Acuerdo comercial entre EE.UU. y la UE: ¿un gran paso adelante?

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Estados Unidos y la Unión Europea han llegado a un acuerdo sobre aranceles que evita una guerra comercial entre dos economías que, juntas, representan casi un tercio del comercio mundial. El presidente estadounidense, Donald Trump, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, acordaron el pasado 27 de julio la aplicación de un arancel del 15% a la mayoría de las exportaciones europeas hacia EE. UU., incluidos sectores como el del automóvil y el farmacéutico.

Por su parte, la UE se ha comprometido a realizar compras de energía por valor de 750.000 millones de dólares a EE. UU., además de invertir 600.000 millones en suelo estadounidense y adquirir, en una cantidad aún por determinar, equipamiento militar estadounidense. Sin embargo, aún queda por aclarar cómo gestionará la UE estos compromisos.

Tras el anuncio, las bolsas europeas repuntaron inicialmente, al disiparse la incertidumbre tras meses de tira y afloja y quedar descartado el arancel del 30% con el que Trump había amenazado. Pero las subidas no duraron mucho y el DAX alemán cerró con un descenso del 1%.

Impacto económico: se reduce la incertidumbre, pero persisten los riesgos

El acuerdo alcanzado entre EE.UU. y la Unión Europea reduce, en nuestra opinión, buena parte de los riesgos inmediatos que pesaban sobre ambas economías, al disipar la incertidumbre política. De esta manera, se ha evitado así un escenario mucho más negativo que habría implicado aranceles del 30%.

Aun así, el pacto no está exento de efectos colaterales: las tasas arancelarias resultantes son más elevadas que las vigentes antes del mandato de Trump, y también superiores al 10% impuesto a principios de este año.

Creemos que este pacto refleja un intento de la UE por minimizar daños más que por lograr un acuerdo equitativo. La caída del euro frente al dólar sugiere que el resultado ha sido menos favorable para Europa. Esta estrategia defensiva también podría restringir el potencial de recuperación de las bolsas europeas.

Estimamos que los aranceles del 15% restarán en torno a medio punto porcentual al crecimiento previsto del PIB de la eurozona. Es posible que parte de esa rebaja ya esté descontada en las valoraciones de mercado y en las previsiones de los responsables políticos de la UE. 

En cuanto a la inflación, la decisión de la UE de no responder con aranceles similares disipa una fuente de incertidumbre para el Banco Central Europeo (BCE). Partimos de la base de que una revisión a la baja en las previsiones de crecimiento e inflación por parte del BCE facilitaría una nueva bajada de tipos de 25 puntos básicos este otoño.

Para EE. UU., este acuerdo es uno más dentro de una serie de pactos similares con otros países, por lo que su impacto es más limitado. No obstante, parece probable que los tipos acordados con muchas economías superen los niveles asumidos por la Reserva Federal (Fed) en sus previsiones del pasado junio.

Un nuevo repunte arancelario, unido a un posible deterioro adicional del mercado laboral, podría intensificar el debate interno en la Fed sobre si ha llegado el momento de abandonar su estrategia de cautela antes de plantearse nuevos recortes de tipos.

Impacto en los mercados de renta variable: ganadores en el sector aeroespacial

Desde el punto de vista de los mercados, la noticia podría suponer un cierto alivio para las compañías estadounidenses que dependen de importaciones procedentes de Europa, así como para las empresas europeas que canalizan buena parte de sus ventas hacia Estados Unidos.

Uno de los sectores que podría salir mejor parado es el aeroespacial y aeronáutico, que ha quedado al margen de los nuevos aranceles. De hecho, los fabricantes estadounidenses podrían ser los más beneficiados, dado que muchos de ellos dependen de componentes clave procedentes de Europa.

En cambio, persisten dudas en torno al sector farmacéutico. Von der Leyen habló de un arancel máximo del 15%, aunque aún no se han concretado medidas específicas por industria. El sector más expuesto es, sin duda, el del automóvil. Un arancel del 15% afectará negativamente a las previsiones de beneficio de los fabricantes europeos, que tendrán que hacer frente a un incremento de costes y a una posible pérdida de cuota de mercado. Aun así, la situación resulta algo menos dura que la que planteaba el anterior régimen específico de aranceles para este sector.

A nivel general, los aranceles pueden lastrar los beneficios de muchas compañías europeas con fuerte presencia en EE. UU. De hecho, se estima que en 2025 un 26% de los ingresos de las empresas cotizadas europeas procederán del mercado estadounidense. A esto se suma el impacto negativo que podría tener un dólar más débil.

Impacto en renta fija y divisas: presión bajista para el dólar y una curva de tipos más empinada

En los mercados de deuda, los diferenciales de crédito europeos han caído hasta sus niveles más bajos, alcanzados en 2022, y las rentabilidades de los bonos han retrocedido, tras la desaparición de buena parte de la incertidumbre política.

El dólar, por su parte, se ha fortalecido, ante la expectativa de que un entorno comercial más estable reduzca los riesgos para el crecimiento estadounidense y amplíe los diferenciales de tipos de interés. Esta tendencia podría mantenerse a corto plazo, pero la vemos como una oportunidad para mantener la exposición a la debilidad del dólar a medio plazo.

Seguimos anticipando un mayor steepening de la curva de tipos en EE. UU. en los próximos meses, ya que la debilidad económica empujará a la Fed a aplicar más medidas expansivas de lo previsto, aunque los tipos a largo plazo seguirán tensionados por el elevado déficit fiscal y el nivel récord de deuda pública.

Se espera que los nuevos aranceles generen unos ingresos de 2,9 billones de dólares para EE.UU. en los próximos diez años, lo que podría aliviar en parte las dudas sobre la sostenibilidad de su deuda. Aun así, a largo plazo, estos aranceles terminarán siendo un freno para la economía estadounidense frente al resto del mundo, lo que reforzará la debilidad del dólar y la inclinación de la curva de tipos.

Perspectivas: los detalles, clave para el mercado

  • En los próximos días, muchos inversores probablemente buscarán aclarar los términos concretos del acuerdo.
  • Un riesgo es que ambas partes entiendan de forma distinta los costes y beneficios, como ya pasó con el acuerdo entre EE. UU. y Japón.
  • La falta de claridad en los detalles dificulta que los inversores identifiquen con certeza qué sectores o activos saldrán ganando o perdiendo.
  • Además, las incógnitas sobre el papel que jugará el sector farmacéutico y el nivel de compromiso inversor por parte de la UE dificultan la planificación de algunas empresas.
  • Sin un seguimiento claro ni metas definidas, todavía está por ver cuánto cambiará de verdad la relación comercial y de inversión entre EE. UU. y la UE.
  • En cualquier caso, el acuerdo supone un respiro al cerrar un periodo de incertidumbre, aunque no hay que olvidar los retos que siguen presentes para las economías y empresas de ambas regiones.

 

Tribuna de opinión escrita por Christoph Berger, CIO de Renta Variable europea, Gaurav Saroliya, gestor de Renta Fija Core, Sean Shepley, economista senior y Stefan Rondorf, economista senior de Allianz Global Investors.

¿Cómo deben interpretar los inversores los acuerdos y plazos arancelarios?

