Los fondos siguen creciendo: en noviembre, a pesar de la volatilidad surgida en los mercados financieros, su volumen volvió a registrar un aumento de 727 millones (un 0,2% más respecto al mes de octubre). De esta manera el patrimonio se situó en los 446.469 millones de euros. Durante 2025, los fondos ya crecen un 12% (aumentan su patrimonio en 46.705 millones de euros), según los datos de Inverco.
En noviembre, el volumen de suscripciones netas permitió compensar en su totalidad el ajuste en las valoraciones en las carteras de los fondos de inversión por efecto mercado. En el mes, los captaron más de 2.710 millones de euros, aumentando a 61 la serie de meses consecutivos con suscripciones netas positivas.
En términos acumulados, los fondos ya superan los 31.034 millones de euros de suscripciones netas, la mayor cifra acumulada hasta noviembre desde 2014.
Suscripciones y reembolsos
Triunfo de la renta fija
Durante el mes, el mayor interés de los partícipes se concentró en los fondos monetarios (1.224 millones de euros). Los de renta fija continuaron la tendencia observada en los meses previos. Esta categoría registró flujos de entrada de 993 millones de euros, donde los partícipes optaron por aquellos con menor duración. En lo que va de año, esta categoría ya acumula suscripciones netas superiores a los 29.465 millones de euros.
Los mixtos volvieron a registrar suscripciones netas en su conjunto (742 millones de euros), con un mayor peso en su componente de renta fija, que en lo que va de año registra 5.088 millones de euros de nuevas suscripciones. También los fondos globales, renta variable internacional y retorno absoluto experimentaron flujos de entrada positivos (628 millones de euros en su conjunto). Esta última categoría ya acumula en el año 1.538 millones de euros.
Por el lado de los reembolsos, los fondos rentabilidad objetivo fueron los que experimentaron mayores salidas netas (424 millones de euros). Adicionalmente, los garantizados y de renta variable nacional registraron reembolsos por 490 millones de euros en su conjunto.
Rentabilidades negativas en el mes
El mercado no acompañó sin embargo en noviembre: a fecha de elaboración del informe, los fondos experimentan en el mes una rentabilidad media negativa del 0,4%. Así, a falta de incorporar las valoraciones de los últimos días del mes, únicamente los monetarios, garantizados y de rentabilidad objetivo registraron rentabilidades ligeramente positivas.
Hasta noviembre, los fondos acumulan en media una rentabilidad positiva del 4,2%.
En lo que va de año, los fondos con mayor exposición a renta variable son los que mayor rentabilidad aportan a sus partícipes: así los fondos de renta variable nacional e internacional acumulan una rentabilidad del 39% y del 9% respectivamente.
Foto cedidaCarlos Babiano, director general de Santalucía AM.
Tras fusionar hace unos meses la unidad de gestión de inversiones de la aseguradora Santalucía con la gestora de activos del grupo -gestada en 2017 tras la compra de la gestora de Aviva en España y su fusión con Alpha Plus, adquirida también en 2015-, Santalucía Asset Management emprende un camino de crecimiento y apertura al exterior que busca dar servicio tanto a clientes internos como externos. Con Carlos Babiano, su director general, al frente, la estructura unificada busca dar continuidad a un camino que ya se ha ido recorriendo en los últimos años, e impulsar su crecimiento -en principio de forma orgánica aunque tampoco se cierran a oportunidades de compra, si surgen las adecuadas- hasta acercar sus activos a los 20.000 millones de euros de aquí al periodo 2028-2030.
Según explica Babiano a Funds Society, la idea es alcanzar los 17.000 millones a corto plazo en 2026 -pasando de los 12.000 millones con que cuenta la gestora actualmente-: “Analizando potenciales bolsas de recursos que hay en el grupo pero que todavía no están en la gestora, podremos incrementar esa cifra hasta 17.000 millones a largo de 2026, sujeto a ciertas variables. A esto habría que sumarle el crecimiento orgánico que tenga la gestora”, explica. De este modo, con ese vector adicional de crecimiento, se marca alcanzar la meta de los 20.000 millones a medio plazo, con un máxima muy clara: la de la alineación de intereses con los inversores de forma que solo lo que se hace en el grupo se abra a nuevos clientes.
Y en esta línea se sitúan los planes de Santalucía AM, que busca transformar su negocio y abrirlo al exterior, con planes sobre la mesa centrados en la potenciación de sus servicios de gestión discrecional de carteras, el lanzamiento de nuevos vehículos de inversión y la apertura de sus capacidades en alternativos; planes todos ellos que requerirán también de la incorporación de nuevos recursos, especialmente en el ámbito comercial.
En asesoramiento y GDC, el grupo da servicio a los clientes a través de dos vías: por un lado, el servicio a los HWI (inversores de altos patrimonios) derivados del contacto de la gestora, para los que se ofrece “el traje a medida” a partir de 250.000 euros; y por otro lado una gestión discrecional de carteras “algo menos artesanal y un poco más estructurada por perfiles que se va a abrir a la red de Santalucía probablemente en el segundo trimestre del año, a partir de 50.000 euros”. Esa segunda pata cuenta ya con unos 50 millones.
Acceso a alternativos a través de dos vehículos
Otro de los pilares de su crecimiento, y que escenifica muy bien esa apertura al cliente externo, con total alineación de intereses, son sus planes en alternativos. El grupo, que tiene fuertes capacidades internas de gestión tanto de mercados privados (infraestructuras, real estate, venture capital, deuda privada y capital privado) como alternativos líquidos (hedge funds) -de hecho, lleva invirtiendo en estos mercados más de 15 años y cuenta con activos en el balance de la aseguradora de 800 millones, sin contar inmobiliario-, se dispone a dar acceso externo a las mismas a través de dos vehículos.
Por un lado, dará acceso a su vehículo de capital riesgo, en formato evergreen (Santalucía Inversiones Alternativas), que el grupo gestiona desde hace una década -junto con Altamar-, con 500 millones en activos, y que aglutina las capacidades de gestión de la casa en los cinco principales activos de mercados privados y hedge funds -es mayoritariamente un fondo de fondos aunque también cuenta con coinversiones directas (principalmente en deuda y crédito)-. La entidad estudia a qué clientes lo abrirá, en su intento de ofrecer una “democratización tutelada” a estos activos. Por otro lado, separará sus estrategias alternativas líquidas en un FIL que podría ver la luz en el primer trimestre de 2026 y que estará centrado en crédito (con múltiples estrategias como estructurado, infraestructuras, situaciones especiales, etc.) En este vehículo, el balance de la aseguradora prevé participar con aproximadamente 100 millones de euros.
