Schroders apuesta por invertir en industrias y sectores con altas emisiones para ayudarles a transformar su forma de operar

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Pixabay CC0 Public Domain. Schroders apuesta por asignar capital a aquellos que están trabajando por cambiar su forma de operar y encontrando soluciones innovadoras

El transporte y la energía son los sectores que habitualmente señalamos cuando pensamos en qué es lo que más contamina. Los datos soportan esta intuición: la energía es responsable de más del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero y el transporte de un tercio. Pero también hay otras sectores menos obvios que son fuentes importantes de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.

En este sentido, la estrategia de Schroders contra el cambio climático plantea precisamente ir más allá de los emisores de dióxido de carbono más obvios. Así lo ha explicado Yashica Reddy, directora de inversión adjunta del fondo Schroders ISF Global Climate Change Equity, en el marco del International Media Conference 2019 celebrado recientemente en Londres. “Nuestra visión es más holística y sentimos que siempre se habla de las mismas fuentes de emisiones, la energía y el transporte. Por supuesto, hay que hablar del vehículo eléctrico y de las energías renovables, pero creo que es muy importante mirar más allá, a las emisiones que se generan en otras áreas que son muy significativas”.

En su opinión, estamos en un período en el que los ingresos y la riqueza global están aumentando y nadie quiere comprometer su estilo de vida. “Queremos vivir como vivimos, pero de una forma sostenible. Por eso, nuestra estrategia asigna capital a industrias de altas emisiones y sectores que están tratando de cambiar la forma en la que operan, limpiando sus procesos de fabricación y encontrando soluciones innovadoras”, señala esta experta.

En este sentido, dos son las claves de la propuesta de la gestora: ayudar a mejorar aquellas industrias que más emisiones realizan y fijarse en sector menos «populares» pero que también son responsables de un alto nivel de emisiones. Reddy pone como ejemplo la industria textil, que representa el 10% de todas las emisiones globales. “El sector textil es responsable de más emisiones que las aerolíneas de cuyo impacto medioambiental se habla mucho más. Hablamos de la conocida como “fast fashion”(moda rápida) con consumidores que compran ropa hecha con tejidos no reciclables para usarla apenas un par de veces. Se trata de pensar cómo podemos limitar eso invirtiendo en empresas que producen, por ejemplo, fibras a base de celulosa o madera, materiales completamente biodegradables”, explica.

Aunque la firma tiene una política de exclusión, también se detiene en analizar caso por caso para ver a qué compañías puede apoyar para que reduzcan sus emisiones, en concreto en el sector del petróleo y el gas. Según afirma, «no invertimos en petróleo y gas porque creemos firmemente que el petróleo y el gas serán activos varados en el futuro. Sin embargo, hay un conjunto de empresas que están invirtiendo fuertemente solo en petróleo y gas y que se están moviendo en esa dirección. Y sí, en alguna ocasión hemos desinvertido en alguna empresa porque ha tomado decisiones en sentido contrario».

Al margen de la política, la inversión con criterios ambientales de Schroders no excluye regiones ni países concretos como EE.UU. “Queremos apoyar a aquellas empresas que están tratando de hacer lo correcto, a pesar de un entorno político difícil. Por eso, aunque tengamos un índice de referencia, somos libres para tomar nuestras decisiones de inversión. El 60% del índice MSCI World está en EE.UU. Y la realidad es que estamos muy infraponderados en el país. Aún así, hay áreas que son extremadamente importantes, como parques eólicos o empresas que intentan hacer cosas interesantes en el mercado estadounidense”, señala Reddy.

A esta visión de la gestora se suma su interés por las energías renovables, una de las palancas de cambios más evidentes para ayudar a la transición energética y luchar contra el cambio climático. En este sentido, la experta considera que éstas todavía se necesitan desplegar a gran escala, pese a que su coste se ha reducido, lo cual sigue siendo un ámbito de inversión muy interesante. «Los fabricantes no pueden detener su producción y todavía confían en el petróleo y el gas como principal fuente de energía. La buena noticia, sin embargo, es que las energías renovables cada vez necesitan menos subvenciones estatales porque la tecnología es más barata y no implica un sacrificio para los bolsillos de los contribuyentes”, concluye. 

 

Integración de los ODS: ¿en qué punto de cumplimiento están las gestoras de activos, los inversores y las empresas?

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Pixabay CC0 Public Domain. Integración de los ODS: ¿en qué punto de cumplimiento están las gestoras de activos, los inversores y las empresas?

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible impulsada por las Naciones Unidas (ONU) se considera, en general, un importante paso hacia un futuro sostenible. Aun así, para Lottie Meggitt, analista de inversiones responsables en Newton (parte de BNY Mellon), la plena integración de sus 17 objetivos en el sector de los servicios financieros continúa siendo un desafío.

En su opinión existe un gran sensibilización sobre cierto temas como el cambio climático, la pobreza o la desigualdad, pero aún queda mucho trabajo pendiente. Tal y como recuerda Meggitt, esta agenda para el 2030 se diseñó para intentar dar respuesta a las realidad y preocupaciones más urgentes. La Agenda persigue hacer frente a cuestiones clave relativas al medioambiente, la gobernanza y la igualdad a través de la implementación de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que deberían ser adoptados a nivel mundial con el fin de lograr un mundo más equilibrado y más sostenible para todos. 

“A pesar de que los 193 Estados miembros de la ONU adoptaron el plan de acción cuando se presentó hace más de cuatro años, los avances en la consecución de sus objetivos se están viendo obstaculizados por una serie de factores negativos y una falta general de educación sobre los ODS”, apunta. Según el último Informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU se publicó en julio de 2019, unos 150 países han desarrollado políticas nacionales para responder a los retos que plantea una urbanización acelerada, mientras que 71 países y la Unión Europea cuentan con más de 300 políticas e instrumentos en vigor que apoyan el consumo y la producción sostenibles.