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Los mercados financieros han ignorado en gran medida las incertidumbres arancelarias de cara a la fecha límite del 1 de agosto, con muchos índices bursátiles alcanzando nuevos máximos. Los recientes acuerdos comerciales entre EE. UU. y Japón, y entre EE. UU. y la Unión Europea, han mantenido el entusiasmo de los inversores. Aunque vemos razones para asumir riesgos de forma calibrada, anticipamos una desaceleración económica global significativa y una reevaluación de los riesgos por parte del mercado, dado que la tasa arancelaria efectiva de EE. UU. es actualmente mucho más alta que en cualquier otro momento desde finales de los años 30.

La incertidumbre no terminará el 1 de agosto

Una combinación de acuerdos y aranceles punitivos ha precedido la fecha límite de agosto. Aunque algunos países aún podrían alcanzar acuerdos comerciales preferenciales, otros podrían enfrentarse temporalmente a aranceles más punitivos. Incluso los acuerdos alcanzados en principio hasta ahora probablemente requerirán nuevas negociaciones, lo que implicará una incertidumbre continua para algunas empresas.

Se está produciendo un choque en el comercio mundial. Durante el primer mandato de Trump, la tasa arancelaria efectiva media en EE. UU. aumentó alrededor de un 1,5 %. Hoy, basándonos en los acuerdos más recientes, estamos ante un aumento de aproximadamente el 15 % en términos ponderados por el comercio. A diferencia de las fricciones comerciales del primer mandato de Trump, ahora los exportadores extranjeros están absorbiendo parcialmente parte de estos aumentos arancelarios, en torno al 10 % de media, según los precios de importación. Sin embargo, aunque esto puede mitigar parte del impacto de los aranceles crecientes sobre la economía estadounidense, la mayor parte del peso del pago de los aranceles sigue recayendo principalmente en los importadores estadounidenses. Por tanto, no deben subestimarse las implicaciones de un aumento de esta magnitud.

Nuestras previsiones indican que el cambiante panorama arancelario provocará una desaceleración significativa de la economía global, aunque no una recesión. Estimamos que el crecimiento de EE. UU. en 2025 será solo la mitad de su potencial, con los efectos de los aranceles haciéndose más evidentes en los últimos seis meses del año.

Hasta ahora, el impacto en la inflación de EE. UU. ha sido moderado, en línea con el aumento de inventarios por parte de las empresas en previsión del choque comercial. No obstante, aunque la inflación en servicios y vivienda ha permanecido contenida, conforme a nuestras previsiones, en junio empezamos a observar un repunte de la inflación subyacente en bienes afectados por los aranceles, como mobiliario para el hogar y artículos recreativos, incluidos los juguetes.

Estimamos que la inflación subyacente del gasto en consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés) de EE. UU. –la medida más seguida por la Reserva Federal– alcanzará un pico del 3,4 % hacia finales de año. Dada la incertidumbre en torno a la velocidad de transmisión del aumento de los costes de los insumos a los precios al consumidor, estamos supervisando atentamente datos en tiempo real extraídos de los sitios web de algunos minoristas estadounidenses.

¿Qué economías se verán más afectadas?

México, Canadá, Taiwán y Suiza se encuentran entre los países más expuestos a los aranceles a la importación de EE. UU., aunque en el caso de los dos primeros, su exposición está muy limitada gracias a la exención de los aranceles cubiertos por el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC) de 2020. Suiza aún no ha recibido una notificación formal de aranceles, lo que nos lleva a prever que se aplicará una tarifa general del 10 % hasta que se firme un acuerdo, el cual deberá abordar los derechos aplicables al sector farmacéutico. Por ello, mantenemos nuestra previsión de crecimiento del PIB suizo en el 0,7 % para 2025. Para México, Canadá y Taiwán, nuestras previsiones son de -0,7 %, 1,4 % y 3,3 %, respectivamente.

Los países europeos tienden a comerciar más entre sí, por lo que su exposición económica a EE. UU. está más contenida. Para Alemania e Italia, las exportaciones a EE. UU. representan alrededor del 3 % del PIB, mientras que en el caso de España la cifra se aproxima al 1 %. Según el acuerdo firmado entre EE. UU. y la UE, los productos europeos estarán sujetos a un arancel base general del 15 %, frente al 30 % que se había llegado a plantear. Además, la UE se ha comprometido a comprar energía estadounidense por valor de 750.000 millones de dólares durante tres años, e invertir 600.000 millones de dólares adicionales en EE. UU.

Es especialmente relevante que el arancel del 15 % aplicable a las exportaciones de la UE a EE. UU. también se aplicará a los automóviles y sus componentes, que actualmente están sujetos a un tipo del 27,5 %. Para Alemania, con su gran exposición al sector del automóvil, esto no supone un mal acuerdo. Otros países, como España, están más expuestos a los aranceles sobre productos agrícolas, un área que aún está siendo objeto de negociación en busca de posibles exenciones al tipo base. El arancel del 15 % previsto en el acuerdo EE. UU.-UE también incluye a los productos farmacéuticos, lo cual representa una señal potencialmente positiva para el sector en Suiza.

Preferencia por la renta variable de mercados emergentes y los bonos con grado de inversión

Hasta la fecha, la volatilidad en los mercados de renta variable se ha mantenido contenida, con el índice VIX en 15,2, frente a una media histórica cercana a 20. Creemos que la volatilidad aumentará en las próximas semanas y a lo largo del tercer trimestre. Los índices bursátiles más expuestos a ingresos procedentes de EE. UU. son los de Suiza, Reino Unido, Alemania y Francia, seguidos por Japón y el conjunto de Europa.

Seguimos viendo un entorno razonablemente favorable para la renta variable, aunque los resultados del segundo trimestre han sido mixtos: las revisiones de beneficios para el conjunto del año se mantienen planas o a la baja, mientras que el sentimiento inversor parece algo extendido y el repunte del mercado desde el 2 de abril ha sido muy rápido. Tomamos beneficios en renta variable de mercados desarrollados a principios de julio, pero mantenemos una sobreponderación en renta variable de mercados emergentes, donde las valoraciones son más bajas y el crecimiento de beneficios parece más sólido. Nuestros mercados preferidos en esta categoría son India y Corea del Sur. También destacamos que cualquier resolución sobre el tratamiento de los aranceles farmacéuticos podría permitir al Swiss Market Index recuperar parte del terreno perdido, tras haberse quedado rezagado respecto a otros mercados este año.

En renta fija, creemos que los bonos corporativos con grado de inversión siguen ofreciendo oportunidades. Los bonos soberanos podrían verse negativamente afectados por aranceles prohibitivos en EE. UU. si estos implican un aumento del gasto público para sostener economías en dificultades. En Europa, Alemania cuenta con margen fiscal suficiente para reaccionar, pero países como Francia o Italia tienen menos espacio, lo que podría llevar a un aumento de sus diferenciales de crédito frente al bono alemán (Bund).

En el mercado de divisas, la magnitud del daño económico relativo causado por los aranceles y los cambios en las expectativas de tipos de interés podrían mantener la volatilidad elevada. Vemos el par EUR/USD dentro de un rango de valor razonable entre 1,15 y 1,20. En cuanto al franco suizo, un acuerdo exitoso con EE. UU. consolidaría el par USD/CHF en los niveles actuales, ya que seguimos previendo recortes de tipos por parte de la Reserva Federal, mientras que el Banco Nacional Suizo ya ha alcanzado un tipo mínimo del 0 %. Para el USD/JPY, el reciente acuerdo comercial entre Japón y EE. UU. debería allanar el camino para un yen más fuerte.

