Foto cedida. BBVA AM: el Camino de Santiago en bici con un fin solidario
Por segundo año consecutivo, BBVA Asset Management organiza BBVA AM Solidarios Non Stop, una iniciativa solidaria consistente en realizar el Camino de Santiago francés en bicicleta, desde Roncesvalles hasta Santiago, durante dos días y medio.
El Camino de Santiago en bicicleta por una causa solidaria: así es BBVA AM Solidarios Non Stop: 755 kilómetros entre Roncesvalles y Santiago de Compostela, divididos en 30 etapas, a realizar entre el 15 de junio a las 07:00 y el 17 de junio a las 15:00.
Esta segunda edición de BBVA AM Solidarios Non Stop, organizada por BBVA Asset Management, se realiza por relevos en dos días y medio. La participación es abierta y el coste de la inscripción es de 30 euros, que se destinarán íntegramente a apoyar a varias asociaciones sin ánimo de lucro.
Así colabora con las asociaciones Asdegal, Down Galicia, Down Castilla y León y Fundación Lukas.
“Los días 15, 16 y 17 de junio de 2018 recorreremos en bici, por etapas y haciendo relevos el camino de Santiago con un fin solidario”, explica la entidad.
“Esta iniciativa representa para nosotros la ilusión, el trabajo en equipo, el esfuerzo, la actitud positiva y la solidaridad, valores fundamentales para BBVA Asset Manangement. Nuestro objetivo es seguir creando oportunidades en nuestra sociedad”, comentan.
La Asociación de Empresas de Asesoramiento Financiero (Aseafi) celebrará el próximo 5 de junio su III Congreso anual, en el Palacio de la Bolsa a partir de las 9 horas, en el que se analizarán aquellos aspectos relevantes para las EAFIs en la implantación a MiFID II, tras su entrada en vigor el pasado 3 de enero, además de tratar otros asuntos de actualidad y la situación de los mercados.
Carlos García Ciriza, presidente de Aseafi, será el encargado de abrir la jornada y además abordará otros temas de interés para las EAFIs.
Asimismo, se analizará la situación general de la industria al cumplirse el primer semestre de la entrada en vigor de MiFID II, su futuro inmediato y, en especial, sobre la evolución del asesoramiento financiero. Santiago Satrústegui, vicepresidente de EFPA España y CEO de Abante Asesores, se encargará de moderar una mesa sobre el impacto de la llegada de MiFID II en la industria, que contará con Gloria Hernández-Aler, social legal de Finreg, con Enrique Fernández Albarracín, socio legal de EY, y con Jorge Canta, socio de Cuatrecasas y especialista en regulación financiera.
También se abordará el ‘Plan de adaptación normativo para EAFIs’, una iniciativa de Aseafi y EY para ofrecer soluciones a las EAFIs de externalización de su cumplimiento normativo en modelos robustos, siendo ahora de vital importancia por el tsunami regulatorio en el que se encuentra inmersa la industria. Las soluciones tecnológicas de adaptación a MiFID II tendrán protagonismo en la jornada de la mano de Openfinance.
El III Congreso Anual de Aseafi contará con un panel de ‘Inversiones alternativas, sostenibles y responsables’, en el que participarán Jorge Antón, CEO & co-funder de MyTripleA, Joaquín Lopez-Chicheri, CEO de Vitruvio SOCIMI, y Jaime Silos, presidente Spainsif, que estará moderado por Susana Criado, directora de Capital Intereconomía.
También habrá espacio para analizar la situación actual de los mercados y debatir sobre políticas monetarias, y establecer estrategias que permitan encontrar rentabilidad, y de ello se encargarán Luis Gea, de Invesco AM, Sébastien Senegas, de Edmond de Rothschild, y Óscar Esteban, de Fidelity International, también de la mano de Susana Criado.
La gobernanza de producto también tendrá su espacio en el congreso, con Andbank, donde se buscará exponer las mejores claves para el tratamiento de las EAFIs.
En definitiva, un completo programa para tomar el pulso a la industria del asesoramiento financiero, de las EAFIs, y que abordará los temas de más actualidad.
Para confirmar asistencia, en este correo: info@aseafi.es.
Foto: Horiavarian, Flickr, Creative Commons. Deutsche Bank y Edmond de Rothschild lanzan en España un fondo multiactivo con un horizonte temporal de 6 años
Deutsche Bank y la gestora francesa Edmond de Rothschild AM lanzan en exclusiva para España y Portugal el fondo de inversión Edmond de Rothschild Fund II Income 2024. Se trata de un fondo multiactivo europeo que invierte con un horizonte temporal a seis años y tiene el objetivo de generar rentabilidad con un nivel de riesgo equilibrado.
Este nuevo fondo, enmarcado en la estrategia de arquitectura abierta de Deutsche Bank, llega a España de la mano de un grupo familiar con más de 250 años de historia con un saber hacer que se ha transmitido de generación en generación y un legado de una herencia cultural. Por ello, el fondo Edmond de Rothschild Fund II Income 2024, lleva intrínseco el savoir faire, explica la entidad en un comunicado.
El equipo especializado que lo gestiona evalúa las empresas en las que invierte más allá de su mera nota crediticia y a través de un sistema propio de calificación, que históricamente ha dado muy buenos resultados a la gestora francesa. La cartera, compuesta por alrededor de 280 posiciones, estará diversificada principalmente entre renta variable y renta fija corporativa europea.
El fondo Edmond de Rothschild Fund II Income 2024 tiene como objetivo preservar el capital a su vencimiento en el año 2024, con un objetivo del 2,5% de rentabilidad anual (no garantizada). Se comercializará en exclusiva para los clientes de Deutsche Bank España hasta el 23 de julio.
Por qué invertir en este fondo
Luis Martín-Jadraque, director del Centro de Inversiones de Deutsche Bank España, asegura que “esta vez nos hemos aliado con una de las gestoras francesas más reconocidas que ha demostrado su savoir faire a lo largo de muchos años. En línea con nuestra apuesta por la arquitectura abierta, los próximos meses comercializaremos el Edmond de Rothschild Fund II Income 2024, un producto dirigido a inversores moderados que combina el análisis de bonos corporativos y de acciones que permitirá obtener rentabilidades interesantes a vencimiento con un riesgo reducido”.
