Pixabay CC0 Public Domain. El mercado de fusiones y adquisiciones seguirá siendo complicado en 2020
A escala mundial, en 2019 las acciones ligadas a transacciones valoradas en más de 100 millones de dólares obtuvieron un rendimiento inferior al índice global del 5%. Además, según los datos publicados por Willis Towers Watson y Cass Business School, el mercado global de fusiones y adquisiciones, aquejado de un rendimiento en constante declive desde 2015, continuará encontrando en 2020 un entorno complicado.
En este contexto, y sobre la base de las tendencias a corto y largo plazo reflejadas en su informe, serán cinco las tendencias clave para la evolución del mercado de fusiones y adquisiciones durante este año.
La desaceleración de Estados Unidos impactará en el resto del mundo. Según los datos del informe, en 2019 se cerraron 173 grandes operaciones (aquellas de más de 1.000 millones de dólares), la menor cifra en cinco años. “Y continuará bajo en 2020 a tenor de la desaceleración en la actividad de fusiones y adquisiciones de Estados Unidos”, aseguran desde Willis Towers Watson. No obstante, la poca disposición del mercado para asumir grandes operaciones también podría indicar que las empresas se están preparando para una recesión.
Europa mantendrá la primera posición. En 2019, los negociadores europeos encabezaron las clasificaciones mundiales de fusiones y adquisiciones por segundo año consecutivo, superando su índice regional en 1.9 puntos porcentuales. Una tendencia que Willis Towers Watson espera que continúe. Asimismo, destaca el volumen de negocio ligado a M&A en el Reino Unido durante el pasado ejercicio que fue, con 31 operaciones, el más bajo de la última década. Además, advierten de que hasta que no se produzca un Brexit con acuerdo, no se prevén mejoras.
Es improbable que las fusiones y adquisiciones mejoren en China. China ha pasado de alcanzar una cifra récord de 243 acuerdos en el área M&A a cerrar sólo 72 en 2019. Las incertidumbres comerciales y los temores de una posible recesión económica mundial han sido algunos de los principales factores de este descenso. Por otro lado, la desaceleración en China está en línea con la también tendencia a la baja que está sufriendo toda la región Asia Pacífico en el mercado de fusiones y adquisiciones, y que se espera continúe en 2020. “No es menos cierto que las mejoras que han logrado los compradores en la zona APAC durante 2019 en cuanto a rendimientos de las operaciones M&A sugiere, al menos, una mayor estabilidad después de los turbulentos años previos”, subraya el informe.
Los tiempos necesarios para el cierre de operaciones se ralentizarán. Los datos de Willis Towers Watson apuntan a un aumento de los tiempos necesarios para completar las transacciones durante el próximo año. Ya se trata de un proceso lento si tenemos en cuenta que, de media, las operaciones realizadas en 2019 tardaron 141 días, frente a los 120 de 2018, en cerrarse.El informe también apunta a la posibilidad de que la financiación de acuerdos transfronterizos se vuelva más difícil, debido al endurecimiento del escrutinio regulatorio provocado por tensiones comerciales y sociopolíticas.
Más posibilidades de operación por parte de inversores alternativos. “Es previsible que los inversores alternativos, como aquellos ligados a capital privado y capital riesgo, que cuentan con altos niveles de capital que no han utilizado estén más activos en 2020 que en ejercicios previos”, prevé el informe. Esto podría dar lugar a operaciones M&A de mayor volumen pese a que la posibilidad de retornos rápidos se verá afectada por la economía en desaceleración, las tensiones geopolíticas y las demandas regulatorias antes mencionadas.En 2020, Willis Towers Watson prevé una tendencia al alza de operaciones que incluyan acuerdos de contratación, es decir, las que se completan con la intención de adquirir un talento que el comprador no podría contratar de otro modo.
El programa Green Credit Continuum, lanzado en julio de 2019 por Amundi y el Banco Europeo de Inversiones (BEI), cerró su primera ronda de financiación con 253 millones de euros captados, a fecha de 30 de noviembre de 2019. A través de este programa, Amundi y el BEI esperan fomentar el desarrollo del mercado de deuda verde más allá de los bonos verdes existentes, apoyando proyectos verdes de pequeña escala y financiando PYMES. Tiene como objetivo recaudar 1.000 millones de euros en los próximos tres años, incluyendo un compromiso inicial de 60 millones de euros por parte del BEI.
“El BEI ha estado a la vanguardia de la promoción de las finanzas verdes, emitiendo el primer bono verde en 2007, aumentando su financiación climática año tras año y fortaleciendo su política climática. Aunque se han logrado avances en muchos frentes, las brechas financieras persisten, incluso en Europa. Este programa está diseñado para abordar estas diferencias, y estamos felices de asociarnos con Amundi para llevarlo a cabo”, señaló Ambroise Fayolle, vicepresidente del BEI.
En su primera ronda de financiación, de las tres planificadas, el programa ha levantado interés para los inversores, tanto públicos como privados, atrayendo compromisos iniciales de fondos de pensiones, aseguradoras, instituciones bancarias e instituciones de inversión públicas de Dinamarca, Francia y Luxemburgo. Destaca, además, la participación de la Caisse des Dépôts francesa, la Caisse Centrale de Réassurance, el grupo de bienestar social Agrica y el fondo de pensiones danés Lærernes. El grupo Crédit Agricole también es uno de los inversores principales del proyecto, a través de 10 de sus bancos regionales franceses.
“Hemos detectado un entusiasmo increíble por este programa entre los inversores institucionales, que reconocen la importancia de la transición energética y desean diversificar sus fuentes de rendimiento en un entorno de bajos tipos de interés. Aprovechando nuestras capacidades europeas de inversión de deuda, nuestros compromisos ESG y la presencia y capacidades únicas del BEI en Europa y en las finanzas climáticas, Green Credit Continuum es una asociación público-privada única que aborda los ambiciosos, pero críticos, objetivos medioambientales de Europa», añadió Yves Perrier, CEO de Amundi.
Con el objetivo contribuir al desarrollo de las nuevas exigencias de financiación para cumplir con los compromisos establecidos en el Acuerdo de París respecto al cambio climático y financiar los objetivos medioambientales europeos, Amundi y el BEI esperan impulsar el desarrollo de nuevos instrumentos de mercado y facilitar el acceso a financiación en el mercado a las pequeñas empresas y los proyectos ecológicos, al mismo tiempo que se ofrecen mayores rendimientos a los inversores, a través de Green Credit Continuum.