También vemos un papel importante para el oro como herramienta para reforzar la resiliencia de las carteras y como instrumento clave de gestión de riesgos en el actual entorno de incertidumbre. Tras reducir nuestra exposición al oro durante la pausa arancelaria de 90 días, hemos vuelto a una posición neutral a principios de este mes.

Tribuna de Dr. Nannette Hechler-Fayd’herbe, Head of Investment Strategy, Sustainability y Research, CIO EMEA, y Samy Chaar, Chief Economist y CIO Switzerland y Filippo Pallotti, Economist en Lombard Odier. 

“España se ha convertido en uno de los mercados inmobiliarios más interesantes para la inversión institucional”

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Después de años siendo el patito feo, el real estate europeo ha vuelto con fuerza a acaparar el interés de los inversores institucionales. Dentro del continente, España se perfila como uno de los mercados más atractivos, según Carsten Czarnetzki, responsable de AEW (parte de Natixis IM) para Iberia: “Hay mucho interés por en España, hemos visto un aumento de los flujos en casi todas las categorías dentro del real estate, dominado por el comercial y la logística”, afirma. 

El experto habla de que se ha diversificado el perfil de los inversores, dado que ahora conviven nacionales e internacionales, tanto europeos como latinoamericanos, aludiendo al interés geoestratégico de la capital: “Madrid siempre es el punto de encuentro para inversores latinoamericanos, que siempre empiezan por aquí y luego analizan otras ciudades de España y otros mercados”. 

Dicho esto, Czarnetzki también alude a Barcelona, Palma de Mallorca, Valencia y Málaga como otras plazas interesantes para la inversión, así como el mercado portugués. La firma ha participado este año en dos importantes operaciones inmobiliarias de venta de oficinas en Madrid y Barcelona, y apunta a que el interés por este segmento – fuertemente penalizado desde el covid- está de vuelta: “El inversor institucional ha vuelto a invertir en oficinas, que en los últimos dos años había sido un mercado más dominado por los family offices y el inversor privado. Hemos visto un crecimiento del 19% del volumen de transacciones comparado con el año pasado”, comenta.

¿Existen catalizadores para un mayor crecimiento en el mercado inmobiliario español?

En general, vemos el futuro muy positivo. Por un lado, los tipos más bajos ayudan a que la financiación sea más beneficiosa para la inversión de real estate. También estamos viendo mucho flujo de capital de regreso a Europa como consecuencia de la incertidumbre que hay en EE.UU. 

La mayoría de nuestros clientes son inversores institucionales, y estamos en contacto con ellos. Aunque todavía no ha pasado, los hay que están debatiendo reducir su asignación a bonos estadounidenses. Y si eso sucede, esa liquidez tiene que invertirse en algún sitio. Desde mi punto de vista, el sector inmobiliario se va a beneficiar. El real estate suele ocupar una asignación pequeña en la cartera del inversor institucional, digamos entre el 3 y el 20%. Pensamos que cada rotación de bonos hacia real estate va a tener un efecto multiplicador para el real estate

¿Cómo puede el mercado inmobiliario español verse afectado por la política arancelaria de EE.UU.?

Vemos menos impacto para España que para el resto de Europa, porque el PIB nacional está menos enfocado a la exportación a EE.UU. Eso también contribuye al hecho que España sea convertido en uno de los mercados más interesantes para la inversión institucional.

¿Qué tendencias anticipa para la inversión en real estate?

El universo de inversión en activos inmobiliarios se ha diversificado desde el Covid. Aunque al final, gran parte se englobe en la gama residencial, los nuevos subsegmentos son más específicos, como activos hoteleros o residencias estudiantiles (student housing o student accomodation). Es una oferta más ajustada a la demanda.

Ahora están volviendo los centros comerciales. Es un cambio importante porque en este sector ha sucedido como en el de oficinas, había un exceso de oferta, pero hemos visto últimamente números que apuntan a un incremento en las ventas de centros comerciales en España y Portugal. 

La demanda también se ha mantenido alta en logística, aunque no hemos visto tanto crecimiento. La cuestión es que ahora no se están haciendo tantas transacciones porque no hay producto en el mercado. Es difícil conseguir suelo para construir logística en lugares como Barcelona

También vemos un interés creciente por las oficinas, aunque ha evolucionado. Tras el Covid se produjo una crisis en el segmento de oficinas, por el auge del teletrabajo. Desde entonces, muchas compañías han decidido reducir su implantación y ofrecer menos espacio, pero más cualitativo. En cambio, las oficinas en las afueras se han quedado sin uso y presentan menor demanda. Si las valoraciones caen a un cierto nivel, la conversión a otros usos como el residencial, que está en alta demanda, va a tener sentido. 

Según un estudio que hemos realizado internamente en AEW, Fráncfort y Madrid son los dos mercados europeos con mayor tasa de conversión de oficinas a otros usos, con un 19% y un 17% respectivamente, mientras que el promedio en Europa está en un 12%. Madrid se perfila como un mercado con mayor potencial después de que la Comunidad de Madrid aprobase una ley que permite el cambio de uso de edificios de oficinas a residencial. Hemos visto esta tendencia en menor medida en Barcelona, porque allí la situación urbanística es más compleja.

Finalmente, también vemos mucho potencial en el sector inmobiliario para beneficiarse de la inteligencia artificial. Todo el mundo tiene un poco miedo de la IA, pero nosotros vemos el caso contrario, porque pensamos que está creando puestos de más valor añadido.

Por ejemplo, los arquitectos pueden diseñar mucho más rápido los planos para los proyectos ejecutivos, porque mucho de esa fase de diseño se puede automatizar una vez diseñado. Lo que todavía nos cuesta es la fase de obtener los permisos. Ahí vemos que en el futuro quizás algo tiene que cambiar para mejorar los tiempos. 

También gracias a la IA podemos montar muchos sensores en los edificios, monitorizar y supervisar el consumo energético del edificio y adaptarlo exactamente a cada usuario. 

¿Cómo están las valoraciones?

Es necesario ver categoría por categoría. En oficinas todavía seguimos con un problema grave, que son las oficinas en ubicaciones no principales. Vemos que la recuperación de valores va mucho más lento y en algunos casos no se va a recuperar, porque la demanda ha cambiado. El enfoque siempre está en el CBD, en el centro, donde existe una demanda alta y rentas al alza. 

En residencial, la situación sigue siendo muy importante porque cada año faltan cerca de 200.000 viviendas más. Eso implica que hay cada vez más presión sobre los inquilinos para encontrar su espacio para vivir, y pone presión sobre nosotros como inversores para encontrar soluciones. No se trata solamente de construir más, sino de construir el producto adecuado: living, senior housing, student accommodation… No solamente faltan pisos, falta la oferta adecuada para la demanda específica. Y eso es un gran desafío para la industria.

¿Existe riesgo regulatorio para el sector residencial en España?

Estamos procediendo con mucho cuidado. Lo que está pasando en ciudades como Barcelona, donde se están aplicando restricciones a los alquileres, nos preocupa como inversor institucional.  

En general, si hay limitaciones en renta y mucha incertidumbre, para el mercado de inversión siempre es mala noticia. Desde mi punto de vista personal, hay que aumentar la oferta y hay que ayudar a la inversión privada para que entre en el mercado. Es necesario un diálogo entre el inversor institucional y los ayuntamientos para poder ayudar en construir esa oferta adicional que se necesita para solucionar esa crisis.

