. Descubriendo la industria de gestion de activos de la mano de Elena Eyries
Martin Huete entrevista en esta ocasión a Elena Eyries, que actualmente ocupa el cargo de managing director de Santander Global Banking & Markets. Gestión de Balance y Prop. Trading. Eyres era hasta hace un año CIO Global de Santander Asset Management donde ha desarrollado todo su carrera profesional.
Eyres, que cuenta con una fructífera y dilatada trayectoria en el Grupo Santander y en su gestora, nos ofrece de primera mano sus impresiones sobre el momento de la gestión en España y deja unas recomendaciones más que atinadas, para aquellas personas interesadas en esta profesión.
La directiva destaca que desde el lado de recursos humanos, una de las cosas que más aprecia de una persona que quiera dedicarse a la industria de la gestión es “sin lugar a dudas el sentido común. Es la mejor guía para el mundo de la gestión”, aunque añadió que además son importantes las ganas de aprender y el haber sufrido algún que otro varapalo del mercado.
Wikimedia CommonsEl Capitolio, Washington D.C. ¿Cómo leer el dato de empleo en USA en un mundo volátil?
Este viernes se conoció el dato de empleo en USA correspondiente al mes de junio. Se crearon 195.000 nuevos empleos, un dato superior a los 165.000 que en promedio esperaban los analistas; y con un trasfondo que parece muy interesante: en general, subió la tasa de participación (parece marginal, pues su incremento fue del 0.1%), pero que calculada sobre una fuerza laboral mayor, representa una ganancia de cerca de 261.000 personas, mostrando efectivamente una dinámica positiva. Adicionalmente, la relación de empleados como proporción de la población mayor de 16 años, también tuvo un incremento; luego de meses de mantenerse estancada. Y, por último, en promedio los desempleados se demoran mucho menos en encontrar un nuevo puesto de trabajo, lo que siempre será positivo.
Recordemos que, en lo peor de la crisis, más de 8 millones de personas duraban más de cuatro meses para encontrar trabajo. Ese número, el día de hoy, se ha reducido a menos de 2 millones; aunque aún persiste una gran población (casi 5 millones) que luego de seis meses, aún no tiene un nuevo puesto laboral.
¿Será esto suficiente para que la FED cambie su política monetaria? Vamos por partes. La primera, es que la tasa de desempleo se incrementó del 7.5% al 7.6%; lo que no es de extrañar en estos momentos: cuando los mercados laborales mejoran, personas que antes ni se preocupaban por buscar empleo (básicamente porque no lo iban a encontrar) vuelven a ingresar a la fuerza laboral, lo que a su vez explica el porqué, también, hubo 17.000 nuevos empleados durante junio. Recordemos que la FED había puesto como condición una tasa de desempleo del 6.5% para revisar su política, la cual no se alcanzará en unos meses. Esto todavía se demora un poco.
Al escribir esta columna, los mercados mostraban una probabilidad del 50% de que la FED empiece a subir su tasa de interés en septiembre de 2014 (sí, el próximo año); aunque la probabilidad del mercado no es lo mismo que la doctrina de la FED.
En segundo lugar, los analistas que empiezan a escudriñar los datos, muestran un dato que consideran ‘difícil de explicar’: el desempleo subyacente se incrementó en junio del 13.8% al 14.3%; que es un incremento sustancial. Esto muestra que aún el mercado laboral norteamericano tiene algunos cuellos de botella, que no han podido ser superados y que siguen latentes.
Y por último, la pregunta que me hago desde hace un par de años: ¿qué va a pasar con toda la gente joven que se graduará de las universidades en los próximos años? Recordemos que cuando estalla una crisis como la del 2008, la población más afectada con el desempleo es la que tiene entre 18 y 25 años. En USA no fue diferente, y el Gobierno ‘mandó a muchas personas a estudiar, financiados por Sallie Mae (la agencia que otorga créditos educativos y que, hace algunos años alguien dijo podía ser la siguiente burbuja)…aunque hoy la tasa de desempleo de las personas con educación superior es baja (3.9% vs la del 7.6% general); esta puede cambiar una vez salga toda la ‘camada’ de graduados, que lo deben empezar a hacer entre hoy y el 2016. ¿Y si el mercado laboral no lograra absorberlos todos, con qué pagarían los créditos? (por eso alguien lo denominó como la siguiente burbuja).
