Una estrategia que trata de explotar las tendencias del mercado con un enfoque diversificado para invertir en diferentes tendencias con el objetivo de lograr un outperformance a largo plazo. Es la idea que presentará ODDO BHF AM con motivo de la octava edición del Funds Society Investment Summit España, el evento de referencia en el mundo de la gestión de activos y el asesoramiento. La cita será los días 9 y 10 de octubre en el Monasterio de Santa María de Valbuena (Valladolid).
La estrategia que presentará es ODDO BHF Algo Trend US, un fondo con enfoque de Smart momentum para explotar las tendencias del mercado: cuenta con un proceso de inversión estructurado, transparente y basado en reglas que utiliza modelos patentados puramente cuantitativos sin sesgos humanos. El proceso identifica tendencias estables, para construir carteras ampliamente diversificadas y con riesgo controlado con numerosas posiciones que cubren muchas tendencias duraderas. La gestión de riesgos es el núcleo de la estrategia para abordar los riesgos asociados con las estrategias basadas en el momentum (riesgo de reversión de la tendencia y riesgo de concentración).
El ponente será Leonardo López Vega, Country Head Iberia & Latam de ODDO BHF AM. López ostenta actualmente ese cargo, tras haber pasado dos años como director en Iberia para Source ETF y siete como director de Ventas en Threadneedle Investments. Previamente había desarrollado su carrera en las plataformas de distribución de fondos de Inversis y CM Capital Markets, así como en la banca comercial de BBVA.
Es licenciado en Derecho Económico por la Universidad de Deusto (Bilbao), y cursó un año en la Aberdeen University de Escocia. Posee un Master en Finanzas por CUNEF, un posgrado en Hedge Funds e Inversiones Alternativas por el IEB, y posee la acreditación CAIA en inversiones alternativas, siendo actualmente presidente del CAIA Iberia Chapter.
Con 63.000 millones de euros en activos bajo gestión a 31 de diciembre de 2024 y cuatro centros de inversión con sede en París, Düsseldorf, Fráncfort y Luxemburgo, ODDO BHF AM es una gestora de activos líder en Europa y forma parte del grupo financiero franco-alemán ODDO BHF, fundado en 1849. Está formado por ODDO BHF AM GmbH en Alemania, ODDO BHF AM SAS en Francia, y ODDO BHF AM Lux en Luxemburgo. ODDO BHF AM ofrece soluciones de inversión en renta variable, renta fija, asignación de activos, capital riesgo y deuda privada a clientes institucionales y socios de distribución. La cercanía a los inversores y el profundo conocimiento de sus necesidades son su prioridad número uno. Para ello, ODDO BHF AM cuenta con una fuerte presencia local en las principales ciudades europeas y un profundo conocimiento de los mercados en los que invierte la gestora.
El estilo de inversión de ODDO BHF AM se caracteriza por un enfoque de inversión activo y a largo plazo con el objetivo de crear valor sostenible y a largo plazo para sus clientes. La integración ESG, las exclusiones, la transición climática y la propiedad activa son los 4 pilares de una estrategia de sostenibilidad reconocida por su calidad y fiabilidad a través del etiquetado de fondos por organismos independientes, y los premios obtenidos. En consecuencia, los clientes tienen acceso a una amplia gama de soluciones financieras sostenibles en todas las clases de activos.
Presentaciones y cata de vinos
Las presentaciones de las gestoras tendrán lugar el día 9 en el Monasterio de Santa María de Valbuena, una joya cisterciense del siglo XII situada en el corazón de la Ribera del Duero, en la localidad de San Bernardo, Valladolid. Los asistentes podrán buscar la inspiración asistiendo a las conferencias que les ofreceremos, en un escenario con gran encanto y elegancia, dentro del monasterio cisterciense mejor conservado de Europa, con más de 18.000 metros cuadrados construidos.
A continuación los asistentes disfrutarán de una cata de vinos y cena en las Bodegas Arzuaga, que reflejan la fusión perfecta entre vino, territorio y excelente cocina.
El evento convalida por 4 horas de formación para CFA Charterholders y Certified Advisor-CAd.
Foto cedidaPaco Illueca, director general de GVC Gaesco Alternative Investments.
El grupo financiero independiente GVC Gaesco, a través de GVC Gaesco Alternative Investments, SGEIC, ha lanzado Zamit II, un nuevo vehículo de inversión que amplía su plataforma internacional de inversionesalternativas. El objetivo de este nuevo fondo es consolidar un patrimonio gestionado de 60 millones de euros, cifra para la que ya cuenta con un elevado nivel de compromiso por parte de los inversores.
Zamit II invertirá en pymesespañolas con bases financieras equilibradas y modelos de negocio contrastados, con un EBITDA de entre 2 y 5 millones de euros. El fondo apoyará a compañías con potencial de crecimiento y transformación, acompañando a sus equipos directivos en procesos de profesionalización y expansión. Para ello, el equipo gestor de GVC Gaesco Alternative Investments, la gestora de inversiones alternativas de GVC Gaesco, seleccionará empresas de distintos sectores con capacidad sostenida de creación de valor a largo plazo.
El nuevo vehículo da continuidad a la estrategia iniciada por GVC Gaesco en 2020 con Zamit I. La experiencia acumulada en su gestión ha permitido consolidar un modelo de inversión flexible y cercano al tejido empresarial español, que ahora se amplía con Zamit II. Además, el nuevo fondo renueva el apoyo de las familias empresarias que participaron en su vehículo predecesor. Estas familias, clientes de Banca Privada de GVC Gaesco, destacan por su experiencia en la gestión de empresasfamiliares y comparten los valores de este tipo de compañías, aportando no solo capital, sino también conocimiento y cercanía con la realidad de las pymes en las que se invierte.
“Zamit II da continuidad a una estrategia de inversión que nació de la demanda de nuestras familias empresarias, que consideran necesaria la inversión directa en compañías para completar su estrategia patrimonial. Nuestro papel es aportar un enfoque profesional: seleccionar las oportunidades, analizar las empresas y ejecutar la entrada en el capital. Más allá de los recursos financieros, nuestro valor añadido está en acompañar a los equipos directivos y en profesionalizar la gestión de los proyectos. La participación de familias empresarias refuerza este modelo, aportando su experiencia y conocimiento en la creación de valor”, explica Paco Illueca, director general de GVC Gaesco Alternative Investments.
