La COVID-19, factor de aceleración

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En los próximos años, echaremos la vista atrás y analizaremos los efectos que la COVID-19 ha supuesto a escala global; puede que William Hague, antiguo líder del partido conservador británico, tuviera razón cuando afirmó que la COVID-19 aceleraría significativamente las fuerzas y las tendencias existentes.

Basta analizar su impacto en los bloques globales de poder. En la Unión Europea, la crisis sanitaria ha puesto de manifiesto las tensiones existentes sobre si los países del norte de Europa deben pagar las deudas de los países del sur. Al mismo tiempo, la rivalidad entre Estados Unidos y China ha seguido intensificándose y, con ello, todas las repercusiones asociadas para el comercio y la globalización y el papel que desempeñará en el futuro el dólar como moneda de reserva global.

Los efectos económicos de la COVID-19 están acelerando la supremacía global de Asia, pues la rápida aplicación de medidas de confinamiento y la celeridad en la realización de pruebas eficaces y de seguimiento han permitido que las economías de la región se muestren mucho menos dañadas que sus homólogas occidentales. Es probable que aumenten las tensiones políticas ante las decenas de millones de personas que perderán sus trabajos con motivo de la COVID-19, lo cual agudizará la desigualdad, elevará el endeudamiento y aumentará el poder del Estado.

Esta evolución está llevando a primer plano políticas como la teoría monetaria moderna, la condonación de deuda, la armonización de los tipos de los impuestos sobre sociedades, rentas básicas públicas y que las compañías muestren una mayor responsabilidad con todos sus grupos de interés (menos deuda, recompras y deslocalización y más aportación fiscal). También nos encontramos con las preguntas de quien posee datos sobre cada uno de nosotros y cómo podrán utilizarse, lo cual abre un debate sobre dónde se encuentran las nuevas fronteras entre el Estado y el individuo. 

Como especialistas en selección de acciones, nos centramos en el impacto que estas tendencias supondrán para títulos concretos y dinámicas específicas de cada sector (a saber, los sectores de calidad y rendimiento altos que poseemos), así como los efectos para nuestros valores.

El efecto acelerador es especialmente evidente en torno a la tecnología. Satya Nadella, CEO de la gran tecnológica estadounidense que mantenemos en nuestras carteras globales, sostiene que la COVID-19 ha conllevado que “dos años de transformación digital se hayan producido en tan solo dos meses”, al virar las compañías hacia el trabajo desde casa. En el ámbito de la tecnología para empresas, esta tecnológica se perfila como ganadora de este giro hacia el hogar dados su plataforma de comunicación y colaboración y sus servicios en la nube.

La COVID-19 está acelerando tendencias existentes, al igual que el crecimiento del comercio electrónico y el miedo a la transmisión están impulsando el viraje del efectivo a las tarjetas, lo cual resulta positivo para las compañías de pagos a largo plazo, incluso a pesar de que el desplome de las operaciones transfronterizas suponga un obstáculo temporal. Aunque es posible que estos giros impulsados por la COVID-19 contribuyan al dominio económico del oligopolio de los gigantes tecnológicos —ya por sus servicios en la nube de hiperescala, ya por sus redes de medios sociales—, el auge paralelo de las inquietudes en torno a la desigualdad, la deuda pública y la privacidad implica que los riesgos políticos y normativos que se ciernen sobre estas tecnológicas deba seguirse detenidamente en los próximos años.

La COVID-19 ha puesto de manifiesto, evidentemente, la importancia de la asistencia sanitaria como sector y arrojado luz sobre si los sistemas sanitarios son suficientemente sólidos en general o si es necesario mejorar las infraestructuras. En caso de que se requiera de más financiación, es posible que las entidades capaces de ofrecer ahorro evolucionen adecuadamente. En el caso de los emisores del ámbito de la tecnología médica en que invertimos, la COVID-19 ilustra la importancia de los datos —no solo utilizarlos, sino también tenerlos, lo cual es fundamental—. Consideramos que esta circunstancia favorece a las compañías dedicadas a los equipos de diagnóstico y realización de pruebas, concretamente, teniendo en cuenta que el 70% de las decisiones médicas se basan en diagnósticos, que suponen menos del 2% de los costes (1). Reconocer que evitar desplazamientos innecesarios a los hospitales es una manera de ahorrar costes asimismo innecesarios a los sistemas sanitarios podría acelerar los tratamientos domiciliarios mediante mecanismos de seguimiento a distancia y telemedicina, por ejemplo, la diálisis en casa.

En el caso de las compañías de consumo estable, la COVID-19 ha demostrado que las grandes marcas importan. Las tiendas están racionalizando con contundencia sus estanterías de marcas de nivel medio y las numerosas marcas nicho de dimensiones menores en vista de que los consumidores del mundo desarrollado se centran en marcas asequibles y conocidas en las que confían. Esto recuerda a los CEO que la confianza es el atributo más potente de que dispone una marca y que debe tratarse con el mayor de los respetos. Este extremo acelerará el cambio en la comunicación de las marcas, que pasarán de aspirar a la comercialización entre los consumidores a lograr que les importen, llevando el objeto a un primer plano, en clave ya de superioridad del producto, ya de su impacto social y medioambiental.

Las medidas de distanciamiento social y confinamiento han brindado a todos los grupos de edad un curso acelerado de comercio electrónico. Una vez las listas de la compra se configuran a través de Internet, resulta improbable que los consumidores vuelvan a caminar por los pasillos de las tiendas. Es posible que las compañías cuyos equipos directivos invirtieron pronto en sus capacidades digitales salgan fortalecidas de la COVID-19 frente a sus homólogas. Una compañía francesa del ámbito de la belleza y otra británica de bienes de consumo en las que invertimos ya generan el 20% y el 10%, respectivamente, de sus ventas a través de Internet, con márgenes y cuotas de mercado equivalentes o superiores a los de sus ventas en tienda.

En todos los casos, es la calidad del equipo directivo lo que determina la resiliencia de la compañía y sus perspectivas de superar con éxito la crisis actual, bien invirtiendo en innovación para seguir resultando relevantes para sus clientes, bien comprendiendo las exigencias de sus grupos de interés y respondiendo a ellas. Siempre hemos puesto de relieve la importancia de contar con equipos directivos competentes a la hora de invertir en calidad, lo cual se torna incluso más evidente ante una crisis global.

