ISR y un modelo de colaboración: la aportación de la industria de gestión de activos a la sostenibilidad

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En un espacio de cuatro días, se celebran dos fechas relevantes: el Día Mundial del Medio Ambiente, que fue el 5 de junio, y el  Día Mundial de los Océanos, el próximo 8 de junio. Tal y como reconocen los analistas, estas jornadas conmemorativas sirven para dar visibilidad a causas que también deben estar presentes el resto del año, y en la industria de la inversión es algo más que una tendencia.

Según Marie Lassegnore, gestora de crédito y responsable de ESG para renta fija y activos cruzados en La Française AM, los gestores de activos tienen un doble papel que desempeñar en el compromiso que estos días abordan: “Ofrecer productos financieros a los inversores que dirijan flujos financieros hacia empresas activas en la reducción de sus emisiones de carbono y sus efectos adversos sobre la biodiversidad (entre otros), pero también utilizar el poder colectivo indirecto de nuestros inversores para comprometerse con las empresas, los gobiernos y los reguladores en temas como la preservación del medio ambiente”.

Por su parte, Álvaro Cabeza, Country Head de UBS AM Iberia, recuerda uno de los mantras más repetidos en la industria de gestión de activos: la inversión ESG no es una moda y llegado para quedarse. Según argumenta, “es algo más que habitual, y desde UBS AM estamos convencidos de que esta premisa se cumplirá, sobre todo en el medio y largo plazo. Los activos favorables a la inversión ESG se consolidarán en los próximos cinco a diez años, a medida que se invierte cada vez más en empresas sostenibles, lo que hará subir el precio de estos activos. De esta manera, esto puede crear una ventaja para aquellos inversores que aplican criterios sostenibles en sus carteras”.

En último lugar, Ann Meoni, Senior Responsible Investment Analyst, ESG Investment, en abrdn, reconoce el papel crucial que tiene la industria de gestión de activos y pone como tarea esforzarse en concienciar sobre cuatro áreas: la promoción de políticas, ayudando a garantizar que los compromisos sean eficaces; impulsar una valoración económica adecuada de los servicios de los ecosistemas; la innovación en sectores clave; y desarrollar soluciones de inversión. 

Las instituciones financieras tienen un importante papel que jugar para ayudar a preservar la biodiversidad del planeta. Por eso, la biodiversidad constituye un área importante para nosotros, que examinamos en el marco de nuestros estudios, en nuestras interacciones con las empresas y en nuestro sistema interno de puntuación medioambiental, social y de gobernanza (ESG). También apoyamos al Grupo de Trabajo sobre Información Financiera Relacionada con la Naturaleza (TNFD) para mejorar la coherencia de los informes, y somos firmantes del llamamiento a la acción de Business for Nature: La naturaleza es asunto de todos”, destaca sobre el papel de la gestora.

Inversión sostenible

Ahora de hablar de productos o de oferta de inversión, Kate Rogers, directora de Sostenibilidad Schroders, matiza que se ha producido un claro giro, en los últimos años: “Antes, los inversores trataban sencillamente de evitar sectores o productos concretos en función de sus valores éticos. Ahora, los gestores de fondos buscan activamente inversiones que se gestionen de forma responsable y sostenible. Esto supone ir más allá del filtrado negativo de las llamadas acciones del vicio, como las de productores de bebidas alcohólicas o tabacaleras”.

En su opinión, el crecimiento de la inversión temática también ha supuesto un aumento de los fondos que tratan de ofrecer soluciones a retos globales, como el cambio climático o la escasez de agua. ​​Para los inversores de impacto, un elemento fundamental del enfoque de inversión es la aportación a la sociedad o al medioambiente de sus posiciones. “La aportación de las inversiones de impacto debe ser intencionada y sustancial, y ofrecer a la vez una rentabilidad financiera para el inversor”, explica Lyn Tomlinson, directora de Impacto y Filantropía de Cazenove Capital.

Por su parte, Jonathan Fletcher, gestor de fondos de mercados emergentes y Responsable de Análisis de Sostenibilidad de ME en Schroders, señala, por ejemplo, que, como inversor de impacto en mercados emergentes, ve “muchas oportunidades de invertir en empresas que pueden ser positivas para el medio ambiente y en las que, además, las proyecciones de demanda crecen de forma notable y sostenida”.

Si pensamos en los inversores sostenibles, Cabeza reconoce que “un reto importante es el hecho de que los estándares de mejores prácticas están en continua evolución y el punto de referencia se reajusta continuamente cada año para las prácticas de liderazgo y sostenibilidad, lo que crea nuevas tendencias a las que prestar especial atención”.

La fuerza de la colaboración

El segundo de estos aspectos,  la colaboración, ha ganado fuerza dentro de la industria en los últimos años. “Esta mentalidad de colaboración es relativamente reciente en un sector históricamente impulsado por la maximización de la rentabilidad financiera en un mercado altamente competitivo. Este cambio de mentalidad demuestra que cada vez más gestores de activos quieren participar en la configuración de la financiación sostenible durante la próxima década. Sin embargo, la COP26 puso de manifiesto el flagrante déficit de financiación para cumplir los objetivos de desarrollo sostenible, que se estimó en unos 100.000 millones de dólares anuales para 2020 en el Acuerdo de París. Necesitamos más flujos de capital dirigidos a la mitigación y adaptación al cambio climático. Esto puede, una vez más, fomentarse mediante un cambio más rápido en las preferencias de los consumidores de banca y gestión de activos, destacando claramente este aspecto como fundamental en la toma de decisiones finales”, destaca Lassegnore.

Desde UBS AM, Cabeza destaca justamente la iniciativa Net Zero Asset Owner Alliance: “Un grupo internacional de 60 inversores institucionales con más de 10 billones de dólares de activos bajo gestión, está desarrollando un plan para la transición de las carteras de inversión a emisiones de gases de efecto invernadero para 2050. El grupo ha puesto especial énfasis en la iniciativa, planteando una serie de objetivos cuantitativos intermedios ambiciosos”.

Un reto acuciante

Según recuerda Meoni, el Día de la sobrecapacidad (Overshoot) de la Tierra se produjo el 29 de julio, es decir el día en que la demanda de recursos ecológicos por parte de la humanidad en un año determinado supera lo que la Tierra puede regenerar durante ese ejercicio. En otras palabras, se necesitarían los recursos de aproximadamente 1,7 Tierras para mantener el actual ritmo de consumo mundial.

“El consumo excesivo de recursos naturales y los daños ecológicos que provoca generan una crisis de sostenibilidad equiparable a la del cambio climático que está estrechamente relacionada con ella. Sin una acción urgente, nos dirigimos a un acontecimiento de extinción, la desaparición de la flora y la fauna, a una escala que no se veía desde la desaparición de los dinosaurios hace unos 65 millones de años”, advierte.

Según las estimaciones del World Economic Forum, más de la mitad de la producción económica mundial -unos 44 billones de dólares- depende moderadamente, o mucho, de la naturaleza y de los ecosistemas sanos. “Un cambio es muy necesario. De hecho, esto es lo que está empezando a ocurrir a medida que el mundo se percata por fin de la urgente necesidad de proteger los sistemas de apoyo a la vida del planeta”, añade el experto de abrdn. 

En este equilibrio, los océanos tienen un papel destacado básicamente porque estamos hablando del 70% de la superficie del planeta. “Más de 3300 millones de personas dependen de los océanos para cubrir gran parte de sus necesidades diarias de proteína. Además, los océanos absorben al menos un 25% de nuestras emisiones de CO2[2]. Sin embargo, los tratamos muy mal, en muchos sentidos. Hoy nos centraremos solo en uno: el (mal) uso de los océanos como un enorme basurero, en particular en el caso del plástico”, denuncia Birt Murray, Senior ESG Strategist en DWS.

Cómo pueden navegar los asset allocators por el nuevo orden mundial

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Los gestores de carteras de fondos no están preparados para el nuevo orden mundial que está emergiendo. Los próximos 40 años serán radicalmente diferentes a los últimos 40 para los asset allocators. Los inversores no solo afrontan una dinámica de la energía radicalmente nueva, sino que también tienen que lidiar con un entorno inflacionario incierto, y con dudas en torno al crecimiento global.  Esta es una situación muy compleja, y la realidad es que las carteras no están estructuradas para un entorno de inflación al alza con unos sectores de energía y materias primas fuertes. Más bien están estructuradas en su mayoría para la baja inflación e inversiones ESG.

