Foto cedidaDe izquierda a derecha: Yann Giordmaïnna, Pierre Coiffet, Iván Díez y Olivier de Berranger
La Financière de l’Échiquier (LFDE) amplía su gama de soluciones de inversión en España y Chile -dos mercados clave para firma- con el lanzamiento de su nuevo fondo Tocqueville Value Euro ISR. Según explica, se trata de un fondo de gestión activa centrado en invertir en empresas infravaloradas que cotizan con descuento y encierran potencial de recuperación. En este sentido, la selección de valores está basada en un proceso de gestión riguroso que se adapta a los ciclos económicos y los regímenes de mercado a partir de una metodología sólida por la que se calcula una puntuación Value propia.
La gestora señala que esta estrategia se complementa con una evaluación extrafinanciera interna basada en cuatro pilares. Así, las empresas candidatas a integrar el fondo deben demostrar un gobierno corporativo responsable que promueva prácticas éticas, una gestión sostenible de los recursos humanos y naturales, un compromiso con la transición energética y una promoción de prácticas responsables a lo largo de la cadena de valor.
A los mandos del fondo, que ya cuenta con patrimonio gestionado de 1.500 millones de euros, están Yann Giordmaina, responsable del equipo Value y gestor con más de 27 años de experiencia, y Pierre Coiffet, que posee 38 años de experiencia en la industria de la gestión de activos. Desde la firma destacan que este fondo es un reflejo del perfil inequívocamente europeo de La Financière de l’Échiquier, que apuesta por promover el papel de la bolsa europea en un entorno financiero que está buscando nuevas alternativas.
«España es un mercado clave para el desarrollo de la estrategia de LFDE. Desde nuestro desembarco en 2019, hemos optado por un enfoque de proximidad que combina innovación temática con soluciones adaptadas a las nuevas prioridades del mercado español. Los inversores españoles se sienten muy atraídos por el enfoque de inversión value y nuestros conocimientos en esta área nos permitirán atender eficazmente sus necesidades», ha comentado Olivier de Berranger, consejero delegado de LFDE.
Por su parte, Iván Díez Sainz, Country Head de LFDE para Iberia y Latinoamérica, ha añadido: «Es una gran noticia que hayamos ampliado nuestra oferta en España y Latinoamérica con el Tocqueville Value Euro SRI. Este fondo, que ha registrado un excelente comportamiento en Francia, responde a la demanda de los inversores que desean invertir en Europa. Porque ha llegado la hora de Europa, un continente que ha acentuado su atractivo entre los inversores gracias a los planes de estímulos y recortes de impuestos de Alemania».
Este fondo es el decimonoveno que se incorpora a la gama de inversiones ofrecida por la sociedad gestora en España y formada por propuestas variadas en diferentes clases de activos, como la renta variable europea (calidad, Value, Blend y valores de pequeña y mediana capitalización), la renta variable mundial (de crecimiento, temática), la renta fija europea (bonos corporativos, bonos high yield y bonos híbridos), la inversión multiactivos y la rentabilidad absoluta.
Como se esperaba, la Reserva Federal (Fed) recortó la tasa de fondos federales en 25 puntos básicos, situando el rango entre el 4% y el 4,25%, reiteró sus preocupaciones sobre la debilidad del mercado laboral y calificó la inflación como solo “moderadamente elevada”. Tras la reunión, los movimientos del mercado apuntaron a cierta decepción por el pequeño cambio en la postura política y el tono no tan moderado de la comunicación.
En opinión de las gestoras internacionales, la decisión de la Fed muestra que ha cambiado su enfoque. “Ha pasado de preocuparse por los riesgos inflacionarios al alza, a protegerse contra los riesgos a la baja en el mercado laboral. Este cambio se puso de manifiesto por los puntos del Resumen de Proyecciones Económicas (SEP), que validaron la previsión del mercado de dos recortes adicionales de tipos este año. De cara al futuro, aunque esperamos dos recortes adicionales seguidos de una pausa por parte de la Fed de Powell este año, la perspectiva de 2026 y la posibilidad de un nuevo presidente de la Fed a partir de mayo de ese año aumentan significativamente la probabilidad de que se produzcan recortes adicionales de tipos de interés después de mayo de 2026”, señala Max Stainton, estratega senior de Macroeconomía Global Fidelity International.
Carlos de Sousa, gestor de Vontobel, coincide en que la Fed ha optado por dar prioridad al empleo frente a la inflación durante la reunión de septiembre. “A futuro, la Fed se enfrentará a la indudablemente compleja tarea de equilibrar su doble mandato en un contexto de debilitamiento del mercado laboral estadounidense y de inflación persistentemente elevada. La presión para recortar los tipos complicará aún más las cosas”, afirma.
Esto no significa que siga vigilando la evolución de la inflación. Según puntualiza Dan Siluk, responsable de Global Short Duration & Liquidity en Janus Henderson, la Fed también señaló que la inflación sigue siendo elevada y que sus propias previsiones apuntan a un crecimiento más fuerte y a una caída del desempleo, un contexto curioso para los recortes de tipos.
Discrepancias en el FOMC
En el análisis que hacen las gestoras internacionales, muchas destacan que la decisión no fue unánime. Como señaló el presidente Powell, el FOMC se mostró dividido en cuanto a la decisión, ya que 9 de los 19 miembros preferían solo una bajada de tipos o ninguna este año. Solo un miembro se mostró en desacuerdo. En concreto, el recién confirmado gobernador Stephen Miran discrepó a favor de un recorte mayor de 50 puntos básicos, mientras que el gráfico de puntos indicó que uno de los representantes prefería mantener las tasas sin cambios en esta reunión. “No obstante, la mayoría de los miembros de la Fed parecen apoyar un camino gradual hacia una política monetaria neutral, que el banco central estima en alrededor del 3%, en los próximos años”, matizan Tiffany Wilding y Allison Boxer, economistas de PIMCO.
En opinión de Stainton las disidencias dovish de los gobernadores Waller y Bowman, que pidieron una reducción de la tasa en esta reunión, fueron mucho más significativas. Según explica, “la disidencia del gobernador Waller no fue del todo sorprendente dado su discurso más reciente, titulado El caso para recortar ahora. Y aunque la disidencia del gobernador Bowman fue ligeramente más sorprendente, es consistente con sus comentarios de moderación de los tipos en junio. Aunque es la primera vez desde diciembre de 1993 que dos gobernadores disienten, no creemos que estas disidencias transmitan mucha señal en el debate del comité. Es bien sabido que ambos individuos están actualmente postulándose para el cargo de Presidente de la Fed y, como tal, deben fortalecer sus credenciales dovish”.
