BBVA lanza su primer plan de pensiones sostenible

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Pixabay CC0 Public Domain. BBVA lanza su primer plan de pensiones sostenible

BBVA ha lanzado su primer plan de pensiones individual gestionado con criterios de inversión socialmente responsable (ISR), BBVA Plan Sostenible Moderado ISR. Según la entidad, se trata de una alternativa para canalizar el ahorro de cara a la jubilación, intrínsecamente ligado al largo plazo, horizonte donde “se maximizan los beneficios de la inversión sostenible”. Estará gestionado por el equipo de Asignación de Activos de BBVA Asset Management.

El nuevo plan de pensiones sostenible de BBVA se une a la gama de fondos de inversión ISR con los que ya contaba la entidad en España, conformada por un fondo multiactivo conservador (BBVA Futuro Sostenible ISR) y un fondo de renta variable internacional (BBVA Bolsa Desarrollo Sostenible). Además, el plan incorpora filtros rigurosos en todas las clases de activos para solo invertir en los de mayor calidad y menor probabilidad de eventos negativos en el corto y largo plazo.

BBVA Plan Sostenible Moderado ISR está destinado a ahorradores con fecha de jubilación lejana y perfil de riesgo moderado, ya que invierte entre un 30% y un 50% en activos bursátiles para aprovechar el potencial de la renta variable en el largo plazo.

A la hora de elegir los activos en cartera, el gestor aplicará criterios de inversión socialmente responsable en busca de compañías con buenas perspectivas ISR. La medición de estos criterios se realiza a través de MSCI ESG Research, una compañía independiente de calificación de empresas comprendidas en el universo inversor del índice MSCI World.

“Invertir con criterios ISR es rentable y genera beneficios a largo plazo con un nivel de riesgo más controlado. La inversión sostenible ha sido muy importante en los últimos cinco años y lo va a ser más en los próximos años por la futura demanda, la creciente aceptación en la comunidad inversora, la regulación y las necesidades de los clientes, cada vez están más enfocadas en la sostenibilidad. La inversión sostenible no es una moda: nos parece una manera sensata y racional de invertir”, añade Alberto Estévez, responsable de Inversión Socialmente Responsable en BBVA AM.  

«Es la economía, idiota»

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Pixabay CC0 Public DomainSharon McCutcheon. Sharon McCutcheon

Tan cierto hoy como cuando el eslogan fue acuñado por el estratega de la campaña presidencial de Bill Clinton de 1992, la salud de la economía estadounidense tendrá un papel esencial a la hora de dilucidar quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca.

Como en cualquier juego de cartas, la suerte también interviene y Trump está demostrando tener más que la mayoría. Clinton consiguió su famosa victoria contra George W. Bush con su promesa de dinamizar una economía renqueante. Aunque el rival demócrata al que se enfrentará Trump podrá sin duda utilizar una desaceleración de la economía estadounidense en 2020, las expectativas en el mercado de una recesión en toda regla el próximo año podrían acabar mostrándose equivocadas. La economía estadounidense tiene más probabilidades de seguir avanzando lentamente, una visión compartida por los economistas del FMI, que pronostican un crecimiento del 2,1 % en 2020, frente al 2,4 % previsto para este año (1).

Sin embargo, existe la sensación —plenamente fundada— de que las perspectivas de crecimiento de EE.UU. siguen siendo frágiles a tenor de la desaceleración económica mundial que estamos experimentando (provocada en parte por las políticas proteccionistas de Trump, ejemplificadas en la guerra comercial con China, entre otras) y que probablemente se prolongue hasta 2020 y más allá. De hecho, con independencia de cómo se desarrollen las elecciones del año próximo, la actitud beligerante de Trump hacia China desde que asumió la presidencia ha alimentado una rivalidad competitiva entre los dos países que definirá el panorama económico y político mundial durante el futuro próximo.

En cuanto a las perspectivas actuales en torno al crecimiento mundial, resulta preocupante que a los bancos centrales de la mayoría de los países occidentales les queda poca munición para contrarrestar una desaceleración acusada. Los tipos de interés se mantienen en mínimos históricos y si bien el Banco Central Europeo (BCE) indicó que reactivaría su programa de compra de bonos, en otras regiones hay poco interés en seguir su ejemplo. El presidente saliente del BCE Mario Draghi ha hecho un llamamiento a los gobiernos de la zona euro para que aumenten su gasto público en apoyo de sus economías. Ciertamente es la vía que plantea menos resistencia y probablemente sea atractiva para los políticos que buscan la reelección, como hemos visto en el Reino Unido con los grandes compromisos de gasto que ha asumido no solo el Partido Laborista, sino también un Partido Conservador que en el pasado abogó por la austeridad. Un aspecto importante es que incluso el FMI parece estar alentando estos días un aumento del gasto público en los países en los que “la actividad se ha debilitado o podría desacelerarse con fuerza” y donde “el margen para relajar la política monetaria es reducido”(2).

