Foto cedidaScott Steele, ya como director de Desarrollo de Negocios de Renta Fija para Europa y Asia de Capital Group.
Capital Group ha anunciado el nombramiento de Scott Steele como nuevo director de Desarrollo de Negocio de Renta Fija para Europa y Asia. Con sede en Londres, Scott Steele colaborará con Alexandra Haggard, directora de productos y servicios de inversión para Europa y Asia.
Según explica la gestora, en este puesto de nueva creación, Steele se centrará en construir la estrategia de distribución de renta fija y la agenda de desarrollo de productos para ofrecer un mejor servicio a los clientes institucionales e intermediarios en Europa y Asia.
Scott Steele se incorpora a Capital Group con una experiencia en el sector de más de 30 años, sobre todo en renta fija y distribución en Europa y Asia. Su bagaje laboral incluye el cargo de director global de Gestión de Carteras de Clientes de Renta Fija en Janus Henderson Investors y, anteriormente, ocupó varios puestos de liderazgo en PIMCO, incluyendo el de director de gestión de Patrimonios en Hong Kong y Singapur y el de director institucional para la región de Asia ex. Japón. Anteriormente, fue director de inversiones en los fondos de inversión de BMO.
A raíz de este anuncio, Alexandra Haggard, responsable de productos y servicios de inversión en Europa y Asia, ha declarado «en los últimos cinco años, Capital Group ha duplicado sus activos de renta fija bajo gestión hasta alcanzar algo más de 450.000 millones de dólares, lanzando varias ofertas novedosas de renta fija en Europa y Asia, como el Capital Group Global Total Return Bond Fund (LUX) y el Capital Group Global Corporate Bond Fund (LUX) para cubrir las necesidades de nuestros clientes”.
«Scott aporta a nuestro equipo una profunda experiencia en gestión y distribución de renta fija. Será fundamental para ayudar a nuestros clientes a construir carteras más resistentes y diversificadas a medida que ampliamos nuestras capacidades de renta fija y llevamos nuestras estrategias activas a más inversores en toda Europa y Asia”, ha indicado Haggard.
Por su parte, Scott Steele, ya como director de Desarrollo de Negocios de Renta Fija para Europa y Asia, ha declarado: «En medio de la actual volatilidad, el papel que puede desempeñar la renta fija en una cartera equilibrada nunca ha sido tan importante. Tenemos una oportunidad real de demostrar a los clientes el poder de nuestras capacidades de renta fija y nuestro enfoque de inversión diferenciador. Capital Group es uno de los mayores gestores activos de renta fija a nivel mundial, con un historial de resultados a largo plazo, y estoy deseando hacer llegar nuestra oferta a más inversores institucionales y mayoristas de toda Europa y Asia”.
Los inversores han sufrido grandes pérdidas este año y es improbable que lo intenten y recuperen algo de lo perdido en la recta hacia el final de año. El año que viene es un año nuevo, con un reset de las pérdidas y los beneficios. Pero incluso entonces, es probable que la fotografía general no haya cambiado mucho. La economía global ha sido golpeada con shocks masivos en los últimos años y ahora el panorama está dominado por el desarrollo de políticas. Hay tensiones entre las políticas fiscales y monetarias. No hay señales de cooperación internacional para afrontar la presión de los aspectos económicos, incluso si hay una alianza sólida contra la agresión de Putin. Puede que eso sea puesto todavía más a prueba, dado el incremento de la retórica desde Moscú en las últimas semanas. La escasez de bienes, trabajadores y energía son síntomas de una economía global que no está funcionando, y eso significa retornos más bajos para negocios e inversores.
Buscando el giro
En el corto plazo, la esperanza entre los inversores es que los bancos centrales concluyan pronto que ya se ha hecho suficiente en términos de endurecimiento monetario. Las expectativas de un giro fueron prematuras en julio. Hoy, es probable que haya una combinación de inflación a la baja, datos económicos mucho más débiles y el incremento de la inestabilidad financiera y eso cause eventualmente un giro en el ciclo de política monetaria. De manera importante, los banqueros centrales han resistido la idea de que están cerca del final en la lucha contra la inflación. Los mercados siguen poniendo en precio más subidas de tipos en el corto plazo: otros 125-150 puntos básicos en Estados Unidos antes de final de año, otros 100-125 pb en la zona euro y otros 200-225 pb en Reino Unido. Además de lo que ya han hecho los bancos centrales, esto representa mucho más endurecimiento monetario. Esto significa que va a haber más dolor.
Con suerte, el año que viene no se verá tal cantidad de endurecimiento. Los inversores deberían, para todos sus intentos y propósitos, plantearse el final de este año como el punto próximo al techo de inflación. Todo depende de lo rápido que los bancos centrales responden a datos más débiles y a la evidencia de que la inflación se está desacelerando. Si la inflación no se ralentiza, entonces los tipos subirán más y les seguirá una recesión global.
Las noticias macro malas son buenas noticias para el mercado
El escenario más benigno sería que el giro viniera de unos números más bajos de inflación. Eso permitiría que las expectativas sobre tipos de interés bajen y sea positivo para los bonos. Un rápido debilitamiento del dato de crecimiento y una inflación más baja también serían positivos para los bonos, porque el foco se dirigiría hacia los bancos centrales teniendo que relajar sus políticas en algún punto en respuesta a los crecientes riesgos de recesión. Las previsiones de PIB ya han sido recortadas, pero ver que el crecimiento va a ser más lento literalmente en números sería el momento de darse cuenta de que las bolsas necesitan rebajar bastante más sus expectativas de crecimiento de los beneficios. Parecen mantenerse demasiado elevadas. Por ejemplo, el consenso sobre la previsión del crecimiento del BPA para el índice de renta variable MSCI World se mantiene en el 6,5%- 7% para los próximos 12 meses. Esto es por debajo de la media, pero no en niveles recesivos. Paradójicamente, la ralentización de los datos generada por las revisiones bajistas a las perspectivas de beneficios podría ayudar a las acciones a tocar suelo. Calculo que el S&P500 podría llegar a la parte baja de los 3000 puntos.
