Ibercaja Gestión estudia lanzar fondos de private equity y apuesta firmemente por la ESG

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Pixabay CC0 Public Domain. Ibercaja Gestión

La estrategia de Ibercaja Gestión puede resumirse en dos palabras: diversificación y gestión activa. Así lo han explicado los expertos de la entidad en una cita online con la prensa. Ante los grandes momentos de incertidumbre, Rodrigo Galán, director del Grupo Financiero de Ibercaja, ha señalado que, como inversores, es importante tomar distancia y “afrontarlos con amplitud de miras”. En este sentido, ha aprovechado para reivindicar el papel de los asesores financieros.

Por su parte Lily Corredor, directora general de Ibercaja Gestión, ha recordado que, aunque las caídas fuesen muy abruptas en marzo, los rebotes también han sido importantes y en este nuevo mundo coloca como ganadores a la tecnología, el consumo, la sanidad y el medio ambiente.

“¿Qué hemos aprendido de crisis anteriores? Cuando hay un shock importante, y acabamos de vivir la caída más vertical de la historia de la renta variable, siempre van acompañados de rebotes de alta magnitud. Recomendamos ser capaces de estar invertidos durante el periodo de maduración de los productos, lo que es sinónimo de maximización de beneficio”, ha apuntado. “Mantener la calma y hacer caso a los profesionales es la mejor fórmula para recuperar pérdidas” aconseja.

Entre las novedades que han presentado, la gestora no descarta en el futuro ampliar su gama de renta fija corporativa asiática, así como fondos de private equity. Es una tendencia en la que estamos interesados y que estamos estudiando. Podría formar parte de nuestra gama actual de fondos de renta fija”, ha señalado Corredor. “La diversificación es fundamental y ahí juegan un papel importante los fondos de private equity, tanto de renta fija como de renta variable”.

La inversión sostenible, las finanzas del futuro

Según ha sostenido Corredor, expandir la inversión ética y responsable tendrá un impacto importante en la forma de ahorrar de los europeos. “Estamos convencidos que estas finanzas son las finanzas del futuro. Todos los inversores nos convertiremos en inversores de impacto al participar en un fondo de inversión que, además del análisis fundamental, considera criterios medioambientales, sociales y de gobernanza”, ha explicado.

Asimismo, considera que esta influencia fuerza cambios en las compañías para que sean sostenibles y más rentables, ya que los inversores premian estos comportamientos y contribuyen a su crecimiento.  

En este sentido, los expertos de la firma han admitido que pretenden aumentar su gama de fondos ESG e incorporar, en un futuro, estos criterios a todos sus fondos.

Respecto al comportamiento de los mercados, Óscar del Diego, director de Inversiones de Ibercaja Gestión, ha recordado que los mercados han recuperado casi toda la caída en renta variable y buena parte en renta fija y en este momento la situación es parecida a la de antes de la crisis: los mercados de renta variable presentan valoraciones exigentes en niveles absolutos y todavía aceptables en niveles relativos a los otros activos; y en la renta fija, todavía quedan oportunidades en emisores privados y menos en la deuda pública.

Sin embargo, el experto considera que debemos tener en cuenta que la pandemia ha cambiado el mundo para siempre y que ha acelerado algunas tendencias que ya estaban presentes. Concretamente, Del Diego localiza cinco grandes tendencias: la proliferación de políticas monetarias menos heterodoxas, el aumento de políticas proteccionistas, la digitalización y el uso de tecnologías, mayor gasto sanitario y transición energética hacia fuentes renovables.

En este sentido, Corredor afirma que, “pese a que estamos en una situación económica inestable, y las previsiones de beneficios de las compañías han caído mucho, creemos que abundan las oportunidades de inversión y tenemos que identificarlas a precios atractivos”.

Un comportamiento positivo

Galán ha trasladado la positiva evolución que Ibercaja Gestión ha experimentado en los últimos meses, tanto en aportaciones como en cuota de mercado. El patrimonio a finales de junio ha rozado los 14.000 millones de euros (13.980), manteniéndose así al nivel de cierre de 2019, a pesar de la negativa evolución de los mercados financieros.

Esto se debe, tal y como ha explicado el director de Grupo Financiero, “a la confianza de nuestros clientes en la gestión que realizamos ya que hemos recibido aportaciones netas en estos seis primeros meses por 495 millones de euros, un 53% más que el mismo periodo del año anterior, y en particular, desde primeros de marzo, éstas han sido de 10 millones de euros, dato especialmente relevante si lo comparamos con las del conjunto del sector en España que han sido de -4.954 millones de euros”.

Galán ha resaltado que estos resultados “no se deben solo al trabajo de estos últimos seis meses, sino que es el mismo comportamiento que tuvimos en los últimos doce, con unas entradas netas de 907 millones de euros, frente a los 643 del sector, o si nos remitimos a los últimos tres o cinco años en los que 12 de cada 100 euros de las nuevas entradas a fondos de inversión han sido realizados a los que gestionamos en Ibercaja”.

Con todo ello, la cuota de mercado de Ibercaja Gestión ha avanzado 43 puntos básicos en los últimos doce meses, hasta alcanzar un nuevo récord del 5,36% que consolida a la gestora de fondos de inversión en la séptima del sector por volumen de activos gestionados en España.

KPMG: la pandemia puede suponer retos en gestión de activos y banca privada que impulsen la concentración

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CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Starlights. madrid

El COVID-19 será probablemente un catalizador de cambio para la industria de la gestión de activos y banca privada, y transformará la forma en que las entidades se relacionan con sus clientes y desarrollan su negocio. Así lo explica el informe “COVID-19, Asset y Wealth Management. Impactos y respuesta”, elaborado por KPMG en España. Para sus autores, la pandemia representa uno de los desafíos de alcance global más importante de los últimos tiempos y la industria “debe actuar con determinación para alcanzar un equilibrio entre la seguridad de sus empleados y la resiliencia operativa que le permita estar cerca de los clientes, no olvidando una revisión estratégica para saber identificar los cambios económicos y sociales post COVID”. Por ello, recomienda acciones urgentes a corto plazo y un plan a largo plazo para el sector.

