UBS Asset Management ha anunciado el lanzamiento de cuatro nuevos ETFs «diseñados para ayudar a los inversores a abordar el riesgo de concentración y mejorar la diversificación en los mercados de renta variable globales y estadounidenses», según señala la gestora. Estos fondos corresponden a la gamas UBS Mega Cap ETFs y UBS ex Mega Cap ETFs – disponibles tanto para los índices MSCI World como MSCI USA –, que permiten a los inversores gestionarde manera más precisa su exposición a las empresas más grandes e influyentes, o bien al mercado en general excluyendo esas mega capitalizaciones.
“La tecnología y la inteligencia artificial han impulsado la cuota de mercado de las 10 principales acciones de los grandes índices a máximos históricos, aumentando los riesgos de concentración y de valoración para los inversores indexados. Separar las mega capitalizaciones del resto del mercado permite a los inversores gestionar con mayor precisión su exposición a las empresas más grandes e influyentes, o al mercado en general sin dichas mega caps”, afirma André Mueller, Head of Client Coverage en UBS Asset Management.
Lazard ha anunciado la incorporación de Christopher Hogbin como nuevo CEO de Lazard Asset Management, a partir de diciembre de 2025. Hogbin cuenta con 30 años de experiencia profesional, incluidos 20 años en AllianceBernstein donde recientemente ocupó el cargo de director global de inversiones y fue miembro del equipo directivo ejecutivo. Christopher Hogbin, renombrado profesional del sector de la gestión de activos a nivel mundial, desempeñó un rol clave en la expansión y diversificación de las capacidades de inversión de AllianceBernstein en los mercados cotizados y privados, logrando resultados excepcionales para los clientes y el crecimiento de la empresa.
Christopher Hogbin sustituye en el cargo a Evan Russo, quien, tras dos décadas en Lazard, asumirá las funciones de asesor. Russo se incorporó en Lazard en 2007 y, además de desempeñar el cargo de director ejecutivo de Lazard Asset Management, ha ocupado varios puestos directivos durante su mandato, entre ellos el de director financiero de Lazard y codirector de mercados de capitales y estructura de capital de Lazard.
En palabras de Peter Orszag, director ejecutivo y presidente de Lazard: «Nos complace anunciar el nombramiento de Chris como director ejecutivo de Lazard Asset Management. Consideramos que este año marca un punto de inflexión para nuestro negocio de gestión de activos, ya que seguimos aprovechando nuestro impulso y posicionando a la firma para satisfacer las necesidades de los clientes. La demostrada experiencia de Chris en el desarrollo de negocio de inversión a nivel global nos ayudará a acelerar el progreso de la estrategia de crecimiento a largo plazo de Lazard. Agradecemos la dedicación de Evan y su labor al guiar nuestro negocio de gestión de activos en un período de transición crítico, al tiempo que desarrollaba una base sólida sobre la que Chris puede construir».
En palabras de Chris Hogbin: «Es un honor unirme a Lazard Asset Management y poder trabajar con un equipo de profesionales de renombre que se compromete a ofrecer a los clientes las mejores soluciones de inversión. Me motiva la visión de futuro de Lazard y el impulso que hay detrás de la ejecución de su estrategia de crecimiento a largo plazo. Estoy deseando unirme a Peter y al equipo para ayudar a llevar a cabo la siguiente fase de creación de valor para nuestros clientes y accionistas».
En palabras de Evan Russo: «En Lazard Asset Management, nos centramos de forma inquebrantable en ofrecer conocimientos diferenciados y soluciones personalizadas a los clientes. Con el foco puesto en el cliente y con la experiencia en inversiones de Chris, reforzamos aún más nuestro negocio para alcanzar el éxito a largo plazo. Ha sido un privilegio trabajar con los extraordinarios compañeros de Lazard y contribuir al notable legado de esta empresa».
Christopher Hogbin ha dedicado su carrera profesional al compromiso con la excelencia. Como director global de inversiones de AllianceBernstein, fue responsable de supervisar todas las actividades de inversión de la empresa en los mercados cotizados y privados, incluyendo acciones, renta fija, multiactivos, fondos de cobertura y soluciones alternativas. Anteriormente, ocupó el cargo de director de operaciones y, posteriormente, de director de renta variable, centrándose en la creación de una sólida plataforma de inversión para ayudar a los clientes a navegar por mercados cada vez más complejos. Al inicio de su carrera, Hogbin ha sido analista antes de pasar al buy-side y, posteriormente, ocupar puestos de responsabilidades más amplias.
Peter Orszag añade: «Chris encarna nuestra cultura comercial y colegiada, con una reputación sobresaliente que atrae a los mejores talentos y experiencia en línea con la presencia global de Lazard. Chris sabe como obtener un rendimiento de inversión excepcional, lo cual es fundamental para impulsar el éxito de los gestores de activos activos. Estamos encantados de dar la bienvenida a Chris para que dirija nuestro negocio de gestión de activos hacia su siguiente fase, mejorando el rendimiento y el servicio a nuestros clientes, haciendo evolucionar nuestro negocio para satisfacer las necesidades de los clientes y contribuyendo al crecimiento rentable de toda la empresa para nuestros accionistas».
