¿Hay más volatilidad por delante? Abróchese el cinturón con valores defensivos

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Después de un tumultuoso 2022, los inversores esperan que finalmente se ponga fin al endurecimiento monetario y, con ello, llegue un respiro a la brutal volatilidad del mercado. Sin embargo, dado que los beneficios empresariales aún se están ajustando a un nuevo régimen, el camino estará lleno de baches. ¿Qué pueden hacer los inversores para reducir el riesgo?

La volatilidad del mercado del año pasado fue impulsada principalmente por la incertidumbre sobre la inflación y los tipos de interés. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, no ha dicho cuándo la Fed dejará de subir los tipos, pero ha señalado la intención de la institución monetaria de moderar el ritmo de los incrementos de los mismos en los próximos meses.

Una vez que vemos una tasa terminal, la pregunta es: ¿la renta variable volverá a estar a toda máquina?

No necesariamente.

Los riesgos actuales podrían alterar los mercados

Los mercados aún se están ajustando a la pérdida de las fuerzas estabilizadoras clave que dominaron la era anterior al Covid. Esto no significa necesariamente una repetición de 2022, pero en nuestra opinión, los inversores harían bien en prestar atención a los posibles catalizadores de la continua volatilidad del mercado: inflación continua, tipos de interés en aumento y un sector de la tecnología de la información en maduración que no está garantizado para seguir creciendo a un ritmo vertiginoso.

Cabe empezar con la inflación.

A pesar de la evidencia de que la inflación se está enfriando, incluidos los precios más bajos en las gasolineras y la desaceleración de los precios al consumidor, la inflación está lejos de extinguirse. El Índice de Precios al Consumidor de Estados Unidos aumentó un 6,5% en diciembre con respecto al año pasado, justo en línea con las expectativas, pero no lo suficiente como para calmar las preocupaciones sobre las presiones inflacionistas. El indicador de inflación preferido por la Reserva Federal, el índice de precios PCE, también muestra que los aumentos de precios se están moderando, pero persisten. En la zona del euro y el Reino Unido, la inflación de los precios al consumidor todavía supera un incómodamente alto 10%.

Incluso si llegamos al final del ciclo de ajuste monetario en 2023, los bancos centrales de todo el mundo siguen aumentando los tipos al ritmo más rápido de las últimas dos décadas. En nuestra opinión, la Fed se encuentra en la segunda fase de su ciclo de ajuste, con un par de aumentos de 25 puntos básicos que todavía son probables en 2023. Cuando la inflación finalmente se modere, las empresas y los mercados tardarán en adaptarse a la nueva realidad de tipos más altos y un crecimiento económico más lento. Los inversores deberían esperar más volatilidad a medida que se desarrolla este proceso.

Las acciones tecnológicas ya no son presagios del crecimiento

En la recesión del año pasado, las acciones tecnológicas estuvieron en el epicentro de la volatilidad del mercado. Después de años de beneficios recurrentes, los inversores ahora reconocen que los valores tecnológicos no crecerán para siempre. Pero creemos que las preocupaciones generales sobre el sector están fuera de lugar.

Hace veinte años, la tecnología se caracterizó por un crecimiento explosivo, pero poco en cuanto a madurez o rentabilidad. Hoy, la rentabilidad ha mejorado considerablemente junto con la expansión dentro del software, los semiconductores y los servicios de pago.

Las empresas de hipercrecimiento, que incluyen muchas compañías tecnológicas de alto vuelo, surgieron durante la pandemia, pero fueron rechazadas en la reorganización del 2022. El factor clave de la baja rentabilidad de la tecnología fue una reducción de la calificación de las empresas que carecían de rentabilidad. Tanto en 2020 como en 2021, muchas firmas del sector orientadas al crecimiento que no tenían un historial de rentabilidad vieron cómo sus acciones alcanzaban valoraciones elevadas. A medida que el mercado cambió su enfoque del crecimiento a la rentabilidad en 2022, estos títulos se desplomaron.

Los nombres tecnológicos rentables han experimentado menos volatilidad

Pero muchas empresas de tecnología rentables y de alta calidad que operan entre bambalinas no se enfrentan a los mismos riesgos que los gigantes orientados al consumidor. A menudo se pasan por alto, por ejemplo, los habilitadores de la tecnología de bajo perfil y las empresas de servicios de pago que tienen modelos comerciales sostenibles y grandes flujos de ingresos recurrentes. Si bien puede parecer contradictorio, pensamos que las acciones tecnológicas seleccionadas con estos atributos exhiben características defensivas, que pueden ayudar a amortiguar los picos de volatilidad del mercado.

El software es un caso de estudio interesante. Muchas empresas de software de alto perfil que estaban creciendo rápidamente pero que no tenían perspectivas de lograr una rentabilidad a medio plazo alcanzaron alturas increíblemente elevadas en 2021 en las bolsas. A medida que el mercado se centró más en la rentabilidad el año pasado, estas acciones cayeron en desgracia de manera sorprendente. Sin embargo, varios nombres estables y de alta calidad que pasaron desapercibidos evitaron esta montaña rusa. Son estos tipos de compañías las que creemos que aún pueden acumular a tasas atractivas, con menos volatilidad general.

Además, los sectores defensivos tradicionales, como el cuidado de la salud y los productos básicos de consumo, en general, han proporcionado menos riesgo de beneficios durante las recesiones económicas.

Calidad, Estabilidad, Precio: Claves para navegar en tiempos inciertos

Entonces, ¿cómo pueden los inversores identificar acciones con el potencial de capear episodios de volatilidad del mercado? Creemos que un enfoque disciplinado y de baja volatilidad para comprar empresas estables y de alta calidad al precio correcto (QSP) brinda a los inversores múltiples formas de mitigar el riesgo mientras siguen participando en las ganancias del mercado.

