Pixabay CC0 Public Domain. Generali Global Infrastructure roza los 6.000 millones de euros en compromisos de inversores institucionales
Generali Global Infrastructure, gestora especializada en deuda de infraestructuras, ha anunciado uno de sus principales hitos desde su fundación en 2018: haber alcanzado casi los 6.000 millones de euros en compromisos de inversores institucionales. Con sede en París, la gestora centra su oferta en estrategias y soluciones de inversión innovadoras en los sectores de la transición energética, la movilidad verde, la transición digital y las infraestructuras sociales.
Un ejemplo de su propuesta de valor es, por ejemplo en 2020, el lanzamiento de dos fondos temáticos con compartimentos separados de deuda y de capital, para apoyar la recuperación europea invirtiendo principalmente en los ámbitos de la energía y la transición digital. El objetivo es alcanzar los 1.500 millones de euros de capital, con 700 millones de euros ya recaudados y parcialmente invertidos.
Además, la gestora deficiente su apuesta por la recuperación de las economías europeas. “Generali Global Infrastructure se diferencia por sus estrategias de inversión que, a través de una rigurosa selección de activos, pretende ofrecer una rentabilidad estable y predecible. Desde su creación, el equipo ha atraído cerca de 6.000 millones de euros de compromisos de capital y ha desplegado una cartera de unos 50 activos en Europa y Norteamérica. La fuerte capacidad de originación y el amplio alcance de las inversiones de Generali Global Infrastructure han sido claves para construir carteras resistentes y asegurar rendimientos atractivos para los inversores”, destacan desde la firma.
Actualmente, gestiona cerca de una docena de fondos, incluido un fondo de deuda de infraestructuras senior con un patrimonio de más de 2.000 millones de euros en junio de 2021. Este fondo ya está invertido en más del 75%, logrando un alto nivel de diversificación en los principales mercados europeos y en sectores clave como las telecomunicaciones, las energías renovables, la movilidad verde y los servicios públicos.
“Generali Global Infrastructure es ahora uno de los gestores de activos de deuda de infraestructuras más activos de Europa. Con un equipo fuertemente comprometido con la inversión responsable, nos centramos en la creación de valor a través de infraestructuras básicas y esenciales, acelerando así la transformación sostenible de nuestras economías y sociedades. Estamos especialmente orgullosos de la confianza depositada en nosotros por los inversores y de nuestra pertenencia a la plataforma de empresas de gestión de activos Generali Investments. Con el apoyo de planes de inversión europeos y estrategias de inversión adaptadas e innovadoras, estamos seguros y decididos a continuar el crecimiento activo de nuestra empresa”, ha destacado Philippe Benaroya, socio fundador y consejero delegado de Generali Global Infrastructure.
Pixabay CC0 Public Domain. Los inversores en activos reales deben descarbonizar sus carteras para garantizar su futuro
Desde Aviva Investors opinan que la transformación del entorno construido es fundamental para descarbonizar nuestra economía. Las emisiones de carbono de los edificios y las infraestructuras son responsables del 60% de las emisiones a nivel mundial, según datos de 2019 del Departamento de Empresa, Energía y Estrategia Industrial del Gobierno británico.
Según el UK Green Building Council, en el Reino Unido el 80% de los edificios existentes en 2050 ya habrán sido construidosy en todo el mundo en desarrollo los edificios y las infraestructuras se duplicarán en 2060 (este último dato equivale a añadir una ciudad como Nueva York cada mes). En opinión de Aviva Investors, por tanto, es necesario «un cambio radical en la forma de construir y renovar los edificios, los transportes y los sistemas de servicios públicos que utilizamos a diario».
De hecho, el Institute for Government advirtió recientemente que el Reino Unido aún no ha comprendido la magnitud de la tarea. Señaló al respecto: “El cumplimiento de este compromiso es un reto más difícil que responder a la crisis del coronavirus o poner en práctica el Brexit, y requerirá transformaciones en todos los sectores de la economía británica, una inversión sostenida durante tres décadas y cambios sustanciales en la vida de todos”, cita la gestora.
Transformación radical, riesgos y reajuste del capital
Desde la firma opinan que alcanzar la neutralidad en carbono es un desafío extremo que no se logrará sin una transformación radical del comportamiento social y de la economía. En el caso de los inversores en activos reales, dicha situación implica una amplia electrificación del transporte y la calefacción, una rápida adopción del hidrógeno y el desarrollo de tecnologías asequibles de captura y almacenamiento de carbono.
Mark Versey, consejero delegado de Aviva Investors, no se hace ilusiones sobre los cambios necesarios ni sobre el “papel vital que deben desempeñar los inversores para impulsar el cambio en los principales problemas de la sociedad”, especialmente en lo que respecta al cambio climático.
Darryl Murphy, director general de infraestructuras de Aviva Investors, desea que haya más intervención estatal. “Me complace ver que hemos llegado a un punto en el que el Gobierno ha sido más prescriptivo sobre el tipo de tecnologías con las que quiere contar”, afirma.
Aunque algunos pueden considerar que esta idea es controvertida, alegando que los gobiernos no deberían poder elegir a los ganadores, desde la gestora opinan que no hay tiempo que perder. “No vamos a conseguirlo limitándonos a dejar que las cosas evolucionen. Necesitamos mucha más planificación, un esfuerzo más centrado”, añade Murphy.
Ed Dixon, responsable de ESG para activos reales de Aviva Investors, está de acuerdo en que el Gobierno juega un papel importante y quiere ver un mejor uso de los activos ya disponibles. “Un rascacielos de la ciudad de Londres puede derribarse y sustituirse por uno nuevo, aunque se encuentre en un estado apto para su uso y pueda reformarse. No hay ninguna disposición en la política o la normativa actual que lo impida; de hecho, la estructura del IVA favorece ‘lo nuevo’. No podemos seguir demoliendo edificios de 20 años para reconstruirlos simplemente porque queremos algo diferente”, explica.
Los inversores en activos inmobiliarios están acostumbrados a invertir a largo plazo, por lo que estos futuros cambios son relevantes en la actualidad. El impacto en las carteras podría producirse antes de lo que la mayoría prevé, por lo que es imprescindible que se establezcan mecanismos detallados y sólidos de transición a la neutralidad en carbono para proteger sus inversiones, según Aviva Investors.
¿Deberían aumentar su apetito por el riesgo para impulsar los cambios necesarios? Los analistas de la firma opinan que no se puede alcanzar la neutralidad en carbono sin una rápida redistribución del capital, lo que significa que los inversores deben aceptar este reto para evitar implicaciones mucho más perjudiciales de los efectos de la crisis climática.
«Lamentablemente, mucha gente no sabe cómo realizar los cambios necesarios, aunque existan tecnologías de eficacia demostrada. Sin embargo, el valor de las propiedades que no puedan alcanzar la neutralidad en carbono sin realizar mejoras significativas se reducirá», agregan.
Construcción de un futuro sostenible
Esta circunstancia cambia la dinámica de la demanda de los clientes. Daniel McHugh, director general de inversiones en activos reales de Aviva Investors, es muy consciente de ello. “Como inversor comprometido, actuar y contribuir a la transición hacia un mundo bajo en carbono y resistente al cambio climático no solo es coherente con nuestros valores, sino que encaja a la perfección con las expectativas actuales de nuestros clientes”, afirma.
Por ello, la firma asegura haber situado la sostenibilidad en el núcleo de su actividad de activos reales. «Tras haber establecido nuestro objetivo de neutralidad en carbono en toda nuestra plataforma de activos reales de 47.300 millones de libras esterlinas para 2040, también nos hemos comprometido a integrarlo a través de múltiples etapas del proceso de inversión: desde la creación de activos hasta la gestión de estos y la participación continua de las partes interesadas», aclaran.
A fin de garantizar el cumplimiento de estos compromisos mediante acciones cuantificables, la iniciativa de Aviva se apoya en cinco objetivos intermedios explícitos a corto plazo que esperamos cumplir en los próximos cuatro años, de aquí a 2025:
Inversión de 2.500 millones de libras esterlinas en edificios e infraestructuras con bajas emisiones de carbono y de energías renovables.
