Christian Rouquerol: «La inversión en REITs puede proveer cobertura cuando las expectativas de inflación se encuentran al alza»

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En un entorno inflacionario como no se veía en décadas, la inversión en Real Estate Investment Trusts (REITs) puede proveer cobertura a los inversores por la correlación de los activos reales con los intereses reales a corto plazo y el PIB a largo plazo. Sin embargo, Christian Rouquerol, director de Ventas de Tikehau IM Iberia, considera que es importante seleccionar los activos por clase y localización para que esto se produzca. Para ello, el experto explica las características del fondo SS1 de Sofidy, subsidiaria de Tikehau Capital.

Con la inflación desbocada a escala mundial, ¿podría la inversión en REITs convertirse en una buena estrategia de cara a enfrentar la subida de precios?

Los activos reales están fuertemente correlacionados con los intereses reales en el corto plazo y con el crecimiento del PIB real a largo plazo. Por tanto, esta clase de activo provee a sus inversores de una interesante cobertura cuando las expectativas de inflación se encuentran al alza.

Por ejemplo, el segmento comercial se beneficia de la indexación regulatoria de sus rentas al IPC, aunque con diferentes patrones dependiendo de cada país. En consecuencia, la inflación impulsa el crecimiento orgánico del precio de los alquileres con un decalaje de entre 6-14 meses desde el pico de la subida de precios hasta el impacto en las partidas de pérdidas y ganancias.

Por su parte, la sostenibilidad de la subida de los precios de las rentas y la capacidad del segmento inmobiliario de posicionarse como un activo capaz de hacer seguimiento de la inflación depende de la capacidad de fijación de precios de las compañías y del crecimiento del mercado. En ese sentido, creemos que de forma genérica el sector no cuenta con la suficiente capacidad de fijación de precios para alcanzar el crecimiento real a largo plazo, especialmente en las ciudades de la periferia.

En cambio, sí creemos que, para determinadas localizaciones y clases de activo específicas, sí que existe espacio para crecimiento en las rentas e incremento de valor en el largo plazo. Especialmente si tenemos en cuenta el crecimiento en los salarios en zonas urbanas céntricas y el incremento de la proporción del valor del terreno en el total de los activos (fuerte correlación entre el crecimiento real y el valor del suelo a largo plazo). Esto último está asociado a las tendencias demográficas y sociales potenciadas por fuertes barreras de entrada y escasez de suministro (autoalmacenaje, logístico).

Respecto al mercado residencial (especialmente en Alemania dentro de Europa) se beneficiará muy levemente de un efecto pass-through en el corto plazo (salvo aquel crecimiento de rentas proveniente de los programas de inversión en CAPEX). Sin embargo, a largo plazo sí puede ser una buena apuesta de cobertura contra la inflación. Las rentas indexadas y de mercado se acercan bastante al IPC cuando tomamos un horizonte superior. Además, las principales ciudades cuentan con potencial para el incremento de las rentas actuales, lo que actuaría como efecto amortiguador.

Sofidy, subsidiaria de Tikehau Capital, cuenta con un track record de inversión en REITs especialmente notable durante los últimos años a través del fondo Sofidy Selection 1 (SS1), 5 estrellas Morningstar. ¿Cuáles son los puntos clave de la estrategia?

SS1 mantiene una filosofía de inversión flexible y reactiva. Tan solo el 64% del índice de referencia (FTSE EPRA Eurozone, NR0EUE) está representado en nuestra actual cartera. La estrategia del fondo se ha centrado en invertir en segmentos nicho de mercado fuera del «universo del benchmark» que han aportado una contribución de riesgo marginal y un perfil atractivo en lo que a retornos a largo plazo se refiere. Algunos de estos sectores son los que comentábamos como aquellos con mayor capacidad de fijación de precios (logístico, autoalmacenaje, centros de datos, torres de telecomunicación). También, cerca del 20% de los activos del fondo están invertidos fuera de la eurozona lo que nos permite ser oportunistas en términos de exposición a clases de activo de alto crecimiento (casas prefabricadas, parques recreativos, life science campus).

Todo ello ha favorecido a construir un perfil atractivo en el medio y largo plazo como indican los resultados en la mayoría de los indicadores de retorno/riesgo:

  • Un ratio de sharpe (ex-post) superior al índice de referencia en todos los horizontes temporales (0,85 vs 0,43 a un año a 31 de marzo).
  • Un ratio de información (ex-ante y ex-post) superior en todos los horizontes temporales (1,72 año a 31 de marzo) y consistentemente por encima de 1 en todos los ciclos de inversión.
  • Una de las menores Betas de mercado (0,85 a un año y consistentemente por debajo de 0,80) y una de las mayores creaciones de valor o generaciones de Alfa (8,4% a un año y positiva en términos generales).

Tras una recuperación muy positiva durante la primera mitad de 2021 y algo más de volatilidad e incertidumbre en los últimos meses, ¿cuáles son vuestras perspectivas para la clase de activo?

Bajo nuestro punto de vista, el actual panorama macroeconómico puede ser positivo para determinadas subclases de activos. Los REITs pueden ser una de estas subclases por diferentes motivos.

Las políticas monetarias persisten y entendemos que persistirán especialmente expansionistas en el futuro previsible en la eurozona. Para enfrentar las presiones inflacionistas, el Banco Central Europeo debería aumentar los tipos de interés a corto plazo por encima de los 500pbs, mientras que los mercados, si echamos un vistazo a los futuros del €STR, estiman subidas entre 120-125pbs para final de 2023. Sin embargo, dos factores limitan la probabilidad de un escenario como este: los riesgos exógenos pueden tomar parte en el crecimiento esperado entre 2022 y 2023 y las valoraciones de los activos de riesgo si lo comparamos con la década de los 80 son especialmente elevadas, lo que supone un efecto negativo sobre la riqueza por el aumento del impacto de la trayectoria de los tipos de interés en las economías.

La fuerte escalada de la inflación hace que el actual sólido ritmo de asignaciones al mercado de renta fija sea especialmente poco atractivo teniendo en cuenta la inacción del BCE sobre los tipos a corto plazo. Las duraciones intermedias están siendo golpeadas mecánicamente, mientras que aquellas con mayor duración están sufriendo incluso más desde comienzo de 2022. Este fenómeno se debería hacer sentir con el comienzo del tapering durante este año. Por ello, creemos que esta decisión podría hacer converger la prima de riesgo del mercado de real estate (vs investment grade y high yield) con su media a largo plazo (ver gráfico de abajo). Consecuentemente, vemos un espacio significativo para el real estate comercial en los mercados privados.

 

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Eventualmente, en un entorno con una distribución más equilibrada del valor generado entre accionistas y empleados en el medio plazo, con un impacto sobre los márgenes comerciales que probablemente se mantendrá alto en términos históricos, esperamos que el sector del real estate, que no genera ganancias por productividad y no es intensivo en mano de obra, debería beneficiarse comparativamente gracias a sus márgenes resilientes.

ABS AAA senior a tipo flotante europeos: una clase de activo líquida y defensiva

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Ibrahim Boran Euros
Pixabay CC0 Public DomainIbrahim Boran. Ibrahim Boran

En un entorno de mayor inflación y futuras subidas de los tipos de interés, los inversores han comenzado a ver erosionado el valor real de sus posiciones en efectivo y a experimentar la falta de protección de la renta que generan los bonos a tipo fijo, por no hablar del potencial significativo de minusvalías en estas posiciones.

Dada la incertidumbre que se avecina, y especialmente el riesgo de duración presente en muchas carteras de renta fija, muchos inversores reevalúan sus asignaciones defensivas y buscan diversificación frente a la deuda soberana y corporativa, minimizando al mismo tiempo la carga del efectivo en la rentabilidad total de sus carteras.

En la opinión de M&G Investments, las titulizaciones de activos (ABS o asset-backed securities) AAA senior a tipo flotante europeas representan un medida protectora potencial que los inversores suelen pasar por alto en tales circunstancias.

Evaluar el papel del efectivo en una cartera

El primer paso hacia la reasignación de posiciones en efectivo hacia activos defensivos más rentables es clarificar el papel del efectivo en una cartera. La gestora cree que los inversores suelen tener efectivo en cartera por tres motivos, a menudo en el siguiente orden de prioridad:

  1. Seguridad
  2. Liquidez
  3. Renta

En última instancia, el efectivo debería ser seguro y líquido. Este es el motivo por el que los inversores depositan asignaciones en efectivo (a veces muy grandes) en cuentas de custodia, pese al hecho de recibir TIR negativas (ya sea en términos reales o nominales).