María García Fernández, responsable de Ventas de Edmond de Rothschild Asset Management (France), sucursal en España, señala que “con este lanzamiento no sólo consolidamos la relación con un referente de la banca a nivel mundial, sino que además buscamos innovar la oferta de fondos con un producto que satisfaga las necesidades que estamos detectando en el mercado ibérico. Pensamos que en las condiciones actuales del mercado este fondo es un vehículo bien diseñado para los inversores que quieran preservar su capital y, además, conseguir una rentabilidad recurrente a lo largo del tiempo”.
En cuanto al perfil de riesgo del fondo, en una escala de 5 niveles de riesgo, siendo el 1 el más conservador y el 5 el más arriesgado, este producto se cataloga como perfil 3 (moderado) y se puede contratar a partir de 100 euros.
Fondosde inversión y arquitectura abierta en Deutsche Bank
Deutsche Bank España apuesta por la arquitectura abierta desde 2001, dentro de su estrategia para ofrecer las soluciones de inversión más adecuadas para cada uno de sus clientes. El banco pone a disposición de todos sus clientes de banca minorista más de 800 fondos de 40 gestoras internacionales de prestigio. El banco cuenta con un volumen de fondos aproximado de 5.400 millones de euros, repartidos entre un 44% fondos de la propia gestora y un 56% de terceros.
Contar con arquitectura abierta permite a Deutsche Bank buscar la solución más adaptada a las necesidades de sus clientes. En 2016 y 2017, ha apostado por los fondos multiactivos flexibles de gestoras internacionales de primera fila, como respuesta a los inversores conservadores o moderados que ven difícil encontrar rentabilidad a sus ahorros en un entorno de bajos tipos de interés. Así, desde 2017 se han lanzado cinco fondos en exclusiva para España, junto con Nordea Asset Management, Flossbach von Storch, M&G Investments, Allianz y Fidelity.
Foto: moretime, Flickr, Creative Commons. La inestabilidad política en Italia y España incrementa la volatilidad
En las últimas semanas, la fragmentación política que ya era un hecho en Italia y España se ha manifestado en toda su plenitud, con diferentes escenarios, pero que en ambos casos pueden desembocar en nuevos procesos electorales en el corto plazo.
Esto ha llevado a un aumento de la volatilidad, muy centrada en los mercados periféricos europeos y en sus títulos de deuda pública. En estos procesos de ruido inducido por temas políticos es complicado hacer apuestas a corto plazo, ya que la volatilidad suele ser elevada y muy ligada al ritmo de las noticias que van saliendo. Sin embargo, en el medio-largo plazo las bajadas que se producen por motivos exclusivamente políticos suelen ser ventanas de oportunidad para entrar en valores sólidos.
De momento lo que sí hemos visto es un claro “vuelo a la calidad” de los inversores, que se ha traducido en una llamativa subida del diferencial de deuda de Italia y España, pero que no ha dejado de afectar también a Grecia y Portugal.
En lo que llevamos de año, la subida de rentabilidad de la deuda a 10 años italiana ha sido de unos 50 puntos básicos, pero si miramos desde los mínimos que alcanzaron en abril, la subida es de unos 100 puntos básicos, hasta situarse en una rentabilidad algo por encima del 2,6%.
En el caso del bono español y portugués en el mismo plazo de 10 años, el impacto por el momento ha sido más limitado. Las últimas tensiones han eliminado las ganancias de la deuda y ahora las rentabilidades de ambos países están casi en el mismo nivel que al comienzo del ejercicio y alcanzan el 1,5% para el bono estatal español y 2% para el portugués. Eso sí, desde mínimos, el tipo ofrecido por dichos bonos se ha incrementado alrededor de 50 puntos básicos en ambos casos.
Ese movimiento hacia mercados con menos riesgo ha hecho que la recuperación de la rentabilidad del bono alemán a 10 años se haya truncado, ya que si desde hace unas semanas parecía seguir la estela de la subida de la rentabilidad de bono a 10 años americano, ahora se ha vuelto para atrás. En febrero, la rentabilidad del bono alemán era de algo más del 0,7% y después de los últimos días, se ha vuelto a situar en menos de 0,4%. Se vuelve a descontar que el tensionamiento de la política monetaria por parte del Banco Central es aún algo relativamente lejano. Y ahora, con la inestabilidad de los mercados que puede estar penalizando a los activos periféricos durante unos meses (sobre todo si tanto en España como en Italia, las situaciones actuales desembocan en procesos electorales), pensamos que el BCE tendrá que ser muy cuidadoso en su estrategia de reducción de los estímulos.
Dentro de lo que es el impacto que este episodio de volatilidad está teniendo en las bolsas, hay que señalar que los sectores más afectados son los bancos, en general de todos los mercados periféricos, y en un segundo plano los valores participados por el estado italiano.
El riesgo para estas empresas es, en cierta medida, doble. Por un lado, estas empresas podrían ser privatizadas ya que los dos partidos alternativos que han conseguido la mayoría no apoyan explícitamente la participación del Estado en ellas. Por otro lado, sí podrían utilizar los fondos procedentes de una privatización en financiar algunos de los gastos que han prometido a su accionariado sin comprometer la ya alta deuda pública italiana.
Aunque cuando de riesgos políticos se trata está comprobado que los mercados miran poco a los fundamentales, sí es cierto que las ventas han afectado menos a los activos españoles que a los italianos.
Puede que en términos de estructura económica la italiana sea menos frágil, por un menor nivel de desempleo y por un mayor peso de la industria. Pero a nivel de finanzas públicas y de crecimiento económico, en estos momentos preocupa más Italia. La razón principal es el mayor peso de la deuda pública, que supera el 130% del PIB, mientras que en España es de poco menos del 100%.
Aunque el déficit público español estará entre el 3% y el 2,5% en 2018 y el italiano alrededor del 2%, el crecimiento del PIB es del 3% y del 1,5% respectivamente, por lo que un aumento de los costes de financiación por este episodio de volatilidad puede hacer más daño a las cuentas italianas.
Por otra parte, la comparación del arco electoral da más tranquilidad en el caso español, ya que la suma de fuerzas es pro-europea mientras que en Italia el equilibrio está menos claro, aunque su Constitución protege más el cumplimiento de las normas europeas como hemos visto por la actuación del presidente de la república.