El informe establece que la financiación es una de las principales esferas que pueden impulsar el avance de los 17 ODS, junto con un mejor aprovechamiento de los datos, un mayor uso de la ciencia, la tecnología y la innovación, y un énfasis en la transformación digital.

“Desde el punto de vista de la inversión, el principal problema radica en el hecho de que muchos particulares, empresas y corporaciones tienen un conocimiento limitado de estos objetivos y no los han integrado en sus rutinas laborales diarias. Por un lado, los gestores de activos no están obligados a integrar los ODS en sus procesos o filtros, mientras que la falta de datos y de indicadores clave de rendimiento (KPI) para cuantificarlos implica que disponemos de pocas cifras o de estadísticas para medir los esfuerzos realizados”, señalan desde Newton.

Meggitt comenta que un aspecto clave que frena la plena adopción de los ODS por parte de los inversores es el hecho de que las empresas no publican datos consistentes. “En un mundo perfecto, nos encantaría poder agregar todos estos datos para saber en qué medida contribuyen las posiciones de los fondos a los ODS. Sin embargo, como cada empresa publica esta información según le parece, y como no difunden datos sobre ESG de forma consistente, resulta extremadamente difícil comparar empresas, medir los avances e informar sobre los fondos”.

Pequeños avances

Aunque se han registrado pequeños avances en la implementación de los objetivos, Meggitt asegura que aún queda un largo camino por recorrer hasta que las gestoras de activos integren regularmente los ODS en sus fondos. Algunas firmas de inversión están usando el documento elaborado por la Sustainability Accounting Standards Board (SASB), que persigue que los objetivos de la ONU resulten más relevantes para los inversores, mientras que otras están creando nuevos fondos especializados basados en los ODS.

“Cada vez hay más inversores que empiezan a comprender los ODS, lo que representa un gran avance. El cambio empezó con los inversores de capital riesgo, a quienes les resulta más fácil lograr un impacto significativo en las empresas en las que invierten. Y, a lo largo del último año, diversos inversores en mercados cotizados han empezado a plantearse cómo pueden integrar los ODS y utilizarlos a su favor”, afirma.

En su opinión, aunque es un inicio prometedor, esta sigue siendo un área de la industria de la gestión de activos bastante nueva y carente de cohesión, como queda reflejado en el estudio realizado por Newton en 2019. Según el documento, que evaluó a 16 grandes gestoras de activos de Reino Unido y EE. UU., cuatro no relacionaron de ninguna forma los ODS con sus fondos, tres indicaron cómo contribuyen sus posiciones al cumplimiento de los objetivos de la ONU, cinco están intentando conectar sus valores y temáticas corporativas con los ODS, y las cuatro restantes los mencionaron en el contexto de las inversiones de impacto.

¿Demasiado optimista?

Según su análisis, poner en práctica todos los cambios que proponen los ODS llevará tiempo. Y argumenta que hicieron falta décadas para que tanto las gestoras de activos como las empresas en las que invierten se tomaran en serio los factores ESG a nivel mundial. 

Aunque ya han pasado más de cuatro años desde que se creó la Agenda 2030, muchas empresas siguen sin saber muy bien cómo avanzar adecuadamente hacia los ODS o qué impacto podrían tener en su negocio y en sus beneficios. “A poco más de una década hasta la fecha límite, ¿es realista pensar que podremos cumplir con todos o, al menos, con alguno de los ODS propuestos?”, reflexiona. 

Meggitt opina que es mejor que no centrarse únicamente en la fecha límite de los ODS, sino en cuánto pueden cambiar las cosas si se ponen en marcha ya las medidas adecuadas. “Si continuamos abordando los ODS al ritmo actual, no alcanzaremos todos los objetivos propuestos para 2030. Pero si no nos fijamos unos objetivos ambiciosos, no lograremos hacer nada. Es posible que no cumplamos todos los ODS de aquí a 2030 pero, siempre que estemos más cerca de hacerlo de lo que estamos ahora, será positivo”, asegura la experta.

Incluso, afirma, “si no alcanzamos todos los objetivos en el 2030, no los abandonaremos, sino que continuaremos trabajando para lograr cumplirlos en un plazo distinto. También podemos evaluar en qué punto estamos en 2030 y, partiendo de ahí, ajustar los objetivos para establecer dónde deberíamos 5 o 10 años después. El objetivo final de los ODS es la transición hacia un mundo más sostenible y, con un poco de suerte, a medida que pase el tiempo registraremos grandes mejoras año tras año que, algún día, darán paso a una perspectiva general más prometedora”.

Joaquín García Huerga (BBVA AM): «Las bolsas europeas subirán en torno a un 10%, mientras que el S&P 500 solo lo hará un 3%”

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Foto cedidaJoaquín García Huerga, director de Estrategia Global de BBVA Asset Management.. Joaquín García Huerga (BBVA AM): "Las bolsas europeas subirán en torno a un 10%, mientras que el S&P500 solo lo hará un 3% en 2020”

Nos acercamos al final del año y las principales casas de inversión comienzan a presentar sus perspectivas para 2020. En esta ocasión ha sido BBVA Asset Management la que ha compartido su visión: una economía global en fase madura del ciclo y una tendencia de crecimiento por debajo del potencial en la mayoría de los países. 

Según la gestora, aunque en 2019 la política fiscal ha tenido un sesgo expansivo, similar en términos globales a 2018, los planes presupuestarios actuales no contemplan por el momento un impulso fiscal positivo a nivel global en 2020. “Tiene sentido que los pocos países que tienen margen para implementar una política fiscal más expansiva, entre los que destaca Alemania, lo hagan. Pero no se deberían olvidar tampoco las reformas estructurales que tengan capacidad de aumentar el crecimiento potencial de las economías”, afirmó Joaquín García Huerga, director de Estrategia Global de BBVA Asset Management.