Repunte de la volatilidad en Reino Unido
La otra causa de un giro en los tipos podría ser el deterioro de las condiciones financieras. Tomamos perspectiva de esto a finales de septiembre en Reino Unido, cuando el Banco de Inglaterra fue obligado a intervenir los gilts. Las rentabilidades al alza generaron un gran incremento de las call a colaterales en efectivo entre los fondos de pensiones de Reino Unido que invertían con apalancamiento. Esto alentó más ventas de gilts, pareciendo que se estaba estableciendo un círculo vicioso. El BoE rompió el circuito de volatilidad y estabilizó el mercado. Lo hizo con una política, aunque temporal, que entraba en conflicto con el sesgo más restrictivo del Banco y su deseo de empezar a reducir el tamaño de su balance. La causa inmediata de la crisis fue la toma de conciencia de que los nuevos planes fiscales del gobierno (expansivos) también estaban en conflicto con la política monetaria (restrictiva). Sigue siendo el caso, lo que significa que no se puede descartar más volatilidad en el mercado de gilts.
Los indicadores de riesgo brillan
Hemos tenido un incremento enorme de los tipos de interés este año y esto está repercutiendo ahora sobre la economía real. Los tipos hipotecarios están subiendo e impactarán sobre los mercados de vivienda y los proveedores de financiación hipotecaria. La revalorización de activos habrá debilitado algunos balances. Los indicadores de riesgo del mercado ciertamente están apuntando a un aumento de los miedos: la volatilidad implícita de bonos, crédito y acciones es alta y los cruces de divisas se han ampliado a niveles que usualmente indican compras del pánico de dólares para cubrir necesidades de financiación. Claramente no hemos llegado todavía al punto de estrés, pero he visto suficientes respuestas monetarias a picos de volatilidad en mi vida como para no descartar que esto sea el detonante de un cambio en la política de los bancos centrales.
Los bonos de corto plazo pagan bien
Si los inversores no quieren asumir mucha volatilidad, la renta fija de corta duración proporciona ahora un buen rendimiento frente al cash sin un gran salto en riesgo. Los índices de deuda corporativa con grado de inversión y vencimiento a 1-5 años (la gama Bank of America/ICE) en dólares, euros y libras presentan actualmente una rentabilidad a peor del 5,36%, 3,8% y 6,57% respectivamente. Tomar más riesgo de crédito impulsa la rentabilidad disponible todavía más: el high yield europeo está cotizando al 8,24% y el estadounidense, al 9,2%.
La rentabilidad de estos bonos corporativos es atractiva para los inversores. No lo son tanto para la salud a largo plazo de la economía. Es probable que pedir prestado para financiar la inversión a esas tasas represente una rentabilidad real elevada si se considera en el contexto de cinco a diez años, y amenaza un incremento de los impagos en high yield cuando las empresas tengan que refinanciar su deuda.
Es difícil que las acciones compitan en el corto plazo con estos rendimientos, pero en el largo plazo, con los retornos determinados por el crecimiento de ventas y la rentabilidad, los retornos de la renta variable deberían empezar a parecer más atractivos cuando caigan los tipos de corto plazo. Pero por ahora todavía es mejor pensar en rentabilidad con poco riesgo, hasta que se produzca un giro genuino y los nubarrones sobre la economía global desaparezcan.
Pixabay CC0 Public Domain. La actual fragmentación en los mercados de crédito ofrece oportunidades únicas de obtener rendimientos en inversiones selectas
A medida que nos acercamos al final de un año difícil para los inversores, la temática dominante sigue siendo la aceleración de la inflación, acompañada de un aumento de los tipos de interés para intentar mitigar esta amenaza. Mientras tanto, los acontecimientos internacionales (esencialmente, la guerra de Rusia contra Ucrania) reforzaron el malestar de los inversores en 2022. En general, no parece existir un gran apetito por parte de los inversores de bonos a tener exposición a una cesta de bonos corporativos globales de alta calidad (con grado de inversión), diversificada entre regiones, posiblemente entre divisas y entre tipos de sectores. Sin embargo, frente al claro obstáculo de la ralentización económica mundial, creemos que existen razones sólidas para considerar la inversión en bonos corporativos globales con grado de inversión en 2023.
Examinemos en primer lugar el entorno de mercado actual. Hemos observado una mayor incertidumbre en todas las áreas del mercado de bonos y, en lo que va de año, todos los activos de renta fija han obtenido resultados negativos. A los inversores en renta fija, en particular, les preocupa cada vez más que los bancos centrales aumenten los tipos de interés de manera más agresiva para hacer frente al aumento de la inflación, que viene impulsada principalmente por el aumento del coste de la energía y de los alimentos. El Banco Central Europeo dio un paso digno de mención al aumentar los tipos de interés en un margen récord en septiembre. A finales de ese mes, la tasa de inflación estaba por encima del 8% en Estados Unidos y del 10% en el Reino Unido, con una tasa igualmente alta en toda la zona euro. El riesgo de inflación es especialmente perjudicial para los bonos. El poder adquisitivo del dinero invertido en un bono se ve erosionado a pesar de los flujos de cupones y capital. Esto podría resultar en una rebaja de los resultados reales positivos, lo que se traduciría en un poder adquisitivo para el inversor menor del que tenía al comienzo.
Mejora de las valoraciones
Una de las razones por las que creemos que puede merecer la pena considerar una cesta de bonos corporativos globales son las valoraciones comparativas. En este contexto, las valoraciones se miden por la diferencia entre las TIR respectivas de los bonos corporativos globales comparadas con la TIR media de los bonos de gobierno básicos (por ejemplo, los treasuries estadounidenses o los bunds alemanes). A esto se le llama «diferencial de crédito». A nuestro parecer, el diferencial de crédito medio de un índice de bonos corporativos globales con grado de inversión actualmente se percibe que tiene una «valoración atractiva». Si se excluye la crisis de la COVID-19, que podría considerarse un acontecimiento excepcional, esta es la primera vez que vemos este tipo de bonos a niveles de valoración atractivos en una década.
¿Se exagera el riesgo de impago?
Pero, ¿significa el hecho de que los inversores quieran una prima de riesgo mayor por mantener bonos corporativos globales con grado de inversión que las tasas de impago para la clase de activos están a punto de dispararse? No necesariamente. Pensamos que esta es otra razón por la que los inversores tal vez deseen volver a examinar los bonos corporativos globales en 2023.
