El gobierno argentino de Javier Milei inició esta semana una nueva fase de su programa monetario que contempla la principal demanda de los inversores internacionales y el FMI: la acumulación de reservas internacionales y con ella, la modificación de las bandas cambiarias que mantienen el mercado intervenido. Hasta dónde llegará el cambio es la gran pregunta de los analistas.
Desde Adcap Grupo Financiero consideran que, en este nuevo plan, que empieza en enero de 2026, “la única pieza que falta es la eliminación de los controles de capital que aún permanecen”.
A partir del 1 de enero de 2026 las bandas cambiarias que ponen un tope al dólar y el peso se ajustarán mensualmente al ritmo de los datos de inflación, un anuncio que tuvo una repercusión inmediata en el mercado local, con una subida de la cotización del dólar. Además, los bonos subieron en los mercados internacionales y el riesgo país bajó, en una señal de aprobación de los inversores extranjeros.
Evitar una corrida del peso y una brusca devaluación
La proyección de los economistas locales es que para 2026 la inflación en Argentina estará entre el 20% y el 25%. El control del déficit fiscal y los ingresos por las exportaciones deberían incrementar la llegada de dólares a la economía y, de este modo, ayudar a aumentar las reservas del Banco Central y proveer de munición al gobierno para sostener el peso – cosa que lleva haciendo dos años – frente al dólar.
Provisto de amplias mayorías en el Congreso, el presidente Milei y su gobierno mantienen el rumbo: evitar una devaluación mientras, progresivamente, cumplen con sus compromisos antes los acreedores y el FMI.
En su primer análisis, los expertos de Banco Mariva se muestran optimistas sobre las posibilidades de que este nuevo plan no resulte en un aumento de la inflación, pero con condiciones: mantener un superávit presupuestario y una política monetaria restrictiva.
“Primero, mantener un superávit presupuestario. Esto se debe a que la eliminación de la monetización del déficit y la estabilización de la deuda pública permitirían satisfacer la demanda de pasivos monetarios mediante la venta de activos del sector privado al banco central, lo que facilitaría la acumulación de reservas internacionales sin presiones inflacionarias. Segundo, mantener una política monetaria restrictiva para evitar tener que esterilizar aumentos de la base monetaria si el crecimiento de la demanda de dinero es inferior a las proyecciones del banco central”.
Los primeros análisis muestran que la nueva fase del plan del gobierno Milei será un cambio pequeño pero progresivo, un gesto hacia los inversores internacionales pensando en ganar tiempo.
Proyecciones para las reservas internacionales
El primer informe de Cohen sobre el cambio analiza la evolución de las reservas y el estado actual de las mimas: “En el principal escenario, el BCRA proyecta un aumento de la base monetaria desde el 4,2% actual hasta el 4,8% del PBI hacia diciembre de 2026, compatible con compras de reservas por hasta 10.000 millones de dólares. No menos relevante, el monto de ejecución diaria estará alineado a una participación de hasta el 5% del volumen operado, que en la actualidad ronda los 400 millones de dólares diarios, para preservar el normal funcionamiento del mercado”.
El 9 de enero de 2026, el Tesoro deberá afrontar el pago de capital e intereses de Bonares (con Ley Argentina) y Globales (con Ley Extranjera) por valor de unos 4.200 millones de dólares. Se calcula que las reservas del gobierno rondan actualmente los 1.500 millones de dólares. Para hacer frente a esta desafío el gobierno Milei podría recurrir a un préstamo garantizado con bonos (REPO) con bancos internacionales. También tiene vigente el intercambio de monedas firmado con el Tesoro de Estados Unidos.
Si hacemos un balance de los resultados de la encuesta global a gestores que ha publicado Bank of America (BofA) a lo largo de 2025, logramos un claro retrato de lo que ha sido este año. El primer trimestre estuvo marcado por un sentimiento positivo que se tradujo en niveles de efectivo bajos y una clara inclinación por la renta variable. Sin embargo, a lo largo del segundo y tercer trimestre los temores aumentaron, al igual que el cash en las carteras, y ese sentimiento optimista comenzó a ser más neutral y más pragmático.
En los meses centrales del año, los gestores manifestaron un mayor temor por la economía, por lo que se redujo la exposición a la renta variable estadounidense en favor de la europea y de los bonos. Aproximadamente desde mayo, el sentimiento de los gestores fue mejorando y volviéndose más optimista. Según iba explicando la entidad en sus sucesivas encuestas, este optimismo ha radicado en una bolsa americana en máximos, en la política monetaria del Fed y en las promesas de reformas del Viejo Continente.
Ahora bien, el aumento de apetito por el riesgo que se ha visto desde finales del tercer trimestre ha contrastado con un cuarto trimestres donde los gestores han comenzado a ver sobrevalorados los mercados bursátiles globales. En especial, los encuestados empiezan a debatir y contemplar una posible burbuja en la IA. Llama la atención que pese a reconocer que la IA es un claro riesgo de cola, el optimismo de los gestores se mantuvo intacto en noviembre.
“Se ha producido una mejora en las expectativas de crecimiento global, ya que una mayoría cree en un aterrizaje suave. Cabe destacar que un récord del 63% de los participantes del FMS cree que los mercados globales de renta variable están actualmente sobrevalorados, frente al 60% del mes pasado. La buena noticia es que el 53% de los inversores del FMS piensa que la IA ya está aumentando la productividad, y 15% afirma que el impulso de productividad por la IA llegará en 2026, y un 27% dice que llegará más adelante”, explicaban desde la entidad.
¿Qué nos dice diciembre?
Tras este recorrido, que ha ido de la euforia a la moderación, de la moderación a la neutralidad para acabar de nuevo en el optimismo, llegamos a diciembre con los gestores reafirmando ese optimismo que, además, se extiende a nivel mundial.
Según la encuesta global de diciembre, el sentimiento de los gestores de fondos, basada en el nivel de efectivo, la asignación de renta variable y las expectativas de crecimiento global, subió de 6,4 a 7,4, el nivel más alto desde julio de 2021.