Durante las últimas cuatro décadas, en general los inversores podían depender de la correlación negativa entre bonos y acciones. Pero desde la invasión de Ucrania, hemos visto que acciones y bonos se han ido a pique, mientras que las materias primas han repuntado. Sin embargo, la volatilidad inherente a los precios de las materias primas, salvo la cualidad tradicional de activo refugio del oro, no proporcionan por sí mismas una línea segura para un posicionamiento defensivo. Por tanto, creemos que los asset allocators deben expandir su diversificación al tiempo que recurren a la gestión activa para aprovecharse de las dislocaciones de los mercados. Desde mirar más allá de la relativilidad growth-value a incrementar la exposición a alternativos, voy a delinear cómo pueden aplicar los gestores de activos este acercamiento.

En renta variable, la calidad es la reina

El nuevo orden mundial hace que la dinámica growth-value sea menos relevante. Frente a un contexto de inflación más elevada, más incertidumbre y menos crecimiento, la calidad es la reina. Esto significa que hay que mirar más allá de las oportunidades relativas entre growth y value, y centrarse en los nombres de mayor calidad y menos volatilidad que pueden encontrarse en una variedad de sectores, desde la salud hasta el consumo básico.

Para los gestores activos, la volatilidad ha proporcionado puntos de entrada fértiles, pero debemos recordar que estamos en un entorno en el que el crecimiento se está ralentizando y la inflación todavía está subiendo. Claramente, los precios al alza también beneficiarán a los sectores de la energía y materiales básicos. Los precios de la energía también están impulsando una apuesta de valor relativo entre Estados Unidos y Europa. Los asset allocators han estado evitando Europa en favor de Estados Unidos, ya que Europa parece más vulnerable desde un punto de vista de seguridad y abastecimiento energético.  

No hay duda de que Europa está más expuesta a los acontecimientos de Ucrania y que sigue siendo dependiente del petróleo y el gas rusos. La dinámica de inflación también es diferente. Mientras que Estados Unidos está viendo un nivel de inflación más general que implica crecimiento económico, los indicadores de inflación en Europa apuntan a un menor crecimiento económico y a costes de producción más elevados.

Aprovéchate del pesimismo en el high yield  

Los bonos high yield también han sobrevivido al sentimiento negativo del mercado. Esta es una situación extraordinaria; normalmente, el high yield es una clase de activo atractiva en un entorno inflacionario, pero ha caído debido al uso que han hecho los inversores sofisticados de los ETF de bonos high yield para crear posiciones de cobertura.

Los gestores activos orientados al largo plazo, como nuestro socio Polen Capital Credit, argumentan que, aunque es imposible pronosticar cuándo se revertirá la tendencia actual de ensanchamiento de los diferenciales, la caída de este año ha creado un atractivo punto de entrada para invertir en high yield.  

Creen que la corrección actual está siendo impulsada por factores exógenos, en vez de por un cambio en los fundamentales subyacentes a los negocios, que se mantienen sanos y, además, han regresado a niveles pre Covid. Es más, los indicadores de estrés en el crédito se mantienen estable y la tasa actual de impago se mantiene históricamente baja, como lo están los indicadores de impagos futuros como los ratios distressed.

Diversifica a través de los alternativos

Desde la crisis financiera, la política monetaria acomodaticia ha permitido a bonos y acciones generar retornos, y los bonos han protegido las carteras cuando las acciones sufrían. Ahora temenos tanto a los bonos como a las acciones hundiéndose, y las carteras no tienen activos risk-off en los que refugiarse. Este es un gran desafío para los asset allocators.

Al no poder los bonos y las acciones inyectar diversificación en las carteras, abogamos por realizar una asignación mayor a activos alternativos, desde activos reales a estrategias líquidas e ilíquidas descorrelacionadas. Los hedge funds han tenido sus detractores, pero durante décadas, han demostrado ser capaces de rotar dinámicamente hacia los mercados correctos en los momentos correctos, así como de aprovecharse de los mercados bajistas al ponerse cortos. La crisis actual lo ha ilustrado,  con la reciente alza en la inflación y su equivalente en los precios de las materias primas así como la tendencia  la baja de los bonos. Por ejemplo, el ETF listado en EEUU imGP DBI Managed Futures, una estrategia de cobertura de replicación líquida y eficiente en costes, ha generado un retorno superior al 10 % en lo que va de año (datos a 21 de marzo), siendo las posiciones larga en materias primas y corta en duración las principales contribuidoras a las ganancias.  

 

La información o los datos contenidos en el presente documento no constituyen en modo alguno una oferta, recomendación o consejo para comprar o vender acciones de las participaciones del Fondo. Los inversores deben consultar la información clave para inversores («KIID») y el folleto del Fondo disponible en https://www.imgp.com para obtener más detalles sobre los riesgos implicados.

La ESMA orienta la supervisión sobre la integración de riesgos y la divulgación sobre sostenibilidad

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La Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) ha publicado un nuevo informe con orientaciones para las autoridades nacionales competentes (ANC) sobre la integración de los riesgos de sostenibilidad y su divulgación en la gestión de inversiones. Desde finReg360 destacan que “la principal finalidad del documento es la convergencia de la supervisión sobre fondos de inversión y combatir el greenwashing”. 

Los expertos destacan que una de las principales orientaciones que ha aportado la ESMA es en torno a la documentación y el material de comercialización. Por ejemplo, sobre la información precontractual, la ESMA invita a las ANC a crear una “lista de comprobación” basada en las plantillas de información precontractual. “Esta lista ayudará a evaluar el cumplimiento de las obligaciones de divulgación de fondos nuevos o existentes, según los artículos 8 o 9 del reglamento de  divulgación (o SFDR por sus siglas inglesas)”, matizan desde finReg360. 

En concreto, propone que se haga una referencia, en el cuerpo del folleto, a que en el anexo se recoge la información sobre sostenibilidad. Además, la ESMA puntualiza que ese anexo puede contener: la forma de integrar los riesgos de sostenibilidad en las decisiones de inversión y de expresar los resultados de la evaluación del impacto de los riesgos en el rendimiento del fondo; las características ambientales o sociales promovidas por los fondos clasificados como Artículo 8 SFDR y los objetivos de inversión sostenible perseguidos por los fondos Artículo 9 SFDR; la estrategia para alcanzar los objetivos medioambientales y cómo forma parte de la política de inversión; los indicadores de las principales incidencias adversas para la sostenibilidad que se han considerado; una descripción de la política de evaluación de las prácticas de buen gobierno de las entidades en las que invierta; y la descripción de cómo se ajusta, en su caso, con el reglamento de la taxonomía.

En segundo lugar, la ESMA aconseja que, al evaluar la coherencia del contenido del material comercial con la información de sostenibilidad de la documentación del fondo, las ANC deben considerar: la forma de presentar la información relacionada con la sostenibilidad; el nombre del fondo; el objetivo y la política de inversión, y la estrategia de inversión.

“El informe asimismo recoge una serie de principios para los términos sobre sostenibilidad utilizados para identificar el fondo, con el fin de evitar confusiones sobre las características reales de sostenibilidad del producto, y determina que la información precontractual y la comercial deben ser accesibles, claras, sucintas, justas y no engañosas”, destacan desde finReg360.

Igualmente, según la ESMA, las entidades han de proporcionar la información periódica en un anexo al informe anual siguiendo las plantillas definidas en la normativa de desarrollo del SFDR. Según explican desde finReg360, para ello, “recomienda a las ANC crear una esta lista de comprobación”.

Además, para cumplir con las obligaciones de divulgación en el sitio web, se invita a las ANC a verificar que la información se publica de acuerdo con la normativa de desarrollo de SFDR (texto pendiente de aprobación).

Desde finReg360, también destacan la orientación que da la ESMA sobre la integración de los riesgos de sostenibilidad por los gestores de fondos de inversión. “La integración de los riesgos de sostenibilidad en los procesos de gestión de carteras y de riesgos, y en la estructura de gobernanza de las sociedades gestoras (SGIIC y SGEIC) será obligatoria desde septiembre de este año”, recuerdan los expertos de la consultora.

Por tanto, las ANC deben acreditar el cumplimiento de estos requisitos verificando que las sociedades gestoras: describen cómo integran, en la información precontractual de los fondos, los riesgos de sostenibilidad en sus decisiones de inversión; revisan periódicamente las políticas y procedimientos internos pertinentes, y divulgan la integración de sostenibilidad en el sitio web.

