Santander AM ve un entorno favorable para el riesgo en 2026

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La visión de Santander Asset Management (SAM) para 2026 es, ante todo, optimista. Durante la presentación de su informe de mercado para el próximo año, los portavoces de la gestora dejaron claro que estamos ante un aterrizaje suave de la economía y ante una moderación de la inflación, lo que dibuja un contexto favorable para los activos de riesgo.

Argumentan que la actual dinámica ha encontrado soporte en un nivel arancelario menor de lo esperado -tras las decisiones en política comercial de la Administración Trump-; en un balance sólido y sin desequilibrios por parte de empresas y familias; en unas políticas monetarias que tienden a tipos neutrales; y el anuncio de importante políticas fiscales por parte de los gobiernos. 

Desde el punto de vista macro, consideran relevante que las economías han superado el “muro arancelario”, y dado que estas tasas han tenido un impacto menor de lo esperado, el ciclo se ha extendido. “Se espera que para la segunda mitad de 2026 se recupere el dinamismo económico y que el ciclo global se extienda, y el ejercicio termine con tasas de crecimiento superiores a las que veremos a principios de año”, apunta Delfina Pérez, directora de Estrategia de Mercados de SAM. 

En este sentido, la gestora destaca la resiliencia de la economía global. Según argumenta en su informe, “afrontar de forma sucesiva un shock sanitario sin precedentes, un shock inflacionista -que en muchas economías alcanzó niveles no vistos desde los años setenta- y un shock arancelario que llegó a poner en duda el futuro del comercio internacional no ha sido tarea fácil y, sin embargo, el ciclo global sigue mostrando una notable capacidad de extensión”.

En opinión de Samantha Ricciardi, CEO de Santander Asset Management, “la resiliencia de la economía global confirma que el ciclo no solo resiste, sino que evoluciona”. En la carta de presentación del informe insiste en que, para 2026, “anticipamos un entorno caracterizado por un crecimiento sostenido, una inflación contenida y políticas económicas que acompañan al ciclo, configurando un marco favorable para la inversión y la diversificación. En este contexto, destacamos tres grandes ideas de inversión para el año: renta variable global, renta fija, oro y mercados privados”. 

Al mismo tiempo, destacan cinco factores a vigilar: las elevadas inversiones realizadas en determinados sectores de la IA, las implicaciones de la geoeconomía, la trayectoria de los déficits fiscales, los flujos minoristas en los mercados y el rumbo del consumo en EE. UU..

Renta variable: pilar central de las carteras

La gestora considera que este escenario base beneficio para los activos riesgos, lo que explica que “el pilar central de las carteras para 2026 sea la renta variable global, donde la diversificación seguirá siendo esencial”, afirma José Mazoy, director de Inversiones Global de SAM. 

Para Mazoy vamos hacia una “mayor amplitud en los mercados de renta variable, ya que el crecimiento de beneficios se amplía por regiones, sectores y empresas”. Es decir, mientras que este año los protagonistas han sido sectores, empresas y regiones concretas, para 2026 el abanico se amplía, según Mazoy, por dos motivos: “Por la expansión de los beneficios en EE.UU. y Europa es sólida, y por el dinamismo de las economías emergentes gracias a su política monetaria”. De hecho, la gestora espera, por ejemplo, que en EE.UU. haya una expansión de los beneficios empresariales del entorno del 15% en el caso del Standard & Poor’s 500 -que se extenderá a sectores más allá de la tecnología ligada a la IA- y del 22% en el caso de las small caps. Mientras que en la Eurozona se prevén crecimientos de beneficios cercanos al doble dígito.

Entonces, ¿qué oportunidades de inversión concretas ve Santander AM en la renta variable global? Jacobo Ortega, director de Inversiones de Europa de la gestora, señala directamente a la Eurozona: “Estamos muy constructivos en los índices europeos, en particular en Alemania y España. Las valoraciones siguen siendo atractivas y las previsiones de crecimiento de los beneficios están justificadas con los fundamentales. En 2026, apostamos por la renta variable europea, a diferencia de otros años en que estábamos más neutrales. Creemos que será otro año bueno para esta clase de activo”. 

Basándose en esa “amplitud” de los mercados de renta variable que señala Mazoy, la gestora también ve oportunidades en los mercados emergentes. “Dentro de Europa, vemos que Polonia cuenta con un entorno macro favorable y que, con un enfoque más selectivo, hay grandes oportunidades de valoración y en el segmento de las small caps. Respecto a la región latinoamericana, ha experimentado un rally de mercado tremendo y mantiene unas valoraciones atractivas, como es el caso de México, Chile y Argentina”, apunta el director de Inversiones Global de la gestora. 

Ahora bien, reconoce que la historia de inversión de renta variable global se sustenta en EE.UU., Europa y Latam, pero también pasa por Asia, con Japón, India y China como principales focos. “Pese a persistente desequilibrio en real estate, China ofrece un crecimiento basado en políticas públicas que apoyan sectores claves para el país. Es cierto que las valoraciones son algo más exigentes, pero todavía hay oportunidades”, comenta.

Renta fija y oro

En cuanto a la renta fija, la gestora ve oportunidades en los bonos soberanos de Reino Unido y Brasil, donde el carry elevado se suma a la previsión de recortes de tipos. En Brasil, la situación macro “debería permitir al Banco Central iniciar un ciclo de relajación monetaria a comienzos de 2026, con posibles sorpresas de sesgo acomodaticio”, afirma Mário Felisberto, director de Inversiones de SAM Brasil. 

En la Eurozona, Ortega defiende el potencial en crédito debido a la solidez del sector empresarial y un carry claramente atractivo en términos históricos sitúan al crédito como una fuente estable de rentabilidad para 2026. “El crédito europeo investment grade ha tenido un buen comportamiento por la comprensión de los tipos, pero su bajo apalancamiento unido al contexto descrito de fortaleza de beneficios empresariales y de demanda por activos por encima de la inflación, nos hace pensar que lo hará bien en 2026 y que va a ser un buen complemento a todas las carteras multiactivo y para los inversores que quieran mantener sus ahorros”, apunta Ortega.

En este sentido, la gestora argumenta que las TIRES siguen siendo atractivas, claramente por encima de las medias de los últimos diez y veinte años, y ofrecen un diferencial adicional frente a la deuda soberana. “La sólida demanda, especialmente del inversor minorista, y la fortaleza de los balances empresariales dejan margen para una compresión adicional de diferenciales”, apuntan. 

Por su parte, considera que el oro sigue siendo una cobertura eficaz como elemento clave para la diversificación de las carteras, debido tanto a la persistencia de los riesgos geopolíticos y de la inflación como a los buenos fundamentales de fondo. Según Mazoy, la gran continuidad de las compras de bancos centrales y el interés de los inversores tras años de flujos negativos mantendrá el pulso de su rally. 

“En un contexto en el que persisten los riesgos geopolíticos, la inflación no ha desaparecido y los inversores perciben que los bancos centrales seguirán priorizando crecimiento sobre control de precios, el metal precioso ofrece una cobertura efectiva como elemento clave para la diversificación de carteras”, reitera el informe de perspectivas.

Mercados privados

Desde la gestora subrayan el valor de los mercados privados, lo que convierte a este activo en su cuarto pilar para las carteras en 2026. Según explica Borja Díaz-Llanos, CIO Global de Santander Alternative Investments, la rentabilidad y la diversificación de esta clase de activo continúan manteniendo una evolución positiva. “Son la oportunidad de tener una representación de la economía real en tu cartera, por lo tanto, seguirán teniendo un papel cada vez más relevante en la construcción de carteras diversificadas. Estos activos han dejado de ser un mero complemento para convertirse en un componente integral”, afirma.

