Foto cedidaMabrouk Chetouane, Head Global Market Strategy, Solutions, International.. Natixis IM incorpora a Mabrouk Chetouane como nuevo Head Global Market Strategy, Solutions, International
Natixis Investment Managers ha anunciado la incorporación de Mabrouk Chetouane a la gestora para ocupar el cargo de Head Global Market Strategy, Solutions, International. Chetouane reportará a Claire Martinetto, directora de Natixis IM Solutions, International, y estará ubicado en París.
Según indica la gestora, desde este puesto, Chetouane liderará y dirigirá el equipo de estrategia de mercado global responsable de desarrollar las perspectivas macroeconómicas, de asignación de activos y de inversión internas dentro de Natixis IM Solutions, que son esenciales tanto para los clientes como para el área de ventas.
Además de la actividad de Research, Chetouane supervisará la participación del equipo en el proceso de multi-inversiones, así como los modelos estratégicos de asignación de activos para los mercados públicos y privados. También contribuirá activamente a la estrategia y posicionamiento de NatixisSolutions con la alta dirección y facilitará la relación con las affiliates y los equipos de US Solutions.
Chetouane tiene casi 20 años de experiencia en el desarrollo de previsiones macroeconómicas. Se une a Natixis IM desde BFT Investment Managers, donde fue Jefe de Investigación y Estrategia. Antes de esto, estuvo en IHS Global Insight como economista principal. También pasó 6 años con Banque de France. Sobre su formación, la gestora destaca que tiene un doctorado en Economía de la Universidad París-Dauphine y una maestría de ENSAE en Modelado de Economía y Estadística y una maestría adicional en Macroeconomía Cuantitativa de la Universidad de París / Pantheon-Sorbonne.
“A medida que continuamos mejorando todas las capacidades de nuestra actividad de Solutions, Mabrouk desempeñará un papel clave en el desarrollo de la estrategia macro y la investigación que respalde las carteras de clientes y ponga sus necesidades en primer lugar. También trabajará en estrecha colaboración con nuestro equipo de EE.UU., así como con nuestras firmas afiliadas para apoyar a los inversores con sus decisiones de asignación de activos. Tiene una gran cantidad de conocimientos y experiencia en la industria y estoy deseando darle la bienvenida a Natixis Investment Managers”, ha destacado Claire Martinetto, directora de Natixis IM Solutions, International, a raíz de este nombramiento.
Pixabay CC0 Public Domain. La Française Real Estate Managers firma un mandato inmobiliario de 300 millones de euros con PFA
PFA, uno de los principales fondos de pensiones daneses, ha otorgado un segundo mandato a La Française Real Estate Managers (REM) para la adquisición y gestión de viviendas y residencias para mayores en Europa, centrándose en Francia y Bélgica.
Según ha explicado al gestora, el mandato establece una inversión inicial de 300 millones de euros que se invertirán a lo largo de los próximos años de la siguiente manera: 200 millones de euros en complejos de viviendas para mayores en Europa, centrándose en Francia y Bélgica; y otros 100 millones de euros en inmuebles residenciales de alquiler (PRS) situados en las principales ciudades de Francia y Bélgica.
“La Française y PFA colaboran con éxito desde hace más de dos años. PFA nos otorgó un mandato inicial de 100 millones de euros en octubre de 2019 para la adquisición y gestión de una cartera de viviendas para mayores en Francia. Estamos encantados de seguir avanzando en nuestra alianza y de ampliar nuestro enfoque geográfico a otros países europeos, así como nuestra estrategia al sector de la vivienda social o asistida. No cabe duda de que podremos aprovechar en beneficio de PFA nuestra plataforma internacional de inversión inmobiliaria, que incluye equipos de inversión en toda Europa. En nombre de La Française REM, me gustaría agradecer a PFA su confianza”, ha señalado David Rendall, director general de La Française Real Estate Managers-División Institucional.
Por su parte, Michael Bruhn, director general de PFA, afirma: “Hemos colaborado con éxito con La Francaise durante varios años y ahora estamos ampliando nuestra relación para hacer crecer aún más nuestras estrategias residenciales y de gestión residencial en Europa”.
La Française REM cuenta con una larga experiencia en la gestión de residencias e inversiones residenciales, con 1.183 y 1.775 millones de euros respectivamente en activos gestionados (a finales de 2021).
El jueves 3 de febrero fuimos testigos de una de las reacciones del mercado más volátiles a una reunión del BCE en los últimos años. La magnitud de los movimientos nos recordó a la reacción tras la reunión del BCE en marzo de 2020. Esa reunión fue un claro ejemplo de error de política monetaria donde no solo el BCE calculó mal los estímulos que se necesitaban para hacer frente a la pandemia de COVID, sino que también nos dejó afirmaciones de Lagarde del tipo “no estamos aquí para cerrar los diferenciales”.
Nos preocupa que para finales de este año recordemos esta última reunión como otro caso de error de política monetaria del BCE. Aunque es fácil enfrascarse en discusiones sobre por qué el BCE ha tomado sus decisiones y por qué no estamos necesariamente de acuerdo con ellas, pensamos que quizás es más procedente tomar las decisiones del BCE como hechos que no van a cambiar, y después explicar qué conllevan en el contexto de nuestra gama de fondos de renta fija europea investment grade.
