La ESMA incorpora dos nuevas preguntas a su documento de Q&A sobre la aplicación de la directiva UCITS

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La ESMA ha actualizado su documento de preguntas y respuestas sobre la aplicación de la directiva UCITS. Según el análisis de finReg360, el documento incorpora dos nuevas preguntas: una, relacionada con la modificación de la documentación sobre la comercialización transfronteriza, y otra, sobre la posibilidad de que un fondo subordinado pueda cobrar una comisión de gestión sobre resultados.

Sobre la documentación relativa a la comercialización transfronteriza, la ESMA indica que

cuando una IIC notifica cambios a las autoridades competentes (artículo 93.8 de la directiva UCITS), no es necesario volver a remitir determinados documentos como el folleto o los informes financieros ya presentados conforme al artículo 93.2, y la notificación debe limitarse a los cambios recogidos en el anexo I del Reglamento de Ejecución (UE) 2024/910,2 respecto a la notificación anterior. “En resumen: los cambios en los documentos del fondo no están sujetos a notificación por escrito según el artículo 93.8 de la directiva”, señalan desde finReg360.

Respecto al cobro de comisiones de gestión sobre resultados por los fondos subordinados, “la ESMA considera que un fondo subordinado no debe cobrar una comisión sobre resultados, ya que no ejerce discrecionalidad suficiente sobre la asignación de activos ni sobre la selección de inversiones ni en la estrategia del fondo”, explican.

Eso sí, señala que, excepcionalmente, se permitirá el cobro de esta comisión por el fondo subordinado si: el fondo principal y el subordinado los gestiona el mismo gestor o entidades gestoras pertenecientes al mismo grupo y los únicos inversores del fondo principal son los propios fondos subordinados.

“En este caso, la comisión sobre resultados puede cobrarse en el fondo subordinado, en lugar del principal, siempre que este criterio se aplique de forma coherente a todos los fondos subordinados existentes”, aclaran desde finReg360.

Gran semestre para las suscripciones de las IICs internacionales comercializadas en España: 13.000 millones de euros

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Schroders Capital new private equity funds
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El patrimonio de las IICs internacionales comercializadas en España se situaría en 322.000 millones de euros al cierre de junio de 2025 -un total de 295.306 millones de euros para las 44 gestoras asociadas a Inverco que facilitan este dato a la Asociación-. Por lo tanto, el volumen estimado de activos habría experimentado un incremento de 12.000 millones de euros hasta junio este año.

Ese crecimiento de los activos bajo gestión vendría provocado por las suscripciones netas, ya que los flujos de entrada a las IICs internacionales comercializadas en España ascendieron a 5.000 millones de euros en el segundo trimestre. De esta forma, las suscripciones netas en el conjunto del año sumarían un total de 13.000 millones de euros.

En función de la información aportada a Inverco, el 35,9% del patrimonio de las IICs internacionales comercializadas en España correspondería a ETFs/indexados -en torno a 88.700 millones de euros-. Seguido, de cerca, por los fondos de renta fija y monetarios, que representan el 30,6%. Los vehículos de renta variable suponen el 25,2% y las estrategias mixtas, un 8,2%.

Temporada de juntas 2025: tiempos de redefinición y diálogo

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Como los mercados, la temporada de juntas ha sufrido turbulencias. Los inversores redefinen sus objetivos de sostenibilidad y su diálogo con las cotizadas ante la presión regulatoria.

El año comenzaba con la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses, que rápidamente se hizo notar en la actitud de los inversores, si bien el cambio ya venía de antes. La presión de los fiscales generales de numerosos estados, en especial los gobernados por los republicanos, y otros grupos de interés conservadores, sobre las inversiones sostenibles ya habían dado sus frutos en la temporada anterior.

Las cuatro grandes gestoras de fondos (BlackRock, Vanguard, Fidelity y State Street, las llamadas Big4) bajaron notablemente su apoyo a las propuestas sobre sostenibilidad presentadas por otros inversores o grupos activistas, ante el temor a ser denunciados de no cumplir sus obligaciones fiduciarias por parte de los grupos de presión. Estas, según ellos, no son otras que buscar la rentabilidad financiera de sus inversiones, sin considerar aspectos de sostenibilidad o impacto sobre terceros. Como ejemplo real, el fondo de pensiones público del estado de Texas retiró más de 8.000 millones de dólares a BlackRock por sus políticas de inversión sobre los combustibles fósiles como el petróleo, pilar de la economía texana.

Con el frenesí regulatorio desplegado por Trump, a base de executive orders (órdenes ejecutivas, es decir decretazos), la mayoría de los inversores institucionales han tenido que redefinir sus políticas de inversión, en concreto con respecto a la sostenibilidad y determinados aspectos como los planes de acción climática o sus políticas de diversidad, igualdad e inclusión (diversity, equaliity & inclusion o DEI en inglés). Y no solo los inversores, sino también las compañías cotizadas y otras instituciones.

Cambios en las políticas

Estas órdenes ejecutivas aumentan el rechazo hacia los programas DEI y las políticas ESG en agencias federales así como el escrutinio sobre empresas e instituciones que las promuevan. Las demandas sobre deberes fiduciarios se extienden a supuestas prácticas discriminatorias, entre otros litigios. Por ejemplo, una sentencia judicial determinó que American Airlines incumplió su responsabilidad al incluir inversiones ESG en los planes de jubilación de sus empleados. Ante esta presión, algunas compañías han reducido sus compromisos DEI, como Accenture, Alphabet, Amazon, Ford, Meta, Walmart y McDonald’s. En concreto, British Petroleum abandonó su plan de ser líder en energía verde después de solo un año, eliminando un objetivo de transición para el bonus ejecutivo, mientras que Starbucks suprimió el objetivo de reducción de gases de efecto invernadero del incentivo a largo plazo.