En el caso de una cesta de bonos corporativos con calificación BBB («grado de inversión»), el mercado está descontando actualmente una tasa de impago de más del 16%, basada en los datos de los principales índices. Sin embargo, la tasa de impago acumulada a 5 años tiene un promedio actual del 1,5%. Al subir en términos de calidad crediticia, el mercado está descontando actualmente una tasa de impago de más del 11% para los bonos corporativos con calificación A. La tasa de impago acumulada a 5 años tiene un promedio de apenas el 0,3%. En general, creemos que esta diferencia entre lo que el mercado espera en cuanto a número de impagos de bonos de alta calidad frente a lo que ocurre normalmente según datos históricos puede considerarse positiva para la clase de activos.
Oportunidades de valor relativo
La exposición a bonos corporativos globales también podría ofrecer a los inversores la oportunidad de sacar partido de las mejores ideas que una clase de activos tan grande y líquida puede ofrecer (9,6 billones de euros a mayo de 2022; Bloomberg). Por ejemplo, se puede explotar lo que se denomina el «valor relativo» de los bonos corporativos globales. El valor relativo se basa en la idea de que los bonos con el mismo nivel de riesgo deben tener las mismas rentabilidades previstas. Esto puede significar tener exposición a bonos emitidos por la misma compañía (por ejemplo, un proveedor de tecnología estadounidense) pero en diferentes divisas (bonos denominados en dólares estadounidenses y en euros), y con diferentes fechas de vencimiento (un bono con vencimiento a 2 años frente a uno con vencimiento a 10).
Además de las oportunidades de valor relativo, otra característica clave de la inversión en bonos corporativos globales está en que permiten cierta diversificación basada en la capacidad de adoptar diferentes perspectivas de inversión en áreas como la inflación, los tipos de interés y las perspectivas empresariales y de empleo. Debido a los diversos factores macroeconómicos, las economías de todo el mundo se encuentran en diferentes etapas del ciclo económico, lo que a menudo requiere una respuesta personalizada en la política monetaria y fiscal. Como resultado, los inversores pueden moverse hacia regiones y mercados donde se esperan más estímulos monetarios y fiscales y alejarse de las regiones donde es probable que se retiren. Pueden hacerlo gestionando la exposición de un bono tanto al riesgo de tipos de interés (duración, en término de bonos) como al riesgo de crédito (spread duration).
Mirando hacia el futuro
Sigue siendo un momento complicado para la clase de activos, en un entorno de fuerte inflación y en el que los bancos centrales suben los tipos de interés urgentemente y con márgenes relativamente amplios para intentar frenar la escalada de precios. En M&G Investments creemos que la recesión puede llegar pronto a Europa y al Reino Unido, por lo que tenemos cuidado de no añadir demasiada exposición a los bonos corporativos de estos mercados a menos que las valoraciones nos parezcan muy atractivas. Por último, a medida que nos adentramos en los últimos meses de un año difícil, mantenemos la preferencia por compañías y sectores sólidos; aquellos que, en nuestra opinión, tienen el potencial de obtener mejores resultados en una recesión (un buen ejemplo son las utilities).
La renta fija vuelve a ofrecer valoraciones más atractivas y unos ingresos más elevados en comparación con la renta variable. Asimismo, esta clase de activos ha exhibido históricamente una volatilidad inferior frente a la renta variable, además de brindar soluciones para reducir el riesgo y ofrecer posibles ventajas en materia de diversificación. Ha llegado la hora de plantearse invertir en bonos.
N.º 1. La renta fija ha pasado a resultar relativamente barata. La valoración de la renta fija ha mejorado considerablemente durante los últimos trimestres y, en la actualidad, observamos niveles que no veíamos desde hace una década. Prueba de ello son los diferenciales de crédito, que han experimentado un ajuste hasta situarse en cotas mucho más elevadas, aunque la evolución de los rendimientos de la deuda corporativa —que se han beneficiado de los efectos combinados de las correcciones de los tipos y de los diferenciales— constituye un ejemplo aún más ilustrativo en este sentido.
N.º 2. La renta fija podría volver a generar ingresos atractivos. Uno de los principales retos para la renta fija en el pasado ha sido el hecho de que ofrecía unos rendimientos excesivamente reducidos. En parte, ello se derivaba de la aplicación de medidas de relajación de la política monetaria durante varios años y de unas tasas de inflación bajas y estables. De hecho, los rendimientos se adentraron en terreno directamente negativo en un gran número de mercados de todo el mundo, de modo que casi un 30% de la deuda mundial arrojaba un rendimiento negativo a finales de 2020. La coyuntura actual ha cambiado con creces y la renta fija vuelve a registrar rendimientos elevados, por lo que esta clase de activos podría ser fuente de ingresos atractivos. La deuda pública de los mercados desarrollados que presenta un riesgo inferior constituye un buen ejemplo de ello, pero también los subsectores de la renta fija mundial que conllevan un mayor riesgo, como los de alto rendimiento o deuda de los mercados emergentes, que actualmente brindan unos rendimientos de alrededor del 10% a modo de compensación por la asunción de riesgos de crédito y de impago más elevados.
N.º 3. La renta fija vuelve a representar una alternativa atractiva a la renta variable Los inversores habían dado la espalda a la renta fija en los procesos de asignación de activos, especialmente en relación con la renta variable. En los últimos años, la estrategia de asignación de activos imperante había sido aquella basada en el planteamiento de que no existe alternativa a la inversión en renta variable (conocido como TINA, por las siglas en inglés de There Is No Alternative). En nuestra opinión, dicho planteamiento ha dejado de ser válido. La renta fija ha regresado en forma de clase de activos que representa una alternativa atractiva a la renta variable en el contexto de una cartera multiactivos.
N.º 4. La renta fija puede constituir una atractiva solución para reducir el riesgo. Algunos inversores podrían tener la sensación de que necesitan reducir el riesgo en sus carteras ante el aumento de la incertidumbre macroeconómica o los elevados riesgos de mercado. La renta fija podría ayudar a estos inversores a gestionar la volatilidad de la cartera global al tiempo que contribuye a generar unos ingresos potencialmente más elevados, que históricamente han constituido un componente relativamente más estable de las rentabilidades totales.