En general, en 2020 la subida de las bolsas se debería producir de nuevo en gran parte por valoración, y en menor medida por beneficios, porque estos crecerán solamente entre el 2% y el 5%. Por tanto, se trata de una previsión que descansa más en un escenario de contención de la incertidumbre política y económica que en puro crecimiento económico. García Huerga explicó que el balance de riesgos está sesgado a la baja, por lo menos hasta que se firme la primera fase del acuerdo comercial entre EE. UU. y China.

En su opinión, por primera vez en muchos años, el potencial de las bolsas europeas para 2020 es mayor que el de la estadounidense. “Las bolsas europeas subirán en torno a un 10%, mientras que creemos que el S&P 500 solo lo hará un 3% en 2020”, destacó durante la presentación. Respecto a la bolsa española, García Huerga sitúa el potencial del Ibex 35 en el 15%, por encima del resto de las del viejo continente. “La bolsa española se ha quedado más barata y, si todo va bien, puede ser un índice atractivo el próximo año”, apuntó. 

Pese a que considera que los índices europeos tienen mayor potencial de subida que el S&P 500, espera que la dinámica de beneficios será similar. La extensión del ciclo económico, el apoyo de los bancos centrales y la tregua en el frente comercial son los motivos que llevan a la gestora a esperar menores primas de riesgo en los índices, es decir, que pueden cotizar de forma “sostenida” en un rango de valoración más alto. “En términos de rentabilidad ajustada por riesgo, y aunque pensamos que las bolsas tienen recorrido al alza, preferimos enviar cierta señal de prudencia, por la madurez del ciclo macro y porque los riesgos son de índole política y por tanto impredecibles”, señaló.

Principales clases de activos

En renta variable, no obstante, desde BBVA AM muestran una clara preferencia por los mercados emergentes frente a los desarrollados. “El diferencial de crecimiento puede ser una décima mejor en los mercados emergentes, pero la gran diferencia estará en el mejor comportamiento de los beneficios de las empresas», aclara García Huerga.

También en renta fija los mercados emergentes sigue siendo sus preferidos. “Si hacemos un análisis de riesgo/rentabilidad, aumenta nuestra preferencia», explica García. Un contexto de crecimiento moderado, inflación controlada y, por tanto, margen para bajadas adicionales de tipos de interés en varios países emergentes son los principales factores que empujan a la firma a decantarse por los activos emergentes.

Según explicó García Huerga, el crédito está caro por valoración,  pero muy soportado por la búsqueda de rentabilidad en un entorno constructivo para el riesgo, apoyado por la política acomodaticia de los bancos centrales. “Esperamos rentabilidades bajas, pero en nuestro escenario central estas rentabilidades volverán ser positivas otro año más”, añade. EE. UU. puede tener mejor comportamiento relativo que Europa, tanto en el segmento de grado de inversión como en el high yield, en parte porque los bonos estadounidenses ofrecen cupones más altos.

Visión macro

El inicio de la nueva década viene marcado por perspectivas de crecimiento por debajo del potencial en la mayoría de los países. Como explica García Huerga, “nos acercamos al final de un ciclo de expansión que ya dura 10 años y cada año que pasa estamos más cerca del final. Aún así, consideramos que en 2020 no acabará y posiblemente tampoco en 2021 y 2022. No existen grandes desequilibrios a nivel global, no hay euforia económica, el petróleo está barato y todo esto nos invita a pensar que el ciclo continuará”.

En Estados Unidos, BBVA AM espera un crecimiento del 1,6% en 2020, por debajo del potencial de su economía que sitúan en el 2%. “EE.UU. muestra algunas señales de agotamiento, pero la ausencia de graves desequilibrios macroeconómicos (mantiene un consumo privado fuerte y un mercado laboral y de vivienda sanos) y el apoyo de la política monetaria limitan el riesgo de un escenario recesivo”, detalla. Sin embargo, la confianza empresarial no es tan positiva debido, según ha indicado, al conflicto comercial, que esperan que se resuelva pronto. “Asumimos que van a firmar la fase uno del acuerdo, algo que el mercado ya ha interiorizado. Pero si se demora va a ser algo negativo para la confianza económica y los mercados”, apunta.

Respecto a la zona euro, García Huerga sitúa su crecimiento en torno al 0,8%, un crecimiento algo más bajo de su potencial que ronda el 1%, debido a que esta región “se ha visto lastrada por la demanda externa, con limitado espacio para reforzar el apoyo monetario e implementar una política fiscal expansiva”, ha explicado.

El volumen de inversión de capital privado se sitúa por primera vez cerca de 6.000 millones de euros

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Pixabay CC0 Public Domain. Las dudas sobre la economía global no frenan el apetito inversor por España

Las dudas sobre la economía global no han impactado en el apetito inversor por España en los primeros nueve meses del año. Muestra de ello es que las cifras de inversión del capital privado registradas en este período han vuelto a marcar un nuevo récord al alcanzar los 5.890 millones de euros. Esta es sólo una de las conclusiones que deja la VI edición de la “Conferencia anual para gestoras de capital privado y sus inversores”, celebrada por la firma de servicios profesionales EY y la Asociación Española de Capital, Crecimiento e Inversión (ASCRI) en la oficina de EY en Londres.

El encuentro ha congregado a más de un centenar de grandes inversores y fondos de capital privado para tratar cuestiones como el balance del private equity y del venture capital, la búsqueda de valor en las operaciones, la situación macroeconómica de España para 2020 y el futuro del mercado en la sostenibilidad. Los datos obtenidos por ACRI reflejan que las grandes operaciones marcaron el volumen en los primeros nueve meses del año tras el cierre de 16 megadeals, que concentraron el 70% de la inversión mencionada. Además, del volumen total invertido, el segmento de venture capital invirtió 543,8 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 42% respecto al mismo periodo del año pasado.