Para Díaz-Llanos, “en un entorno de tipos base más bajos y compresión en la renta fija tradicional, los inversores ven cada vez más la deuda privada europea (European Private Debt) como un componente esencial de la asignación de income de la cartera, no solo como un nicho de alto rendimiento”.

Es decir, para la gestora la deuda privada europea (European Private Debt) destaca por su valor intrínseco, sustentado tanto en factores estructurales, dado el menor desarrollo del mercado de capitales y de financiación alternativa frente al peso del sistema bancario, como en su atractivo relativo respecto a otras regiones, especialmente Estados Unidos. “Creemos que Europa ofrece actualmente un terreno más fértil para generar alfa en deuda privada que Estados Unidos, por razones tanto estructurales como cíclicas”, concluye el informe.

Minería, finanzas, y deuda local: oportunidades de inversión en Latam que apuntalan un camino bidireccional con España

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De izquierda a derecha, José Segarra, presidente de CFA Society México; Nicolás Álvarez, Partner y CFO de DeltaHedge en Chile; Nicolás Henao, vicepresidente de Neuberger Berman; Mariano Fiorito, Country Head Argentina y Uruguay de Schroders; y Mario Velásquez, vicepresidente de CFA Society Perú, y director ejecutivo de JP Morgan en el país.

En el ecosistema inversor y de los mercados financieros, los lazos entre España y Latinoamérica son cada vez más profundos. Prueba de ello es la celebración del 27º Foro Latibex, en Madrid, que dio buena muestra de una relación que fluye en ambos sentidos. «España es hoy el principal destino de la inversión de la región latinoamericana en Europa y el segundo destino extrarregional del capital iberoamericano, solo por detrás de Estados Unidos. Actualmente, 20 países iberoamericanos mantienen inversiones activas en territorio español, conformando una comunidad empresarial compuesta por más de 600 compañías que generan aproximadamente 44.000 empleos directos. Este ecosistema empresarial refuerza los vínculos económicos y culturales entre ambas regiones, consolidando a España como el principal puente de conexión entre Iberoamérica y Europa», decía Juan Flames, CEO de BME en la inauguración.

Y viceversa: las oportunidades de inversión en los distintos países latinoamericanos están sobre la mesa, algo que se puede aprovechar a través de los mercados de capitales y las infraestructuras de mercados privados. «Es esencial la participación de intermediarios financieros, gestores de fondos, autoridades y, sobre todo, inversores finales españoles. Debemos romper prejuicios y ayudar a que estos inversores europeos puedan percibir el valor de estas compañías y, en correspondencia, estas consigan impulsar su crecimiento con nueva financiación en nuestros mercados», decía el CEO de BME.

Y es que lo que está por venir el año próximo resulta prometedor, aunque los retos no pueden obviarse, por ejemplo en el plano político. México, Chile, Colombia, Argentina o Perú son algunos ejemplos hacia los que mirar, con oportunidades en sectores como las infraestructuras, el real estate, las finanzas, la minería, la energía o en sus mercados de deuda.

México: infraestructuras, real estate y finanzas

De cara a 2026, México se encuentra ante un panorama donde no se esperan grandes tensiones políticas internas, y con el Mundial de fútbol como potencial revulsivo inversor. «México es una economía globalizada cuyos flujos comerciales están altamente diversificados: exporta más del 80% hacia Estados Unidos, pero solo importa el 40% desde ese país; el resto proviene principalmente de China, Corea, Japón, Alemania, Taiwán, Vietnam, Canadá y Brasil», explicó José Segarra, presidente de CFA Society México. Uno de los focos actuales es el fuerte crecimiento de los autos eléctricos chinos, que ya representan 60% del mercado local y han reactivado la discusión sobre aumentos arancelarios debido a que las inversiones prometidas en fábricas en México no se han materializado. El textil es otro sector bajo análisis arancelario, pero incluso con medidas de este tipo, el impacto macro sería limitado: la inflación se mueve en torno al 4%–4,5% (con objetivo del 3% más/menos 1%), el crecimiento tendencial ronda el 1,5% y un déficit del 6% no genera presiones de deuda significativas.

«Las bases del país son demasiado fuertes como para que incluso una mala gestión las pueda tumbar», aseguró el experto. El Mundial, que se espera genere más de 3.000 millones de dólares de derrama económica, podría ayudar también. «El recorte del gasto en infraestructura abre espacio a asociaciones público-privadas («La falta de infraestructura pública derivará en proyectos privados y sectores como salud y educación se posicionan como espacios naturales para proveedores privados», dijo), y existe un potencial enorme en logística: todo el real estate de este tipo en México equivale apenas al 5% del existente en Dallas, lo que muestra la oportunidad en expansión inmobiliaria y consumo interno».

Al hablar de oportunidades concretas, Segarra se centró también en los servicios financieros: «México avanza en un proceso de formalización empresarial que abre un campo inmenso para empresas que ofrecen servicios B2B orientados a mejorar la gestión corporativa», añadió. En banca, jugadores como BBVA mantienen una rentabilidad sobresaliente, impulsados por una baja cultura financiera que mantiene amplios márgenes de crecimiento. «En el ámbito corporativo, la economía real ofrece más posibilidades que la renta variable, aún limitada en número de emisores», resumió el experto.

Chile: banca, minería y sector inmobiliario, con una macro ordenada

En Chile, el reciente resultado electoral estuvo dentro de lo previsto y trajo de la mano un alza moderada de la bolsa y una apreciación del peso. «El país se encamina a un gobierno de derechas tras un ciclo de casi 24 años de alternancia política que ha reforzado la cultura de contrapesos institucionales. El Ejecutivo deberá convivir con un Senado dividido y una Cámara de Diputados similar, lo que obligará a un diálogo constante para aprobar una legislación razonable», explicó Nicolás Álvarez, Partner y CFO de DeltaHedge en Chile. En su análisis, explicó que el nuevo Gobierno se encontrará una macro ordenada: el país mantiene un déficit estructural del 1%–2%, una deuda equivalente al 42% del PIB y un estricto marco de disciplina fiscal respaldado por la legislación, además de una buena gobernanza. El potencial de crecimiento se sitúa entre el 3% y el 3,5%, con iniciativas público-privadas que podrían elevar el techo al 4%.

Entre las opciones de inversión, habló de oportunidades a corto plazo en un sector bancario rezagado y con potencial para crecer, así como del despertar del sector inmobiliario y de la construcción, mientras el ciclo minero se fortalece con los precios de commodities como el cobre y el litio. Sin olvidar las finanzas: «La implementación de un marco moderno de open finance abre la puerta a nuevos servicios tecnológicos, con usuarios dueños de sus datos y empresas capaces de negociar condiciones financieras en su nombre», indicó. A largo plazo, la disipación de la polarización política y la reforma de pensiones —que administra unos 200.000 millones de dólares, equivalentes al 65% del PIB, y que podría ascender a 700.000 millones, que podrán invertir en la economía chilena— son factores a favor, junto con la restitución de las reservas de los fondos soberanos y el banco central. «En Chile se está armando una base sólida, el país está recuperando holgura», añadió.