 

Columna de Dirk Hoffmann-Becking, Executive Director, y Nic Sochovsky, Managing Director, en el equipo de International Equity de Morgan Stanley Investment Management.

 

Anotaciones:

  1. Fuente: pruebas en puntos de atención, Abbott Laboratories.

 

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El análisis tradicional del ciclo económico no aporta respuestas para una pandemia

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Martin Sanchez Mapa Coronavirus Unsplash
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Martin Sanchez. Foto: Martin Sanchez

Haciendo balance de lo que va de año, Paul Doyle, director de renta variable europea (excluido el Reino Unido) de Columbia Threadneedle Investors, explica que el optimismo y los artículos llenos de buenas noticias de hace tres meses han sido relegados al olvido, ya que el virus, las medidas de confinamiento y los rescates económicos han acaparado todo el protagonismo.

La irrupción del COVID-19 ha desestabilizado los mercados bursátiles de todo el planeta. Desde que China informó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de varios casos de una «neumonía atípica» en Wuhan el pasado mes de diciembre, nos hallamos en lo que la OMS describe como un «terreno inexplorado» (1). Italia fue el primer país en decretar la cuarentena de toda la población; a continuación, otros países hicieron lo propio. El virus se ha propagado de forma rápida e indiscriminada, sin distinguir entre miembros de casas reales, políticos y trabajadores esenciales.

Ahora bien, antes de evaluar cómo evolucionará la situación en el futuro, merece la pena examinar la salud financiera de Europa cuando estalló la crisis.

El año pasado cerró en tono positivo, al revalorizarse los mercados mundiales de renta variable un 27% y los mercados europeos de renta variable un 29%, pese al magro crecimiento de los beneficios (2). Esto se debió a la confluencia de varios acontecimientos: el partido conservador de Boris Johnson ganó las elecciones en el Reino Unido y las inquietudes en torno al Brexit se aliviaron; las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China se vieron apaciguadas; y, en Estados Unidos, la probabilidad de que Elizabeth Warren y, luego, Bernie Sanders se alzaran con la nominación demócrata se disipó.

También se recibieron buenas noticias en torno a la primera fase del acuerdo comercial entre Estados Unidos y China, ya que expiró el plazo para la aplicación de aranceles sobre los automóviles europeos sin que el Gobierno estadounidense adoptara ninguna medida ni realizara ningún anuncio, lo que supuso un alivio para los fabricantes de coches que se habían situado en el centro de la desaceleración industrial europea. Por otro lado, en noviembre, China, Estados Unidos y el Banco Central Europeo reanudaron sus programas de expansión cuantitativa.

Los más optimistas esperaban que todo esto impulsaría el crecimiento mundial al alza, pero entonces llegó el COVID-19.

En un principio, el virus se limitaba a la provincia de Hubei, donde se sitúa la ciudad de Wuhan, un centro industrial chino de mediano tamaño. Los inversores encajaron el impacto, asumiendo muchos de ellos que se trataba de otra epidemia como la del SARS (síndrome respiratorio agudo grave), pero no peor, es decir, esperaban que solo se verían perjudicados las compañías con operaciones o cadenas de suministro en las zonas afectadas. Pero el virus se propagó de manera rápida y desigual.

Italia se ha llevado la peor parte y, dado el envejecimiento de la población, la tasa de mortalidad ha alcanzado cotas elevadas. Ahora bien, a Italia se ha sumado Francia, mientras que el Reino Unido y Estados Unidos han superado las cifras de mortalidad italianas. En todo el mundo se han adoptado numerosas medidas, como cierres de fronteras, cancelaciones de vuelos, otras restricciones de viaje, teletrabajo obligado y distanciamiento social, con efectos diferentes. Ahora bien, el impacto en los mercados bursátiles sí ha sido universal, ya que todos ellos han sufrido fuertes caídas.

Los descensos más exagerados se han observado en las aerolíneas y el ocio, ya que los consumidores han estado confinados en casa. La interrupción de la actividad económica ha repercutido en los beneficios, los balances y las deudas tóxicas. Las acciones de consumo están atravesando dificultades por la ausencia de compradores chinos; la esperanza de recuperación con la reapertura económica china se ha visto empañada por las medidas de confinamiento en Europa, que han destruido la demanda.

Las consecuencias son graves. La OCDE señala que la economía mediana se contraerá en torno al 25%. Las estimaciones para Estados Unidos apuntan a una contracción anualizada del 50% en el segundo trimestre (3). Para situar esto en contexto, el descenso desde el nivel máximo hasta el nivel mínimo durante la crisis financiera mundial a lo largo de seis trimestres fue del 4%, lo que pareció un desastre en su momento. Aunque la formulación de previsiones en un momento tan volátil e incierto puede parecer un esfuerzo en vano, en Columbia Threadneeedle creen que el PIB de la zona euro acusará un descenso del 9% este año, para luego repuntar un 7% en 2021 (3).

Así pues, todos los inversores han perdido dinero, lamentablemente. No obstante, determinados enfoques y estilos se diferencian del resto. Los inversores de estilo «valor» que se centran en una evaluación simplista del precio han sido los más perjudicados, sobre todo los que contaban con carteras orientadas a acciones de entidades bancarias o compañías de ocio visualmente baratas. La calidad del modelo de negocios y la resistencia a la volatilidad a corto plazo de las economías (o incluso de los mercados bursátiles) se han convertido en valiosos rasgos, capaces de minimizar (aunque también evitar) las caídas de los precios.

¿Y ahora qué?

Esta no es una recesión sistémica, sino una recesión impulsada por los acontecimientos y, aunque las perturbaciones iniciales podrían desaparecer rápidamente, existe el riesgo de que se asista a una espiral de reacciones adversas. El mercado alcista de los 11 últimos años se vio alentado por la creación de empleo y las ofertas de trabajo, lo que a su vez alimentó el gasto en consumo. El aumento de nuevas solicitudes de prestaciones por desempleo en Estados Unidos hasta los 6,6 millones (4) como consecuencia del COVID-19 sugiere que la tasa de desempleo superará con creces el 4,4% publicado en marzo. Sin embargo, el impacto en el consumo podría no ser tan desastroso, habida cuenta del respaldo que el Gobierno está ofreciendo a los hogares.