Nuevos recortes en el horizonte
El mensaje que dejó el gráfico de puntos es claro: dos recortes más este año. “Powell restó importancia a su significado, enmarcando las perspectivas como ‘más equilibradas’ en lugar de inclinadas decisivamente hacia los riesgos del mercado laboral. Las revisiones de las previsiones económicas, que incluyen una mayor inflación, un mayor PIB y un menor desempleo, plantean dudas sobre la coherencia interna de la trayectoria de la política de la Fed. Los mercados pueden acoger con satisfacción la tendencia a la flexibilización, pero el mensaje sigue siendo matizado y está lejos de ser un giro completo”, comenta Siluk.
Desde PIMCO coinciden en que este cambio es gradual. Así lo explicanlos economistas de la gestora: “Por ahora, la Fed ha hecho su movimiento. También ha señalado que está lista para hacer más si los mercados laborales se ven aún más presionados por los diversos giros de política económica de este año sobre impuestos, comercio e inmigración. Creemos que un enfoque de política monetaria de mover gradualmente las tasas de interés hacia neutral es una estrategia razonable de gestión de riesgos en este entorno complejo”.
Sin embargo, el debate está en qué ocurrirá de cara a 2026. Algunas gestoras, como por ejemplo Schroders, ven poco probable que los tipos sigan bajando a partir de ahí, ya que el crecimiento sólido impulsa un repunte de la actividad en el mercado laboral y provoca un aumento de la inflación. “Por ende, seguimos creyendo que las expectativas del mercado de que los tipos se sitúen por debajo del 3% son demasiado agresivas”, añade David Rees, director de economía global de Schroders.
La mediana de los puntos indica ahora tres recortes de tipos este año, seguidos de uno en 2026 y otro en 2027. En consecuencia, Paolo Zanghieri, economista sénior de Generali AM, parte de Generali Investments, habla de dos recortes de tipos este año. “La trayectoria prevista que indican los puntos -una reducción de 100 pb para finales del próximo año- sigue siendo mucho más agresiva que los 150 pb que esperan los mercados”, matiza.
Para Brij Khurana, gestor de carteras de renta fija en Wellington Management, la previsión (dot plot) de la Fed para 2026 solo bajó 25 puntos básicos, hasta el 3,375 %, y está muy por encima de las expectativas del mercado, que apuntan a un tipo de interés oficial inferior al 3% a finales del próximo año. “Aunque el mercado considera que las dos bajadas adicionales en 2025 son moderadas, en general creo que el mensaje es hawkish. Waller y Bowman no votaron a favor de las bajadas de 50 pb que había previsto el mercado, la previsión de la Fed para 2026 no bajó hasta las expectativas del mercado, y la Fed sigue reconociendo una inflación persistente”, comenta Khurana.
Implicaciones para el inversor
Según el gestor de Vontobel, en este contexto, es probable que los inversores sigan diversificando fuera de Estados Unidos, en un mundo en el que los riesgos se concentran cada vez más en la mayor nación desarrollada. “Los mercados han adoptado una perspectiva optimista y han repuntado significativamente ante la expectativa de que la Reserva Federal reanude los recortes de tipos de interés. Por ahora, parece que los beneficios de unas tasas de descuento más bajas para las acciones y unos costes de financiación reducidos para los deudores superan los mayores riesgos de una desaceleración económica más pronunciada o incluso de una recesión en Estados Unidos. Seguimos aprovechando el repunte de los mercados de renta fija por el momento, pero actuamos con más cautela que hace unos meses debido al aumento de los riesgos y a la disminución del potencial alcista”.
En opinión de John Lamb, Investment Director en renta variable de Capital Group, un recorte de los tipos de interés por parte de la Fed puede ayudar a las bolsas a corto plazo, pero no es una garantía de que el mercado vaya a subir. Según explica, los inversores deben evaluar cuidadosamente los motivos que justifican estos recortes y considerar en qué medida se han incorporado ya a los precios.
“Dado que la renta variable mundial se ha recuperado y el liderazgo del mercado se ha extendido más allá de la tecnología estadounidense a Europa, Japón y los mercados emergentes, es fundamental evitar posiciones binarias. La diversificación también se está produciendo a nivel sectorial, y el sector industrial se está beneficiando de tendencias como el aumento del gasto europeo en defensa, la electrificación y la automatización, y las inversiones en centros de datos”, apunta Lamb.
A la hora de hablar de renta fija, Eric Muller, director de Productos y Estrategia de Inversión de Muzinich & Co, considera que estamos en un entorno positivo para los mercados de crédito estadounidenses. “La resistencia macroeconómica respalda los fundamentos, se ha iniciado una respuesta de bajada de los tipos a corto plazo, el dólar estadounidense se mantiene en una tendencia a la baja, pero sin riesgos de colapso o pérdida de confianza, y es probable que las valoraciones de los diferenciales de crédito sigan siendo elevadas. En cuanto a la calificación investment grade, los diferenciales son especialmente ajustados, pero creemos que la bajada de los tipos a corto plazo impulsará la demanda de crédito IG a corto plazo. El high yield sigue teniendo demanda y, también en este caso, creemos que la oportunidad en el alto rendimiento de corta duración es interesante y debería registrar entradas persistentes a medida que la Fed siga recortando los tipos”, argumenta Muller.
En este contexto, Ray Sharma-Ong, director global adjunto de Soluciones Personalizadas Multiactivos de Aberdeen Investments, ve probable que el dólar muestre resistencia a corto plazo. Según su análisis, el posicionamiento estaba sobrevendido de cara a la reunión del FOMC, y el énfasis de Powell en que “no hay caminos sin riesgo”, junto con la función de la Fed centrada en garantizar la estabilidad del mercado laboral, reduce la probabilidad de recortes agresivos anticipados en 2026. “Esto limita la caída del dólar estadounidense, y esperamos que el repunte del oro también se ralentice durante este periodo”, comenta.
#UnitedforImpact, una coalición de 65 fondos de inversión de impacto en 17 países europeos, junto con Impact Europe, insta a la Comisión Europea a aprovechar la revisión del Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR) como una oportunidad clave para liberar capital privado destinado a soluciones ambientales y sociales transformadoras.