Nuevos fondos, contrataciones y más actividad
Son dos de los cuatro-cinco nuevos vehículos que Santalucía AM prevé lanzar próximamente. El tercero se situará en el ámbito de los metales preciosos, para dar acceso a la oportunidad del oro especialmente, y el resto podrían situarse en el ámbito de la renta fija, aunque Babiano no ofrece, de momento, más detalles. “Lanzaremos cuatro-cinco productos tanto en mercados públicos como privados, con comisiones de gestión competitivas, utilizando los recursos del grupo y siempre con esa filosofía de alineación de intereses”, explica.
Ese camino de transformar el negocio y abrirlo al exterior pasa también por potenciar la actividad y el equipo comercial de la gestora y del grupo, y por diseñar estrategias en redes sociales. “Buscamos hacer una revisión completa de customer journey, onboarding, web, transaccionabilidad, soluciones de IA como soporte de la relación con los clientes, estrategia de posicionamiento en medios y especialmente en redes sociales, crecimiento del equipo de negocio e institucional, o mayor cobertura a la red de Santalucía. Es decir, una potenciación plena de todo el negocio”, explica Babiano a Funds Society.
Sobre ese crecimiento de equipo comercial, prevé que se incorporen un mínimo de cinco o seis personas, solo a la gestora, mientras el grueso del grupo tiene previsto duplicar su red de gestores de ahorro, que también comercializan fondos, junto a otros vehículos. “Nuestro leiv motiv es que Santalucía tenía dos equipos de gestión, el de balance, poco conocido y el que más volumen de inversión tenía, y el de la gestora, y con la suma de ambos ya hemos alcanzado una dimensión que supera los 25 gestores y queremos poner eso al servicio del cliente y en el mismo barco que nosotros”, con la alineación de intereses, el largo plazo y la preservación de capital como banderas. «Será el año de lanzamiento de la nueva Santalucía AM, con todas nuestras capacidades al servicio de clientes institucionales e individuales, con una clara vocación de largo plazo, generación de valor y competitividad”, resume el director general.
Un 2026 con foco en la selección y en la calidad
La gestora, que presentó esta mañana sus perspectivas de inversión, vaticina un 2026 menos volátil, con un crecimiento global en el entorno de la media de largo plazo -con un dispersión más estrecha entre países-, y con cuatro motores de crecimiento, más allá del consumo que lo ha sostenido en el pasado: la inversión en tecnología, la relocalización de las infraestructuras energéticas, las políticas industriales y la reconfiguración de las cadenas de suministro. Es decir, un entorno con una economía más orientada a la inversión en el que la inflación ha dejado de ser el principal foco de incertidumbre, aunque en EE.UU. hay todavía dudas: “La reciente actualización macroeconómica del Fondo Monetario Internacional (+3% global 2025) muestra cierta sorpresa por la resistencia de la economía norteamericana a la guerra comercial y nuestro escenario central sigue siendo de desaceleración, pero no de recesión, lo que permite el tono positivo en los mercados tanto de renta fija como de renta variable”, comenta Agustín Bircher, director de Inversiones de Santalucía AM.
En un contexto en los mercados públicos «con valoraciones exigentes y riesgo de decepción», apuestan por la selección en deuda pública, una visión cauta en crédito (no paga por los riesgos asumidos), y una aproximación también selectiva en renta variable, centrada en la calidad y en la distinción de las inversiones productivas de aquellas donde el gasto -por ejemplo en tecnología- no resulta rentable. En mercados privados, que continuarán ganando peso, ven factores positivos como un escenario en el que las inversiones aumentan en un entorno que demanda infraestructuras de energía, digitalización y activos reales, recuperación tras años de sequía de salidas y una tendencia a la democratización y presencia de la bancas privadas, con la racionalización en número de gestoras y un menor fund raising como luces rojas.
Por activos, en renta fija, en 2026 “continuarán las tendencias de mercado de este año, aunque con menor intensidad: empinamiento de las curvas de tipos, convergencia de periferia a core, destacando el estrechamiento de Italia, mayor tensión en países con peor ejecución fiscal, como Francia y Reino Unido y menor emisión de tramos largos de Tesoros en Estados Unidos, que logran estabilizar, de momento, los tipos a largo”, según Luis Merino, responsable de Renta Fija, Mixtos y Fondos de Fondos en la gestora. El experto se muestra «moderadamente positivo» en el activo, neutralizando duración y aprovechando de forma táctica oportunidades en tipos: así, sigue cauto en la curva americana a 10 años, pero todavía positivo en Italia frente a Francia, una apuesta ya con menos recorrido que en el pasado, con una visión de tipos en Europa mantenidos en el 2% y alta posibilidad de que la Fed siga bajando tasas, para empezar en su próxima reunión del día 10. Pese a las dudas de politización de la Fed y posible aumento de la inflación, prevé cifras del 2% en la eurozona y el 2,4% en EE.UU. En crédito, la convergencia de diferenciales entre deuda de distintas calificaciones ha dejado un margen muy estrecho, por lo que manda la cautela sobre todo en segmentos como el high yield, por lo que apuesta por una cartera de calidad, con mayor rating medio y bonos más líquidos, sin opción a meter más riesgo.
En bolsa, para generar alfa en 2026 será clave lo que no tienes en cartera, en opinión de Antonio Manzano, responsable de Renta Variable: «Se podrá generar alfa evitando compañías perdedoras de la disrupción de la IA y partes del mercado que han descontado expectativas exageradas«, indica. El experto, que descarta una burbuja en torno a la IA (la demanda es real, dice, y el capex se realiza para tapar cuellos de botella en segmentos donde hacen falta inversiones y ello se traduce en beneficios y márgenes holgados, con oportunidades visibles para sectores como los hiperescaladores), habla de la necesidad de ser selectivos en EE.UU. y de riesgo de decepción en Europa, pero sobre todo pone de relieve las oportunidades en el quality investing, castigado en 2025, en sectores estables con menor riesgo de disrupción, sectores de investigación, compañías dueñas del dato, empresas con capacidad de fijación de precios y compañías con soluciones críticas, difícilmente reemplazables.