La recuperación dependerá de los datos sanitarios: cuando la propagación del virus se ralentice o se contenga completamente, las medidas de confinamiento se relajarán, lo que dará paso al retorno de una cierta normalidad económica. Esto tendrá que ocurrir con rapidez para que la desaceleración no se convierta en una recesión que se retroalimenta. Ahora bien, si el confinamiento se levanta demasiado rápido, los contagios podrían volver a repuntar.

Medidas de apoyo

La respuesta monetaria y fiscal ha sido rápida. La Fed ha adoptado más medidas en tres semanas que durante toda la crisis financiera mundial. El BCE se ha comprometido a comprar deuda pública y corporativa a un ritmo nunca visto: un paquete de estímulos del 2,3% del PIB de la zona euro, con otro 13% del PIB en garantías de crédito. Los déficits presupuestarios de la zona euro alcanzarán el 10%-13% del PIB este año (5). La conjugación de un mayor gasto y una menor producción impulsará al alza los ratios de deuda/PIB en unos 20-40 puntos porcentuales. En el caso de Alemania, que parte de un 60%, este aumento puede ser tolerable; en cambio, en el caso de Italia, un ratio de deuda/PIB que alcance o supere el 170% supondrá una grave amenaza (6).

En la opinión de Columbia Threadneedle Investors, esto significa que se será testigo de una recuperación en forma de «U» de la actividad económica que no comenzará hasta finales de 2020 como muy pronto, con un descenso muy acusado (cifras de dos dígitos) en el segundo trimestre, una continua debilidad en el tercer trimestre y, quizás, un rebote en el cuarto trimestre. Una paralización económica más larga podría prolongar la recesión hasta el año 2022, ya que, con independencia del marco temporal, la recesión es inevitable.

Los efectos a más largo plazo de la crisis del COVID-19 son numerosos. Las perturbaciones en las cadenas de suministro provocadas por las medidas de confinamiento en China reforzarán la opinión de que el traslado de la fabricación a países de bajo coste se llevó demasiado lejos. Por ejemplo, el 80% de los antibióticos estadounidenses proceden de China (7). Se asistirá a una enorme presión política y social para revertir la deslocalización, quienquiera que se alce con la victoria en los comicios estadounidenses. En Europa, se ha desmantelado el sistema de fronteras abiertas de Schengen y no está claro cuándo se eliminarán los resucitados controles; la libre circulación de personas se considera una de las piedras angulares de la filosofía de la UE. Las normas del Tratado de Maastricht sobre la disciplina fiscal se han tirado por la ventana. Con anterioridad, la globalización mantenía la inflación bajo control. ¿Cambiará ahora todo eso?

El análisis tradicional del ciclo económico no aporta respuestas para una pandemia, lo que dificulta formular conjeturas sobre la recuperación. La ventaja que tienen en Columbia Threadneedle procede de su énfasis en los modelos de negocios de elevada calidad con sólidas rentabilidades (que se mantienen constantes incluso en entornos complicados). Por lo tanto, hasta la fecha, sus carteras se hallan en buena posición para afrontar la situación, aunque nadie puede negar que los próximos meses serán muy interesantes.

Esta no es una recesión sistémica, sino una recesión impulsada por los acontecimientos y, aunque las perturbaciones iniciales podrían desaparecer rápidamente, existe el riesgo de que se asista a una espiral de reacciones adversas. En cambio, la recuperación dependerá de los datos sanitarios.

 

 

Anotaciones:

(1) Bloomberg, 31 de enero de 2020

 

(2) Comunicado de prensa de la OCDE, la OCDE expone las perspectivas sobre la economía mundial durante la conferencia del G20, 15 de abril de 2020

(3) Análisis de Columbia Threadneedle Investments, 27 de abril de 2020

(4) bbc.co.uk, «Coronavirus: US weekly jobless claims hit 6.6 million», 6 de abril de 2020

(5) Reuters, «Europe’s coronabond conundrum», 7 de abril de 2020

(6) Análisis de Columbia Threadneedle Investments, 20 de abril de 2020

(7) Council on Foreign Relations, «The Coronavirus Outbreak Could Disrupt the U.S. Drug Supply», 5 de marzo de 2020

Valentum lanza Magno, su versión centrada en valores de gran capitalización y en reducir el riesgo de liquidez

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Foto cedidaLuis de Blas y Jesús Domínguez lideran el equipo de gestión de Valentum.. luisdeblasyjesusdominguez

La gestora española Valentum ha lanzado un nuevo fondo de inversión de bolsa internacional: se trata de Valentum Magno, un vehículo con una exposición mínima del 75% a renta variable y que invertirá en activos de alta capitalización bursátil, sin predeterminación sectorial pero excluyendo el mundo emergente.

Se trata del segundo fondo de la gestora de Luis de Blas y Jesús Domínguez, que ya cuenta con el fondo Valentum: Valentum Magno tendrá la misma filosofía que el primero pero algunas diferencias significativas, centradas sobre todo en el tamaño de los valores en los que invierte y la liquidez: “La diferencia está principalmente el tamaño de las compañías en las que se invertirá. Pese a que Valentum, FI invierte en compañías de todos los tamaños, la realidad es que tiene un sesgo hacia pequeñas y medianas empresas que muchas veces es donde encontramos múltiplos más bajos e historias menos conocidas”, explica Domínguez a Funds Society. Así, el objetivo de Valentum Magno es aplicar la misma filosofía de inversión pero reduciendo el riesgo de liquidez, explica.

Y añaden el componente de derivados, pues el fondo podrá operar con derivados negociados en mercados organizados con la finalidad de cobertura y de inversión, según indica el folleto. “Invertir en compañías grandes nos ofrece la posibilidad de hacerlo vía derivados, estrategia que nos ha resultado rentable en los valores en los que lo hemos hecho en Valentum FI. En Magno podremos hacerlo en prácticamente todos los valores que entren en cartera”, añade Domínguez.

Así, y aunque el folleto contemple su uso como cobertura e inversión, el experto explica que suelen utilizarlos como una forma de comprar y vender valores paulatina y que resta volatilidad al fondo, y no tanto como cobertura: “Es una forma de añadir rentabilidad poco a poco. Los derivados no son necesarios, depende de la forma de gestionar de cada uno lo importante es saber cómo utilizarlos. La clave está en no apalancarse y utilizarlos como acciones que nos ofrecen algunas ventajas”.