Según explican, para avanzar en los objetivos climáticos de la UE para 2030 y afrontar los retos sociales urgentes, la coalición pide la creación de una categoría diferenciada de productos de Impact/Solutions que se centre en inversiones con resultados medibles, y una mayor diferenciación entre ESG, transición e impacto real. Lejos de ser “otra regulación verde de la UE”, el SFDR puede convertirse en una herramienta decisiva para movilizar la inversión de impacto y canalizar capital sustancial hacia la transición a largo plazo de Europa.
La necesidad de una reforma
Desde Suma Capital, una de las firmas que apoya esta iniciativa, recuerdan que la UE debe duplicar las inversiones anuales a más de 800.000 millones de euros para cumplir sus objetivos ambientales y climáticos a 2030. De manera similar, los retos sociales urgentes en ámbitos como la educación, sanidad o la accesibilidad requieren inversiones colosales. En este contexto, insiste en que para compensar este déficit de inversión y permitir que las soluciones transformadoras escalen, el capital riesgo y el capital privado desempeñan un papel clave.
Según la visión de estas firmas, a pesar del rápido crecimiento del mercado europeo de inversión de impacto, de 80.000 millones de euros en 2022 a 190.000 millones en 2024, los fondos de impacto se enfrentan a barreras bajo la regulación actual. Su reflexión es que si bien el SFDR podría facilitar una mayor redirección de capital, su falta de claridad actual impide que los inversores identifiquen fácilmente activos con una misión ambiental o social positiva clara e integral a su modelo de negocio, más allá de la gestión de riesgos ESG.
En su opinión, la revisión en curso representa una oportunidad crucial para mejorar la transparencia en finanzas sostenibles tanto para inversores privados como individuales. Sin embargo, advierten que las categorías de productos propuestas por la Plataforma de Finanzas Sostenibles de la UE y las Autoridades Europeas de Supervisión no logran impulsar un cambio sistémico en el mercado de la inversión sostenible.
Una nueva categoría
En la consulta de revisión del SFDR, el 73% de los encuestados apoyó la creación de una categoría voluntaria dirigida a productos enfocados en soluciones medibles a los desafíos de sostenibilidad, alineándose estrechamente con la definición de inversión de impacto del European Impact Investing Consortium (EIIC).
En este contexto, la coalición #UnitedforImpact e Impact Europe instan a los responsables políticos de la UE a diseñar una nueva categoría en el SFDR, junto a las ya existentes de Sostenible y Transición, que se centre en productos que ofrezcan soluciones medibles a los retos ambientales y sociales, y que aclare la diferencia entre ESG, transición sostenible e impacto real. Según visión, esta categoría debe reflejar los objetivos de la inversión de impacto: una tesis de inversión clara, resultados positivos medibles y flexibilidad adaptada al grado de madurez de la empresa.
“Europa no carece de emprendedores e inversores dispuestos a ofrecer soluciones significativas a nuestros retos más urgentes. Lo que necesitamos es un marco regulatorio que les permita escalar. Al definir de manera clara, diferenciada y visible una estrategia de inversión Impact/Solutions dentro del SFDR, la UE puede aportar la claridad y la confianza necesarias para acelerar la innovación y reforzar el liderazgo europeo en la construcción de empresas que sitúen el impacto en el centro de su modelo de negocio”, comenta Jana Bour, directora de Políticas y Defensa en Impact Europe.
Por su parte, Servane Metzger-Corrigou, coordinadora de la iniciativa #UnitedforImpact y directora de impacto en Ring Capital, ha añadido: “Una clasificación clara es la base para movilizar el capital necesario que permita escalar soluciones ambientales y sociales transformadoras. Al definir la inversión de impacto de manera separada del ESG, la UE puede desbloquear todo el potencial del mercado, garantizando que los inversores puedan dirigir con confianza su capital hacia empresas que realmente están marcando la diferencia”.
Agosto fue el segundo mayor mes en términos de flujos de entradas en ETPs globales en lo que va de año, según el informe mensual elaborado por iShares, BlackRock. En concreto, el pasado mes se añadieron 171.400 millones de dólares a los ETPs globales, “ligeramente por debajo de julio, pero cómodamente el segundo mes con mayores entradas de 2025 hasta ahora”, indican.
Según explica Karim Chedid, director de Estrategia de Inversión para EMEA en BlackRock, en agosto, se registró el segundo mayor flujo global de ETPs del año, ya que los inversores buscaron retornos en la renta fija, apostaron por valores de calidad y con impulso y se decantaron por el oro y la plata en un contexto de fragmentación geopolítica. En EMEA, observamos flujos que favorecían el crédito en euros con grado de inversión por su calidad y rentabilidad estable, así como la renta variable en los sectores de defensa, industrial y bancario”.
En este sentido dos fueron las tendencias vistas. Por un lado, hubo un récord de compras en renta fija. Según explican, mientras que los flujos de renta variable se moderaron a 89.700 millones de dólares, los flujos hacia renta fija alcanzaron un récord de 66.600 millones de dólares, incluyendo las segundas mayores entradas registradas en crédito investment grade.
Los datos muestran que las entradas en renta fija alcanzaron un nuevo récord (66.600 millones de dólares), superando los 61.000 millones añadidos en julio de 2024, con “impulsores de flujos subyacentes similares”. En concreto, las compras de crédito con grado de inversión llegaron a 16.800 millones de dólares, solo por detrás de los 19.400 millones añadidos en junio de 2020. Desde iShare destacan que la deuda de mercados emergentes registró otros 7.7000 millones de entradas y los flujos de crédito high yield se moderaron a 2.700 millones. Además, indican que los ETPs de tipos de interés registraron 17.400 millones de compras, el nivel más alto desde abril.
“Profundizando más, aproximadamente el 86% de los flujos hacia investment grade fueron hacia exposiciones en dólares, un cambio respecto al dominio de las compras de esta clase de activo en euros en julio (64%). Dentro de los tipos de interés de EE.UU., los ETPs a corto plazo fueron los más populares (8.700 millones de dólares), con vencimientos mixtos en segundo lugar (5.000 millones)”, indican.
En el informe también se refleja que las estrategias centradas en tipos de interés a corto plazo en EE.UU. siguen encaminadas a su mayor año de entradas registrado, con 72.600 millones de dólares en lo que va del año, mientras que los flujos hacia exposiciones a largo plazo se mantienen en su nivel más bajo desde 2020 (3.600 millones de dólares en lo que va del año). “Los ETPs de tipos de interés siguen siendo la mayor asignación individual dentro de renta fija, pero los flujos de verano muestran que la toma de riesgo está claramente de vuelta, con un acumulado de 43.100 millones de dólares en EMD, 27.900 millones en investment grade y 12.800 millones en high yield entre junio y agosto de este año”, matiza la gestora en su informe mensual.
