Foto cedidaScott Steele, ya como director de Desarrollo de Negocios de Renta Fija para Europa y Asia de Capital Group.
Capital Group ha anunciado el nombramiento de Scott Steele como nuevo director de Desarrollo de Negocio de Renta Fija para Europa y Asia. Con sede en Londres, Scott Steele colaborará con Alexandra Haggard, directora de productos y servicios de inversión para Europa y Asia.
Según explica la gestora, en este puesto de nueva creación, Steele se centrará en construir la estrategia de distribución de renta fija y la agenda de desarrollo de productos para ofrecer un mejor servicio a los clientes institucionales e intermediarios en Europa y Asia.
Scott Steele se incorpora a Capital Group con una experiencia en el sector de más de 30 años, sobre todo en renta fija y distribución en Europa y Asia. Su bagaje laboral incluye el cargo de director global de Gestión de Carteras de Clientes de Renta Fija en Janus Henderson Investors y, anteriormente, ocupó varios puestos de liderazgo en PIMCO, incluyendo el de director de gestión de Patrimonios en Hong Kong y Singapur y el de director institucional para la región de Asia ex. Japón. Anteriormente, fue director de inversiones en los fondos de inversión de BMO.
A raíz de este anuncio, Alexandra Haggard, responsable de productos y servicios de inversión en Europa y Asia, ha declarado «en los últimos cinco años, Capital Group ha duplicado sus activos de renta fija bajo gestión hasta alcanzar algo más de 450.000 millones de dólares, lanzando varias ofertas novedosas de renta fija en Europa y Asia, como el Capital Group Global Total Return Bond Fund (LUX) y el Capital Group Global Corporate Bond Fund (LUX) para cubrir las necesidades de nuestros clientes”.
«Scott aporta a nuestro equipo una profunda experiencia en gestión y distribución de renta fija. Será fundamental para ayudar a nuestros clientes a construir carteras más resistentes y diversificadas a medida que ampliamos nuestras capacidades de renta fija y llevamos nuestras estrategias activas a más inversores en toda Europa y Asia”, ha indicado Haggard.
Por su parte, Scott Steele, ya como director de Desarrollo de Negocios de Renta Fija para Europa y Asia, ha declarado: «En medio de la actual volatilidad, el papel que puede desempeñar la renta fija en una cartera equilibrada nunca ha sido tan importante. Tenemos una oportunidad real de demostrar a los clientes el poder de nuestras capacidades de renta fija y nuestro enfoque de inversión diferenciador. Capital Group es uno de los mayores gestores activos de renta fija a nivel mundial, con un historial de resultados a largo plazo, y estoy deseando hacer llegar nuestra oferta a más inversores institucionales y mayoristas de toda Europa y Asia”.
La educación financiera y la salud económica destacan actualmente entre las principales preocupaciones de la sociedad. Consciente de esta realidad, y como parte de su apuesta por la innovación y la digitalización, Mapfre presenta su última novedad: un simulador online que permite a los usuarios obtener un plan de ahorro personalizado, adaptado a sus prioridades y a su situación económica.
La herramienta de planificación financiera, que ya está disponible en su página web y en sus oficinas, enseña a los usuarios cómo sacar partido a su dinero invirtiendo desde 1€ al día. A través de cuatro preguntas relacionadas con la cantidad que están dispuestos a invertir, sus objetivos, la situación económica en la que se encuentran y la edad a la que comienzan a realizar la inversión, el simulador ofrece soluciones a medida de cada uno.
De este modo, la plataforma pone a disposición de los usuarios distintas opciones de distribución de su economía diaria, de acuerdo con sus prioridades de ahorro e inversión, seguridad familiar, a través del seguro de vida, y jubilación.
Asimismo, indica el saldo estimado para los diferentes perfiles de riesgo de cada cliente, destacando las posibles rentabilidades que obtendría en un plazo de cinco, diez, quince y hasta veinte años.
Los usuarios tendrán además la posibilidad de descargar en formato PDF un informe detallado con las soluciones propuestas por el simulador y basadas en los datos facilitados, para los tres ámbitos anteriormente mencionados.
Igualmente, aquellos que estén interesados en ampliar la información del plan que hayan obtenido, podrán contactar sin compromiso con los asesores financieros de Mapfre y consultarles las dudas que precisen, a través de un formulario disponible en la plataforma.
Para poder beneficiarse de esta nueva herramienta, los interesados deberán entrar en el sitio web de Mapfre (www.mapfre.es) y hacer clic en la pestaña de “ahorro e inversión”, donde encontrarán el acceso al simulador.
Una vez en esta pantalla, tendrán que determinar qué cantidad diaria quieren invertir, a partir de 1€, y pulsar en el botón “calcula ahora”. A continuación, la herramienta pedirá a los usuarios completar 3 pasos:
Ordenar sus objetivos de ahorro por prioridad, eligiendo entre: seguridad familiar, jubilación, estudios, compra de vivienda, viajes y ocio, y otras metas.
Definir su situación económica en su cuenta bancaria y en productos de inversión. También deberán indicar si cuentan con capital para su jubilación.