En conclusión, este tipo de episodios de volatilidad por temas políticos suelen ser oportunidades a largo plazo, como ya vimos con Grecia y Portugal. Por el momento, el marco regulatorio europeo es duro de romper ya que no hay una mayoría que lo quiera hacer, pero sí se pueden derivar consecuencias para el mercado como es un retraso en el final de las compras de activos por parte del BCE e impactos en sectores concreto como el bancario.
Tribuna de Víctor Peiro, director general de Análisis de GVC Gaesco
Foto: Jean Raby, CEO de Natixis Investment Managers (Natixis IM) y miembro senior del comité de administración de Natixis / Foto cedida. Jean Raby, CEO de Natixis IM: “Me sorprendería mucho que no anunciemos una o dos adquisiciones más a finales de año”
Jean Raby, CEO de Natixis Investment Managers (Natixis IM) y miembro senior del comité de administración de Natixis, se unió a la firma hace dieciséis meses. Desde febrero de 2017, supervisa las líneas de negocio de gestión de activos, banca privada y capital privado de Natixis IM. De origen francés y canadiense, Raby comenzó su carrera en 1989 como abogado corporativo en Sullivan & Cromwell en Nueva York, donde trabajó en proyectos de finanzas corporativas basados en Argentina, Chile y México. Más tarde, en 1992, fue transferido a la oficina de París.
Transcurridos cuatro años, se unió a la división de banca de inversión de Goldman Sachs, donde trabajó durante dieciséis años en finanzas corporativas, fusiones y adquisiciones, reestructuración y mercados de capital, así como también trabajó ocasionalmente en proyectos de asset management. Se convirtió en socio de la firma en 2004, fue CEO de la división de Francia, Bélgica y Luxemburgo y jefe de la oficina de París en 2006, antes de convertirse en co-CEO de Goldman Sachs en Rusia en 2011. Luego, en 2013, se desempeñó como vicepresidente ejecutivo y director financiero y oficial jurídico de Alcatel-Lucent, el fabricante global de equipos de telecomunicaciones, en un momento en que la empresa estaba al borde de la bancarrota. Un año y medio después, pudieron vender la compañía a Nokia por 15.000 millones de euros. Posteriormente se desempeñó como director financiero de SFR, un operador de medios integrados en Francia. Pero echó de menos el entorno acelerado y ajetreado de la industria de asset management, por lo que decidió fichar por Natixis.
La propuesta de valor
Jean Raby cree firmemente que Natixis IM ofrece una atractiva propuesta de valor para aquellos administradores de activos que desean expandir sus negocios, pero sienten que han alcanzado un techo de cristal en su crecimiento. “Se sorprenderían si supieran cuántos gestores desean aumentar su negocio, pero debido a la presión de la regulación o a la necesidad de invertir en tecnología, no tienen tiempo o les resulta difícil pasar por el esfuerzo de distribuir sus productos fuera de su nicho de mercado. Es entonces cuando acuden a nosotros. Queremos que hagan lo que mejor saben hacer, que es gestionar dinero y nosotros nos ocupamos de todo lo demás, preservando la autonomía del proceso de inversión. Por otro lado, en Europa, y menor medida en Estados Unidos y Canadá, los gestores de activos suelen ser propiedad de un banco o alguna clase de institución financiera. En su ADN está fijada la huella de la institución financiera a la que pertenecen y hay muy poco impulso o incentivo para hacer algo diferente a su compañía matriz. En nuestro caso, tenemos la fortaleza y la solidez de un gran grupo bancario, pero no estamos constreñidos. De hecho, nos beneficiamos substancialmente de la estabilidad de la estructura del grupo y de su apoyo financiero. En cambio, somos capaces de actuar ágilmente y demostrar el espíritu empresarial de un negocio de terceros. Gestionamos muy poco dinero propio y esta es una característica única, no encontrarás muchas gestoras de activos con nuestro tamaño y pertenecientes a una institución financiera que estén tan enfocadas en el negocio de terceros. Somos los únicos y esto es un valor adicional para nuestros socios, para ofrecer la estabilidad de un accionista en el largo plazo”, afirmó.
En septiembre de 2017, la firma realizó su más reciente transacción. Natixis IM, que tiene una red de 26 filiales autónomas de gestores de activos, adquirió una participación mayoritaria en Investors Mutual Limited, una empresa australiana de gestión de fondos, como parte de sus planes para expandirse en la región asiática. “Me sorprendería mucho que no anunciemos una o dos adquisiciones más para finales de año. Se trata de agregar equipos con carácter empresarial que se unan a nosotros; buscamos gestores de activos que tengan un fuerte historial de generación de rentabilidad y que tengan una marca. Este sería el encaje correcto para nosotros, bien porque les brindamos una solución y el respaldo de un accionista a largo plazo o bien porque nos ofrecen algo nuevo, como una plataforma que puedan utilizar otros de nuestros afiliados, o una estrategia o categoría de inversión que complementa nuestra oferta. Queremos hacer negocio con aquellos equipos de gestión que consideramos nuestros socios”, agregó.
Natixis busca el crecimiento del negocio de sus afiliados. Para ello, les ofrece una distribución centralizada en todo el mundo. «En nuestro modelo de negocio, respetamos la autonomía de nuestros gestores de activos en su proceso de inversión y les permitimos mejorar su negocio. Por ejemplo, en 2015, dimos la bienvenida en el grupo a DNCA Finance, un gestor de renta variable value con base en Francia. En ese momento la empresa tenía 14.000 millones de euros de activos bajo administración. Hoy, la firma tiene más de 25.000 millones de euros. Conseguimos esa cifra en sólo tres años y con una tremenda presión en las comisiones de gestión. Podemos permitirnos mantener las comisiones de gestión porque nuestros clientes ven valor -no vendemos la experiencia en la gestión de activos a cualquier precio- y porque existe una gestión central de la distribución que crea una disciplina saludable. También estamos tratando de mutualizar las inversiones en tecnología, encontrando el equilibrio adecuado entre la autonomía de inversión de los afiliados y los beneficios de compartir los desarrollos tecnológicos. El grupo está definiendo su hoja de ruta digital y vamos a implementar un mayor desarrollo conjunto de innovaciones tecnológicas que esperamos beneficien a todos”.