En primer lugar, los inversores pueden darle un mordisco a la inflación con calidad. Las empresas de calidad con un fuerte poder de fijación de precios suelen demostrar una rentabilidad constante, incluso en entornos inflacionarios. Compañías como estas se ven a menudo en sectores defensivos tradicionales, como los servicios públicos y los productos básicos de consumo.

Los inversores también pueden compensar la desaceleración del crecimiento con estabilidad. Las empresas estables tienen un colchón a la baja porque normalmente tienen una beta más baja (sensibilidad al mercado más amplio) que las empresas de crecimiento tradicionales. El análisis fundamental puede descubrir empresas con características de estabilidad en una amplia gama de sectores, incluidos el financiero, el energético y el de tecnología de la información.

Nuestro análisis sugiere que las empresas que califican alto tanto en calidad como en estabilidad tienen una caja sustancial y menos deuda en sus balances que incluso los baluartes defensivos tradicionales. De hecho, en 20 recesiones del mercado entre el 1 de enero de 1970 y el 31 de diciembre de 2021, nos encontramos que las acciones del S&P 500 segregadas en el quintil más alto para las características del QSP obtuvieron buenos resultados durante las recesiones del mercado.

A la calidad por sí sola le fue mal en 2022, pero la calidad junto con la estabilidad funcionó mejor, al mismo tiempo que mitiga el riesgo. En el caso de la tecnología, este diferencial de comportamiento fue particularmente llamativo. Las estrategias de baja volatilidad que buscaban equilibrar el riesgo y el rendimiento a través de la selección de acciones bottom-up en las defensas tradicionales, así como en sectores como tecnología, finanzas y energía, tenían más palancas para manejar la volatilidad.

Por supuesto, identificar estas empresas de alta calidad y resistentes a los shocks puede ser un desafío. Creemos que un enfoque de alta convicción que utiliza la gestión activa puede ayudar a identificar empresas con características de calidad y estabilidad que tienen precios competitivos porque el mercado no las aprecia por completo.

Este marco para la selección de acciones puede ayudar a los inversores a reducir las pérdidas en una recesión mientras participan en la mayor parte del alza durante una recuperación. Incluso si la inflación y la volatilidad siguen siendo elevadas, los patrones de rendimiento más suaves pueden ayudar a animar a los inversores a seguir invirtiendo en acciones durante las recesiones y posicionarse para obtener mejores resultados a largo plazo.

El inicio de la temporada de resultados mantiene estable el sentimiento inversor

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Foto de Aziz Acharki en Unsplash

Como es habitual, los bancos han sido los primeros en informar su desempeño de los últimos tres meses de 2022 y comentar sus pronósticos de cara al cierre del ejercicio en curso.

En general, los comentarios volcados por los ejecutivos más influyentes de la City (JP Morgan, Wells Fargo o Bank of America) coinciden con la tesis del «aterrizaje suave» que explicamos la semana pasada. Por un lado, con un consumidor que aguanta el tipo pero que comienza a mirar un poco más el  bolsillo. Esto último se basa en una caída real en salarios más moderada que en Europa, en un exceso de ahorro que todavía supera el billón de dólares y en un uso cada vez más alegre de sus tarjetas de crédito. Y, por otro lado, con una Fed que acaba perdiendo el pulso con el mercado y se ve obligada a recortar tipos antes de final de año (JP Morgan, por ejemplo pone los fed funds en 4,5% en diciembre y apunta a dos bajadas de 0,25%).

La demanda de crédito crece, pero también se desacelera. No obstante, lo que probablemente deje más preocupados a los inversores es la evolución en margen de interés neto y en ingresos por intereses de préstamos. Más aún después de las palabras de Jamie Dimon (JP Morgan Chase) en su llamada con analistas, posterior a la publicación de resultados, en la que advertía sobre la posibilidad de verse obligado a aumentar los rendimientos de los depósitos (“un disparo de advertencia” con los depósitos cayendo un 7% en Wells Fargo, 6% en Bank of America y 5% en JP Morgan).

Y, aunque todos (menos Citi) presentaron al mercado guías algo inferiores a las que manejaba el consenso, las provisiones fueron mejores (dotaciones de 2.800 millones de dólares), al contemplarse una trayectoria en crecimiento algo menos negativa, con perspectivas para negocios de comisiones más halagüeñas, especialmente el asesoramiento y la suscripción. Asimismo, Dimon explicaba que EE.UU. podría sufrir una recesión leve, o incluso evitarla. También hubo buenas noticias respecto a los planes de retribución a los accionistas con JP Morgan y Wells Fargo hablando de reanudar sus  programas de recompra de acciones propias. En resumen, un inicio del periodo de publicaciones que es suficientemente bueno como para mantener estable el recuperado sentimiento inversor.

Solo estamos al comienzo, con un 92% de los componentes del S&P pendientes de anunciar y con el grueso concentrado de aquí a fin de mes. Por eso puede ser interesante echar la vista atrás para buscar  claves respecto a lo que puede suceder. En los últimos 10 años, los beneficios presentados por las empresas del S&P 500 han batido los estimados de consenso en 6,4% de media, con un 73% de ellas superando las expectativas. Este desempeño se ha traducido en un incremento en el porcentaje de crecimiento de BPA de 5,3% de media en la última década. Aplicando estas cifras al periodo de publicaciones en curso (con proyecciones de caída en beneficios por acción de -3,2% trimestre sobre trimestre) la tasa de crecimiento en BPA del trimestre sería del 2,1% (-3,2% + 5,3% = 2,1%).

