Iberia.

Carlos Iburo (Alos Gestión): «La renta fija soberana americana en todas sus duraciones es una buena idea; la Fed podría acelerar la bajada de tipos»

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Para Carlos Iburo, banquero asociado en Alos Gestión, la deuda pública estadounidense ofrece oportunidades este verano, debido a que la Fed podría empezar a bajar tipos próximamente, lo que apoyará el activo. Se muestra, al contrario, cauto con la renta variable, en un entorno en el que los mercados pecan de complacencia, y admite que, en unos meses en los que la operativa cae, las bolsas son más vulnerables a correcciones. Algo que podría ser saludable para volver a vislumbrar oportunidades y potencial.

Nos lo cuenta a continuación, dentro de la sección «Un verano para invertir».

¿Cuál es la idea, la mejor idea, que destacarías para invertir este verano?

La renta fija soberana americana en todas sus duraciones dependiendo de la aversión al riesgo de cada inversor. Existen altas probabilidades de que los datos económicos se enfríen en los próximos meses y la Fed decida acelerar la bajada de tipos en EE.UU., reduciendo el gap con los tipos europeos.

De forma contraria, un activo con el que habría que ser cautos este verano…

Las bolsas en general, por varios motivos. Las valoraciones son elevadas, el PER actual de la bolsa en USA es un 35% superior a su media histórica, la estacionalidad no acompaña, hay que tener en cuenta que los volúmenes de contratación son más bajos durante el verano particularmente en el mes de agosto y esto genera más volatilidad y además septiembre históricamente es el peor mes del año. Existe una enorme complacencia en el mercado, todas y cada una de las caídas de los últimos años se han recuperado en forma de V, el inversor está perdiendo el miedo a los mercados y esto, como dirían los americanos, no es bueno.

¿Cuáles son los principales riesgos que podrán afrontar los inversores en estos meses?

Los riesgos del verano son los habituales, el bajo volumen, la estacionalidad…… Por supuesto tenemos el problema de las tensiones geopolíticas y la guerra arancelaria, que pueden ser factores que se magnifiquen durante el verano precisamente por el número más bajo de operadores y por lo que el mercado resulta más manipulable.

¿Cómo te gustaría encontrar los mercados cuando vuelvas en septiembre de vacaciones? Un deseo…

Considero que, aunque nunca es deseable, los mercados de renta variable deberían ajustar sus valoraciones para que puedan ofrecer un recorrido más amplio de cara a los próximos años. También son saludables las correcciones, que permiten dejar un mercado más sano y con un potencial.

Y por otra parte, espero que mi apuesta por la renta fija soberana se materialice en bajada de tipos tan pronto como en julio o septiembre.

Los Fidelity Equity Research Enhanced ETFs cumplen cinco años

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En junio se cumplió el quinto aniversario de tres de nuestros seis Equity Research Enhanced ETFs, los fondos de las categorías Global, EE.UU. y Europe. Se prevé que el resto de la familia (Emerging Markets, Pacific ex Japan y Japan) alcancen ese hito más avanzado el año.

En estos cinco primeros años se han producido cambios profundos en el entorno de inversión. Ha sido un período marcado por la fragmentación geoeconómica, el aumento de la inflación y una mayor volatilidad macroeconómica, en el que también se ha producido una reorientación de las cadenas de suministro globales y divergencias en cuanto a las políticas regionales.

De cara al futuro, vemos potencial para obtener rentabilidades atractivas de la renta variable a largo plazo en las distintas regiones, siendo tres las fuerzas que previsiblemente condicionen el comportamiento de la renta variable regional: reformas estructurales, reevaluación de las valoraciones y resiliencia de los beneficios empresariales. Los responsables de asignación de activos tendrán que examinar cómo interactuarán estos factores en las diferentes regiones para determinar de qué modo repercutirán en las estrategias de asignación a renta variable regional dentro de unas carteras diversificadas.

