Transición energética: invertir más allá de la generación
| Por Héctor Chamizo | 0 Comentarios

La interrupción en la red de transmisión de alta tensión registrada en la Península Ibérica a finales de abril puso de manifiesto la vulnerabilidad de las infraestructuras energéticas de la región. La magnitud de la perturbación subraya la urgencia en la realización de reformas del sistema eléctrico para adaptarlo a la evolución del mix energético.
La necesidad de mejoras es acuciante. Desde el año 2010 la inversión en redes apenas ha variado, situándose en torno a los 300.000 millones de dólares al año. Sin embargo, la inversión global en energías renovables casi se ha duplicado en el mismo periodo. Si el objetivo es evitar que se produzca otra interrupción del suministro, con el consiguiente impacto económico, el nivel de inversión en redes debería superar los 600.000 millones de dólares para 2030 según la Agencia Internacional de la Energía.
Impacto económico estimado de las interrupciones de la red por causa en porcentaje del PIB
La construcción o mejora de las redes existentes requerirá cables y torres de alta tensión para conectar la capacidad de generación y transportar la electricidad de los parques eólicos y solares a los centros urbanos.
Las redes digitales de nueva generación, que almacenan electricidad para uso nocturno o en condiciones escasas de viento o luz solar, serán esenciales para gestionar el suministro intermitente intrínseco a las energías renovables.
Estabilizar la red y el suministro dependerá también de las capacidades de almacenamiento de energía con las que cuenten los países, algo que requiere metales raros o de escasa presencia en nuestro planeta como el litio.
El suministro de energía renovable carece, por el momento, de infraestructuras de almacenamiento adecuadas, lo que creará oportunidades de crecimiento. Principalmente en aquellas estrategias posicionadas en compañías proveedoras de infraestructuras y tecnologías de electrificación y en las que se beneficien de la creciente demanda de los materiales esenciales para continuar con el proceso de transición energética.
JSS Sustainable Equity – Green Planet es la solución de inversión que desde J. Safra Sarasin sustainable AM consideramos apropiada para aprovechar el nuevo ciclo de inversión en infraestructura energética.
El fondo está posicionado a través de proveedores de infraestructuras y tecnologías de electrificación como: Schneider Electric (compañía clave en sistemas de eficiencia energética y electrificación); National Grid (beneficiario del incremento de la inversión en redes en Europa y Estados Unidos) o GE Vernova (compañía clave en electrificación en Estados Unidos). Su exposición a compañías de energías renovables es muy reducido.
Convicciones temáticas clave para 2025
Como se especificaba anteriormente, la transición también impulsa la demanda de materiales, como el cobre y el aluminio, esenciales para ampliar y mejorar los sistemas de transmisión. JSS Sustainable Equity – Strategic Materials está posicionado para capitalizar el incremento de la demanda en todo el mundo en materiales de almacenamiento (p. ej., litio); metales de red (p. ej., cobre, aluminio) o facilitadores de electrificación (Prysmian & Schneider), entre otros.
Demanda de materiales clave y representatividad de la energía limpia en la demanda total
El apagón ha evidenciado que el cuello de botella de la transición energética ya no es la generación, sino la infraestructura. Es por esto por lo que desde JSS SAM consideramos que la necesidad de modernizar las redes de energía generará una nueva oleada de inversiones en el sector energético, con el consiguiente repunte en la demanda de todos los materiales necesarios.
Tribuna de opinión escrita por Belén Ríos, Managing Director y responsable de Ventas Institucionales y Mayoristas de Iberia en J. Safra Sarasin Sustainable Asset Management.