Renta fija global: dos caminos entre Washington y Fráncfort

  |   Por  |  0 Comentarios

Imagen creada con IA

Estados Unidos y Europa se enfrentan en la actualidad a caminos distintos en lo que se refiere a las perspectivas de la renta fija: mientras que en el primero un crecimiento económico sostenido por la inversión en inteligencia artificial (IA) y las presiones gubernamentales apuntan a una política monetaria potencialmente más expansiva, en Europa podríamos estar cerca del final del ciclo de recortes de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE).

En Estados Unidos, la IA centra el dinamismo

El dinamismo del PIB estadounidense se apoya fuertemente en la inversión relacionada con la IA, tanto por el incremento de los gastos de capital como por el efecto riqueza derivado de las elevadas valoraciones bursátiles. Sin embargo, este crecimiento es frágil: las valoraciones del sector tecnológico son altas y exigen resultados de beneficios muy ambiciosos. Si estas expectativas no se cumplen, podría producirse una corrección en los mercados, afectando la confianza, el consumo y la inversión.

A ello se suma que el mercado laboral estadounidense muestra una clara desaceleración en la creación de empleo, atribuida en parte al endurecimiento de la inmigración y a la menor participación laboral. Actualmente, el mercado se encuentra en un punto de equilibrio (“ni contrataciones ni despidos”), aunque se percibe el riesgo de un deterioro inminente. Los aranceles, la pérdida de poder adquisitivo y posibles despidos en el sector público podrían agravar la situación en el cuarto trimestre. A medio plazo (2026), esperamos un ligero impulso fiscal y una mejora gracias a la desregulación y la inversión extranjera directa.

Inflación por encima del objetivo de la Reserva Federal

La inflación estadounidense probablemente superará el objetivo del 2%, impulsada por los aranceles —que podrían añadir entre 80 y 100 puntos básicos al IPC— y por el aumento de la demanda energética de los centros de datos vinculados a la IA. Aunque el impacto inflacionario sería puntual, reducirá la renta real y los beneficios empresariales. La debilidad del mercado laboral evitará efectos inflacionistas de segunda ronda, pero el nuevo contexto proteccionista generará presiones estructurales sobre los precios. Por eso prevemos que la inflación subyacente tenga dificultades para volver al 2,3% (equivalente al 2% del índice PCE).

En cuanto a la política monetaria, la Fed está divida en dos grupos, uno más restrictivo y otro más expansivo, centrado en el desempleo y partidario de reducir tipos. Factores políticos, como el reemplazo de Jerome Powell y una mayor presión sobre la institución, podrían llevar a una política más tolerante con una inflación superior al objetivo. Se proyectan dos recortes de tipos en 2025 y tres en 2026, situando los tipos oficiales por debajo del 3%.

La curva de tipos se inclina

Se espera un mayor incremento en la pendiente de la curva de tipos entre los plazos de 5 y 30 años, impulsado por la expectativa de recortes de tipos y el debilitamiento del mercado laboral. Sin embargo, los rendimientos a largo plazo difícilmente bajarán del 4%. Los riesgos principales son un giro de la Fed hacia el control de la inflación o un cambio en la estrategia de emisiones del Tesoro.

En conjunto, el escenario combina una desaceleración del empleo, presiones inflacionarias persistentes y una política monetaria más laxa, lo que configurará un entorno de inversión complejo para la renta fija estadounidense en los próximos años.

En Europa se moderan los riesgos para el crecimiento

La economía de la eurozona muestra signos de recuperación moderada, con un crecimiento del 0,6% intertrimestral en el primer trimestre y del 0,1% en el segundo, lo que supone un aumento anual del 1,5%. Los riesgos para el crecimiento parecen haberse equilibrado, lo que indica que el BCE podría estar cerca del final de su ciclo de recortes de tipos de interés, aunque no se descartan nuevas reducciones si aumentan las presiones desinflacionistas.

Parte de esta fortaleza económica proviene del adelanto de exportaciones previo a los nuevos aranceles estadounidenses y de la volatilidad del PIB irlandés. No obstante, las encuestas recientes muestran una recuperación en la confianza de los inversores, reflejando la resiliencia del crecimiento a pesar de la incertidumbre comercial. En el ámbito fiscal, Europa está adoptando políticas expansivas —como el plan de rearme, el fondo alemán de infraestructuras y el aumento del gasto en defensa—, que podrían impulsar la actividad económica en los próximos años.

En Alemania, la economía sigue por debajo de su potencial debido a problemas estructurales, pero los nuevos programas fiscales podrían estimular la demanda y la inversión, mejorando su capacidad de crecimiento. La inflación de la eurozona se ha estabilizado en torno al 2%, dentro del objetivo del BCE, y se espera que se mantenga en niveles similares hasta 2026, apoyada por la fortaleza del euro y la moderación salarial.

El BCE ha mantenido el tipo de depósito en el 2%, con Christine Lagarde reafirmando que la institución se encuentra en buena posición. Pese al impacto de los aranceles, el BCE considera equilibrados los riesgos para el crecimiento, lo que refuerza la idea de que los recortes de tipos han terminado, salvo un posible ajuste “preventivo” si la inflación cae más de lo previsto. En este entorno, los rendimientos de los bonos alemanes a 10 años se mantendrán en un rango estrecho, favoreciendo estrategias tácticas de duración.

Curva de tipos y deuda periférica

Se espera un aumento de la pendiente de la curva de tipos, impulsado por la emisión de deuda en Alemania y los desafíos fiscales en Francia. Además, el cambio del sistema de pensiones en los Países Bajos podría presionar los tramos largos de la curva.

En cuanto a los diferenciales de deuda soberana, mantenemos una sobreponderación en Italia y España frente a Francia y Alemania. Italia mejora sus perspectivas fiscales con un superávit primario y la posibilidad de salir del procedimiento de déficit en 2026, mientras que Francia enfrenta riesgos políticos y fiscales, lo que limita su atractivo.

No pensamos que la orientación política vaya a registrar muchos cambios en el corto plazo, ya que el panorama político sigue muy fragmentado y los partidos tienen dificultades para articular una plataforma coherente que permita una coalición de gobierno estable.

En este contexto, es probable que el diferencial entre los bonos franceses y los alemanes se mantenga en torno a los niveles actuales, lo que limita el potencial alcista de la deuda francesa. Por el contrario, parecen estar aumentando los riesgos de adelanto electoral, y la consiguiente incertidumbre política podría ampliar aún más el diferencial de rendimiento entre Francia y Alemania.

En general, pensamos que el carácter asimétrico de los riesgos justifica la infraponderación en Francia. Al mismo tiempo, es probable que los diferenciales de la deuda “periférica” encuentren respaldo en el aumento de la emisión de deuda en Alemania para financiar los planes de gasto del gobierno.

Tribuna de Olivier De Larouziere, director global de renta fija en BNP Paribas Asset Management

De política monetaria a resultados corporativos: qué protagoniza el mercado de acciones

  |   Por  |  0 Comentarios

Canva

Los mercados financieros internacionales atraviesan una fase de elevada volatilidad y contrastes, marcada por la interacción entre expectativas de política monetaria, resultados corporativos, tensiones geopolíticas y datos macroeconómicos que reflejan tanto resiliencia como vulnerabilidades. ¿Cómo están moviendo estos factores el mercado?

Desde Union Bancaire Privée (UBP) consideran que el recorte de 25 puntos básicos en los tipos de interés por parte de la Fed, junto con el tono cauteloso de Powell respecto a futuros recortes, provocó reacciones mixtas en los mercados. A pesar de ello, destacan que los sólidos resultados empresariales —especialmente en el sector tecnológico— apoyaron a la renta variable, mientras que los rendimientos de los bonos aumentaron. 