Liquidez, valor y momentum

La liquidez (“invertir en valores donde se pueda comprar y vender con facilidad y rapidez”) es de hecho, uno de los tres aspectos clave en los que se basa la metodología de selección de valores del fondo, junto al valor y el momentum. Sobre este último factor, consiste en ver los catalizadores o mejoras del negocio que suelen ser crecimiento o mejora de resultados: “Esto es lo que hace aflorar ese valor  en el tiempo, cuanto antes mejor. A la hora de invertir y conseguir buenas tasas de retorno en el tiempo es tan importante el dónde invertir como el cuándo”, explican en la gestora.

Sobre el valor, explican que para ellos es la capacidad de generación de caja y poco endeudamiento: “La relación entre flujo de caja y valor empresa (capitalización más deuda o menos caja) es nuestra métrica favorita”, añaden.

La parte de la cartera que no esté invertida en bolsa estará en renta fija, como medida de protección, principalmente en emisores públicos a corto plazo, si bien el fondo podrá invertir en emisores privados y/o públicos, sin duración predeterminada.

La cartera inicial estará bien diversificada explican, con el foco puesto en firmas con crecimiento y sanas en cuestión de balance: “En el sector tecnológico hay oportunidades interesantes”, lo que no quiere decir, matizan, que vayan a invertir mucho en tecnológicas: “El fondo estará bien diversificado”, explican.

El plazo de inversión recomendado es de cuatro años, según recoge el folleto. Su índice de referencia, aunque se utilizará solo en términos comparativos e informativos, es el MSCI World Net Return Index EUR, que recoge la rentabilidad por dividendo.

Sin más fondos en el horizonte

Tras el lanzamiento de Magno, de momento los fundadores de la gestora se plantan. “A corto plazo no hay planes de lanzar nuevos fondos. Magno es una idea que pensamos aporta diferenciación y por eso mismo hemos decidido lanzarlo. Intentamos crear un producto que aporte valor y no exista en el mercado, al igual que cuando lanzamos Valentum, FI en 2014”, explica Domínguez.

Value y momentum: un enfoque diferente al de otros gestores value

Aunque en los últimos meses la inversión value ha sufrido con especial intensidad, en Valentum se desmarcan del concepto de value tradicional, o al menos el que aplican otros gestores. “Miremos alta generación de caja, poco endeudamiento, negocios sostenibles y con crecimiento y buenos equipos directivos a la hora de invertir. Últimamente hemos visto que las empresas tipo “growth” han evolucionado mejor, pero no vemos tan claro lo que son empresas tipo “value” como concepto en general. Pensamos que nuestro enfoque es diferente al de muchos gestores value”, dicen. “Nosotros invertimos en compañías que cotizan baratas pero procuramos huir de empresas donde hay problemas o son muy cíclicas. Entendemos la inversión en valor de una forma mucho más alejada de invertir en compañías o sectores cíclicos, especialmente en estos momentos de cambios tecnológicos muy disruptivos”, añaden.

“Preferimos invertir cuando se empieza a ver la mejora y preferimos evitar trampas de valor en periodos muy prolongados. A este último concepto nosotros lo llamamos “momentum”, esperando que las mejoras del negocio se vean reflejadas en su cotización y valoración”, indican en la gestora.

Mutuactivos dona 150.000 euros para combatir el COVID-19

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Foto cedida. Mutuactivos dona 150.000 euros para combatir el COVID-19

Mutuactivos lleva a cabo dos donaciones por un importe total de 150.000 euros en apoyo de la lucha contra el COVID-19 y otras causas sociales, a través de su fondo solidario Mutuafondo Compromiso Social. 

En primer lugar, la gestora ha otorgado los primeros 100.000 euros, recaudados en la clase B del fondo, a Cáritas. La ONG destinará estos recursos al proyecto Cada Gesto Cuenta, para dotar de recursos materiales y humanos a sus 30 residencias de mayores, en las que viven más de 2.600 personas.

Así, la organización podrá adquirir material sanitario de seguridad (equipos de protección, guantes, batas, gel hidroalcohólico para desinfección manos, desinfectantes, etc.), alimentos no perecederos, ropa y material de cama, personal de enfermería y de seguridad. Además, estos fondos permitirán que Cáritas refuerce su equipo humano con más personal de seguridad, asistentes y enfermeros.

La clase B del fondo, creada con el fin de poder ayudar ante emergencias o catástrofes, continúa activa y abierta a nuevas aportaciones. Mutuactivos realizará la próxima entrega por el 100% de las suscripciones que tenga el fondo a finales del mes de mayo. En cuanto a los suscriptores de esta clase del fondo, la mitad de las aportaciones proceden de la Fundación Mutua Madrileña, distribuyéndose el resto entre empleados del Grupo Mutua y otros inversores externos.

Apoyo a otras causas sociales

Asimismo, Mutuactivos también ha hecho entrega de una donación por importe de 50.000 euros a la Fundación Unoentrecienmil, a través de la clase C de Mutuafondo Compromiso Social. Estos fondos se destinarán a financiar un proyecto solidario de apoyo a la investigación de la leucemia infantil que busca generar nuevos tratamientos para esta enfermedad.

En diciembre de 2019, Mutuactivos realizó la primera donación a través de Mutuafondo Compromiso Social: la gestora destinó el 100% de las participaciones invertidas en la clase D de su fondo, por valor de 20.000 euros, a Unicef. En este caso, la ayuda se destinó al apoyo del proyecto Escuelas para África-Guinea Bissau, cuyo objetivo es promover la educación y protección de los niños en el país. Las clases C y D del fondo continúan igualmente activas y abiertas a nuevas donaciones, que Mutuactivos irá canalizando periódicamente.

Mutuafondo Compromiso Social

Lanzado a finales de 2019, Mutuafondo Compromiso Social es el primer fondo 100% solidario del mercado español. Este vehículo busca recaudar dinero con fines sociales y Mutuactivos lo gestiona de forma desinteresada, sin obtener ganancias. El vehículo no cobra ningún tipo de gasto ni de comisión: ni de gestión ni de depositaría. Todas las donaciones se canalizan a través de www.mutuactivos.com y del teléfono 900555559.

La Fundación Mutua Madrileña se encarga de seleccionar los proyectos a los que se destinarán las donaciones en base a criterios ya implantados y velando en todo caso por su viabilidad.