Teniendo en cuenta los riesgos elevados de concentración en EE. UU. (Gráfico 1) y, por tanto, las fuertes ponderaciones de este mercado en los índices globales, los inversores deberían examinar las posibles ventajas de una diversificación geográfica de las carteras. Los cambios en el entorno macroeconómico también justifican un enfoque de inversión selectivo, basado en el análisis, dentro de las regiones. Un enfoque que permita aprovechar oportunidades idiosincráticas y gestionar los riesgos que plantea la fragmentación geoeconómica para algunos de los factores subyacentes que impulsan las rentabilidades de la renta variable, como, por ejemplo, los posibles cambios en los niveles de valoración y la reducción de los márgenes de beneficios (Gráfico 2).

La diversificación se traduce en resultados

Nuestro equipo Macro & SAA ha analizado recientemente la justificación de un reajuste del posicionamiento de los inversores en euros para alejarse del enfoque que impera en estos momentos: centrado en EE. UU. y ponderado por capitalización. El análisis se realizó sobre una cartera en euros que reducía un 12% su exposición a renta variable de EE. UU., pasando de los niveles actuales del índice a la media de los últimos 25 años. Los resultados fueron los siguientes:

  • Mayor diversificación de divisas y reducción de la volatilidad global.
  • Menor dependencia de la cartera de valores tecnológicos de megacapitalización estadounidenses.
  • Introducción de un error de seguimiento manejable de alrededor del 1,7%

El análisis demostró que la diversificación regional no solo permite repartir o reducir el riesgo, sino también mejorar la resiliencia de la cartera, reducir los sesgos ocultos y aprovechar un conjunto más amplio de oportunidades de generación de alfa que los enfoques estáticos y ponderados por capitalización pasan por alto. También puso de relieve que el entorno actual exige una inversión en renta variable más cuidadosa, que preste mayor atención a la valoración, la dinámica específica de las regiones y los riesgos macroeconómicos.

Fidelity Equity Research Enhanced ETFs: creados para un propósito específico

Teniendo esto en cuenta, creemos que el entorno actual exige una inversión en renta variable más cuidadosa, que preste mayor atención a la valoración, a la dinámica específica de las regiones y al riesgo macroeconómico. Nuestros Equity Research Enhanced ETFs ofrecen soluciones prácticas para implementar estrategias que tengan en cuenta esas dinámicas. Son una familia de vehículos de inversión sencillos, líquidos y con una volatilidad similar a la del mercado de referencia, que permiten realizar ajustes rápidos en las asignaciones de activos por regiones para responder a las cambiantes condiciones del mercado. Estos ETF ofrecen exposiciones selectivas, conscientes del índice y eficientes en términos de costes que tratan de generar alfa mediante una construcción sistemática para aprovechar las perspectivas de inversión propias de una de las mayores plataformas de análisis activos del sector. Cada ETF ofrece:

  1. Ventajas de análisis bottom-up: Las carteras se construyen de tal forma que más del 80 % de cada una de ellas se invierte en valores con calificación de «comprar» de Fidelity, lo que garantiza una fuerte armonización con las perspectivas de los analistas.
  2. Construcción disciplinada: Las ideas específicas de cada valor representan alrededor del 75 % del riesgo activo, mientras que el error de seguimiento global máximo es inferior al 2 %, lo que garantiza que las carteras puedan utilizarse como exposiciones regionales «core» o satélite.

 

Artículo escrito por Dolly Moolchandani Chainai, directora adjunta de Inversiones del equipo de Inversión Sistemática de Fidelity International

WisdomTree entra en el negocio de los activos privados con la compra de la estadounidense Ceres Partners

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WisdomTree ha llegado a un acuerdo definitivo para comprar Ceres Partners, gestora de activos alternativos con sede en Estados Unidos especializada en inversiones en tierras agrícolas. Según explican, esta operación supone su entrada en los mercados de activos privados, comenzando por el sector inmobiliario y, en concreto, las tierras agrícolas. Por su parte, Además, Ceres se beneficia de oportunidades en áreas estratégicas adyacentes con demanda de energía solar, infraestructura de datos de inteligencia artificial y agua, que se espera que impulsen un crecimiento más rápido.