En palabras de Dan Schulman, director independiente principal de Lazard: «En nombre del Consejo de Administración, nos unimos a Peter para dar la bienvenida a Chris y expresar nuestro agradecimiento a Evan por sus servicios a la empresa. El éxito demostrado de Chris como líder mundial en gestión de activos, junto con la capacidad de Peter para dedicar aún más tiempo a dar forma a nuestra estrategia y profundizar las relaciones con los clientes en ambos negocios, nos ayudará a avanzar aún más en nuestras ambiciones generales para Lazard».
State Street Corporation y Apex Fintech Solutions han anunciado una alianza estratégica que incluye una inversión minoritaria por parte de State Street en Apex Fintech Solutions, de tal forma que la firma aprovechará la plataforma digital de custodia y compensación de Apex para ampliar su oferta de servicios para al sector de la gestión patrimonial global.
Según destacan, Apex Fintech Solutions es una plataforma tecnológica financiera global que impulsa la infraestructura de inversión, la custodia digital, la compensación y el acceso a los mercados estadounidenses con más de 200 clientes y 22 millones de cuentas de corretaje que mantienen más de 200.000 millones de dólares en activos en todo el mundo. Ofrece una plataforma flexible y modular que permite a los gestores patrimoniales y a los innovadores fintech lanzar nuevos productos, escalar de manera eficiente e integrarse a la perfección en todo el ecosistema. Además, combina tecnología de vanguardia con un enfoque centrado en el cliente para crear experiencias financieras más inteligentes y conectadas.
La asociación entre State Street y Apex ofrecerá una solución y una experiencia diferenciadas, totalmente digitales y escalables a nivel mundial en materia de custodia y compensación para asesores patrimoniales y plataformas patrimoniales autogestionadas, así como para sus clientes en todo el mundo. State Street aportará su base de clientes global, su infraestructura institucional, sus servicios básicos de custodia y plataforma, y su ecosistema de socios especializados. A través de Charles River Development Wealth, State Street ofrece software de front-office y soluciones de datos a gestores patrimoniales de grandes empresas, con más de 3 billones de dólares en activos. Además, State Street Investment Management supervisa más de 1 billón de dólares en activos relacionados con el patrimonio.
Apex aporta su experiencia líder en el mercado en soluciones patrimoniales digitales modernas, basadas en API, que democratizan el acceso a las capacidades de inversión, compensación y ejecución a gran escala, junto con su plataforma de custodia digital y escalable que dará soporte a los asesores que prestan servicios a clientes de alto patrimonio, al tiempo que permite el autoservicio para los clientes con un patrimonio medio.
Juntos, State Street y Apex se basarán en los servicios existentes de State Street para el sector de la gestión patrimonial con el fin de ofrecer la primera solución de custodia patrimonial digital verdaderamente global. «En State Street, nuestros clientes inversores institucionales nos consideran un socio esencial para proporcionarles servicios y plataformas de inversión líderes, datos, experiencia y soluciones que aceleran el rendimiento y la toma de decisiones. Esta asociación con Apex aumenta nuestras capacidades en materia de servicios patrimoniales y nos posiciona para ofrecer el mismo nivel de atención y excelencia en la ejecución, al tiempo que proporcionamos tecnología y servicios para los objetivos de inversión de los clientes patrimoniales globales en crecimiento», ha señalado John Plansky, vicepresidente ejecutivo y director de State Street Wealth Services.
Por su parte, Bill Capuzzi, director ejecutivo de Apex Fintech Solutions, ha añadido: «La gestión patrimonial se encuentra al borde de un enorme cambio impulsado por la rápida innovación del mercado y las expectativas de los inversores», afirmó . «Para que las empresas puedan sacar partido de ese cambio, necesitan sistemas y capacidades de back-end que sean rápidos, flexibles y seguros. Durante más de una década, Apex ha impulsado la revolución fintech resolviendo los difíciles retos necesarios para ampliar y mejorar la inversión para todos. Esperamos con interés trabajar con State Street para impulsar el futuro de la gestión patrimonial, permitiendo que el mercado global basado en asesores se lance, crezca e innove a una velocidad sin precedentes».
El dato de paro estadounidense de agosto era una de las cifras más esperadas por el mercado, en buena parte, porque debía justificar el cambio de tono de Jerome Powell en Jackson Hole en cuanto a política monetaria. Y así fue. Las nóminas no agrícolas decepcionaron, con un resultado inferior al esperado de 22.000 puestos, frente a los 79.000 del mes anterior, y más débil de lo que sugerían las encuestas JOLTS (Departamento del Trabajo de los Estados Unidos) y ADP (informe Nacional de Empleo de ADP). Excepto en el sector de ocio y hostelería, los principales sectores -servicios, manufacturas y construcción- experimentaron un retroceso en el empleo. El crecimiento salarial se ha desacelerado (3,7% interanual) y la tasa de desempleo ha subido al 4,3%.