Destacan a su vez los fondos internacionales, que siguen mostrando un gran interés por España, ya que fueron responsables del 80% del volumen total invertido en los primeros nueve meses del año protagonizando un total de 77 inversiones de gran tamaño. Mientras, los inversores nacionales privados concentraron el 19% del total, con 396 inversiones, y los inversores nacionales públicos el 1% restante, tras liderar 76.

Elena Aparici, directora general del Tesoro y Política Financiera, ha destacado el crecimiento más equilibrado y sostenible de la economía española respecto a etapas anteriores, así como el compromiso del Gobierno con la reducción del déficit y de la deuda pública: “Nuestro objetivo es reducir el porcentaje de la deuda sobre PIB cuatro puntos de 2018 a 2020, el doble de lo que se redujo en los tres años anteriores”, afirmó.

Los datos de ASCRI señalan un “comportamiento excelente” del middle market (operaciones con una inversión en equity de entre 10 millones y 100 millones de euros), con un volumen total de 1.185,8 millones de euros repartido en 46 inversiones. Según el número total de inversiones, el 83% de los deals recibió menos de 5 millones de euros en equity.

Juan López del Alcázar, socio director del área de transacciones de EY, ha asegurado: “En EY prevemos que el volumen de operaciones de private equity continúe siendo elevado en 2020 a pesar de las dudas macroeconómicas, principalmente por la liquidez existente y el número de oportunidades actualmente en el mercado”.

Según la fase de desarrollo, la inversión en los denominados buy outs destacó con un volumen de 4.660,2 millones de euros en 48 inversiones, impulsada por el cierre de los grandes deals. Con relación al capital expansión (growth), se realizaron 61 inversiones por un volumen total de 530,3 millones de euros.

EY apuesta firmemente por el área de transacciones que ha crecido exponencialmente en los últimos años y se ha consolidado, según Mergermarket, como líder en asesoramiento en transacciones a private equity en operaciones en España en lo que va de año. 

El fundraising captado por parte de los inversores nacionales privados alcanzó la cifra de 1.049,7 millones de euros en los primeros nueve meses de 2019, en una muestra más del interés de los inversores institucionales por el capital privado de nuestro país.

“España sigue batiendo records de inversión y consolidándose como un mercado “core” en Europa, no solo por el tamaño y penetración de la actividad del capital privado, sino por la creciente madurez, sofisticación y variedad de los actores. Confiamos en que más inversores españoles sigan animándose a invertir en el sector, siguiendo el ejemplo de sus homólogos internacionales”, concluyó Miguel Zurita, presidente de ASCRI.

El volumen de desinversión alcanzado a 30 de septiembre de 2019 fue de 1.918,6 millones de euros (a precio de coste) tras el cierre de 188 desinversiones. El 45% de dicha cantidad fue desinvertido mediante la fórmula de “venta a otra entidad de capital privado” y el 25% como “recompra de accionistas”.

 

Finizens: la renta fija se ha revelado como la inversión ganadora gracias al programa QE del BCE

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Pixabay CC0 Public Domain. La renta fija se ha revelado como la inversión ganadora gracias al programa de QE del BCE

Desde Finizens han realizado un análisis detallado del impacto que las políticas monetarias del Banco Central Europeo (BCE) ha tenido sobre la rentabilidad de la renta fija en las dos últimas décadas. El estudio demuestra que “los bonos aportan valor” y “agregan rentabilidad positiva con menor volatibilidad, funcionando como un excelente amortiguador en los momentos en los que el mercado ha sufrido importantes correcciones”, explican desde Finizens Research.

El análisis se centra en la evolución de la rentabilidad de la renta fija desde que dio comienzo el programa de compra de deuda del BCE, dando como resultado unas rentabilidades acumuladas en los últimos cinco años claramente superiores al 10%. El efecto de la política del BCE se ha analizado bajo dos perspectivas complementarias, observando tanto el efecto de la variación de los tipos para depósitos como la compra de activos mediante programas de expansión cuantitativa (QE o Quantitative Easing en inglés). Para ello se ha observado la evolución histórica del rendimiento de distintas tipologías de bonos a lo largo del tiempo, comparándolo con las decisiones y cambios en la política monetaria por parte del BCE en el mismo periodo. 

Adicionalmente, para ampliar el análisis, han evaluado el comportamiento de tres tipos de bonos con distintos enfoque y alcance: bonos de gobiernos europeos, bonos corporativos en euros y bonos globales agregados (este último se refiere a emisiones de bonos tanto de gobiernos como de empresas, efectuados en distintas regiones del mundo y mayoritariamente en EE.UU.)

En este contexto, desde Finizens abogan por mantener en sus carteras una alta diversificación, combinando renta fija (bonos), renta variable (acciones) y activos reales (propiedad y oro físico) , de cara a mejorar la rentabilidad en el largo plazo y al mismo tiempo reducir el riesgo. 