En la opinión del equipo de titulizaciones de activos (ABS) de M&G Investments, todo inversor con depósitos de efectivo tan grandes debería considerar redefinir esta asignación en base a tres cestas separadas, cada una de ellas concentrada en satisfacer necesidades específicas a lo largo del espectro de seguridad/liquidez/renta.

M&G Investments

Se podría considerar cada una de estas asignaciones en efectivo en base a las necesidades diarias inmediatas del inversor, a oportunidades tácticas a corto plazo y al efectivo a mantener durante un plazo mínimo de 6 a 12 meses, del siguiente modo:

Inmediatas (efectivo): cabe esperar que esta representaría la mayor parte de la asignación en efectivo de un inversor. Este efectivo se mantiene en cuentas de depósito para financiar flujos de caja diarios de explotación y proporcionar una reserva de seguridad a fin de cubrir eventuales requisitos de liquidez inesperados.

Tácticas (efectivo): podría consistir en efectivo o fondos monetarios mantenidos para satisfacer requisitos conocidos en un horizonte de tres a seis meses. También puede proporcionar flexibilidad para reasignarse en otras clases de activos, por ejemplo, para explotar oportunidades de inversión tácticas.

Estratégicas (activos líquidos y defensivos): para proporcionar una prima de renta respecto a las posiciones en efectivo y mejorar la diversificación de cartera mediante activos líquidos de calidad elevada. Los inversores deberían estar dispuestos a mantenerlos en cartera durante un plazo mínimo de 6 a 12 meses.

Es importante recordar que estos activos defensivos más rentables no pueden sustituir completamente la asignación en efectivo de un inversor, sino más bien complementarla en el marco de un enfoque integral de gestión de liquidez y asignaciones defensivas.

Una clase de activos líquida y defensiva

El equipo de titulizaciones de activos (ABS) de M&G Investments cree que una reasignación estratégica en ABS AAA senior a tipo flotante europeos puede abordar los retos de seguridad, liquidez y renta a los que se enfrenta el inversor hoy en día.

En un entorno dominado por la incertidumbre geopolítica, riesgos de inflación y subidas de los tipos de interés, en M&G creen que un enfoque multicapa de asignación en efectivo, incluida una reasignación a productos alternativos como los ABS AAA senior a tipo flotante europeos, podría ayudar a reducir la carga del efectivo en las rentabilidades de inversión, manteniendo al mismo tiempo el acceso a liquidez y seguridad.

 

 

 

Información importante:

El valor de los activos podría tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. No puede garantizarse que la estrategia alcance su objetivo y es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente. Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.

Exclusivamente para inversores profesionales. Prohibida su posterior distribución. Ninguna otra persona o entidad debe utilizar la información contenida en el presente documento. Esta información no constituye una oferta ni un ofrecimiento para la adquisición de acciones de inversión en cualquiera de los fondos de M&G. Promoción financiera publicada por M&G International Investments S.A. Domicilio social: 16, boulevard Royal, L 2449, Luxembourg. 698002 / MAR22

Industria aeroespacial, renta variable value y small caps europeas: oportunidades de inversión en un entorno incierto

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Pixabay CC0 Public Domain. oportunidad

La recuperación económica tras la pandemia se ha visto ensombrecida por la guerra en Rusia y Ucrania, que tiene como consecuencia una ralentización en el crecimiento pero también una espiral inflacionista, sobre todo en el precio de la energía. Esos elementos, junto a las tendencias restrictivas de los bancos centrales, nos dejan un escenario con serias amenazas de estanflación, agravado por ese viento en contra que suponen las políticas de las autoridades monetarias.

En este complejo entorno, hay estrategias que pueden ayudar a los inversores a despejar el camino, ofreciendo interesantes oportunidades: renta variable con estilo value, acciones europeas de compañías de mediana y pequeña capitalización, empresas relacionadas con la temática espacial, real estate europeo cotizado, fondos multiactivo y deuda emergente con corta duración son ideas que ofrecieron los expertos de DPAM, Jupiter Asset Management, La Financière de l’Echiquier, Lonvia Capital, ODDO BHF Asset Management y T. Rowe Price en el marco de la segunda edición del Funds Society Investment Summit, que se celebró los pasados 21 y 22 de abril. Destacamos en este artículo tres de esas ideas.

Oportunidades en renta variable: small y midcaps europeas

En renta variable, y en medio del temporal que viven los mercados, entre conflictos bélicos, pandemias, y una inflación creciente, uno de los espacios donde se pueden encontrar opciones es en la renta variable europea de mediana y pequeña capitalización. Así lo defendió Lonvia Capital, que explicó su estrategia de inversión en este segmento del mercado. “Invertimos en compañías innovadoras con modelos de negocio robustos y que ofrezcan atractivas oportunidades de crecimiento”, comentaba Cyril de Vanssay, director adjunto de inversiones de Lonvia; y lo hacen además buscando el mejor momento, el “sweet spot”, para entrar en su capital. “Invertimos en la mejor parte del ciclo de vida de las compañías y lo hacemos con un horizonte de largo plazo”, añadía.

Todas las compañías en las que se posicionan cuentan con altos márgenes, fuertes flujos de caja, fuertes balances y poder de fijación de precios, algo más importante que nunca en un entorno inflacionista. Además, se encuentran en sectores en crecimiento, y son innovadoras (tanto en el ámbito de la tecnología que aplican como a la hora de crear nuevos productos), y son capaces de gastar y de acometer una expansión internacional, explicaba el director adjunto de inversiones –de hecho, gran parte de su beneficio procede de otros mercados, como puede ser el estadounidense-. “No queremos cash ni dividendos; buscamos compañías que inviertan en proyectos que acaben ofreciendo altos retornos en las inversiones”, explicaba De Vanssay.

Y, como consecuencia, suelen ser firmas que viven altos crecimientos y cuya rentabilidad operacional mejora mucho con el tiempo. Como ejemplo, Sartorius Stedim Biotech, firma en la que empezaron a invertir en 2008, cuando contaba con 300 millones de euros de capitalización y que ahora presenta un tamaño de 30.000 millones. Son, en definitiva, firmas que crean valor a largo plazo.

“Sabemos lo que no queremos: compañías que estén únicamente en mercados maduros y no estén en mercados en crecimiento, que no sean innovadoras o que dependan de factores externos como la evolución de los tipos de interés o el precio de las materias primas (nunca invertimos en bancos o petroleras). Tampoco queremos “concept stocks” (queremos modelos de negocio robustos) o firmas que se beneficien del efecto positivo de modas o tendencias de corto plazo”. Por ejemplo, las empresas de delivery, muy beneficiadas en la pandemia pero cuyo crecimiento no es estructural: por eso evitaron invertir en ellas en los momentos álgidos del COVID.

Sus carteras, tanto de sus fondos de midcaps (tanto europea como en la zona euro) como el de small caps europeas, se construyen como resultado de una estrategia pura de selección de valores o stock picking. En la actualidad, y en el Lonvia Avenir Small Cap Europe, como resultado de ese proceso, el 40% de la cartera está en firmas de tecnología médica (en Europa hay muchas compañías innovadoras en temas como diagnósticos), el 30% en empresas relacionadas con el boom de la innovación digital, un 20% en la industria de automatización y logística 4.0 y un 10% en nichos de negocios de crecimiento específicos. Sobre las valoraciones, el experto respondía: “La idea no es invertir en una compañía porque es barata, sino porque crece y tiene un modelo robusto de crecimiento”.

En cuanto al proceso de inversión, siguen una estrategia pura de selección de valores, pero también un sólido proceso de construcción de carteras. Cuando les gusta una firma, en principio invierten solo el 0,5% -1% de la cartera, “para evitar apostar en vez de invertir”, y con el tiempo, si la compañía se desarrolla bien y el riesgo baja, van incrementando posiciones y asignando más capital. Si nos gusta una firma ya podemos invertir un 3%-6%, pero eso se construye con el tiempo”, explicaba el experto. Nunca pensamos que tenemos razón y que el mercado se equivoca: tenemos fuertes convicciones pero tratamos de no ser estúpidos y si nos equivocamos, paramos”, añadía. Además, en su proceso tienen en cuenta la asimetría de riesgo-retorno, lo que facilita la generación de alfa.

En conclusión, en Lonvia solo hacen stock picking, son inversores de largo plazo (“el corto plazo suele ser ineficiente, así que evitamos su volatilidad, porque es la mejor forma de captar la creación de valor de las compañías”, decía el experto), solo invierten en “compañías que tienen el futuro en sus manos” y no dependen de factores externos como el precio de petróleo o los tipos de interés, y que presentan altas oportunidades de crecimiento, altos márgenes, y alto poder de fijación de precios. Y que cuentan con el apoyo de accionistas de largo plazo como familias, gestores o emprendedores que apoyan su estrategia de crecimiento.