“El nivel de optimismo actual se observó en los siguientes periodos desde 2001: agosto de 2003-abril de 2004, diciembre de 2005-enero de 2006 (burbuja subprime), agosto de 2009-abril de 2010 (expansión cuantitativa de la Fed), noviembre de 2010-febrero de 2011 (recuperación de la crisis financiera global), enero-diciembre de 2013 (BRICS), febrero-mayo de 2015 (expansión cuantitativa del BCE), enero de 2018 (recortes fiscales) y noviembre de 2020-julio de 2021 (auge posterior a la COVID)”, explican desde la entidad.
Es más, según explican, este optimismo de diciembre impulsó la asignación de activos de riesgo cíclicos (acciones y materias primas) al nivel más alto desde febrero de 2022. En concreto, la asignación de acciones aumentó hasta un 42% -el nivel más alto desde diciembre de 2024- y la asignación de materias primas aumentó hasta un 18 % neto por encima del peso, en este caso el nivel más alto desde septiembre de 2022. Además, “el aumento de la exposición a los activos de riesgo cíclicos se aleja de los datos blandos y apunta a una fuerte aceleración de los sectores cíclicos de la economía que se han quedado rezagados en este ciclo, en particular, el manufacturero”, añaden desde BofA.
Las dudas que aún quedan
Siguiendo la tendencia que veíamos desde septiembre, el año acaba con los gestores creyendo que las empresas están invirtiendo en exceso, ya que persisten las preocupaciones sobre el auge de la inversión en IA. No obstante, según muestra la encuesta, las preocupaciones se han moderado ligeramente pasando de un 20% neto récord a un 14% neto que afirma que las empresas están invirtiendo en exceso.
“En diciembre, las preocupaciones de los encuestados en torno a una burbuja de IA retrocedieron ligeramente (del 45% al 38%), aunque siguió siendo el mayor riesgo extremo. Cabe destacar la incorporación este mes del crédito privado, que el 14 % de los inversores de FMS consideran el mayor riesgo extremo para el próximo año”, aclara BofA en sus conclusiones.
En este sentido, cuando se les preguntó por la fuente más probable de un evento de crédito, el 40% respondió que el capital privado/crédito privado, en línea con lo registrado el mes pasado; mientras que “la inversión en hiperescaladores de IA” fue la segunda respuesta más frecuente, con un 29%.
Con el objetivo de fortalecer su plataforma de energías renovables, llamada T-Power, la gestora chilena especializada en alternativos Toesca Asset Management sumó un nuevo proyecto de almacenamiento para su parque fotovoltaico en el desierto de Atacama.
El punto de origen de este proyecto, informaron a través de un comunicado, es el cierre de un financiamiento –en el que participaron los bancos SMBC, Natixis y Bci y el gestor de fondos NinetyOne– por 325 millones de dólares, para toda la plataforma T-Power.
Este capital les permitirá avanzar en el desarrollo de un sistema de almacenamiento de baterías o BESS (Energy Storage Systems) de 141 MW, con cinco horas de duración. Así, se prospecta como uno de los proyectos de mayor escala actualmente en ejecución en Chile, recalcan desde la gestora.
La iniciativa está asociada a la planta fotovoltaica Luz del Norte, ubicado a 62 kilómetros de Copiapó, y significará una inversión de 81 millones de dólares. El sistema estará conformado por 144 contenedores de baterías y más de 1,5 millones de paneles, en una superficie total de 455 hectáreas. Actualmente se encuentra completamente financiado y en fase de construcción.
La integración del BESS permitirá almacenar energía durante el día y despacharla en horario nocturno una vez que entre en servicio. Además, recalcaron desde la administradora de fondos, convertirá a T-Power en una de las plataformas más relevantes del país en soluciones que combinan generación solar y flexibilidad operativa, considerando sus activos solares de gran escala, generación distribuida PMGD y ahora, infraestructura avanzada de almacenamiento.
El gerente general y director de Infraestructura de Toesca AM, Carlos Saieh, destacó el hito que representa el desarrollo de este sistema de almacenamiento. “Chile necesita infraestructura que permita aprovechar mejor su capacidad solar, y esta iniciativa contribuye justamente a eso”, dijo a través de la nota de prensa.
Robusteciendo la plataforma
El contexto de esta inversión es el refinanciamiento de la plataforma T-Power completa, que incluye un préstamo a plazo por 239,5 millones de dólares, una línea de liquidez de 35 millones de dólares y una línea de crédito de hasta 50 millones de dólares.
La plataforma contempla activos que forman parte del portafolio del fondo Toesca Infraestructura II. Luz del Norte –de 148 MW– es una central solar fotovoltaica, con capacidad de generación de cerca de 390 GWh de electricidad al año. Fue construida por First Solar y lleva en funcionamiento desde 2015.
Otro activo relevante es Cóndor del Sol –de 121 MW–, un portafolio de 17 plantas solares fotovoltaicas de capacidad nominal entre 3 y 9 MW, ubicados cerca de los centros de consumo entre las regiones de Valparaíso y Biobío. Todos los activos cumplen con la regulación PMGD, recalcaron, pudiendo auto despachar y vender energía renovable a una tarifa estabilizada, fijada cada seis meses por la Comisión Nacional de Energía (CNE). Los 17 proyectos que lo integran tienen una capacidad de generación estimada de 250 GWh.
La operación de financiamiento sustituye la deuda existente de Luz del Norte y del portafolio PMGD Cóndor del Sol, simplificando la estructura financiera y habilitando la expansión futura, de lo cual el proyecto BESS es parte fundamental, recalcaron.
“El cierre de este refinanciamiento fortalece a T-Power y confirma la madurez de un activo con capacidad real de aportar flexibilidad al sistema eléctrico. En un contexto de mayor exigencia para la infraestructura de energías renovables, consolidar estructuras financieras de largo plazo no solo mejora la resiliencia del proyecto, sino que también habilita su crecimiento futuro y la captura de nuevas eficiencias operacionales”, agregó Saieh.