Sin embargo, las sorpresas pueden ser menos positivas en esta ocasión. En primer lugar, por el impacto en márgenes de una menor demanda de bienes coincidiendo con costes laborales aún al alza. Analizando las transcripciones de las primeras 20 empresas en comunicar resultados, llama poderosamente la atención que coincidan en el foco principal de sus preocupaciones: el 55% señaló como factores que afectan (y afectarán) negativamente a sus resultados el encarecimiento de la mano de obra y la fortaleza (ahora menor) del dólar. Si la demanda se contrae, el apalancamiento operativo afectará negativamente a los resultados empresariales. De ahí publicaciones como la de la encuesta Empire de manufacturas, que se apunta -32,9, el dato más bajo desde la pandemia y uno de los peores desde el inicio de la serie, que anticipa a su vez un retroceso en el ISM.

En segundo lugar, porque si en vez de basarnos en datos de largo plazo nos centramos en la historia más reciente, de acuerdo con la base de datos de Factset, las empresas del S&P 500 solo han sido capaces de superar los números de los analistas en 2,5% (de media para el segundo trimestre y tercer trimestre de 2022). Resultando en un impulso a la serie de beneficios de +0,9%, que dejaría el saldo del trimestre en negativo, por primera vez desde 2020.

Aunque la muestra es solo de 40 acciones, que ya han reportado su desempeño, el resultado se ajusta mejor a las pautas de largo plazo (histórico de 10 años), con un 72,5% de compañías batiendo beneficios y una sorpresa en BPA de +5,25% de media.

Si el cierre de esta campaña de resultados se salda con signo negativo, las dudas podrían comenzar a desplazar los pilares del rebote de principios de año (pico en tipos, caída en precios de la energía en Europa, caída del dólar), que, por otra parte, ya están bastante descontados.

La atención de los inversores podría rotar hacia factores de riesgo como el ruido político. Esta irá en aumento hasta que Washington acuerde una revisión al techo de la deuda, las revisiones a la baja de beneficios, la persistencia en la inflación subyacente del sector servicios o el riesgo creciente de contracción económica.

La publicación el miércoles del dato de ventas minoristas (-1,1% vs. -0,9% esperado, con caídas de -6,6% en grandes almacenes) y las conclusiones del Beige Book describiendo en bloque la expansión económica con incrementos moderados en precios, posiblemente aportaron su granito de arena a las caídas de la sesión. Aunque las encuestas de sentimiento industrial (soft data) están por debajo de 50 (en contracción) en la mayoría de los estados de EE.UU. y apuntan a recesión en los próximos meses, los datos reales de actividad (hard data) han aguantado llevando el diferencial entre hard y soft data cerca de máximos. Se trata de una serie estacional que revierte a su media. Por lo tanto, las próximas semanas es probable que las publicaciones macro comiencen a reflejar con mayor crudeza la rapidez y agresividad de este ciclo de subidas de tipos.

En el momento de escribir esta columna, y por tercera vez consecutiva, el S&P 500 se ha mostrado incapaz de consolidar la ruptura alcista de la media móvil de 200 sesiones, topándose de nuevo con la directriz bajista principal. El mercado aún no está en sobrecompra, y el sentimiento sigue siendo muy conservador (como ha dejado de manifiesto la encuesta entre gestores de fondos de EE.UU. de BofA).

Si la campaña de anuncios corporativos no sorprende negativamente, la posibilidad de resolver favorablemente la reconquista de la media de 200 sesiones aumentaría (y la de 50 semanas) y el índice podría volver al rango 4.100-4.200. A partir de ahí, el deterioro macro, la compresión en márgenes y las revisiones en beneficios complicarán mantener valoraciones por encima de 18x.

España crecerá un 0,9% en 2023, superando la media europea

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En un contexto de endurecimiento de las políticas financieras en el que se esperan subidas de los tipos de interés de hasta 50 puntos básicos, España crecerá un 0,9% en 2023, menos que en 2022 pero por encima de la media de la eurozona. Así lo ha publicado ING en su informe Perspectivas de la economía española 2023.

Aunque el consumo seguirá bajo presión, ya que la inflación erosionará aún más el poder adquisitivo y disminuirá el valor de los ahorros en 2023, la economía española se verá impulsada por el sector servicios, especialmente por la recuperación definitiva del turismo, además del despliegue de los Fondos Next Generation de la Unión Europea.

Las presiones inflacionistas subyacentes siguen siendo elevadas y solo remitirán gradualmente

La inflación armonizada cayó al 5,5% en diciembre desde el 6,7% del mes anterior, significativamente por debajo de la media de la eurozona del 9,2%. La caída de la inflación española ha comenzado mucho antes y con más firmeza que en otros países de la eurozona, gracias a una serie de medidas gubernamentales y a un enfriamiento más brusco de la inflación energética.

Como indican los analistas de ING, la inflación de la electricidad ya pasó a ser negativa en octubre y la del gas también está cayendo bruscamente. Además, el nuevo paquete de 10.000 millones anunciado por el Gobierno a finales de diciembre, que incluye una rebaja del IVA en los alimentos esenciales y una congelación de los alquileres durante seis meses, reducirá aún más la inflación próximamente. Sin embargo, esto solo supone un alivio temporal, ya que las presiones inflacionistas en el resto de la economía siguen siendo muy elevadas. De hecho, la inflación subyacente se sitúa ahora por encima de la inflación general por primera vez desde principios de 2021.

Para 2023, ING proyecta una inflación media del 3,7%. La inflación de los alimentos alcanzó un nuevo máximo histórico del 15,7% interanual en diciembre y es probable que la transmisión de los mayores costes laborales y energéticos a los precios finales de los alimentos continúe en 2023. Además, las exportaciones de fertilizantes se vieron gravemente perturbadas el año pasado por la guerra en Ucrania, lo que también podría afectar a la producción mundial de alimentos este año y provocar un aumento de sus precios. Por otra parte, el límite ibérico de precios del gas también expira a finales de mayo, lo que significa que las centrales eléctricas de gas tendrán que volver a pagar más por las materias primas. Esto también presionará al alza la tasa de inflación.