Colombia: energía o educación en capital privado y deuda en mercados cotizados, «oportunidad total»

También Colombia presenta un horizonte favorable de cara a 2026, donde «la oportunidad es total». Las mejoras en la política energética, el control del gasto y la recompra de deuda externa con descuento han permitido cerrar la brecha de riesgo frente a países de calificación similar y reducir el spread frente a Brasil. La incógnita más relevante continúa siendo Venezuela: las tres olas migratorias han integrado talento y dinamismo, pero la evolución política del país vecino seguirá condicionando. «Si la inflación se modera y los aumentos del salario mínimo —cercanos al 20%— convergen con un ciclo de baja de tasas, sectores como infraestructuras, construcción y energía podrían reactivarse. Aunque la transición energética gana espacio, Colombia no puede abandonar su producción petrolera», indicó Nicolás Henao, vicepresidente de Neuberger Berman. A esto se suman oportunidades en capital privado en ámbitos como educación, digitalización y servicios financieros, donde la penetración y la resiliencia bancaria han sorprendido. El potencial está a la vista, incluso sin grandes cambios de agenda, defendió.

Colombia, además, continúa mostrando dinamismo en turismo y servicios gracias a su ubicación estratégica entre océanos. Aunque el acceso a sus mercados de capitales no está muy desarrollado y la integración con las bolsas de Perú y Chile avanza con lentitud, la deuda soberana ya muestra compresión de spreads y varios casos corporativos apuntan a buenas rentabilidades futuras. Un sector para aprovechar oportunidades vía mercado de capitales es el financiero, que vive un proceso de transformación ligado a la reforma de las pensiones y al desarrollo de los fondos mutuos, que ampliarán el acceso a los mercados de capitales.

En Perú, Mario Velásquez, vicepresidente de CFA Society Perú, y director ejecutivo de JP Morgan en el país, habló de las oportunidades en dólares, pues es un mercado «bimoneda».  Su estabilidad institucional y monetaria se refleja en la apreciación acumulada del sol —un 8% en lo que va del milenio—.

Argentina: energía, minería, finanzas y deuda corporativa con peso político de fondo

A diferencia de los países desarrollados donde la macroeconomía pesa más que la política, en Argentina el 80% del ciclo responde a factores políticos y puede considerarse que el ciclo actual ya empezó con Macri en 2015. «Aquella etapa terminó de manera desordenada por el gradualismo fiscal y un shock monetario, fue seguida por un ciclo interrumpido durante la pandemia y culminó con una inflación mensual de dos dígitos bajo el gobierno de Alberto Fernández. En medio de ese deterioro y de una profunda transferencia de riqueza, emergió Milei con un programa pragmático que sorprendió al mercado por su agresiva consolidación fiscal, su rápida vuelta al equilibrio y un reordenamiento macro que muchos dudaban que la sociedad estuviera dispuesta a tolerar», indicó Mariano Fiorito, Country Head Argentina y Uruguay de Schroders. Los recientes acontecimientos confirmaron un apoyo más amplio del esperado y pavimentaron el nuevo ciclo, con el apoyo de EE.UU. Junto con los avances estructurales, entre ellos el impulso de Vaca Muerta y la mayor visibilidad sobre la capacidad de pago gracias al swap de dólares, el país ingresa en una etapa que podría traducirse en una caída sostenida de la inflación y un regreso pleno a los mercados internacionales, describía el experto.

Con todo, los desafíos persisten. «El país deberá demostrar que puede sostener la estabilidad fiscal, controlar la inflación y acumular reservas sin caer en sobrerreacciones que perjudiquen el proceso. La confianza del mercado global será clave para financiar sectores de capital intensivo como la minería o Vaca Muerta». Las reformas estructurales, especialmente la laboral, serán determinantes para reducir una informalidad superior al 50% y para dinamizar la creación de empleo. «En paralelo, hay oportunidades en energía, minería, tecnología y capital humano, donde Argentina podría posicionarse como hub regional», dijo.

Profundizando en las oportunidades, indicó que la inversión extranjera directa negativa empieza a revertirse, especialmente en energía y minería. «Vaca Muerta podría generar hacia 2030 un aporte comparable al del agro; la minería, que comparte potencial con Chile, ofrece una oportunidad excepcional», añadió. En el plano financiero, el país está a las puertas de una revolución: «Mercado Libre transformó los pagos, la relación crédito/PIB es apenas del 17%, prácticamente no existe mercado hipotecario y actores como Revolut y el propio Mercado Libre avanzan hacia la obtención de licencias bancarias. El agro seguirá siendo un pilar, pero el futuro se construirá sobre energía, minería y servicios financieros, ahí está todo por hacer», indicó. Por otra parte, la deuda corporativa se presenta como un activo especialmente atractivo, con retornos del 8% al 10% en dólares, compañías disciplinadas: «La relación riesgo-retorno es equilibrada y merece la pena mirar», apostilló.

Pulso al emprendimiento femenino como motor de riqueza generacional

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Hablar de emprendimiento femenino no es una cuestión de equidad sino de una fuerza económica capaz de transformar el tejido social y generar riqueza sostenible en el tiempo. PwC calcula que el aumento de participación femenina en emprendimiento ya aporta 4.500 millones de dólares adicionales por país y año en la OCDE, proyectando 15.100 millones anuales extra hasta 2030.

¿Cómo impactará el rol de la mujer emprendedora en la generación de riqueza a medio y largo plazo? ¿En qué sectores hay mayor proporción de riqueza generada por mujeres? ¿Cuáles son las principales barreras que limitan el crecimiento de negocios liderados por mujeres? Todas estas cuestiones son claves para tomar el pulso al emprendimiento femenino como motor de riqueza generacional hoy, 19 de noviembre, día elegido por las Naciones Unidas para visibilizar el esfuerzo de las mujeres emprendedoras y concienciar sobre los obstáculos que afrontan.

A juicio de Beatriz Oreja, CFA, Private Equity Specialist en CA Indosuez Wealth Management (en la primera foto), “el emprendimiento femenino contribuye a una mayor estabilidad económica en las familias al haber una mayor fuente de ingresos y, por lo tanto, mayor resiliencia en entornos económicos de crisis. A nivel generacional, hemos logrado una sociedad en el que el rol de la mujer no está acotado ni penalizado en términos de coste laboral para las empresas”.

Por su parte, Alejandra Hernández, directora general de atl Capital (segunda foto), considera que “el emprendimiento permite que cada generación herede mayor autonomía económica, también enriquece la estructura productiva del país”.

Nos encontramos en un punto de inflexión, en una  reconfiguración fundamental de quién crea riqueza y cómo se distribuye. Las empresas fundadas hoy por mujeres serán los conglomerados del mañana, los family offices del futuro y la base de la riqueza generacional de las próximas décadas.

Es así como Gabriela Orille, business angels reconocida por el universo de startups español y fundadora de MyInvestor (tercera foto), resalta que el papel de la mujer emprendedora en la generación de riqueza puede reflejarse en tres ámbitos:

  • Para inversores, representa una oportunidad única, pues las startups lideradas por mujeres están infravaloradas e infrafinanciadas, aun cuando generan mejores retornos.
  • Para gobiernos, son una palanca de crecimiento económico con retornos medibles.
  • Para la sociedad, son la promesa de una economía más diversa, resiliente e innovadora.

El poder de los datos para visibilizar el emprendimiento femenino

La riqueza creada por mujeres crece más rápido que el promedio. McKinsey reporta en su artículo «La nueva cara de la riqueza: el auge de la mujer inversionista» que “entre 2018 y 2023, la riqueza financiera mundial aumentó un 43%, mientras que la cantidad de riqueza controlada por mujeres aumentó un 51%”.