“El dólar estadounidense se fortaleció ante la debilidad del yen japonés, y el oro se consolidó en torno a los 4.000 dólares. Con la zona euro mostrando un crecimiento moderado y la confianza del consumidor estadounidense en descenso, los inversores centran ahora su atención en otra intensa semana de resultados empresariales y publicaciones de datos clave en busca de nuevas señales de dirección”, apunta en su informe semanal. 

Para Felipe Mendoza, Analista de mercados ATFX LATAM, la dinámica actual muestra cómo los inversores enfrentan un entorno en el que los avances tecnológicos, las decisiones de los bancos centrales y los movimientos en materias primas y divisas se entrelazan con la incertidumbre política y comercial. 

Según destaca, esta semana,en EE.UU., los activos de riesgo sufrieron una corrección significativa tras las advertencias de los principales ejecutivos de Wall Street. “Líderes de firmas como Capital Group, Goldman Sachs y Morgan Stanley señalaron que, tras uno de los mejores semestres del S&P 500 desde la década de 1950, los mercados mostraban señales de sobrecalentamiento y vulnerabilidad. El índice perdió 1,2%, mientras que el subíndice de megacapitalizaciones tecnológicas retrocedió 2,3%. En paralelo, el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años descendió tres puntos básicos hasta 4,09%, mientras que el dólar alcanzó su nivel más alto desde mayo y el bitcoin retrocedió cerca de 6%, aunque posteriormente recuperó terreno y se situó en 100.576,28 dólares, con un alza de 0,27%”.

Mercado de acciones 

Cabe destacar que los mercados iniciaron noviembre con una nota optimista tras cerrar octubre con fuerza. De hecho, el S&P 500 ha subido durante seis meses consecutivos, y el MSCI All Country World acumula siete meses al alza, lo que representa la racha más larga en positivo de ambos índices desde 2021.

A pesar del sólido comportamiento de la renta variable este año, desde UBS Global Wealth Management consideran que este mercado alcista aún tiene recorrido y que los inversores deberían posicionarse para aprovechar el rally. “Los sólidos resultados empresariales y las buenas perspectivas deberían impulsar nuevas subidas. Las valoraciones actuales no son un buen indicador del comportamiento de los mercados en los próximos doce meses, Y el miedo a las pérdidas puede conducir a una rentabilidad inferior”, señalan. 

Según Mark Haefele, CIO de UBS Global Wealth Management, los inversores no deberían temer la fuerte evolución de los mercados y deberían seguir posicionándose para beneficiarse de nuevas ganancias en los próximos meses. “La participación en tendencias transformadoras suele ser esencial para la preservación y el crecimiento del patrimonio a largo plazo, por lo que seguimos favoreciendo nuestras temáticas de IA, energía y recursos, y longevidad”, afirma. 

En esta misma línea, desde BlackRock defienden que las megafuerzas se están revelando su auténtica importancia. “La tregua comercial entre EE.UU. y China y los beneficios de las grandes tecnológicas de la semana pasada ponen de manifiesto por qué las megafuerzas, o grandes cambios estructurales, son clave para los rendimientos a corto plazo, no solo para los de largo plazo. El acuerdo comercial pone de relieve cómo los principios económicos inmutables ponen coto a la polarización política incluso en el actual contexto de fragmentación geopolítica. Los resultados trimestrales de las grandes empresas tecnológicas muestran que el desarrollo de la IA sigue siendo uno de los motores clave de la renta variable”, apunta en su comentario semanal.

Piloto rojo

En opinión de Javier Molina, analista senior de mercados para eToro, la narrativa del mercado estadounidense vuelve a girar sobre tres fuerzas: “De un lado la euforia en torno a la inteligencia artificial, de otro, la creciente fractura dentro de la Reserva Federal y por último, la pérdida de fiabilidad de los datos económicos oficiales”. 

Ahora bien, advierte de que en este entorno, aparece el espejo de la prudencia. “Berkshire Hathaway acaba el trimestre con 382.000 millones de dólares en caja, marcando un nuevo máximo histórico, y lleva 12 trimestres consecutivos vendiendo acciones netas. Más que miedo, es un diagnóstico que indica que  las valoraciones son demasiado exigentes y apenas quedan activos que ‘muevan la aguja’. Buffett entiende que, cuando el precio lo descuenta todo, el riesgo deja de pagarse”, explica poniendo como referencia al Oráculo de Omaha.  

Sin embargo, Molina lanza una advertencia clara: “El mercado sigue sosteniéndose sobre la narrativa tecnológica y la expectativa de recortes de tipos, pero las grietas aumentan con una Fed fragmentada, datos cada vez menos fiables y la acumulación de liquidez por parte de los gestores más pacientes. Los inversores no deberían buscar aún un techo, pero sí reconocer que, cuando hasta los ‘números duros’ dejan de ser claros, el ciclo empieza a hablar en susurros”.

Flexibilidad en renta fija, oportunidad estructural en defensa y cautela con la IA: ideas para los asesores

  |   Por  |  0 Comentarios

Foto cedida

2026 podría ser un año de transición hacia un nuevo ciclo, marcado por oportunidades en distintos tramos, geografías y segmentos de la renta fija y oportunidades en algunas áreas de renta variable -defensa, y cautela con IA-, con el oro como activo refugio y la gestión activa como bandera. Fueron algunas de las ideas presentadas en el III Foro de Agentes Financieros de Caser Asesores Financieros, celebrado recientemente en Madrid.

Para analizar las tendencias y los activos de inversión, el Foro reunió a ejecutivos de Amundi, Dunas Capital, Olea Gestión, Nartex Capital, Axa Investment Managers, Fidelity, M&G y Nordea en dos mesas moderadas por Javier Puerto, director de Inversiones de Caser Asesores Financieros. Durante el debate, se dieron claves para posicionar las carteras en un contexto de incertidumbre macroeconómica y geopolítica, evaluando el entorno de los tipos de interés, las oportunidades en renta fija y renta variable, el papel de la inversión en defensa y tecnología, el auge de la inteligencia artificial, el valor de la gestión activa, los dividendos y el rol del oro.

Los bancos centrales y el futuro de los tipos, ante una posible divergencia monetaria en Europa y EE.UU. centró parte del debate. Para Hernán Cortés, gestor en Olea Gestión, la apuesta reciente de la Fed “ha sido muy agresiva, porque la inflación sigue en el 3%”, aunque considera que “lo importante es que los tipos tienden a la baja y la inflación también, pues de lo contrario ese escenario no se sostendrá”. Aun así, alertó sobre las expectativas inflacionarias: “La encuesta de Michigan muestra que los consumidores esperan una inflación del 4% a uno y tres años; algo perciben que el mercado aún no refleja”, advirtió. En Europa, el consenso es que el Banco Central Europeo no baje tipos, aunque algunos expertos se muestran en desacuerdo.  “Si Lagarde propone una bajada de tipos, nadie se opondrá”, afirmó Víctor de la Morena, CIO de Amundi Iberia, quien augura un entorno “muy interesante para la renta fija” con “distintas estrategias en diferentes tramos y geografías”. «La presión más que en los plazos cortos está más allá, en los tramos más largos de la curva», dijo . Según Cortés, el BCE podría llevar los tipos “a niveles del 1,5% en 2026”, especialmente si el crecimiento sigue por debajo del potencial y la inflación se mantiene en el objetivo del 2%.