Así, un entorno marcado por una macro sostenida, bolsas cotizando a valoraciones exigentes y riesgo elevado de decepción en mercados cotizados, pide ser más defensivo y selectivo e invita a la inversión en calidad. «Será un lago en el que pescar el 2026», dice. Los riesgos a tener presentes en 2026 son cuatro: geopolítica, aranceles, IA y riesgo de liquidez.
Andbank España, entidad especializada en banca privada, ha incorporado a Itziar Gómez de la Vega como directora de Debt Advisory, para liderar la estrategia de asesoramiento en financiación y soluciones de deuda para clientes corporativos e institucionales.
Con más de 25 años de experiencia en el sector financiero, Itziar ha desarrollado su carrera en áreas clave como Capital Markets, Originación de Renta Fija, Estructuración y Project Finance, consolidándose como una profesional de referencia en el diseño y ejecución de estructuras de financiación complejas.
Antes de su incorporación a Andbank, Itziar desempeñó el cargo de Managing Director y Head of Debt Advisory en Bestinver Securities, donde lideró el equipo originando y estructurando operaciones para compañías mid-cap, tanto en formato público como privado, y en sectores estratégicos como infraestructuras, energía renovable y real estate. Previamente, desempeñó posiciones directivas en Ahorro Corporación Financiera, Banesto e ICO, entre otras entidades.
Es licenciada en Economía y Administración de Empresas por la Universidad Complutense de Madrid, Máster en Investigación en Economía y Empresa por ICADE, ha complementado su formación con programas especializados en finanzas, derivados, análisis de riesgo y mercados, entre los que destacan el Certificado en Información Financiera (CIF) por AFI, cursos avanzados en derivados, productos estructurados y gestión de riesgos, así como acreditaciones técnicas conforme a la normativa MiFID II. Además, ha sido profesora en la Universidad Pontificia Comillas (ICADE), impartiendo asignaturas de Finanzas Internacionales y Mercados Financieros.
Qualitas Equity Funds, plataforma de inversión de capital privado con sede en Madrid, ha lanzado su tercerfondo de coinversiones de privateequity, Qualitas Funds Direct III, con un tamaño máximo de 200 millones de euros.
El fondo se estructurará a través de ECRsespañolas y tiene como objetivo construir una cartera de coinversiones de 25-30 compañías del lower mid-market. Además, seguirá su estrategia de diversificación tanto a nivel geográfico, destinando aproximadamente el 80% del fondo a inversiones en Europa y hasta un máximo del 20% a EE.UU., como a nivel sectorial, invirtiendo en una amplia gama de sectores, con un enfoque particular en aquellos impulsados por vientos de cola y con un crecimiento superior al del conjunto de la economía.
Los fondos de coinversión de Qualitas Funds invierten en compañías del lower mid-market junto a gestores especializados de primer nivel. Sergio García y Eric Halverson, socios fundadores de Qualitas Funds, destacan que el fondo de coinversión directa es “una estrategia ampliamente demandada por inversores sofisticados, motivo por el que reservamos un acceso preferente a nuestra base inversora”.
“Nuestro tercer fondo de coinversiones, con un tamaño máximo superior a sus predecesores, mantiene la misma estrategia de inversión de nuestros dos programas anteriores: no cambia ni el número de compañías objetivo ni el tamaño de las mismas, únicamente se amplía el ticket invertido en cada compañía, lo que permite mantener la estrategia inalterada”, añaden García y Halverson.
El fondo previo, Qualitas Funds Direct II, cerró en su tamaño máximo de 100 millones de euros en julio del pasado año. Este fondo está finalizando su etapa de inversión y cuenta actualmente con un total de 25 compañías aprobadas en cartera.
En los últimos meses, Qualitas Funds ha dado decisivos pasos en su crecimiento para liderar el lower mid-market global. En abril, culminó su integración en P10, Inc., plataforma líder global en el middle y lower middle market. Asimismo, ha lanzado recientemente su primer fondo para invertir exclusivamente en América del Norte, principalmente en EE.UU. Por otro lado, la gestora española de capital privado ha ampliado su número de socios de tres a cinco, para impulsar un liderazgo reforzado que permita hacer frente a los retos del futuro.
Ampliación, aumento y debilitamiento son las tres palabras claves que, según Franklin Templeton, los inversores deben tener en su radar si no quieren perderse en la dinámica actual, que tan rápido cambia, y que subirse a las “vías de rentabilidad”, que también están en constante evolución.
“El panorama inversor mundial está evolucionando, debido a la mejora de la rentabilidad y al aumento de las valoraciones en sectores y regiones que históricamente se han pasado por alto, lo que supone un giro positivo para los inversores. Aunque Estados Unidos sigue siendo un imán para los flujos de inversión globales, las regiones, sectores y clases de activos fuera de Estados Unidos están bien posicionados para beneficiarse en 2026 de la flexibilización monetaria que está ganando terreno a nivel mundial y de la presión sobre el dólar”, ha señalado ”, afirmó Stephen Dover, responsable de Estrategia de Mercado y Director del Franklin Templeton Institute.
Temas para 2026
Según su outlook, dada la resistencia de la economía estadounidense y el aumento de los beneficios empresariales, se espera un repunte de las acciones no estadounidenses, especialmente en los mercados emergentes y Europa, a medida que mejoren las valoraciones y se acelere el impulso de los beneficios. “Se espera que las acciones de pequeña capitalización estadounidenses y los sectores cíclicos, incluidos el industrial y el financiero, se beneficien de la reducción de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal y de la disminución de los costes del servicio de la deuda”, sostiene.
La firma también destaca que la relajación de la política monetaria por parte de los bancos centrales mundiales, junto con el aumento de la demanda de inversión en infraestructura y capital para apoyar la innovación impulsada por la inteligencia artificial y los proyectos energéticos, empujará al alza los tipos de interés a largo plazo y pronunciará la curva de rendimiento. A su vez, espera que una curva de rendimiento más pronunciada debería incitar a los inversores a mirar más allá del efectivo y buscar oportunidades en bonos, crédito y renta variable.
Por último, debido a los nuevos recortes de tipos de interés por parte de la Reserva Federal y al debilitamiento del mercado laboral estadounidense, el Franklin Templeton Institute prevé que el dólar estadounidense continúe su trayectoria bajista hasta 2026. “El debilitamiento del dólar estadounidense debería mejorar la rentabilidad para los inversores globales y proporcionar un contexto favorable para los activos remunerados en dólares, como la deuda de los mercados emergentes y las acciones no estadounidenses”, explica.