Creand Wealth Management acompañará a GVC Gaesco en la comercialización de Zamit II, compartiendo una visión común sobre la importancia de impulsar el crecimiento y la profesionalización de las pymes españolas.
Aunque este ha sido un año en el que la renta fija ha vuelto a ganar protagonismo, los inversores mundiales señalan a la renta viable como su opción preferida para obtener rentabilidad y diversificar. “En un mercado que es todo menos predecible, los inversores están recurriendo a lo que conocen: la renta variable pública. No por costumbre, sino porque ofrece la agilidad y el alcance global necesarios para navegar la complejidad y obtener rentabilidad”, afirma Alex Tedder, director de inversiones de Renta Variable de Schroders.
Esta conclusión es la que arroja el último Estudio Global de Perspectivas de Inversión de 2025 de Schroders, elaborado a partir de una encuesta a casi 1.000 inversores institucionales y gestores de patrimonios de todo el mundo con 67 billones de dólares en activos gestionados. Según el estudio, los inversores mundiales consideran que la renta variable es el activo que ofrece más potencial. En concreto, las acciones públicas son la opción preferida para el 46% de los encuestados, ligeramente por delante del private equity (45%).
El informe explica que los inversores reconocen esta preferencia a pesar de la volatilidad del mercado bursátil. De hecho, los resultados de la encuesta apuntan a un optimismo cauteloso entre los inversores globales: mientras que el 41% mantiene su exposición actual al riesgo, el 21% la está aumentando, lo que indica un cambio moderado en la confianza más que una tendencia. Así pues, cuando los inversores buscan rentabilidad para los próximos 12-18 meses, las acciones se perfilan como la clase de activos preferida.
Preferencia por las acciones globales
Ahora bien, de los encuestados que prefieren las acciones públicas por su potencial de rentabilidad, las acciones globales son las claras favoritas, ya que el 51% afirma que cree que generarán las mayores rentabilidades. Según la gestora, esto sugiere una inclinación hacia la diversificación a nivel global tras un prolongado periodo en el que EE.UU. ha sido la fuerza dominante que ha impulsado los mercados bursátiles mundiales. Por su parte, de los inversores que admiten inclinarse por enfoques regionales (el 29%), Europa y APAC son los mercados preferidos. Aunque Estados Unidos no queda totalmente descartado, ya que el 30% sigue destacándolo como su preferencia regional.
“Estos resultados reflejan l
as turbulencias del mercado observadas en el año, provocadas especialmente por los aranceles y el surgimiento de DeepSeek de China, teniendo en cuenta el desafío que su modelo de inteligencia artificial (IA) de bajo coste supone para los líderes del mercado estadounidense”, explica el documento en sus conclusiones. Según la gestora, ambos casos sirvieron como llamada de atención a los inversores que se habían acostumbrado al liderazgo del mercado estadounidense y, en particular, a las acciones tecnológicas de gran capitalización como la fuente más fiable de rentabilidad.
“Mientras tanto, los acontecimientos en otros mercados han reavivado el interés de los inversores en algunas áreas anteriormente ignoradas. Por ejemplo, los mercados bursátiles europeos, que han recibido un impulso gracias a los planes de inversión del nuevo Gobierno alemán”, añaden.
Inversión activa vs índices
En el ámbito de la renta variable pública, el 53% de los inversores globales se decanta por estrategias activas y el 37% prefiere enfoques mixtos; mientras que solo el 10% confía en que las estrategias pasivas den buenos resultados. El informe considera que las estrategias activas gozan de una preferencia cada vez mayor por su capacidad para gestionar los riesgos de concentración; de hecho, solo el 5,5% de los inversores afirma no estar preocupado por dichos riesgos.
En cambio, llama la atención que el 74% de los inversores globales cita la concentración del mercado de renta variable estadounidense como su principal preocupación, lo que probablemente se explica por el enorme peso que tienen un puñado de acciones tecnológicas de gran capitalización.
“La mayor rentabilidad del mercado estadounidense durante la última década ha hecho que su ponderación aumente de forma muy sustancial en los principales índices de referencia de renta variable mundial (actualmente EE.UU. supone el 72% del índice MSCI World). Los inversores pasivos que siguen esos índices pueden encontrarse con una alta exposición al mercado estadounidense y a determinadas acciones de gran capitalización dentro de EE.UU.. En cambio, no tienen la exposición deseada a posibles oportunidades que puedan surgir dentro de otros sectores en otras zonas, como Europa. Las estrategias de renta variable global gestionadas de forma activa, que pueden aprovechar las oportunidades dondequiera que se presenten, son una forma de evitar este riesgo de concentración”, asegura el informe.
Para Schroders, la creciente convicción en la diversificación global se ve respaldada por las preferencias en torno a la capitalización bursátil. Las exposiciones a acciones de gran capitalización se consideran uno de los motores de rentabilidad más consistentes para un 57% de los inversores, pero las empresas de mediana capitalización no se quedan atrás, con un 51% de los encuestados destacándolas. Una vez más, esto sugiere que los inversores buscan alejarse de las megacapitalizaciones estadounidenses, que tan buenos resultados han dado en los últimos años, y orientarse hacia una exposición activa en todo el espectro de capitalización bursátil.
“En un universo de inversión cada vez más complejo, está claro que los inversores globales siguen considerando la renta variable cotizada como una fuente atractiva de rentabilidad a largo plazo. Su renovada confianza, reflejada en un mayor interés por las estrategias activas, pone de manifiesto el papel fundamental que desempeña una gestión ágil y con visión de futuro de la renta variable a la hora de gestionar los riesgos de concentración y aprovechar las tendencias de crecimiento”, concluye Tedder.
Nos metemos de cabeza en el último trimestre de 2025 con la incertidumbre como mantra tras las últimas decisiones de la Administración Trump -el aumento de la tarifa de visado H-16 y el anuncio de nuevos aranceles-. Según destacan desde Edmond de Rothschild AM, estas medidas afectarán principalmente a los aliados de EE.UU., no a China, Además, las expectativas de recortes de tipos por parte de la Fed se han desvanecido, mientras que los bonos soberanos de EE.UU. y Europa han registrado subidas significativas.
En lo que se refiere a los aranceles, Trump anunció una batería de aranceles: 100% a productos farmacéuticos patentados desde 2025, 50% a gabinetes de cocina y muebles de baño, 30% a muebles tapizados y 25% a camiones pesados fabricados fuera de EE.UU. También, confirmó que inversores estadounidenses como Dell, Rupert Murdoch y Larry Ellison participarán en la nueva estructura de TikTok, valorada en 14.000 millones de dólares, con Oracle, Silver Lake y MGX tomando participaciones del 15% cada uno.