Ante el análisis de los riesgos geopolíticos, los expertos hablaron de complacencia o riesgo anestesiado. “Con los eventos geopolíticos los inversores tienen poca memoria. Gracias a la liquidez que inyectan los bancos centrales, parece que ya nada afecta”, advirtió Alfonso Benito, gestor en Dunas Capital, ante el peligro de esa complacencia: “Nos estamos anestesiando de una forma incluso peligrosa”. En la misma línea, Cortés fue tajante: “Todo el que ha vendido por un evento geopolítico en los últimos 15 años se ha equivocado. Es mejor esperar a que llegue la verdadera crisis antes de reaccionar”.

Pero, en este entorno, hay algunos segmentos que están en auge, como el de la defensa, impulsado desde la guerra de Ucrania  y que se considera ya una tendencia estructural. Para Tomás Maraver, “Europa lleva 15 años ignorando que debía invertir un 2% del PIB en defensa, y ahora ese paradigma ha cambiado”. El CIO de Nartex prevé que “las ventas en el sector se dupliquen en cinco años”, con especial potencial en gigantes como Airbus o Safran. Aunque reconoce que “las valoraciones se han disparado”, considera que el crecimiento sigue siendo real: “El dinero fácil ya se ha ganado, pero el cambio estructural es auténtico; ahora el valor vendrá del stock picking”. Benito coincidió: “Europa tiene que tener su propia defensa. El gasto pasará del 1,5% al 3,5% del PIB, y eso marcará las próximas décadas”. Sin embargo, advirtió de los límites: “Dependerá mucho de la salud fiscal de los gobiernos y de su margen presupuestario”.

Otra de las temáticas clave en este entorno es la inteligencia artificial: De la Morena la calificó como “un reto interesantísimo, con potencial para revolucionar la economía, pero con una concentración excesiva en pocos proveedores y valoraciones muy exigentes”. Muy crítico se mostró también Maraver, quien recurrió a “la fábula del emperador desnudo”: “Nadie se atreve a decirlo, pero estamos premiando un riesgo desmedido. La IA se ha comoditizado; no hay barreras de entrada y los modelos se renuevan cada tres semanas. Es un mercado frágil y extremadamente correlacionado”. La situación recuerda más a una doble burbuja —de valoración y de beneficios— que a un ciclo sostenible.

En este contexto, otro activo que se ha revalorizado con fuerza es el oro, por el que apuestan algunos y rechazan otros: “Invertimos solo en lo que entendemos, y el oro no lo entendemos: su valor depende de que otro te lo compre después, igual que el bitcoin”, dijo Benito. En contraste, Cortés defendió su papel como refugio: “Lleva 4.000 años funcionando como reserva de valor. En un entorno de expansión monetaria, es un activo cuya oferta no puede inflarse», destacó, añadiendo el aumento de su demanda en joyería y las compras de los bancos centrales. Por eso están largos desde 2010. Sobre la inversión sostenible, Maraver defendió que “el concepto es correcto, aunque ha habido mucho postureo”, mientras De la Morena subrayó que el reto será “hacer que los criterios ESG no supongan una pérdida de rentabilidad”.

El panel coincidió en que la gestión activa podría recuperar protagonismo pese al fuerte avance de la gestión pasiva. “Durante una década, el mercado ha premiado el momentum y las grandes compañías; ahora esa tendencia se agotará”, explicó Maraver, quien destacó que “el valor añadido del gestor activo está en la gestión del riesgo, no solo en la rentabilidad”, para general alfa. De la Morena matizó que “la gestión pasiva es imbatible en entornos de momentum, pero no siempre será así, puesto que no siempre el mercado está factorizado por ese factor, y ahí el gestor activo podrá batir al mercado. Con todo, ambos estilos son complementarios”. Y defendió el uso de ETFs como “instrumentos tácticos dentro de una estrategia activa”.

Las oportunidades

En este entorno, los expertos ven oportunidades. En renta fija, Benito ve “valor en nichos y estrategias no tradicionales”, insistiendo en que “a veces es mejor preservar capital que buscar un punto más de rentabilidad”. Para Cortés, “los spreads de crédito están en mínimos», por lo que ve una relación riesgo-recompensa más equilibrada en la deuda pública gubernamental: «Vemos rentabilidades 100 puntos básicos por encima de donde vemos los tipos a corto plazo en el próximo año». Por su parte, Carolina González (Nordea) destacó las cédulas hipotecarias europeas como “un activo muy seguro y con potencial en carteras conservadoras, donde la búsqueda de rentabilidad sigue siendo prioritaria”.

Antonio González (AXA IM) subrayó que “la renta fija europea sigue ofreciendo oportunidades, pero es el momento de ser selectivos, flexibles y activos”. Destacó que “batir a la renta variable es muy complicado en este entorno, por eso estamos viendo fuertes entradas en renta fija, especialmente en Europa”. El experto subrayó que “la duración se ha convertido en una clase de activo en sí misma” y que “la gestión debe ser muy flexible”, apostando por bonos ligados a la inflación (linkers) y una selección activa del crédito.

En renta variable, Silvia Merino (Sales Manager de Fidelity) reafirmó su apuesta por “fondos de dividendos y la temática estructural de la longevidad”. Así, defendió la renta variable de dividendos como pilar estructural de sus carteras: “Existen argumentos sólidos para mantener esta estrategia incluso en un entorno de desaceleración global. La diversificación y la selectividad serán claves”. También advirtió del riesgo del FOMO (fear of missing out): “Hay demasiado interés por perseguir a las siete magníficas”. Mientras, Alejandro Domec (M&G) animó a “mirar a Europa, donde las valoraciones son más atractivas y los sectores como materiales o bancos pueden beneficiarse del impulso fiscal”. Su casa apuesta por “sectores como materiales y bancos”, con estrategias de valor como European Strategic Value.

Un modelo diferencial

La jornada fue inaugurada por Asier Uribeechebarría, director de Caser Asesores Financieros, quien destacó la consolidación del Foro de Agentes Financieros como un lugar de referencia para el análisis de los mercados, la macroeconomía y las tendencias de inversión enfocadas a las necesidades del cliente. “Nuestro modelo de agentes financieros es diferencial y exitoso. Formamos parte de un gran grupo asegurador que nos aporta algo que no es habitual en las entidades financieras, como es la visión a largo plazo, por la que acompañamos a los clientes en el tiempo”, señaló.

Posteriormente, Gaétan Péroux, director de Estrategia y Soluciones de Inversión y Gestión de Activos de Helvetia, realizó un análisis exhaustivo del impacto que el entorno macroeconómico y geopolítico tendrá en los distintos tipos de activos en los próximos meses. La evolución de la economía, que estaría creciendo este año por debajo de su potencial a largo plazo, a una tasa prevista del 2,5%, se suma a un escenario en el que la inflación estará presente, especialmente en Estados Unidos. Las diferencias en materia de política monetaria entre la Reserva Federal y el BCE serán claves.

Para profundizar en el papel de la geopolítica, Miguel Ángel Ballesteros, general de brigada y experto en la materia, analizó el reposicionamiento de Estados Unidos, la ambición de liderazgo económico y tecnológico de China y la agenda de Rusia y su impacto en la estabilidad internacional. En este contexto, subrayó la necesidad de que la UE refuerce su autonomía estratégica y su capacidad de actuación coordinada para mitigar la volatilidad y garantizar su competitividad y estabilidad a largo plazo.

