Andbank España nombra a Itziar Gómez de la Vega directora de Debt Advisory

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Andbank Espana nombra Itziar Gomez
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Andbank España, entidad especializada en banca privada, ha incorporado a Itziar Gómez de la Vega como directora de Debt Advisory, para liderar la estrategia de asesoramiento en financiación y soluciones de deuda para clientes corporativos e institucionales.

Con más de 25 años de experiencia en el sector financiero, Itziar ha desarrollado su carrera en áreas clave como Capital Markets, Originación de Renta Fija, Estructuración y Project Finance, consolidándose como una profesional de referencia en el diseño y ejecución de estructuras de financiación complejas.

Antes de su incorporación a Andbank, Itziar desempeñó el cargo de Managing Director y Head of Debt Advisory en Bestinver Securities, donde lideró el equipo originando y estructurando operaciones para compañías mid-cap, tanto en formato público como privado, y en sectores estratégicos como infraestructuras, energía renovable y real estate. Previamente, desempeñó posiciones directivas en Ahorro Corporación Financiera, Banesto e ICO, entre otras entidades.

Es licenciada en Economía y Administración de Empresas por la Universidad Complutense de Madrid, Máster en Investigación en Economía y Empresa por ICADE, ha complementado su formación con programas especializados en finanzas, derivados, análisis de riesgo y mercados, entre los que destacan el Certificado en Información Financiera (CIF) por AFI, cursos avanzados en derivados, productos estructurados y gestión de riesgos, así como acreditaciones técnicas conforme a la normativa MiFID II. Además, ha sido profesora en la Universidad Pontificia Comillas (ICADE), impartiendo asignaturas de Finanzas Internacionales y Mercados Financieros.

Qualitas Funds lanza su tercer fondo de coinversiones en private equity con un tamaño máximo de 200 millones

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Qualitas Funds tercer fondo coinversion
Foto cedidaEquipo de Qualitas Equity Funds

Qualitas Equity Funds, plataforma de inversión de capital privado con sede en Madrid, ha lanzado su tercer fondo de coinversiones de private equity, Qualitas Funds Direct III, con un tamaño máximo de 200 millones de euros.

El fondo se estructurará a través de ECRs españolas y tiene como objetivo construir una cartera de coinversiones de 25-30 compañías del lower mid-market. Además, seguirá su estrategia de diversificación tanto a nivel geográfico, destinando aproximadamente el 80% del fondo a inversiones en Europa y hasta un máximo del 20% a EE.UU., como a nivel sectorial, invirtiendo en una amplia gama de sectores, con un enfoque particular en aquellos impulsados por vientos de cola y con un crecimiento superior al del conjunto de la economía.

Los fondos de coinversión de Qualitas Funds invierten en compañías del lower mid-market junto a gestores especializados de primer nivel. Sergio García y Eric Halverson, socios fundadores de Qualitas Funds, destacan que el fondo de coinversión directa es “una estrategia ampliamente demandada por inversores sofisticados, motivo por el que reservamos un acceso preferente a nuestra base inversora”.

“Nuestro tercer fondo de coinversiones, con un tamaño máximo superior a sus predecesores, mantiene la misma estrategia de inversión de nuestros dos programas anteriores: no cambia ni el número de compañías objetivo ni el tamaño de las mismas, únicamente se amplía el ticket invertido en cada compañía, lo que permite mantener la estrategia inalterada”, añaden García y Halverson.

El fondo previo, Qualitas Funds Direct II, cerró en su tamaño máximo de 100 millones de euros en julio del pasado año. Este fondo está finalizando su etapa de inversión y cuenta actualmente con un total de 25 compañías aprobadas en cartera.

En los últimos meses, Qualitas Funds ha dado decisivos pasos en su crecimiento para liderar el lower mid-market global. En abril, culminó su integración en P10, Inc., plataforma líder global en el middle y lower middle market. Asimismo, ha lanzado recientemente su primer fondo para invertir exclusivamente en América del Norte, principalmente en EE.UU. Por otro lado, la gestora española de capital privado ha ampliado su número de socios de tres a cinco, para impulsar un liderazgo reforzado que permita hacer frente a los retos del futuro.

¿Retroceso de las ambiciones políticas en materia de sostenibilidad?

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Los efectos del cambio climático ya no son una amenaza futura: están aquí, y su factura es cada vez más alta. Solo en 2024, los eventos climáticos extremos generaron pérdidas económicas por 310.000 millones de dólares y un coste en seguros de 135.000 millones . En este contexto alarmante, Luisa Florez, Head of Responsible Finance Research en OFI Invest Asset Management, advierte de que el retroceso de ciertos compromisos empresariales y políticos frente al cambio climático, y reclama la necesidad de integrar los objetivos ambientales en la gobernanza eficiente de las compañías.

En su opinión, estamos viendo un retroceso en las ambiciones climáticas, particularmente en los Estados Unidos, donde la administración Trump se ha retirado del Acuerdo de París, ha pedido el fin de las exenciones fiscales para las tecnologías verdes y ha atacado a los científicos y expertos en clima. «Algunos bancos y empresas estadounidenses están siguiendo su ejemplo al reducir sus compromisos climáticos o retirarse de algunas coaliciones pro-clima y pro cero emisiones netas para 2050. En Europa, los problemas de competitividad y seguridad han eclipsado la trayectoria de baja emisión de carbono trazada hace una década», recuerda Florez.

Según su visión, esto ha tenido como consecuencia la simplificación, o incluso el desmantelamiento, del Pacto Verde Europeo, así como el deseo de aligerar lo que las empresas ven como una carga regulatoria, comenzando con la Corporate Sustainability Reporting Directive (CSRD) y la Corporate Sustainability Due Dilligence Directive (CSDDD). Junto a estos anuncios, los eventos climáticos extremos son evidentes y cada vez más costosos: las reclamaciones en 2024 ascendieron a un costo económico de 310.000 millones de dólares, y los costos de los seguros a 135.000 millones de dólares, o un 38% más que el promedio de la última década, según las cifras de Swiss Re. «Estos desastres también tienen serias consecuencias humanas, incluyendo desplazamientos de población, pérdida de riqueza cultural, y la interrupción de los medios de subsistencia», asegura la experta.

La NGFS (Network for Greening the Financial System), por ejemplo, ha demostrado que un retraso de tres años en la transición ambiental podría reducir el 1,3% del PIB global para 2030. La inacción climática inevitablemente afectará la competitividad y el crecimiento. Amenazará directamente el modelo de negocio de algunos sectores, que siempre se ha basado en el petróleo barato y abundante y en la disponibilidad gratuita de recursos naturales. Y, por último, expondrá a las empresas a riesgos legales.

