Banco Santander International (BSI) está llevando a cabo una serie de cambios en la estructura organizativa de BPI, su negocio de banca privada internacional liderado por Jorge Rossell.
Bajo el liderazgo de Alfonso Castillo -que a su actual cargo de responsable del segmento global de Private Wealth, reportando a Víctor Matarranz, y a su también actual responsabilidad sobre el área comercial, se une ahora también el liderazgo sobre Productos e Inversiones de BPI-, se producen movimientos en la dirección de tres de las unidades que integran esa estructura, según ha podido saber Funds Society de fuentes cercanas a la entidad.
El anterior área de Productos e Inversiones, dirigido hasta ahora por Javier Martín Pliego, se divide en dos unidades: así, Isidro Fernández será el nuevo responsable de Productos, compatibilizando ese puesto con su actual papel de responsable de Fondos e inversiones alternativas; y Manuel Pérez Duro, hasta ahora responsable de AIS en BSISA (Suiza y Bahamas), será el nuevo director del área de Inversiones. Por su parte, Javier Martin Pliego sale de la unidad y tendrá otras funciones dentro del grupo.
Dentro de la estructura interna de Inversiones, la función de Chief Investment Officer será asumida por Carlos Ruiz Antequera, incorporando también al equipo de estrategia de inversiones, según ha podido saber Funds Society.
Además, Verónica López-Ibor será nombrada directora de Gestión Discrecional de Carteras (Discretionary Portolio Management). Y Miriam Thaler asume el rol de nueva responsable de Inversiones en BSISA (Suiza y Bahamas).
El área comercial, bajo el nuevo liderazgo de Eugenio Álvarez, vivirá también algunos cambios destacados: Juan Araujo será nuevo director regional para Venezuela, desde Ginebra. Además, Yolanda Gargallo y Borja Echanove asumen el rol de Branch Manager de BSI en Nueva York y Houston, respectivamente.
Con los cambios, que se harán efectivos el próximo 1 de enero, la entidad buscará seguir creciendo en los mercados de Europa y Latinoamérica. Desde principios de año, Rossell -responsable de BPI y CEO de BSI- busca impulsar el negocio del grupo desde EE.UU., reportando a Victor Matarranz, responsable de Santander Wealth Management, y a Tim Wennes, consejero delegado de Santander en EE.UU.
Wennes asumió recientemente este cargo, tras la salida de Scott Powell, anterior CEO de Santander en EE.UU., que dejó la firma para convertirse en COO de Wells Fargo.
Pixabay CC0 Public Domain. Cambios sin precedentes perfilan un nuevo paisaje global
El repunte de las economías emergentes y una mayor confianza empresarial, especialmente en el sector servicios, supondrá un crecimiento económico mundial del 3,1% para 2020 y compensará la débil evolución de la industria, que irá recuperándose a medida que el año avance, según las previsiones de Banca March.
La entidad destaca un crecimiento modesto, superior al 2,9% del 2019, pero lejos del 3,5% de la media histórica, pese a la incipiente mejora de los indicadores industriales. “La madurez del ciclo económico, así como el elevado endeudamiento y los déficits fiscales limitan el potencial de recuperación”, asegura Joan Bonet, director de Estrategia de mercados de Banca March.
Las nuevas compras de activos de los bancos centrales han devuelto la paz a los mercados y han provocado bajadas de tipos generalizadas, sin embargo, desde Banca March no esperan que estas medidas se dejen notar hasta dentro de seis a 12 meses. “La mayor parte del estímulo monetario ya se ha realizado y el impulso de los bancos centrales será menos agresivo del que están descontando los mercados”, señala el equipo de Estrategia de mercados de Banca March, por lo que no se anticipan bajadas adicionales de tipos de interés ni en Estados Unidos ni en Europa en 2020.
Para el conjunto de la zona euro, la entidad anticipa un crecimiento del 1,2% el año que viene y, en el caso de España, observan una ralentización del crecimiento que “llevará a la economía a crecer un 1,6% en 2020, frente al 2,0% de este ejercicio”.
Nuevas oportunidades de inversión
En este escenario, en el que seguirán prevaleciendo los tipos de interés bajos, los analistas de Banca March recomiendan invertir de manera diferente de cara a los próximos años, aumentando la exposición a inversiones alternativas y capturando la prima de liquidez de los mercados privados.