Schroders crea su Centro de Excelencia Global de Activos Digitales

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Alianza Mirabaud y Oquendo para asesorar en M&A
Foto cedidaMarita McGinley, responsable Global de Estrategia de Activos Digitales.

Schroders ha anunciado el lanzamiento de su Centro de Excelencia Global de Activos Digitales, como parte de su compromiso continuo para desarrollar soluciones innovadoras que mejoren la prestación de servicios al cliente. Dirigido por Marita McGinley, responsable Global de Estrategia de Activos Digitales, el centro con sede en Singapur reúne a un equipo de especialistas en activos digitales, y tiene como objetivo impulsar el desarrollo de ideas y mejores prácticas a través de la participación de los responsables políticos y la colaboración de la industria de gestión de activos a nivel mundial.

En concreto, la gestora explica que este Centro de Excelencia tendrá tres prioridades estratégicas. La primera, innovar en los componentes digitales mediante la aplicación de la tokenización en casos reales de uso para el negocio de Schroders con el fin de ofrecer un mayor valor añadido al cliente y generar eficiencias operativas. La segunda, capitalizar las nuevas oportunidades derivadas de la tokenización que complementan la gestión activa, como los fondos tokenizados, la gestión de colateral y las soluciones de tesorería. Y la tercera, establecer un futuro modelo operativo escalable mediante la creación de un marco simplificado y preparado para el futuro de componentes digitales reutilizables (por ejemplo, datos, contratos inteligentes, herramientas de integración) que puedan ampliarse a múltiples plataformas.

La firma considera que los activos digitales presentan una oportunidad transformadora para el sector de la gestión de activos a través de las finanzas componibles. La visión de Schroders de las finanzas componibles pasa por que los gestores de activos puedan optimizar los componentes core de las inversiones, como fondos de inversión, bonos, acciones y materias primas, en contratos inteligentes y  programables, así como tokens.

A medida que Schroders explora los beneficios de los activos digitales para clientes y socios, este enfoque permite a la empresa ampliar las oportunidades de inversión, estandarizar los procesos operativos y desarrollar capacidades preparadas para el futuro. Esto permite la construcción de carteras flexibles y eficientes y el reequilibrio de las mismas, lo que posibilita a Schroders ofrecer soluciones personalizadas de forma ágil a los clientes.

Singapur como centro

El Centro se comprometerá y participará en iniciativas con los principales actores del ecosistema financiero para trabajar en las siguientes áreas: 

  • Contribuir a dar forma a políticas que fomenten la innovación y el cumplimiento normativo mediante la colaboración con reguladores y responsables políticos.
  • Impulsar normas y mejores prácticas mediante el compromiso y la participación en grupos de trabajo del sector de activos digitales.
  • Promover el intercambio de conocimientos y el liderazgo intelectual mediante asociaciones con instituciones educativas.

Desde la gestora señalan que este lanzamiento está en línea con las ambiciones de Singapur de convertirse en líder mundial en tecnología financiera e innovación de activos digitales. Esto se ve respaldado por el liderazgo de Schroders en iniciativas clave como el Proyecto Guardian de la Autoridad Monetaria de Singapur, una colaboración global entre los responsables políticos y los principales actores de la industria para mejorar la liquidez y la eficiencia de los mercados financieros a través de la tokenización de activos. Esto refuerza el compromiso de Schroders de impulsar la innovación en la gestión de activos.

“El lanzamiento del Centro de Excelencia Global de Activos Digitales marca un hito fundamental en nuestro viaje para impulsar la evolución de la gestión de activos a través de la innovación digital. A medida que Asia continúa acelerando su liderazgo en la innovación de activos digitales, el dinámico ecosistema fintech de Singapur nos proporciona la plataforma ideal para replantear cómo los activos digitales pueden ofrecer soluciones de inversión personalizadas y escalables. A través de una estrecha colaboración con socios clave de la industria y reguladores, no solo estamos dando forma a un ecosistema de finanzas componibles, sino también garantizando que nuestros clientes puedan acceder a una gama más amplia de oportunidades de inversión, gestionar sus carteras de manera más eficiente y adaptarse rápidamente a las cambiantes condiciones del mercado», ha afirmado Gopi Mirchandani, Responsable de Client Group de Asia en Schroders

Por su parte, Meagen Burnett, directora financiera del Grupo Schroders, ha añadido: “Los activos digitales están transformando tanto el ecosistema financiero existente de la gestión de activos como el nuevo ecosistema nativo digital. A través de la participación de los reguladores, la colaboración intersectorial y el desarrollo de nuevas capacidades, nuestro Centro de Excelencia de Activos Digitales navegará por estas dos mundos con el fin de seguir ofreciendo a nuestros clientes nueva tecnologías para satisfacer sus necesidades en constante evolución”.

Genius Act: así innova EE.UU. en el ámbito de las stablecoins

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La nueva legislación estadounidense —en particular la ley Genius aprobada en julio— está consolidando el papel de las stablecoins como método de pago en el futuro de las finanzas, una de las cinco megatendencias que los expertos creen que potenciarán la rentabilidad. Desde BlackRock recuerdan que están vinculadas a las principales divisas, principalmente el dólar estadounidense, y podrían consolidar el dominio del billete verde en los mercados mundiales, si bien otros países están explorando alternativas. 

En concreto, son tokens digitales vinculados a una moneda fiduciaria y respaldados por activos de reserva. Combinan la transferencia sin fricciones propia de las criptomonedas con la estabilidad percibida de una moneda tradicional. Aunque las stablecoins representan solo el 7% del universo cripto, su adopción ha crecido rápidamente desde 2020, alcanzando un volumen cercano a los 250.000 millones de dólares.

“Creemos que la mayor demanda de stablecoins tendrá escasa repercusión en los rendimientos de la deuda del Tesoro a corto plazo. Seguimos considerando que el bitcoin es un destacado catalizador de la rentabilidad”, argumenta BlackRock en su último informe. En este sentido, 2025 ha sido un año excepcional para el bitcoin, que ha subido un 25% en lo que va del año, mientras EE.UU. avanza en la aprobación de varias leyes clave destinadas a integrar los pagos y activos digitales en el sistema financiero tradicional —y convertir al país en la capital mundial de las criptomonedas.

Implicaciones de la Genius Act

El análisis que hace BlackRock, hay dos implicaciones principales de la *Genius Act para el dólar estadounidense y los bonos del Tesoro. La primera que la ley define las stablecoins como un método de pago, no como un producto de inversión; prohíbe a los emisores pagar intereses; y restringe su emisión a bancos regulados a nivel federal, algunas entidades no bancarias registradas y empresas con licencia estatal.

“Esta regulación podría reforzar la dominancia del dólar, al facilitar un ecosistema digital tokenizado basado en el dólar para pagos internacionales. En mercados emergentes, esto podría ofrecer un acceso más fácil al dólar frente a monedas locales volátiles. Sin embargo, en economías avanzadas, la adopción podría verse limitada por la prohibición de pagos de intereses, pensada para evitar la competencia con los depósitos bancarios y proteger el sistema tradicional de crédito”, señalan.

En segundo lugar, consideran que la ley también establece qué activos pueden mantener los emisores de stablecoins como reservas: principalmente acuerdos de recompra (repos), fondos del mercado monetario y bonos del Tesoro estadounidense con vencimiento de 93 días o menos. “Los principales emisores —Tether y Circle— tienen juntos al menos 120.000 millones de dólares en letras del Tesoro, lo que representa solo un 2% del total de aproximadamente 6 billones en circulación. Esta demanda podría crecer a medida que lo haga el mercado de stablecoins e impulsar nuevas compras de bonos a corto plazo. Pero el impacto en los rendimientos probablemente será limitado”, matizan.

