La Reserva Federal anunció que Michael Horowitz será inspector general a partir del 30 de junio de 2025. Sucederá a Mark Bialek, quien se retiró en abril tras casi 14 años en ese puesto.
Horowitz cuenta con más de 35 años de experiencia en derecho, administración pública e investigaciones. Más recientemente, se desempeñó como inspector general del Departamento de Justicia, cargo que ocupaba desde abril de 2012. También presidió un comité de 21 inspectores generales federales para supervisar el gasto de 5 billones de dólares (trillions, en términos americanos) en alivios por la pandemia, ha presidido el Consejo de Inspectores Generales sobre Integridad y Eficiencia, y ha sido miembro de la Comisión de Sentencias de los Estados Unidos.
En etapas anteriores de su carrera, fue fiscal federal adjunto en el Distrito Sur de Nueva York, donde finalmente dirigió la unidad de corrupción pública de esa oficina. Tiene un doctorado en Derecho de la Facultad de Derecho de Harvard y una licenciatura (B.A.) de la Universidad Brandeis.
La Oficina del Inspector General fue establecida por el Congreso como una autoridad independiente de supervisión para la Junta de Gobernadores de la Fed y la CFPB, y lleva a cabo sus operaciones de acuerdo con la Ley del Inspector General de 1978.
VivoPower International ha establecido una alianza exclusiva con BitGo para la adquisición y custodia de 100 millones de dólares en XRP, marcando un paso audaz en su transición hacia una estrategia de finanzas descentralizadas. La compañía cotizada en bolsa recaudó recientemente 121 millones de dólares para financiar esta iniciativa. Utilizará el escritorio de operaciones OTC disponible las 24 horas y los 7 días de la semana, junto con la plataforma de custodia de grado institucional de BitGo para ejecutar y proteger esta adquisición.
Este acuerdo posiciona a BitGo como el principal escritorio de negociación y custodio de las tenencias de XRP de VivoPower, aprovechando su profunda liquidez, almacenamiento en frío seguro y una infraestructura robusta para la ejecución de operaciones de gran volumen en un entorno regulado.
“Estamos orgullosos de ofrecer la plataforma integral que empresas como VivoPower necesitan para entrar en el espacio de activos digitales con confianza, desde una ejecución fluida hasta una custodia líder en la industria”, afirmó Mike Belshe, CEO de BitGo.
El anuncio refuerza el creciente papel de BitGo como una plataforma de activos digitales de servicio completo para instituciones, que ofrece ejecución eficiente, custodia con prioridad en la seguridad y acceso a amplias piscinas de liquidez global a través de su escritorio OTC.
Como parte de su transición hacia las finanzas digitales, VivoPower también ha presentado una declaración de registro ante la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) para una oferta pública de acciones ordinarias.
Para los profesionales del sector financiero que siguen la adopción institucional de las criptomonedas, esta alianza representa un momento clave para XRP como activo de tesorería y una señal clara de que la infraestructura de activos digitales se está convirtiendo en un elemento esencial en la estrategia financiera corporativa.
Las pequeñas compañías muestran resiliencia a pesar de la incertidumbre económica y los cambios en los hábitos deconsumo, según el Índice de Pequeñas Empresas correspondiente a mayo de 2025 de Fiserv. El indicador se mantuvo estable en 151, con las firmas de menor tamaño registrando un sólido crecimiento interanual del 3,3% en ventas y un aumento del 3,8% en transacciones.
En términos mensuales, las ventas subieron un ligero 0,2%, mientras que las transacciones cayeron un 2,7%, la mayor bajada de tráfico de clientes desde principios de 2023. Aun así, el importe medio por compra aumentó un 2,9%, lo que sugiere que los consumidores gastan más por visita, aunque compran con menos frecuencia.
“El cambio continuo hacia el gasto en productos esenciales se ha convertido en una tendencia definitoria, creciendo al doble del ritmo que las compras discrecionales, ya que los consumidores son más intencionales con su dinero,” explicó Prasanna Dhore, Director de Datos de Fiserv.
Este cambio se refleja en el rendimiento sectorial: los servicios aumentaron un 3,9% interanual, superando a los bienes, que crecieron un 1,9%. A nivel mensual, los servicios crecieron ligeramente, mientras que los bienes disminuyeron, lo que evidencia una preferencia por experiencias y necesidades básicas frente a productos materiales. Los sectores de transporte, almacenamiento, manufactura y servicios profesionales mostraron gran dinamismo.
Por otra parte, en el sector de la restauración, a pesar de una caída del 5,6% en el tráfico de clientes, las ventas crecieron de forma modesta, un 1,8% interanual y un 0,6% mensual, siendo los restaurantes de servicio completo los más afectados.
El comercio minorista registró modestos aumentos interanuales del 0,9%, aunque el gasto medio por visita disminuyó cerca de un 2%, lo que refleja un comportamiento más selectivo y orientado a promociones frente a la inflación. Las tiendas de alimentación, bebidas y ropa lideraron el crecimiento, mientras que las gasolineras y tiendas de salud y cuidado personal registraron descensos.
A nivel regional, 30 estados reportaron un aumento en las ventas respecto a abril, destacando Nuevo México (+5,9%), Maryland (+3,2%) y Rhode Island (+3,1%). En cuanto al crecimiento anual, sobresalieron Washington (+13,3%), Carolina del Sur (+11,3%) y nuevamente Maryland (+10,1%).
Entre las grandes ciudades, San Francisco (+10,0%) y Atlanta (+9,5%) lideraron el crecimiento interanual, mientras que Dallas y Chicago encabezaron las subidas mensuales, indicando un buen impulso en los mercados urbanos a pesar de la cautela generalizada de los consumidores.
En conjunto, los datos reflejan cómo las pequeñas empresas están adaptándose con inteligencia, centrándose en los servicios y el consumo esencial, para navegar un entorno económico prudente pero estable.