Gestión de activos activa vs pasiva
Aunque Jean Raby reconoce que los gestores de activos pasivos han dominado la narrativa del mercado en los últimos años, el retorno de la volatilidad puede, en su opinión, volver las tornas. “La inversión pasiva llegó para quedarse, pero no vamos a participar en ese negocio y no vamos a cambiar nuestra estrategia. Volvió la volatilidad, nos podemos encontrar al final de un mercado alcista de bonos de 35 años y al final de un ciclo de 10 años en renta variable. En un entorno más volátil y descorrelacionado, un enfoque activo para la gestión de riesgos y la persecución de oportunidades puede tener más sentido. Los inversores individuales sentirán un brusco llamado de atención cuando se den cuenta de que, con una mayor transparencia y divulgación de comisiones, la inversión pasiva no es tan barata como parece. Se espera que los inversores comiencen a considerar algo más que unas comisiones baratas y estudien la rentabilidad real después de descontar las comisiones, que es lo que realmente importa. Cuando eso ocurra, estoy seguro de que se reconocerá la propuesta de valor de la gestión activa”.
Ahorro a largo plazo
En Europa, el ahorro a largo plazo no se ha privatizado, por el contrario, ese ha sido el caso en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Australia, financiando así el ahorro para la jubilación. Estos cuatro países son los cuatro mayores mercados de gestores de activos en el mundo, siendo China el quinto mercado y, principalmente, porque cuenta con una población de 1.600 millones de personas.
Existe un gran interrogante sobre si, en un plazo de entre diez y veinte años, las personas que confiaron en los planes de contribución definida, y que abandonaron los planes de beneficios definidos, tendrán ahorros suficientes para la jubilación. Según Ruby, la experiencia demuestra que las personas con los incentivos adecuados para el ahorro a largo plazo reservarán lo suficiente para la jubilación, sin tener que depender del gobierno. “Al final del día, si se materializa que los sistemas de jubilación privados no son suficientes para satisfacer las necesidades de la población, el gobierno tendrá que intervenir. Me gustaría un mayor debate sobre la privatización del ahorro a largo plazo en Europa. Debería haber mayores incentivos fiscales para que las personas ahorren, y que las autoridades se esfuercen por lograr un equilibrio correcto. En Canadá existe una combinación de ambos, se alienta a las personas a ahorrar mediante incentivos fiscales y, sin embargo, también tienen la promesa de un ahorro básico de jubilación para todos. Incluso Estados Unidos creó los planes 401k con muchos incentivos impositivos para hacerlo, con la idea de alentar a las personas a que estén preparadas, y creo que ese es el camino. En el Reino Unido, el debate también está en la calle, pero desafortunadamente no hay suficiente discusión en Europa en este momento. En Francia, estamos teniendo el debate sobre las jubilaciones y las pólizas de seguro, tratando de obtener algo más de flexibilidad, pero me gustaría poder ir más allá y discutir sobre los fondos privados de pensiones”.
Las oportunidades de crecimiento
Natixis IM tiene un historial de 25 años de presencia en Europa y en la región de las Américas. Su llegada a América Latina es más reciente, pero es una pieza fundamental en sus planes de crecimiento: “Cuando me llegué el año pasado a la firma, una de las primeras conversaciones que tuve con Sophie Del Campo, -directora general, responsable de Iberia, América Latina y el negocio US Offshore en Natixis-, fue sobre las oportunidades en la región latinoamericana. Obviamente, queremos tener cuidado, invertir a largo plazo y con un enfoque constante. Por otro lado, pensamos que la región es una oportunidad para desarrollar producto a nivel local, pero de nuevo tenemos que encontrar en la región un socio adecuado con cuatro características: carácter emprendedor, una buena marca, un buen historial de rendimiento y que les podamos aportar algo en términos de sinergias en sus ingresos, o que ellos puedan aportar al grupo, que obviamente existe, pero lleva tiempo encontrarlo”, concluye.
Pixabay CC0 Public DomainHans. Para Deutsche Bank Wealth Management, el crecimiento prevalecerá por encima de los riesgos geopolíticos en 2018
La volatilidad experimentada por los mercados a principios de año podría volver a manifestarse en momentos puntuales de 2018, pero el crecimiento de las principales economías mundiales y la buena marcha de los resultados empresariales auguran un año de rentabilidades positivas.
Esta es la principal conclusión que Christian Nolting, director global de Inversiones de Deutsche Bank Wealth Management, compartió durante el evento Perspectivas Económicas 2018 a mediados de marzo. Durante el evento, Nolting destacó que “las inquietudes geopolíticas continuarán pero prevemos que la dinámica de crecimiento en los principales países desarrollados y de mercados emergentes continúen durante el año”.
Nolting apuntó algunos de los riesgos que podrían dar paso a nuevos picos de volatilidad a lo largo del año. En concreto, el experto destacó que “permaneceremos atentos” a la evolución de asuntos geopolíticos como “los continuos cambios en el gabinete de Gobierno de Estados Unidos, Rusia, las elecciones legislativas (midterm) en Estados Unidos en noviembre, el enfrentamiento entre Estados Unidos y Corea del Norte, la posibilidad de una guerra comercial global y las tensiones crecientes en Oriente Medio”.
Nolting también apuntó a otros factores macroeconómicos como el riesgo de una subida de la inflación a corto plazo en Estados Unidos o un endurecimiento excesivo de las políticas monetarios de los bancos centrales, especialmente de la Reserva Federal. No obstante, insistió en que “esperamos que 2018 sea un año de rentabilidades positivas, aunque con la posibilidad de que sean un poco más bajas que las de 2017.
En este sentido, la entidad señala que su perspectiva sobre la economía y los mercados para los próximos nueve meses del año puede calificarse como “cautelosamente optimista”. No obstante, debemos permanecer vigilantes ante la evolución de estos riesgos, que podrían suponer una amenaza para este escenario”.