En este sentido considera que «las empresas que no hayan asumido compromisos ambientales estarán abiertas a procedimientos legales, como la movilización que se está llevando a cabo bajo el nombre de Affaire du siècle (iniciativa de varios organismos que asumen costes legales y financieros en nombre del interés público)».

Descenso engañoso

Según su visión, el retroceso de ciertos actores económicos en sus compromisos con los temas climáticos y de biodiversidad, puede medirse por la disminución de las resoluciones de say-on-climate presentadas en las juntas generales en 2025. «Varios fenómenos observados a principios de 2025 muestran que la sostenibilidad es una tendencia a largo plazo adoptada en los compromisos y ambiciones de las empresas. Por ejemplo, las empresas se han unido en torno a la CSRD en los últimos meses. Las empresas francesas se dieron cuenta de la necesidad, antes que sus pares extranjeros, de involucrar a sus accionistas en temas climáticos.

Además, sostiene que la inclusión de temas climáticos en las agendas de muchas empresas muestra que no los están ignorando. Más aún, tras un período 2020-2024 marcado por el anuncio de ambiciones y estrategias climáticas, ahora estamos entrando en una fase de diálogo sobre la credibilidad de los planes de transición.

«Con esto en mente, Ofi Invest AM ha decidido ahora incluir los temas ambientales en el esquema normal de gobernanza eficiente. En otras palabras, en lugar de utilizar resoluciones climáticas para abordar estos temas, ahora preferimos resoluciones rutinarias, particularmente sobre la remuneración ejecutiva o la elección de directores. En caso de desacuerdo sobre un aspecto extra-financiero, ahora seremos más proclives a oponernos a la elección de los directores responsables de dichas políticas, que a presentar una resolución de say-on-climate», señala como ejemplo.

La transformación financiera digital de Europa toma forma

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Transformacion financiera digital de Europa
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El proyecto del euro digital ha dado un nuevo paso, aunque persisten importantes obstáculos legales, según fuentes del Banco Central Europeo (BCE). Tras completar un periodo de preparación de dos años, su Consejo de Gobierno anunció los siguientes pasos del proyecto, indicando que la decisión final sobre su lanzamiento dependerá del proceso legislativo de la Unión Europea, que se espera concluya a mediados de 2026, mientras que una fecha objetivo realista de implementación se sitúa alrededor de 2029.

La analista Milya Safiullina, de Scope Ratings, señala que en esta fase se espera que las asociaciones se centren en la aplicación del euro digital y en el desarrollo de software relacionado, la funcionalidad fuera de línea, la minimización de datos, la prevención de fraude y la seguridad, reforzando la integridad de las transacciones y protegiendo contra vulnerabilidades sistémicas. “La ejecución exitosa de estos acuerdos será crucial para la credibilidad y resiliencia del euro digital”, apunta Safiullina.

El panorama de las finanzas digitales en Europa está evolucionando a lo largo de tres vías interconectadas: el euro digital, las stablecoins en euros y los bonos digitales. Cada una ofrece un camino distinto hacia la digitalización del dinero y de los mercados de capitales, pero en conjunto apunta a un cambio estructural hacia un ecosistema financiero plenamente tokenizado. Safiullina asegura que si Europa logra alinear estas iniciativas, podrá modernizar los pagos y reforzar el papel global del euro, mientras que los primeros bancos que adopten estas tecnologías podrían obtener una ventaja competitiva frente a los rezagados.

La coexistencia del euro digital y las stablecoins en euros está llamada a transformar el ecosistema de pagos europeo a medio plazo, aumentando la resiliencia frente a la fragmentación económica. Según Safiullina, el euro digital ofrece ventajas estructurales como su condición de moneda de curso legal, el respaldo del BCE, la inclusión financiera y la posibilidad de realizar pagos en línea y fuera de línea. Por su parte, las stablecoins reguladas en euros permitirán una innovación más ágil, sobre todo en programabilidad y eficiencia transfronteriza.

La adopción del euro digital se prevé de moderada a alta, mientras que las stablecoins en euros emitidas por bancos bajo el Reglamento de Mercados de Criptoactivos (MiCAR) deberían crecer de forma constante en Europa. Las emitidas por entidades de dinero electrónico (EMIs), en cambio, tendrán una aceptación más limitada. A nivel global, las stablecoins vinculadas al dólar estadounidense continuarán expandiéndose, aunque las no conformes con MiCAR en Europa tenderán a desaparecer con el tiempo. Safiullina advierte que uno de los principales factores de incertidumbre es la velocidad con que madure la infraestructura de stablecoins en euros; si progresa lentamente, la dominancia del dólar podría mantenerse.

El euro digital sigue siendo un proyecto a varios años vista, aunque algunos hitos clave requerirán atención de los inversores en los próximos meses. La decisión del BCE de avanzar a la siguiente fase marcará el tono para un posible lanzamiento hacia finales de la década. El siguiente paso será la adopción del reglamento del euro digital por parte de los legisladores de la UE, prevista para mediados de 2026, según Safiullina.

Las cuestiones relacionadas con diseño, regulación y adopción podrían provocar retrasos temporales, pero la experta considera que a largo plazo el euro digital será fundamental para apuntalar la estabilidad monetaria y financiera, garantizando que el activo de liquidación central de Europa siga siendo soberano y europeo, y no emitido de forma privada o extranjera.

Riesgos y oportunidades para los bancos europeos

La introducción de nuevos instrumentos de pago digitales plantea riesgos y oportunidades para los bancos europeos. Safiullina explica que aquellos que integren de forma proactiva las capacidades del euro digital junto con servicios de stablecoins estarán mejor posicionados para captar nuevas fuentes de ingresos y reforzar la relación con sus clientes. En cambio, una adopción más lenta o limitada podría aumentar la presión sobre la financiación tradicional basada en depósitos. La competencia de fintechs, grandes tecnológicas y stablecoins en dólares estadounidenses añade un desafío adicional.

Entre los riesgos principales se encuentran la desintermediación de depósitos, la reducción de la capacidad de crédito, el aumento del coste de financiación y la presión sobre márgenes e ingresos por comisiones. También hay desafíos de fraude, cumplimiento, inversión tecnológica y ciberseguridad. Safiullina apunta que los bancos más grandes, con balances sólidos y mayor escala, están mejor posicionados para gestionar estos riesgos, y que las sinergias de mercado, como la externalización compartida, pueden reducir costes tecnológicos.