Una deuda para la posteridad

Salir del bache a golpe de gasto no es nada nuevo, pero la idea surge en un momento en el que la deuda media de las grandes economías del mundo supera el 70% de su PIB, lo que supone su nivel más alto de los últimos 150 años, si se exceptúa el pico que coincidió con la Segunda Guerra Mundial (3). Atender esta deuda no es un problema cuando los tipos de interés son bajos, pero puede convertirse rápidamente en un dolor de cabeza si los tipos empiezan a subir y el crecimiento se disipa. En la última edición de su informe de estabilidad financiera, el FMI calcula que una desaceleración económica tan solo la mitad de grave que la que vivimos durante la crisis financiera de 2007-2008 podría colocar en riesgo de impago hasta el 40% de la deuda corporativa en circulación en las grandes economías del mundo: unos mareantes 19 billones de dólares (4). La sostenibilidad de semejantes niveles de deuda en un momento en el que la economía mundial está frenándose sigue siendo una cuestión de primer orden para 2020 y años posteriores.

Podría parecer que el panorama es desolador si no fuera por el hecho de que la mayoría de las economías occidentales ha aguantado bastante bien ante un mundo cada vez más inestable e incierto. Si nos fijamos en el Reino Unido, por ejemplo, la economía ha dado muestras de resistencia a pesar de ese culebrón nacional llamado Brexit. Los agoreros podrían argumentar que el país todavía tiene que salir de la Unión Europea, por lo que es demasiado pronto para calibrar el impacto real. Es un argumento válido, pero creo que es poco probable que asistamos al escenario catastrófico que muchos pronosticaron inmediatamente después del referéndum británico. En cuanto a EE.UU., el desempleo está próximo a su nivel más bajo de los últimos 50 años y sigue observándose un aceptable crecimiento del empleo, si bien este se ha moderado recientemente. Aunque han surgido dudas en torno a la inseguridad laboral, sobre todo en la denominada gig economy o economía a demanda y ante el mayor porcentaje de trabajadores estadounidenses que no participan en la economía, el cuadro general sigue siendo alentador. Entretanto, la inflación, que fue el azote de los sistemas económicos en las décadas de 1970 y 1980, se ha domeñado hasta el punto de que nos encontramos buscando formas de insuflar inflación en nuestras economías, a menos, obviamente, que seas Argentina.

Entre las buenas noticias, surgen obviamente áreas de inquietud. La actividad manufacturera mundial aminora desde hace varios meses, a pesar de que el ritmo de descenso se ha suavizado ligeramente, mientras que las exportaciones mundiales registraron su segunda caída más rápida desde 2012, con Alemania a la cabeza (5). En lo que respecta a China, la segunda mayor economía mundial, el crecimiento del PIB se ha hundido hasta mínimos de casi 30 años, lo que ha suscitado dudas sobre su capacidad para contribuir a reactivar el crecimiento mundial, como hizo después de la crisis financiera mundial de 2007-2008.

Sacar el máximo partido al ciclo electoral

En realidad, todos estos datos económicos sugieren que la economía mundial se encuentra cerca de su cima: son posibles tanto una continuación del crecimiento moderado como una grave contracción. Y enfrentarse a esa encrucijada es particularmente complicado en un año electoral en EE.UU. Los inversores pueden encontrar cierto alivio en la evolución histórica de la bolsa en el periodo anterior a unas elecciones presidenciales estadounidenses. De acuerdo con un estudio de los ciclos electorales entre 1952 y 2000, un inversor con una cartera que replicara el índice S&P 500 durante los 27 meses anteriores a unas elecciones estadounidenses (desde el 1 de octubre del segundo año de un mandato presidencial hasta el 31 de diciembre del año electoral) habría registrado importantes ganancias; así, el valor de su cartera se habría incrementado entre un 16% y un 70%, dependiendo del año electoral. Como contrapunto útil, el mismo estudio concluyó que los mercados bajistas, definidos como un descenso del 15% o más en el valor del S&P 500, históricamente suelen darse en el primer y segundo año de los mandatos presidenciales [6]. Este último punto es aún más pertinente, si cabe, a tenor de la duración del mercado alcista actual.

En un año de elecciones en EE.UU., es inevitable que la figura polarizadora de Donald Trump domine la actualidad informativa y continúe ejerciendo una influencia perturbadora en los mercados mundiales. La política siempre ha tenido la capacidad de distraer y desviar la atención de los fundamentales, y la rivalidad continua entre EE.UU. y China seguirá influyendo en los mercados durante muchos años. Así las cosas, no se debe subestimar la importancia de fundamentar las decisiones de inversión en estudios y análisis sólidos.

Columna de Edward Bonham Carter, vicepresidente de la gestora Jupiter Asset Management

 

Anotaciones:

(1) FMI, World Economic Outlook, octubre de 2019

(2) FMI, World Economic Outlook, octubre de 2019

(3) FT/Deutsche Bank Research, septiembre de 2019

(4) FMI, Informe sobre la estabilidad financiera mundial, octubre de 2019

(5) IHS Markit, Global PMI report, octubre de 2019

(6) Presidential Elections and Stock Market Cycles, Marshall Nickles Edd, 2004, Graziadio Business Review

Identificando catalizadores para el cambio en los mercados de bonos europeos

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Pixabay CC0 Public Domain. La estrategia de AllianceBernstein

Los inversores en bonos europeos se enfrentan a un dilema: los rendimientos se encuentran aparentemente anclados a niveles bajos, pero es probable una mayor volatilidad de precios. En este entorno, AllianceBernstein está buscando “catalizadores” para hallar oportunidades en un mercado complicado.