El Observatorio Financiero del CGE prevé una caída del PIB del 10,8% en 2020 y una tasa de paro superior al 20%

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Pixabay CC0 Public Domain. El PIB se reduce un 5,2% durante el primer trimestre como consecuencia de la caída del consumo y la inversión

Ya se empiezan a vislumbrar los efectos de la pandemia en la economía española. A pesar del Plan para la transición a una nueva normalidad aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 28 de abril, y el inicio de la desescalada, todavía existe mucha incertidumbre sobre la duración de la crisis sanitaria y, en consecuencia, de la recuperación de la actividad económica.

Tras la publicación los principales agregados macroeconómicos correspondientes al primer trimestre, el Producto Interior Bruto (PIB) ha registrado una reducción del 5,2%, motivado por la reducción del consumo del 5,1% y del 5,3% la inversión. Además, el consumo privado de los hogares ha caído un 7,5%, mientras el de las administraciones públicas se ha incrementado en un 1,8%. Por otro lado, la construcción ha caído en un 9,6%. Lo mismo ocurrió con las importaciones y exportaciones, que descendieron un 8,4%.

Por sectores, el que más ha sufrido ha sido el de las actividades artísticas, recreativas y otros servicios, con una caída del 10,7%. Comercio, transporte y hostelería y construcción han sido los siguientes más perjudicados con un descenso del 9,7% y 8,6%, respectivamente. Solo los sectores de actividades financieras y de seguros y de administración pública, educación y sanidad han tenido una variación positiva del 6,9% y 2%, respectivamente.

Asimismo, la publicación de los últimos datos del índice general del comercio al por Menor (ICM) refleja en el mes de marzo una variación anual del -12,6%. Solo el sector de la alimentación ha tenido un incremento del 8,9%.

Desde el Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas consideran que será a lo largo de este trimestre y el siguiente cuando se reflejarán más ampliamente los efectos de esta crisis en el empleo, el consumo, la inversión, las exportaciones, etc. “Mención aparte cabe hacer del turismo, que con un peso del 12%-13% en el sector servicios es uno de los sectores más afectados por esta crisis y, de los que más difícil tiene la remontada”, subrayan los economistas.

De este modo, los expertos prevén que, teniendo en cuenta que la recuperación de la actividad será lenta y gradual, el PIB se contraerá en torno al 10,8% en 2020, con una recuperación en 2021 alrededor del 3,5%.

El efecto en el empleo ya se está constatando, tanto con las cifras de paro del mes de marzo como por la EPA correspondiente al primer trimestre, que sitúa la tasa de desempleo en el 14,41% con un total de 3.313.000 parados. Además, a esto hay que sumar los aproximadamente 4 millones de trabajadores afectados por los ERTES. “Nuestra estimación es que, a final de año, la tasa de paro se encuentre entre el 21%-22%, con una reducción en 2021 hasta el 17%”, aseguran desde el Consejo General de Economistas (CGE).

Además, los expertos señalan el efecto que esta crisis está teniendo en los mercados financieros, tanto de renta variable como de renta fija. Si bien las caídas en el primer trimestre fueron “abultadas”, las intervenciones de los bancos centrales han permitido recuperarse paulatinamente a los índices bursátiles y la volatilidad está disminuyendo. En el caso español, ha pasado del 80% en el momento más álgido de la crisis a un actual 30%, aunque se manitene lejos del nivel precrisis. “En un momento en el que la previsión de ahorro puede situarse en máximos, en torno al 14%, la volatilidad no ayuda a invertir ese ahorro”, subraya el CGE.

Además, desde el Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas añaden que los próximos meses estarán marcados por una reducción de los ingresos públicos, fundamentalmente por la bajada de la recaudación de impuestos, y un incremento del gasto público para hacer frente a la emergencia sanitaria y social en primer lugar y también económica. Como consecuencia, prevén que el déficit se incremente hasta situarse entre el 13% y 15% mientras que la deuda, en el escenario más optimista, podría centrarse en el 113%. “A este respecto, hay que tener en cuenta que, si las necesidades de financiación ascienden a 300.000 millones, que suponen un 25% de la deuda a finales de 2019, esta se podría situar a final de año entre el 120%-125% del PIB”, advierten desde el CGE. Por ello, los expertos recomiendan que se mantenga controlada la prima de riesgo dado el aumento del déficit y deuda, y la necesidad de que se sigan financiando a tipos muy bajos.

Esta situación, que ha paralizado a la sociedad, no solo la economía, y que está afectando con fuerza a Europa, hace que los países estén buscando soluciones globales, tanto sanitarias, con los esfuerzos en investigación para encontrar lo antes posible vacunas y tratamientos, como económicas. “En este sentido son fundamentales las decisiones que se tomen en el seno de la Unión Europea para enfrentarse a esta recesión que afecta a todos los países y en mayor medida a España, Italia y Francia”, concluyen los economistas.

La «otra» calificación BBB como palanca para la sostenibilidad

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Pixabay CC0 Public Domain. La "otra" calificación BBB como palanca para la sostenibilidad

Las situaciones nuevas suelen traer consigo un conjunto de palabras y expresiones que o bien se utilizaban en ámbitos muy concretos, bien habían caído en el olvido o incluso son acuñadas para la ocasión. Dentro de las expresiones hasta ahora utilizadas de manera minoritaria se encuentra el concepto de Build Back Better (BBB).

El BBB para la recuperación tras un desastre fue introducido por primera vez por Bill Clinton en 2006 en su papel de enviado especial de la ONU para la reconstrucción después del tsunami del Sudeste Asiático.

Tradicionalmente, cuando se producía un desastre (generalmente natural) la reconstrucción consistía en reparar los daños físicos ocasionados. El problema es que, si se mantenían las estructuras tal y como estaban, las vulnerabilidades del sistema permanecían, con lo que el riesgo de ocurrencia se mantenía. Bajo los principios BBB se busca un proceso de reconstrucción que contribuya a generar comunidades más fuertes y resilientes capaces de soportar mejor los desastres que puedan venir en el futuro. Es decir, se trata de aprender de los errores del pasado para construir sociedades más fuertes y viables o sostenibles.

