Renta variable mundial: 5 razones para invertir fuera de Estados Unidos
| Por Héctor Chamizo | 0 Comentarios

Tras más de una década de dominio de la renta variable estadounidense, la diversificación mundial puede haber parecido menos urgente. Pero en 2025, la cambiante dinámica macroeconómica y los acontecimientos geopolíticos sugieren que podría ser oportuno examinar más de cerca las oportunidades en el extranjero.
Aunque la inflación y las tensiones comerciales siguen siendo motivo de preocupación, centrarse exclusivamente en los mercados estadounidenses podría hacer que los inversores pasaran por alto perspectivas atractivas en el extranjero. Las empresas de alta calidad fuera de EE.UU. -especialmente aquellas con sólidos fundamentales y potencial de crecimiento- están cada vez mejor posicionadas para obtener buenos resultados. He aquí cinco razones para considerar ahora la renta variable mundial no estadounidense.
1. Las valoraciones internacionales son atractivas
Durante más de una década, los mercados internacionales han cotizado con descuento respecto a EE.UU., y esa diferencia no ha hecho más que aumentar. A finales de 2024, el múltiplo de valoración del S&P 500 se había disparado un 52%, mientras que el MSCI ACWI ex EE.UU. había bajado.
Gran parte de la rentabilidad superior de EE.UU. se debió a los tipos de interés ultrabajos y al auge de los valores tecnológicos. Sin embargo, la creciente incertidumbre política y los riesgos geopolíticos han hecho que las valoraciones internacionales, especialmente de las empresas de alta calidad, sean más atractivas para los inversores a largo plazo.
2. El dólar podría haber tocado techo
Tras años de fortaleza, el dólar estadounidense se debilitó a principios de 2025, en parte debido al aumento de los aranceles y a la preocupación por la política comercial de Estados Unidos. El dólar ha alcanzado recientemente su nivel más bajo en tres años frente a las principales divisas, incluidos el euro, el yen y el franco suizo.
Un dólar más débil aumenta la competitividad de los bienes y servicios no estadounidenses, ayuda a las empresas internacionales a aumentar sus exportaciones y mejora los beneficios de sus operaciones en el extranjero. También aumenta el valor de las inversiones internacionales para los inversores con sede en EE.UU., sentando potencialmente las bases para un mayor rendimiento en el extranjero.
3. El crecimiento de los beneficios está repuntando en el extranjero
Cuando los tipos de interés estadounidenses se acercaban a cero, Europa y Japón, componentes clave del MSCI ACWI ex EE.UU., tenían tipos negativos. Esto supuso un importante viento en contra para el sector financiero, el más importante del índice, ya que los bajos tipos redujeron su capacidad de generar beneficios.
Ahora que los tipos de interés mundiales se han normalizado, los beneficios en Europa y Japón siguen el ritmo -y en el caso de Japón, incluso superan- de las empresas estadounidenses. De hecho, el crecimiento de los beneficios por acción en Japón ha superado al de Estados Unidos, incluso en dólares. Unos fundamentos más sólidos, y no sólo unas valoraciones más baratas, respaldan la inversión global
4. Mejora de la confianza y oportunidades activas
Las preocupaciones geopolíticas y los aranceles han lastrado el sentimiento de los inversores, especialmente en mercados de crecimiento más lento como Europa. Sin embargo, esta incertidumbre ha creado oportunidades para los inversores activos.
Evitando las empresas más expuestas a la política comercial de EE.UU. y centrándose en sectores como el financiero, las telecomunicaciones y los servicios públicos, que están en gran medida protegidos de los riesgos arancelarios, los inversores pueden aprovechar las oportunidades con precios erróneos. Muchos valores internacionales cotizan actualmente muy por debajo de su valor intrínseco, lo que representa un punto de entrada favorable para los inversores a largo plazo.
5. Diversificación y menor concentración del mercado
El comportamiento del mercado estadounidense en los últimos años ha estado impulsado por un puñado de grandes empresas tecnológicas, lo que ha provocado un creciente riesgo de concentración. En cambio, los mercados internacionales ofrecen una diversificación más amplia.
En el índice MSCI ACWI ex EE.UU., el sector financiero -no el tecnológico- es el más importante, y la exposición a la tecnología es más modesta: sólo el 7% en Europa y el 20% en los mercados emergentes. Esta menor concentración da a los inversores acceso a una gama más amplia de empresas e industrias que pueden no estar tan fácilmente disponibles en Estados Unidos.
Lo esencial
Los inversores llevan años infraponderando la renta variable internacional, y con razón. Pero el panorama mundial está cambiando. Con la mejora de los beneficios, unas valoraciones atractivas, un dólar más débil y un menor riesgo de concentración, los mercados mundiales sin Estados Unidos presentan una oportunidad atractiva.
Al diversificar por regiones, sectores y estilos, los inversores pueden aprovechar un conjunto más amplio de motores de crecimiento y construir carteras más resistentes para el futuro.
Tribuna de opinión escrita por Matt Burdett, Director de Renta Variable de Thornburg.