Foto cedida. Some Conclusions After the Correction in the High-Yield Market
Hemos cerrado el mes de junio con la misma tendencia negativa del mes pasado, el sell-off continúa sin discriminar los valores fundamentales de los distintos activos de riesgo, a diferencia de las grandes caídas de los últimos tiempos (2008 y Agosto 2011). Si nos centramos en el mercado de high yield, notamos una alta correlación entre los distintos ratings sin importar la calificación crediticia, lo que nos indica que no estamos ante una caída basada en miedos crediticios (sistémicos e incremento de default), como ocurrió en las fechas anteriormente mencionadas.
Si damos una mirada al rendimiento de los distintos activos de deuda del 9 de Mayo al 24 de Junio del presente año podemos sacar las siguientes conclusiones:
1. High yield cayó menosque los bonos del tesoro americano y que los bonos “investment grade”, lo que resalta la importancia del spread y del cupón en periodos negativos.
2. Los bonos con categoría BB,B y CCC, cayeron casi lo mismo. Lo que confirma que el sell-off nos es debido a una preocupación crediticia. Los fundamentos crediticios en el mercado de high yield siguen estando muy sólidos. La gran mayoría de empresas ya refinanciaron su deuda a plazos largos, están en máximos históricos de caja y las probabilidad de default son bajas (según JP Morgan alrededor de 2%). Por lo que la corrección tiene un carácter meramente técnico y no fundamental.
3. El ETF de high yield ha caído muchomás que el mercado de high yield, casi un 2% de “underperformance”, por su cotización a premio/descuento sobre NAV y por su ánimo de replicar índices de bonos muy líquidos.
4. Los que se han comportado mejor, como era de prever en esta corrección, son los loans y los bonos de corta duración. En Junio el fondo de Muzinich Short Duration cayó -1.33%, mientras que el de loans solo cayó -0.38, versus el mercado de high yield que en el mismo periodo cayó -3.6%. Muzinich America Yield, como es habitual en periodos de corrección debido al tipo de gestión de Muzinich (sin derivados, sin financieras y solo BB y B), mejoró el resultado del benchmark con un -3.4% en el mismo periodo.
Dicho lo anterior, podemos observar hoy en el mercado buenos bonos BB y B rindiendo 6 -7 %, niveles equivalentes a los mostrados en el verano 2012 (hemisferio norte). Por lo que los spreads ya están en el promedio histórico, 450 – 550, pero con la diferencia que el default esperado actual es mucho más bajo que el histórico (2% versus el histórico 4.5%).
En Capital Strategies Partners creemos que periodos de risk off “no fundamentales” como el que estamos viendo, se presentan como buenas oportunidades para entrar en activos con carrys interesantes. Eso sí, siempre de la mano de una manager conservador, el cuál sepa administrar eficientemente el default de la cartera. Recordar que Muzinich tiene un track record de default impresionante, con tan solo 0,20% de default en más de 10 años, muy inferior al 4.3% de la industria.
Concretamente consideramos que la mejor manera de tener exposición en este momento al high yield es través de fondos de corta duración o fondos de tasa variable.
Capital Strategies distribuye los productos de Muzinich para la región de Latinoamérica.
Foto cedidaJohn Bennett, portfolio manager of the Henderson European Selected Opportunities Fund. The Demographic Trend Rejuvenating Fortunes for European Pharmaceuticals
Gracias a los avances en atención médica y nutrición, estamos viviendo más años y más sanos, lo que pone a prueba conceptos previamente asumidos acerca de lo que constituye el «ciclo de vida natural».
Aunque esta pauta de crecimiento de la esperanza de vida es alentadora, la combinación de una mejor atención sanitaria y los efectos a largo plazo del baby boom de la posguerra ha contribuido a que un mayor número de personas alcancen edades avanzadas. Asimismo, la tasa de fertilidad está cayendo, lo que se traduce en un incremento de la edad media de la población mundial. A medida que este cambio demográfico se perfila a escala global, se plantean retos únicos —así como oportunidades a largo plazo— para la industria farmacéutica.
Desde 2010, venimos argumentando que el sector farmacéutico en Europa está infravalorado, teniendo en cuenta su perfil de crecimiento y la errónea percepción negativa del denominado «precipicio de las patentes». Aunque puede ser cierto que la era de los «blancos fáciles» en el mercado de desarrollo de medicamentos ha quedado atrás, aún hay mucho margen de mejora en los tratamientos actuales y en terapias más específicas que formarán parte de la próxima generación de atención a los pacientes. Como sucede con casi todo en la vida, el desarrollo de nuevos medicamentos es cíclico, y el número de tratamientos en fase de desarrollo viene creciendo despacio, pero de forma constante, desde 2007. Además, el mercado mundial de los medicamentos está creciendo, ya que enfermedades como la artritis, la diabetes o el cáncer son más habituales en las personas de edad avanzada.