Los inversores también han cambiado los objetivos de sus políticas. Vanguard ha eliminado requisitos de diversidad para los consejos de administración, manteniendo solo la diversidad de conocimientos y el cumplimiento de la normativa local de cada compañía. Igualmente, State Street Global Advisors sustituyó objetivos específicos de diversidad por otros genéricos. Goldman Sachs ha eliminado los aspectos DEI de sus propias políticas internas. BlackRock ha suprimido sus objetivos de un 30% de diversidad en el consejo y al menos un consejero representando minorías. Además ha abandonado la Net Zero Asset Managers Alliance (NZAMA), que ha detenido sus actividades.

De forma similar, grandes bancos y aseguradoras han causado baja de sus respectivas alianzas NZBA y NZIA, aunque permaneciendo en la de propietarios de activos (NZAOA), al tiempo que han frenado sus avances y suprimido objetivos de sostenibilidad, aunque con excepciones. Por ejemplo, UBS eliminó objetivos de reducir emisiones en sus préstamos de los bonus de sus ejecutivos, al igual que el sudafricano Standard Chartered. Por su parte, HSBC redujo del 25% al 20% el peso de los objetivos ambientales para el incentivo a largo plazo de sus directivos y eliminó uno de los objetivos de sostenibilidad para el bonus. En contraste, en la ya celebrada junta de Apple, el consejo resistió las propuestas en contra de las políticas DEI y las mantuvo con el apoyo masivo de sus accionistas.

Los proxy advisors

Por su parte, los asesores de voto (proxy advisors), también han adaptado sus políticas de voto a los nuevos vientos que soplan desde el nuevo continente. Antes, el mayor del mundo, ISS, recomendaba votar en contra del presidente de la comisión de nombramientos si no había mujeres o diversidad étnica en el consejo. Desde febrero de 2025, ya no considera estos factores a la hora de recomendar sobre la (re) elección de consejeros. El segundo, Glass Lewis, ha realizado este año cambios similares, admitiendo una política flexible desde marzo de este año.

Estos cambios se producen en medio de un debate sobre el papel de los asesores de voto, su influencia y su regulación, en especial sus conflictos de interés. El papel de los dos mayores proxys del mundo, de origen norteamericano, ha sido duramente criticado por la Administración Trump, incluso en su primer mandato, y por otros líderes como Elon Musk o Jaime Dimon, el combativo presidente ejecutivo de JP Morgan. La critica se centra en la excesiva influencia de los proxy advisors sobre los inversores institucionales y solicita a estos últimos que tomen sus propias decisiones de voto y se impliquen directamente con las compañías, integrando los aspectos de gobernanza y sostenibilidad en sus decisiones de inversión y actividades de implicación (o engagement).

Sin embargo, la mayoría de los proxy advisors europeos, como el inglés Minerva Analytics, el suizo Ethos Foundation, el alemán DSW, el italiano Frontis Governance y por supuesto nosotros, el español Corporance Asesores de Voto, mantenemos en nuestras directrices de voto la importancia de contar con políticas de diversidad, acción climática y otros aspectos de sostenibilidad, tanto en las sociedades cotizadas como en los inversores institucionales. La regulación de los asesores de voto y la gestión de sus conflictos de interés es un tema pendiente del que hablaremos otro día.

Reacción en Europa

El Viejo Continente no es ajeno a este debate sobre rentabilidad y sostenibilidad. El informe Draghi sobre el futuro de la competitividad europea pone el dedo en la llaga sobre las serias amenazas que se ciernen sobre la Unión Europea y su vulnerabilidad ante los rápidos cambios globales que se están produciendo. Pero también habla de sus oportunidades y sus valores (democracia, paz, justicia, libertad y prosperidad en un entorno sostenible), para lo que propone tres medidas principales. En primer lugar, cerrar la brecha de innovación con Estados Unidos y China, redefiniendo nuestra industria. En segundo lugar, descarbonización y competitividad, invirtiendo en tecnologías limpias y energía verde. Y por último, más seguridad y menos dependencia en áreas como energía, defensa y tecnología.

Para ello se necesita una inversión anual de 800.000 euros entre pública (20%) y privada (80%), con financiación común (deuda) paneuropea. También será necesaria una mayor integración que mejore la productividad en la Unión, y nuevos socios estratégicos comerciales alineados con su política.

El informe Draghi, apoyado por el informe Letta, ha provocado junto con otros factores que la propia Unión Europea se plantee su filosofía de sostenibilidad y, sobre todo, sus obligaciones de transparencia. Como consecuencia, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, anunció en febrero un paquete de medidas (Ómnibus) con objeto de reducir y simplificar los requisitos de información de las directivas europeas de información sobre sostenibilidad corporativa (CSRD) y debida diligencia sobre medio ambiente y derechos humanos (CS3D), que estaban en proceso de transposición. Esta iniciativa regulatoria pretende impulsar la competitividad de las empresas europeas, liberando capacidad de inversión para fomentar un ambiente favorable para su crecimiento, innovación y creación de puestos de trabajo de calidad.

