Moody’s rebaja la nota crediticia de EE.UU.: ¿se espera un lunes agitado?
| Por Guadalupe Barriviera | 0 Comentarios

El viernes, tras el cierre del mercado, Moody’s rebajó la nota crediticia de Estados Unidos a Aa1 por el aumento sostenido del déficit fiscal y la deuda pública. De esta manera, la agencia calificadora rompió con más de un siglo de historial perfecto: desde 1917, el país de Norteamérica mantenía la máxima nota en los registros de la agencia: la nota Aaa. Con todo, Moody’s mejoró sus perspectivas a la categoría de «estables» desde “negativas”.
“Esta rebaja de un escalón en nuestra escala de calificación de 21 escalones refleja el aumento durante más de una década de la deuda pública y de los ratios de pago de intereses hasta niveles significativamente superiores a los de soberanos con calificaciones similares”, señaló la agencia de calificación en un comunicado.
Antes de eso, Standard & Poor’s fue la primera agencia en bajar la nota de EE.UU. por debajo de AAA, en 2011. Con esta rebaja, la calificación de Moody’s para EE. UU. queda alineada con la de S&P y Fitch. En el nivel Aa1, la calificación de EE.UU. se sitúa ahora al mismo nivel que países como Finlandia y Austria, y por debajo de Australia, Canadá, Alemania o Suiza, entre otros.
El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años subió 3 puntos básicos en las operaciones posteriores al cierre del mercado del viernes y se situó en el 4,48%. El ETF iShares de bonos del Tesoro a más de 20 años cayó alrededor de un 1%. Desde la Casa Blanca minimizaron el impacto. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, aseguró en una entrevista que no da mucho crédito a esta rebaja en la nota de la deuda. «Moody’s es un indicador rezagado, eso es lo que todo el mundo piensa de las agencias de crédito», afirmó. Bessent defendió la política comercial del presidente Donald Trump, que buscará desarrollar acuerdos regionales tras la imposición de aranceles masivos el último 2 de abril.
La agencia advirtió que se proyecta que las necesidades de endeudamiento de Estados Unidos aumentarán, lo que podría afectar a toda la economía. La rebaja refleja un creciente escepticismo sobre la capacidad del Congreso y la Casa Blanca para revertir el rumbo fiscal de Estados Unidos. Para Moody’s, las sucesivas administraciones no lograron acuerdos duraderos para contener el gasto ni aumentar los ingresos de manera efectiva. La calificadora espera que los déficits federales aumenten, alcanzando casi el 9% del PBI en 2035, frente al 6,4% en 2024, «impulsados principalmente por el aumento de los pagos de intereses de la deuda, el incremento del gasto en derechos y la relativamente baja generación de ingresos».
Entre los factores que presionan sobre las finanzas públicas figuran el creciente peso de los pagos de intereses, el aumento del gasto en programas sociales y una recaudación insuficiente. Pese al recorte, Moody’s destacó que Estados Unidos mantiene “excepcionales fortalezas crediticias”, como el tamaño y dinamismo de su economía, además del rol del dólar como moneda de reserva mundial.
Con esta decisión, ninguna de las tres principales agencias otorga a EE.UU. la nota máxima. Fitch ya había degradado la calificación del país en 2023 por preocupaciones fiscales, y Standard & Poor’s lo había hecho en 2011, durante una crisis de techo de deuda.
¿Un lunes agitado?
Por ahora, las bolsas europeas y asiáticas muestras ligeros descensos, pero lo más interesante será ver cómo abre el parqué estadounidense. En opinión de Darío Messi, responsable de Análisis de Renta Fija de Julius Baer, la rebaja no sorprende y no es probable que tenga un impacto significativo en sí misma, pero «se produce en un entorno ya de por sí delicado y recuerda a la comunidad inversora una vez más que la dinámica fiscal actual de EE.UU. no es sostenible a largo plazo. Si bien no es la razón principal, la rebaja se suma a la lista de argumentos por los que los inversores no deberían entusiasmarse demasiado con la exposición a la duración en este momento».
En opinión de Benoit Anne, Senior Managing Director del Grupo de Estrategia e Insights MFS Investment Management, la decisión de Moody’s probablemente refuerce la narrativa actual del mercado en torno a una prima de riesgo creciente sobre EE.UU. Sin embargo, matiza que esta acción no revela nada que los inversores globales no supieran ya. Además, esta rebaja llega como una especie de ajuste tardío en comparación con otras agencias. Según su análisis, de hecho, la prima de riesgo sobre EE.UU. ha aumentado en los últimos meses, reflejando la elevada incertidumbre en torno a las políticas comerciales y las dudas de los inversores sobre la credibilidad del marco político.
«A corto plazo, es posible que este nuevo titular reduzca aún más, aunque de forma marginal, el apetito de los inversores globales por los activos estadounidenses. Ya hemos observado una gran rotación global desde EE.UU. hacia Europa y otros mercados desde principios de año, una tendencia que probablemente continúe en lo que queda de 2025. Los mercados de tipos de interés y divisas podrían estar expuestos a este nuevo impacto informativo. A diferencia de la sorprendente rebaja de S&P en 2011, no se espera que los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. (UST) caigan como resultado de una “huida hacia la calidad”, ya que este mercado ya no ofrece la misma protección frente a episodios de aversión al riesgo. Esto se hizo especialmente evidente en abril, tras el anuncio de nuevos aranceles que causó turbulencias en los mercados globales», argumenta Anne.
La analista de MFS IM, añade que, teniendo esto en cuenta, creemos que la rebaja de calificación podría aumentar los riesgos al alza en los rendimientos de los UST, aunque no pensamos que esta acción de Moody’s vaya a tener un impacto drástico en los mercados. «En cuanto al dólar estadounidense (USD), ya ha estado bajo una presión bajista considerable, y anticipamos que los riesgos a la baja seguirán predominando en el futuro cercano. Por último, si los rendimientos de los bonos del Tesoro se estabilizan en niveles más altos, esto podría representar un riesgo para la valoración del mercado bursátil, aunque creemos que aún estamos lejos de alcanzar un umbral de dolor significativo», añade.
Para Messi, de Julius Baer, esta rebaja se suma a un entorno de mercado ya sensible, y es otro motivo por el cual los inversores deberían ser cautelosos a la hora de añadir exposición a duración en sus carteras de renta fija. «No creemos que esta rebaja tenga un impacto importante por sí misma, pero vuelve a poner de manifiesto que las finanzas públicas de EE.UU. no son sostenibles a largo plazo. También aumenta la presión sobre la Reserva Federal para demostrar su total independencia. Desde nuestro punto de vista, el riesgo no es tanto el impago, ya que EE.UU. emite la moneda en la que se endeuda, sino el ‘valor real’ de los activos nominales frente a otras inversiones. Dicho esto, creemos que los rendimientos con riesgo crediticio moderado, es decir, bonos corporativos con calificación BBB a un horizonte de 5 a 7 años, ofrecen oportunidades interesantes en nuestra opinión», afirma.