Esta primera ronda invertirá en segmentos verdes incipientes, abriendo el mercado. Las posteriores, por su parte, brindarán a más inversores la oportunidad de unirse a este programa. El período de inversión para la primera ronda comenzará en diciembre, y Amundi tiene planeado convocar una segunda ronda tan pronto como los fondos iniciales recaudados se hayan repartido e invertido con éxito.
Con el fin de maximizar el impacto del programa y fomentar la expansión del mercado de crédito verde, Amundi está creando una Red de Transacción Verde con instituciones financieras y emisores líderes para obtener acuerdos y proyectos. De forma paralela, además, se está estableciendo un comité científico de expertos en finanzas sostenibles para definir y promover directrices ambientales para los mercados objetivo de acuerdo con las prácticas internacionales y la legislación derivada del plan de acción de la Comisión Europea.
Pixabay CC0 Public Domain. La estrategia de renta variable sostenible de NN IP cumple 20 años con el foco en la resistencia y el crecimiento de calidad
Los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) son motores de valor que ayudan a identificar a los ganadores actuales y futuros de las carteras. La demanda de los inversores de estrategias que los integren sigue creciendo y, según NN Investment Partners, dentro del universo de la renta fija, el segmento del high yield (HY) se encuentra en una situación única.
El equipo de bonos corporativos HY de la gestora considera que los factores ASG pueden impulsar la volatilidad de los diferenciales y el riesgo de impago, dos de los aspectos más “cruciales” de la inversión high yield. El ASG ha formado parte del análisis crediticio fundamental del equipo desde principios de la década de los 2000. En este artículo, el director global de high yield, Sebastiaan Reinders, el gestor principal de high yield europeo, Jeroen Heemskerk, y el director de investigación de crédito estadounidense, J.D. Rieber, debaten sobre este asunto.
Las consideraciones ASG tienen un alto perfil en el mercado actual. ¿Cómo se han adaptado los emisores de high yield a las exigencias de los inversores?
Mientras que la demanda de los inversores ha aumentado rápidamente, la respuesta de los emisores ha sido, hasta ahora, muy débil. Los suscriptores están empezando a presionarlos, pero la información relacionada con el rendimiento relacionado con el ASG sigue estando por detrás de otros segmentos del mercado.
La mayor parte de la divulgación es oportunista: los emisores de bonos que contribuyen positivamente a los objetivos medioambientales o sociales, a menudo por la naturaleza de su negocio, están más dispuestos a destacar esos aspectos positivos cuando se presentan a los inversores. Aun así, vemos un aumento de empresas que están informando sobre temas ASG, como sus emisiones de carbono y esfuerzos de reciclaje.
¿Cómo incorporan los criterios ASG en el análisis de crédito corporativo HY? ¿Hay aspectos particularmente relevantes en su segmento?
El equipo de high yield global incorpora los criterios ASG en cada paso de su proceso de inversión. Han formado parte de nuestro análisis crediticio desde el inicio de la inversión high yield de NN IP y, con el aumento de la disponibilidad de datos, hemos podido aumentar el nivel de granularidad.
Cuando evaluamos las fortalezas y perspectivas crediticias de un emisor, utilizamos su perfil ASG actual y previsto como uno de los cuatro componentes básicos, junto con la gestión y la estrategia, el riesgo empresarial y los aspectos financieros. De este modo, nos aseguramos de que el ASG esté plenamente integrado en nuestro análisis crediticio fundamental.
Aunque incorporamos todos los aspectos ASG de un emisor, consideramos que la gobernanza es particularmente relevante para nuestro análisis. Menos de la mitad de las empresas de nuestro universo de inversión tienen accionistas públicos. Creemos que el buen gobierno es crucial para mitigar los riesgos que podrían surgir de una menor transparencia de las empresas de propiedad privada.
¿Cómo se construye un caso de inversión? ¿Hay muchos datos ASG disponibles de fuentes externas o la mayoría de los análisis los llevan a cabo ustedes mismos?
La disponibilidad de datos ASG es, de hecho, el mayor obstáculo para muchos inversores de HY. Trabajamos continuamente para mejorar la calidad y la magnitud de los nuestros y utilizamos varios proveedores de datos externos para apoyar nuestro análisis de crédito y evaluación de ASG.
En la práctica, debido a la falta de datos disponibles, a menudo podemos añadir valor realizando nosotros mismos la investigación sobre ASG, por ejemplo, interactuando con los equipos de dirección. También hemos desarrollado soluciones inteligentes para gestionar las lagunas de datos, como la estimación de puntos de datos ASG inexistentes con técnicas de aprendizaje automático.
Por último, en nuestras conversaciones con los equipos de dirección de las empresas les animamos a «subir el listón» en información y divulgación. En muchas de estas estructuras de capital pequeñas y privadas, nuestra posición como tenedores de bonos puede influir significativamente en el coste de capital de un emisor, dándonos un acceso considerable a la alta dirección.
¿La integración de la sostenibilidad y el ASG es una prioridad en la agenda de sus inversores? ¿Qué les piden?
La sostenibilidad se ha convertido en algo muy importante para nuestros clientes y esperamos que lo sea aún más. Diferentes clientes tienen diferentes requerimientos, pero la mayoría de ellos esperan que integremos completamente los factores ASG en el proceso de inversión. A menudo recibimos «cuestionarios de inversión responsable» que utilizamos para explicar cómo esos criterios afectan a las carteras de nuestros clientes. Cada solicitud de propuesta incluye también preguntas sobre la inversión responsable. Para algunos, creamos listas de exclusión a medida.
También estamos viendo que cada vez se presta más atención a la inversión sostenible. Mantenemos un diálogo activo con nuestros clientes para determinar qué enfoque ASG les conviene más.
¿Incorporan también esfuerzos de ‘engagement’? ¿Cómo funciona esto en el ámbito de la deuda HY?
Reconocemos tres formas diferentes de interactuar con las empresas en temas de ASG. En primer lugar, interactuamos con los equipos de gestión en temas materiales para nuestro caso de inversión. Incorporamos ese diálogo a nuestro proceso como lo haríamos con cualquier otra información necesaria para comprender el potencial de rendimiento y los riesgos que conlleva un caso de inversión. Somos inversores activos y a menudo nos reunimos con las empresas.