Según datos del BCE de octubre de 2025, la inversión estimada de los bancos en el euro digital podría situarse entre 4.000 y 5.800 millones de euros en cuatro años, comparable a los costes de la Directiva de Servicios de Pago (PSD2) y muy inferior a los de la Zona Única de Pagos en Euros (SEPA). La analista subraya que el límite de tenencia del euro digital será clave para equilibrar la accesibilidad del usuario con la estabilidad financiera. En escenarios de tensión, las salidas de depósitos podrían oscilar entre 156.000 millones y 699.000 millones de euros, dependiendo del límite establecido.

Con un límite de 3.000 euros, el impacto sobre los ratios de liquidez LCR y NSFR sería marginal, y las facilidades de liquidez del BCE actuarían como salvaguarda, señala Safiullina.

Stablecoins y bonos digitales

Las stablecoins en euros complementan, pero no sustituyen, al euro digital. Safiullina explica que ofrecen pagos instantáneos, de bajo coste, programables y liquidación transfronteriza, pero que la soberanía y el respaldo del BCE siguen siendo exclusivos del euro digital. La capitalización de mercado de las stablecoins en euros es actualmente marginal, apenas el 0,2% del mercado global, y se concentra en EURC y STASIS EURS. Las emitidas por bancos tienen mejores perspectivas de adopción que las emitidas por EMIs o empresas cripto-nativas.

El desarrollo de bonos digitales emitidos mediante blockchain o DLT está modernizando el mercado de capitales europeo. Varias instituciones, como el Banco Europeo de Inversiones, KfW, Société Générale y UBS, ya han probado estas emisiones. Safiullina indica que el euro digital, en su versión mayorista, permitiría la liquidación segura y eficiente de estos bonos, reduciendo riesgos de contraparte y aumentando la eficiencia de mercado.

En conjunto, el euro digital minorista y los bonos digitales podrían crear un ecosistema integral de pagos y liquidación, reforzando el papel del euro en los mercados de capitales, mientras que las stablecoins actuarían como un complemento de innovación, especialmente para pagos transfronterizos y programables, según la experta.

La receta de Candriam: añadir protección a las carteras con activos de calidad y mercados alternativos

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Receta de Candriam proteccion carteras
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Candriam describe un contexto cambiante en la reciente presentación de sus perspectivas de cara a 2026. En un evento con prensa en Bruselas, Vincent Hamelink, CEO de la firma, recordó el compromiso de Candriam con la ESG: el 75% de los activos que confían los clientes a la firma están relacionados con la ESG; la primera estrategia con filosofía ESG de la firma se lanzó en 1996 y la propia entidad destina parte de los ingresos y honorarios de gestión a causas como la lucha contra el cáncer, proyectos ambientales, inclusión social y educación. 

Asimismo, Hamelink enfatizó el enfoque de largo plazo de la firma: “Pensamos a largo plazo, actuamos a largo plazo y construimos para el largo plazo”, afirmó. Asimismo, resaltó el foco en el cliente, tras “ganar la confianza de diversos tipos de clientes, tanto institucionales como de distribución” a lo largo de los años. 

Macroeconomía

De cara a cómo navegar en los mercados en el futuro más inmediato, Nicolas Forest, Chief Investment Officer, describe un escenario en el que los inversores seguirán afrontando un elevado riesgo geopolítico, que ya influye en el sentimiento del mercado de manera creciente. En el plano económico, Forest apunta que los precios al consumo van a situarse en niveles altos por un largo periodo de tiempo, mientras que están resurgiendo las políticas de reindustrialización nacionales. 

Como resultado, la receta para los inversores de largo plazo incluye añadir protección a las carteras, a través de coberturas con activos de calidad y en mercados alternativos. Asimismo, cree necesario ampliar y gestionar la diversificación, tanto por país como por divisa. También, la duración en la parte de renta fija, de forma activa “para navegar las persistentes presiones inflacionistas”. Tampoco estaría de más,capturar nuevas tendencias en regiones de crecimiento y sectores estratégicos. Y, por último, confiar en la gestión activa para adaptarse a los desafíos generados por las decisiones políticas. 

Florence Pisani, Chief Economist, dio más detalles acerca de lo que le espera a los mercados a 12 meses vista desde el ámbito económico. El año arrancará, según la experta, con un aumento de los aranceles por debajo de lo que temía el mercado y con una actividad económica aún resiliente. Pisani puso el foco en China, que presenta un sólido crecimiento económico, pero con dudas desde el lado de la inflación. Y, “al menos temporalmente, ha ganado la guerra comercial” con Estados Unidos, según la experta. 

Sobre Estados Unidos, reconoció que el presidente Donald Trump está cumpliendo con su agenda -aumento de los aranceles, reducción de impuestos y deportaciones de inmigrantes- y que la actividad sigue resistiendo “gracias principalmente al auge de la inteligencia artificial”. Todo, en un ciclo “totalmente atípico”: fuerte gasto en inversión, pero con debilidad en las nuevas contrataciones de personal; los hogares con ingresos bajos y medios afrontan tensiones financieras, pero la fortaleza del mercado de valores sostiene el consumo de los hogares con mayores ingresos. En consecuencia, la experta espera una desaceleración del crecimiento, aunque se logrará evitar la recesión económica. Pero el panorama no será sencillo para la Reserva Federal, que “hace bien en ser cautelosa en las bajadas de los tipos de interés”. 

La zona euro, por su parte, disfrutaría de una situación entre medias de la que presenta China y Estados Unidos. Observa vientos de cara “reales”, como el incremento de los aranceles, con posibles efectos en el PIB del bloque de 0,4 puntos porcentuales, o el descenso de las importaciones procedentes de China. Eso sí, confía en que los estímulos fiscales compensen parte de este efecto y, después de una desaceleración del crecimiento de la economía, la eurozona experimentará una reactivación. Su escenario es, incluso, más optimista que el que maneja el BCE. 

Renta fija

Estas estimaciones tienen su reflejo en la política de inversión de la firma. Jamie Niven, Senior Fund Manager-Global Bonds, detalló la estrategia en renta fija. Sus conclusiones apuntan al final de la era de persistentes ganancias de capital derivadas de la caída de los tipos de interés. Además, los inversores “deben adaptarse a un mundo en el que la volatilidad es la norma, no la excepción”.

Por lo tanto, «el valor relativo es un factor clave para el rendimiento”. Los fondos flexibles pueden aprovechar las oportunidades existentes en la curva de tipos, los vencimientos y las distintas divisas, según el experto. Asimismo, recuerda que “el pasado no dicta el futuro”, ya que los patrones y correlaciones históricas ya no son guías fiables. 

En crédito, Charudatta Shende, Fixed Income Strategist, considera que los mercados ofrecen oportunidades, con fuertes rentabilidades, sólidos fundamentales de las compañías y flujos de inversión favorables. Pero también existen riesgos que en la actualidad están infra estimados: spreads comprimidos típicos de las últimas fases del ciclo expansionista; elevada oferta y fuerte dispersión. Eso sí, admite que los fundamentales “favorecen a las compañías europeas”.