Las finanzas públicas no son una prioridad por ahora

Según cifras del Banco de España, la deuda pública ya alcanzó el 116% del PIB en el tercer trimestre del año pasado, sin incluir el reciente paquete de 10.000 millones. En cualquier caso, la proximidad de las elecciones implica que el deterioro de las finanzas públicas se aborde a corto plazo. Sin embargo, la subida de los tipos de interés, más fuerte de lo previsto, está provocando un fuerte aumento de los gastos por intereses en los próximos años. Actualmente, el rendimiento de la deuda pública española ronda el 3,4%, mientras que a principios de 2021 todavía coqueteaba con el 0%. Los costes de financiación volverán a subir en los próximos años, lo que obligará al país a volver a una política fiscal más restrictiva.

El crecimiento del precio de la vivienda se ralentizará significativamente en 2023

La elevada inflación y la fuerte subida de los tipos hipotecarios marcaron el mercado inmobiliario en 2022. Los precios de la vivienda siguieron subiendo con fuerza el año pasado, aunque ya hemos superado el máximo: en el tercer trimestre el crecimiento de los precios se ralentizó hasta el 7,6%, frente al 8,0% del trimestre anterior. En consecuencia, el crecimiento medio de los precios de la vivienda en 2022 se sitúa en torno al 7,8%, mientras que para el conjunto de 2023 los analistas de ING esperan que suban en torno al 1%.

El mercado laboral se debilitará en 2023

La fuerte caída de los precios de la energía y el enfriamiento de la inflación han provocado un cauto optimismo entre las empresas, que mantendrán intactas sus intenciones de contratación, enfrentándose a la actual escasez de demanda en España. En este contexto, se espera un debilitamiento del mercado laboral y que la tasa de desempleo aumente ligeramente hasta el 13,1% a finales de 2023.

El sector turístico español podría recibir un 12% más de visitantes internacionales en 2023

El turismo nacional ya superó los niveles anteriores a la crisis en abril de 2022, aunque el turismo internacional se queda un poco atrás. España recibió 67,4 millones de turistas extranjeros en los 11 primeros meses de 2022, un 139% más que en 2021, pero aún un 15% menos que en 2019, el último año antes de la pandemia. La recuperación del número de visitantes extranjeros impulsará de nuevo el turismo español, que contribuyó un 14% al PIB total en 2019, según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo. Esto permitiría al sector turístico contribuir positivamente a las tasas de crecimiento en 2023.

Puede acceder al informe completo de ING a través de este link.

Dunas Capital AM transforma todos los fondos de la gama Dunas Valor en artículo 8+ del SFDR

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Dunas Capital AM ha anunciado la transformación de todos los fondos de la gama Dunas Valor en artículo 8+ del reglamento de divulgación de finanzas sostenibles (SFDR, por sus siglas en inglés).

De esta manera, la gestora garantiza que todos sus fondos líquidos integran riesgos de sostenibilidad y promueven características sociales o medioambientales, en línea con los últimos avances de la taxonomía europea y según ha quedado registrado en la actualización de los folletos de los fondos en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Así, los fondos de la gama Dunas Valor invertirán al menos el 50% de su patrimonio en inversiones que promueven características medioambientales o sociales y como mínimo un 20% en inversiones consideradas sostenibles. Los análisis de la información de sostenibilidad se basarán, principalmente, en información de MSCI, Bloomberg y Factset, junto con la información de sostenibilidad publicada por las compañías y labores de engagement con éstas. Además, se evaluarán las prácticas de buena gobernanza de las empresas en las que se invierte, teniendo en cuenta estándares internacionales, tales como las directrices de la OCDE para empresas multinacionales, o los principios rectores de la ONU sobre las empresas y los derechos humanos, al igual que se analizarán las posibles controversias negativas y principales incidencias adversas de los potenciales emisores activos a incorporar a las carteras de los fondos.

El cambio afecta a los fondos de liquidez diaria, los cuales además cerraron el ejercicio 2022 en terreno positivo y cumpliendo con sus objetivos de rentabilidad y volatilidad en un año tan convulso, al igual que sus fondos clónicos de pensiones. De esta manera, Dunas Valor Prudente terminó el año con un +0.20%, Dunas Valor Cauto cerró con un +0.52%, Dunas Valor Equilibrado concluyó con un +1.68% y su buque insignia, Dunas Valor Flexible, acabó el año con un 3.24% de rentabilidad positiva, batiendo de forma considerable a todos los fondos de su categoría y obteniendo así las 5 estrellas de Morningstar. Adicionalmente a la gama Dunas Valor, Dunas Selección Europa, uno de los pocos fondos de renta variable europea comercializados en España que ha cerrado el 2022 en positivo, también se ha transformado en articulo 8+.

La transformación de los fondos de la gama Dunas Valor en artículo 8+ del SFDR forma parte del plan estratégico de Dunas Capital de incorporar los criterios ESG en toda su actividad. En el año 2020, Dunas Capital AM firmó su adhesión a los Principios para la Inversión Responsable de las Naciones Unidas (UNPRI, por sus siglas en inglés) y creó un comité interno denominado Dunas ESGreen, que se encarga de promover todas las iniciativas en materia de ESG, así como de velar por el buen funcionamiento interno y de vigilar por el cumplimiento de los criterios ESG en todo momento.

Adicionalmente, en el área de inversiones alternativas, el grupo ha lanzado al mercado dos fondos de capital riesgo con un marcado carácter sostenible. Recientemente, Dunas Capital ha realizado un primer cierre entre sus clientes institucionales para su primer fondo de impacto, denominado Dunas Absolute Impact FCR. Se trata de un producto enfocado en generar un impacto social y ambiental, positivo y medible, en las zonas más desfavorecidas de España, a través de la inversión en agricultura sostenible, industria agroalimentaria y el uso de energías renovables y está clasificado como artículo 9 del SFDR. Durante el año 2023 se espera realizar un segundo cierre.