Los temas de discusión en la temporada

El debate entre inversores y emisores sigue teniendo lugar en las juntas de accionistas en torno a los temas clásicos, al tiempo que nuevos temas emergentes se cuelan en las agendas. Las propuestas sobre remuneraciones (estructura, transparencia y cantidades, con objetivos claros y medibles), consejo de administración y comisiones (composición, conocimiento, independencia, retribución) y derechos de accionistas (capital, acciones de lealtad, dividendos y recompras) siguen teniendo protagonismo y niveles de oposición más altos. Pero nuevos temas entran en juego en el diálogo inversor-emisor.

El principal, ya casi un clásico, es el plan de acción climática, principal riesgo de la sostenibilidad, requerido por los inversores en aras de la transparencia. Cada vez son más las compañías que lo someten a votación, aunque no vinculante, en sus juntas de accionistas (say-on-cli- mate, siguiendo el ejemplo del say- on-pay), una excelente medida de transparencia con el inversor. A este se suman con fuerza otros temas como la geopolítica, ya en la agenda de los consejos por su clara y creciente importancia e influencia en los negocios de las compañías, y factores sociales como la diversidad, los derechos humanos y de los trabajadores, la cadena de proveedores o la transparencia fiscal.

Capítulo aparte merece la tecnología. A los riesgos ya tradicionales como la transformación digital o la ciberseguridad, el tema de moda es sin duda la inteligencia artificial (IA). Es raro no ver en una junta en Estados Unidos una propuesta sobre el particular, tanto desde el punto de vista de riesgo de negocio (cómo la IA puede afectar al modelo, la organización interna o la competencia) como de la gestión de la propia IA (protección de datos en su captura, gobernanza del dato y su uso para productos y servicios).

Menos propuestas y más diálogo

Con independencia de los temas tratados, observamos una tendencia a debatirlos menos en las juntas de accionistas, y más mediante diálogo directo con las compañías o a través de campañas colectivas de otros inversores institucionales y otras entidades. En la temporada anterior, se batieron récords de propuestas presentadas por inversores, si bien su apoyo fue algo menor debido, entre otras razones, al repliegue de las grandes gestoras de activos, comentado anteriormente.

Algunas organizaciones activistas acostumbradas a presentar propuestas en las juntas y organizar campañas, como As You Sow, Follow This o incluso Greenpeace han sufrido el acoso, y diríamos hasta el abuso, de las grandes corporaciones afectadas. Entre ellas se incluyen ExxonMobil, Shell o Energy Transfer, que demandó a Greenpeace por liderar una protesta de indígenas contra la construcción de un oleoducto en 2016 y ha sido multada con 660 millones de dólares, que la ONG recurrirá. Con estas demandas multimillonarias, las compañías usan sus enormes recursos financieros para silenciar las voces activistas, que ya han decidido dejar de presentar sus propuestas en las juntas ante tan terrible amenaza. Esto es un grave atentado contra la democracia accionarial.

Retos futuros

Estamos, por tanto, en tiempos de grandes cambios en la actitud de los inversores y la respuesta de las compañías en las que invierten. La reacción provocada por el movimiento anti-woke / anti-ESG en Estados Unidos, reforzado por la nueva presidencia republicana, ha tomado carta de naturaleza legal, obligando a todos los actores (inversores, emisores, gestores, asesores) a replantear su estrategia de inversión a largo plazo. El debate rentabilidad-sostenibilidad está sobre la mesa y en pleno apogeo.

Esto ha provocado una reacción, no solo en la Unión Europea sino también el Reino Unido, Suiza y otros países europeos y del resto del mundo que, no obstante, es un ejercicio sano. Es posible que todo el tema de la sostenibilidad haya avanzado demasiado rápido con una regulación excesiva, en la que se exige informar de objetivos y métricas todavía poco claros, definidos y comparables.

Confiamos en que el resultado de esta reflexión sea un mayor diálogo entre las compañías y sus dueños que son los accionistas y que los temas importantes se identifiquen y traten en su justa medida. Al fin y al cabo, los Acuerdos de París o los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas no han cumplido aún los 10 años, por lo que se impone la paciencia y el análisis sincero y responsable por parte de todos.

Tribuna de Alicia Prieto Angulo, Cesga, directora de Análisis de Corporance Asesores De Voto.

Franco Macchiavelli: «Con un sesgo natural hacia EE.UU., la tecnología ligada a la inteligencia artificial seguirá liderando este verano»

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Morabanc compra Banco Europeo de Finanzas
Foto cedidaFranco Macchiavelli, analista de mercados

Franco Macchiavelli, analista de mercados, cree que las principales oportunidades en estos meses de verano están en la tecnología ligada a la inteligencia artificial  (con sesgo hacia EE.UU.), en compañías value en Europa, y en sectores como defensa o infraestructuras. Es cauto con los activos hacia donde se están dirigiendo los flujos, como small capas y acciones con beta alta, y cree que seguiremos afrontando el riesgo de la guerra arancelaria y de posibles demoras en las bajadas de tipos de la Fed. Nos lo cuenta en la sección «Un verano para invertir».

De cara a estos meses de verano: ¿cuál es la idea, la mejor idea, que destacarías para invertir? 

A nivel global, con un sesgo natural hacia EE. UU., la tecnología ligada a la inteligencia artificial seguirá liderando este verano. La narrativa sigue viva y su fase expansiva está lejos de agotarse. En Europa, vemos atractivo en compañías value con buen momentum, muchas aún infravaloradas y beneficiadas por un euro fuerte, un dólar débil y tipos en posible descenso. Además, sectores como defensa, impulsado por el repunte del gasto militar global, y infraestructura y construcción, que capturan el renovado impulso del gasto público estratégico, completan una visión de cartera diversificada y alineada con los drivers actuales del mercado.