Fuente: Henderson Global Investors, BofA Merrill Lynch Global Research, a 30 de abril de 2013
Según un estudio de la Encuesta de Salud, Envejecimiento y Jubilación en Europa (SHARE), más de dos terceras partes de las personas de más de 50 años en Europa padecen, al menos, una enfermedad crónica. En EE. UU., según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), casi la mitad de los adultos estadounidenses de más de 65 años tienen más de una dolencia crónica, desde problemas cardiovasculares, pasando por diabetes, hasta hipertensión.
Las farmacéuticas europeas están a la cabeza del tratamiento de enfermedades crónicas como la diabetes, una pandemia creciente que afecta a más de 60 millones de personas en la región y a más de 350 millones a nivel mundial. El gasto anual en EE. UU., que asciende a más de 10.000 dólares por paciente con diabetes, nos da una idea de las sumas de dinero dedicadas a tratar esta enfermedad. Medicamentos como Lantus y NovoRapid creados por Sanofi (una farmacéutica francesa) y Novo Nordisk (danesa), respectivamente, son productos médicos líderes en su campo.
Gasto en tratamientos de la diabetes
El gasto sanitario varía de un país a otro, pero el monto total destinado a esta partida —expresada como porcentaje del PIB— está en aumento globalmente y en 2010 alcanzó los 6,5 billones de dólares, según la Organización Mundial de la Salud. Las farmacéuticas europeas están bien posicionadas para ayudar a combatir el avance de las enfermedades en los países en vías de desarrollo, que cada vez son más similares a las de los países avanzados. Países como China, por ejemplo, se enfrentan a su propia bomba de relojería en materia de envejecimiento, una consecuencia de la política del hijo único del Presidente Mao, implantada en 1979. Se espera que una tercera parte de la población china tenga más de 60 años dentro de 40 años.
Fuente: OMS, Global Health Expenditure Atlas, 2012
Por suerte, las empresas farmacéuticas han dado los pasos adecuados para reducir su dependencia de los medicamentos estrella. Aproximadamente un 44% de los ingresos de las farmacéuticas europeas provienen de una gama globalmente diversificada de fuentes, como las marcas de medicamentos para personas y animales, las vacunas, los diagnósticos, los medicamentos genéricos de bajo coste y el mercado de los países emergentes. Se espera que este porcentaje aumente a más del 50% para 2020.
Además, las empresas farmacéuticas están de algún modo inmunizadas frente a los problemas económicos más generales que persisten en Europa y el resto del mundo. Aunque es posible que los consumidores reduzcan su gasto discrecional, recortando en áreas como las vacaciones o las comidas en restaurantes, la mayor parte valora por encima de todo su salud. En 2010, los consumidores estadounidenses de más edad gastaron, de media, 4.843 dólares en productos sanitarios, un incremento del 49% respecto al año 2000. Incluso en el contexto de limitaciones del gasto público, resulta razonable asumir que el apoyo a la partida sanitaria se mantendrá intacto. En el Reino Unido, es poco probable que los partidos políticos aceptaran un recorte en su presupuesto sanitario, teniendo en cuenta que están a tan sólo dos años de las elecciones. El envejecimiento de la población supone que habrá más votantes por encima de los 65 años, ansiosos por que se proteja o se aumente el gasto público sanitario relacionado con problemas de salud derivados de la edad.
Actualmente, creemos que la industria farmacéutica en Europa se encuentra tal vez en el segundo o tercer año de un renacimiento que se estima durará una década, con buenas perspectivas a largo plazo para el crecimiento de los ingresos a partir de fuentes sostenibles. La búsqueda de enfoques terapéuticos no termina nunca y las grandes farmacéuticas tienen un papel importante que desempeñar en el tratamiento de las enfermedades y discapacidades en el futuro.
John Bennett, gestor del Henderson European Selected Opportunities Fund
Wikimedia CommonsFoto: Marlon E
. Empresas USA y sus positivas jugadas financieras
En los momentos de nerviosismo financiero, mantener la calma, por lo menos para pensar. De moda quisiera poner la máxima de “no tomes decisiones cuando estás enojado, ni hagas promesas cuando estás feliz”. Generalmente, las dos cosas, llevan a situaciones erradas; por lo que es mejor respirar profundo y pensar, especialmente, pensar mucho.
Hasta ahora, la inversión productiva de las empresas norteamericanas ha sido nula, luego de la crisis; excepto en sectores como telecomunicaciones (menos trabajo, más gente en casa que necesita televisión e internet). Ya he hablado muchas veces del exceso de efectivo de los balances corporativos norteamericanos y, como a largo plazo, esto debe llevar a una valorización potencial de la renta variable en USA. Si a eso le sumamos los dividendos que deben pagar, completamos la figura casi perfecta: mientras las empresas están reduciendo su WACC (costo de capital) de una forma significativa; los demandantes, como los fondos de pensiones, se vuelcan hacia acciones de alto pago de dividendos.