Sus tres fondos están clasificados bajo el artículo 9 y obtuvieron una rentabilidad muy positiva el año pasado, con un alfa en midcaps por encima del 20% y en small caps por encima del 13%. Si bien en lo que va de año los fondos han caído más que el índice, desde Lonvia esperan una continuidad de lo vivido en años anteriores y se muestran tranquilos por los buenos fundamentales de sus inversiones, “que suponen para los próximos años toda una ventana de oportunidades”.

Oportunidades en renta variable: la temática espacial

Siguiendo con las oportunidaes en bolsa, en el espacio de la inversión temática destacó la ponencia de La Financière de l’Echiquier, que habló de la última frontera de la inversión que implica mirar a la industria espacial, una industria de muy largo plazo y de evolución muy prometedora. “En 1902 se daba un margen 100 años para volar, algo que llegó solo un año más tarde. 66 años después pasamos del primer vuelo a la llegada a la Luna y es difícil imaginar qué podría pasar ahora. La innovación es exponencial en la industria aeroespacial: en 2035 podríamos pensar que estaremos colonizando Marte o tener una estación espacial alrededor de la Luna… el ecosistema espacial desafiará a la imaginación, seguirá sorprendiendo”, aseguraba Rolando Grandi, gestor de la entidad. 

Es más, estamos ante una megatendencia, de muy largo plazo y que tiene muchos años por delante: “Estamos entrando en un momento de la historia en el que podemos pensar que se podrá permitir la vida humana multiplanetaria”, llegó a aventurar el experto.

Esta evolución también deja claro que la temática no es nueva, existe desde los años 60 y ahora está acelerándose, pasando de los 400.000 millones de dólares de tamaño actual del mercado espacial, a los potenciales 2,7 billones de dólares en 2045, lo deja a la vista una gran oportunidad de inversión y, a diferencia de lo ocurrido en las últimas décadas, con protagonismo del sector privado.

La economía espacial 1.0. se desarrolló en el contexto de la Guerra Fría y las empresas eran fundamentalmente militares, nunca tuvo como objetivo reducir costes ni consideraciones ASG. Pero ahora es diferente, la industria 2.0 está cambiando, por tres elementos: el espacio ya no es un ecosistema propio del sector gubernamental sino que se da cabida al ser sector privado, se centran en bajar costes, con una tecnología e innovación sin límites, y tiene que afrontar el desafío de la ESG, con asuntos como la gestión de basura espacial, el uso de combustibles limpios, la creación de un positivo impacto social y la necesidad de buen gobierno corporativo”, explicaba Grandi.

Su fondo Echiquier Space –lanzado el año pasado con esa idea de que estamos al inicio de una nueva tendencia en la temática-, cuenta con una cartera concentrada, posicionada en 25-35 nombres (actualmente en 32) e invierte en una selección de empresas que desarrollan sus actividades en el espacio; que operan entre la Tierra y el espacio, o que trabajan en tierra a favor del desarrollo del ecosistema espacial, así como empresas con tecnologías universales que fomentan el auge de esta nueva conquista del espacio. Así, el fondo se centra en cuatro temáticas propias: Desde el espacio (actividades desarrolladas en el espacio, como satélites, constelaciones de satélites y otros activos espaciales, por ejemplo); Entre la Tierra y el espacio (envíos al espacio y regreso a la Tierra, así como soluciones de comunicación entre ambas esferas); Desde la Tierra (actividades en la Tierra que abarquen, por ejemplo, la fabricación de satélites, procesos de robotización y automatización, la gestión operativa de puertos espaciales, así como empresas que apoyen el desarrollo del ecosistema espacial); y Tecnologías transversales, habilitantes (actividades de desarrollo espacial, desde la conectividad hasta los semiconductores, pasando por las impresoras 3D).

Además, y aunque el fondo no es ASG propiamente, está alineado con la visión ISR de la gestora, por lo que LFDE hace hincapié en favorecer a las empresas que, gracias a sus productos o servicios, contribuyan a una industria espacial sostenible. El gestor destacó el código “Space for good”, un código ASG propio según el cual vigilan que las empresas tengan políticas estrictas de no dejar basura espacial, por ejemplo. “Existe un código ASG específico dedicado al fondo, para posicionarnos en el espacio 2.0 y no en el 1.0.”.

El fondo invierte en todas las geografías, en muchas firmas estadounidenses, algunas europeas y aún pocas asiáticas, porque son aún detenidas por el estado o no están todavía en los mercados, aunque eso está cambiando y desde la gestora están haciendo mucho seguimiento de startups. Algunas empresas en cartera son Maxar Technoligies, Rocket Lab, Iridium Communications, Arquit Quantum, Taiwan Semiconductor, Nvidia, Planet Labs, ASLM o Amazon…

El año pasado fue el momento de lanzar el fondo, tras la creación en 2015 de un producto de robótica y en 2018 de otro de inteligencia artificial en LFDE: “Para mí era evidente que lo siguiente era el espacio, pero aún no había suficientes empresas; ahora sí”, comentaba el gestor. Su universo se compone de unas 170 firmas, de las que hay que restar 40 militares y, de las 130 restantes, seleccionan 25-35. “La idea es invertir en el ecosistema espacial y ver cómo cada empresa aporta”, apostillaba el experto.

Oportunidades en renta variable: mirando al value

También una atractiva ventana de oportunidades es la que ofrece la inversión en el terreno value: de ello habló Andrew Clifton, especialista de carteras de la división de renta variable de T.Rowe Price, gestora que basa su gestión en los fundamentales y que cuenta tanto con estrategias dentro del segmento de crecimiento como el de valor.

No vemos la inversión en value como una religión separada de la inversión growth o core; creemos que los fundamentales y las valoraciones importan”, defendió. Y los gestores value dan especial importancia a estas últimas. “En diferentes ciclos de mercado y momentos, las compañías que generan retornos son diferentes: ahora, algunas growth están haciéndolo peor y se mira más al value, pero a lo largo del tiempo vemos un set de compañías diferentes que proporcionan rentabilidades”, explicaba el experto.

Según su visión, estamos moviéndonos hacia un mundo diferente, con una inflación más alta, mayores tipos de interés, cambios en políticas fiscales y un mundo que necesita una transición verde. En este contexto, “las compañías ahora necesitarán capital y ofrecerán mejores oportunidades de crecimiento si están en el lado bueno del cambio”, en el lado bueno de esa transición ESG. “Esto supone un contraste con respecto a la última década porque ahora la adaptabilidad a los cambios es fundamental debido al gran nivel de disrupción que vivimos: muchas compañías value han hecho esa transición, o están trabajando en ella, pero en los próximos años habrá obstáculos y todavía hay firmas que invierten en industrias tradicionales que necesitarán acometer cambios”, advertía el experto.

Sobre el nivel actual de oportunidades de inversión en el universo value, en el marco de una rotación del growth al value, reconoce que son menores a las de hace dos años, cuando las valoraciones frente al growth eran mucho más bajas: ahora la oportunidad está más equilibrada. Pero todavía compensa por el nivel de riesgo asumido.

En el evento, la gestora presentó su fondo T. Rowe Price Global Value Equity, lanzado en 2012 y que se posiciona en 80-100 valores (actualmente en 99), seleccionados a partir de un universo de 4.000 nombres, de los que los analistas se centran en 400 y seleccionan para el fondo hasta una cuarta parte, con una estricta disciplina de venta. Con respecto al proceso de inversión, se centra en una idea, que da título a la presentación: la controversia como creadora de oportunidades de inversión. “Lo que hay que hacer es trabajar con analistas y gestores para entender la naturaleza de la controversia, o la incertidumbre, y ver si se puede resolver, y aprovechar las sobre reacciones de los mercados”, explicaba el experto. Como los mercados pueden ser ineficientes (y la percepción cambiar mucho más rápido que el valor intrínseco de las compañías), se trata de analizar los fundamentales de las compañías para ver si la controversia puede resolverse… o no.

Otro punto clave de la estrategia su capacidad para invertir en todo el espectro value, tanto en valores defensivos y de alta calidad como en nombres más cíclicos o “deeper value”, puesto que diferentes nombres pueden ser efectivos en diferentes momentos del tiempo. “Con esta diversificación buscamos ofrecer una rentabilidad con menor volatilidad. Tenemos flexibilidad para encontrar las mejores ideas y oportunidades a nivel global y en todos los escenarios de mercado, de forma equilibrada en el espectro value”, indicaba Clifton. También consideran clave entender el escenario de inversión ESG, que “puede proporcionar una visión crítica” y llevarles hacia ideas como vehículos eléctricos en el mundo de la automoción o del “acero verde” en el industrial. “Se trata de entender los retos e invertir. Si un negocio no puede navegar en este entorno, puede dar una pobre rentabilidad y podemos encontrar trampas de valor”, decía el experto. Con respecto a la gestión de riesgos, controlan las posiciones de forma individual para asegurar que un error no tenga consecuencias en la cartera.