Aumento de la capacidad de generación de energía renovable y baja en carbono hasta 1,5 gigavatios.
Generación de 1.000 millones de libras esterlinas en préstamos centrados en la transición climática.
Creación de, al menos, el 50 % de las nuevas estrategias agrupadas con etiquetas sostenibles o de impacto.
Reducción de la intensidad de carbono de los inmuebles en un 30 % y la intensidad energética en un 10 %.
Aviva Investors reconoce que la electrificación masiva del transporte y la calefacción es necesaria para satisfacer la creciente necesidad de energía de la sociedad, y por ello la gestora ha invertido «más de 5.000 millones de libras esterlinas desde 2015 en activos verdes, incluyendo energía solar, eólica, centros de energía y ferrocarril eléctrico». Esto equivale a 730 MW de capacidad de generación de energía renovable y baja en carbono en 2020, suficiente para abastecer a un millón de hogares. En 2020, la firma estableció un nuevo objetivo de alcanzar 1,5 GW en 2025 y asegura haber alcanzado ya «más de 900 MW gracias a nuevas inversiones en energía eólica terrestre y marina».
Desde las cubiertas en el sector inmobiliario hasta la inversión directa en energías renovables en el ámbito de las infraestructuras y la financiación de proyectos energéticos a gran escala a través de la deuda privada, la gestora afirma estar contribuyendo con su experiencia a la transición de la economía hacia la baja emisión de carbono, al tiempo que ofrece rentabilidades ajustadas al riesgo en sectores en crecimiento.
«El compromiso que asumimos en 2020 de generar 1.000 millones de libras esterlinas en préstamos sostenibles centrados en la transición climática para 2025 también debería contribuir a acelerar la transición social. La consecución de este objetivo avanza a buen ritmo y ya hemos generado más de 600 millones de libras esterlinas en tan solo siete meses. Los prestatarios suelen recibir un incentivo financiero de cerca de 20 puntos básicos; es decir, 200.000 libras esterlinas por un préstamo de 100 millones de libras», remachan.
En relación con los préstamos centrados en la transición, Dixon afirma: “Nuestro nuevo marco propio está diseñado para abordar específicamente la transición climática de los edificios, que es un área de creciente atención en el mercado inmobiliario”.
Los prestatarios están adoptando una serie de medidas acordadas para reducir las emisiones de los activos para los que se garantiza la financiación, entre las que se incluyen «la instalación de paneles solares fotovoltaicos, la reducción de la demanda de energía mediante una iluminación y unas instalaciones más eficientes, y la obtención de certificaciones de edificios ecológicos«, explican desde la gestora británica.
En última instancia, los préstamos sostenibles ayudan a reducir la huella de carbono de las inversiones de los clientes, mejoran la estabilidad financiera del prestatario subyacente y reducen los riesgos de transición climática a largo plazo asociados al sector inmobiliario, añaden.
«Al margen de nuestros propios esfuerzos, una correcta realización aportará muchos beneficios. La colaboración y el aprendizaje de las prácticas recomendadas del sector serán fundamentales. La reglamentación y la demanda de los clientes nos impulsan en la dirección correcta, pero además deberíamos dejarnos llevar por la certeza de que construir un futuro más sostenible es, simplemente, lo correcto», reza la política empresarial de la firma.
Como dice Oliver Rix, socio de energía, servicios públicos y recursos de Baringa: “La calidad de vida debería ser mucho mayor. Como profesionales, tendemos a hablar en términos hipotéticos y comparamos los riesgos y los costes. Esos enfoques resultan necesarios. No obstante, también tenemos que entender lo que significa para la gente y hablar de ello. Se trata de mejorar la calidad del aire, reducir la contaminación acústica, utilizar la tierra de forma más sostenible, realizar una buena gestión de los recursos agrícolas y mejorar la biodiversidad”.
Foto cedida. La banca privada se prepara para un futuro digital, especializado, de pago y con la sostenibilidad como bandera
La banca privada del futuro, que según sus protagonistas se está construyendo ahora, va a estar caracteriza por una mayor concentración y especialización dentro del sector, una alta digitalización, una importante presión regulatoria y una búsqueda de rentabilidades atractivas en un nuevo entorno de mercado. La implicación que tienen estos factores para el modelo de negocio de las entidades y las oportunidades que generan fueron algunos de los temas que se abordaron en el encuentro de banca privada organizado recientemente por iKN Spain.
El punto de partida son estos factores, donde ninguno es más importante que el otro, a los que las entidades están dando una respuesta común: poner al cliente en el centro de su modelo de negocio. También coinciden en que el sector ha salido reforzado de esta pandemia. “Considero que la industria está en un momento maduro, con clientes más cualificados y que comienzan a entender productos más complejos. Además, con MiFID II, el cliente comienza a pagar y, gracias a la pandemia, le da más valor a la transparencia. Eso sí, es un cliente más exigente con los productos y servicios que recibe porque, justamente, está pagando. Para darles respuesta y poder hacer frente a esa presión en los márgenes que todo esto conlleva, la tecnología jugará un papel muy relevante”, indicó Juan Espel, director general comercial de A&G Banca Privada, al inicio del primer papel del día sobre las perspectivas de negocio de esta industria para 2022.
Su preparación para el futuro parte de las tendencias que hemos visto durante los últimos años. “El proceso de concentración dentro de la industria continuará, y tenemos ejemplos recientes como la operación de Singular Bank y UBS. Seguimos viendo reducción en los márgenes, así que tenemos que ofrecer un valor añadido en nuestro servicio y en nuestra oferta, además de ganar volumen”, añadió José María Ferrer, director de Banca Privada y Wealth de Renta 4 Banco.
Por eso, a la hora de hablar de M&A, Espel reconoce que “las operaciones tienen que tener sentido”. Ante lo que José de Alarcón, director de Negocio de Andbank España, afirmó: “Todos peleamos por crecer de forma orgánica porque el crecimiento inorgánico es algo que no todas las entidades se pueden permitir, además de que tiene muchas más aristas. Un punto importante es que tiene que haber cordura en los precios que se le ponen a estas operaciones. Por ejemplo, las firmas aseguradoras están entrando con fuerza y lo están haciendo a precios altos, y eso distorsiona”.
Al poner el foco en la regulación, y en particular MiFID II, las entidades reconocen que les ha marcado las líneas por dónde debe evolucionar su negocio. Consideran que la presión regulatoria continuará en los próximos años y no solo en torno a las retrocesiones y retribuciones, si no en particular sobre la inversión sostenible. Para Alarcón, son pocos los que todavía se refieren a MiFID II sólo en clave de oportunidad. “Por el lado de los ingresos ha hecho mucho daño, y su implantación, al igual que ha ocurrido con la disrupción tecnológica, ha supuesto una importante inversión para las entidades. La industria ha ido hacia modelos de negocios más plenos, pero con una mayor contención de los costes. Esto nos ha hecho poner el foco en tres estrategias claras: minimizar el impacto de las gestiones administrativas y lograr ser más eficientes en nuestras tareas; priorizar y segmentar mucho, y mantener un discurso comercial muy homogéneo”, afirmó durante su intervención.
En esta adaptación de sus modelos de negocio, las entidades coinciden en que la gestión discrecional ha ganado un papel muy relevante. “Nos parece fundamental para preservar el patrimonio de nuestros clientes. Nos da la oportunidad de cumplir con MiFID II, en términos de transparencia de coste, y pone en valor la figura y la capacidad de nuestros banqueros”, señaló David Espeja, director de Banca Privada de Banca March.
Un punto de debate entre las entidades fue en qué medida se tenderá hacia la especialización. Por ejemplo, según Espeja será algo fundamental. “La especialización va a ser la base de la relación con los clientes. La interacción va a ser mixta, digital y presencial, pero será muy importante poder ofrecerle especialización y soluciones de inversión que se adaptan a los cambios de los clientes”, insistió. En cambio, para César Villacampa, jefe de la Unidad de Banca Privada de Ibercaja, el modelo de la banca privada que se ofrece desde la banca universal será ligeramente diferente: “Aquí no vamos a partir de la especialización, dado que tenemos modelos menos sofisticados, pero sí aprovecharemos a generar sinergias en términos de capacidades y producto. Las oficinas seguirán siendo un canal importante para llegar al cliente porque es la forma en que él se acerca a nosotros y ese punto de partida nos permite acompañarle desde una banca personal hacia una banca privada. En este sentido, el asesoramiento será un eje sobre el que pivotar”, explicó Villacampa.