SURA Investments proyecta que el desempeño positivo en Latinoamérica durante este año se mantendrá en 2026, aunque con una moderación de expectativas y la necesidad de una estrategia de inversión más diversificada.
Latinoamérica fue la región con el mejor desempeño bursátil a nivel global, cerrando con retornos de un 50%, impulsada por el buen entorno macroeconómico y a pesar de la debilidad del dólar, el cual tuvo una desvalorización superior al 10% durante el primer semestre de 2025, siendo la mayor en un semestre en los últimos 50 años.
En la región, Colombia lideró con retornos superiores al 60% y Chile en torno al 50%. En el caso de Estados Unidos, los mercados accionarios se aprestan a cerrar cerca del 20%, después de 2 años consecutivos con retornos de aproximadamente 25%.
En renta fija, también se experimentaron rentabilidades positivas, con retornos en la renta fija local que alcanzaron 15, 20 y 25% hasta casi 30% en algunas jurisdicciones, un desempeño que, según Joaquín Barrera, Director de Renta Fija de SURA Investments, “se debió a las políticas monetarias y al descenso de las tasas de interés, entre otros factores”.
México y una renovación desafiante del T-MEC
En el caso de México, un mercado muy importante para Latinoamérica, inicia 2026 en un momento clave con la revisión del T-MEC, proceso que definirá su relación comercial con América del Norte y su crecimiento económico.
En el frente financiero, México conserva una posición atractiva para los inversionistas gracias a tasas reales entre las más elevadas del mundo emergente, lo que favorece la entrada de capital hacia deuda local.
“Vemos un diferencial de tasas que sigue siendo atractivo y que favorece la entrada de capital hacia deuda mexicana,” explicó Barrera. Con fundamentos sólidos, oportunidades en manufactura e infraestructura y la continuidad del T-MEC, el país encara 2026 con retos relevantes, pero con condiciones para seguir liderando entre los mercados emergentes.
Joaquín Barrera señala: “Más del 80% de las exportaciones mexicanas se dirigen a Estados Unidos. Lo que ocurra en la mesa de negociación del T-MEC tendrá un impacto directo en el crecimiento del país.”
Se anticipan discusiones sobre acuerdos bilaterales, Barrera enfatizó: “Nuestra tesis es que el T-MEC se mantendrá como un acuerdo trilateral. La integración productiva entre los tres países está profundamente consolidada y deshacerla implicaría costos elevados para las empresas.”
Además, destacó que el nearshoring sigue activo: “El nearshoring no está muerto; sigue avanzando, aunque con menor exposición mediática. La inversión real continúa llegando al país.”
Entorno global
Para 2026, SURA Investments proyecta que el crecimiento económico global —que cerrará 2025 al 3%— mantendrá el impulso gracias a la extensión de varios factores clave.
Entre ellos se destacan la continuación de la política monetaria acomodaticia y las condiciones financieras favorables, con la expectativa de un par de recortes adicionales de tasas en Estados Unidos y el acceso al crédito y la liquidez para consumidores y compañías.
Además, los estrategas de SURA esperan un impulso fiscal muy grande en Estados Unidos, China, Alemania y algunos países emergentes, que continuarán invirtiendo para estimular sus economías. Finalmente, el crecimiento de las utilidades corporativas a nivel global se proyecta en una continuación de la historia de 2025, con crecimientos de un 14% y 13% en las compañías en general.
Según Cyril Parison, head of Research & Advisory de SILEX, el comportamiento de los bonos en 2026 probablemente decepcione. El año 2025 ha sido intenso en varios aspectos:
Rentabilidad satisfactoria en comparación con los estándares históricos, especialmente en EE. UU., donde el efecto duración impulsó el sector de IG.
Mercados primarios en excelente estado, con niveles de emisión cercanos a máximos históricos, destacando el auge de los actores de IA en los rankings.
Volatilidad vinculada a la administración Trump, lo cual ha permitido a los inversores aprovechar varios puntos de entrada.
Sin embargo, Parison añadió que 2026 se perfila como un año más complicado: los diferenciales de crédito, tanto para IG como para HY, rondan sus mínimos; los principales bancos centrales han convergido sus tipos de interés oficiales hacia sus tipos terminales, lo que anticipa un menor efecto duración que en 2025. En consecuencia, y teniendo en cuenta un carry inicial inferior que en enero de 2025, el rendimiento esperado para 2026 será menor. Por lo tanto, debemos empezar a pensar ahora en soluciones estructuradas que tengan sentido en 2026 y nos permitan aumentar nuestros rendimientos esperados.
La solución de inversión en crédito que el equipo de ingeniería de SILEX propone permite generar:
Una rentabilidad atractiva, con cupones fijos garantizados superiores al 8% anual.
Sobre el Investment Grade
En el corto plazo ( 2 años)
«Este producto busca optimizar el buen momento del crédito y su baja tasa de probabilidad de impago, ofreciendo exposición al índice de crédito IG -europeo o estadounidense- , compuesto por las compañías Investment Grade más líquidas y reconocidas de cada región», explicó Beatriz Peña, encargada de la distribución de productos estructurados para Latinoamérica en SILEX.
Y agregó: «El inversor no depende de la evolución de los tipos de interés, ni de los diferenciales ni de los cambios de ratings: solo tendría impacto parcial en el reembolso del capital, así como en el cobro de cupón, que alguna compañía del índice sufriera un evento de crédito. No obstante, cabe recordar que los defaults son poco frecuentes ( por ejemplo, el índice de crédito IG europeo únicamente ha registrado un default en toda su trayectoria, Thomson en 2009) dado que las compañías cuentan con amplias opciones de refinanciación».
En resumen, una forma sencilla, eficiente y transparente de capturar rentabilidad en renta fija, demostrando que el crédito puede, en determinados escenarios, seguir siendo competitivo frente a la renta variable.
