Foto cedidaNick Ring, consejero delegado para EMEA de Columbia Threadneedle Investments.. Columbia Threadneedle Investments nombra a Nick Ring consejero delegado para EMEA
Columbia Threadneedle Investments ha anunciado hoy el nombramiento de Nick Ring como consejero delegado de la firma para las regiones de Europa, Oriente Próximo y África (EMEA). Nick, que también formará parte del equipo de liderazgo ejecutivo de Ameriprise Financial, comenzará a desempeñar este cargo desde el próximo 23 de septiembre y dependerá jerárquicamente del actual consejero delegado de la firma.
Tras el anuncio, Ted Truscott, consejero delegado global de Columbia Threadneedle, ha mostrado su satisfacción por este nombramiento. “Nick conoce nuestro negocio a la perfección, así como el sector de la gestión de activos en general. Trae consigo una extensa experiencia en productos, estrategias y distribución, en un momento en el que nuestra industria está evolucionando para satisfacer las cambiantes necesidades y aspiraciones de nuestros clientes. Estoy convencido de que los conocimientos técnicos de Nick y una sólida orientación al cliente representan la combinación perfecta para dirigir nuestro negocio en EMEA, lo que se enmarca en nuestro esfuerzo por consolidar la relación con los clientes y nuestra propuesta de valor. Es un líder innato, que comprende y respalda la cultura de nuestra firma. Estamos encantados de volver a trabajar con él”, ha destacado Truscott.
Nick se incorpora a Columbia Threadneedle tras desempeñar el cargo de director global de distribución en Jupiter Asset Management. Nick se unió a Jupiter después de ocupar, durante siete años, diferentes cargos directivos en las áreas de productos y distribución en Columbia Threadneedle (y su entidad predecesora, Threadneedle Investments). Antes de recalar en Threadneedle en 2008, Nick desempeñó diversos cargos en Northern Trust, KPMG, Gartmore Investment Management y Prudential.
Pixabay CC0 Public Domain. MFS IM firma un acuerdo con Deutsche Bank para la distribución de parte de su gama de fondos en el mercado italiano
MFS Investment Management y Deutsche Bank han firmado un acuerdo de asociación por el cual la red de sucursales y banqueros privados de la entidad alemana, así como sus asesores financieros asociados podrán acceder a una selección de fondos insignia de la gama MFS Meridian® Funds, registrados en Luxemburgo.
Según han explicado la compañías, la gama de fondos MFS Meridian® Funds que estarán disponibles en la plataforma de Deutsche Bank incluirán estrategias de renta variable, renta fija y multiactivo. Con este acuerdo, ambas entidades refuerzan su presencia en el mercado italiano donde MFS IM lleva presente desde 2005 y en que ya ofrece una amplia gama de soluciones de inversión. La intención de la gestora es consolidar su presencia en el segmento retail del mercado italiano.
“Estamos encantados de colaborar con Deutsche Bank. Es uno de los grupos financieros globales con más presencia en la región y con acceso a un extensa red. Se trata de un paso importante para lograr nuestro ambicioso objetivo de crecimiento en Italia, a la vez que profundizamos en nuestra relación con los clientes italianos”, ha afirmado Andrea Baron, director general para Italia de MFS Investment Management.
En su opinión, la gestora se apoyará en la trayectoria que ya tiene Deutsche Bank con el cliente retail para hacer más accesible su oferta. “Creemos que su excelente reputación, combinada con el enfoque a largo plazo de MFS en la inversión y el compromiso para encontrar las mejores y más duraderas oportunidades de inversión para nuestros clientes, dará como resultado una colaboración muy exitosa. Nuestro objetivo es proporcionar un servicio completo, brindando a los asesores financieros de Deutsche Bank la oportunidad de acceder a la experiencia de MFS a través de una selección de estrategias de alta calidad, así como sesiones de capacitación y un amplio grupo de análisis e información de valor agregado del mercado”, sostiene Baron.
Por su parte, Sheila Zanchi, directora de asesoría de inversiones de Deutsche Bank en Italia, ha destacado que este acuerdo es un permitirá “enriquecer y diversificar” su actual gama de productos y servicios en la red de sucursales. “Eso garantiza que siempre estemos bien posicionados para brindar las mejores soluciones para satisfacer las necesidades de nuestros clientes”, añade.
Pixabay CC0 Public DomainMabelAmber
. Estrategias europeas de crédito: es hora de hablar de deuda
Una de las últimas encuestas elaborada por BofA Merrill Lynch Global Research apunta que el mercado de bonos corporativo se encuentra en un “viaje de ida y vuelta”. De hecho esperan unos rendimientos del 1,5% para la deuda investment grade y un 2% para el high yield. Esto no quiere decir que el contexto de mercado vaya a ser sencillo.