Por último, tal y como comentó Alarcón, la tecnología es otro punto en común para las entidades. En opinión de Espeja, la pandemia ha sido un catalizador de toda la parte digital: “Todos teníamos dudas si íbamos a ser capaces de seguir funcionando cuando nos metieron en casa. Pero esta experiencia nos ha dado la opción de gestionar el negocio y las relaciones con los clientes de forma más eficiente, además de dar sentido a toda la propuesta tecnológica hacia la que ya llevábamos tiempo transitando toda la industria”.
Un mensaje para 2022
De cara al próximo año, su principal preocupación son los mercados y la búsqueda de rentabilidades. “Ante un evento de mercado, han aprendido a superarse y recuperarse con mayor rapidez, y eso ha cambiado la percepción del cliente. Antes había que insistir y tranquilizarle, ahora comprenden que su horizonte debe ser a largo plazo. Y esto es importante porque para el próximo año nos espera una mayor volatilidad. Respecto a la industria, deberemos estar atentos a las pistas que la regulación nos vaya dando, en especial hacia el marco de la ESG y la ISR, que van a desplegar todo su potencial los próximos años”, afirmó De Alarcón.
Junto a una mayor presencia de los factores ESG en las inversiones, las entidades consideran que otra tendencia para 2022 serán los activos menos tradicionales. “La gente está buscando ideas nuevas de inversión y se está introduciendo en activos menos tradicionales, y con algo más de riesgo y menos líquidos. Para hacer frente a esto deberemos contar con las mejores capacidades dentro de nuestras firmas, pero también tener muy en cuenta el perfil del cliente”, concluyó Ferrer.
Como gestores de renta variable que invierten con la mente puesta en los riesgos factoriales, hemos observado que algunos gestores activos se han enfrentado a serias dificultades en 2022. La razón fue que el mercado giró hacia un grupo más reducido de beneficiarios en medio de inmensos cambios en los precios de las materias primas, las condiciones económicas, la política gubernamental y las expectativas de los tipos de interés. No es de extrañar que la selección de valores se vea dificultada cuando el entorno macroeconómico provoca una menor diferenciación y un conjunto limitado de ganadores.
En lugar de recompensar los fundamentales sólidos en Value, Growth y Quality, hemos presenciadouna rotación de factores en los extremos, es decir, entre el deep value (relacionado con la subida de tipos), el crecimiento especulativo (relacionado con la desaceleración económica) y la beta más baja (relacionada con la guerra y la crisis de las materias primas). A largo plazo, Wellington Managment cree que los fundamentales acabarán imponiéndose, pero nuestro estudio sobre el comportamiento de los factores en los últimos dos años revela algunos aspectos importantes de cara a realizar las asignaciones:
Considerar las asignaciones defensivas para complementar el enfoque Growth y Value – El hecho de que nos encontremos en una nueva etapa de mercados volátiles y carentes de dirección no es necesariamente bueno o malo para la selección activa de valores o para los resultados. «Pero sí puede significar que se necesiten asignaciones defensivas específicas, ya que los perfiles de riesgo de las asignaciones Growth y Value cambian más a menudo y de forma más violenta, lo que dificulta el equilibrio del riesgo a lo largo del ciclo (algo que ya estamos viendo)», dicen los expertos de Wellington Managment.
Buscar sectores con mayores oportunidades para la selección de valores – Como el entorno de los tipos de interés y la inflación está cambiando, varias de las dinámicas Growth (persistencia) y Value (diferenciación de la calidad) pueden evolucionar o volver a los patrones anteriores a la gran crisis financiera global (o incluso a los de la época anterior a las puntocom): más volatilidad/menos sostenibilidad de los márgenes, más foco en los balances, más oportunidades para la selección de valores en todo el espectro de capitalización del mercado y más posibilidades de reversión a la media. «Cabe esperar que esto favorezca el análisis fundamental bottom-up y fomente la exposición a los segmentos de pequeña y mediana capitalización, al value y a los dividendos», apuntan desde Wellington Managment.
Tener en cuenta el desajuste del horizonte temporal al valorar la habilidad a la hora de seleccionar valores – A veces, la selección de valores se ve perjudicada cuando los gestores se centran en la inversión con una visión a largo plazo basada en la ejecución fundamental de las compañías y no directamente en el sentimiento macroeconómico actual. Este desajuste de horizontes temporales es el principal reto que plantea nuestro método de ánalisis de gestores y es aún más acusado cuando el mercado es hipersensible a los factores macroeconómicos a corto plazo, como ha ocurrido recientemente. «Sin embargo, estamos dispuestos a aceptar los retos de la selección de valores durante un periodo razonable si la cartera de un gestor se comporta como cabría esperar y existe un proceso sólido, dotado de recursos y replicable que sustente la selección de valores», destacan desde Wellington Managment.
Buscar estrategias de diversificación – Si tenemos en cuenta las dificultades típicas de la gestión activa, las asignaciones a estrategias de valor de gran capitalización, renta variable y baja beta pueden diversificarse si se produce un cambio de régimen en detrimento del crecimiento, elmomentum y la alta calidad.
Incrementar el uso de los test de estrés macro – «En nuestra opinión, en los próximos 10 años veremos una mayor diferenciación en los ciclos económicos y en la política macro a nivel mundial en comparación con los 10 años anteriores», comentan desde Wellington Managment. «La realización de un conjunto de test de estrés macro puede constituir una herramienta importante para determinar si los movimientos macroeconómicos a corto plazo, exógenos al proceso de asignación, tienen el potencial de perjudicar el cumplimiento de los objetivos de rentabilidad y riesgo a largo plazo», añaden.
Evaluar a los gestores teniendo en cuenta el dilema de la gestión activa – Si los gestores activos intentan controlar la concentración del índice asignando las ponderaciones del índice de referencia a grandes nombres, corren el riesgo de ser etiquetados como «seguidores del índice de referencia» cuando su participación activa caiga en picado. En igualdad de condiciones, observamos que los gestores activos tienden a sobreponderar de forma significativa un mayor número de valores «con tendencia alcista» en lugar de utilizar el mismo capital para sobreponderar moderadamente un valor de mega capitalización. «Creemos que este sesgo puede generar mayor alfa a largo plazo, pero también provoca un mayor carácter cíclico en los resultados activos. La clave reside en cómo un gestor equilibra esta disyuntiva, un factor importante a la hora de evaluar las asignaciones de los gestores activos», terminan.
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Las políticas instauradas por el gobierno para atender a estas tres amplias categorías –COVID, consumo y crédito– ayudan a explicar la situación actual de China, y es probable que den forma a la trayectoria del país en el corto plazo. En el largo plazo, China busca hacer evolucionar su economía a través de la innovación, enhebrando la aguja entre los beneficios empresariales y la protección del bienestar de su gente.
Así, Jennifer James, administradora de cartera de mercados de crédito en Janus Henderson Investors, explica que la mera escala y el desafío que implica hacer evolucionar una economía de ese tamaño es inconmensurable, ningún otro país tiene la habilidad ni la ambición de emprender lo que está haciendo China. No obstante, estos esfuerzos pueden tener efectos indeseados. De hecho, es probable que las sacudidas simultáneas de las políticas aplicadas en diferentes sectores que hemos visto hasta ahora hayan acelerado lo que de otro modo hubiera sido una ralentización natural de la economía, erosionando la confianza de los consumidores y contribuyendo a la inestabilidad de los mercados.