Renta variable de calidad y materias primas
La segunda tendencia que identifica el informe es que se experimentó una inclinación hacia el estido quality en renta variable y hacia las materias primas. “Las exposiciones en EE.UU. continuaron impulsando las compras de acciones, mientras que los flujos hacia Europa cayeron. Las compras de ETPs de factor calidad y de metales preciosos sugirieron una inclinación hacia la calidad”, apunta el informe en sus conclusiones.
Sobre los flujos a ETPs de renta variable, el documento señala que la tendencia fue similar a la de julio, con la renta variable de EE.UU. liderando (53.800 millones de dólares), Japón permaneciendo en negativo (-2.800 millones) y los flujos de renta variable europea moderándose (1.200 millones), dado que los flujos de renta variable europea listada en EE.UU. volviéndose negativos por primera vez desde abril (800 millones).
En cambio, la renta variable de mercados emergentes registró salidas (800 millones). “Una vez más, los flujos planos en mercados emergentes fueron resultado de ventas en ETPs listados en APAC, por cuarto mes consecutivo. Esto ha enmascarado las persistentes compras internacionales, especialmente en ETPs de mercados emergentes listados en EMEA, que han visto flujos positivos durante nueve meses consecutivos”, matiza el informe de la gestora.
Por último, el informe destaca que los flujos de materias primas se recuperaron en agosto, impulsados por un repunte tanto en las compras de oro como de plata, a 5.500 millones de dólares y 1.000 millones de dólares, respectivamente. “Los flujos hacia los metales preciosos este año están muy cerca de los récords de 2020, tanto para el oro (44.200 millones de dólares en lo que va del año frente a 45.500 millones en 2020) como para la plata (4.000 millones en lo que va del año frente a 5.100 millones)”, concluye.
El pasado 22 de agosto fuimos testigos, muy probablemente, del último Jackson Hole con Jerome Powell al mando de la Reserva Federal (Fed). Como es costumbre, el discurso tocó varios temas clave: inflación, mercado laboral y crecimiento económico. Sin embargo, esta vez hubo un énfasis especial en algo que suele pasar desapercibido: la importancia de distinguir entre factores cíclicos y estructurales a la hora de elaborar política monetaria. Y es que, poco a poco, el foco de la Fed parece estar girando. La inflación, que fue la gran protagonista en los últimos años, empieza a ceder espacio al mercado laboral, que con cada nuevo informe y revisión se convierte en el principal desafío para la Fed.
La inflación: ¿ya no es el principal problema?
Después de varios meses de desaceleración, hemos visto cómo algunos indicadores de inflación —como el PCE, CPI y PPI por sus siglas en inglés— han empezado a repuntar desde abril. Incluso los componentes de precios pagados en los ISM manufactureros y de servicios siguen mostrando expansión. Sin embargo, si miramos más allá del corto plazo, vemos señales de que la inflación podría estar perdiendo fuerza estructuralmente. Por ejemplo, la inflación en vivienda, que tiene un peso considerable en la canasta de índices de precios, sigue desacelerándose. Además, los temores sobre el impacto de los aranceles en los precios, aunque visibles en algunas categorías de bienes, parecen estar controlados por el momento. Powell mencionó que, por ahora, ve este efecto como algo más temporal que estructural. Los dos grandes riesgos que podrían complicar el panorama—expectativas de inflación desancladas y aumentos salariales persistentes—no parecen tan probables en vista del comportamiento del mercado laboral.
De momento, los datos de inflación previos a la reunión de la Fed serán clave: un repunte podría sugerir demanda firme y capacidad de trasladar costos al consumidor; mientras que una sorpresa a la baja podría sugerir debilidad del consumidor y posible reducción en la creación de empleo con el fin de controlar costos. Por ahora, los principales indicadores y encuestas muestran que las expectativas de inflación continúan alineadas con el objetivo del 2% a largo plazo, mientras que el mercado laboral ya no luce tan ajustado como en meses anteriores.
El mercado laboral: ¿nuevo foco de preocupación?
Aquí es donde el discurso de Powell cobra mayor relevancia. El presidente de la Reserva Federal reconoció que los datos de empleo de julio fueron más débiles de lo previsto, y, además, se revisaron significativamente a la baja las cifras de meses anteriores. Aunque la tasa de desempleo se mantiene baja—alrededor del 4.3%—la creación de empleo muestra señales claras de desaceleración.
De hecho, el informe laboral de agosto reveló que se han generado menos de 600,000 empleos en lo que va del año. Exceptuando el 2020, los ocho primeros meses del 2025 se perfilan como uno de los peores años en términos de creación de nuevos puestos de trabajo desde 2009. Lo interesante es que tal menor demanda laboral está siendo compensada por una oferta también reducida, en parte debido a una menor inmigración, lo que ha permitido cierto equilibrio en el mercado.
Sin embargo, Powell advirtió que los riesgos en el mercado laboral están aumentando. Si éste se debilita aún más, podría hacerlo de forma abrupta, con despidos acelerados y un repunte en el desempleo. Los indicadores adelantados, como los componentes de empleo en los índices ISM, ya muestran señales de contracción, llevando al mercado a valorar una Fed más acomodaticia yendo hacia adelante.
¿Qué significa todo esto para la política monetaria?
La Fed estima que la tasa neutral a largo plazo —aquella que ni estimula ni frena la economía — podría estar cerca del 3 %, implicando que el nivel actual (4.25 %-4.50 %) sigue siendo restrictivo. En el Resumen de Proyecciones Económicas (SEP por sus iniciales en inglés) del mes de junio, la media de los miembros de la Fed esperaba cerrar 2025 con una inflación del 3% y desempleo del 4.5%, implicando una tasa federal media de 3.875% —es decir, dos recortes más de 0.25% para lo que queda del año.
No obstante, desde entonces, han pasado muchas cosas con respecto al personal de la Junta de Gobernadores de la Fed. Adriana Kugler dejó su puesto, Lisa Cook podría perder el suyo, y todo indica que el presidente Trump nombrará un nuevo presidente de la Fed cuando termine el mandato de Powell en mayo. Esto podría cambiar por completo la composición de la Junta de Gobernadores, inclinándola hacia una visión más favorable a tasas bajas. De hecho, el mercado ya está descontando hasta seis recortes adicionales de aquí a diciembre de 2026, lo que llevaría la tasa terminal a un rango de 2.75%-3.00%. Esta visión está alineada con lo que piensa Christopher Waller, uno de los nombres que suenan fuerte para reemplazar a Powell.