Renta variable

Candriam observa cuatro megatendencias que están conformando el nuevo futuro: dinámicas socio-demográficas; medio ambiente y transición energética, disrupción tecnológica y fragmentación geopolítica. Johan Van der Biest, Head of Thematic Global Equity, se concentró en la temática tecnológica. “A largo plazo, estamos convencidos del posicionamiento en tecnología. Ahora, el mercado está pagando primas por un crecimiento y unos buenos márgenes”, aseguró. Pero, a corto plazo, el sector lo tiene “un poco más complicado”.

Van der Biest observa cuellos de botella relacionados con el elevado consumo energético de este tipo de compañías. Además, las fuertes interrelaciones entre los gigantes del sector elevan el riesgo de efecto dominó en el caso de que una de ellas tenga problemas, según el experto.

Pero también es consciente de que la adopción de la IA está solo comenzando, a pesar de que la financiación de su desarrollo cada vez más se realiza a través de emisiones de deuda. Además, “los beneficios que presenta el sector están en sintonía con la evolución del mercado”. 

En definitiva, mantienen un enfoque equilibrado con respecto a la tecnología, sobre la que creen que las estimaciones de mercado para el sector están algo sobrevaloradas.

Linden Thomson, Senior Fund Manager, se centró en la biotecnología, que da un enfoque defensivo a las carteras, pero con exposición a la tecnología a través de temáticas como la cirugía robótica. 

Respecto a la inversión alternativa, Steeve Brument, Global Head of Alternative Investments, aseguró que los hedge funds “añaden valor, mejoran los retornos y reducen la volatilidad de las carteras”. Así, observa un renovado interés por los hedge funds. Las estrategias de arbitraje están bien posicionadas, con vientos de cola estructurales. Mientras, las estrategias market neutral, presentan perspectivas positivas.

En cuanto a mercados privados, Nadège Dufossé, Global Head of Multi-Asset, opina que “juegan un papel vital en el apoyo del crecimiento de la economía real”. Se trata de un segmento en expansión, que va a continuar, con crecimientos a un ritmo de un billón de dólares al año. En crédito privado, la experta observa cierta tensión, aunque no riesgos sistémicos. Y en private equity, considera que las desinversiones de los fondos cerrados “están ganando momentum”. 

ESG

Al tratarse de una firma muy enfocada en ESG, la presentación de perspectivas contó con las dos expertas de la firma para dar sus puntos de vista de cara a 2026. Alix Chosson, Lead ESG Analyst Environment, y Marie Niemczyk, Head of ESG Client Portfolio Management, comentaron que la ESG “no es una tendencia, sino un imperativo de inversión científica y económica”. También, que el análisis fundamental de ESG y el compromiso pueden ser fundamentales para la inversión.

Así transformarán las gestoras el auge de la riqueza global en negocio

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Gestoras y auge de la riqueza global
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Aunque la industria de gestión de activos se enfrenta a un claro proceso de transformación y consolidación, que conllevará un menor número de players en el mercado, la realidad es que las oportunidades de negocio siguen siendo sólidas. Según las estimaciones del último informe elaborado por Morgan Stanley y Oliver Wyman, el patrimonio financiero global de los hogares va camino de alcanzar los 393 billones de dólares en 2029, con una tasa de crecimiento anual compuesta del 5,5%. Es decir, los individuos seguirán necesitando productos de inversión. 

De hecho, el patrimonio financiero global de los hogares alcanzó los 301 billones de dólares en 2024, lo que supuso un aumento del 7% en 2023 y del 8% en 2024. Su crecimiento fue resiliente en todas las regiones, con las Américas y Oriente Medio y África mostrando las mayores ganancias, excluyendo los efectos de las divisas. Sin embargo, cuando se ajusta por divisas, el crecimiento real en dólares estadounidenses fue moderado en todas las regiones, con crecimiento negativo en América Latina y Japón.

“De cara al futuro, proyectamos que la riqueza financiera global crezca a un 5,5% anual hasta 2029, volviendo a un nivel más cercano al 6% anual observado entre 2019 y 2023. En términos absolutos, el crecimiento de la riqueza sigue estando fuertemente concentrado en Norteamérica y APAC. La riqueza de Europa podría beneficiarse de políticas de apoyo y de una mayor asignación de inversión de los hogares en el futuro. Oriente Medio y África, y América Latina muestran un crecimiento constante. En general, las tasas de crecimiento son más bajas que en informes anteriores debido a la inclusión de seguros de vida, pensiones y la franja de riqueza por debajo de 0,3 millones de dólares”, señala el informe en sus conclusiones.

Auge de la riqueza: principales tendencias

El análisis que hace el informe muestra que, en términos de riqueza financiera invertible onshore -definida como la riqueza financiera mantenida onshore excluyendo los activos en pólizas de seguros y pensiones-, los individuos de ultra alto patrimonio (UHNWI) y los individuos de alto patrimonio (HNWI) continuarán impulsando la creación de riqueza con tasas anuales del 8,0% y 6,6%, respectivamente, en los próximos cinco años. 

“El extremo superior del grupo Afluente/Bajo-HNWI sigue siendo una oportunidad considerable para las gestoras en todo el mundo: un segmento que es ‘rico pero mal atendido’ y que ofrece un potencial de ingresos significativamente mayor que el espacio UHNWI y HNWI. Las gestoras que puedan adaptar su oferta y controlar los costes pueden desbloquear el crecimiento en este segmento”, señala en sus conclusiones.

Por su parte, la riqueza financiera offshore totalizó 14 billones de dólares en 2024, con los flujos de riqueza transfronterizos creciendo cerca de un 10% anual, superando el crecimiento global. Según explica, la incertidumbre geopolítica y las necesidades de diversificación entre los clientes UHNW sostienen la demanda de centros de registro en refugios seguros. Se espera que los tres mayores centros de riqueza transfronteriza, Suiza, Hong Kong y Singapur, capten cerca de dos tercios de las nuevas entradas hasta 2029. Fuera de los tres principales, se espera que Estados Unidos y Emiratos Árabes Unidos experimenten el crecimiento más rápido, beneficiándose EE.UU. de los flujos de América Latina y ampliando los EAU su atractivo más allá de Oriente Medio.

Otra conclusión llamativa es el surgimiento de nuevos paraísos fiscales. El informe indica que, fuera de los tres primeros, Estados Unidos y los Emiratos Árabes Unidos son los centros transfronterizos de más rápido crecimiento. “Estados Unidos en entradas de Latinoamérica; Emiratos Árabes Unidos ampliándose más allá de Oriente Medio”, explican.