COVID-19
China ha seguido una estrategia de tolerancia cero con respecto al COVID-19. Áreas metropolitanas enteras se han confinado luego de la detección de casos. Se ha indicado que no habrá cambios a esta estrategia hasta alcanzar un objetivo de vacunación del 80-85%1. La actividad manufacturera no ha sido protegida de esta estrategia, y se han impuesto restricciones severas al centro industrial de Guangdong. Este tipo de enfoque, que asfixia inmediatamente la actividad económica para volver a encenderla como un interruptor cuando los casos bajan, es disruptivo. Y esto se debe a que a menudo es más fácil detener la actividad que reiniciarla. El aumento desmedido de las tarifas de fletes es indicativo de la congestión causada por la intolerancia de China ante el COVID-19, que incluyó el cierre de Ningbo-Zhoushan, el tercer puerto más activo del mundo, supuestamente por la aparición de un caso.
Consumo
El consumo minorista chino se mantiene débil. Ha caído muy por debajo de las expectativas de mejora después del levantamiento de las restricciones. La evidencia de recuperación ha sido insignificante: el crecimiento de las ventas minoristas post-covid en China están todavía muy por debajo de la tasa de crecimiento del 8%2 pre-pandémica, según lo registrado en diciembre de 2019.
Es posible que este consumo anémico refleje que la carga más pesada de los efectos económicos del COVID-19 haya recaído sobre los hombros de los más susceptibles. Los salarios bajos representan el 40%2 de la población y los datos del mercado laboral sugieren que su ingreso no ha aumentado a la par de otras profesiones más lucrativas, como la tecnología o los servicios financieros.
En modo similar, las tasas de ahorros de hogares, que crecieron en respuesta a los confinamientos del COVID-19, no han sido utilizadas para alimentar una recuperación basada en el consumo a medida que se reabrió la economía. Esto podría ser un reflejo de la disrupción y la incertidumbre resultantes del enfoque de covid-cero, que impone restricciones súbitas que dificultan el planeamiento de gastos de entretenimiento. Asimismo, podría indicar que los consumidores se mantienen cautelosos antes sus futuras perspectivas de empleo.
Crédito
Otro factor que potencialmente pesa sobre el gasto de los consumidores son las severas medidas del gobierno con respecto a las propiedades. El gobierno ha declarado que no quiere que el mercado inmobiliario sea especulativo. La propiedad tiene un significado social en China, representando el 23,3% de PBI3. Las políticas implementadas para estabilizar el mercado de vivienda han comenzado a dar frutos, más allá de que parezcan exageradas y estén enfriando esta máquina de crecimiento.
Ya hemos visto cómo los riesgos de la ralentización del sector inmobiliario, combinados con medidas gubernamentales más estrictas sobre los niveles de deuda, se manifestaron en los problemas de Evergrande, el gigante desarrollador inmobiliario chino. Es probable que el riesgo sistémico de la saga de Evergrande sea bajo porque los bancos tienen una exposición directa limitada a los créditos para viviendas y es posible que China contenga cualquier caída antes de que se torne excesiva. No obstante, el apoyo probablemente se dirija más hacia los compradores de viviendas que al salvataje de empresas per se, de modo que los mercados de capital y crédito podrían absorber algunas de las pérdidas Podemos ver la reacción en los mercados de crédito, con diferenciales de crédito cada vez más marcados. Hasta ahora, el contagio más allá de las fronteras de China ha sido limitado, y el mercado emergente más amplio y los diferenciales de grado de inversión apenas han mostrado cambios leves.
Los intentos de atacar los altos niveles de deuda forman parte de un impulso general para controlar el crecimiento del crédito. Se han implementado importantes acciones políticas para apoyar la agenda de ajuste de crédito del gobierno, que incluyen2:
The People’s Bank of China (PBoC) ajusta el crédito para propiedades (un financiamiento abarcativo de fideicomisos y bonos para desarrolladores e hipotecas de consumidores).
El Ministerio de Finanzas impone controles más estrictos tanto a los vehículos de financiamiento de los gobiernos locales como a la emisión de bonos. El Consejo de Estado también justificó el incumplimiento de los vehículos de financiamiento de estos gobiernos.
El ajuste del financiamiento de fideicomisos y de banca en la sombra por parte de la Comisión Regulatoria de Banca y Seguros de China (CBIRC), con una reducción de objetivo de 1 billón de yuanes en 2021.
China ha tenido décadas de un crecimiento impresionante alimentado por deuda. El aumento de deuda como porcentaje del producto bruto interno (GDP) tiene una relación positiva con el PBI per cápita en China. El riesgo para el resto del mundo es que el deseo de China de reducir el apalancamiento produzca un crecimiento interno más lento con efectos colaterales en el crecimiento mundial.
Anotaciones:
1 Fuente: Deutsche Bank, Exit Strategy Policy Tracker, octubre de 2021
2 Fuente: Barclays Research, Special Topic: China, Policy Evolution, septiembre de 2021
3 Fuente: Goldman Sachs Economics Research, China Data Insights: How big is China’s property sector, octubre de 2021
Glosario:
Desapalancamiento: Una compañía que reduce su empréstito/deuda como proporción de su hoja de balance. Dentro de un fondo de inversión, se refiere al fondo que reduce su nivel de apalancamiento.
PBI: Producto Bruto Interno: una medida del tamaño de la economía.
Riesgo sistémico: El riesgo de un cambio crítico o dañino al sistema financiero en general, que podría afectar a todos los mercados y clases de activos.
Alto rendimiento: Un bono con una calificación crediticia más baja que un bono investment grade. A veces se le denomina bono sub-investment grade. Estos bonos conllevan un mayor riesgo de que el emisor incurra en incumplimiento de pagos, por lo que normalmente se emiten con un cupón (pago de intereses) más alto para compensar el riesgo adicional.
Grado de inversión: Un bono normalmente emitido por gobiernos o empresas que se perciben con un riesgo relativamente bajo de incumplimiento de pagos, por lo que reciben una calificación crediticia más alta de las agencias de calificación.
Diferencial: la diferencia de rendimiento entre un bono (o un grupo de bonos en un índice) y la tasa libre de riesgo, los bonos de corto plazo del Tesoro de EE. UU. Se expresa normalmente en puntos básicos (100 puntos básicos = 1%)
Diferencial-cero: El diferencial de cero volatilidad es el diferencial que se debe agregar a cada tasa de interés al contado en la curva de rendimiento del Tesoro de EE. UU. para hacer el que valor actual de los flujos de efectivo del bono sea igual al precio del bono.
Curva de rendimiento: Un gráfico que muestra los rendimientos de bonos de calidad similar versus sus vencimientos. En una curva de rendimiento normal/ascendente, los rendimientos de los bonos con vencimientos más largos son mayores que los de vencimientos más cortos.
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Thornburg Investment Management, (2021). Enchufados a las oportunidades del vehículo eléctrico. Funds Society AMÉRICAS, septiembre 2021 (nº28), págs. 32- 34.
. Thornburg Investment Management, (2021). Enchufados a las oportunidades del vehículo eléctrico. Funds Society AMÉRICAS, septiembre 2021 (nº28), págs. 32- 34.
Actualmente, la electrificación del transporte es una de las principales tendencias de la industria del automóvil, que afecta directamente a los principales fabricantes y proveedores del ecosistema de los vehículos eléctricos.
Los vehículos eléctricos y los sistemas avanzados de asistencia al conductor (denominados ADAS) están experimentando una rápida adopción impulsada por la combinación de las políticas gubernamentales, las preferencias de los consumidores, los retos climáticos y la innovación disruptiva, que ha mejorado la calidad y el acceso general a estos productos. Estos factores están contribuyendo a un cambio de tendencia y favoreciendo el sólido crecimiento de los vehículos eléctricos en el futuro.
Thornburg estima que las nuevas ventas mundiales de vehículos eléctricos pueden alcanzar entre los 30 y 50 millones de unidades en 2030
Thornburg estima que las nuevas ventas mundiales de vehículos eléctricos pueden alcanzar entre los 30 y 50 millones de unidades en 2030, lo que supone una importante oportunidad para los fabricantes tradicionales de equipos originales (OEM), así como para una amplia gama de industrias y sectores que están involucradas en la cadena de suministro de vehículos eléctricos. En este sentido, identificamos dos catalizadores que apoyarán esta trayectoria de crecimiento.