Conclusión: ¿esta vez sí va en serio?
Aunque el mercado ha tenido falsas esperanzas de recortes de tasas en el pasado, esta vez el contexto parece distinto. Con un mercado laboral que empieza a mostrar debilidad, una Fed que podría tener nuevos miembros más alineados con la visión del presidente, y una inflación que ya no es tan amenazante de manera estructural, el escenario para recortes de tasas parece más sólido. Si bien podríamos ver repuntes temporales en las tasas de los bonos, la dirección general de la curva—especialmente en los tramos corto e intermedio—parece apuntar a un nuevo ciclo de recortes de tasas.
Tribuna de Sebastián Salamanca, CFA, CAIA – Senior Invesment Advisor de Boreal Capital Management
Conseguir rentas atractivas durante gran parte de la última década supuso un reto cuando los tipos de interés rozaban cero y los rendimientos de los bonos no subían mucho. En la actualidad, no hace falta que los inversores asuman mucho riesgo para lograr un nivel de rendimiento históricamente atractivo. Los bonos corporativos investment grade a corto plazo, es decir, los que presentan vencimientos de uno a tres años, conllevan un riesgo de tipos de interés relativamente bajo, y aún así ofrecen rendimientos medios superiores al 3,5%. Si nos remontamos a los últimos 15 años, el rendimiento actual que ofrecen los bonos corporativos globales es mucho más alto que la observación media (percentil 50). De hecho, los rendimientos han sido más bajos durante más del 80% de ese tiempo. Por lo tanto, asegurar los rendimientos que se ofrecen ahora podría resultar rentable, sobre todo si se movieran a la baja.
Fuertes flujos de efectivo
Las empresas se han mostrado resilientes en los últimos años, ya que pasaron buena parte de los años posteriores a la pandemia de COVID fortaleciendo sus balances para poder protegerse frente a vulnerabilidades futuras. Aunque los costes por intereses se dispararon cuando los bancos centrales subieron los tipos, los costes de refinanciación empezaron a estabilizarse a medida que los tipos de interés oficiales fueron cayendo desde sus máximos. La mayoría de las empresas, especialmente los prestatarios de bonos investment grade, se han adaptado bien al nuevo entorno. Por otro lado, la actividad de fusiones y adquisiciones ha sido escasa. Las empresas han evitado celebrar operaciones costosas, a menudo financiadas con deuda, lo que les ha permitido reducir la sensibilidad de sus bonos a los costes por intereses.
Mientras los costes de financiación se han mantenido a raya, los beneficios también han sido sólidos y el consumo ha resistido bien a pesar de la subida de los tipos de interés. En Estados Unidos, casi todas las empresas que componen el S&P500 han declarado ganancias y durante el primer trimestre de 2025, aumentaron en torno al 13,7% interanual.1 En Europa, alrededor de la mitad de las empresas que integran el Stoxx 600 habían declarado beneficios a mediados de junio y, de momento, muestran un aumento medio del 2,3% en el primer trimestre de 2025 comparado con el mismo trimestre del año anterior.1
Estos boyantes beneficios están permitiendo que se mantengan razonablemente saludables las métricas de crédito. Aunque los aranceles pueden estar creando un obstáculo para los beneficios en algunas áreas (al elevar los costes para las empresas y mermar los volúmenes para los exportadores), esto se ve compensado parcialmente por el mayor gasto público. En Estados Unidos, se cree que la ley «One Big Beautiful Bill Act» de Trump aumentará el déficit federal del país en 1,9 billones de dólares durante los años fiscales 2025-29, según la Oficina de Presupuesto del Congreso de Estados Unidos.2 Estiman que sus efectos de transmisión podrían elevar el producto interior bruto (PIB) en un 0,9% en 20262, lo que supondría un espaldarazo para los bonos corporativos.
La mayoría de los países de mercados desarrollados han prometido aumentar su gasto en defensa, mientras que Alemania ha anunciado un importante programa de infraestructuras. Centrándonos solo en el fondo de infraestructuras de Alemania, la Comisión Europea ha estimado que el PIB del país podría aumentar un 1,25% al término del mandato legislativo (2029) y un 2,5% hacia 2035 debido a las inversiones que realizará el fondo, lo que producirá un efecto indirecto económico que podría elevar el PIB de la UE en un 0,75% en 2035.3
Encontrar el punto óptimo
Esto, en su conjunto, presagia buenos tiempos para los ingresos y flujos de efectivo de las empresas, aunque no significa que debamos ser complacientes. Nos reconforta el hecho de que los impagos (el incumplimiento de la obligación de devolver la deuda) suelen ser muy bajos en la categoría de bonos investment grade y se encuentran especialmente controlados durante periodos cortos (véase el Gráfico 2). En nuestra opinión, un trienio ofrece una especie de punto óptimo en el que la incidencia de impagos acumulados sigue siendo relativamente baja, lo que permite a los inversores captar rendimientos sin asumir un riesgo excesivo.
Mediante la incorporación selectiva de algunos bonos high yield, los inversores también pueden cosechar rendimientos más altos a partir de bonos con calificación inferior a investment grade. Por ejemplo, los bonos high yield con calificación BB-B (equivalente a los bonos Ba-B según el baremo de Moody’s) con un plazo de vencimiento de 1 a 3 años generaron un rendimiento medio del 5,7% al final de mayo de 2025.4 Realizando un análisis minucioso de los emisores de bonos y limitando la exposición al segmento high yield a un pequeño porcentaje de una cartera, los inversores pueden tratar de captar parte de ese rendimiento adicional al tiempo que limitan su exposición al riesgo de impago.
Los bancos centrales mantienen su postura de «recortes» de los tipos de interés. Aunque la Reserva Federal estadounidense (Fed) está en modo «pausa», tanto los mercados como las propias previsiones económicas de la Fed auguran nuevos recortes de tipos en los próximos 12 meses. Del mismo modo, se prevé que el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra aplicarán nuevas rebajas de tipos.5 Ante esto, creemos que sigue siendo un buen momento para emplear bonos corporativos a tipo fijo como modo de asegurarse la obtención de rendimientos relativamente atractivos en previsión de nuevos recortes de tipos de interés y rebajas de los tipos del mercado monetario.