Determinar su edad.
A partir de estos datos, el simulador procederá a mostrar a los usuarios las distintas propuestas diseñadas a medida.
Puede acceder al simulador paso a paso a través de este link.
Foto cedida Anna Puigdevall durante su intervención en el COIPRI, celebrado en Perú.
El mercado inmobiliario atraviesa una fase de cambios. Al impacto inicial de la pandemia del coronavirus se le añaden ahora las consecuencias de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, entre las que destaca la inflación. Pese a esto, las previsiones son positivas y desde el colectivo API aseguran que se mantendrá la estabilidad y su valor como inversión refugio, aunque con fuertes cambios debido a nuevas tendencias en los diferentes subsectores que conforman el real estate.
El estado actual del mercado inmobiliarioy la economía internacional, así como las nuevas tendencias a nivel empresarial fueron los temas centrales que Vicenç Hernández Reche, presidente de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (ANAI) y de la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Catalunya (AIC), ha abordado recientemente en su ponencia en el VI Congreso Internacional de Profesionales Inmobiliarios (COIPRI), celebrado en la ciudad de Lima (Perú).
En este sentido, el experto señala que “se ha producido un freno generalizado en el sentimiento inversor dentro del mercado inmobiliario global”, y que la brecha entre oferta y demanda en el mercado de transacciones se está abriendo, provocando así una moderación en la intensidad de las ofertas publicadas.
“Pese a todos los vientos en contra que han aparecido estos últimos meses, elinmobiliario muestra signos de estabilidad al contar con unos mercados alternativos que no ofrecen mejores rentabilidades comparativas. A su vez, sigue habiendo una propensión natural a establecer el activo inmobiliario como activo refugio”, explica Hernández Reche.
Una crisis económica global y asimétrica
En lo que respecta al ámbito económico, el presidente de la AIC y la ANAI alerta sobre la existencia de una crisis asimétrica, en la que las restricciones de oferta y demanda contribuyen a una alta y generalizada inflación, que no hace más que favorecer a las respuestas agresivas de los bancos centrales.
“Los economistas no somos capaces de predecir el futuro, pues el mundo económico presenta una gran complejidad yel futuro es cada vez menos lineal, con la existencia de impredecibles ‘cines negros’ y reacciones constantes y preventivas de las personas a las propias predicciones que se elaboran”, comenta.
Sin embargo, describe la situación actual como un entorno VUCA estructural a la que ya debemos añadir más componentesy que, tras el paso de la pandemia, la gestión estratégica de las empresas cambiará hacia un modelo en el que tengan más peso las personas, la sostenibilidad, la mirada constante hacia los cambios sociales yel establecimiento de mapas de riesgo. Pero poniendo el foco en centralizar nuestra actividad alrededor del cliente, algo que todo el mundo dice que hay y que no es cierto.
La renta fija vuelve a ofrecer valoraciones más atractivas y unos ingresos más elevados en comparación con la renta variable. Asimismo, esta clase de activos ha exhibido históricamente una volatilidad inferior frente a la renta variable, además de brindar soluciones para reducir el riesgo y ofrecer posibles ventajas en materia de diversificación. Ha llegado la hora de plantearse invertir en bonos.
N.º 1. La renta fija ha pasado a resultar relativamente barata. La valoración de la renta fija ha mejorado considerablemente durante los últimos trimestres y, en la actualidad, observamos niveles que no veíamos desde hace una década. Prueba de ello son los diferenciales de crédito, que han experimentado un ajuste hasta situarse en cotas mucho más elevadas, aunque la evolución de los rendimientos de la deuda corporativa —que se han beneficiado de los efectos combinados de las correcciones de los tipos y de los diferenciales— constituye un ejemplo aún más ilustrativo en este sentido.
N.º 2. La renta fija podría volver a generar ingresos atractivos. Uno de los principales retos para la renta fija en el pasado ha sido el hecho de que ofrecía unos rendimientos excesivamente reducidos. En parte, ello se derivaba de la aplicación de medidas de relajación de la política monetaria durante varios años y de unas tasas de inflación bajas y estables. De hecho, los rendimientos se adentraron en terreno directamente negativo en un gran número de mercados de todo el mundo, de modo que casi un 30% de la deuda mundial arrojaba un rendimiento negativo a finales de 2020. La coyuntura actual ha cambiado con creces y la renta fija vuelve a registrar rendimientos elevados, por lo que esta clase de activos podría ser fuente de ingresos atractivos. La deuda pública de los mercados desarrollados que presenta un riesgo inferior constituye un buen ejemplo de ello, pero también los subsectores de la renta fija mundial que conllevan un mayor riesgo, como los de alto rendimiento o deuda de los mercados emergentes, que actualmente brindan unos rendimientos de alrededor del 10% a modo de compensación por la asunción de riesgos de crédito y de impago más elevados.