En un artículo reciente, la gestora advierte de que la política monetaria y las fuerzas macroeconómicas han creado condiciones complicadas para los inversores en los mercados europeos de renta fija. “Los rendimientos de los bonos gubernamentales de la Eurozona han caído considerablemente y, con el BCE extendiendo su programa de flexibilización cuantitativa (QE) y empujando los tipos aún más a territorio negativo, es difícil que exista un detonante para un movimiento sostenido al alza”.

Mientras, el crecimiento económico está perdiendo impulso, por lo que la entidad ha reducido sus previsiones globales y cree que el crecimiento podría desacelerarse aún más. “Las tensiones comerciales y la desglobalización probablemente sigan pesando sobre el sentimiento”, apunta. En esta situación “cada vez más compleja”, los mercados se han vuelto muy sensibles al flujo de noticias sobre macroeconomía y política, por lo que espera “movimientos bruscos” entre las fases optimistas «risk on» y pesimistas «risk off».

La larga duración parece menos atractiva

“Los insistentes llamamientos del BCE al estímulo fiscal indican que tiene un alcance limitado para nuevos recortes de tasas y que no se puede confiar en un QE adicional para impulsar el crecimiento”, señala AllianceBernstein. Esto no significa que la era de los rendimientos ultra bajos haya terminado: la probabilidad de aumentos coordinados del gasto público en la Eurozona es baja y, en consecuencia, el riesgo de que los rendimientos de los bonos gubernamentales adopten un sesgo positivo permanente, leve.

“Creemos que ahora se puede ganar más con un enfoque ágil, que identifique los catalizadores para el cambio entre regímenes ‘risk-on’ y ‘risk-off’ y, en consecuencia, gestione dinámicamente las posiciones de la cartera”, asegura.

Centrarse en crédito de mayor calidad

Ciertas partes del mercado parecen hoy especialmente vulnerables, advierte la gestora. “Por ejemplo, una combinación de crecimiento bajo con posibles shocks comerciales y políticos es potencialmente muy adversa para los bonos high yield CCC. Por el contrario, a pesar de los rendimientos visualmente bajos, los bonos de mayor calidad crediticia parecen relativamente atractivos en los niveles actuales en un contexto en el que se espera menor crecimiento”.

Mercado europeo de bonos

Los bonos globales investment grade (IG) ofrecen tanto retornos relativamente estables como un rendimiento positivo; y, aunque los spreads son modestos en relación con estándares históricos, aún ofrecen ingresos positivos frente a los rendimientos negativos de la mayoría de los bonos gubernamentales de la zona euro. Según AllianceBernstein, esto es atractivo para inversores reacios al riesgo y hambrientos de un poco de rendimiento.

A su juicio, los inversores deben ser precavidos con la sobreexposición a las partes con menor calificación del mercado de high yield y optar por una exposición crediticia más equilibrada que brinde protección contra las retiradas. “Al mismo tiempo, la disparidad en las valoraciones presentará buenas oportunidades: los inversores ágiles deben estar pendientes de los catalizadores para los cambios en el estado de ánimo del mercado”.

Catalizadores potenciales

Al analizar los catalizadores más probables, la gestora apunta que cierta cantidad del riesgo de Brexit ya ha sido valorada por los mercados del Reino Unido. Un «Brexit duro» probablemente resultaría en nuevas caídas de precios y algunas buenas oportunidades de compra, particularmente en bonos emitidos por bancos británicos. “Tras un largo periodo de eliminación de riesgos de sus negocios y reconstrucción de sus balances, son relativamente resistentes a los shocks y, si los diferenciales de sus bonos se ampliaran tras un Brexit duro, representarían un valor atractivo”, destaca.

“Un aumento significativo en los rendimientos de los bonos gubernamentales, impulsado por las expectativas de una política fiscal impactante, sería una fuerte señal de compra”, afirma AllianceBernstein. En su opinión, esto se debe a que la probabilidad de estímulos fiscales efectivos y de que la economía de la zona euro se recupere rápidamente es baja. Los diferenciales de IG más amplios también se verían muy atractivos.

A medida que nos acerquemos a final de año, la entidad cree que aumentan las posibilidades de una fase “risk off”. El Brexit, las tensiones comerciales EE.UU.-China y Oriente Medio podrían ser catalizadores, justo cuando la liquidez está disminuyendo antes de las vacaciones y los bancos centrales ya han usado la mayor parte de su munición.

“Esa combinación poco atractiva de factores podría crear un valor significativo para los inversores ágiles y bien preparados, con un enfoque de inversión dinámico que ofrezca rendimientos positivos al tiempo que proteja contra grandes retiradas”, sentencia.

AB European Income

Con todo, la gestora recomienda su estrategia AB European Income, que busca generar un elevado retorno absoluto, maximizando los ingresos y logrando la apreciación del capital. Para ello, emplea un enfoque multisectorial hacia la renta fija europea, mediante una cartera diversificada de bonos corporativos y gubernamentales de la región (también investment grade), con flexibilidad para invertir en emisores no europeos. La estrategia equilibra de manera dinámica activos de renta fija de mayor rendimiento en euros con bonos gubernamentales de menor riesgo “para generar rentabilidad a partir de distintas fuentes”.

