Panza Capital cierra el primer trimestre con 125 millones bajo gestión y apuesta por consumo e industria

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Foto cedidaEquipo de inversión de Panza Capital.

Los principales responsables de Panza Capital presentaron su primera carta trimestral a los inversores, una operativa que quieren convertir en costumbre, ya que desde la firma tienen la intención de dar sus puntos de vista de manera trimestral, a pesar de que la nueva legislación permite a las gestoras informar a los clientes de manera semestral. Informar “es una forma de comprometerse a largo plazo”, sentenció Gustavo Trillo, consejero delegado.

La firma ha cerrado el primer trimestre del año con unos activos bajo gestión de 125 millones de euros y 1.300 inversores, un buen arranque, según Trillo, que espera que sea la primera etapa “de un largo camino”.

Los fondos gestionados por Panza Capital presentaron buenos números: la rentabilidad de Panza Inversiones ascendió al 8,8%, mientras que Panza Valor mostró una revalorización del 8,9% y Panza Premium, del 9,8%. Unas rentabilidades “potentes, pero afectadas por la crisis de confianza del mes de marzo en los mercados”, según explica el director de Inversiones y presidente de Panza Capital, Beltrán de la Lastra.

De la Lastra observa dos riesgos latentes en los mercados, que, por ahora, captan escasa atención: la alta deuda soberana y las dudas que generan las valoraciones de ciertos negocios en los que está presente el private equity, teniendo en cuenta las subidas de los tipos de interés. A estos riesgos se suman otros más evidentes aunque sin resolver, como la crisis energética en Europa, la crisis bancaria, la geopolítica y el riesgo de una hipotética recesión económica.

En este escenario, insiste en que la mejor estrategia es fijarse en buenas compañías que coticen a buen precio. Ya la apuesta clara se concentra en dos sectores, consumo e industria, mientras que las reticencias apuntan a banca, energía y materias primas. Los temores respecto al sector bancario hacen referencia a que es imposible saber si la crisis de confianza que ha vivido el sector en el primer trimestre está ya superada. En este contexto se produce una leve reducción de la exposición a Bankinter, aunque De la Lastra reconoce que es una buena compañía, matiza que hay riesgos externos que no se pueden controlar, así como en la estadounidense JP Morgan.

Estrategia

Como inversiones concretas, De la Lastra reconoce su inclinación por la restauración, sobre todo en el mercado británico, con Wetherspoon a la cabeza. También “pone un pie” en los fabricantes de ladrillos británicos, con Ibstock como máximo exponente. “Genera caja, tiene poca deuda” y una buena valoración, a pesar de que el sector de la construcción sufrirá por las subidas de los tipos de interés.

Amazon es la única apuesta de De la Lastra en tecnología, fundamentada por la estabilidad de sus dos negocios, el almacenamiento en la nube y la distribución. 

En cuanto a sus apuestas en España, Cie Automotive destaca, al beneficiarse de la normalización de las anomalías surgidas con la pandemia de COVID 19. Vidrala, al igual que Bankinter, experimentó una reducción de su peso en cartera, después de la fuerte revalorización acumulada.

Cómo evitar tomar decisiones irracionales cuando vuelve la incertidumbre al mercado

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Las crisis de los bancos Credit Suisse y de Silicon Valley Bank (SVB), y las dudas sobre Deutsche Bank (infundadas según muchos de los analistas), han traído consigo fuertes caídas en los mercados estas pasadas semanas, afectando especialmente al sector financiero. Y esto ocurre lloviendo sobre mojado, tras un año 2022 de caídas generalizadas en los mercados como consecuencia de la guerra en Ucrania y de sus implicaciones en el incremento de los precios de los combustibles fósiles, que posteriormente se contagió a una alta y persistente inflación subyacente.

Las situaciones de volatilidad coyuntural en los mercados suelen producir en los inversores unos sentimientos, que traen consigo unos comportamientos de los que deberían huir para no incurrir en pérdidas en el largo plazo.

Aquellos ahorradores que invierten para objetivos financieros de largo plazo, aunque es normal que tengan que sientan nerviosismos ante las noticias, deberían mantener la calma. El pasado ha demostrado que, hasta las crisis financieras más duras, han tenido un impacto pequeño en las estrategias de inversión a largo plazo.

Un ahorrador con una estrategia de largo plazo adecuada a su perfil de riesgo no debería tomar decisiones precipitadas. Si se deja llevar por el miedo del corto plazo, corre el riesgo de consolidar como pérdida esa caída transitoria del valor. Es conveniente esperar al rebote que se produce después de cada importante caída, y continuar con un perfil de inversión adecuado al horizonte temporal que le queda hasta la realización de su objetivo financiero.

La renta variable ha tendido a subir de manera constante durante largos periodos de tiempo. No obstante, las caídas del mercado son inevitables cada cierto tiempo en el ciclo vital de inversión. Sin embargo, los mercados bajistas no se suelen prolongar en el tiempo. Tras cada una de las caídas se ha registrado un periodo de recuperación y un nuevo máximo.

Nuestro miedo es un mal aliado para nuestra inversión

El sesgo de la aversión a las pérdidas podría condicionar la reacción de muchos inversores ante las recientes caídas de los mercados financieros, debido a que este sesgo produce que a las personas nos afecte más el dolor de perder dinero que la alegría de ganarlo.

En su experimento “La formulación de las decisiones y la psicología de la elección”, David Kahneman y Amos Tversky mostraron que una pérdida nos duele 2,5 veces más que el disfrute por una ganancia equivalente. Es decir, si tenemos 1.000 euros invertidos en un valor y otros 1.000 euros en otro valor, estaremos más disgustados por haber tenido una rentabilidad anual negativa de un -2% en el primero que lo que nos alegrará haber ganado un 5,5% en el segundo durante el año.