Más allá del ciclo
A largo plazo, el Instituto prevé tres fuerzas seculares que darán forma al panorama de las inversiones: la IA, los mercados privados y los gobiernos. Sobre la primera de estas fuerzas seculares señala que la inteligencia artificial, la infraestructura de datos y las tecnologías avanzadas impulsarán la demanda estructural de capital en todos los sectores y geografías. La necesidad de “alimentar a la bestia” de la IA generará nuevas inversiones en la producción, transmisión y almacenamiento de electricidad.
“Los mercados privados se expanden. El capital privado, el crédito privado y otras inversiones alternativas están a punto de expandirse. Este crecimiento crea oportunidades para que un mayor número de ahorradores participen en fuentes de rendimiento más elevadas y diversificadas, lo que implica mayores entradas de capital”, añade sobre la segunda de las fuerzas.
Por último, concluye que estamos ante la “era del gran gobierno”. En este sentido, explica que es probable que el aumento del déficit fiscal, la política industrial y las tendencias de desglobalización eleven los costes estructurales de endeudamiento y modifiquen las expectativas de rentabilidad, lo que se traducirá en tipos de interés reales más elevados durante el resto de la década.
“De cara a 2026, la innovación será el principal motor de la rentabilidad, especialmente en tecnología, mercados privados y finanzas digitales. Sin embargo, ante la probabilidad de que persistan las divisiones geopolíticas, las presiones inflacionistas y los posibles cambios en la política de la Reserva Federal, los inversores deben mantenerse selectivos y alerta en los próximos años”, concluye Larry Hatheway, estratega de Inversiones Global de Franklin Templeton.
Los efectos del cambio climático ya no son una amenaza futura: están aquí, y su factura es cada vez más alta. Solo en 2024, los eventos climáticos extremos generaron pérdidas económicas por 310.000 millones de dólares y un coste en seguros de 135.000 millones . En este contexto alarmante, Luisa Florez, Head of Responsible Finance Research en OFI Invest Asset Management, advierte de que el retroceso de ciertos compromisos empresariales y políticos frente al cambio climático, y reclama la necesidad de integrar los objetivos ambientales en la gobernanza eficiente de las compañías.
En su opinión, estamos viendo un retroceso en las ambiciones climáticas, particularmente en los Estados Unidos, donde la administración Trump se ha retirado del Acuerdo de París, ha pedido el fin de las exenciones fiscales para las tecnologías verdes y ha atacado a los científicos y expertos en clima. «Algunos bancos y empresas estadounidenses están siguiendo su ejemplo al reducir sus compromisos climáticos o retirarse de algunas coaliciones pro-clima y pro cero emisiones netas para 2050. En Europa, los problemas de competitividad y seguridad han eclipsado la trayectoria de baja emisión de carbono trazada hace una década», recuerda Florez.
Según su visión, esto ha tenido como consecuencia la simplificación, o incluso el desmantelamiento, del Pacto Verde Europeo, así como el deseo de aligerar lo que las empresas ven como una carga regulatoria, comenzando con la Corporate Sustainability Reporting Directive (CSRD) y la Corporate Sustainability Due Dilligence Directive (CSDDD). Junto a estos anuncios, los eventos climáticos extremos son evidentes y cada vez más costosos: las reclamaciones en 2024 ascendieron a un costo económico de 310.000 millones de dólares, y los costos de los seguros a 135.000 millones de dólares, o un 38% más que el promedio de la última década, según las cifras de Swiss Re. «Estos desastres también tienen serias consecuencias humanas, incluyendo desplazamientos de población, pérdida de riqueza cultural, y la interrupción de los medios de subsistencia», asegura la experta.
La NGFS (Network for Greening the Financial System), por ejemplo, ha demostrado que un retraso de tres años en la transición ambiental podría reducir el 1,3% del PIB global para 2030. La inacción climática inevitablemente afectará la competitividad y el crecimiento. Amenazará directamente el modelo de negocio de algunos sectores, que siempre se ha basado en el petróleo barato y abundante y en la disponibilidad gratuita de recursos naturales. Y, por último, expondrá a las empresas a riesgos legales.
En este sentido considera que «las empresas que no hayan asumido compromisos ambientales estarán abiertas a procedimientos legales, como la movilización que se está llevando a cabo bajo el nombre de Affaire du siècle(iniciativa de varios organismos que asumen costes legales y financieros en nombre del interés público)».
Descenso engañoso
Según su visión, el retroceso de ciertos actores económicos en sus compromisos con los temas climáticos y de biodiversidad, puede medirse por la disminución de las resoluciones de say-on-climate presentadas en las juntas generales en 2025. «Varios fenómenos observados a principios de 2025 muestran que la sostenibilidad es una tendencia a largo plazo adoptada en los compromisos y ambiciones de las empresas. Por ejemplo, las empresas se han unido en torno a la CSRD en los últimos meses. Las empresas francesas se dieron cuenta de la necesidad, antes que sus pares extranjeros, de involucrar a sus accionistas en temas climáticos.
Además, sostiene que la inclusión de temasclimáticos en las agendas de muchas empresas muestra que no los están ignorando. Más aún, tras un período 2020-2024 marcado por el anuncio de ambiciones y estrategias climáticas, ahora estamos entrando en una fase de diálogo sobre la credibilidad de los planes de transición.
«Con esto en mente, Ofi Invest AM ha decidido ahora incluir los temas ambientales en el esquema normal de gobernanza eficiente. En otras palabras, en lugar de utilizar resoluciones climáticas para abordar estos temas, ahora preferimos resoluciones rutinarias, particularmente sobre la remuneración ejecutiva o la elección de directores. En caso de desacuerdo sobre un aspecto extra-financiero, ahora seremos más proclives a oponernos a la elección de los directores responsables de dichas políticas, que a presentar una resolución de say-on-climate», señala como ejemplo.
El proyecto del euro digital ha dado un nuevo paso, aunque persisten importantes obstáculos legales, según fuentes del Banco Central Europeo (BCE). Tras completar un periodo de preparación de dos años, su Consejo de Gobierno anunció los siguientes pasos del proyecto, indicando que la decisión final sobre su lanzamiento dependerá del proceso legislativo de la Unión Europea, que se espera concluya a mediados de 2026, mientras que una fecha objetivo realista de implementación se sitúa alrededor de 2029.