Los inversores podrían tratar de asegurar el rendimiento de hoy comprando un bono individual, pero creemos que un fondo de renta fija con vencimiento fijo podría ofrecer una vía de acceso menos arriesgada. Al igual que un bono individual, tiene un cupón regular y una fecha de vencimiento fija, pero tiene la ventaja adicional de la diversificación en una cartera de bonos. Por otro lado, la selección de crédito corre a cargo de un equipo de expertos, que realizarán un seguimiento de la cartera durante todo su plazo fijo, lo que ayuda a evitar el riesgo de impago y maximizar el rendimiento.
Artículo escrito por James Briggs y Brad Smith, gestores de Carteras y Carl Jones, gestor de Carteras Asociado en Janus Henderson Investors.
1Fuente: LSEG I/B/E/S, S&P500 2025Q1 Earnings Dashboard, 13 de junio de 2025. Perspectivas de beneficios del STOXX 600, 17 de junio de 2025. Los beneficios están sujetos a revisiones posteriores. 2Fuente: Oficina del Presupuesto del Congreso, H.R.1, One Big Beautiful Bill Act (Dynamic Estimate), 17 de junio de 2025. 3Fuente: El impacto económico potencial de la reforma del marco fiscal de Alemania, 19 de mayo de 2025. 4Fuente: Bloomberg, ICE BofA 1-3 Year BB-B Global High Yield Non-Financial Constrained Index, yield to worst, 31 de mayo de 2025. Los rendimientos pueden variar con el tiempo y no están garantizados. 5Fuente: Bloomberg, World Interest Rate Projections, 20 de junio de 2025; Reserva Federal, previsiones económicas, 18 de junio de 2025. No hay garantía de que se mantengan las tendencias pasadas ni de que se cumplan las previsiones.
UBS AssetManagement ha anunciado el lanzamiento de dos nuevos ETFs de renta fija que buscan ofrecer una «rentabilidad mejorada». En concreto, ha puesto en el mercado el UBS EUR Treasury Yield Plus UCITS ETF y el UBS USD Treasury Yield Plus UCITS ETF , que tienen como objetivo superar a sus respectivos índices Bloomberg Treasury, centrándose en un mayor option-adjusted spread (OAS), a la vez que mantienen una estricta alineación en duración, calidad crediticia y exposición por país.
Según explica la gestora, la selección de estos bonos se lleva a cabo mediante un modelo propio que maximiza el OAS, respetando límites estrictos en cuanto a calificación, país, sector, duración y riesgo de curva. Además, el gestor de cartera puede utilizar su criterio para mejorar aún más la rentabilidad y el perfil de riesgo de la inversión. “El rápido crecimiento de los activos en ETFs de renta fija mejorada refleja una creciente demanda de los inversores por fondos que vayan más allá de los índices pasivos tradicionales. UBS AM cuenta con una amplia experiencia en estrategias basadas en reglas, por lo que me complace que podamos ofrecer esta capacidad, por primera vez, a una gama más amplia de clientes a través del envoltorio ETF, cómodo, transparente y eficiente”, ha explicado André Mueller, Head of Client Coverage de UBS AM.
El fondo está registrado para su venta en Austria, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Liechtenstein, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, España, Suecia, Suiza y el Reino Unido.
Pix Parcelado, la nueva plataforma brasileña que ofrece pagos a plazos y créditos a los clientes de la red brasileña de pagos instantáneos Pix, podría intensificar la competencia con las tarjetas de crédito, transformar la economía minorista y bancaria e impulsar la innovación en tecnología financiera en un contexto de mayor digitalización de los pagos, según un informe de Fitch Ratings.
La posible disrupción y las implicaciones del producto dependerán de cómo se adapte cada institución financiera y red de pagos con tarjeta, y de la medida en que ofrezcan productos competitivos y aprovechen los datos para una gestión crediticia eficiente, lo que requerirá una mayor inversión en tecnología.
El sistema Pix de Brasil se ha integrado rápidamente al ecosistema de pagos del país, con más del 90% de la población bancaria utilizando la plataforma. Con su lanzamiento previsto para este mes, PIX Parcelado se presenta como la mayor mejora de la plataforma PIX desde su lanzamiento en noviembre de 2020, ya que ahora PIX no es solo una plataforma de pagos, sino una plataforma que también ofrece créditos, con pagos vinculados a una cuenta bancaria o tarjeta de crédito.
El producto permitirá a los bancos, otras instituciones financieras no bancarias y fintechs cobrar intereses, a diferencia de las ofertas actuales de tarjetas como el «parcelado sem juros», donde el banco asume el riesgo crediticio del cliente pero no recibe intereses. Es importante destacar que los comerciantes reciben el importe total de la transacción al instante, eliminando el riesgo crediticio y minimizando las preocupaciones sobre el capital de trabajo. Esto puede ser una ventaja frente a las ventas a plazos tradicionales con tarjetas de crédito, que a menudo retrasan el pago total e imponen comisiones de procesamiento.
Los pagos a plazos de Pix competirán directamente con las tarjetas de crédito, que creemos que seguirán evolucionando a medida que los actores del mercado rediseñen sus ofertas de productos para adaptarse al entorno competitivo. Para mantener su relevancia, los bancos han creado soluciones de pago a plazos integradas con Pix, algunas de las cuales incorporan tarjetas de crédito. El producto ofrece a los consumidores la posibilidad de fraccionar los pagos de sus compras en cuotas mensuales directamente dentro de la plataforma Pix, similar a las ofertas de «compra ahora, paga después» (BNPL) en EE. UU.
Los pagos a plazos de PIX no son una modalidad nueva ni disruptiva; la diferencia radica en que son digitales. Productos como el BNPL estadounidense existen en Brasil desde hace décadas con otros nombres. Los planes de pago a plazos, o «crediarios», fueron una de las principales herramientas para la inclusión financiera en Brasil antes de la banca masiva. Los cheques posdatados, las facturas (boletos), las cuotas de tarjetas de crédito (parcelamento no cartão) y los planes de pago a plazos (carnes) son otros ejemplos de la oferta de productos.
El nuevo producto podría reducir la cuota de mercado de las tarjetas de crédito, especialmente en las transacciones «parcelado sem juros», con costos potencialmente más bajos tanto para consumidores como para comercios. En 2024, los pagos a plazos sin intereses representaron el 13% de las transacciones con tarjeta de crédito, pero casi la mitad del valor total de las transacciones.