Los datos macroeconómicos publicados esta semana han reforzado la narrativa de un ciclo económico global que pierde tracción. La combinación de indicadores débiles en industria y servicios, junto a una inflación más contenida, perfila un entorno donde el riesgo ya no proviene del sobrecalentamiento, sino del agotamiento de los motores de crecimiento.
En Europa, el IPC de la zona euro sorprendió a la baja por segundo mes consecutivo, pasando del 2,2% al 1,9% interanual en mayo. La cifra no solo consolida el retorno al objetivo del BCE, sino que también fortaleció el argumento para que el banco central procediera con su recorte de tipos este jueves. El mercado descuenta un recorte adicional en 2025 pero los inversores empiezan a contemplar alguno más, aunque la autoridad monetaria se resiste a confirmar un ritmo determinado, amparándose en un enfoque “reunión a reunión”.
La inflación subyacente también mostró señales alentadoras, con una moderación más amplia entre los componentes no energéticos. Esto coincide con un contexto de menor presión salarial, estabilización de los costes de producción y caída en la demanda agregada, derivada del endurecimiento acumulado de condiciones financieras.
China: golpe al sector industrial en pleno entorno de tensión comercial
En paralelo, en China, los efectos del embargo tecnológico impuesto desde Estados Unidos ya empiezan a reflejarse en la actividad. El PMI manufacturero de Caixin cayó por debajo de 50 puntos, situándose en terreno contractivo. Este deterioro en las expectativas se da a pesar del apoyo fiscal y monetario activado recientemente por Pekín.
El impacto externo también se está dejando notar. En Estados Unidos, el ISM manufacturero descendió por segundo mes consecutivo hasta los 48,5 puntos, reflejando una debilidad tanto en producción como en exportaciones. Lo más relevante fue la caída en el subíndice de nuevos pedidos internacionales, lo que apunta a una ralentización global más allá de la fricción bilateral entre Washington y Pekín. También apunta a una segunda mitad de año más débil para Europa, que en el primer trimestre disparó de manera inusual el volumen de exportaciones a Estados Unidos, desde aproximadamente 40.000 millones de euros, hasta 60.000 millones.
Sector servicios: entre estanflación y normalización
El índice ISM de servicios cayó por debajo de 50, con una lectura de 49,6, en su primer retroceso en territorio contractivo desde mayo de 2020. El dato sorprendió negativamente al consenso, que esperaba una ligera mejora. Lo más preocupante fue la caída del subíndice de nuevos pedidos (de 52,3 a 46,4), en contraste con un fuerte repunte en el componente de precios (de 65,1 a 68,7).
Esta combinación, enfriamiento de la actividad con presión inflacionaria persistente en sectores como salud, educación, transporte o restauración, plantea un dilema para la Reserva Federal: recortar podría ser prematuro si la inflación de servicios no se modera de forma clara.
Empleo: fortaleza estructural con signos de cansancio
En el frente laboral, los datos siguen reflejando una economía en fase de desaceleración, pero no aún en contracción. La tasa de participación se mantiene estable, y la creación de empleo, aunque más lenta, sigue siendo positiva. Sin embargo, el último informe ADP mostró una fuerte moderación: 37.000 nuevos empleos frente a los 120.000 esperados.
Este dato, junto a la revisión a la baja del mes anterior, alimenta el debate sobre si estamos cerca de un “punto de inflexión” en el mercado laboral. Por ahora, el ratio de vacantes sobre empleo total permanece por debajo del 4,5%, nivel que Christopher Waller ha citado como umbral clave para anticipar aumentos en la tasa de desempleo.
Soft data vs. hard data: aceleración sin convicción
La divergencia entre indicadores “soft” (encuestas de confianza, expectativas) y “hard” (ventas, producción, inversión) se mantiene. Aunque los datos del Conference Board mostraban cierta recuperación en la moral del consumidor, los indicadores duros no han seguido esa mejora, aunque se mantienen planos. El consumo se modera, la inversión empresarial se estanca y las exportaciones enfrentan un entorno global menos favorable.
En este contexto, la OCDE ha revisado a la baja sus proyecciones de crecimiento mundial: del 3,1% al 2,9% en 2025, y del 3% al 2,9% en 2026. Las razones son múltiples: persistencia de la incertidumbre política, menor impulso de China, endurecimiento de la política fiscal en algunas economías avanzadas, y prudencia por parte de hogares y empresas en sus decisiones de gasto e inversión.
Mercados financieros: sesgo ligeramente positivo, pero sensible a sorpresas
El repunte técnico de la renta variable parece haber encontrado cierta resistencia. Desde los mínimos de abril, el S&P 500 ha recuperado cerca de un 20%, impulsado por la desescalada arancelaria parcial, el alivio inflacionario y la expectativa de políticas monetarias menos restrictivas.
Sin embargo, este rebote convive con valoraciones exigentes, especialmente en sectores como tecnología y consumo discrecional. Los múltiplos precio-beneficio se sitúan por encima de sus medias históricas, lo que deja poco margen ante posibles revisiones negativas de beneficios o sorpresas macroeconómicas adversas.
El mercado parece haberse instalado en un equilibrio precario: no hay catalizadores claros para una corrección inminente, pero tampoco argumentos contundentes para una nueva fase de expansión sostenida. La volatilidad implícita permanece contenida, pero podría repuntar si los datos de inflación o empleo se desvían de las expectativas.
Implicaciones para la política monetaria: esperar y ver
Para los bancos centrales, el mensaje es mixto. La mejora en inflación da margen para considerar recortes, pero la persistencia de algunas presiones de precios -especialmente en servicios- sugiere que deben actuar con cautela.
La Reserva Federal mantiene su enfoque “data dependent”, lo que implica que cualquier cambio de rumbo dependerá de la evolución en los próximos datos de PCE, empleo y consumo. Si el enfriamiento económico se acentúa y la inflación continúa descendiendo, podríamos ver el primer recorte tan pronto como julio. Pero si la actividad resiste y los precios no ceden lo suficiente, la Fed podría optar por mantener el tipo de interés de referencia sin cambios hasta bien entrado el tercer trimestre.