Asignación de activos
Sobre los mercados de renta variable, Nolting apuntó que “ha habido una corrección en el mercado que ha abierto una buena oportunidad para invertir. Creemos que aún queda oxígeno para las bolsas, con mayor recorrido en Europa que en Estados Unidos”. En concreto, el experto considera que, en estos momentos, las empresas europeas son “muy interesantes, especialmente las pymes”, y también valora de manera positiva los mercados emergentes, especialmente Asia.
La renta fija, por el contrario, no ofrecerá unas rentabilidades tan atractivas este año. En este contexto, la deuda pública seguramente no presentará grandes oportunidades, salvo en algunos mercados emergentes.
En cuanto a otros activos como el petróleo, Nolting considera que los precios actuales se encuentran “por encima de los niveles del umbral de la rentabilidad” y que “existe una amplia oferta mundial, apoyada por el aumento de la producción en Estados Unidos, por lo que no esperamos subidas de precio importantes”. En relación a la evolución de la cotización del dólar/euro, el euro continúa más fuerte que el dólar en estos momentos, pero “esperamos un dólar más fuerte a medida que avance el año”, explicó Nolting.
Las ideas del mañana
“Las inversiones a largo plazo que se beneficien de tendencias seculares en evolución son unos motores importantes de las carteras. En concreto, la movilidad inteligente y la inteligencia artificial tendrán un impacto en muchos sectores”, defiende Nolting. La gestión de los datos que pueden recabar abre un abanico de oportunidades a nuevas áreas de negocio. En este sentido, el experto cree que se pueden dar movimientos corporativos dentro de un mercado que es, todavía, muy nuevo.
Sobre el bitcoin, uno de los temas de mayor actualidad a finales de 2017, Nolting cree que este año no se está hablando tanto de ello “porque su rentabilidad no está siendo tan buena”. No obstante, el Director Global de Inversiones de Deutsche Bank Wealth Management si considera que la tecnología blockchain es un “concepto que tendrá un impacto masivo” y no dudó en calificarlo como “el invento más importante después de Internet”.
Pixabay CC0 Public DomainMeditations. Nordea reabre el fondo Nordea 1- Stable Return
Nordea vuelve a abrir uno de sus fondos más populares, Nordea 1- Stable Return. Desde el 22 de mayo, la gestora permite hacer nuevas suscripciones a los inversores.
La gestora decidió cerrar este fondo en septiembre de 2016, aunque en diciembre de 2017 decidió suavizar las restricciones para invertir en el producto. Ahora, Nordea ha decidido reabrirlo tras reducirse la capacidad del fondo, desde un máximo de 17.700 millones de euros a los 15.200 millones actuales.
El fondo Nordea 1- Stable Return alcanzó los 15.200 millones de euros de activos gestionados a finales de abril de 2018, con aproximadamente el 48,2% de los activos invertidos en acciones de mercados desarrollados.
Este producto está gestionado por el equipo de multiactivos de Nordea, liderado por Asbjørn Trolle Hansen con Claus Vorm y Kurt Kongsted, ambos co-subdirectores de la unidad.
Foto cedidaSaphia Gaouaoui, directora de comunicación y marketing de La Financière de l’Echiquier. . Saphia Gaouaoui, nueva directora de comunicación y marketing de La Financière de l’Echiquier
La Financière de l’ Echiquier (LFDE) ha anunciado el nombramiento de Saphia Gaouaoui como directora de comunicación y marketing, a partir del 4 de junio. Especializada en comunicación financiera, Saphia Gaouaoui, que se incorpora al equipo de gestión de La Financière de l’Echiquier, inicialmente tendrá la tarea de desarrollar la marca en Francia y Europa y acelerar la estrategia digital.
A raíz del nombramiento, Christophe Mianné, jefe de inversiones de LFDE, ha afirmado que “la incorporación de Saphia contribuirá al plan de desarrollo y las nuevas ambiciones europeas de LFDE. Estamos encantados con su llegada. Su experiencia internacional supondrá una valiosa contribución para lograr nuestros objetivos”.
Por su parte, Didier Le Menestrel, presidente de LFDE, ha añadido que “a medida que avanzamos en el fortalecimiento de nuestra gama y extendemos nuestra huella internacional, estamos encantados de dar la bienvenida a Saphia, cuya experiencia reforzará la organización existente y representa un activo para nuestra marca”.
Saphia Gaouaoui estaba a cargo de las relaciones con los medios y era co-gestora de las comunicaciones externas de Société Générale desde junio de 2017, donde en concreto era la responsable de definir las relaciones con la prensa y estrategias de contenido de marca. Comenzó su carrera en 2014 como gestora de comunicación financiera. Después de trabajar en Option Finanace como periodista especializada en gestión de activos, se convirtió en gestora de relaciones con los medios para Banque de Financement et d’Investissement, posteriormente se incorporó a Société Générale en la división de banca privada y gestión de activos. Saphia posee un máster en Finanzas por la Universidad de Paris I Panthéon Sorbonne y una licenciatura en Economía Aplicada y Finanzas por la Paris IX Dauphine.
Foto: mahalie stackpole. Los HNW expatriados, una oportunidad con más de 1,2 millones de personas
Con el mercado de expatriados de alto patrimonio (HNW) expandiéndose de un millón de personas en 2014 a 1,2 millones en 2017, los gestores de patrimonio tendrán que ofrecer productos personalizados a los clientes para tener éxito en este sector de rápido crecimiento pero ferozmente competitivo, dice la compañía de datos y análisis GlobalData.
Según el último informe de la compañía, «aprovechando la oportunidad global de expatriados HNW», el 65% de los administradores de patrimonio ya están buscando a los expatriados de altos patrimonios. Heike van den Hövel, analista de gestión patrimonial en GlobalData, dice: «El tamaño del mercado de expatriados HNW global representa una oportunidad significativa para que los gestores de riqueza apunten a estos clientes móviles y acaudalados con productos a medida. Sin embargo, la adopción de una estrategia diferenciada es cada vez más importante a medida que la competencia va en aumento». El directivo añade que «la competencia es feroz en los principales centros de expatriación como Hong Kong, Singapur y los Emiratos Árabes Unidos. Por ejemplo, más de la mitad de los residentes considerados HNW en los EAU son expatriados, y es difícil encontrar una gestora sin un equipo dedicado a ese segmento en los EAU».