“A pesar de las turbulencias e incertidumbres, la industria de gestión de activos tiene un papel fundamental en realizar una evaluación completa de la situación y fomentar una visión a largo plazo, actuando como elemento estabilizador de los mercados, así como anticiparse para abordar los cambios que la pandemia ha puesto de manifiesto (transformación digital, nuevas formas de interactuar con clientes, nuevos modelos operativos y redefinición de los riesgos realmente relevantes para las compañías)”, añaden su autores.

Entre los impactos a corto plazo, y líneas de acción inmediata que KPMG recomienda, menciona seis aspectos: la comunicación con los clientes, la gestión de la liquidez, la resiliencia operativa, minimizar el riesgo de ciberataques, mantener la estrategia operativa y de consolidación del sector y la gestión fiscal de los impactos.

“Las sociedades de gestión tienen la responsabilidad de comunicarse de forma ágil y proactiva con los clientes, encomiándoles a mantener la calma, redefiniendo la estrategia de inversión, si cabe, para la realización a largo plazo de los objetivos financieros comprometidos con el cliente”, dice la consultora. Además, en un entorno de incertidumbre como el actual, la gestión de la liquidez y riesgo de contraparte es fundamental, debiéndose ajustar los modelos de medición de riesgo a un nuevo escenario de estímulos económicos y programas de compras masivas de activos por bancos centrales”.

En tercer lugar, el COVID-19 va a tener un impacto en términos de recursos humanos, así como en las previsiones económicas y financieras de las sociedades de gestión, debiendo éstas –defiende KPMG- redefinir sus planes estratégicos con un enfoque flexible a las diferentes escenarios de evolución de la pandemia y la gestión fiscal de los impactos asociados a la misma.

Las sociedades de gestión también deberían estar atentas y ser proactivas en la identificación de otros players con los que acometer el proceso de consolidación, que se prevé ocurrirá en el corto/medio plazo en el sector, añaden en la consultora.

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Un proceso de consolidación inminente

El COVID podría acelerar el proceso de concentración de las entidades, que tendrán que medir muy bien con quién se alían: “El contexto actual puede suponer retos y oportunidades en el sector, que incrementen a futuro las operaciones de concentración. Para ello, resulta clave realizar una evaluación de la compañía respecto al sector y asegurar la viabilidad del modelo de negocio”, asegura.

KPMG cree que la crisis tendrá impacto en la solvencia y viabilidad de las entidades, lo que obligará a identificar a otros jugadores con posibles sinergias con los que acometer el proceso de consolidación, dentro de una estrategia de continuidad y crecimiento, manteniendo la vinculación de los clientes. Por eso recomienda comparar la situación de la compañía con la del sector, midiendo el impacto económico y financiero (identificando vulnerabilidades a nivel global y por línea de negocio), proteger el modelo de negocio de la compañía, ya sea mediante la mejora y eficiencia de la estructura actual de costes o bien contemplando las mejores combinaciones posibles con otros players del mercado que puedan llevar a un posicionamiento y ventaja competitiva. Y recomienda también poner el foco en los clientes de mayor valor añadido, implementando soluciones automatizadas para el resto, junto con una estrategia de fortalecimiento de la oferta de productos y servicios de valor y diferencial respecto a la competencia, para conseguir una mayor vinculación de los clientes.

A largo plazo, también cree que se acentúa la necesidad de crecer en escala, lo que impulsará la necesidad de analizar operaciones de fusiones/adquisiciones como guía más rápida para lograr dicha escala.

Gestionar la liquidez

La gestión de la liquidez es otro de los puntos clave que tendrán que vigilar las gestoras: “A medida que la pandemia del COVID-19 crea turbulencias en los mercados, éstas se ven obligadas a aplicar algunas de las lecciones aprendidas en la gestión de la crisis del 2008 en relación al riesgo de liquidez y contraparte. Las lecciones aprendidas de la gestión de anteriores crisis puede contribuir a reducir los impactos”, explica KPMG.

Así, ante aspectos como el impacto de la crisis en la liquidez y solvencia de emisores, contrapartes y depositarios o los reembolsos, la consultora recomienda a las entidades reducir el apalancamiento, vigilancia de la liquidez de los productos e incremento de los buffers de liquidez invirtiendo en aquellos activos de mayor liquidez, monitorizar el consumo de límites en emisores, contrapartes e intermediarios, y adaptar límites en función de la evolución de la liquidez y solvencia de los mismos.

También, seguir de la evolución de la solvencia y liquidez de depositarios y subcustodios y realizar pruebas de tensión sobre la liquidez de los activos y volúmenes de reembolsos, así como procedimientos para escalonarlos. “Las situaciones de inestabilidad financiera son cíclicas, ya sea por causas endógenas o exógenas (como el COVID-19), por lo que las sociedades de gestión deben de reforzar sus procedimientos de gestión del riesgo de liquidez a través de la realización de pruebas de resistencia”, añade el informe.

Mayor, y distinta, interacción con el cliente

Con respecto a su relación con los clientes, las medidas de distanciamiento social van a impulsar un mayor número y más amplias interacciones con clientes, tanto en el caso de clientes tecnológicamente avanzados como clientes más tradicionales. Así, ante una realidad de interacción digital y empoderamiento del cliente en los nuevos medios digitales, y también de los gestores para suplir la ausencia de contacto directo, la consultora recomienda a las gestoras incrementar la comunicación sobre visión de los mercados y la estrategia de inversión a seguir, reforzar la atención al cliente para transmitir tranquilidad y evitar sobrerreacciones cortoplacistas, reaccionar de forma ágil y proactiva, apoyar al cliente en la transición digital y mejorar la interacción digital con el cliente, aumentando calidad y frecuencia de informes a asesores y clientes, permitiendo realizar simulaciones de su cartera online en reuniones virtuales.

Organización y empleados

Las entidades, sus empleados y colaboradores deben adaptarse a un nuevo entorno, adaptando sus procedimientos para mantener la continuidad del negocio y la efectividad de los controles, tomando medidas de gestión del capital humano y planificando la recuperación de su actividad. Por eso KMPG considera aspectos como un canal de comunicación con empleados y organización o el despliegue del plan de continuidad en muy corto plazo para que toda la actividad se realice desde los domicilios de los empleados, así como controles no adaptados a flujos operativos no previstos, actividades de trading y gestión institucional realizadas en un entorno no habitual o tomar medidas, cuando sea necesario, de reducción de jornada, ERTE o reestructuración.