En ese mismo informe se estima que en 2023 las mujeres controlaban aproximadamente 60 billones de dólares en activos bajo gestión. Además, proyectan que su participación seguirá creciendo: por ejemplo, en la UE alcanzarían entre el 40% y el 45% de los activos invertibles para 2030.

Las mujeres representan actualmente solo el 10% de los individuos con patrimonios superiores a 100 millones de dólares, según Deloitte. Sin embargo, ya gestionan el 15% de los family offices con ese nivel de riqueza, lo que indica que muchas administran fortunas creadas a través del emprendimiento propio o familiar.

Y una lluvia de cifras… La proporción de mujeres entre el segmento ultra-ricos (UHNWI) ha crecido en los últimos años, según un estudio de Julius Baer de 6,5% en 2010 a ~11% en 2023, matiza Hernández, quien además explica que el perfil dominante sigue siendo el de herederas o viudas con patrimonio consolidado.

En España, según BBVA Spark, Cataluña tiene 342 mujeres fundadoras, lo que representa el 30% del total de fundadoras del país, y Madrid 318 mujeres fundadoras (28%) que representan el pipeline de futuras empresarias ultra-ricas por mérito propio.

Emprendimiento en los sectores económicos

Si hablamos de sectores con mayor proporción de riqueza generada por mujeres, contrario a lo que muchos asumen, las emprendedoras no se concentran principalmente en tecnología, fintech o lujo. Según el informe de Deloitte Global & TiE 2024, el 24% emprende en salud y farmacia, el 17% en educación, el 16% en retail y servicios, solo un 13% en tecnología digital.

En ello coincide Oreja, pues “los sectores en los que hay mayor proporción de riqueza generada por mujeres son sanidad y educación”. En el ámbito de tecnología y finanzas todavía hay una mayor predominancia masculina, especialmente en los altos cargos, aunque es cierto que esto está evolucionando.

Hernández subraya al respecto que la presencia femenina es, claramente minoritaria, en el sector financiero. “No deja de sorprenderme, especialmente en segmentos como la banca privada, donde la empatía con el cliente y la creación de vínculos cercanos son esenciales, competencias que en general suelen atribuirse más a las mujeres”.

En España, las emprendedoras tienen un bagaje universitario muy diverso: 34% estudiaron ingeniería, 32% ciencias sociales y 20% ciencias de la salud. Sin embargo, persiste una brecha tecnológica significativa: solo el 9% de las empresas lideradas por mujeres operan en sectores tecnológicos d nivel medio-alto, comparado con el 16% de las lideradas por hombres.

Lo verdaderamente notable es la capacidad innovadora. Más del 30% de las empresas nuevas fundadas por mujeres introducen innovaciones en productos o procesos, casi duplicando la tasa de empresas establecidas. Esto demuestra que, aunque menos presentes en tecnología pura, las emprendedoras están revolucionando todos los sectores donde operan.

Además, la innovación se multiplica. Accenture demostró que las empresas con culturas que empoderan a las mujeres tienen seis veces más capacidad de innovación. El impacto de esta cultura en la innovación es 42 veces mayor que subir los salarios un 10%.

Superando barreras, las mujeres facturan

Cuando las mujeres emprenden, no sólo crean ingresos inmediatos, sino que tienden a reinvertir en educación, salud y bienestar de sus familias y comunidades. Esta lógica genera un círculo virtuoso que impacta directamente en la acumulación de capital humano y, por ende, en la riqueza generacional.

Sin embargo, aún existen barreras estructurales que limitan el crecimiento de negocios liderados por mujeres. La más crítica es el acceso a financiación. En segundo lugar, sesgos de género. Durante la pandemia, las empresas lideradas por mujeres tuvieron el doble de probabilidad de ser rechazadas en solicitudes de préstamos bancarios, explica Orille, quien matiza “el problema va más allá del dinero. Solo el 33% de las mujeres cree tener las capacidades necesarias para emprender, frente al 50% de los hombres. El 45% teme al fracaso, comparado con el 35% masculino”. Por último, Oreja apunta la dificultad para la conciliación trabajo / familia.

“El emprendimiento femenino transforma de un modo silente la economía global. No hablamos de herencias o transferencias de riqueza, sino de mujeres que construyen empresas desde cero y generan patrimonio nuevo que antes no existía”, reflexiona Orille.

Impulsar el emprendimiento femenino no debe entenderse como una política de nicho, sino como una estrategia económica de alto retorno. Países y regiones que han fortalecido programas de capacitación, crédito inclusivo y liderazgo femenino muestran un incremento significativo en productividad y diversificación económica. McKinsey en su estudio Power of Parity señala que cerrar las brechas de género en emprendimiento añadiría 12 billones de dólares al PIB mundial para 2025. Cada mujer que emprende con recursos y apoyo adecuados se convierte en una generadora de empleo, de nuevas cadenas de valor y de innovación social.

Tribuna de Cristina Murgas Aguilar, periodista y Managing Partner de Bonsái Consultores.

Patricia Jurado Martín, nueva Marketing Manager de Vanguard en España

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LinkedInPatricia Jurado Martín, Marketing Manager de Vanguard en España.

Vanguard sigue dando forma a su equipo en España. En esta ocasión, la gestora estadounidense ha fichado a Patricia Jurado Martín como nueva Marketing Manager, según ha podido confirmar Funds Society.

Esta contratación llega tras la incorporación a principios de mes de Greta Galdós y Juan Acevedo y confirma el compromiso de la gestora en el mercado español. 

Como responsable de Marketing, se encargará de diseñar e implementar la estrategia comercial y de marca de Vanguard en España, y se integrará en el equipo de Pablo Bernal, Country Head para España de Vanguard.

Jurado se une a Vanguard desde Capital Group, donde ha desarrollado su carrera profesional los últimos diez años. En concreto, ha desempeñado diversas funciones en el departamento de Marketing desde 2019.  Según su perfil de LinkedIn, anteriormente trabajó en Mercuria Energy Trading y en el despacho Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, en Bruselas y en Madrid.

Mercado de crédito: cambio de paradigma y posibles riesgos ocultos

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En opinión de algunas gestoras, el mercado de renta fija vive un claro cambio de paradigma con respecto al riesgo implícito de los activos (spreads de crédito), con una cantidad cada vez mayor de empresas financiándose a tipos más bajos que sus Estados de referencia. 

“En  Europa más de 80 corporaciones se financiaban en septiembre a tasas más bajas que algunos bonos soberanos. Un ejemplo es Airbus, cuyos bonos a 5 años tienen un rendimiento inferior al de los OAT del Gobierno francés a un lustro. En EE.UU. también estamos viendo casos, como el de Microsoft, financiándose al 4,11% frente al Treasury al 4,12%. Esto se justifica por el apoyo estatal a determinados sectores, como defensa o tecnología/IA, y a la percepción de mayor estabilidad en la gestión de compañías privadas frente a la inestabilidad política que están viviendo algunos gobiernos, la cual, puede afectar a la financiación de los Estados”, explica David Montoya, Fixed Income Client Portfolio Manager de La Française.

Según su análisis del mercado actual de high yield, las curvas entre el crédito europeo y el estadounidense han mejorado su pendiente hasta los 7-8 años, ofreciendo oportunidades potenciales para aprovechar el «carry» y el «roll down». Sin embargo, reconoce que debido a la volatilidad en la parte larga de tipos, es poco interesante ir más allá de los 5 años. 