Desde UBP, comentan que con estas cifras y “sin necesidad de mayor presión política desde la Casa Blanca”, la Fed recortará los tipos de interés en septiembre. Eso sí, la firma cree que ahora, el debate se centra en si la reducción será de 25 o 50 puntos básicos. Su escenario es de una bajada de un cuarto de punto debido a las crecientes presiones inflacionistas.
Una opinión similar muestra David Rees, director de economía global de Schroders, que cree que la continua desaceleración en la creación de puestos de trabajo en Estados Unidos en agosto allana el camino para que la Reserva Federal recorte los tipos de interés a finales de este mes. No obstante, considera que la Fed “deberá actuar con cautela” debido a que “la mayoría de los demás indicadores del mercado laboral se han mantenido sólidos y es probable que los cambios en la política de inmigración restrinjan la oferta de mano de obra en el futuro”. En definitiva, no descarta que ahora que la economía en general “parece estar repuntando y que las incertidumbres políticas más acuciantes han quedado atrás, es posible que no tarde mucho en reactivarse la contratación”.
En este contexto, Rees cree que, aunque es muy probable que la Fed recorte los tipos este mes, “las previsiones del mercado de que el tipo de los fondos federales caiga hasta el 3% el próximo año siguen pareciendo optimistas”.
Y también Christian Hantel, gestor de Vontobel, que asegura que las cifras del mercado de empleo conocidas el viernessuponen “una señal de alerta para el mercado laboral”, en tanto que “aumentan la probabilidad de que la Fed recorte los tipos de interés este mes” y adelanta que los mercados se centrarán ahora en los datos del IPC de Estados Unidos de esta semana, “que ofrecerán otro indicador de lo que cabe esperar en la reunión de la Fed de la semana siguiente”.
Por su parte, Garret Melson, estratega de carteras en Natixis IM Solutions, explica que el informe de empleo sigue siendo “el estándar de oro” para las lecturas sobre las condiciones del mercado laboral americano. “Y eso es cierto con la publicación de este viernes”, sentencia el experto.
Melson puntualiza que aunque la oferta de mano de obra está disminuyendo en parte gracias a la política de inmigración de la Administración Trump, “es una pista falsa”: la demanda laboral se está desacelerando claramente, y la larga y creciente lista de indicadores sugiere que la tasa de desempleo U-3 puede estar subestimando el grado de holgura en los mercados laborales. “Eso significa que, si bien los mercados laborales se han mantenido en una senda de enfriamiento lineal, el riesgo al que la Fed y los mercados deben estar en sintonía es si ese enfriamiento lineal se transforma en un deterioro no lineal más pernicioso, precisamente sobre lo que el gobernador Waller ha alertado recientemente”, argumenta.
De esta forma, ve un recorte en septiembre “prácticamente un hecho” a raíz del discurso de Powell en Jackson Hole, que una vez más se definió por un cambio en el equilibrio de riesgos para el lado laboral del mandato. Si bien el debate de 25 vs 50 puntos básicos está comenzando a extenderse una vez más, “salvo un dato de nóminas general masivamente negativo junto con un aumento en la tasa de desempleo, una bajada de medio punto en la reunión de septiembre parece demasiado lejano dado el terreno bien establecido en el Comité, que sigue más preocupado por las cifras de inflación al alza”.
El experto sigue atento a un posible sobresalto de crecimiento en los próximos meses, ya que el continuo enfriamiento de los mercados laborales justifica más recortes a pesar de la continua tensión en el lado de los precios del doble mandato de la Fed.
Mientras, Bret Kenwell, analista de Mercados de eToro en Estados Unidos, destaca que la creación de empleo pierde fuelle y eleva el nivel de certeza a favor de un recorte de tipos de la Fed. Estos “decepcionantes” datos del mercado laboral estadounidense “consolidan un recorte de tipos a finales de mes y probablemente aumentará la probabilidad de más bajadas este año”. Estas expectativas “están impulsando el alza del oro, que sirve como cobertura contra la inflación y como refugio seguro, y podría impulsar un repunte del bitcoin, que también se beneficia de unos tipos más bajos”.
En este escenario, “los inversores deben actuar con cautela”, ya que, según el experto, “existe una clara diferencia entre un enfriamiento temporal del mercado laboral y una recesión más profunda y perjudicial”, por lo que esperar lo primero e ignorar los riesgos de lo segundo -solo para impulsar tipos más bajos- “es una pendiente resbaladiza”.
A medida que se calma la última oleada de aranceles y parece que la mayoría de los anunciados están destinados a perdurar en lugar de ser «invitaciones a negociar» (con Suiza y la India como principales excepciones), es hora de resumir el nuevo orden mundial comercial, económico y geopolítico que está surgiendo de las cenizas del antiguo.
Para ser claros, seguiremos viendo cambios, amenazas y «acuerdos» en el futuro, pero parece que ahora nos encontramos en un periodo algo análogo al otoño de 2021, cuando el pánico inicial por la pandemia de COVID-19 dio paso a una perspectiva más pragmática. Aunque se seguían vigilando de cerca el número de casos, las tasas de hospitalización y la eficacia de las vacunas —al igual que hoy se siguen vigilando los aranceles recíprocos, los aranceles sectoriales y las promesas de inversión—, la conversación ya no estaba dominada por un único tema y los inversores podían tener una visión más general del entorno en desarrollo.