De hecho, arriesgaremos más para recuperar un dinero que hemos perdido (por ejemplo, el -2% del activo que tenemos en negativo) que para ganar esa misma cantidad de dinero. Esto es lo que se llama efecto reflejo, que es un sesgo muy vinculado al de aversión a las perdidas. Además, valoramos más algo que ya es nuestro, por encima incluso de su precio real: este comportamiento es conocido como sesgo de dotación.

Estos tres sesgos (aversión a perdidas, efecto reflejo y dotación) tienden a producir que, en caso de la inversión directa en activos (por ejemplo, en acciones), aguantemos más tiempo una acción con pérdidas con la esperanza de que se recupere antes de asumir nuestro error, es decir, antes que reconocer la pérdida. Es decir, no producen seguir uno de los principios de la inversión en mercados: dejar crecer las ganancias, pero cortar las perdidas.

Otros de los sesgos que nos condicionan al invertir es el anclaje, y muy vinculado a este, el de conservación. Es decir, tomar como referencia o establecer como base la primera información recibida. Por ejemplo, al invertir es habitual tomar como referencia el precio pasado de una acción para determinar su potencial de revalorización futuro. Pero una cotización pasada no tiene por qué ser indicador de potencial de revalorización futura, ya que, por ejemplo, podría estar sobrevalorada en ese momento.

Qué hacer para combatir esos sesgos y no caer en decisiones precipitadas

Existen dos las decisiones que podemos llevar a cabo para evitar caer en esos sesgos. La primera, realizar aportaciones periódicas (por ejemplo, mensuales) a los productos de inversión y de previsión social en los que ahorremos, con independencia de las subidas y bajadas del mercado. Invirtiendo a través de aportaciones periódicas se estará reduciendo el riesgo de entrada y la volatilidad, comprando a un precio medio. Algunas aportaciones compraran participaciones en el fondo o plan de pensiones a un precio más caro, por ser realizadas en momentos en que los mercados estén cotizando alto. Otras aportaciones se “compraran” más barato, por ejemplo, en momentos de caídas de los mercados.

Un ahorrador, con una estrategia de largo plazo, no debería tomar decisiones de compra o venta de activos, o de aportar a su fondo de inversión o plan de pensiones, intentando anticipar el movimiento, al alza o a la baja, que tendrá el precio los activos o en general de los mercados, práctica que se conoce como market timing. No obstante, se podría plantear realizar alguna aportación extraordinaria, complementaria a la periódicas, aprovechando caídas de los mercados bursátiles.

La segunda es ponerse en manos de profesionales, con los conocimientos, la experiencia, la especialización y el acceso a información de calidad para la toma decisiones de elección de activos, ahorrando a través de instituciones de inversión colectiva como, por ejemplo, fondos de inversión o planes de pensiones, permitirá al ahorrador, lograr una diversificación adecuada en su inversión, diversificando el riesgo y reduciendo la volatilidad de la misma.

Los minoristas, reacios a participar en las juntas generales de accionistas

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Para casi tres de cada cuatro empresas cotizadas (74%), el nivel de participación de los minoristas en las juntas generales de accionistas (JGA) no supera el 10%, mientras solo un 11% supera ese porcentaje por encima del 25% de los inversores de esta tipología.

Esta es una de las principales conclusiones del estudio elaborado por evercom y Sigma Rocket entre directores y responsables de Relaciones con Inversores de compañías del Ibex 35, Mercado Continuo y BME Growth, con el objetivo de analizar el presente y futuro de las relaciones de la empresa cotizada española con los inversores minoristas. En la gran mayoría de los casos (87%), las compañías no cuentan con una prima de asistencia u otro tipo de incentivo para fomentar la participación de los inversores retail.

La posibilidad de participar en las juntas de accionistas no ha incentivado la participación de los minoristas. Cuatro de cada diez compañías señalan que no se ha visto incrementada e incluso un 21% considera que la celebración en formato virtual de las JGA ha provocado una caída de la participación de los minoristas. Un porcentaje similar, el 19%, sí manifiesta que ha aumentado la presencia de inversores retail en las juntas, aunque solo el 3% lo califique como un incremento notable.

 

Casi la mitad de las compañías, un 45%, considera que los accionistas minoritarios sí deberían poder seguir en streaming las presentaciones de resultados o los Días del Inversor, aunque estos eventos no estén abierto a preguntas por parte de los minoristas. Dos de cada diez empresas no lo permiten, porque ya existen eventos específicos creados para este perfil de inversores.

Tres de cada cuatro compañías cotizadas en España (76%) no han percibido que los inversores minoristas se preocupen más por cuestiones no financieras (sociales, de buen gobierno, medioambientales…) a raíz de la pandemia, frente a un 16% que sí considera que es una tendencia incipiente entre el perfil de inversores retail y otro 8% que cree que ya es fenómeno completamente consolidado.

Pasos a seguir en la declaración de las inversiones en criptoactivos en la Renta 2022

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Trump y criptoactivos
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La campaña de la Renta 2022 arrancó el martes 11 de abril con novedades en cuanto a la declaración de las ganancias y las pérdidas en las inversiones con criptoactivos. Un inversor deberá incluir en su declaración las ganancias o pérdidas por la compraventa de criptomonedas, pero también por la actividad de minado o por el ‘staking’ (adquirir criptomonedas y mantenerlas bloqueadas en un monedero virtual para recibir ganancias o recompensas). Para ir sobre seguro en la declaración de criptodivisas, es necesario seguir algunas instrucciones y conocer las novedades para este año. Ricardo Héctor, counsel de Tributario en CMS Albiñana & Suárez de Lezo da unos consejos básicos para ir sobre seguro en este campo. 