De la reunión del BCE se extraen tres ideas principales: 1) la inflación es demasiado alta para el gusto del BCE y, por consiguiente, la política monetaria expansiva está llegando a su final; 2) la secuencia actual se mantendrá y, por lo tanto, la relajación cuantitativa (QE) debe terminar antes de que comiencen las subidas de tipos; 3) la subida de tipos en 2022 ya está sobre la mesa.
El final de la relajación cuantitativa
Aunque el final de la relajación cuantitativa estaba en la mente de todos, quizás entre el final de 2022 y el primer trimestre de 2023, ahora parece que el BCE va a acelerar el proceso de reducción de las compras de activos para que finalice más o menos en el tercer trimestre de 2022. En nuestra opinión, incluso antes de la última decisión del BCE, los diferenciales (tanto de los bonos corporativos como de la deuda pública) iban a tener dificultades para comprimirse, ya que la oferta neta en la deuda pública ya era ligeramente positiva según el calendario anunciado. Sin embargo, teniendo en cuenta el último anuncio, las cosas empeorarán de aquí en adelante.
Este año, la oferta neta será significativamente positiva (entre 75.000 millones y 100.000 millones de euros aproximadamente) y la relajación cuantitativa acabará justo cuando el grueso de la oferta del plan Next Generation de la UE (NGEU) llegue al mercado (ya que su financiación se ha retrasado para el segundo semestre de 2022). A eso hay que añadirle el hecho de que, el año próximo, la oferta neta de deuda pública se aproximará a los 200.000 millones de euros y el NGEU tendrá un volumen neto de emisiones de otros 100.000 a 150.000 millones de euros. Las perspectivas de los diferenciales de la deuda pública no parecen, por tanto, muy buenas. La reducción acelerada de las compras de activos también es muy mala noticia para los bonos corporativos, ya que todo el mundo esperaba al menos un año de apoyo significativo del CSPP. Con la expansión monetaria por la vía de la relajación cuantitativa totalmente descartada, no existen argumentos convincentes para invertir en diferenciales en este punto, a no ser que veamos una ampliación sustancial de estos. Los diferenciales están regresando ahora a sus medias a largo plazo. Sin embargo, el trasfondo de la política monetaria ha empeorado mucho, por lo que pensamos que aún hay posibilidades de que los diferenciales se amplíen a partir de aquí.
Lo que también nos preocupa es que una vez que la relajación cuantitativa finalice este año, el listón para que se implante de nuevo estará bastante alto. Quizás sería necesario un choque muy grave —similar a la COVID— para llegar a un consenso amplio que permita aplicar una nueva ronda de estímulos cuantitativos. Incluso entonces es probable que esté en un formato de paquete, es decir, que deje abierto si el importe total se va a utilizar o no en contraposición a una cantidad mensual, algo a lo que nos hemos acostumbrado en los últimos años.
Subidas de tipos: ¿cuándo, a qué velocidad y hasta qué punto?
Hasta ahora creíamos que cuando el BCE empezara a subir los tipos de interés, lo haría describiendo una trayectoria gradual y poco pronunciada. Sin embargo, tras la reunión del jueves, tenemos que admitir que ahora puede ocurrir cualquier cosa. No es ninguna sorpresa que el mercado ya haya descontado un tipo de depósito de 0 para finales de 2022 y un tipo terminal de 50-60 pb para finales de 2023. Para explicar nuestro punto de vista en este debate, sería mejor pensar en el problema al revés, es decir, hasta qué punto, a qué velocidad y cuándo.
¿Hasta qué punto? Antes explicamos por qué pensamos que el tipo terminal correcto en Europa está alrededor de 50 pb y nuestra opinión no ha cambiado. De hecho, si miramos los precios del tipo terminal en otros mercados desarrollados, en Estados Unidos está en el 1,5-1,75% (frente a la visión del 2,5% de la Reserva Federal) y en Reino Unido en el 1,25-1,5%, por lo que seguimos pensando que un tipo terminal de 1-1,25% en Europa es demasiado agresivo. Podría ser un tipo terminal adecuado para un país del norte de Europa como Alemania, donde la tasa de desempleo es muy baja y el crecimiento vuelve a los niveles tendenciales anteriores a la pandemia, pero es demasiado restrictivo para la economía típica de los países del sur de Europa, donde el desempleo se acerca a los dos dígitos y sigue alejado de los niveles tendenciales anteriores a la crisis.
¿A qué velocidad? El otro punto que debemos tener en cuenta es que, aunque se habla de un endurecimiento cuantitativo (QT) tanto en Estados Unidos como en Reino Unido, aún no hay noticias sobre ello en Europa. Sin embargo, en nuestra opinión, si hay un banco central que debe empezar a reducir los estímulos cuantitativos (si la economía va por buen camino) es el europeo, ya que está obligado a cumplir con los límites que se han autoimpuesto los emisores. Tanto el PEPP como el APP están muy cerca de su límite de inversión para países como Alemania, de modo que, si la economía europea sufre una desaceleración acusada, no sería posible un gran paquete de medidas cuantitativas sin cambiar esas restricciones. Y una cosa que sabemos es que los miembros del BCE alineados con el endurecimiento monetario están en contra de esos cambios. Es por eso por lo que, en nuestra opinión, es muy improbable que el BCE vaya de un tipo de depósito negativo de 50 pb directamente al 1% en los próximos 2 o 3 años, sin que haya una pausa entre medias para poner en marcha la reducción de los balances. Por consiguiente, pensamos que, si el BCE empieza a subir tipos este año y alcanza un tipo de depósito de 0 pb rápidamente, hay muchas posibilidades de que se tome un respiro, tanto para validar sus acciones con los datos como para empezar con el proceso de reducción del balance.