En último lugar, la ESMA, según manifiesta, colaborará estrechamente con las ANC para combatir el greenwashing y promoverá una mayor convergencia de la supervisión de los fondos de inversión con características de sostenibilidad. Esto puede incluir la actualización de las orientaciones de supervisión si es necesario por la experiencia tras la entrada en vigor de la normativa de desarrollo del SFDR en enero de 2023.

El 65% de los activos totales de AXA IM se gestionan acorde a Net Zero

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Como miembro de la iniciativa Net Zero Asset Managers Initiative (NZAMI), AXA Investment Managers (AXA IM) se ha comprometido a respaldar el objetivo de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) para 2050, en línea con los esfuerzos globales por limitar el calentamiento a 1,5 °C.

El segundo informe elaborado por la gestora para la NZAMI ha reflejado que el 65% de sus activos totales bajo gestión (AUM) se gestionan acorde a Net Zero, lo que representa en torno a 580.000 millones de euros a finales de 2021. Este grupo incluye actualmente el 100% de las acciones y bonos corporativos, deuda pública, activos inmobiliarios cotizados en bolsa y los activos inmobiliarios gestionados en nombre del Grupo AXA. Para todos estos activos, ya se han definido trayectorias claras de cero emisiones en línea con el informe sobre hojas de ruta para lograr 1,5 ºC del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (GIECC).

También se han establecido objetivos provisionales de reducción de la intensidad de carbono aplicables a activos societarios con vistas a alcanzar un -25% para 2025 y un -50% para 2030 respecto a los niveles de 2019. Estos objetivos se supervisarán a través de diversas metodologías acordadas, Net-Zero Asset Owner Alliance y Net Zero Investment Framework, metodologías desarrolladas por la iniciativa Paris Aligned Investment Initiative, coordinada principalmente por el Institutional Investors Groupon Climate Change. Más tarde, se presentará información sobre ellos.

AXA IM se compromete a convertir su cartera de activos societarios íntegramente en Net Zero o adaptarse a dicha iniciativa para 2040. Las participaciones que no alcancen este objetivo se liquidarán en 2040. También se reafirma la intención de aumentar la proporción de activos gestionados alineados con Net Zero con el tiempo.

“Estamos orgullosos de anunciar importantes actualizaciones de nuestros compromisos climáticos para participar en la transición hacia un mundo de bajas emisiones de carbono. Por el momento, hemos establecido objetivos para la mayoría de activos en los que disponemos de metodologías Net Zero y en los casos en que podemos establecerlos desde una perspectiva legal. De cara al futuro, nuestro objetivo es continuar aumentando la proporción de activos gestionados alineados con Net Zero a medida que dispongamos de metodologías fiables para todas las clases de activos. Como parte de nuestro compromiso Net Zero, seguiremos colaborando con una serie de empresas que todavía no están embarcadas en una trayectoria alineada con Net Zero. También seguiremos invirtiendo en empresas que ofrezcan soluciones climáticas y donde la innovación sea esencial para posibilitar la transición», ha explicado Marco Morelli, presidente ejecutivo de AXA IM.

AXA IM también ha emprendido las siguientes acciones para contribuir a la transición hacia un mundo de bajas emisiones de carbono: liquidar todas las inversiones asociadas al carbón en países de la OCDE para 2030 y en el resto del mundo para 2040. La introducción de la política de votación reforzada 5 y el enfoque «tres avisos y estás fuera» para los rezagados en materia climática en 2022, complementando así la política ampliada sobre petróleo y gas y el programa de compromiso más estricto sobre biodiversidad que se introdujo en 2021.

Un compromiso con 245 entidades en 2021, de los cuales, un 33% de esos compromisos están relacionados con el cambio climático y un 14%, con los recursos y los ecosistemas. Los aspectos asociados al clima, biodiversidad y sociales también seguirán siendo prioridades clave para el compromiso con las empresas en 2022. También se ha invertido de forma constante en activos verdes: bonos de impacto, acciones verdes cotizadas y activos inmobiliarios verdes. Estos activos representan alrededor de 38.000 millones de euros y conforman una gama de productos más ecológicos, incluido el lanzamiento de nuevas estrategias orientadas al carbono, ampliando aún más la cartera de inversiones verdes y la gama de fondos ACT de AXA IM Core.

AXA IM realizará también la publicación de un informe anual TCFD desde 2019, que presenta las estrategias sobre aspectos ESG y climáticos, así como métricas clave, como la huella de carbono de las inversiones, que se redujo en un 15,5% entre 2019 y 2021. A su vez, se mantendrá el objetivo de intentar alinear, como mínimo, el 50% de los activos bajo gestión en inversiones inmobiliarias directas con la trayectoria de 1,5 °C para 2025 usando las hojas de ruta de objetivos del CRREM (Carbon Risk Real Estate Monitor).

La iniciativa Net Zero Asset Managers reúne a un grupo internacional de gestoras de activos que se han comprometido a respaldar el objetivo de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050 o antes, en sintonía con los esfuerzos globales por limitar el calentamiento a 1,5 ºC y respaldar la inversión alineada con dicho objetivo. Actualmente aglutina a 236 signatarios que gestionan unos 57,5 billones de dólares en activos bajo gestión (AUM).

¿Podría la crisis energética impulsar la innovación en movilidad?

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Desde Newton (parte de BNY Mellon IM), Frank Goguen, gestor de la firma, y George Saffaye, estratega de inversión global, consideran que la evolución del entorno de mercado puede impulsar la innovación en movilidad. 

Al dispararse los precios de la energía en el marco del repunte desde lo peor de la crisis del COVID-19 y de las disrupciones de suministro provocadas por la invasión rusa de Ucrania, muchos analistas sectoriales se preguntan qué significan tales desarrollos, no solo para los hogares y los fabricantes, sino también para el sector de la movilidad en su conjunto. Los conductores de coches con motor de combustión sufren presión por partida doble: además del encarecimiento de la gasolina, varios gobiernos de Europa y de algunos estados estadounidenses (como California) se proponen reducir progresivamente las ventas de coches convencionales en los próximos 10 a 15 años.

Según Frank Goguen, gestor de cartera en Newton (parta de BNY Mellon IM), un periodo sostenido de mayores precios de los combustibles podría dar pie a cambios significativos en el sector de la movilidad, al obligar a los conductores a reevaluar el coste de poseer y conducir automóvil. Asimismo, menciona que la creciente preocupación en torno a la seguridad energética también podría acelerar la transición hacia nueva infraestructura y formas de movilidad, así como el desarrollo de cadenas de suministro más locales: “Los mayores precios de los combustibles encarecen de forma significativa la propiedad de vehículos con motor de gasolina o diésel. Lo que no sabemos es cuánto tiempo durará esta fase de mayores precios, o si los consumidores son capaces de evaluar si este cambio es a largo plazo o un mero fenómeno transitorio.”

“Los actuales precios de los combustibles tal vez no sean un problema tan grande de inmediato, pero si la crisis se prolonga al medio o al largo plazo, es probable que afecte en mayor medida al bolsillo del consumidor, y esto podría augurar grandes cambios en el ámbito de la movilidad. La seguridad energética también está pasando a un primer plano en el Reino Unido, Europa continental y Estados Unidos, y la creación de cadenas de suministro más locales podría ser igualmente crucial para el futuro de la movilidad”, añade el gestor.

La rentabilidad de la movilidad compartida

Aunque el auge de los servicios de movilidad compartida en las ciudades parecía inevitable antes de la pandemia, estas y otras modalidades más tradicionales de transporte, como los autobuses y el tren, se vieron fuertemente castigadas por el COVID-19. Pero ahora que recuperamos cierto grado de normalidad, Goguen afirma que un periodo sostenido de precios de combustible elevados podría cuestionar la lógica de la propiedad, aparcamiento y mantenimiento de coches privados en nuestras ciudades, y fomentar nuevas oportunidades en áreas como los viajes compartidos.

“Si los precios de los combustibles permanecen elevados, la gente podría ser reacia a mantener el coche en la ciudad si lo tiene aparcado un 95% del día, o solamente lo utiliza durante el fin de semana. Resulta difícil imaginar un aumento de la propiedad de automóvil en las ciudades, especialmente con el coste creciente de los garajes y del espacio de aparcamiento. Una menor propiedad potencial de coches en las ciudades podría ser un impulso favorable para la movilidad. Si más gente comienza a sentirse más cómoda con el transporte compartido, los servicios de movilidad compartida podrían volver a un primer plano y atraer nueva inversión”, explica.