La analista Milya Safiullina, de Scope Ratings, señala que en esta fase se espera que las asociaciones se centren en la aplicación del euro digital y en el desarrollo de software relacionado, la funcionalidad fuera de línea, la minimización de datos, la prevención de fraude y la seguridad, reforzando la integridad de las transacciones y protegiendo contra vulnerabilidades sistémicas. “La ejecución exitosa de estos acuerdos será crucial para la credibilidad y resiliencia del euro digital”, apunta Safiullina.
El panorama de las finanzas digitales en Europa está evolucionando a lo largo de tres vías interconectadas: el euro digital, las stablecoins en euros y los bonos digitales. Cada una ofrece un camino distinto hacia la digitalización del dinero y de los mercados de capitales, pero en conjunto apunta a un cambio estructural hacia un ecosistema financiero plenamente tokenizado. Safiullina asegura que si Europa logra alinear estas iniciativas, podrá modernizar los pagos y reforzar el papel global del euro, mientras que los primeros bancos que adopten estas tecnologías podrían obtener una ventaja competitiva frente a los rezagados.
La coexistencia del euro digital y las stablecoins en euros está llamada a transformar el ecosistema de pagos europeo a medio plazo, aumentando la resiliencia frente a la fragmentación económica. Según Safiullina, el euro digital ofrece ventajas estructurales como su condición de moneda de curso legal, el respaldo del BCE, la inclusión financiera y la posibilidad de realizar pagos en línea y fuera de línea. Por su parte, las stablecoins reguladas en euros permitirán una innovación más ágil, sobre todo en programabilidad y eficiencia transfronteriza.
La adopción del euro digital se prevé de moderada a alta, mientras que las stablecoins en euros emitidas por bancos bajo el Reglamento de Mercados de Criptoactivos (MiCAR) deberían crecer de forma constante en Europa. Las emitidas por entidades de dinero electrónico (EMIs), en cambio, tendrán una aceptación más limitada. A nivel global, las stablecoins vinculadas al dólar estadounidense continuarán expandiéndose, aunque las no conformes con MiCAR en Europa tenderán a desaparecer con el tiempo. Safiullina advierte que uno de los principales factores de incertidumbre es la velocidad con que madure la infraestructura de stablecoins en euros; si progresa lentamente, la dominancia del dólar podría mantenerse.
El euro digital sigue siendo un proyecto a varios años vista, aunque algunos hitos clave requerirán atención de los inversores en los próximos meses. La decisión del BCE de avanzar a la siguiente fase marcará el tono para un posible lanzamiento hacia finales de la década. El siguiente paso será la adopción del reglamento del euro digital por parte de los legisladores de la UE, prevista para mediados de 2026, según Safiullina.
Las cuestiones relacionadas con diseño, regulación y adopción podrían provocar retrasos temporales, pero la experta considera que a largo plazo el euro digital será fundamental para apuntalar la estabilidad monetaria y financiera, garantizando que el activo de liquidación central de Europa siga siendo soberano y europeo, y no emitido de forma privada o extranjera.
Riesgos y oportunidades para los bancos europeos
La introducción de nuevos instrumentos de pago digitales plantea riesgos y oportunidades para los bancos europeos. Safiullina explica que aquellos que integren de forma proactiva las capacidades del euro digital junto con servicios de stablecoins estarán mejor posicionados para captar nuevas fuentes de ingresos y reforzar la relación con sus clientes. En cambio, una adopción más lenta o limitada podría aumentar la presión sobre la financiación tradicional basada en depósitos. La competencia de fintechs, grandes tecnológicas y stablecoins en dólares estadounidenses añade un desafío adicional.
Entre los riesgos principales se encuentran la desintermediación de depósitos, la reducción de la capacidad de crédito, el aumento del coste de financiación y la presión sobre márgenes e ingresos por comisiones. También hay desafíos de fraude, cumplimiento, inversión tecnológica y ciberseguridad. Safiullina apunta que los bancos más grandes, con balances sólidos y mayor escala, están mejor posicionados para gestionar estos riesgos, y que las sinergias de mercado, como la externalización compartida, pueden reducir costes tecnológicos.
Según datos del BCE de octubre de 2025, la inversión estimada de los bancos en el euro digital podría situarse entre 4.000 y 5.800 millones de euros en cuatro años, comparable a los costes de la Directiva de Servicios de Pago (PSD2) y muy inferior a los de la Zona Única de Pagos en Euros (SEPA). La analista subraya que el límite de tenencia del euro digital será clave para equilibrar la accesibilidad del usuario con la estabilidad financiera. En escenarios de tensión, las salidas de depósitos podrían oscilar entre 156.000 millones y 699.000 millones de euros, dependiendo del límite establecido.
Con un límite de 3.000 euros, el impacto sobre los ratios de liquidez LCR y NSFR sería marginal, y las facilidades de liquidez del BCE actuarían como salvaguarda, señala Safiullina.
Stablecoins y bonos digitales
Las stablecoins en euros complementan, pero no sustituyen, al euro digital. Safiullina explica que ofrecen pagos instantáneos, de bajo coste, programables y liquidación transfronteriza, pero que la soberanía y el respaldo del BCE siguen siendo exclusivos del euro digital. La capitalización de mercado de las stablecoins en euros es actualmente marginal, apenas el 0,2% del mercado global, y se concentra en EURC y STASIS EURS. Las emitidas por bancos tienen mejores perspectivas de adopción que las emitidas por EMIs o empresas cripto-nativas.
El desarrollo de bonos digitales emitidos mediante blockchain o DLT está modernizando el mercado de capitales europeo. Varias instituciones, como el Banco Europeo de Inversiones, KfW, Société Générale y UBS, ya han probado estas emisiones. Safiullina indica que el euro digital, en su versión mayorista, permitiría la liquidación segura y eficiente de estos bonos, reduciendo riesgos de contraparte y aumentando la eficiencia de mercado.
En conjunto, el euro digital minorista y los bonos digitales podrían crear un ecosistema integral de pagos y liquidación, reforzando el papel del euro en los mercados de capitales, mientras que las stablecoins actuarían como un complemento de innovación, especialmente para pagos transfronterizos y programables, según la experta.