Entre sus recomendaciones, mantener un canal de comunicación permanente con el empleado, seguimiento de su salud y establecer la dinámica de organización del trabajo (en remoto, con reuniones virtuales y flexibilización por la necesidad de conciliación familiar), crear equipos multidisciplinares para la gestión de la crisis dotándolo de un liderazgo, funciones y responsabilidades claras e interlocución directa con la alta dirección, revisar procesos transversales en las que intervienen diferentes funciones, para una verificación de la efectividad de los controles y monitorización de las excepciones. También, tener un enfoque flexible de la gestión del plan de continuidad, adaptándolo a los nuevos retos que puedan presentarse y con el diseño de un plan de vuelta al trabajo tras el confinamiento vinculado al plan de continuidad del negocio y a los requisitos de seguridad impuestos por las autoridades competentes. 
Por último, recomida adoptar medidas de carácter laboral en el caso de que la compañía requiera ajustar su plantilla a la realidad de su negocio.

Fraude externo y ciberseguridad

En un escenario de crisis duradera sin precedentes, el fraude externo y la ciberseguridad se incrementan y se convierten en una de las principales preocupaciones. KPMG considera aspectos como el aumento de ataques a clientes por phishing y proliferación de malware en web y apps, o un mayor riesgo IT en equipo interno, y riesgo de capacidad de la infraestructura IT.

Recomienda una revisión de los algoritmos de detección para la identificación y el análisis de la actividad fraudulenta, evitando ignorar las alertas de seguridad por nuevos puntos de acceso; implementar la autenticación multifactorial como requisito previo para acceder a redes internas, datos o aplicaciones (como la autenticación reforzada de clientes); y construir mecanismos de protección en las plataformas digitales con las que los clientes interactúan y mantener seguros los datos que los clientes acuerdan compartir.

El impacto fiscal

Las administraciones fiscales en España y el resto del mundo, así como los contribuyentes, están buscando adaptarse al nuevo entorno que plantea el COVID-19. KPMG considera aspectos como la gestión de determinadas obligaciones fiscales, hipótesis fiscales de los modelos de inversiones, operaciones de M&A en curso, fiscalidad propia del producto y en las operaciones asociadas a la necesidad urgente de liquidez.

Y recomienda reforzar el modelo de gobernanza y la gestión fiscal en tiempos de incertidumbre, para asegurar el cumplimiento de las obligaciones fiscales y el aprovechamiento de los incentivos que ofrece la legislación fiscal; revisar el impacto que la nueva situación pueda tener en las hipótesis fiscales de los modelos de inversión; evaluar la ampliación de warranties/indemnities en operaciones de M&A relativas a riesgos fiscales teniendo en cuenta el nuevo entorno; prestar especial atención a la gestión de la documentación soporte necesaria para acreditar determinados beneficios fiscales y al cumplimiento de nuevas obligaciones fiscales; evaluar oportunidades y riesgos fiscales asociados a las potenciales necesidades de financiación adicional, así como palancas fiscales disponibles para mejorar la situación de tesorería.

Cuatro recomendaciones para el largo plazo

Para el largo plazo, hace cuatro recomendaciones: en primer lugar, una mejora de la experiencia digital y empoderamiento digital de gestores y clientes (con la potenciación de los medios digitales para lograr un salto cualitativo en la experiencia de cliente y sacando provecho del rastro digital para mejorar la calidad del servicio digital y personalizar productos y servicios). Además, reforzar procedimientos de gestión del riesgo de liquidez (impulsando la implementación de modelos avanzados de stress test de liquidez, así como un modelo de gobierno que implique la alta dirección, y fortaleciendo los sistemas de gestión de riesgos con parámetros de riesgos sistémico, con impacto en la gestión del riesgo de mercado y liquidez entre otros, reforzando las plataformas IT disponibles).

En tercer lugar, dotarse de una infraestructura operativa “ágil” para adaptarse más fácilmente a nuevas situaciones (adaptar la infraestructura al volumen de activos, redimensionando costes, discontinuando negocios no rentables, externalizando funciones, así como asegurando capacidad redundante para gestión de futuras crisis y adoptando soluciones “cloud” a lo largo de toda la cadena de valor -gestión, administración y reporting) apoyándose en procesos “estandarizados”-).

En cuarto lugar, recomienda la revisión de la estrategia de negocio. “El COVID-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de adecuar recurrentemente la estructura de la entidad y su planificación estratégica a los cambios en el entorno. Se acentúa la necesidad de crecer en escala, lo que impulsará la necesidad de analizar operaciones de fusiones/adquisiciones como guía más rápida para lograr dicha escala”. También recomienda “diferenciarse en la propuesta de valor a través de servicios de valor añadido no dependientes de la evolución de los mercados y aprovechando las necesidades de implementación regulatoria”.

ESG en tiempos de coronavirus: llega un nuevo debate dentro del ciclo de foros de Funds Society y ABC

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Funds Society organiza, en colaboración con ABC, un nuevo foro de debate en formato online. El evento, que forma parte del ciclo de encuentros digitales que ambas entidades llevan a cabo de forma conjunta, tendrá lugar el 13 de julio y cuenta con Schroders y ODDO BHF Asset Management como gestoras participantes.

Bajo el título, ESG en tiempos de coronavirus: ¿sigue vigente?, los ponentes debatirán sobre el impulso de la inversión responsable en un momento de dudas de los mercados, debido a las ventajas que ésta ofrece.

Jorge González, director de Análisis de Tressis, será el ponente invitado y hablará de la ISR desde una perspectiva de la gestión patrimonial. Será también el moderador de un debate en el que participarán Leonardo López, director para Iberia y Latam de ODDO BHF AM e Inés del Molino, directora de cuentas de Schroders para España y Portugal.

A lo largo de una hora, los expertos analizarán cómo la inversión responsable está ayudando a construir carteras más duraderas y está en auge en estos momentos de incertidumbre en los mercados.

La asistencia al evento, que tendrá lugar el 13 de julio a las 17:00 horas, será válida por una hora de recertificación de los títulos EIA, EIP, EFA y EFP tras la visualización de la sesión online y superación del test de formación disponible en la intranet de EFPA España (el test podrá verse en el siguiente enlace).

La asistencia puede confirmarse a través del siguiente enlace.