¿Trump ganó?
Puede ser difícil de admitir, pero el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, parece haber logrado lo que pocos creían posible: imponer aranceles enormemente desequilibrados sin apenas represalias. Es un «resultado» de 15 % a 0 %, incluso en el caso de los «mejores acuerdos», como los firmados con Japón o la Unión Europea, y además recibió titulares impresionantes como incentivo adicional. (Dicho esto, no está claro si las inversiones de 600 000 millones de dólares y los 750 000 millones de dólares en energía acordados con la UE, por ejemplo, serán diferentes en su ejecución a los términos acordados con China en el primer mandato de Trump, que simplemente nunca se materializaron. Si se llevaran a cabo, las inversiones a esta escala en una economía que ya funciona casi a plena capacidad podrían ser menos eficientes y más inflacionistas).
Al amenazar con tipos tan altos que probablemente habrían empujado a los propios Estados Unidos y a varios de sus socios comerciales a la recesión (especialmente en el caso de represalias generalizadas), al mezclar el comercio con muchas cuestiones no relacionadas —sobre todo, por ejemplo, el contexto de seguridad de la UE o Japón— y al eliminar uno a uno a sus oponentes comerciales, que no lograron coordinarse en un dilema del prisionero de manual, Trump logró reordenar unilateralmente las reglas del comercio mundial.
Los mercados financieros se rebelaron inicialmente y le obligaron a cambiar de rumbo el 9 de abril. Sin embargo, durante la pausa de 90 días que siguió, la probabilidad de una recesión y de inestabilidad financiera en Estados Unidos pareció disminuir. Salvo un breve episodio con China, no hubo represalias significativas por parte de los socios comerciales. Fundamentalmente, el «Big Beautiful Bill» se aprobó en una forma más favorable para el mercado de lo que se temía inicialmente, menos irresponsable desde el punto de vista fiscal y sin riesgos para la estabilidad financiera, como sanciones a los titulares extranjeros de activos estadounidenses. Aunque sigue habiendo preocupación por el impacto a largo plazo del aumento de la deuda estadounidense, los mercados se han vuelto más optimistas con respecto a los aranceles estadounidenses. En lugar de una probabilidad al 50 % de recesión, los inversores volvieron a reevaluar el crecimiento estadounidense, que podría descender un 1,5 % en los próximos dos o tres años, pero amortiguado por un estímulo de aproximadamente un 1 % procedente del proyecto de ley, financiado en parte por los ingresos arancelarios, en un contexto de inflación que aumentará aproximadamente un 2 % durante el mismo periodo.
¿Estados Unidos ha salido perdiendo?
Aunque se trata de una gran victoria política para Trump, la economía estadounidense y, en especial, su motor principal, el consumidor estadounidense, podrían ser los grandes perdedores de este nuevo acuerdo comercial. Podría decirse que las decisiones políticas tomadas por Estados Unidos en los últimos cuatro meses han supuesto un esfuerzo de redistribución de la riqueza de los estadounidenses comunes y corrientes hacia los estadounidenses ricos y las grandes empresas. Son los consumidores estadounidenses, y predominantemente la parte más pobre de la población, con altas tasas de consumo, quienes pagarán en mayor medida los aranceles, principalmente en forma de una mayor inflación a largo plazo. En muchos casos, también renunciarán al acceso a la asistencia sanitaria, mientras que los ricos se beneficiarán de una reducción permanente de los impuestos de sociedades. Las medidas populares, como las exenciones fiscales para las propinas, no cambian significativamente esta ecuación, sino que son más bien simbólicas en proporción.
Con la publicación el 1 de agosto de los datos sobre nóminas, y especialmente las revisiones de los dos meses anteriores, también parece que el daño económico de cuatro meses de grave incertidumbre ha sido mayor de lo que se suponía. La caída de la tasa de crecimiento del mercado laboral es significativa si se sitúa en su contexto histórico (Anexo 1). El crecimiento del empleo en Estados Unidos rara vez ha caído tan bajo —a unos 35 000 nuevos puestos de trabajo al mes, según las estimaciones— sin entrar en territorio negativo y significar una recesión.
Estos datos se suman al crecimiento algo débil del PIB en el segundo trimestre. Si bien la cifra general se mantuvo en una tasa anualizada del +3 %, esto se debió principalmente a distorsiones en el calendario de importaciones y exportaciones. El crecimiento del «PIB básico» de las ventas finales a compradores privados nacionales ha experimentado un descenso continuo durante tres trimestres. Su último valor fue del +1,2 % anualizado, lo que también es un nivel que rara vez se alcanza, salvo en el preludio de una recesión (gráfico 2). Las excepciones recientes, en las que el crecimiento del PIB subyacente cayó por debajo del 1,2 % pero no hubo recesión, se produjeron en 2022 y a finales de 2018, que fueron momentos difíciles para los activos de riesgo.
¿Ha perdido Estados Unidos aliados?