Además, el gobierno de Donald Trump se enfrenta a un “nuevo cierre”. Según explican desde Banca March, actualmente las posiciones de republicanos y demócratas están enrocadas. “El pasado 19 de septiembre los republicanos presentaron una propuesta que mantendría abierta la Administración durante otras siete semanas, pero esta resultó rechazada en el Senado. Por su parte, los demócratas han exigido que se prorroguen los subsidios sanitarios (Obamacare) y también la reversión de recortes presupuestarios a la sanidad aplicados al programa Medicaid y que fueron aprobados justamente en la reciente reforma fiscal de Trump – el propio presidente ha tachado estas propuestas de ‘irracionales’ y ha declarado que no está dispuesto a ceder», comenta la entidad en su análisis semanal.
A última hora del martes, la Casa Blanca ha enviado una circular a las agencias gubernamentales ordenándoles «implementar planes para un cierre ordenado» ante la falta de acuerdo. Según explican desde Julius Baer, el cierre del gobierno estadounidense se produce debido a un bloqueo en el Congreso respecto a la financiación para el año fiscal 2026. El Congreso no logró acordar al menos una resolución de continuidad, que habría otorgado más tiempo para las negociaciones sin necesidad de paralizar al gobierno. Como consecuencia, las operaciones federales no esenciales se detendrán y muchos trabajadores serán enviados a casa sin empleo temporalmente.
Sobre qué implicaciones tendrá esto en el mercado de bonos, Dario Messi, responsable de Análisis de Renta Fija en Julius Baer, se muestra cauto: «El impacto económico suele ser limitado y las operaciones del Tesoro permanecen intactas, ya que en esta ocasión el debate no está vinculado al techo de deuda. Así, salvo que la situación se prolongue, el evento es políticamente muy sensible pero poco probable que, por sí solo, genere una disrupción significativa en los mercados de bonos. Las primeras señales también muestran una reacción moderada en los mercados hasta ahora, con los rendimientos de los bonos estables y los futuros de la renta variable solo ligeramente a la baja».
Datos macro
Por otro lado, los últimos datos económicos respaldan la postura de espera adoptada por la Fed. Por ejemplo, el PMI compuesto se mantiene sólido en 53,6, mientras que los nuevos pedidos, el PIB y el consumo del segundo trimestre crecieron 0,4%, 3,8% y 2,5%, respectivamente. “La economía estadounidense sorprendió al alza con un crecimiento del PIB de 3,8% anualizado en el segundo trimestre de 2025, por encima del 3,3% estimado, acompañado de un núcleo PCE en 2,6% y solicitudes de desempleo por 218,000, mejor de lo previsto. Pese a estos sólidos datos, el S&P 500 retrocedió 0,5% y acumula tres sesiones a la baja, mientras su ratio precio/beneficio adelantado se elevó a 22,9, un nivel visto solo en la burbuja tecnológica y el rally de 2020”, comenta Felipe Mendoza, analista de mercados ATFX Latam.
En el caso de Europa, los datos fueron, según la visión de Edmond de Rothschild AM, “más mixtos”: el PMI manufacturero de septiembre volvió a terreno negativo en 49,5, frente al 50,7 anterior, mientras que los servicios sorprendieron al repuntar a 51,4 desde 50,5 (excepto en Francia). “Mientras que la actividad en Reino Unido siguió desacelerándose en agosto y existe la posibilidad de nuevas subidas fiscales para cubrir un déficit presupuestario de 30 billones de libras”, matizan.
Si miramos a los mercados emergentes, desde Mirabaud Wealth Management recuerdan que el trimestre comienza con una agenda algo más ligera. “Las cifras de inflación de Brasil y los datos de actividad de Europa Central siguen siendo los principales puntos de referencia locales, mientras que en Sudáfrica y gran parte de Asia, excepto China, los mercados se guiarán por el sentimiento global y las materias primas. La relativa calma del petróleo ha proporcionado cierta estabilidad al Golfo, mientras que el cobre sigue siendo el motor de América Latina. El ruido político está actualmente atenuado, pero las fricciones comerciales transfronterizas en Asia siguen siendo un tema candente.
Bancos centrales
Para los expertos de Edmond de Rothschild AM,estos acontecimientos provocaron una caída en las expectativas de recortes de tipos y fuertes subidas en las yields de los bonos soberanos de EE.UU. y Europa. “En EE.UU., las declaraciones de los gobernadores de la Fed reflejan una fuerte división entre quienes se preocupan por el empleo y quienes priorizan los riesgos inflacionarios”, apuntan.
En opinión de Stefan Rondorf, Senior Investment Strategist, Global Economics & Strategy de Allianz Global Investors, tras las últimas declaraciones de los principales banqueros centrales en EE. UU., Europa y Asia, podemos deducir dos aspectos principales: sus políticas siguen tendencias dispares y los mensajes que han querido transmitir tampoco han sido los mismos.
“Uno de los mensajes del BCE fue que considera que su política monetaria está ‘en un buen momento’. Al otro lado del Atlántico, la Fed sigue una trayectoria muy distinta y señaló que habrá nuevas bajadas en el futuro. Su mensaje principal fue claro: queremos evitar riesgos a la baja antes de que sea demasiado tarde, y confiamos en lograrlo. Por último, en Asia, el BoJ mantiene otra senda de política distinta al dejar sin cambios su tipo de referencia. Sin embargo, en su última reunión surgieron posturas más restrictivas que defendían una subida de tipos. Se trata de algo poco habitual que, en el pasado, ha precedido a nuevas subidas”, resume Rondorf.
Tras varios años rezagadas respecto a sus homólogas de gran tamaño, las acciones de pequeña capitalización se hallan en una posición inmejorable para protagonizar un repunte en las carteras de los inversores. Además de ofrecer una valiosa diversificación, las pequeñas empresas (sobre todo las ubicadas en EE. UU.) se disponen a aprovechar unos tipos de interés más bajos, las políticas orientadas al crecimiento del nuevo gobierno y la creciente innovación.
Las small caps podrían destacarse en el entorno actual
Las subidas bursátiles desde el fin de la pandemia han estado apuntaladas por el éxito de las mayores empresas del mundo, sobre todo el grupo de gigantes tecnológicos estadounidenses conocido como las «Siete Magníficas» (7M): Alphabet, Amazon, Apple, Meta Platforms, Microsoft, Nvidia y Tesla. Desde comienzos de esta década, la brecha de valoración entre las compañías de pequeña y gran capitalización no ha hecho más que aumentar.