N.º 3. La renta fija vuelve a representar una alternativa atractiva a la renta variable Los inversores habían dado la espalda a la renta fija en los procesos de asignación de activos, especialmente en relación con la renta variable. En los últimos años, la estrategia de asignación de activos imperante había sido aquella basada en el planteamiento de que no existe alternativa a la inversión en renta variable (conocido como TINA, por las siglas en inglés de There Is No Alternative). En nuestra opinión, dicho planteamiento ha dejado de ser válido. La renta fija ha regresado en forma de clase de activos que representa una alternativa atractiva a la renta variable en el contexto de una cartera multiactivos.
N.º 4. La renta fija puede constituir una atractiva solución para reducir el riesgo. Algunos inversores podrían tener la sensación de que necesitan reducir el riesgo en sus carteras ante el aumento de la incertidumbre macroeconómica o los elevados riesgos de mercado. La renta fija podría ayudar a estos inversores a gestionar la volatilidad de la cartera global al tiempo que contribuye a generar unos ingresos potencialmente más elevados, que históricamente han constituido un componente relativamente más estable de las rentabilidades totales.
N.º 5. La renta fija es una pieza importante del repertorio de herramientas para gestionar la liquidez. A nuestro juicio, la gestión de la liquidez constituye una parte fundamental de cualquier proceso de inversión, especialmente en periodos de mayor volatilidad. De modo similar, efectuar una asignación adecuada a instrumentos líquidos es una de las piedras angulares de una sólida gestión de la liquidez. La deuda pública y los bonos corporativos en efectivo que tienen una calificación elevada, así como la renta variable, han ofrecido históricamente una liquidez que podría resultar necesaria en circunstancias especiales, a diferencia de lo que sucede con las inversiones alternativas o los activos privados. Los acontecimientos que han tenido lugar recientemente en el mercado han puesto de manifiesto la importancia de la liquidez, y la renta fija de elevada calificación puede constituir un componente útil en el marco de la asignación a activos líquidos.
Habida cuenta de los retos que plantea la inversión en renta fija a lo largo de los distintos ciclos de mercado, abogamos por invertir en esta clase de activos aplicando un enfoque activo. La incertidumbre macroeconómica y la volatilidad de mercado se mantendrán en cotas elevadas en el futuro próximo. De cara a contribuir a gestionar estos riesgos, priorizamos la adopción de un enfoque activo a la hora de invertir en renta fija que permita a los gestores de carteras utilizar múltiples palancas para tratar de obtener rentabilidades, entre las que figuran una asignación de activos dinámica y la formulación de opiniones sobre la curva de tipos y la duración, a lo que se suma la aplicación de un proceso de selección de títulos exhaustivo y basado en el análisis crediticio. Tal y como muestra el gráfico 5, algunas subclases de activos de renta fija han registrado históricamente un mejor desempeño en regímenes de mercado específicos, lo que refleja su sensibilidad a un determinado contexto de apetito por el riesgo y al entorno macroeconómico. En consecuencia, los gestores activos podrían estar en disposición de reposicionar sus carteras en función de los distintos ciclos de mercado.
Pese a las dificultades para casi todos los activos este año, el mercado global de bonos verdes ha seguido creciendo y supera ya los 1,4 billones de euros, aseguró en un reciente desayuno en Madrid Douglas Farquhar, miembro senior del equipo de bonos verdes de NN Investment Partners (NN IP).
“Pensamos que este mercado va a seguir creciendo y creemos que el año próximo habrá 600.000 millones de euros en emisiones de bonos verdes”, señaló Farquhar, quien destacó asimismo la cada vez mayor diversificación de estos activos: a los bonos soberanos se suman más corporativos, y dentro de estos a los sectores tradicionales de servicios públicos y financiero se están añadiendo más industrias, como por ejemplo la automotriz, con emisiones este año y el pasado de firmas como Ford, Honda, Daimler o Volkswagen.
“En torno a un 27% de todo el crédito denominado en euros con grado de inversión tiene alguna etiqueta verde o de sostenibilidad. A nivel global en cambio el porcentaje sigue siendo bajo, por lo que hay mucho espacio para crecer”, señaló Farquhar. Y agregó que ya no se trata de una inversión de nicho o de tener un porcentaje de la cartera dedicado a temas de sostenibilidad, sino que, como las características de rendimiento y riesgo son similares a las de los bonos regulares con grado de inversión en euros, “se está convirtiendo en una asignación de activos principal de los inversores”.
También estos forman un grupo cada vez más diversificado, porque además de los institucionales se están incorporando bancos privados, aseguradoras, gestores de fondos e incluso el sector retail. Asimismo, aunque las duraciones suelen ser algo mayores, desde NN IP cuentan con un fondo de corta duración y la posibilidad de combinar distintos activos en las carteras para adecuar tanto la diversificación como el riesgo y la duración.
En cuanto a los bonos sociales, un activo más nuevo cuyas emisiones comenzaron en 2020 como respuesta a la pandemia por parte de los Gobiernos, también han ido avanzando a nuevos proyectos diferentes como escuelas, hospitales o ayudas a solicitantes de asilo y familias desfavorecidas. “La principal diferencia con los bonos verdes es que la gran mayoría de emisores son gubernamentales, ya que es difícil para un emisor corporativo encontrar un bono tan puramente social que cumpla con los requisitos. Así que las empresas combinan los objetivos medioambientales y sociales en los llamados bonos sostenibles”, explicó Farquhar.