SILEX ofrece soluciones de inversión tailor-made, aprovechando sinergias en tres líneas de negocio: Investment Solutions, Research y Asset Management. Desde su creación en Ginebra en 2016, el grupo inversor independiente ha experimentado un rápido crecimiento, y hoy cuenta con más de 100 empleados, y un volumen superior a 25Bn de euros de productos estructurados emitidos por más de 30 bancos emisores.Mas información: https://www.silex-partners.com/ | beatriz.pena@silex-partners.com
Balanz suma al ex presidente de la Comisión Nacional de Valores, Sebastián Negri, como nuevo director de Institucionales-Sector Público para Argentina, cargo que ocupará a partir del 1ero. de enero.
“En su nuevo rol, Negri será responsable de liderar la estrategia y el relacionamiento con organismos gubernamentales, reguladores y entidades públicas, fortaleciendo la presencia de la compañía en un área clave para el desarrollo del mercado de capitales”, anunció la firma en un comunicado.
Negri se incorpora a Balanz tras nueve años de trayectoria en la Comisión Nacional de Valores (CNV), donde ejerció funciones de liderazgo como subgerente, director, vicepresidente y presidente hasta diciembre de 2023.
“Asumir este rol en Balanz significa un desafío profesional muy estimulante. Me entusiasma la idea de armar un equipo que aporte al crecimiento de un mercado de capitales más profundo, federal y accesible. Entre mis prioridades estará trabajar con el sector público, en todas sus instancias y en todo el país, para ofrecer alternativas de financiamiento y gestión de flujos financieros. Deseo firmemente trabajar para que el mercado de capitales sea un vehículo para conectar el ahorro de los argentinos con las necesidades de inversión que necesita el país para crecer de forma sostenible en los próximos años», expresó.
Abogado por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), magíster en Economía Internacional (UBA) y doctor en Ciencias Sociales (FLACSO), Negri posee además una especialización en derecho sobre crimen organizado, corrupción y terrorismo (Universidad de Salamanca, España), junto con diplomaturas en blockchain y cryptocurrencies (UCEMA) y en gestión pública (UNQUI).
A lo largo de su carrera ha desarrollado una destacada labor académica en las áreas de regulación financiera, prevención del lavado de activos y criptocompliance, y actualmente se desempeña como docente en la UNLP, UCEMA y UNQUI, además de dirigir el programa ejecutivo en criptocompliance de UCEMA.
“La incorporación de Sebastián representa un fortalecimiento estratégico para Balanz en un área central para nuestra visión de largo plazo. Su conocimiento del sector público, su experiencia regulatoria y su capacidad técnica aportan un diferencial para seguir expandiendo nuestra propuesta de valor. Confiamos plenamente en que su liderazgo contribuirá al desarrollo de iniciativas que impulsen un mercado de capitales más robusto, integrado y dinámico”, comentó Julio Merlini, CEO de Balanz Argentina.
Grupo Balanz tiene más de 20 años de trayectoria, brinda servicios de Finanzas Corporativas, Sales & Trading, Asset Management, Research y Wealth Management. La firma tiene presencia en Argentina, Estados Unidos, Reino Unido, Panamá y Uruguay, cuenta con más de un millón de clientes. En 2025 Balanz superó los 10.000 millones de dólares en activos bajo administración (AUM).
The Group of Boutique Asset Managers (GBAM), red global de altos ejecutivos de gestoras boutique de activos, ha identificado un cambio decidido en el apetito de los inversoresglobales, que se alejan del etiquetado ESG para orientarse hacia un marco más amplio de “inversión en resiliencia”, según se concluyó en su reunión de otoño celebrada en Málaga.
A principios de este mes, altos directivos de MAPFRE AM, Azvalor, SKAGEN Funds, Pareto Asset Management, Aubrey Capital Management, Fisch Asset Management, First Avenue Investment Management, Ranmore Fund Management y Farview Invest se reunieron para intercambiar perspectivas sobre los mercados globales, el gobierno corporativo y las tendencias de los clientes. Las conversaciones revelaron un tema común: los inversores institucionales, minoristas y de altos patrimonios están dando prioridad a la resiliencia tangible, la seguridad energética, la fortaleza de las cadenas de suministro y la calidad del gobierno corporativo, por encima del mero cumplimiento ESG basado en marcar casillas.
Los miembros de GBAM señalaron que lo que comenzó como una reacción al cansancio frente al ESG está evolucionando hacia un enfoque más pragmático de la inversión responsable. Las exclusiones que antes descartaban sectores completos —como defensa o nuclear— se están suavizando a medida que los inversores vuelven a centrarse en la seguridad real y la continuidad económica. El modelo sueco de “defensa total” se citó como un ejemplo de cómo sostenibilidad y resiliencia están convergiendo tanto en la política pública como en el diseño de carteras. El cambio, coincidieron los miembros, responde a una creciente demanda de transparencia, materialidadfinanciera y una comunicaciónclara y directa, frente al lenguaje puramente comercial.
La discusión también puso de relieve el renovado interés de los inversores por los activosreales, en particular el oro, como reserva de valor y cobertura frente a la inestabilidad financiera. Años de infrainversión en minería y energía, combinados con cambios en las políticas de reservas de los bancos centrales, están restableciendo el papel del oro dentro de las carteras diversificadas. Los miembros de GBAM describieron esto como parte de una “caja de herramientas de resiliencia” práctica, junto con negocios generadores de efectivo y activos de crédito de calidad diseñados para preservar valor y resistir la volatilidad.
Desde la perspectiva de la estructura de mercado, España ofreció un caso de estudio oportuno. Aunque el crecimiento económico sigue siendo resiliente, los miembros de GBAM observaron que persisten desafíos de productividad. Sin embargo, la rápida expansión de la distribución basada en asesoramiento, la profesionalización de las redes de asesoramiento vinculadas al seguro y un régimen fiscal de fondos que premia la inversión a largo plazo han convertido a España en uno de los mercados de inversión más dinámicos de Europa, donde las gestoras boutique pueden prosperar gracias a la claridad estratégica y la calidad del servicio, más que por la escala.