No obstante, en los últimos meses han surgido varias razones de peso para reevaluar a las small caps americanas, desde un entorno de política monetaria más favorable hasta una nueva administración concentrada en revitalizar la actividad doméstica. La adopción generalizada de la inteligencia artificial (IA) está ocurriendo con gran rapidez, mayor incluso que la de internet durante la era puntocom de los años noventa. La demanda de infraestructura para respaldar esta tendencia es inmensa, y va mucho más allá de las grandes compañías de semiconductores. Muchos segmentos de equipamiento tecnológico experimentan una fuerte aceleración, junto a un gran número de empresas industriales diferentes y de todos los tamaños.
La amplitud del universo small cap, junto al hecho de que los negocios que lo componen tienen menor probabilidad de ser cubiertas por analistas, también significa que el mercado asigna precios de manera ineficiente a muchas pequeñas empresas.
Small caps: ¿infravaloradas e infrarrepresentadas?
En muchos mercados, las acciones de pequeña capitalización se han rezagado frente a sus homólogas de gran tamaño durante gran parte de la década pasada. Esto se debe a que estas últimas han sido capaces de capear el temporal de mayor inflación y tipos de interés crecientes. Su tamaño les ha brindado un mayor poder de fijación de precios, y sus balances más sólidos las han ayudado a protegerse frente al encarecimiento de la financiación.
Así, las valoraciones de las large caps han subido marcadamente, mientras que las small caps parecen estar significativamente infravaloradas en términos históricos. Desde que la Reserva Federal estadounidense iniciara su ciclo de subidas de tipos a comienzos de 2022, el descuento de valoración de las small caps respecto a las acciones de gran capitalización ha permanecido en niveles extremos que no se veían desde principios de los 2000.
No existe garantía alguna de que estas tendencias de valoración vayan a cambiar de rumbo en el corto plazo, pero factores como unos tipos de interés más altos por más tiempo y su impacto desproporcionado sobre la rentabilidad de las empresas de distinto tamaño ha contribuido sin duda a la creciente brecha de valoración entre large caps y small caps, y esta tendencia podría estar cambiando ahora que se anticipan nuevos recortes inminentes del precio del dinero. El crecimiento registrado por las mayores tecnológicas americanas en los últimos años significa que muchas carteras de renta variable están muy concentradas en un puñado de valores. Las small caps brindan la oportunidad de añadir una valiosa diversificación a aquellos inversores que todavía buscan exposición a una economía estadounidense más resiliente.
Concentración en small caps americanas: posicionados de cara al éxito
Las medidas tomadas por el gobierno Trump para animar a las empresas tanto domésticas como extranjeras a elevar sus inversiones en EE. UU. y a repatriar sus cadenas de suministro también podrían beneficiar a las small caps americanas, dada su mayor orientación al mercado interno y su mayor exposición al conjunto de la economía. La renta variable estadounidense de gran capitalización presenta una concentración significativa en el sector tecnológico y en las principales megacaps tecnológicas (a veces clasificadas en los sectores de servicios de comunicaciones o consumo discrecional). Con mayores ponderaciones en los segmentos industrial, financiero, energético y de materiales, en cambio, las small caps están considerablemente más expuestas al conjunto de la economía americana, cuya resiliencia debería por consiguiente brindarles más respaldo. Pese a ralentizarse en la primera mitad del año, el PIB americano no ha dejado de crecer, y han surgido señales de que el impacto de los aranceles podría ser menor de lo que se temía inicialmente. El gobierno también ha anunciado planes de reducir la carga regulatoria sobre las empresas y de recortar impuestos (algo compensado en parte por los ingresos arancelarios).
Además, las small caps tienden a estar más endeudadas que sus homólogas de gran tamaño, con lo que la reciente relajación monetaria de la Reserva Federal (y la perspectiva de nuevos recortes de tipos por parte de la entidad) podría brindarles más impulso si cabe. Unos menores costes de financiación significan que estas empresas podrán elevar su volumen de inversión además de hacer frente al servicio de su deuda existente. El crecimiento de los préstamos en EE. UU. ha permanecido extremadamente apagado en los últimos dos años, y podría acelerarse si unos tipos de interés más bajos suscitan un retorno a los niveles a largo plazo.
Una política monetaria más expansiva también podría ser el catalizador de un aumento de la actividad de fusiones y adquisiciones (M&A): la mayor disponibilidad de financiación para realizar opas podría ayudar a desbloquear la cartera de operaciones tras un periodo complicado en los mercados de capitales. La expectativa es que las empresas de gran capitalización y los inversores en private equity aprovecharán estas circunstancias para adquirir a compañías más pequeñas, lo cual beneficiaría a los accionistas de estas últimas.
Nuestro objetivo es identificar acciones que cotizan en valoraciones atractivas y presentan un potencial de crecimiento superior a la media, construyendo así una cartera repleta de ideas sólidas y capaz de aportar una rentabilidad consistente en un abanico de entornos de mercado.
Oportunidades de innovación e IA en la pequeña empresa
El auge de la IA y los enormes niveles de gasto de capital por parte de los grandes actores en dicho segmento están creando oportunidades para los proveedores de componentes para centros de datos y redes de fibra óptica, entre otros. Incluso fuera del sector tecnológico, las empresas industriales están ayudando a la construcción de estas nuevas instalaciones y proporcionando la infraestructura necesaria para que funcionen de manera eficiente.
Otro sector que está siendo escenario de una intensa innovación es el sanitario, cuya ponderación también es significativamente mayor en los índices small cap que en los de gran capitalización. Los tipos de interés más elevados y la profunda reforma de las agencias sanitarias públicas han conducido al fuerte rezagamiento del sector, pero esto no debería alterar la demanda inelástica de la atención sanitaria en el marco del envejecimiento de la población y las abundantes necesidades médicas no satisfechas. Además, con toda la labor de secuenciación genética llevada a cabo en los últimos años, es probable que algunas de las innovaciones con mayor impacto procedan del desarrollo de fármacos en base dicho trabajo a lo largo de la próxima década. Esta también es un área de los mercados americanos en la que cabe esperar una explosión de actividad de M&A.