“Seguimos opinando que los primeros meses de 2019 serán el período más vulnerable para los diferenciales, dada la combinación del crecimiento superficial de la zona euro, la falta de compradores de bonos marginales y la carga frontal de la oferta. Además nos vamos a ir encontrando con numerosos cambios que van a pesar en el mercado. El mundo se encamina a un contexto menos líquido dado la reducción de los balances de los bancos centrales y la caída en la oferta monetaria global sugiere que las sorpresas en los datos económicos seguirán siendo sesgados a la baja”, señalan desde BofA Merrill Lynch Global Research.
Esto generará cierto “dolor de cabeza” a los inversores y para las empresas emisoras de deuda. Ahora más que nunca, los problemas políticas y la normalización de la política monetaria están más con los sectores de automoción, industria, energía y telecomunicaciones. En estos sectores, los emisores tienen una mayor proporción de deuda inicial y, por lo tanto, pueden verse tentados a optar por una nueva emisión para asegurar la refinanciación, lo que afecta a los precios de las emisiones secundarias. También vemos un mensaje claro para el mercado de renta variable en la actualidad: los costes de la deuda son más altos de lo que se cree y es posible que las expectativas de EPS deban reducirse para reflejar esto”, añade la firma.
En opinión de BofA Merrill Lynch Global Research, el mercado de crédito europeo no va a ser el único que tenga que buscar nuevos compradores, los mercados de deuda soberana están en la misma tesitura. “Los mercados soberanos también necesitarán compradores de deuda, más aún cuando estamos viendo un pequeño impulso fiscal no coordinado en la zona euro. El desplazamiento a través de los mercados de bonos será evidente en 2019. Pero si las expectativas de inflación disminuyen, los mercados corren el riesgo de volver a preocuparse por los niveles de deuda global. Desde la crisis de Lehman, el mundo se ha convertido en un lugar con 62 billones de dólares más de deuda y con nuevas vulnerabilidades para Europa”, concluye la firma.
Pixabay CC0 Public Domain. El mercado inmobiliario europeo mantiene su atractivo pese a la barrera del 5% en rentabilidad
Los inversores que tratan de batir las rentabilidades medias del mercado financiero refugiándose en el sector inmobiliario encuentran cada vez con mayor dificultad activos prime en el continente europeo que superen la acostumbrada barrera psicológica del 5%. Sin embargo, el mercado mantiene su atractivo y existen oportunidades en distintos países y segmentos para encontrar el valor acorde a requerimientos de mayor rendimiento, según el último informe de inversión inmobiliaria europea de Savills Aguirre Newman.
Con las rentabilidades prime en todo el continente en mínimos históricos tras varios años de subida continua de precios y la presión ejercida por el capital inversor, prácticamente los únicos activos en Europa que ofrecen una rentabilidad superior al 5% dentro de la categoría prime se reducen a naves logísticas en los mercados de Bélgica, Dinamarca, Italia, Portugal, República Checa y Rumanía; junto con oficinas y centros comerciales en Atenas y Bucarest, y centros y parques comerciales en Reino Unido.
En España las naves logísticas y parques comerciales, que han estado tradicionalmente por encima de esta barrera de rentabilidad mínima y de momento se mantienen, ofrecen respectivamente hasta un 7 % en el primer caso y entre el 6 y 8% en el segundo, según el informe. Por el contrario, el producto de mayor calidad en los segmentos de oficinas, locales comerciales y vivienda hace tiempo que la traspasaron ajustándose a niveles de hasta el 3%.
La media de rentabilidades prime del mercado europeo de oficinas en los distritos de negocios se sitúa actualmente en 3,7%, el 4,7% para centros comerciales y el 5,4% para naves logísticas. Según Savills Aguirre Newman, los inversores que buscan oportunidades con una rentabilidad superior, podrían encontrarla en el sur de Europa y los países nórdicos en oficinas, en ciudades secundarias en el sur y este de Europa para logística, y finalmente en el Reino Unido y España para retail. A los segmentos tradicionales se añaden las inversiones conocidas como alternativas, que incluyen residencias de estudiantes, hospitales o self storage en todo el sur de Europa.
«En un entorno de tipos de interés bajos que se espera que continúe, el diferencial de rentabilidad seguirá siendo atractivo para invertir en el sector inmobiliario europeo. Los últimos movimientos de la FED y el BCE hacen pensar que tendremos financiación barata todavía durante tiempo suficiente para desarrollar nuevos proyectos», explica Borja Sierra, vicepresidente ejecutivo internacional de Savills.
«Para los inversores que buscan rentabilidades altas, existen oportunidades de core+/value-add en segmentos de mercado con fundamentales sólidos, como en el caso de las oficinas en zonas secundarias. La mayoría de las capitales de Europa sufren falta de espacio en el centro de la ciudad. Como resultado, la demanda de oficinas de alta calidad ubicadas en la periferia, aunque bien comunicadas, es sólida y las rentas se mantienen estables o, incluso, aumentan», señala Eri Mitsostergiou, directora de Research Europa en Savills. «Las mayores oportunidades core+ y value-add en oficinas se pueden encontrar en Estocolmo, Copenhague, Milán, Madrid, Barcelona, Oslo y París con yields de entre el 5,25% y el 6%, o incluso más en el caso de nuevos desarrollos o rehabilitaciones», añade Mitsostergiou.