La gobernanza y la cultura corporativa también ocuparon un lugar central en la agenda. Los delegados debatieron cómo las firmas más pequeñas pueden articular narrativas auténticas sobre Liderazgo, Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) y sucesión, sin la burocracia propia de las grandes instituciones. El consenso fue que las boutiques deben centrarse en la coherencia del mensaje, en avances internos medibles —donde sea relevante, como en contratación y formación— y en la colaboración entre firmas para construir iniciativas sectoriales comunes, en lugar de reaccionar a tendencias pasajeras.
“Lo que quedó muy claro en Málaga es que los clientes nos piden ser específicos, no doctrinarios. La resiliencia es el lenguaje que los inversores reconocen: energía que funciona cuando se necesita, cadenas de suministro que resisten bajo presión y un gobierno corporativo claro y defendible. Las boutiques pueden prosperar en este entorno porque pueden centrarse en lo que mejor saben hacer y explicarlo sin adornos”, comentó Tim Warrington, presidente de GBAM.
Por su parte, Juan Bernal, director de Inversiones del Grupo MAPFRE, añadió: “Acoger la reunión en Málaga ha sido un verdadero privilegio. Lo que más me llamó la atención fue cómo la conversación ha evolucionado de centrarse en el ESG como una etiqueta a reflexionar de forma más profunda sobre la resiliencia y el impacto duradero. Y esa es la fortaleza de GBAM: un diálogo honesto entre gestores que comparten los mismos valores a largo plazo. También resultó muy enriquecedor ver un debate abierto sobre los retos estructurales a los que se enfrentan las boutiques, incluida la diversidad y la inclusión, y cómo la colaboración entre firmas puede ayudar a convertir esos retos en fortalezas colectivas”.
Si hacemos balance de 2025 en la región latinoamericana, observamos que las principales economías de Latinoamérica lograron navegar con éxito un periodo marcado por el aumento de tensiones comerciales y la incertidumbre global. Según la visión de los expertos, la gran moraleja que deja el año es que, excepto Brasil, el impacto de los aranceles de la Administración Trump ha sido mucho mejor de lo esperado.
“Más allá de que la región permaneció en gran medida sin impactos directos por las presiones arancelarias de Estados Unidos, los términos de intercambio favorables y un mercado laboral aún ajustado sostuvieron el consumo y explican la resiliencia de la actividad económica durante el año. Se espera que los países más relevantes crezcan más de 2% en 2025 y, aunque México crecería solo 0,5%, evitó una recesión y ha mostrado revisiones al alza en los últimos meses”, destacan desde el documento de perspectivas elaborado por Principal Asset Management LATAM, entre ellos Marcela Rocha, economista en jefe, que presenta las Perspectivas Económicas 2026.
Política monetaria y fiscal
Una de las características que ha marcado la economía de la región es que, ya que el resto del mundo seguía batallando por controlar la inflación, los países latinoamericanos se han beneficiado, mayoritariamente, de un ciclo sincronizado de relajación monetaria a nivel global y de un dólar más débil, lo que fortaleció a las monedas locales y apoyó una tendencia importante de desinflación en los meses recientes. De hecho, con excepción de Brasil, la mayoría de los bancos centrales tuvieron espacio para recortar tasas de política monetaria.
“En 2026, el panorama cambia. Mientras se espera que el PIB de México acelere, la mayor parte de la región enfrentará un menor crecimiento. Con una actividad económica proyectada por debajo del potencial, Brasil destaca como el único país con espacio significativo para recortes adicionales de tasas. En el resto de la región, la persistencia de la inflación subyacente limita el margen para mayor relajación monetaria, y la trayectoria de México dependerá en gran medida de las decisiones de política de la Reserva Federal”, apuntan desde Principal AM.
La segunda conclusión que lanza el informe de la gestora es que persisten preocupaciones de larga data sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas. Sin embargo, explican que “un calendario electoral cargado en los próximos trimestres abre la puerta para impulsar los cambios de política que tanto se requieren, especialmente en reformas estructurales y en el manejo fiscal. Chile, Perú, Colombia y Brasil tendrán elecciones en los próximos 12 meses, lo que definirá parte del panorama. En México, el escenario también dependerá del resultado y del calendario de las negociaciones del T-MEC”.
Brasil y México: los protagonista
Tal y como apunta la gestora, Brasil y México tendrán un protagonismo especial de cara al próximo año. Según sus estimaciones, el Banco Central de Brasil estaría listo para iniciar un ciclo de recortes, pero las elecciones marcarán el panorama. “En 2025, el panorama económico de Brasil estuvo definido por una elevada volatilidad e incertidumbre, con una primera parte del año marcada por los efectos persistentes del debate fiscal de 2024. Además, a medida que las expectativas de inflación también se desplazaron al alza, muy por encima de la meta de 3%, el Banco Central se vio obligado a interrumpir su ciclo de recortes y reanudar el endurecimiento, llevando la tasa de referencia a 15%. Sin embargo, más recientemente, los efectos de tasas más altas han empezado a reflejarse en los datos internos, con señales iniciales de desaceleración económica en indicadores de crédito y confianza”, resumen desde la gestora.
Según su análisis, hacia 2026, “esperamos que el panorama económico esté determinado por el balance entre el ritmo de la desaceleración económica y el momento en que inicie el ciclo de relajación monetaria del Banco Central”. Además, ven probable que el entorno político irá ganando relevancia a lo largo del año, con la elección presidencial posicionándose como el evento clave hacia finales de 2026.
“En términos de crecimiento, después de varios años en los que el PIB sorprendió al alza y operó por encima de su potencial, anticipamos una desaceleración moderada en la economía brasileña. Dado el endurecimiento monetario significativo ya implementado, esperamos que el PIB se desacelere de 2,3% en 2025 a 1,6% en 2026.En el frente inflacionario, dada la reciente racha de sorpresas positivas en el corto plazo, el balance de riesgos para 2026 luce ligeramente inclinado a la baja”, apuntan.