Cómo abordamos el reto de la selección de small caps
En un universo de inversión tan enorme y diverso como el de las acciones de pequeña capitalización estadounidenses, las empresas reciben mucha menos cobertura por parte de los analistas y los medios de comunicación. Mientras que el potencial de crecimiento es considerable, invertir en compañías potencialmente nuevas conlleva un mayor nivel de riesgo, pero el mercado suele asignarles precios de manera mucho menos ineficiente y ofrecen más oportunidades para explotar esta falta de atención por parte del mercado.
En BNP Paribas Asset Management reconocemos que en una clase de activo tan volátil e ineficiente como la renta variable de pequeña capitalización, aplicar un enfoque activo y selectivo (respaldado por una labor exhaustiva de análisis fundamental y gestión de riesgos) es probablemente lo más efectivo.
El equipo de inversión se compone de especialistas sectoriales, muchos de los cuales gestionan una gama de carteras (dentro y fuera del segmento de pequeña capitalización) relacionadas con sus conocimientos y experiencia concretos. Concentrándose en el riesgo activo de la cartera a nivel de acciones individuales, hemos sido capaces de generar una rentabilidad excedente más estable y con menores niveles de error de seguimiento respecto al índice de referencia.
La mejora de las condiciones para las small caps americanas prevista en adelante nos aporta una confianza creciente en las perspectivas de la estrategia, y creemos que esto presenta una excelente oportunidad a los inversores para obtener exposición a la bolsa estadounidense añadiendo al mismo tiempo una valiosa diversificación a sus carteras.
Tribuna de Vincent Nichols, Investment Specialist del fondo BNP Paribas US small Caps
El crecimiento sin precedentes del mercado mundial de fondos cotizados (ETFs) está creando nuevas oportunidades en regiones como América Latina. Un estudio de Brown Brothers Harriman (BBH) explora el potencial comercial y los retos a los que se enfrentan los gestores de activos, los distribuidores y los proveedores de servicios que operan en toda América Latina.
El informe recuerda que los inversores, en general, aprecian la evolución y la innovación en la industria de los ETFs, con productos cotizados en bolsa que abarcan un conjunto de activos cada vez más amplio y una gama de estrategias de inversión con un alcance geográfico cada vez mayor.
Los costes competitivos, la flexibilidad, la transparencia y el fuerte potencial de diversificación de los ETFs también están demostrando ser características atractivas en un mundo cada vez más incierto.
Y aunque gran parte de la historia de los ETFs hasta la fecha se ha centrado en Norteamérica y Europa, otros mercados, como Asia, también se están contagiando de la fiebre de los ETFs. En otros lugares, los productos ETF también están despertando un interés creciente en los mercados latinoamericanos, sobre todo en Brasil, México, Colombia y Chile.
Dado que los gestores y los emisores de ETFs buscan cada vez más ampliar la distribución de sus fondos, las ventas de productos domiciliados en Europa han seguido la evolución de los intereses de los inversores regionales. Y, según el estudio de BBH, Latinoamérica se ha convertido en un “objetivo claro” para la distribución de ETFs. Incluso, cita algunas estimaciones que apuntan a que el mercado latinoamericano de ETFs podría alcanzar un tamaño superior a los 40.000 millones de dólares en 2030.
La región sigue registrando un importante crecimiento del mercado de ETFs. Muchos de estos productos están domiciliados en Europa y se distribuyen a través de fondos UCITS transfronterizos.
Si bien las ventas de ETFs / ETFs UCITS en América Latina se han visto impulsadas por inversores institucionales, como los planes de pensiones locales, especialmente en mercados como el de México, en la firma creen que, con el tiempo, también podrían surgir importantes oportunidades en el mercado minorista en todos los mercados regionales.
Las características únicas de los productos UCITS (como las clases de acciones de acumulación que no distribuyen dividendos, sino que los reinvierten) están demostrando ser muy populares tanto entre los inversores minoristas mexicanos como en los centros de contratación offshore de Estados Unidos y Canadá.
Diversidad del mercado
Aunque América Latina ofrece un potencial significativo para los gestores que promocionan fondos cotizados, la firma recuerda que la región “está lejos de ser un mercado homogéneo”. De tal manera, que “puede resultar desafiante, debido a las idiosincrasias locales y a las culturas de inversión fragmentadas en los países que la componen”.
Por otra parte, la firma destaca que también pueden aplicarse diferentes normas reguladoras de un país a otro, siendo algunos regímenes más avanzados y sofisticados que otros. Como ejemplo de ello, las normas para inversores institucionales de Colombia permiten ahora la asignación directa de ETFs como instrumentos elegibles -mediante actualizaciones del decreto en 2024-.
En México, los reguladores han autorizado recientemente a los fondos de pensiones, o Afores, a invertir en ETFs activos estadounidenses e internacionales, aunque todos deben pasar por un proceso de aprobación para poder ser adquiridos por los Afores mexicanos. Tradicionalmente, los fondos han invertido en ETFs pasivos.
Otros mercados locales también han experimentado cambios normativos recientes. En Chile, por ejemplo, el regulador local -la Comisión Clasificadora de Riesgo- modificó sus normas para permitir que las pensiones invirtieran en ETFs gestionados de forma activa tras un proceso de registro y aprobación.
Infraestructura variada
La infraestructura del mercado también varía en toda la región. El proyecto de integración del Mercado Integrado Latinoamericano (MILA) ofrece operaciones transfronterizas que pueden agilizar el acceso de los emisores de la UE que se dirigen a los mercados participantes de Chile, Colombia, México y Perú a través de una infraestructura comercial unificada.
Un nuevo proyecto, NUAM, también promete una mayor integración de las bolsas de valores de Colombia, Chile y Perú a través de una bolsa de valores única y totalmente nueva que abarcará varios países. “Tener presencia local o un conocimiento significativo del mercado local puede resultar fundamental para que los gestores se ganen la confianza de los inversores locales”, recoge el estudio de BBH, que pone como ejemplo de ello a Colombia. En este país, “puede ser clave trabajar con corredores de bolsa locales para acceder a los inversores a través de vehículos de ETFs de Latinoamérica”, apuntan.
Una vía tradicional para acceder al mercado en la región, a juicio de la firma, es a través de emisores europeos que se asocian con bancos globales cuyas sucursales locales pueden llegar a clientes institucionales y minoristas. Las plataformas digitales de gestión patrimonial también son canales clave para la distribución minorista y el asesoramiento en algunos mercados latinoamericanos. Aquí, existe un importante apoyo en los centros de fondos europeos, como Dublín y Luxemburgo, que “cuentan con una gran experiencia y que apoyan a los gestores de activos que se dirigen a Latinoamérica con ETFs UCITS y otros productos”.