Pixabay CC0 Public Domain. BCE: Esperar lo mejor, prepararse para lo peor
El Banco Central Europeo se encuentra en una situación distinta a la de su homólogo estadounidense, la Reserva Federal. Mientras que esta última ha logrado mantener las expectativas de inflación mediante acciones concretas, el BCE parece aferrarse a una política basada en condiciones que ya han cambiado. Sus movimientos son básicamente reactivos.
Juegos distintos
El crecimiento nominal de EE.UU. ha superado al de la mayoría de los mercados desarrollados, las expectativas de inflación se mantienen y la prima de riesgo de la renta variable es mucho más baja que en Europa y Japón. Como “recompensa”, la Fed ha podido llevar los tipos de interés a terreno positivo, aunque continúa muy proactiva, como se evidenció en su rápido giro dovish a principios de año.
Por el contrario, las políticas del BCE en la última década han sido, en su mayoría, reactivas. Tiende a retrasar sus intervenciones hasta que exista una evidencia clara del daño a la economía real. El gran peligro de esta estrategia es que la caída de las expectativas sobre la tasa de interés natural y la inflación puede empezar a retroalimentarse, algo que debilitaría progresivamente la economía. De hecho, el rendimiento de su crecimiento nominal está desfasado respecto a muchos de sus pares, la inflación básica se encuentra estancada en el 1% y la prima de riesgo de la renta variable es bastante alta.
La razón principal de esta gran diferencia entre la Fed y el BCE es que este último está mucho más limitado por un entorno complejo a nivel político e institucional. Por ello, afronta mayores obstáculos a la hora de tomar medidas y únicamente podría tratar de adelantarse a la curva de riesgo si la situación se vuelve realmente grave.
Mantiene el plan antiguo mientras pierde credibilidad
Estas dificultades políticas, unidas al cambio de liderazgo que se espera en el BCE, suponen grandes barreras para actuar de forma rápida y decisiva. La guerra comercial y los riesgos políticos internos han estallado y han perjudicado al momentum de crecimiento. Por ahora, la economía europea está resistiendo frente a la tormenta gracias al hecho de que el mercado laboral está sosteniendo el gasto de los consumidores mientras que la relajación fiscal está otorgando cierto respiro adicional.
La pregunta es cuánto puede durar esto. Los márgenes de beneficio para las empresas se encuentran bajo el asedio de la caída de la productividad, el aumento nominal de los salarios, un crecimiento real flojo y un bajo poder para fijar precios. Si ceden, desaparecerá el apoyo del mercado laboral. A esto se suma que las expectativas de inflación de los mercados están al nivel de los mínimos de 2016 y el tono dovish de otros bancos centrales amenaza con enviar al euro más arriba si el BCE no lo compensa de alguna manera.
La evidencia más clara de que el BCE se está aferrando a su viejo sueño es que continúa tolerando una inflación proyectada por debajo del horizonte de su política. En esa línea, prevé una inflación básica del 1,6% para 2021.
Básicamente, se ha ceñido a su antigua política y solo ha implementado algunos pequeños retoques como reacción al aumento de riesgos a la baja. Ha decidido mantener seis meses más los tipos de interés en los niveles actuales, hasta mediados de 2020. La efectividad de esto debería ser limitada porque el mercado espera que la primera subida de tipos tenga lugar mucho después.
Los recortes de tipos implican también una mayor carga para la rentabilidad de los bancos. Para mitigar este efecto secundario, puede que el BCE tenga que nivelar la tasa de los depósitos o dar a los bancos subsidios más generosos a través de la nueva ronda de TLTROs.
De ahora en adelante, la pregunta que se hacen los inversores es cómo de grave tiene que llegar a ser la situación para que el BCE abandone su plan actual y cambie de rumbo de la misma forma que lo hizo en 2012 y 2015. Esto es imposible de saber con seguridad porque el banco afronta limitaciones políticas difíciles de comprender.
Además, existe una posibilidad nada despreciable de que su apuesta actual surta efecto: si se reducen los riesgos antes de que la fortaleza interna de la economía quede fatalmente dañada, el BCE podría aumentar los tipos a finales de año.
Con todo, si supera las barreras políticas, sus acciones no tendrían por qué ser insuficientes pero sí podrían llegar demasiado tarde para una economía que parece estar cada vez más sometida a las fuerzas de estancamiento secular. Dado que la curva de rendimiento está baja y plana, la región posiblemente ya se encuentre en el punto de tener que reducir fuertemente los retornos para suavizar la política monetaria. Como señaló Mario Draghi en su última conferencia de prensa, nuestras esperanzas de salir de esto podrían recaer sobre las autoridades fiscales.