Aunque el régimen arancelario de Trump evolucionara, sus repercusiones podrían sentirse durante algún tiempo. El carácter unilateral de los «acuerdos» y la humillación sufrida por los líderes nacionales plantean la pregunta de cuáles serán las consecuencias económicas de la paz comercial a largo plazo.
Las lecciones aprendidas en los últimos cuatro meses permanecerán en la memoria de los socios comerciales de Trump, lo que, como mínimo, fomentará el deseo de reducir la exposición y la dependencia de los Estados Unidos. Quizás también traten de unirse a otros y busquen venganza. Transformar un mundo en el que la mayoría de los actores clave eran aliados comprometidos de los Estados Unidos en uno habitado por antagonistas, en solo cuatro meses, sería una pérdida asombrosa de poder blando.
Los ataques contra aliados en el extranjero también han ido acompañados de una campaña interna contra las instituciones independientes. Trump despidió al director de la Oficina de Estadísticas Laborales después de que el informe sobre el empleo de julio revelara que el crecimiento del empleo se había estancado. También ha atacado a la Reserva Federal (Fed). Estas incursiones corren el riesgo de erosionar aún más la confianza de los mercados financieros y las instituciones de Estados Unidos.
Esto nos lleva a una pregunta clave, que se hace urgente debido a este deterioro a largo plazo: si Estados Unidos se acercara a una recesión, ¿con qué arsenal cuenta para combatirla? La ratiodeuda/PIB se sitúa en el 120% y el déficit presupuestario ha sido del -6 % anual, mientras que la inflación está expuesta a una presión alcista inusual debido a los aranceles, incluso en un escenario de desaceleración. Los responsables políticos estadounidenses podrían enfrentarse a dos opciones poco envidiables: una austeridad estricta que prolongaría la duración y la gravedad de la desaceleración, o dejar que la inflación supere el objetivo mientras se monetizan los estímulos fiscales. La segunda opción, que requeriría una Fed más complaciente que la actual, podría abrir la puerta a una estanflación a largo plazo.
Tras un repunte a corto plazo, podría ser prudente adoptar un enfoque selectivo con respecto a EE. UU.
Si los datos macroeconómicos de EE. UU. siguen siendo, como mínimo, ambiguos a corto plazo, las acciones mundiales y quizá incluso las estadounidenses podrían beneficiarse. Además de la disminución de la incertidumbre, existen factores positivos en muchas regiones, como el crecimiento de los beneficios empresariales, los estímulos fiscales alemanes y los vientos favorables de la política monetaria.
Sin embargo, a medio plazo, podría haber argumentos más sólidos para adoptar una posición más selectiva con respecto a EE. UU., tanto en renta variable como en divisas. Los inversores de EE. UU. y de todo el mundo siguen sobreponderando los activos estadounidenses, especialmente la renta variable, y estas acciones siguen cotizando con valoraciones elevadas, no solo en las empresas innovadoras en crecimiento, sino en todos los sectores. Esto supone un punto de partida incómodo. Una desaceleración de la economía estadounidense, sin un margen fiscal suficiente para adoptar las medidas adecuadas, sería un escenario difícil de gestionar.
A corto plazo, parece que la apuesta de Trump por los aranceles no ha afectado a las perspectivas de los activos de riesgo. A largo plazo, al poner fin a un periodo de liberalización e integración comercial mundial que ha durado décadas, es posible que haya introducido una serie de riesgos complejos que los inversores tendrán que sortear en los próximos años.
Artículo escrito por Andreas de Maria Campos, jefe de equipo de Asignación Activa Minorista y director de Investigación de asignación de Renta Variable en Allianz GI.
En una reunión reciente con un cliente, se planteó una pregunta habitual:
«Desdequeempecémicarreraoigolosargumentosalcistasafavordelosgestoresactivos,pero aún no ha sucedido. ¿Van a llegar a rendir más algún día los gestores activos?»
Seguramente se identifican con esta opinión muchos profesionales de inversión que empezaron sus carreras después de 2008. El mercado actual refleja este sentimiento: las estrategias pasivas ahora representan más de un 50% del mercado de renta variable estadounidense, un incremento importante con respecto a principios de la década de 2010, en que ascendían a menos de la mitad de ese nivel. En la práctica, el dominio de la gestión pasiva podría ser aún mayor si se incluyen los activos de las carteras de closet indexing (teóricamente fondos de gestión activa, pero que siguen muy de cerca un índice) y otras estrategias diseñadas con un tracking error mínimo.
¿Van a llegar a rendir más algún día los gestores activos? Si una acción vale más que mil palabras, entonces la respuesta colectiva del mercado general es que «no». Si fuera así, entonces se ha producido un cambio fundamental. El motivo debe ser uno de los dos siguientes: o bien ha habido una erosión permanente de las competencias de inversión, o bien las ineficiencias del mercado que antes espoleaban la gestión activa han desaparecido por completo.