¿Cuándo? Eso nos deja con la última pregunta: cuándo puede empezar el BCE con la subida de los tipos. Dada la suposición del mercado de que la relajación cuantitativa acabará este año, la subida de tipos puede empezar en el segundo semestre de 2022. Sin embargo, merece la pena recalcar que el BCE tiene intención de finalizar la relajación cuantitativa lo antes posible, en lugar de subir los tipos lo más rápido que pueda. Se mantienen las previsiones de que la inflación descienda hasta aproximarse mucho al 2% para finales de 2022 y baje de esa cifra en tasa general a principios de 2023. Así pues, aún es muy posible que cuando lleguemos al final de 2022 los datos no sean tan buenos como para que el BCE empiece a subir los tipos, o, si lo hace, lo hará a una velocidad distinta y con variaciones diferentes a las esperadas por el mercado actualmente (una o dos subidas de 25 pb cada una).
Entonces, ¿dónde nos sitúa esto, atendiendo a nuestra visión sobre las curvas y la duración?
1. Curvas
Los últimos meses hemos hablado sobre cómo diferentes partes del mercado de bonos de alta calidad crediticia estaban descontando distintos escenarios (hasta la última reunión del BCE). Los diferenciales de deuda corporativa descontaban un apoyo continuo de la relajación cuantitativa, las curvas de tipos descontaban un error de política monetaria o una desaceleración económica —tan mala como la pandemia de COVID— y los mercados de tipos cortos estaban descontando una subida de tipos agresiva, lo que significa un cambio de paradigma económico hacia un crecimiento fuerte y una inflación alta en Europa. Una de estas tres discrepancias se ha normalizado tras la reunión del BCE. Los diferenciales de deuda corporativa ya no descuentan estímulos monetarios.
Sin embargo, sentimos que aún existe una gran discrepancia entre los precios en la parte corta derivados de las acciones inminentes del BCE y los precios en la parte larga. Sí, entendemos que las curvas deberían aplanarse ante lo que se considera como un error de política monetaria. Sin embargo, creemos que el alcance del aplanamiento es excesivo. Para ponerlo en perspectiva, en 2018, cuando el mercado descontaba el final de la relajación cuantitativa para finales de ese año y una subida de los tipos inmediatamente después, la curva de tipos de la deuda pública alemana entre 5 y 30 años llegó a 120 pb frente a los 30 pb actuales. Lo mismo ocurre con la curva de tipos entre 10 y 30 años, ya que actualmente la curva de los swaps de tipos de interés entre 10 y 30 años está invertida (-7 pb frente a +60 pb en 2018).
Para explicar esto, planteamos cuatro escenarios diferentes sobre cómo la economía europea podría evolucionar en los próximos meses:
Sin subidas de tipos: presupone que en el segundo semestre de 2022 queda claro que la economía europea no está en tan buena forma como esperaba el BCE y, por consiguiente, se descarta una subida de tipos. En este caso, los tipos a 5 años volverían a caer a territorio negativo y la curva alemana aumentaría considerablemente su inclinación, hasta llegar al nivel que mantuvo durante gran parte de 2020 y 2021 (alrededor de 60-80 pb).
Error de política monetaria seguido de recorte(s) de los tipos: presupone que el BCE ha subido los tipos una o dos veces a finales de 2022 (digamos que alcanzan los 0 pb), pero los datos les convencen de que se ha cometido un error de política monetaria y recortan los tipos de interés de nuevo hasta -50 pb. Quizás a corto plazo habría más espacio para que las curvas se aplanasen, pero después la curva debería normalizarse hasta los niveles del escenario 1, cuando los datos en Europa comenzaran a empeorar.
Error de política monetaria sin recortes: presupone que el BCE consigue alcanzar un tipo de depósito del 0, pero, aunque los datos muestren debilidad económica, el BCE prescinde de un recorte de los tipos. En este escenario el BCE reconocería de manera implícita que los tipos negativos no tienen beneficios tangibles y que quizás la mejor manera de hacer frente al bajo crecimiento y la inflación no es a través de tipos negativos, sino con otras herramientas (QE, TLTRO, etc.). En este escenario, las curvas podrían casi aplanarse del todo (cerca de 0 pb) y permanecer ahí durante un largo periodo de tiempo.
Cambio hacia un nuevo paradigma: presupone que el mundo ha cambiado verdaderamente tras la COVID, de tal modo que el crecimiento e inflación en Europa ahora muestran una nueva tendencia al alza y el tipo terminal en Europa es del 1%, si no más alto. Cualquier subida de tipos en este escenario no sería un error, sino más bien un hecho justificado y validado por los datos. En este escenario sería posible que los tipos sufrieran fuertes ventas en toda la curva y que la curva de tipos entre 5 y 30 años aumentara su inclinación hasta los niveles de 2018 (120 pb), si no más.