De forma contraria, un activo con el que habría que ser cautos este verano.

El entorno actual favorece la rotación hacia activos de mayor riesgo, como las small y midcaps, y hacia acciones con beta alta. Esto se explica por las expectativas de recortes de tipos, condiciones financieras aún laxas y narrativa favorable al riesgo. Sin embargo, esta misma narrativa exige cautela: hablamos de activos muy sensibles a cambios en política monetaria y comercio internacional. Cualquier giro inesperado —como una postergación en los recortes de la Fed o un deterioro en la guerra arancelaria— podría castigar con dureza a este segmento. No se trata de evitarlos, sino de vigilar su peso en cartera: serán los primeros en sufrir si cambia el viento.

También de cara a estos meses estivales, ¿cuáles son los principales riesgos que podrán afrontar los inversores? 

Aunque los conflictos bélicos parecen haber perdido protagonismo en el pricing de mercado, el riesgo dominante este verano es la guerra arancelaria, por su impacto directo en expectativas de inflación y crecimiento. La visibilidad macro está estrechamente ligada al desenlace de esta tensión comercial. Pese a que buena parte del impacto ya estaría descontado, un sobresalto inesperado —especialmente en un entorno de bajo volumen y menor liquidez estacional— podría generar movimientos abruptos en los mercados. En política monetaria, el otro gran foco, la Fed se ha mostrado dispuesta a recortar tipos, pero sin comprometer un calendario claro. Si los datos de empleo y crecimiento siguen sorprendiendo, podríamos ver una postergación del primer recorte hasta septiembre, lo cual no sería bien recibido por el mercado si las expectativas no se ajustan a tiempo.

¿Cómo te gustaría encontrar los mercados cuando vuelvas en septiembre de vacaciones? Un deseo de verano…

Estacionalmente, el verano suele ser un periodo plano en los mercados, especialmente en años electorales como el actual. Sin embargo, la elevada volatilidad de este 2025 podría traducirse en una pauta lateral más amplia de lo habitual, con movimientos intensos dentro de un rango definido. El escenario deseado sería precisamente ese: un mercado que consolide niveles sin perder soportes clave, que digiera con madurez los riesgos en juego —desde la política monetaria hasta la guerra arancelaria— y que siente las bases para retomar la senda alcista en el último tramo del año.

¿Vuelve el auge del venture capital?: qué impulsará su evolución el resto del año

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El mercado global de capital riesgo se encuentra en una encrucijada: ¿está listo para iniciar un nuevo ciclo de crecimiento o sigue atrapado en la incertidumbre macroeconómica y financiera? Según el análisis de mitad de año de Wellington Management, aunque persisten importantes desafíos, también emergen nuevas vías de liquidez e innovación estructural que podrían redefinir el futuro del venture capital (VC).

El informe, elaborado por Michael Carmen (CFA, Co-Head de Private Investments), William Craig (Investment Director) y Mark Watson (Investment Specialist), identifica cinco tendencias clave que marcarán la evolución del VC en lo que resta de 2025: la reapertura del mercado de OPV, la evolución incierta de las fusiones y adquisiciones, el auge de los fondos secundarios, los retos de liquidez para los gestores y el potencial de la tokenización como solución estructural.

OPV: reapertura más lenta de lo esperado

A principios de 2025, todo apuntaba a una inminente reactivación del mercado de salidas a bolsa, con varias compañías debutando con éxito en mayo. Sin embargo, la volatilidad del mercado cerró rápidamente esa ventana de oportunidad. Aunque el número de empresas preparadas para salir a bolsa sigue creciendo, Wellington cree que la reapertura real del mercado podría retrasarse hasta 2026.

Los expertos advierten que cualquier mejora será vulnerable a shocks macroeconómicos, como una actualización negativa en aranceles o, en el peor de los casos, una recesión. Mientras tanto, se prevé un despliegue de capital más lento en fases iniciales y de crecimiento, y un posible aumento en inversiones de fases avanzadas.

En este contexto, podrían alargarse los plazos entre rondas de financiación, elevarse los estándares de calidad y aumentar la presión sobre las valoraciones, con la excepción de las empresas del sector de inteligencia artificial (IA), que siguen despertando fuerte interés.

Fusiones y adquisiciones: expectativas frente a realidad

A finales de 2024, el valor de las operaciones de M&A en relación con el PIB cayó a su nivel más bajo en casi tres décadas. A pesar de las expectativas optimistas para 2025  (gracias a rebajas fiscales y menor presión regulatoria) la realidad ha sido más cauta.

Tras un aumento interanual del 25 % en marzo, abril trajo una caída mensual del 20 %. Según Wellington, es prematuro identificar una tendencia clara, aunque destaca que algunas empresas con liquidez están aprovechando este contexto para realizar compras estratégicas.

En el plano regulatorio, la reelección del presidente Trump impulsó las acciones de empresas con operaciones pendientes de aprobación. No obstante, el discurso oficial sigue evitando una “carta blanca” para las grandes tecnológicas. De hecho, en el primer trimestre solo se concluyeron tres investigaciones relevantes, lo que refleja un entorno aún incierto para el cierre de grandes acuerdos.