Respecto a México, la gestora advierte de que la revisión del Tratado MEC (T-MEC) será clave para impulsar la inversión y activar el potencial. Haciendo balance del año, reconoce que el país inicia 2026 habiendo evitado la recesión que, a comienzos de 2025, parecía casi inevitable. “La economía enfrentó una combinación de choques: la desaceleración de finales de 2024, una mayor incertidumbre alrededor del nuevo gobierno, la necesidad de consolidación fiscal y un entorno externo más débil marcado por la desaceleración de Estados Unidos y el resurgimiento de tensiones comerciales bajo el presidente Trump. Pese a este escenario difícil, la economía mexicana mostró resiliencia”, resume.
En este contexto, la revisión del Tratado Mec toma especial relevancia. Según la gestora, “las exenciones del TMEC protegieron a las exportaciones mexicanas del shock arancelario que golpeó a otros socios comerciales, permitiendo que los bienes mexicanos, particularmente los de manufactura no automotriz, ganaran participación en el mercado estadounidense. Este impulso a la demanda externa generó una sorpresa positiva en la actividad a inicios de 2025, ayudando a que la economía evitara caer en recesión aun cuando la demanda interna se mantuvo débil”.
Aunque reconoce en su informe que su previsión para 2026 es un repunte moderado en la actividad económica, igualmente afirma que el principal riesgo para este escenario es la próxima revisión del T-MEC, ya que introduce un grado adicional de incertidumbre política que podría pesar temporalmente sobre la inversión y los mercados. “México ya ha dado pasos visibles para mostrar su compromiso con el marco norteamericano, incluyendo la preparación de materiales de negociación y la imposición selectiva de aranceles a bienes asiáticos, especialmente chinos. Esperamos un resultado trilateral favorable, aunque con episodios de volatilidad conforme avancen las negociaciones. Una resolución constructiva con Estados Unidos sigue siendo el catalizador más importante para reducir la incertidumbre y detonar una mayor inversión en 2026”, concluyen desde la gestora.
Una nueva ola de ETFs que invierten en mercados privados ha acaparado los titulares durante el último año. El sector se encuentra en una fase incipiente, pero evoluciona rápidamente. La estructura agrupa activos tradicionalmente ilíquidos en un vehículo históricamente líquido. En Brown Brothers Harriman (BBH) -basándose en un reciente trabajo propio con gestores de activos que buscan explorar opciones- ha elaborado una guía que analiza los factores que impulsan la evolución del producto, así como algunas de las oportunidades, retos, limitaciones y riesgos que presenta.
¿Qué son los ETFs de mercados privados y por qué se habla de ellos ahora?
A diferencia de la mayoría de los activos cotizados, los mercados privados -como el private equity, deuda privada o los bienes inmuebles privados- suelen ser ilíquidos. Por su propia naturaleza, son propiedad de un pequeño grupo de inversores, pueden ser más difíciles de negociar y se valoran con relativa poca frecuencia, normalmente cada trimestre.
Los ETFs, por el contrario, se negocian intradía y en su mayoría contienen valores cotizados que también se negocian a lo largo del día. La agrupación de activos de mercados privados en el vehículo ETF ofrece a los inversores una exposición a esta inversión típicamente ilíquida, costosa y a largo plazo de una manera más accesible.
Los ETFs domiciliados en Estados Unidos están sujetos a requisitos normativos de liquidez que limitan su inversión en activos ilíquidos a no más del 15% del valor liquidativo del fondo.
En conjunto, los mercados privados y los ETFs representan dos de las áreas de mayor crecimiento del sector de la inversión y llevan más de una década captando de forma constante un porcentaje cada vez mayor de los flujos de inversión.
Como muestra, la firma pone como ejemplo una encuesta propia entre inversores en mercados privados de este año que reflejó una notable confianza por parte de los inversores, ya que de los 500 inversores globales encuestados, el 34% tenía previsto invertir en ETFs de mercados privados y el 57% quería obtener más información sobre estos productos.
Contexto del mercado y factores impulsores del crecimiento
El panorama de la inversión en el mercado privado está experimentando una rápida expansión y, en este caso, convergiendo con otra megatendencia del sector, los ETFs.
1.- Crecimiento de los mercados privados: Los activos privados representan actualmente más de 14,8 billones de dólares en capital comprometido y desplegado y se prevé que alcancen entre 20 y 25 billones de dólares en 2030. Además, en la actualidad hay menos empresas estadounidenses que cotizan en bolsa -una reducción de aproximadamente el 50% desde la década de 1980-, lo que convierte a los activos privados en una oportunidad clave, a menudo sin explotar, para muchos inversores que históricamente no han tenido acceso a estas clases de activos.
2.- Auge de los ETFs: El mercado estadounidense de ETF alcanzó un patrimonio neto total de 11,8 billones de dólares en julio de 2025 y se lanzaron más de 460 nuevos ETFs solo en la primera mitad de 2025, incluido el primer ETF de crédito público-privado de Apollo y State Street global Advisors.
3.- Acceso minorista: Históricamente, los inversores minoristas han tenido vías limitadas para invertir en activos privados. La mayoría de los productos de inversión se han orientado hacia inversores institucionales o cualificados con un elevado patrimonio neto. Los ETFs que poseen activos privados ofrecen a los inversores ordinarios un medio para acceder a los mercados privados, a menudo con mínimos tan bajos como una sola acción de un fondo cotizado.
Varios ETFs actuales ya destacan sus conexiones con inversiones alternativas y mercados privados. Muchos de estos productos son innovadores, exitosos y ofrecen exposición, a menudo indirecta, a activos privados. Sin embargo, la semántica es importante, así que es necesario profundizar para aclarar lo que en BBH definen como ETF de mercados privados.
En definitiva, los ETFs de mercados privados deben poseer directamente activos privados, como empresas privadas, deuda privada o activos inmobiliarios privados, por ejemplo. Esto incluye los ETFs que poseen empresas privadas, ya sea directamente (inversión de AGIX en xAI o Anthropic) o a través de un vehículo de propósito especial (SPV).