Creemos que el mercado está descontando plenamente el escenario ii y que solo se puede ganar con una apuesta por el aplanamiento si se cree que para cuando lleguemos al tipo de depósito 0, pasaremos al escenario iii. En general, las posibilidades de que ocurra el escenario iii son bastante improbables, simplemente porque no existe un consenso amplio para aplicar más estímulos cuantitativos con el fin de hacer frente a la desaceleración económica y las tasas de inflación inferiores al objetivo. Por lo tanto, nos mantenemos fieles a nuestra visión de que las curvas en Europa son extremadamente planas y en los próximos meses deberíamos ver algo de normalización (es decir, mayor inclinación de las curvas).
También consideramos un escenario contrapuesto, en el que no existe relajación cuantitativa y las curvas son planas en todos los vencimientos. ¿Qué harían los grandes países o emisores de NGEU en esta situación? En nuestra opinión, el aplanamiento de la curva de tipos persuade a emisores como Francia, Italia, el NGEU y cualquiera con necesidades de financiación a centrarse en la parte larga de la curva, no solo para conseguir mejores tipos, sino también para alargar considerablemente su perfil de vencimientos. Eso, a su vez, debería aumentar la inclinación de las curvas. También es importante recalcar que, en el caso de Japón, donde el tipo de referencia lleva más de 10 años estancado en 0 pb, la curva de tipos entre 5 y 30 años casi nunca ha estado por debajo de 40 pb y, de hecho, la mayor parte del tiempo ha estado por encima de 60 pb.
2. Duración
Para llegar a una estimación sobre hasta dónde pueden subir los rendimientos en la curva, uno puede estar tentado de fijarse en lo ocurrido en 2018 y utilizar esos niveles como punto de referencia. En el peor momento en 2018, la deuda pública alemana a 5 años llegó a 10 pb, el bono a 10 años a 75 pb y el título a 30 años a 140 pb. Sin embargo, con el aplanamiento de la curva siendo un rasgo distintivo del comportamiento actual del mercado de deuda pública, creemos que tiene sentido utilizar el punto de 5 años como punto de referencia junto con el comportamiento de la curva actual, y estimar hasta dónde podrían llegar los otros vencimientos.
Con el BCE abierto a una o varias subidas de tipos en 2022, la parte corta del mercado de deuda pública se ha vuelto inestable. El mercado intentará descontar una trayectoria de tipos lo más agresiva posible a menos que haya algún retroceso importante del BCE en la velocidad y los plazos de las subidas de tipos. Con un tipo de depósito cero a finales de 2022 y un tipo de depósito/tipo terminal de 50-60 pb al final de 2023 ya reflejado en los precios, parece que el extremo corto ya lo descuenta en gran parte. Lo que nos hace ser ligeramente prudentes es el hecho de que, en los últimos años, la deuda pública alemana a 5 años se ha movido en gran medida al son del tipo de depósito y no estamos seguros de si esa relación se podría mantener si el tipo de depósito pasa a ser positivo y no hay más estímulos cuantitativos.
Podría ocurrir que la deuda pública alemana a 5 años alcance alrededor de 10-20 pb, pero creemos que a esos niveles el riesgo y la recompensa invitan más a ponerse corto que largo. Si asumimos que la curva se mantiene a niveles similares, creemos que a corto plazo la deuda a 10 años puede llegar a 30-40 pb y los bonos a 30 años a 40-50 pb. Todavía pensamos que la deuda pública alemana a 10 años volverá a caer a territorio negativo, pero hay que admitir que es improbable que el mercado descuente esa eventualidad a corto plazo (quizás para los últimos meses de 2022). Estamos tratando de aumentar la duración de nuestros fondos de renta fija IG en euros mientras nos acercamos a los niveles de la deuda pública alemana a 10 años mencionados anteriormente. Consideramos que la parte de la curva a 30 años está extremadamente cara en este momento y, por lo tanto, seguimos infraponderados en ella.
Reflexiones sobre la secuencia del BCE
Viendo cómo están posicionados nuestros fondos de renta fija IG en euros (duración larga, diferenciales cortos), siempre hemos mantenido que el mayor riesgo hacia nuestro posicionamiento es un cambio en la secuencia del BCE, es decir, que aumente los tipos de interés antes del final de la relajación cuantitativa. Un cambio en la secuencia parece ser muy improbable actualmente por varios motivos:
Durante la rueda de prensa, Lagarde repitió que la secuencia actual se mantendría.
La secuencia es una forma de orientación futura sobre el calendario de subidas de tipos. Si el BCE alguna vez rompe esa secuencia, perdería su credibilidad en ese frente y su capacidad para dar una orientación futura creíble se reduciría considerablemente.
No es necesario que los miembros del BCE más proclives al endurecimiento acepten ahora un cambio en la secuencia, ya que se encuentran en una posición en la que pueden poner fin a la relajación cuantitativa y conseguir que los tipos de interés sean positivos antes de que termine este año.
Advertimos de que, en nuestra opinión, la decisión del BCE de poner fin a la relajación cuantitativa mucho antes de lo que se esperaba es muy bajista para los diferenciales. Por consiguiente, es posible que los diferenciales corporativos o de la periferia europea se disparen repentinamente hacia niveles muy incómodos para el BCE que, como consecuencia, podría plantearse la secuencia de nuevo para conseguir algo de estabilidad en el mercado. Sin embargo, no creemos que esa medida pueda mantener durante un periodo prolongado (por ejemplo, no vemos posible que el BCE suba los tipos a 50 – 100 pb mientras que aún aplica estímulos cuantitativos), pero sí que podemos ver una situación en la que el BCE continúa con la relajación cuantitativa mientras aumenta los tipos una o dos veces.