Con casi el 11% de la población global de expatriados con altos patrimonios (más de 131,000), los expatriados de India representan un mercado objetivo particularmente lucrativo. Del mismo modo, los migrantes de China se pueden encontrar en todo el mundo, lo que justifica una estrategia de focalización global. Sin embargo, los jugadores más pequeños tendrán dificultades para competir en ese espacio, dado que todas las grandes marcas operan escritorios dedicados a expatriados indios o chinos, asignando recursos significativos para atraer a estos segmentos. Según la firma, los expatriados HNW son un gran negocio, pero se está volviendo más importante destacar entre la multitud por lo que recomiendan un enfoque más específico centrado en los segmentos de nicho.
«Los actores más pequeños o centrados en el mercado interno deberían considerar la adopción de un modelo de negocio más especializado centrado en las diásporas más pequeñas o en mercados menos competitivos, como Canadá. Mientras que los expatriados solo constituyen el 5,6% de la población local de HNW en el país, esto todavía equivale a un poco más de 10.800 personas, no el más grande de los mercados, pero no es tan disputado», concluye Van den Hövel.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: gerarddm. El misterio del empleo: ¿Por qué no hay inflación?
Tras varios años de estímulo monetario, de tipos de interés nulos y expansión cuantitativa, la economía mundial está viviendo un crecimiento fuerte y sincronizado. Finalmente, pasados unos 10 años después de la crisis financiera mundial, después de la crisis en la vivienda estadounidense, la crisis del euro y una época donde el sistema financiero estuvo contra las cuerdas, las economías están creciendo de forma notable en casi todos los lugares, y según los indicadores adelantados, contamos con buenos augurios para el medio plazo. Además, Donald Trump ha adoptado la decisión algo sorprendente (dada nuestra situación en el ciclo económico) de inyectar una nueva ronda de estímulo fiscal en la economía estadounidense, lo que sería echar más leña a un fuego muy vivo.
Los mercados se han visto apuntalados por una variedad de factores, entre los cuales cabe destacar como principales los tipos nulos y el bajo nivel que muestran los rendimientos de la deuda pública, aunque en la actualidad los fundamentales económicos y empresariales se están posicionando como la locomotora de los mercados de crédito y renta variable. Sin embargo, ante este entorno de crecimiento, toda la atención se centra ahora en las perspectivas de la inflación y la respuesta posterior del banco central. En un momento en el que la Reserva Federal estadounidense sube los tipos, los mercados se encuentran posiblemente en un justo equilibrio. Una brusca subida de tipos y de los rendimientos del bono como respuesta a una sacudida inflacionaria podría hacer mella en la valoración de los mercados, de una forma que no se ha visto desde hace ya un tiempo. Por tanto, la vista a corto plazo debe enfocarse en la inflación, los factores que la provocan y nuestro rumbo a partir de ahora.
Ceteris paribus, cabría esperar que el crecimiento salarial sea el principal factor que incida en la inflación. Sin embargo, son varias las fuerzas estructurales desinflacionarias las que, con toda probabilidad, neutralizarán el impacto de la actividad económica a corto y medio plazo y amortiguarán la inflación. De esta manera, nuestras previsiones internas apuntan a una inflación benigna que se estabilice en torno al 2% en Estados Unidos y alrededor del 1,5% en la zona euro para el año 2018; y se debe, en parte a estos múltiples y muy variados factores desinflacionarios. Cabe reseñar que presentan un notable efecto continuo en el empleo y el crecimiento de los salarios, hasta tal punto que la curva de Phillips ya no sirve como modelo económico.
La curva de Phillips
Utilizada por los bancos centrales, la curva de Phillips muestra la relación inversa que existe entre la tasa de desempleo y la inflación del consumo; en términos sencillos, cuanto menor es la tasa de desempleo, mayor es la inflación, puesto que el poder de negociación de los trabajadores aumenta cuanto menor sea la mano de obra disponible. Esta relación se sostuvo desde los tiempos de preguerra hasta finales de los sesenta, pero se tumbó en los setenta por los altos niveles de desempleo y de inflación que, en parte, vinieron motivados por los agitados precios del petróleo. En la década de los ochenta, la curva siguió una línea plana y ahora nos encontramos ante una prolongada baja inflación acompañada de unos niveles ínfimos de desempleo. El crecimiento salarial se ha estancado.
Podría alegarse que la curva de Phillips es una manera muy simplista de entender la generación del crecimiento salarial, y la importancia que tienen las previsiones de la inflación es uno de los factores que pueden haberse infravalorado en este modelo. Tras un periodo tan largo de inflación en cotas irrisorias, algunos piensan que se han reducido las expectativas de los trabajadores en su postura ante la negociación laboral. Lo hemos comprobado en Alemania, país donde se da un mercado laboral muy tensionado que, pese a ello, cuenta con unas exigencias salariales menores de las esperadas. Después de un dilatado periodo marcado por la baja inflación, se supone que este punto ya se ha incorporado en las expectativas.
Otro factor es la congelación de los salarios del sector público, sobre todo en Europa, donde cabría haber previsto desde la crisis un fuerte estímulo fiscal como respuesta ante el bajo crecimiento. Sin embargo, la tendencia ha seguido el curso contrario con un periodo poscrisis de austeridad e inhibición de las políticas fiscales, lo que ha dejado los salarios del sector público en niveles bajos. Esta situación ha tenido efectos colaterales en el sector privado.
Subempleo
El nivel del subempleo en la economía es elevado, como se muestra en el gráfico 2, donde figura el desempleo de la zona euro y las horas trabajadas desde la crisis: pese al indiscutible auge del empleo en la zona euro, no cabe duda de que el número de horas trabajadas no ha estado a la misma altura.
Gráfico 2: empleo y horas trabajadas (expresadas con base 100 en 2008)
Se trata en parte del aumento de la jornada parcial y los contratos flexibles, así como de las reformas laborales emprendidas en Europa que facilitan a las empresas el poder ofrecer contratos más flexibles a los trabajadores. Tanto en esta zona como en Estados Unidos, somos testigos de una tendencia marcada por el aumento inconsciente del empleo a tiempo parcial; mientras tanto, en Japón, el empleo temporal ocupa una mayor proporción del empleo total contratado en comparación con la etapa previa a la crisis, tendencia acompañada por la mayor participación de la mujer en la mano de obra. El aumento de la flexibilidad en los mercados laborales se ha traducido, por lo general, en una serie de puestos peor pagados y más precarios; como es obvio, las personas que trabajan a tiempo parcial serán menos propensas a exigir un aumento de sueldo al tener un puesto menos seguro.