Trasformar al cliente en beneficio

En términos de captación de riqueza, este es el escenario que las gestoras nacionales e internacionales tienen por delante de aquí a 2029. Su principal reto, sin olvidar que el sector está inmerso en un proceso de concentración, será transformar esos clientes en beneficio. Un auténtico reto si tenemos en cuenta que los márgenes de ingresos del sector cayeron 6 puntos básicos en 2024 y otros 3 puntos básicos en el primer semestre de 2025. “Tres de cada cuatro empresas líderes registraron descensos y solo una de cada dos los compensó con recortes de costes. Se acentúa la reducción de los márgenes”, apunta el informe. 

En este sentido, el informe identifica que los clientes con un patrimonio neto de entre 1 y 10 millones de dólares son el segmento clave. Según argumenta, se trata del mayor grupo de clientes, con rendimientos en puntos básicos más altos que los UHNW y con la entrada de un gran número de nuevos participantes sin asesoramiento y con gran cantidad de efectivo. 

El documento observa que las principales gestoras están movilizando cinco catalizadores para ganar en este segmento: modular las soluciones de inversión ofreciendo niveles de protección del rendimiento; anclar las carteras con acciones fiscalmente eficientes, renta fija y soluciones estructuradas para crecimiento, ingresos y protección; ofrecer paquetes transparentes y precios basados en valor; implementar un modelo híbrido humano-digital apoyado por sólidas capas digitales y de IA; y mejorar los canales de captación.

Según las conclusiones del informe, las gestoras se encuentran con que la “dependencia de la beta” es “arriesgada”. “Entre 2015 y 2024, solo alrededor de un tercio del crecimiento de la gestoras procedió de dinero nuevo neto, lo que está impulsando a las empresas a enfocarse en la productividad de sus gestores de relación, la disciplina en precios y el aumento de la participación en la cartera de los clientes”. 

Desde Morgan Stanley y Oliver Wyman consideran que las gestoras deben reajustar sus costes, y tildan esta tarea de urgente: “Muchos ratios de eficiencia (CIR) rondan el 75%, con el personal representando alrededor de dos tercios de los gastos operativos. Los programas de modelos operativos pueden desbloquear entre un 10% y un 25% de ahorro bruto antes de la reinversión”.

El nuevo apetito del Private Equity por las startups: una perspectiva desde relación con inversores

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Cuando comencé mi carrera en la banca privada tradicional, el private equity (PE) era un mundo algo distante del ecosistema de las etapas tempranas. Las firmas de PE se enfocaban de manera precisa en empresas maduras con flujos de caja estables, márgenes predecibles y equipos directivos consolidados. Mi trabajo entonces giraba en torno a conectar a los clientes con oportunidades sólidas y ajustadas al riesgo, en lugar de perseguir la innovación.

Sin embargo, con los años, a través de roles que me acercaron al venture capital (VC), al growth equity y, ahora, liderando el área de Relación con Inversores en Zubi Group -un family office que no solo invierte y crea empresas desde cero dentro del ecosistema de venture capital, sino que también se vincula con el mundo del private equity a través de sus negocios tradicionales y a medida que las compañías de su portfolio maduran- he sido testigo de un cambio profundo. El private equity ya no se mantiene al margen de la economía de la innovación; está participando activamente en ella.

La convergencia entre Private Equity y Venture Capital

Lo que observamos hoy es una convergencia inconfundible entre el PE y el VC. A medida que el software continúa “comiéndose el mundo”, muchas firmas de private equity están moviéndose hacia etapas más tempranas, dirigiéndose a negocios basados en tecnología y modelos SaaS que antes eran dominio exclusivo de los inversores de venture capital. Estas firmas han comprendido que los ingresos recurrentes, los modelos escalables y la alta retención de clientes, rasgos característicos de las startups de software exitosas, generan también la visibilidad operativa y la previsibilidad de flujos de caja que los inversores de PE buscan.

Esto ha creado una nueva dinámica: las startups cuentan ahora con una vía adicional hacia la liquidez. El private equity se ha convertido en un comprador cada vez más relevante en rondas de crecimiento avanzadas o en transacciones secundarias, ofreciendo a los primeros inversores, fondos de venture capital, business angels incluso fundadores, una vía de salida viable más allá del tradicional esquema de IPO o fusiones y adquisiciones estratégicas.

Por qué el Private Equity está mirando al software

De mis conversaciones con inversores de distintos perfiles, destacan varias tendencias. En primer lugar, el entorno macroeconómico ha cambiado. A medida que los mercados públicos fluctúan y las ventanas de salida a bolsa permanecen inciertas, los fondos de PE que cuentan con niveles récord de capital no desplegado, buscan crecimiento y resiliencia. El software ofrece ambas cosas. La naturaleza recurrente de los ingresos SaaS aporta previsibilidad, mientras que la transformación digital en múltiples industrias sigue impulsando el crecimiento orgánico.

En segundo lugar, la madurez de muchas startups respaldadas por venture capital ha generado un terreno fértil para la entrada del PE. Estas empresas suelen contar con productos sólidos, estrategias comerciales comprobadas y rutas claras hacia la rentabilidad, pero requieren capital y disciplina operativa para escalar de forma sostenible. Y precisamente ahí es donde el private equity sobresale.

Por último, las competencias tradicionales del PE, la creación de valor mediante gobernanza, o eficiencia y adquisiciones estratégicas, son cada vez más aplicables a los negocios tecnológicos. Las firmas están incorporando ejecutivos con experiencia en tecnología, construyendo equipos internos de datos y digitalización, y adaptando sus metodologías a la economía del software.

Qué pueden hacer las startups para atraer el interés del Private Equity

Para los fundadores o equipos directivos que buscan captar la atención de un fondo de private equity, el mensaje es claro: deben pensar como una empresa escalada antes de serlo. Las firmas de PE no buscan “potencial” en el sentido del venture capital; buscan solidez operativa, información financiera disciplinada, ingresos recurrentes y palancas claras de mejora de márgenes.

Algunas señales prácticas que suelen atraer la atención del PE incluyen:

1.- Flujos de ingresos predecibles (idealmente mediante contratos o suscripciones a largo plazo).

2.- Unit economics que demuestren escalabilidad.

3.- Estructuras de gobernanza sólidas, disciplina del consejo, estados financieros auditados y KPIs transparentes.

4.- Una ruta clara hacia la rentabilidad, incluso si aún no se ha alcanzado.

En resumen, el private equity busca empresas que estén listas para que su caja de herramientas aporte valor.