Las dos otras formas de “engagement” implican una perspectiva integral de la empresa: trabajamos estrechamente con nuestros colegas del equipo de inversión responsable y, a veces, con partes externas. Un enfoque es el de las controversias, centrado en las empresas que incumplen de forma grave y estructural los criterios de NN IP en las áreas de gobernanza, derechos humanos, trabajo, medioambiente y corrupción. El otro método es el compromiso temático, que analiza diferentes asuntos con un impacto material en la sociedad, y con el que creemos que podemos lograr un cambio beneficioso.
El año ya va cogiendo ritmo y, una vez más, todos los expertos nos recuerdan que Europa afronta dificultades, con muchos retos políticos que sortear y con el riesgo de inestabilidad política en países como España e Italia. Sin embargo, vemos que la confianza de los inversores ha comenzado a mejorar a medida que se han ido despejando dudas sobre el Brexit y la guerra comercial, lo que puede ayudar a volver a atraer flujos de inversión hacia Europa, una región con valoraciones más atractivas que las de otras zonas. Después de un periodo prolongado de salida de capitales, las bolsas europeas pueden volver a captar la atención de los inversores.
No debemos dejar que el entorno macro o los episodios de aversión al riesgo, que muy probablemente se volverán a registrar a lo largo del año, nos distraigan. En nuestro caso, como inversores fundamentales con una visión de largo plazo, hemos visto cómo, en 2019, el temor a las tensiones entre EE.UU. y China, al futuro político de Reino Unido o a la actuación de los bancos centrales ha castigado a los mercados europeos en distintas oleadas, de forma más aguda en mayo, julio y agosto. En esos momentos, lo mejor es mantener un curso firme y no dejarse llevar por las turbulencias.
El ser fieles a nuestro proceso y a nuestro estilo de inversión es la mejor receta. Así lo hemos comprobado, una vez más, en 2019, que se ha cerrado como uno de los mejores años de nuestra historia. Nuestro buque insignia, el fondo Allianz Europe Equity Growth, obtuvo una rentabilidad en el año del 36,63% (con datos de la clase institucional de acumulación en euros), superando ampliamente al índice MSCI Europe[1]. La semilla de estos buenos resultados la plantamos ya en el último trimestre de 2018 cuando, en plenas caídas del mercado, tomamos posiciones en algunas nuevas ideas que cotizaban a niveles atractivos y elevamos el peso en valores castigados de nuestra cartera en los que teníamos una alta convicción. Varias de estas posiciones han sido las que han impulsado la rentabilidad de los últimos meses. Mantenerse fiel a la estrategia y a las convicciones del equipo es un valor seguro en momentos de incertidumbre. Una prueba de ello es que, a pesar de todo el ruido de los últimos doce meses, la rotación de nuestra cartera ha sido de sólo un 14%.
En el año que comienza, las valoraciones ajustadas en los segmentos de compañías de calidad y de crecimiento y la posibilidad de que los datos macroeconómicos muestren signos de debilidad representan amenazas para nuestras estrategias, sobre todo si se vuelven a registrar momentos de aversión al riesgo generalizada por parte de los inversores. Sin embargo, encontramos razones para un cierto optimismo. A partir de los datos que hemos recogido de nuestras conversaciones con los directivos de empresas en las que invertimos, creemos que podremos ver, en nuestras carteras, valores que se beneficien de la tendencia a reducir costes en ciertos sectores (así, por ejemplo, en soluciones innovadoras de software para la banca); otros que saquen partido al lanzamiento de nuevos productos (o que cuentan con una visibilidad clara en lo que a nuevas ventas se refiere); compañías que empiezan a experimentar los beneficios de operaciones corporativas anunciadas en el último año; e incluso empresas que se pueden beneficiar de una posible recuperación en actividades como la fabricación de semiconductores.
Y merece la pena recordar que, más allá de todo el ruido, las buenas empresas, con modelos de negocio sólidos, barreras de entrada y capacidad de fijación de precios, tienen capacidad de obtener buenos resultados incluso en entornos desfavorables. Más que apostar por sectores tradicionalmente etiquetados como “defensivos”, entendemos que la verdadera “defensa” la ofrecen esas buenas compañías. Es algo que hemos podido comprobar, una vez más, en 2019. Entre los valores que más han contribuido a la rentabilidad de las carteras teníamos, por ejemplo, una empresa de logística que fue capaz de crecer a pesar de la guerra comercial.
En el arranque de este nuevo año, mantenemos nuestra sobreponderación en valores del sector de las tecnologías de la información y en ciertas compañías del sector industrial que ofrecen una buena visibilidad de resultados. Seguimos buscando empresas con modelos de negocio robustos y capaces de hacer crecer sus beneficios de forma estable y continuada. Y todo ello lo hacemos teniendo en cuenta no sólo la información financiera de las empresas, sino que también incorporamos criterios de sostenibilidad a nuestro análisis, por medio de nuestro proceso de integración ASG, una metodología que ha demostrado ya no sólo no estar reñida con una buena rentabilidad, sino que además aporta una información valiosa para anticipar y valorar el impacto que ciertos riesgos extra financieros pueden tener sobre las cuentas de las compañías en las que invertimos.
Tribuna de Thorsten Winkelmann, gestor del fondo Allianz Europe Equity Growth, en Allianz GI.
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1. La rentabilidad pasada no es un indicador fiable de resultados futuros.
Pixabay CC0 Public Domain. Bloomberg y Rockefeller AM lanzan índice de mejora de ESG
Puede parecer que la inversión sostenible y responsable empezó sólo hace unos pocos años, pero las raíces se remontan al menos unos 200 años atrás, con las prácticas de gestión del capital de la Iglesia Metodista. O incluso antes aún, si consideramos las reglas de inversión defendidas por la Sharia.
La reciente crisis financiera global sin duda ha contribuido a dar una mayor importancia a los criterios de gobernanza defendidos por la inversión ESG, que considera asimismo factores ambientales y sociales al seleccionar los activos a incluir en una cartera.
El aumento de la población y la consecuente escasez de recursos han potenciado la fortaleza de la sostenibilidad en el uso de los recursos disponibles. El uso intensivo de energías contaminantes y las emisiones de CO2 han creado una intensa preocupación sobre un calentamiento global, que está empezando ya a crear dificultades en algunas regiones. Las desigualdades sociales, por su parte, han creado una conciencia de la necesidad de distribuir la riqueza generada para ayudar a los que más lo necesitan.
Conscientes de estas necesidades y de la importancia de tomar parte activa en su satisfacción, Kames Capital lanzó ya su primer fondo ético de renta variable en 1989. Desde entonces, han ampliado sus capacidades de inversión responsable para incluir bonos corporativos éticos, gestionados con prudencia, y soluciones de renta variable sostenible.