Rentabilidad de los bonos en un periodo de 9 años previo a la crisis financiera de 2008

En esta gráfica se aprecia la evolución de la rentabilidad de los bonos en un periodo de 9 años previo a la crisis financiera de 2008, periodo que incluye la crisis del dotcom, donde el tipo para depósitos fijados por el BCE se situaron entre el 1% y 3%. Este periodo ha sido caracterizado por una política monetaria tanto expansiva como restrictiva, donde hubo subidas y bajadas de tipos. Asimismo, se observa cómo en este periodo la rentabilidad de los bonos globalmente ha evolucionado al alza, independientemente del momento del ciclo económico.

evolución de la rentabilidad de los bonos en un periodo de 9 años previo a la crisis financiera de 2008

Evolución en el rendimiento de  los bonos en el periodo posterior a la crisis de 2008

En esta segunda gráfica se aprecia la evolución en el rendimiento de los bonos en el periodo posterior a la crisis de 2008, coincidiendo con la bajada de tipos para depósitos fijados por el BCE, pasando a situarse en negativo desde 2014. Se puede observar cómo también en este periodo la rentabilidad de los bonos globalmente ha evolucionado al alza.

evolución en el rendimiento de  los bonos en el periodo posterior a la crisis de 2008

Evolución de la rentabilidad de los bonos desde el comienzo de compra de activos de parte del BCE (Quantitative Easing)

En la tercera gráfica se observa la evolución de la rentabilidad de los bonos desde el comienzo de compra de activos de parte del BCE (Quantitative Easing).  Se puede  observar cómo en ese periodo la rentabilidad de los bonos ha evolucionado globalmente al alza.

Evolución de la rentabilidad de los bonos desde el comienzo de compra de activos de parte del BCE (Quantitative Easing)

La inversión en fintech europeas crece un 31% en el segundo trimestre, según Finnovating

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La inversión en fintech europeas crece un 31% en el segundo trimestre, hasta 3.048 millones, según Finnovating
Pixabay CC0 Public Domain. La inversión en fintech europeas crece un 31% en el segundo trimestre, hasta 3.048 millones, según Finnovating

Finnovating ha recopilado las cifras de inversión en empresas fintech en Europa y España durante el segundo trimestre de 2019. En total se invirtieron 3.048 millones de euros en Europa, de los cuales 55,7 millones tuvieron como destino España, que se sitúa en el sexto puesto por inversiones recibidas.

Esto significa un aumento de un 31% respecto al primer trimestre a nivel europeo pero un descenso del 48% en España.

En el segundo trimestre, la inversión en compañías fintech en España se ha concentrado en Madrid en un 70%, ciudad a la que siguen Barcelona y Valencia. A diferencia del primer trimestre, cuando la inversión se concentró en un 98% en Barcelona.

Las fintech que han recibido más capital han sido Fintonic y Returnly con 19 millones de euros, Verse con 7 millones de euros y Holded con 6 millones de euros. Las entidades financieras tradicionales que han participado en estas rondas han aumentado hasta el 15% del total de inversores, siendo los más numerosos los venture capitals independientes.

El descenso de la inversión en España se debe a la existencia de una inversión inusualmente elevada en el primer trimestre de 66 millones de euros, lo que convirtió a nuestro país en el quinto por volumen de inversión recibida.

Además del sector fintech, también se ha analizado la inversión en proptech, que ha registrado 43,2 millones de euros, de los que Madrid concentra 33,9 millones de euros frente a los 9,1 millones de euros de Barcelona. El perfil de las compañías que han recibido la inversión, 22,3 millones de euros, se ha destinado a proptech fundadas en 2017. En las empresas que echaron a andar durante el año pasado, en cambio, se han invertido únicamente un millón de euros.
 

La CNMV pone en práctica nuevas vías para luchar contra los chiringuitos financieros

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CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: gcabo. mad

La CNMV ha hecho públicas hasta agosto 225 advertencias sobre entidades no autorizadas a prestar servicios de inversión, conocidas como chiringuitos financieros. Esta cifra triplica el número de advertencias difundidas durante todo el año pasado para que los inversores tengan la información necesaria para evitar ser víctimas de fraudes.

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Este aumento se produce, entre otros factores, por la intensificación en las labores de supervisión, detección y advertencia por parte de los organismos supervisores en estos últimos años y a la utilización de nuevas vías de investigación para detectar estas prácticas.

En los últimos diez años, el creciente desarrollo de las tecnologías y canales de comunicación digitales han facilitado la aparición de nuevos métodos de fraude a través de internet y redes sociales. Estos canales ofrecen fácil acceso a eventuales víctimas y facilidades de difusión a bajo coste. Es por esto que en los últimos meses la CNMV ha reforzado su actuación en el ámbito digital, intensificando sus búsquedas en blogs, foros, redes sociales, etc… consciente del contexto en el que las tecnologías y canales de comunicación digitales están propiciando cambios significativos en el comportamiento de estos chiringuitos financieros. Gracias a esas actuaciones el número de entidades no autorizadas detectadas y sobre las que la CNMV informa a los inversores ha aumentado considerablemente.

También se han detectado nuevos métodos de fraude como las recovery room, empresas que captaban clientes que ya habían sido víctimas de chiringuitos financieros para gestionar la recuperación de sus pérdidas a cambio de un pago por adelantado.

Otra actividad de riesgo, recientemente advertida por la CNMV, son las cuentas de trading financiadas, servicios que ofrecen la posibilidad de acceder a una cuenta de valores para realizar operaciones sin arriesgar capital propio sino de la propia página entidad que ofrece el servicio. Dichas cuentas obligan a realizar un curso de trading, exigiendo el abono de una cantidad previa para poder asistir, y sus usuarios podrían ser víctimas de fraude o engaño en cuanto a la posibilidad de acceso real a dichas cuentas trading financiadas.

Entre las estrategias que los chiringuitos financieros han comenzado a utilizar para atraer inversores destaca la oferta como reclamo de productos financieros vinculados a criptomonedas tratando de aprovechar la relevancia pública de estos activos.

Firma de convenios

Las labores de detección, información y eliminación de estas prácticas fraudulentas también  se han visto reforzadas por la firma de sendos convenios con la Policía y la Guardia Civil en 2019 estableciendo un marco de colaboración para el intercambio de información con ambas instituciones para agilizar la detección de chiringuitos financieros y facilitar una actuación rápida y eficiente sobre ellos.

Además de las advertencias sobre entidades no autorizadas nacionales, en lo que va de año, la CNMV ha difundido 455 sobre chiringuitos financieros que operan desde otros países europeos. En este terreno también se ha producido un aumento del 24% respecto al año anterior.