Los mercados de renta variable cotizada experimentaron una volatilidad significativa en la primera mitad de 2025, mientras que el mercado europeo de préstamos mostró relativa estabilidad. En el segundo semestre, no obstante, se avecinan tanto riesgos como oportunidades.
La primera mitad de 2025 ha sido todo menos tranquila. Tras el anuncio de aranceles del presidente Trump, los mercados de renta variable cotizada cayeron en torno a un 10% para luego repuntar con rapidez, pero sin claridad en torno a la política arancelaria americana, la volatilidad permaneció elevada. Pese a la confusión reinante, sin embargo, el mercado europeo de préstamos ofreció una relativa protección a los inversores. A continuación analizaremos los principales acontecimientos de los primeros seis meses del año, su impacto sobre este segmento, y lo que podría depararnos la segunda mitad de 2025.
Aunque los mercados parecieron tener que afrontar un nuevo reto cada semana, cabe destacar tres temas clave que han
afectado al mercado europeo de préstamos en lo que va de año.
Turbulencias arancelarias
A comienzos de abril, el presidente Trump trastocó los mercados financieros anunciando (en las redes sociales) un amplio conjunto de aranceles recíprocos dirigidos a reequilibrar lo que en su opinión eran condiciones comerciales injustas para los EE. UU. Con casi 90 países en su punto de mira, los mercados globales cayeron en picado. La bolsa americana experimentó una de sus mayores caídas diarias desde la 2a Guerra Mundial, y las rentabilidades al vencimiento (TIR) de la deuda pública estadounidense superaron brevemente el 5%, una señal inequívoca de ansiedad entre los inversores.
Pese a esta difícil coyuntura, el mercado de préstamos sindicados mostró una resiliencia notable, dejándose un mero 0,28% en abril. El mercado recuperó rápidamente sus pérdidas, respaldado por la solidez de los datos económicos, por el descenso de la inflación y por un alivio temporal de las tensiones comerciales. A fin del primer trimestre, los activos de riesgo habían repuntado: las acciones americanas totalizaban una subida del 11%, y las europeas se habían anotado una subida respetable del 1,4%.
M&A: historia de dos trimestres
Por lo que respecta a la actividad de fusiones y adquisiciones (M&A, por sus siglas en inglés), la primera mitad de 2025 se compuso de dos trimestres muy diferentes. Durante el primero, la incertidumbre creada por el «Día de la Liberación» de Trump frenó el impulso de este tipo de operaciones. El malestar en los mercados amplió la disparidad en las expectativas de valoración entre compradores y vendedores, dificultando de este modo la actividad de M&A. Las refinanciaciones y el reajuste de precios dominaron las emisiones de préstamos, y las compras apalancadas tradicionales se estancaron.
Sin embargo, este entorno había cambiado de manera notable a fin del segundo trimestre. Dicho periodo fue escenario de una oleada de nuevas emisiones, casi la mitad de las cuales fueron financiaciones relacionadas con compra apalancada (LBO) y M&A. De hecho, los volúmenes de operaciones de M&A anunciadas aumentaron un 30% en tasa interanual, y las operaciones en el rango ideal de «private equity» (es decir, de 2000 a 5000 millones de euros) se dispararon un 50%. De cara al futuro, este fuerte aumento denota una confianza renovada, y la cartera de operaciones vuelve a aumentar a medida que la volatilidad del mercado comienza a disminuir.
La explosión silenciosa
Aunque las tasas de impago permanecieron bajas (0,71% en Europa y 1,11% en EE. UU.), surgieron indicios crecientes de tensión subyacente en el mercado de crédito. A comienzos del segundo trimestre, la agencia calificadora Fitch elevó su pronóstico de impago de préstamos europeos en 50 puntos básicos, apuntando a una tasa de default del 2,5% al 3,0% para 2025.
Al mismo tiempo, comenzaron a aparecer grietas reveladoras en el segmento. Emisores de alto nivel, como Altice France y Lowell, optaron por resolver las dificultades que arrastraban desde hace tiempo iniciando un proceso de reestructuración con quitas de deuda. Además, el mayor uso de los llamados ejercicios de gestión de pasivos (LME, por sus siglas inglesas) en EE. UU. y de instrumentos de pago en especie (PIK) en préstamo directo reflejaron presiones de crédito crecientes.
Bank of America ha estimado que la tasa real de impago americana aumenta hasta el 3,6% si se incluyen los LME en el cálculo, casi cuatro veces la cifra oficial. Esto pone quizá de relieve la divergencia en los diferenciales ajustados al riesgo entre EE. UU. y Europa, y subraya la importancia de monitorizar atentamente el crédito a medida que transcurre el ciclo.
El valor de las inversiones fluctuará, lo cual provocará que el valor de las participaciones se reduzca o se incremente. Es
posible que no recuper la cantidad invertida inicialmente. Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las
rentabilidades futuras. Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. Las proyecciones presentadas son una estimación de la rentabilidad futura basada en datos de la variación de esta inversión en el pasado, y en las condiciones actuales del mercado, y no constituyen un indicador exacto. La rentabilidad obtenida podría variar en función de cómo evolucione el mercado y de cuánto tiempo se mantenga la inversión o el producto.
Tribuna de opinión firmada por: Fiona Hagdrup, directora de Leveraged Finance de M&G Investments.
Scotiabank fortalece su equipo de liderazgo en México con la incorporación de Manuel Silva como director de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad, en línea con su estrategia «México Primero», según informaron en un comunicado.
Silva cuenta con una maestría en desarrollo internacional, políticas y gestión pública por la Universidad de Manchester y una sólida trayectoria profesional en comunicación estratégica, reputación y sostenibilidad.
Ha ocupado puestos clave en la firma de matriz canadiense como director de Sostenibilidad y Relaciones Institucionales en Perú, así como director de Impacto Social y Compromiso de los Empleados y director de Asuntos Corporativos, Estrategia, Planeación y Ejecución, estas dos últimas posiciones con sede en Toronto.
Con una destacada trayectoria de más de 15 años de experiencia, Manuel se ha consolidado como líder en el impulso a la sostenibilidad de los negocios, desempeñándose también como cofundador y presidente de Kunan, una plataforma que busca fortalecer el ecosistema de emprendimientos sociales y ambientales en Perú.