Los expertos valoran de forma positiva el acuerdo inicial alcanzado entre China y Estados Unidos

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Wikimedia Commons. Los mercados ven cada vez más próximo una acuerdo comercial entre China y Estados Unidos

Tras meses de titulares abordando las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, el viernes los mercados se encontraron con una buena noticia casi de la noche a la mañana: los sólidos avances en las negociaciones y relaciones comerciales entre ambos países.

Lo que por ahora se conoce es que Donald Trump ha firmado el acuerdo comercial de la fase uno. Esto ha evitado que los aranceles que entraban el pasado domingo entrasen en vigor, es decir el 15% sobre 160.000 millones de dólares de productos chinos y una reducción del 50% del resto de impuestos que ya se están aplicando sobre 360.000 millones de dólares a importaciones chinas. “A cambio, China se comprometería a comprar más productos agrícolas americanos, a mejorar en temas de protección a la propiedad intelectual y a abrir el sector financiero chino a los bancos extranjeros”, recuerdan desde Renta 4 Banco.

Según explica Ignacio Dolz de Espejo, director de soluciones de inversión de Mutuactivos, Estados Unidos y China estarían a punto de firmar un acuerdo comercial. “En este, Estados Unidos reduciría los aranceles ya vigentes un 50% y no pondría en marcha las tarifas que deberían empezar a funcionar este domingo. China se habría comprometido a incrementar las importaciones de productos agrícolas norteamericanos y a ciertos compromisos con su moneda y el respeto a la propiedad intelectual”, apunta.  

Si finalmente se llega a un acuerdo, 2020 comenzaría con otro ánimo. “Este resultado tendría un impacto positivo para el mercado y el sentimiento de los inversores, ya que éstos lo verían como una señal positiva de que los responsables de la toma de decisiones son capaces de diferenciar entre la economía y la política. Queda por ver qué ocurrirá con los derechos de aduana ya existentes”, señala Xiadong Bao, gestor del equipo de renta variable global en Edmond de Rothschild Asset Management.

Pese al optimismo de esta noticia, Bao advierte que el enfrentamiento persiste en algunos campos como el tecnológico. “La confrontación entre las dos grandes potencias no debe entenderse geopolítica e ideológicamente, es decir como apoyo estadounidense a los manifestantes de Hong Kong, elecciones presidenciales en Taiwán, valioso aliado de Washington, críticas estadounidenses a los derechos humanos en la región autónoma de los uigures de Xinjiang”, añade Bao.

Tras lo titulares del pasado jueves por la noche, el dólar se suavizó. Según el análisis que hacen desde Monex Europe, el aplazamiento de los aranceles programados para el domingo y reduciendo el riesgo en los mercados globales. “Los mercados bursátiles a nivel global han experimentado un repunte favorable, resultante del renovado optimismo. Sin embargo, los inversores aún se mantienen de algún modo escépticos, en tanto la firma oficial del acuerdo no sea anunciada. Existen altas expectativas de que el comunicado pueda producirse en los próximos días, ocasionando un movimiento drástico en los mercados. Si bien el alivio de las tensiones comerciales entre los EE.UU. y China es beneficioso para la economía norteamericana”, reconoce en su último análisis.

Para los expertos de WisdomTree, las perspectivas económicas del próximo año estarán muy influenciadas por los pasos que vayan dando ambos países. “Si no logran llegar a un acuerdo, es probable que la economía mundial caiga en una recesión. Sin embargo, reconocemos que este es un año de elecciones presidenciales en los EE.UU., y aunque el presidente Trump está tratando de cumplir sus promesas electorales anteriores, incluido el endurecimiento del comercio, será reacio a inclinar la economía hacia una recesión en este punto crucial”, explican desde la firma. 

Por eso, según su valoración, lo más probable es que se busque llegar a un acuerdo aunque no sea de forma rápida. “Más cerca de las elecciones, los votantes lo recordarán como el hombre que salvó a la economía estadounidense del borde. Sin embargo, este es un juego de alto riesgo. China está perdiendo la paciencia. El país asiático ya se ha negado a reconocer que han alcanzado lo que Trump declara es una fase uno de un acuerdo comercial. Las consecuencias de este juego podrían ser catastróficas para la economía global”, advierten.

La era de la incertidumbre: ¿qué deberían tener en cuenta los inversores en 2020?

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Pixabay CC0 Public Domain. La era de la incertidumbre: ¿qué deberían tener en cuenta los inversores en 2020?

En opinión de Joseph Little, jefe global de estrategia de inversión de HSBC Global Asset Management, los inversores están “en la era de la incertidumbre”. Las incógnitas políticas y económicas y situaciones macroeconómicas sin precedentes complican sus decisiones de inversión. Ante este contexto, la cuestión clave es qué deberán tener en cuenta de cara al próximo año.

“Como inversores, debemos estar atentos. Hay una serie de grandes cuestiones sin resolver y una serie de otros acontecimientos políticos clave que podrían tener consecuencias adversas, o quizás mejores de lo esperado, para la macroeconomía y los mercados financieros”, advierte antes de compartir su visión para 2020.