Dado el creciente escrutinio de las autoridades en torno a los vehículos con motor de combustión interna, los vehículos eléctricos son una vía obvia de desarrollo. Dicho esto, Goguen duda que se alcancen ciertos objetivos gubernamentales de ventas de vehículos eléctricos sin mayores niveles de inversión y de incentivos públicos. “En mercados muy desarrollados como el estadounidense, apenas se ofrecen a precios asequibles para las clases medias y bajas. Es probable que esto frene su penetración fuera de la población con mayores rentas, capaz de permitírselos. En cambio, grandes mercados emergentes como China tienden a tener modelos de vehículos eléctricos que abarcan todas las clases de precios, con lo que esto podría no ser un problema. Una vez Estados Unidos ofrezca opciones más asequibles, los grupos de población con menor renta podrán participar en la transición hacia los vehículos eléctricos”, argumenta el gestor.

En su opinión, el respaldo y los incentivos del gobierno podrían ayudar, pero también se necesitaría más inversión en infraestructura para apuntalar el crecimiento del mercado. “Dada la actual dificultad para encontrar puntos de carga para vehículos eléctricos en Estados Unidos y otros países, ¿qué ocurriría si sus ventas crecieran de forma exponencial?”, se pregunta el gestor.

Más allá de la propiedad privada, George Saffaye piensa que los vehículos eléctricos jugarán un papel crucial en las redes de movilidad compartida del futuro, y algunas empresas del sector ya están esbozando sus redes y nodos de transporte del futuro. El estratega de inversión global en Newton afirma que “el verdadero punto de inflexión será cuando tengamos taxis eléctricos plenamente autónomos que no necesiten conductor ni combustibles fósiles”.

“Esto quizá no sea tan descabellado como puede parecer. Ciertas empresas ya están construyendo sistemas de este tipo y son capaces de proporcionar soluciones en estas áreas. Nuestra expectativa es que el paisaje de la movilidad cambiará drásticamente en la próxima década, y que los modelos de negocio exitosos en esta área podrían proporcionar altos niveles de beneficio”, explica.

Goguen añade que los vehículos eléctricos autónomos también podrían jugar un papel importante en los negocios y el comercio del futuro, destacando la reciente escasez de camioneros en Estados Unidos como uno de los muchos cuellos de botella que los vehículos autónomos podrían aliviar: “En el sector del camión existe escasez de conductores en países desarrollados como Estados Unidos, con lo que debemos poner en marcha soluciones de conducción autónoma en carretera. La falta de trabajadores en segmentos clave de la distribución son un indicador clave de por qué se necesitará tecnología para adaptarnos a estos cuellos de botella”, añade.

Ya se trate de vehículos autónomos o de fabricación de baterías para vehículos eléctricos, Goguen y Saffaye están convencidos del amplio y significativo potencial de inversión que todavía ofrece el sector de la movilidad. “Existen enormes posibilidades para el desarrollo de infraestructura de movilidad, como el hidrógeno, nuevas redes eléctricas inteligentes de ámbito local con capacidad de carga, y la construcción de nuevas unidades de alimentación como las baterías de estado sólido. Incluso en el ámbito del transporte público, el tren y el metro, los autobuses y la infraestructura requerirán seguramente cierta participación de empresas de capital privado, generando oportunidades de inversión adicionales”, afirma.

Perspectivas en renta variable y multiactivos: los webcast de Janus Henderson en junio

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En una nueva oportunidad para que los inversores puedan conocer de primera mano las actualizaciones y perspectivas de las estrategias de Janus Henderson Investors, la gestora ha organizado dos nuevos webcast para este mes de junio en los que sus gestores compartirán su visión sobre los mercados.

El primero de estos webcast tendrá lugar el jueves 16 de junio, a las 15:00 CEST, 09:00 EDT y 10:00 UYT y es un Foro de renta variable dentro de la serie Invested in Connecting. En este evento virtual los expertos en renta variable de Janus Henderson Investors debatirán distintos temas de interés, como las principales oportunidades, riesgos y por qué creen que hay motivos para el optimismo a largo plazo.

2022 está resultando ser un año difícil para los mercados y, además de una creciente atención a los factores ASG, muchos inversores pueden estar reconsiderando sus asignaciones de activos en renta variable.

Si desea registrarse al primer webcast de junio, por favor hágalo en este enlace.

La segunda convocatoria tendrá lugar el miércoles 22 de junio, también a las 15:00 CEST y 09:00 EDT. En esta ocasión se trata de una actualización de la estrategia Balanced de Janus Henderson, durante la cual los inversores podrán acompañar a los gestores de la cartera, Jeremiah Buckley y Michael Keough, en su debate sobre el posicionamiento actual de la estrategia, los vientos en contra en el corto plazo, las perspectivas y cómo su largo historial para esquivar las recesiones económicas ha demostrado captar menos pérdidas que el mercado de renta variable general.

La conversación se verá complementada con la presencia de Matthew Bullock, responsable para la región EMEA de su equipo de Construcción y Estrategia de Carteras. Bullock explicará cómo las estrategias equilibradas pueden ser una solución sólida para aliviar parte de la ansiedad en torno a la incertidumbre del mercado actual, y por qué es crucial contar con un gestor activo experimentado en este espacio. Además, Erika Oquist, especialista de producto sénior, será la moderadora de esta charla que pretende arrojar algo de luz en el inestable entorno económico actual.

Si desea registrarse al segundo webcast de junio, por favor hágalo en este otro enlace.

Para finalizar, señalar que estos webcast serán en inglés y están destinados para uso exclusivo de inversores institucionales, profesionales, cualificados y sofisticados, distribuidores cualificados, inversores y clientes comerciales, según se definen en la jurisdicción aplicable.

Estos webcast son una comunicación de marketing y está prohibida su visualización o distribución al público. En el mercado US Offshore, estos contenidos están destinado a profesionales financieros de Estados Unidos que prestan servicios a personas no estadounidenses.

 

  • AGENDA – Foro de renta variable Invested in Connecting

14:00 Bienvenida

Ignacio De La Maza, responsable de Intermediarios de EMEA y América Latina

14:05 Perspectivas económicas y de mercado

Simon Ward, asesor económico

14:20 Matar el cáncer

Andy Acker, director de cartera, Global Life Sciences

El ritmo de la innovación en el ámbito de la atención sanitaria se ha acelerado drásticamente en la última década, como demuestran los importantes avances que han realizado los investigadores y los médicos en la lucha contra el cáncer. En esta charla, el gestor de la cartera de Janus Henderson Global Life Sciences, Andy Acker, destaca la rápida evolución de las terapias contra el cáncer, que ofrece oportunidades de inversión y esperanza para erradicar la segunda causa de muerte en el mundo.

14:30 Mesa redonda – Temas para la próxima década

Alison Porter, gestora de cartera, Global Technology Leaders

Hamish Chamberlayne, gestor de cartera, Renta variable global sostenible

Guy Barnard, gestor de cartera, Global Property Equities

14:55 Pausa

15:05 Mesa redonda – Mercados desarrollados frente a mercados emergentes

John Bennett, gestor de cartera, Renta variable europea

Doug Rao, gestor de cartera, Renta variable estadounidense

Daniel Graña, gestor de cartera, Renta variable emergente

May Ling Wee, gestor de cartera, Renta variable China

15:35 Las previsiones son claras gracias a la computación en la nube

Denny Fish, gestor de cartera, Tecnología e innovación

Si no fuera por la computación en la nube, el mundo se habría paralizado como consecuencia de la pandemia. En esta charla, el gestor de la cartera de Tecnología e Innovación Global de Janus Henderson, Denny Fish, describirá cómo el acceso a los datos, las aplicaciones y la potencia de cálculo ilimitada en la nube salvó la economía mundial, y por qué la tecnología seguirá beneficiando al mundo, y a los inversores.

15:45 Tecnología y descarbonización – La verdad está ahí fuera

Hamish Chamberlayne, gestor de cartera, Renta variable global sostenible

Esta es la década en la que la transición energética con bajas emisiones de carbono comienza a acelerarse. ¿Qué papel desempeña el sector tecnológico en la descarbonización? ¿Es parte del problema o es parte de la solución? En esta época de desinformación, a menudo es difícil discernir la verdad. En esta charla, el gestor de la cartera de Janus Henderson Global Sustainable Equities, Hamish Chamberlayne, hablará del sector tecnológico en el contexto de la transición energética con bajas emisiones de carbono.