Silva también ha ejercido la docencia en su amplia carrera profesional. De acuerdo con su perfil de LinkedIn, es docente temporal en la Universidad del Pacífico. Además, es miembro distinguido de L+1, Líderes Impulsando un Desarrollo Sostenible.
Con esta incorporación, Scotiabank refuerza su compromiso con el desarrollo sostenible y la creación de valor para sus clientes, colaboradores y comunidades en las que opera. El banco, con más de 190 años de historia, se ha consolidado como el cuarto más importante en México por el tamaño de la cartera de crédito, y el único con presencia a gran escala en los tres países de Norteamérica. Con todo, suma activos por aproximadamente 1,4 billones de dólares (al 31 de julio de 2025), cotizando en las bolsas de Toronto y Nueva York.
El aumento de la preocupación por el deterioro de las cuentas fiscales en varios —aunque no todos— los países desarrollados, junto con el creciente temor a la llamada “dominancia fiscal” sobre la política monetaria, ha llevado a los inversores a reconsiderar la composición de sus carteras de renta fija y a observar a los mercados emergentes desde una nueva perspectiva.
En Colchester, hemos sostenido desde hace tiempo que la solidez relativa de los balances, la adhesión sostenida a la ortodoxia en las políticas, el cambio hacia una financiación predominantemente doméstica y el potencial de rentabilidad que ofrecen varios mercados emergentes los hacen cada vez más atractivos en comparación con sus homólogos del mundo desarrollado y con otros sectores del mercado de renta fija.
Sin embargo, no todos los “mercados emergentes” son iguales
Hoy en día, muchos inversores y analistas siguen utilizando el término “mercados emergentes” de forma generalizada para definir a todos aquellos países que no pertenecen al “mundo desarrollado”. En nuestra opinión, esto es un error. Ya no es apropiado agrupar a países con calificación de grado de inversión como la República Checa, Polonia o Chile en la misma categoría que países con calificación inferior al grado de inversión como Pakistán, Venezuela o Uganda.
Hoy en día, los primeros —y otros similares— se asemejan más a varios mercados desarrollados tradicionales, mientras que los segundos son Mercados Frontera que presentan características similares a los “mercados emergentes” de las décadas de 1980 y 1990, que dieron lugar a la “crisis del tequila”, la “crisis asiática” y otros shocks que los inversores asocian con los mercados emergentes. En muchos aspectos, los mercados frontera actuales son los mercados emergentes de antaño.
Esta diferenciación es clave para entender el universo emergente, que puede dividirse en tres segmentos: deuda en moneda local de países con grado de inversión, deuda en moneda local de mercados frontera, y deuda en moneda fuerte.
Rendimientos históricos
Históricamente, tanto la deuda emergente en moneda local como en moneda fuerte han ofrecido rendimientos superiores a los bonos de gobiernos desarrollados, aunque con mayor volatilidad. La deuda en moneda local ha superado a los bonos del Tesoro estadounidense y a la deuda corporativa con grado de inversión, mientras que la deuda en moneda fuerte ha tenido un rendimiento similar al de los bonos high yield. Sin embargo, la deuda en moneda local ha mostrado mejor diversificación, con menor correlación con activos tradicionales, lo que la hace útil para mejorar el perfil riesgo-retorno de las carteras.
Desde el punto de vista de la seguridad, los bonos en moneda local presentan menores tasas de impago. Según datos de S&P, entre 1975 y 2024, los bonos soberanos en moneda local han tenido tasas de default significativamente más bajas que los emitidos en moneda extranjera, especialmente en los tramos de menor calificación. Esto se debe a que los gobiernos pueden emitir su propia moneda y tienen incentivos políticos para evitar defaults internos. Además, el índice de deuda en moneda local (JP Morgan GBI-EM) tiene una mayor proporción de emisores con grado de inversión (85%) frente al índice de deuda en moneda fuerte (EMBI), que solo alcanza el 49,7%.
En cuanto a liquidez, el mercado de deuda en moneda local es significativamente más grande y profundo, con un valor estimado de 13 billones de dólares frente a 1,5 billones en el mercado de deuda en moneda fuerte. Esta diferencia se debe a que muchos países emergentes han desarrollado sus mercados de capitales domésticos para reducir su vulnerabilidad externa. La inclusión de India en el índice JPM GBI-EM Global Diversified en 2024 ha mejorado aún más la liquidez y diversificación del mercado, al añadir una economía grande, con baja correlación con otros mercados y grado de inversión.
Valoraciones atractivas
Desde una perspectiva de valoración, Colchester considera que los bonos en moneda local están actualmente atractivamente valorados. Nuestro marco de análisis se basa en dos componentes: el rendimiento real prospectivo de los bonos (ajustado por inflación esperada) y la valoración de las monedas locales frente al dólar. A finales de agosto de 2025, estimamos que una cesta diversificada de bonos emergentes ofrece un rendimiento real cercano al 4%, frente al 1%-1,5% en mercados desarrollados. Países como México, Indonesia y Sudáfrica destacan por sus altos rendimientos reales, tras haber controlado exitosamente la inflación post-COVID.
En cuanto a las divisas, Colchester considera que el dólar estadounidense sigue sobrevalorado en términos reales, a pesar de su reciente corrección. Nuestro análisis sugiere que el dólar alcanzó una sobrevaloración cercana al 30% frente a una cesta de monedas desarrolladas a finales de 2022. Actualmente, las monedas emergentes están infravaloradas en promedio un 12% frente al dólar, lo que podría generar un viento de cola para los retornos en moneda local si el dólar continúa su ajuste hacia niveles más justos.
Es importante subrayar que los balances fiscales y externos de muchos países emergentes son más sólidos que los de economías desarrolladas. Un análisis combinado de deuda pública y cuenta corriente, muestra que muchos países emergentes, tienen niveles de deuda más bajos y posiciones externas más equilibradas que los países del G7, con la excepción de Alemania. Esta fortaleza estructural mejora la sostenibilidad de sus políticas fiscales y reduce la probabilidad de crisis de deuda o depreciaciones abruptas.
Moneda local y moneda fuerte: dos clases de activo diferentes
Para concluir, creemos que los asignadores de activos deben sopesar las características de rentabilidad, liquidez y seguridad de las distintas clases de activos. Tanto la deuda soberana de mercados emergentes en moneda local como en moneda fuerte ofrecen rendimientos históricos atractivos y beneficios de diversificación en relación con la renta fija tradicional, pero también deben considerarse clases de activos distintas.