Qué es el alfa: competencias y amplitud
Para entender el alfa, hay que repasar el principio fundamental de la gestión activa. Este principio estipula que la ratio de información de un gestor (una medida del valor añadido) depende de su coeficiente de información (que representa su competencia) y la raíz cuadrada de las oportunidades de inversión (que representa el abanico de oportunidades). En pocas palabras, el alfa se genera por una combinación de la selección de valores y la variación en las rentabilidades de las acciones.
Erosión de las competencias o falta de amplitud del mercado
En términos históricos, las competencias de los gestores de carteras, como otras habilidades humanas, se regían por una distribución normal, con un rango de rentabilidades en torno a la media del mercado. Desde principios de los 2010, esta distribución pasó a estar cada vez más sesgada, con pocos gestores activos que superaran sistemáticamente sus índices de referencia. Los críticos suelen atribuir esto a una erosión estructural de las competencias, con el argumento de que los avances tecnológicos han eliminado las ventajas de información que antes tenían algunos.
Si bien este argumento parece plausible, ya que, sin duda, la tecnología ha propiciado que se pueda acceder mucho más fácilmente a información, creo que se trata más de una coincidencia, no de una relación causal. La información no es más que una agregación de datos o hechos. La sabiduría, el principal componente de las competencias de un gestor, es producto de la experiencia y de unos profundos conocimientos. Representa la capacidad de sintetizar, inferir y tomar unas buenas decisiones a partir de información agregada. Como dijo una vez el poeta inglés William Cowper: «El conocimiento es el alimento del alma, pero la sabiduría es el sabor». Aunque la brecha en materia de información se ha reducido y quizá incluso se ha cerrado, la brecha en materia de sabiduría sigue siendo notable. La capacidad de transformar conocimientos en información útil seguramente aún es amplia, a pesar de la rentabilidad dudosa de los gestores activos en los últimos 15 años.
Si no se debe a una erosión de las competencias, ¿podría ser por el abanico de oportunidades? La dispersión de las acciones o amplitud del mercado reviste un carácter cíclico. En vez de profundizar en gráficos que muestren unas medidas del riesgo idiosincrásico inferiores a lo normal o unos niveles elevados de correlación entre pares de acciones debido a factores externos, este concepto puede explorarse a través de una óptica más intuitiva, aunque tal vez poco convencional.
Los viajes en el espacio y la amplitud del mercado: un paralelismo notable
Pensemos en los astronautas en el espacio. En un entorno sin gravedad durante un periodo prolongado, sus músculos empiezan a atrofiarse; sus cuerpos requieren una carga y, sin ella, pierden densidad ósea. Los efectos de una atmósfera sin gravedad son tan serios que, cuando vuelven a la Tierra, hay que levantar y sacar a los astronautas de la cápsula de retorno, y luego tienen que seguir un entrenamiento intenso durante semanas para reparar los músculos atrofiados.
Las tasas de interés desempeñan un papel similar a la gravedad en la economía. Actúan como una resistencia a la carga, lo que crea disparidades de rentabilidad entre las empresas más aptas y las que lo son menos. Cuando la demanda de capital supera la oferta disponible, o cuando hay más prestatarios que ahorradores, el coste del capital aumenta y eleva la tasa a la que se eliminan ideas de inversiones potenciales, por lo que se descartan los proyectos menos viables. Y a la inversa: cuando la oferta de ahorro supera la demanda de capital, las tasas de interés caen, lo que incrementa el atractivo de las distintas oportunidades de inversión. Esta dinámica ayuda a la sociedad a alcanzar un equilibrio al asignar el capital a los proyectos con una verdadera utilidad económica. Sin este mecanismo de resistencia, similar a la atrofia de los músculos en un entorno sin gravedad, el capital no se asigna de acuerdo con la utilidad que genera.
Si bien unas tasas de interés inferiores a la media durante la década de 2010 seguramente estaban justificadas por un exceso de ahorro y una disminución de la demanda de capital productivo, los bancos centrales distorsionaron la tasa natural del mercado de capitales hasta unos mínimos históricos. Esto se vio aún más agravado por los billones de dólares de estímulos fiscales durante la pandemia. Este periodo en que no había fricciones, instaurado por los responsables de políticas, prolongó la vida de algunos proyectos de inversión y negocios que, de otro modo, se habrían considerado insostenibles o se habrían liquidado por completo. Esta prevención artificial de la resistencia y, por ende, de la pérdida de capital suprimió la amplitud del mercado, en nuestra opinión. Desde esta perspectiva, las tribulaciones de los gestores activos cualificados han sido cíclicas y, posiblemente, impuestas artificialmente.
Con la vista puesta en el futuro: vuelven las oportunidades
Si bien no disponemos de datos sobre el futuro, hay varios factores que apuntan a un posible cambio. Las empresas ahora se enfrentan a unos costes mucho más altos de la mano de obra, el capital y los bienes que en la década de 2010. Incluso si los bancos centrales tratan de socializar las pérdidas de capital con más bajadas de los tipos, los alarmantes déficits fiscales y la reactivación del mercado de renta fija podrían actuar como una nueva fuerza de gravedad esta vez.