Para cerrar la jornada, Juan José Cotorruelo, director de Caser Saving & Investment Solutions, puso en valor el compromiso de Caser con la formación continua y la excelencia profesional de su red de agentes. “Este foro nos permite hacer una retrospectiva sobre todos los temas clave: capacitación y conocimiento in-house que podemos aplicar para dar el mejor servicio. Hay pocas empresas de asesoramiento que sepan de seguros y pocas empresas de seguros que sepan de asesoramiento, y aquí estamos encontrando un equilibrio, creciendo año tras año”, afirmó. Con esta tercera edición, Caser Asesores Financieros consolida su Foro de Agentes como una cita de referencia en el calendario financiero nacional, fomentando el diálogo entre profesionales, gestoras y expertos para anticipar los retos del futuro del asesoramiento financiero en España.

Flossbach von Storch presenta su visión de renta fija en Barcelona

  |   Por  |  0 Comentarios

Foto cedidaFrank Lipowski, Head of Fixed Income, y Javier Ruiz, Country Head de la gestora para España.

El entorno de mercado actual, definido por valoraciones elevadas en buena parte de los activos de riesgo, está impulsando a los inversores a adoptar una posición más prudente en sus carteras. En este contexto, la renta fija ha recuperado un papel central como elemento de estabilidad. Tras la normalización de tipos de interés en 2022, los bonos vuelven a ofrecer una combinación atractiva de carry, pendiente en las curvas y capacidad de protección frente a episodios de volatilidad.

Aprovechar este escenario requiere, no obstante, una gestión activa que tenga en cuenta tanto los factores macroeconómicos como las particularidades del mercado de crédito. Este es el enfoque que define la estrategia del fondo Flossbach von Storch – Bond Opportunities, caracterizada desde su lanzamiento por una disciplina de inversión sólida y consistente.

Con el propósito de analizar el momento actual del mercado y profundizar en las oportunidades que presenta la renta fija, Flossbach von Storch organizará una sesión informativa en Barcelona, que contará con la participación de Frank Lipowski, Head of Fixed Income de la firma y gestor principal de la estrategia. El encuentro incluirá una conferencia y, posteriormente, un cóctel para los asistentes.

Detalles del encuentro
Fecha: martes, 25 de noviembre de 2025
Hora: 13:00 CET
Lugar: Gallery Hotel — c/ Rosselló 249-289, 08008 Barcelona

Para confirmar asistencia, puede escribir a elena.taroncher@fvsag.com

Lightyear impulsa la inversión a largo plazo en España con el lanzamiento de Planes

  |   Por  |  0 Comentarios

Foto cedida

La plataforma europea de inversión Lightyear ha presentado Planes, un nuevo servicio diseñado para facilitar la constancia en la inversión a largo plazo en España. Se trata de una herramienta que permite a los usuarios personalizar y automatizar su estrategia financiera mediante la combinación de acciones y fondos orientados a objetivos específicos.

Con Planes, los inversores pueden asignar diferentes instrumentos a una meta determinada, ajustar las ponderaciones de cada componente y establecer aportaciones periódicas, fomentando así un hábito de inversión sostenido en el tiempo. Según la compañía, la inversión pasiva continúa ganando terreno como estrategia para alcanzar objetivos financieros a medio y largo plazo.

Hemos detectado la necesidad de un producto como este en diferentes perfiles de clientes: desde quienes buscan una forma sencilla de aumentar su patrimonio hasta aquellos que requieren gestionar y diversificar de manera automatizada desde una única herramienta. Con Planes es posible crear un hábito de inversión incluso para los perfiles más inexpertos”, afirma Álvaro Quesada, director de crecimiento de Lightyear para el mercado español.

Los datos recopilados por la fintech respaldan esta tendencia. Una encuesta europea realizada por Lightyear a más de 2.000 usuarios muestra que el 76% identifica la creación de patrimonio como su objetivo financiero principal, seguida de la generación de ingresos pasivos (68%). No obstante, según un estudio elaborado por Better Finance & EFPA Europe, aunque el 87% de los españoles considera importante su bienestar financiero, solo el 15% persigue activamente sus metas a largo plazo, situando a España y Francia entre los países con menor constancia inversora.

Asimismo, los españoles reconocen contar con menos conocimientos sobre inversión, pensiones y mercados de capitales, aunque figuran entre los más motivados para mejorar su educación financiera. En este contexto, herramientas accesibles como Planes pueden contribuir a reforzar la disciplina y continuidad en la inversión.

“Los datos demuestran que muchos ahorradores desean transformar sus recursos en estrategias estructuradas de creación de riqueza, pero a menudo carecen del conocimiento necesario. Con Planes, Lightyear ofrece una solución sencilla y eficaz para invertir de forma constante y avanzar hacia sus objetivos financieros”, concluye Quesada.

Renta variable europea en 2026: no es suficiente con la beta, es el año de generar alfa

  |   Por  |  0 Comentarios

Pixabay CC0 Public Domain

Con una subida del EuroStoxx 50 del 16% en lo que llevamos de ejercicio 2025, vamos camino de encadenar el tercer año consecutivo de ganancias bursátiles. Un período de tiempo en el que en la macro europea ha habido un singular cambio de papeles. Han brillado los PIGS (Portugal, Italy, Greece y Spain), mientras que la economía alemana no ha levantado cabeza tras descubrir que sin un gas ruso barato su industria no es tan competitiva, y Francia empieza a asimilar que lleva 45 años viviendo por encima de sus posibilidades (la dura transición de la opulencia a apretarse el cinturón). Holanda evoluciona bien en lo económico, y esperamos que las recientes elecciones permitan superar la fragmentación política con la creación de un gobierno estable de centro-derecha.

Entramos en esa fase del año en que los estrategas empiezan a hablar de perspectivas económicas para el año siguiente, con la regla de oro de que los beneficios empresariales crecerán un 10%. Estando el EuroStoxx 50 a un PER de 17,0 veces, está en su precio justo, por tanto, lo que ocurra a partir de ahora vendrá de la mano de lo que hagan los beneficios empresariales. 2026 va a ser un año donde el acierto en la selección de valores y de sectores va a ser crucial. Un ejercicio muy táctico donde no va a importar la beta, sino la habilidad del inversor en general alfa. Va a ser un año en el que se verá quién se gana de verdad la comisión de gestión que devenga. Con el S&P 500 cotizando a un PER de 23 veces y con la tecnología como sector estrella, que supone un 45% del índice, existe un riesgo evidente de falta efectiva de diversificación. 

Curiosamente si en Europa excluimos el sector financiero y en Estados Unidos la tecnología, los PERes respectivos de 18,5 y 19,5 veces no son tan distintos. Conviene no olvidar que cuando hablamos de grandes empresas, en Europa y en Estados Unidos son verdaderas multinacionales, con lo que hay que mirar el crecimiento económico global, destacando también lo que ocurre en Asia, especialmente en China.

En un entorno de cierto estancamiento económico y de bajada de tipos de interés (ya hecha en buena medida en la Eurozona, y en fase de implementación en Estados Unidos), hay tres factores que conviene vigilar por su impacto económico:

  • Un acuerdo arancelario estable entre Estados Unidos y China llevará a una mejora de la confianza empresarial y de la inversión. Si en China el Estado es más activo para dejar atrás la crisis del sector inmobiliario, el consumidor chino pondrá a funcionar el ahorro acumulado en los últimos cinco años.
  • Si hay una tregua sostenible en Ucrania, se pueden relajar materia primas agrícolas y energéticas con su efecto positivo en el consumo y en los costes empresariales.
  • La expansión fiscal en Alemania ayudará a la mejora de su economía a partir de la segunda mitad del 2026. En Francia el período de reducción del déficit fiscal se ampliará a cinco años, en lugar de tres, para que los ajustes sean más progresivos y socialmente asumibles.