Se está dando también un fenómeno económico que es comprensible: las empresas no están contratando personal a tiempo completo de la misma forma porque la incertidumbre sobre el futuro sigue siendo mayor después de la crisis.
Mención especial merece el caso de Estados Unidos, donde la tasa de participación en el mercado de trabajo se ha reducido drásticamente desde 2008-2009, lo que trajo como resultado que las competencias de los trabajadores despedidos perdieran su demanda con la drástica reducción de los sectores donde trabajaban. De esta premisa se desprende que la proporción de parados de larga duración ha aumentado con respecto a la tasa de desempleo.
Pese al nimio grado de participación, el aumento de la oferta de trabajo puede deberse a un repunte en el empleo, así como puede socavar las demandas salariales de los trabajadores en activo. Cabe pensar que este hecho tan contraproducente puede haber ocurrido ya y ser el causante del frenazo salarial en la zona euro. El salario medio de un empleo estable en el Reino Unido, por ejemplo, podrá haber aumentado ligeramente en las últimas semanas, pero es aún inferior al máximo previo a la crisis que se situó en 473 libras esterlinas a la semana (marzo de 2008).
Globalización
Cuando se desarrolló la curva de Phillips a finales de los años cincuenta, los mercados laborales tenían un alcance eminentemente nacional, pero en las últimas décadas, las economías desarrolladas han tenido acceso a una mano de obra mucho mayor en todo el mundo. La globalización ha hecho posible que las empresas busquen mano de obra barata en todos los rincones del mundo, lo que permite a las compañías incrementar sus márgenes de beneficios mediante un ahorro eficiente.
Cabe destacar que las varias décadas de alza en el mercado de renta fija son consecuencia de la globalización, y el aumento de la fuerza laboral en todo el globo ha desempeñado un papel fundamental al crear un entorno desinflacionario, lo que ha dado lugar a un descenso de los tipos de interés reales neutrales, con la consecuente reducción de los costes laborales, al tiempo que ha reducido los rendimientos de la renta fija.
A todas luces, los trabajadores de las economías emergentes se han beneficiado de esta tendencia; tan solo en China, millones de personas han escapado de la pobreza, y la renta per cápita de este país se ha quintuplicado, al pasar de 200 dólares a 1.000 dólares entre 1990 y el año 2000, y de esos 1.000 dólares a 5.000 dólares entre el año 2000 y 2010.
Automatización
No nos cabe la menor duda de que la tecnología y la innovación tornan nuestras vidas más sencillas. Ya sea simplificar y agilizar las labores diarias, dejándonos más tiempo para dedicarlo a los amigos y la familia, o mejorar la sanidad, las ventajas hablan por sí solas. Podemos pedir bienes y servicios a través de portátiles, el sol y el viento están ganando protagonismo en el abastecimiento de energía del planeta, y la interconexión actual en el mundo no tiene precedentes. Ahora bien, la tecnología también nos trae un creciente temor de que la “automatización” ya esté lastrando los puestos de trabajo, ya que los robots están ocupando los puestos pagados de los seres humanos.
Estos temores no son descabellados.
Un estudio realizado entre Deloitte y el gabinete estratégico Reform en octubre de 2016 vaticinaba que para 2030 podrían suprimirse 861.000 empleos públicos en el Reino Unido por la automatización, lo que supondría un ahorro anual de 17.000 millones de libras esterlinas en salarios públicos en comparación con el año 2015. En septiembre de 2013, en un estudio realizado por Carl Benedikt Frey y Michael A. Osborne para la Universidad de Oxford, se examinaron 702 profesiones en Estados Unidos y, siguiendo una singular metodología, concretaron los empleos más atenazados por la computarización. Los investigadores concluyeron que, en Estados Unidos, el 47% de todos los empleos se encontraban amenazados: los puestos con mayor riesgo eran los televendedores, los agentes de seguros, los reparadores de relojes, los técnicos bibliotecarios, los agentes de préstamos y analistas de crédito.
Hasta el momento, la automatización ha aumentado supuestamente el empleo, ya que el volumen de actividad generada por esta corriente basta para crear un aumento neto positivo de puestos de trabajo, aunque hasta ahora no ha generado productividad o un aumento de los salarios. ¿Por qué? Con el fin de satisfacer la demanda de empleo, ese «ejército de robots» como mano de obra se ha incorporado simplemente al aumento de la oferta laboral existente, lo que implica que las empresas no están obligadas en este momento a conceder un aumento salarial. Esta situación puede cambiar, aunque no será a corto plazo.
Por otro lado, y aunque sea generalmente en pequeños pasos, la productividad ha aumentado fundamentalmente en sectores con poca intensidad de mano de obra, como la tecnología y la información, los verdaderos campeones de la productividad real. Por el contrario, en los sectores que precisan un mayor número de trabajadores, como el cuidado personal, la fabricación, los servicios, el ocio y la restauración, los salarios han repuntado en menor medida. Se ha creado así una forma de desapego con el mercado laboral: por ejemplo, la creación de puestos en el sector tecnológico no es habitual en la tecnología en sí, sino en los trabajos esporádicos de la economía colaborativa y los contratos por horas. El trabajo no se vende por hora, semana o mes, sino por pequeños encargos, y esta práctica beneficia claramente al capital en detrimento del trabajo.
En último término, esta tendencia supone que el aumento salarial se percibe principalmente en la escala superior, mientras que la disparidad en las competencias implica que cada vez es más difícil pasar de tener un trabajo mal pagado a un puesto bien remunerado. Esta situación podrá cambiar con el tiempo, cuando el nativo digital ocupe una proporción mayor de la economía, aunque, como hemos dicho, es poco probable que ese cambio se produzca a corto plazo.