Catalizador número 1: Las mejoras en la eficacia de las baterías
Los avances tecnológicos en la composición química de los cátodos utilizados en el diseño de las celdas de las baterías han reducido el coste y mejorado su rendimiento. Durante la última década, los costes de las baterías han descendido en más de un 18% al año, gracias al aumento de la fabricación en escala y a las mejoras en la química de los cátodos; mientras que la autonomía media de conducción ha aumentado de 84 millas a 256 millas por carga, entre 2010 y 2020.
Los metales básicos de las baterías son el litio y el níquel o el cobalto, aunque también se usan otros para su fabricación, como el aluminio, el manganeso, el cobre, el magnesio y el hierro. El empleo de todos los materiales, que son claves para los cátodos, debería crecer de forma significativa, pero la combinación química que finalmente se imponga tendrá un impacto enorme en la actividad minera y en los proveedores de minerales. Se estima que los minerales verdes que no dependen de la química de las baterías, como el litio y el cobre, experimenten una mayor demanda para 2030, con una proyección de 2,25 millones y más de 2,5 millones de toneladas métricas, respectivamente.
Una transición hacia cátodos con mayor contenido en níquel
En las dos últimas décadas, la combinación química más popular en la fabricación de cátodos fuera de China ha sido “la batería de bajo contenido en níquel”, compuesta por un 40% de níquel, un 30% de cobalto y un 30% de manganeso. La tendencia ha sido sustituir el níquel por el cobalto y el manganeso, más caros y con problemas éticos. Las baterías con más níquel también presentan una mayor densidad de potencia y autonomía. Dado que los costes de los insumos son significativamente menores y la densidad de potencia es mucho mayor, las baterías de níquel superior deberían sustituir a las de níquel inferior a mediados de la década de…
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Más de 1.200 profesionales de la industria financiera se examinan estos días en las últimas convocatorias del año para la obtención de la certificación EFPA ESG Advisor, creada este mismo año, a la luz de la creciente importancia que está adquiriendo en el ámbito de las inversiones las cuestiones relacionadas con la ESG.
La cuarta, quinta, sexta y séptima convocatoria de estos exámenes se celebran durante los días 9, 10, 13 y 14 de diciembre, respectivamente, en formato telemático. Hasta la fecha, EFPA España ya ha certificado a más de 300 profesionales en el ámbito de las finanzas sostenibles, por lo que está última convocatoria refleja el interés creciente de los asesores financieros y entidades por apostar por EFPA como partner de formación en este ámbito.
La certificación EFPA ESG Advisor, que ofrece una visión integral en el ámbito de la sostenibilidad financiera, tiene el reconocimiento y validez de carácter europeo de EFPA y está concebida y planteada para asesores y planificadores financieros que quieran acreditar conocimientos sólidos en esta materia y adquirir las competencias imprescindibles exigibles en el entorno financiero enfocado crecientemente a la sostenibilidad. Su obtención no solo garantiza el cumplimiento de las futuras expectativas regulatorias, sino que va más allá de los requisitos formales. El temario abarca las tendencias más destacadas dentro del ESG, con el objetivo de formar a los profesionales para generar e impulsar un impacto de sostenibilidad financiera.
Santiago Satrústegui, presidente de EFPA España, indica que “la sostenibilidad ya no se limita a una simple tendencia de inversión, sino que se ha convertido en un pilar fundamental para la industria financiera. En los próximos años, la formación en este ámbito será uno de los principales inputs con los que trabajará el sector financiero para impulsar la creación de valor para todos los stakeholders de las compañías y para ofrecer a los clientes una perspectiva completa antes de tomar decisiones de inversión”.
Dotada de 450 obras de artistas internacionales, la colección de arte de Balanz se destaca en el mundo financiero latinoamericano por su alcance y ambición. Lo que empezó como una operación de diversificación financiera se ha convertido en algo más profundo: una seña de identidad para la corredora de bolsa argentina, que literalmente convive con el arte.
Balanz está a punto de lanzar la plataforma web de su colección para darla a conocer al mundo. Además, se está terminando un libro que describirá los hitos de la formación del acervo, con entrevistas a artistas y curadores. Como dice Juliana Fontalva, curadora y manager de la colección, están empezando una nueva fase, la fase de difusión.
Los trabajadores de Balanz conviven con el arte de la forma más literal: unas 250 obras de las 450 que componen la colección están expuestas en los locales de la empresa financiera, en las salas de reunión, puestos de trabajo o pasillos. La presencia de los cuadros y esculturas es una costumbre y la presencia cotidiana del arte, un incentivo para los miembros del equipo. “Ahora queremos sacar un poco la colección de la oficina y darnos mayor visibilidad como la institución que somos”, explica Fontalva.
Balanz existe desde 2002 y lleva más de 13 años invirtiendo en arte, algo que no solo tiene que ver con la compra de obras, sino también con la restauración, conservación, logística y seguros. Fontalva explica que hoy en día, la colección es sin ninguna duda un activo financiero para la empresa. “Tenemos claras las cifras y valores de todas las obras, pero no tenemos su valor de mercado. Vendemos muy poco, serán 10 obras al año como mucho”, dice la curadora.
Arte contemporáneo y una búsqueda existencialista
La colección empezó siendo eminentemente Argentina y con los años se fue abriendo a Latinoamérica, especialmente Cuba, Colombia y Brasil. Pero actualmente, el acervo es internacional. “Hoy en día nos definimos como una colección internacional. Tenemos artistas de todo el mundo, recientemente compramos obras de un artista japonés, en ese sentido no tenemos límites y de hecho ahora mismo estamos invirtiendo más en arte internacional que hace unos años”, dice Fontalva.
Claudio Porcel, actual CEO del Grupo Balanz, fue el verdadero precursor de la iniciativa junto a una de las socias, Isabel Pita, quien llevó su afición al arte en un nivel experto. Junto con Fontalva, visitan y recorren ferias de artes, se impregnan del medio y finalmente, son Porcel y Pita (financistas después de todo) quienes negocian las adquisiciones. “Los cuatro socios crearon la compañía con un espíritu de ser siempre los primeros, tratar siempre de mejorar y entenderse, empujar los límites para llegar a la excelencia en un camino de autoconocimiento. Entonces, la colección empieza buscando a los artistas que consideran importantes, mientras abre la agenda a ciertas temáticas que tienen que ver con la aventura, el existencialismo, el cuestionamiento general del mundo… Es una colección que siempre se está preguntando que es este mundo en el que vivimos y quién soy yo adentro de es mundo”, explica…
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Pixabay CC0 Public DomainAdrian Sulyok. Adrian Sulyok
A lo largo del último año, los mercados bursátiles han contado con numerosos catalizadores que los han impulsado al alza. Primero, un importante estímulo monetario y fiscal a consumidores y empresas para paliar los efectos del confinamiento. Muchas empresas han demostrado una impresionante capacidad de adaptación al nuevo entorno, incluso con la transición de sus modelos de negocio físicos a otros digitales y virtuales.
Con los viajes y la hostelería cerrados, muchos consumidores sustituyeron su “gasto en experiencias” por “gasto en cosas”, lo que impulsó el crecimiento de los beneficios en áreas insospechadas. La mejora de la demanda ha estado acompañada de un férreo control de los costes por las empresas, lo que se ha traducido en un nivel de apalancamiento operativo impresionante y un crecimiento de los beneficios en general fuerte de todo el mercado. A todo esto hay que añadir un entorno de expectativas de que los tipos de interés se mantendrán más bajos durante más tiempo.
No obstante, las un día altamente eficientes cadenas de suministro mundiales no lo fueron tanto confrontadas con bruscos repuntes de la demanda, serios cuellos de botella en el transporte y el cierre de fábricas provocado por la escasez de mano de obra debido a las medidas contra el COVID-19. Estas fricciones han llevado a su vez a cierta inflación, a un ajuste al alza de las expectativas de tipos de interés y a dudas sobre la capacidad de las empresas para producir los volúmenes esperados a los costes presupuestados. Si a este cóctel se le añaden las inquietudes sobre el apalancamiento en el sector de la promoción inmobiliaria en China y el incierto rumbo de los anuncios de políticas públicas allí, un trimestre de rentabilidades bursátiles mundiales planas resulta completamente comprensible.