Conclusión: en el umbral de un nuevo régimen económico
El primer semestre de 2025 ha estado marcado por la transición desde un régimen de inflación elevada hacia otro de crecimiento débil y riesgos estructurales emergentes. A diferencia del ciclo 2020–2022, ahora los bancos centrales enfrentan una combinación más delicada: menor crecimiento potencial, mayor incertidumbre fiscal y geopolítica, y una inflación que se resiste a caer en determinados sectores.
Para los inversores, el reto será equilibrar riesgo y oportunidad en un entorno en el que las señales tradicionales de política monetaria pueden volverse menos eficaces. Las decisiones de asignación de activos requerirán una lectura más fina del ciclo y una gestión más activa de los factores macroeconómicos y geopolíticos.
Numerosos estudios apuntan a que los mercados privados van a seguir creciendo en los próximos años. Pero en este punto surge la pregunta de dónde procederá el nuevo capital que dé sustento a este crecimiento. La respuesta desde Preqin es sencilla: más capital procedente de todas las fuentes que invierten actualmente. Incluidos los inversores wealthy individuals, que cuentan con preferencias muy claras, dentro de las distintas clases de activos de los mercados privados.
En su informe Global Private Equity Report 2025, la consultora Bain & Company prevé que el 75% del aumento de los activos gestionados de aquí a 2033 procederá de inversores institucionales. Según sus previsiones, los fondos soberanos de inversión (FSI) representarán el 35% del crecimiento total, y su exposición crecerá un 11% anual durante la próxima década, hasta alcanzar los 17.000 millones de dólares. Una cuarta parte del crecimiento de los activos procederá del patrimonio privado, incluidos los grandes patrimonios y los ultra grandes patrimonios, así como las grandes fortunas.
La deuda privada, en el punto de mira de los inversores privados
Según los datos de Preqin, en 2024 se produjo un notable aumento de la actividad en activos alternativos entre los inversores privados. Pero, ¿cómo invierten los wealthy individuals en los mercados privados? Por activos, la firma destaca que el private equity y el sector inmobiliario siguen siendo los más populares, “ya que la proporción de inversores privados que declaran que están activos en esta clase de activos aumentó del 70% en 2023 al 78% el año pasado -en el caso del private equity- y del 68% al 74% en el inmobiliario.
Proporción de inversores privados activos en cada clase de activos
La deuda privada, según la firma, es un área de interés en rápido crecimiento, con un 42% de los inversores privados que afirman estar activos en esta clase de activo. En el ámbito del private equity, las estrategias de buyout son las más populares entre los inversores de patrimonio privado, “y por un amplio margen”, tal y como refleja un estudio de Preqin: el 69% de los inversores encuestados por la firma asegura que se centrará en esta estrategia en los próximos 12 meses, lo que supone un ligero descenso con respecto al 71% de 2023.
Estrategias para los próximos 12 meses de los inversores privados en private equity
Las estrategias growth y de mercados secundarios también siguen gozando de buena aceptación, con un 55% y un 34% de los inversores, respectivamente, que prevén centrarse en ellas a un año vista.
En lo que respecta a la deuda privada, los préstamos directos ocupan el primer puesto entre los inversores de patrimonio privado: el 49% dice que tiene previsto poner el foco en esta estrategia de aquí a 12 meses, frente al 46% del año pasado.
Estrategias de los inversores privados en deuda privada para los próximos 12 meses
La deuda distressed no le va a la zaga, con un 38%. Mientras tanto, los fondos de fondos siguen siendo una de las estrategias menos populares, aunque el interés de los inversores va en aumento desde el año pasado (del 6% al 9%).
Los General Partners (GPs) ya están aprovechando el crecimiento del patrimonio privado
Los gestores de activos que se apresuraron a atraer el patrimonio privado están cosechando los frutos. Blackstone, que empezó a actuar hace 14 años, ha declarado que el año pasado recibió 23.000 millones de dólares en sus productos semilíquidos, lo que representa el 20% de las entradas totales.
Otros grandes gestores llegaron tarde a la fiesta, pero ahora están recuperando el tiempo perdido. Apollo Global Management lanzó su negocio de soluciones patrimoniales en 2021 y captó 12.000 millones de dólares a través de este canal el año pasado. Tiene previsto duplicar su equipo de gestión de patrimonios.
«Estos nuevos grupos de inversores requieren un enfoque holístico, que abarque la educación, la distribución y la gestión de carteras», según apuntan desde Preqin.
Los bancos centrales continúan enfocados en sus objetivos, intentando aislarse del ruido que trae la guerra comercial de la Administración Trump y el aumento de incertidumbre. En cierta medida, la política monetaria ha perdido protagonismo en los mercados a raíz de los estímulos fiscales y las tensiones arancelarias, pero sigue siendo un factor clave para la evolución macroeconómica.
Así lo demostró ayer el Banco Central Europeo (BCE) en su última reunión. La institución monetaria cumplió con las expectativas anunciando un nuevo recorte y su presidenta, Christine Lagarde, evitó proporcionar una orientación futura definitiva. Sin embargo, sus palabras sobre “estar cerca de un final de ciclo” volvieron a poner sobre la mesa dos ideas: una posible pausa en su ritmo de recortes y la posibilidad de terminar el año con los tipos al 1,25%.
“El BCE recortó los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta el 2%, ya que la inflación se redujo al 1,9%, por debajo del objetivo por primera vez en más de un año. La desaceleración de las presiones inflacionistas y un crecimiento más moderado han respaldado la medida, aunque la política se mantiene cautelosa. Es muy probable que se produzca una pausa durante el verano, ya que el BCE evalúa los riesgos comerciales y la resiliencia interna. A más largo plazo, el reequilibrio fiscal y los factores externos adversos orientarán las perspectivas políticas hacia una postura más neutral”, apunta David Zhan, responsable de Renta Fija de Franklin Templeton.