Desde WisdomTree señalan que esta adquisición proporciona una escala inmediata y una ventaja a largo plazo, aportando aproximadamente 1850 millones de dólares en activos bajo gestión en unas 545 propiedades agrícolas estadounidenses repartidas por 12 estados, principalmente en el Medio Oeste. «Ceres tiene un sólido historial de rendimiento, con una rentabilidad total media anual neta del 10,3% desde su creación en 2007, superando los índices de referencia de las tierras agrícolas», indican.

La gestora considera que dado que las tierras agrícolas están reconocidas como una de las clases de activos reales más grandes y menos explotadas de Estados Unidos, existe una importante oportunidad de crecimiento. Según su visión, esta clase de activos ofrece históricamente rendimientos resistentes y protegidos contra la inflación, y no guarda correlación con los mercados tradicionales de renta variable y renta fija. A medida que se acelera la demanda de inversiones privadas que generen ingresos y estén protegidas contra la inflación, consideran que esta operación les sitúa en una buena posición para ofrecer un acceso diferenciado a escala institucional. Los precios de las tierras agrícolas y el valor de los activos han aumentado en Estados Unidos en todos los años excepto nueve desde la Segunda Guerra Mundial, y Ceres representa una plataforma de valor añadido en una categoría que cuenta con los fundamentos para una mayor adopción por parte de asesores e instituciones.

«Las tierras agrícolas son una de las clases de activos reales más grandes y menos explotadas de Estados Unidos, y ofrecen tanto escala como escasez. Esta adquisición amplía nuestro liderazgo en soluciones de inversión innovadoras y generadoras de ingresos, al tiempo que acelera estratégicamente nuestra entrada en los mercados de activos privados con una plataforma escalable y de alta calidad . Esto refleja nuestro compromiso de ofrecer exposiciones diferenciadas que generen valor a largo plazo tanto para los clientes como para los accionistas. Esta adquisición estratégica posiciona ahora a WisdomTree para aprovechar las oportunidades de crecimiento estructural más significativas en la gestión de patrimonios y activos en la actualidad: ETP, mercados privados, modelos gestionados y tokenización», ha añadido Jonathan Steinberg, fundador y CEO de WisdomTree.

Por su parte, Perry Vieth, fundador y CEO de Ceres Partners, ha declarado: «Estamos orgullosos de las asociaciones duraderas y el legado de Ceres con los agricultores. Unir fuerzas con WisdomTree marca un nuevo y emocionante capítulo para Ceres. Durante casi dos décadas, hemos construido una plataforma de inversión en tierras agrícolas diferenciada, basada en el rendimiento, la experiencia operativa y un profundo conocimiento de los mercados agrícolas estadounidenses. Esta asociación aporta innovación de productos, escala y distribución que nos permitirá llegar a más inversores que buscan activos reales resilientes, protegidos contra la inflación y generadores de ingresos. Juntos, estamos en una posición única para aprovechar la próxima ola de crecimiento en tierras agrícolas, incluyendo la energía solar, la infraestructura de datos de inteligencia artificial y el agua, con un compromiso compartido con la innovación y la creación de valor a largo plazo».

Objetivos y detalles de la operación

Dentro de esta operación, los objetivos que se ha propuesto WisdomTree para 2030 son recaudar más de 750 millones de dólares en activos agrícolas para finales de 2030 con estructuras de comisiones aproximadas del 1% base / 20% rendimiento, duplicar los ingresos por comisiones base para finales de 2030, aumentar los ingresos por comisiones de rendimiento entre 1,5 y 2 veces, suponiendo que se mantengan los niveles de rendimiento históricos, acelerar la trayectoria de expansión del margen global de WisdomTree.