Una de ellas está representada por el fondo Kames Global Sustainable Equity, que en su clase B de acumulación en euros es el más rentable de la categoría VDOS de ETICO, con una revalorización del 45,78%.
Su objetivo de inversión es maximizar el rendimiento total (ingresos más capitales) invirtiendo directamente en una cartera diversificada de valores de renta variable global que cumplen con los criterios de sostenibilidad predefinidos del fondo. La selección de valores no está limitada por la ponderación de ningún índice ni por la inversión en ningún sector en particular. Tampoco tiene limitaciones por divisa o zona geográfica.
Su enfoque de inversión global es activo, sin restricciones e impulsado por la selección bottom-up de empresas que cumplen con los criterios de sostenibilidad de la gestora. Operan sin límites explícitos regionales o de país, con el objetivo de mantener una ratio elevada de active share dentro de un marco disciplinado de gestión de riesgo. Por sectores, tampoco tienen un objetivo mínimo de infra o sobre ponderación.
Su inversión se orienta a empresas de estilo crecimiento, buscando identificar predominantemente empresas pequeñas y medianas, aun no descubiertas, con escasa cobertura de análisis o mal entendidas.
Kames Capital es una gestora británica, con oficinas en Edimburgo, Londres y La Haya, con 37.000 millones de libras esterlinas (aproximadamente 43.626 millones de euros) en activos bajo gestión. Entre sus clientes se encuentran fondos de pensiones, instituciones financieras, instituciones de caridad, gestores de patrimonio, family offices e inversores individuales.
Ofrecen una amplia gama de productos en renta fija, renta variable, activos inmobiliarios y multiactivos, con estilos de inversión de crecimiento, rentas periódicas, retorno absoluto y retorno total. Kames Capital forma parte de Aegon Asset Management, la marca global de gestión de activos del Grupo Aegon, uno de los principales proveedores mundiales de servicios financieros.
El fondo está cogestionado por Craig Bonthron, Mark Peden, Douglas Scott y Neil Goddin. Craig Bonthron es gestor de inversiones del equipo de renta variable, responsable de cogestionar activamente carteras de renta variable global de alta convicción. Craig se centra en el análisis de tendencias disruptivas y sostenibles dentro de los sectores de tecnología, salud, industria y consumo, con el fin de identificar ideas de inversión específicas en acciones de alta convicción.
Se incorporó a Kames Capital en 2014 desde SWIP, donde fue director de inversiones de renta variable global. Antes de SWIP, fue gestor de cartera en Kleinwort Benson Investors. Craig se licenció con honores en Topografía de edificios y cuenta con un Máster con distinción en Sistemas de Tecnologías de la Información por la Strathclyde Business School. Tiene 18 años de experiencia en la industria de gestión.
El fondo aplica un número limitado de “exclusiones” en compañías de entretenimiento de adultos y productoras o comercializadoras de cosméticos probados con animales, así como de combustibles fósiles, apuestas, productos agrícolas modificados genéticamente o que no cumplen con los derechos humanos y compañías de energía nuclear, tabaco y armas. Esto supone típicamente la exclusión de alrededor de un 15% del universo del MSCI ACWI.
A continuación, el análisis de sostenibilidad evalúa tres dimensiones: la sostenibilidad de los productos y servicios de cada compañía, la sostenibilidad de sus prácticas operativas y sus estándares y la mejora de su sostenibilidad a lo largo del tiempo. La sostenibilidad de cada empresa se analiza en base a los siete pilares de sostenibilidad de Kames, asignándose a cada uno de los pilares en base al análisis de los productos, las prácticas y la tasa de mejora en su sostenibilidad para cada compañía.
Los pilares ambientales son cambio climático, soluciones ecológicas y eficiencia en la utilización de recursos. Los pilares sociales cubren salud y bienestar, inclusión y crecimiento sostenible. El séptimo pilar es el de gobernanza (protección de accionistas y empleados, transparencia de la compañía).
El análisis cualitativo bottom-up de sostenibilidad sirve para determinar los riesgos y oportunidades clave de sostenibilidad de la compañía. El análisis considerará la naturaleza de los productos y servicios de las compañías, sus prácticas operativas y estándar y si tiene un historial de mejoras en cuanto a sostenibilidad. Como resultado de este análisis, las empresas se clasificarán en líderes, con potencial (que muestran mejoras significativas en el tiempo) y rezagadas. Solo se incluyen en la cartera las incluidas en los grupos de líderes o con potencial.
Este análisis se complementa con calificaciones de fuentes externas: MSCI ESG Manager – company ESG research platform, ISS Quickscore – Corporate governance research, Empirical Research – ESG ratings data y Bloomberg ESG.
Se construye así una cartera de compañías sostenibles de elevada convicción, que incluye habitualmente entre 35 y 45 valores. Las mayores posiciones incluyen acciones de Amplifon Spa (4,60%), Everbridge Inc (4,20%), Keyence Corp (4,10%), Insulet Corp (3,80%) y Tesla Motors Inc (3,60%). Por sector, tecnologías de la información (28,20%), salud (25,80%), consumo discrecional (18%), industrial (14,50%) y materiales (4,40%) representan los mayores pesos en la cartera.
La historia de rentabilidades del fondo lo sitúa entre los mejores de su categoría por este concepto, en el primer quintil, durante 2019 y lo que llevamos de 2020, batiendo al índice de su categoría en 2018 y 2017. A tres años, su dato de volatilidad es del 18,86%, reduciéndose hasta un 13,51% a un año. En este último periodo, su Sharpe es de 3,54 y su tracking error, respecto al índice de su categoría, del 11,09%.
Con un patrimonio bajo gestión de 126 millones de euros la suscripción de la clase C de acumulación en euros de Kames Global Sustainable Equity requiere una aportación mínima inicial de 250 millones de euros, aplicando a sus partícipes una comisión fija del 0,40% y de depósito de hasta el 0,50%. El fondo tiene también disponible la clase B, que puede suscribirse por una aportación inicial de 500.000 euros y que aplica una comisión fija del 0,75% y de depósito del 0,50%.
Según la gestora, la economía mundial debería tener un buen comienzo en 2020. Las tensiones políticas dejadas atrás durante 2019 suponen un fuerte viento de cola y, si Estados Unidos y China pueden llegaran a un acuerdo duradero pronto, debería haber un enérgico repunte en el ciclo económico, a medida que se desbloquea la inversión latente. Los brotes verdes de un posible repunte del ciclo empresarial están empezando a aparecer y, por lo tanto, a menos que se produzca un nuevo “choque de los titanes”, dejaría de tener sentido hablar de una recesión inminente.