Ahora bien, ¿qué pasará cuando las empresas empiecen a invertir realmente a gran escala? Me imagino lo siguiente: un nuevo activo lleva consigo una mayor depreciación dentro del balance corporativo, lo cual unido a los mayores intereses que están pagando las empresas (no por otra cosa diferente a que han sido emisores de deuda neta en los últimos dos años), tendrá un impacto positivo sobre varios factores corporativos, entre otros, una relación que gusta mucho a los analistas, como el EBITDA (ganancias antes de depreciaciones, amortizaciones, intereses e impuestos). Esto se dará, porque la ya de por sí alta productividad de las empresas estadounidenses seguirá aumentando, disminuyendo los costos, especialmente los de producción.
Con un mayor EBITDA, tomaremos un camino muy interesante, y es que vamos a ver una mayor utilidad neta, producto del apalancamiento financiero (por la deuda contraída), y por los menores impuestos relativos que se van a pagar en un principio. Como en contabilidad se pueden llevar dos números diferentes, uno el financiero y otro el fiscal, veremos una figura interesantísima, como es que mientras los indicadores de los balances financieros corporativos van a mejorar, los impuestos van a ser menores, con unas ganancias potenciales gigantescas en los próximos años. No es que las empresas no paguen impuestos, sino que fiscalmente es posible depreciar al doble de velocidad en los primeros años, por lo cual los impuestos se difieren en el tiempo. Y si a esto le sumamos que la depreciación es, de hecho, un gasto no monetario, vamos también a ver un flujo de caja operativo mejor. Y pregúntenle a un banquero de inversión, quien les dirá que una de las formas de valoración de empresas es, precisamente, el flujo de caja libre descontado; por lo que deberíamos ver un mayor valor de las empresas en el mediano plazo.
El efecto explicado anteriormente, va a llevar a tener no sólo un mayor EBITDA, sino que con los impuestos pagados menores, la utilidad neta será significativamente mayor en los primeros dos o tres años cuando comience el proceso de ajuste de inversión; con lo que se seguirá acumulando utilidad y, por lo tanto, el potencial de los dividendos por pagar o el monto destinado para recompra de acciones. Ambas cosas tienen un efecto positivo en el valor en bolsa.
El escenario actual para las acciones norteamericanas, parece positivo por donde se le mire. Aunque es un activo volátil, porque no puede ser de otra forma; un inversionista con vocación de generar un alto valor de aquí al final de esta década, debe tener como activo indispensable de inversión, acciones en USA. Y si es en dólares, mejor.
Wikimedia CommonsFoto: NASA/Crew of Expedition 22. Tapering
Según el diccionario (traducción libre del Inglés), Tapering se define como la disminución gradual del diámetro, anchura y grosor de un objeto.
En el contexto financiero, Tapering, se entiende como el proceso de reducción de los diferentes programas de relajamiento cuantitativo (QE por sus siglas en inglés) que la Reserva Federal americana ha estado llevando a cabo desde la crisis del 2008. Esta palabra y sus implicaciones, estan causando mucho revuelo en los mercados, y no sólo en el americano, sino en prácticamente todos los rincones del mundo donde se negocian títulos financieros.
Intentando hacer un ejercicio de simplificación de esta dinámica, el inicio lo marca la crisis financiera del 2008; el nivel de apalancamiento en el sistema financiero, y en particular en el mercado inmobiliario, provocan una recesión económica de tal calibre, que la Reserva Federal (dirigida por un experto en crisis financieras históricas como la del 1929) aplica todo su arsenal de política monetaria tradicional (bajada de tipos hasta cero, cantidad de dinero en circulación) así como medidas no tradicionales como la expansión de su balance (QE) mediante compra de bonos del Tesoro e hipotecarios (MBS) en el mercado o el rescate de Bancos sistémicos, entre otros.
El objetivo que se planteó la FED fue tomar el exceso de deuda privada del mercado (individual, corporativa y bancaria) y hacerla pública (o Federal). Esta medida permitió estabilizar mediante estímulo (a diferencia del otro camino que es el de la austeridad) los diferentes conceptos que conllevan la recesión: reestructuración de balances, minimizar la cantidad de quiebras en el sistema, evitar destrucción masiva de empleo y en teoría promover su creación. Este proceso es lo que Ray Dalio, fundador de uno de los hedge funds más grandes y exitosos del mundo, Bridgewater, llama “Beautiful Deleveraging” (desapalancamiento bonito) ya que combina reestructuración con estímulo en su justa medida y permite una salida “suave” de la crisis.