Los inversores pueden consultar el Buscador de entidades advertidas que ofrece la página web de la CNMV o informarse las nuevas advertencias tanto nacionales como internacionales. También se facilita el número de atención al inversor 900 535 015.

Además, la CNMV ha realizado un decálogo con diez consejos para evitar chiringuitos financieros por parte del inversor con el objetivo de facilitar la detección y evitar ser víctima de algún fraude de este tipo.

Las inversiones de impacto son el futuro

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. Las inversiones de impacto son el futuro

Durante mucho tiempo invertir en una buena causa no se consideraba una verdadera inversión desde un punto de vista estrictamente financiero, sino que se veía como un acto de caridad o filantropía. Esto se debía a que faltaba la intención de generar rentabilidad. Pero esa contradicción entre rentabilidad y buenas intenciones es solo ilusoria y la denominada inversión de impacto está ayudando a cerrar esta brecha. Lo que era un nicho al comienzo de esta década se está convirtiendo en uno de los segmentos de inversión de más rápido crecimiento.

La inversión de impacto presenta varias características. Se trata de inversiones que, además de una rentabilidad financiera, también generan un impacto positivo sobre el medio ambiente o sobre la sociedad. Es importante que los efectos ecológicos y/o sociales pretendidos sean parte explícita de la estrategia de inversión. Según la definición de la Red Mundial de Inversiones de Impacto (Global Impact Investing Network o GIIN, por sus siglas en inglés), las inversiones de impacto deben cumplir con cuatro  requisitos. En primer lugar, intencionalidad; debe haber una intención declarada de lograr un efecto claramente definido. En segundo lugar, causalidad; el efecto deseado debe estar directamente ligado a la inversión. En tercer lugar, debe ser medible; saber en qué medida se ha logrado un efecto sobre la base de indicadores clave (KPIs) claramente definidos. Y, en cuarto lugar, debe contar con reportes o informes regulares; el impacto debe ser reportado de forma transparente.

Ahora, ¿cuáles son los efectos que deben lograrse? El consenso actual es que las inversiones de impacto tienen que actuar sobre al menos uno – lo ideal sería sobre varios– de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Estos objetivos, con los que la propia ONU se comprometió en 2015 con la intención de lograr su cumplimiento en 2030, cubren un amplio espectro: desde combatir la pobreza y garantizar los alimentos, la salud y la educación a través de la igualdad de género, suministro sostenible de agua y energía hasta combatir el cambio climático y promocionar la paz.

La cuestión de las rentabilidades sigue ahí. Hay, desde luego, (grupos de) inversores que están dispuestos y pueden anteponer las buenas causas que defienden a las rentabilidades. Sin embargo, esto no aplica a la mayoría de los inversores. La buena noticia es que, según un estudio de la GIIN, la mayoría de los inversores de impacto – más del 90%– afirmó que se habían cumplido o excedido sus expectativas de rentabilidad. Esto demuestra que las inversiones orientadas al impacto pueden cerrar la brecha entre las buenas causas y las rentabilidades.

En el presente, el mercado para dichas inversiones sigue siendo comparativamente pequeño: según las estimaciones de la GIIN, a finales de 2018 el tamaño del mercado era ligeramente superior a 500.000 millones de dólares en todo el mundo. Si se añaden los bonos verdes, que no están incluidos en esta cifra debido a su carácter de instrumento de financiación corporativa (y no de inversión) y debido a que con frecuencia no cumplen del todo con los criterios de intencionalidad y, sobre todo, de causalidad, se llega a ligeramente más del doble de esta cantidad, 1,1 billones de dólares. Esto supone menos de un uno por ciento del total de la capitalización del mercado global de renta fija y renta variable. Sin embargo, el volumen ha crecido rápidamente en los últimos años. Y, aún más importante, el potencial es inmenso. La propia ONU asume que para cumplir los 17 SDG en 2030, será necesario invertir varios billones de euros. Es imposible para el sector público hacerlo por sí mismo, es indispensable el compromiso del sector privado.

Debido a este potencial de crecimiento, es esencial establecer estándares elevados para las inversiones de impacto “real”, como los mencionados anteriormente, para minimizar el riesgo de “ecopostureo” (o “greenwashing”). En un entorno tan dinámico, existe el peligro de que las inversiones tradicionales puedan simplemente etiquetarse como “inversiones de impacto” para beneficiarse de sus atributos positivos y buena imagen. Así, se corre el riesgo de decepcionar a los inversores; en el peor escenario, toda una clase de activos y estrategias podría quedar desacreditada ante el cliente. Para impedir esto, no deberían hacerse concesiones en la selección de los objetivos de inversión y en los criterios de cuantificabilidad y transparencia.

¿Cómo puede implementarse esto en términos concretos? Veamos algunos ejemplos: tras lanzar tres fondos para invertir en energías renovables que se cerraron con éxito, Allianz Global Investors lanzó este verano el fondo Allianz Impact Investment Fund (AIIF), sólo para inversores institucionales. Este fondo invierte en renta variable y deuda de proyectos y compañías que tienen una variedad de impactos medioambientales y/o sociales. Además de los análisis financieros estándar, al fijar los objetivos de inversión se incluyen indicadores clave (KPIs) frente a los que se pueden medir los efectos de forma constante, y se establece la forma y frecuencia en que se debe proporcionar la información extra financiera. La gama de posibles proyectos es amplia: desde microfinanzas y vivienda social a agricultura sostenible, reforestación y eficiencia energética.