¿Por qué y cómo invertir?
El experto destacó como ventaja de los bonos verdes que se trata de un mercado muy líquido, y que tiene las mismas características del de crédito regular, “es decir que se pueda aportar a causas medioambientales sin asumir un mayor riesgo”.
En términos de rendimiento ha sido históricamente ligeramente superior, de unos 20 puntos básicos, y la duración también es un poco mayor. Y si bien la divisa de referencia es el euro en el 63% del mercado, el año pasado este porcentaje llegaba al 70%, lo que demuestra que el cambio se abre paso poco a poco.
Para seleccionar los bonos verdes que incorporar a sus carteras, NN IP realiza un proceso de tres fases que han ido desarrollando desde 2016 ante la ausencia de un único estándar que regule qué debe considerarse un bono verde, añadió. En primer lugar, con la ayuda de su amplio equipo de analistas estudian al emisor, su rating de sostenibilidad, las controversias a las que haya podido estar expuesto, así como el compromiso de su parte con los objetivos del bono verde.
En un segundo paso se analiza el bono en sí mismo desde el punto de partida de la taxonomía de la UE pero también de criterios propios desarrollados para cubrir aquellos sectores que esta no tiene en cuenta. Tampoco coinciden siempre con los criterios de la taxonomía, ya que desde NN IP no consideran al gas y la energía nuclear como verdes. A ello se suman finalmente sus criterios de exclusión. Como ejemplo, Farquhar señaló una serie de bancos estadounidenses cuyos bonos perseguían objetivos de sostenibilidad, pero que a la vez habían aumentado el porcentaje de préstamos al sector de los combustibles fósiles, lo que NN IP consideró no consistente con los bonos verdes y como motivo para rebajar su calificación. “Hacemos estas evaluaciones no solo al momento de la emisión del bono, sino durante todo el tiempo hasta su vencimiento”, afirmó. Y agregó que además debe tratarse de un bono relacionado con el negocio principal del emisor.
Como consecuencia de estos filtros, la gestora deja de invertir en un 30% de los bonos considerados verdes en el índice de referencia. Como no existe una regulación y una definición estandarizadas, la gestión activa resulta clave para esta clase de activo.
Finalmente, Farquhar destacó que en los fondos de NN IP España está sobreponderada porque encuentra numerosas compañías, empresas de servicios públicos y algunos bancos como emisores atractivos. “Estamos sobreponderados en la actualidad en el sector eléctrico porque es una industria menos cíclica en tiempos de inflación y de aumento de las tasas de interés, y en bancos por razones similares”, indicó.
Foto cedidaFelix Freund, Head of European Credit and Aggregate de abrdn
Las valoraciones de los bonos corporativos europeos representan en la actualidad el principal argumento para comprar la clase de activos, así como el rendimiento que se puede esperar en el futuro, sobre todo si se invierte en crédito durante una recesión y se captura la siguiente recuperación, algo que en opinión de Felix Freund, Head of European Credit and Aggregate de abrdn, podría producirse en 2023. En una entrevista con Funds Society, Freund explica las estrategias de la gestora en torno a estos activos y qué sectores son los más atractivos para invertir en los próximos meses.
Dada la difícil situación actual en Europa, tanto en términos de financiación como en lo que concierne a la renta fija, ¿qué prevé para el crédito europeo en los próximos meses?
Los diversos obstáculos que plantea la alta inflación, el endurecimiento de las políticas monetarias de los bancos centrales, la guerra en Ucrania y la consiguiente desaceleración económica han provocado un mercado bajista histórico para los bonos corporativos. Los rendimientos han aumentado en más de 400 puntos básicos debido al incremento de la rentabilidad de los bonos del Estado y la ampliación de los diferenciales de crédito. De hecho, los spreads de los bonos corporativos ahora descuentan una recesión de leve a moderada y esperamos que en los próximos tres meses, los rendimientos de la deuda pública alcancen su nivel máximo. Creemos que hemos visto el 80-90% de la revalorización, ya que la desaceleración de la economía, la caída de los precios de la energía y los efectos base suavizarán las cifras de inflación en el cuarto trimestre de este año y en el primero del próximo. Al mismo tiempo, el BCE habrá llevado a cabo la mayor parte de las subidas de tipos que esperamos para este ciclo. Aunque la guerra en Ucrania es imprevisible, hemos visto algunos avances positivos en cuanto a los altos niveles de almacenamiento de gas que se han alcanzado en Europa y el clima templado en el norte del continente, factores que hacen menos probable que tengamos que racionar el consumo de gas durante el invierno. Los gobiernos también han puesto en marcha contramedidas para suavizar el golpe del aumento de los precios de la energía para los consumidores y las empresas.
¿Cuáles serían las razones para apostar por el crédito europeo a pesar de los riesgos de recesión y por encima de otras opciones? ¿Hay todavía espacio para “rising stars”?