Sobre el posicionamiento, actualmente el fondo sobrepondera los sectores de healthcare o financiero. “Históricamente hemos tenido más exposición a EE.UU. en financieras, pero en los últimos meses hemos entrado en algunas aseguradoras y también en bancos en otras partes del mundo, en parte porque los bancos estadounidenses se han encarecido, y porque el ciclo de tipos se ha acelerado más de lo esperado”. Por ello, vendieron por ejemplo JP Morgan en el primer trimestre y compraron firmas como AIG o BTG Pactual en Brasil. El fondo también está ligeramente sobreponderado en el sector de la energía, aunque su posición a principios de año era la contraria. Las mayores infraponderaciones están en sectores típicamente de crecimiento como IT o consumo discrecional, pero aun así encuentran algunas oportunidades (como el sector de semiconductores anteriormente, del que ahora están saliendo). Por geografías, infraponderan EE.UU. porque están encontrando oportunidades en otros mercados, como Japón, emergentes y también Europa.

T.Rowe destaca por situarse entre las compañías globales con mayor número de analistas, 390. Se centra al 100% en analizar compañías y emisiones concretas. Aunque a la gestora se le asocia con la inversión growth, desde finales de los años 80 ha venido construyendo una franquicia relevante en estrategias value –tanto en el mercado estadounidense como emergentes, o global-, siendo clave para la diversificación de su gama. Y ya alcanza más de 227.000 millones de dólares en estas estrategias.

¿Puede el mundo vivir sin el petróleo ruso?

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Foto cedida. ¿Puede el mundo vivir sin el petróleo ruso?

El poder de Rusia en la escena mundial se apoya en sus vastas reservas de petróleo y gas. Desde la invasión de Ucrania, los países occidentales han intensificado las sanciones, incluyendo las propuestas para prohibir en alguna medida las exportaciones de petróleo de Rusia, un movimiento que la Comisión Europea está valorando seriamente. Pero la ampliación y aplicación de un embargo petrolero tendrá consecuencias de gran alcance para todas las partes.

El mundo occidental está atónito ante el sufrimiento del pueblo ucraniano. Las consecuencias económicas mundiales del conflicto también podrían ser graves, porque Rusia y Ucrania son grandes exportadores de productos básicos vitales. Para las democracias occidentales, presionar para detener el conflicto tendrá probablemente un coste, porque Rusia es el tercer productor mundial de petróleo, con un 12% de la producción mundial. Aunque una prohibición del petróleo ruso perjudicará a la mayor fuente de ingresos del invasor, su eficacia depende de la solidaridad de los países occidentales ante las dificultades económicas y los riesgos de escalada del conflicto.

La invasión rusa pone de manifiesto la vulnerabilidad de Occidente

Los mercados del petróleo ya estaban desabastecidos antes del estallido de la guerra; ahora se dirigen a un mayor déficit. En los países de Europa occidental, la legislación y la reglamentación medioambiental han desalentado el crecimiento de la oferta de petróleo y gas en el sector privado, mientras que en EE.UU. el mayor coste del capital y la búsqueda de mayores rendimientos también han limitado la nueva oferta. ¿El resultado? Unos mercados más ajustados y volátiles. Dadas estas limitaciones, si el petróleo ruso desaparece del mercado, será muy difícil encontrar a corto plazo nuevas fuentes de suministro suficientes para tapar el hueco y evitar que los precios del petróleo suban bruscamente.

El embargo de petróleo comienza a surtir efecto

EE.UU. y el Reino Unido han anunciado embargos petrolíferos: la prohibición estadounidense entró en vigor el 8 de marzo y el Reino Unido tiene previsto eliminar progresivamente las importaciones de petróleo ruso para finales de este año. Ambos países importan relativamente poco petróleo ruso como porcentaje de su mezcla energética total, por lo que sus acciones parecen en gran medida simbólicas. Para que sean plenamente efectivas, muchos más países tendrían que sumarse al embargo, especialmente los europeos, que dependen mucho más del suministro ruso.

Pero mientras tanto, las grandes empresas compradoras de petróleo a nivel mundial, como BP y ENI, no se atreven a violar el embargo, por lo que han empezado a autosancionarse. Aunque siguen comprando el petróleo ruso que ya han contratado, no están renovando los contratos para futuras entregas. Las exportaciones marítimas de Rusia a la OCDE ya se han reducido a la mitad, mientras que el crudo de los Urales cotiza con un descuento de unos 25 dólares por barril respecto al Brent, frente a los 4 dólares de febrero. Y el precio del gasóleo -que es vital para el transporte comercial y la maquinaria- está reflejando la escasez real. ¿Pueden los gobiernos europeos aportar claridad a una situación confusa y deteriorada?

El embargo pone a Europa en un aprieto

Europa se enfrenta a una decisión más difícil que la de Estados Unidos y el Reino Unido. Los países europeos, sobre todo Alemania e Italia, son clientes relativamente mucho más importantes del petróleo ruso y, sobre todo, dependen de Rusia para más del 40% de su gas natural y el 30% de su petróleo. Esta dependencia da ventaja a Rusia, ya que cualquier medida para detener las importaciones de petróleo ruso podría llevar a la interrupción del suministro de gas ruso también. La UE ha publicado recientemente un plan para independizarse de los suministros energéticos rusos mucho antes de 2030 y reducir en dos tercios la demanda de gas ruso de la UE para finales de este año. Pero estas medidas tardarán en aplicarse.

Mientras tanto, Europa podría enfrentarse a un invierno brutal si renuncia al petróleo ruso, o si Rusia corta preventivamente el suministro de energía. Según las estimaciones del grupo de reflexión europeo EconPol, el coste a corto plazo para Alemania del cese total de las importaciones energéticas rusas sería del 3% del PIB. Pero EconPol no puede descartar que se produzcan caídas y trastornos económicos de mayor envergadura. RWE, el mayor productor de energía de Alemania, incluso ha advertido de «consecuencias inimaginables» para el suministro de calefacción de los hogares. Estos resultados pueden parecer nefastos, pero las consecuencias podrían ser aún peores si Europa no toma medidas para disuadir la agresión rusa. En este contexto, es imposible predecir las posibilidades de una prohibición europea concertada del petróleo ruso. Los pronósticos geopolíticos estiman actualmente una horquilla de probabilidad del 30% al 50%, pero en esta volátil situación las perspectivas podrían cambiar de un día para otro.

Impacto del embargo en los mercados mundiales

Sustituir la cuota de suministro mundial de Rusia sería un reto incluso en el mejor de los casos. Un escenario optimista incluiría una mayor producción de esquisto estadounidense, de las naciones de la OPEP y de los países actualmente sometidos a sanciones estadounidenses, como Venezuela e Irán. Pero gran parte de esa mayor producción requeriría más inversiones y mucho más tiempo.

En consecuencia, una pérdida total de las exportaciones de petróleo ruso sería muy perjudicial para el PIB mundial a corto/medio plazo. Unos precios mucho más altos impulsarían la destrucción de la demanda (menos actividad económica) para reequilibrar el mercado. Los consumidores y las empresas tendrían que ahorrar, y la demanda se contraería, hasta que la oferta adecuada volviera a estar en marcha y permitiera que los precios bajaran. El petróleo no sólo representa el 5% del PIB mundial, sino que es un motor clave de la mayoría de las actividades económicas. El impacto de una escasez de petróleo se sentirá en toda Asia y América Latina, así como en Estados Unidos y Europa, porque los precios del petróleo reflejan las condiciones del mercado mundial.

Nuestro análisis de escenarios sugiere que, en un caso de destrucción de la demanda («Intensificación», abajo), los precios del petróleo podrían alcanzar los 200 dólares por barril. Este escenario, el peor de todos, también aumenta las posibilidades de represalias rusas contra Occidente, lo que podría conducir a una mayor escalada y a un mayor sufrimiento humano y daño económico.

Tres escenarios diferentes con distintos resultados de precios:

La gran variedad de posibles resultados del conflicto provoca que los precios del petróleo sean altamente impredecibles

 

Peligros del embargo para Rusia

Un embargo supondría múltiples peligros para Rusia. La energía representa más del 30% del PIB ruso (dividido en un 75% de petróleo y un 25% de gas) y las exportaciones suponen entre el 75% y el 80% de la producción de hidrocarburos. Es poco probable que Rusia pueda redirigir todas sus exportaciones de petróleo a países más favorables (principalmente China e India), sobre todo a corto plazo, lo que dejaría una gran parte de sus excedentes de petróleo sin poder ser entregados. Como Rusia carece de suficiente capacidad de almacenamiento para un embargo a largo plazo, este excedente de petróleo tendría que cerrarse en última instancia, lo que podría suponer una pérdida permanente de ingresos (y de capacidad mundial), ya que los costes de volver a poner en marcha los yacimientos en los hostiles entornos del norte son muy elevados.