“Los niveles de default para el segmento de crédito high yield, el de mayor riesgo, se mantienen bajos: 1,2% en EE.UU., 1,5% en Europa, con previsiones cercanas al 2%. El distress ratio también es bajo, lo que sugiere un entorno crediticio saludable que permite aprovechar el “carry”. No obstante, los spreads de crédito se encuentran en niveles bajos y es probable que aumente la dispersión sectorial y según la calificación crediticia. En caso de que los spreads se amplíen moderadamente podríamos ver un comportamiento inferior de los sectores cíclicos en relación con los no cíclicos, así como entre los emisores de peor calidad crediticia (CCC) en relación con los de mejor calidad (BB). Por ello, el posicionamiento será clave en los próximos meses, que prometen ser volátiles”.

Los riesgos ocultos

Cambio de paradigma o no, los gestores consideran que el ciclo actual se caracteriza por su duración excepcional, con diferenciales en mínimos históricos y tasas de impago muy bajas.. Pero algunas gestoras se preguntan si esto es realmente así o si hay ciertas dinámicas que suponen un riesgo oculto.

El primero en pronunciarse es Mauro Ratto, cofundador y codirector de inversiones, Plenisfer Investments (parte de Generali Investments), quien ve un riesgo en la correlación entre la menor frecuencia de impagos y la creciente prevalencia de operaciones no convencionales de gestión de pasivos corporativos. “Entre ellas se encuentran las operaciones de uptiering, cada vez más comunes en Estados Unidos y ahora también en Europa. La creciente relevancia de este tipo de operaciones también debe evaluarse teniendo en cuenta el aumento del volumen de la deuda privada, estimado actualmente en unos 2 billones de dólares, ya que la gran disponibilidad de capital para invertir en el mercado aumenta exponencialmente el riesgo de deterioro de la calidad crediticia y de los criterios de concesión de préstamos”, argumenta Ratto. 

Otro factor de riesgo que observa Ratto en el crédito de alto rendimiento se refiere al fenómeno creciente de las emisiones destinadas a distribuir dividendos a los accionistas, las denominadas “recapitalizaciones de dividendos”. En su opinión, históricamente marginales en el total de emisiones de alto rendimiento, estas operaciones han cobrado mayor importancia en 2025, alcanzando a principios de verano el 8% de las emisiones europeas de alto rendimiento y aproximadamente el 5% en Estados Unidos. Y, al mismo tiempo, se han reducido las adquisiciones apalancadas y las salidas a bolsa de empresas respaldadas por capital privado.

“La consecuencia para los fondos es una menor capacidad para devolver el capital a sus inversores, una dificultad que se mitiga mediante operaciones de recapitalización de dividendos. Estas transacciones permiten a los fondos distribuir efectivo sin perder el control de las empresas, aunque a costa de aumentar el apalancamiento global y los riesgos asociados a la sostenibilidad de la deuda y los flujos de caja futuros. Esta tendencia exige a los inversores prestar más atención a la calidad real de la deuda y a la sostenibilidad de la estructura de capital del emisor, yendo más allá de las meras calificaciones o los niveles de diferencial a la hora de analizar las oportunidades de inversión”, añade Ratto. 

También en crédito privado

“Cautela” y “selección” también son dos palabras que resuenan en el mercado de crédito privado. “Desde la perspectiva del inversor, es fundamental analizar todo el espectro de liquidez. Lo primero es determinar si se está siendo adecuadamente compensado por asumir una menor liquidez. A lo largo del abanico crediticio, cuanto mayor es la sensibilidad económica de un activo, menor es su calidad y mayor debe ser el diferencial que exigimos como inversores”, señala Dan Ivascyn, CIO de PIMCO.

En opinión de Ivascyn, aunque venimos de varios años de sólidos rendimientos en crédito, los diferenciales están ajustados: “Hemos visto un fuerte crecimiento en algunas de las áreas más sensibles del mercado, tanto en los préstamos bancarios —considerados más públicos— como en el crédito privado, como los préstamos directos a empresas de tamaño medio. Dada esta expansión y el deterioro observado en los estándares de suscripción, no debería sorprender que empiecen a aparecer algunos problemas crediticios. Creemos que ciertas áreas del mercado que han crecido demasiado rápido podrían acabar decepcionando a los inversores”.

Para poner en perspectivas este mercado, Pierre Pincemaille, secretario general de inversiones en DNCA, afiliada de Natixis IM, apunta un par de datos: «La cifra es vertiginosa: 1,7 billones de dólares. Ese es el tamaño del mercado mundial de deuda privada, un segmento del mercado de bonos que ha experimentado un crecimiento excepcional en los últimos cinco años, especialmente en Estados Unidos, donde ahora alcanza el billón de dólares». En su opinión, las quiebras de Tricolore y First Brands -firmas del sector automovilístico- han aumentado la inquietud de los inversores.

«Siguiendo el patrón clásico de ‘vender primero, pensar después’, los inversores han reducido su exposición al segmento más arriesgado del crédito corporativo de alto rendimiento, lo que ha provocado un aumento de los diferenciales. En cuanto a la renta variable, han ajustado sus posiciones en gestoras de activos privadas y acciones bancarias. La falta de detalles sobre la exposición de los bancos a las NDFI hace que la actual temporada de resultados trimestrales sea aún más crucial para identificar a los perdedores de esta secuencia. En términos más generales, cabe señalar que el factor calidad en Europa ha tenido un rendimiento significativamente inferior en 2025, a pesar de la resistencia de los beneficios en ese segmento. La configuración actual de los mercados de renta variable, caracterizada por valoraciones elevadas e indicadores técnicos ajustados (distancia con respecto a las medias móviles de 50 días), debería llevar naturalmente a los inversores a revisar este tema de cara a 2026″, explica Pincemaille.

Noviembre de contrastes: optimismo y mayor riesgo de burbuja en la IA

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La última encuesta global a gestores de Bank of America muestra un tono optimista respecto al crecimiento, lo cual se traduce en una mayor asignación a activos de riesgo, pero también pone de manifiesto una serie de alertas: el 63% de los encuestados considera que las acciones están sobrevaloradas, que hay poco margen para subida adicional ante el poco efectivo disponible en las carteras, que existe un riesgo de burbuja en IA, y que hay una fuerte dependencia de que la Fed recorte tasas para mantener el impulso del mercado.

La encuesta de noviembre muestra un claro escenario de luces y sombras. Por un lado, se ha producido una mejora en las expectativas de crecimiento global, ya que una mayoría cree en un aterrizaje suave. En concreto, cuando se les preguntó sobre el resultado más probable para la economía mundial durante el próximo año, el 53% espera un aterrizaje suave, el 37% no espera ningún aterrizaje (la mayor proporción desde enero de 2025) y solo el 6% espera un aterrizaje brusco. 

Optimismo también 2026

Otro dato que muestra el optimismo de los inversores es que las expectativas sobre el crecimiento mundial se tornaron positivas (del -8% neto al 3% neto) en noviembre por primera vez este año. En cambio, el dato sobre el nivel de cash en las carteras tiene esta vez una doble lectura: el nivel de cash en las carteras cayó a 3,7%, lo que según BofA activa una señal de “venta”; es decir, que puede haber poco margen para subida adicional si ya hay poco efectivo disponible para entrar.

Este optimismo se extiende a su visión sobre 2026, tanto en términos de sentimiento como de posicionamiento. Según los gestores globales, el desarrollo más alcista en 2026 sería el aumento generalizado de la productividad gracias a la IA (43%), seguido de una aceleración del crecimiento económico de China (24%). En cambio sobre el desarrollo más bajista, el 45% señaló inflación y subidas de tipos de la Fed, seguido de una desaceleración en la inversión en capex de IA (26%).