15:55 El evento concluye

 

Bonos high yield: el lado útil de las restricciones de la oferta

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Advertisement¿Tiene que esperar varios meses para comprar un coche nuevo? No es usted el único. A menos que esté dispuesto a llevarse el modelo de exposición del concesionario, el tiempo de espera incluso para los modelos más básicos puede llegar a ser de varios meses. Los retrasos en los pedidos se han visto agravados por las demoras en la producción, ya que los confinamientos por el COVID-19 y el conflicto en Ucrania afectan al suministro de componentes fundamentales. Pero las restricciones de la oferta no se limitan a la economía física, sino que también las vemos en el mundo financiero, y un segmento de la renta fija con una oferta limitada últimamente ha sido el de los bonos high yield.

Escasez de oferta

Las emisiones primarias de bonos high yield han sido especialmente débil. En EE.UU., el primer cuatrimestre ha sido el inicio de año más débil en más de una década y se espera que total del año sea igualmente débil.

Janus Henderson

La falta de oferta es igual de grave en Europa, donde solo se emitió una operación por valor de 465 millones de euros en abril. En los primeros cuatro meses de 2022, solo se han emitido 13.000 millones de euros en bonos high yield no financieros, un 73% menos que en el mismo periodo de 2021 y el menor ritmo de emisiones high yield europeo desde 2016.1

Puede que la expresión «del festín al hambre» sea algo excesiva, pero era muy probable que las emisiones se ralentizaran; lo que ha sorprendido al mercado es la magnitud de la desaceleración. No olvidemos que 2020 y 2021 fueron años en los que el volumen del mercado high yield creció de forma aceptable. Esto reflejó una serie de factores:

  • La necesidad de los emisores actuales de pedir préstamos para suplir el déficit de ingresos provocado por los confinamientos
  • La rebaja de calificación de las empresas de categoría de inversión (investment grade) al universo del high yield
  • La llegada al mercado de nuevos emisores, generalmente en una fase intermedia de crecimiento en la que se requiere un mayor capital de deuda para financiar la expansión.

Esto contribuyó a un aumento del tamaño global del mercado high yield, con un incremento tanto del valor nominal total como del número de bonos emitidos.

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En los últimos meses se ha producido una especie de retroceso. Algo que en parte hay que celebrar. Varios grandes emisores high yield se han convertido en «estrellas ascendentes», escalando a la categoría investment grade. Entre los valores conocidos que han dado este paso en los últimos meses figuran el grupo alimentario Kraft Heinz y la compañía minera Freeport-McMoRan.

Los emisores corporativos son oportunistas. En muchos casos, simplemente no hay necesidad de pedir más prestado cuando se financiaron todo lo que necesitaban hacer durante y después de la crisis del COVID-19. Al fin y al cabo, tenía sentido financiero emitir bonos el año pasado cuando los tipos eran bajos. Actualmente, las posiciones de tesorería son relativamente altas y, sin proyectos de expansión urgentes, cabe esperar que las empresas sean pacientes.

A ello se suma la reciente ralentización de la actividad de fusiones y adquisiciones, que suele requerir financiación. Para nosotros es un avance positivo, ya que comenzábamos a preocuparnos de que las empresas empezaran a mostrar un comportamiento poco favorable a los titulares de bonos, con más emisiones relacionadas con compras apalancadas y adquisiciones. Resulta difícil juzgar cómo afectará al crédito la reciente volatilidad de los mercados de renta variable, pues puede disminuir el entusiasmo por las fusiones y adquisiciones, animando a los consejos de administración a preservar la posición de caja, o a incrementarla, ya que los precios más bajos de las acciones pueden estimular las ofertas de adquisición oportunistas y las recompras de acciones.

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¿Debe preocuparnos la debilidad de las emisiones?

Existe el peligro de que los emisores corporativos dejen más sus préstamos para la última parte del año. Por ejemplo, como se veía en el gráfico 1 anterior, 2016 comenzó de forma débil, pero una aceleración en los meses posteriores produjo un repunte de las emisiones, aunque el total anual siguió estando por debajo de la media. Sin embargo, esto requeriría un endeudamiento sorpresa, ya que el perfil de vencimiento de los bonos actuales implica que no hay necesidad urgente de refinanciación que sugiera una gran cantidad de emisiones a corto plazo. El endurecimiento de la política de los bancos centrales y la preocupación acerca de una posible ralentización de la economía tampoco animan a las empresas a endeudarse innecesariamente.

La escasez de emisiones primarias puede ser frustrante para los inversores, ya que suele ser una forma favorable de acceder a los bonos de un emisor. Para fomentar la adopción, las nuevas emisiones suelen ofrecer un pequeño descuento en el precio (o prima de rendimiento) con respecto a los bonos actuales de un emisor en el mercado secundario, por lo que un menor número de nuevas emisiones reduce las oportunidades de poder beneficiarse de esto. Dicho esto, una prima de rendimiento de una nueva emisión no es en sí misma razón suficiente para invertir en un bono, por lo que los inversores deben seguir haciendo los deberes sobre las fortalezas fundamentales del emisor y la valoración del bono. Una característica más valiosa de las nuevas emisiones es la diversificación. Una serie de nuevas emisiones en proceso ayuda a garantizar que la clase de activos no se estanque. Deseamos poder mantener valores en diversas empresas para diversificar el riesgo, por lo que con el tiempo resulta saludable que las empresas utilicen el mercado de bonos para obtener capital.

La otra ventaja importante de las nuevas emisiones es que actúan como señal de confianza y ofrecen una indicación o descubrimiento de precios de gran utilidad. La oferta regular de nuevas emisiones puede ayudar a los participantes del mercado a calibrar si el precio en los mercados secundarios es razonable. Un menor número de nuevas emisiones implica menos oportunidades de comparar los precios de los bonos actuales con lo que el mercado está dispuesto a pagar por las nuevas emisiones, lo que a su vez puede reducir la confianza en los precios y propiciar una mayor volatilidad.

En el lado positivo, una menor oferta supone que hay menos presión técnica que podría aumentar los diferenciales de crédito, ya que es más probable que la demanda y la oferta estén en equilibrio.

Hacen falta dos para bailar el tango

El otro lado de la balanza es la demanda. Los emisores están más dispuestos a emitir si pueden hacerlo a bajo coste (es decir, con bajos rendimientos) cuando la demanda de los inversores es fuerte. Últimamente, esa demanda ha sido más débil. La mayor aversión al riesgo por parte de los inversores ha provocado salidas de capital de los fondos high yield, sobre todo de los fondos cotizados (ETF). La preocupación acerca de la inflación ha hecho también que los préstamos (una forma alternativa de obtener capital de deuda) resulten populares entre los inversores, ya que suelen tener tipos variables cuyo cupón o interés que se paga por ellos se incrementa a medida que suben los tipos de interés.

Además, varios bancos centrales están abandonando la expansión cuantitativa para pasar al endurecimiento cuantitativo. Esto va a eliminar a los grandes compradores insensibles a los precios de los mercados de deuda pública y corporativa. En el marco de sus programas de compras de activos, los bancos centrales han intervenido en los mercados de bonos corporativos investment grade, sobre todo en el Reino Unido y Europa; aunque los bonos high yield no se han incluido normalmente en estos programas, es posible que los diferenciales se amplíen si la retirada del apoyo de los bancos centrales reduce el apetito de riesgo. Esto podría ser menos preocupante en EE.UU., donde las compras de activos se han centrado principalmente en la deuda pública y en los valores respaldados por hipotecas, aunque podría haber efectos indirectos. La forma en que los bancos centrales lleven a cabo el endurecimiento cuantitativo influirá en la reacción de los mercados de crédito, ya sea de forma pasiva, dejando que los bonos venzan y no reinvirtiendo, o de manera activa, vendiendo valores para acelerar la reducción de sus balances.

Admitimos que vienen meses complicados para los mercados de bonos high yield, pero con unos mayores rendimientos generalizados y una oferta técnica favorable, esto podría ayudar a mitigar parte de la creciente presión sobre los diferenciales resultante de la inquietud acerca las perspectivas de crecimiento económico. Podemos quejarnos de la escasa oferta, pero ahora mismo está resultando oportuna para compensar en parte la debilidad de la demanda.