Tribuna de Willem Verhagen, economista senior en el área de multiactivos de NN Investment Partners
Antonio Cánovas del Castillo, CIO de Altair Finance AM.. Altair Finance AM: “Nos preocupa más una probable recesión financiera que una recesión en la economía real”
Para Altair Finance AM el entorno actual es muy poco favorable y los indicadores predicen claramente una recesión. Con una gran naturalidad y sin dramatismo, Salvador Díaz, del equipo de renta fija y mixtos de la gestora y asociado senior de gestión, ha señalado que la curva de tipos apunta a una recesión, que prevé sea más suave que la anterior. “Es algo lógico después del crecimiento en forma de uve que hemos tenido”, ha explicado durante una presentación ante medios de comunicación.
Díaz ha reconocido que les preocupa lo que significa esta curva invertida, pero desde luego lo que no consideran es que estemos ante “el fin del mundo”. Un argumento que también ha suscrito Antonio Cánovas del Castillo, CIO de la firma, quien no ha matizado cuándo comenzará esta recesión: “Cuando hablamos de recesión no nos referimos a una recesión como la última vivida, de hecho lo que no preocupa más una probable recesión financiera, como efecto del impacto en el sector financiero de unos tipos bajos prolongados y laxitud de los bancos centrales, que una recesión en la economía real donde las tendencias a largo plazo y los fundamentales siguen siendo favorables”.
La gestora considera que estamos ante un entorno donde los riesgos bajistas derivados de la tensión política están lastrando el crecimiento en el corto-medio plazo y donde los bajos y la intervención de los bancos centrales siguen soportando el nivel de crecimiento. “Con este contexto de tipos extremadamente bajos se ha producido un cambio en la percepción del riesgo del inversor. Nos encontramos que el inversor tradicional está demandando un retorno atractivo y para ofrecérselo, las casas de inversión han asumido más riesgo en su nombre. Esta escalada de ir tomando más riesgo empezó con los activos tradicionales y se ha movido hacia toda clase de activos. Esto puede provocar que por ejemplo en un caso de falta de liquidez, en el caso de la renta fija, el inversor se encuentre con más riesgo en su cartera del que creía tener”, afirma Díaz y pone como ejemplo la “trampa” en que se está convirtiendo el mercado de high yield.
Frente a esta tendencia del sector, Cánovas del Castillo destaca que en la gestora defiende el principio de que “sea el gestor el que se mueva y no el inversor”, es decir que los equipos cuenten con la suficiente flexibilidad en sus productos como para rotar rápidamente las carteras y adecuarlos al contexto de mercado sin cambiar el perfil de riesgo del inversor, eso sí: “no asumiendo nunca un riesgo que no esté apropiadamente recompensado”.
Se podría pensar que Altair Finance AM tiene una visión muy negativa del entorno, pero no es así. Asumen que hay cierto sectores sectores que están muy caros, como por ejemplo el financiero, o que muestran síntomas de debilidad, como la automoción, pero que sigue habiendo oportunidades a corto plazo. “En general, hemos colocado a nuestras carteras en una posición mucho más defensiva. En renta fija estamos cómodos como tenedores de bonos del sector financiero, un sector que en cambio en renta variable no nos gusta, y por duraciones cortas. En renta variable, seguimos optando por nombres individuales que cumplen una serie de características que consideramos fundamentales como tener una buena caja y un modelo de negocio sólido”, señala Díaz.
En términos generales, la gestora está infraponderando la mayor parte de activos de riesgo y mantienen las carteras en una posición conservadora a la espera de que lleguen las correcciones del mercado y que lleven a los activos a niveles normales de valoración. “Somos de los que creemos que el negocio se hace comprando cuando el mercado está estresado, no puedes invertir por las expectativas de un precio”, añade Cánovas del Castillo.
Respecto a España, la gestora considera que los datos económicos son positivos y que el riesgo político que existe no es tan elevado como el de otros países europeos. “Los inversores extranjeros han dejado de ver a España como país periférico y han pasado a pensar que están ante un país con una gran perspectiva de crecimiento a largo plazo”, concluye.
Foto cedidaBen Ritchie. Ben Ritchie: “La clave para lograr buenos retornos en renta variable europea es apostar por empresas de calidad”
Europa tiene que afrontar numerosos desafíos políticos y económicos en la actualidad, pero, a nivel global, ofrece oportunidades para todo tipo de inversiones. “Cuenta con numerosas empresas de calidad que pueden ofrecer buenos retornos, incluso en entornos complicados”, asegura Ben Ritchie, director adjunto de renta variable europea de Aberdeen Standard Investments.