Fondos secundarios de private equity: expansión sostenida

El mercado secundario de private equity batió récords en 2024, con operaciones por valor de 162.000 millones de dólares, un 45 % más que el año anterior. En el primer trimestre de 2025, los fondos captaron otros 50.700 millones, el mejor arranque registrado recientemente.

La “dry powder” (liquidez disponible) alcanzó los 288.000 millones, mientras más de 250 fondos están actualmente en el mercado con un objetivo de recaudación combinado de 93.800 millones de dólares.

A pesar de estas cifras, Wellington no considera que haya una burbuja: el mercado secundario sigue estando menos capitalizado que el mercado primario, con una ratio inferior a 2 veces la liquidez sobre el volumen de transacciones (frente a más de 3 veces en el primario).

Aun así, se recomienda seguir de cerca los descuentos sobre el valor liquidativo (NAV). Las inversiones en buyouts, por ejemplo, se están transando en torno al 94 % del NAV. En cambio, el venture capital y el growth siguen ofreciendo descuentos más significativos, con valoraciones medias alrededor del 75 %. Este diferencial puede suponer oportunidades para los inversores, pero también un riesgo si la escasez de liquidez fuerza compras por encima del NAV.

GPs ante nuevos desafíos de captación y liquidez

La esperada estabilización de la captación de fondos en 2025 podría no materializarse. Wellington prevé otro año complicado, con una posible recuperación retrasada hasta 2026. Aunque el mercado secundario ha mejorado la liquidez, el mercado cotizado sigue siendo incomparablemente más dinámico, moviendo en solo cuatro días lo que el private equity mueve en todo un año.

Esto tiene consecuencias directas para los Limited Partners (LPs) institucionales, que enfrentan barreras para aumentar su exposición al capital privado. Como alternativa, Wellington anticipa una mayor entrada de capital procedente del mercado de patrimonios privados, lo que obligará a los General Partners (GPs) a adaptar sus productos hacia vehículos más accesibles, como los fondos semilíquidos.

Tokenización: una vía estructural hacia la liquidez

En este escenario marcado por la iliquidez, la innovación tecnológica podría ofrecer soluciones sostenibles. Wellington identifica la tokenización de activos como una herramienta transformadora para el private equity, con cuatro beneficios clave: mayor liquidez, gracias a la negociación secundaria, colateralización y liquidación más eficiente; menores barreras de entrada, al permitir fraccionar activos en unidades más pequeñas; reducción de costes operativos, mediante contratos inteligentes que eliminan intermediarios y mayor transparencia, con registros en tiempo real y trazabilidad gracias a la blockchain.

Además, esta tecnología será crucial para el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial con funciones económicas, al proporcionar la infraestructura que permitirá su integración en el ecosistema financiero.

Perspectiva general: diferenciación entre ganadores y rezagados

Según Wellington, el entorno actual del venture capital no solo está marcado por la incertidumbre, sino también por la diferenciación creciente entre empresas sólidas y vulnerables. Aquellas con buena capitalización, crecimiento sostenido y márgenes saludables serán las más atractivas para los inversores, mientras que otras podrían verse forzadas a recortar gastos, fusionarse o cerrar.

En este contexto, los inversores que cuenten con liquidez, visión a largo plazo y capacidad para identificar a los ganadores estructurales, podrían encontrar oportunidades valiosas en medio de un mercado fragmentado y en transformación.

Frontland Capital lanza un vehículo ETI para invertir en real estate prime

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Safebrok refuerza su equipo con nuevo director de negocio
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Frontland Capital, firma  especializada en inversiones inmobiliarias, ha anunciado el lanzamiento de Frontland Prime ETI, un instrumento cotizado que ofrece acceso directo a  real estate prime con una estructura líquida, transparente y regulada. Este  producto ha sido estructurado por altarius ETI, plataforma europea de emisión de instrumentos cotizados en bolsa, y desde el 29 de julio cotiza en Portfolio Stock Exchange

Según explican desde la firma, este nuevo vehículo está diseñado para indexar una estrategia de  inversión de ciclo corto centrada en la adquisición y revalorización de  activos urbanos prime en Madrid, con proyección de expansión a otras  ciudades consolidadas de España y la Unión Europea. Destacan que, gracias a su formato de ETI (Exchange-Traded Instrument), el vehículo permite a inversores profesionales y retail operar en un mercado regulado «con la misma  flexibilidad que una acción o un ETFs y eliminando las barreras tradicionales  de entrada al mercado inmobiliario de alta gama».

A raíz de este lanzamiento, equipo directivo de Frontland Capital ha señalado: «Frontland Prime ETI representa la evolución natural de nuestra estrategia inmobiliaria, combinando nuestra experiencia operativa con una estructura regulada que abre las puertas del real estate prime a una base más amplia de inversores”. Con este lanzamiento, Frontland Capital refuerza su posición como referente en la gestión de activos inmobiliarios prime, mientras que altarius ETI reafirma su compromiso de ofrecer vehículos financieros innovadores y accesibles que conectan a los inversores con mercados alternativos de alto potencial.

Alivio y cautela: las implicaciones para la inversión del acuerdo comercial entre la UE y EE.UU.

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Ardian lanza nuevo fondo global de secundarios
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El mercado asumió ayer con alivio, cautela y cierta incertidumbre el acuerdo comercial preliminar entre la Unión Europea y Estados Unidos. Como bien indican los analistas de Banca March, “el alivio llegaba por la reducción inmediata del riesgo de una guerra comercial abierta”, pero la cautela y la incertidumbre persiste hasta “ver cómo se implementarán las medidas acordadas, qué sectores quedarán realmente beneficiados o perjudicados –ayer cayeron en Europa la defensa, los autos y bebidas espirituosas– y las numerosas negociaciones que siguen pendientes”. 