En primer lugar sostiene que la gran lección de 2019 es que, aunque la incertidumbre siga siendo una característica predominante del sistema, “no deberíamos dejarnos seducir automáticamente por una estrategia de inversión prudente”. Muestra de ello es, según su argumento, que ir a por el dinero en efectivo a principios de 2019 parecía seguro y sensato, pero resultó ser muy costoso para los inversores.

Una reflexión que lanza pese a que el escenario de la gestora para 2020 es relativamente favorable: “Anticipamos un crecimiento lento y constante, una inflación baja, una política expansiva y un crecimiento de los beneficios de un solo dígito. En nuestra opinión, una recesión parece ser más un problema para 2021, o incluso más allá”.

Perspectivas sobre Estados Unidos y Asia

Para Little uno de los países que habrá que observar es Estados Unidos. Los últimos 18 meses se han caracterizado por un rendimiento macroeconómico extraordinario, pero para 2020 espera una ligera reversión de esa tendencia y cierta coincidencia en el crecimiento. “El impulso de los recortes fiscales se está desvaneciendo en EE.UU., la incertidumbre relacionada con la política comercial parece estar afectando a la inversión, y los indicadores del mercado laboral se están moderando. Sin embargo, la relajación de las políticas y la solidez de las finanzas de los consumidores deberían evitar que el crecimiento caiga por debajo de la tendencia”, sostiene.

De hecho apunta que, con una inflación subyacente por debajo del 2%, la principal preocupación de la Reserva Federal (Fed) es que la inflación pueda seguir por debajo de su objetivo. Según su valoración, esto significa que mientras la política está en suspenso por ahora, “es más probable que se produzcan subidas de tipos que recortes de tipos, pero nuestra suposición es que veremos un nuevo recorte el año que viene”.

Asia es la otra gran región a la que los inversores tienen que estar atentos. “La caída del crecimiento en China ha coincidido con indicios de estabilización en otros mercados emergentes. En particular, los mercados emergentes asiáticos parecen estar recuperándose. Con un modesto crecimiento chino y un comportamiento similar al de Estados Unidos, es poco probable que los mercados emergentes experimenten un fuerte repunte, pero las recientes mejoras en los ciclos tecnológicos y comerciales asiáticos son un buen presagio para el impulso del crecimiento a corto plazo”, explica. 

Asignación de activos pro-riesgo

De cara a construir la cartera, Little señala que los precios de mercado siguen siendo tentadores para algunas clases de activos de mayor riesgo, como las acciones europeas y de mercados emergentes, y para partes de la renta fija en las que la duración de los tipos no es muy elevada y los rendimientos son atractivos, como el crédito asiático. “Como resultado, seguiremos siendo pro-riesgo en nuestra asignación de activos a medida que entremos en 2020”, explica sobre el posicionamiento del banco.

Aunque la gestora ve cierto incertidumbre y por eso es cauta con su estrategia, considera que los riesgos a la baja, como la recesión del crecimiento mundial, parecen distantes por ahora. Por eso explica que su estrategia sigue siendo apostar por una “diversificación inteligente” y por ser “dinámicos”. 

Los bonos del Estado han tenido un perfil de rendimiento extraordinario en los últimos dos años y han sido una cobertura increíblemente exitosa para los riesgos de renta variable global. Pero las fuerzas que han apoyado los vínculos hasta ahora pueden estar comenzando a revertirse gradualmente. Esto sugiere que la clase de activos puede ser un diversificador menos fiable en el futuro de lo que ha sido en el pasado”, concluye.

Los ETFs de renta variable captaron masivamente la atención de los inversores en noviembre

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Wikimedia Commons. Los ETFs de renta variable captaron masivamente la atención de los inversores en noviembre

En noviembre, el mercado de ETFs se mantuvo positivo a nivel global. Según los datos que ha publicado Amundi, se registraron unos flujos netos totales de 66.000 millones de euros, aunque la mayor parte de la atención de los inversores se centró, de forma masiva, en la renta variable. 

Los ETFs de renta variable registraron más de 50.000 millones de euros de entradas netas a niveL global. En línea con la tendencia del mes pasado, estas entradas estuvieron impulsadas por la renta variable americana, con 21.400 millones de euros de entradas netas durante el mes, seguida de la exposición global ( con 8.500 millones de euros), sectores y smart beta (con 8.200 millones de euros) y mercados emergentes (con más de 7.000 millones de euros de nuevas entradas netas)”, explica Amundi en su última hoja informativa. 

Respecto a la renta fija, los ETFs continuaron atrayendo flujos positivos, en esta ocasión de 16.000 millones de euros. Según matizan desde la gestora, en noviembre, los inversores modificaron su preferencia por la deuda soberana y cambiaron a bonos agregados y a deuda corporativa.

En Europa, los fondos cotizados captaron más de 14.000 millones de euros en noviembre, lo que representa el tercer mayor flujo de entrada mensual del año. También para esta región, los ETPs de renta variable captaron la mayoría de los flujos de entrada, la inversión en fondos cotizados de renta fija descendió ligeramente y los flujos en ETPs de materias primas entraron en terreno negativo por primera vez desde abril, con unas salidas por valor de 360 millones de euros.