N.º 5. La renta fija es una pieza importante del repertorio de herramientas para gestionar la liquidez. A nuestro juicio, la gestión de la liquidez constituye una parte fundamental de cualquier proceso de inversión, especialmente en periodos de mayor volatilidad. De modo similar, efectuar una asignación adecuada a instrumentos líquidos es una de las piedras angulares de una sólida gestión de la liquidez. La deuda pública y los bonos corporativos en efectivo que tienen una calificación elevada, así como la renta variable, han ofrecido históricamente una liquidez que podría resultar necesaria en circunstancias especiales, a diferencia de lo que sucede con las inversiones alternativas o los activos privados. Los acontecimientos que han tenido lugar recientemente en el mercado han puesto de manifiesto la importancia de la liquidez, y la renta fija de elevada calificación puede constituir un componente útil en el marco de la asignación a activos líquidos.
Habida cuenta de los retos que plantea la inversión en renta fija a lo largo de los distintos ciclos de mercado, abogamos por invertir en esta clase de activos aplicando un enfoque activo. La incertidumbre macroeconómica y la volatilidad de mercado se mantendrán en cotas elevadas en el futuro próximo. De cara a contribuir a gestionar estos riesgos, priorizamos la adopción de un enfoque activo a la hora de invertir en renta fija que permita a los gestores de carteras utilizar múltiples palancas para tratar de obtener rentabilidades, entre las que figuran una asignación de activos dinámica y la formulación de opiniones sobre la curva de tipos y la duración, a lo que se suma la aplicación de un proceso de selección de títulos exhaustivo y basado en el análisis crediticio. Tal y como muestra el gráfico 5, algunas subclases de activos de renta fija han registrado históricamente un mejor desempeño en regímenes de mercado específicos, lo que refleja su sensibilidad a un determinado contexto de apetito por el riesgo y al entorno macroeconómico. En consecuencia, los gestores activos podrían estar en disposición de reposicionar sus carteras en función de los distintos ciclos de mercado.
El patrimonio financiero de los millennials y de la generación Z aumentó significativamente en 2021, pasando de 2,9 a 3,6 billones de dólares, la mayor cantidad de cualquier cohorte generacional, según el informe U.S. Retail Investor Advice Relationships 2022: Rethinking the Advice Continuum, elaborado por Cerull Associates. En este sentido, los proveedores de servicios financieros, acostumbrados a atender a los boomers y a la generación X, tendrán que centrarse en estos hogares más jóvenes a medida que envejecen y su situación financiera se vuelve más compleja.
La segunda cohorte generacional más grande, pero la más pequeña en términos de activos, los millennials y la generación Z han sido capaces de hacer crecer su riqueza en línea, o incluso mejor, que sus compañeros de más edad. Esto se debe en parte a que los millennials invierten seriamente en cuentas de jubilación y a que la generación Z se sumerge en el agua de la inversión a través de plataformas de corretaje.
A medida que los inversores de esta cohorte avanzan en su viaje de inversión, están ávidos de un asesoramiento financiero completo y están dispuestos a pagar por él. Sin embargo, aunque estos «buscadores de asesoramiento» saben que quieren más de su relación de asesoramiento financiero, tienen problemas para definir exactamente lo que quieren. «En lugar de elegir estratégicamente entre un menú lógico de servicios potenciales de cada proveedor, los inversores acaban seleccionando a los proveedores de forma puntual, lo que da lugar a un conjunto de relaciones ad hoc, cada una de las cuales no llega a ofrecer un compromiso de asesoramiento financiero completo», señala Scott Smith, director.
Para superar este escollo, el informe señala que los proveedores deben esforzarse por anticiparse a las necesidades cambiantes de cada cliente. A medida que estos inversores acumulan más riqueza, es probable que entren en una etapa de creciente complejidad financiera, navegando por nuevos retos como la propiedad de la vivienda o el ahorro para la educación universitaria. «Para retener a estos inversores a largo plazo, los proveedores tendrán que proporcionar información oportuna sobre estos temas cruciales o se enfrentarán a un previsible desgaste a medida que los consumidores busquen un asesoramiento más holístico sobre la gestión del patrimonio», añade Smith.
Un objetivo cada vez más importante para los proveedores financieros que buscan competir entre sí es ampliar los servicios que antes eran del dominio de los ricos a los hogares del mercado masivo. Esto se consigue aprovechando la tecnología para ampliar servicios como la indexación directa, o mediante fusiones y adquisiciones de corredores de bolsa minoristas o robo-asesores para crear una vía para que los inversores autodirigidos reciban un asesoramiento más formal de la empresa adquirente. «Aunque los servicios son cruciales, sobre todo cuando las grandes gestoras de activos adquieren empresas más pequeñas para aumentar sus capacidades, no se puede ignorar la atención que se presta al cliente, sobre todo al aumento de la cuota de mercado y de la mentalidad entre los millennials y la generación Z», concluye.
Es probable que siempre y cuando la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) continúe incrementando los tipos de interés, los precios de los activos digitales sigan bajo presión. Sin embargo, según el último informe de WisdomTree, al mismo tiempo, los desarrolladores están llevando a cabo una ingente cantidad de actividades, y varias instituciones importantes se están preparando para el próximo mercado alcista en los activos digitales. Si bien el ecosistema continúa expandiéndose más allá de bitcoin y ethereum, estos dos activos continúan representado más de un 50% del billón de dólares que engloba la industria aproximadamente.
Desde WisdomTree creen que el hecho de que los rendimientos de los bonos del tesoro a 10 años (UST), considerados un interés libre de riesgo, se hayan mantenido en torno al 4% a mediados de octubre, y que los tipos de interés se hayan incrementado, ha afectado con especial dureza al sector de las finanzas descentralizadas (DeFi). A pesar de que las DeFis fueron una categoría popular a finales de 2021 e inicios de 2022, desde entonces se han visto resentidas, con sus rendimientos cayendo en muchos casos por debajo de los UST a 10 años. Todavía es posible incrementar los rendimientos de las DeFi, pero para ello se requieren estrategias complejas y una toma de riesgo mayor.