EE.UU. no es el único país en actuar. Hong Kong ha lanzado nuevas regulaciones para atraer innovación en stablecoins y Europa explora el euro digital, aunque su uso se limitaría para no afectar al sistema bancario. “Si otros países permiten stablecoins que paguen intereses, o impulsan monedas digitales de bancos centrales (CBDC), esto podría debilitar el rol del dólar en el comercio internacional. No obstante, EE. UU. podría responder permitiendo también intereses en stablecoins”, indica el informe.

Según los expertos, esta ola de adopción de activos digitales por parte de gobiernos —a través de marcos regulatorios y apoyo de la administración estadounidense— augura una mayor adopción futura lo que refuerza la tesis de inversión sobre bitcoin como un impulsor diferenciado de riesgo y rentabilidad en los portafolios. “A pesar de ello, las stablecoins aún representan una parte relativamente pequeña del universo cripto, y conforme evolucione este ecosistema, aún no está claro cómo competirán frente a otros activos digitales”, concluyen desde BlackRock.

JP Morgan AM anticipa un tercer trimestre con menor riesgo de recesión y apuesta por la renta variable

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JP Morgan Asset Management ha presentado su análisis sobre el panorama macroeconómico y los principales riesgos que marcarán la evolución de los mercados financieros durante el tercer trimestre de 2025. Lucía Gutiérrez-Mellado, directora de Estrategia para España y Portugal, ha sido la encargada de exponer la visión de la firma en un encuentro exclusivo para clientes profesionales.

Durante su intervención, Gutiérrez-Mellado ha destacado las consecuencias del nuevo entorno arancelario global, las divergencias entre políticas monetarias y las oportunidades que ofrece la renta variable en un contexto de inflación contenida y tipos de interés más bajos en Europa.

“El segundo trimestre ha estado marcado por mucho ruido, especialmente por las noticias procedentes de Estados Unidos. Sin embargo, a pesar de esa incertidumbre, los mercados de renta variable han mostrado resistencia, y el índice estadounidense ha alcanzado niveles máximos”, señaló la directora.

El informe que presentó la entidad resalta que, tras la fuerte corrección provocada por los aranceles anunciados en abril, los mercados se han estabilizado gracias a una tregua comercial y al inicio de nuevas negociaciones. “Nuestra visión actual es más optimista que la de marzo. Aunque las perspectivas de crecimiento siguen siendo más bajas que a principios de año, el riesgo de recesión se ha reducido”, añadió.

En su análisis, Gutiérrez-Mellado destacó el nuevo plan fiscal aprobado en Estados Unidos, que extiende los recortes de impuestos de 2017, aumenta el gasto en infraestructuras y modifica partidas como Medicaid y el techo de deuda: “Este plan podría impulsar el crecimiento, y esperamos que EE. UU. crezca algo más de lo previsto en marzo, aunque por debajo de su tendencia”, explicó la especialista.

En Europa, J.P. Morgan Asset Management detecta un cambio de mentalidad respecto al gasto fiscal, especialmente en países como Alemania, que podría favorecer la recuperación económica. “Aunque el crecimiento será plano en 2025, las condiciones actuales (tipos más bajos, inflación controlada y mejora del consumo) deberían impulsar una reactivación en 2026”, apuntó.

Respecto a la renta variable, la firma mantiene una estrategia ligeramente sobreponderada, con preferencia por sectores concretos y ajustes tácticos según el entorno macroeconómico.

“Creemos que la renta variable puede seguir rindiendo bien este año, sustentada más en resultados empresariales sólidos que en la expansión de múltiplos”, concluyó Gutiérrez-Mellado, que resaltó además que invertir, incluso en escenarios inciertos, ha demostrado ser rentable a medio y largo plazo.

Cinco factores que impulsarán las inversiones en la segunda mitad de 2025

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A medida que nos adentramos en la segunda mitad de 2025, los inversores se encuentran en una encrucijada entre la incertidumbre y la aparición de tendencias que podrían estabilizarlos. Según el balance que hacen desde UBS Global Wealth Management, en la primera mitad del año, tuvieron que lidiar con cambios en las políticas, fluctuaciones en la confianza y acontecimientos geopolíticos.

Sin embargo, bajo la superficie, se están perfilando las líneas maestras de un entorno más constructivo que, previsiblemente, irán ganando visibilidad en los próximos meses. «A corto plazo, vemos un potencial alcista comparativamente mayor en Estados Unidos y los mercados emergentes que en Europa. Nos decantamos por la exposición a oportunidades de crecimiento estructural para aprovechar el rendimiento esperado a corto y largo plazo», señala Mark Haefele, director de Inversiones de UBS Global Wealth Management.

Sobre la asignación de activos, Haefele apunta: «En renta variable, nos decantamos por temas de crecimiento como la inteligencia artificial, la energía y los recursos, y la longevidad. También nos gustan los bonos de calidad a medio plazo y el oro. Consideramos que el dólar estadounidense no es atractivo».

Cinco aspecto a vigilar

En este contexto, Haefele identifica cinco factores clave que, según anticipan, impulsarán los resultados de inversión en los próximos meses. El primero de ellos son las políticas comerciales y fiscales de Estados Unidos, que están tomando forma de manera gradual. Según explica, aunque la expiración de la pausa arancelaria “recíproca” de EE.UU. y los debates legales en torno a la base jurídica de los aranceles podrían generar volatilidad a corto plazo, espera que el contorno final de la política comercial estadounidense se aclare en las próximas semanas. «Mientras tanto, las acciones del Tesoro y del poder legislativo, incluida la Ley de Una Gran y Hermosa Ley (“One Big Beautiful Bill Act”), deberían aportar mayor claridad a la política fiscal. Si bien los aranceles elevados y los déficits persistentes pueden desestabilizar periódicamente a los mercados, no esperamos que pongan fin a la expansión económica general ni que desencadenen una caída sostenida del mercado», señala el CIO.

En segundo lugar apunta que el riesgo geopolítico sigue siendo una característica del entorno actual. Considera que los conflictos en curso en Oriente Medio y Europa del Este representan riesgos extremos, por lo que señala que el reto para los inversores es cómo diversificar y cubrir eficazmente el riesgo de una posible escalada.

«En tercer lugar, esperamos una caída de los tipos de interés y de los rendimientos de los bonos. La Reserva Federal ha mantenido las tasas sin cambios en la primera mitad del año, pero prevemos que reanude los recortes en la segunda mitad. Creemos que los tipos más bajos, el menor crecimiento, la inflación más lenta y los flujos hacia activos refugio darán lugar a rendimientos más bajos en los bonos de alta calidad hacia fin de año», añade como factor decisiones.

En cuarto y quinto lugar, lanza dos ideas: «Por un lado, anticipamos una mayor debilidad del dólar estadounidense. Tras una caída significativa en la primera mitad del año, el ritmo de depreciación podría moderarse, pero esperamos que la tendencia a largo plazo de ‘desdolarización’ continúe. Y, por último, consideramos que las tendencias estructurales de crecimiento —en particular la inteligencia artificial, la energía y los recursos, y la longevidad— seguirán impulsando los rendimientos del mercado de renta variable, respaldadas por una mayor innovación, adopción y monetización durante la segunda mitad del año y más allá».