Candriam describe un contexto cambiante en la reciente presentación de sus perspectivas de cara a 2026. En un evento con prensa en Bruselas, Vincent Hamelink, CEO de la firma, recordó el compromiso de Candriam con la ESG: el 75% de los activos que confían los clientes a la firma están relacionados con la ESG; la primera estrategia con filosofía ESG de la firma se lanzó en 1996 y la propia entidad destina parte de los ingresos y honorarios de gestión a causas como la lucha contra el cáncer, proyectos ambientales, inclusión social y educación.
Asimismo, Hamelink enfatizó el enfoque de largo plazo de la firma: “Pensamos a largo plazo, actuamos a largo plazo y construimos para el largo plazo”, afirmó. Asimismo, resaltó el foco en el cliente, tras “ganar la confianza de diversos tipos de clientes, tanto institucionales como de distribución” a lo largo de los años.
Macroeconomía
De cara a cómo navegar en los mercados en el futuro más inmediato, Nicolas Forest, Chief Investment Officer, describe un escenario en el que los inversores seguirán afrontando un elevado riesgo geopolítico, que ya influye en el sentimiento del mercado de manera creciente. En el plano económico, Forest apunta que los precios al consumo van a situarse en niveles altos por un largo periodo de tiempo, mientras que están resurgiendo las políticas de reindustrialización nacionales.
Como resultado, la receta para los inversores de largo plazo incluye añadir protección a las carteras, a través de coberturas con activos de calidad y en mercados alternativos. Asimismo, cree necesario ampliar y gestionar la diversificación, tanto por país como por divisa. También, la duración en la parte de renta fija, de forma activa “para navegar las persistentes presiones inflacionistas”. Tampoco estaría de más,capturar nuevas tendencias en regiones de crecimiento y sectores estratégicos. Y, por último, confiar en la gestión activa para adaptarse a los desafíos generados por las decisiones políticas.
Florence Pisani, Chief Economist, dio más detalles acerca de lo que le espera a los mercados a 12 meses vista desde el ámbito económico. El año arrancará, según la experta, con un aumento de los aranceles por debajo de lo que temía el mercado y con una actividad económica aún resiliente. Pisani puso el foco en China, que presenta un sólido crecimiento económico, pero con dudas desde el lado de la inflación. Y, “al menos temporalmente, ha ganado la guerra comercial” con Estados Unidos, según la experta.
Sobre Estados Unidos, reconoció que el presidente Donald Trump está cumpliendo con su agenda -aumento de los aranceles, reducción de impuestos y deportaciones de inmigrantes- y que la actividad sigue resistiendo “gracias principalmente al auge de la inteligencia artificial”. Todo, en un ciclo “totalmente atípico”: fuerte gasto en inversión, pero con debilidad en las nuevas contrataciones de personal; los hogares con ingresos bajos y medios afrontan tensiones financieras, pero la fortaleza del mercado de valores sostiene el consumo de los hogares con mayores ingresos. En consecuencia, la experta espera una desaceleración del crecimiento, aunque se logrará evitar la recesión económica. Pero el panorama no será sencillo para la Reserva Federal, que “hace bien en ser cautelosa en las bajadas de los tipos de interés”.
La zona euro, por su parte, disfrutaría de una situación entre medias de la que presenta China y Estados Unidos. Observa vientos de cara “reales”, como el incremento de los aranceles, con posibles efectos en el PIB del bloque de 0,4 puntos porcentuales, o el descenso de las importaciones procedentes de China. Eso sí, confía en que los estímulos fiscales compensen parte de este efecto y, después de una desaceleración del crecimiento de la economía, la eurozona experimentará una reactivación. Su escenario es, incluso, más optimista que el que maneja el BCE.
Renta fija
Estas estimaciones tienen su reflejo en la política de inversión de la firma. Jamie Niven, Senior Fund Manager-Global Bonds, detalló la estrategia en renta fija. Sus conclusiones apuntan al final de la era de persistentes ganancias de capital derivadas de la caída de los tipos de interés. Además, los inversores “deben adaptarse a un mundo en el que la volatilidad es la norma, no la excepción”.
Por lo tanto, «el valor relativo es un factor clave para el rendimiento”. Los fondos flexibles pueden aprovechar las oportunidades existentes en la curva de tipos, los vencimientos y las distintas divisas, según el experto. Asimismo, recuerda que “el pasado no dicta el futuro”, ya que los patrones y correlaciones históricas ya no son guías fiables.
En crédito, Charudatta Shende, Fixed Income Strategist, considera que los mercados ofrecen oportunidades, con fuertes rentabilidades, sólidos fundamentales de las compañías y flujos de inversión favorables. Pero también existen riesgos que en la actualidad están infra estimados: spreads comprimidos típicos de las últimas fases del ciclo expansionista; elevada oferta y fuerte dispersión. Eso sí, admite que los fundamentales “favorecen a las compañías europeas”.
Renta variable
Candriam observa cuatro megatendencias que están conformando el nuevo futuro: dinámicas socio-demográficas; medio ambiente y transición energética, disrupción tecnológica y fragmentación geopolítica. Johan Van der Biest, Head of Thematic Global Equity, se concentró en la temática tecnológica. “A largo plazo, estamos convencidos del posicionamiento en tecnología. Ahora, el mercado está pagando primas por un crecimiento y unos buenos márgenes”, aseguró. Pero, a corto plazo, el sector lo tiene “un poco más complicado”.
Van der Biest observa cuellos de botella relacionados con el elevado consumo energético de este tipo de compañías. Además, las fuertes interrelaciones entre los gigantes del sector elevan el riesgo de efecto dominó en el caso de que una de ellas tenga problemas, según el experto.
Pero también es consciente de que la adopción de la IA está solo comenzando, a pesar de que la financiación de su desarrollo cada vez más se realiza a través de emisiones de deuda. Además, “los beneficios que presenta el sector están en sintonía con la evolución del mercado”.
En definitiva, mantienen un enfoque equilibrado con respecto a la tecnología, sobre la que creen que las estimaciones de mercado para el sector están algo sobrevaloradas.
Linden Thomson, Senior Fund Manager, se centró en la biotecnología, que da un enfoque defensivo a las carteras, pero con exposición a la tecnología a través de temáticas como la cirugía robótica.
Respecto a la inversión alternativa, Steeve Brument, Global Head of Alternative Investments, aseguró que los hedge funds “añaden valor, mejoran los retornos y reducen la volatilidad de las carteras”. Así, observa un renovado interés por los hedge funds. Las estrategias de arbitraje están bien posicionadas, con vientos de cola estructurales. Mientras, las estrategias market neutral, presentan perspectivas positivas.