 

Columna de Seth Meyer y Tom Ross, gestores de carteras de renta fija en Janus Henderson Investors

 

Glosario:

Diferencial de crédito: la diferencia de rendimiento entre valores con un vencimiento similar, pero con una calidad crediticia diferente. Los diferenciales de amplitud creciente indican generalmente un deterioro de la solvencia de los prestatarios corporativos, y si se están estrechando indican una mejora.

Diversificación: forma de repartir el riesgo mediante la tenencia de diferentes valores o activos. Se basa en la hipótesis de que los precios de diferentes valores o activos se comportarán de un modo distinto en una determinada situación.

Fondo cotizado (ETF): valor que sigue un índice (como un índice de renta variable, renta fija o materias primas). Los fondos cotizados (ETF) cotizan como una acción en un mercado de valores y registran variaciones de precio a medida que los activos subyacentes que componen el ETF suben y bajan de precio.

Bonos high yield: también denominados bonos de categoría especulativa o bono basura, estos bonos conllevan un mayor riesgo de impago o de volatilidad del precio, y pueden registrar cambios de precios repentinos y fuertes. Estos bonos conllevan un mayor riesgo de que el emisor incurra en impago, por lo que normalmente se emiten con un cupón más alto para reconocer el riesgo adicional.

Investment grade: bono emitido normalmente por gobiernos o empresas de los que se considera que tienen un riesgo relativamente bajo de impago de su deuda. La mayor calidad de estos bonos se refleja en su mayor calificación de crédito.

Apalancamiento: nivel de endeudamiento de un emisor. Un mayor apalancamiento implica unos mayores niveles de endeudamiento. Una compra apalancada es la compra de una empresa financiada principalmente mediante un préstamo o la emisión de deuda.

Valores respaldados por hipotecas: valores titulizados (o «respaldados») por un conjunto de hipotecas. Los inversores reciben pagos periódicos derivados de las hipotecas subyacentes.

Emisión primaria/mercado primario: se refiere a los bonos que se emiten por primera vez; el mercado secundario describe los bonos ya emitidos.

Expansión cuantitativa: política monetaria poco convencional utilizada por los bancos centrales para estimular la economía aumentando la cantidad de dinero total en el sistema bancario. Un método clave ha sido crear dinero y utilizarlo para comprar valores como bonos. El endurecimiento cuantitativo es lo contrario: el banco central reduce su balance y la oferta monetaria al no reinvertir los valores que vencen o venderlos activamente.

Recompra de acciones: cuando una empresa compra sus propias acciones. Tiene la ventaja potencial de apoyar el precio de las acciones, dado que las ganancias se reparten entre menos acciones. Aunque podría ser bueno para los accionistas, para los titulares de bonos puede ser menos favorable, ya que puede implicar menos efectivo o capital social en la empresa.

Factores técnicos: las condiciones de la oferta y demanda en el mercado para una clase de activos o un valor y el comportamiento de los participantes en el mercado.

Volatilidad: el ritmo y la medida en que sube o baja el precio de una cartera, un título o un índice de mercado. La volatilidad mide la dispersión de las rentabilidades de una inversión determinada.

Rentabilidad: el nivel de ingresos de un valor, expresado normalmente como tipo porcentual. Para simplificar, para un bono, se calcula dividiendo el cupón anual pagado entre el precio actual del bono.

 

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Los directivos señalan el compromiso medioambiental como una línea de trabajo para las empresas españolas

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Como cada 5 de junio desde hace cinco décadas, el domingo pasado se celebró el Día Mundial del Medioambiente, una fecha designada por la Conferencia de las Naciones Unidas para concienciar sobre la necesidad de protegerlo, así como para servir de plataforma de divulgación pública ambiental. En esta edición, el lema es “Una sola Tierra”. ¿Los retos? Luchar contra la contaminación, la pérdida de hábitat y el calentamiento global. Porque, en toda nuestra galaxia, en la que hay miles de millones de planetas, solo hay un planeta Tierra y los recursos naturales no son infinitos.

La solución pasa por apostar de manera firme por una sostenibilidad medioambiental (uno de los cimientos sobre los que se asientan los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU) que consiga satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las de las generaciones futuras y que permita, a su vez, un equilibrio con el crecimiento económico y el bienestar social.

Las empresas más responsables con el medioambiente, según Merco

El recientemente publicado ranking Merco Responsabilidad ESG España 2021 (anterior Merco Responsabilidad y Gobierno Corporativo) adquiere una visión más holística de la sostenibilidad empresarial, dando lugar a un ranking general y, por primera vez, a tres subrankings por cada una de las siglas en inglés de Medioambiente (E), Social (S) y Gobernanza (G). Pero más allá de los rankings, podemos extraer importantes hallazgos que hacen una radiografía a la actividad de las compañías.

¿Qué dicen los directivos de las empresas más responsables? Apuntan como principal fortaleza el comportamiento ético (con un saldo positivo de 10,2), mientras el valor más débil está precisamente en el compromiso con el medio ambiente y el cambio climático (-10,6), evidenciando que, a pesar de los avances que están llevando a cabo las compañías al respecto, todavía queda mucho por hacer.

No obstante, hay indicadores objetivos que señalan que hay una mejora en las medidas que las empresas están adoptando en su responsabilidad medioambiental, como la reducción del consumo de papel blanco (-11,99% respecto al año anterior), o el aumento en las inversiones en acciones medioambientales, que pasa del 0,93% al 1,60%.

Por parte de los trabajadores, se puntúa (en una escala de 0 a 10) casi con sobresaliente la actuación de sus empresas con el medio ambiente (8,62), por detrás de la responsabilidad a nivel fiscal (9,06), la responsabilidad con los clientes (8,83) y la responsabilidad con la sociedad (8,66).

Acciones más relevantes de las empresas que lideran el ranking medioambiental de Merco

Según se extrae del apartado medioambiental del reciente monitor, el compromiso llevado a la práctica es lo que ha permitido a algunas compañías escalar posiciones en la valoración de sus públicos. Algunas de estas organizaciones líderes han emprendido una senda de actuaciones encaminadas a reducir su impacto negativo en el entorno en el que operan.

Para ello, es crucial promover, como indican desde Grupo Social Once, la economía circular, implementando medidas que favorezcan la reutilización de los productos, la segregación y gestión de todos los residuos y la reducción del consumo de recursos, lo que le ha llevado, entre otras medidas, a desarrollar un Plan de Movilidad que permite mejorar y reducir los desplazamientos, o instalar placas fotovoltaicas en sus edificios.

La apuesta definitiva por favorecer el autoconsumo ha hecho que empresas como Ikea se fijen el objetivo de ser un negocio energéticamente independiente y que el 100% de la energía que se consume en toda su cadena de valor sea renovable, contribuyendo al ambicioso objetivo de convertirse en un negocio 100% circular en 2030.

La adaptación de las infraestructuras es trascendental, haciéndolas más ergonómicas y ecoeficientes, como ocurre en Mutua Madrileña, donde el 95% de sus empleados trabajan en edificios que cuentan con certificaciones ISO 50001 e ISO 1400; o en Inditex, que tiene el 66% de sus establecimientos propios conectados al sistema de control energético Inergy, permitiendo minimizar el consumo de recursos sin afectar a la experiencia de sus clientes. Este control es fundamental para garantizar una alta eficiencia.

Asimismo, en lo relativo al proceso de elaboración, Mahou San Miguel destaca por haber llegado a un acuerdo en su centro de Burgos con Verallia, líder europeo en la fabricación de envases de vidrio para el sector de bebidas y alimentación, que consiste en el aprovechamiento de la energía residual generada en la fundición del vidrio para la elaboración de la cerveza, lo que ha reducido en un 60% el consumo de gas natural en su proceso productivo.

La innovación es sin duda una pieza clave para alcanzar la sostenibilidad. Y una innovación sostenible afecta tanto a la creación de los productos como a la aplicación de procesos sostenibles. En este sentido, Heineken ha implantado en su fábrica de San Sebastián de los Reyes (Madrid) el primer filtro verde forestal cervecero del mundo. O lo que es lo mismo, una depuradora natural que utiliza las raíces de los árboles para limpiar el agua. Porque el agua es el recurso más preciado del planeta y, tal y como apunta la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), sólo el 0,003% del agua del mundo se puede emplear para beber, la agricultura o la industria.