“La ISR en renta variable continuó atrayendo flujos consistentes, con cerca de 1.300 millones de euros de nuevos activos netos. Y los ETFs smart beta experimentaron mayores entradas que el mes anterior, con 1.700 millones de euros. Las entradas se centraron en la exposición al value y size. Mientras que los ETFs de mínima volatilidad sufrieron salidas de 834 millones de euros”, matiza en su informe.

H.I.G. Capital amplía su equipo de alta dirección

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Pixabay CC0 Public Domain. H.I.G. Capital amplía su equipo de alta dirección

H.I.G. Capital aplicará una serie de cambios en su estructura organizativa “para posicionarse de cara a un crecimiento continuado y para gestionar mejor la envergadura y alcance crecientes del negocio”, señalan. La firma amplía el equipo de alta dirección ascendiendo a Rick Rosen y Brian Schwartz a copresidentes, puesto de nueva creación.

Rosen y Schwartz, que trabajan en la firma desde 1998 y 1994, respectivamente, gestionan el fondo H.I.G. U.S. Middle Market y el H.I.G. Advantage. Trabajarán en estrecha colaboración con Sami Mnaymneh y Tony Tamer, fundadores y co consejeros delegados de H.I.G. para “impulsar el crecimiento continuado de la compañía y poner en marcha iniciativas estratégicas clave en todo el mundo”, según ha explicado la firma en un comunicado.

Además, la ampliación del equipo de alta dirección de la firma contempla diversos cambios organizativos. En primer lugar, Doug Berman, director ejecutivo, es ascendido a responsable de capital de riesgo en EE.UU. Berman trabaja en H.I.G. desde 1995 y es responsable del fondo H.I.G. U.S. LBO. Asimismo, John Bolduc, director ejecutivo seguirá supervisando los fondos de deuda corporativa de H.I.G. Por último, Wolfgang Biedermann es ascendido a director ejecutivo y responsable de adquisiciones en Europa. Trabaja en H.I.G. desde 2007 y es responsable del fondo H.I.G. Europe LBO.

“Las actuales perspectivas de la compañía nos ilusionan enormemente. Hemos desarrollado una plataforma exclusiva de alcance mundial con una posición muy diferenciada y escalable, y estamos deseando trabajar con Rick, Brian, Doug, John y Wolfgang para seguir ampliando la compañía y sus capacidades. Todos ellos han realizado una importante contribución al éxito de la compañía y han aumentado su nivel de responsabilidad a lo largo del tiempo. Nuestro objetivo primordial es mantener la cultura corporativa de H.I.G. y seguir brindando rentabilidades atractivas a nuestros inversores”, aseguraron Mnaymneh y Tamer.

H.I.G., constituida en 1993, cuenta actualmente con más de 720 empleados en 16 oficinas en todo el mundo e invierte en más de 300 empresas en cartera con ingresos superiores a los 40.000 millones de dólares. Además, gestiona fondos en distintas estrategias de capital riesgo, capital expansión, deuda corporativa, activos inmobiliarios e infraestructura.

Empresas familiares: una atractiva inversión a largo plazo por su rentabilidad y menor endeudamiento

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Pixabay CC0 Public Domain. Banque de Luxembourg Investments: Las empresas familiares son una atractiva inversión a largo plazo

Las empresas familiares son considerablemente más estables y proporcionan mejores rentabilidades a los accionistas a largo plazo que las firmas no familiares, según las conclusiones de un estudio encargado por Banque de Luxembourg Investments (BLI), que las considera por tanto como una opción muy atractiva sobre todo para inversiones de larga duración. 

El análisis, realizado por el Handelsblatt Research Institute (HRI), estudió las métricas de los balances y del mercado financiero para comprobar de forma empírica y durante un largo periodo el rendimiento de las empresas familiares cotizadas frente a las que no son propiedad de una familia.

«Cuarenta empresas familiares cotizadas de diversa capitalización de mercado fueron comparadas con un grupo equivalente de compañías no familiares cotizadas», explicó el profesor Bert Rürup, presidente de HRI y economista jefe del Handelsblatt, el principal diario económico de Alemania. El estudio analizó los últimos 17 años en los sectores de transporte/automoción, productos y servicios al consumidor, manufacturero e inmobiliario y de la construcción.

La estructura de propiedad tiene un impacto positivo 

Todo apunta a que “la estructura de propiedad de estas compañías tiene un impacto positivo en su rentabilidad total para los accionistas a largo plazo y sobre otras muchas métricas de rendimiento”, explicó Lutz Overlack, director de distribución de BLI para Alemania, Austria y Suiza.   

Entre las métricas analizadas están el rendimiento total para los accionistas, el ratio de capital de trabajo, ratio de capital y la rentabilidad sobre el capital o ROE. 

«Considerando la ratio de capital de trabajo, un indicador de la liquidez de una compañía, el estudio descubrió que los resultados más altos eran impulsados por siete empresas alemanas y cuatro suizas, que tenían unas cifras de capital de trabajo mucho más altas que las compañías de otros países”, indicó Jan Kleibrink, jefe de análisis económico en HRI y coautor del informe.

Otras métricas arrojaron resultados similares, como la ROE, más estable que en otro tipo de empresas. “Esto es un signo claro de que las compañías familiares tienen una base de capital más sólida y más centrada en el crecimiento a futuro”, destacó Overlack. Un hecho que se ve reforzado además por su ratio de endeudamiento medio, que también es más bajo.