Asimismo, en 2021 lanzó un vehículo centrado en energías renovables, denominado Dunas Clean Energy FCR que ya ha realizado sus primeras inversiones en dos parques fotovoltaicos por un total de 253MW de potencia instalada. Este fondo también está en proceso de ser considerado artículo 9. En el primer trimestre de 2023, esperan realizar un nuevo cierre para acometer el plan de inversiones del fondo.

David Angulo, presidente de Dunas Capital, afirmó: «Estamos convencidos de que la protección del patrimonio y la generación de valor a largo plazo para nuestros clientes pasa inevitablemente por la sostenibilidad. Por este motivo, seguiremos comprometidos con la búsqueda de iniciativas que nos permitan avanzar en la aplicación de estándares ESG”.

Galdana Ventures supera los 1.800 millones de dólares en activos bajo gestión con el próximo cierre de su fondo Galdana Ventures III

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Foto cedidaDe izquierda a derecha; Javier Rubió, Didac Lee, Marcel Rafart, José Luis Molina, Miguel Zurita y Roque Velasco

Galdana Ventures, la división de venture capital de AltamarCAM Partners, ha aparecido recientemente en la pantalla gigante que el Nasdaq tiene en la plaza de Times Square en Nueva York anunciando el próximo cierre definitivo de su Programa Galdana Ventures III, tras el cual los activos bajo gestión de la firma superarán los 1.800 millones de dólares.

Galdana Ventures es la plataforma de venture capital del grupo AltamarCAM Partners, empresa global de gestión de activos con oficinas en Madrid, Barcelona, Colonia, Londres, Nueva York, Santiago de Chile y Munich.

Desde su lanzamiento en 2015, Galdana Ventures ha buscado cumplir con su objetivo de ofrecer a sus inversores acceso a destacados gestores globales de venture capital, a sus fondos y a las empresas en cartera, proporcionando a los Limited Partners (LPs) de Galdana una amplia diversificación por geografía, sector, etapa y procedencia. Esta estrategia ha llevado a Galdana Ventures a registrar un crecimiento sostenido, hasta alcanzar la cifra de más de 1.800 millones de dólares de activos bajo gestión.

El Programa Galdana Ventures III se encuentra actualmente en el proceso de fundraising y ya ha superado los 650 millones de dólares. Su cierre definitivo tendrá lugar en agosto de 2023, momento en el que el equipo espera superar los 700 millones de dólares.

«Son muchos los factores que han impulsado el éxito de Galdana Ventures», afirma Marcel Rafart, consejero delegado de la compañía. «La revolución digital sigue teniendo grandes consecuencias en la economía y en la sociedad actual, y dentro de los mercados privados, el venture capital es la clase de activo mejor situado para beneficiarse de esta situación. Esto se hace más evidente cuando se invierte en los mejores gestores de venture capital, que están sobresuscritos como consecuencia de sus persistentes y extraordinarios resultados. El exceso de suscripción dificulta enormemente el acceso a estos fondos. Gracias a la trayectoria empresarial del equipo de Galdana y a su enfoque activo, Galdana Ventures ha establecido relaciones a largo plazo en el sector y tiene posibilidad de invertir en los gestores líderes de venture capital del mundo».

Renta fija, alternativos y gestión activa: el tridente ganador para el nuevo año

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La escalada inflacionaria ha puesto fin al experimento económico que los bancos centrales iniciaron hace diez años. Esta vuelta a la realidad, sumada al mayor peso de los acontecimientos geopolíticos y su impacto en los mercados, en especial la guerra en Ucrania, ha generado un nuevo marco de inversión. Para dar respuesta a los clientes, las firmas de asesoramiento y banca privada españolas defienden que 2023 será un año caracterizado por la vuelta de la renta fija, los alternativos y la gestión activa. De cara a su propio negocio, lo tienen claro: el asesoramiento será el servicio destinado a brillar.

Hace un año, las firmas de asesoramiento y de banca privada miraban con optimismo la vuelta a la normalidad y la mejora de la situación sanitaria tras la crisis del COVID-19. Los inversores estaban ávidos de ideas para participar en la recuperación de las economías, capturar oportunidades en un mercado con altas valoraciones, pero también con gran liquidez, y miraban de tú a tú a la renta variable y a los alternativos. Sin embargo, el escenario a finales de 2022 es radicalmente opuesto y eso se nota en los ánimos. “El sentimiento inversor es de cierto pesimismo y bastante cautela, tanto en los gestores de fondos como en los clientes minoristas. Existen dudas razonables acerca del nivel que van a alcanzar los tipos de interés o hasta qué punto las bolsas ya descuentan que el crecimiento económico se va a frenar más en los próximos trimestres”, explican desde Banca Patrimonial de Bankinter.

Según Carlos Farrás Fernández, socio director y CIO de DPM Finanzas EAF, el inversor ha visto truncadas sus expectativas por el conflicto de Ucrania y una inflación desatada que ha obligado a los bancos centrales a endurecer de forma coordinada y drástica las condiciones financieras. “El impacto en las carteras ha sido radical, con fuertes caídas en la renta variable, superiores al 20%, y también en la renta fija, por encima del 15%, un activo incapaz de actuar como amortiguador. Además, el impacto ha sido superior en el inversor conservador, que no está acostumbrado a esta volatilidad ni a estas correcciones”, recuerda.