Para él, la clave es ser selectivo y centrarse en los fundamentales para ofrecer rendimientos a largo plazo. En ese sentido, destaca el proceso que sigue la que es la mayor gestora activa en el Reino Unido y la sexta en inversión en renta variable a nivel mundial. Primero, ponen en marcha un gran flujo de generación de ideas, después realizan una investigación de los fundamentales con revisión de pares y, por último, construyen una cartera diferenciadora.
“Lo esencial es la capacidad de sacar ideas de la investigación de los fundamentales y trasladarlas a la estrategia para articular productos sólidos que de verdad puedan destacar en el mercado”, afirma durante un desayuno celebrado en Madrid.
Ritchie admite que, debido a la incertidumbre que ha rodeado a Europa en los últimos meses y a los datos económicos más débiles, la confianza en este mercado es bastante baja. Sin embargo, destaca, eso permite que las empresas de este mercado sean mucho más baratas en comparación a otros tipos de activo. De hecho, actualmente, las acciones están cotizando a los niveles más bajos de los últimos 50 años. “Ha sido un mercado barato desde hace tiempo, el desafío es encontrar otros motivos para invertir en él”, señala.
Es cierto que el mercado estadounidense goza de mejor salud actualmente, ya que el PIB es más alto, ha evitado la crisis financiera europea y cuenta con mayores avances en tecnología y software, sectores que han registrado elevados retornos. Sin embargo, destaca, en Europa sigue habiendo alrededor de 1.000 oportunidades potenciales de inversión en torno a empresas que están creciendo rápidamente y que pueden arrojar muy buenos resultados.
En ese sentido, pese a los problemas políticos y económicos que afronta Europa en la actualidad, a nivel global presenta oportunidades “muy interesantes”. “Es un mercado muy atractivo para los inversores ‘bottom-up’”, asegura.
En los últimos seis años, no ha habido un crecimiento de los ingresos en este mercado, por lo que el punto de partida puede no ser demasiado atractivo. Sin embargo, dice Ritchie, la cartera del fondo Aberdeen Standard SICAV I – European Equity Fund ha logrado registrar “retornos de doble dígito” en los últimos años.
En concreto, su rendimiento anualizado a un año es del 13,31%, por encima del 4,79% del índice de referencia. Además, en los primeros cuatro meses de 2019, esta cifra ha sido del 23,42% y, desde su lanzamiento en enero de 1993, su rentabilidad anualizada ha alcanzado el 9,10%. “Si eliges las empresas adecuadas, obtienes este tipo de retorno. Las buenas compañías se desempeñan muy bien incluso en entornos desafiantes”, asegura.
En concreto, Ritchie hace referencia a empresas como la neerlandesa Unilever (con un peso del 4,3% en la cartera) o la danesa Novo-Nordisk (3,6%), dedicada al sector farmacéutico y que lleva en su cartera prácticamente desde el comienzo. “Es líder mundial en el tratamiento de la diabetes. Se trata de un muy buen ejemplo de una empresa fuerte en el mercado europeo, que apuesta por la innovación y que no ha parado de crecer”, afirma.
El plazo medio de inversión en empresas del fondo es de 5 años y no sobreponderan conscientemente determinados sectores, aunque actualmente destacan el de los bienes de consumo (28% de la cartera), el industrial (18,7%) y el sanitario (15,2%). Aun así, “ningún sector tiene el monopolio de la calidad”, apunta.
Consultado por el impacto que pueda tener el Brexit, Richie considera que no va a provocar grandes cambios en la estrategia porque se centran en empresas internacionales con buenas perspectivas de crecimiento a largo plazo. Por ese motivo, en general, los factores políticos domésticos de Europa no les afectan demasiado; aunque admite que, si el resultado final es un Brexit duro, sí perjudicará a la confianza de los inversores.
Además, cree que Europa está mucho más expuesta a factores como el conflicto comercial, que puede afectar a sus capacidades de exportación. Por esa razón, insiste, es importante apostar por empresas de calidad que cuenten con dos características esenciales para lidiar con entornos conflictivos: márgenes elevados para absorber los impuestos y poder de fijar precios para gestionar el impacto de los aranceles.
Andrea Iannelli, director de inversiones en renta fija de Fidelity International. Fidelity International aprecia presiones sobre los activos de riesgo
En sus comentarios de este mes sobre las perspectivas de la renta fija, Andrea Iannelli, director de inversiones en renta fija de Fidelity International, comenta por qué mantiene la cautela este mes y señala que va a estar muy atento a la evolución de las disputas comerciales y las incertidumbres políticas en torno a la Fed, el BCE y el Brexit.
La Fed podría tener que actuar más pronto que tarde
El viejo dicho ‘vende en mayo y sal del mercado’ se cumplió una vez más este año, ya que los activos de riesgo comenzaron a sufrir presiones a raíz del aumento de las tensiones comerciales.