El informe también aclara que no se trata necesariamente de ETFs de mercados privados cuando:
1.- Alternativos frente a mercados privados: «Alternativos» es un término más amplio que abarca una gran variedad de cosas, pero que también incluye los hedge funds y estrategias similares. Por lo general, estas estrategias de inversión implican principalmente valores cotizados en bolsa dentro de un vehículo de fondos privados.
2.- ETFs que incluyen gestores de inversión que cotizan en bolsa, cuya actividad principal es la inversión en mercados privados (Blackstone, Brookfield, Apollo, KKR, etc.). A efectos prácticos, estos fondos invierten en valores cotizados, que indirectamente tienen exposición a los mercados privados a través de las operaciones comerciales en curso de las empresas que poseen.
3.- Los ETFs que invierten en vehículos cotizados, como las sociedades de desarrollo empresarial (BDC), que conceden préstamos a empresas privadas o poseen participaciones en ellas.
La firma recalca que los detalles son importantes a la hora de comprender las restricciones normativas, los mecanismos operativos, los cálculos del valor liquidativo, las valoraciones y cualquier conversación relevante sobre los posibles rendimientos, la liquidez y el riesgo.
Mecánica operativa de los ETFs de mercados privados
Cualquier ETF que invierta en activos privados necesitará una política de valoración bien pensada, diseñada para hacer frente a las fluctuaciones diarias del mercado, con factores desencadenantes que determinen cuándo y cómo deben revalorizarse las participaciones en activos privados.
Dada la restricción del 15% de exposición a activos privados, los gestores de inversiones deberán supervisar continuamente la combinación de activos de los mercados públicos y privados. Los movimientos intradía en los mercados públicos pueden alterar y alterarán la asignación global del fondo, por lo que los gestores necesitarán un plan para reequilibrar el fondo.
Nuevos productos en el mercado
Recientemente se han lanzado dos ETFs que emplean un enfoque novedoso: el ETF IG Public & Private Credit (PRIV) y el ETF Short Duration IG Public & Private Credit, que tienen como objetivo proporcionar una mayor asignación al crédito privado.
Para lograrlo, estos ETFs han llegado a un acuerdo con Apollo para proporcionar ofertas firmes ejecutables intradía sobre la cartera a través de una línea de capital garantizada y respaldada por Apollo. Este mecanismo ofrece una certeza razonable de que Apollo proporcionará liquidez en caso de que sea necesario financiar reembolsos diarios, incluso para las carteras de crédito privado subyacentes que, de otro modo, serían difíciles o imposibles de liquidar durante el periodo de bloqueo.
Conclusión
Los ETFs representan una oportunidad tanto para los gestores como para los inversores. Los gestores de inversiones tienen la oportunidad de ampliar la distribución y el acceso a los mercados privados, al tiempo que pueden ofrecer un acceso más amplio a una clase de activos históricamente ilíquida.
Los inversores, por su parte, pueden ver esto desde dos perspectivas:
1.- Los institucionales pueden considerar los ETF de mercados privados como una oportunidad para ser más ágiles en su acceso a la clase de activos, con muchas menos obligaciones de liquidez.
2.- Los minoristas, que históricamente han quedado excluidos de esta clase de activos, tendrán una nueva oportunidad de acceder a los activos de los mercados privados.
Independientemente de la forma en que se construya un producto, la restricción existente del 15% da lugar a una exposición algo limitada a los activos privados. Sin embargo, la actual administración parece dispuesta a reconsiderar muchas regulaciones relacionadas y esto también podría ser objeto de consideración. En agosto, la SEC eliminó el límite del 15% para los fondos cerrados registrados que invierten en fondos privados.
«Esta es una noticia bienvenida para la comunidad de fondos de inversión y es probable que dé lugar a un aumento de las solicitudes de este tipo de fondos», señala el informe de BBH, que añade que también sirve como «una posible señal del deseo de esta administración de aumentar la accesibilidad de los activos alternativos, lo que podría ser un presagio de futuros desarrollos en el ámbito de los ETFs».
De cara al 2026, el panorama inversor mundial sigue estando marcado por una compleja interacción entre tensiones geopolíticas, reajustes económicos y disrupciones tecnológicas. El año promete ser uno de contrastes, en el que coexistirán el optimismo y la cautela, y en el que los mercados podrían oscilar entre la resiliencia y la recalibración.
El entorno geopolítico sigue plagado de incertidumbre. Pero los mercados se han acostumbrado al ritmo de la confrontación y el compromiso, especialmente en el tango continuo entre el presidente Donald Trump y sus homólogos mundiales. El equilibrio de poder, especialmente en el comercio y los recursos estratégicos como las tierras raras, ha cambiado. China, que esta vez se ha anticipado y se ha preparado para nuevas tensiones, ha obligado a reevaluar la política estadounidense, lo que ha dado lugar a una dinámica mundial más equilibrada.
Una resistencia sorprendente, por ahora
A pesar de la política fiscal y proteccionista de la administración Trump, la economía mundial ha mostrado una resistencia sorprendente. Las métricas tradicionales de crecimiento industrial en EE.UU. siguen siendo moderadas, pero la tecnología y la inteligencia artificial continúan siendo potentes motores de expansión. Sin embargo, la pregunta es cuánto tiempo se podrá mantener este impulso.
Especialmente en un entorno como este, un enfoque ágil puede ser una forma eficaz de navegar la incertidumbre. Eso significa aprovechar las fortalezas de una combinación de inversiones bien diversificada y poner mayor énfasis en la gestión activa de la cartera.
La política monetaria ya está actuando como un impulso para la liquidez mundial. Prevemos nuevas bajadas de tipos tanto por parte de la Reserva Federal de EE. UU. (Fed) como del Banco Central Europeo (BCE), especialmente en el primer trimestre. En Europa, los datos de inflación podrían sorprender a la baja, lo que provocaría una postura aún más moderada por parte del BCE. Mientras tanto, se espera que la política fiscal en EE. UU. tenga mayor impacto a principios de año, aunque su eficacia a largo plazo sigue siendo menos clara.