Como inversores en renta variable, nos fascinan estas dinámicas a nivel macro, micro y del mercado bursátil y las seguimos con interés. Pero como inversores enfocados en la sostenibilidad, lo que capta aún más nuestra atención es la sucesión actual de acontecimientos, que nos proporcionan una guía para entender mejor la transición en curso hacia una economía global más sostenible.
Cambio climático, en la teoría y en la práctica
Hubo serias advertencias procedentes de dos ámbitos muy diferenciados: la publicación del sexto informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), y los tangibles y dramáticos efectos del cambio climático que presenciamos sobre la cadena alimentaria global. Uno de los hallazgos más contundentes del informe IPCC fue que, incluso asumiendo el escenario de reducción de emisiones más ambicioso, se estima en menos del 50% la probabilidad de mantenerse por debajo del objetivo de calentamiento de 1,5 grados establecido en el Acuerdo de París. Es más, el “presupuesto “para este escenario solo permite mantener el ritmo actual de emisiones industriales durante otros quince años.
Las pruebas del peligro del cambio climático también quedaron de manifiesto en los numerosos estragos para la agricultura a nivel global: dañinas heladas en Brasil, devastadoras inundaciones en China y Alemania, y sequías e incendios descontrolados en los campos de EE. UU. y de Canadá. El daño para las cosechas y la consiguiente escasez de alimentos y drásticas subidas de los precios fueron otra señal de que el peaje del cambio climático para la economía y las sociedades está sucediendo ya, no es una cuestión de un futuro lejano.
Avances alentadores para una economía global sostenible
Como contrapunto a la gravedad de la situación, cabe citar algunos hechos alentadores. Entre ellos, los anuncios de política de alto nivel, como el Fit for 55 de la Unión Europea (UE), un programa de legislación específica dirigida a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55% hasta 2030. O el plan energético anunciado por el gobierno japonés para reducir el peso de los combustibles fósiles en el mix de generación de electricidad del país desde el 75% en 2020 hasta el 41% en 2030. O también algunas soluciones innovadoras que están desarrollando las empresas que seguimos para afrontar estos problemas, ya sea en forma de tecnologías patentadas para la captura del carbono durante el proceso de fabricación de cemento (uno de los mayores emisores industriales) o de prototipos de aeronaves eléctricas para rutas de corto alcance. Tanto las políticas como la innovación siguen impulsándonos hacia un futuro más sostenible, lo cual es sin duda alentador.
Estamos muy pendientes de la COP26, la cumbre que se celebrará en Glasgow con la participación de líderes de más de 190 países y en la que durante doce días se debatirán medidas para frenar el cambio climático. El año pasado, los gobiernos más influyentes del mundo firmaron una serie de compromisos ambiciosos para luchar contra el cambio climático, y esperamos que en la COP26 dichos compromisos se amplíen y vengan acompañados de planes de actuación. Contener el calentamiento a 1,5°C tiene una importancia fundamental y esperamos ver nuevos acuerdos sobre la hoja de ruta para alcanzar dicha meta.
Las cuestiones más pertinentes que nos estamos planteando
El trimestre nos ha dejado múltiples cuestiones sobre las que reflexionar. Si nos encaminamos hacia un periodo de inflación más persistente, ¿obligará esto a una mayor eficiencia para hacer más con menos? Nosotros así lo creemos, y en este sentido, la eficiencia sigue siendo uno de nuestros diez temas de impacto positivo. A un periodo tan prolongado de calma relativa en los mercados bursátiles mundiales debería seguirle normalmente un periodo de mayor volatilidad, por lo que esperamos nuevas oscilaciones conforme la economía global digiera las perturbaciones en las cadenas de suministro y las empresas lidien con las presiones inflacionistas. No obstante, siempre hay que tener en cuenta que unos precios más altos contienen la semilla de su propia destrucción, pues incentivan a las empresas a invertir en eficiencia o en sustitución de factores. A la larga, vemos un entorno inflacionista como algo positivo para el crecimiento de aquellas empresas con modelos de negocio resistentes que tengan un impacto positivo en el medioambiente y la sociedad.
¿La escasez de semiconductores en las cadenas de suministro, seguirá impulsando la demanda para los diseñadores y fabricantes de estos componentes cada vez más críticos, convirtiendo a este sector cíclico en un sector de crecimiento estructural? ¿La subida de los precios de las energías basadas en los combustibles fósiles seguirá siendo un catalizador para aumentar, no para reducir, la inversión en nuestro parque de energías renovables, tecnologías e infraestructuras conexas? Y el testimonio de una empleada de Facebook alertando de prácticas no deseables, ¿atraerá aún más atención hacia la cultura, misión y ética directiva de las empresas en cuyo accionariado invierten nuestros fondos de pensiones y los ahorradores a largo plazo? Creemos que la respuesta a todas estas preguntas es “sí”.
Una selección de lo más rentable
Uno de los temas dominantes en los mercados mundiales de renta variable este año ha sido el movimiento pendular entre el crecimiento secular y el recovery trade post-pandemia. Durante el primer semestre del 3T, muchas empresas expuestas a tendencias de crecimiento secular anunciaron unos sólidos resultados del 1S, y sectores como el de tecnología de la información (TI) o el de salud destacaron, sin embargo, las tornas empezaron a cambiar hacia finales de agosto a medida que la disrupción de las cadenas de suministro y los signos de una inflación más persistente precipitaron una rotación hacia segmentos más cíclicos del mercado. Debido a estos acontecimientos, los mercados mundiales de renta variable terminaron el trimestre sin grandes cambios, y los sectores más rentables acabaron siendo el financiero, el de energía y el de TI.
A nivel de las acciones, las tres principales impulsoras de la rentabilidad en el 3T fueron el desarrollador de software de gestión de proyectos Atlassian, el proveedor global de servicios de gestión de riesgos y seguros AON, y el fabricante de componentes para bicicletas Shimano.
Atlassian desarrolla software colaborativo de gestión de proyectos, fundamentalmente para desarrolladores de TI, y se ha convertido en el estándar de facto y una de las aplicaciones de mayor permanencia en su campo. Su misión consiste en liberar el poder de los equipos, siendo consciente al mismo tiempo del impacto de sus actividades sobre el planeta y la sociedad. La empresa publicó unos impresionantes resultados del cuarto trimestre en julio. Su transición a un modelo basado en la nube (cloud) ha fortalecido aún más la demanda, acelerando el desarrollo de nuevos productos y aumentando su adopción por los clientes. Por otro lado, la acción de AON se revalorizó después de que la oferta de adquisición lanzada sobre Willis Towers Watson fuera rescindida mutuamente con un mínimo impacto. AON también publicó unos sólidos resultados en julio, sustentados en una fuerte retención y unos robustos márgenes. Debido a la creciente relevancia de riesgos nuevos (y complejos) como el cambio climático y la amenaza cibernética, AON está posicionándose con éxito como un líder de mercado, y creemos que la mitigación de estos riesgos para sus clientes le reportará un significativo impacto positivo.
Shimano, por su parte, es un líder a nivel global de componentes para bicicletas, famoso por su artesanía de alta calidad. El fabricante publicó un sólido crecimiento de las ventas, al registrar un incremento de pedidos impulsados por la escasez de inventarios de bicicletas en las tiendas. Los cambios estructurales en el ocio y el transporte como parte del nuevo estilo de vida han hecho que la demanda global de bicicletas aumente desde el comienzo de la pandemia. Además de beneficiosos para un estilo de vida saludable, los productos de Shimano fomentan una forma de transporte medioambientalmente sostenible que está siendo apoyada en muchas zonas del mundo.
Los obstáculos en China afectan a la actividad
Entre los principales lastres para la rentabilidad durante el trimestre estuvieron el fabricante de láseres IPG Photonics, la empresa de tecnología financiera Linklogis y el proveedor de software de relación con clientes Zendesk. Aunque IPG Photonics (IPGP) publicó un sólido crecimiento de las ventas respecto al año anterior, su cotización cayó tras incumplir las estimaciones en agosto. La debilidad estuvo motivada por el discreto comportamiento de China, donde la actividad industrial se ha visto afectada por la escasez de suministro eléctrico, brotes de la variante Delta y una ralentización del sector inmobiliario. Nos sigue gustando IPGP por su tecnología láser energéticamente eficiente y con múltiples aplicaciones en procesos de fabricación industrial, tecnología médica y entretenimiento en el hogar.