Hay cuatro sectores en la bolsa europea que están algo por debajo de sus múltiplos medios de los últimos 15 años, que son el petrolero (dudas sobre su nivel de consumo futuro), autos (el impacto de la competencia de los fabricantes chinos), farmacia (en qué quedan las reformas de precios de Trump) y bebidas (debate sobre si la caída en consumo de alcohol se debe a la debilidad del ciclo económico o hay factores estructurales). Los demás sectores están en torno a su media histórica de múltiplos, salvo el tecnológico algo hinchado por la temática de la inteligencia artificial (visible especialmente en Estados Unidos).

Invertir en Bolsa con cierto nivel de éxito se basa en principios sencillos que no son fáciles de aplicar. Es una mezcla de economía y psicología, donde además de conocimientos hay que tener el carácter adecuado (prudencia, paciencia y humildad). Cuanto más sencillo mejor, no hacen falta grandes algoritmos de inteligencia artificial, con saber de contabilidad y lo básico de aritmética (sumar, restar, multiplicar y dividir) es suficiente. Lo demás es experiencia y sentido común. Como dijo Warren Buffett: es como si después de estudiar seis años de teología, el profesor dice a sus alumnos que todo se resume en saberse bien y aplicar los 10 mandamientos.

2026 promete ser un año intenso y volátil dónde volveremos a recordar lo importante que es la liquidez (la capacidad de transformar un activo en dinero sin afectar al precio) en los mercados financieros. Cuando todo parece muy fácil (criptomonedas, activos alternativos, oro y plata, estructuras apalancadas, etc..) el inductor inteligente del embrollo ya ha abandonado el juego antes de que empiecen los problemas, porque en esa partida de póker si a los 30 minutos no sabes quién es el tonto, no lo dudes, eres tú.

 

Artículo escrito por Juan Carlos Acitores Peñafiel, presidente de Acifiel Partners EAF SL.

Menor crecimiento a largo plazo, inflación y daños en los márgenes: el impacto arancelario que está por venir

  |   Por  |  0 Comentarios

Canva

Han pasado siete meses desde que, a principios del pasado mes de abril, Donald Trump anunciara la imposición de aranceles comerciales en todo el mundo, con el objetivo de proteger la industria estadounidense. Hasta ahora, el impacto en el crecimiento y la inflación ha sido limitado, pero ya se empiezan a ver distorsiones comerciales. Con respecto a los mercados, ya hubo reacciones, con fuertes caídas bursátiles, en abril, mientras ahora las aguas están más calmadas. Sin embargo, ¿es a partir de ahora cuando se empezarán a ver los impactos en la macro y la microeconomía? ¿Está todo descontado en los mercados o éstos pecan de complacencia? Los expertos visualizan futuros daños en los márgenes empresariales, un impacto en la inflación y en el crecimiento a largo plazo y una continuidad de la debilidad del dólar en los mercados que, según algunos, siguen complacientes.

Para Emilio Ortiz, director de Inversiones de Mutuactivos, «lo esperable es que haya menos crecimiento y algo más de inflación, principalmente en el corto plazo. Obviamente, los aranceles tienen como objetivo desincentivar los flujos comerciales, forzando una repatriación de la producción (lo que se ha llamado “onshoring”), aunque es poco probable que algunas industrias puedan llegar a ser competitivas en países con alta renta per cápita. Estados Unidos nunca va a ser más competitivo que Vietnam haciendo zapatillas deportivas, porque es una industria muy intensiva en mano de obra. Lo normal es que EE.UU. se enfoque en industrias de alto valor añadido y deje la producción de zapatillas en manos de países con mano de obra más barata», explica. En su opinión, aunque no están viendo mucho impacto en las empresas, «lo normal es que, a medio plazo, veamos un deterioro de los márgenes».

Desde Ibercaja Gestión reconocen que, hasta ahora, el impacto en el crecimiento ha sido moderado: «Las tasas efectivas de los aranceles, tras los acuerdos, han resultado inferiores a lo previamente establecido. Por otro lado, la actividad ha mostrado una resiliencia inesperada y los precios no se han visto tan afectados», explican. No obstante, consideran que se comienza a observar el efecto de los aranceles en los precios. «Tanto la inflación subyacente como la general no han registrado fuertes repuntes. Pese a esto, el análisis por componentes empieza a reflejar que los bienes más expuestos a los aranceles, es decir, los que cuentan con una mayor intensidad importadora, sí que están sufriendo incrementos en los precios», afirman desde la gestora.

Para Franco Macchiavelli, analista de mercados, «los aranceles tienen un efecto potencialmente inflacionario, pero solo hasta cierto punto. Si los incrementos se logran trasladar al precio final de forma total, pueden incluso destruir demanda o generar impacto deflacionario posterior. Sin embargo, si nos fijamos bien, ninguno de estos escenarios se ha materializado. Lo que ha ocurrido es que la política arancelaria ha comprimido márgenes empresariales, es decir, las compañías han absorbido la mayor parte del sobrecoste. En este contexto, el dinero ha buscado refugio en grandes corporaciones no solo con poder de fijación de precios, sino con poder de absorción de aranceles vía contracción de márgenes y balances suficientemente sólidos para resistir el impacto, lo que explica una parte del sesgo alcista en los principales índices (además de inversión en liderazgo sectorial y recompras de acciones)».

También en Ibercaja Gestión apuntan distorsiones en los flujos comerciales, que ya están ocurriendo: «Más allá de los precios y el crecimiento, los aranceles afectan al comercio mundial. Los datos del segundo trimestre muestran una desaceleración, sobre todo provocado por la caída de las importaciones en EE.UU.» En la gestora auguran un nuevo orden mundial con menor crecimiento: «Esta situación tiene, sin duda, un efecto negativo en el crecimiento a largo plazo. Sin embargo, existen otras variables -como el desarrollo de la IA- que están impactando positivamente en el crecimiento y que se espera que lo sigan haciendo en los próximos años. Pese a esto, probablemente, el incremento del PIB que veamos estará por debajo de la tasa de crecimiento que podría alcanzarse con una economía más integrada».

Aunque, de momento, las consecuencias no han sido notables. «Donald Trump proclamó el 2 de abril como el Día de la Liberación que establecía una nueva política comercial a base de nuevos aranceles y topes económicos. Las economías se prepararon para el impacto. Los inversores se alarmaron y la palabra recesión saltó a la palestra. Sin embargo, el temor se disipó con rapidez. La economía se ha mantenido estable», hace balance Aurelio García del Barrio, director del Global MBA con especialización en Finanzas del IEB. «La inflación derivada de los aranceles no ha sido tan severa como se temía y las empresas estaban bien preparadas para evitar despidos masivos. Las compañías se han adaptado, diversificaron las cadenas de suministro trasladaron parte de sus operaciones a regiones cercanas (nearshoring), ajustaron precios y controlaron costes», dice el experto.

¿Complacencia en los mercados?

Pero, según Ibercaja Gestión, todo esto llevará más incertidumbre a empresas e inversores: «Los acuerdos arancelarios que ha ido alcanzando EE.UU. con el resto del mundo contribuyen a ello, aunque difícilmente nos llevarán a los niveles previos, ya que muchos de ellos cuentan con compromisos muy exigentes y áreas grises que abren la puerta a futuras tensiones y renegociaciones comerciales».

Sin embargo, estos acuerdos, aun con posibles renegociaciones, ya han permitido a Trump mostrar sus cartas y por eso desde Mutuactivos valoran la situación: «Desde abril, Trump ha dado marcha atrás en muchas de sus propuestas arancelarias. Pero el mercado ya le ha visto las cartas. Al mercado lo que menos le gusta es la incertidumbre», explica su CIO. Ortiz recuerda cómo la volatilidad (y las primas de riesgo, en general) están en zona de mínimos: «Realmente, lo único que le importa al mercado ahora mismo es todo lo relacionado con la IA (y las decisiones de tipos de la Fed)», añade.