Las actualizaciones de ethereum, las soluciones puentes cross-chain y los NFT-IPR en foco
Según la gestora, tras el exitoso paso de la prueba de trabajo a la prueba de participación, la red ethereum “continuará acaparando titulares en 2023”. Las actualizaciones futuras a corto plazo incluyen la liberación del Ether colocado para staking generando un rendimiento del 4-6% para el propietario que lo llevó a cabo y el “sharding” (la fragmentación), lo que permitirá la escalabilidad y potencialmente también el abordaje de las altas tarifas de gas (tarifas de transacción).
Ethereum “será potencialmente un activo deflacionario en el futuro”, ya que se espera que se emitan menos ether nuevos (los mineros ya no reciben recompensas de Ether) dado que la propuesta de mejora de Ethereum (EIP-1559) implementada en agosto de 2021 provocó la quema de una proporción de las tarifas de gas y la eliminación permanente del suministro de tokens. Un área que continuamos monitoreando es la posible centralización de la comunidad de validadores de red y las amenazas de censura que esto podría representar para el ecosistema. Aunque más de 422 mil validadores protegían la red antes de la fusión, cuatro de los más grandes (Lido Finance, Coinbase, Kraken y Binance) controlaban más del 60% de Beacon Chain.
El sector de los activos digitales, al estar basado en código, sigue sufriendo hackeos y ataques de red y muchos de ellos se han producido en puentes cross-chain. Se espera ver una actividad significativa de innovación y desarrollo en esta área para hacer que las diferentes cadenas de bloque sean interoperables entre sí. Se están desarrollando dos tipos principales de soluciones: las soluciones cross-chain integradas directamente en la capa de consenso de protocolos y las soluciones de mensajería cross-chain generalizadas construidas sobre puentes cross-chain.
«Desde la entidad ven un potencial significativo en los tokens no fungibles (NFTs) dentro del área de tokenización de marcas y comunidades. Ya se están viendo muchas industrias creativas que adoptan NFTs con la esperanza de liberar el valor de los activos intangibles, crear comunidades digitales y diseñar potencialmente un modelo de negocio de propiedad compartida en el cual los usuarios de las redes pueden beneficiarse de la acumulación de valor en comunidades y marcas. Sin embargo, se necesita que haya una clarificación con los derechos de propiedad intelectual (DPI) de los NFTs. Por el momento, muchos emisores de NFTs conservan la propiedad total de los derechos comerciales de los NFTs, y esto podría no ser apropiado para todos los casos de uso. Para que la industria florezca, se cree que es necesario abordar el tema de los DPI y tener claro qué derechos comerciales, si los hay, reciben los compradores de NFTs al adquirir los tokens», explican los expertos de WisdomTree.
Regulación
Por último, la gestora señala que la regulación de los activos digitales finalmente está tomando forma tanto en Europa como en EE. UU. Esto allanará el camino para que los inversores institucionales que necesitan claridad regulatoria comiencen a invertir en el ecosistema. En Europa, la regulación de los mercados de criptoactivos (MiCA) se encuentra en sus etapas finales de elaboración y se convertirá en ley en toda la Unión Europea en 2024 anulando todas las leyes nacionales existentes que abarcan los criptomercados. En los EE. UU., el proyecto de ley de criptomonedas Lummis-Gillibrand llamado “Ley de innovación financiera responsable” es un primer intento de crear un marco regulatorio para la industria de activos digitales. Todavía no se sabe cuándo, o si, este proyecto de ley se convertirá en ley en los EE. UU. Ambos proyectos de ley se centran en gran medida en la regulación del mercado de las stablecoins.
«Las stablecoins tienen un valor vinculado a las monedas de reserva emitidas por los gobiernos y un poco podrían convertirse como los fondos mutuos de los money markets de hoy en día, facilitando las transacciones entre las industrias de activos tradicionales y digitales. Sin embargo, todavía hay cierta opacidad en términos de qué tipo de activos realmente respaldan a estas stablecoins en la actualidad. Para que las stablecoins cumplan su propósito como puente entre los mundos tradicional y digital, deben estar respaldadas por efectivo, bonos del Tesoro o instrumentos similares al efectivo y no, por ejemplo, por papel comercial, que es mucho más arriesgado de mantener», concluyen.
Para los expertos, este año resulta complicado presentar unas perspectivas claras de cara a 2023. Las tensiones geopolíticas, la crisis energética de Europa, el comportamiento de la inflación y las medidas de los bancos centrales dibujan un escenario incierto, por eso los primeros outlook que están presentando las entidades financieras y las gestoras están más orientados a explicar qué factores marcarán el mercado y la macro el próximo año, así como a compartir cuáles son sus mejores ideas de inversión.
Por ejemplo, en términos macroeconómicos, Moody’s espera que el crecimiento del PIB real de las economías del G-20 se desacelere hasta el 1,3% en 2023, una cifra significativamente inferior a su estimación anterior, que era del 2,1%, y por debajo del crecimiento estimado del 2,5% para este año. Según afirma en su Global Macro Outlook, el descenso de la actividad económica en las economías avanzadas, especialmente en Europa y Norteamérica, impulsará la fuerte moderación del crecimiento en 2023. “En 2024, la actividad económica mundial se acelerará, pero sólo hasta una tasa de crecimiento del 2,2%, por debajo de la tendencia”, adelanta.
Según su informe, si bien las medidas de política fiscal podrían mitigar parte del dolor de los hogares, estas opciones políticas implican difíciles compensaciones. Y advierte de que las medidas de política fiscal que promueven el crecimiento en un entorno inflacionista socavarían los esfuerzos de la política monetaria para controlar la inflación, lo que podría obligar a los bancos centrales a endurecer aún más la política monetaria aún más de lo que lo harían en caso contrario. Además, añade que las medidas de política expansiva también resultarían contraproducentes, ya que agravarían el coste de la vida de los hogares con una inflación cada vez mayor.
En opinión de Madhavi Bokil, Vicepresidente Senior de RSC de Moody’s Investors Service y uno de los autores principales del informe, “la economía mundial está al borde de una desaceleración en medio de niveles extraordinariamente altos de incertidumbre por la persistencia de la inflación, el endurecimiento de la política monetaria, los desafíos fiscales, los cambios geopolíticos y la volatilidad de los mercados financieros. Aún así, podría surgir un periodo de relativa estabilidad en 2024 si los gobiernos y los bancos centrales consiguen guiar sus economías a través de los retos actuales«.