“2020 es el comienzo una nueva década sometida a constantes cambios, en la que el inversor tendrá que aprovechar las oportunidades que pueden ofrecer nuevas tendencias como la economía verde, la tecnología o las infraestructuras”, afirman desde la entidad.
En renta fija, los retornos serán reducidos el año que viene, aunque todavía existen oportunidades en crédito Euro IG, que se verá beneficiado por las compras del Banco Central Europeo (BCE), ya que favorecerán la reducción de diferenciales, subraya el informe. Banca March apuesta por la inversión en renta fija emergente en divisa fuerte, frente a la deuda high yield, puesto que “presenta un mayor potencial, ya que, a diferencia de lo ocurrido en 2019, los diferenciales se estrecharán añadiendo mayor potencial al activo”.
Asimismo, destacan el mayor atractivo de la bolsa frente a los bonos. En Europa, recomiendan sobreponderar Reino Unido, “que está claramente infravalorado y se beneficiará del plan de estímulo que el partido conservador pondrá en marcha”, apuntó Bonet. También resaltó el potencial de las economías emergentes, que aportarán el 80% del crecimiento mundial en 2020, mientras que sus compañías se encuentran infrarrepresentadas en los índices. Frente es esto, la recomendación es incrementar la exposición a mercados emergentes, particularmente los asiáticos.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Edward Badley. Foto: Edward Badley
Conforme nos acercamos a 2020, parece posible que se produzca una rotación en los mercados. Aunque la política de los bancos centrales sigue siendo expansiva en todo el mundo, en la opinión de Paras Anand, responsable de gestión de activos para Asia-Pacífico en Fidelity International, existe el riesgo de que se hayan agotado en su mayor parte las rentabilidades de las empresas que se han erigido en las grandes beneficiarias.
En atención a este hecho, los inversores podrían estar ya considerando hacia dónde se desplazarán los capitales y cómo afectará a sus carteras un cambio en el liderazgo del mercado. Como siempre, las valoraciones y los rendimientos serán importantes.
En este contexto, en Fidelity International creen que los mercados asiáticos ofrecen, en general, un crecimiento de los beneficios interesante con valoraciones más bajas que en muchos mercados desarrollados.
Estas valoraciones moderadas colocan a los inversores en disposición de conseguir rentabilidades razonables en la región en 2020, mientras los mercados desarrollados más allá de EE.UU. luchan para impulsar su crecimiento.
Pero sigue siendo importante ser selectivos, ya que esperan cierta rotación dentro de los mercados. En China, concretamente, podrían descender las rentabilidades de sectores populares como la tecnología y el consumo y aumentar en otras áreas.
Las reformas del sector empresarial y las dinámicas internas positivas pueden impulsar el crecimiento
Están surgiendo otras temáticas. Después de su reelección, el primer ministro indio Modi parece estar promoviendo un esfuerzo concertado para seguir reformando la economía; a este respecto, cabe citar la reciente decisión de rebajar el impuesto de sociedades. Estas medidas demuestran su voluntad de crear un entorno más favorable a las empresas.
Japón también está registrando un cambio profundo en cuanto a la organización de las empresas y la asignación del capital. Aunque las tasas generales de crecimiento podrían parecer anodinas, las empresas japonesas están convirtiéndose en ejemplos clásicos de autoayuda, ya que están restructurando sus carteras, desprendiéndose de negocios no rentables y gestionando activamente sus balances.
Sin embargo, las dudas sobre la situación general de la demanda y la falta de inflación siguen lastrando las valoraciones. Del mismo modo, en China el gobierno corporativo está evolucionando en paralelo a la apertura de los mercados de capitales. El consumo chino mantiene su fortaleza, aunque resulta interesante observar cómo las marcas locales están creciendo a mayor ritmo que las marcas internacionales en varias áreas, como la alimentación y los productos de lujo. De hecho, las marcas chinas de lujo podrían instalarse pronto en los mercados desarrollados, como hicieron las japonesas en la década de 1980, en respuesta al desplazamiento de la influencia mundial. Entretanto, las economías del sudeste asiático deberían beneficiarse del desarrollo económico de fondo, así como de las inversiones internacionales (p. ej., la Iniciativa Belt and Road).