Respecto al posicionamiento de las carteras, el 37% de los gestores espera que los mercados emergentes (MSCI EM) superarán al resto en 2026, mientras que solo un 3% cree que el FTSE 100 tenga un desempeño superior a otros índices. “En divisas, el 30% espera que el yen japonés sea la divisa con mejor rendimiento en 2026, seguido del oro con un 26%, y solo el 3% espera que la libra esterlina tenga un mejor desempeño”, añaden desde la entidad. 

Las sombras

Si miramos la otra cara de la moneda, la encuesta revela algunas señales de alerta. Por ejemplo, preguntados por el mayor riesgo de cola para la economía y los mercados, el 45% de los encuestados afirmó que “una burbuja de IA”; un porcentaje superior al 33% registrado el mes pasado. Además, el 53% cree que las acciones de IA ya están en una burbuja, rebajándose ligeramente el sentimiento de octubre. 

“Cabe destacar que un récord del 63% de los participantes del FMS cree que los mercados globales de renta variable están actualmente sobrevalorados, frente al 60% del mes pasado. La buena noticia es que el 53% de los inversores del FMS piensa que la IA ya está aumentando la productividad, y 15% afirma que el impulso de productividad por la IA llegará en 2026, y un 27% dice que llegará más adelante”, explican desde la entidad. 

También llama la atención que, por primera vez desde agosto de 2005, una mayoría -el 20% neto- de los encuestados dice que las empresas están sobreinvirtiendo; “este salto está impulsado por preocupaciones sobre la magnitud y la financiación del auge de capex en IA”, matizan.

Sobre estas “sombras”, la encuesta muestra que, preguntados por la fuente más probable de un evento de crédito, el 59% señaló a “private equity/private credit”, la mayor convicción sobre el origen de un evento sistémico de crédito desde que comenzamos a hacer esta pregunta en 2022. Además, ven claro que si la Fed no recorta los tipos de interés en diciembre, los mercados  podrían quedar expuestos a movimientos de riesgo.

 

Posicionamiento de las carteras

Sobre cómo se refleja todo esto en el posicionamiento de las carteras, la principal conclusión de la entidad es que las asignaciones están “netamente sobreponderadas en acciones globales y en materias primas”. Según destaca la entidad, estamos ante el mayor nivel de sobreponderación en materias primas desde septiembre de 2022.

Entre los cambios realizados en noviembre, los inversores aumentaron su asignación a salud, bonos, consumo básico y bancos y redujeron su asignación a consumo discrecional, telecomunicaciones, industriales y acciones del Reino Unido. 

De cara a 2026, el 45% de los encuestados espera que los rendimientos del Treasury estadounidense a 10 años se sitúen en el rango del 4,0% al 4,5% para finales de 2026, mientras que solo el 1% cree que los rendimientos cerrarán 2026 por debajo del 3%, y únicamente el 3% piensa que terminarán por encima del 5%.

En cambio, sobre el euro, el 48% espera que el dólar estadounidense cotice entre 1,10 y 1,20 frente al euro a finales de 2026, y un 2% que el dólar/euro caiga por debajo de 1 y solo el 2% espera que suba por encima de 1,30.

Por último, sobre el S&P 500, destaca que el 43% espera que el índice cierre 2026 en el rango de 7000-7500 y un 9% que cierre 2026 por debajo de 6000, mientras que únicamente el 1% cree que terminará el año por encima de 8000.

“EYSA es un ejemplo representativo de nuestra estrategia de private equity en descarbonización ya que responde a los desafíos urbanos actuales”

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Foto cedidaDavid Martín y Christian Rouquerol, co-heads de Iberia en Tikehau Capital

Más de 50.000 millones de euros en activos bajo gestión y una fuerte apuesta por la inversión temática han consolidado a Tikehau Capital como uno de los actores más activos en la inversión de capital en megatendencias en Europa como la agricultura regenerativa, la ciberseguridad, el aeroespacial y defensa, y la transición energética. A través de su estrategia de private equity en descarbonización, la firma ha realizado operaciones emblemáticas como la adquisición de EYSA, dirigida por el equipo de Iberia, y el vehículo de continuación de Egis ——empresa global de arquitectura, consultoría, ingeniería de construcción, operaciones y servicios de movilidad—, ambas orientadas a descarbonizar sectores críticos como la movilidad y las infraestructuras. David Martín, Co-Head de Iberia y Head of Private Equity, y Christian Rouquerol, Co-Head de Iberia y Head of Sales Iberia & LatAm, comparten la tesis inversora que guía esta estrategia temática y el papel clave del capital privado en este proceso.

¿Qué papel juega el private equity temático en la transformación climática, y cómo articula Tikehau Capital esta estrategia?

En Tikehau Capital concebimos el private equity como una palanca transformadora que va más allá del capital. Aporta estructura, gobernanza y visión industrial. En el contexto de la transición energética, esto es clave para escalar soluciones tecnológicas ya maduras que necesitan respaldo financiero y estratégico para consolidarse. Desde 2013, desplegamos una estrategia temática de descarbonización con doble enfoque: sectorial —movilidad, energía, construcción, industria— y de soluciones —eficiencia energética, electrificación, insumos bajos en carbono y adaptación climática—. Nos centramos en compañías mid-market con modelos operativos sólidos, entre 20 y 100 millones de EBITDA, que cuenten con liderazgo comprometido y potencial de crecimiento internacional. El objetivo es construir carteras con empresas que generan retorno y contribuyen activamente a los objetivos climáticos europeos.

¿Cómo se traduce esta tesis en operaciones concretas como la adquisición de EYSA?

EYSA es una compañía que actúa sobre uno de los principales focos de emisiones en Europa: la movilidad urbana e interurbana. Trabaja con administraciones públicas y concesionarias privadas para digitalizar y fomentar infraestructuras sostenibles, contribuyendo a la optimización del tráfico, la reducción de emisiones y a la mejora de la seguridad vial. Nos atrajo su capacidad de ejecución en entornos reguladores complejos, su enfoque tecnológico aplicado y su trayectoria de crecimiento inorgánico mediante adquisiciones como Tradesegur o Net4things. Además, su presencia en más de 30 países la convierte en una plataforma con vocación europea y proyección internacional.

Es un ejemplo representativo del tipo de compañía que buscamos: con impacto tangible, visión industrial clara y capacidad para escalar soluciones que respondan a los desafíos urbanos actuales.

¿Qué diferencial ofrece un fondo temático de descarbonización a los inversores institucionales?

Un fondo temático permite acceder a una megatendencia estructural —la transición energética— con una tesis clara, criterios de elegibilidad definidos y una cartera especializada. Frente a estrategias más generalistas, ofrece coherencia, trazabilidad y alineamiento explícito entre rentabilidad financiera y sostenibilidad. En nuestro caso, además esa especialización viene acompañada de una enorme convicción alrededor de la temática. Y esta convicción se demuestra con la coinversión de la propia firma con nuestros clientes desde el propio balance, lo cual refuerza aún más esa alineación de intereses… y es que el 78% del capital propio de nuestro balance está invertido junto a nuestros clientes. Para muchos LPs, esta combinación de retorno, impacto y transparencia representa una propuesta diferencial, especialmente en un contexto regulatorio y de mercado cada vez más exigente en materia ESG.

¿Cómo se estructura el acompañamiento estratégico a compañías como EYSA?