En busca de cierta claridad: Europa y EE.UU.
Sin embargo, no se puede de 2023 sin tener presente los riesgos geopolíticos que están aportando bastante volatilidad al mercado y, según el informe de Moody’s, son elevados y difíciles de cuantificar. “El conflicto entre Rusia y Ucrania seguirá siendo el principal riesgo geopolítico para el panorama macroeconómico general. Aunque asignamos una probabilidad muy baja a la posibilidad de que el conflicto se extienda más allá de las fronteras de Ucrania, tal acontecimiento marcaría una escalada significativa, creando nuevos y graves riesgos económicos a la baja. Las consideraciones geopolíticas determinarán cada vez más las políticas económicas económicas a nivel mundial, a medida que las relaciones entre las grandes potencias se vuelvan más conflictivas”, sostienen.
Ralph Elder, director general para Iberia y Latino América de BNY Mellon IM, una de las gestoras que primero ha presentado su outlook, coincide con esta visión y reconoce que la poca claridad sobre lo que está pasando en el mundo a nivel geopolítico no permite adelantar ni dar por hecho ningún escenario. “Ahora bien, ¿de dónde podemos sacar algo de claridad de cara al próximo año? Pues de la evolución de los tipos de interés y de la inflación”, afirma.
En este sentido, explica que estos dos factores sitúan a Europa y Estados Unidos en realidades diferentes, por lo que las decisiones de los bancos centrales también lo sean. “En Europa, muy probablemente, ya estamos en una recesión. La inflación tiene un importante componente energético, sobre lo cual no podemos olvidar la dependencia energética que tiene. En este contexto, Lagarde subirá los tipos para afectar a la parte de la demanda que puede controlar, pero evitará generar un problema de deuda en los países periféricos. El último mensaje del BCE fue suave y su actuación dependerá de la información que salga de los mercados. En cambio, Estados Unidos es otra dinámica. Los datos técnicos nos dicen que hemos llegado a un pico de inflación, pero Powell está mirando el IPC y los sueldos, que son algo más estructurales y que muestran que aún no hemos llegado al pico del pico de la inflación. La Fed seguirá subiendo los tipos porque Powell tiene muy presente lo ocurrido en los años 70, cuando la política monetaria no fue lo suficientemente constante y efectiva. Por ahora, el dato clave para EE.UU. serán los sueldos, eso dará alguna indicación de cuándo la Fed cambiará su política”, explica.
Desde Nordea AM añaden que, en Estados Unidos, la demanda de consumo de los hogares más ricos se estabilizará antes de enfriarse. “Esto podría ir a más, ya que es probable que, con la pérdida del congreso por parte de los demócratas, y la mayor prudencia fiscal por parte de los republicanos, el crecimiento de la economía se frene más aún”, matizan. En el caso de Europa, reconoce que es difícil de saber lo que sucederá con el gas natural ruso, si será embargado finalmente o no; además de ser complicado también qué panorama le espera al consumidor dado el shock inflacionario actual.
En este sentido, la gestora también advierte de que, de cara al próximo año, deberían surgir nuevas tendencias después de que la inflación alcance su tope. “A medida que la economía se enfríe, la Reserva Federal y el BCE se movilizarán para relajar la política monetaria. La asignación de activos en esta fase suele mostrar un repunte de la renta variable y la renta fija cuando los indicadores adelantados empiezan a repuntar. La espiral de adopción de riesgos empezará con la renta fija soberana, seguida por el crédito y quizás con un retraso en la renta variable (el crédito minimiza la probabilidad de una profunda recesión)”, apuntan desde Nordea AM.
Sobre los bancos centrales, el outlook de Moody’s añade: “El principal reto para los bancos centrales, por supuesto, es acertar con la postura política y saber qué nivel de endurecimiento será el suficiente para evitar una caída demasiado brusca. No sabemos con certeza hasta qué punto deben subir los tipos para que la inflación descienda de forma duradera y se mantenga baja, especialmente en un entorno en el que los distintos sectores de la economía se están recuperando del choque pandémico a distintas velocidades y en el que los niveles de deuda son mucho más altos que antes de la pandemia. Será difícil para los bancos centrales, incluida la Reserva Federal, llegar a un equilibrio en el que la inflación caiga pero la actividad económica no entre en recesión. La volatilidad macroeconómica complica aún más la extracción de la señal del ruido, que es vital para evaluar las condiciones económicas y tomar decisiones políticas acertadas”.
Ideas de inversión
Para los expertos de Nordea AM, ante este contexto, uno de los retos será encontrar el punto mínimo del mercado en las próximas semanas y seguirlo de cerca hasta que cambie el sentimiento del mercado. “Esto puede traducirse en posicionamientos bajistas, ventas de acciones, salidas de crédito, reducción forzada del riesgo, valoraciones baratas, cambios en la reacción de los activos financieros a las noticias, así como en incoherencias y desajustes entre las clases de activos”, matizan.
Para la gestora, actualmente, las oportunidades se centran en los bonos cubiertos y en la renta variable de valor o de calidad. “Sin embargo, en el primer o segundo trimestre de 2023, podrían expandirse a pasos agigantados hacia la renta fija, el crédito (mercados desarrollados, ESG selectivo/mercados emergentes) y la renta variable (por ejemplo, ESG). En general, la renta variable tiene hoy una valoración atractiva, especialmente en Europa y los mercados emergentes”, señala en su documento de previsiones para 2023.
Por su parte, coincide con algunas de estas ideas y apunta otras nuevas. “Seguimos manteniendo nuestra apuesta del año pasado, las estrategias income. Creemos que las empresas que ofrecen dividendos de calidad permiten no solo diversificar la exposición a la renta variable, sino también sirve para hacer frente a la inflación. Si analizamos los últimos cien años del S&P 500, observamos que, quitando la etapa del QE, los dividendos son el componente más importante de la rentabilidad que ha ofrecido”, explica.
A esta idea se suma otra más, las estrategias market neutral. Según Elder, este tipo de fondos vuelve a ganar popularidad, tras la mala experiencia de los años 2011 y 2012. En su opinión, ahora que vamos hacia un entorno de más volatilidad, necesitamos más descorrelación y buscar un alfa idiosincrático.