1.- ¿Qué novedades relacionadas con criptoactivos incluye este año la declaración de la renta?

La principal novedad en la Renta 2022 relacionada con las criptomonedas es la inclusión de una casilla específica para declarar las ganancias y pérdidas patrimoniales derivadas de la transmisión o permuta de este activo. Esta casilla se encuentra en el apartado «Ganancias y pérdidas patrimoniales derivadas de transmisiones de otros elementos patrimoniales». Hay que consignar la clave 0 en la casilla [1626]. 

Esta novedad no implica en sí una tributación distinta a la de años anteriores, pero permitirá a Hacienda calcular dichas ganancias de manera más ágil “y posiblemente suponga para los contribuyentes una mayor carga burocrática”, según Héctor.

2.- ¿Es posible compensar pérdidas y ganancias en las inversiones de criptoactivos? 

El Ministerio de Hacienda se planteó limitar la compensación de las pérdidas patrimoniales derivadas de operaciones con criptomonedas, de forma que las pérdidas patrimoniales en un ejercicio sólo podrían compensarse con las ganancias si los activos que generaron dicha pérdida no eran recomprados en un periodo de entre dos meses y un año, en función del tipo de activo. No obstante, esta propuesta no fructificó. De todos modos, Héctor admite que “el contribuyente vuelve a estar en una situación de incertidumbre respecto de dichas pérdidas”.

3.- ¿Habrá más cambios?

Habrá obligaciones informativas para criptomonedas de cara al año que viene. En principio, a partir de 2023, los inversores estarán obligados a declarar sus criptoactivos localizados en el extranjero a través del modelo 721 si se superan determinados umbrales. Su presentación se realizará entre enero y marzo de 2024.

4.- ¿Qué gravámenes presentan los criptoactivos?

Los criptoactivos pueden tributar por diversos motivos que pueden ir desde la realización de una actividad económica a la obtención de rendimientos del capital mobiliario o derivar de la mera tenencia de dichos activos. 

A grandes rasgos, la compraventa de criptoactivos es principal actividad de los inversores en este tipo de activos. Las ganancias o pérdidas obtenidas es la diferencia entre el valor de transmisión y el de adquisición y generará una ganancia o pérdida patrimonial a efectos del IRPF. Dicha ganancia o pérdida patrimonial se incluirá en la base del ahorro y tributarán a tipos de entre el 19% y el 28%. Esta misma tributación se aplica a la permuta de criptoactivos (operativa conocida como ‘exchange’).

En un ámbito distinto de tributación se encuentran los rendimientos derivados del ‘staking’. La remuneración obtenida por esta operativa debe calificarse como un rendimiento del capital mobiliario. Dichos rendimientos también se incluyen en la base del ahorro del IRPF y, como la compraventa de criptomonedas, tributarán entre el 19% y el 28%.

En los casos en que los rendimientos de la compraventa de criptoactivos o del staking deriven de una organización de medios propios por parte del contribuyente, la eventual remuneración tendría encaje dentro de los rendimientos de actividades económicas a efectos del IRPF, como sucede con la minería de criptomonedas.

En el caso de ‘hardforks’, ‘airdrops’ o las recompensas derivadas de juegos, las ganancias se incluirán en la base general del IRPF, por lo que se aplicará la escala progresiva del 19% al 50%, al tratarse de ganancias que no derivan de la transmisión de un elemento patrimonial.

Asimismo, la mera tenencia de criptoactivos puede dar lugar a obligaciones fiscales como la presentación del modelo 720 en el caso de que dichos activos estén localizados en el extranjero y superen ciertos umbrales o de tributación efectiva por cuenta del Impuesto sobre el Patrimonio o el Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas.

5.- ¿Qué importancia tiene acudir a un asesor fiscal en este campo de los criptoactivos? 

Las criptomonedas han dado paso a un concepto jurídico mucho más complejo como son los criptoactivos y las implicaciones fiscales derivadas de estos activos son diversas y muy cambiantes. Héctor admite que es vital conocer la tributación de las transacciones que se realizan con criptoactivos, y de la tenencia de dichos activos, “ya que puede ser un punto muy relevante a la hora de calibrar la rentabilidad de una determinada inversión”.

Además, acudir en el momento oportuno a un asesor fiscal, puede evitar costes relevantes como, por ejemplo, posibles intereses de demora, recargos en el caso de regularizaciones voluntarias o sanciones tributarias.

Honorato Morales Martín-Cobos sale de Credit Suisse y se incorpora a Lombard Odier

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LinkedIn

UBS ha comprado Credit Suisse y el futuro de las unidades de banca privada y gestión de activos de esta última entidad en España es incierto, puesto que sus profesionales podrían tener que afrontar posiblemente la venta a una tercera entidad o el cierre, ya que UBS no puede ejercer labores de banca privada en este mercado durante los próximos años.

En este escenario, ya han empezado los movimientos de profesionales que abandonan Credit Suisse y se reubican en otras firmas. Según ha podido confirmar Funds Society, Honorato Morales Martín-Cobos, hasta ahora banquero privado senior de Credit Suisse, se ha unido al equipo de Lombard Odier en España.

Según su perfil de LinkedIn, Martín-Cobos ha trabajado en Credit Suisse durante cerca de 19 años. Anteriormente también trabajó en la banca privada de UBS, durante dos años y medio, y en Crédit Agricole, en un periodo similar.

Es licenciado en Derecho, Master en Estudios Financieros y Bolsa por el IEB.