Linklogis, empresa en cuya salida a Bolsa (IPO) invertimos en el primer semestre del año, ha tenido unos duros comienzos como compañía cotizada. La empresa utiliza la inteligencia artificial y la tecnología blockchain para abaratar el coste de los aprovisionamientos y la financiación del capital circulante de las pymes en China. Aplicando el blockchain a las facturas a cobrar frente a grandes empresas, pueden utilizar estos saldos como una forma de garantía para acceder a líneas de crédito bancario con menor coste, lo que supone un fuerte espaldarazo para la rentabilidad del sector de las pymes, clave en la creación de puestos de trabajo y el crecimiento de la renta en China.
Recientemente, la empresa ha experimentado obstáculos ya que uno de sus principales mercados finales es el sector inmobiliario, actualmente en el punto de mira del regulador dada la vulnerabilidad financiera de algunos importantes promotores. Por último, la acción de Zendesk retrocedió pese a anunciar un crecimiento de sus ventas de casi el 30% y una fuerte adopción por parte de los clientes. Zendesk ayuda a los clientes a configurar y gestionar el canal de atención al cliente, una pieza crucial para la construcción de mejores relaciones entre una organización y su clientela. Sus productos ofrecen a las organizaciones la flexibilidad para centrarse en la innovación y la productividad. A medida que prosigue la digitalización de la economía, Zendesk seguirá mejorando el valor de su propuesta.
Permanecer centrados en temas sostenibles a largo plazo
Nos mantenemos centrados en la digitalización, la electrificación y la decarbonización, tres tendencias que están convirtiéndose en motores clave de nuestra economía global y que continúan informando nuestras decisiones de inversión y construcción de cartera. Nuestro enfoque de inversión consiste en identificar empresas favorecidas por estos temas de sostenibilidad a largo plazo, y que están desempeñando un papel positivo en la transformación de la actual economía global hacia otra más sostenible. Dedicamos nuestro tiempo a buscar empresas caracterizadas por oportunidades de crecimiento interesantes, una cultura de innovación y resiliencia financiera probada.
Tribuna de Hamish Chamberlayne, director de renta variable sostenible global de Janus Henderson Investors.
Glosario de términos
Adquisición: operación corporativa por la que una empresa adquiere la totalidad o la mayor parte de las acciones de otra para hacerse con el control de esta última.
Cíclicas: las industrias cíclicas son sensibles a los ciclos económicos y tienden a comportarse mejor en épocas de prosperidad económica. En cambio, generan menores ingresos durante fases de contracción de la economía.
Política fiscal: política de un gobierno relacionada con la fijación de los tipos impositivos y los niveles de gastos. Es independiente de la política monetaria, que normalmente corre a cargo de un banco central.
Inflación: tasa a la que aumentan los precios de los bienes y servicios en una economía.
Apalancamiento: la cantidad de deuda empleada para financiar las actividades de una empresa.
Política monetaria: las políticas de un banco central, para tratar de influir en el nivel de inflación y crecimiento de una economía. Incluye el control de las tasas de interés y la oferta monetaria. Estímulo monetario es cuando el banco central aumenta la oferta monetaria y reduce los costos de endeudamiento.
Volatilidad: el ritmo y la medida en que sube o baja el precio de una cartera, un título o un índice de mercado.
Información importante:
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Los puntos de vista que aquí figuran corresponden a la fecha de publicación. Se ofrecen exclusivamente con fines informativos y no deben considerarse ni utilizarse como asesoramiento de inversión, jurídico o fiscal ni como oferta de venta, solicitud de una oferta de compra o recomendación para comprar, vender o mantener ningún valor, estrategia de inversión o sector de mercado. Nada de lo incluido en el presente material debe considerarse una prestación directa o indirecta de servicios de gestión de inversión específicos para los requisitos de ningún cliente. Las opiniones y los ejemplos se ofrecen a efectos ilustrativos de temas más generales, no son indicativos de ninguna intención de operar, pueden variar y podrían no reflejar los puntos de vista de otros miembros de la organización. No se pretende indicar o dar a entender que cualquier ilustración/ejemplo mencionado forma parte o formó parte en algún momento de ninguna cartera. Las previsiones no pueden garantizarse y no es seguro que la información proporcionada sea completa o puntual, ni hay garantía con respecto a los resultados que se obtengan de su uso. A no ser que se indique lo contrario, Janus Henderson Investors es la fuente de los datos y confía razonablemente en la información y los datos facilitados por terceros. Las rentabilidades pasadas no garantizan resultados futuros. La inversión conlleva riesgo, incluida la posible pérdida de capital y la fluctuación del valor.
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Janus Henderson Investors es el nombre bajo el cual las entidades que se indican ofrecen productos y servicios de inversión en las siguientes jurisdicciones: (a) En Europa, Janus Capital International Limited (n.º de registro 3594615), Henderson Global Investors Limited (n.º de registro 906355), Henderson Investment Funds Limited (n.º de registro 2678531), Henderson Equity Partners Limited (n.º de registro 2606646), (cada una de ellas registrada en Inglaterra y Gales en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y regulada por la Autoridad de Conducta Financiera) y Henderson Management S.A. (n.º de registro B22848, en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier) ofrecen productos y servicios de inversión; (b) En EE. UU., los asesores de inversión registrados ante la SEC filiales de Janus Henderson Group plc; (c) En Canadá, a través de Janus Capital Management LLC, solo para inversores institucionales de determinadas jurisdicciones; (d) En Singapur, Janus Henderson Investors (Singapore) Limited (número de registro de la sociedad: 199700782N). Este anuncio o publicación no ha sido revisado por la Autoridad Monetaria de Singapur; (e) En Hong Kong, Janus Henderson Investors Hong Kong Limited. Este material no ha sido revisado por la Comisión de Valores y Futuros de Hong Kong («SFC»); (f) En Taiwán (República de China), Janus Henderson Investors Taiwan Limited (con funcionamiento independiente), Suite 45 A-1, Taipei 101 Tower, No. 7, Sec. 5, Xin Yi Road, Taipéi (110). Tel.: (02) 8101-1001. Número de licencia SICE autorizada 023, emitida en 2018 por la Comisión de Supervisión Financiera; «(g) En Corea del Sur, Janus Henderson Investors Limited (Singapur), exclusivamente para Inversores profesionales cualificados (según se definen en la Ley de servicios de inversión financiera y mercados de capitales y sus subreglamentos); (h) En Japón, Janus Henderson Investors (Japan) Limited, regulada por la Agencia de Servicios Financieros y registrada como Entidad de servicios financieros que realiza actividades de gestión de inversión, asesoramiento de inversión y actividad de agencia y actividades de instrumentos financieros de tipo II; (i) En Australia y Nueva Zelanda, por Janus Henderson Investors (Australia) Limited ABN 47 124 279 518 y sus entidades relacionadas, incluida Janus Henderson Investors (Australia) Institutional Funds Management Limited (ABN 16 165 119 531, AFSL 444266) y Janus Henderson Investors (Australia) Funds Management Limited (ABN 43 164 177 244, AFSL 444268); (j) En Oriente Medio, Janus Capital International Limited, regulada por la Autoridad de Servicios Financieros de Dubái como Oficina de representación. No se realizarán transacciones en Oriente Medio y cualquier consulta deberá dirigirse a Janus Henderson. Las llamadas telefónicas podrán ser grabadas para nuestra mutua protección, para mejorar el servicio al cliente y a efectos de mantenimiento de registros reglamentario.
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Según el Estudio Global del Inversor de Schroders los inversores están recurriendo a inversiones de alto riesgo en medio de la pandemia. Los resultados del estudio de inversión minorista más importante de Schroders, en el que se encuestó a más de 23.000 inversores, que invertirán 10.000 euros o más en los próximos 12 meses y que realizaron cambios en sus inversiones en los últimos diez años, de 33 lugares de todo el mundo, revelaron que el 37% de las personas estaban más dispuestas a invertir en activos de alto riesgo, porcentaje que aumentó al 44% en el grupo de edad de 18 a 37 años.