“Hemos visto un año con flujos extremadamente bajos y con algunos movimientos tácticos. Lo que principalmente pregunta el inversor es cuál es el punto de entrada en renta fija y en renta variable, y básicamente qué hacer con el dinero ante el actual contexto macro. Creemos que las estrategias income y market neutral, así como las flexibles y aquellas que siguen grandes temáticas, entre ellas el blockchain, son una buena forma de meterse paulatinamente en el mercado”, concluye el responsable de BNY Mellon IM para Iberia y América Latina.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Henry Burrows
. Dos clases de activos con una compensación insuficiente por los riesgos
Hace un año, ASG acaparó la agenda y los líderes mundiales terminaron por comprometerse firmemente a abordar el cambio climático en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2021 (COP26). Adentrados ya en 2022, el conflicto entre Rusia y Ucrania ha creado un entorno más arduo. La combinación de restricciones en el suministro y las sanciones ha encarecido la energía y se han lanzado acusaciones despectivas contra los ASG al dispararse los precios energéticos.
«El culpable es la escasa inversión en combustibles fósiles». Eslóganes como este se han convertido recientemente en algo común e ignoran la hipótesis de que si se hubiera gastado más en energías renovables y en capacidad de almacenamiento de energía, ahora quizás no dependeríamos tanto de los combustibles fósiles.
Además, olvidan la verdadera razón de los altos precios del gas: la interrupción del suministro de gas procedente de Rusia.
Las consecuencias de este sentimiento se reflejan en las acciones de algunos estados de EE. UU que están legislando activamente contra los ASG, y en algunas gestoras de activos que han lanzado fondos claramente alejados de los aspectos ASG.
Sin embargo, la subida de los precios energéticos no debería implicar que abandonemos los ASG como algunos propugnan, y menos aún correr a toda velocidad hacia la inversión en combustibles fósiles.
Conviene recordar que los precios de las materias primas pueden ser muy volátiles y que el sector de la energía es uno de los que exige un análisis crediticio minucioso.
En Estados Unidos, la energía viene representando un tercio de los impagos desde 2000, cifra que se eleva hasta el 45 % desde 2010, un periodo que incluye el brusco desplome del precio del petróleo en 2014/15. Esto nos recuerda que los precios de la energía pueden bajar al igual que subir, aunque no se perciba así en estos momentos.
Figura 1: Mira antes de saltar. Ponderación del sector de impagos en EE.UU desde 2000
Fuente: Bloomberg, Barclays Research, del 2000 al 2022, julio de 2022.
También debemos observar que las energías renovables suelen ser más baratas cada año. La principal área de costes reside en el coste total instalado (equipos e instalaciones), que ha tendido a la baja. La Agencia Internacional de Energías Renovables, un organismo intergubernamental con sede en Emiratos Árabes Unidos, rico en petróleo, informó que el coste de la electricidad mundial procedente de parques eólicos terrestres en 2021 cayó un 15 % comparado con el año anterior y se redujo un 13 % en parques eólicos marinos y un 13 % en paneles fotovoltaicos.
Además, casi dos tercios de la generación de energía renovable añadida en 2021 resultó menos costosa que las opciones de carbón más baratas en los países G20.
Las cifras son importantes.
La inversión en energía verde no es solo una cuestión medioambiental, sino que tiene un sentido financiero a largo plazo. Por eso es importante distinguir entre los shocks momentáneos y los fundamentos de inversión a medio y largo plazo.
Actualmente, la lucha por el gas en Europa reside en la inquietud por la energía y la seguridad nacional provocada por la repentina reducción de los suministros de gas de Rusia, que había representado alrededor del 40 % de las importaciones de gas de la Unión Europea antes del conflicto Rusia-Ucrania.
La sustitución de ese suministro llevará tiempo, pero ya está en marcha. A muy corto plazo, eso significa encontrar fuentes alternativas de energía; sin embargo, a largo plazo, la solución a la dependencia del gas extranjero pasa por las nuevas tecnologías y por disponer de un mix energético nacional variado. Las energías renovables ofrecen el doble premio de la independencia energética con combustible gratuito (viento, sol y lluvia) y una economía más ecológica.
La escasez de suministro de gas de Rusia produce un resultado equivalente a un impuesto al carbono que excedería con creces lo que habría exigido el acérrimo grupo de presión ecologista. A decir verdad, el clima general de endurecimiento monetario aplicado por los bancos centrales (el Banco Central Europeo (BCE) subió los tipos ese mismo día) contribuyó a este aumento, pero es probable que también se deba, en parte, a la preocupación por la mayor carga de la deuda, tras estimar el Instituto de Estudios Fiscales que podría costarle al gobierno 100.000 millones de libras solo en el primer año.
Los ASG están a la vanguardia de la eficiencia
Una de las formas más rápidas de poner en equilibrio la demanda y la oferta cuando esta última es limitada es simplemente reducir la demanda. En casos extremos, esto podría implicar un racionamiento, algo que no es inconcebible en Europa en los próximos meses si un invierno frío ejerce presión sobre el gas.
Ahora bien, la demanda también puede reducirse siendo más eficiente. Entre los ejemplos destacan un mejor aislamiento o electrodomésticos más eficientes en los hogares o en la industria a través de la robótica, y el software como servicio.
Lo bueno de la eficiencia es que ayuda a reducir los costes al tiempo que beneficia al medio ambiente, lo que aporta ventajas tanto a las empresas como a los consumidores.
Los ASG pueden ayudar a limitar el riesgo reputacional
Esto se ha vuelto cada vez más importante en la era de las redes sociales, donde las noticias se amplifican, y una reputación dañada puede salir muy caro. Para los bonistas, la reducción del riesgo es fundamental para captar la prima del diferencial que los prestatarios ofrecen como compensación de un posible impago. Una empresa que se preocupa o ayuda a mitigar su impacto en el medio ambiente probablemente se enfrente a menos deudas.
Puede decirse que el BCE está siendo pionero en reconocer el riesgo financiero relacionado con el clima, al expresar el temor de que el cambio climático pueda conducir a trastornos que afecten a los bancos, y que los bancos puedan terminar prestando con cargo a activos bloqueados.