Posicionamiento de las carteras

Ante este panorama, el director de Inversiones de UBS Global Wealth Management considera que los inversores deberían alinear sus carteras con estos factores clave mientras gestionan el riesgo de una volatilidad renovada. «Para quienes tienen una asignación insuficiente a renta variable, aumentar progresivamente la exposición a acciones globales diversificadas o a carteras equilibradas puede ayudar a posicionarse para obtener mayores rendimientos potenciales en los próximos años. Dado que los tipos sobre el efectivo ya son bajos o están próximos a caer, recomendamos destinar efectivo a bonos de calidad y estrategias de ingresos diversificadas, lo que puede ayudar a mejorar el rendimiento y la durabilidad de los ingresos», afirma.

Además, Haefele cree que este es un buen momento para revisar las exposiciones cambiarias y considerar la reducción de las tenencias excesivas en dólares mediante coberturas o diversificación. «Vemos el oro como una cobertura eficaz contra los riesgos geopolíticos. Es probable que el metal también reciba apoyo adicional por parte de un dólar estadounidense más débil, la caída de los tipos de interés reales, y la demanda tanto de bancos centrales como de inversores. Dado que los diversificadores tradicionales como el dólar estadounidense y los bonos del Tesoro de EE.UU. se han mostrado menos fiables, creemos que los inversores también deberían considerar activos alternativos, incluidos los fondos de cobertura y los mercados privados», concluye.

Ideas de inversión para ganar exposición a renta variable de Europa y Japón

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El giro en las tendencias estructurales, desplazando el momento positivo desde EE.UU. hacia otras regiones, ha sido una de las narrativas que están dominando este 2025. Los inversores profesionales consideran que la agresiva política comercial resta visibilidad a EE.UU. y que la entrada en vigor de la “Big, beautiful Bill” no tendrá el impacto positivo de la magnitud que anticipa la nueva administración. Además, la sobrevaloración de algunas partes del mercado estadounidense también está alentando a una revisión de los activos en cartera. En Funds Society hemos preguntado a una serie de de gestoras internacionales, y su reacción ha sido unánime: es la hora de buscar más exposición a los mercados europeos y a Japón

La hora de Europa

“Europa continúa siendo una región atractiva para los inversores, tanto en renta variable como en renta fija, gracias a unos fundamentos sólidos y unas valoraciones que resultan especialmente atractivas en comparación con otros mercados desarrollados” resume William Davies, director global de inversiones de Columbia Threadneedle Investments. Davies considera que el entorno de desinflación y el ciclo de bajadas de tipos de interés del BCE “ha favorecido el apetito inversor”, e indica que sectores como tecnología, salud, consumo básico y lujo “siguen mostrando resiliencia y potencial a largo plazo”. 

Para Davies, la gestión activa será clave para navegar este entorno, entendida como la capacidad para “identificar compañías europeas bien posicionadas estructuralmente”. “El mercado europeo ha demostrado una notable capacidad de adaptación y sigue ofreciendo múltiples palancas de valor para los inversores que buscan exposición diversificada con criterios de calidad y valoración razonables”, insiste. 

Desde Capital Group, Mario González, responsable para Iberia, US Offshore y Latam, explica que también son “relativamente optimistas” con Europa, concretamente respecto al estímulo fiscal de Alemania y sus beneficios para el resto del continente: “Podríamos ver un ciclo industrial más fuerte en los próximos tres años”.

González también constata la creciente necesidad de autosuficiencia en la región: “Es probable que el hecho de que Europa se centre en apoyar su economía frente a lo que consideran una política estadounidense adversa tenga ramificaciones positivas para muchas empresas”.

En cuanto a ideas de inversión, González apunta a los bancos comerciales europeos: “Se han vuelto más rentables y han acumulado importantes reservas de capital, y están preparados para beneficiarse del gasto público”. También apunta a oportunidades de inversión en empresas relacionadas con la defensa, los materiales de construcción y las infraestructuras

Finalmente, desde Capital Group se fijan en el atractivo de valores del sector asegurador, telecomunicaciones y proveedores de servicios públicos, por considerar que albergan empresas atractivas que “se consideran valores resistentes que pagan dividendos con una exposición arancelaria mínima”. 

“En Europa, se espera que el aumento del gasto en defensa impulse a los valores industriales, mientras que Japón se está beneficiando de las reformas de gobierno corporativo y de los indicios de que el estancamiento económico a largo plazo está llegando a su fin”, destaca Sabrina Denis, estratega sénior de carteras en Janus Henderson. 

Denis destaca las valoraciones atractivas de ambas regiones frente a la renta variable estadounidense, así como su exposición a una mayor variedad de sectores que el mercado estadounidense, dominado por la tecnología. Dicho esto, la experta matiza que “los inversores deberían mostrarse oportunistas con la renta variable no estadounidense, pero selectivos”. 

Así, desde Janus Henderson coinciden en encontrar oportunidades en empresas europeas de defensa o industriales con potencial para beneficiarse del aumento del gasto público. Denis también señala el buen posicionamiento de los bancos europeos: “Han pasado años acumulando reservas de capital que ahora están devolviendo a los accionistas en forma de dividendos y recompras de acciones”. Añade como otro punto positivo la mejora de las perspectivas de desregulación del sector bancario “gracias a la campaña desreguladora en Estados Unidos, lo que podría impulsar aún más la rentabilidad”.

En cambio, desde Janus Henderson desaconsejan la exposición a empresas con cadenas de suministro largas, como los fabricantes de automóviles, por considerar que “se enfrentan a un abanico más amplio de resultados derivados de los aranceles”. La estratega propone como alternativa que los inversores se fijen en empresas con modelos de negocio basados en suscripciones: “Tienen una exposición mínima a las políticas comerciales y, por lo tanto, podrían mostrarse más resistentes en el entorno actual”. 

En último lugar, Denis menciona a las empresas chinas de Internet, de las que indica que “cotizan con algunas de las valoraciones más bajas que hemos visto” y afirma que tendrían potencial de revalorización “si los estímulos fiscales impulsan el consumo interno (lo que impulsaría el gasto en publicidad online) y se mantiene el apoyo gubernamental a la tecnología avanzada”.  

El retorno de Japón

Japón ha sido el otro mercado bursátil desarrollado que también ha atraído la atención de los inversores. Como explican desde Wellington Management los estrategas Andrew Heiskell y Nicolas Wylenzek, son varias las dinámicas favorables de las que se está beneficiando la renta variable nipona: mayor inversión nacional, activismo accionarial, incrementos salariales, transición hacia la automatización y la eficiencia, aumento de los dividendos y las recompras y una inflación estructuralmente más alta. “Si bien esto genera oportunidades cada vez más atractivas en renta variable japonesa, conviene destacar que las reformas fiscales y las medidas de política económica benefician sobre todo a compañías nacionales de pequeña y mediana capitalización”, aclaran ambos expertos. 

Desde Columbia Threadneedle, William Davies puntualiza que Japón ofrece oportunidades “para los inversores a largo plazo”, gracias a la combinación de fundamentales sólidos, beneficios empresariales al alza, repunte de la actividad de fusiones y adquisiciones y el ya citado incremento de la recompra de acciones. 