Obviamente el QE tiene efectos colaterales. Los más claros son la debilidad de la divisa (en este caso el dólar), la potencial creación de burbujas financieras en diferentes activos y la creación de inflación (no necesariamente recogida por el IPC). Y obviamente también, el QE es temporal; una vez alcanzada la tan esperada estabilidad económica, hay que descontinuar el estímulo. Y es ahí donde nos encontramos. Aquí entra el famoso Tapering.
Aquí deben contemplarse dos enfoques, unidos pero diferentes: el punto de vista de la economía real y el punto de vista de los mercados financieros.
Económicamente, el hecho de que la Reserva Federal esté anunciando el final del QE (Tapering) y por tanto comience a retirar el estímulo es, en principio, una muy buena noticia. Siempre y cuando la percepción de todos sea que la economía realmente este mejorando y no necesite mas estímulo para poder volver a crecer a su ritmo potencial.
Desde el punto de vista de los mercados financieros, no está tan claro: y no está claro porque durante los últimos 5 años el estímulo inyectado a la economía ha hecho que las valoraciones de los activos financieros (y algunos no financieros) esten desvirtuadas. Por ejemplo, ¿cuál es verdadero valor (en términos de yield) del bono del Tesoro americano a 10 años si la FED deja de comprar prácticamente todo lo nuevo que emite el Tesoro a ese plazo y superiores? es un 2.5%, un 4% o un 6%? Si el objetivo del QE era reactivar la productividad y el crecimiento económico, y asumimos que ha sido exitoso, ¿no debería volver a su media histórica del 4-5%?. Y si eso sucede, ¿qué ocurrirá con el mercado hipotecario? Si el ciudadano americano en vez de tomar una hipoteca al 3-4%, la toma al 5-6%, la capacidad de compra de inmuebles bajará claramente. Y si eso ocurre, el efecto sobre los precios de los inmuebles, en particular los residenciales, debería ser negativo.
Siguiendo con el ejemplo, pero extrapolándolo a otras clases de activos, si el bono a 10 años está correctamente valorado a un yield del 4%, ¿en qué nivel debe estar un bono basura (high yield) a 10 años, si su diferencial medio con el bono del tesoro en los últimos 20 años es de 583 p.b.? Las matemáticas dicen que alrededor del 10% (a día de hoy está alrededor del 6%). Si además, se une el efecto de la inflación, los activos de renta fija deberían entrar en una corrección hasta alcanzar una valoración en equilibrio con el crecimiento económico. El mercado de Renta Variable, se debería ver también afectado, pero en principio en menor medida, ya que aunque también ha sufrido los efectos del QE, es el mayor beneficiario del crecimiento económico y es un activo que se comporta bien en entornos de inflación creciente pero controlada. Es de prever, por tanto, que aunque con volatilidad, la dirección del mercado de acciones sea ascendente en el medio plazo. Tanto en valor absoluto como en relativo a otras clases de activo,
Un punto adicional importante es que si el estímulo fue negativo para el dólar y se va a eliminar, el dólar debería fortalecerse, haciendo mas atractiva la inversión en activos americanos, quizá incluso contrarestando la pérdida de valor antes mencionada. Esta revalorización debería ser mas patente contra las divisas cuyos Bancos Centrales continúan con una política de expansión de balance, como Japón, y previsiblemente Europa.
Finalmente, es importante resaltar que el fenómeno del Tapering no sólo afecta a Estados Unidos, ya que los inversores son globales, y la retirada de varios trillones de dólares de la circulación afectará también a las inversiones realizadas con crédito (Carry Trade). Es por ello que, de confirmarse el Tapering por parte de la FED, la importancia de las valoraciones de activos financieros volverá a primera línea y obligará a los inversores a reevaluar su estrategia de inversión y distribución de activos en un entorno sin estímulo monetario.
Wikimedia CommonsDetalle de la fachada de la Fede en Washington D.C. (Foto: Tim Evanson) . Flexibilización Cuantitativa o QE3
El rol que juega la banca central ante momentos de recesión es ejercer medidas que estimulen el crecimiento económico. La disminución a la tasa de descuento, permitir a la banca reducir sus reservas, operaciones con el mercado abierto para comprar instrumentos del Gobierno o la disminución a la tasa de referencia son algunas de dichas medidas que corresponden a una política monetaria expansiva cuyo objetivo es aumentar el dinero en circulación para incentivar el consumo, la contratación de préstamos, la inversión en bienes de capital y a reducir el valor de la moneda para incentivar las exportaciones, es decir son medidas que incentivan a la Demanda Agregada.