Este último movimiento del BCE pone el foco en cómo están alcanzando sus objetivos el resto de bancos centrales -en concreto, en la Reserva Federal de EE.UU. (Fed)-, en un contexto que sigue ganando incertidumbre. “En medio de crecientes tensiones geopolíticas, ajustes de política monetaria y señales mixtas en los indicadores macroeconómicos, los mercados financieros atraviesan una fase de reajuste estructural en la que conviven expectativas divergentes sobre crecimiento, inflación y regulación. Las recientes declaraciones de líderes políticos y económicos, así como los nuevos datos de empleo, comercio internacional y actividad empresarial, delinean un escenario complejo pero revelador, donde las dinámicas de poder entre Estados Unidos, China, Europa y otras regiones claves comienzan a mostrar claros reposicionamientos”, resume Felipe Mendoza, analista de mercados financieros ATFX LATAM.
Más allá del BCE
En este contexto, considera que la Fed continúa atenta a la evolución de los acontecimientos. “Un informe de la Fed de Nueva York indicó que las empresas trasladaron rápidamente los costes arancelarios a los precios finales, reforzando las presiones inflacionarias sectoriales”, destaca.
Para Mendoza, de cara a los próximos meses, “se esperan episodios de volatilidad en los activos de riesgo, impulsados por la evolución de las relaciones comerciales, las decisiones de política monetaria del BoJ y Fed, además de la tomada por el BCE, así como la respuesta del mercado a los resultados corporativos en un entorno de desaceleración global progresiva”.
Sobre la política monetaria en la región asiática, desde Eurizon Asset Management destacan: “En China, el PBoC continúa con una política de ajustes graduales. A pesar de la moderación del crecimiento y la debilidad de la inflación, las autoridades evitan estímulos agresivos para no recalentar sectores sensibles como el inmobiliario. Por el contrario, en Japón, el BoJ ha abandonado los tipos negativos y ha iniciado un proceso de subidas para controlar una inflación que, aunque moderada, sigue cerca de máximos recientes”.
En América Latina, el protagonismo es para el Banco Central de Brasil (BCB) que se enfrenta a múltiples desafíos económicos y financieros que complican su labor de estabilizar la economía y controlar la inflación. Según los expertos, tiene por delante poner freno a la inflación que continúa por encima de la meta del 3%, con proyecciones que indican un cierre de año en torno al 5,5%. Para ello, el BCB ha incrementado la tasa Selic hasta el 14,75%, su nivel más alto en casi 20 años.
“Aunque algunos indicadores sugieren una posible moderación en el ritmo de aumentos, el banco mantiene una postura cautelosa, evaluando continuamente los datos económicos antes de realizar nuevos ajustes. Además, las decisiones de la Reserva Federal de mantener tasas de interés elevadas limitan el margen de maniobra del BCB para flexibilizar su política monetaria sin provocar salidas de capital”, indican los analistas.
Tampoco pasan desapercibidos los retos del Banco de México (Banxico). En respuesta a las presiones inflacionarias, Banxico ha mantenido una postura monetaria restrictiva, con una tasa de interés de referencia en 8.5%. Aunque se han realizado recortes en la tasa, la entidad ha señalado que continuará evaluando cuidadosamente las condiciones económicas antes de implementar nuevos ajustes.
Leyendo al BCE
Poniendo de nuevo el foco en el BCE, Annalisa Piazza, analista de investigación de renta fija de MFS Investment Management, considera que el tono del comunicado de prensa fue relativamente prudente y se mantuvo la orientación futura, dejando la puerta abierta a nuevos recortes más adelante este año. “Esperamos el próximo recorte en septiembre, cuando —quizás— algunas de las incertidumbres sobre los aranceles se hayan reducido y existan indicios más claros sobre ciertos aspectos de los planes fiscales alemanes. Dado el nivel actual de incertidumbre, ahora es más difícil calibrar cuál será la tasa terminal. El BCE se muestra más confiado en la estabilidad de precios a medio plazo, observa cierta resiliencia en el crecimiento —que no parece haberse visto demasiado afectado por los choques recientes— y, por último pero muy importante, el recorte de hoy confirma que se sienten bien posicionados para afrontar las condiciones inciertas actuales”, argumenta Piazza.
En opinión de Max Stainton, Estratega Senior de Macroeconomía Global en Fidelity International, en la conferencia de prensa, Lagarde enfatizó el escenario de guerra comercial a la baja que el personal del BCE generó para esta ronda de previsiones, el cual prevé que tanto el crecimiento como la inflación se sitúen por debajo de las proyecciones base. “La presidenta Lagarde también ha destacado la falta de confianza en las perspectivas de crecimiento, señalando que el aparente panorama positivo para 2025 se debe principalmente al fuerte impulso del primer trimestre. Lo más significativo es que el análisis de escenarios del BCE muestra que se está acumulando una asimetría a la baja para la inflación, con una inflación claramente más baja en el escenario de escalada, pero en gran medida sin cambios en el escenario de resolución comercial”, apunta Stainton.
Sin duda, la guerra comercial pesa en los análisis que hacen las gestoras internacionales. Por ejemplo, Simon Dangoor, responsable de Fixed Income Macro Strategies de Goldman Sachs Asset Management, considera que, “dado que la incertidumbre comercial sigue suponiendo un riesgo para el crecimiento económico de la zona euro y que es probable que la desinflación subyacente se mantenga, esperamos dos recortes más de los tipos, que podrían situarlos en el 1,5% este año. Seguimos de cerca la evolución fiscal y los flujos de los fondos de pensiones, que podrían abrir oportunidades para los inversores en renta fija”.
Próximas reuniones
Para Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO, el precio de mercado de los tipos finales en torno al 1,75% parece razonable, y sigue siendo coherente con una gestión cíclica dentro de un intervalo de política neutral. “A partir de ahora, los debates del Consejo General se centrarán probablemente en la orientación adecuada de la política monetaria y, en particular, en la necesidad de adoptar una postura más acomodaticia para evitar que la inflación no alcance el objetivo de estabilidad de precios a medio plazo. Mirando hacia futuras reuniones, en nuestra línea de base, esperamos que el BCE haga una pausa en la reunión de julio y realice un último recorte de tipos en septiembre. Probablemente será necesaria una configuración más recesiva para que el BCE vaya más rápido y más lejos en este ciclo de recortes”, afirma Veit.