Desde la perspectiva de los inversores institucionales europeos que deben cumplir con Solvencia II, hay una faceta adicional interesante: con su foco en las inversiones de impacto en los países de la OCDE, el fondo intenta lograr una rentabilidad ajustada a riesgo que también sea atractiva desde una perspectiva de consumo de capital. Con un plazo de diez años, más una opción de ampliación de dos años, puede también contribuir a la gestión de activos y pasivos.

Para apoyar inversiones de impacto en los mercados emergentes, que se necesitan de manera urgente, es importante movilizar el capital de inversores privados regulados, como las compañías de seguros o los fondos de pensiones. Una forma viable de hacerlo son las asociaciones (de inversión) público-privada, conocidas a menudo en el sector como “financiación mixta” y un área donde Allianz Global Investors se ha convertido en un auténtico líder. Asociarse con instituciones públicas reduce el riesgo de inversión y los costes de capital de solvencia para los inversores privados. Un ejemplo de este tipo de proyecto es la iniciativa Africa Grow, anunciada en Alemania a mediados de noviembre. Dentro de esta iniciativa, un vehículo de fondo de fondos invierte dinero del Ministerio Federal Alemán de Cooperación y Desarrollo, KfW DEG y Allianz en fondos privados de venture capital de África. Estos, a su vez, financian pequeñas y medianas empresas y start ups africanas, promocionando así el desarrollo social y ecológico.

Algunos pueden preguntar ahora de qué oportunidades de inversión disponen los inversores particulares. Debido a sus características – fondos de capital cerrado, vencimientos largos – los vehículos descritos anteriormente no están abiertos a las inversiones directas de inversores particulares. Sin embargo, este grupo de inversores tiene a su disposición, por ejemplo, entrar en el mercado de bonos verdes. Los bonos verdes son bonos emitidos por compañías o instituciones públicas para financiar proyectos medioambientales bien definidos y que están sujetos a unos estrictos requisitos de transparencia y de reporting: los Principios de Bonos Verdes de la International Capital Market Association (ICMA).  

En resumen, mirando a las inversiones de impacto, la inmensa necesidad mundial de financiación se está encontrando con una disposición a invertir cada vez mayor, no sólo para generar rentabilidades aceptables sino también para conseguir un impacto positivo. Esto está sucediendo en un momento en el que cada vez más compañías reconocen la necesidad de asumir responsabilidad ante el conjunto de la sociedad, además de perseguir sus propios intereses y los de sus accionistas. Por lo tanto, cada vez se van a integrar más las consideraciones de impacto en todas las decisiones de inversión. Mirando hacia el futuro, las inversiones de impacto pueden por lo tanto impactar la propia inversión, con el potencial de convertirse en el segmento de inversión del futuro.

Tribuna de Barbara Rupf Bee, responsable para EMEA de Allianz Global Investors.

T. Christiansen (UBP): “Los mercados frontera conforman uno de los últimos bastiones de renta fija en los que aún puede hallarse valor”

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CHRISTIANSEN Thomas
Foto cedida. Thomas Christiansen

Los mercados frontera ofrecen hoy los beneficios que hace una década ofrecían los emergentes en general: tasas de crecimiento más rápidas, datos demográficos positivos y niveles de endeudamiento relativamente bajos. Por ello, la deuda de mercados frontera en divisa fuerte constituye “uno de los últimos bastiones de renta fija en los que todavía puede hallarse valor”, apunta Thomas Christiansen, director adjunto de renta fija emergente en Union Bancaire Privée (UBP), en una entrevista con Funds Society.

“Con 15 billones de dólares en activos con rendimientos negativos, los inversores siguen necesitando rentabilidad y sin duda pueden encontrarla hoy más en el universo high yield, que constituyen los mercados frontera”, señala. Asimismo, destaca los beneficios de diversificación que ofrecen estos países, con situaciones “realmente idiosincráticas”, que les permite estar menos correlacionados que los emergentes con las letras del Tesoro estadounidense o China.

Es el caso de Tayikistán, El Salvador o Kenia. Sobre este último, Christiansen apunta que existe un “momentum positivo” en el lado político y de articulación de medidas, que, en su opinión, está siendo “infravalorado” por el mercado, ya que ofrece buenos retornos relativos.

Un miedo injustificado ante los defaults

El gestor senior de la entidad rechaza la excesiva cautela que existe hacia este activo por parte de inversores que temen que se produzca un default. “Sus tasas de recuperación y de default no son tan distintas de lo que vemos en el conjunto de emergentes”, asegura antes de señalar que el activo con el que mejor se pueden comparar la deuda de los mercados frontera es el high yield estadounidense.

En ese sentido, en los últimos 20 años, en términos de porcentaje del mercado, se han producido menos de la mitad de defaults en la primera que en el segundo. “Las pérdidas reales que asumes debido a los defaults son muy gestionables: cerca del 0,5%, mientras que en el high yield estadounidense se aproximan al 2,5%”, apunta. Esto demuestra que los defaults son realmente mucho más escasos y las tasas de recuperación, más altas de lo que asumen los inversores.

La estrategia de UBP

La estrategia de UBP en mercados frontera se centra sobre todo en bonos gubernamentales en divisa fuerte, que es el único activo que realmente ofrece buenas tasas de recuperación y bajo riesgo de default. Mientras, en el lado corporativo, cuentan con una exposición máxima del 20%, ya que “las tasas históricas de recuperación tienden a ser más bajas y los defaults ligeramente más altos, a lo que se suma una falta de disponibilidad de activos invertibles”.

En concreto, la entidad ha lanzado dos fondos con una visión estratégica y puramente “bottom-up”, que busca construir una cartera desde cero con bonos y crédito que realmente le convence, “sin tratar de arriesgar con apuestas tácticas”.