¿Pero qué pasa cuando dichas medidas no han funcionado para estimular a la economía y las tasas de corto plazo están prácticamente cercano o en CERO?
Esta es la historia que ha vivido Estados Unidos los últimos años donde en 2008 se disparó una crisis en el sector inmobiliario que terminó en tumbar a una de las economías más poderosas del mundo en una larga recesión, donde la FED con la finalidad de poder revertir este obscuro escenario ha utilizado las medidas expansivas ya mencionadas, al grado de llevar la tasa de referencia al rango de 0 – 0.25%. Quedándose el banco central sin margen de maniobra para seguir presionando la tasa de referencia hacia la baja. Al ser así, la institución encargada de conducir la política monetaria, se vio obligada en implementar un método no convencional a través del sistema bancario llamado Flexibilización Cuantitativa (Quantitative Easing o QE). Esta estrategia monetaria fue utilizada en Japón hacia el año 2000 para combatir la deflación que sufría el país del Sol Naciente.
Esta medida expansiva consiste en que la FED aumenta la oferta de dinero, aumentando el exceso de reservas del sistema bancario, por lo general mediante la compra de bonos del propio gobierno para estabilizar o aumentar sus precios y con ello reducir las tasas de interés a largo plazo, la intención es que los bancos intercambien con un sobrepremio los instrumentos gubernamentales por dinero líquido para sus reservas. Esta medida suele ser utilizada cuando los métodos más habituales de control de la oferta de dinero no han funcionado; como cuando el tipo de interés de descuento y/o tasa de interés interbancaria están cerca de cero. La Intención del QE llevado a cabo en tres episodios es que la banca comercial al llenarse de dinero líquido lo preste para estimular el consumo y las inversiones en bienes capital y de esa forma incentivar la recuperación y el crecimiento económico.
Supongamos una persona que sufre un corte en el brazo y se genera un sangrado, el sangrado representa la recesión económica, en primera instancia colocamos algodón como medida para frenar la sangre, dicho algodón es la política expansiva del FOMC para reducir las tasas de corto plazo. Al no funcionar este intento por detener el sangrado (o de revertir la recesión) se opta por poner un vendaje más fuerte por encima de dicho algodón, el vendaje representa el QE para reducir las tasas de largo plazo. Al ver que la herida y el sangrado han desaparecido primero se tendrá que quitar el vendaje (el QE) y al comprobar que efectivamente paró el sangrado (la recesión) se podrá quitar el algodón (subir tasas de corto plazo) mostrando un brazo o una economía ya recuperada. De igual forma sucederá con las políticas de la FED antes de intervenir las tasas de corto plazo, primero tendrá que quitar el estímulo del QE y al comprobar que efectivamente la economía mantiene el ritmo de crecimiento ya sin esta política entonces pensará en subir las tasas de corto plazo a través del FOMC.
En la imagen se observa que a medida que se ha fortalecido el tema de la reducción del QE la tasas que han presionado a la alza son las de largo plazo.
Por lo tanto, la FED ha estado observando los indicadores de Demanda Agregada que señalen que la economía ha empezado a revertir hacia la fase de expansión y parece ser que dicha institución ha empezado a ver datos positivos en estos indicadores como para pensar que a finales del 2013 empezará a disminuir la compra de mencionados activos a los bancos. El principal indicador líder en la economía americana es el consumo, por lo que la confianza al consumidor, las ventas minoristas, el gasto de consumo y las solicitudes de ayuda por desempleo serán de vital importancia en el seguimiento que dará la FED para confirmar la reducción del QE3 a fines de este año y durante la primer mitad de 2014.
Acompañado de los indicadores de Consumo, también serán de vital importancia los indicadores de Producción, más lo de productos que los de servicio, ya que la producción industrial va muy de la mano de los ciclos económicos, por lo que el ISM manufacturero, la producción industrial, capacidad utilizada etc, será muy importante también, a medida que dichos indicadores mejoran empezará entonces a verse una reducción en la tasa de desempleo, (la meta ahora para confirmar una reducción al QE3 es llegar de una tasa del 7.6% a un 7% de desempleo) entonces empezará a sonar más fuerte los tambores que anuncien el final de este programa cuantitativo que a opinión mía ha sido un respirador artificial para la economía americana.