Por su parte, Roelof Salomons, del BlackRock Investment Institute, considera que a partir de ahora el BCE puede centrar más su atención en el crecimiento que en la inflación. Prevemos que recorte los tipos por debajo del nivel neutral este año. “La inflación general ya ha alcanzado el 2% y se espera que baje aún más. Las presiones salariales están disminuyendo, y también prevemos que la inflación subyacente se desacelere hasta el 2% para finales de año, apoyada por un tipo de cambio más fuerte y precios de la energía más bajos. Aún así, a largo plazo, es probable que un mayor gasto fiscal mantenga la inflación por encima de los niveles previos a la pandemia”, señala Salomons.
Para Sandra Rhouma, vicepresidenta y economista europea del equipo de Renta Fija de AllianceBernstein, ahora la atención del BCE se centrará en los riesgos de desviación a la baja. E insisten en que salvo que la economía entre en una recesión severa que requiera una reacción política agresiva, el cambio en la función de reacción del BCE se materializará de forma progresiva. Según su visión, esto se debe a dos razones: Primero, la incertidumbre generalizada, impulsada por las guerras comerciales, complica la toma de decisiones, ya que su impacto aún no se ha manifestado claramente. La segunda razón es que la tasa de facilidad de depósito (DFR) se encuentra ahora dentro del rango de las nuevas estimaciones neutrales del BCE, que se sitúan entre el 1,75% y el 2,25%.
“La presidenta Lagarde afirmó que el BCE está ‘bien posicionado para afrontar’ la incertidumbre actual. En este contexto, creo que la reticencia de algunos miembros a seguir recortando aumentará con cada recorte adicional. Si el impacto de los aranceles sobre el crecimiento resulta relativamente benigno, el BCE no está dispuesto a abandonar su enfoque de decisiones reunión por reunión. La próxima reunión, el 24 de julio, se celebrará después del fin de la pausa de 90 días, momento en el que la UE podría verse sujeta a aranceles de entre el 10% y el 50%”, argumenta Rhouma.
Mirando al mercado
Según destaca la analista de investigación de renta fija de MFS Investment Management, desde la perspectiva del mercado, los comentarios de Lagarde durante la rueda de prensa provocaron un aplanamiento bajista en las curvas de los bonos gubernamentales de la eurozona (EGBs), ya que los mercados comenzaron a descontar la posibilidad de más recortes este año. “Aún vemos riesgos de que la economía sufra más de lo anticipado debido a los aranceles, ya que el periodo prolongado de incertidumbre puede erosionar la disposición a gastar e invertir, a pesar del apoyo que brindan el ingreso real disponible y las condiciones financieras. Lagarde parece relativamente cómoda con la fortaleza del euro, considerándola un reflejo de una economía más resiliente. Veremos cuánto dura”, apunta Piazza.
Sobre el euro, Lagarde destacó que el euro se ha fortalecido, lo que ha contribuido a reducir los costos de importación y ha influido en la moderación de la inflación. “Este fortalecimiento refleja la confianza de los inversores extranjeros en la economía europea y en la estabilidad proporcionada por las políticas del BCE”, explicó. De hecho, tras la reunión del BCE el euro/dólar subió hacia el nivel de 1,1500, tras la actualización de la política del BCE, impulsado por la revalorización de la curva de tipos de la zona euro. La subida de 5 puntos básicos en los rendimientos a 2 años refleja la reducción de las expectativas del mercado de una mayor relajación del BCE. El EUR/USD podría poner a prueba el máximo de abril en 1,1573 si los próximos datos de EE.UU., en particular las NFP, decepcionan e impulsan las expectativas de recorte de tipos de la Fed. Seguimos confiando en que el EUR/USD continúe fortaleciéndose hasta el nivel de 1,2000”, señala el banco japonés MUFGP.
Ante este contexto, Salomons, del BlackRock Investment Institute, en los mercados de renta fija, sigue prefiriendo los bonos europeos a largo plazo y el crédito. “Europa no es inmune al aumento del coste global del capital, pero representa un faro relativo de estabilidad. A comienzos de este año, actualizamos nuestra calificación de las acciones europeas a neutral gracias a una agenda más favorable al crecimiento. Estamos observando cómo responde el bloque a la dinámica global cambiante y cómo enfrenta sus desafíos estructurales antes de adoptar una postura más optimista. Vemos oportunidades selectivas en el sector financiero y en industrias vinculadas al gasto en defensa e infraestructuras”, argumenta el experto de BlackRock.
BBVA, Banco República (BROU), HSBC, Itaú y Santander aprobaron un préstamo por valor de 50 millones de dólares a 15 años para instalar plantas de clasificación de residuos plásticos en los 19 departamentos del país.
El Plan para la Valoración de los Envases y Materiales de Envasado (Plan Vale), aprobado por el Ministerio de Ambiente en agosto de 2022, busca la recuperación y valorización de envases posconsumo en el marco de la responsabilidad extendida al productor, dentro de una estrategia país. Se trata de una de las inversiones más significativas de Uruguay, según anunciaron sus promotores.
La celebración de la firma del contrato tuvo lugar en un evento realizado en el Club de los Industriales de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), que contó con la participación del ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, y la ministra de Industria, Energía y Minería, Fernanda Cardona, entre otras autoridades nacionales y departamentales.
Agustín Tassani, presidente del Plan Vale, destacó por un lado la inversión consistirá en expandir el sistema actual de recuperación selectiva a todo el país, mejorando y construyendo plantas de clasificación en varios departamentos, y por otro la próxima inversión en infraestructura para el nuevo sistema de envases de un solo uso, construyendo cuatro plantas de conteo y una planta de consolidación en el área metropolitana, que procesarán buena parte de los envases de bebidas del país y que estarán operativas a finales de 2026.