Aprobado el real decreto que desarrolla las obligaciones fiscales de información relacionadas con las monedas virtuales

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El Real Decreto 249/2023, promulgado el pasado 5 de abril de 2023, desarrolla reglamentariamente las obligaciones fiscales sobre la información de la tenencia de monedas virtuales y las operaciones con ellas.

Estas obligaciones, introducidas por la Ley 11/2021, son las que ya preveía el proyecto de real decreto aprobado por el Gobierno el 17 de junio de 2022, aunque con ligeras modificaciones. El real decreto entra en vigor a los 20 días de su publicación, es decir, el 25 de abril, según analizan en finReg360.

Desde finReg destacan las obligaciones fiscales recogidas en esta norma sobre criptomonedas.

En primer lugar, está la obligación de informar sobre saldos en monedas virtuales. Esta obligación se concreta en los puntos siguientes: “Han de informar las personas o entidades residentes en España y los establecimientos permanentes en territorio español de no residentes que presten servicios de salvaguarda de claves criptográficas en nombre de terceros, para mantener, almacenar o transferir monedas virtuales, con carácter principal o en conexión con otra actividad”.

La declaración ha de referirse a todas las monedas virtuales que tengan custodiadas y con periodicidad anual. Incluirá el nombre y apellidos o razón social o denominación completa, domicilio y número de identificación fiscal de los titulares, autorizados o beneficiarios. Y los saldos a 31 de diciembre, compuestos por tipo de moneda virtual, cantidad de unidades y valoración en euros.

Además, los sujetos obligados que dejen de mantener custodiadas monedas virtuales antes del 31 de diciembre tendrán que declarar esa misma información referida a la fecha en la que se hubiera producido esa circunstancia. La primera declaración se presentará a partir del 1 de enero de 2024 con la información del año inmediato anterior.

La siguiente obligación es la de informar sobre operaciones con monedas virtuales. De modo similar, esta obligación se concreta en los puntos que siguen: “Afecta a las personas o entidades residentes en España y los establecimientos permanentes en territorio español de no residentes que proporcionen servicios de cambio entre monedas virtuales y moneda fiduciaria o entre diferentes monedas virtuales, intermediación de cualquier forma en la realización de dichas operaciones, o salvaguarda de claves criptográficas privadas en nombre de terceros para mantener, almacenar y transferir monedas virtuales”.

Abarca las operaciones de adquisición, transmisión, permuta y transferencia de monedas virtuales, sea cual sea la contraprestación pactada, relacionadas con los cobros y pagos realizados en dichas monedas.

La declaración tendrá periodicidad anual. La información suministrada deberá comprender: de los sujetos obligados (nombre y apellidos o razón social o denominación completa, domicilio, y número de identificación fiscal); de cada operación (tipo de operación, fecha de la operación, tipo y número de unidades de monedas virtuales que intervienen, valor en euros de la operación, comisiones o gastos asociados que haya percibido el sujeto que proporciona la información).

La primera declaración se presentará también a partir del 1 de enero de 2024, referida a las operaciones del año inmediato anterior realizadas desde la fecha de entrada en vigor de este real decreto.

Ofertas iniciales de nuevas monedas

Otra obligación es la de informar sobre las ofertas iniciales de nuevas monedas virtuales. En este caso, los requisitos principales son, en primer lugar, que la declaración tendrá periodicidad anual.

“Están obligadas las personas y entidades residentes en España y los establecimientos permanentes en territorio español de residentes en el extranjero que emitan ofertas iniciales de nuevas monedas virtuales”. Cuando en estas ofertas intermedie alguno de los sujetos obligados a informar, este último ha de declararla sea cual sea la residencia de la persona o entidad que emita la oferta inicial.

La primera declaración se presentará, como las demás, a partir del 1 de enero de 2024, sobre las operaciones del año inmediato anterior realizadas desde la fecha de entrada en vigor de este real decreto.

En el extranjero…

La última obligación es la de informar sobre las monedas virtuales situadas en el extranjero. En este punto, la información declarada tendrá las siguientes características: “Están obligadas a informar sobre las monedas virtuales situadas en el extranjero las personas físicas y jurídicas residentes en territorio español, los establecimientos permanentes en este territorio de no residentes, y las entidades a las que se refiere el artículo 35.4 de la Ley General Tributaria”.

Afecta a los titulares, autorizados y beneficiarios de las citadas monedas virtuales, o a los que tengan poderes de disposición sobre ellas, o sean titulares reales a 31 de diciembre o lo hayan sido en cualquier momento del año declarado.

Las monedas virtuales deberán estar custodiadas por personas o entidades que proporcionan servicios para salvaguardar claves criptográficas privadas en nombre de terceros, para mantener, almacenar y transferir monedas virtuales, a 31 de diciembre de cada año.

La declaración comprende el nombre y apellidos o razón social o denominación completa, NIF del país de residencia fiscal, en su caso, identificación completa de cada tipo de moneda virtual, y saldos de cada tipo de moneda a 31 de diciembre expresados en moneda virtual y su valoración en euros.

Esta obligación deberá cumplirse entre el 1 de enero y el 31 de marzo del año siguiente al que se refiera la información que hay que suministrar. La presentación de declaración en los años sucesivos solo será obligatoria cuando el saldo conjunto se haya incrementado en más de 20.000 euros respecto a la última declaración.

La primera declaración se presentará exactamente igual que las ya mencionadas.