En cuanto a mercados privados, Nadège Dufossé, Global Head of Multi-Asset, opina que “juegan un papel vital en el apoyo del crecimiento de la economía real”. Se trata de un segmento en expansión, que va a continuar, con crecimientos a un ritmo de un billón de dólares al año. En crédito privado, la experta observa cierta tensión, aunque no riesgos sistémicos. Y en private equity, considera que las desinversiones de los fondos cerrados “están ganando momentum”.
ESG
Al tratarse de una firma muy enfocada en ESG, la presentación de perspectivas contó con las dos expertas de la firma para dar sus puntos de vista de cara a 2026. Alix Chosson, Lead ESG Analyst Environment, y Marie Niemczyk, Head of ESG Client Portfolio Management, comentaron que la ESG “no es una tendencia, sino un imperativo de inversión científica y económica”. También, que el análisis fundamental de ESG y el compromiso pueden ser fundamentales para la inversión.
Aunque la industria de gestión de activos se enfrenta a un claro proceso de transformación y consolidación, que conllevará un menor número de players en el mercado, la realidad es que las oportunidades de negocio siguen siendo sólidas. Según las estimaciones del último informe elaborado por Morgan Stanley y Oliver Wyman, el patrimonio financiero global de los hogares va camino de alcanzar los 393 billones de dólares en 2029, con una tasa de crecimiento anual compuesta del 5,5%. Es decir, los individuos seguirán necesitando productos de inversión.
De hecho, el patrimonio financiero global de los hogares alcanzó los 301 billones de dólares en 2024, lo que supuso un aumento del 7% en 2023 y del 8% en 2024. Su crecimiento fue resiliente en todas las regiones, con las Américas y Oriente Medio y África mostrando las mayores ganancias, excluyendo los efectos de las divisas. Sin embargo, cuando se ajusta por divisas, el crecimiento real en dólares estadounidenses fue moderado en todas las regiones, con crecimiento negativo en América Latina y Japón.
“De cara al futuro, proyectamos que la riqueza financiera global crezca a un 5,5% anual hasta 2029, volviendo a un nivel más cercano al 6% anual observado entre 2019 y 2023. En términos absolutos, el crecimiento de la riqueza sigue estando fuertemente concentrado en Norteamérica y APAC. La riqueza de Europa podría beneficiarse de políticas de apoyo y de una mayor asignación de inversión de los hogares en el futuro. Oriente Medio y África, y América Latina muestran un crecimiento constante. En general, las tasas de crecimiento son más bajas que en informes anteriores debido a la inclusión de seguros de vida, pensiones y la franja de riqueza por debajo de 0,3 millones de dólares”, señala el informe en sus conclusiones.
Auge de la riqueza: principales tendencias
El análisis que hace el informe muestra que, en términos de riqueza financiera invertible onshore -definida como la riqueza financiera mantenida onshore excluyendo los activos en pólizas de seguros y pensiones-, los individuos de ultra alto patrimonio (UHNWI) y los individuos de alto patrimonio (HNWI) continuarán impulsando la creación de riqueza con tasas anuales del 8,0% y 6,6%, respectivamente, en los próximos cinco años.
“El extremo superior del grupo Afluente/Bajo-HNWI sigue siendo una oportunidad considerable para las gestoras en todo el mundo: un segmento que es ‘rico pero mal atendido’ y que ofrece un potencial de ingresos significativamente mayor que el espacio UHNWI y HNWI. Las gestoras que puedan adaptar su oferta y controlar los costes pueden desbloquear el crecimiento en este segmento”, señala en sus conclusiones.
Por su parte, la riqueza financiera offshore totalizó 14 billones de dólares en 2024, con los flujos de riqueza transfronterizos creciendo cerca de un 10% anual, superando el crecimiento global. Según explica, la incertidumbre geopolítica y las necesidades de diversificación entre los clientes UHNW sostienen la demanda de centros de registro en refugios seguros. Se espera que los tres mayores centros de riqueza transfronteriza, Suiza, Hong Kong y Singapur, capten cerca de dos tercios de las nuevas entradas hasta 2029. Fuera de los tres principales, se espera que Estados Unidos y Emiratos Árabes Unidos experimenten el crecimiento más rápido, beneficiándose EE.UU. de los flujos de América Latina y ampliando los EAU su atractivo más allá de Oriente Medio.
Otra conclusión llamativa es el surgimiento de nuevos paraísos fiscales. El informe indica que, fuera de los tres primeros, Estados Unidos y los Emiratos Árabes Unidos son los centros transfronterizos de más rápido crecimiento. “Estados Unidos en entradas de Latinoamérica; Emiratos Árabes Unidos ampliándose más allá de Oriente Medio”, explican.
Trasformar al cliente en beneficio
En términos de captación de riqueza, este es el escenario que las gestoras nacionales e internacionales tienen por delante de aquí a 2029. Su principal reto, sin olvidar que el sector está inmerso en un proceso de concentración, será transformar esos clientes en beneficio. Un auténtico reto si tenemos en cuenta que los márgenes de ingresos del sector cayeron 6 puntos básicos en 2024 y otros 3 puntos básicos en el primer semestre de 2025. “Tres de cada cuatro empresas líderes registraron descensos y solo una de cada dos los compensó con recortes de costes. Se acentúa la reducción de los márgenes”, apunta el informe.
En este sentido, el informe identifica que los clientes con un patrimonio neto de entre 1 y 10 millones de dólares son el segmento clave. Según argumenta, se trata del mayor grupo de clientes, con rendimientos en puntos básicos más altos que los UHNW y con la entrada de un gran número de nuevos participantes sin asesoramiento y con gran cantidad de efectivo.
El documento observa que las principales gestoras están movilizando cinco catalizadores para ganar en este segmento: modular las soluciones de inversión ofreciendo niveles de protección del rendimiento; anclar las carteras con acciones fiscalmente eficientes, renta fija y soluciones estructuradas para crecimiento, ingresos y protección; ofrecer paquetes transparentes y precios basados en valor; implementar un modelo híbrido humano-digital apoyado por sólidas capas digitales y de IA; y mejorar los canales de captación.