 

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CECA defiende una evaluación del impacto global de las medidas regulatorias que afectan al sistema financiero europeo

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. CECA defiende una evaluación del impacto global de las medidas regulatorias que afectan al sistema financiero europeo

José María Méndez, director general de CECA, defiende la necesidad de que se evalúe el impacto conjunto de todas las medidas regulatorias puestas en marcha por las distintas autoridades de regulación y supervisión europeas. Así lo ha afirmado en un encuentro del sector financiero organizado por Expansión y KPMG.

Asimismo, ha destacado la importancia de implementar los acuerdos ya aprobados, como la finalización de la Unión Bancaria que permitiría la existencia de un fondo de garantía de depósitos europeo o la incorporación a la regulación europea del acuerdo internacional de Basilea IV para facilitar una mayor comparabilidad de los ratios que se manejan actualmente en materia de solvencia.

Además, Méndez ha hecho hincapié en la importancia de que la sociedad perciba la aportación de valor que la banca realiza a la economía.

Para ello, considera que hay que ser más transparente a la hora de contar la función que realizan los bancos en la financiación de los proyectos de emprendedores, viviendas y pymes, así como la canalización del ahorro y la inversión.

Desbloqueando el futuro: el mundo después de la COVID-19

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Nuestras estrategias globales versan sobre la resiliencia. Contamos con un equipo resiliente que trabaja con gran eficacia desde casa y con un proceso de inversión asimismo resiliente con el que comprobamos que las compañías incluidas en nuestras carteras serán capaces de seguir revalorizándose y evitar destrucciones permanentes de capital; también contamos con carteras resilientes, puede que lo más importante, que de nuevo han logrado registrar menos pérdidas en épocas complicadas.

Esta capacidad de resiliencia no significa que no haya cambiado nada para nuestras carteras en 2020. Presentamos nuestro enfoque para pensar acerca de la COVID-19 en nuestra edición de marzo. Dividimos los impactos en tres ámbitos:

  • En primer lugar, están los efectos directos del virus y los esfuerzos para controlar su propagación.
  • En segundo, se encuentra el efecto indirecto de las fuertes desaceleraciones económicas que han aparecido en todo el mundo.
  • Finalmente, hablamos de cómo va a cambiar el mundo una vez que la crisis haya pasado y cómo afectará a sectores y compañías específicas.

Nuestra opinión es que el enfoque se está moviendo desde el ámbito 1 al ámbito 2, a medida que los mercados desarrollados salen de los confinamientos, aunque no está nada claro que las expectativas de beneficios o múltiplos reflejen los desafíos de cara al futuro. Todavía hay mucho que pensar con respecto al ámbito 3, pero la capacidad de lidiar con el cambio de la esfera tradicional a la esfera digital será un área clara de diferenciación.

Ámbito 1: Los efectos directos

Nuestra hipótesis de referencia fue, y sigue siendo, confinamientos severos que duraron aproximadamente un trimestre seguidos de un período de disrupción debido al distanciamiento social. Claramente, algunos sectores se han visto gravemente afectados, en particular, los viajes y la hostelería, mientras que las intervenciones quirúrgicas no urgentes se han aplazado en los hospitales. La lista de beneficiarios potenciales es más corta, como la venta minorista de alimentos, los productos de desinfección y el software. Como se mencionó en ediciones anteriores, hemos reducido nuestra exposición al sector de bebidas, ya que nos preocupa que se produzca una disrupción sostenida de las ventas en establecimientos “con licencia”, es decir, bares y restaurantes, que representan alrededor de la mitad de los ingresos. Sin embargo, en general, a medida que los mercados desarrollados emergen del confinamiento, nuestro enfoque se aleja del impacto directo de la crisis hacia las desaceleraciones resultantes.

Ámbito 2: La desaceleración

Ahora ha surgido una pequeña industria que especula sobre la forma de la trayectoria de la recuperación económica, y se habla de “V”, “U”, “W”, forma “swoosh” o “raíz cuadrada invertida”. La palabra “sin precedentes” se ha utilizado mucho, pero se debe a que el golpe sin precedentes a la demanda está generando un nivel de intervención gubernamental sin precedentes. Si bien el inicio de la recuperación puede ser fuerte, ya que los confinamientos se relajan y el gasto de los consumidores se reactiva al reabrirse las tiendas, es probable que la crisis deje muchas cicatrices, como ilustran los 40 millones de solicitudes de desempleo en las últimas 10 semanas en Estados Unidos, incluso antes de comenzaran a preocuparse por una segunda ola. No somos analistas macro top-down y admitimos ser temperamentalmente conservadores dado nuestro enfoque hacia la calidad, pero, sin embargo, nos cuesta imaginar que los beneficios de 2021 del índice MSCI World disminuyan solo un 2% con respecto al nivel de 2019, como sugiere el consenso.

Si de hecho somos demasiado prudentes y los beneficios de 2021 coinciden aproximadamente con el nivel de 2019, esto todavía implica que la COVID-19 habrá causado dos años de pérdida de crecimiento de los beneficios, aunque el índice MSCI World solo haya bajado un 8% hasta el momento. Esta modesta caída se debe a los niveles del mercado, que ya eran caros a principios de año, cuando el índice MSCI World se situaba en 17 veces los beneficios de consenso para 2020, lo que significa que ahora estamos por encima de 17 veces con respecto al consenso potencialmente optimista para 2021. Solo hay dos formas de perder dinero en renta variable: o se esfuman las ganancias o se esfuman los múltiplos, por lo que ahora, después de una subida del 35% en el índice MSCI World desde finales de marzo, estamos preocupados por ambos aspectos.

La buena noticia es que nuestras carteras no están invertidas en el índice. En cambio, estamos invertidos en compañías de alta calidad, las que son capaces de mantener sus altos retornos sobre el capital operativo a largo plazo, o compounders, como preferimos denominarlas. Están mostrando su fuerza relativa una vez más. El confinamiento no las ha bloqueado. Cuando consideramos dónde se encuentran generalmente los compounders, los hallamos principalmente en algunas partes distintivas del mercado de valores: productos de consumo básico, servicios de software y TI y atención sanitaria. Más del 80% de nuestras carteras se concentran en estas áreas, que poseen activos intangibles difíciles de replicar, incluidas marcas, redes, patentes y licencias, lo que les otorga un poder de fijación de precios, evidenciado por altos márgenes brutos. Estas características resilientes han contribuido a su rendimiento relativo positivo en comparación con el conjunto del mercado desde principios de año.