Antonio Banda, exclusive advisor de Brandes Investment Partners . Antonio Banda aboga por una transformación radical de la industria de gestión en España
Antonio Banda, exclusive advisor de la gestora estadounidense Brandes Investment Partners en España, repasa en esta entrevista con Martín Huete, la evolución y situación de la industria de gestión de fondos en territorio español.
En esta vídeo, que forma parte de una serie de Huete para acercar y explicar el mundo de la industria de gestión de fondos en España, Banda se muestra muy critico con los productos predominantes en el mercado español y aboga por una transformación radical de la industria en España. El experto, con más de 25 años de experiencia en el sector, cree que en España se va a producir un gran salto con el renacimiento de las bancas privadas.
“Las gestoras no han sabido evolucionar en España porque han estado más preocupadas por adaptarse a lo que querían los mayores y no nuestros clientes”, dijo en un momento de la entrevista, en la que además añadió, sin querer caer en el pesimismo, que la industria está siendo decapitada por los grandes actores. Banda cree también que una vez que el cliente se de cuenta y salga de los productos en los que está metido se trasladará a “productos a largo plazo, independientes y serios”.
Banda considera que el mundo de la gestión debe contemplarse siempre desde el largo plazo sin tener miedo a la volatilidad y al riesgo.
Por último y como consejo para aquellos que aspiran a trabajar en esta industria, el experto les invita a leer muchísimo para tener capacidad de análisis y de ejecución, entre otras cosas.
Banda, que ha trabajado en grandes y medianas gestoras españolas, dio con Brandes, junto a un socio, tras hacer una criba de gestoras nicho con buena trayectoria y poco presentes en Europa. Así es como recayeron en Brandes a quienes le propusieron abrir una oficina en Madrid, sucursal que ahora dirigen.
Foto cedidaRafael Fernández, director of Grupo Empersarial Arcallana, Founder of URBA Inmobiliaria and Director of FLEX – Financial Solutions - Paraguay. Paraguay, a 21st century American miracle
Saber sobre Paraguay es tan simple como aprender a contar hasta 10:
1er. exportador mundial neto de energía eléctrica
2do. productor y exportador mundial de stevia
3era. flota mundial de barcazas, luego de EEUU y China
4to. exportador mundial de soja y carbón vegetal
5to. exportador mundial de harina de soja
6to. exportador mundial de maíz
7mo. productor mundial de azúcar orgánica(1er exportador)
8vo. industrializador mundial de soja
9no. exportador mundial de carne
10mo. exportador mundial de trigo
La capacidad exportadora sumada a la prácticamente nula deuda pública y el sistema financiero más sano del mundo, hacen de Paraguay la nación de mayor potencial económico de la región y una de las mayores del mundo, con un crecimiento estimado, por el Fondo Monetario Internacional, del PIB real del 11% en 2013 y una inflación del 4,25%.
El acceso a mercados de capitales para la financiación de emprendimientos empresariales de magnitud es pobre, en cuanto siquiera se ha desarrollado un mercado secundario en la bolsa, es decir, las empresas paraguayas sólo se financian con bonos de renta fija.
Este escenario resulta propicio para los fondos de inversión, puesto que el futuro de esta nación es brillante, con un fuerte crecimiento estimado de la población hasta 2040 a causa de su población menor de 30 años, que supera el 70%, y las rentabilidades ofrecidas a causa de la falta de desarrollo de los mercados financieros son exorbitantes, rondando el 20% anual.
Columna de opinión de Rafael Fernández, director del Grupo Empersarial Arcallana, Fundador de URBA Inmobiliaria y Director de FLEX – Soluciones Financieras – Paraguay
Foto cedidaBill McQuaker, Head of Henderson Multi-Asset. Loved to Loathed
La historia de amor de los inversores con el oro no pasa por su mejor momento. Como siempre, el deterioro de su rentabilidad ha acelerado este cambio de humor. El oro ha caído alrededor de un 24 % desde octubre del pasado año. Este decepcionante resultado nos ha parecido aún peor en vista de la subida registrada por el resto de activos desde que el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, garantizara la larga vida del euro.
Tras casi 10 años de precios al alza, quizás los inversores se habían confiado. El hecho de que muchos se hubieran «convertido» recientemente al oro implica que el metal amarillo contaba con una base amplia y volátil de inversores que vendería en cuanto el precio empezara a caer. Un desafortunado conjunto de circunstancias (varios informes pesimistas casi simultáneos publicados por bancos de inversión junto con rumores de una aparatosa venta en el mercado de derivados) propició esta caída de precios y desencadenó la desbandada. Al traste con la idea de que el oro era un activo refugio.