Para dar ejemplo, a partir de octubre, el BCE tiene previsto variar gradualmente su cartera de bonos corporativos de 343.000 millones de euros para desprenderse de activos con uso intensivo de carbono.Algunos podrían ver esto como una extralimitación de poderes, pero está mostrando liderazgo en impulsar el cambio.
La intervención normativa por sí sola no es una solución.
Los gobiernos del mundo entero están aceptando las evidencias científicas del cambio climático, ya que el aumento de las temperaturas globales está relacionado con el uso de la energía intensiva en carbono por los seres humanos. Esto lo vemos en los compromisos de cero carbono neto que se han convertido en ley.
Los gobiernos son decisivos para ayudar a redactar leyes que puedan eliminar el problema del «free-rider» (aprovechado), reforzando la normativa y llevando a las economías por caminos que sean más beneficiosos para la sociedad en su conjunto.
Aquí cabe mencionar la Ley de Reducción de la Inflación(Inflation Reduction Act ) de 2022 en EE. UU, que propone ofrecer 375.000 millones de USD para atajar el cambio climático, y el paquete de la UE de Próxima Generación de 806.000 millones de EUR que está estructurado para promover una recuperación ecológica.
Estas iniciativas, por sí solas, representan una enorme oportunidad de inversión y son solo una parte de la inversión anual global que se precisa para la transformación energética hacia cero emisiones netas.
Fundamentales y pragmatismo
Los factores ASG hace tiempo que se tienen en cuenta a la hora de tomar decisiones de inversión. En renta fija, en particular, donde la mitigación del riesgo de pérdida es el eje central de la inversión, es esencial identificar y comprender los riesgos ASG elevados.
También permite encontrar mejores historias de ASG, que, con el tiempo, deberían traducirse en un menor coste del capital y la posibilidad de lograr mejores rentabilidades ajustadas al riesgo.
Probablemente siempre habrá ocasiones en las que la adopción de un enfoque táctico a corto plazo pueda salir a cuenta, pero los ASG revelan sus verdaderos resultados en el medio y largo plazo.
Man Group, gestora global de inversiones de gestión activa, ha anunciado la incorporación de Luis Martín a la firma como nuevo director general de Ventas para Iberia. Con este nombramiento, la gestora refuerza su equipo para el mercado español, compuesto por Kyril Saxe-Coburg y Tasio del Castaño, además de abrir oficina en Madrid.
Según ha destacado la firma, el sector de la gestión de activos en España ha experimentado un importante crecimiento en los últimos años, especialmente en el ámbito de las inversiones a largo plazo y las alternativas; lo que explicaría su interés por reforzar la presencia en el mercado Ibérico y en presencialmente en Madrid. “Nuestra nueva oficina en Madrid y la ampliación de nuestro equipo nos ayudará a dar servicio a la creciente demanda de soluciones de alta calidad entre los clientes de esta región”, ha señalado Kyril Saxe-Coburg, socio y director general de Ventas para Iberia.
Luis Martín se incorpora a Man Group desde BMO Global AM donde era el responsable de Ventas para la región EMEA. Cuenta con una dilatada experiencia laboral de más de 16 años y a lo largo de su trayectoria profesional ha trabajado en firmas como BlackRock, JP Morgan AM España y Alliance Bernstein.
Foto cedidaNicholas Cunningham, nuevo gestor adjunto de las estrategias Global Listed Infrastructure y Global Themes en M&G.
M&G Investments ha anunciado la ampliación de las capacidades de su equipo de renta variable global, con la incorporación de nuevos profesionales que se dedicarán a las estrategias Global Listed Infrastructure y Global Themes.
En concreto, Nicholas Cunningham se convertirá en gestor adjunto de las estrategias Global Listed Infrastructure y Global Themes, y colaborará estrechamente con Alex Araujo a partir de enero, una vez obtenida la autorización regulatoria correspondiente. Con una experiencia de más de 16 años adquirida principalmente en la región de Asia-Pacífico, Nicholas aportará al equipo un gran conocimiento de los sectores industrial y de infraestructuras. Por su parte, Son Tung Nguyen, que se incorporó a M&G hace seis años, ha sido ascendido a analista senior, en reconocimiento a sus responsabilidades estratégicas adicionales.
Según explica la gestora, con el foco en empresas de infraestructuras de todo el mundo que ofrecen una excelente disciplina de capital y el potencial de crecimiento de los dividendos a largo plazo, la estrategia Global Listed Infrastructure gestiona activos por valor de casi 4.000 millones de euros desde su lanzamiento en 2017. La estrategia Global Themes, gestionada por Alex Araujo y su equipo desde 2019, gestiona más de 3.000 millones de euros que invierte principalmente en empresas alineadas con las temáticas que surgen de los cambios en las economías, industrias y sociedades de todo el mundo. Ambas estrategias aplican criterios ESG y de sostenibilidad a sus carteras.
Además, las estrategias figuran dentro del equipo de Global Equities, que gestiona unos 21.000 millones de euros de activos de renta variable, a través de una gama de estrategias de valor, rentabilidad y temáticas.
Desde la firma matizan que estos cambios se suman a los recientes nombramientos de los analistas Ana-Cristina Mutilica y Georgi Gunchev en el equipo de Global Equity. Ambos se incorporaron a principios de año para reforzar las capacidades de análisis y compromiso. Experta en inversión responsable, Ana-Cristina está centrada principalmente en la estrategia corporativa, la sostenibilidad y la gestión del riesgo climático, mientras que Georgi tiene una gran experiencia en banca europea, particularmente en bancos españoles e italianos.
“Los buenos resultados de las estrategias Global Listed Infrastructure y Global Themes bajo la batuta de Alex Araujo y su equipo son la demostración de una dilatada experiencia y un proceso de inversión sólido y replicable que tienen un reconocimiento cada vez mayor entre nuestros clientes. La incorporación de Nicholas al equipo seguirá reforzando esta experiencia y ayudará a nuestros clientes a aprovechar las oportunidades de la renta variable mundial”, ha indicado Fabiana Fedeli, directora de Inversiones, Renta Variable y Multi-activo de M&G, a raíz de este anuncio.