La escalada de las disputas comerciales se produce en un momento en el que el crecimiento mundial sigue siendo débil y la economía estadounidense no deja de desacelerarse y ponerse al mismo nivel que el resto del mundo. Los indicios disponibles apuntan a una tasa de crecimiento del PIB más baja de lo previsto en el segundo trimestre, probablemente inferior al 1% y sustancialmente por debajo de las expectativas que se manejaban hace apenas unas semanas. En esta coyuntura, el mercado ha descontado rápidamente las perspectivas en torno a la Fed.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. descendieron más de 30 puntos básicos en mayo y ahora se mueven cerca del 2%. Ahora se descuentan tres recortes de tipos por parte de la Reserva Federal durante los próximos doce meses y sus responsables también apuntan a que la entidad podría verse obligada a actuar más pronto que tarde. El hecho de que la Fed no haya contrarrestado los precios de mercado es bastante revelador y confirma su claro sesgo expansivo.
Aunque, desde un punto de vista macroeconómico, la hipótesis de referencia de Fidelity International es que la Fed mantendrá los tipos, la posibilidad de recortes ‘preventivos’ ha aumentado de forma considerable. Si las tensiones comerciales no remiten, y dado que es poco probable que se apruebe otra ronda de estímulos, podría ser necesaria una mayor aportación de la política monetaria para compensar las repercusiones de la guerra comercial. Por su parte, los bonos del Tesoro de EE.UU. deberían contar con un apoyo amplio conforme vaya evolucionando la situación macroeconómica en EE.UU., si bien en Fidelity International están muy atentos a los datos del mercado laboral, el bastión que todavía no ha caído.
Revisión de la exposición a duración europea
En cuanto a Europa, los tipos de la deuda del núcleo europeo siguieron los pasos de los bonos del Tesoro de EE.UU. y la búsqueda de la seguridad arrastró al Bund hasta mínimos récord. El argumento que planteaba Fidelity a comienzos de año en relación con el Bund y una posible subida de sus rendimientos a raíz de la estabilización macroeconómica europea está amenazado por el reciente giro de los acontecimientos en el plano comercial.
El deterioro de las perspectivas les llevó a revisar este mes su exposición a la duración europea. Siguen apostando por mantener posiciones cortas en los tipos del núcleo europeo atendiendo a factores estacionales. Sin embargo, incorporan posiciones a favor del aplanamiento de las curvas en los mercados core y semi-core como cobertura frente a nuevos repuntes de la aversión al riesgo en un momento en el que la deuda pública europea replicará la evolución de los bonos del Tesoro de EE.UU.
También son cautos en relación con los BTP italianos. Las elecciones al Parlamento Europeo dejaron un mayor apoyo a los partidos populistas, encabezados por Salvini y Le Pen. Sin embargo, el resultado no fue la victoria aplastante que muchos habían vaticinado y el Partido Verde y los Liberales -dos formaciones proeuropeas- consiguieron unos resultados muy buenos. No obstante, a escala nacional las repercusiones de las elecciones europeas siguen resonando. Así, la líder del Partido Socialdemócrata alemán (SPD) dimitió tras el mal resultado cosechado por esta formación en Europa.
En Italia, entretanto, Salvini se siente respaldado por el amplio consenso conseguido a escala europea y ha cargado más las tintas contra la Comisión Europea ahora que se acercan las negociaciones sobre el déficit, que se celebrarán en otoño. El panorama macroeconómico sigue ensombrecido por la disputa comercial en curso. Los aranceles al sector automovilístico se han pospuesto hasta el otoño, aunque el problema ha salido del radar solo de forma temporal, mientras que el sector manufacturero sigue de capa caída.
En el plano de la política monetaria, el BCE amplió sus orientaciones sobre la evolución prevista de los tipos de interés. Ahora la entidad considera que los tipos de referencia continuarán ‘en los niveles actuales al menos hasta el primer semestre de 2020’. Se anunciaron más detalles sobre la nueva ronda de operaciones de refinanciación a largo plazo (TLTRO) y estos fueron acordes a lo previsto.
Si los datos macroeconómicos se deteriorasen considerablemente, el BCE está listo para actuar y dispone de un margen amplio para ello, lo que incluye la reactivación de los programas PSPP y CSPP. Una ‘operación twist’, por la que el BCE reinvertiría los bonos que lleguen al vencimiento en instrumentos con vencimientos más largos, también sería una herramienta aceptable para reducir la prima de riesgo si la situación lo justifica.
La compleja coyuntura británica se traduce en infraponderación
En el Reino Unido, el foco se ha posado en la carrera para elegir a un nuevo primer ministro tras la dimisión de Theresa May. La primera ministra saliente deberá hacer efectiva su renuncia a comienzos de junio y a finales de mes los parlamentarios conservadores habrán escogido a los dos candidatos que el partido votará en julio. Los candidatos parecen en su mayoría dispuestos a valorar un Brexit duro. Por su parte, la coyuntura macroeconómica británica sigue siendo compleja y los Gilts seguirán estando muy influenciados por otros mercados de deuda pública. Sin embargo, en el cómputo general Fidelity International mantiene una postura de infraponderación, debido principalmente a que la curva está plana y las valoraciones son elevadas.