El experto afirma que “la transformación estructural del país hacia un modelo económico enfocado en la rentabilidad y la eficiencia del capital está consolidando una base sólida para el crecimiento sostenido”, de ahí que, aunque la desaceleración del crecimiento global suponga un riesgo, “esta situación ha contribuido a generar valoraciones más atractivas, especialmente en términos de precio/valor contable”. 

En conjunto, concluye Davies, se trata de un entorno propicio “para una inversión selectiva en compañías de calidad con potencial estructural”.

¿Qué hacemos con la asignación a EE.UU.?

Pese al mayor interés por acciones europeas y niponas, no son pocas las gestoras que piden pragmatismo para abordar el mercado estadounidense. En palabras de Martin Moryson, economista jefe de DWS, “no conviene dar por descartado a Estados Unidos, sobre todo por el dominio de sus empresas tecnológicas”. La postura del experto es que “no se trata de si nos gusta o no la política estadounidense, sino de si los beneficios empresariales están creciendo. Y, por ahora, en EE. UU. siguen creciendo a buen ritmo”.

Desde Allianz Global Investors indican que “muchos de los factores que han convertido a EE. UU. en un entorno empresarial excepcional permanecen intactos”, como la elevada rentabilidad de las empresas estadounidenses, su liderazgo en inteligencia artificial (IA) o una demografía favorable. Dicho esto, consideran que “la actual ponderación de EE. UU. en los índices mundiales podría estar sobrevalorada”.

Para los expertos de la gestora, “la prima de las acciones estadounidenses puede estar justificada solo en los sectores que presentan mejores rentabilidades”, por lo que recomiendan  tener un enfoque selectivo y centrarse en tendencias como  la tecnología y ciertos sectores industriales, y reducir exposición a sectores estadounidenses cuya prima no está justificada frente a otros mercados.

Desde Federated Hermes Charlotte Daughtrey, Directora de Inversiones para US SMID, mantiene que “la agenda proeconomía y procrecimiento de la administración Trump apoyará a las empresas estadounidenses y, en particular, a los valores estadounidenses de pequeña y mediana capitalización, que son la columna vertebral de la economía estadounidense”.

De hecho, considerando que los ingresos de empresas medianas y pequeñas están más orientadas al mercado nacional que las grandes capitalizadas (70-80% frente al 50%), Daughtrey considera que la “Big Beautiful Bill” las podría beneficiar “desproporcionadamente”. “Las empresas de pequeña y mediana capitalización pagan casi la totalidad del impuesto de sociedades de EE.UU., por lo que cualquier reducción del tipo impositivo tendría un impacto directo”, explica. La experta también considera que la relajación prevista de los requisitos reglamentarios también beneficiaría a este conjunto de empresas, al reducir su carga e incrementar las fusiones y adquisiciones.

Si a esto se suma la flexibilidad de la Reserva Federal para recortar los tipos, y que EE.UU. alberga a numerosas empresas innovadoras y líderes del mercado, la experta considera que, a medida que se vaya comprendiendo mejor el contexto político, no sólo small y midcaps estadounidenses se verán favorecidas, sino que se pondrá de relieve que “el excepcionalismo de EE.UU. está lejos de haber terminado”.

 

Inflación y negociaciones: dos focos que vigilar en el juego arancelario

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Los expertos de las gestoras internacionales consideran que la incertidumbre comercial podría estar disminuyendo a medida que Estados Unidos logra acuerdos con sus principales socios; ahora bien, recuerdan que aún queda ver el impacto que tendrán todos estos aranceles en la inflación y, sobre todo, en la economía estadounidense y global. Mientras esperamos a que se visibilice este impacto, toda la atención está puesta en las negociaciones y los acuerdos.

En opinión de Chris Iggo, director de Inversiones (CIO) de AXA IM, los acuerdos comerciales estadounidenses son “una idea ingenua”. Según su argumento, éstos no forzarán una redirección del gasto estadounidense de bienes extranjeros hacia bienes producidos en el país. “Si tiene éxito, el déficit comercial estadounidense debería disminuir y habría entradas en la cuenta de capital de la balanza de pagos en forma de inversiones directas y de cartera. En tal escenario, se esperaría un dólar fuerte, no solo por un menor déficit comercial y mayores flujos de inversión, sino también desde un punto de vista de sentimiento: América está ganando y es excepcional”, afirma.

Vigilando la inflación

El director de inversiones de AXA IM advierte que “en cambio, los precios de las importaciones subirán y eso significará márgenes de beneficio más bajos para las empresas que importan bienes intermedios o finales para distribuir en el mercado estadounidense. Y probablemente signifique precios más altos para los consumidores de EE.UU. y, por tanto, más inflación”. 

En este contexto, Iggo indica que “los proveedores extranjeros podrían ver cierta caída de la demanda y tal vez reduzcan sus precios de venta, soportando un golpe en sus beneficios”. Según su visión, para los mercados europeos, el panorama es menos claro: “Habrá un impacto de los aranceles estadounidenses sobre la rentabilidad europea. Ese es un viento en contra para el crecimiento y puede haber sido un factor en la caída de la tasa de crecimiento trimestral del PIB de la Eurozona al 0,11% en el segundo trimestre, desde el 0,57% en el cuarto trimestre. Sin embargo, tasas más bajas en Europa y un posible estímulo de la política fiscal alemana deberían permitir una ligera mejora en los próximos trimestres”.

Según Patrick Artus, senior economic advisor en Ossiam (affiliate de Natixis IM), algunos economistas e inversores estadounidenses creen que los exportadores a Estados Unidos recurrirán a sus márgenes de beneficio, y que, como resultado, no habrá un efecto inflacionario en Estados Unidos por los aranceles más altos. Sin embargo, Artus advierte que es “imposible para los exportadores a Estados Unidos compensar aranceles más altos con sus márgenes de beneficio” ya que, tal y como explica, “es imposible que los exportadores reduzcan sus precios entre un 15% y un 30% para compensar por completo el aumento de los aranceles”.

Ante este escenario, el experto de Ossiam advierte que “podemos esperar un aumento significativo de la inflación en EE.UU. Ésta será una inflación transitoria, no permanente […] Por lo que el escenario más probable es que la inflación subyacente en EE. UU. será alrededor del 3,4% a finales de año”.

El caso de Suiza

Como bien señalan las firmas de inversión, mientras vigilan las posibles dinámicas de la inflación, el otro foco de atención está puesto en las negociaciones y acuerdos entre los países y EE.UU. Un caso llamativo es el de Suiza. Si nos remitimos al argumento de la Administración Trump, cabe señalar que, en 2024, el déficit de bienes de EE.UU. con Suiza alcanzó aproximadamente 38.500 millones de dólares, lo que representa un incremento del 56,9% respecto a 2023. De hecho, las exportaciones estadounidenses a Suiza fueron 25.000 millones, mientras que las importaciones desde Suiza fueron 63.400 millones de dólares durante ese año. Unas cifras que, dentro del argumentario de Trump, justificarían un arancel del 39%.

En opinión de Christian Gattiker, director de Investigación de Julius Baer, este nivel de impuestos es “dramático” e “inesperado”. Sin embargo, reconoce que hay margen de sobra para llegar a un acuerdo. “Ambas partes siguen en contacto, y aún es posible alcanzar una solución negociada similar al marco entre EE.UU. y la UE. Para los inversores en activos suizos, este es un momento para mantener la calma, no para actuar. El impacto en los mercados probablemente será inicial y concentrado, con un repunte de la volatilidad a medida que se asimilan las implicaciones. Conviene evitar desplegar liquidez prematuramente: espere señales claras de una dislocación extrema o capitulación, por un lado, o de una resolución inmediata, por el otro, antes de volver a posicionarse”, destaca Gattiker. 