Todavía hay espacio para las las llamadas rising stars (las compañías que adquieren una calificación crediticia de grado de inversión). El pasado mes, vimos que la segunda agencia de calificación crediticia elevó la clasificación del banco alemán Deutsche Bank hasta grado de inversión, y mantenemos posiciones en la empresa suiza de productos químicos especializados Firmenich y en el operador italiano de autopistas de peaje Autostrada, ya que esperamos que sus ratings sean mejorados en los próximos meses. Aunque esperamos obtener un buen rendimiento de estas participaciones, creemos que los principales argumentos para comprar bonos corporativos europeos son las valoraciones de la clase de activos en su conjunto y el rendimiento que se puede esperar en el futuro. Los rendimientos de más del 4% son muy atractivos en el contexto histórico y los retornos han sido los más altos si se invierte en crédito durante una recesión y se captura la siguiente recuperación. Esperamos que los diferenciales se reduzcan en unos 100 puntos básicos desde los niveles actuales hacia las medias a largo plazo durante la fase de recuperación que probablemente veamos en 2023. Estas plusvalías del 4-5% se suman al rendimiento actual de más del 4%, suponiendo que los rendimientos de los bonos del Estado se mantengan sin cambios.
¿Cómo cree que será esta recesión en Europa?
Es difícil predecir lo leve, profunda o larga que será la recesión, ya que dependerá de si tenemos que racionar el uso del gas en Europa (lo que afortunadamente parece menos probable en este momento), de cuántas subidas de tipos más realice el BCE y de cuándo empiece a bajar la inflación. También dependemos de nuestros mercados de exportación, que se están ralentizando al mismo tiempo.
¿Cuáles son los sectores más interesantes del crédito europeo para invertir en este momento?
Actualmente nos gustan la sanidad, los servicios públicos y los bancos. La sanidad, por su carácter defensivo y no cíclico; una de las mayores posiciones que mantenemos es la empresa estadounidense de dispositivos médicos Medtronic. En el sector de los servicios públicos nos gustan las empresas con una elevada proporción de energías renovables, como Iberdrola y Energías de Portugal. Los bancos deberían beneficiarse de la subida de los tipos de interés y tienen unos niveles de capital muy elevados y unas provisiones para insolvencias todavía elevadas por la pandemia que amortiguarán el aumento de los riesgos crediticios. Un ejemplo que nos gusta especialmente es Deutsche Bank, debido a la mejora de su perfil crediticio.
¿Qué le preocupa sobre el posible aumento de las tasas de impago? ¿Existen otros riesgos?
Se producirá un repunte de los impagos y esperamos que las tasas de impago aumenten en torno al 3-4% a nivel mundial, lo que refleja los ciclos suaves que hemos visto tras las crisis financieras mundiales. Sin embargo, esto es más preocupante para las partes de high yield con peores calificaciones, que normalmente no forman parte de nuestra cartera. Lo que más preocupa a los inversores en grado de inversión es la migración de la calificación de BBB a BB y a niveles inferiores, con los correspondientes ajustes del valor de mercado. Esperamos que este fenómeno aumente en los próximos 12 meses, pero se limitará a unos pocos sectores expuestos, como el inmobiliario y el cíclico, y podría afectar a un 2-3% del mercado. En el pasado hemos evitado la mayoría de los ángeles caídos y creemos que este tema puede gestionarse mediante una buena selección del crédito.
¿Podría describir la estrategia de inversión del Aberdeen Standard SICAV II – Euro Corporate Sustainable Bond Fund y del Aberdeen Standard SICAV II – Euro Corporate Bond Fund?
La filosofía y la estrategia de inversión son idénticas para ambos fondos. Lo que cambia es el marco de sostenibilidad más estricto que aplicamos para el fondo de bonos sostenibles mediante la exclusión de emisores y sectores con características ESG deficientes y una mayor inclinación hacia temas ESG positivos, como las energías renovables o los bonos verdes y los emisores con credenciales ESG destacadas. Este marco suele dar lugar a una diferencia de entre el 15 y el 20% en las posiciones de los dos fondos. Este año, ambos se beneficiaron de un posicionamiento defensivo en cuanto a los tipos de interés y de una oportuna reducción de los riesgos de crédito en mayo de este año. Sin embargo, el fondo sostenible quedó rezagado con respecto a la rentabilidad del fondo principal, ya que algunas de las oportunidades de crédito más rentables, como la italiana Autostrade, no eran invertibles. El marco sostenible también dio lugar a inclinaciones sectoriales que no se desarrollaron tan bien, siendo la energía el ejemplo clásico, que se benefició de la subida de los precios del petróleo y el gas, pero que solo era parcialmente invertible en nuestro fondo sostenible. Por otro lado, el fondo tenía más bancos, que suelen tener mejores credenciales ESG en comparación con la energía y la industria. Este sector ha tenido un rendimiento inferior este año debido a los elevados volúmenes de emisión. Esperamos que el fondo sostenible obtenga un rendimiento más bajo o más alto en algunas fases del mercado, dependiendo de estas inclinaciones y de las exclusiones específicas. A largo plazo, ambos fondos han tenido un rendimiento muy similar.
¿Cuáles son los puntos fuertes de estos fondos en el entorno actual?