No son pocas las voces que reflexionan acerca de la necesidad de llevar a cabo una reconstrucción de nuestra sociedad desde la base, atajando errores que nos han traído hasta aquí, ya que la pandemia que estamos viviendo ha puesto de manifiesto serias debilidades estructurales en todos los aspectos y cómo la asignación de recursos en el periodo de bonanza que estábamos viviendo quizá no era la más eficiente.

En el terreno corporativo, son muchos los que cuestionan si los criterios medioambientales, sociales y de gobierno (ASG) seguirán cobrando importancia o se volverá a primar lo urgente frente a lo importante, despreciando así una oportunidad única para fortalecer la sociedad a futuro.

Desde nuestro punto de vista, los criterios ASG no sólo seguirán estando presentes, sino que deberían cobrar más importancia que nunca para que los negocios salgan fortalecidos. Para ello, las empresas deberían seguir los principios BBB en torno a tres pilares: Rediseño, Reorientación y Realineación

Rediseño de las condiciones laborales, salarios y seguros de los empleados para poder hacer frente a las desigualdades sociales que se acentuarán aún más si cabe. Flexibilización de las condiciones de trabajo para permitir no sólo la conciliación familiar sino la integración para personas de capacidades reducidas. Porque se ha demostrado que el teletrabajo es posible, y no hay diversidad en los equipos si no hay inclusión. 

Reorientación de las prioridades transicionando del modelo neoliberal de Friedman en el que la prioridad era la rentabilidad al accionista por un modelo en que la prioridad sean los stakeholders acompañado por un compromiso firme por parte de las empresas, con una hoja de ruta a seguir y objetivos cuantitativos a cumplir. Para ello qué mejor guía que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con 17 objetivos definidos en torno a los cinco pilares en los que se engloban los stakeholders (personas, planeta, prosperidad, alianzas y paz) y 169 metas concretas a cumplir. 

Si consideramos que los objetivos han de ser SMART (específicos, medibles, asumibles, realistas y acotados en el tiempo, los ODS cumplen todos los requisitos para, utilizados de manera correcta, evitar el greenwashing, impact washing, pink washing y cualquier otra estrategia que pretenda ser un mero lavado de cara. 

Reconfiguración del gobierno corporativo incluyendo a los stakeholders o actores implicados en los consejos y tomando voz y siendo parte de la solución. Porque la solución pasa por la búsqueda de nuevos modelos de negocio, transformación de los canales existentes, la innovación, etc., todo para atraer talento, clientes satisfechos y proveedores comprometidos. 

Si la situación actual se utiliza como una oportunidad para remodelar los cimientos, adaptarlos a las necesidades futuras y orientarlo a dar respuesta a la nueva sociedad a la que ya antes de la pandemia nos enfrentábamos pero que ahora seguramente tendrá más relevancia, saldremos fortalecidos y con una economía más resiliente y adaptada.  

Tribuna de Ana Guzmán Quintana, directora de Impacto en Portocolom Asesores EAF

Crèdit Andorrà entra en el grupo asegurador Assegur con la compra del 50% de Assegur Vida

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Pixabay CC0 Public Domain. Crèdit Andorrà entra en el grupo asegurador Assegur

El Grupo Crèdit Andorrà ha alcanzado un acuerdo para su entrada en el Grupo Assegur, grupo asegurador del Principado de Andorra. Esto permitirá a la entidad reforzar el sector de los seguros de vida y no vida en el país y explorar nuevas ventajas competitivas para impulsar el negocio mutuo, aseguran desde Crèdit Andorrà.

Actiu Assegurances, entidad participada por el Grupo Crèdit Andorrà, ha adquirido el 50% de Assegur Diversos, negocio especializado en productos de no vida y, así, el banco entra a formar parte de Assegur Vida, con la compra del 50% de las acciones. El Grupo Assegur cuenta con una red comercial propia y dinámica y ocupa el 18% de la cuota de mercado el segmento de los seguros de diversos, vida riesgo y automóvil.

Esta operación está enmarcada en la estrategia del grupo por alcanzar acuerdos en diferentes segmentos de mercado que permitan generar valor añadido para los clientes, así como trabajar por la eficiencia y la rentabilidad de todas las áreas de negocio. Recientemente, Crèdit Andorrà alcanzó un acuerdo con Caser Seguros, por el que la compañía española entró a formar parte del negocio asegurador de vida del grupo financiero en Andorra.

“Nuestra apuesta por el sector asegurador es estratégica y complementaria al negocio bancario. Esta operación refuerza nuestro objetivo como grupo de afrontar los retos de futuro con garantías, ya que consolida todavía más nuestra posición en el mercado asegurador y nos permitirá desarrollar nuevas oportunidades de crecimiento futuro y de generación de valor añadido para nuestros clientes y accionistas”, añade Xavier Cornella, consejero ejecutivo y director general del Grupo Crèdit Andorrà.

Crèdit Andorrà está presente en España con Banco Alcalá, entidad especializada en banca privada que cuenta con oficinas en Madrid, Barcelona y Valencia y, en el ámbito de los seguros, a través del holding ERSM Insurance Brokers y con una participación en la compañía de vida CA Life Insurance Experts.

DWS simplifica su estructura: unifica la división de inversiones y crea una de productos

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Foto cedidaAsoka Woehrmann, CEO de DWS Group.. DWS simplifica su estructura: unifica su división de inversiones global y crea una nueva división de productos

DWS simplifica su estructura global para ser más eficiente y centrarse en el cliente. Según ha explicado la gestora, con esta decisión pretende estar “en una posición fuerte” para ejecutar sus prioridades estratégicas, establecidas desde finales de 2018 y para hacer frente a los desafíos a largo plazo que se plantean en el sector de la gestión de activos. 

La gestora explica que el nuevo diseño organizativo tiene por objeto «mejorar la colaboración y eliminar los silos», para que DWS pueda centrarse plenamente en sus responsabilidades más importantes como gestora de activos fiduciarios: una rentabilidad excelente de las inversiones, los mejores servicios al cliente y la innovación de productos.

Como parte de esta simplificación, DWS pasará a tener una división de inversiones global unificada, que operará con un rendimiento de inversiones y una experiencia líder en el mercado en todas las regiones. Además, su división de cobertura de clientes estará alineada a nivel mundial, aunque “adaptada a las regiones, lo que garantizará un enfoque coherente de la forma en que atendemos a nuestros clientes”, matizan. También se centrará en la identificación y la orientación de los segmentos de clientes de forma más eficaz.