El mejor caso y los escenarios alternativos

Por supuesto, es perfectamente posible que no se materialice ninguno de estos resultados funestos. El conflicto podría resolverse y los precios del petróleo volverían a los niveles anteriores a la guerra. Y cualquier previsión tiene un amplio margen de error: acontecimientos imprevisibles -como el resurgimiento del COVID- pueden provocar grandes cambios en el equilibrio entre la oferta y la demanda, con el consiguiente impacto en los precios.

El conflicto es trágico para la población de Ucrania y del mundo. También sirve como una enorme llamada de atención para los gobiernos occidentales. Esperamos que se revalúe la importancia de la seguridad energética y se impulse el desarrollo de nuevos suministros energéticos de todo tipo, tanto renovables como basados en el petróleo y el gas. El cambio hacia las energías renovables debería acelerarse junto con la intensificación de las inversiones en eficiencia energética, esta vez con una planificación de la transición más pragmática en todos los países occidentales que tenga en cuenta tanto la seguridad del suministro como la competitividad industrial.

Este planteamiento más riguroso incluirá un papel continuo a medio plazo para el petróleo, y también para el gas, como sustituto del carbón, el combustible más contaminante, con menos emisiones. Pero las empresas energéticas europeas querrán una señal clara de los gobiernos de que los nuevos proyectos representan una contribución necesaria a la seguridad del suministro en consonancia con la transición energética a largo plazo hacia la energía neta cero.

Tribuna de Jeremy Taylor, vicepresidente senior, analista principal de investigación y gestor de carteras de Value Equities y Luke Pryor, en AllianceBernstein.

Los diamantes en bruto de los mercados alternativos

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En los últimos años, los inversores se han sentido atraídos por el potencial de crecimiento de las empresas europeas en comparación con las norteamericanas. Si bien los mercados públicos americanos han tenido un desempeño muy superior a los europeos, medido como el retorno anual durante los últimos 20 años que ha sido de 7% en EE.UU. y de 4% en Europa, en las empresas de micro y pequeña capitalización el desempeño ha sido comparable, mostrando así que el mercado europeo puede hacerlo tan bien como el americano.

Históricamente, estas empresas de micro y pequeña capitalización han superado consistentemente a los índices de referencia mostrando retornos hasta 2x veces superiores con una volatilidad comparable.

El capital de largo plazo en estas micro y pequeñas empresas es una pieza clave pues, según un análisis histórico, año con año estas compañías tienden a tener un mejor desempeño en comparación con las empresas de gran capitalización un 60% del tiempo pero si se incrementa el periodo de tenencia a cinco años, las empresas de micro y de pequeña capitalización lo hacen mejor el 90% de la veces.

En Europa, este tipo de empresas, que cuentan con un modelo de negocio probado, historial de ingreso y tasas de crecimiento de doble dígito, ventajas competitivas basada en tecnología e innovación y con gran potencial de crecimiento, se suelen encontrar en los mercados alternativos o secundarios – como lo puede ser el BME Growth (antes MAB), el Euronext Growth, el AIM de Londres o Italia e incluso el Nasdaq Nordics – que muchas veces sirven como antesala a los mercados principales o a grandes transacciones corporativas.

Son empresas que, generalmente, siguen en manos de sus fundadores y salen al mercado a buscar alternativas de fondeo para financiar nuevos programas de expansión, como mecanismo de retribución para accionistas y empleados o para financiar estrategias de crecimiento inorgánico vía adquisiciones. Son compañías cuya dinámica asemeja a las empresas objetivo de los fondos de capital riesgo y de compras apalancadas pero que se encuentran fuera del radar de estos.

Durante los últimos años, estos mercados alternativos se han desarrollado e incrementado su profundidad, en el caso del BME Growth multiplicando por 4x su liquidez solo entre 2018 y 2021, lo cual ha atraído a empresas con modelos tecnológicos en busca de financiamiento. No obstante, ha fluido menos capital que en los mercados privados pues, por ejemplo, en 2021 en España se inyectaron solamente 960 millones de euros en financiación en los mercados alternativos mientras, en los mercados privados las startups españolas captaron casi 4.300 millones de euros – 4,5x veces más-. Incluso considerando el año record del BM Growth (2019) en el que se ejecutaron operaciones de financiamiento por poco más de 1.500 millones de euros, la cifra se queda corta al compararse con el capital disponible para los mercados privados.

Este exceso de capital en mercados privados en comparación a los mercados alternativos crea una oportunidad de inversión muy atractiva para los segundos, prueba de ellos son los retornos que ofrecen, superiores de los de los índices de referencia: el MSCI Europa ha ofrecido un rendimiento del 4,4% durante los últimos 20 años y en contraste, por ejemplo, el MSCI Small Cap Europe ha multiplicado su capitalización de mercado por 6x durante ese mismo periodo, ofreciendo una rentabilidad implícita cercana al 10%.

Otro factor que contribuye al potencial de retornos superiores en este tipo de compañías es la disponibilidad de información pues muchas de ellas no tienen un seguimiento detallado por parte de los analistas en comparación con lo que se observa para los principales valores. Por ejemplo, la empresa promedio en el Eurostock 600, que comprende 600 de las empresas más grandes de Europa, tiene 19 recomendaciones activas mientras la empresa promedio de AIM de Londres o del Euronext Growth solamente tiene 1,4 recomendaciones por parte de los analistas por lo que un enfoque de inversión activa en estas últimas permite identificar y aprovechar posibles ineficiencias del mercado. A manera de ejemplo, en Estados Unidos existen seis recomendaciones activas por cada titulo en el índice, ilustrando la gran oportunidad que existe en Europa.

Además, generalmente estas empresas –que no siguen el modelo tradicional de capital riesgo en donde el crecimiento y viabilidad de la empresa dependen de capitalizaciones sucesivas- operan en números positivos: solamente en 2020, último año para el que se tienen cifras completas del BME Growth, la facturación total de las empresas listadas estuvo por encima de los 2.400 millones con una cifra de utilidad antes de financiamiento, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (UAFIDA o EBITDA por sus siglas en inglés) de 250 millones, lo que representa un margen de alrededor de 10% e incluso algunas de ellas reparten dividendos, incrementando así el retorno total al accionista.

Si bien es posible participar en estos mercados de manera directa, el hacerlo a través de gestores especializados con modelos de gestión activa ofrece beneficios adicionales pues estos podrán influir en las decisiones de los administradores y participando en las decisiones clave de generación de valor. La estrategia de capital de crecimiento de Axon da acceso a este tipo de compañías, pues participa en este tipo de compañías desde las fases previas a su salida a bolsa, en la oferta pública inicial y una vez que ya están listadas, permitiendo al inversor capturar el valor generado durante estas diferentes fases.

La mezcla de regulación requerida por estos mercados, los mayores niveles de liquidez que se han observados en los últimos años que se traducen en menores impactos en precio y que son un diferenciador clave frente a los mercados privados en donde no hay liquidez, y el perfil de las compañías que son rentables y con alto potencial de crecimiento por tener modelos basados en y tecnología es ideal para que los inversores institucionales tengan exposición a los modelos innovadores beneficiándose de retornos superiores y riesgo acotado.

 

Tribuna de Juan P. Jiménez, Venture Partner de Axon Partners Group.

NN IP celebra el hito de los 5.000 millones de euros bajo gestión en sus estrategias de bonos verdes

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Desde el lanzamiento de su primer fondo de bonos verdes en 2016, NN Investment Partners (NN IP) ha visto cómo el mercado se ha transformado y ha pasado de centrarse en los productos de renta fija convencionales a cumplir con los objetivos de cero neto y abordar el cambio climático.

Esta transformación se ve estimulada por las normativas introducidas recientemente, como el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR) y la Taxonomía de la UE. Los bonos verdes se han convertido en un producto de primera línea en el mercado de renta fija, ya que los inversores reconocen su rendimiento financiero.

Con el crecimiento del mercado y el aumento de la demanda de los clientes, NN IP cuenta ahora con 5.000 millones de euros en activos bajo gestión (AuM) en sus estrategias y mandatos de bonos verdes (a 31 de marzo 2022) y espera una aceleración de las inversiones en bonos verdes a la luz de las crecientes ambiciones de los inversores para hacer frente al cambio climático.

«Desde mediados de 2021, el mercado de bonos verdes ha crecido exponencialmente, ya que ha ganado el apoyo de los inversores para asignar en soluciones que pueden crear un impacto ambiental positivo», comenta Douglas Farquhar, gestor de la cartera de clientes de bonos verdes de NN Investment Partners.