Reflexiones generales sobre el posicionamiento
Seguimos infraponderando considerablemente los diferenciales de deuda pública a través de la gama de fondos IG en euros (sin exposición a Francia, España o Italia, todos ellos con grandes necesidades de financiación) y continuamos infraponderando los diferenciales de deuda corporativa en Europa. Intentaremos cubrir estas posiciones infraponderadas durante 2022 si los diferenciales se amplían sustancialmente. Los fondos de renta fija IG de la zona euro acumulan mucha liquidez e instrumentos muy líquidos y, por lo tanto, están en buena posición para aprovechar cualquier alteración del mercado.
Con respecto al posicionamiento en duración, lo consideramos junto con nuestro posicionamiento en los diferenciales y las curvas. Nuestra hipótesis sobre la evolución económica de Europa se sitúa a caballo entre el escenario 1 y el 2. Como resultado, hemos mantenido nuestro posicionamiento de duración larga en nuestros fondos IG de la zona euro con vencimientos más largos (el FF Euro Corporate y el FF Euro Bond), mientras que mantenemos una infraponderación en los diferenciales de deuda pública y deuda corporativa y un considerable sesgo de elevación. Suponiendo que el escenario 3 siguiera siendo atípico, creemos que los fondos deberían batir a sus índices de referencia, incluso si el escenario 4 finalmente ocurre, porque el beneficio de una mayor inclinación de la curva o ampliación de los diferenciales superaría con creces el impacto negativo para nuestro posicionamiento de larga duración.
En nuestro fondo de bonos con vencimientos más cortos (el FF Euro Short Term Bond), que no puede articular una posición favorable a una mayor inclinación de la curva/infraponderación en diferenciales de bonos corporativos a causa del límite de 0 a 5 años que aplica a los vencimientos, hemos adoptado un enfoque diferente. Antes de la reunión del BCE de la semana pasada, redujimos tácticamente la duración del fondo de 0,5 a -0,5 años, lo que permitió, como consecuencia, que el fondo superara a su índice de referencia tras la reunión (aunque eso no fue suficiente para evitar que el fondo tuviera una rentabilidad total negativa, debido a la magnitud de los movimientos en los tipos cortos). Esto fue una posición táctica para nosotros, ya que seguimos pensando que hay demasiado optimismo descontado, y volveremos a cubrir esa posición corta y nos pondremos largos cuando el mercado se haya estabilizado.
Conclusión
Preveíamos un grado más alto de volatilidad en nuestras perspectivas para 2022, debido a la retirada del apoyo de los bancos centrales, las preocupaciones sobre las presiones inflacionistas al alza y un contexto político más complicado. Después de haber visto los movimientos de enero, tenemos que admitir que ni siquiera nosotros esperábamos la magnitud de la volatilidad del mercado de las últimas semanas. Para nosotros, el entorno en los mercados de deuda pública actualmente nos recuerda a los mercados de bonos corporativos en marzo y abril de 2020; por otro lado, pensamos que puede ocurrir que el mercado de deuda pública sea muy similar (si no peor) a lo que vimos en el cuarto trimestre de 2018 y el primero de 2019. Teniendo esto en cuenta, nuestros fondos de bonos IG de la zona euro entran en este periodo con un alto nivel de liquidez y un posicionamiento en deuda corporativa muy defensivo. Seguimos manteniendo que si conseguimos aprovechar las oportunidades que se presenten en el año, podremos generar alfa a un nivel similar al que se alcanzó en 2020. Seguimos creyendo que tener un enfoque activo y diversificado para gestionar el riesgo es la mejor manera de generar rentabilidades ajustadas al riesgo superiores para nuestros clientes, particularmente en un entorno de gran incertidumbre económica y volatilidad.
Tribuna de Ario Emami Nejad, gestor principal del fondo FF Euro Short Term Bond Fund de Fidelity International.
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Finizens tiene el placer de invitar a los clientes de su servicio Premium a su I Conferencia Anual de Toledo, que se celebrará el próximo jueves 24 de febrero a las 18:00 en el Hotel Beatriz.
En la conferencia se hablará de las ventajas de la indexación y la diversificación para la gestión del patrimonio, además de la filosofía de gestión de Finizens y sus expertos.
Nervios… Para Flossbach von Storch es la palabra que mejor define 2022. Inflación, tipos, bancos centrales… es tiempo de lanzar una mirada reposada y de intentar distinguir el ruido de la señal.
Flossbach von Storch quiere compartir con inversores profesionales su visión sobre la economía a nivel global y cómo se traduce en las carteras con un foco especial en las estrategias multiactivos y los mercados de bonos.
Por ello, organiza el próximo jueves, día 17 de febrero a las 09:30 CET, una breve conferencia de media hora con Javier Ruiz Villabrille, Country Head de Flossbach von Storch en España, a través de MS Teams en la que explicará, de manera muy concisa, las claves principales del entorno.
Las criptomonedas y el blockchain forman, cada vez más, parte del día a día de las personas. Lo que comenzó como una actividad centrada en un grupo reducido se ha convertido, en especial durante el año 2021, en una tendencia al alza tomada cada vez más en serio. Tal es el nivel de crecimiento que, según recoge Statista, el 9% de la población de España (4 millones de personas) ya usa o posee criptomonedas.