En opinión de Javier Gazulla, director de Estrategias de Inversión de DiverInvest, el inversor acaba el año con sentimientos encontrados: “Por un lado, todos los activos han sufrido pérdidas importantes, algunos incluso se han salido de los registros históricos, y esas pérdidas pesan en el ánimo. Pensamos que todavía quedan meses convulsos, pero con la tormenta surgirán oportunidades, y los activos buenos volverán a tener precios razonables”. Juan Luis García Alejo, director general de Andbank Wealth Management, cree que el inversor ha trasladado su preocupación por una situación geopolíticamente insólita, y que tiene efectos notables sobre las inversiones, a sus decisiones de inversión. “También está demostrando paciencia. Todos esperan que identifiquemos ese momento en el que las expectativas más negativas puedan estar reflejadas en los precios de los activos y volver a un modo de mayor apetito por el riesgo. Y diría que también está mostrando interés: el actual contexto brinda la oportunidad de seguir haciendo cosas”, matiza

Puede leer el artículo completo a través de este enlace.

Escenario de estanflación o de recesión: las dos caras de la moneda en 2023

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Pese al contexto de renovado optimismo después de la revisión al alza de algunos indicadores económicos, desde Mapfre Economics señalan que su escenario central para este año es el de estancamiento con precios elevados, lo que se conoce como estanflación. Pero, casi con la misma probabilidad, contemplan un escenario de recesión con precios elevados. Así lo han explicado Gonzalo de Cádenas-Santiago, director de análisis macroeconómico y financiero del Servicio de Estudios, y Ricardo González, director de Análisis, Estudios Sectoriales y Regulación.

Los expertos sitúan el comienzo de la recuperación en la segunda mitad del año, pero advierten de que será asimétrica, frágil e irregular. Esa fina línea que nos separa de la recesión estará marcada por la inflación y la evolución de las políticas monetarias.

“Este caldo de cultivo de inflaciones diferentes y política económica que no funciona como en el pasado puede tener impactos negativos sobre la renta, el ahorro, consumo, inversión, divisas, apalancamiento de países emergentes, deuda, rentabilidad… las cosas no van bien, pero podrían ir peor, el problema es que la probabilidad es muy alta”, alerta Cádenas-Santiago.

Sin embargo, el experto también nos deja los ingredientes de la receta que puede hacer que este escenario de recesión no se materialice. Esta lista contiene balances saneados, alivio del precio del petróleo, expectativas de inflación aún ancladas y una menor volatilidad externa en emergentes.

El mundo crecerá al 2% y España al 1%

Con esto sobre la mesa, a nivel global, la entidad espera un crecimiento del 2% (que implica un 50% menos de su potencial), con apenas aportación significante de los mercados desarrollados que compensarán los emergentes, fundamentalmente los asiáticos, aunque advierten que China, a pesar de haber rebajado las medidas COVID, no crecerá tanto como su media de los últimos años.

Concretamente, España crecerá un 1%, mientras que esperan que la inflación sea del 4,3% en 2023, pero se dirija hacia el 2,5% en 2024. “Creemos que España crecerá a tasas similares a las de antes de la pandemia pasado 2024 e incluso 2025”, advierten los expertos.

Respecto a la inflación, aunque lo peor parece haber quedado atrás, los expertos advierten que aún está por atemperar. “Está en curso hacia tasas más sostenibles, pero eso no quiere decir que se ubique en los objetivos de los bancos centrales (en torno al 2%)”, advierte Cádenas-Santiago. Por ello, considera que la política monetaria seguirá siendo restrictiva, al menos durante la primera mitad de 2023, y advierte de que en el mercado sigue latente el riesgo de que los bancos centrales se pasen de frenada.

Para 2023 esperan que el tipo de interés en EE.UU. se quede por encima del 4,5% y en Europa del 3,5%, pero advierten de que en un escenario adverso podría ser más agresiva la subida.

En este sentido, Mapfre Economics espera que la volatilidad se mantenga elevada a lo largo del año. Acompañada de nuevos riesgos que emergen, como convertir un problema de liquidez en uno de solvencia. “Es lo que ocurrió en 2008 a escala global, pero no vemos la misma situación gracias a la situación saneada de las empresas y familias”, matiza Cádenas-Santiago.

El futuro ya condiciona el presente

Otra de las reflexiones que han lanzado los expertos tiene que ver con los riesgos estructurales a los que nos enfrentaremos en un futuro no tan lejano, y cuyas repercusiones ya se empiezan a sentir. “El futuro está más lleno que nunca de riesgos e incertidumbre, y ya condiciona al presente. No es un riesgo que está por llegar y es necesaria una acción política económica global inmediata”, apunta Cádenas-Santiago.

Entre las tendencias a largo plazo que vigilar, el experto menciona la fractura y alineamientos globales (principios vs necesidades), la autonomía estratégica y dominancia tecnológica/ productiva; el cambio climático y los costes asociados; las dinámicas demográficas; los ajustes en renta y riqueza que son regresivos y afectan a los que menos tienen; los factores de soporte anteriores a esta crisis se diluyen (la remisión de las Ds: desinflación, digitalización, desregulación, demasiada liquidez…); y la permanencia de algunos factores negativos (demografía, baja productividad, más bajo aun tipo de interés natural, etc.); así como nuevos problemas como la desglobalización, la reconfiguración cadenas de valor, fragmentación de mercados de capitales etc.

China: una reapertura más rápida significa una recuperación más temprana

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En diciembre, China sorprendió al mundo con su estrategia contra el COVID-19 basada en la inmunidad de rebaño. La estrategia etting-it-rip significa que los casos de coronavirus ya están cerca de máximos en las grandes ciudades y probablemente alcancen el pico en febrero en el resto del país. La actual ola de contagios ha frenado la actividad mediante interrupciones laborales y precauciones. Una vez superada la oleada, es probable que se produzca un fuerte repunte en el segundo trimestre. Junto con un mayor apoyo gubernamental y una mayor relajación de las políticas inmobiliarias, esperamos que la economía china mejore significativamente en 2023.