«Los fondos de bonos verdes de corta duración y corporativos siguen siendo populares debido a la posibilidad de obtener un alto rendimiento y una repercusión medioambiental positiva. El rápido crecimiento de nuestras estrategias de bonos verdes subraya que los bonos verdes están siendo reconocidos por el papel fundamental que desempeñan en la transición energética, contribuyendo a alcanzar los objetivos de cero emisiones netas y a hacer frente al cambio climático», añade.

En el futuro, desde la gestora esperan un mayor crecimiento del mercado debido al aumento de las emisiones, en base a dos tendencias. En primer lugar, la transición energética dará lugar a una aceleración de las emisiones de bonos, ya que los Estados y las empresas buscarán alternativas a los combustibles fósiles y explorarán otras oportunidades de transporte con bajas emisiones de carbono.

En segundo lugar, algunos segmentos, como el de los inversores en libras esterlinas, van a la zaga, lo que indica que aún hay margen de crecimiento. Las emisiones denominadas en dólares estadounidenses aumentaron en el último trimestre de 2021, lo que permitió a los emisores de Estados Unidos -y a una escala más global- asignar en bonos verdes. Con la entrada de más emisores, se espera que el mercado siga creciendo. Sobre la base de estas dos tendencias, NN IP espera que el crecimiento del mercado de bonos verdes persista, con una previsión de emisiones por valor de 1,1 billones de euros en 2022.

Bram Bos, gestor principal de la cartera de bonos verdes de NN Investment Partners, señala por su parte que con el creciente mercado de bonos verdes y la demanda de los inversores, cuentan con que el impulso continúe. «Nuestro equipo dedicado a los bonos verdes es uno de los más grandes del sector, que lleva a cabo un análisis dedicado a los bonos verdes para salvaguardar nuestro enfoque verde oscuro. Para mantenerse al día con el apetito del mercado y los recursos necesarios para el análisis continuo y la presentación de informes de impacto fiables, me complace compartir que Roel van Broekhuizen se unió a nuestro equipo a partir del 1 de marzo de 2022 como gestor de cartera».

«Roel se unió a NN IP en 2020 y rotó por diferentes equipos de la empresa, incluido el de bonos verdes. Unos meses antes obtuvo su maestría en Administración de Empresas de la Universidad de Vrije en Ámsterdam. Roel apoyará en la gestión de nuestras carteras de bonos verdes y asistirá en el seguimiento de los nuevos desarrollos del mercado verde, social y de sostenibilidad», indicó Bos.

BlackRock, Fidelity y Robeco: las marcas de gestoras mejor valoradas en España

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La nueva edición del estudio Broadridge Fund Brand 50 (FB50) identifica a BlackRock, Fidelity y Robeco como las tres marcas de fondos con mejores rendimientos en España, y las mejor valoradas por los selectores de fondos y profesionales de la industria en este país, en el año 2021.

BlackRock, que sube desde el segundo puesto en 2020 al primer puesto en 2021, también es la marca líder en el estudio global, mientras Fidelity, tercera a nivel global, es la segunda marca más valorada en España. La gestora baja una posición, pues en 2020 se situó al frente de la lista.

Robeco, que no aparece en el top 10 global, sí aparece en el ranking europeo como quinta marca con mejor imagen, según el estudio de Broadbridge. La gestora sube dos puestos en el ranking hasta situarse como tercera marca más valorada en España.

A estas gestoras les siguen, en España, JP Morgan AM –que aparece segunda en el ranking global y pierde una posición en España con respecto al año anterior-, Morgan Stanley –novena en el ranking mundial y octava en el europeo, y que avanza un puesto en España- y Pictet AM, que pasa de ser la cuarta mejor marca en nuestro país a la sexta posición.

Completan el top 10 Nordea, que se mantiene en séptima posición, PIMCO, Amundi y Schroders, que avanza un puesto y se mete este año en el top 10 de marcas de gestoras mejor valoradas por los selectores españoles.

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BNY Mellon Long-Term Global Equity Fund: preparado para una inflación creciente

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Los gestores de la estrategia Long-Term Global Equity de BNY Mellon Investment Management examinan cómo concentrarse en la calidad puede ayudar a contrarrestar el mal comienzo del año en los mercados de renta variable y afrontar los retos actuales como, por ejemplo, la inflación.

La mayor inflación no desconcierta a los gestores de la estrategia Long-Term Global Equity (LTGE) de BNY Mellon IM, pues consideran que su concentración en empresas capaces de mejorar la productividad y repercutir los mayores costes al consumidor diluirá su impacto. En diciembre, el índice de precios de consumo (IPC) del Reino Unido alcanzó el 5,4%, su mayor nivel en 30 añosi, mientras que la inflación estadounidense alcanzó el 7%ii, registrando con ello su mayor subida desde junio de 1982. Los bancos centrales se han visto obligados a comenzar a endurecer sus políticas monetarias para combatir las subidas de los precios.

Los gestores de Walter Scottiiihan evaluado el impacto de un entorno inflacionario en la estrategia LTGE y creen que sus tenencias “tienen motores de crecimiento sólidos y duraderos que deberían aislarlas del impacto de la inflación cíclica o estructural”. El equipo menciona que muchas compañías podrían beneficiarse de la inflación, gracias a su poder de fijación de precios, y destaca que la inflación podría impulsar el crecimiento para ciertas firmas tecnológicas, al animar a sus clientes (en múltiples sectores) a mejorar su eficiencia adoptando o implementando nuevos productos y servicios tecnológicos.

La estrategia LTGE invierte en una de las mayores empresas de software del mundo, que según el equipo de inversión se dispone a elevar de un 10% a un 25% el precio de un paquete de productos que ayuda a los clientes a mejorar su productividad. Otra compañía estadounidense de software de edición presente en la cartera ha registrado subidas agregadas de sus precios de un 5% anual. 

Los gestores también observan que ciertos productores de bienes de consumo pueden “ejercitar sus capacidades de fijación de precios”. Un grupo francés de bienes de lujo lleva décadas viendo una inflación anual del 5% al 7% en varios productos de su gama de bolsos. “Los productos de lujo de la empresa gozan de cierta inelasticidad de demanda, con lo que implementar subidas de precios para mitigar el efecto de la inflación no es ningún problema”, afirma el equipo. 

Su expectativa es que las compañías sanitarias también mostrarán cualidades defensivas a medida que aumenta la inflación. Apuntan a un negocio farmacéutico global basado en Suiza, cuya franquicia de oncología “de talla mundial” debería mostrar una buena evolución debido al hecho de que sus mercados finales trabajan dentro de un marco legislativo definido que cubre ajustes de precios de materias primas o subidas de costes indirectos. La cartera también incluye a uno de los mayores proveedores mundiales de insulina, una compañía danesa que, en opinión del equipo, debería aguantar bien el tipo en un entorno inflacionario gracias a sus márgenes elevados y al hecho de que sus productos son cruciales para el tratamiento de la diabetes y la obesidad. 

En adelante, la firma Walter Scott anticipa que la volatilidad persistirá en los mercados de renta variable debido a la preocupación en torno al crecimiento económico relacionada con la variante ómicron y los problemas en las cadenas de suministro, unidos al endurecimiento monetario.

Por su parte, Jane Henderson, consejera delegada de Walter Scott, coincide con la valoración de que el año ha comenzado mal y que seguirá siendo complicado: “La perspectiva de mayores tipos de interés, inflación persistente y crecientes tensiones políticas a nivel global han frustrado el comienzo del año, y varios sectores que hasta la fecha habían hecho gala de fortaleza han sufrido marcadas caídas desde sus máximos recientes. No podemos adivinar lo que ocurrirá a continuación en los mercados, y en cualquier caso, nuestro horizonte de inversión no se mide en meses, sino en años. Sea cual sea el trasfondo de renta variable, seguiremos concentrándonos en los fundamentales con un enfoque que ha capeado más de una tormenta bursátil”.

El equipo de inversión LTGE observa que un nivel bajo de inflación de demanda con subidas solamente moderadas de los tipos de interés sería positivo para las acciones. No obstante, en caso de que la inflación continúe “cerniéndose sobre el panorama económico” a corto plazo, las empresas de calidad que disfrutan de mayores márgenes, poder de fijación de precios, fortaleza de marca, motores seculares y un bajo apalancamiento financiero están bien situadas para contrarrestar su impacto. “Estas son las cualidades típicas de nuestras tendencias, y lo que buscamos en una empresa con independencia de la coyuntura económica”, concluye el equipo.