Con las opciones de política monetaria bastante agotadas, los gobiernos previsiblemente tendrán que asumir más responsabilidad para promover el crecimiento económico, independientemente de su nivel de deuda, por lo que puede estimarse un fortalecimiento de las políticas fiscales. La baja inflación, por ahora, alentará a los inversores a percibir esta situación no sólo como segura, sino como deseable.
La forma en que los bancos centrales reaccionen (si la inflación comienza a repuntar) es clave, pero, liderada por la Reserva Federal de Estados Unidos, el apetito por acomodar la presión al alza sobre los precios está creciendo. Fortalecidos por la creencia de que resulta más fácil ralentizar la economía que impulsar su crecimiento, los bancos centrales continuarán tratando de acomodarse al creciente apetito para acomodar la presión al alza sobre los precios. Por lo tanto, no esperan que los bancos centrales vayan a virar hacia una política monetaria restrictiva este año, lo que supone un escenario más favorable para la renta variable.
La positiva evolución tanto por rentabilidad como por volatilidad de Kames Global Sustainable Equity a lo largo de su historia, respecto al riesgo incurrido medido por volatilidad, especialmente en los últimos tres años, lo hace merecedor de la calificación cuatro estrellas de VDOS.
Tribuna de Paula Mercado, directora de Análisis en VDOS
Carolina Martínez-Caro, directora general de Julius Baer España, esta mañana en Madrid.. julius
Julius Baer ha hecho un repaso de la marcha de la economía en estos últimos diez años con motivo del inicio de 2020. Según la firma suiza, esta última década ha sido “especial” en cuanto al comportamiento de los mercados. “Ha estado marcado por tres factores: resultados empresariales, recompra de acciones de las compañías y la actuación de los bancos centrales (inyectando liquidez y bajando los tipos)”, ha explicado Almudena Benedit, directora de gestión de carteas para Iberia.
A nivel global, la firma espera un crecimiento del 3% y descarta una recesión inminente. En cuanto a las políticas de los bancos centrales, la experta considera que apoyarán a los mercados. “La economía está creciendo de forma sólida y no creemos que se vayan a necesitar medidas adicionales”, ha señalado.
Para Benedit, el Banco Central Europeo (BCE), presidido por Lagarde, sí hará cambios en relación a la forma de actuar de Draghi. “Los tipos de interés negativos no reactivan la economía y el sector financiero se ha visto perjudicado. Sin embargo, estamos en un momento complicado y veremos políticas monetarias y fiscales muy poco ortodoxas”, ha aclarado. Por otro lado, Lagarde ha mostrado su interés por la inversión sostenible y los bonos verdes, un tipo de inversiones que, según cree Benedit, se incentivarán a lo largo de estos años.
La firma rebaja las perspectivas de crecimiento para España
Benedit ha señalado que espera un crecimiento en torno al 1,7%, fruto de haber rebajado sus expectativas dos o tres décimas. “Aún es pronto para tomar decisiones, estamos a la espera de las medidas que vaya a tomar este nuevo Gobierno. Pero hemos visto nerviosismo por parte de los inversores ante la incertidumbre, algo que no es bueno para la inversión. Hay muchas dudas frente a las sicavs y hemos apreciado un pico de interés por la diversificación en la localización de los ahorros de los clientes”, ha señalado.
Mirando hacia Europa, la firma considera que sí ofrece valor pero que el peso del sector tecnológico es muy reducido, un sector que desde Julius Baer consideran clave. “Creemos que hay muchos países que tienen margen para aprobar medidas fiscales, algo que puede ser un catalizador para que la bolsa europea se comporte bien. Son países que tienen superávit y capacidad para endeudarse como Suiza, Alemania, Francia o Portugal. Es una medida real y posible que podría hacer que Europa tuviese un comportamiento positivo”, ha señalado Benedit.
China, la región favorita de Julius Baer
Según han explicado Almudena Benedit y Carolina Martínez-Caro, directora general de Julius Baer España, China es un activo estratégico. “Estamos sobreponderados, actualmente tiene un peso en nuestras carteras del 8%, pero a largo plazo ese porcentaje irá incrementando”, han aclarado.
Respecto al coronavirus, las expertas creen que afectará un 0,5% al PIB chino y que la respuesta del gigante asiático está siendo más transparente y rápida que en otras ocasiones. “Lo negativo es que justo se ha propagado durante las vacaciones de la celebración del año nuevo chino, un momento clave para el turismo y el consumo”. Sin embargo, las expertas sí admiten que, debido al virus, en general, está bajando el riesgo en las carteras.
En este sentido, Benedit ha señalado que la estrategia de inversión de la firma es “medio-agresiva”. “Estamos sobreponderados en renta variable y emergentes (China y Brasil), en renta fija vemos riesgo en activos gubernamentales con rentabilidad negativa y valor en renta fija emergente”, explica. Asimismo, tienen predilección por los sectores cíclicos y tecnológicos y descartan el consumo y defensivos. En el value encuentran “una oportunidad muy táctica”.
Pixabay CC0 Public Domain. Daniel Lacalle (Tressis): “Los bancos centrales seguirán en modo expansivo inyectando liquidez"
Los bancos centrales han sido, sin lugar a dudas, el factor que más ha influido en los mercados durante 2019. Así lo aseguraba Daniel Lacalle, economista jefe de Tressis, durante la presentación de las perspectivas para 2020 de la gestora española. “Han pasado a ser los perpetuadores de la inflación en los activos de riesgo”, advertía Lacalle.
En un entorno económico de bajo crecimiento y ciclo económico prologando, las perspectivas de Tressis apuntan a un “crecimiento moderado, pero crecimiento”. Además, prevén que los bancos centrales mantendrán sus políticas monetarias expansivas y seguirán inyectando liquidez y, respecto a la inflación, “ni está, ni se le espera”, asegura José Miguel Maté, consejero delegado de Tressis.
Lacalle se mantiene escéptico ante las declaraciones Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, que prometía revisar a fondo el arsenal de medidas del BCE para estabilizar los precios. “Los revisará, pero para decir que hay que hacer mucho más”, afirmó el economista. De acuerdo con Lacalle, el problema se basa en que los bancos centrales no consiguen obtener la inflación que necesitan y no se genera crecimiento económico suficiente, lo que lleva a una mayor producción de deuda. “Se ven obligados a mantener esta política acomodaticia, pese a que los resultados no sean los deseados porque, según ellos, los daños colaterales serían peores si no lo hicieran”, remarcó Lacalle.