La digitalización del sector seguros requiere de la colaboración entre el insurtech y los actores tradicionales y flexibilizar el marco normativo

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Foto cedidaDe izquierda a derecha, Jorge Etreros, asociado senior de CMS; Rodrigo García de la Cruz, vicepresidente de la AEFI; y David Navarro, responsable de la vertical de la InsurTech de la AEFI

El Libro Blanco de InsurTech 2.0, elaborado por la Asociación Española de FinTech e InsurTech (AEFI) con la colaboración de CMS Albiñana & Suárez de Lezo, identifica las claves para continuar con el proceso de digitalización del sector asegurador.

Señala que es necesaria una mayor colaboración entre los operadores tradicionales y las insurtech, así como la flexibilización del marco normativo.

El objetivo principal que persigue este documento es la divulgación de los diferentes modelos de negocio que se han actualizado en el sector y que están suponiendo una gran palanca de cambio y ayuda gracias a la adaptación a las necesidades actuales de los ciudadanos.

Según recoge el Libro Blanco, la irrupción de nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) o la ‘APIficación’ del sector bancario han permitido que el sector asegurador se modernice y adapte su modelo de negocio a las demandas actuales del mercado.

David Navarro, representante de la vertical de InsurTech de la AEFI, cree que la innovación tecnológica y la disrupción marcarán el devenir para el sector en los próximos años: «Gracias al continuo diálogo que mantenemos insurtechs, regulador, mediadores y aseguradoras, estamos más cerca de construir los puentes necesarios para mejorar el sector. Nuestro vertical de empresas insurtech ha anotado en este Libro Blanco las principales barreras que deberíamos sortear como por ejemplo, aplicar la proporcionalidad en las exigencias, agregar el término ‘distribuidor de seguros’ en la ley que describe a las Agencias de Suscripción, e impulsar la ‘APIficación’ de las aseguradoras». Teóricamente, este Libro Blanco pretende servir al impulso de la digitalización e innovación del seguro.

La convivencia entre el insurtech y el sector tradicional no ha sido sencilla. Las distintas innovaciones que surgen en el sector han permitido, en muchos casos, que operadores tradicionales e insurtech encuentren sinergias entre sus modelos. En el caso del diseño del producto y toda la cadena de valor, incluyendo la captación, el precio, la agilidad en los servicios, la medición digital del bien asegurado… la amplia la experiencia y el conocimiento de las insurtech les permiten entablar alianzas con otro tipo de operadores digitales o tech, por lo que las convierten en una figura experta en el análisis de necesidades y perfiles de diferentes colectivos sociales, capaces de, además, operar con agilidad e inmediatez en los canales de distribución digital, sin importar la ubicación en la que se encuentre el consumidor.

Las insurtech han propiciado que las aseguradoras accedan a nuevas oportunidades de negocio creando productos de seguro innovadores, basados en las necesidades y demandas de perfiles de clientes de la era digital y de la inmediatez. Por otro lado, merece la pena mencionar las alianzas instauradas entre aseguradoras e insurtech, con el objetivo de realizar una mejor gestión documental y tender hacia la reducción del papel. Estas aseguradoras tradicionales contratan a insurtech proveedoras de software que, entre otras cosas, permiten que las personas ahorren más y mejor, que los siniestros se periten con mayor agilidad, o que se llegue a colectivos que antes no contrataban seguros. Probablemente serían más los casos de uso que se resuelven si existiera un impulso en la ‘APIficación’ del sector como el que dio la regulación PSD2 a la banca.

Resulta que en un canal de venta online, un cliente podría, con solo unos pocos clicks, volcar sus datos a través del API y completar sin mucho tiempo ni esfuerzo, el perfilado de su propio riesgo, recibiendo de forma inmediata la comparativa de seguros más exacta o la respuesta a su pregunta, tal y como ya hacen los chatbots basados en IA.

Conviene indicar que ya son numerosos los ejemplos en los que las insurtech, mediante el uso de la ‘APIficación’, consiguen realizar un perfilado del cliente mucho más completo y acorde que el que se realizaba tradicionalmente mediante el relleno de formularios estandarizados. Este nuevo perfilado se envía a las aseguradoras y así estas pueden amoldar sus productos a las necesidades concretas de cada cliente, constituyendo una colaboración que beneficia a todos los agentes del mercado, bien sean los asegurados, las aseguradoras o las propias insurtech.

La transformación digital también ha aportado gran valor añadido a los clientes y ha creado nuevos modelos de negocio. El uso de las nuevas tecnologías permite personalizar los productos y su precio, así como obtener, de forma completamente integrada en las transacciones de otras industrias, seguros que encajan con la necesidad y el momento del cliente, lo que era un proceso tradicionalmente tedioso. En definitiva, la digitalización permite que el producto y la venta se adapte al cliente y no el cliente al producto.

Entre los modelos que han logrado ayudar a la industria a innovar en los canales de captación de clientes y distribución de seguros, destacan los comparadores, Marketplaces y tarificadores. Estas son aplicaciones en las que se ofrece una serie de productos al consumidor, en función de las necesidades que haya manifestado, permitiéndole además comparar precios y coberturas entre sí.

También destacan las agencias de suscripción, herramientas que ofrecen productos específicos a un público objetivo, llegando a acuerdos con aseguradoras que les permitan intervenir en el diseño del producto y servicios, personalizarlo, dotarlo de su propia marca, ofrecerlo al mercado y suscribirlo por su propia cuenta. Además, la oferta de contratación 100% digital en los portales web, incluyendo seguros embebidos (o integrados).

Las regtech, por su parte, son entidades con un alto componente tecnológico que aportan soluciones que permiten a otras entidades adaptarse y cumplir los requerimientos regulatorios de diferentes sectores.