Una perspectiva más amplia: Desde la lente de relaciones con inversores

Desde mi posición como IR, esta evolución no trata solo de nuevos tipos de transacciones, sino de nuevas conversaciones. Los Limited Partners (LPs) desean cada vez más exposición a la innovación, pero bajo el rigor de gobernanza de los mercados privados. Preguntan cómo los family offices y los inversores multi-activos, como nosotros, estamos cerrando esa brecha, y en muchos casos, lo hacemos integrando estrategias de venture capital y private equity bajo un mismo techo.

En Zubi Group, hemos comprobado cómo este enfoque dual nos permite respaldar empresas desde etapas tempranas, mantenernos cerca de su evolución y participar potencialmente en rondas posteriores a medida que maduran. Esto genera continuidad: un recorrido de inversión basado en relaciones, más que en transacciones aisladas.

Mirando al futuro

A medida que el private equity continúa orientándose hacia empresas de software y tecnología, las fronteras entre el venture capital y el private equity seguirán difuminándose. Para las startups, esto es una buena noticia: significa contar con socios más sofisticados y con mayor capacidad de capital, dispuestos a ayudarlas a escalar de manera responsable. Y para los primeros inversores, se abre una nueva y valiosa puerta hacia la liquidez.

El mundo en el que comencé mi carrera profesional, donde el venture capital y el private equity vivían en mundos distintos, ya no existe. El futuro pertenece a quienes sepan navegar en ambos mercados, y es precisamente ahí donde creo que se encuentran las oportunidades más interesantes.

«Con la Fórmula 1 buscamos abrir la puerta al cliente a un negocio tradicionalmente reservado a grandes fondos»

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Formula 1 puerta al cliente en fondos
Foto cedidaJavier Conde, Managing Partner y cofundador de Hossegor Invest.

Hossegor Invest cuenta con dos años de vida, pero ha entrado con fuerza en el mercado de las inversiones alternativas. Fundada en Bilbao por Javier Conde y Pablo Barriocanal, cuenta con oficinas en Madrid, México y el sur de Francia. Precisamente, su nombre está vinculado con el país galo. “El nombre de Hossegor Invest proviene de un pueblo del sur de Francia, Hossegor, en el que tanto mi socio como yo tenemos mucha historia personal”, explica Javier Conde, Managing Partner y cofundador de la firma, en una entrevista a Funds Society. Su nombre, a juicio de Conde, transmite “mucha cercanía”, pero, al ser un destino vacacional internacional relacionado con el surf, refleja, de alguna manera, “nuestra forma de ser y de trabajar”: aunar una mentalidad local con espíritu global. La Fórmula 1 y las estrategias pre-IPO son los segmentos en los que opera la firma, por ahora, con el foco futuro en la educación y las infraestructuras. 

¿Por qué decidieron mirar negocios tan nicho como la Fórmula 1?

Este deporte siempre nos ha gustado a nivel personal. Y, en términos económicos, la Fórmula 1 es una industria completísima de tecnología, innovación, comunicación, capital o ingeniería. Y todo, además, a escala global, que encaja con nuestra forma de pensar. Detrás de cada escudería hay acuerdos corporativos, desarrollos tecnológicos, marcas de un altísimo nivel, etcétera. Vimos que todo eso nos permitía estructurar proyectos muy atractivos para los inversores. Con este segmento buscamos abrir la puerta a nuestros clientes a un negocio que tradicionalmente ha estado reservado a grandes fondos o a patrimonios muy altos.

¿Y cómo invierten en la Fórmula 1? 

Estamos presentes en la parte de sponsorship, que supone ayudar a empresas que tengan capacidad a comprender cómo el patrocinio contribuye a escalar y expandir o dimensionar su negocio. Y todo esto lo hacemos dentro de la Fórmula 1, no desde la Fórmula 1, que es un pequeño matiz, pero marca mucha diferencia. También trabajamos un fondo de inversión boutique de la Fórmula 1, que es muy concreto también.

También estáis presentes en el segmento pre-IPO. ¿Qué perspectivas manejan, teniendo en cuenta que las salidas a bolsa se han reducido bastante en los últimos años?

Es verdad que las salidas a bolsa se han reducido en los últimos años. Pero no es algo que nos preocupe porque trabajamos con mentalidad de nicho, es decir, únicamente con compañías tier 1; empresas conocidas a nivel internacional, y cada operación pasa por un análisis muy exhaustivo, muy profundo, antes de tomar la decisión de invertir. Por otro lado, a lo largo de un año, nos involucramos en una o dos operaciones, porque no buscamos cantidad, sino calidad. Por eso, aunque el mercado se ha ralentizado, nuestro segmento sigue con las mismas oportunidades, sólidas, bien filtradas, bien trabajadas. Nos enfocamos en Estados Unidos, en el Nasdaq. 

¿Qué tienen de especial sus fondos?

Nosotros no trabajamos como los fondos en el sentido tradicional. Nuestros clientes conocen en todo momento dónde está su dinero, qué rentabilidad les está generando y durante cuánto tiempo están invertidos. Esa confianza y claridad, para nosotros, son señas de identidad. Trabajamos productos muy diferenciales para dar acceso a muchos clientes a sectores que de otra manera no podrían entrar. Eso sí, no es una forma de democratización.

¿Cuántos sois en el equipo en total y cuál es vuestra estrategia de futuro?

Somos dos socios fundadores, Pablo Barriocanal y yo mismo, junto a cuatro colaboradores más. Tratamos de trabajar con un número limitado de clientes, somos una “rara avis”, porque creemos que más no es mejor. Seguiremos creciendo, pero siempre sin perder esa esencia. Para nosotros es importante. De momento estamos establecidos como estamos y estamos bien. Tenemos mucha capacidad todavía por delante. Sobre el futuro, en el año 2026 sacaremos a la luz una parte muy focalizada con educación y otra, en energías renovables. En ese orden. Las energías renovables probablemente hacia finales del año que viene y en educación, que ya está en activo, le daremos más visibilidad. Pero no queremos salir de lo que sabemos hacer.

¿Tenéis un ticket mínimo para invertir?

Sí, pero es distinto en función de cada segmento. Desde unos 25.000 euros podemos empezar a ayudar a un cliente. Evidentemente, en la parte de Fórmula 1 la cuantía es más elevada porque hablamos de otro tipo de producto, pero tampoco hace falta tener un gran patrimonio para invertir con nosotros. Eso es un mito que hemos tumbado hace mucho tiempo. En definitiva, trabajamos todos los tipos de sectores y cliente retail e institucional.

¿Cuántos activos bajo gestión presenta Hossegor Invest? 