Según explica la gestora, la operación supone una contraprestación inicial en efectivo de 275 millones de dólares pagadera al cierre, sujeta a los ajustes habituales. «Contraprestación por beneficios futuros de hasta 225 millones de dólares pagadera en 2030, supeditada a un crecimiento anual compuesto de los ingresos del 12-22% medido a lo largo de cinco años. Estará sujeta a las aprobaciones, la financiación y otras condiciones de cierre habituales, se espera que la transacción se cierre en el cuarto trimestre de 2025», indican.

Por último, añaden que esta transacción consolida a Ceres como piedra angular de la estrategia a largo plazo de WisdomTree para construir la plataforma de gestión de activos de próxima generación, que combina sectores de crecimiento estructural, una oferta innovadora y una gama de productos preparados para el futuro. «Junto con sus fortalezas actuales en ETPs, modelos gestionados y tokenización, WisdomTree ofrecerá a sus clientes acceso institucional a un conjunto altamente diferenciado de exposiciones en los mercados públicos y privados», concluyen.

Madeleine Ronner (DWS): “La inversión en IA está saturada, pero no agotada”

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Foto cedidaMadeleine Ronner, gestora de en DWS.

La tecnología es una temática consolidada en las carteras de los inversores. En el primer semestre de 2025, las llamadas 7 Magníficas sufrieron una fuerte corrección a principios de año para luego vivir un rebote liderado por la IA que benefició, principalmente, a Meta, Microsoft y Nvidia. En opinión de Madeleine Ronner, gestora de DWS especializada en tecnología, la respuesta de los inversores ha sido clara: aunque no hemos visto un aumento generalizado de la sensibilidad a las valoraciones, los inversores se han vuelto más selectivos. Sobre cómo orientar la inversión en tecnología hemos charlado en nuestra última entrevista. 

¿Considera que ha cambiado la percepción que tiene el inversor a la hora de invertir en tecnología?

La atención se centra más en la disciplina de costes, la mejora de la eficiencia impulsada por la IA y el crecimiento tangible, sobre todo en áreas como las infraestructuras, la automatización y la informática. El mercado también se muestra más crítico con la forma en la que se monetizarán las inversiones en IA a gran escala, especialmente dadas las elevadas ratios de inversión/ventas en todo el sector. Dicho esto, el comportamiento especulativo sigue presente, especialmente en algunas partes del mercado tecnológico estadounidense, como refleja el creciente número de valores que cotizan a más de 10 veces su valor de mercado. Desde nuestro punto de vista, esto refuerza la importancia de centrarse en tecnologías de importancia crítica con una relevancia estructural a largo plazo, y no sólo en argumentos de crecimiento a corto plazo. 

¿Han ajustado los inversores la exposición de sus carteras al sector tecnológico?

Se ha producido un ligero cambio. Los flujos de ETFs muestran una rotación que se aleja de EE.UU. y, por tanto, de las grandes tecnológicas estadounidenses, y se acerca a las exposiciones europeas y diversificadas. Los inversores se decantan cada vez más por estrategias de asignación sectorial más amplias que reduzcan la dependencia de unos pocos valores tecnológicos dominantes, especialmente a medida que aumentan los riesgos geopolíticos. Sin embargo, la exposición bruta a las grandes tecnológicas sigue siendo elevada.

¿Habéis ajustado vuestras expectativas para el comportamiento de este sector?

Nuestras expectativas son cada vez más diferenciadas. Aunque es posible que el sector en su totalidad ya no ofrezca el rendimiento superior general de años anteriores, algunos segmentos específicos -como la IA de vanguardia, los semiconductores personalizados y el software de misión crítica- siguen ofreciendo fuertes vientos de cola seculares. Somos prudentes en áreas con múltiplos exagerados y escasa visibilidad, pero seguimos viendo valor a largo plazo en los factores que facilitan la automatización, la resiliencia digital y la eficiencia informática.

En el contexto actual de incertidumbre, aranceles y altas valoraciones, ¿cuál considera que es la mejor forma para abordar ahora la inversión en tecnología? ¿ETFs, gestión activa, inversión temática?