También se popularizan los chatbots, que utilizan una tecnología innovadora consistente en emplear un software de comunicación con los usuarios por medio de la IA, una especie de agente automatizado cuya finalidad es la atención de todas las necesidades del consumidor, desde la contratación a la atención de reclamaciones.

Las medidas clave

En definitiva, el Libro Blanco de InsurTech 2.0 pretende servir al impulso de la digitalización e innovación del seguro y a la transformación de la metodología tradicionalmente instaurada en el negocio. De cara al futuro, si bien se han acometido grandes pasos en la digitalización del seguro y en la innovación del sector, quedan retos que la industria aseguradora tendrá que afrontar para que pueda adaptarse a los cambios que la realidad demanda. En este sentido, desde AEFI se exponen algunas de las principales medidas que la industria reclama en aras del progreso, la innovación y el impulso de sinergias entre los operadores aseguradores tradicionales y las insurtech.

A modo de resumen, algunas de las medidas más importantes para el insurtech son: aplicar el principio de proporcionalidad en el acceso a la actividad; fomentar la digitalización del sector mediante la facilitación al acceso a la financiación pública y a los Fondos Europeos; definir la regulación sobre las actividades que puedan llevar a cabo las agencias de suscripción; actualizar el mapa regulatorio de operadores; flexibilizar requisitos especialmente estrictos para ciertas actividades; y facilitar la entrada de operadores de otros Estados miembros con otros modelos de negocio que benefician a los consumidores.

Con el objetivo de extender la confianza en el uso y empleo de APIs, resultaría adecuado llevar a cabo una serie de actuaciones, como implementar la regulación tomando como base la PSD2 o la armonización del sistema de APIs en todos los estados miembros. Sencillamente, desarrollar iniciativas sectoriales al objeto de que la DGSFP atienda las necesidades reclamadas, desde el sector insurtech como la publicación de guías de actuación interna de la DGSFP.

Evitar los peores escenarios climáticos solo reduciría el bienestar social un 2%

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En la última década, el bienestar social promedio en los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) habría disminuido aproximadamente un 2% si se hubiera internalizado el daño producido por las emisiones de CO2, evitando así los peores escenarios futuros de calentamiento global, según BBVA Research.

El PIB per cápita es el indicador más utilizado en las comparaciones de desempeño económico entre países y resulta apropiado y útil para comparar la evolución del rendimiento de una economía a lo largo del tiempo. El PIB sintetiza el valor de los flujos intercambiados en el mercado por el lado del ingreso, el gasto y la actividad.

Según BBVA Research, se trata de un indicador incompleto del bienestar económico de una sociedad, pues debería de incorporar, además del consumo realizado, la equidad en su distribución, la disponibilidad de tiempo de ocio y la esperanza de vida de la población. Además, al ser un concepto medio, el PIB per cápita no captura el efecto que tiene la distribución del ingreso en el bienestar agregado.

Además, este indicador tampoco incorpora el daño generado por las emisiones de CO2, necesarias para alcanzar niveles altos de consumo.

BBVA Research ha estimado en su último informe ‘Bienestar y coste social del carbono’ una medida del bienestar económico de la sociedad incluyendo también el coste del carbono emitido para atender el consumo realizado. El coste para la sociedad de las emisiones, y por lo tanto el precio que habría de establecerse para internalizarlo, está sujeto a incertidumbre ya que depende del valor presente de los daños futuros del cambio climático, dependientes a su vez de escenarios climáticos alternativos.

Aseguran que internalizar el coste social del carbono emitido en la última década reduciría el bienestar en el promedio de los países OCDE en aproximadamente un 2%, de acuerdo a un escenario climático de referencia. Las diferencias entre países son significativas, sobre todo dependiendo de que el uso de las emisiones por unidad de consumo sea más o menos intensivo. Además, la corrección promedio aumentaría en 0,6 puntos porcentuales si se consideran las emisiones consumidas en lugar de las producidas, ya que la mayoría de los países desarrollados son importadores netos de carbono de economías emergentes.

Entre 2010 y 2019 el bienestar social de la economía española fue en promedio el 81% del que Estados Unidos registraba en 2019. Y es que actualmente España se sitúa por debajo de las economías más grandes de la Unión Europea, como Francia y Alemania, ambas con un 99%, e Italia con un 88%. Además, se encuentra bastante alejada también de países como Bélgica, Suiza, Reino Unido, Suecia, Islandia o Finlandia.

Sin embargo, España se posiciona por encima de Portugal, Grecia, Irlanda o la República Checa y exhibe un bienestar considerablemente mayor que el de los países de América del Sur como Colombia o Chile. Asimismo, es destacable el desempeño de España en esperanza de vida y tiempo libre. No obstante, no ocurre lo mismo con la desigualdad, donde España se encuentra en peor posición que países del norte de Europa como Noruega, Suecia o Islandia.

El coste social del carbono mejora la posición relativa de la economía española dada su menor intensidad de uso de emisiones de CO2 por unidad de consumo y también por tener un nivel de PIB per cápita menor. Al ir más allá del PIB, la brecha de España con países como Estados Unidos se reduce a la mitad cuando esta comparación se realiza en términos de bienestar social.

En este sentido, apunta el informe, España se sitúa por encima del promedio de los 36 países que conforman la muestra, con un 76% en relación al bienestar neto corregido del daño de las emisiones de CO2. Ocupa así el puesto 19, justo por detrás de Japón y por encima de Irlanda. No obstante, el informe considera que todavía tiene una brecha importante que cerrar con respecto a los países más avanzados de la OCDE.