Robert Schramm-Fuchs y Tom Lemaigre and Marc Schartz, gestores de renta variable europea de Janus Henderson, consideran que, aunque algunos detalles siguen sin estar claros, el acuerdo pone de manifiesto una clara intención de reequilibrar el comercio, manteniendo al mismo tiempo la alineación estratégica. “La reacción del mercado al acuerdo esta mañana ha sido positiva hasta ahora, y los temas de rotación recientes se mantienen intactos. El acuerdo elimina una importante incertidumbre, lo que permite a los inversores volver a centrarse en el conjunto más amplio de factores estructurales y cíclicos que configuran las perspectivas para Europa. En particular, esto incluye el creciente impulso de las iniciativas de la UE destinadas a flexibilizar la regulación financiera, impulsar los mercados de capitales y reducir la fricción burocrática”, afirman.

Según su experiencia, a menudo, es en estas fases del mercado cuando cambia el liderazgo de las acciones y los sectores. “Hemos reasignado nuestra cartera a sectores que se encuentran en el extremo más barato, más cíclico y con mayor valor del espectro. Las acciones con precios que reflejan una recesión permanente o unas perspectivas sectoriales a largo plazo poco halagüeñas suelen experimentar los mayores cambios: pasan de estar dadas por muertas a seguir vivas y coleando. Además, la amplitud del mercado suele aumentar, es decir, en lugar de un grupo reducido de valores líderes, son muchas las acciones que participan en un mercado alcista generalizado”, añaden.

Desde Lombard Odier señalan que, hasta la fecha, la volatilidad en los mercados de renta variable se ha mantenido contenida, con el índice VIX en 15,2, frente a una media histórica cercana a 20. Su perspectiva es que la volatilidad aumente en las próximas semanas y a lo largo del tercer trimestre. “Los índices bursátiles más expuestos a ingresos procedentes de EE.UU. son los de Suiza, Reino Unido, Alemania y Francia, seguidos por Japón y el conjunto de Europa”, recuerdan. 

Óptica empresarial y de consumo

En opinión de Julian Schaerer, economista de Julius Baer, para las empresas, el acuerdo aporta cierta certeza sobre la nueva realidad de unos aranceles permanentemente más altos. Sin embargo, en comparación con el régimen de bajos aranceles anterior a 2025, los costes económicos son considerables. “Como suele ocurrir en entornos de aranceles elevados, el nuevo régimen plantea desafíos tanto para empresas como para consumidores. Por un lado, la competitividad de las empresas europeas afectadas por el arancel del 15% se verá perjudicada. Por otro, los consumidores estadounidenses pueden esperar precios más altos, lo que erosionará su poder adquisitivo”, señala como consecuencias.

Hablando de sectores concretos, Irene Lauro, economista para la eurozona de Schroders, reconoce que haber pasado de la amenaza de un 30% a un previsible 15% supone un alivio. “ El sector del automóvil, en particular, se beneficiará de la reducción del arancel del 27,5% introducido en abril. Esta relajación de las tensiones comerciales elimina un importante riesgo a la baja para la economía europea y devuelve a las empresas la claridad que tanto necesitaban”, sostiene. 

Bajo su punto de vista, la demanda de crédito de las empresas no financieras mejoró ligeramente en el segundo trimestre gracias a la relajación de la política monetaria, pero la incertidumbre comercial ha sido un claro lastre para la inversión. Ahora, considera que al disiparse esa incertidumbre, habrá una mayor demanda de crédito y un repunte de la inversión. “Si la recuperación cíclica gana tracción y las presiones inflacionistas sigan siendo limitadas, esperamos que el ciclo de bajadas de tipos de interés por parte del BCE haya llegado a su fin, por lo menos de momento. El acuerdo aporta confianza en un momento crítico para la economía europea”, añade.

Además, según las expectativas de Schaerer, es probable que el impacto inflacionario de estos aranceles se haga visible en las próximas cifras de inflación en EE. UU., y la incertidumbre en torno a este efecto es una de las razones clave por las que se espera que la Reserva Federal mantenga sin cambios los tipos de interés en la reunión del FOMC de esta semana.

Según las estimaciones de  Luca Paolini, estratega jefe en Pictet AM, el impacto inflacionario para EE.UU. puede ser de 1,9% y en crecimiento económico hasta 1,3% a la baja. «En todo caso, el aumento de la inflación impulsado por aranceles de EE.UU. es temporal. Para el resto del mundo puede suponer 0,4 % menor crecimiento; algo menos, 0,3% en Europa, si bien con 0,4% menor crecimiento alemán, que puede mitigarse con medidas de estímulo fiscal para apoyar el crecimiento», sostiene Paolini.

La cuestión del crecimiento

Además, el economista de Julius Baer considera que si bien los aranceles supondrán sin duda un reto para Europa, su economía es lo suficientemente resiliente como para soportar las repercusiones. “Tras varios años de bajo rendimiento, la demanda interna en Europa ha mostrado recientemente signos de crecimiento, en parte gracias a una política fiscal más expansiva, especialmente en Alemania. Con una demanda interna en recuperación, la dependencia de Europa de un modelo manufacturero orientado a las exportaciones está disminuyendo, lo que contribuye a amortiguar el impacto de los aranceles”, defiende Schaerer.