Asignación de activos y valores destacados
Tressis comienza el año con la misma exposición a riesgo en sus carteras que a finales de 2019 y con una visión “razonablemente positiva” para la renta variable, aunque buscando valores de forma selectiva. La gestora sólo se mantiene infraponderada en renta fija y donde mantienen más exposición es en real estate europeo. Asimismo, advierten de que habrán picos de volatilidad en los próximos meses, bien por el brote de coronavirus, bien por factores aún desconocidos. Además, mantendrán una menor duración en deuda pública y menor riesgo en renta fija privada.
La gestora destaca el valor del oro en un entorno de activos correlacionados, que protege contra situaciones que puedan desencadenar un efecto dominó en las carteras. En cuanto a divisas, apuestan por el dólar frente al euro. Además, desde Tressis, prevén una alta demanda de este activo en el futuro debido a tres factores: la dependencia de China del dólar, la preferencia de los inversores en mercados emergentes por esta moneda y el vencimiento en los próximos tres años de bonos de deuda emergente.
En cuanto al precio actual del petróleo, que no supera los 60 dólares el barril, Lacalle considera normal estos valores. “Estamos nadando en petróleo”, asegura el economista que apunta a una sobrecapacidad de materias primas, en general. Por un lado, el mayor importador del mundo ha pasado a ser exportador y la dependencia de los países con mayor riesgo geopolítico es cada vez menor, ha explicado. Además, el petróleo está perdiendo poco a poco su reinado en el mundo de las energías, debido al auge de las energías renovables.
Por otro lado, la gestora destaca la importancia que tendrá el sector tecnológico, pero no en los productos dirigidos al cliente, sino en la parte más cercana al desarrollo de nuevas tecnologías. Asimismo, el factor demográfico será fundamental de cara al año que viene ya que los servicios dirigidos a la tercera edad en las economías desarrolladas y el aumento de la clase media en los mercados emergentes ofrecerán muchas oportunidades. Por último, en el sector bancario Lacalle destaca que “si buscamos valor en los bancos, lo encontraremos más en su renta fija que en la variable”.
Riesgos geopolíticos: EE.UU y el coronavirus
De cara a las elecciones presidenciales en Estados Unidos y el proceso de impeachment, Maté califica de “aventurado considerar que no tendrá ningún impacto en los mercados”. Como mínimo, advierte el consejero delegado de Tressis, afectará al candidato que se presente a la reelección, aunque ahora mismo Trump se enfrente al mismo escenario que Barack Obama en su reelección, sin un candidato demócrata que le haga frente.
En cuanto a la situación de China, advierten de que los efectos del coronavirus son “aún impredecibles”, debido a los pocos datos disponibles. Si bien la experiencia de otras emergencias sanitarias similares demuestra que los mercados han sido capaces de absorber el impacto rápidamente, Lacalle advierte de que el crecimiento chino es cada vez más frágil. Por ello, las medidas tomadas por el gobierno de cerrar ciudades enteras probablemente tendrá impactos relevantes sobre el crecimiento económico.
Sostenibilidad: una tendencia imparable
En Tressis se mantienen optimistas de cara a 2020 en lo relativo a las inversiones sostenibles y creen que hay argumentos para mantener la exposición. Según Lacalle, “es una tendencia imparable”, pero hay que invertir en aquellas acciones que de verdad suponen un cambio. “La sostenibilidad tiene una rentabilidad igual o ligeramente mejor con un riesgo igual o ligeramente menor”, subrayó Maté.
Tressis cierra 2019 con una rentabilidad de en torno al 9% en sus cartera de inversión socialmente responsable (ISR) cautelosa y un 17% en la equilibrada.
Pixabay CC0 Public Domain. Hombre y con estudios superiores: así es el usuario de criptomonedas
El bitcoin es un activo con mucho potencial de crecimiento y que presenta importantes oportunidades de negocio a los inversores que quieran operar con esta criptomoneda. Así lo han afirmado desde la cuarta edición de los Desayunos Financieros Investing.com: “Bitcoin: ¿activo refugio en momentos de pánico?”, una serie de encuentros con periodistas celebrados en Madrid en los que expertos de renombre aportaron sus opiniones y recomendaciones sobre un tema de interés en los mercados financieros.
“Lo bueno de esta criptomoneda es que tiene un abanico extenso. Se puede tradear con ella porque tiene una gran volatilidad, pero también se puede invertir a largo plazo. Basta con mirar su revalorización”, destacó Herminio Fernández de Blas, CEO Fundador de Eurocoinpay.
En la misma teoría se apoyó Javier Molina, portavoz de eToro para España, que considera que el bitcoin genera valor, por lo que hay que confiar en él. No obstante, también matizó que se trata de un valor con mucha volatilidad, factor que puede asustar a los inversores. Sin embargo, esta volatilidad puede ser vista como una oportunidad de mercado, aseguró.
Asimismo, Javier Pastor, Asociado de AEFI (Asociación Española de Fintech e Insurtech) y director comercial de Bit2me también destacó que el bitcoin es una alternativa real al sistema monetario internacional.
¿Activo refugio?
En los últimos meses, con la guerra comercial, muchos expertos y medios de comunicación han puesto sobre la mesa si de verdad el bitcoin puede actuar como activo refugio en momentos de incertidumbre. Molina subrayó que, de momento, no podemos calificarlo como un activo refugio pues el volumen real en un día puede ser de 1.000 millones, una cantidad insuficiente. Sin embargo, sí afirmó que podría serlo en un futuro.
Javier Pastor, por otro lado, dijo que es “impredecible” lo que pueda acontecer en unos años. A pesar de ello, quiso poner de relieve la decisión de inversores argentinos, chinos o venezolanos de comprar Bitcoin ante la debilidad de su moneda y la incertidumbre política y económica. El fundador de Eurocoinpay, Herminio Fernández, destacó que, durante épocas, el oro ha sido el patrón por el que se ha regido el sistema cambiario y monetario, pero que no es descabellado que dentro de unas décadas el patrón cambie de manos y el bitcoin pueda coger el testigo.
Otro factor que debatir fue la regulación de las criptodivisas. Mientras la Reserva Federal estadounidense (Fed) o el Banco Central Europeo (BCE) aún no se decantan por si dar el paso definitivo o no, los expertos se encuentran en zona de confort. Defienden que los que creen en el proyecto no necesitan que los bancos centrales regularicen el bitcoin.