Con el fin de ser más competentes, ágiles e innovadores en su oferta de productos, DWS establecerá una nueva división de productos que será totalmente responsable de todo el ciclo de vida del producto en toda la empresa. Desde la gestora explican que el objetivo es que su negocio esté apoyado eficientemente con controles específicos de gestión de activos e informes financieros y de riesgo transparentes. Las unidades de control se trasladarán a la división COO, mientras que la función de riesgos se trasladará a la división CFO.

«Esta nueva estructura organizativa marca otro hito importante para DWS. Nos permite prosperar con tres fuertes líneas de negocio en inversiones alternativas, gestión pasiva y activa; tres segmentos de clientes en el sector mayorista, institucional y de seguros y, a través de las tres regiones del mundo. Gracias a nuestras divisiones globalmente integradas,  combinadas con el empoderamiento y la clara responsabilidad de nuestros empleados, seguiremos siendo decisivos y ágiles para continuar nuestro éxito en el futuro», ha señalado Asoka Woehrmann, CEO de DWS Group

Según ha delcarado Woehrmann: «Espero continuar la exitosa cooperación con nuestro más reciente miembro de la junta ejecutiva, Manfred Bauer. Manfred tiene un gran conocimiento y experiencia en toda la cadena de valor de nuestro producto que mejorará aún más la forma en que entregamos la mejor base posible para el futuro de nuestros clientes».

Cambios a partir del 1 de julio 

La gestora matiza que su nueva estructura entrará en vigor el 1 de julio de 2020, tras realizar una serie de cambios en la dirección de DWS con la intención de lograr una Junta Ejecutiva “más ágil y compacta”. Por lo tanto, Asoka Woehrmann continuará como CEO, dirigirá la división ejecutiva y también representará a la región APAC en la Junta Ejecutiva. Asoka seguirá basado en Frankfurt. Por su parte, Claire Peel continuará como CFO y dirigirá la división CFO, incorporando la función de riesgos. Además, tendrá responsabilidades de coordinación para todo nuestro negocio en EMEA como Regional Head, desde Londres.

Mark Cullen continuará como COO y dirigirá la división COO, y además, será Regional Head de las Américas y CEO de DWS Américas. Tendrá su base en la oficina de Nueva York y también seguirá pasando tiempo en Londres. El cargo de CIO global seguirá en manos de Stefan Kreuzkamp, quien además dirigirá la división de inversiones, que abarca la plataforma de inversiones en las áreas de inversiones alternativas, gestión activa y pasiva.

Por último, Dirk Goergen dirigirá la división de cobertura de clientes a nivel mundial Manfred Bauer se unirá a la Junta Ejecutiva como jefe de la división de productos, el 1 de julio. Estos cambios supondrán la salida de Pierre Cherki, Bob Kendall y Nikolaus von Tippelskirch de la Junta Ejecutiva y de la gestora. 

Del mismo modo, la Junta Ejecutiva se complementará con un nuevo Equipo de Liderazgo Mundial (GLT por sus siglas en inglés), que se encargará de examinar las oportunidades de crecimiento de la empresa y de prepararlas para la adopción de decisiones estratégicas por la junta ejecutiva. Según explican la gestora, este equipo se asegurará de que las decisiones de la Junta se ejecuten y se transmitan en cascada a toda la organización. Además de los propios miembros de la Junta Ejecutiva, el GLT estará integrado por los líderes empresariales más importantes y por determinadas funciones centrales.

«Con estos cambios, DWS Group tiene ahora una estructura organizativa ejemplar de una empresa de gestión de activos moderna y orientada al futuro. Felicito a Manfred Bauer por su nombramiento en la junta ejecutiva y espero continuar nuestro trabajo con todo el equipo directivo para construir un futuro exitoso para DWS. Además, quisiera agradecer a Nikolaus von Tippelskirch, Bob Kendall y Pierre Cherki su extraordinario compromiso y sus numerosos logros y desearles todo lo mejor para sus futuras actividades fuera de DWS», señala Karl von Rohr, presidente de la junta de supervisión del Grupo DWS.

Allfunds refuerza su servicio y experiencia digital con el lanzamiento de Connect Premium

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Foto cedida. Alta fragmentación de proveedores y sistemas heredados: los retos tecnológicos de los gestores de inversión institucional

Allfunds refuerza su ecosistema digital con Connect Premium. Según explica la compañía, se trata de un servicio que mejora la experiencia Connect con alertas e informes personalizados y una nueva herramienta de optimización que permite calcular la distribución de activos para construir la cartera óptima.

De esta forma, Allfunds señala que continúa su evolución wealthtech al refuerzar el servicio de Connect, su ecosistema digital tanto para distribuidores como para gestores de fondos, que ofrece un extenso análisis de datos y un universo completo de los fondos disponibles, con un onboarding completamente digital.

“Connect Premium es el presente y el futuro de la inversión.  Nuestro objetivo es ofrecer las herramientas digitales más completas del mercado y dar a los gestores y asesores que utilizan estas herramientas una ventaja competitiva para ofrecer los mejores servicios a sus clientes», ha destacado Juan Alcaraz, CEO y fundador de Allfunds.

Según explican desde la compañía, Connect Premium es el complemento para que los asesores y los gestores de carteras “mejoren las expectativas de sus clientes y ahorren tiempo con un conjunto de informes totalmente personalizados”, válidos para las fichas y la comparación de fondos, los portfolios modelo y de clientes, así como la planificación financiera.

Este nuevo servicio incluye una herramienta de optimización de carteras, que proporciona una interfaz intuitiva para obtener una cartera óptima de rentabilidad-riesgo. El usuario puede calcular la Frontera Eficiente aplicando los algoritmos de Markowitz y Black-Litterman. Asimismo, con una interfaz visual y gráfica, el usuario puede seleccionar la mejor asignación de fondos para un determinado nivel de riesgo y comparar sus carteras tipo o las de sus clientes con su cartera óptima. 

Entre las nuevas características de Connect Premium también destaca el servicio de alertas de fondos y carteras, que permite a los usuarios de Allfunds Connect mantenerse al tanto del mercado y ser avisados de los cambios en los fondos y carteras. Las alertas se pueden fijar sobre la variación en el precio (NAV), el rendimiento de la cartera e indicadores de riesgo.