Una interpretación favorable del acuerdo alcanzado por la Casa Blanca y la Comisión Europea se centra en el impacto adverso moderado que tendrá sobre el crecimiento a corto plazo y la volatilidad de la inflación en las economías de la UE y EE.UU., en comparación con los aranceles del 30% y el 50% con los que la administración Trump había amenazado en diferentes momentos en los últimos meses. 

Nuestra última previsión sitúa el crecimiento de la zona euro en el 1,1% en 2025, ligeramente por encima del 0,8% del año pasado, antes de acelerarse hasta el 1,5% el año que viene, a medida que aumentan los gastos en defensa y los gobiernos aplican medidas para incrementar la inversión, especialmente en Alemania”, apunta Alvise Lennkh-Yunus, director de Calificaciones del Sector Público y Soberano de Scope Ratings.

La conclusión de Lennkh-Yunus es que al haber menos incertidumbre comercial sobre la economía de la UE y mostrar la economía estadounidense una resistencia sostenida, “los acuerdos entre Estados Unidos y la UE deberían ayudar a contener los riesgos crediticios a ambos lados del Atlántico, aunque el balance de riesgos para las perspectivas crediticias mundiales sigue siendo negativo”.

Las empresas brasileñas se muestran resilientes ante la incertidumbre arancelaria

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Elisa Ricon deja Inverco tras una exitosa carrera
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La amenaza de aranceles del 50% del presidente estadounidense Donald Trump tendrá un impacto limitado en el perfil crediticio de las empresas brasileñas, según Fitch Ratings. Las empresas locales mantendrán indicadores crediticios estables este año, a pesar de las altas tasas de interés. Un mercado laboral ajustado, una cosecha agrícola sólida y fundamentos favorables de las materias primas, incluidas las proteínas, respaldarán su solidez, según la clasificadora de riesgos.

Las exportaciones a EE.UU. representan apenas un 15% del valor total de las exportaciones de Brasil. La mayoría de estas exportaciones  son materias primas, para las cuales es más fácil encontrar mercados alternativos. Todas las empresas brasileñas con calificación Fitch, excepto cuatro, tienen una exposición de ingresos del 10% o menos al comercio entre EE.UU. y Brasil, detallaron.

La agencia calificadora estima que Embraer obtiene alrededor del 35% de sus ingresos de EE.UU., excluyendo el contenido local estadounidense, y podría enfrentar un mayor riesgo si los aranceles entran en vigor. La escasez de oferta mundial de aeronaves y las posibles exenciones arancelarias específicas de la industria, respaldadas por una larga trayectoria de acuerdos arancelarios de cero por cero, compensan parcialmente estos riesgos.

Dos productores de pulpa y papel, Eldorado Brasil Celulose y Suzano, y una empresa de petróleo y gas, PRIO, también tienen cierta exposición de ingresos a EE.UU. (menos del 30%). Varios grandes exportadores brasileños, como JBS, Marfrig y Gerdau, tienen una importante presencia de producción en el país norteamericano, lo que mitiga el riesgo arancelario.

Las altas tasas de interés, y no los aranceles estadounidenses, siguen siendo el principal desafío para las empresas brasileñas. El banco central del país ha endurecido drásticamente su política monetaria este año, elevando su tasa de referencia Selic en 450 puntos básicos, hasta el 15%, durante los 10 meses hasta junio de 2025, para abordar el aumento de la inflación. Fitch prevé que el BCB comience a recortar las tasas a principios de 2026, hasta alcanzar el 12% para finales de año. La orientación conservadora del ente rector indica que mantendrá esta postura altamente restrictiva hasta que la inflación se acerque al objetivo del 3%.

Además, Fitch prevé que las métricas crediticias de las empresas calificadas se mantendrán prácticamente estables, respaldadas por una asignación de capital más conservadora. Las empresas han desacelerado las inversiones y recortado los dividendos en respuesta a los altos costos de capital.

La liquidez se mantiene abundante a pesar de las altas tasas de interés. La firma espera que las empresas refinancien su deuda antes de 2026, año electoral. Los vencimientos de la deuda interna están bien distribuidos, con alrededor del 23% con vencimiento entre 2025 y 2026. Los vencimientos transfronterizos son relativamente pequeños dentro de la cartera calificada por la calificadora, con tan solo unos 3.000 millones de dólares con vencimiento entre ahora y el cierre de 2026. Las empresas pueden refinanciar este importe en el mercado interno si lo necesitan.

Santander PBI anuncia la llegada de Alvaro Bueso-Inchausti a su equipo de Miami

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Impacto del acuerdo comercial UE-EE.UU.
LinkedIn

El equipo de Santander Private Banking International en Miami tiene un nuevo integrante: Alvaro Bueso-Inchausti, nuevo director de Inversiones Alternativas, según anunció el banco español en Linkedin.

Bueso-Inchausti trabaja en la entidad española desde 2023 y hasta su nombramiento en Miami (fechado en julio de este año), tenía el cargo de especialista en producto de la gestora de alternativos de Santander Asset Management.

Bueso-Inchausti procede de A&G, donde fue responsable de una nueva línea de negocio dedicada a fondos de fondos de activos alternativos.

Con anterioridad, ejerció cinco años como Executive Director en Altamar Capital Partners, dentro del equipo de Private Debt, donde trabajó desde que la entidad lanzara su primer fondo de fondos de deuda privada en 2017. También estuvo cuatro años en la filial de infraestructuras del Grupo ACS, Iridium, en el equipo financiero, y anteriormente en el departamento de Leverage Finance de CaixaBank Madrid y en Commerzbank en Londres. Es licenciado por CUNEF.