La desaceleración supone un mayor riesgo para China que la deuda
El endeudamiento de China sigue muy presente para los inversores internacionales, pero este riesgo conviene contextualizarlo. Aunque el saldo por cuenta corriente de China ha pasado de ser excedentario a deficitario, ello se debe en parte a los cambios en la economía del país, que ha pasado de depender enormemente de las exportaciones a estar más equilibrada. Los hogares están más endeudados porque la gente se ha lanzado a comprar inmuebles, pero las empresas estatales han reducido la deuda y las medidas de las autoridades han contenido el crecimiento de los préstamos.
La debilidad del dólar podría sostener las rentabilidades
Un dólar estadounidense más débil en 2020 ayudará a sostener no solo el crecimiento subyacente y la liquidez, sino las rentabilidades para los inversores internacionales. Se ha llegado a pensar que los recortes del coeficiente de reservas obligatorias constituían un intento por parte de China de devaluar su moneda y aumentar la competitividad. Sin embargo, el deseo del país de consolidar el renminbi como moneda internacional sugiere que la estabilidad es una prioridad mayor a largo plazo. Entretanto, los mercados de deuda pública de Asia y los bonos high yield asiáticos son atractivos desde un punto de vista relativo por la combinación de rendimientos, crecimiento y cierta reducción del apalancamiento.
Conclusión
En Fidelity International cada vez son más pesimistas sobre el dólar gracias a la política monetaria más expansiva en EE.UU. Todo parece indicar que la guerra comercial entre EE.UU. y China ha dejado de agravarse, pese a que va a costar alcanzar un acuerdo.
Dado que Asia ha efectuado la transición hacia una economía más basada en el consumo, las tensiones comerciales deberían tener un impacto menor sobre el crecimiento subyacente de lo que muchos habían temido.Gracias a la gestión de los balances y la demanda subyacente, las empresas siguen teniendo margen para ofrecer un sólido crecimiento de los beneficios.
Por último, a medida que vayan perdiendo fuelle algunas de las fuerzas que han sostenido a los líderes del mercado durante los últimos años, se podría ver una rotación hacia clases de activos y áreas del mercado con valoraciones más atractivas.
No perder de vista los niveles de liquidez también podría ser más importante si comienzan a cambiar las favorables condiciones que han disfrutado los inversores durante los últimos tiempos. Quienes busquen rentabilidades en activos menos líquidos podrían encontrarse de repente con que se están perdiendo el atractivo intrínseco de las grandes empresas cotizadas de Asia, que ha estado oculto a la vista de todos.
Pixabay CC0 Public Domain. Los bancos siguen siendo el mejor canal de distribución para las aseguradoras
Las entidades bancarias siguen siendo el principal canal de distribución para el sector asegurador debido a la extensión de su red y su cercanía al cliente, según datos del Observatorio Sectorial DBK de INFORMA. Sin embargo, la caída en el negocio asegurador de vida a corto plazo, arrastrado por el desfavorable comportamiento de las modalidades de ahorro, representa un freno a la expansión del canal bancaseguros.
El valor de las primas intermediarias por la red bancaria se situó en 2018 en 24.187 millones de euros, es decir, el 37,6% de la facturación total por primas de seguros. Así, y según los datos de DBK, la cuota del canal bancario en el mercado de seguros de vida es mayoritaria. En 2018, por ejemplo, se cifró en el 66,7% sobre el volumen de negocio generado en el segmento, frente a la penetración del 13,7% registrada en el segmento de seguros de no vida, la cual ha crecido progresivamente.
No obstante, desde el Observatorio Sectorial DBK aseguran que “el negocio de seguros continuará siendo uno de los principales ejes de la política de diversificación de ingresos de las entidades bancarias en el actual entorno de tipos de interés”. De este modo, el mapa de alianzas entre éstas y los grupos aseguradores está en continua evolución, con diversas reordenaciones de los acuerdos que persiguen fortalecer el posicionamiento de ambos en el negocio.
“La capacidad para diseñar una oferta con mejores coberturas y más personalizada será un factor clave de competencia”, recoge el informe. Las tendencias en este sentido se orientan a introducir mayor flexibilidad en las coberturas y los plazos, así como a crear paquetes de seguros agrupados en un único recibo, aseguran desde DBK.
Por otra parte, en el sector asegurador se aprecia una tendencia a la concentración del negocio en el grupo de operadores líderes. En 2018 los cinco primeros reunieron conjuntamente cerca del 35% de la facturación total por primas, recoge el observatorio.