Las cosas son muy distintas con respecto a los años 2010, y estos cambios comportarán unos resultados económicos y de explotación divergentes de las empresas. Las empresas que ofrezcan unos productos o servicios que los clientes realmente quieran y necesiten podrán capear mejor estos cambios subiendo los precios o ganando cuota de mercado. No obstante, las empresas cuyas ofertas pasen a ser obsoletas debido a los nuevos competidores y la inteligencia artificial se enfrentarán a una realidad distinta. Esta divergencia podría derivar en el aumento de la amplitud del mercado y podría alterar el sesgo actual en la rentabilidad de los gestores activos.
Artículo escrito por Robert M. Almeida, gestor de Carteras y estratega de Inversión Global en MFS Investment Management
Pixabay CC0 Public DomainPexels. Edmond de Rothschild Asset Management lanza el fondo BRIDGE IV
La compañía chilena Grey Capital se convirtió en el primer multi-family office aprobado por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) bajo la figura de enrutador de órdenes, según anunció en un comunicado.
«Esta autorización, ya reflejada en la plataforma del regulador, marca un precedente para el negocio multi-family en Chile y consolida a la firma como referente en asesoría financiera independiente en la región», dijeron desde la firma, que tiene presencia en México y Colombia y franquicias en los mercados de Argentina, Perú, Brasil y Centroamérica.
El rol de Enrutador de Órdenes en la Ley Fintech de Chile
Los enrutadores de órdenes son instituciones encargadas de recibir y canalizar órdenes de terceros para la compra o venta de instrumentos financieros, redirigiéndolas hacia sistemas alternativos de transacción, intermediarios de valores o corredores de bolsas de productos, todos ellos regulados por la CMF. Para esto, las compañías tuvieron que presentar al regulador una declaración técnica detalladasobre su funcionamiento yacreditar lacapacidad operacional en sus sistemas. Con este marco, la CMF refuerza la transparencia y la confianza en el mercado financiero, en línea con la Ley Fintech.
Grey Capital ha anunciado un fuerte crecimiento en la incorporación de banqueros y asesores financieros, con un aumento del 40% en su equipo de asesores Wealth en el último mes y una proyección de alcanzar 500 millones de dólares en activos para el primer semestre del 2026.
Los asesores que operen bajo la marca Grey Capital estarán supervisados por la CMF y por su lado el regulador recibe garantías de que el modelo opera bajo un compliance robusto y transparente, en beneficio directo de los clientes.
LinkedInCarlo Lombardo, Head of Business Development para Latam de New Mountain Capital
Incorporando sus años de experiencia en inversiones alternativas, la gestora especializada New Mountain Capital reclutó a Carlo Lombardo para sus filas. El profesional, basado en Ciudad de México, se incorporó a la firma con el cargo de Head of Business Development para Latam.
El ejecutivo informó del cambio a través de su perfil de LinkedIn. “Espero contribuir al continuo éxito de la firma y trabajar junto con un grupo tan talentoso de profesionales”, indicó en su publicación, celebrando los “nuevos inicios”.
Este cambio llega después de cinco años y nueve meses de trayectoria en LarrainVial. Lombardo alcanzó el cargo de Head para México del grupo de matriz chilena. Anteriormente, trabajó como Head of Alternatives de la compañía, donde actuó como responsable de liderar todos los procesos de levantamiento de capital en las Américas, incluyendo EE.UU., Chile, Colombia, Brasil, Perú, México, Uruguay y Panamá.
El profesional también trabajó como Head of Private Equity and Venture Capital Investments en Profuturo, a cargo de las inversiones de la Afore en estas clases de activos entre 2018 y 2020.
Fuera del ámbito de los alternativos, Lombardo también se desempeñó como Senior Associate de BlackRock, entre 2016 y 2018, y como trader de derivados de tasas de interés de Banco Santander México, entre 2013 y 2016.
Fundada en 1999 en Nueva York, New Mountain Capital es una firma dedicada a las inversiones alternativos, con tres grandes líneas de estrategias: private equity, crédito privado y activos inmobiliarios net lease.
El private equity mantiene rendimientos estables en un segundo trimestre volátil, con valuaciones relativamente constantes en los negocios propiedad de PE, según la firma global de inversión en mercados privados HarbourVest Partners, que publicó su benchmark trimestral de desempeño en private equity, donde sostiene también que, en PE, el sector financiero fue quien tuvo el mejor desempeño en el primer trimestre de 2025, seguido por el industrial; ambos superaron al mercado global de adquisiciones (global buyout).
La firma, con más de 147.000 millones de dólares en activos bajo gestión al 31 de marzo de este año, dio a conocer su medición, que utiliza 45 años de datos y análisis exclusivos a nivel de transacción en private equity, abarcando 64.000 inversiones y 3.000 asociaciones, con más de 3,7 billones de dólares de capital privado invertido, para realizar proyecciones en tiempo real del mercado.
Las proyecciones del benchmark del segundo trimestre son estimaciones destinadas a brindar una idea direccional sobre el desempeño del private equity frente a otras clases de activos. Las cifras finales de rendimiento del 2T no estarán disponibles hasta que las firmas subyacentes publiquen sus propios informes trimestrales, generalmente 60 a 90 días después del cierre de cada trimestre, según la información difundida por HarbourVest.