Para Nannette Hechler-Fayd’herbe, responsable de Estrategia de Inversión, Sostenibilidad e Investigación y CIO EMEA de Lombard Odier, Filippo Palloti, economista, y Serge Rotzer, analista de renta variable de Lombar Odier, la previsión es similar: “Esperamos que las negociaciones acerquen el arancel del 39% para Suiza al 15% pactado con la UE y Japón, aunque con concesiones potencialmente complejas y un posible aumento de inversiones estadounidenses”. 

En este sentido, reconocen que, aunque el sector farmacéutico queda excluido y productos de alto valor añadido como relojes, maquinaria de precisión y dispositivos médicos podrían trasladar parte del coste, si se confirma el 39%, los márgenes podrían verse afectados o incluso producirse una fuerte caída en las ventas a EE.UU. “En el improbable caso de que esta disputa comercial no se resuelva, revisaremos nuestra previsión de PIB real suizo para 2025, así como nuestra expectativa de que los tipos de interés no bajen del 0%”, comentan. 

Respecto a la implicación que tendrá para los inversores, los expertos de Lombard Odier señalan que, aunque es probable que las acciones suizas se resientan durante este periodo de incertidumbre, los bonos corporativos suizos y el sector inmobiliario pueden seguir ofreciendo fuentes atractivas de renta. “Nuestra previsión a 12 meses para el dólar/franco suizo se sitúa en 0,79”, concluyen.

Betterplan aspira a conquistar a los inversionistas chilenos con su modelo híbrido de MFO

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“El modelo híbrido nos hace bastante únicos”, asegura Joaquín Rhodius, director comercial y cofundador de Betterplan. En ese sentido, un elemento que está en el corazón de las ambiciones de la fintech de gestión patrimonial chilena es la tecnología, que apalancan para llevar el servicio de asesoría de inversiones independiente a clientes del segmento mass affluent.

¿Qué quiere decir que sea un modelo híbrido? Según explica el ejecutivo a Funds Society, esto significa que atienden a los clientes a través de una plataforma digital. En esta herramienta, además de gestionar y monitorear sus inversiones, los clientes pueden operar activos –sin incentivar el trading de corto plazo–, “siempre acompañados por la asesoría humana de un asesor financiero certificado por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF)”.

Así, el modelo de Betterplan se basa en una asesoría personalizada, “con portafolios a medida construidos con productos de las mejores administradoras globales y locales”, en palabras de Rhodius. Y, por el lado de los clientes, el punto de foco es el mass affluent, entendido en la fintech como patrimonios entre los 100.000 y el millón de dólares, aunque también atienden a clientes con montos más altos.

Hacia delante, la compañía busca seguir consolidando su negocio, que ha estado operando desde 2019. La meta, de momento, es superar los 100 millones de dólares en AUA en el corto plazo. “Si todo marcha bien, cerraremos el año cerca de los 120 millones de dólares bajo asesoría y con de 2.000 clientes aproximadamente”, augura el profesional.

También hay luces de una posible expansión regional. Rhodius comenta que están evaluando la factibilidad de replicar su modelo híbrido en otros países. “Argentina nos atrae especialmente y estamos en una etapa de análisis preliminar”, indica, agregando que uno de los principales desafíos es encontrar un broker con la tecnología necesaria para conectar con la plataforma de Betterplan y automatizar proceso, para asociarse.

Betterplan y el modelo de MFO

Desde la firma aseguran que la mayor similitud de la fintech con los multi-family offices más tradicionales es el alineamiento con los clientes. En ese sentido, su cofundador y director comercial destaca tres variable clave.

Por un lado, está la asesoría personalizada. La plataforma, acota, permite a los inversionistas crear sus propias carteras y estrategias. “No trabajamos solamente con soluciones ‘pre-armadas’ iguales para todos”, comenta.

Además, cuentan con una comisión única, en línea con los MFOs “más grandes y ‘puros’”. Esto quiere decir que sólo cobran una tarifa de asesoría, sin costos por transacción o rebates de los fondos en los que invierten sus clientes.

En tercer lugar, Rhodius enfatiza en el diseño de arquitectura abierta que aplican, con acceso a todos los fondos disponibles en Chile, “con una curaduría previa hecha por nosotros para seleccionar los mejores”. Actualmente, los vehículos locales con los que trabajan incluyen a Moneda Asset Management, BTG Pactual, Toesca, LarrainVial, Falcom, Frontal Trust, MBI y Singular, entre otros. Por su parte, los nombres internacionales incluyen a BlackRock, JP Morgan, Vanguard, Pimco y Goldman Sachs.

“Estamos convencidos de que nuestro modelo es más eficiente y más alineado con el cliente en comparación a lo que ofrecen bancos y corredoras en este segmento”, comenta el ejecutivo.

El rol de la tecnología

Con todo, el profesional recalca que la combinación de asesoría humana y herramientas tecnológicas los diferencian de la competencia. “Existen plataformas de trading y también plataformas de fondos mutuos, pero no hemos visto ninguna wealthtech con el nivel de desarrollo tecnológico que tenemos ni asesores tradicionales que se alineen con el cliente como nosotros. Esto explica en parte el buen desempeño que hemos tenido”, señala.

La tecnología en particular juega un papel fundamental, considerando su rol en amplificar las capacidades de asesoría a más clientes, ofreciendo sus servicios a patrimonios más pequeños que los que suelen acceder los MFOs tradicionales.

“Hoy tenemos seis asesores y cada uno atiende, en promedio, cerca de 300 clientes. Este ratio sería imposible sin el soporte tecnológico”, ilustra Rhodius.

En ese sentido, desde la fintech apuntan a complementar la asesoría patrimonial tradicional con las herramientas tecnológicas.

“Todas nuestras iniciativas buscan tomar las mejores prácticas del mundo tradicional, replicarlas y escalarlas gracias a la tecnología. El término que más usamos es ‘personalización a gran escala’. Ese es nuestro lema”, señala.

Otros negocios

Si bien la asesoría de inversiones está en el corazón del modelo de Betterplan, han ido incorporando más aristas a su negocio, según describe Rhodius.

Además de la plataforma que usan sus inversionistas, la fintech desarrolló una plataforma interna para asesores independientes, un grupo que ha ido en auge en Chile y que ha tomado creciente protagonismo en los últimos años.

Esta tribuna ofrece un abanico de herramientas e información para manejar las carteras de sus clientes. Esto incluye, detalla el profesional, datos proporcionados por los clientes, reuniones por Microsoft Teams guardadas, interacciones del cliente con la plataforma y el desempeño de sus inversiones, entre otros.

La herramienta también incorpora inteligencia artificial, funcionando como un asistente virtual que optimiza la gestión comercial del asesor.

Además, están expandiendo la oferta para incluir seguros. En el último trimestre, relata el director comercial de la firma, Betterplan selló un acuerdo con Chubb, una aseguradora de talla mundial.

“Destacamos especialmente poder ofrecer una alternativa completa a nuestros clientes, sobre todo a los más jóvenes (30-45 años). En esta etapa de la vida, muchos aún no tienen resuelto su futuro financiero y contar con un seguro de vida e invalidez disminuye significativamente el riesgo de que un imprevisto afecte sus objetivos familiares”, explica.