A medida que China comenzaba a reabrir en noviembre, destacamos una posible mejora de las previsiones de crecimiento para 2023. Las autoridades chinas nos sorprendieron en diciembre al no utilizar las restricciones para responder a la creciente tensión en el sistema sanitario. En su lugar, han relajado aún más las restricciones, aparentemente para lograr la inmunidad de rebaño lo más rápido posible, sin incrementar mucho los esfuerzos para vacunar a más población.

Como resultado, la ola de Covid está arrasando las grandes ciudades con gran rapidez. Es posible que los casos ya hayan alcanzado su punto máximo en muchas de estas ciudades, ya que hay indicios de un aumento de la movilidad a partir de diciembre (Gráfico 1). Como era de esperar, las disrupciones de la actividad económica han sido graves. Los PMI manufactureros y de servicios de diciembre cayeron a niveles vistos por última vez en abril, durante el confinamiento de Shanghái (Gráfico 2). Los plazos de entrega de suministros también se han alargado significativamente, ya que el COVID-19 ha afectado al sector de la logística y el transporte. Con la llegada del Año Nuevo Lunar en la tercera semana de enero, es probable que las ciudades de nivel inferior experimenten brotes de COVID que deberían alcanzar su punto álgido en febrero. Para el segundo trimestre, la movilidad debería mejorar sustancialmente.

Gráfico 1: La movilidad ya se ha recuperado en las grandes ciudades

Gráfico 2: Los índices PMI muestran más debilidad desde abril en todos los sectores

Los viajes y la actividad en el sector servicios deberían repuntar rápidamente a nivel nacional, ya que existe una importante demanda reprimida y un exceso de ahorro de los hogares. Ya hay indicios de optimismo. Los ingresos por turismo en las vacaciones de Año Nuevo crecieron un 4% respecto al año pasado. El 8 de enero, China también abrió sus fronteras internacionales. Varios países (Europa, EE.UU., Japón y Corea) han levantado las restricciones para los turistas chinos. El turismo emisor empezará probablemente por Hong Kong y Macao, que no tienen restricciones. El gobierno también ha señalado que contribuirá a apoyar la demanda interna para alcanzar una tasa de crecimiento razonable. Esperamos que, una vez mejore el mercado laboral (a medida que se normalice la actividad en el sector servicios), la mejora de la confianza de los consumidores conduzca a una estabilización de las ventas de viviendas (también gracias a una mayor relajación de la política inmobiliaria).

Un menor lastre del sector inmobiliario y un consumo más fuerte implican unas perspectivas mucho mejores para China en 2023, en comparación con 2022.

Tribuna de Mali Chivakul, economista de mercados emergentes en J. Safra Sarasin Sustainable AM.

Los cuatro ingredientes de la nueva visión estratégica de Carmignac para la próxima década

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El grupo estadounidense REM lanzó en 1987 el single “It’s the end of the world as we know it (and I feel fine)”. El título de esta canción encaja perfectamente con la nueva visión macroeconómica de Carmignac, que presentó recientemente en París: el mundo que prevén sus expertos para la próxima década es muy diferente, y se sienten cómodos con él. Como afirmó Fréderic Leroux, responsable de asignación de activos (Cross-Asset): “Que no nos asuste la inflación. Una inflación más elevada crea un caldo de cultivo sumamente positivo para nosotros. La situación no es preocupante, solo se está legitimando la vuelta de la gestión activa”.

Raphaël Gallardo, economista jefe de Carmignac, habla directamente de cambio de ciclo económico para la economía mundial: “Hemos salido de la represión financiera y de un entorno inflacionista. Ahora entramos en un entorno de desincronización y desaceleración: prevemos que la economía mundial deje de crecer el 3% y caiga al 1,8% en 2023”.

El economista jefe vaticina que la entrada de Estados Unidos en recesión se retrasará hasta el tercer trimestre del año gracias a la resistencia del consumidor americano, y habla con optimismo de China, que por fin ha reabierto sus fronteras después de tres años de una estricta política de covid cero: “Prevemos una recuperación explosiva del consumo a partir del segundo trimestre que llevará a una revisión alcista en las previsiones de crecimiento, dando como resultado un entorno “goldilocks” (ni muy caliente, ni muy frío)”.

Principales puntos de la estrategia macro

A lo largo de la presentación, en la que participaron una decena de expertos de la casa – incluyendo al fundador, Edouard Carmignac, y a su hija Maxime, al frente de la innovación de producto de la casa- se volvieron claros varios puntos de consenso que están apuntalando la nueva visión macro de la firma: el regreso estructural de la inflación, la reversión de la globalización hacia tendencias más cercanas al proteccionismo, la continuación de los desequilibrios entre oferta y demanda, el fin de ciclo para los valores growth (particularmente las grandes tecnológicas estadounidenses), el desplazamiento de parte de la influencia económica de Estados Unidos a Europa y Asia y el regreso triunfal de China justo a tiempo para el año nuevo chino.

“Asistimos a un nuevo orden geopolítico en el que imperarán las limitaciones al ahorro, en la oferta de materias primas, en la mano de obra y en la difusión de nuevas tecnologías”, indicó el economista jefe de Carmignac. Gallardo considera que estas tendencias se van a ver agravadas por la continuación de varios factores estructurales, como el envejecimiento de la población o la descarbonización, y que a su vez traerán importantes consecuencias con repercusión global, como el viraje en las políticas monetarias del Banco de Japón – “poniendo fin a su condición de prestamista de último recurso para el resto del mundo”- o el mayor ahínco de China para “desdolarizar” su economía.