El punto fuerte de estos fondos es que hemos sido muy consistentes a lo largo del tiempo, añadiendo valor con nuestra filosofía de selección de crédito adaptada al entorno general, y dando lugar a un perfil de rentabilidad superior equilibrado en mercados de crédito al alza y a la baja. Aunque hemos evitado parte de las caídas este año, los movimientos bruscos del mercado ofrecen oportunidades, especialmente en los mercados en fase de recuperación, que esperamos aprovechar en los próximos 12 meses.
El patrimonio financiero de los millennials y de la generación Z aumentó significativamente en 2021, pasando de 2,9 a 3,6 billones de dólares, la mayor cantidad de cualquier cohorte generacional, según el informe U.S. Retail Investor Advice Relationships 2022: Rethinking the Advice Continuum, elaborado por Cerull Associates. En este sentido, los proveedores de servicios financieros, acostumbrados a atender a los boomers y a la generación X, tendrán que centrarse en estos hogares más jóvenes a medida que envejecen y su situación financiera se vuelve más compleja.
La segunda cohorte generacional más grande, pero la más pequeña en términos de activos, los millennials y la generación Z han sido capaces de hacer crecer su riqueza en línea, o incluso mejor, que sus compañeros de más edad. Esto se debe en parte a que los millennials invierten seriamente en cuentas de jubilación y a que la generación Z se sumerge en el agua de la inversión a través de plataformas de corretaje.
A medida que los inversores de esta cohorte avanzan en su viaje de inversión, están ávidos de un asesoramiento financiero completo y están dispuestos a pagar por él. Sin embargo, aunque estos «buscadores de asesoramiento» saben que quieren más de su relación de asesoramiento financiero, tienen problemas para definir exactamente lo que quieren. «En lugar de elegir estratégicamente entre un menú lógico de servicios potenciales de cada proveedor, los inversores acaban seleccionando a los proveedores de forma puntual, lo que da lugar a un conjunto de relaciones ad hoc, cada una de las cuales no llega a ofrecer un compromiso de asesoramiento financiero completo», señala Scott Smith, director.
Para superar este escollo, el informe señala que los proveedores deben esforzarse por anticiparse a las necesidades cambiantes de cada cliente. A medida que estos inversores acumulan más riqueza, es probable que entren en una etapa de creciente complejidad financiera, navegando por nuevos retos como la propiedad de la vivienda o el ahorro para la educación universitaria. «Para retener a estos inversores a largo plazo, los proveedores tendrán que proporcionar información oportuna sobre estos temas cruciales o se enfrentarán a un previsible desgaste a medida que los consumidores busquen un asesoramiento más holístico sobre la gestión del patrimonio», añade Smith.
Un objetivo cada vez más importante para los proveedores financieros que buscan competir entre sí es ampliar los servicios que antes eran del dominio de los ricos a los hogares del mercado masivo. Esto se consigue aprovechando la tecnología para ampliar servicios como la indexación directa, o mediante fusiones y adquisiciones de corredores de bolsa minoristas o robo-asesores para crear una vía para que los inversores autodirigidos reciban un asesoramiento más formal de la empresa adquirente. «Aunque los servicios son cruciales, sobre todo cuando las grandes gestoras de activos adquieren empresas más pequeñas para aumentar sus capacidades, no se puede ignorar la atención que se presta al cliente, sobre todo al aumento de la cuota de mercado y de la mentalidad entre los millennials y la generación Z», concluye.
Es probable que siempre y cuando la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) continúe incrementando los tipos de interés, los precios de los activos digitales sigan bajo presión. Sin embargo, según el último informe de WisdomTree, al mismo tiempo, los desarrolladores están llevando a cabo una ingente cantidad de actividades, y varias instituciones importantes se están preparando para el próximo mercado alcista en los activos digitales. Si bien el ecosistema continúa expandiéndose más allá de bitcoin y ethereum, estos dos activos continúan representado más de un 50% del billón de dólares que engloba la industria aproximadamente.
Desde WisdomTree creen que el hecho de que los rendimientos de los bonos del tesoro a 10 años (UST), considerados un interés libre de riesgo, se hayan mantenido en torno al 4% a mediados de octubre, y que los tipos de interés se hayan incrementado, ha afectado con especial dureza al sector de las finanzas descentralizadas (DeFi). A pesar de que las DeFis fueron una categoría popular a finales de 2021 e inicios de 2022, desde entonces se han visto resentidas, con sus rendimientos cayendo en muchos casos por debajo de los UST a 10 años. Todavía es posible incrementar los rendimientos de las DeFi, pero para ello se requieren estrategias complejas y una toma de riesgo mayor.
Las actualizaciones de ethereum, las soluciones puentes cross-chain y los NFT-IPR en foco
Según la gestora, tras el exitoso paso de la prueba de trabajo a la prueba de participación, la red ethereum “continuará acaparando titulares en 2023”. Las actualizaciones futuras a corto plazo incluyen la liberación del Ether colocado para staking generando un rendimiento del 4-6% para el propietario que lo llevó a cabo y el “sharding” (la fragmentación), lo que permitirá la escalabilidad y potencialmente también el abordaje de las altas tarifas de gas (tarifas de transacción).