La otra ventaja que tienen los compounders es que, cuando los tiempos son difíciles, como ahora, todavía experimentan demanda gracias a sus ingresos recurrentes; los pacientes continúan necesitando soluciones salinas o diálisis, las personas todavía compran productos esenciales para el día a día, desde productos de limpieza hasta pañales, y las empresas dependen de los sistemas de TI para operar y comunicarse. El crecimiento de los beneficios puede ralentizarse ante una desaceleración fuerte, pero no tan dramáticamente como para que las compañías afronten cancelaciones de pedidos de motores, grandes pérdidas de préstamos o caída de los precios de un producto, todos los problemas se exacerban gravemente si las empresas están apalancadas financieramente además operativamente.

Ámbito 3: El mundo después de la COVID-19

El enfoque principal del equipo hasta ahora ha sido lidiar con los ámbitos 1 y 2, modelar el impacto combinado de la crisis de salud y la probable crisis económica y probar el estrés en escenarios aún más adversos. Sin embargo, los pensamientos se están moviendo hacia el ámbito 3, a más largo plazo. La COVID-19 ha revelado la importancia de seguir siendo relevantes, tener las rutas correctas al mercado y ser dinámicos y flexibles.  Como se mencionó en la edición de abril, el virus está actuando como un acelerador, particularmente en torno a la digitalización de la economía. Aquellos que tuvieron la visión de invertir en la esfera en línea para digitalizar sus negocios desde el entorno tradicional están viendo los beneficios. Hoy en día, puedes crear y pedir una zapatilla de running exclusivas, puedes pedir productos por todo el mundo desde tu propia casa, puedes usar la cámara de tu teléfono móvil para evaluar el tono de tu piel y luego pedir el maquillaje que mejor se adapte desde el teléfono, puedes trabajar desde casa, puedes colaborar con herramientas como Zoom y Teams, e invertir, ahorrar y pagar, todo en línea. La forma en que trabajamos, compramos, aprendemos, nos conocemos, nos entretenemos e incluso la forma en que nos ponemos en forma: la digitalización ha dado a todos estos hábitos un nuevo canal, un canal al que muchos millones de personas se han acostumbrado en un período de tiempo mucho más corto de lo que jamás se hubiera podido imaginar. 

Si no ha invertido en lo nuevo, si sus productos y servicios no pueden ser conocidos, vistos, comprados o incluso entregados, pero alguna otra compañía puede, entonces ha dejado de ser relevante para su consumidor o cliente, ya sea B2B o B2C. Como inversores, como gestores de carteras que tratan de comprender los riesgos y las oportunidades a largo plazo, siempre nos ha quedado claro que las compañías deben invertir para seguir siendo relevantes si quieren mantener las rentabilidades. Siempre hemos invertido en compounders de alta calidad, ha sido nuestra filosofía durante más de 25 años, pero el lugar donde los hemos encontrado y lo que nos ha preocupado ha cambiado durante este cuarto de siglo. Hoy en día, poder construir fosos digitales, donde sea relevante, para defender, mejorar y extender su negocio se ha convertido en una característica cada vez más esencial de un compounder de alta calidad.

 

Columna de William Lock, Head of International Equity Team, y Bruno Paulson, Managing Director, en el equipo de International Equity de Morgan Stanley Investment Management.

 

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Volatilidad, default y fallen angels: un camino complicado en el que la gestión activa se puede lucir

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Pixabay CC0 Public Domain. La volatilidad, default y fallen angels: un camino complicado en el que la gestión activa se puede lucir

“El contexto actual es extremadamente complejo y tenemos que optar por la prudencia. Estamos en un momento único y no existe ningún otro periodo en la historia con el que realmente podamos comparar para saber cómo pueden ser las consecuencias de esta pandemia en el mercado”. Con estas palabras, Frank Dixmier, director de inversiones global de renta fija de Allianz GI, ha resumido la situación actual antes de explicar las perspectivas sobre renta fija de cara a la segunda mitad del año.

Según la gestora, en la segunda mitad de 2020, el camino por recorrer seguirá lleno de dificultades para los mercados crediticios. Este contexto, en su opinión, tiene numerosos factores que están condicionando el mercado y que persistirán a largo plazo: la volatilidad, un entorno de bajo tipos de interés y la intervención de los bancos centrales para mantener la economía “a cualquier precio”. 

Algunos de estos elementos los considera tangibles y tranquilizadores, como por ejemplo las políticas monetarias y fiscales, que se están desarrollando de forma simétrica y a nivel global. Según señala, los inversores pueden tener una certeza: los tipos no solo seguirán siendo «más bajos durante más tiempo», sino que se mantendrán muy bajos durante mucho tiempo. Esta valoración no elimina la lista de riesgos para el mercado de renta variable, encabezado por ese mayor estrechamiento de los spreads, el previsible aumento de los defaults de cara a la segunda parte del año y de los conocidos como los “fallen angels”

“El riesgo es un concepto que los gestores de activos conocen bien y que podemos modelar. La incertidumbre no se puede modelar. Por lo tanto, en los mercados de renta fija, el horizonte de gestión seguirá siendo corto y los inversores deberán mantenerse muy activos en la gestión de sus posiciones», ha afirmado Dixmier, durante la presentación de las perspectivas. 

Ante un entorno económico muy deteriorado y una persistente incertidumbre sobre la duración de la pandemia, la alta volatilidad continuará alimentando regularmente la aversión al riesgo, también en el ámbito de la renta fija. Sin embargo, la intervención de los bancos centrales, que compran bonos corporativos directamente, brinda un fuerte apoyo al mercado. 

“Estas inyecciones masivas de liquidez proporcionan financiación abundante y barata a las empresas y ayudan a mantener las tasas de morosidad a un nivel razonable, especialmente en Europa. A pesar de una cierta desconexión entre los fundamentos económicos y la valoración de los bonos corporativos, seguimos siendo positivos en el mercado de crédito a mediano plazo debido al apoyo inquebrantable de los bancos centrales. Sin embargo, debemos ser precavidos con los emisores más endeudados», explica Vincent Marioni, director de inversiones de renta fija privada en Allianz GI.

En opinión de Marioni la gestión activa será clave para lidiar en este entorno de mercado. “Ser selectivos será determinante. Por ejemplo, el mercado crediticio europeo ofrece perspectivas atractivas, pero el camino a seguir está lleno de peligros”, advierte y explica que el equipo de análisis de la gestora se está centrando en analizar la resiliencia de los modelos de negocio de las compañías emisoras de bono y de deuda. 