Foto cedidaIgnacio Martínez-Avial, director general de BNP Paribas Real Estate en España. BNP Paribas Real Estate nombra a Ignacio Martínez-Avial director general en España
Ignacio Martínez-Avial, hasta ahora director de Estrategia y Desarrollo de Negocio, asume el cargo de director general de BNP Paribas Real Estate en España. Así, la compañía pretende reforzar su estrategia de crecimiento en el país.
Martínez-Avial cuenta con una experiencia de más de 15 años en el sector de consultoría inmobiliaria y será el máximo responsable de las ocho líneas de negocio de la compañía (capital markets, valoraciones, oficinas, industrial & logístico, retail, residencial, property management y project management) así como de las oficinas de Madrid, Barcelona y Valencia.
“BNP Paribas Real Estate en España ha crecido un 37,4% desde 2017 e Ignacio coordinará y reforzará todas las áreas, consolidando la estrategia de crecimiento que iniciamos en 2018 en todo el ámbito peninsular e impulsando el negocio”, asegura Frédéric Mangeant, presidente de BNP Paribas Real Estate España.
Ignacio Martínez-Avial, que se incorporó a la consultora en mayo, ha ocupado ya diferentes puestos de responsabilidad tanto de negocio como corporativos en otras entidades del sector real estate.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: publicDomainPictures. crece
Impulsado en parte por MiFID II, el negocio de gestión discrecional de carteras está en auge en España. El último dato de Inverco, estimado a partir de los datos recibidos por las gestoras de IICs que han facilitado información sobre esta actividad desarrollada por sus grupos financieros, se sitúa en 76.000 millones de euros a finales de septiembre de 2019 (calculado a partir de los 73.077 millones para las 29 gestoras que facilitan dato de sus grupos financieros).
La cifra está un 10% por encima de la de finales de 2018, en 69.000 millones de euros, y ha ido creciendo a lo largo del año, con más fuerza en el primer trimestre del año (cuando llegó a los 74.000 millones) y con más moderación en los dos siguientes trimestres.
De los 76.000 millones actuales, el 93% correspondería a clientes minoristas (en torno a 70.000 millones de euros), según Inverco.
El número estimado de contratos se elevaría a 640.000 carteras gestionadas (dato estimado a partir de las 627.247 para las entidades que remiten información), correspondiendo casi la totalidad de ellas a clientes minoristas, siendo el patrimonio medio gestionado por cartera de cliente minorista de aproximadamente 108.000 euros.
Según la información remitida por las entidades, más del 39% de la gestión discrecional en España se canaliza a través de inversiones en IICs de terceras gestoras.
Datos de distribución de IICs
Según la información sobre distribución de IICs recibida por las gestoras, que representan una muestra elevada de la totalidad de la distribución de sus grupos financieros en España, el porcentaje de IICs comercializadas de terceros durante el tercer trimestre se incrementa respecto al trimestre anterior hasta el 22,1% del total (67.435 millones de euros frente a 305.472 millones del total referido a las entidades que remiten información).
La gestión discrecional de carteras representa el 21,2% de la distribución total de IICs en España.
Foto cedidaNicolas Cremieux, gestor de cartera jefe de ambos fondos en Mirabaud AM.. Mirabaud Asset Management anuncia la fusión de dos de sus fondos globales de bonos convertibles
Mirabaud Asset Management refuerza su gama de soluciones convertibles según los factores medioambientales, sociales y de buen gobierno mediante la fusión de dos fondos globales de convertibles en un único vehículo. Según ha indicado la gestora, se trata del fondo Altitude Convertible Monde y del fondo Mirabaud – Convertible Bonds Global.
Desde Mirabaud AM explican el origen de estos dos fondos: “El fondo francés Altitude Convertible Monde se lanzó en 2015 para ofrecer a los inversores de Mirabaud acceso a uno de los primeros fondos globales de convertibles que integran los factores medioambientales, sociales y de buen gobierno en su proceso de inversión. Desde entonces, el fondo luxemburgués Mirabaud – Convertible Bonds Global, gestionado por el mismo equipo y diseñado para atender a un público europeo más amplio, también ha integrado los factores medioambientales, sociales y de buen gobierno y principios de sostenibilidad en su planteamiento, en línea con la estrategia de Mirabaud Asset Management de que todos sus fondos integren dichos criterios”.
Según argumenta la gestora, desde el momento en que los procesos de inversión de ambos fondos convergen, y con el fin de permitir a los inversores beneficiarse de economías de escala con un conjunto de activos mayor, Mirabaud propuso a sus inversores la fusión de los dos fondos de convertibles que integran los factores medioambientales, sociales y de buen gobierno, que los inversores aceptaron.