El producto reemplaza las tarjetas físicas por una tarjeta digital integrada en el teléfono celular del usuario, una tecnología ya disponible para tarjetas de crédito, lo que reduce el costo de emisión de tarjetas para los bancos. Como plataforma de pago tanto para bancos como para fintechs, PIX Parcelado tiene el potencial de reducir la intermediación, con potencial de disrupción para adquirentes y redes de tarjetas de crédito como Visa y MasterCard, que deberán adaptarse y crear nuevos productos y funciones para sus tarjetas con el fin de generar valor y mantener su cuota de mercado.
Según el banco central brasileño, alrededor de 60 millones de brasileños no tienen tarjeta de crédito. A diferencia de las tarjetas de crédito, que suelen requerir mayor solvencia y conllevan diversas comisiones, se espera que Pix Parcelado amplíe el acceso al crédito, beneficiando a los consumidores de bajos ingresos y a las personas con acceso limitado a servicios bancarios, quienes suelen estar sujetos a altas tasas de interés y comisiones, y podrían encontrarla como una alternativa más atractiva y asequible.
Las fintechs están bien posicionadas para beneficiarse de la innovación y la inclusión aceleradas. Al integrar la nueva funcionalidad, pueden ampliar la oferta crediticia a las poblaciones desatendidas, desarrollar herramientas innovadoras de presupuestación y competir con los bancos tradicionales. La menor dependencia de las redes de tarjetas de crédito permitirá a los bancos y a las fintechs optimizar sus operaciones y reducir costes.
Pix es el sistema de pagos instantáneos del Banco Central de Brasil, lanzado en 2020, que permite transferencias de dinero seguras y rápidas entre cuentas bancarias las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Funciona mediante clases de Pix (como email, número de teléfono o clave aleatoria) o códigos QR, y es aceptado en casi todos los comercios en Brasil. Para el usuario, el servicio es gratuito, y para las empresas, suele tener costos financieros más bajos que otros métodos
GBM Advisors reunió a 900 personas en México, en un evento para promover la asesoría financiera en el país norteamericano que fue seguido por 3.000 personas en streaming. Las cifras presentadas durante los debates muestran el amplio margen de crecimiento que tiene la industria de asesoría y fondos de inversión.
Especialistas de S&P Dow Jones Indices, Vanguard, AXA Investment Managers, Global X, BlackRock, J.P. Morgan, Santander AM, Lazard, Invesco, Franklin Templeton, Prudential Seguros, AXA Seguros, Grupo BMV y BIVA, hablaron sobre el futuro de la asesoría.
Durante los debates se destacaron tendencias e implicaciones ante un nuevo paradigma económico; el uso de portafolios modelo y de estrategias con ETFs; las megatendencias que marcarán oportunidades de inversión; y se compartieron sesiones para enriquecer la práctica de los asesores. Estos ejes ofrecieron a los participantes una visión integral que combina conocimiento técnico, visión de largo plazo y herramientas para fortalecer su papel en el ecosistema financiero.
Una carrera de futuro
En México, apenas 3% de la población invierte en fondos, de acuerdo con un reciente estudio de Vanguard. Sin embargo, un 36% participa en sistemas de pensión o seguros de vida, lo que refleja un amplio espacio para el crecimiento de la asesoría patrimonial.
Además, según la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles (AMIB), actualmente hay cerca de 10.000 asesores que cuentan con la certificación de Asesor en Estrategias de Inversión en nuestro país, un número todavía limitado si se compara con países como Brasil, que cuenta con más de 70.000 asesores con una economía de tamaño similar a la nuestra. Este dato subraya el potencial de crecimiento y profesionalización que busca impulsar Pioneros.“En Pioneros (nombre del evento) reconocemos al asesor como la figura que impulsa una verdadera transformación en la vida financiera de las personas. Esta profesión, hoy más que nunca, une conocimiento técnico, cercanía humana y un propósito esencial: guiar a las familias mexicanas en la creación y consolidación de su patrimonio comentó Luis Felipe Madrigal Mier y Terán, Director de GBM Advisors.
Pioneros 2025 fue la tercera edición del encuentro organizado por GBM Advisors, unidad de negocios de Grupo Bursátil Mexicano, Casa de Bolsa (GBM).
“México tiene una gran oportunidad de llevar la asesoría financiera al nivel de los mercados más desarrollados. Pioneros es la plataforma para inspirar y conectar a quienes liderarán este cambio, combinando el talento humano con la experiencia y el compromiso que están transformando la industria. Así, podremos multiplicar el impacto de los asesores y elevar la profesión a un nuevo nivel”, concluyó Madrigal Mier y Terán.
Partiendo de un panorama económico “paradójico”, Robeco ha publicado la 15ª edición de su perspectiva quinquenal, Expected Returns 2026-2030, titulada The Stale Renaissance (El Renacimiento estancado). Según su visión, la paradoja entre la innovación y el caos se manifiesta en el ámbito de la inteligencia artificial, la cual contribuye significativamente al desarrollo económico y social global. Ahora bien, recuerda que este avance ocurre en un contexto de elevada incertidumbre política internacional, con Estados Unidos desempeñando un papel central como principal economía mundial.
En este sentido, los mercados financieros reflejan el momento actual y ofrecen oportunidades a los inversores en las principales clases de activos. Según sus estimaciones, la renta variable de los mercados emergentes es la clase de activos que puede ofrecer mayores rentabilidades, con un 7,5 % anual en euros (del 8,25% en dólares) entre 2026 y 2030. Además, se prevé que las acciones de los mercados desarrollados obtengan una rentabilidad del 6 %; no muy lejos se sitúan la deuda pública local de los mercados emergentes y el sector inmobiliario cotizado, con un 5,5% en euros (un 6,25% en dólares).
“Las acciones de mercados emergentes vuelven a ser la clase de activos que se espera genere los mayores retornos en los próximos cinco años”.
A diferencia de ejercicios previos, las previsiones indican que los bonos corporativos no presentarán una rentabilidad significativamente mayor en comparación con los bonos soberanos. “Se estima una rentabilidad del 3,25% para la deuda corporativa cubierta y del 3% para la deuda investment grade, en contraste con el 2,75% de la deuda pública alemana y el 3% de la deuda pública de países desarrollados”, matiza el informe de Robeco.
Este año, la gestora ha incluido una nueva clase de activos en el informe Expected Returns: deuda de mercados emergentes en hard currency, con una rentabilidad prevista del 3,75 %. Por último, destaca que las materias primas lideran la rentabilidad con un 5,25%, mientras que los activos monetarios ofrecen alrededor del 3%.