Marioni defiende que el coronavirus perjudicará la rentabilidad y la liquidez de las empresas de menor calificación, pero también dependerá del sector. “El crédito corporativo es alto y seguirá creciendo en el segundo semestre del año. En este momento hay sectores concretos que están sufriendo y en los que la crisis ha impactado más, como por ejemplo en el sector del automóvil, el turismo, el lujo o el consumo de ocio. En ese sentido, podemos esperar que los default aumenten”, añade. 

El experto sostiene que, gracias al gran apoyo que están ofreciendo los bancos centrales, su visión sobre el mercado de crédito es optimismo. “Creemos que hay oportunidades. En primer lugar, creemos que es positivo que no se haya producido ninguna crisis de liquidez en el segmento de deuda investment grade, lo cual es una gran noticia. Desde luego que creemos que va a aumentar el número de fallen angels, pero no es algo que nos preocupa. De hecho, es una oportunidad para los inversores porque pueden obtener deuda high yield más barata, pero con una buena beta”, concluye Marioni.

Un fondo de DNB hace que el ahorro de emisiones sea demostrable

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Un fondo de DNB hace que el ahorro de emisiones sea demostrable
Pixabay CC0 Public Domain. Un fondo de DNB hace que el ahorro de emisiones sea demostrable

DNB Asset Management, en colaboración con el instituto independiente ISS-ESG, ha elaborado un estudio que demuestra por primera vez cuántas emisiones se han evitado por una inversión de un millón de euros. De acuerdo con el informe, el DNB Fund – Renewable Energy ha generado un ahorro de emisiones de 2.838 millones de toneladas de CO2 por cada millón de euros. El fondo invierte en empresas con productos y servicios que se caracterizan por unas emisiones más bajas que las fuentes tradicionales (es decir, energías renovables) o que permiten a sus clientes reducir las emisiones.

DNB - ahorro EMISIONES

 

En un comunicado, la gestora asegura que este análisis, realizado en estrecha colaboración con el propio equipo ESG del fondo, demuestra que las emisiones netas son, de hecho, cinco veces más grandes que la huella de carbono del fondo (medida en los alcances 1, 2 y 3). Además, refleja que el plan de recuperación verde de la UE, que asciende a 750.000 millones de euros, podría ayudar a la economía a reponerse de la pandemia haciendo la transición hacia las energías verdes.

“Esto revitalizaría la economía y protegería el empleo, además de contribuir a alcanzar el objetivo de 1,5 grados del Acuerdo de París”, destaca. Para conseguirlo, el IPCC calcula que se necesita una reducción de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero del 6% anual entre 2020 y 2030.

El equipo del fondo también ha realizado un análisis adicional para entender las emisiones que pueden evitarse utilizando las tecnologías actuales. Concretamente, el sector eólico y el solar realizan una importante contribución a las emisiones potencialmente evitables. Mientras, DNB AM considera que podría sorprender que el sector de los materiales se sitúa justo detrás. Este todavía no ha recibido la misma financiación ESG que otros sectores y, debido a la intensidad de las emisiones de carbono que intervienen en la producción de materiales, las empresas del sector no han sido un foco de atención para los inversores concienciados con el medioambiente.

“Sin embargo, los materiales fabricados por las empresas en las que invierte el fondo son cruciales para la transformación del sistema energético. Además, este sector es clave por su contribución a la eficiencia y el reciclaje de recursos”, afirma.

Caso práctico: AMG Advanced Metallurgical Group

Esta empresa produce metales y minerales especializados de alta tecnología y suministra sistemas de horno de vacío y servicios para los mercados finales del transporte, las infraestructuras, la energía y los metales y productos químicos especializados. Según la gestora, AMG ofrece soluciones de gestión del reciclaje en el sector de los metales y la minería que contribuyen considerablemente a reducir las emisiones. “Los ahorros generados posibilitan un fuerte impulso a la inversión”, añade al destacar que estas contribuciones relativamente indirectas a las emisiones están suscitando un interés cada vez mayor entre los inversores.

Asimismo, apunta que la empresa se encuentra actualmente inmersa en el proceso de ampliar de forma considerable su compromiso con el reciclaje del vanadio presente en catalizadores usados y las operaciones de post-procesado de litio, lo que generará un crecimiento sólido durante los próximos años. El informe completo sobre la evaluación de las emisiones potencialmente evitables y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU se encuentra publicado aquí.

Caser Asesores Financieros llega a Sevilla de la mano de Reyes Barquero

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Foto cedidaReyes Barquero, nueva incorporación al equipo de Caser Asesores Financieros . Caser Asesores Financieros llega a Sevilla de la mano de Reyes Barquero

Caser Asesores Financieros anuncia la incorporación de Reyes Barquero a su red de agentes financieros. Barquero cuenta con más de veinte años de experiencia profesional en el sector. Así, la firma llega a Sevilla con el fin de “brindar a los sevillanos un asesoramiento de calidad, personalizado y con las máximas garantías de solidez y solvencia”, aseguran.

Reyes Barquero ha desarrollado su actividad profesional en Citibank como gestora de patrimonios y ocupó la posición de directora del centro Citigold, dedicado en exclusiva al asesoramiento financiero de clientes de banca privada y banca personal. En los últimos siete años, se ha dedicado a gestionar a los clientes de banca privada en Novobanco prestando servicio en Sevilla, Huelva y Badajoz.

“Estamos muy satisfechos de la incorporación de Reyes Barquero al equipo. Comenzamos así a ofrecer nuestros servicios al conjunto de Andalucía occidental, plaza clave en la expansión de la red de agentes financieros. Estamos convencidos que el know how de Reyes Barquero junto a su exhaustivo conocimiento del mercado andaluz, de sus clientes, y una absoluta alineación con el modelo de asesoramiento financiero de nuestra entidad, contribuirá sustancialmente al crecimiento de Caser Asesores Financieros”, añade Helena Calaforra, directora de Caser Asesores Financieros.