En este entorno, la gestión activa y la inversión temática selectiva presentan ventajas evidentes. El contexto macroeconómico y geopolítico -especialmente los aranceles, los reajustes de la cadena de suministro y el endurecimiento de la regulación- crea dispersión en el mercado. Un enfoque activo puede ayudar a evitar nombres sobrevalorados o expuestos geopolíticamente, mientras que las estrategias temáticas (por ejemplo, deslocalización, infraestructuras de IA, soberanía) pueden centrarse en focos de oportunidad específicos.

En los últimos 24 meses los inversores parecen haber puesto el foco en la IA, ¿considera que es un área muy saturada de inversores y fondos o cree que todavía hay margen para seguir lanzando nuevos fondos y canalizar inversión a esta área?

La inversión IA está saturada, pero no agotada. Aunque la competencia es intensa y las valoraciones son elevadas, el ciclo de innovación subyacente aún es incipiente. Hay espacio para estrategias diferenciadas, especialmente las dirigidas a la IA industrial, el «edge computing» y las infraestructuras de IA. El revuelo en relación a la IA es real, pero el conjunto de oportunidades sigue siendo extenso. Aunque la exposición general a la IA puede parecer saturada, todavía hay mucho espacio para estrategias diferenciadas centradas en aplicaciones verticales de IA, infraestructuras de IA, eficiencia energética o gobernanza y seguridad de la IA. Creemos que los nuevos fondos pueden tener éxito si ofrecen una especialización genuina o exposición a segmentos subcapitalizados de IA stack.

¿Cuáles son las tecnologías del futuro que deberían empezar a considerar los inversores?

En mi opinión, varias áreas tecnológicas destacan como críticas para la evaluación de futuras inversiones, especialmente en el contexto de la resiliencia nacional y la competitividad económica. La IA sigue siendo una fuerza dominante, no solo como tema independiente, sino como elemento facilitador en todos los sectores. Es importante destacar que la automatización está empezando a extenderse a sectores tradicionalmente poco cubiertos, como el farmacéutico y el de alimentación y bebidas, con el apoyo de eficiencias impulsadas por la IA.

La fabricación y el equipamiento de semiconductores es otra área de importancia estratégica. Nos centramos especialmente en el desarrollo a largo plazo de la capacidad de fabricación estadounidense, que pretende reducir la dependencia de Taiwán y reforzar las cadenas de suministro nacionales. En nuestro caso, las tecnologías de defensa y de doble uso son una piedra angular de nuestra estrategia, así como la ciberseguridad, especialmente a medida que las naciones dan prioridad a la soberanía digital y a la protección de las infraestructuras críticas. El sector sigue evolucionando rápidamente, con una importancia creciente tanto en el ámbito público como en el privado.

También vemos oportunidades atractivas en las infraestructuras energéticas y la modernización de las redes, que son esenciales para la seguridad energética y la transición a sistemas más sostenibles. En este ámbito, la tecnología de las baterías es especialmente prometedora, con avances recientes que sugieren un potencial transformador en el almacenamiento y la distribución de energía.

Ante el contexto actual de incertidumbre y guerra arancelaria, ¿qué partes del sector tecnológico están más expuestas?

Electrónica de consumo y automóviles, debido a la dependencia de la cadena de suministro y a los aranceles específicos, así como semiconductores, especialmente los que dependen de la fabricación asiática o venden mucho a los mercados asiáticos.

¿Qué puede suponer esto para los inversores y cómo se pueden proteger ante ese riesgo?

Para construir una cartera resistente y con visión de futuro, es esencial diversificar tanto geográficamente como entre los subsectores pertinentes. Debe darse prioridad a las empresas que demuestren una fuerte capacidad de producción local y unas cadenas de suministro sólidas y adaptables. Además, el uso de estrategias de inversión activas puede ayudar a evitar la sobreexposición a valores concretos o a riesgos concentrados. Tenemos un enfoque fundamental ascendente, y en mi selección hago actualmente mucho hincapié en el poder de fijación de los precios, así como en los sólidos equipos directivos capaces de gestionar este entorno volátil y cambiante, y de hacer frente a los retos de la cadena de suministro.