“Claramente estamos entrando en un periodo en el que la inflación nos va a acompañar los próximos diez a doce años, pero no a niveles descabellados. La inflación será cíclica y creará oportunidades positivas y negativas para los inversores”, comentó Leroux por su parte. Para poder gestionar de manera activa en este nuevo contexto, el experto propone introducir varios sesgos en la gestión. El primero consiste en utilizar la inflación como “la brújula del inversor”, dado que permite que la economía se desarrolle en ciclos normales. Por tanto, el primer consejo consiste en “no dejarse engañar por la caída de la inflación, sino ser capaces de poder anticipar cómo será la siguiente subida y cómo afectarán a los mercados”.

El segundo consejo consiste en “rebajar el umbral de resistencia del dolor económico y la falta de valor por parte de nuestros líderes”. Leroux se refiere a que los líderes económicos y políticos van a luchar contra la inflación, pero no demasiado porque el nivel de endeudamiento general es tan elevado que la mejor manera de reducirlo es con crecimiento e inflación. En conclusión, el experto anticipa que “los tipos de interés irán a la zaga con la inflación, por lo que los tipos reales serán negativos; esto evitará que se produzca una recesión a gran escala y da atractivo a la inversión en oro”.

Finalmente, el último consejo del director de asignación de activos consiste en “aceptar que los tipos se mantendrán elevados, por lo que la renta variable que se benefició de la era de tipos cero no va a poder mantener las mismas valoraciones”, en referencia a las valoraciones con sesgo de crecimiento.

Las consecuencias de todos estos sesgos se traducen en cuatro puntos clave de la nueva estrategia de inversión de Carmignac: el primero, reducir la exposición a Estados Unidos e incrementarla a activos europeos, nipones, chinos y de otros países emergentes, centrándose en la búsqueda de valores cíclicos que actualmente presenten valoraciones débiles. El segundo, aprovechar los tipos elevados y la desincronización entre economías para buscar carry a través de una gestión global. El tercero, una gestión activa de la duración en cartera. Y el cuarto punto, aprovechar el contexto de tipos reales negativos, mayor ciclicidad y finalización del ciclo económico para invertir en materias primas, particularmente en metales por su exposición a la transición energética y muy especialmente en cobre por su importancia en este nuevo orden.

Rose Ouahba y David Older, respectivamente jefes de renta fija y renta variable, añadieron a estos puntos algunas últimas observaciones. En la parte de renta variable, Older advirtió que este año habrá que monitorizar la valoración, las estimaciones de beneficios – considera que las de compañías americanas siguen siendo demasiado optimistas- y la evolución de los márgenes de beneficio.

En cuanto a la renta fija, Ouahba habló de la vuelta del atractivo a la deuda soberana tras la corrección del año pasado: la gestora ha vuelto a invertir en treasuries y en deuda periférica europea, especialmente de Italia y Grecia. “2023 es el año en el que Grecia podría volver a recuperar el grado de inversión”, anticipó la experta. Dentro de la renta fija emergente destacó Latinoamérica, particularmente la deuda mexicana (por la ortodoxia de su banco central), la brasileña (por ser de los países que ofrece más rentabilidad en términos reales) y la chilena (por presentar tipos superiores al 10% y por ser el mayor exportador de cobre del mundo).

Mediolanum International Funds nombra a Giorgio Carlino responsable del Área Multigestión

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Foto cedidaGiorgio Carlino, responsable del área multigestión de Mediolanum International Funds.

Mediolanum International Funds Limited (MIFL) ha anunciado el nombramiento de Giorgio Carlino como nuevo responsable del Área Multigestión. Según indica la firma, Carlino estará ubicado en Dublín y dependerá directamente de Christophe Jaubert, Chief Investment Officer (CIO) de MIFL. 

Giorgio Carlino será responsable de dirigir tanto el equipo de selección de gestores, que identifica y supervisa a los mejores gestores del mercado, como el equipo de carteras multigestor, que se encarga de construir carteras mediante una combinación de diferentes gestores delegados para diferentes productos, a través de una variedad de estrategias de inversión para lograr rentabilidades ajustadas al riesgo para los clientes. Además, formará parte del comité de Inversión de MIFL, contribuyendo a la visión de la casa

Este profesional, que cuenta con 22 años de experiencia en el sector, ha desempeñado diversas funciones a lo largo de su carrera, entre ellas la de gestor de fondos para Commerzbank y gestor para RAS Asset Management en Milán. Además, ha desempeñado múltiples funciones en Allianz Global Investors, incluida, más recientemente, la de director global de inversiones para estrategias multiactivos. 

Giorgio sucede en el cargo a Bish Limbu, que ha realizado importantes contribuciones al equipo del área multigestión durante su mandato. Según indican desde la gestora, Limbu seguirá siendo asesor de MIFL y colaborará estrechamente con Giorgio y el resto del equipo. 

La firma también ha anunciado el nombramiento de Jason Samons como nuevo responsable de Investigación de gestores. Samons sustituirá a Inma Conde y reportará directamente a Giorgio Carlino. Inma Conde, por su parte, se convierte en la nueva responsable de ESG, un puesto de reciente creación, ya que la firma quiere continuar ampliando su oferta de ESG. Inma reportará directamente a Christophe Jaubert.

“La ambición de Mediolanum, su constante inversión en recursos humanos y tecnología, su variada oferta de productos y su atención al consumidor final hacen que este sea un gran momento para unirme a la empresa. Tengo muchas ganas de contribuir a la historia de éxito de MIFL a la hora de ofrecer una rentabilidad superior sostenida a nuestros clientes a través de sus diversas estrategias”, ha destacado Giorgio Carlino, responsable del área multigestión

Por su parte, Christophe Jaubert, CIO de MIFL, ha declarado: “Estoy encantado de que Giorgio se una a nuestro equipo en Dublín, ya que será fundamental para la próxima fase de crecimiento de la empresa. Giorgio aporta un impresionante historial de resultados en diferentes estrategias, y nos beneficiaremos enormemente de su experiencia y conocimientos en materia de inversión”.