Carlos Torres Vila, presidente de BBVA, habló de bonos verdes, préstamos sostenibles y fondos de inversión, entre otros ejemplos.. “Aspiramos a que todos los productos de BBVA ofrezcan una solución alternativa sostenible en 2020”
Carlos Torres Vila ha inaugurado, junto al gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, el curso ‘Las finanzas sostenibles y su importancia en el futuro de la economía’, organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), y que se celebra en la Universidad Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander. El presidente de BBVA ha incidido en que no solo es importante fijarse en los retos medioambientales sino también en los sociales -lograr un crecimiento económico inclusivo, reducir la desigualdad, la educación y el bienestar-. “Existen retos para un crecimiento económico inclusivo”, dijo, en un mundo marcado por la digitalización y la robotización. “Se trata de retos globales que requieren respuestas globales para lograr un progreso socialmente más sostenible y más inclusivo. La humanidad nunca ha tenido tanta responsabilidad como la que tiene ahora”, aseguró.
Y apeló a la responsabilidad de la industria financiera en concreto en la transición hacia una economía más sostenible. “Una buena noticia es que cada vez somos más conscientes de la dimensión de estos desafíos y estamos asistiendo a una movilización cada vez mayor en todos los niveles” y el sector financiero tiene un papel clave como catalizador de la transición. “El sector financiero es catalizador del cambio, harán falta más de 230.000 millones de euros de aquí a 2030 para la transición ecológica, y el 80% corresponde al sector privado; los bancos tenemos la capacidad de movilizar y canalizar recursos hacia actividades sostenibles, incentivando que las empresas y otros agentes económicos tomen sus decisiones de inversión y producción con criterios de sostenibilidad ambiental y social”, ha señalado. “El futuro de la banca está en financiar un futuro con mayúsculas”.
Torres Vila recordó que ya han surgido iniciativas importantes, como un mercado de finanzas sostenibles hace una década, con la primera emisión de bonos verdes por el Banco Europeo de Inversiones y en la que BBVA participó; aunque no fue hasta 2014 cuando bonos verdes empezaron a desarrollarse de forma más importante, alcanzando en 2018 los 167.000 millones de dólares. Las previsiones son que este año se llegue a 220.000 millones. También recordó el desarrollo de los préstamos ligados a la sostenibilidad, no finalistas sino asociados al cumplimiento de métricas de sostenibilidad de las compañías, y en los que participan nuevos sectores como el de transporte o el inmobiliario.
Por el lado de los inversores, recordó que su demanda es importante y están ya incorporando la sostenibilidad en sus criterios de toma de decisiones, buscando empresas sostenibles en las que invertir y con una visión a largo plazo. “Además la demanda cada vez más exigente, piden transparencia sobre el desempeño social y medioambiental de las empresas de cara a sus estrategias de inversión”, añade. Algo a lo que también ayudan las iniciativas supervisoras y reguladoras.
Pero, para su desarrollo, dice, es necesaria la armonización. “Es importante desarrollar un lenguaje común para todos, emisores, bancos e inversores”. En este sentido, la Comisión Europea mañana publica un primer paquete de definiciones. La armonización es clave en la medida en que los retos, globales, requieren de soluciones globales, dijo.
Los tres pilares de BBVA
Carlos Torres Vila ha destacado que, hace más de un año, BBVA definió su estrategia contra el cambio climático y por un desarrollo sostenible (Compromiso 2025), basado en tres pilares: financiar, gestionar e involucrar. En el primero de ellos, el de financiar, el banco pretende movilizar 100.000 millones de euros antes de 2025, de los que ha movilizado cerca de 12.000 millones de euros en 2018. Y ha impulsado los Principios de Banca Responsable, una iniciativa en el marco de Naciones Unidas. También ha recordado que BBVA emitió el primer bono verde de un emisor financiero en España y el de mayor importe de la eurozona en el momento de la emisión (1.000 millones de euros). La semana pasada colocó su segundo bono verde, también por 1.000 millones de euros y con el mismo tipo de instrumento (deuda senior no preferente). También fue el primer banco privado que hizo una emisión de un bono verde en México. “A día de hoy, sigue siendo el banco español más activo en la emisión de bonos verdes y sociales, y uno de los bancos líderes a nivel mundial en préstamos sostenibles”, dijo el presidente. Además, habló del lanzamiento de un bono de género en Turquía para mujeres emprendedoras.