“El bitcoin quiere ser una alternativa al sistema monetario como el que se concibe en la actualidad, por lo que no necesita el beneplácito de los bancos centrales”, sostuvo Molina.
En relación con la posibilidad de que Facebook salga del proyecto de Libra porque no hay una regulación clara, Pastor hizo hincapié en la diferencia entre monedas institucionales y criptomonedas: “Son cosas diferentes. De hecho, Libra quiere regularse porque no tiene la misma función que el bitcoin”.
Pixabay CC0 Public Domain. Tendencias para 2020: optimismo económico con acento asiático
China e India se mantienen como los países más optimistas respecto al crecimiento económico mundial de cara a 2020. Mientras que en los dos gigantes asiáticos predomina una tendencia positiva (opinan, con un 84% y un 83% respectivamente que la economía global será más fuerte en 2020) la media global es del 52%. Sin embargo, el país más optimista para el próximo año es Filipinas. Un 95% de sus ciudadanos piensan que 2020 será mejor año para ellos que 2019. Así lo reflejan los datos del estudio global de predicciones para 2020 de Ipsos, donde presenta las tendencias de opinión sobre los temas más actuales a escala mundial.
El estudio se ha llevado a cabo en 33 países a través de un sistema de la entidad: el Ipsos Online Panel. La encuesta, realizada a adultos de 18 a 64 años en los Estados Unidos y Canadá, y de 16 a 64 años de edad en el resto de los países, recoge ciudadanos de Alemania, Arabia Sudí, Filipinas, Francia, Malasia o Japón, entre otros.
Una de las principales tendencias mundiales reflejadas ha sido la preocupación por el calentamiento global. Un 77% de la población mundial cree que la temperatura media global aumentará en 2020, según los datos de Ipso. En España, por su parte, un 79% de los encuestados considera que las temperaturas subirán a lo largo de este año.
Además, las novedades tecnológicas siguen presentes. La aparición de coches autónomos es una de las principales tendencias, según el estudio. Sin embargo, “no parece que 2020 sea el año en el que se vayan a asentar”, advierten. A nivel mundial, solo un 36% cree que en 2020 verá con asiduidad coches autónomos circulando por su ciudad. Por el contrario, China lidera el ranking de esta pregunta con un 65% de sus ciudadanos que piensa que los coches autónomos sí serán habituales en las ciudades.
La reelección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos es otro de los grandes asuntos internacionales de este 2020. Un 46% de estadounidenses ve probable su reelección este año, mientras que la media global se sitúa 11 puntos por debajo, según los datos de Ipso. En España, por ejemplo, aquellos que creen que el mandatario no renueve administración en la Casa Blanca (43%) supera a los que piensan que repetirá (32%).
Por último, el informe recoge el pesimismo predominante en España, donde un 79% de la población declara que 2019 fue un mal año para su país. Además, un 62% cree que en 2020 habrá protestas y disturbios a gran escala en nuestro país relacionados con la gestión del Gobierno y la mitad de los españoles no cree que se alcance la igualdad salarial este año.
Pixabay CC0 Public Domain. Los mercados emergentes registrarán un crecimiento del PIB del 4,5% en 2020, superando a los desarrollados
Hace ya 15 años, el creciente protagonismo de China en la industria y las cadenas de suministro en el mundo entero impulsó a los mercados emergentes. Tras la crisis de 2008-2009, volvieron a ponerse de moda, cuando el vigor de los estos mercados contrastó con la crisis de la Eurozona en 2011. Sin embargo, desde 2014, diversos factores han debilitado parcialmente el relato de fondo: el apalancamiento empresarial en China, los perjuicios causados a los mercados emergentes por las alzas de tipos de interés de EE. UU. o la adopción de medidas proteccionistas de Donald Trump. De cara a las elecciones estadounidenses, CA-Indosuez Wealth Management analiza los fundamentales de los mercados emergentes en sus perspectivas globales para 2020 y su potencial de cara a este año.
En primer lugar, la inflexión de la política monetaria estadounidense en pos de una postura acomodaticia debería ser uno de los factores que actúe como catalizador positivo para estos mercados, según el informe. Además, “un debilitamiento del dólar estadounidense podría atraer flujos hacia divisas emergentes baratas que ofrezcan una mayor rentabilidad y tipos de cambio atractivos”, subrayan. Asimismo, la firma de la fase uno del acuerdo comercial entre China y EE.UU. debería actuar como fuerte impulsor de flujos financieros hacia los mercados emergentes y “podría erradicar una de las causas de la desaceleración económica mundial”, según los datos de Indosuez. Por último, de cara a 2020 y a años posteriores, la agenda política exterior de los candidatos por el Partido Demócrata en su camino a la Casa Blanca sugiere que estos comicios podrían marcar un punto de inflexión en su relación con China, aunque descartan que EE. UU. vuelva a abrazar de lleno la globalización.
El principal peligro para el desarrollo económico mundial es, según Indosuez, el proteccionismo. China es el país más afectado por aranceles vigentes y futuros, que podrían restarle entre 0,5 y 1,0 puntos porcentuales de PIB en un plazo de 2 o 3 años. Sin embargo, el informe también destaca que, en 2019, se firmaron 302 acuerdos comerciales regionales a favor del libre comercio. No obstante, la heterogeneidad de los mercados emergentes obliga a analizar las singularidades de cada país antes de extraer conclusiones definitivas. Por ello, Indosuez presenta sus perspectivas regionales.
China: más allá de la guerra comercial
“Es imperativo entender que las cuestiones fundamentales van más allá de las relaciones comerciales”, subraya el informe en referencia a la guerra comercial. Una de las principales causas es, según Indosuez, la creciente primacía tecnológica y la competitividad de China. En la última década, China ha transformado su economía, pasando de ser fundamentalmente exportadora a una más equilibrada. La nación ha reforzado el estímulo de su economía nacional con “el fin de alimentar otros dos importantes motores del crecimiento económico: el consumo y la inversión en inmovilizado”, según datos de Indosuez.
Además, a esto se suman las importantes medidas llevadas a cabo tanto en política fiscal, con una reforma del impuesto sobre el valor añadido (IVA), como en innovación científica y tecnológica, donde destaca el afán de inversión en inteligencia artificial (IA), big data, FinTech, computación en la nube, conducción autónoma, fabricación de gama alta, automatización y robótica, entre otros.
