Una década en busca de crecimiento
| Por Silvia Meijon | 0 Comentarios

A fin de abril de 2025, el M&G (Lux) North American Dividend Fund alcanzó un hito importante: John Weavers cumplió su décimo aniversario como gestor principal de la estrategia de crecimiento del dividendo en acciones de EE. UU.
Crecimiento del dividendo: la teoría en la práctica
La filosofía de inversión del M&G (Lux) North American Dividend Fund está respaldada por nuestra firme creencia en que invertir en compañías con dividendos crecientes es una estrategia exitosa a largo plazo. El proceso de inversión del fondo trata de beneficiarse de un motor favorable y duradero: la combinación de dividendos crecientes y su impulso a la cotización, con las ventajas de la capitalización compuesta a largo plazo. El fondo se gestiona con un horizonte de inversión de tres a cinco años, que típicamente se traduce en una rotación anual del 20% al 30%.
Tenencias a largo plazo
Hoy en día la cartera tiene seis posiciones tomadas inicialmente en 2015, cuyos resultados ilustran lo que trata de lograr nuestra estrategia de crecimiento del dividendo. Cinco de estas seis supervivientes han superado al índice S&P 500, y el crecimiento de su dividendo en tasas de doble dígito ha sido un importante motor de su éxito.
Merecen destacarse las dos acciones de mejor comportamiento, Broadcom y Mastercard, debido a su perfil diferenciado: ninguna de ellas ofrecía rentabilidades por dividendo (RPD) atractivas en el momento de comprarse, pero el notable crecimiento del dividendo que aportaron acabó impulsando su excelente evolución. Methanex ha sido una decepción, frenada por un recorte de dividendo como consecuencia de la pandemia. Creemos que cinco de seis tenencias es un buen resultado, y la balanza está claramente inclinada hacia los ganadores.
Posicionamiento actual
El sector financiero todavía representa la mayor exposición del fondo en términos tanto absolutos como relativos, pero su ponderación ha disminuido recientemente con la venta de Arthur J Gallagher (seguros) y el recorte de las posiciones en Visa y Mastercard (pagos digitales).
Tecnología sigue siendo la mayor infraponderación relativa, aunque su peso en la cartera ha aumentado con la compra de más acciones de Lam Research y Microsoft, aprovechando su debilidad. También hemos ampliado la posición en Meta Platforms (servicios de comunicaciones).
La ponderación de consumo discrecional aumentó con la compra de más acciones de Royal Caribbean: consideramos que la compañía de cruceros ha sufrido un duro castigo a manos del mercado pese a la solidez de sus fundamentales, además de presentar un riesgo arancelario limitado.
Salud continúa siendo la mayor sobreponderación entre las áreas defensivas, y la exposición a utilities aumentó al ampliarse la posición en NextEra Energy.
Perspectivas
Seguimos concentrados decididamente en los fundamentales a la hora de tomar decisiones. Procuramos no bajar la guardia en torno a las valoraciones asignadas por el mercado a algunas de nuestras tenencias de mejor comportamiento. Poniendo nuestra disciplina de valoración en la práctica, gestionamos la cartera de manera activa, reinvirtiendo la liquidez obtenida de nuestros ganadores (sobre todo en el sector financiero) en candidatos más atractivos y aprovechando eventuales oportunidades.
En el segmento defensivo de «calidad» (de un 40% a un 45% de la cartera) queremos mantener el factor de estilo y eliminar el riesgo de aranceles. Recortamos las posiciones farmacéuticas AbbVie y Merck aprovechando su fortaleza.
Estamos tratando de ampliar activamente el componente cíclico de «activos» (en torno a un 35% de la cartera), pero también atentos a la sensibilidad a los aranceles. Royal Caribbean es un excelente ejemplo de una empresa que nos gusta: creemos que presenta fundamentales sólidos y un riesgo arancelario limitado, junto a una valoración cada vez más atractiva.
Las estrategias de dividendos han ganado protagonismo, ya que los inversores buscan seguridad en la actual coyuntura. En un mundo de menores rentabilidades, es probable que el dividendo represente una mayor proporción de la rentabilidad total de las acciones. Al mismo tiempo, el crecimiento del dividendo brinda protección frente a un entorno de inflación persistente.
Los dividendos mantienen su solidez, y en la mayoría de las posiciones del fondo crecen en el rango básico del 5% al 15%. Royal Caribbean (cruceros), Equifax (agencia de información de crédito), Ares Management (inversiones alternativas) y Canadian Pacific Kansas City (ferrocarril) han elevado sus repartos como mínimo en un 20%.
¿Por qué el dividendo?
Los dividendos son importantes: ilustran la calidad de una empresa y son una clara señal de disciplina de capital, solidez financiera y confianza de su equipo directivo. Además de este aspecto fundamental, el dividendo también constituye una base sólida para la rentabilidad a largo plazo de las acciones.
En nuestra opinión, el inversor no puede permitirse ignorarlo, incluso en un mercado estadounidense con bajas rentabilidades por dividendo. La rentabilidad de partida del índice S&P 500 en abril de 2015 no era ni mucho menos notable (del 1,9% según datos de Bloomberg del 28 de abril de 2025), pero una medida retrospectiva estática no tiene en cuenta el potencial de crecimiento a largo plazo del flujo de dividendos. Debemos enfocarnos al futuro, no al pasado. En los últimos 10 años, los dividendos de las acciones estadounidenses casi se han doblado, brindando un fuerte impulso a su rentabilidad total (la combinación de crecimiento del capital y renta). El índice S&P 500 generó una rentabilidad total del 12,1% en dólares durante dicho periodo, de la cual un 76% procedió de revalorizaciones y un 24% de la reinversión de dividendos y su capitalización compuesta (Fuente: Bloomberg, 28 de abril de 2025).
Artículo escrito por John Weavers, gestor del M&G (Lux) North American Dividend Fund en M&G Investments.