“Pero en BBVA queremos ir más allá”, ha asegurado Torres Vila. “Aspiramos a que todos nuestros productos tengan su correspondiente solución alternativa sostenible. No solo para grandes empresas e instituciones, sino también para pymes y particulares”, dijo, fijándose como fecha 2020. Un ejemplo es el Préstamo Coche Verde en España, para todos aquellos clientes que deseen adquirir coches eléctricos o híbridos y a la vez contribuir a un consumo más responsable; o la nueva línea de préstamos para la promoción de viviendas de alta eficiencia energética también en España, que bonifica a los compradores de estas viviendas con una rebaja en el diferencial de su hipoteca. En fondos de inversión, destacó que el fondo de inversión Futuro Sostenible es el fondo multiactivos con mayores entradas en lo que va de año.
“Pretendemos ofrecer no solo soluciones financieras sino también asesoramiento”, dijo. “En definitiva, queremos que todos aquellos clientes que quieran implicarse en esta transición y en esta agenda común tengan a BBVA como su socio de referencia”.
El segundo pilar es gestionar el impacto directo o indirecto de su actividad, y destacó que buscan que un 100% de la energía que usa el banco sea renovable en 2030 (en 2018 esa cifra ya alcanza el 35% en el grupo, y en España es del 100%) y reducir las emisiones directas de CO2 un 68% con respecto a 2015 (este año ya se han reducido un 22%). Y busca cumplir el Acuerdo de París e integrar el riesgo climático en el modelo de gestión de riesgos.
El tercer pilar, por último, consiste en involucrar a todos en la contribución al desarrollo sostenible, supervisores, competidores, clientes… “El cambio precisa de una gran coalición para proporcionar financiación sostenible” dijo. “La humanidad nunca ha tenido tanta responsabilidad. Las finanzas sostenibles van a seguir una evolución exponencial porque la sociedad lo demanda y necesita: queremos escalar desarrollando soluciones sostenibles incluyendo pymes y particulares. Queremos poner al alcance de todos las oportunidades de esta nueva era. El futuro de la banca es financiar un futuro con mayúsculas”, aseguró.
Riesgos para el sector bancario
En la ponencia también estuvo presente Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España. “La baja rentabilidad es uno de los principales riesgos para la banca española y europea”, destacó y también habló de retos como el riesgo legal y de litigiosidad o el Brexit. Con respecto al retraso de la subida de tipos del BCE, también reconoció un entorno complicado mientras Torres Vila reconoció que el sector “mantiene un entorno difícil para sus operaciones y debe hacer una gestión enfocada en la eficiencia: la Fed ahora por una previsión de bajadas, el entorno vuelve a ser peor para el indicador de rentabilidad de los bancos”, aseguró.
Foto cedida. A&G Banca Privada incorpora a Ignacio Estevas-Guilmain a su equipo de banqueros en Madrid
A&G Banca Privada, una de las principales entidades independientes de banca privada en España, amplía su equipo de banqueros con una nueva incorporación: Ignacio Estevas-Guilmain Escudero se une a su equipo de Madrid.
Ignacio, que cuenta con una amplia experiencia en el sector financiero, se incorpora a A&G Banca Privada tras casi 10 años en Pictet, donde ha desarrollado funciones tanto de director de Banca Privada como de agente. Previamente trabajó para entidades como Banca del Gottardo (BSI Spain), Beta Capital Mees Pierson (Fortis Bank), y UBS.
Es licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Carlos III de Madrid, cuenta con un MBA del Instituto de Empresa y un master en value investing y teoría del ciclo económico por el Centro de Estudios Superiores OMMA.
Juan Espel, director general comercial de A&G Banca Privada ha comentado: “Para nosotros es un placer contar con un banquero con la trayectoria de Ignacio, cuya experiencia y valores encajan a la perfección con los de nuestra entidad. Nuestro modelo de negocio ha buscado siempre incorporar a profesionales con gran talento que ayuden a los clientes a gestionar su patrimonio de la mejor manera posible. Esta nueva incorporación contribuye a reforzar nuestra sólida posición dentro de la banca privada independiente en España”.
A&G Banca Privada, un equipo en constante crecimiento
El Grupo A&G es una de las principales firmas independientes de Banca Privada de España. En los últimos años, A&G ha triplicado su cifra de negocio y en 2018 su beneficio antes de impuestos creció un 12% respecto a 2017. Esta evolución se debe fundamentalmente a su modelo de crecimiento, basado en la incorporación de banqueros senior de otras entidades, atraídos por un modelo de negocio diferente al del resto del sector y donde el cliente es realmente el foco. En la actualidad el Grupo A&G cuenta con 184 empleados, 72 banqueros y un total de ocho oficinas (Madrid, Barcelona, León, Santander, Sevilla, Valladolid, Valencia y Luxemburgo).
El Grupo A&G está participado en un 54% por el banco suizo EFG, mientras que el restante 46% está en manos de los principales banqueros y ejecutivos de la firma. EFG es una entidad dedicada en exclusiva a la prestación de servicios de Banca Privada y asset management, con sede en Zúrich y presencia en casi 40 países. EFG International (EFGN) cotiza en el SIX Swiss Exchange.