Según las conclusiones del informe, las gestoras se encuentran con que la “dependencia de la beta” es “arriesgada”. “Entre 2015 y 2024, solo alrededor de un tercio del crecimiento de la gestoras procedió de dinero nuevo neto, lo que está impulsando a las empresas a enfocarse en la productividad de sus gestores de relación, la disciplina en precios y el aumento de la participación en la cartera de los clientes”.
Desde Morgan Stanley y Oliver Wyman consideran que las gestoras deben reajustar sus costes, y tildan esta tarea de urgente: “Muchos ratios de eficiencia (CIR) rondan el 75%, con el personal representando alrededor de dos tercios de los gastos operativos. Los programas de modelos operativos pueden desbloquear entre un 10% y un 25% de ahorro bruto antes de la reinversión”.
Cuando comencé mi carrera en la banca privada tradicional, el private equity (PE) era un mundo algo distante del ecosistema de las etapas tempranas. Las firmas de PE se enfocaban de manera precisa en empresas maduras con flujos de caja estables, márgenes predecibles y equipos directivos consolidados. Mi trabajo entonces giraba en torno a conectar a los clientes con oportunidades sólidas y ajustadas al riesgo, en lugar de perseguir la innovación.
Sin embargo, con los años, a través de roles que me acercaron al venture capital (VC), al growth equity y, ahora, liderando el área de Relación con Inversores en Zubi Group -un family office que no solo invierte y crea empresas desde cero dentro del ecosistema de venture capital, sino que también se vincula con el mundo del private equity a través de sus negocios tradicionales y a medida que las compañías de su portfolio maduran- he sido testigo de un cambio profundo. El private equity ya no se mantiene al margen de la economía de la innovación; está participando activamente en ella.
La convergencia entre Private Equity y Venture Capital
Lo que observamos hoy es una convergencia inconfundible entre el PE y el VC. A medida que el software continúa “comiéndose el mundo”, muchas firmas de private equity están moviéndose hacia etapas más tempranas, dirigiéndose a negocios basados en tecnología y modelos SaaS que antes eran dominio exclusivo de los inversores de venture capital. Estas firmas han comprendido que los ingresos recurrentes, los modelos escalables y la alta retención de clientes, rasgos característicos de las startups de software exitosas, generan también la visibilidad operativa y la previsibilidad de flujos de caja que los inversores de PE buscan.
Esto ha creado una nueva dinámica: las startups cuentan ahora con una vía adicional hacia la liquidez. El private equity se ha convertido en un comprador cada vez más relevante en rondas de crecimiento avanzadas o en transacciones secundarias, ofreciendo a los primeros inversores, fondos de venture capital, business angels incluso fundadores, una vía de salida viable más allá del tradicional esquema de IPO o fusiones y adquisiciones estratégicas.
Por qué el Private Equity está mirando al software
De mis conversaciones con inversores de distintos perfiles, destacan varias tendencias. En primer lugar, el entorno macroeconómico ha cambiado. A medida que los mercados públicos fluctúan y las ventanas de salida a bolsa permanecen inciertas, los fondos de PE que cuentan con niveles récord de capital no desplegado, buscan crecimiento y resiliencia. El software ofrece ambas cosas. La naturaleza recurrente de los ingresos SaaS aporta previsibilidad, mientras que la transformación digital en múltiples industrias sigue impulsando el crecimiento orgánico.
En segundo lugar, la madurez de muchas startups respaldadas por venture capital ha generado un terreno fértil para la entrada del PE. Estas empresas suelen contar con productos sólidos, estrategias comerciales comprobadas y rutas claras hacia la rentabilidad, pero requieren capital y disciplina operativa para escalar de forma sostenible. Y precisamente ahí es donde el private equity sobresale.
Por último, las competencias tradicionales del PE, la creación de valor mediante gobernanza, o eficiencia y adquisiciones estratégicas, son cada vez más aplicables a los negocios tecnológicos. Las firmas están incorporando ejecutivos con experiencia en tecnología, construyendo equipos internos de datos y digitalización, y adaptando sus metodologías a la economía del software.
Qué pueden hacer las startups para atraer el interés del Private Equity
Para los fundadores o equipos directivos que buscan captar la atención de un fondo de private equity, el mensaje es claro: deben pensar como una empresa escalada antes de serlo. Las firmas de PE no buscan “potencial” en el sentido del venture capital; buscan solidez operativa, información financiera disciplinada, ingresos recurrentes y palancas claras de mejora de márgenes.
Algunas señales prácticas que suelen atraer la atención del PE incluyen:
1.- Flujos de ingresos predecibles (idealmente mediante contratos o suscripciones a largo plazo).
2.- Unit economics que demuestren escalabilidad.
3.- Estructuras de gobernanza sólidas, disciplina del consejo, estados financieros auditados y KPIs transparentes.
4.- Una ruta clara hacia la rentabilidad, incluso si aún no se ha alcanzado.
En resumen, el private equity busca empresas que estén listas para que su caja de herramientas aporte valor.
Una perspectiva más amplia: Desde la lente de relaciones con inversores
Desde mi posición como IR, esta evolución no trata solo de nuevos tipos de transacciones, sino de nuevas conversaciones. Los Limited Partners (LPs) desean cada vez más exposición a la innovación, pero bajo el rigor de gobernanza de los mercados privados. Preguntan cómo los family offices y los inversores multi-activos, como nosotros, estamos cerrando esa brecha, y en muchos casos, lo hacemos integrando estrategias de venture capital y private equity bajo un mismo techo.
En Zubi Group, hemos comprobado cómo este enfoque dual nos permite respaldar empresas desde etapas tempranas, mantenernos cerca de su evolución y participar potencialmente en rondas posteriores a medida que maduran. Esto genera continuidad: un recorrido de inversión basado en relaciones, más que en transacciones aisladas.
Mirando al futuro
A medida que el private equity continúa orientándose hacia empresas de software y tecnología, las fronteras entre el venture capital y el private equity seguirán difuminándose. Para las startups, esto es una buena noticia: significa contar con socios más sofisticados y con mayor capacidad de capital, dispuestos a ayudarlas a escalar de manera responsable. Y para los primeros inversores, se abre una nueva y valiosa puerta hacia la liquidez.
El mundo en el que comencé mi carrera profesional, donde el venture capital y el private equity vivían en mundos distintos, ya no existe. El futuro pertenece a quienes sepan navegar en ambos mercados, y es precisamente ahí donde creo que se encuentran las oportunidades más interesantes.