En conclusión, las empresas familiares superaron a las no familiares como inversión entre 2002 y 2019. Kleibrink lo resume: “La rentabilidad total de los accionistas de empresas familiares ha superado a la de su índice de referencia. Al mantener ratios de capital más altos y evitar unos índices de deuda muy grandes, las empresas familiares tienen una base de capital más sólida, lo que les permite resistir mejor las crisis”.   

Los cinco libros recomendados por Bill Gates para cerrar 2019 y empezar 2020

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Foto: Gates notes. Los cinco libros que Bill Gates recomienda en este invierno de 2019

Otro año está por concluir, y para preparar este final y el principio del siguiente, el empresario, filántropo y amante de los libros, Bill Gates, comparte en GatesNotes, su blog personal, cinco títulos para «cerrar el 2019 y empezar el 2020 con una buena nota». : 

«An American Marriage», de Tayari Jones.

Recomendada a Gates por su hija, esta novela está ambientada en el sur de Estados Unidos, y cuenta la conmovedora historia de una pareja de raza negra que se enfrenta al encarcelamiento y los efectos de éste en su relación. Para los lectores que buscan algo que les haga reflexionar, Gates promete que «te encontrarás cautivado por él a pesar del tema tan difícil».

«These Truths», de Jill Lepore.

Gates describe esta historia de 800 páginas de los Estados Unidos como «el relato más honesto y valiente de la historia estadounidense que he leído». De acuerdo con Gates, Lepore maneja diversos puntos de vista para exponer todas las profundas contradicciones de Estados Unidos y ofrece algo nuevo, incluso al ávido lector de historia.

«Growth», de Vaclav Smil.

El autor cuyos libros Gates espera «como alguno esperan una película de Star Wars» cuenta ya con 39 títulos en su haber. En este en particular, explora una pregunta urgente: ¿cómo deberíamos reconciliar el crecimiento futuro con la preservación a largo plazo de nuestro planeta?

«Prepared», de Diane Tavenner.

Es una guía práctica, diseñada luego de su extensa participación en las mejores y más prestigiosas escuelas privadas de los Estados Unidos, donde Tavenner comparte consejos sobre cómo los padres pueden enseñar a los niños a vivir una buena vida, no sólo ingresar a una buena universidad.

«Why We Sleep», de Matthew Walker.

Este libro es considerado por Gates como uno de los mejores libros de comportamiento humano, el cuál hizo que el mismo Gates cambiara sus hábitos… Walker, director del Centro para la Ciencia del Sueño Humano de la UC Berkeley, explica cómo falta de sueño puede pasar factura y qué cosas se pueden hacer para asegurarse de dormir bien. Según Gates, este libro es imperdible si uno de tus propósitos de año nuevo es mejorar tu salud.

La menor incertidumbre sobre el Brexit mejora las perspectivas de los activos británicos, pero los analistas advierten: este no es el último capítulo

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Wikimedia Commons. La menor incertidumbre sobre el Brexit mejora las perspectivas de los activos británicos, pero los analistas advierten: este no es el último capítulo

El paso ayer de los británicos por las urnas deja, según los analistas políticos, un mensaje muy claro: “Get Brexit Done». La mayoría absoluta alcanzada por el candidato conservador Boris Johnson le da vía libre para negociar el Brexit con la Unión Europea y abandonarla en enero de 2020, materializando así el eslogan de su campaña.

Lo más probable es que Johnson pase por el Parlamento británico su acuerdo de retirada el próximo 31 de enero, apurando la fecha límite. Según Aneeka Gupta, directora de análisis en WisdomTree, la mayoría alcanzada da a Johnson un margen significativo para maniobrar en las negociaciones sobre la futura relación con la UE. “El manifiesto del Partido Conservador prometió no extender el período de transición más allá de 2020, sin embargo, esperamos que se solicite una extensión después de la fecha provisional del 1 de julio y que se otorgue a su debido tiempo. Esperamos ver una mejora en el sentimiento de riesgo y una recuperación de los activos, sin embargo, se espera que la incertidumbre resurja a su debido tiempo”, explica Grupta.

Para Mark Holman, consejero delegado de TwentyFour AM (Vontobel AM), a partir de aquí, “la parte fácil de Brexit” puede lograrse haciendo que el parlamento apruebe el acuerdo de retirada, allanando el camino para que el Reino Unido abandone la UE a finales de enero y entre en la fase de transición. “El próximo reto será negociar el acuerdo comercial con Europa y, simultáneamente, con Estados Unidos. El fuerte mandato dado a los conservadores lo hará más fácil, pero es probable que se necesite todo el año 2020, si no más, para lograrlo”, advierte.