Además, el servicio permite a los clientes generar y adaptar fácilmente informes que proporcionan las más sofisticadas medidas de rendimiento, riesgo y asignación de carteras con una visualización atractiva y gráfica para un universo de más de 180.000 fondos de inversión, todos ellos alineados con sus colores corporativos y su marca. Los informes de cartera y fondos cumplen con las regulaciones MiFIDII y PRIIPS y están listos para ser distribuidos al cliente final.

Las gestoras apuestan por la inversión temática y de impacto para abordar los retos del agua

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Pixabay CC0 Public Domain. Las gestoras apuestan por la inversión temática y de impacto para abordar los retos del agua

Solo el 1% del agua del mundo está disponible para uso humano, lo que la convierte en un recurso muy valioso y cuya gestión puede presentar importantes oportunidades de inversión. Según las gestoras, el agua, sus infraestructuras y las industrias que rodean al agua se han convertido en un campo muy alineado con la inversión impacto y sostenible o dentro de la inversión temática.

Según Morningstar, los fondos de inversión sostenibles se han mostrado resistentes durante la liquidación por la pandemia del coronavirus, con entradas de 40.400 millones de euros el primer trimestre de 2020.  Además, según el Global Thematic Funds Landscape de Morningstar  de febrero 2020, ante el rápido crecimiento de fondos temáticos es necesario invitar a los inversores a que sean selectivos a la hora de elegir las estrategias en las que invertir. 

Credit Suisse habla directamente de la “economía de los océanos” y apunta que está destinada a ser uno de los temas de inversión más relevantes de esta década, al menos, así lo argumenta en el estudio Investors and the Blue Economy. “Además de ser el mayor depósito natural de carbono del planeta, nuestros océanos son una fuente importantísima para el sustento económico de millones de personas. El valor de los océanos como activo a escala global se estima en más de 24 billones de dólares, lo que los convierte en la séptima economía del mundo en términos de PIB”, subraya Marisa Drew, CEO de área de Asesoramiento de Impacto y Finanzas de Credit Suisse.

El informe de Credit Suisse refleja que, si bien el interés mostrado estas inversiones es alto (más de un tercio de los encuestados lo ven como uno de los temas más relevantes de la próxima década), la experiencia en el sector aún es baja. Así, tres de cada cuatro encuestados reconoce no haber valorado el impacto que podrían tener sus inversiones en la evolución de los océanos y el 21% desconoce por completo la exposición y el riesgo al que se ve sometido el océano en lo relativo a las inversiones.

“Resulta paradójico que, a pesar del creciente interés que los inversores han expresado en relación con las oportunidades en este ámbito, los océanos sigan siendo, a día de hoy, uno de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas con menos inversión, en especial, desde el punto de vista del capital privado. Creemos que la importancia que tiene este tema de inversión emergente para los inversores aumentará considerablemente en los próximos años”, añade Drew.

A pesar de que la inversión de impacto, en renta fija y en empresas en fases iniciales ya presenta oportunidades, con las asignaciones a acciones cotizadas y activos de infraestructura en el horizonte, los principales obstáculos para los inversores siguen siendo “la falta de proyectos con grado de inversión, la falta de conocimientos internos y, en el caso de los titulares de activos, el hecho de que sus gestores no les ofrezcan proyectos relacionados con estas inversiones”, asegura el informe.

“Existe, por tanto, una necesidad urgente de establecer unas condiciones más propicias para la inversión”, subraya el estudio. Para ello, Credit Suisse destaca alternativas como la creación de proyectos sostenibles con antecedentes de rentabilidad, fomentar las colaboraciones público-privadas (CPP) o escalar la inversión mediante enfoques innovadores de financiación, como la financiación combinada, con el fin de reducir el riesgo.

Un ejemplo de estrategias que se focalizan en el agua es el fondo temático global Pictet Water, de Pictet, que invierte en las industrias del agua (actualmente cerrado a grandes órdenes de compra, manteniendo los reembolsos). Fue la primera estrategia medioambiental de la gestora, antes de que el cambio climático y la escasez de agua se consideraran amenazas globales. 

Desde Pictet están muy de acuerdo con la visión que daban desde Morningstar en saber seleccionar no solo los fondos, sino también las empresas. En opinión de Hans Peter Portner, director de inversión temática de Pictet AM y co-gestor de Pictet Water, hay muchas empresas subiéndose al carro temático de la sostenibilidad y los inversores deben discernir sus elecciones. «Las estrategias temáticas, para ser sostenibles y evitar modas de corto plazo, deben estar respaldadas por megatendencias a largo plazo. Los inversores deben invertir en ellas con horizontes de cinco a diez años en lugar de verlos como una solución táctica. Es un enfoque de comprar y mantener”, indica.

En opinión de Thomas Trsan, ESG & Impact Analyst de Vontobel AM, ante la abundancia de posibilidades, los inversores deben centrarse en segmentos distintos. “Aunque vigilar nuestro propio consumo de agua es un primer paso importante, creemos que debemos asignar recursos para resolver el problema. Al invertir en empresas que abordan cuestiones relacionadas con el agua, como la escasez y la contaminación, los inversores pueden no solo cosechar beneficios ambientales y sociales positivos, como permitir a las personas el acceso al agua potable y al saneamiento, sino también beneficios financieros. Hay muchas posibilidades, entre ellas la extracción y el almacenamiento de agua, las infraestructuras hidráulicas y la eficiencia en el uso del agua”, explica. 

Los retos del agua

La mayoría de las gestoras coinciden en reconocer la relevancia que tiene la gestión del agua, su preservación y su papel en los retos medioambientales a los que se enfrentan las sociedades. En este sentido, ellas reclaman ser una parte activa de la solución. Según WWF, la mayor organización internacional independiente dedicada a la defensa de la naturaleza y el medio ambiente, solo el 3% de los recursos hídricos mundiales es agua dulce. De esa cantidad, dos tercios o está congelada o no está disponible.

“En el transcurso del último siglo, el uso del agua ha crecido más del doble que la población mundial, y también hemos desarrollado prácticas que han acabado en situaciones como la deforestación, que solo agrava la escasez de suministro. Se estima que en la actualidad, 1.100 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso al agua, y 2.700 millones luchan contra la escasez al menos un mes al año”, apunta Trsan con motivo del Día Mundial de los Océanos celebrado ayer.