De cara al futuro, es probable que el comportamiento a corto plazo del oro venga determinado por la predisposición y el posicionamiento de los inversores. Tras la fuga a la que hemos asistido recientemente, ambos factores favorecen una estabilización del precio de este metal: el marcado pesimismo reinante entre los inversores se suma a las numerosas posiciones bajistas de los especuladores. Dicho esto, los analistas técnicos apuntan a los 1.500 dólares/onza como el nivel que el oro deberá alcanzar antes de que, a su parecer, disminuya el riesgo de caída. El análisis técnico tiene sus limitaciones pero podría influir algo más de lo habitual en un mercado como el del oro, un activo conocido por su difícil valoración.
Gráfico 1: Posiciones cortas de los especuladores, pesimismo entre los inversores
N.º de contratos
Fuente: Henderson, Bloomberg, Thomson Reuters Datastream; Mercado de oro físico de Londres, en dólares; Comisión de Negociación de Futuros sobre materias primas de los Estados Unidos (CFTC, por sus siglas en inglés), contratos no comerciales a corto; Datos semanales del 31 de diciembre de 2006 al 18 de junio de 2013.
Muchos inversores, entre los que nos incluimos, han visto al oro como un activo con un interesante efecto de cobertura en un contexto plagado de incertidumbres. La oleada de «impresión de moneda» sin precedentes que los bancos centrales han orquestado tras el comienzo de la crisis financiera internacional podría tener resultados sorprendentes a largo plazo, incluso aunque los bancos nos hagan creer otra cosa.
En un mundo en el que un grupo considerable de inversores aún teme una posible deflación y piensa que ésta generará otra tanda de impresión de moneda sin límites, el oro se nos antoja como una atractiva reserva de valor. Asimismo, otro grupo de inversores se decanta por el metal amarillo por motivos muy diferentes. Temen que la inflación sea la consecuencia inevitable de las políticas actuales aplicadas por los bancos centrales y ven en los activos fuertes (aquellos con un valor intrínseco) —incluido el oro—uno de los pocos refugios disponibles para los tiempos difíciles que, en su opinión, están a la vuelta de la esquina.
Los últimos 12 meses no han dado la razón a ninguno de los dos grupos. Parece haber consenso en que las acciones de los bancos centrales propiciarán el mejor de los resultados posibles: la aceleración de un crecimiento no inflacionista que facilitará una retirada «elegante» de las políticas monetarias no convencionales y que, finalmente, generará una subida de los tipos de interés. En esta coyuntura, lo que no queremos mantener es un activo sin exposición al crecimiento, que no genere rentabilidad.
En los últimos tiempos, le hemos querido dar una oportunidad a esta visión. Nuestro posicionamiento ha priorizado los activos con riesgo como la renta variable y hemos relegado a un segundo plano las coberturas de las carteras, el oro incluido. Pero la situación se está tornando más complicada para esta estrategia. Existen cada vez más indicios de una recuperación sostenida del sector privado en EE. UU. que (especialmente si se produce cuando los efectos del «secuestro» comiencen a desaparecer) acelerará con toda seguridad un cambio en el plano de los tipos de interés. Éste podría ser el peor desenlace para la renta fija, que aún no ha sufrido un revés significativo. Si los precios de los bienes y servicios se mantienen estables a medida que el crecimiento repunte, el oro seguirá sin ser el activo preferido, pero cualquier indicio de que la aceleración del crecimiento está avivando la inflación renovará el interés por los activos fuertes y por el activo dorado.
Por otra parte, si las previsiones de crecimiento global continúan cayendo a un ritmo constante —tal y como vienen haciendo desde hace dos años—, y la inflación desciende aún más de lo que lo ha hecho, los deflacionistas volverán a hacer acto de presencia, animados por los datos. La reacción de los bancos centrales de todo el mundo a estos acontecimientos está clara: imprimir más moneda. Y, en tales circunstancias, el oro volverá a cobrar protagonismo.
Por ahora, seguimos gozando de un panorama “Ricitos de Oro” (esto es, con un crecimiento ni demasiado caliente ni demasiado frío). Si los responsables políticos resultaran ser verdaderamente brillantes o si la naturaleza orgánica y biológica del capitalismo se mostrase capaz de afrontar la labor de generar un ciclo renovado de crecimiento sostenible y no inflacionista, las carteras de los inversores tendrán poca necesidad de recurrir al oro. A día de hoy, el mercado parece ver la botella medio llena. En lo que a nosotros respecta, no estamos tan seguros, así que mantenemos el oro como parte de nuestra estrategia. Como la mayoría, esperamos que llegue el día en que dejemos de pensar que lo necesitamos. Pero ese día aún está por venir.
Por Bill McQuaker, Director de Multiactivos de Henderson