 

La Fundación Lombard Odier lanza un programa de financiación para proyectos medioambientales internacionales

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Foto cedida Maximilian Martin, Global Head of Philanthropy, Lombard Odier Group y Secretary-General of “Fondation Lombard Odier.

La Fundación Lombard Odier celebra su 20º aniversario y refuerza su compromiso a largo plazo con la filantropía estratégica mediante el lanzamiento de un nuevo programa medioambiental. A partir de 2025, y aprovechando dos décadas de experiencia en la financiación de proyectos con impacto, apoyará iniciativas internacionales que combinen la protección del clima con beneficios sociales tangibles.

Según explican desde la entidad, el programa se centrará en establecer nuevas alianzas con organizaciones como la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la Zoological Society of London (ZSL) y los Giving to Amplify Earth Action Awards (GAEA), con el objetivo de impulsar de forma medible la innovación, el uso de datos climáticos, la protección de la biodiversidad y el fortalecimiento de áreas protegidas en todo el mundo. Con este programa reafirma su compromiso a largo plazo con la protección del medioambiente mediante el lanzamiento de un nuevo programa que respalda proyectos con base científica, impacto social y capacidad de escalado global.

La selección de iniciativas se basa en dos décadas de trabajo práctico y estratégico de la Fundación, así como en el conocimiento adquirido sobre los enfoques más eficaces en su aplicación real. Por ello, el programa se centra en proyectos con un claro valor para las comunidades beneficiarias, alto potencial de innovación y capacidad para atraer nuevos socios.

Por ejemplo, se está apoyando un proyecto de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) cuyo objetivo es proporcionar a las organizaciones humanitarias datos climáticos y meteorológicos precisos para mejorar la planificación y el suministro logístico en campos de refugiados. El uso estratégico de datos científicos permite anticipar riesgos e implementar medidas de protección de forma más eficaz, beneficiando tanto a las personas sobre el terreno como a la eficiencia de la ayuda humanitaria.

Otro proyecto financiado apoya el trabajo científico de la Zoological Society of London (ZSL), que emplea análisis químicos y datos satelitales para determinar con precisión el origen geográfico de maderas tropicales y caucho natural. Este enfoque busca hacer trazables las cadenas de suministro y facilitar la aplicación de estándares medioambientales sostenibles. La iniciativa supone una contribución clave a la implementación de normativas internacionales y a la protección de ecosistemas amenazados.

Además, la Fundación colabora con los Giving to Amplify Earth Action Awards (GAEA), impulsados por el Foro Económico Mundial, para reconocer colaboraciones innovadoras que están liderando un cambio sistémico en el ámbito medioambiental y climático. El avance científico y la colaboración intersectorial son esenciales para lograr progresos decisivos en áreas como la descarbonización del cultivo de arroz o la producción de acero libre de combustibles fósiles.

“Al celebrar el 20º aniversario de la Fundación, miramos con orgullo los logros alcanzados y nos preparamos para afrontar nuevos retos, impulsar proyectos ambiciosos y forjar alianzas sólidas que nos permitan seguir promoviendo una transformación sostenible”, afirma Hubert Keller, Chairman of Fondation Lombard Odier y Senior Managing Partner, Lombard Odier Group.

Por su parte, Maximilian Martin, Global Head of Philanthropy, Lombard Odier Group y Secretary-General of “Fondation Lombard Odier”, añade que: “Nuestro aniversario ha sido una oportunidad para reflexionar sobre lo que realmente funciona en la práctica filantrópica. Centramos nuestro apoyo allí donde convergen el compromiso temprano, la colaboración con socios expertos y el pensamiento innovador. El nuevo programa medioambiental es un claro ejemplo de este enfoque y marca el inicio de un compromiso a largo plazo con soluciones sistémicas en el ámbito medioambiental.”

Dos décadas de historia

La Fundación Lombard Odier se creó en 2004 con el objetivo de reunir bajo un mismo paraguas las actividades filantrópicas de las familias fundadoras y del Grupo. Desde entonces, la Fundación ha encarnado los valores humanistas del Grupo y ha dado continuidad al legado filantrópico de las familias, con una visión innovadora de la filantropía que se remonta a mediados del siglo XIX. Hasta la fecha, ha apoyado cerca de 350 proyectos e instituciones tanto en Suiza como a nivel internacional.

La misión de la Fundación es fomentar la eficiencia, la creatividad y la innovación de sus organizaciones colaboradoras con el fin de generar un impacto duradero, especialmente en los ámbitos del medioambiente y la ayuda humanitaria. Con más de 200 años de presencia del Grupo en Ginebra, la Fundación también participa activamente en iniciativas locales con fuerte arraigo territorial. Al mismo tiempo, trabaja para impulsar el desarrollo del sector filantrópico en Suiza, con el objetivo de liberar su potencial como motor de progreso social en las próximas décadas.

Mediante su financiación, la Fundación busca generar un impacto habilitador e integral que vaya más allá del mero apoyo económico. Ante los grandes desafíos en sus áreas de actuación, apuesta cada vez más por la creación de alianzas y la promoción del cofinanciamiento, con el objetivo de aumentar el impacto global respaldando proyectos con verdadero poder transformador y aplicando su experiencia financiera allí donde pueda contribuir a un cambio sostenible.