Nuestra implicación va más allá del capital. Acompañamos a las compañías desde un enfoque industrial, con visión a largo plazo. EYSA continuará liderada por su equipo directivo, mientras que nosotros aportamos el acompañamiento, rodeando a la compañía de los recursos, visión sectorial y la capacidad de llegada internacional a través de nuestra presencia en 17 países.

Queremos acelerar su crecimiento en dos direcciones: consolidación internacional en mercados estratégicos y desarrollo de nuevas soluciones digitales, especialmente aquellas basadas en datos e inteligencia artificial aplicadas a la movilidad urbana. Buscamos construir un líder europeo en soluciones de movilidad inteligente y sostenible, sin perder la base operativa que lo ha hecho diferencial. Egis representa una inversión de perfil diferente al de EYSA.

¿Cómo encaja en vuestra estrategia y qué valor aporta como plataforma paneuropea?

Egis actúa desde el núcleo de las infraestructuras críticas. Desde nuestra entrada en 2022 hemos acompañado su evolución liderando una estrategia de inversión que incluye, como coinversores principales, un consorcio formado por Apollo S3 y una filial propiedad al 100% de Abu Dhabi Investment Authority («ADIA»), y Neuberger Berman (fondos gestionados en nombre de clientes). Este año se ha reforzado con un continuation fund de más de 1000 millones de euros. En tres años, Egis ha duplicado su EBITDA y ha reforzado su huella internacional, lo que confirma su capacidad para crear y gestionar infraestructuras y edificios inteligentes que respondan a la emergencia climática y contribuyan a un desarrollo territorial más equilibrado, sostenible y resiliente. Para nosotros, invertir en Egis es apostar por la arquitectura operativa de la transición: una plataforma con capacidad global, visión técnica y una cultura de ejecución robusta.

¿Qué rol juegan este tipo de plataformas —como Egis o EYSA— en la ambición europea de soberanía estratégica y resiliencia industrial?

Europa necesita reforzar su soberanía energética, su resiliencia industrial y su capacidad de respuesta ante desafíos climáticos. Compañías como Egis y EYSA contribuyen directamente a esos objetivos. Egis lo hace a través de ingeniería, planificación urbana y grandes infraestructuras. EYSA desde la movilidad urbana y la digitalización del espacio público. Ambas permiten canalizar capital hacia sectores estratégicos que requieren escala, innovación y visión a largo plazo.

¿Qué aprendizajes recientes habéis incorporado en operaciones como EYSA o Egis?

El primero: que impacto y rentabilidad no solo son compatibles, sino complementarios. El segundo: que la coinversión genera niveles de implicación muy superiores. Y el tercero: que las relaciones inversoras más valiosas son las que evolucionan con el tiempo. La reinversión en Egis mediante un continuation fund es un buen ejemplo porque nos permite ampliar la exposición y, a la vez, consolidar una alianza industrial que ya ha demostrado su capacidad transformadora.

¿Cómo está evolucionando el perfil de las compañías objetivo? ¿Observáis un cambio en el mid-market europeo?

Sí, y es significativo. Las compañías mid-market están más profesionalizadas, más digitalizadas y con una cultura ESG cada vez más integrada. Ya no se trata solo de cumplir con regulaciones, sino de competir en sectores donde la sostenibilidad aporta ventaja competitiva. Esto mejora la calidad del dealflow y permite un alineamiento estratégico desde las primeras conversaciones. En ese sentido, el momento actual es muy propicio para el private equity temático: hay oportunidades reales de construir desde dentro y escalar compañías que serán clave en la transformación de sus respectivos sectores.

La resiliencia del mercado y los riesgos geopolíticos reordenan las estrategias de los institucionales

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A las puertas de 2026, y a pesar de un entorno marcado por aranceles, conflictos geopolíticos y disrupciones en las cadenas de suministro, los mercados globales han demostrado una notable resiliencia en 2025, con la mayoría de los índices registrando rendimientos de doble dígito por tercer año consecutivo. Sin embargo, los resultados de la encuesta Global 2026 Institutional Outlook* de Natixis IM sugieren que los mercados podrían quedarse sin impulso en el nuevo año, ya que el 74% considera que están próximos a una corrección.

Para los encuestados, la geopolítica ha estado en el centro de las preocupaciones en los últimos cinco años, y ahora el riesgo geopolítico encabeza la lista de inquietudes económicas, señalado en primer lugar por el 49% del total de los participantes. Ante una política arancelaria impredecible, la erosión de las normas de seguridad global y la influencia de China, el 73% de los encuestados a nivel global cree que la disfunción política es una amenaza creciente para la estabilidad del mercado.

La preocupación macroeconómica no es menor. Dos tercios de los encuestados (66%) temen que el crecimiento débil sea la antesala de una recesión. Otro aspecto relevante es que para 2026, los inversores consideran que el consumo no actuará como motor, situando al consumo discrecional (18%) y al consumo básico (22%) como los sectores con menor potencial. “Los participantes del mercado afrontan numerosos obstáculos en el próximo año y se anticipa un aumento de la volatilidad en prácticamente todos los activos. En un ciclo como este, donde la dispersión aumenta, la gestión activa y la diversificación vuelven a ser fundamentales y constituyen la clave para generar valor  para las carteras. En estas circunstancias, la reacción de los inversores pasa por enfocarse en la adaptabilidad y la gestión del riesgo”, señala Javier García de Vinuesa, Country Head de Natixis IM para España.

Incertidumbre y oportunidades

Según destaca la encuesta, no se espera un camino fácil para ningún mercado: el resultado global de la encuesta refleja que los inversores prevén un aumento de la volatilidad en renta variable (59%), renta fija (38%) y divisas (46%). Sin embargo, dentro de esta incertidumbre identifican áreas de fortaleza relativa y nuevas oportunidades, guiadas por las tendencias actuales y las dinámicas regionales.

En cuanto a mercados, el sentimiento de los institucionales muestra un menor interés por Estados Unidos, con un 75% que planea reducir (32%) o mantener (44%) su asignación a renta variable estadounidense. En su lugar, el 89% aumentará (44%) o mantendrá (46%) la asignación a renta variable de Asia-Pacífico, y el 85% aumentará (40%) o mantendrá (44%) la exposición a renta variable europea.

Por otro lado, también se observan oportunidades derivadas de las tensiones geopolíticas, con el 77% de las instituciones en Europa y el 81% en Norteamérica siendo optimistas respecto al sector defensa. En general, el 65% considera que el aumento del gasto militar impulsará el crecimiento en los mercados desarrollados y generará nuevas oportunidades en los mercados privados. Asimismo, los emergentes también se reevalúan: la mitad de los inversores cree ahora que India superará a China como principal destino de inversión en este segmento del mercado.

El documento concluye que al buscar nuevas vías de diversificación, muchos institucionales están reconsiderando su postura sobre las criptomonedas: el 33% ya invierte en cripto, frente al 18% en 2024. Además, el 94% de quienes ya están invertidos planea mantener (58%) o aumentar (36%) su asignación. Hace solo un año, el 65% opinaba que las criptomonedas no eran una opción legítima para instituciones; hoy, casi la mitad (49%) afirma que sí lo son.

Inversiones sostenibles

El informe también pone de manifiesto que, entre acusaciones de greenwashing, escepticismo y reacciones políticas, la inversión sostenible ha enfrentado numerosos desafíos. No obstante, al buscar mejorar la rentabilidad ajustada al riesgo, el 58% de los inversores institucionales españoles afirma que hay alfa por capturar en las inversiones ESG.