El profesor del IEB recuerda que, de momento y tras el susto inicial, las bolsas resisten: «Por un momento, pareció que el ciclo alcista había llegado a su fin. Los principales índices se acercaron a una caída de 20%, el umbral técnico que define una fase bajista, antes de que el impulso cambiará de dirección. Desde entonces, el S&P 500 ha avanzado más de 35%».

Pero esas subidas no hablan de un mercado necesariamente fuerte. «Los mercados estadounidenses reflejan una economía de apariencia fuerte, pero estructuralmente más frágil», advierte Macchiavelli. «Tanto S&P 500 como Nasdaq, pese a las fuertes caídas superiores al 20% en tiempo récord, lograron recuperar todo el terreno perdido y siguieron marcando máximos históricos. Estos impulsos al alza han venido motivados principalmente por el liderazgo de la tecnología y el enfoque de narrativa IA, junto con algún empujón en sectores muy rezagados como utilities. No obstante, los sectores más cíclicos y manufactureros siguen muy rezagados. Esto nos habla de un patrón de dispersión y no de solidez necesariamente», afirma. «El rally bursátil que hemos vivido y estamos viviendo en la actualidad responde más a las expectativas de política monetaria y recompra de acciones que a un impulso real de la política comercial. Además, gran parte del crecimiento reciente del PIB estadounidense proviene del fuerte gasto e inversión en inteligencia artificial. Al excluir ese componente, el crecimiento subyacente es prácticamente nulo», critica.

Y advierte del significado de las subidas, que podrían deberse a pérdidas de credibilidad y falta de alternativas: «Paralelamente, el aumento previsto de los déficits fiscales explica el motivo por el cual activos reales como el oro han subido al mismo tiempo que la renta variable. Esto nos habla de que el mercado está valorando inflación futura y pérdida de credibilidad fiscal, y no de una expansión económica genuina y orgánica. Es debido a estos factores que el capital ha continuado siguiendo el rebufo de Wall Street, pero no por una convicción total y absoluta, sino por falta de alternativas globales. El mercado premia la inercia, pero no necesariamente el modelo. El Liberation Day no liberó nada, ni mucho menos al mercado, todo lo contrario: lo volvió más dependiente que nunca de la liquidez, el gasto público y la política monetaria».

TINA y FOMO marcan el paso

«El impacto inicial fue una corrección brusca, pero la posterior evolución de los mercados es la que revela una lección constante: la insensibilidad del mercado a las amenazas no materializadas y su creciente propensión a la complacencia», advierte en esta línea José Manuel Marín Cebrián, economista y fundador de Fortuna SFP. En su opinión, el mercado ha aprendido a descontar las amenazas de alta volatilidad pero baja materialización como un «perro ladrador poco mordedor».

Así, las caídas iniciales tras el anuncio del Liberation Day fueron significativas, pero la posterior reversión y el retorno a las tendencias alcistas confirman que «el impacto real en los fundamentales empresariales no fue lo suficientemente profundo ni duradero para justificar una corrección sostenida». «El primer anuncio generó pánico y una venta masiva (como se vio en la caída de índices y la reacción inicial en divisas como el dólar). Las amenazas posteriores, o incluso la falta de implementación efectiva y sostenida de las iniciales, generaron un efecto atenuado. El mercado asimiló rápidamente el patrón de «amenaza-caída-aplazamiento/moderación-subida”. En esencia, el mercado castigó la incertidumbre, pero fue incapaz de mantener el castigo ante la falta de un daño económico palpable, volviendo a enfocarse en los factores de crecimiento y liquidez», analiza.

Esta resiliencia, o insensibilidad, no es puramente racional, dice, sino que está poderosamente impulsada por la confluencia de dos fuerzas psicológicas y estructurales claves: FOMO (Fear Of Missing Out, un catalizador emocional, en el que cada corrección se percibe como una oportunidad de compra en lugar de una advertencia) y TINA (There Is No Alternative, el ancla de los mercados de renta variable). «A pesar de las valoraciones ajustadas en algunos segmentos (como las grandes tecnológicas), el entorno de tasas de interés aún relativamente bajas y la falta de retornos atractivos y seguros en la renta fija global (incluso post-subidas de tipos en EE.UU.) dejan a los inversores institucionales y minoristas con pocas alternativas reales para generar rendimientos. Esto obliga a seguir canalizando capital hacia el riesgo, incluso bajo la sombra de la incertidumbre geopolítica», explica el experto.

«Siete meses después, la lección es clara: el sentimiento (FOMO/TINA) ha superado al riesgo geopolítico percibido. Las amenazas son descontadas como ruido si no se traducen en una erosión real del crecimiento o en un cambio de tendencia de la política monetaria. El mercado está condicionado a la complacencia, y hasta que los fundamentales económicos o la política monetaria cambien radicalmente, es probable que siga viendo cualquier shock como una oportunidad de compra impulsada por TINA y FOMO», añade.

Debilidad del dólar

Uno de los efectos más claros de las políticas de Trump es la debilidad del dólar, vista a lo largo de estos siete meses, a pesar de que el tipo de cambio no logra equilibrar la balanza comercial en EE.UU., según Ibercaja Gestión. «Con el dólar depreciándose, los márgenes deberían deteriorarse doblemente si las empresas exportadoras no son capaces de incrementar los precios. Por ahora, los precios de las importaciones no han caído, es decir, las empresas exportadoras no están absorbiendo el efecto de los aranceles -más allá del perjuicio que genera la devaluación del dólar-«, añaden.

Para Ortiz, el dólar seguirá debilitándose en el medio plazo: «El gobierno americano insiste en que el dólar está demasiado alto y esto afecta a la competitividad de las empresas americanas, que tienen que migrar a otros países con mano de obra más barata. Y todo esto contribuye al déficit comercial americano.  Partiendo de esta premisa, y teniendo en cuenta la creciente influencia de la Casa Blanca en la Fed, lo esperable es que el dólar tienda a debilitarse a medio plazo», afirma.

«El temor ha disminuido desde abril, a medida que el impacto del Día de la Liberación se ha atenuado con las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y los mercados emergentes. Los aranceles a Brasil e India seguían siendo motivo de preocupación, pero en los últimos meses el optimismo se ha impuesto. En las últimas semanas, la Casa Blanca ha emitido señales alentadoras respecto a las negociaciones comerciales entre ambos países. El adelanto de las exportaciones de los mercados emergentes asiáticos se ha visto impulsado por el ciclo tecnológico y la inversión extranjera directa, lo que, en cierto modo, ha mitigado la caída del consumo en la región», añade Filipe Gropelli Carvalho, analista de mercados emergentes de DPAM.

¿Compañías públicas, privadas, o ambas? El enfoque de Baillie Gifford

  |   Por  |  0 Comentarios

Fed y política monetaria con Trump
Imagen realizada con inteligencia artificial

Con las valoraciones en las bolsas públicas por las nubes, y una creciente oleada de compañías que deciden mantenerse en el espacio privado por más tiempo, ¿cómo pueden conjugar los inversores ambos mundos? El enfoque de la gestora escocesa Baillie Gifford pasa por no perderse las oportunidades en ninguno de los dos, sino aplicar un proceso riguroso de inversión con un horizonte de inversión de muy largo plazo y fuerte sesgo growth que les ha llevado a invertir en compañías muy innovadoras cuando aún estaban en la arena privada, y a seguir invirtiendo en ellas una vez que debutaron en los mercados públicos. Ha sido por ejemplo el caso de Alibaba, donde empezaron a invertir dos años antes de que saliera a bolsa. Baillie Gifford celebró recientemente en Edimburgo su European Media Day, en el que expuso su visión de los mercados públicos y privados.