En nuestra opinión, la deuda en moneda local de mercados emergentes ofrece una liquidez estructuralmente mayor y un menor riesgo de crédito por las razones expuestas en este documento. Los beneficios de diversificación también son algo mejores, y la naturaleza de grado de inversión de esta clase de activo hace que compita cada vez más con bonos corporativos de grado de inversión y, en menor medida, con deuda de mercados desarrollados, para ocupar espacio en carteras diversificadas. Los factores globales tienden a influir más en los mercados de deuda en moneda fuerte, mientras que los factores domésticos suelen tener mayor impacto en los mercados de deuda en moneda local.
Consideramos que la perspectiva cíclica actual favorece la deuda en moneda local de mercados emergentes. La deuda en moneda fuerte y otros sectores de crédito presentan actualmente diferenciales de rendimiento bajos en relación con la historia, mientras que las valoraciones en los mercados de bonos locales parecen atractivas, especialmente cuando se combinan con la actual sobrevaloración fundamental del dólar estadounidense frente a la mayoría de las monedas globales. Si el dólar estadounidense continúa ajustándose hacia su valor justo, esto debería proporcionar un viento de cola significativo para los rendimientos de la deuda en moneda local de mercados emergentes en el futuro.
Asimismo, las mejoras estructurales en los balances de varios países emergentes en las últimas décadas se han reflejado en notables mejoras en las calificaciones crediticias del sector. Esto ha incrementado significativamente su atractivo en comparación con varias economías desarrolladas, cuyos balances públicos muestran cada vez más señales de tensión y restricciones de política. Estos mercados emergentes ya no presentan las características históricas de los mercados emergentes; hoy en día, los mercados frontera son los que mejor representan esas características.
En resumen, creemos que los atractivos rendimientos reales disponibles, la significativa infravaloración de las monedas frente al dólar estadounidense y la solidez relativa de los balances hacen que la deuda en moneda local de mercados emergentes sea una propuesta atractiva en el entorno actual.
Este artículo no debe considerarse como una recomendación ni como asesoramiento de inversión. Colchester Global Investors solo trabaja con clientes profesionales. Visite https://www.colchesterglobal.com para obtener más información y advertencias legales.
La expansión del crédito privado hasta ahora se ha concentrado en el direct lending, impulsada por la retirada de los bancos del crédito apalancado y el rápido crecimiento del capital privado. Pero frente al entorno de tasas elevadas y el debilitamiento de las operaciones de private equity, el sector está ampliando su ámbito hacia nuevas clases de activos y nuevos tipos de prestatarios, señala un informe de McKinsey & Company.
Mayor competencia y diversificación
Quienes invierten en crédito privado se diversifican: no solo fondos especializados, sino también capitales provenientes del retail y de aseguradoras. La competencia dentro del sector se vuelve más intensa, con firmas tradicionales, bancos y gestores alternativos participando de forma más directa.
Estos cambios configuran un punto de inflexión estratégico para los actores del mercado. Por un lado, los bancos están sujetos a regulaciones crecientes —como las nuevas disposiciones del “Basel III endgame” que implican mayores requerimientos de capital y normas de liquidez más estrictas— lo que puede limitar su apetito por préstamos de largo plazo.
El estudio de la consultora internacional sugiere que se puede acelerar la transición de activos de las cuentas bancarias hacia entidades no bancarias. En ese nuevo entorno, los fondos de crédito privado, gestores de activos y aseguradoras que logren establecer capacidad el origen confiable de los fondos pueden captar oportunidades significativas.
Las cuatro tendencias que definen una nueva era
McKinsey identifica cuatro tendencias que definirán la próxima era del crédito privado:
La primera es la expansión hacia una gama más amplia de activos. En particular, nuevos segmentos como financiamiento con respaldo de activos (asset-backed finance), infraestructura y proyectos, hipotecas “jumbo” no convencionales y bienes raíces comerciales de mayor riesgo podrían migrar del dominio bancario al circuito privado. Se estima que entre 5 y 6 billones de dólares de este tipo de activos podrían cambiar al ecosistema no bancario en Estados Unidos durante la próxima década, si se mantienen ciertas condiciones: tasas de interés elevadas, desempeño razonable de los activos, y estabilidad regulatoria.
La segunda tendencia es el surgimiento de asociaciones y modelos de negocio de arquitectura abierta. Bajo esta lógica, la originación del crédito podría separarse de la tenencia final del riesgo, permitiendo que distintos jugadores participen en diferentes partes del proceso: algunos originan préstamos, otros los gestionan o los venden. Los bancos podrían transformarse en originadores con modelos “asset-light”, colaborando con gestores y aseguradoras para distribuir los préstamos, por ejemplo mediante sindicaciones, acuerdos forward-flow, ventas de activos o mecanismos sintéticos de transferencia de riesgo. Las aseguradoras, por su parte, podrían asumir un rol más activo en la originación de crédito alineado con sus perfiles de pasivo y jurisdicciones offshore que favorecen cargas de capital más bajas en ciertos activos.
La tercera tendencia es que las ventajas de escala se amplificarán como elemento clave de diferenciación competitiva. En segmentos de mayor tamaño o complejidad (por ejemplo, grandes empresas, infraestructura, bienes raíces de gran magnitud), solo los prestamistas con recursos y dimensiones suficientes podrán competir. En la recaudación de capital, los jugadores grandes estarán mejor posicionados para invertir en distribución, operaciones y tecnología para captar recursos de bases como aseguradoras o inversores institucionales más amplios.
La cuarta tendencia es el uso intensificado de tecnología para mejorar desempeño, eficiencia y escalabilidad. El crédito privado deberá incorporar herramientas como inteligencia artificial, machine learning y datos alternativos para optimizar la evaluación crediticia y el monitoreo del portafolio. La automatización permitirá estandarizar procesos y reducir la latencia de decisiones de crédito. Además, plataformas digitales cobrarán relevancia para originar préstamos más pequeños, conectar prestatarios y distribuidores, y facilitar solicitudes de crédito de forma más ágil.
Los expertos de McKinsey piensan que la huella del crédito privado seguirá expandiéndose, y que la migración de activos desde balances bancarios hacia entidades no bancarias representa una oportunidad sustancial. Sin embargo, advierte que también es esencial monitorear riesgos en el corto plazo, especialmente en escenarios de desaceleración económica que puedan afectar la calidad crediticia. Para navegar ese nuevo panorama, los principios tradicionales del crédito —una comunicación transparente con inversores, una administración prudente y un buen proceso de underwriting— seguirán siendo fundamentales.