Ahora bien, en la mayoría de los casos, la integración sigue siendo la estrategia preferida, incorporando la sostenibilidad en el proceso de inversión junto al análisis fundamental. Así, a pesar de la  convicción sobre la capacidad de la sostenibilidad para general alfa, el 51% de los inversores institucionales encuestados indica que el ESG sigue siendo importante. “La inversión sostenible continúa vigente, pero adopta nuevas formas”, determina el informe.

Visión positiva sobre la IA

Por último, el informe indica que, pese a la cautela, las instituciones mantienen una visión positiva sobre la IA. “Aunque la tecnología y la IA han impulsado los mercados a nuevos máximos, el ánimo entre las instituciones globales es cada vez más cauteloso”, apuntan. Se observa que un 46% de los encuestados teme una burbuja de IA y el 35% a nivel global prevé que estallará en 2026. Además, el 69% cree que los avances significativos en IA aumentarán el riesgo de concentración en las Bolsas, y el 64% teme que una desaceleración de la inversión en Capex pueda frenar el crecimiento de los mercados.

En términos globales, los inversores siguen siendo mayoritariamente optimistas sobre las perspectivas de la IA: el 65% espera que el sector vuelva a impulsar el crecimiento. En línea con los mercados públicos, la tecnología también es un eje central en los planes de inversión privada, con un 52% enfocado en oportunidades relacionadas con la IA.

Además, la IA ya se integra en sus prácticas internas: el 68% de los encuestados afirma que está ayudando a detectar oportunidades de inversión antes invisibles, y el 49% dice que les permite identificar riesgos en cartera. En el lado menos favorable, el 41% considera que la IA es solo una herramienta útil, y el 64% teme que la sustitución de roles junior por IA esté afectando negativamente al desarrollo del talento a largo plazo.

Finance Week 2025: innovación, talento y futuro en el sector financiero

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La Finance Week 2025 ha arrancado con éxito su primera jornada en Barcelona, consolidándose como la plataforma de referencia del ecosistema financiero. Organizado por CMS People, el Opening Day reunió a profesionales de bancos, fintechs, servicers y proveedores tecnológicos, con el objetivo de analizar los retos que marcarán el futuro del sector, compartir conocimiento y generar nuevas conexiones estratégicas en un entorno cada vez más digital y competitivo.

La sesión inaugural incluyó una ponencia sobre cómo competir con los gigantes de la inteligencia artificial, destacando que la innovación en el sector financiero no se limita a la adopción de tecnología, sino que implica repensar modelos de negocio, culturas organizativas y estrategias para generar confianza en un contexto de cambio constante.

Estrategia, regulación y tecnología en la transformación del sector

Otro de los debates de la jornada se centró en cómo la evolución del modelo de negocio está impulsando a las organizaciones hacia estructuras más ágiles y orientadas a los datos, manteniendo al mismo tiempo la cercanía con los clientes. Este proceso está consolidando nuevos esquemas de operación omnicanal que combinan presencialidad y digitalización, con una disponibilidad continua y una identidad corporativa adaptada al entorno actual.

En este contexto se analizaron los nuevos perfiles profesionales que están emergiendo, agrupados en tres áreas: personalización, experiencia y tecnología. Los perfiles centrados en personalización utilizan datos avanzados para ajustar productos y servicios; los orientados a experiencia trabajan en optimizar la interacción con clientes y empleados; mientras que los especialistas tecnológicos gestionan infraestructuras complejas, aplicaciones móviles, canales de pago, ciberseguridad y arquitecturas que integran hardware especializado, modelos de lenguaje y nuevas aplicaciones basadas en IA. Esta combinación es clave para garantizar operaciones seguras, eficientes y escalables.

También se subrayó la importancia de competencias transversales (orientación al logro, colaboración, adaptabilidad y agilidad de aprendizaje) que permiten tomar decisiones estratégicas en un entorno de cambio permanente.

Innovación: un camino que recién empieza

A pesar de la sensación extendida de que ya está todo inventado, se puso de manifiesto que los próximos años ofrecerán un amplio margen para innovar y evolucionar. Nuevas capacidades tecnológicas (como los vehículos autónomos, los bots de atención al cliente, la robótica en movimiento cada vez más humanizada, los avances en hardware, la potencia de los modelos de lenguaje y las aplicaciones que combinan estas tecnologías) abren oportunidades para transformar procesos, repensar operaciones y construir soluciones que hace apenas unos años parecían inalcanzables. El reto, más que tecnológico, será de visión estratégica: saber cómo conectar estas piezas en modelos de negocio sostenibles y escalables.

La jornada concluyó con un cóctel y sesión de networking, reforzando el valor del encuentro como espacio para generar alianzas estratégicas, descubrir soluciones innovadoras y anticipar las tendencias que marcarán la próxima década financiera. Los participantes pudieron intercambiar experiencias, identificar oportunidades de colaboración y establecer contactos de alto nivel, consolidando la Finance Week como un punto de encuentro imprescindible para profesionales del sector.

Las próximas jornadas continuarán con el International Digital Day y la Finance Week en Madrid, donde además se presentará por primera vez el CMS TOP30 | Finance Leaders, un reconocimiento a los profesionales que están liderando la transformación real del sector financiero español. La primera jornada de la Finance Week 2025 confirma que el evento no es solo un foro profesional, sino una plataforma estratégica para posicionarse en el centro de la transformación financiera, impulsar la innovación y fortalecer el liderazgo en un mercado global cada vez más competitivo.

Rita Barata-Silvério se une a Santalucía Seguros como responsable de Desarrollo de Negocio de Ahorro y Previsión

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Novedades en el equipo de Santalucía Seguros. La entidad ha incorporado a Rita Barata-Silvério a su Departamento de Alianzas, con el cargo de responsable de Desarrollo de Negocio de Ahorro y Previsión.

Según ha podido saber Funds Society, la misión de la experta, que se unió hace dos meses a la entidad, será potenciar la estrategia comercial y los acuerdos de distribución con socios estratégicos del sector, fortaleciendo la red institucional y contribuyendo al crecimiento sostenido de las líneas de Ahorro y Previsión de la compañía.

Desde este puesto, buscará acuerdos con entidades financieras, bancas privadas, EAFs, family offices, agencias de valoes y grandes brokers, para reforzar la presencia de Santalucía en los principales canales de distribución de soluciones de inversión y planificación patrimonial.

«En este tiempo he empezado a reunirme, sentarme y escuchar a entidades financieras, EAFs, agentes, family offices y agencias de valores, con un objetivo muy claro: posicionar a Santalucía Seguros como un partner estratégico dentro del ecosistema financiero y patrimonial español, impulsando alianzas que aporten valor real a sus clientes», indica en una nota en LinkedIn.

Su misión, añade, es «conectar, comprender y construir relaciones sólidas que refuercen la distribución de nuestras soluciones de Vida y Ahorro, siempre con una visión cercana, colaborativa y de largo plazo».

Con más de 25 años de experiencia en banca, asesoramiento financiero y gestión patrimonial, según su perfil de LinkedI, Barata-Silvério ha desarrollado su carrera en entidades como SafeBrok, Novo Banco y Banco Espírito Santo, donde se especializó en el asesoramiento financiero, la gestión patrimonial y las relaciones con clientes institucionales.

Es licenciada en Derecho por la Universidad de Extremadura y la Universidade Católica Portuguesa y cuenta con un Máster en Digital Business por The Valley Business & Tech School y la Certificación MiFID II por el Instituto Español de Analistas Financieros (IEAF).