Todas estas previsiones las realiza matizan que espera que la inflación siga en torno al 2,5%, superando el objetivo habitual del 2% de los bancos centrales y afectando el crecimiento económico.
Un panorama económico “paradójico”
El informe analiza un panorama económico “paradójico” en el que los avances tecnológicos — especialmente en inteligencia artificial— coexisten con retos macroeconómicos estructurales y la incertidumbre geopolítica. En este sentido, Robeco prevé un mundo en el que los sistemas de inteligencia artificial evolucionan rápidamente, pero su impacto transformador se ve limitado por las restricciones energéticas, la incoherencia política y la fragmentación geopolítica.
El informe introduce el concepto del “Da Vinci digital” y destaca cómo los agentes de IA están a punto de revolucionar la productividad, incluso aunque los obstáculos macroeconómicos frenen su máximo potencial.
“Aunque la IA promete un renacimiento de la productividad, creemos que este resurgir parecerá estancado si lo analizamos con más detenimiento. Los inhibidores estructurales —desde la política monetaria restrictiva hasta la incertidumbre geopolítica— limitarán el alcance de los beneficios económicos”, apunta Peter van der Welle, estratega de Soluciones Multiactivo en Robeco. Además, añade: “Nuestra perspectiva a cinco años refleja esta nueva época en la que los propietarios de capital consideran cada vez más el bienestar de los stakeholders junto con el beneficio para los accionistas. La economía de libre mercado es menos eficiente, y la era del individualismo extremo ha quedado atrás”.
Para Laurens Swinkels, director de Análisis de Soluciones en Robeco, en un mundo en el que abundan las paradojas, seguirán surgiendo grandes inventos. “Los inversores deben mirar más allá de los activos tradicionales y adoptar coberturas poco populares, como las materias primas y los fondos de inversión inmobiliaria, para afrontar los próximos años. La diversificación y la cobertura estratégica serán fundamentales”, afirma.
También advierte de que “En el entorno actual, con mercados distorsionados y una mayor intervención gubernamental, generar alfa requiere un enfoque más basado en la investigación que nunca”.
Principales dificultades
Las perspectivas de Robeco identifican cuatro grandes obstáculos que podrían frenar el impulso de este renacimiento tecnológico. En primer lugar, la supremacía conflictiva refleja los crecientes desafíos al liderazgo estadounidense, que se ve cada vez más obstaculizado por las inconsistencias de la política interna y el creciente escepticismo global.
En segundo lugar, apunta que la escalada contenida describe un entorno geopolítico marcado por la moderación estratégica, en el que las tensiones —como la guerra comercial entre Estados Unidos y China— siguen sin resolverse, pero no se intensifican hasta convertirse en un conflicto abierto. Y, en tercer lugar, la normalización restringida apunta a niveles de inflación persistentes que superan los objetivos del banco central, lo que limita la flexibilidad de la política monetaria.
Por último, pone el foco en que la sostenibilidad condicional refleja la naturaleza cambiante de la financiación climática, que está pasando de ambiciones idealistas a un enfoque más pragmático centrado en el impacto medible y la rendición de cuentas. “Estos retos cíclicos se ven respaldados por fuerzas estructurales más profundas, entre las que se incluyen los persistentes desafíos del mercado laboral, el incremento de la deuda soberana y la erosión del dominio global del dólar estadounidense”, añade el informe de Robeco.
Tres escenarios
El escenario central de Robeco prevé un crecimiento global moderado, con una expansión del PIB real de EE.UU. del 2,1% en términos anuales. Mientras tanto, se espera que la Eurozona, Japón y los mercados emergentes mejoren sus posiciones relativas en términos de crecimiento. Se prevé que la inflación en los mercados desarrollados alcance una media del 2,5%, con un ligero aumento en Estados Unidos, hasta el 2,75%, debido a la caída de la inmigración y al aumento de los aranceles. Según explica, a pesar de los avances tecnológicos, se prevé que la incoherencia política y el populismo frenen la confianza de los inversores y los flujos de capital.
En cambio, su escenario alcista -y optimista- contempla que la adopción de la IA se acelera en todos los sectores, lo que elimina las barreras a la productividad y permite un repunte global sincronizado. “La inflación se mantiene en los niveles previstos y las tensiones geopolíticas se alivian, lo que podría reactivar la globalización, y el crecimiento del PIB real podría superar los niveles de tendencia, y surgirían oportunidades de inversión generalizadas”, detalla.
Por último, su escenario bajista prevé un colapso de las instituciones y los principios económicos globales. Según su tesis, la incoherencia de la política estadounidense debilita el dominio del dólar, lo que provoca estanflación y dominancia fiscal. “Las guerras comerciales y la inestabilidad geopolítica provocan que la prima de seguridad sustituya al dividendo de la paz, con el consiguiente deterioro de la independencia de los bancos centrales”, añade.
Implicaciones para la inversión
La conclusión principal de Robeco es que estaremos ante un mercado más concentrado e impulsado por el momentum, con menos clases de activos que ofrezcan primas de riesgo superiores a la media. “En este momento, estamos viendo un mercado muy concentrado e impulsado por el momentum, en el que los mercados se recuperan, pero falta amplitud y convicción, y los inversores están escalando un muro de preocupación en lugar de abrazar una nueva edad de oro. Esto podría ser, en parte, una señal de que el repunte de los activos de riesgo tiene recorrido, ya que la ausencia de exuberancia irracional hace que este mercado se parezca más a un zumbido que a una burbuja a punto de estallar”, afirma Van der Welle.
Además, consideran que las valoraciones de la renta variable estadounidense y de los bonos high yield parecen sobrevaloradas, lo que sugiere un elevado riesgo bajista. “Sin embargo, los niveles de valoración de algunas clases de activos, en particular la renta variable estadounidense y la renta fija de alto riesgo, parecen exagerados y reflejan más nuestro escenario alcista. Esto sugiere un elevado riesgo bajista en estas clases de activos en los próximos años, lo que hace que las coberturas menos populares, como las materias primas y los REITs, resulten más atractivas”, insiste Swinkels.
Por el contrario, se prevé que los activos de los mercados emergentes, en particular la deuda denominada en divisas fuertes, ofrezcan rentabilidades relativas elevadas. Por lo tanto, defiende que los inversores deben prepararse para un entorno más selectivo, en el que una asignación cuidadosa y una planificación basada en escenarios sean fundamentales para sortear la incertidumbre y capturar valor a largo plazo.