 

 

i. https://www.ons.gov.uk/economy/inflationandpriceindices/bulletins/consumerpriceinflation/december2021.

ii. https://www.bls.gov/news.release/cpi.nr0.htm.

iii. BNY Mellon Investment Management EMEA Limited (BNYMIM EMEA), BNY Mellon Fund Management (Luxembourg) S.A. (BNY MFML) o las compañías afiliadas de operación de fondos nombran a las gestoras de inversiones para que asuman actividades de gestión de carteras en el marco de contratos relativos a productos y servicios celebrados entre clientes y BNYMIM EMEA, BNY MFML o los fondos BNY Mellon.

 

El entorno aconseja no bajar la guardia pese al buen ritmo de la campaña de resultados

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La campaña de publicación de resultados para el primer trimestre de 2022 está siendo, de momento, razonablemente tranquila.

Con solo 68 empresas del S&P 500 habiendo anunciado su desempeño, es aún prematuro extraer conclusiones informadas. De acuerdo con datos de S&P, un 78% ha superado las estimaciones de BPA del consenso de analistas. Aunque esta lectura no es particularmente brillante, ni sorprendente en el contexto de la historia reciente (gráfico inferior), sí es reseñable la falta de sintonía entre el sentimiento actual del mercado (como poco, conservador) y los mensajes de los equipos directivos de cara al resto del ejercicio, que sostienen un moderado optimismo.

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El entorno es complejo, y así lo dejan de manifiesto los directivos en su discurso a los accionistas: las empresas, como vienen haciendo en trimestres anteriores, se quejan de la falta de fluidez en cadenas de suministro y en disponibilidad de mano de obra, lamentan el impacto de la fortaleza del dólar y reconocen como fuentes principales de inestabilidad mundial la guerra de Rusia en Ucrania y el enfoque de «tolerancia cero» desplegado por las autoridades chinas en su lucha por contener definitivamente el avance del COVID-19.

Dentro del sector de tecnología y servicios de comunicación, el caso de Netflix, aunque relacionado con la demanda adelantada en contenido de entretenimiento provocada por las medidas de confinamiento en 2020 y buena parte de 2021, y también con la suspensión de sus operaciones en Rusia, encuentra justificación además en un incremento sustancial en la competencia de proveedores de VoD, en tasas de penetración altas y en el uso compartido de claves de acceso, que se cifra en hasta 100 millones de usuarios (frente a los 222 millones que pagan religiosamente).

Los tres sectores GICS del S&P 500 con mayor participación de compañías tradicionalmente asociadas a la tecnología son los que acumulan peores resultados en lo que va de año. Los servicios de comunicación, las tecnologías de la información (IT) y el consumo discrecional han perdido un 18%, un 14% y un 11%, respectivamente, desde enero. Los comparables registrados durante la pandemia, que estimuló la inversión en material para trabajar desde casa y que cambió sustancialmente los patrones de consumo hacia el entretenimiento doméstico, dificultan a estas empresas mantener la misma brillantez en tasas de crecimiento interanual. Son factores que los inversores vienen poniendo en valor desde noviembre pero que, a la vista del castigo sufrido por los accionistas de NTFX, no están del todo incorporados a las valoraciones.

La templanza con la que el mercado está digiriendo los anuncios de desempeño para el primer trimestre es, si cabe, más sorprendente si tenemos en cuenta que desde enero, a nivel índice, tanto el crecimiento en ventas como en beneficios por acción sigue viéndose revisado al alza a pesar de todos los riesgos. Y esto sucede a pesar de que cada vez son más los analistas que atemperan su optimismo (las revisiones a la baja de estimaciones superan desde mediados de 2021 a las revisiones al alza).

 

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Con tipos descontados por el mercado del 2,7% para finales de 2022, llama la atención que el consenso de economistas de Bloomberg siga mostrando incrementos en PIB por encima del potencial de largo plazo (3,2% en 2022; 2,1% en 2023 y 2% en 2024, frente al 1,7% en el largo plazo según cálculos de la Oficina Presupuestaria del Congreso).

La Fed tiene como objetivo inmediato ponerse por delante de la curva para «domar» el incremento desbocado en inflación, y esto plantea riesgos evidentes respecto a las cifras de crecimiento económico que maneja el mercado. En primer lugar porque el IPC es un indicador atrasado que históricamente ha hecho pico coincidiendo con el punto álgido de la recesión y, en segundo lugar, porque el banco central estadounidense no goza de un historial brillante en lo que a «aterrizajes suaves» se refiere. Desde 1965, la Fed se ha embarcado en 11 ciclos de subidas de tipos, y solo en tres de esas ocasiones consiguió controlar la inflación y mantener una tasa razonable de expansión económica (entre 1965-1966, 1983-1984 y 1993-1995). Ocho de esas once ocasiones acabaron en recesión.

Si analizamos el último resumen de proyecciones económicas presentado por la Reserva Federal, podemos comprobar que también ellos, a pesar de su agresiva hoja de ruta en lo que a tipos se refiere, apuestan por una saludable expansión económica los próximos tres años, a la vez que apuntan a tasas de paro bastante contenidas (entre el 3,5% y el 3,6%). Sin embargo, prevén una fuerte caída en la inflación (PCE subyacente) desde el 4,1% en 2022 hasta el 2,6% en 2023. A priori, el conducto más directo para lograr este objetivo es debilitar la demanda aflojando la fortaleza del mercado laboral y, a su vez, frenando el crecimiento real en salarios.

Actualmente, hay en EE.UU. 1,9 ofertas de trabajo por cada estadounidense en paro. Afectar esta ratio, en base a tendencias históricas, para llevarlo al punto de equilibrio (una vacante por cada desempleado), pasaría por destruir más de 1 millón de puestos de trabajo y situar la tasa de paro U3 cerca del 4,5%. La derivada de esta estrategia sería que el desempleo subiría en 12 meses entre un 0,8% y un 0,9% y, como hemos explicado en anteriores ocasiones, la inercia en la tasa de paro, una vez sube más de 0,3% de media trimestral, acaba derivando en contracción económica.

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Aunque la probabilidad de sufrir una recesión en los próximos doce meses es baja, a pesar de haber repuntado (18% de acuerdo con nuestro modelo), cada vez son más los indicadores adelantados que anticipan lecturas para el ISM manufacturas por debajo del umbral que separa la expansión de la contracción en actividad industrial. En base a la correlación entre el ISM y la serie de beneficios por acción del índice de acciones estadounidense, niveles de 48 en algún momento del tercer trimestre coincidirían con tasas de crecimiento interanual en BPA muy próximas a cero.

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Aún nos queda lo mollar de esta campaña de publicación de resultados por delante y, dadas las circunstancias, merece la pena mantenerse en guardia.

Reciclaje, agua y agricultura sostenible: tres ideas donde los inversores pueden poner el foco para celebrar el Día de la Tierra

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Pixabay CC0 Public DomainWikiImages.. Reciclaje, agua y agricultura sostenible: tres ideas de inversión para celebrar el Día de la Tierra

Pachamama, Gaia, Tiamet, Ishtar, Inanna o Ixchel son algunos de los nombres con los que se conoce a la Madre Tierra, que hoy celebra su día. Con el lema “invertir en nuestro planeta”, el Día de la Tierra quiere demostrar el apoyo a la protección del medio ambiente y poner de relieve cómo podemos contribuir a este objetivo, al que también se ha sumado la industria de gestión activos.

Este sector reclama que la forma en que invertimos también tiene un impacto en el medio ambiente y el comportamiento de las empresas y los países sobre el planeta afecta cada vez más a los resultados. Kate Rogers, responsable de Sostenibilidad del Área de Gestión del Patrimonio de Schroders, que incluye Cazenove Capital, lleva mucho tiempo defendiendo la importancia de que los inversores miren más allá de la rentabilidad. En su opinión, afortunadamente las cosas están cambiando y cada vez se comprende más que las empresas pueden ser parte del problema o parte de la solución. Según ella, «los inversores están reconociendo que las empresas no pueden aprovechar el planeta sin recurrir al coste financiero o al riesgo de reputación».

Andrew Howard, responsable global de inversiones sostenibles de Schroders, afirma: «La presión de los grupos de interés y la intervención de los gobiernos están obligando a las empresas a responsabilizarse del impacto medioambiental y social que generan sus acciones. Los costes que antes se externalizaban a la sociedad pasarán a internalizarse en los estados financieros de las empresas”.

Tres ideas para los inversores

En este sentido, el papel de la inversión sostenible toma una posición relevante, que no está para nada reñida con las buenas ideas de inversión. Hace una década la inversión sostenible era considerada un nicho, debido a la idea predominante de que imponer consideraciones éticas daría lugar a menores rentabilidades o limitaría el universo de inversión. Sin embargo, ese debate ya se ha superado y ahora la inversión no se comprende sin ese elemento de sostenibilidad.