Con la normalización de las cripto, su extensión a otras operaciones y sectores económicos es un movimiento esperado. En el caso del mundo inmobiliario, la compraventa de viviendas es una actividad que ya se ha producido en España.
“El español es un mercado que puede servir de ejemplo, ya se han producido ventas mediante criptomonedas, contadas eso sí, y empiezan a haber anuncios en portales inmobiliarios, en los que los propietarios de los pisos aceptan criptomonedas”, reconoce Gustavo Adolfo López, director de Operaciones del Grupo API Cataluña y coautor del libro Revolución Proptech.
El experto va más allá y menciona iniciativas como la de Reental, en la que las personas interesadas pueden comprar activos inmobiliarios a través de inversiones en tokens.
“Si bien es cierto que el uso de la criptomoneda acaba de empezar y que su volatilidad no ayuda”, continúa López, “no hay duda de que se generalizará mucho su uso en el mercado inmobiliario”.
Criptomonedas en el mercado inmobiliario
La clave parar que las criptomonedas se conviertan en una moneda corriente de uso general pasa por las nuevas generaciones. Más familiarizados con su naturaleza y uso, los llamados millennials y centenials serán los encargados de normalizar las cripto.
Este movimiento ha sido impulsado, como suele ser habitual con valores tan fluctuantes, por las altas élites; y es que, según una encuesta elaborado por CNBC Millionaire, casi la mitad de los millennials millonarios tienen, al menos, el 25% de su riqueza en criptodivisas.
“Es evidente que las generaciones más jóvenes están más acostumbradas al uso de criptomonedas; por tanto, son ellos y las administraciones, cuando impulsen sus monedas digitales (como el euro digital), quienes convertirán a las criptomonedas en monedas de uso corriente”, reflexiona el director de Operaciones del Grupo API Cataluña.
En lo que respecta a su uso en transacciones inmobiliarias, el experto revela que existen numerosas oportunidades. Destaca, por encima del resto, la posibilidad de, más allá del uso de la cripto, tokenizar la venta del activo, de modo que el activo financiero pasara a ser un activo financiero con rendimiento propio.
“Por otro lado, no hay que olvidar los riesgos existentes, en especial la gran volatilidad de las criptomonedas. Hay que tener siempre presente que el precio que se paga hoy por un inmueble podrá ser o muy caro o barato el día siguiente, en función al cambio de la criptomoneda”, concluye.
El patrimonio que gestiona Banca March en gestión discrecional de carteras (GDC) aumentó un 48% en 2021, hasta alcanzar 1.872 millones de euros. De igual modo, la cifra de clientes que contrataron este servicio creció un 50% respecto al ejercicio anterior, alcanzando prácticamente los 6.000 contratos. Estos datos ponen de relieve la búsqueda de los ahorradores a la hora de rentabilizar sus inversiones en un contexto muy complejo para los mercados financieros.
La cifra conjunta del volumen en GDC más el de los fondos que gestionan los socios de Banca March, bajo su dirección estratégica, para ofrecer propuestas de Inversión Sostenible y Responsable (ISR) e impacto y estrategias alternativas, se elevó a un total de 2.780 millones de euros, lo que supuso un crecimiento en el año del 74%.
Continúa el éxito de Next Generation, la apuesta por las megatendencias
Los servicios de gestión discrecional de carteras, que en Banca March se caracterizan por su valor añadido, se pusieron en marcha en 2018 con fin de poner a disposición de los clientes una selección de productos de arquitectura abierta que se gestionan de manera activa para la obtención de retornos en cualquier contexto del mercado. Las cifras de crecimiento registradas denotan el éxito de acogida entre inversores.
Destaca el dinamismo de la estrategia Next Generation, basada en megatendencias globales identificadas por el equipo de la entidad como parte del cambio económico y social (revolución 4.0, sostenibilidad y medio ambiente, y demografía y estilo de vida), que ha elevado sus activos gestionados un 67% hasta diciembre, con un patrimonio de 642 millones de euros. Este servicio está dirigido a clientes de perfil decidido ya que invierte el 100% en fondos de renta variable, con una cartera basada en la diversificación y fundamentada en los principios de prudencia, largo plazo y crecimiento conjunto con clientes, empleados y accionistas que integran la filosofía de la entidad.
Además, los clientes pueden acceder a esta propuesta de valor a través del fondo de fondos March Next Generation F.I., una estrategia sobre megatendencias con una inversión mínima de una participación.
Crecimiento de las inversiones alternativas, sostenibles y de impacto
De la misma manera, la inversión en activos alternativos, que el banco incorporó en 2019 a través de sendas alianzas con K2 Advisors-Franklin Templeton (GDC) y Banque Syz (fondo de fondos), continuaron con una evolución positiva: a cierre de 2021 subían un 163% respecto al ejercicio anterior y acumulaban 425 millones de euros bajo gestión. Estas propuestas se han visto ampliadas con el fondo de fondos March Alternative Strategies⎯lanzado desde March Asset Management en coordinación con Banca March bajo el acuerdo de asesoramiento en estrategias alternativas con K2 Advisors- Franklin Templeton⎯, que permite a los inversores conservadores acceder a una cartera diversificada de vehículos especializados en estrategias Long Short Equity, Global Macro, Credit/Relative Value y Event Driven. A finales de diciembre este instrumento ya acumulaba activos por importe de 147 millones de euros.