Consecuentemente, el fondo Mirabaud – Convertibles Bond Global, lanzado en 2014, seguirá ofreciendo a los inversores acceso a una solución de inversión sostenible excelente de bonos convertibles y un conjunto mayor de activos. El fondo está registrado para su distribución en muchos países europeos, incluida Suiza. El fondo Mirabaud – Convertible Bonds Global tiene actualmente una calificación de 4 estrellas por parte de Morningstar y está clasificado en el cuartil superior de su grupo de comparables en Citywire sobre 5 años, 3 años y 1 año.
Nicolas Crémieux, gestor de cartera jefe de ambos fondos seguirá gestionando, con el mismo planteamiento, el fondo Mirabaud – Convertibles Bond Global bajo la supervisión de Renaud Martin, director del equipo de bonos convertibles. Nicolas y Renaud cuentan con amplia experiencia en el sector de bonos convertibles y actualmente gestionan, en un equipo de cuatro especialistas, las estrategias de bonos convertibles globales y europeas de Mirabaud AM.
“La convexidad de los bonos convertibles los convierte en activos estratégicos para navegar por los altibajos de los mercados. Gracias a su naturaleza dual, permiten a los inversores mantener cierta exposición al potencial adicional de crecimiento de la renta variable, al tiempo que mantienen los beneficios defensivos del suelo de los bonos, todo ello en un formato conforme con los factores medioambientales, sociales y de buen gobierno”, apunta Nicolas Cremieux, gestor de cartera jefe de ambos fondos en Mirabaud AM.
Desde la gestora destacan que, siendo inversores activos responsables, sus equipos de inversión “están a la vanguardia del planteamiento de integración de los factores medioambientales, sociales y de buen gobierno”, respaldado por un equipo de especialistas en este ámbito dirigidos por Hamid Amoura.
Pixabay CC0 Public Domain. Allfunds lanza Digital Selector, su nueva herramienta digital para encontrar fondos según estrategias de inversión
Allfunds lana Digital Selector, una nueva herramienta orientada a facilitar el proceso de búsqueda y selección de fondos por criterios o estrategias específicas. Según explica la firma, esta nueva herramienta tiene un enfoque holístico integrando la selección de fondos por criterios y necesidades del cliente con métricas de control de riesgos y de compliance.
En opinión de Allfunds, esta herramienta dará a los profesionales una «mayor eficiencia, velocidad y productividad». Entre otras características, Digital Selector da acceso a un selecto universo de 2.000 fondos que se adaptan a las necesidades e intereses específicos de cada inversor a través de un sistema de reglas basado en tamaño, prerformance o trending topics. Esto permite a los usuarios encontrar y elegir entre fondos con más captación, con más activos bajo gestión, con mejor comportamiento o temáticos tales como ISR, robótica y muchos otros más.
La herramienta también incluye un filtro intuitivo y sistematizado para facilitar las búsquedas rápidas con información detallada, el guardado de búsquedas automático para el acceso rápido, así como un comparador que permite visualizar de forma sencilla los elementos más importantes.
Esta herramienta refuerza el servicio Allfunds Connect, el ecosistema digital que agrupa toda la oferta para los gestores de fondos y distribuidores. Entre otros servicios, ofrece un catálogo con información sobre más de 125.000 fondos, que permite al usuario crear listas de fondos y acceder a la información de cada uno de ellos. Esto permite también la obtención de datos, no sólo del catálogo de Allfunds, sino también de otras fuentes como Morningstar, entre otros.
Las variaciones en nuestra medida de alta frecuencia del output gap americano replican con precisión las fluctuaciones en el tipo de los fondos federales. Esta relación pone de manifiesto que el mercado descuenta, en la actualidad, una continuación de las presiones bajistas sobre la inflación, que se desvían considerablemente de las expectativas de la Fed. Esto respalda nuestra asignación de activos, que sigue infraponderando la deuda pública y sobreponderando los activos de menor duración y mayor rendimiento, como el crédito.