La hora de hablar de oportunidades de inversión, Tim Bachmann, gestor del  DWS Invest ESG Climate Tech, señala el reciclaje. Según explica, se calcula que la sociedad ha producido un total de unos ocho mil millones de toneladas de plástico desde que comenzó la producción masiva de este material hace unos 65 años y, de esta, sólo una pequeña cantidad se ha reciclado o incinerado. 

“Aunque muchas personas intentan frenar esta tendencia con su comportamiento de consumo, desde 2010, la industria ha invertido unos 180.000 millones de dólares en nuevas plantas para producir plásticos, lo que podría suponer un aumento del 40% en los volúmenes de producción durante la próxima década», afirma Bachmann, cuyo fondo de renta variable invierte en empresas que ofrecen productos y servicios para proteger el clima y el medio ambiente.

Según su experiencia, los envases de plástico pueden ser parcialmente sustituidos por alternativas, sin duda. “La industria del papel y el cartón ya se está beneficiando de ello con un aumento de los pedidos, y en Estados Unidos, varias empresas que cotizan en bolsa están trabajando en plásticos biodegradables. Ambas cosas pueden ser oportunidades interesantes para los inversores», explica el gestor. 

En su opinión, sin embargo, es mucho más importante desarrollar la infraestructura de reciclaje de la forma más completa posible. “Aquí la necesidad de inversión es muy amplia, de la que podrían beneficiarse, por ejemplo, los proveedores de instalaciones de clasificación o de sistemas de depósito y retorno», dice Bachmann. Calculado de forma conservadora, es necesario invertir un total de 135.000 millones de dólares en todo el mundo para alcanzar una tasa de reciclaje de plásticos del 50%. Un vistazo a uno de los mayores inversores en este ámbito, la Alianza para Acabar con los Residuos de Plástico (AEPW, por sus siglas en inglés), que tiene previsto invertir 1.500 millones de dólares en cinco años, muestra lo poco que se ha conseguido hasta ahora.

La segunda reflexión la propone Álvaro Cabeza, Country Head de UBS AM Iberia: impulsar la agricultura sostenible. Según explica, a la hora de plantear factores de sostenibilidad en las tierras de cultivo, son partidarios de que los agricultores apliquen las mejores prácticas locales, como la siembra directa, la rotación de cultivos y otros métodos. 

“​​En general, la agricultura sostenible es menos productiva que la agricultura tradicional, lo que significa que se obtienen menos unidades de cultivo por hectárea. Desde el punto de vista del inversor, también hay que obtener una prima por el riesgo adicional de pérdida de cosechas al no depender de fertilizantes o insecticidas. En algunos casos, los costes de mano de obra y de producción pueden ser más elevados y repercutir en el consumidor. Pensamos que es muy importante que los líderes tengan en cuenta estas consecuencias imprevistas. Se pueden conseguir beneficios de impacto social invirtiendo en métodos para reducir el coste de los alimentos para todos los consumidores, especialmente en los mercados en desarrollo, como por ejemplo en tecnología”, señala para contextualizar las peculiaridades de este ámbito productivo. 

Entonces, ​​¿cómo aprovechar los beneficios de la agricultura sostenible en las carteras? Cabeza destaca que se sigue observando un interés por esta clase de activos: “La demanda mundial de dietas y proteínas diversificadas sigue aumentando, lo que se corresponde con el crecimiento de la población y un mundo más rico. Esto respalda el aumento de los precios de las cosechas y de los ingresos agrícolas, lo que a su vez apoya el aumento de los alquileres de las tierras agrícolas y del valor de los bienes inmuebles. Además de una rentabilidad ajustada al riesgo positiva a largo plazo, las inversiones en tierras agrícolas ofrecen protección contra la inflación, diversificación y sostenibilidad a las carteras institucionales”. 

Por último, Deepshikha Singh, subdirectora de Investigación de Inversiones Sostenibles de La Française, se centra en el agua y destaca que controlar los riesgos derivados del agua es una nueva barrera para los inversores sostenibles. “En la actualidad existe un déficit de información en los principales informes corporativos dirigidos a los inversores y otras partes interesadas sobre los riesgos y oportunidades financieros relacionados con el agua. Este déficit conlleva que los inversores no puedan asignar el capital que podrían destinar efectivamente para promover el cambio”, advierte Singh. 

Según su experiencia, hay muchas industrias expuestas a riesgos relacionados con el agua, como la escasez de ésta, a través de sus cadenas de suministro. La gestora indica que la actual escasez mundial de chips semiconductores, agravada por los problemas del agua, está haciendo tambalearse a las industrias del automóvil y la tecnología. Empresas como Sony, Samsung y GMC ya tienen dificultades para cumplir sus objetivos de producción por falta de chips. Se espera que la escasez se prolongue hasta bien entrado el año 2022.

“Como inversores responsables, tenemos que ir más allá de las cifras y asegurarnos de que las empresas se implican en la gestión de la disponibilidad del agua en sus operaciones, en su cadena de suministro y en las comunidades en las que operan. El agua, a diferencia del carbono, es un recurso local: su sostenibilidad depende en gran medida de la sostenibilidad de toda la cuenca hidrográfica”, concluye. 

Enfoque y metodología

Para lograr los objetivos que defiende el Día de la Tierra se necesitan nuevos enfoques de análisis de la inversión para identificar, medir y gestionar los impactos de estas presiones cambiantes. Para Gabriel Micheli, gestor de Pictet Global Environmental Opportunities, centrarse en una sola dimensión ambiental, implica el riesgo de problemas en otras dimensiones, por eso la metodología que se aplica para todas estas ideas de inversión merece una mención especial.

En este sentido, defiende que la gestora ha creado una metodología de inversión basada en los Límites Planetarios, desarrollada por el Centro de Resiliencia de Estocolmo. “Es un marco científico que presenta una visión holística de los problemas ambientales, pues reconoce nueve límites que de ser violados ponen en peligro las condiciones fundamentales para la prosperidad humana. Basándonos en esta metodología, llevamos años calculando la huella ambiental en cada una de las más de cien industrias de la economía global”, explica Micheli. 

Según el gestor, el usar referencias como la huella de carbono permite hablar un lenguaje común que hace más efectiva la ISR. “De hecho la taxonomía europea que se está implementando la utiliza, pues, además de adaptación y mitigación del cambio climático, contempla cuatro dimensiones que se corresponden con límites planetarios. Tiene el doble enfoque de hacer el bien o mejorar la situación en al menos una de las dimensiones y no hacer daño, es decir mantenerse dentro del resto de límites planetarios”, añade. 

Por su parte, Schroders cuenta con SustainEx, una herramienta utilizada por los expertos que mide el coste que las empresas afrontarían si todos sus efectos negativos tuvieran un precio, o en qué medida aumentaría su rentabilidad si sus beneficios sociales tuvieran una recompensa económica. “Las empresas no operan en solitario: se ven afectadas por la sociedad y tienen impactos en ella”, concluye Howard.

Un causa relevante

En opinión de Robeco, la causa por el Día de la Tierra es más relevante que nunca. De hecho, según recuerdan, el Día de la Tierra se instituye en 1970 por el Senador Gaylord Nelson para forzar la legislación ambiental en la agenda nacional de los Estados Unidos. Antes de eso, dicha legislación no existía: era perfectamente legal arrojar desechos químicos en las corrientes de agua o arrojar humo tóxico al aire.

“Ahora, más de cincuenta años después, contamos con una amplia legislación vigente en muchas partes del mundo, pero la causa del Día de la Tierra es más relevante que nunca”, destaca Lucian Peppelenbos, estratega climático de Robeco. Los últimos informes científicos sobre el cambio climático y la biodiversidad se leen como un grito de desesperación. En el lanzamiento de estos informes, el Secretario General de la ONU, António Guterres, habló de un “código rojo para la humanidad”, al tiempo que comentó que nuestros líderes mienten con sus “promesas climáticas incumplidas” y “promesas vacías”.

Según su valoración, nos enfrentamos a una crisis que está impulsando a EE.UU. a reabrir tierras federales para la producción de petróleo, al Reino Unido a reconsiderar el fracking y a la UE a firmar contratos de gas a largo plazo con posibles efectos de bloqueo. A raíz de esto, la UE también ha decidido posponer su agenda legislativa sobre el uso de pesticidas y la restauración de la naturaleza. 

“En Robeco siempre decimos que, si bien la dirección del viaje es clara, el camino hacia el cero neto es accidentado y perturbador. Así es como se siente ese viaje lleno de baches. La crisis a la que nos enfrentamos ahora hace que Robeco esté más decidido que nunca a ayudar a impulsar la transición a largo plazo hacia una economía sostenible”, concluye Peppelenbos.