En torno a 4,5 millones de euros. Además, la tasa de retención de clientes es prácticamente un 95%. Hacemos el corte de la cartera año a año, no hablamos de una cartera acumulada, porque si no, la cifra sería muchísimo más alta. 

¿Qué feedback han tenido de los inversores que han entrado?

Muy positivo. Lo que más valoran los inversores es la cercanía, la claridad y la profesionalidad. En sus comentarios agradecen que entienden dónde está su dinero y lo que está haciendo. La cultura financiera en España no es elevada, así que, nuestros clientes nos ven como un socio cuyo objetivo es que su dinero trabaje para ellos, y no para otras entidades. Esto justificaría nuestra alta tasa de retención de los clientes. 

¿Cómo están posicionados en México, desde el punto de vista estratégico?

Nosotros estamos en España, pero tenemos una parte en Américas, a través de un colaborador en México. Trabajamos con empresarios locales en diferentes proyectos. Es un mercado muy dinámico, que tiene apetito real por las inversiones alternativas bien estructuradas y eso encaja muy bien con nuestro enfoque. La manera de trabajar allí es igual que aquí en España. En México tenemos buenos clientes y esperemos seguir en esa misma línea. Hay empresarios mexicanos que han enviado a sus hijos a estudiar a España. Muchos de esos jóvenes deciden quedarse, pero tampoco quieren trabajar por cuenta ajena. Entonces hay unas sinergias, y ahí es donde aportamos nuestro granito de arena, sobre todo en la parte de M&A. Tienen interés en entrar en el equity o en el capital, en este caso desde las compañías españolas de baby boomers se están jubilando y que no pueden traspasar el negocio a sus hijos porque tienen profesiones independientes del negocio familiar. Aquí es donde entran esas sinergias. En cuanto al resto de nuestras inversiones, el interés de los clientes mexicanos es bastante homogéneo, no vemos que uno genere más interés que otros.

Ahora que está muy demandada la inteligencia artificial, la utilizan en alguna parte del proceso de inversión? ¿Qué función tiene la IA en Hossegor Invest?

Nosotros usamos la inteligencia artificial todos los días. Eso sí, como apoyo, nunca como sustituto del criterio humano ni de la relación personal. Nos ayuda en los análisis de tendencias, de riesgos, buscar eficiencias operativas dentro de las operaciones de M&A… Pero siempre bajo la supervisión del equipo. Da agilidad, más precisión y libera de tareas repetitivas. Las decisiones siguen dependiendo de la experiencia y de la nuestra ética profesional. Para nosotros, la tecnología potencia, pero no reemplaza. El valor está en las personas y en las decisiones que se toman. Pero hay que utilizarla.

Nuevo régimen: ¿una nueva realidad para los inversores?

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A principios de año, compartimos nuestras ideas sobre cómo armonizar una perspectiva a largo plazo con las dificultades que se encuentran por el camino a corto plazo; dicho de otro modo, los «qué pasaría si». Una de las posibilidades más serias que observábamos era la amenaza de aranceles del presidente Trump, que finalmente se concretó con una puesta en escena espectacular el conocida como Día de la Liberación de abril.

Si bien los últimos acuerdos comerciales han mitigado hasta cierto punto el riesgo de titulares (es decir, reacciones negativas del mercado a las noticias), las empresas afrontan actualmente una nueva normalidad: los aranceles están en sus niveles máximos desde los años treinta del siglo pasado. Podríamos objetar, sin embargo, que ahora mismo el impacto de los gravámenes a las importaciones no es tan importante como lo que nos dicen del mundo en el que se desenvuelven los inversores.

Una nueva realidad para los inversores

2025 ha confirmado nuestra convicción de que nos adentramos en un nuevo régimen de inversión, caracterizado por una mayor volatilidad macroeconómica, la divergencia en los ciclos económicos y políticos, y un intervencionismo de los gobiernos mucho mayor de lo que hemos visto desde 2008. En los últimos meses, hemos asistido a un repunte de la inestabilidad que cabe atribuir, no a una recesión o una crisis bancaria, sino a la decisión de la Administración de Trump de revisar las relaciones comerciales internacionales. Este hecho ha reforzado nuestra impresión de que los gobiernos se han convertido hoy en actores mucho más importantes en la dinámica del mercado que en décadas recientes.

Lo que complica más la situación es que el paso de un régimen a otro no se produce con una ruptura clara. Es una fase de transición desordenada, en la que algunas reglas antiguas aún se aplican, incluso mientras podrían estar surgiendo nuevas. Ahora que estamos en la segunda mitad de 2025, la clave parece ser: ¿qué revelan los baches del camino sobre cómo debemos evolucionar hacia un nuevo entorno de mercado?

Utilizamos «evolucionar» a propósito, porque lo consideramos una evolución. En biología, cuando el entorno cambia, las especies deben adaptarse. O, en palabras de Charles Darwin, no sobrevive el más fuerte, sino el que mejor se adapta. En el mundo de la inversión, cuando cambia el régimen de mercado es necesario evolucionar —ir más allá de nuestras creencias, modelos y sistemas de valores— para asegurarnos de que gestionamos las carteras para el mundo en el que vivimos, no para el que ya hemos vivido.

Tres aspectos de la inversión en evolución

Creemos que un entorno de mercado en constante cambio como el actual debe obligar a los inversores a revisar tres cuestiones esenciales: la diversificación, los ingresos y la división entre mercados públicos y privados.

La diversificación está adquiriendo un nuevo significado. Durante años, las asignaciones de renta variable centradas en Estados Unidos cosechaban buenos resultados. Pero, dado que el excepcionalismo estadounidense está en entredicho, los inversores quizá deseen valorar un conjunto de opciones más amplio. En este sentido, apreciamos varias oportunidades para aquellos que sepan adaptarse.

Por ejemplo, nos parece que la renta variable europea está bien posicionada para sacar partido de un panorama fiscal favorable y de la moderación de la inflación; pero la verdadera oportunidad seguramente consista en determinar qué sectores y empresas ofrecen mayor potencial de revalorización. Por su parte, aunque Japón está expuesto a tensiones relacionadas con el comercio, no deben subestimarse los revulsivos estructurales que pueden suponer las reformas iniciadas en materia de gobernanza corporativa y las recompras de acciones. Lo dicho hasta ahora no debe interpretarse como que las acciones estadounidenses están perdiendo su importante función en las carteras, sino como que debemos replanteárnosla con cautela; por ejemplo, utilizando estrategias ampliadas, una opción para los inversores preocupados por la concentración de los mercados. Estas estrategias pueden dar flexibilidad a los gestores a la hora de infraponderar las posiciones en función de sus convicciones y no de la capitalización bursátil.