El análisis indica que, aunque muchas personas se sienten obligadas a asumir mayores riesgos para compensar la incertidumbre provocada por el COVID-19 y las preocupaciones causadas por el aumento de la inflación, esto afecta aún más a los inversores más jóvenes.
Mientras que un 44% de los inversores argentinos cree que ahorrará más, aunque un 46% afirma que invertirá más en activos de bajo riesgo, cuando el confinamiento producido por el COVID-19 finalice. Por su parte, en Brasil, un 59% de los encuestados se mostró dispuesta a realizar inversiones de alto riesgo.
«El conocimiento de los inversores brasileños está creciendo y, con una mayor comprensión de las opciones de diversificación que tienen a su disposición, pueden explorar diferentes productos financieros, en diferentes clases de activos y sectores, que proporcionan mejores oportunidades de retorno», explica Daniel Celano, CFA, CEO de Schroders Brasil.
«La diversificación es fundamental para conseguir una cartera más resistente en medio de los retos de un mundo más complejo e incierto. Cabe destacar que algunas clases de activos que resultan menos familiares para el inversor pueden aumentar la percepción del riesgo de las inversiones.»
A su vez, los inversores en Chile se han decantado por una mayor diversificación. «La incertidumbre del escenario sociopolítico que hemos atravesado en los últimos años, ha provocado un cambio en la forma de invertir. El chileno se dio cuenta de que estaba muy concentrado en el país, y decidió asignar progresivamente mayores activos en el extranjero. Esta creciente diversificación de las carteras es una práctica muy saludable en términos de mitigación del riesgo», menciona Alex Toledo, Country Head de Schroders en Chile.
En cuanto a la inversión sostenible, la tendencia indica un crecimiento constante hacia una mayor presencia de este tipo de activos en las carteras. El 58% de los inversionistas chilenos considera que la evidencia disponible demuestra que tienen un mejor desempeño y mayor rentabilidad que aquellos que no consideran los factores relacionados con la sustentabilidad.
«Existe una correlación entre una mayor educación financiera y la valoración hacia los factores ASG. Quienes tienen un alto conocimiento de las inversiones, revisan más a menudo sus ahorros y su rentabilidad. En ese sentido, tienen en cuenta la evidencia empírica», señala Toledo.
Relación entre edad y riesgo por regiones
Al comparar entre continentes, el 59% de los inversores de Asia eran más propensos a realizar inversiones de alto riesgo, por delante de los de las regiones de América (53%) y Europa (49%).
Los resultados indican que muchas personas se sienten obligadas a asumir más riesgos para compensar la incertidumbre y la preocupación por el aumento de la inflación, y que esto es aún más cierto entre los inversores más jóvenes.
Además, la mitad de los inversores de los grupos más jóvenes, de 18 a 37 años y de 38 a 50 años, esperan una rentabilidad superior al 10%, una proporción significativamente superior a la media global del 9%.
En Brasil, el nivel medio mínimo de rendimiento que la gente desea recibir en sus inversiones es del 11,2%. Mientras que los inversores argentinos, por su parte, esperan en lo largo de los próximos cinco años, obtener una rentabilidad total anual media (ingresos y crecimiento del capital) del 15%, que es superior a la mundial (11,3%) y a la estadounidense (12,5%).
Ante la hipótesis de que la tasa de interés sea nula o negativa, el 57% de los inversores de todo el mundo con edades comprendidas entre los 18 y los 37 años afirmó que realizaría inversiones de alto riesgo en busca de rentabilidad, mientras que sólo el 17% sería más propenso a gastar y menos a ahorrar.
Esto es así a pesar de que el 68% de este grupo de edad afirma que los resultados de sus inversiones afectan a su salud mental, porcentaje que en Argentina baja hasta el 63% y en Brasil se sitúa ligeramente por encima, con un 72%. Además, el 26% de los encuestados en Brasil dijo que ahora son más propensos a gastar que a ahorrar para las inversiones, en comparación con el 22% de la media mundial. Esta relación se invierte cuando se trata del grupo de 71 años o más, ya que el 40% de ellos es más propenso a gastar que a ahorrar.
Nuevos sectores
Profundizando en este escenario, más de la mitad de los encuestados, alrededor del 53%, afirmó que realizaría inversiones de mayor riesgo en busca de rentabilidad, mientras que un tercio, un 33%, buscaría invertir en criptodivisas.
Así, un mayor número de personas invierten ahora en activos que antes consideraban demasiado arriesgados. En concreto, los sectores nuevos y emergentes se encuentran entre los tres primeros tipos de inversiones que la gente ha realizado por primera vez en el último año. Los valores relacionados con los vehículos eléctricos ocupan el primer lugar, con un 24%, los fondos de biotecnología o farmacéuticos el segundo, con un 23%, mientras que los valores de Internet y tecnología, así como las criptodivisas, ocupan conjuntamente la tercera posición, con un 22%. Los inversores más abiertos a invertir en activos de alto riesgo también están más interesados en los valores de Internet y tecnología, por delante de los fondos inmobiliarios.
Bajo este panorama, el inversor argentino es más propenso a pasar a una cartera cripto, ya que el 52% pasaría a invertir en Bitcoin, Ethereum y Litecoin, entre otras criptos. En ese sentido, Pablo Albina, Country Head Argentina & Uruguay y Head of Investment Latin America de Schroders,afirma que la pandemia movió cimientos muy arraigados y forjaron al inversor argentino a tomar mayor riesgo en búsqueda de mayor rendimiento. Esto lo demuestra la gran adopción del mundo cripto por parte de los argentinos, que es muy por encima de la media global.
“Desde el estallido del COVID-19, 82% de los inversores argentinos han pasado más tiempo pensando en su bienestar financiero y tratando de reorganizar sus finanzas personales. Una cifra que está en continuo ascenso, aunque el 63% de las personas esté de acuerdo en el rendimiento de sus inversiones tiene un impacto en su salud mental”, destaca Pablo Albina.
De forma similar, los inversores chilenos mostraron una clara tendencia hacia los activos relacionados con la tecnología: durante 2021 el 58% invirtió en empresas tecnológicas o de Internet, y el 52% en criptodivisas. «Las tecnologías se vieron muy favorecidas por la pandemia y aunque se ajustaron después de la apertura, siguen presentando rendimientos atractivos, ya que es un soporte clave en el comercio, la conectividad y los diferentes servicios», corrobora Toledo.
En Brasil, las criptomonedas, con un 26%, las acciones o fondos que se centran en sectores de internet y tecnología, con un 22%, y las acciones o fondos que invierten en vehículos eléctricos, con un 21%, se situaron entre los tres tipos de inversiones más importantes que los inversores brasileños realizaron por primer vez en el año pasado. Los inversores que se declaran expertas o con conocimientos avanzados en la materia seleccionaron más opciones entre diferentes clases de activos o sectores, lo que generó una mayor representación porcentual en relación con cada clase de activos o sector.
«Esto es probablemente el resultado de que este grupo se siente más cómodo negociando en diferentes clases de activos y mercados. Comparativamente, el grupo de principiantes o intermedios registró un ratio de selección proporcional menor. Esto indica que sus carteras están generalmente menos diversificadas entre las clases de activos, lo que significa que tienden a ceñirse a lo que entienden», añade Celano.
Por su parte, Lesley-Ann Morgan, Head of Multi-Asset Strategy de Schroders, coincide en señalar que muchas personas consideran que ahora tienen que asumir mayores riesgos en busca de rentabilidad, tras la pandemia. “Es probable que las difíciles condiciones económicas del año pasado hayan influido en ello. En un entorno de bajos tipos de interés, no es de extrañar que las opciones de inversión más arriesgadas sean más atractivas, especialmente para los inversores más jóvenes. Los inversores también se han visto estimulados a buscar una gama más amplia de clases de activos”.
«En general, estos resultados muestran que la proporción de inversores abiertos a asumir un mayor riesgo ha aumentado, pero como la mayoría de las personas declaran que el rendimiento de sus inversiones también tiene un impacto en su salud mental, deberían asegurarse de que el riesgo se aborda con precaución», subraya.