Uno de ellos es abierto y con una naturaleza a muy largo plazo. “El mayor beneficio es que los cupones son muy elevados, por lo que, seleccionando bien los valores y gestionando la volatilidad, se consiguen muy buenos retornos en el ciclo”, afirma Christiansen. En ese sentido, se trata de un fondo en el que están dispuestos a asumir más riesgo crediticio e incluir bonos con mayor posibilidad de entrar en crisis, ya que, con un horizonte temporal más largo, tienen el tiempo necesario para afrontar una reestructuración o lidiar con el Gobierno. Su rendimiento al vencimiento previsto es de cerca del 7%.

Para los inversores más cautelosos, UBP también ha lanzado una versión de este fondo con vencimiento en 2022 y un enfoque “buy and hold” (comprar y mantener), para el que estiman un rendimiento al vencimiento del 5%. “Realizamos una exhaustiva selección del crédito y adquirimos solo aquellos bonos que realmente creemos que madurarán a su valor nominal en tres años porque no queremos quedarnos atascados en un largo proceso de reestructuración”, revela.

Riesgos a vigilar

Pese a que Christiansen insiste en que los riesgos de default en los países frontera en la actualidad no son mayores que en cualquier otro momento de la historia, admite que vigilan de cerca varios casos en crisis, como Ecuador o Argentina, donde se prevé que el nuevo Gobierno peronista ponga en marcha una reestructuración. Mientras, revela que el pasado verano decidieron acabar con toda su exposición a Líbano, tras ver que “los flujos hacia el sistema bancario local se estaban agotando significativamente”.

En cuanto a los riesgos para el mercado y los retornos, considera que son los mismos que para los mercados globales, como la guerra comercial EE.UU.-China o el aumento de los tipos de interés. A esto se une que las economías de los países frontera están menos diversificadas y cuentan con una “alta dependencia de las materias primas”, pero, según Christiansen, a los niveles actuales, no existen riesgos en este sentido.

Unigestion defiende la inteligencia colaborativa entre máquinas y humanos para gestionar activos

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Unigestion
Pixabay CC0 Public Domain. Unigestion defiende la inteligencia colaborativa entre máquinas y humanos para gestionar activos

La gestión del riesgo debe ser siempre una gestión inteligente, algo para lo que las máquinas se están convirtiendo en imprescindibles, pero «siempre con el contrapeso y el control del gestor humano», que permita ofrecer los mejores resultados para los inversores. Así de sincera se expresó Fiona Frick, CEO de Unigestion, durante un evento en Madrid, sobre la visión que tiene la gestora del futuro del negocio de gestión de activos.

“La transformación digital no es exclusivamente tecnológica: al automatizar más procesos también se transforma el reparto del trabajo y las relaciones entre personas y máquinas. El desarrollo del aprendizaje automático y la proliferación de fuentes de datos alternativas ofrece unas oportunidades únicas para nuestra industria a la vez que suponen un reto”, destacó Frick sobre las reflexiones que plantean desde la boutique gestora con oficina central en Ginebra.  

En su opinión, la combinación del conocimiento humano con los recursos que ofrece la tecnología más innovadora y el big data es lo que aporta valor al trabajo desde Unigestion a la hora de decidir qué riesgos vale la pena asumir. “La gestión de toda esa información que es capaz de analizar la inteligencia artificial nos permite entender lo que pasa en el mundo y adaptar nuestro modelo con rapidez”.

Además, configura lo que es uno de los pilares de la firma, que es el apoyo a la investigación. “La investigación de hoy es el rendimiento de mañana”, consideró, como parte de su filosofía de evolucionar junto con el cliente, responder a sus demandas y personalizar sus propuestas a medida como la boutique que es y que desea seguir siendo, apoyada en una gran especialización, que considera clave para sobrevivir con MiFID II. “Seguiremos siendo una empresa B to B. Queremos ser el chip en la máquina, no la computadora”, subrayó Frick.  

La mayoría de las gestoras usan el aprendizaje automático para extraer señales alfa a corto plazo, añadió sobre el peso que dan a la inteligencia artificial en su trabajo. “En Unigestion hemos elegido una ruta diferente”, ya que extraen patrones “desapasionados” que son muchas veces imposibles de ver para el gestor. Pero no se trata de un proceso en sí mismo, porque esos patrones pueden tener sentido o no. Por eso “se vuelve más importante disponer de una filosofía de inversión sólida para evitar el riesgo de ‘sobreajuste’ de datos en una señal imprecisa y débil”. 

La máquina no sustituye al ser humano, sino que éste debe dedicarse ahora a otras cosas, como mirar con creatividad hacia el futuro, y hay una nueva distribución de las responsabilidades. Frick lo tiene claro: la disrupción ha llegado para quedarse y afecta a todos.

Unigestion en España

Andrea Di Nisio, responsable del área de Intermediarios del Sur de Europa en Unigestion, comentó por su parte que están muy satisfechos en España con los acuerdos de distribución con Banco Inversis y Allfunds y que por el momento no se plantean abrir una oficina local, sino que gestionan el área desde Londres, aunque con viajes regulares sobre el terreno. Pero sí se encuentran a la búsqueda de algún otro socio fuerte. 

Di Nisio destacó el uso eficiente de la comunicación y la transparencia como ADN de la empresa, muy importante en momentos difíciles y que en su opinión les permiten conocer muy bien el mercado español y responder a sus necesidades aunque sea a distancia.

Respecto de la actual situación de la economía mundial, Frick fue optimista y consideró que se encuentra en un mucho mejor momento que 18 meses atrás y en un periodo de crecimiento, si bien destacó que todo puede cambiar rápidamente con determinadas políticas, por ejemplo si se agudiza la guerra comercial.  

Premio Morningstar 2019 a la mejor gestora en renta variable en España, Alemania, Suiza, Francia, Holanda, Luxemburgo y Bélgica, Unigestion gestiona unos 23.000 millones de dólares en activos de clientes en cuatro áreas de especialización: renta variable, inversión multiactivos, capital riesgo y activos alternativos.