La obtención de ingresos (income) siempre ha constituido un eje fundamental en la construcción de carteras. No obstante, con una mayor volatilidad de la inflación y el entorno de menos crecimiento, debemos pensar en la estabilidad de esos ingresos. Así, tal vez los inversores se planteen diversificar sus fuentes de ingresos más allá de los títulos de deuda. Para ello puede ser útil adoptar una perspectiva de multiactivos y buscar ingresos por vías tradicionales o alternativas, como los dividendos en las acciones, los cupones en los bonos y, potencialmente, la emisión de opciones.

Los ingresos constituyen un elemento fundamental de la rentabilidad de las acciones, sobre todo con horizontes temporales prolongados. Si bien en períodos de más de un año, los cambios en la valoración y el crecimiento de los resultados empresariales contribuyen a grandes rasgos en igual medida, a más largo plazo predominan los dividendos y el crecimiento de los resultados gracias al efecto de la capitalización compuesta. (Gráfico 1).

Para generar ingresos en este nuevo entorno tampoco debemos olvidarnos de los aspectos negativos. La persistente inflación puede seguir alterando la tradicional relación negativa entre las acciones y los bonos. De ahí que sea conveniente considerar estrategias de renta fija más dinámicas en lugar de estáticas, que tan buenos resultados han dado desde 2008. También puede resultar apropiado en este caso un proceso activo de control de riesgos, diseñado para protegerse frente a los riesgos bajistas.

Con respecto a la alternancia entre mercados públicos y privados, la presencia de estos últimos es ahora mayor porque las empresas deciden quedarse fuera de la bolsa durante más tiempo. Los mercados privados están empezando a cobrar importancia para un conjunto cada vez más amplio de inversores que trata de alcanzar varios objetivos con su cartera —equilibrar la rentabilidad, los ingresos, la diversificación y la protección frente a la inflación— junto con sus activos tradicionales.

En Wellington Solutions, aprendemos cómo las empresas y los gobiernos se están adaptando al entorno cambiante actual gracias a una investigación profunda, especialmente a través de los analistas sectoriales globales y los estrategas macro de la firma. Al poner juntas todas las implicaciones reales de las decisiones políticas que están reconfigurando el porvenir de una empresa o una economía, conseguimos información de primera mano sobre cómo se están adaptando las organizaciones a este nuevo escenario.

Pese a la complicada situación de los mercados, nuestro punto de vista a largo plazo es un factor positivo. Somos optimistas porque, como humanos, somos capaces de adaptarnos e innovar.

Tribuna de opinión firmada por Natasha Brook, Senior Managing Director, Partner & Head of Wellington Solutions.

 

 

 

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La dispersión del mercado ofrece oportunidades, pero hay que ser cauteloso con las valoraciones

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Octubre nos dejó otro mes de máximos históricos en las bolsas mundiales. El S&P 500, el Nasdaq, el Stoxx 600, el FTSE 100 y el TOPIX alcanzaron nuevos máximos históricos que prolongaron su  recuperación tras la oleada de ventas provocada por los aranceles en abril. 

La confianza de los inversores se vio reforzada por las alentadoras noticias en materia comercial.  La cumbre Trump-Xi en Corea concluyó de forma prometedora: el tipo efectivo de los aranceles estadounidenses sobre los productos chinos se redujo 10 puntos porcentuales, hasta el 31%, y China congeló los controles a la exportación de tierras raras. Aunque estas medidas suponen una  bienvenida desescalada tras varias semanas de gran tensión, suponen una tregua temporal más que una resolución de la rivalidad estratégica general, pero ambos presidentes expresaron su  intención de organizar más encuentros el próximo año para mantener el diálogo abierto. 

Las reuniones de los bancos centrales en octubre cumplieron en gran medida las expectativas, aunque la Fed de EE.UU. adoptó un tono más matizado y anunció medidas de corte expansivo al tiempo que intentaba mantener la flexibilidad en relación con las opciones futuras de la política  monetaria. En cuanto a los beneficios empresariales, más de la mitad del S&P 500 ha presentado resultados y hasta ahora han sido sólidos. A finales de octubre, el crecimiento interanual  combinado de los beneficios se situó en el 10,7% (cuarto trimestre consecutivo de aceleración),  mientras que los ingresos crecieron un 7,9%, el ritmo más rápido desde el tercer trimestre de 2022. 

En conjunto, unas condiciones macroeconómicas más favorables, combinadas con el apoyo de la  política monetaria y unos fundamentales empresariales sólidos, configuran un escenario propicio para la renta variable. Se observan áreas con valoraciones elevadas, pero también mucha  dispersión, lo que crea oportunidades para los expertos en selección de valores.  

De hecho, si las buenas perspectivas de beneficios se combinan con una señal más clara de que  la Fed ampliará su ciclo de recortes de tipos, se podría desencadenar una rotación hacia los  valores cíclicos y de pequeña capitalización. Los inversores alcistas pueden encontrar oportunidades rotando hacia estas áreas, mientras que aquellos con una perspectiva más defensiva deberían considerar una asignación más amplia a la calidad. 

Aunque la cautela está justificada, parece arriesgado infraponderar de forma significativa el sector tecnológico estadounidense y nuestros estudios sobre la construcción de centros de datos, las  inversiones de las eléctricas, la inversión de los hyperscalers y las previsiones de ingresos refuerzan esta idea al indicar que las cotizaciones actuales están justificadas desde un punto de  vista direccional, aunque sean algo elevadas. Sin embargo, para mitigar el exceso de  concentración en la renta variable estadounidense, abogamos por diversificar entre regiones. 

Asia y Europa ofrecen un atractivo convincente. Los fabricantes asiáticos de semiconductores y  equipos se están beneficiando de un repunte cíclico de la demanda de memorias e IA; así, los hyperscalers están acumulando existencias y las tensiones en los mercados de DRAM y NAND  están traduciéndose en previsiones de aumento de precios a lo largo de 2026. Sin embargo, los  inversores deben estar atentos a las valoraciones, ya que hay algunos títulos con poco margen de  error. La evaluación de todo el conjunto de oportunidades desvelará las mejores inversiones a  largo plazo, incluido el despliegue de la IA/tecnología, la demanda de materiales y energía, la fabricación avanzada, el desarrollo de fármacos innovadores y las oportunidades en segmentos de consumo con bajas tasas de penetración. 

Europa, por su parte, disfruta de una política presupuestaria favorable, unas valoraciones atractivas y una mejora de la confianza que incrementan los flujos de los fondos hacia la región.

 

Tribuna de opinión firmada por Stuart Rumble, rsponsable de Dirección de Inversiones para Asia-Pacífico en Fidelity International.