“Vamos a fortalecer toda la industria del reciclaje”, sostuvo, augurando la aparición de emprendimientos en el sector en el futuro.
“A partir de la implementación del Plan Vale vamos a experimentar y hacer posible un cambio cultural en el Uruguay, que transforme nuestra relación con los residuos y los envases”, dijo por su lado el ministro Edgardo Ortuño, quien también se mostró auspicioso por posicionar al país como una referencia en el mundo respecto al desarrollo sostenible.
La ministra Cardona resaltó que se trata de un “ejemplo de economía circular real”, que “demuestra la necesidad absoluta del trabajo en conjunto del sector público con el privado”.
Por su parte, Leonardo García, presidente de la CIU, expresó: “Este es el inicio de un trabajo largo que tenemos por delante, un gran desafío que va a ser parte de la transformación del país”.
Hoy día, el aprendizaje automático ofrece un enfoque poderoso en el análisis financiero. Efectivamente, a diferencia de los métodos cuantitativos tradicionales, que se centran en un número limitado de efectos de mercado, el aprendizaje automático puede manejar grandes cantidades de datos, estructurados y no estructurados, para identificar relaciones complejas no lineales que afectan a los precios de los activos.
Pero la inversión con inteligencia artificial (IA) requiere de transparencia y una clara comprensión de sus procesos, así como de sus resultados, lo que se denomina una «caja de cristal». Así, desde principios de la década de 2010, el aprendizaje automático -subconjunto de la inteligencia artificial- ha sido una de las áreas que hemos explorado, junto con datos alternativos y procesamiento del lenguaje natural. En concreto, una de sus ventajas es que reduce el sesgo y la subjetividad en la toma de decisiones, con gran rapidez y rigor. De hecho, hoy día el aprendizaje profundo y la IA generativa facilitan que los sistemas pueden aprender por sí mismos
Aplicaciones para la inversión
Ahora bien, cuando se aplican a la inversión y la gestión de carteras pueden generar respuestas sin explicación, alucinaciones. Es el caso de herramientas como ChatGPT que no están diseñadas para inversiones. No será su próximo gestor. Por su parte el aprendizaje no supervisado puede crear clústeres de características homogéneas diferenciadas, pero es opaco, no se puede explicar el resultado.
Por ello, decidimos emplear el aprendizaje automático supervisado, lo que facilita un entrenamiento del sistema más consistente. En concreto, lo entrenamos a partir de unas 300 características del estado de un mercado financiero y sus derivadas o evolución, a partir de numerosas fuentes: pronósticos de analistas, datos de mercado (precios, volúmenes), posición de los inversores (fondos, ventas en corto), efectos calendario y otros. Para ello utilizamos diez años de historia desde 2000, dos para entrenar el modelo y dos fuera de muestra para testar la robustez, evitando que el modelo sea demasiado simplista y débil en la calidad de la predicción y también que tenga sobreajuste.
El caso de Pictet AM
En total empleamos hasta diez millones de parámetros, mediante un centro de datos en Ginebra con 15 servidores exclusivamente para el equipo Quest, con 1.112 microprocesadores CPU, cuatro GPU L40 y dos T4 Nvidia, para un total de 10 pentaFLOPs, la potencia de cómputo de 3.147 ordenadores. De hecho, necesitamos un día completo para reentrenar el modelo. Empleamos esa potencia para combinar árboles de decisión de manera supervisada. Cada árbol imita a un analista que en su ordenador toma decisiones respecto a cada acción a partir de un conjunto diverso de datos.
En nuestro modelo este analista tiene libertad para elegir entre 300 características. Ahora bien, el analista típico acierta en 30 a 45 % de las ocasiones. Para mejorarlo, otro analista puede centrarse en los errores del primero. Así, cada árbol de decisión aprende a corregir los errores de los anteriores. De esta forma empleamos 50.000 árboles de decisión, cooperando de manera eficiente, que reentrenamos cada trimestre. Además, tenemos en cuenta que la vida media del recuerdo del mercado es de solo de unos 16 días. De manera que cada semana la cartera se vuelve a equilibrar.
Ello nos permite eliminar el sesgo humano al predecir el comportamiento de cada acción a corto plazo. En concreto, aprovechamos pequeñas diferencias de solapamiento con el índice para generar exceso de rentabilidad de manera acumulativa y consistente en el tiempo. Todo ello proporciona una solución estable. Aunque el modelo se ejecuta automáticamente, es construido, probado, perfeccionado y mantenido por personas expertas y los gestores son responsables del funcionamiento diario. Examinan los resultados del modelo, si la distribución de pronósticos es coherente con lo que se espera o si las variaciones permanecen en un orden de magnitud razonable.
El caso es que estamos ante un modelo específico de inversión con IA que identifica y aprovecha relaciones no lineales en las características para hacer predicciones más precisas de rentabilidad de cada valor. El resultado es eficiente, con exceso de rentabilidad sistemáticamente positivo. Pero no es una “caja negra”, sino una verdadera “caja de cristal, como se describe en el estudio que publicamos a finales de 2021 (“Performance attribution of machine learning methods for stock returns prediction” The Journal of Finance and Data Science). Nos permite explicar de forma transparente las fuentes de exceso de rentabilidad respecto al índice.
Tribuna elaborada por Gabriele Susinno, gestor senior de carteras de clientes del equipo cuantitativo Quest en Pictet AM.
Nuevos pasos en favor del proyecto de la Unión de Ahorro e Inversión (SIU, por sus siglas en inglés) y la Unión de Capitales de la Unión Europea (UE). Estonia, Francia, Alemania, Países Bajos, Portugal, Luxemburgo y España han lanzado una nueva etiqueta de comercialización para productos de ahorro que estén orientados a inversiones europeas y a largo plazo.