Lyxor lanza cuatro ETFs climáticos alineados con los acuerdos de París de la UE

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Pixabay CC0 Public Domain. Lyxor lanza cuatro ETFs climáticos alineados con los acuerdos de París de la UE

Lyxor amplía su ecosistema de ETFs sobre el clima con el lanzamiento de cuatro nuevos vehículos de inversión alineados con los acuerdos de París de la UE. Se trata de ETFs que invierten en acciones de la zona euro, valores europeos, estadounidenses y globales, siguiendo todos ellos los índices S&P Paris-Aligned Climate.

Según explica la gestora, estos ETFs están diseñados para cumplir y superar los requisitos mínimos de referencia de la UE alineados con los acuerdos de París y se ajustarán de acuerdo con las características finales establecidas en los actos delegados de la UE a finales de este año, si procede. Sus objetivos de inversión están alineados con el escenario más ambicioso del IPCC1, basado en los objetivos del Acuerdo de París de 2015, de limitar el calentamiento global a 1,5°C «sin exceder o excediendo de manera limitada» por encima de los niveles preindustriales

En concreto se trata de los fondos Lyxor S&P Eurozone Paris-Aligned Climate (EU PAB) (DR) UCITS ETF, que ha empezado a cotizar en Euronext y cotizará más tarde en julio en Xetra; el Lyxor S&P 500 Paris-Aligned Climate (EU PAB) (DR) UCITS ETF, cotizará en Xetra y en LSE en julio; el Lyxor S&P Global Developed Paris-Aligned Climate (EU PAB) (DR) UCITS ETF, cotizará en LSE y en Xetra en septiembre; y el Lyxor S&P Europe Paris-Aligned Climate (EU PAB) (DR) UCITS ETF, que cotizará en Xetra en septiembre. Todos estos ETFs cotizan con un Total Expense Ratio del 0,20%, señala la gestora.

«Los índices de referencia climáticos de la UE son sólo una de las formas en que Europa está tomando la delantera en materia de clima. En Lyxor creemos en el poder de los índices y de los ETFs para construir sobre los datos y dirigir el capital a escala hacia una economía climáticamente neutral. Con esta última mejora de nuestro ecosistema de ETFs climáticos, estamos ayudando a los inversores a llevar sus ambiciones de descarbonización al siguiente nivel, así como a adoptar un enfoque aún más ecológico mediante la exclusión de los combustibles fósiles», explica Arnaud Llinas, responsable de Lyxor ETF & Indexación.  

En este sentido, la gestora explica que sus nuevos ETFs climáticos tienen algunas peculiaridades. Por ejemplo, estos ETFs se han convertido en los primeros del mundo en integrar las emisiones de gases de efecto invernadero de toda la cadena de valor de cualquier empresa. También son los únicos ETFs que tienen en cuenta el riesgo físico para la actividad empresarial derivado de los eventos climáticos extremos. Además, están anclados en los marcos de recomendaciones internacionales voluntarias para evaluar los riesgos y oportunidades relacionados con el clima. “En particular, se adhieren de manera transparente al modelo del Task Force for Climaterelated Financial Disclosure (TCFD) para evaluar los riesgos y oportunidades relacionados con el clima y a un marco de base científica que utiliza datos y modelos recomendados por la Science Based Targets Initiative”, señala el comunicado de Lyxor. 

Según explica, estos ETFs excluyen a las empresas activas en los campos del carbón, y por encima de ciertos umbrales de producción de petróleo, gas natural y electricidad con uso intensivo de carbono. También evitan empresas que perjudiquen los objetivos medioambientales de la UE y las que se dedican a armas controvertidas, al tabaco o a violar las normas sociales. Así, utilizando el modelo de ruta de transición de Trucost, especialista en datos climáticos de S&P, que se basa en datos prospectivos para analizar y prever las futuras emisiones de gases de efecto invernadero de los emisores, estos ETFs pretenden seguir una trayectoria de descarbonización clara y previsible mediante la reasignación de capital a las empresas que contribuyan más ambiciosamente a la reducción de las emisiones para un escenario de calentamiento global de 1,5°C.  

Este ambicioso enfoque «orgánico» de la descarbonización de la cartera es posible gracias a la incorporación de cantidades significativas de datos procedentes de múltiples fuentes y a la aplicación de una clara jerarquía de datos. Desde la gestora apuntan que Trucost es una empresa líder en la evaluación de los riesgos relacionados con el cambio climático, las limitaciones de los recursos naturales y factores ambientales, sociales y de gobernanza más amplios.

«Estamos encantados de que Lyxor haya seleccionado nuestros índices climáticos alineados con los acuerdos de París como los índices de referencia subyacentes para sus nuevos fondos cotizados en bolsa. Nos enorgullece ofrecer índices innovadores y transparentes en Europa y en todo el mundo que ayudan a nuestros clientes a navegar por la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono, y a captar tanto los riesgos como las oportunidades financieras», añade Reid Steadman, director global de Índices ESG de S&P Dow Jones Índices.

A principios de este año, Lyxor se convirtió en el primer proveedor de ETFs del mundo en lanzar un ecosistema de ETFs diseñado para mitigar el cambio climático. Para ello, elaboró una lista de ETFs que cumplían los requisitos de referencia de la UE en materia de transición climática, estableciendo objetivos explícitos para frenar el aumento de las temperaturas en el marco de la nueva regulación de referencia.

 

El oro coge ritmo: ¿qué factores están empujando su precio en el contexto actual?

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Pixabay CC0 Public Domain. El oro coge ritmo: ¿qué factores explican su revaloración en el contexto actual?

La rentabilidad del oro en 2019 fue del 18% y, de cara a este año, ya ha subido casi un 13%. Según los analistas hay varios factores que apoyaron su precio durante el primer semestre del año. Pese al evento de mercado que ha supuesto el COVID-19, el oro no ha tenido exactamente el comportamiento que se espera como activo refugio. 

En este sentido, Mobeen Tahir, director asociado de análisis de WisdomTree, apunta que en marzo este metal precioso mostró cierta debilidad en marzo, el momento más relevante de la pandemia del COVID-19. Algo que ha sorprendido a los analistas. Según explica, esa debilidad se produjo cuando “las necesidades de liquidez crearon fuertes presiones de venta sobre el oro”. A partir de marzo, el oro ha reanudado su fuerte “carrera” con una apreciación de precios de más del 13% en lo que va de año. 