Para ahorrar materias primas y conservar los recursos naturales y los ecosistemas, es importante impulsar el reciclaje. En especial del plástico, que se ha convertido en un verdadero problema por los microplásticos, que acaban afectando a la salud de las personas. Para luchar contra ello Pascual ha ideado nuevas botellas que se componen en un 28% de materiales renovables elaborados a partir de caña de azúcar, sustituyendo materiales de origen fósil. Y con los envases de Bezolla, Pascual cumple el objetivo de botellas que tienen en su composición un 100% de plástico reciclado.

Firmas como Ecoalf, que han hecho del reciclaje su seña de identidad, dejan ver su importancia en proyectos como ‘Upcycling the Oceans’, de la Fundación Ecoalf, que desde 2015, gracias a la ayuda de pescadores de España, Italia, Grecia y Francia, busca eliminar de los océanos toneladas de desechos (en su mayoría plásticos) que en muchas ocasiones llegan a nuestros mares y océanos a través de las cuencas fluviales, y en consecuencia a la cadena alimenticia… Algo intolerable. Porque como defiende Sanitas en un necesario ejercicio de dilvulgación a la sociedad, la salud del planeta y de los ecosistemas está directamente relacionada con la de las personas, según la evidencia científica y el concepto One Health de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En lo que a optimización de la logística de almacenamiento y distribución se refiere, hay acciones reseñables como las de Mercadona, que trabaja para transportar la máxima cantidad de productos usando el menor número de trayectos y así reducir los impactos asociados a este proceso. Para ello, actualmente se están utilizando combustibles menos contaminantes, mejorando los equipos de frío en los camiones y furgonetas y la compañía se ha adherido a iniciativas como Lean & Green, con la que se ha acreditado una reducción del 27 % de las emisiones de CO2.

Alcanzar la neutralidad en la huella de carbono se ha convertido en prioridad para todas aquellas empresas que destacan por su responsabilidad con el medioambiente. Por ello, Iberdrola planea invertir 75.000 millones de euros hasta 2025, que serán 150.000 a 2030, los cuales irán destinados principalmente a renovables y redes, infraestructuras clave para alcanzar una economía de carbono cero. Y en Telefónica, cuyo compromiso es alcanzar cero emisiones netas en 2025 en los principales mercados y en 2040 a nivel mundial, es tal su compromiso con estos objetivos de reducción que forman parte de la retribución variable de todos los empleados de la compañía, incluyendo al Comité de Dirección.

Por otro lado, las empresas tienen el deber de acompañar a los clientes en su transición sostenible, asesorando y ofertando productos y servicios con criterios ambientales, como los préstamos “verdes” que ofrece Caixabank para financiar proyectos que cumplen con los Green Loan Principles (GLP) fijados por la Loan Market Association (LMA). Por su parte, Leroy Merlin presume de contar con cinco categorías diferentes para hacer más sostenibles los hogares: Entorno saludable, Ahorro de agua, Confort sostenible, Energía renovable y Economía circular. En 2021 contaron con 13.285 referencias diferentes de Ecopciones, suponiendo el 9,3% de su cifra de venta el pasado año.

E igualmente importante es concienciar a los trabajadores. Por ello, además de promover una cultura mediambiental responsable mediante comunicaciones, formaciones o eventos, Mapfre, por ejemplo, ha instalado puestos gratuitos de recarga para vehículos eléctricos y dispone de rutas de autobuses para empleados. Al mismo tiempo, se han propuesto reducir los viajes de negocios (avión y coche).

Queda claro que defender la biodiversidad y proteger el planeta mediante una gestión responsable de los recursos naturales es tarea de todos, pero no cabe duda de que la actuación de las empresas para alcanzarlo es determinante.

100 días de guerra entre Rusia y Ucrania: las narrativas del conflicto en los mercados

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Se cumplen 100 días del conflicto bélico que Rusia inició en Ucrania. En este día de balance es inevitable pensar en todas las vidas que se han perdido y trastocado, y también en todas las dinámicas y narrativas que están cambiando a raíz de esta guerra, y que han impactado en los mercados y las inversiones. Mientras Rusia ya domina aproximadamente el 20% del territorio ucraniano, el envío de armas y las sanciones por parte de Occidente continúan. 

En particular, ayer la Unión Europea logró aprobar, tras la resistencia de Hungría, nuevas sanciones contra el petróleo ruso y el banco Sberbank. La medida más relevante es que afecta al petróleo, ya que se ha acordado un embargo de las importaciones de crudo que entrará en vigor plenamente a finales de 2022. Además de prohibir las importaciones por vía marítima a Europa, las nuevas sanciones también incluyen la prohibición inmediata de asegurar los buques que transporten petróleo ruso a otros lugares, según declaró un portavoz de la UE a Reuters, mientras que los contratos existentes se eliminarán gradualmente en seis meses. Los expertos de la UE afirman que esto complicaría los esfuerzos de Rusia por encontrar otros mercados para su crudo.

Además, la UE amplía la actual prohibición de prestar servicios especializados de mensajería financiera (SWIFT) a otras tres entidades de crédito rusas -el mayor banco ruso, Sberbank, el Banco de Crédito de Moscú y el Banco Agrícola de Rusia- y al Banco de Desarrollo y Reconstrucción de Bielorrusia.  A estas medidas se han añadido: la suspensión de  las actividades de radiodifusión en la UE de otros tres medios estatales rusos; la ampliación de la lista de personas y entidades afectadas por las restricciones a la exportación de productos y tecnología de doble uso; y la prohibición de prestar servicios de contabilidad, relaciones públicas y consultoría, así como los servicios en la nube a Rusia.

Por su parte, Estados Unidos, junto con más de 30 socios de todo el mundo, ha impuesto sanciones y controles a la exportación “para hacer que el presidente Putin rinda cuentas por su guerra contra Ucrania, restringir el acceso de Rusia a la tecnología crítica que necesita para financiar su maquinaria bélica y convertir a Rusia en un paria financiero mundial”, explica la Casa Blanca en su comunicado.  Las sanciones, principalmente, apuntan a prominentes funcionarios del gobierno ruso y a líderes empresariales, a propiedades de lujo de las élites y a empresas de gestión de activos y servicios de lujo clave para los intentos rusos de evadir las sanciones; así como sanciones que restringen la capacidad de Rusia para obtener tecnologías militares. 

La inflación y bancos centrales

Mientras la guerra sigue su curso, sin que nadie vislumbre un final claro, los expertos explican que este evento externo de mercado ha acelerado tendencias que ya se observaban desde la pandemia como, por ejemplo, la inflación. Según recuerda Patrick Rivière, presidente ejecutivo del Grupo La Française, antes de la guerra, el consenso apuntaba a que la inflación se moderaría en 2022 y empezaría a estabilizarse en 2023, en línea con el nivel medio de 2001-2008, es decir, un 1% por encima del periodo de baja inflación de 2008-2020.

“Ahora hay que sumar al menos un 1% a la tendencia, es decir, un 3% en la zona euro y un 4% en Estados Unidos. Pero, sea cual sea la orientación actual de la política monetaria, la realidad es que la inflación a medio plazo será previsiblemente más alta que en el pasado, tanto porque el declive de la globalización reduce el beneficio de las ventajas comparativas en el comercio internacional como porque la necesaria transición energética aumentará los costes de producción”, explica Riviére.

Los expertos consideran que las guerras siempre son inflacionarias, especialmente afectando a uno de los principales productores de energía y de productos industriales y agrícolas del mundo. “La subida generalizada de los precios en una serie de sectores económicos clave sirve para recordar, una vez más, que para garantizar la soberanía de Europa y evitar graves consecuencias para la economía, es necesario realizar una transición hacia fuentes de energía que no emitan CO2”, añade Riviére.

Una visión que también comparte Thomas Meier, responsable de gestión de renta variable y gestor del fondo MainFirst Global Dividend Stars de Mainfirst: “Dado el alto nivel de dependencia de Europa, la guerra está teniendo un gran impacto en los costes energéticos y de productos básicos. Los bancos centrales de Europa y Estados Unidos se ven presionados para endurecer considerablemente su política monetaria, con subidas de tipos ya muy avanzadas en el caso de EE.UU. Las ondas de choque de la escasez de oferta mundial están alimentando niveles de inflación que se creían relegados a los libros de historia”, reconoce. 