Recientemente, la oferta de inversiones alternativas se ha visto reforzada por el lanzamiento de Dynamic Alternative Strategies, un fondo de estrategias alternativas diseñado en colaboración con Dynamic Beta Investments (DBI) que replica el comportamiento de una cesta de hedge funds, mediante la combinación de los 50 mayores fondos en las estrategias Event Driven, Equity Hedge y Relative Value y 20 CTA (fondos Global Macro sistemáticos).
Adicionalmente, las modalidades de inversión sostenible y responsable (ISR) e Impacto, de la mano de gestoras internacionales como Amundi-CPR, también tuvieron una excelente acogida tras su arranque a finales de 2020, con un patrimonio gestionado que creció un 240% hasta alcanzar los 225 millones de euros. La cifra incluye la última incorporación a este grupo: el fondo de renta fija Robeco Global Climate Bonds, que invierte con el objetivo de reducir la huella de carbono en los emisores que forman parte de su cartera y que suma ya 45 millones de euros.
Desde el Área de Productos de Banca March se afirma: “La economía y la sociedad han acelerado el ritmo y la profundidad de los cambios. En este escenario, con tipos de interés en mínimos, se hace necesario complementar la oferta tradicional de inversión con otras que aporten diversificación, como las megatendencias, que buscan crecimiento en la transformación, o la gestión alternativa, que ofrece soluciones líquidas de riesgo moderado. Además, en un mundo concienciado en lo social y lo medioambiental, el análisis de cuestiones extra financieras se convierte en algo imprescindible, lo que lleva a explorar las grandes oportunidades existentes en el ámbito de la sostenibilidad. Nuestra estrategia de alianzas con especialistas internacionales en inversiones alternativas, sostenibles y de impacto está dando los frutos esperados y cada vez son más los ahorradores que deciden confiar en Banca March para la gestión de sus inversiones”.
Abanca ha incorporado al catálogo que pone a disposición de sus clientes de banca privada el fondo Neuberger Berman Direct Private Equity 2022 ELTIF, una nueva opción con la que amplía su oferta de inversión alternativa de la mano de gestoras de prestigio internacional, en este caso la firma estadounidense Neuberger Berman.
Abanca, con su unidad especializada de banca privada, es la primera entidad que comercializa este fondo de Neuberger Berman en España.
Neuberger Berman Direct Private Equity 2022 ELTIF es un producto dirigido a clientes minoristas asesorados y profesionales que requiere una inversión mínima de 25.000 euros. Se encuadra en la categoría de Fondos de Inversión a Largo Plazo Europeos (ELTIF por sus siglas en inglés). Su plazo de vencimiento es de ocho años, frente a la media de 10 años de este tipo de productos. A partir del sexto año, sus comisiones de gestión se reducen en casi un 90%.
El fondo invierte principalmente en empresas no cotizadas en la modalidad de coinversión junto con las principales gestoras de private equity del mundo. Este modelo de coinversión refuerza la profundidad del análisis de las inversiones. El fondo invierte principalmente en Europa y Estados Unidos, diversificando sectores y ponderando factores ASG (medioambientales, sociales y de gobierno corporativo).
“En el actual entorno de inversión, caracterizado por políticas monetarias de estímulo, inflación, y rendimientos limitados e incluso negativos en bonos, los productos alternativos basados en private equity ganan atractivo para los inversores por su capacidad de diversificar e identificar otras fuentes de rentabilidad para las carteras de los clientes”, explica Javier Rivero, director de Abanca Privada.
«Este fondo tiene una estructura innovadora que elimina las barreras para los inversores minoristas asesorados que desean invertir en esta clase de activo. Con él combinamos un acceso con importes reducidos a un vehículo con un plazo inferior, acortamos los períodos de inversión a 12-18 meses, adaptamos las llamadas de capital y ofrecemos mayor diversificación que en las ofertas de capital privado más tradicionales», explica Irene López, responsable de Neuberger Berman en España y Portugal.
Novedades en Triodos Bank. La entidad ha decidido lanzar una nueva línea de negocio dirigida a los grandes patrimonios y las instituciones en España y ha puesto a Rubén Puga al frente de la misma, según ha podido saber Funds Society.
Puga ha trabajado en Triodos Bank España durante más de seis años, según su perfil de LinkedIn. Acaba de ser nombrado director de Grandes Patrimonios e Instituciones pero anteriormente fue responsable de banca retail, financiación, productos de inversión y banca multicanal. También ocupó el puesto de jefe de banca personal, productos de banca retail y banca multicanal.
Antes de su entrada en Triodos, trabajó en Banco Popular durante más de seis años, en puestos como responsable del modelo de asesoramiento para rentas altas, banca personal y banca de clientes y responsable de fondos de inversión y también de productos pasivos. También fue responsable de bolsa en Banco Pastor.
Puga es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de A Coruña y cuenta con varios master y titulaciones (como el master en asesoría fiscal y tributación, por la Universidad de Barcelona-CEF, master de asesoramiento financiero de particulares o master de asesoramiento financiero avanzado, por Banco Pastor, master en marketing digital por el EAE Business School o el título EFA, de analista financiero europeo). También ha cursado el programa de desarrollo directivo de finanzas sostenibles de Afi Escuela de finanzas, entre otros.