De hecho, la compañía tiene invertidos actualmente hasta 17.000 millones de dólares en compañías públicas en las que ya habían invertido cuando eran privadas. “Cuando analizamos los equipos de compañías para nuestras estrategias de private equity, sería irresponsable no tener en cuenta las décadas de análisis en compañías públicas de Baillie Gifford. Todas las compañías privadas que tenemos en cartera tienen algún tipo de conexión con otras compañías cotizadas en las que hemos invertido en el pasado”, explica Rachael Callaghan, especialista de inversión de Baillie Gifford.

Cifras mareantes

Algunos de los números que arrojan hoy mercados públicos y privados pueden llegar a ser abrumadores. Por ejemplo, dos tercios del índice MSCI ACWI son compañías estadounidenses. Es más, un 25% del índice global está concentrado en 9 compañías estadounidenses, “y la otra es TSMC”, puntualiza Ben James, también especialista de inversiones de Baillie Gifford. Solo la capitalización récord de NVIDIA, cinco billones de dólares, puede provocar mareos, especialmente si se tiene en cuenta que el PIB de China son 11 billones. Sin embargo, observa James, al mismo tiempo los mercados públicos hoy se han vuelto mucho más pequeños, con la bolsa británica como botón de muestra: si hace años cotizaban en la London Stock Exchange más de 10.000 compañías, hoy ese número ha descendido hasta alrededor de 4.000.

En la arena privada también hay datos fenomenales para resaltar: el 90% de las compañías con ingresos superiores a los 100 millones de dólares y el 96% de las europeas no cotizan en bolsa. Según cálculos citados por Rachael Callaghan, hoy pueden contarse unas 600 compañías en EE.UU. que puedan clasificarse como “unicornios” (compañías privadas con un valor mínimo de 1.000 millones de dólares).

Y el apetito no se ha terminado, según subraya la experta: si Amazon captó 9 millones de dólares de financiación en rondas privadas antes de debutar en bolsa, Google unos 14 millones y PayPal, 250 millones, este año OpenAI ha batido todos los récords al obtener en el primer trimestre de 2025 hasta 40.000 millones de dólares en una ronda histórica que ha catapultado a la empresa a un valor estimado de 300.000 millones de dólares. Esto no queda aquí. Como afirma Ben James, “en un par de años es posible que haya compañías valoradas en miles de millones con tan solo dos empleados”, gracias al avance de la IA.

Callaghan explica que actualmente el mercado considera que las compañías privadas equivalentes a las “Siete Magníficas” (por tamaño) son OpenAI, Anthropic, SpaceX, Stripe, Databrics, xAI y Anduril Industries, aunque ella también añadiría a la china Bytedance (matriz de Tik Tok). “Vemos niveles récord de retornos y entusiasmo, y altos niveles de concentración tanto en los mercados públicos como en los privados”, concluye Callaghan.

La importancia del largo plazo

Aunque cada vez haya más compañías que optan por retrasar su salida a bolsa, o por volver al espacio privado, Ben James afirma con rotundidad: “Todavía quedan grandes compañías cotizadas”. Como es natural, la IA está en el corazón de múltiples inversiones de la gestora: “El cambio va a ser tan rápido que necesitas invertir en las compañías que van a impulsar esa transformación, no invertir en las que ya lo han hecho”, asevera Ben James.

El experto alerta sobre el creciente dominio de la gestión pasiva, que caracteriza por un creciente riesgo técnico de fondos que cubren índices y que contribuye a amplificar la volatilidad – “la reacción de los fondos cuantitativos es mucho más grande que hace cinco años”-, con un impacto particularmente sensible para los inversores minoristas.

Frente a estos movimientos del mercado, muy guiados por el momento, James pone en valor la gestión activa. Por ejemplo, destaca que 297 compañías del índice Russell 3000 reportaron beneficios superiores a las Siete Magníficas, entre ellas compañías en las que invierte Baillie Gifford, como Doordash o Roblox. “Si no tienes exposición a estas compañías tienes riesgo de concentración”, resume el experto.

El enfoque de inversión de Baillie Gifford se caracteriza por invertir en compañías con modelos de negocio que definirán el futuro de la economía o, como afirma Ben James, “nos enfocamos en las compañías que están impulsando el cambio en vez de seguir a los índices, que funcionan como un espejo retrovisor”. La gestora cuenta con un gran historial de éxito al respecto: empezaron a invertir en ASML en 1997, en NVIDIA en 2016 y en Cloudfare, en 2020. Ben James destaca el caso de Tesla: invirtieron en la compañía de Elon Musk en 2012, cuando tenía una capitalización de 3.000 millones de dólares; la compañía entró en el S&P 500 en 2020 con más de 730.000 millones y hoy tiene un valor en bolsa de 1,4 billones, y siguen invirtiendo en ella.

El especialista de inversión destaca la importancia de mantener la calma y estar dispuestos a invertir en los buenos tiempos y en los malos, siempre que la tesis de inversión siga siendo válida: “Desde que empezamos a invertir en NVIDA en 2016, el valor ha registrado caídas superiores al 30% seis veces, y ahora ha alcanzado una capitalización récord de 5 billones de dólares”. Más allá de este ejemplo, el experto subraya la fuerte relación entre el crecimiento fundamental y el retorno relativo frente al índice que han detectado en la compañía, y que los ha llevado a concluir que, las compañías capaces de hacer crecer sus beneficios un 20% en cualquier periodo de cinco años seguidos han generado mejores retornos que el resto con independencia del ciclo y de quién está en la Casa Blanca.

Este enfoque contrasta con las tendencias del mercado: el experto indica que hoy el periodo medio que se mantiene en cartera una acción de la bolsa de Nueva York es de tan solo 10 meses. Esto ha llevado a Baillie Gifford a considerar que su amplio horizonte de inversión supone de facto una ventaja competitiva: “Si eres capaz de encontrar e invertir ahora en las compañías que estarán en el primer quintil en 2030, podrás batir al mercado”, concluye su representante.

Oportunidades emocionantes en el mercado privado

¿Por qué cada vez más compañías deciden no salir a bolsa para financiarse? Rachael Callaghan aporta varias ideas al respecto. En primer lugar, explica que las compañías privadas no necesitan publicar resultados trimestrales, lo que les permite mantener una mentalidad de inversión en el largo plazo. En segundo lugar, constata que, a diferencia con las cotizadas, estas compañías pueden permitirse el lujo de elegir quiénes quieren que sean sus inversores. “Estas compañías no quieren ceder control, son ambiciosas, están muy financiadas y muy enfocadas a cumplir con su misión”, resume.

Así, obtener acceso a esta clase de empresas resulta clave; no solo por la perspectiva de capturar parte de la fase de crecimiento, sino también como una manera de ganarse la confianza de los equipos directivos, algo que consideran clave dentro de la gestora: “Cuando ya han alcanzado ciertas fases de crecimiento, los dueños de estas compañías necesitan asesoramiento sobre los siguientes pasos que tienen que dar, y Baillie Gifford es de las pocas gestoras que tienen interés en saber cómo una compañía privada podría portarse siendo pública”, resume la especialista.

Del lado gestor, la experta habla de que el mundo privado está lleno de “joyas por descubrir”, compañías que define como “muy transformacionales y emocionantes”. Pone como ejemplos a la compañía italiana de software Bending Spoons – que recientemente ha comprado AOL al fondo Apollo en una operación histórica-, a Stripe, que consiguió procesar 1,4 billones de dólares en pagos en 2024, o a SpaceX, que lanzó 134 cohetes al espacio en 2024, mientras que China lanzó 68. “Si no tienes una asignación específica a acciones growth te vas a perder toda esta innovación. El acceso a estos negocios es clave”, insiste Callaghan.