Las expectativas sobre el rumbo de la política monetaria de la Reserva Federal estadounidense cambiaron de forma drástica a lo largo del año pasado. En noviembre de 2018, el mercado anticipaba tres subidas de tipos de interés, de modo que los tipos de los fondos federales deberían cerrar el año 2019 en el 2,9%. Hoy en día, constatamos que las expectativas de tipos se hallan en niveles mucho más reducidos (en el 1,6% para diciembre de 2019 y del 1,2% para finales de 2020)(1). Los mecanismos del mercado sugieren que, si la Fed no satisface plenamente las expectativas, las condiciones financieras se endurecerán y representarán un escollo para la economía americana.
Con el fin de obtener una mejor perspectiva sobre las futuras expectativas de inflación en Estados Unidos y la forma en la que Fed reaccionará probablemente a ellas, podemos pensar en la economía en términos de un outout gap. Este se define como la diferencia entre la producción real (PIB) y la producción potencial; un output gap negativo indica una producción actual más baja que la producción potencial, lo que denota presiones desinflacionistas. Por el contrario, un output gap positivo denota una intensificación de las presiones inflacionistas. Ahora bien, cabe recordar que esta relación se puede romper durante periodos de «estanflación», como ocurrió en los últimos compases de la década de los setenta.
Hemos elaborado un indicador del output gap mensual para Estados Unidos (2)(gráfico 1). Este indicador utiliza una serie de datos económicos de alta frecuencia que están disponibles a partir de la década de 1970. Por consiguiente, difiere de otros métodos de cálculo del output gap que recurren a datos de menor frecuencia sobre la mano de obra y el capital. La medición de nuestro indicador lleva varios años aumentando y, en estos momentos, se halla en su nivel más elevado desde principios de la década de 2000. En valor nominal, esta elevada medición sugiere que las presiones inflacionistas se están incrementando, aunque la reciente pausa en su ascenso justifica la vigilancia.
Ambos niveles y las variaciones en el output gap representan indicadores útiles
El nivel de nuestro indicador del output gap nos permite de manera razonable determinar el nivel de los salarios en Estados Unidos dentro de 12 meses y, en la actualidad, sugiere que los salarios seguirán creciendo en torno al 3% durante el próximo año (gráfico 2). Este vínculo con los salarios resulta más que lógico, dado que una economía que opera por encima de su potencial alcanzará una situación próxima al pleno empleo y, por ende, acusará presiones salariales. No obstante, el nivel absoluto del output gap podría no ser el único indicador que valdría la pena vigilar. Al comparar este indicador con la inflación estadounidense, parece que la variación, y no el nivel, del indicador de la brecha de producción presenta la relación estadística con los precios de consumo más estrecha. De hecho, aunque de manera volátil, la aceleración de los precios en Estados Unidos —considerada como la variación a 12 meses inflación de los precios de consumo (IPC), en términos interanuales— y las fluctuaciones a 12 meses en el indicador del output gap están visiblemente relacionadas a lo largo de ciertos periodos (gráfico 3).
Así pues, no resulta particularmente sorprendente que las variaciones en el indicador del output gap mantengan una relación razonable con las variaciones en el tipo de los fondos federales (gráfico 4). Al fin y al cabo, determinadas medidas, como la inflación y los salarios, constituyen datos clave en el proceso de toma de decisiones de la Reserva Federal.
Las expectativas de tipos reducidos avalan la infraponderación de la deuda pública
Como muestra el gráfico 4, la variación a 12 meses de nuestro indicador del output gap sugiere, en estos momentos, que el tipo de los fondos federales debería situarse en torno a su nivel actual, en unos 40 puntos básicos por debajo de la cota de hace 12 meses. Tras los cambios en los tipos acometidos por la Fed el año pasado, el último recorte de 25 puntos básicos (desde el 1,75%-2% hasta el 1,5%-1,75%) ha llevado a los tipos a un nivel 50 puntos básicos inferior al de hace un año. No obstante, a mediados de diciembre se cumplirá un año de la última subida de tipos por parte de la Fed (gráfico 5), y, en ese momento, la variación interanual de los tipos será de un descenso de 75 puntos básicos si la Reserva Federal no interviene a partir de ahora.
Por lo tanto, los riesgos parecen asimétricos: el mercado descuenta actualmente entre uno y dos recortes de tipos por parte de la Fed en 2020 (línea roja del gráfico 4), de modo que los tipos se situarán en un nivel inferior de lo que prevé la Fed (línea verde del gráfico 4). El gráfico 4 vincula esto con las variaciones en el output gap y viene a corroborar que los mercados están anticipando, en mayor medida que la Fed, un continuo deterioro de los datos económicos y un output gap menos positivo, aunque sin llegar a los niveles registrados en recesiones anteriores.