A pesar de la reciente preocupación por el posible debilitamiento del crecimiento económico y la persistencia de las presiones sobre los precios, las perspectivas a finales de 2021 seguían estando claras: las condiciones económicas de los países del G7 están mejorando gracias a las medidas de estímulo fiscal y monetario, que están llevando de nuevo a los mercados de renta variable a registrar máximos históricos, mientras los tipos de interés se mantienen en niveles reducidos, escribe en un análisis David Bouchoucha, responsable de Deuda Privada y Activos Reales en BNP Paribas AM.
En un momento en el que las valoraciones de la renta variable resultan poco atractivas y los títulos de renta fija están caros, la deuda privada puede ser una buena alternativa. Por el mismo nivel de riesgo, ofrece a los inversores una prima de liquidez con respecto a la deuda cotizada. Ello explica la solidez de los flujos de capital hacia la deuda privada, que ascendieron a 120.000 millones de dólares en los primeros seis meses de 2021 en Europa (fuente: Preqin).
Un grupo más amplio de inversores está invirtiendo ya en deuda privada, escribe el experto. Las aseguradoras, atraídas por el tratamiento favorable de la Directiva Solvencia II, han liderado el camino, pero comienzan también a unirse los fondos de pensiones, los fondos soberanos e incluso los inversores particulares. Muchas instituciones cuentan con programas de asignación permanente del 10% o el 20% de sus carteras, en ocasiones por encima del 40%, con equilibrio entre el capital privado o private equity, los activos reales y la deuda.
No cabe duda de que la deuda privada no escapa al debate sobre el impacto del exceso de liquidez en las primas de riesgo. Los volúmenes de liquidez están contribuyendo a la presión sobre los márgenes de crédito. Sin embargo, las primas de liquidez se han mantenido intactas, ya que la demanda de financiación también ha ido aumentando, subraya Bouchoucha.
El crecimiento impulsado por la explosión que se ha registrado en la actividad de fusiones y adquisiciones está también alimentando las necesidades de financiación de las empresas europeas de mediana capitalización. Las necesidades de infraestructuras relacionadas con las transiciones energética y digital son enormes, especialmente en la intersección entre la tecnología de la información y la infraestructura tradicional: almacenamiento de electricidad en baterías, infraestructuras inteligentes (redes, ciudades, carreteras) y transmisión y procesamiento de datos.
Por otro lado, la normativa del Comité de Basilea está imponiendo restricciones adicionales a los balances de los bancos. Como resultado, la deuda privada se ha convertido en parte integrante del modelo de financiación complementaria de los bancos e inversores en Europa.
Un triple imperativo
La contribución de la deuda privada a la financiación del crecimiento resulta en sí misma atractiva para los inversores. Cada vez más, la deuda privada implica el cumplimiento de unos estrictos criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés). Y es que, financiar la economía es bueno, pero financiar la economía del mañana es aún mejor, añaden desde BNP Paribas AM.
El cumplimiento de los criterios ESG exige importantes recursos y un enfoque adaptado a cada activo subyacente. «En lo que respecta a nuestras carteras de préstamos para bienes inmuebles e infraestructuras, medimos el impacto medioambiental y de carbono, así como, por ejemplo, el número de hogares que acceden a las redes digitales. En el caso de las pequeñas y medianas empresas (pymes), ello implica evaluar la sensibilización que muestran los directivos de una empresa con respecto a las cuestiones ESG y analizar las decisiones que toma la compañía», explica Bouchoucha.
La búsqueda de diversificación, que es otra de las razones para invertir, también se aplica a la deuda privada. La pandemia ha demostrado a los inversores que los sectores aparentemente sólidos no son necesariamente inmunes a las crisis. «El riesgo de valoraciones excesivas en los activos más solicitados nos lleva, como gestora, a considerar una gama más amplia de activos. Por eso pensamos que es importante aplicar un enfoque multisectorial en la inversión en bienes inmuebles e infraestructuras. Atendemos a una amplia gama de empresas, aplicando estrategias diversas entre las pymes e incluso una financiación más específica con hipotecas», añade.
Por último, la búsqueda de una compensación adecuada por el riesgo asumido debe estar en la base de las decisiones de crédito. Uno de los indicadores a los que suelen acudir las gestoras de activos es la tasa de selectividad. «Hemos podido comprobar -señala Bouchoucha- que muchas oportunidades de crédito que resultan aparentemente favorables se descartan si no ofrecen un nivel adecuado de remuneración. Por eso integramos en nuestro proceso de inversión un cálculo sistemático de la prima de liquidez basado en el análisis de los títulos de deuda cotizada».
«Estamos convencidos de que el cumplimiento de estos tres requisitos previos (sostenibilidad, diversificación y valor relativo) nos permitirá aumentar el valor y el impacto en nuestras carteras gracias a nuestra gestión de inversiones en deuda privada», concluye.
[1] Los «activos digitales» son archivos electrónicos de datos que pueden ser propiedad de particulares, que los podrán transferir y utilizar como moneda para realizar transacciones, y como forma de almacenar contenidos intangibles, como obras de arte informatizadas, vídeos o documentos contractuales. Las criptomonedas, las denominadas «criptomonedas estables» respaldadas por activos y los tokens no fungibles (certificados de propiedad de soportes digitales originales) son ejemplos de activos digitales.