El mercado de M&A encara 2023 con optimismo alcista

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El volumen mundial de operaciones en el mercado de M&A se redujo un 22% en el primer trimestre de 2023, en comparación con el cuarto trimestre de 2022, según los resultados del último Monitor Trimestral de Desempeño de Transacciones (QDPM) de WTW. Esto puede sonar negativo, pero las conclusiones del informe de WTW apuntan a que este mercado encara 2023 con un optimismo alcista. De hecho, estos tres meses también dejan datos positivos, por ejemplo, los compradores lograron un rendimiento superior al del mercado por tercer trimestre consecutivo.

Basado en el desempeño de las acciones, las empresas que realizaron operaciones M&A superaron al mercado en general en un 1% en las adquisiciones valoradas en más de 100 millones de dólares entre enero y marzo de 2023. Según las conclusiones del documento, con este resultado continua la evolución positiva de 5,2% en el trimestre anterior.

El estudio, realizado en colaboración con el Centro de Investigación de Fusiones y Adquisiciones de la Bayes Business School, revela que el comportamiento ligeramente positivo del primer trimestre de 2023 se ha visto impulsado por la actividad de Asia-Pacífico, donde los compradores superaron el índice regional en 13,8 puntos porcentuales. Con 43 operaciones cerradas en el primer trimestre de 2023, la región experimentó un descenso del 7% en volumen, en comparación con el mismo periodo en 2022.

La actividad M&A también se ralentizó significativamente en todo el mundo, registrando sus cifras más bajas en el primer trimestre desde 2015, con 157 operaciones cerradas en todo el mundo en el primer trimestre de 2023. Esto dista mucho de las cifras alcanzadas en el trimestre correspondiente de 2022, cuando se produjeron 220 operaciones, y los tres últimos meses de 2022, con 202 operaciones.

Sin embargo, la ralentización de la actividad ha sido mucho más pronunciada en otras regiones. El rendimiento de los compradores norteamericanos fue inferior al de su índice en 3,9 puntos porcentuales, con 79 operaciones cerradas entre enero y marzo, lo que representa un descenso del 32% en la actividad de fusiones y adquisiciones, en comparación con el primer trimestre de 2022. Los operadores de M&A de Europa, quienes siguen enfrentándose a más perturbaciones e incertidumbre, obtuvieron unos resultados inferiores a los de su índice en 7,4 puntos porcentuales, con 30 operaciones cerradas en el primer trimestre de 2023. Esto supone un importante descenso del 39% en volumen, en comparación con el primer trimestre de 2022.

Beatriz Pavón, responsable del área M&A de WTW para la región mediterránea, ha asegurado que el fuerte descenso de las operaciones de fusiones y adquisiciones cerradas este trimestre tiene una explicación clara: «Es el efecto inevitable de la resaca tras un asombroso 2021. Situación que se ha visto agravada, además, por las dificultades macroeconómicas y geopolíticas que afectaron al mercado el año pasado”.

Al mismo tiempo, los mercados de fusiones y adquisiciones distan mucho de estar cerrados. Según Pavón, el número de operaciones en curso no ha disminuido en absoluto, pero muchas han avanzado más lentamente hacia su conclusión, o se han detenido, ya que «los compradores adoptan un enfoque más prudente y aplican una política de esperar y ver». Los responsables de las operaciones siguen siendo bastante optimistas y creen que la actividad M&A aumentará en el segundo semestre de 2023, a medida que los mercados se estabilicen y los tipos de interés se nivelen”.

La necesidad de adoptar nuevas tecnologías y talento, llegar a nuevos mercados y reinventar las cadenas de suministro para aumentar la resiliencia ha hecho que las operaciones intersectoriales alcancen su nivel más alto desde que comenzó el estudio de fusiones y adquisiciones de WTW en 2008.

Los datos de WTW también muestran que el tiempo medio para cerrar operaciones en el primer trimestre de 2023 ha sido el más lento desde 2008, ya que el 71% de todas las operaciones tarda ahora al menos 70 días en completarse, comparado con el 53% de hace menos de 18 meses. Esta tendencia está directamente relacionada con el aumento de las adquisiciones intersectoriales, que suelen requerir más tiempo de evaluación y valoración antes de cerrarse, así como con la necesidad más generalizada de una due dilligence sólida, tanto desde el punto de vista del rendimiento como de la gestión de riesgos.

Según Beatriz Pavón, hay enormes oportunidades a explorar para adquirir empresas, especialmente corporaciones y fondos de capital privado con altos niveles de capital. Algunos sectores que han resistido o se han beneficiado de la pandemia, como el tecnológico o sanitario, podrían seguir experimentando una fuerte demanda. «También se espera una consolidación definitiva en el sector bancario, mientras que el sector de la tecnología, los medios de comunicación y las telecomunicaciones (TMT) nunca ha estado tan en auge», afirma.

Además, piensa que para los compradores que persiguen acuerdos en el incierto clima económico actual, será muy importante llevar a cabo una due dilligence disciplinada y profundizar en las debilidades potenciales del objetivo. Retener e integrar a los nuevos empleados una vez cerrada la operación también será fundamental para que la adquisición aporte valor, sobre todo si lo que se busca es potenciar el talento mediante la adquisición. En este contexto, es prioritaria una política de incentivos de retención bien elaborada, especialmente en el ajustado mercado laboral actual.

La metodología empleada en Monitor Trimestral de Desempeño de Transacciones de WTW comienza con un análisis realizado siempre desde la perspectiva del adquiriente. Una vez dado el primer paso, la evolución del precio de las acciones en el estudio trimestral se mide como variación porcentual del precio de las acciones desde seis meses antes de la fecha del anuncio hasta el final del trimestre. Entonces se eliminan todas las operaciones en las que el adquiriente posea menos del 50% de las acciones tras la adquisición, por lo que no se han tenido en cuenta las compras minoritarias. También eliminan todas las operaciones en las que el adquiriente posea más del 50% de las acciones antes de la adquisición, por lo que no se tienen en cuenta las compras restantes.