Unificar las normas de la UE sobre mercados de capitales, clave para la inversión transfronteriza

  |   Por  |  0 Comentarios

Canva

La Comisión Europea está trabajando actualmente para identificar y eliminar las barreras que dificultan una mayor integración de los mercados de capitales de la UE, como parte de su plan más amplio de la Unión del Ahorro y la Inversión (SIU). Se trata de un objetivo importante que beneficiaría a los ciudadanos y a la economía de la UE, y el enfoque en la simplificación y la proporcionalidad en su reciente consulta sobre el tema es un paso en la dirección correcta.

A la hora de abordar las diversas cuestiones expuestas en la consulta, es crucial evaluar si es necesaria una actuación de la UE (ya sea legislativa o no legislativa) y en qué nivel del proceso regulatorio. Las nuevas propuestas de la Comisión Europea no siempre son la opción más adecuada para eliminar algunos de los obstáculos que aún persisten. Por lo tanto, la Comisión debe ser prudente a la hora de proponer acciones audaces e inmediatas sin pruebas concluyentes de que este enfoque es la forma más eficaz de lograr los resultados deseados.

«Los responsables políticos y los supervisores deben dar prioridad a la aplicación uniforme de las normas de la UE en todos los Estados miembros y eliminar las fricciones en el funcionamiento de nuestros mercados de capitales, sin añadir otra capa de medidas legislativas. La reapertura de textos legales, con todas las complejidades, costes y retrasos que suele conllevar, sólo debe considerarse como último recurso. Esto es especialmente cierto en el caso de normativas sectoriales fundamentales, como la de los UCITS y la Directiva sobre Fondos de Inversión Alternativos (AIFMD), que han sido objeto de revisión muy recientemente”, aseguró Vincent Ingham, director de Política Reguladora de EFAMA.

Recomendaciones de Efama para una mayor integración de los mercados de capitales

Una de las principales áreas destacadas por Efama es la gestión de activos y fondos. La asociación insiste en preservar el régimen UCITS, reconocido internacionalmente por ofrecer seguridad, diversificación, liquidez y transparencia. Asimismo, destacó la necesidad de mejorar la codificación, la armonización y el diálogo entre supervisores a la hora de interpretar tanto UCITS como AIFMD, especialmente en aspectos que varían significativamente entre países, como los plazos de aprobación, las tasas regulatorias y las obligaciones de reporte. También propone abordar las ineficiencias relacionadas con las delegaciones intragrupo, para que las sociedades gestoras puedan aprovechar al máximo sus estructuras corporativas.

En lo que respecta al marco de supervisión, Efama cuestiona la eficacia de otorgar a la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) competencias directas sobre gestores con actividades transfronterizas significativas. Según la asociación, esta medida no garantizaría una mayor integración y, de hecho, podría complicar la supervisión si se implementan colegios de supervisores dirigidos por ESMA o autoridades nacionales. En su lugar, sugiere que ESMA potencie el uso de las herramientas existentes de convergencia supervisora y actúe como un centro de datos de referencia que facilite el intercambio de información entre autoridades públicas.

Otro aspecto abordado es el principio de mejor ejecución en las operaciones financieras. Efama defiende el modelo europeo, que se basa en una evaluación integral del precio, los costes, la rapidez y otros factores para obtener los mejores resultados para los clientes. La asociación desaconseja adoptar normativas similares a las estadounidenses, como el Reglamento NMS y el encaminamiento obligatorio de órdenes, ya que considera que estas prácticas incrementarían los costes sin aportar beneficios claros a los inversores.

Hablando de la creación de una cinta consolidada, Efama considera positivo revisar su cobertura para incluir una cinta previa a la negociación que incorpore, desde el inicio, la mejor oferta y demanda europea (EBBO) y cinco niveles de cotizaciones atribuibles. Esto, afirma, mejoraría la viabilidad comercial de la cinta y solucionaría parte de la fragmentación de liquidez que afecta al mercado de ETFs.

En cuanto a las infraestructuras de mercado, la asociación propone promover la elección entre cámaras de compensación (CCP) e impulsar la interoperabilidad entre depositarios centrales de valores (CSD). Aunque reconoce que este enfoque no alcanzaría la eficiencia de un sistema único, sí permitiría aumentar la competencia y reducir las fricciones en las operaciones transfronterizas.

EFAMA también destaca el papel de la tecnología de registro distribuido (DLT) en la transformación del mercado post-negociación. Apoya la revisión del régimen piloto de DLT, señalando que los umbrales actuales de capitalización bursátil y volumen de emisión son demasiado bajos. Duplicar estos límites, argumenta, permitiría atraer a más participantes y dinamizaría el comercio secundario mediante plataformas basadas en esta tecnología.

Finalmente, la asociación hace un llamado urgente a simplificar el marco de los productos de inversión minorista empaquetados (PRIIP, por sus siglas en inglés: Packaged Retail and Insurance-Based Investment Products). Efama propone eliminar disposiciones complejas que generan altos costes y confusión, como los costes de transacción implícitos y los escenarios de rendimiento futuro. En su lugar, recomienda que los fondos solo estén obligados a divulgar su rendimiento pasado, conforme al marco de UCITS, ofreciendo así una presentación más clara y comprensible para los inversores minoristas.

La Fed y los futuros sobre el bitcoin provocan la salida de flujos en los ETFs de la criptodivisa

  |   Por  |  0 Comentarios

Pixabay CC0 Public Domain

Los ETFs sobre bitcoin acumulan una racha de salidas de flujos de inversión, en paralelo con la caída de la cotización de la mayor criptomoneda del mundo y tras la última reunión de la Reserva Federal. En concreto, en cinco sesiones, los fondos cotizados sobre bitcoin suman salidas de inversión por unos 1.900 millones de dólares, según consta en los registros de Farside Investors. Sólo al cierre del martes 4, los reembolsos alcanzaron los 566 millones de dólares. 

Al mismo tiempo, la cotización del subyacente, el bitcoin, también sufre las consecuencias de las ventas de los inversores: ha caído por debajo de los 100.000 dólares por primera vez desde junio. 

Algunos expertos aseguran que la política monetaria estadounidense estaría detrás de este comportamiento. Simon Peters, analista experto en criptoactivos de eToro, explica que en la última reunión de la Reserva Federal estadounidense, el presidente Jerome Powell descartó la posibilidad de un recorte de tipos en diciembre. De esta manera, el mercado daba, antes de la reunión, una probabilidad de un recorte en diciembre del 96%, un porcentaje que ha caído a menos del 70% tras el encuentro del FOMC. Esto “pone de manifiesto el cambio en la aversión al riesgo del mercado: el Índice de Miedo y Avaricia en Criptomonedas ha caído desde entonces a la categoría de ‘miedo extremo’», explica el experto.

Una información de Bloomberg añade, como causa de este bache en el bitcoin, a una “brutal ola de liquidaciones” a mediados de octubre, que acabó con miles de millones de dólares en posiciones alcistas. Desde entonces, los operadores se han mantenido al margen. “Las posiciones abiertas en futuros Bitcoin siguen estando por debajo de los niveles previos a la caída, e incluso con unos costes de financiación cada vez más favorables, pocos están dispuestos a volver a entrar”, explica y concluye que la consecuencia es que el bitcoin ya sube menos de un 10% este año, por debajo de la renta variable, por lo que incumple su objetivo de cobertura de cartera.