Riesgos de corrección en medio de la fortaleza del mercado bursátil estadounidense
Las valoraciones de la renta variable estadounidense siguen siendo elevadas, pero el sólido crecimiento de los beneficios, especialmente en el sector tecnológico, aporta argumentos para la continuidad de la fortaleza del mercado. Es importante destacar que el posicionamiento de los inversores aún no está excesivamente tensionado, lo que sugiere margen para nuevas subidas. Esperamos que muchos participantes aprovechen las correcciones a corto plazo para volver a entrar en el mercado, especialmente en los próximos tres a seis meses. Si miramos más allá, el panorama se vuelve más matizado. No prevemos un «momento Minsky» impulsado por un apalancamiento financiero excesivo, lo que supone una diferencia clave con respecto a 2008. Aun así, existe un riesgo creciente de corrección si los beneficios decepcionan.
A medida que los mercados comiencen a reconocer que las valoraciones de la tecnología y la IA pueden reflejar ya su verdadero potencial de beneficios, podría producirse una fase de normalización.
Para prepararnos ante posibles oscilaciones en los precios de las acciones, seguiremos adoptando un enfoque sólido en la selección de valores y la exposición global a la IA, basado en la combinación de nuestro análisis fundamental y cuantitativo.
Mantenemos una visión constructiva sobre los mercados emergentes en su conjunto. A pesar de las importantes diferencias entre países, esta clase de activos sigue estando infravalorada, presenta una valoración atractiva y se ve respaldada por la debilidad del dólar. China sigue estimulando su economía y favoreciendo el segmento de la inteligencia artificial y la tecnología, lo que aumenta el atractivo de la segunda economía más grande del mundo.
Desde el punto de vista estratégico, seguimos siendo un poco más cautelosos con la renta variable estadounidense debido a la concentración del mercado, las elevadas valoraciones y los riesgos de estanflación subestimados, especialmente en la segunda mitad de 2026. Europa presenta unas perspectivas más favorables. El impulso de los beneficios está mejorando y el apoyo fiscal de Alemania debería suponer un impulso significativo. Sin embargo, es probable que Francia se mantenga en compás de espera hasta las elecciones presidenciales de 2027, lo que supone una fuente de incertidumbre que habrá que seguir de cerca en los próximos trimestres.
La deuda de los mercados emergentes podría salir favorecida
En renta fija, nos decantamos por los bonos de la zona euro —especialmente los bonos alemanes—, donde la inflación está bajo control y los estímulos fiscales están llamados a ampliar la amplitud del mercado. Nuestra principal elección sigue siendo la deuda de los mercados emergentes, que se beneficia de un dólar más débil, una demanda interna en crecimiento y unas políticas fiscales y monetarias relativamente disciplinadas en comparación con los mercados desarrollados.
Seguimos apostando por los créditos con calificación de inversión y los crossover (bonos con calificación entre grado de inversión y alto rendimiento), pero vemos un potencial limitado para una mayor reducción de los diferenciales, por lo que se convierte en, básicamente una historia de carry. En nuestra opinión, los diferenciales de alto rendimiento tienen un precio elevado, pero el rendimiento absoluto puede seguir siendo atractivo para los clientes minoristas. Sin embargo, nos mantenemos neutrales y, como inversores en múltiples activos, preferimos las acciones, que son más fáciles de vender en tiempos de crisis.
Oportunidad para reconsiderar la exposición al dólar estadounidense en las carteras
Los mercados de divisas volverán a desempeñar un papel fundamental en 2026. Esperamos una nueva debilidad del dólar estadounidense, aunque probablemente con una trayectoria más moderada que en 2025, impulsada por las diferencias de inflación que favorecen a Europa y la presión política sobre la Reserva Federal. Este entorno exige una reevaluación de las grandes exposiciones al dólar estadounidense en las carteras. En renta variable, los inversores rara vez cubren sus posiciones en dólares, a pesar de que las acciones cotizadas en Estados Unidos suelen representar más del 70 % de los principales índices. Del mismo modo, las asignaciones de bonos suelen inclinarse en gran medida hacia los emisores estadounidenses, y algunos índices muestran una importante concentración en dólares.
Creemos que podría estar justificado un nivel más moderado de exposición a EE. UU., complementado con las ventajas que ofrecen otras divisas y bonos regionales. El yen japonés, por ejemplo, podría consolidar aún más su estatus de refugio seguro, respaldado por la estabilidad política y el cambio de rumbo del Banco de Japón en respuesta al aumento de la inflación subyacente, especialmente si la confianza en el dólar se erosiona aún más.
El oro sigue siendo una herramienta de diversificación clave para nosotros, aunque puede haber alcanzado niveles máximos a corto plazo. Seguimos manteniendo posiciones, pero también estamos explorando alternativas como la plata y las mineras de oro. Estas últimas siguen teniendo un precio atractivo en relación con la subida del metal amarillo y se benefician de los tipos de interés más bajos, que alivian la carga de sus operaciones intensivas en capital.
Elevada volatilidad en valores individuales
La volatilidad sigue siendo un tema central en nuestra estrategia de inversión: la consideramos una clase de activos independiente. De hecho, en los últimos dos años se ha observado una volatilidad del índice inferior a la media, salpicada por fuertes picos durante las correcciones del mercado. Este entorno nos ha permitido mantener nuestras inversiones en renta variable incluso después de fases de fuertes subidas, al tiempo que hemos obtenido beneficios de forma táctica durante los períodos de turbulencias. Sin embargo, bajo la superficie, la volatilidad cruzada de los valores es elevada, y las bajas correlaciones entre valores ocultan riesgos más amplios. Esta frágil dinámica podría actuar como catalizador de una corrección más sostenida si se reduce la amplitud del mercado o surgen dificultades macroeconómicas.
Tribuna de opinión de Gregor Hirt, CIO en multiactivos en Allianz Global Investors