Ethereum “será potencialmente un activo deflacionario en el futuro”, ya que se espera que se emitan menos ether nuevos (los mineros ya no reciben recompensas de Ether) dado que la propuesta de mejora de Ethereum (EIP-1559) implementada en agosto de 2021 provocó la quema de una proporción de las tarifas de gas y la eliminación permanente del suministro de tokens. Un área que continuamos monitoreando es la posible centralización de la comunidad de validadores de red y las amenazas de censura que esto podría representar para el ecosistema. Aunque más de 422 mil validadores protegían la red antes de la fusión, cuatro de los más grandes (Lido Finance, Coinbase, Kraken y Binance) controlaban más del 60% de Beacon Chain.
El sector de los activos digitales, al estar basado en código, sigue sufriendo hackeos y ataques de red y muchos de ellos se han producido en puentes cross-chain. Se espera ver una actividad significativa de innovación y desarrollo en esta área para hacer que las diferentes cadenas de bloque sean interoperables entre sí. Se están desarrollando dos tipos principales de soluciones: las soluciones cross-chain integradas directamente en la capa de consenso de protocolos y las soluciones de mensajería cross-chain generalizadas construidas sobre puentes cross-chain.
«Desde la entidad ven un potencial significativo en los tokens no fungibles (NFTs) dentro del área de tokenización de marcas y comunidades. Ya se están viendo muchas industrias creativas que adoptan NFTs con la esperanza de liberar el valor de los activos intangibles, crear comunidades digitales y diseñar potencialmente un modelo de negocio de propiedad compartida en el cual los usuarios de las redes pueden beneficiarse de la acumulación de valor en comunidades y marcas. Sin embargo, se necesita que haya una clarificación con los derechos de propiedad intelectual (DPI) de los NFTs. Por el momento, muchos emisores de NFTs conservan la propiedad total de los derechos comerciales de los NFTs, y esto podría no ser apropiado para todos los casos de uso. Para que la industria florezca, se cree que es necesario abordar el tema de los DPI y tener claro qué derechos comerciales, si los hay, reciben los compradores de NFTs al adquirir los tokens», explican los expertos de WisdomTree.
Regulación
Por último, la gestora señala que la regulación de los activos digitales finalmente está tomando forma tanto en Europa como en EE. UU. Esto allanará el camino para que los inversores institucionales que necesitan claridad regulatoria comiencen a invertir en el ecosistema. En Europa, la regulación de los mercados de criptoactivos (MiCA) se encuentra en sus etapas finales de elaboración y se convertirá en ley en toda la Unión Europea en 2024 anulando todas las leyes nacionales existentes que abarcan los criptomercados. En los EE. UU., el proyecto de ley de criptomonedas Lummis-Gillibrand llamado “Ley de innovación financiera responsable” es un primer intento de crear un marco regulatorio para la industria de activos digitales. Todavía no se sabe cuándo, o si, este proyecto de ley se convertirá en ley en los EE. UU. Ambos proyectos de ley se centran en gran medida en la regulación del mercado de las stablecoins.
«Las stablecoins tienen un valor vinculado a las monedas de reserva emitidas por los gobiernos y un poco podrían convertirse como los fondos mutuos de los money markets de hoy en día, facilitando las transacciones entre las industrias de activos tradicionales y digitales. Sin embargo, todavía hay cierta opacidad en términos de qué tipo de activos realmente respaldan a estas stablecoins en la actualidad. Para que las stablecoins cumplan su propósito como puente entre los mundos tradicional y digital, deben estar respaldadas por efectivo, bonos del Tesoro o instrumentos similares al efectivo y no, por ejemplo, por papel comercial, que es mucho más arriesgado de mantener», concluyen.
Para los expertos, este año resulta complicado presentar unas perspectivas claras de cara a 2023. Las tensiones geopolíticas, la crisis energética de Europa, el comportamiento de la inflación y las medidas de los bancos centrales dibujan un escenario incierto, por eso los primeros outlook que están presentando las entidades financieras y las gestoras están más orientados a explicar qué factores marcarán el mercado y la macro el próximo año, así como a compartir cuáles son sus mejores ideas de inversión.
Por ejemplo, en términos macroeconómicos, Moody’s espera que el crecimiento del PIB real de las economías del G-20 se desacelere hasta el 1,3% en 2023, una cifra significativamente inferior a su estimación anterior, que era del 2,1%, y por debajo del crecimiento estimado del 2,5% para este año. Según afirma en su Global Macro Outlook, el descenso de la actividad económica en las economías avanzadas, especialmente en Europa y Norteamérica, impulsará la fuerte moderación del crecimiento en 2023. “En 2024, la actividad económica mundial se acelerará, pero sólo hasta una tasa de crecimiento del 2,2%, por debajo de la tendencia”, adelanta.