En lo que sí coincide el análisis de las gestoras es que esta mayoría conservadora elimina parte de la incertidumbre. Aún así, la economía británica se resentirá por el Brexit. “No está claro que ese daño sea irreparable. No cabe duda de que la incertidumbre y el temor generados por el Brexit han debilitado la inversión a lo largo de 2019, por lo que un gobierno estable que ponga punto y final a este proceso liberará parte de la demanda de inversión acumulada. En cualquier caso, soy bastante escéptico con el impacto del Brexit a más largo plazo, ya que considero que muchas de las previsiones más negativas dependen de que el Brexit frene de manera considerable el crecimiento de la productividad, que responde a diferentes factores”, matiza Shamir Dhar, economista jefe en BNY Mellon Investment Management

Según destaca Michael Strobaek, jefe global de inversiones de Credit Suisse, el fin de la incertidumbre no solo beneficie al Reino Unido, sino a toda Europa. “El fin de la incertidumbre, así como un probable impulso de la política fiscal bajo el gobierno conservador, debería significar que la economía del Reino Unido se recupere el próximo año después de unos años de debilidad absoluta y relativa. Esperamos que el crecimiento del Reino Unido alcance una tasa anualizada de 2%, que es más rápido que el 1,3% registrado este año. Esto también debería ser positivo para el resto de Europa. El riesgo de un Brexit abrupto ha sido una fuente de incertidumbre para muchas empresas en todo el continente, especialmente en el sector automotriz. La eliminación de ese riesgo debería ayudar al intento en los indicadores económicos”, argumenta Strobaek. 

Sin embargo avisa que el riesgo actual de un final abrupto del período de transición podría limitar estas ventajas. Un aspecto muy a tener en cuenta también para los analistas de Monex Europe. “El apoyo mayoritario recibido por Johnson garantiza un paso expedito hacia la salida ordenada. Sin embargo, este paso no pone fin al conjunto de incertidumbres que enfrenta la economía británica en sus futuras relaciones con el bloque europeo, por lo que no se podría descartar que la libra experimente retrocesos en lo adelante”, apunta en su último análisis.

Perspectivas positivas

A raíz del resultado electoral, la libra se aprecia un 2% adicional frente al euro, marcando máximos desde junio de 2016, fecha del referéndum sobre el Brexit. El despegue de la divisa ayer confirmó el alivio de los mercados, que despejan ahora el riesgo de una posible salida unilateral del bloque o un prolongado período de negociaciones divididas. Hoy, la bolsa del Reino Unido ha abierto con subidas del 1%, pero en un día en que los mercados en general han comenzado con fuerza debido a la posibilidad de un acuerdo comercial entre EE.UU. y China.

En opinión de Emma Mogford, gestora del BNY Mellon UK Income Fund y gestora de carteras de renta variable británica en Newton, parte de BNY Mellon Investment Management, una mayoría conservadora ofrece más garantías sobre las perspectivas del Reino Unido. “A corto plazo, esta victoria podría resultar positiva para las empresas británicas y para los sectores más sensibles al ciclo económico, como los bancos y las promotoras de vivienda. Sin embargo, es importante tener en cuenta desde dónde partimos: un entorno de valoraciones bajas en el que algunas empresas cotizan con descuento. La libra esterlina lleva depreciándose desde el referéndum de 2016 y este resultado electoral podría provocar una leve fluctuación”, afirma Mogford. 

Misma valoración hacen desde Renta 4 Banco: “Resultado positivo para las bolsas y libra, en la medida en que los conservadores podrán formar gobierno con mayoría absoluta, evitando así el riesgo de un parlamento bloqueado y nuevas tensiones en torno al Brexit. Se abre sin embargo una nueva incertidumbre en Escocia, donde el buen resultado de los nacionalistas podría llevar a un segundo referéndum de independencia con el objetivo de mantenerse en Europa”.

Desde BlackRock recuerdan que las promesas fiscales del partido conservador serán positivas para los mercados y para crear oportunidades de inversión. “Los activos británicos deberían recibir un impulso, después de haber estado infraponderados, hablando de forma generalizada, por los inversores globales. Esperamos ver flujos hacia la renta variable y el crédito del Reino Unido ahora que se ha eliminado parte de la incertidumbre del Brexit. Los sectores británicos más centrados en el mercado interno, como la construcción, el consumo discrecional, el sector financiero, el inmobiliario y el sanitario, deberían superar a sus homólogos internacionales”, apuntan desde la gestora.

Tal y como recuerdan desde Columbia Threadneedle Investments, las valoraciones del Reino Unido están en mínimos de 30 años en comparación con las acciones internacionales en su conjunto, tocando los mínimos vistos por última vez a principios de la década de 1990. Por lo tanto, este nuevo entorno debería estimular la recuperación de su mercado de valores y mejorar la cotización de sus empresas, así como el interés de los inversores. “Creemos que hay oportunidades en todo el mercado del Reino Unido, en empresas con enfoque nacional e internacional. Todos se beneficiarán de una reevaluación del mercado del Reino Unido cuando eso ocurra”, afirma Richard Colwell, responsable de renta variable de Reino Unido en Columbia Threadneedle Investments.

Para cerrar este análisis, Richard Dunbar, Head of Macro Investing Research de Aberdeen Standard Investments, señala que vale la pena tener en cuenta en todos los activos del Reino Unido. «Si bien las perspectivas económicas, políticas y de mercado pueden ser más claras, todavía no lo son. Si los últimos años nos han enseñado algo, es que los inversores deben tener cuidado con los baches en el camino tanto si son esperados como si no lo son. Sospechamos que, por lo tanto, sería prudente estar atentos al camino que tenemos por delante», defiende Dunbar.