Asimismo, habida cuenta de las presiones sobre los precios que se están acumulando, sobre todo las presiones salariales (gráfico 2) y de unos datos económicos más sólidos, a lo que se sumarían quizás unos menores riesgos bajistas procedentes del comercio, parece prudente apostar por los activos de reducida duración. Cabe reseñar que los activos de larga duración que presentan rendimientos históricamente bajos ofrecen un escaso potencial de rentabilidad.
En general, si nos atenemos a las actuales perspectivas del mercado, las carteras de asignación de activos deberían seguir abogando por la infraponderación de la deuda pública. En la renta fija, seguimos mostrando preferencia por los activos de menor duración y mayor rendimiento, como el crédito.
Columna de Ben Rodríguez, gestor del equipo de asignación de activos de Columbia Threadneedle.
Anotaciones:
(1) Bloomberg, 31 de octubre de 2019
(2) Utilización del método descrito por Goldman Sachs & Co. en el US Daily: «Observing the Output Gap», 24 de septiembre de 2015
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Pixabay CC0 Public Domain. Steven Trypsteen (ING): "La rentabilidad solo se podrá obtener en activos de riesgo
A pocas semanas de estrenar un nuevo año, parece que las opciones para los inversores no cambian. El horizonte de bajos tipos de interés sigue obligando a tomar posiciones en activos con mayor riesgo, si los inversores quieren ver algo más de rentabilidad. Para Steven Trypsteen, economista de ING, esto se traduce en un mayor peso de la renta variable en las carteras.
Desde el punto de vista de la inversión, Trypsteen defiende que «si los inversores quieren rentabilidad, solo podrán obtenerla en activos de riesgo, es decir, en renta variable». En cuanto a la renta fija, pronostica un aumento de la rentabilidad, pero todavía estructuralmente baja. Eso sí, lanza esta afirmación poniendo por delante que los inversores entiendan bien el riesgo que están asumiendo y tenga una visión más o menos clara del contexto económico.
De cara al próximo año, el economista de ING apunta que la probabilidad de que la economía entre en recesión alcanzará el 40% de aquí a un año y este es, según Trypsteen, un nivel importante. «Estamos acercándonos a ese nivel de acuerdo con los datos que nos proporcionan los mercados financieros», ha explicado Trypsteen, durante un encuentro informativo. Unos indicadores que, si bien se han estabilizado tanto en Europa como en EE.UU. en los últimos meses, siguen mostrando agotamiento. «El sector manufacturero en EE.UU. está débil y sigue por debajo de los 50 puntos que indica contracción económica; la inversión empresarial es débil y el crecimiento del empleo se ralentiza», argumenta el experto.
Mismos protagonistas
Respecto a la política monetaria, Trypsteen pronostica que la Fed bajará tipos durante la primera mitad de 2020.»El problema, explica Trypsteen, es que la Fed no tiene ahora el mismo margen (de hasta 5 puntos al alza o a la baja) del que disponía en el pasado para bajar los tipos si las cosas se ponen feas», explica.
En cuanto al impacto de la guerra comercial entre EE.UU. y China en la economía se ilustra con un dato: a partir de mediados de diciembre, el 96,8% de todas las importaciones de China van a tener nuevos aranceles frente a un porcentaje del 8% en el año 2017. «La guerra comercial tiene un enorme efecto en China porque depende mucho más que EE.UU. de sus exportaciones y el crecimiento de las exportaciones se está reduciendo», advierte el economista de ING.
En Europa, los mercados financieros están anticipando una estabilización de la economía en los últimos meses. «El sector manufacturero está débil, pero los últimos datos muestran una estabilización. Los mayores problemas están en Alemania, pero en Francia y España el sector está algo mejor», sostiene.
Así, el crecimiento económico en el conjunto de la eurozona alcanzará, según las proyecciones de ING, en el 0,7% en 2020 y alcanzará el 1% en 2021. «La economía europea está en la misma situación que Japón con un crecimiento y una inflación bajas durante un largo período de tiempo. Hay, además, fuerzas estructurales similares como el envejecimiento de la población y la caída de la población en edad de trabajar», destaca Trypsteen. Con una inflación por debajo del 2%, por lo tanto, desde ING descartan cualquier movimiento en los tipos de interés hasta 2021.