“En un entorno donde los principales índices mundiales venían de cerrar un excelente año 2019, el activo refugio por excelencia no parecía ser llamado a grandes movimientos. Sin embargo, las cotizaciones pasaron desde esa referencia hasta los 1.700 dólares para, al calor del pánico vivido por el COVID-19, sufrir igual descarga en un momento donde, lo único válido, fue tener liquidez. Tras la caída hasta la zona de soporte importante marcada por los 1.450 dólares, la onza ha experimentado un alza espectacular que lo ha dejado, en la actualidad, frente a la gran resistencia de corto, medio y largo plazo: los 1.800 dólares la onza. Esta es una zona muy importante y que queda ya muy cercana a los máximos históricos. Si los precios fueran capaces de atacar y superar los 1.800 dólares, solo quedarían batir los 1.900 dólares para entrar en subida libre”, explica Javier Molina, portavoz de eToro en España.

En opinión de Yves Bonzon, CIO del banco privado suizo Julius Baer, el comportamiento del oro durante este evento de mercado.  “El oro, generalmente, sigue correlaciones a mediano plazo, como las expectativas de inflación de Estados Unidos entre mediados de 2008 y mediados de 2010, antes de desacoplarse por completo de ellas. Por consiguiente, advertiríamos de no sacar conclusiones de este comportamiento del precio a corto plazo. Sobre todo, el oro ofrece una característica única cuando se posee físicamente. Es el único activo líquido que no tiene riesgo de contraparte. Como tal, protege contra el riesgo sistémico, como lo hizo durante la crisis financiera en 2008 o durante la crisis del euro en 2012-2013”, defiende Bonzon.

Gráfico Robeco

Refugio, diversificación y estrategia

“El oro es una inversión a menudo difícil de entender. Sin rentabilidad ni utilidad industrial, frecuentemente los inversores tienen dificultades para estimar su valor fundamental. Por nuestra parte, observamos que su precio es volátil, y que son muchos y variados los factores que influyen en su valoración. Por lo tanto, hay períodos que son más o menos favorables para mantener el oro en una cartera. El oro, además, juega un papel importante en las carteras de inversión desde una perspectiva estratégica”, explica Gilles Prince, CIO en Edmond de Rothschild en Suiza.

El analista Adam Vettese, analista de mercado de eToro, subraya que la rápida subida del oro se debe a que los inversores están diversificando más sus inversiones y buscando diferentes clases de activos. “El metal precioso ha subido un 25% en el último año, subido a pesar de la rápida recuperación de los mercados bursátiles, que los ha visto recuperarse de los mínimos de marzo para dejarlos en el camino de su mejor trimestre en una década”. Lo cierto es que el oro empezó 2020 desde la zona de los 1.525 dólares la onza. 

Esta idea del oro como un activo de diversificación también la comparte Jeroen Blokland, especialista en multiactivos de Robeco. Según añade, el oro ofrece una cobertura atractiva para distintos escenarios macroeconómicos.“Su condición de refugio seguro quedó patente cuando el coronavirus afectó a la economía mundial. En abril, el precio del oro se elevó por encima de los 1.700 dólares, aproximándose a sus máximos de 2011 y 2012. En marzo y abril, el oro generó una rentabilidad positiva de más de 6%. Aunque nuestro escenario base no contempla una nueva recesión, consideramos que, dados los extraordinarios estímulos adoptados por gobiernos y bancos centrales de todo el mundo, existe margen para que las expectativas de inflación aumenten cuando pase el shock desinflacionario y se ponga en marcha la recuperación”, explica Blokland.

“Históricamente, el oro ha estado sujeto a largos periodos de calma interrumpidos por excepcionales períodos de buen desempeño. Los períodos inflacionarios de los años 70 dieron lugar a una fiebre del oro seguida de un largo período de inactividad del metal amarillo, culminando en una larga fase de recuperación del ciclo de las materias primas en los años 2000. La pregunta es si la flexibilización monetaria de los principales bancos centrales, hasta 13 billones de dólares, impulsará un nuevo sistema con tendencia alcista. En cualquier caso, en vista de las cantidades involucradas, esta es una suposición que no debe ser descartada”, añade Prince.

Factores que impulsa su precio

Mientras el oro llega o no a su máximo, para Tahir, hay dos fuerzas importantes que están impulsando la fuerte demanda de oro en la actualidad: la búsqueda de activos refugio y la devaluación del papel moneda. 

En este sentido argumenta: “En primer lugar, la actual pandemia de coronavirus ha creado un alto grado de incertidumbre económica, ya que el Fondo Monetario Internacional y los principales bancos centrales de todo el mundo prevén una fuerte caída del producto interno bruto mundial en 2020. Los inversores parecen estar recurriendo al oro para protegerse de los riesgos de la caída de los activos cíclicos, como las acciones en sus carteras. En segundo lugar, la política acomodaticia de los bancos centrales para sostener la economía ha aumentado el riesgo de devaluación del papel moneda mediante el aumento de la inflación una vez que la pandemia termine y la actividad económica comience a recuperarse. Por lo tanto, parece que los inversores también están recurriendo al oro para protegerse del riesgo de aumento de la inflación”. 

El CIO en Edmond de Rothschild en Suiza identifica hasta cuatro factores más que pueden impulsar su precio: los tipos de interés, el dólar, los flujos hacia ETFs y futuros, la demanda de oro físico y  el mayor acceso al oro como inversión. “Los flujos financieros, en particular en los ETF, y la posición en los futuros también influyen en los precios del oro. Como se muestra en el gráfico 6, la posición neta de los especuladores sigue de cerca la evolución de los resultados anuales. Es, por tanto, comprensible que los flujos de capital y el sentimiento del mercado, impulsados por el desarrollo de ETFs de oro físico, no deben ser descuidados cuando se construye una visión de futuro sobre los precios del oro”, matiza. 

Según su valoración, aunque el precio del oro fluctúa es complicado que sea destronado como un activo útil y polivalente para la cartera de los inversores. “Hoy, tras la caída de marzo, los mercados han vuelto casi a la normalidad. La aversión al riesgo ha disminuido. El carácter proteccionista del oro ya no es un argumento decisivo para tomar una posición, ya que los bancos centrales han reducido la incertidumbre con las medidas adoptadas. Sin embargo, la flexibilización cuantitativa por parte de las autoridades monetarias y la masiva afluencia de liquidez a raíz de la pandemia implican también una devaluación global de monedas, que podrían sostener una progresión en los precios del oro. Los bancos centrales pueden imprimir billetes, pero no oro”, concluye Prince.