Factores idiosincrásicos
La afiliación a los sindicatos ha caído en toda la zona euro, al pasar del 30% al 15%, lo que siguió erosionando el poder de negociación laboral. Por otro lado, la reciente ola de inmigración en Alemania y Reino Unido que se produce desde los años 2000 ha aumentado la oferta de mano de obra, mientras que los efectos demográficos de trabajar más tiempo y jubilarse más tarde también han repercutido en los salarios. Hemos vivido también tres décadas de irrupciones positivas en la mano de obra (el “baby boom” de los años sesenta, el florecimiento de la Unión Soviética en los setenta y el aumento de los trabajadores chinos en los ochenta) que se incorporaron al mercado laboral.
Toda esta información sugiere que el mercado laboral revela una evidente mejoría en la absorción del crecimiento del empleo que, en periodos pretéritos, lo que crea menor fricción y una menor presión alcista sobre los salarios.
¿Se va a dar un giro de 180 grados en algunos de estos factores?
Si la globalización, la automatización, el subempleo, la sindicalización y demás factores han creado una dinámica con el estancamiento de los salarios pese al mayor número de personas trabajando en todo el mundo, habrá que saber cuánto tiempo pueden durar estos factores. Desde nuestro punto de vista, resulta probable que estas tendencias reseñadas persistan en el tiempo y, a medio plazo, la curva de Phillips siga sujeta a estas fuerzas descomunales.
Desde el referéndum en el Reino Unido sobre la permanencia en la Unión Europa hasta la elección de Donald Trump y el plebiscito italiano, la globalización se ha convertido en una especie de vaso comunicante a escala internacional. Se tiene la impresión de que el progreso a cualquier precio ha reforzado a los ricos innovadores que han introducido nuevas tecnologías y creado nuevos sectores industriales a costa de la «gente corriente», cuyos salarios se han visto estancados. El «Brexit» y Donald Trump nos han demostrado que el público no descarta rechazar la globalización, en millones de personas, y si se detuviera la globalización, las fuerzas de desinflación que apuntalaron el mercado alcista de renta fija durante 35 años se podrían debilitar, lo que amenazaría las valoraciones de todos los activos financieros.
Sin embargo, la presión ejercida para desactivar la globalización parece haberse atenuado, con un menor riesgo geopolítico actual en contraste con lo vivido hace 12-18 meses, y el empleo se revela aún relativamente barato frente al capital y la automatización. Sin embargo, perdura la amenaza del proteccionismo comercial, e incluso estamos ante un impulso renovado de Trump, quien intenta implantar una serie de aranceles (si se pasa por alto, estos podrían encarecer la mano de obra de los países emergentes frente a la mano de obra de las empresas de los mercados desarrollados, lo que aumentaría el poder de negociación de la mano de obra de los desarrollados). No obstante, de tener un impacto, es probable que se produjera en el medio plazo.
Dicho esto, un argumento convincente sostiene que es posible que estemos todavía en el desfase normal que cabría esperar entre el crecimiento económico y el crecimiento de los salarios. El gráfico 3 indica que la brecha presente entre el desempleo y los salarios en Estados Unidos no es extraordinaria en términos históricos.
Gráfico 3: El desempleo y el crecimiento de los salarios
También esperamos que algunos factores transitorios dejen de incidir en la inflación, como es la caída en picado del peso de la telefonía en el IPC observada el año pasado en Estados Unidos, el drástico abaratamiento de los coches usados en este país, y la rebaja de los alquileres. Por otro lado, con la recuperación del mercado de la vivienda estadounidense, podríamos observar una menor limitación de la oferta de hipotecas, lo que puede facilitar la movilidad laboral a medio plazo y así mejorar el poder de negociación laboral. Mientras tanto, la inmigración podría haber registrado máximos en el Reino Unido y Europa, lo que suprimiría las turbulencias exógenas de la oferta en el mercado laboral.
En torno a la inflación, hemos detectado también un par de señales de alarma, como es el ligero repunte de la inflación salarial en enero en Estados Unidos, lo que ha incrementado las previsiones en cuanto a una subida más agresiva de los tipos de interés. Este hecho trajo consigo los recientes repuntes a corto plazo de la volatilidad que se comprobaron en febrero en los mercados mundiales. Es obvio que existe una mayor tensión tras un mercado alcista de nueve años donde son pocos los actores que parecen haberlo disfrutado.
Indicios
Aunque revisar al alza las expectativas de la inflación no está entre nuestros planes, mantenemos la alerta ante cualquier indicio que cuestione este planteamiento. En el caso de que la inflación vaya a romper un holgado intervalo, la mejor manera de detectarlo pueden ser los puntos muertos a 10 y 5 años en Estados Unidos. Desde el año 2009, el punto muerto de la inflación a 10 años en el gigante norteamericano ha oscilado entre el 1,4% y el 2,5%, y ahora se encuentra en mitad de ese intervalo. En la etapa previa a la crisis rondaba en el 2,5%, por lo que, en un escenario en el que el punto muerto de la inflación sube hasta el 2,5%, el mercado podría bien decidir si va a permanecer dentro de esta banda de fluctuación o si la inflación se encamina a su ruptura. Estamos vigilando atentamente esta y otras señales.
Conclusión
La economía mundial se ha caracterizado por unas tasas bajas de crecimiento, inflación y tipos de interés, lo que la torna más propensa a la volatilidad y los vientos adversos. Los mercados se han visto impulsados en gran medida por la política monetaria, frente a la que han seguido un buen comportamiento los activos de riesgo. Ante este panorama y en un movimiento poco común, tras nueve años de expansión económica, el régimen político actual en EE. UU. ha decidido aliviar la carga fiscal y dar un impulso a la economía, una medida poco común, lo que puede desatar un movimiento inflacionario. Sin embargo, aún proliferan las fuerzas deflacionarias que hemos examinado, y que seguirán poniendo freno al crecimiento de los salarios. Por tanto, pese al modesto avance de la inflación, el aumento salarial entre el corto y el medio plazo deberá mantenerse en torno al 2%-3%, lo que contribuiría a mantener la inflación a raya y dentro de la banda prevista. Como profesionales de la gestión activa y si aún debemos tomar decisiones que aporten constantemente unos buenos réditos al cliente, deberemos buscar indicios de que esta dinámica cambie y, como resultado, se evapore el apoyo dado a los activos de riesgo.
Columna de Mark Burgess, director adjunto global de inversiones de Columbia Threadneedle