La propuesta llega desde Francia, donde Éric Lombard, ministro de Economía, Finanzas y Soberanía Industrial y Digital, junto con sus homólogos han lanzado el sello de ahorro “Finance Europe”. Según explican desde el organismo francés, esta iniciativa se enmarca en el Laboratorio Europeo de Competitividad, lanzado por Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresa de España. Tras una reunión con todos los ministros y representantes de los estados miembros implicados en la iniciativa, Éric Lombard ha inaugurado un evento que ha reunido a actores institucionales y del sector financiero, dedicado a la movilización del ahorro europeo al servicio del crecimiento europeo, para posteriormente proceder a la firma de la carta de lanzamiento del sello «Finance Europe».
Detalles del sello
Esta iniciativa pretende ser un primer paso hacia una mejor integración de los mercados financieros de la Unión Europea, que suelen estar fragmentados por líneas nacionales. Según el comunicado del Ministerio de Finanzas francés, los siete países han acordado que la etiqueta para productos de ahorro europeos exigirá que al menos el 70% de los activos se inviertan en países de la UE, con un enfoque en inversiones en acciones para reforzar los balances de las empresas.
Además, estos productos deben fomentar la tenencia a largo plazo, con una inversión mínima de cinco años, y no ofrecerán garantías públicas de capital. Un dato relevante es que señalan que cualquier incentivo fiscal será determinado de forma individual por cada estado miembro de la UE. “Las autoridades competentes de cada país serán responsables de garantizar que los bancos, aseguradoras y gestoras de activos que utilicen la etiqueta cumplan con sus criterios. El derecho a utilizarla será retirado en caso de uso indebido”, resumen desde Reuters.
Durante el evento, se compartió como reflexión que la creación de una Unión de Mercados de Capitales más ambiciosa es algo que ha eludido la UE durante años debido a los intereses nacionales arraigados, las diferentes culturas empresariales y financieras, y las distintas normativas de los países europeos. Sin embargo, “se considera cada vez más esencial para aumentar la financiación de las empresas europeas, que tienden a depender mucho más de los préstamos bancarios que sus competidores en Estados Unidos, donde unos mercados financieros más desarrollados hacen que la captación de capital sea mucho más fácil”, destacaron los participantes del evento.
Desde finReg360, Sara Gutiérrez, socia cofundadora de finReg360 y Fernando Alonso, socio de Estrategia y Operaciones de finReg360, explican que las principales características del sello o etiqueta europeo son:
El sello europeo no se trata de un nuevo producto. Si bien todavía no se ha definido claramente, parece que se trata de una referencia para que sus ahorros contribuyan de forma significativa a la financiación de las empresas europeas.
Al menos el 70% de los activos debe invertirse en el Espacio Económico Europeo (EEE).
Los productos que tengan esta etiqueta deberán estar invertidos principalmente en renta variable, para contribuir a la financiación en acciones de las empresas europeas.
Se debe tratar de productos con un horizonte temporal a largo plazo, por ejemplo, un periodo mínimo de inversión de 5 años.
No se cubrirán por ningún sistema de garantía de capital público.
En cuanto a la fiscalidad, lo que entendemos que es el tema más relevante, al existir sistemas fiscales distintos en cada uno se los países, se establece que cualquier incentivo fiscal asociado a la etiqueta se determinará a nivel nacional, en función de las políticas fiscales de cada Estado miembro.
“Esta nueva etiqueta o sello europeo no será otorgada por ninguna autoridad pública, serán las propias entidades (bancos, aseguradoras, gestoras) las que autoevaluarán si sus productos cumplen los requisitos para poder utilizar estos sellos. Los supervisores nacionales de cada uno de los Estados miembros verificarán el cumplimiento de los criterios de la etiqueta. Se advierte que cualquier uso indebido o incumplimiento puede dar lugar a la retirada del derecho a utilizar la etiqueta”, añaden Gutiérrez y Alonso.
Principales valoraciones
Las principales organizaciones de la industria han valorado positivamente este anuncio. En el caso de España, Inverco ha señalado que comparten los objetivos y apoyan la iniciativa, “al tiempo que consideramos imprescindible que haya incentivos fiscales para que esta etiqueta atraiga nuevos flujos de inversión”. Recuerdan que la finalidad de este lanzamiento es fomentar el desarrollo de soluciones de inversión que inviertan mayoritariamente en Europa. “Inverco tiene el placer de representar a la industria española de Fondos de Inversión y de Pensiones, cuya presencia y participación en esta iniciativa subraya de nuevo el compromiso de la gestión de activos con los objetivos de la UE. Confiamos en que la etiqueta Finance Europe que hoy se presenta cuente en cada Estado participante con los impulsos necesarios para atraer nuevos flujos de inversión”, han señalado.
Desde finReg360, sus expertos matizan y explican los detalles de este sello. En primer lugar, destacan que se trata de una iniciativa que no tiene consideración de norma ni reglamento europeo, se trata de una iniciativa a la que se solicita que se unan los distintos países.
“De acuerdo con lo publicado antes de lanzar el sello o etiqueta europeo se ha debatido con una veintena de Estados miembros a distintos niveles, distintos componentes del sector privado, en particular los distribuidores. No obstante, asociaciones que representan a los inversores como Better Finance ya han declarado que no han participado y que les gustaría hacerlo para asegurar el éxito de la iniciativa. Hay que tener en cuenta que esta iniciativa no se trata de cubrir la recomendación de la Comisión en la SIU sobre el lanzamiento de nuevos productos como las cuentas de ahorro e inversión, se trata de algo distinto, que en todo caso, cuando se conozca la propuesta de la Comisión prevista para el tercer trimestre de 2025 habrá que ver cómo encajan”, explican Sara Gutiérrez, socia cofundadora de finReg360 y Fernando Alonso, socio de Estrategia y Operaciones de finReg360.
Si bien consideran que la finalidad de la iniciativa es positiva, reconocen que “quedan muchos aspectos que son necesarios entender para poder concluir si podrá suponer impulsar la movilización del ahorro hacia la inversión contribuyendo a integrar los mercados financieros europeos e impulsar la competitividad”, concluyen.