En lo que respecta a los mercados financieros, el informe destaca la entrada de China en los grandes índices como la confirmación del “ascenso del mercado emergente de Asia en la clase de activos emergentes, lo que seguramente traiga consigo una mayor afluencia hacia China y los mercados emergentes en general”.
Al margen de la incertidumbre de la pugna comercial, China “goza de potentes motores de crecimiento de fondo para allanar el camino hacia la innovación y el crecimiento de origen tecnológico en las próximas décadas”, aseguran desde Indosuez. No obstante, advierten de la necesidad de mantener una agenda firme para lograr esta meta de largo plazo.
India: política, crecimiento y reformas estructurales
Hasta hace poco, en un entorno de bajo crecimiento, India superaba a la mayoría de países, con un crecimiento del PIB real superior al 7% anual en promedio entre 2014 y 2018. Estos datos, sumados a las reformas estructurales prometidas por el primer ministro Narendra Modi, hacían de la India una “historia positiva”. Pese a ello, el informe destaca nuevos desafíos que hacen “menos convincente” a esta tesis.
En primer lugar, el crecimiento del PIB se ha moderado ante la incertidumbre regulatoria medioambiental y empresarial, y las incógnitas sobre la salud del sector financiero no hacen sino añadir más tensiones. Las ventas de vehículos nuevos describen un panorama similar, con una caída del 23% en el segundo trimestre de 2019, su mayor contracción desde 2004, según los datos de Indosuez. Además, el país afronta un déficit casi perpetuo y una escasez estructural de ahorro, que lleva a una falta de inversión. “Todo ello sugiere que el crecimiento del PIB de la segunda mitad de 2019 podría seguir desacelerándose”, advierten.
Por ello, el informe apunta a una necesidad de reformas estructurales, que abarquen infraestructuras, la ley del suelo, el mercado laboral y el sistema tributario, así como la desregulación del sector privado y la reestructuración del bancario. Si bien el ritmo de estas reformas se ha desacelerado, de cara a 2020 el ritmo podría repuntar si determinados partidos regionales de pequeño tamaño se unen al bloque de Modi, lo que posibilitaría una mayoría absoluta también en la cámara alta. “Si es así, India necesitaría con urgencia una consolidación fiscal, racionalización de subsidios y medidas de mejora de la base tributaria, así como reformas del suelo y laborales”, aseguran.
Brasil: reformas y recuperación
“Tras un decepcionante rendimiento en 2019 hay signos de que la recuperación económica de Brasil está ganando tracción”, destaca el informe. Por un lado, el crédito vuelve a crecer, el mercado de la vivienda está rebotando y el laboral va mejorando paulatinamente. No obstante, Indosuez advierte de que la economía “seguirá afrontando ciertas rémoras significativas en el corto y el medio plazo”.
En un contexto internacional, destacan que la desaceleración de la economía mundial no ayuda y la situación de Argentina sigue siendo fuente de riesgo a la baja. A escala local, por otro lado, la falta de dinamismo de muchos sectores seguirá obstaculizando la inversión y advierten de que la necesidad de llegar a una consolidación fiscal mermará la demanda agregada.
Sin embargo, Indosuez apuesta por Brasil y creen que posee la agenda de reformas estructurales más audaz de la región. Por ello, animan a los inversores a “tratar de mirar más allá del jaleo político creado por las inusuales políticas de Jair Bolsonaro. El potencial de oportunidades de inversión es real, aunque incierto”, aseguran.
Oriente Medio: entre resiliencia e incertidumbre
“A pesar de un riesgo geopolítico alto, los inversores pueden encontrar oportunidades atractivas de inversión en esta región”, aseguran desde Indosuez. Destacan el atractivo de los múltiplos de valoración de los índices bursátiles de Oriente Medio y aseguran que pueden encontrarse tesis interesantes y de diversificación en banca, infraestructuras, sector inmobiliario, telecos o incluso en el ámbito digital. “Los inversores solo tienen que ser conscientes de la importancia de estos aspectos energéticos, macroeconómicos y geopolíticos interrelacionados a la hora de tomar sus decisiones de inversión en la región”, apuntan.
Rusia: más allá de las sanciones
El informe destaca el efecto que las sanciones han tenido sobre Rusia. Por un lado, han presionado a la baja el crecimiento pero, al mismo tiempo, han dado lugar a una serie de vicisitudes favorables. La acumulación de reservas internacionales ha ganado fuerza hasta equivaler a unos 14 meses de importaciones y también se ha favorecido de una diversificación activa en otras monedas para depender menos del dólar estadounidense. “El desendeudamiento de la economía también ha proseguido y la diversificación de la importación ha logrado mejoras de productividad de la agricultura nunca antes vistas”, destacan. Esto, sumado a la flexibilidad del rublo, la baja inflación (3,9% en septiembre de 2019) y una tasa de desempleo contenida ha contribuido a mejorar el perfil soberano del país.
No obstante, “el crecimiento ruso es bajo y seguirá siéndolo”, afirma Indosuez, ya que su perfil de crecimiento se basa en el consumo y no en la inversión. Por ello, en un entorno de bajo crecimiento y baja inflación, apuntan a la política monetaria como factor crucial para la tesis de inversión en Rusia.
Análisis global: perspectivas para 2020
De cara a 2020, Indosuez apunta a un crecimiento del PIB de los mercados emergentes estabilizado en torno al 4,5% o más, superior al de los desarrollados. Además, aseguran que Asia seguirá creciendo más que Iberoamérica, Europa del Este u Oriente Medio, aunque con una cierta desaceleración de China e India. Asimismo, apuntan a una serie de factores que podrían impulsar el crecimiento de los mercados emergentes: un entorno monetario benigno, una posible distensión comercial, la tendencia a un mayor estímulo presupuestario y más reformas estructurales.
No obstante, advierten que, en el corto plazo, ciertos países del Sudeste Asiático e Iberoamérica sufrirán tensiones a cuenta de un menor crecimiento del PIB, cuentas corrientes más débiles, más dependencia del capital exterior y unas reservas de divisas escasas. “Por ende, la selectividad sigue siendo fundamental”, advierten.
Así, remarcan que los factores de riesgo que vigilar en los mercados emergentes en 2020 serán relativamente similares a los de 2019, con una mejora de ímpetu de la política monetaria estadounidense, el del dólar, los augurios comerciales, de estabilización del crecimiento de China y de los riesgos geopolíticos. “Los catalizadores positivos de dichos aspectos podrían desencadenar una reasignación del inversor internacional en favor de los parqués emergentes en 2020”, afirma el informe.