Ante la presión de la inflación y de los precios, ya sabemos quiénes hacen su entrada en escena: los bancos centrales. “​​Los bancos centrales se encuentran en una posición difícil.  Para controlar la inflación, pueden provocar una recesión, como en los años 80, lo que tiene costes políticos y económicos. La alternativa es esperar que la inflación se reduzca, pero si sigue aumentando, se producirá una recesión más adelante. Pensamos que la inflación ha llegado o está llegando a máximos”, añade Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM.

La energía y la transición energética

Esto nos lleva a una de las reflexiones que nos ha recordado la guerra: la dependencia energética complica la geopolítica. “La guerra de agresión de Rusia en Ucrania también está teniendo un fuerte impacto en el día a día de los inversores y gestores de fondos. Ahora hay un debate en el sector sobre si las políticas de exclusión en materia de ESG deben relajarse a la luz del cambio de la situación mundial. La inversión responsable se asocia con el término ESG, que significa Environmental, Social and Governance (medio ambiente, social y gobernanza). Estos términos se refieren a cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza. Tradicionalmente, el tabaco, las armas, el entretenimiento para adultos y los combustibles fósiles se han considerado industrias difíciles e incluso indeseables desde una perspectiva ESG. Pero con la guerra de Ucrania, estamos viendo un cambio tanto en las armas como en los combustibles”, afirma Petra Hakamo, responsable de sostenibilidad de Evli.

La parte positiva ha sido que el argumento de la sostenibilidad y transición energética ha ganado fuerza y sentido. En opinión de Álvaro Cabeza, Country Head de UBS AM Iberia, la guerra ha hecho que la cuestión de la transición energética pase de la agenda verde a la de la seguridad nacional. “No hay incompatibilidad entre los objetivos climáticos y la seguridad energética a largo plazo. Sin embargo, a corto plazo, podríamos ver un retraso en todo el debate sobre la transición. De hecho, una guerra atroz en un país vecino, y las cuestiones de seguridad nacional que la rodean, tienen una fuerza movilizadora mucho mayor que la agenda climática”, afirma Cabeza. 

Según su valoración, la UE tendrá que invertir en energía limpia, pero también tiene que asegurarse de que la seguridad energética está garantizada. “Por desgracia, ambas cosas tienen plazos diferentes. Según nuestras estimaciones, reemplazar los suministros energéticos de Rusia en la estructura energética europea puede llevar hasta cuatro años, suponiendo que otros proveedores, como Oriente Medio y Estados Unidos, aumenten su producción de energía para ayudar a Europa a pasar por esta situación sin un gran impacto en la economía”, indica.

Crecimiento, recesión o estanflación

Otra de las narrativas que deja esta guerra tiene que ver con el crecimiento, con el debate de si vamos hacia una estanflación o una recesión. “La guerra de Ucrania ha golpeado el crecimiento europeo, pero en distinto grado para cada país. Además, la flexibilización cuantitativa en Europa va a terminar y los tipos empezarán a subir en julio, a juzgar por las recientes declaraciones de los responsables del banco. En otras palabras, las trayectorias de los diferenciales de los países periféricos, hasta ahora controladas por la fuerte liquidez, podrán volver a divergir”, indica Benjamin Melman, Global CIO de Edmond de Rothschild AM.

Pese a la dureza de la guerra, Stefan Kreuzkamp, Chief Investment Offcier de DWS, advierte de que, durante el futuro próximo, la principal amenaza para los mercados no será la guerra, sino el delicado dilema al que se enfrentan los bancos centrales. “La inflación les esté obligando a subir sus tipos de interés en un momento en el que empiezan a aparecer nubarrones en el cielo económico. Los mercados están nerviosos con razón: la Fed no puede rescatarlos en el entorno actual. La única esperanza es que la inflación se suavice pronto y que el crecimiento resista, para que la retirada del apoyo de la Fed no se convierta en un gran problema”, concluye.

La volatilidad

Toda esta situación, con todas sus caras -la inflación, la energía, los bancos centrales y el crecimiento-, se ha traducido en volatilidad. “Dados los retos actuales, no es de extrañar que la volatilidad de los mercados de renta variable se mantuviera en un nivel elevado las pasadas semanas. Aunque se trate de una tragedia humana, la guerra en Ucrania ya no es el mayor reto al que se enfrentan los mercados de capitales. Los principales problemas para la economía serán los derivados de los altos niveles de inflación y hasta qué punto persistirán durante los próximos 12 meses y que -junto con las subidas de tipos- infligen un daño cada vez mayor al sentimiento de los consumidores. De nuestras conversaciones con las empresas hemos aprendido que las interrupciones de la cadena de suministro y la alta volatilidad de las partidas de costes, como las materias primas y la energía, más que la demanda, son el principal problema”, advierte Alexander Dominicus, gestor de los fondos MainFirst Top European Ideas and MainFirst Germany.

Tras el inicio de la guerra en febrero, las bolsas mundiales registraron fuertes caídas, los spreads de crédito se ampliaron y el rublo sufrió una de sus mayores caídas. Después llegaron las sanciones y el impacto en las perspectivas económicas y energéticas. Lo que iba a ser una incursión “relámpago” se ha ido alargando ante la resistencia del ejército ucraniano y el envío de armas por parte de los países occidentales. El impacto del conflicto en las economías y la geopolítica también se ha ido alargando, en cambio, los mercados han hecho gala de su capacidad para absorber eventos externos y ha ido digiriendo la situación, centrándose más en las narrativas que ha desencadenado que en el conflicto en sí. 

En este tiempo, los gestores han visto cómo los fondos centrados en Rusia o con alta exposición al país están experimentando suspensiones en los reembolsos o en las cotizaciones de los valores en los que invierten. Según Fitch Ratings, hay focos de sensibilidad directa, como los diez fondos centrados en Rusia y en los mercados emergentes, con activos bajo gestión combinados de 4.200 millones de euros, de los que sabe que han suspendido los reembolsos hasta ahora. Además, las sanciones impuestas han afectado a los inversores y, a principios de marzo, asistíamos a limitaciones en las operativas, a escasez de liquidez en los bonos, a la suspensión del NAV y el cierre de fondos o suspensión de fondos, tanto de gestión activa como pasiva. 

«Lo que podemos anticipar ahora es que la volatilidad se mantendrá presumiblemente alta en los mercados de renta variable, que la presión a los bonos corporativos se mantendrá por el momento y que los vientos en contra seguirán afectando a los mercados emergentes durante un par de meses”, concluye Kreuzkamp.

OFI AM lanza una estrategia centrada en los metales industriales

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OFI AM ha anunciado el lanzamiento de OFI Financial Investment – Energy Strategic Metals, que, según explica, es “una estrategia original y diversificada que ofrece a los inversores una exposición a la inflación prevista para los precios de los metales, en un entorno de aceleración de la demanda, impulsada a su vez por la necesidad de transformar nuestros modelos energéticos hacia actividades sostenibles”. 

En sentido señala que el OFI Financial Investment – Energy Strategic Metals, una SICAV certificada por la AMF, ofrece una exposición a los metales, no a través de la inversión directa en activos reales, sino replicando sintéticamente un índice desarrollado por los gestores de la estrategia y cotizado independientemente por Solactive. El índice refleja los precios de los principales metales utilizados con fines industriales: cobre, plata, níquel, paladio, platino, oro, aluminio, zinc y plomo. Este fondo UCITS V se ofrece a inversores institucionales y minoristas de Francia y otros países europeos, especialmente Alemania, Austria, España, Italia y Portugal. El fondo ofrece una valoración diaria del activo neto, y su horizonte de inversión mínimo recomendado es de cinco años.

La firma espera que la demanda de metales industriales aumente considerablemente en los próximos años, a medida que las necesidades energéticas pasen al siguiente nivel para lograr la transición energética. Según explica, los metales industriales se utilizan en tecnologías con bajas emisiones de carbono, como la fabricación de turbinas eólicas, paneles solares, baterías eléctricas e infraestructuras relacionadas con la energía, el transporte, la construcción, los edificios, la maquinaria y los equipos sanitarios. 

“Es probable que todas estas actividades vivan una revolución en los próximos 10 años. Las reservas actuales de metales industriales tendrán dificultades para satisfacer la demanda generada por esta revolución. Los precios subirán, sobre todo para fomentar la apertura y explotación de las minas necesarias para abastecer la demanda de estos metales”, indican desde OFI AM. Por todas estas razones, la gestora considera que el mercado de los metales ofrece un potencial alcista inusual.