La política monetaria, el dólar y los riesgos geopolíticos marcarán la senda del oro

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El sentimiento sobre el mercado del oro ha mejorado considerablemente. Este activo refugio tuvo un mes de marzo muy bueno, registrando una subida de más de un 8%, impulsado por las turbulencias del sistema bancario, la debilidad del dólar y la bajada de los tipos de interés.

Según confirma Carsten Menke, Head Next Generation Research en Julius Baer, esta tendencia se inició tras las turbulencias del sector bancario estadounidense y estuvo apoyado en los temores a una recesión. Todo ello ha empujado los precios del metal precioso por encima de los 2.000 dólares la onza. 

Para Menke, la cuestión de una recesión en EE.UU. es, de hecho, la más importante para el oro. “Una recesión inminente no sólo atraería a los buscadores de refugio al mercado en mucha mayor medida que en la actualidad, sino que también impulsaría a la Reserva Federal de EE.UU. a invertir su actual régimen de ajuste monetario. De hecho, este cambio de rumbo ya se ha descontado en los mercados desde el inicio de las turbulencias bancarias en EE.UU. y, por tanto, ha contribuido decisivamente a la subida de los precios del oro en las últimas semanas”, explica. 

Sin embargo, el experto de Julius Baer mantiene que EE.UU. evitará la recesión y ve improbable que se materialice una rápida reversión de la moneda estadounidense. “Por lo tanto, reiteramos nuestra opinión prudente sobre el oro, pero reconocemos, al mismo tiempo, que los riesgos de los precios a corto plazo están sesgados al alza por ahora”, añade. 

Pese a la matización de Menke, Benjamin Dubois, responsable de Overlay en Edmond de Rothschild AM, considera que el entorno sigue siendo especialmente favorable para el metal precioso y, en particular, para el oro físico. “En primer lugar, el oro es una protección contra el riesgo sistémico. Contenido a corto plazo, no ha desaparecido por completo. Las consecuencias de la crisis bancaria se dejarán sentir sin duda durante muchos meses”, afirma. 

Además apunta que una ralentización o incluso el fin del endurecimiento de las políticas monetarias por parte de los bancos centrales a ambos lados del Atlántico abre nuevas perspectivas para el metal amarillo. “La crisis bancaria y el mayor riesgo de recesión deberían animar a los banqueros centrales a aplicar políticas monetarias más acomodaticias y reducir el ritmo de subidas de tipos. En un contexto en el que la inflación se mantiene en niveles elevados, el oro debería beneficiarse de este cambio de tendencia”, argumenta Dubois.

Respecto a la fuerte apreciación del dólar estadounidense, que ha penalizado aún más el precio del oro en 2022, comenta que el entorno parece menos favorable para la divisa estadounidense (nivel elevado, ralentización de las próximas subidas de tipos, crisis bancaria) y la probabilidad de una corrección a la baja (iniciada a finales de 2022) es mayor.

Factores que marcan el precio

Desde Invesco señalan que antes de analizar qué podría ocurrir con el oro a corto plazo es necesario comprender qué condiciona su precio. “Entre los factores que influyen en el mismo figuran los tipos de interés, la rentabilidad de los bonos, la inflación, el dólar, la situación económica y la geopolítica. Algunos de estos factores están interconectados, lo que significa que si uno aumenta, los otros también lo harán, y viceversa. Esto suele ocurrir con la inflación, los tipos de interés, la rentabilidad de los bonos y el dólar. Por otra parte, la preocupación por la geopolítica suele existir con independencia de esos factores. Cuando ciertos factores presionan contra el precio del oro mientras otros lo apuntalan, a menudo todo se reduce a cuál de esas fuerzas los inversores consideran más potente o persistente”, explican. 

Según su visión, los sucesos del año pasado aportaron algunos ejemplos útiles que muestran cómo se ha comportado el oro en determinadas condiciones. Por ejemplo, cuando Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022, algunos inversores trataron de reducir su riesgo con activos que percibían como posibles “refugios de seguridad”, como los bonos del Tesoro estadounidense y el oro, lo que provocó un repunte de los precios. En este sentido, en 2022 la subida de tipos y la apreciación del dólar fueron dos factores determinantes en el precio del oro. 

De cara a este año, según el análisis que hacen desde Invescco, los mercados han comenzado a descontar una fecha prevista para que la Fed deje de subir los tipos de interés y tratan de determinar en qué nivel se situarán cuando finalmente detengan su escalada; es decir, el pico o tipo de interés terminal. “No obstante, algunos datos económicos siguen siendo preocupantes, especialmente los de inflación y empleo, lo que dificulta que los inversores puedan predecir con cierta seguridad qué hará la Fed. Cuando se despeje el panorama y los inversores puedan realizar predicciones con mayor confianza, cabe esperar que disminuyan los problemas derivados del ascenso de los tipos, la rentabilidad de los bonos y el dólar”, añaden. 

Por otro lado, desde Invesco recuerdan que las amenazas geopolíticas y económicas en un sentido amplio podrían, en ese caso, pasar a un primer plano, y sería ahí cuando el oro probablemente repuntara. En este sentido, argumentan: “Los informes apuntan a que Rusia está preparando una nueva ofensiva y Occidente parece dispuesto a financiar a Ucrania todo el tiempo que sea necesario. Y mientras ese conflicto sigue enconado, las tensiones entre China y Occidente, sobre todo, con Estados Unidos, podrían escalar por la situación de Taiwán”.