Apoyo a la SIU
Esta no es la única iniciativa que hemos visto en las últimas 24 horas. También en París, se ha organizado, durante el pasado miércoles y jueves, la Conferencia conjunta del Mecanismo Europeo de Estabilidad y la Florence School of Banking and Finance sobre la Unión de Ahorro e Inversión (SIU, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea (UE).
Este evento ha reunido a investigadores senior y representantes de alto nivel del sector público y privado para debatir los beneficios de la integración de los mercados de capitales para la economía de la UE y las prioridades políticas para avanzar en dicha integración. Las discusiones se han centrado en la relación entre la integración de los mercados de capitales y el bienestar social, así como en la economía real, considerando también la estructura del sistema financiero para apoyar la financiación de las pymes.
Un evento que llega en un momento muy oportuno porque el jueves 5 de junio finalizó el plazo para la consulta pública lanzada por la Comisión Europea sobre la SIU. “Esta consulta tenía como objetivo identificar las barreras que impiden un mercado único en la negociación, la posnegociación y la gestión de activos, evaluar si los marcos normativos y de supervisión actuales son adecuados para los operadores con fuerte dimensión transfronteriza o que actúan en sectores innovadores, y revisar la eficacia de la supervisión actual. Sus resultados servirán de base para una consulta específica de ocho semanas de duración”, indican desde finReg360.
El Consejo de Gobierno ha decidido bajar 25 puntos básicos los tres tipos de interés oficiales del BCE. En consecuencia, los tipos de interés aplicables a la facilidad de depósito, a las operaciones principales de financiación y a la facilidad marginal de crédito disminuirán hasta el 2%, el 2,15 % y el 2,40 %, respectivamente, con efectos a partir del 11 de junio de 2025.
Sobre este nuevo movimiento, Christine Lagarde, presidente del BCE, ha señalado que “estamos llegando al final de un ciclo, navegando cerca de nuestro objetivo”. Según explica en su comunicado oficial, la decisión de reducir el tipo de interés aplicable a la facilidad de depósito se basa en su evaluación actualizada de las perspectivas de inflación, de la dinámica de la inflación subyacente y de la intensidad de la transmisión de la política monetaria.
Respecto a el tamaño de las carteras del APP y el PEPP, han indicado que se está disminuyendo a un ritmo mesurado y predecible, dado que el Eurosistema ha dejado de reinvertir el principal de los valores que van venciendo.
Nuevas proyecciones
En concreto, la inflación se sitúa actualmente en torno al objetivo del Consejo de Gobierno del 2 % a medio plazo. “En el escenario de referencia de las últimas proyecciones de los expertos del Eurosistema se estima que la inflación general se situará en promedio en el 2% en 2025, el 1,6% en 2026 y el 2% en 2027. Las revisiones a la baja, en comparación con las proyecciones de marzo, de 0,3 puntos porcentuales para 2025 y 2026, reflejan principalmente unos supuestos más bajos referidos a los precios energéticos y una apreciación del euro. De acuerdo con estas proyecciones, la inflación, excluidos la energía y los alimentos, se situará en promedio en el 2,4 % en 2025 y el 1,9 % en 2026 y en 2027, prácticamente sin variación desde marzo”, indican.
Además, los expertos consideran que el crecimiento del PIB real será, en promedio, del 0,9% en 2025, el 1,1% en 2026 y el 1,3% en 2027. Según afirman, el mantenimiento de la proyección de crecimiento para 2025 refleja un primer trimestre más vigoroso de lo esperado junto con unas perspectivas más débiles para el resto del año. “Aunque se espera que la incertidumbre sobre las políticas comerciales afecte a la inversión empresarial y a las exportaciones, especialmente a corto plazo, el aumento de la inversión pública en defensa e infraestructuras respaldará progresivamente el crecimiento a medio plazo”, reconocen.
En este sentido esperan que un aumento de las rentas reales y un mercado de trabajo sólido permitirán a los hogares gastar más, lo que, unido a unas condiciones de financiación más favorables, debería reforzar la capacidad de resistencia de la economía frente a las perturbaciones mundiales.
Los escenarios del BCE
El comunicado oficial indica que, en un contexto de elevada incertidumbre, los expertos han evaluado también algunos mecanismos mediante los que distintas políticas comerciales podrían afectar al crecimiento y a la inflación en escenarios ilustrativos alternativos. En este análisis de escenario, si en los próximos meses se produjera una mayor escalada de las tensiones comerciales, el crecimiento y la inflación se situarían por debajo de lo previsto en el escenario de referencia de las proyecciones. “En cambio, si las tensiones comerciales se resolvieran con un resultado favorable, el crecimiento y, en menor medida, la inflación se situarían por encima de lo previsto en ese escenario”, matizan.
Según la institución monetaria, la mayoría de los indicadores de la inflación subyacente sugieren que la inflación se estabilizará de forma sostenida en torno al objetivo del Consejo de Gobierno del 2 % a medio plazo. “El crecimiento de los salarios es aún elevado, aunque sigue moderándose notablemente, y los beneficios están amortiguando en parte su impacto sobre la inflación. La preocupación de que un aumento de la incertidumbre y una respuesta volátil de los mercados a las tensiones comerciales de abril tuvieran un efecto restrictivo en las condiciones de financiación ha disminuido”, apunta el comunicado oficial.
En línea también con lo esperado, la institución ha insistido en que el Consejo de Gobierno tiene la determinación de asegurar que la inflación se estabilice de forma sostenida en su objetivo del 2 % a medio plazo.
E insistido en el mismo mensaje: “Especialmente en el contexto actual de excepcional incertidumbre, aplicará un enfoque dependiente de los datos, en el que las decisiones se adoptan en cada reunión, para determinar la orientación apropiada de la política monetaria. Las decisiones del Consejo de Gobierno sobre los tipos de interés se basarán en su valoración de las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria, sin comprometerse de antemano con ninguna senda concreta de tipos”.