Principales hallazgos en las proyecciones trimestrales
El private equity mantiene rendimientos estables en un trimestre volátil, con valuaciones relativamente constantes en los negocios propiedad de PE. Los resultados proyectados para 2T 2025 son:
Global Buyout: 6,1% de retorno, comparado con 11,7 % (real) del índice MSCI ACWI Total Return.
US Buyout: 3,4% de retorno, comparado con 8,1% (real) del índice Russell 2000 Total Return.
US Venture Capital: 7% de retorno, comparado con 18% (real) del índice NASDAQ Composite Total Return.
Para el benchmark global de adquisiciones de HarbourVest: en el 1T 2025, el sector financiero fue el de mejor desempeño, seguido por el industrial, ambos superando al mercado general. En contraste, salud, consumo, servicios de comunicación, materiales, tecnología y energía quedaron rezagados, aunque registraron retornos positivos modestos.
Aunque los mercados públicos siguen recuperándose de la volatilidad de 2022 y superan a otras clases de activos en un horizonte de 1 año, los mercados privados han superado consistentemente a los públicos en períodos de 5 y 10 años, agregó la firma.
“A pesar de un trimestre volátil que presenció un frenesí en los mercados públicos tras los aranceles anunciados el 2 de abril, el private equity continuó brindando un desempeño estable para los inversionistas”, señaló Scott Voss, director general y estratega senior de mercados en HarbourVest Partners.
“Para los inversores con un horizonte de largo plazo, la estabilidad y el rendimiento sostenido del private equity siguen siendo evidentes gracias a su histórica capacidad de superar al mercado”, añadió.
El lunes fue una jornada negra en el mercado argentino después de la derrota del gobierno de Javier Milei en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, que concentra cerca del 40% del electorado del país. Pero esta vez no cabe esperar una de esas turbulencias pasajeras ligadas a la política, fuera cual fuera el resultado, los analistas venían advirtiendo de la falta de sosteniblidad del modelo de intervención a favor del peso.
Al cierre del mercado este lunes 8 de septiembre el riesgo país superaba los 1.000 puntos, las acciones argentinas cayeron tanto en el mercado local como en Nueva York y el dólar oficial subía hasta los 1425 pesos. Era la respuesta esperada a la victoria peronista (Fuerza Patria) en Buenos Aires, que con 47,28% de los votos superó los pronósticos de los sondeos. La Libertad Avanza de Milei obtuvo el 33,71%.
La elección en la provincia era vista como un test antes de las legislativas del 26 de octubre, comicios de los que depende la gobernabilidad del país. Faltan 50 días interminables.
El problema de las reservas
Para sostener el peso fuerte y controlar el dólar, el gobierno Milei viene interviniendo el tipo de cambio, lo cual resulta en una falta de capacidad para recomponer las reservas del Banco Central (exigencia del FMI y otros acreedores) y lo que es peor, en una disminución continua de esas reservas.
A falta de los últimos datos oficiales, los analistas consideran que las reservas netas del Tesoro rondan los 1.000 millones de dólares y las reservas líquidas del Banco Central rondan los 20.000 millones de dólares. En los días previos a las elecciones las autoridades “quemaron” unos 400 millones de dólares, seguros de que la ecuación ganadora para las elecciones era mantener el peso fuerte para controlar la inflación. El resultado del domingo desmintió esta tesis y cambió la ecuación.
En sus primeras reacciones después de la derrota, Javier Milei aseguró que mantendrá su política: “Quiero decirles a todos los argentinos que el rumbo por el que fuimos elegidos no cambiará; se va a reforzar”.
Luis Caputo, ministro de Economía, ratificó el mensaje: “No habrá cambios económicos. Ni fiscales, ni monetarios, ni cambiarios.”
“Soltar” el dólar, vuelta al cepo, ¿otro default para Argentina?: todos los escenarios están abiertos
La jornada del lunes ha estado plagada de informaciones sobre los próximos pasos a seguir. El consenso del mercado señala que Milei mantendrá la política de disciplina fiscal que ha llevado a cabo hasta la fecha. El rumbo monetario genera mayores incógnitas. Ante la escalada del dólar, algunos analistas, como Martín Rapetti, de la consultora Equilibra, piensan que el sistema de bandas de flotación creado el pasado mes de abril a petición del FMI ha terminado. En este escenario se liberaría totalmente el dólar, una medida de consecuencias desconocidas en Argentina.
Esta no es la visión de los analistas de Morgan Stanley, que pronostican una política monetaria todavía más restrictiva para controlar la inflación de aquí al 26 de octubre. En este escenario habría que esperar mucha volatilidad en las próximas semanas.
Por su lado, la firma Adcap señala que si se llega al techo superior de la banda cambiaria (es decir, que sube el dólar), el gobierno podría reintroducir los controles de cambio, el famoso cepo.
Los analistas de Wells Fargo ven una tormenta en formación: «Consideramos que la probabilidad de que la Argentina retroceda hacia otro período de crisis cambiaria y default soberano era más elevada de lo que inicialmente pensábamos».