Según su informe, si bien las medidas de política fiscal podrían mitigar parte del dolor de los hogares, estas opciones políticas implican difíciles compensaciones. Y advierte de que las medidas de política fiscal que promueven el crecimiento en un entorno inflacionista socavarían los esfuerzos de la política monetaria para controlar la inflación, lo que podría obligar a los bancos centrales a endurecer aún más la política monetaria aún más de lo que lo harían en caso contrario. Además, añade que las medidas de política expansiva también resultarían contraproducentes, ya que agravarían el coste de la vida de los hogares con una inflación cada vez mayor.
En opinión de Madhavi Bokil, Vicepresidente Senior de RSC de Moody’s Investors Service y uno de los autores principales del informe, “la economía mundial está al borde de una desaceleración en medio de niveles extraordinariamente altos de incertidumbre por la persistencia de la inflación, el endurecimiento de la política monetaria, los desafíos fiscales, los cambios geopolíticos y la volatilidad de los mercados financieros. Aún así, podría surgir un periodo de relativa estabilidad en 2024 si los gobiernos y los bancos centrales consiguen guiar sus economías a través de los retos actuales«.
En busca de cierta claridad: Europa y EE.UU.
Sin embargo, no se puede de 2023 sin tener presente los riesgos geopolíticos que están aportando bastante volatilidad al mercado y, según el informe de Moody’s, son elevados y difíciles de cuantificar. “El conflicto entre Rusia y Ucrania seguirá siendo el principal riesgo geopolítico para el panorama macroeconómico general. Aunque asignamos una probabilidad muy baja a la posibilidad de que el conflicto se extienda más allá de las fronteras de Ucrania, tal acontecimiento marcaría una escalada significativa, creando nuevos y graves riesgos económicos a la baja. Las consideraciones geopolíticas determinarán cada vez más las políticas económicas económicas a nivel mundial, a medida que las relaciones entre las grandes potencias se vuelvan más conflictivas”, sostienen.
Ralph Elder, director general para Iberia y Latino América de BNY Mellon IM, una de las gestoras que primero ha presentado su outlook, coincide con esta visión y reconoce que la poca claridad sobre lo que está pasando en el mundo a nivel geopolítico no permite adelantar ni dar por hecho ningún escenario. “Ahora bien, ¿de dónde podemos sacar algo de claridad de cara al próximo año? Pues de la evolución de los tipos de interés y de la inflación”, afirma.
En este sentido, explica que estos dos factores sitúan a Europa y Estados Unidos en realidades diferentes, por lo que las decisiones de los bancos centrales también lo sean. “En Europa, muy probablemente, ya estamos en una recesión. La inflación tiene un importante componente energético, sobre lo cual no podemos olvidar la dependencia energética que tiene. En este contexto, Lagarde subirá los tipos para afectar a la parte de la demanda que puede controlar, pero evitará generar un problema de deuda en los países periféricos. El último mensaje del BCE fue suave y su actuación dependerá de la información que salga de los mercados. En cambio, Estados Unidos es otra dinámica. Los datos técnicos nos dicen que hemos llegado a un pico de inflación, pero Powell está mirando el IPC y los sueldos, que son algo más estructurales y que muestran que aún no hemos llegado al pico del pico de la inflación. La Fed seguirá subiendo los tipos porque Powell tiene muy presente lo ocurrido en los años 70, cuando la política monetaria no fue lo suficientemente constante y efectiva. Por ahora, el dato clave para EE.UU. serán los sueldos, eso dará alguna indicación de cuándo la Fed cambiará su política”, explica.
Desde Nordea AM añaden que, en Estados Unidos, la demanda de consumo de los hogares más ricos se estabilizará antes de enfriarse. “Esto podría ir a más, ya que es probable que, con la pérdida del congreso por parte de los demócratas, y la mayor prudencia fiscal por parte de los republicanos, el crecimiento de la economía se frene más aún”, matizan. En el caso de Europa, reconoce que es difícil de saber lo que sucederá con el gas natural ruso, si será embargado finalmente o no; además de ser complicado también qué panorama le espera al consumidor dado el shock inflacionario actual.
En este sentido, la gestora también advierte de que, de cara al próximo año, deberían surgir nuevas tendencias después de que la inflación alcance su tope. “A medida que la economía se enfríe, la Reserva Federal y el BCE se movilizarán para relajar la política monetaria. La asignación de activos en esta fase suele mostrar un repunte de la renta variable y la renta fija cuando los indicadores adelantados empiezan a repuntar. La espiral de adopción de riesgos empezará con la renta fija soberana, seguida por el crédito y quizás con un retraso en la renta variable (el crédito minimiza la probabilidad de una profunda recesión)”, apuntan desde Nordea AM.
Sobre los bancos centrales, el outlook de Moody’s añade: “El principal reto para los bancos centrales, por supuesto, es acertar con la postura política y saber qué nivel de endurecimiento será el suficiente para evitar una caída demasiado brusca. No sabemos con certeza hasta qué punto deben subir los tipos para que la inflación descienda de forma duradera y se mantenga baja, especialmente en un entorno en el que los distintos sectores de la economía se están recuperando del choque pandémico a distintas velocidades y en el que los niveles de deuda son mucho más altos que antes de la pandemia. Será difícil para los bancos centrales, incluida la Reserva Federal, llegar a un equilibrio en el que la inflación caiga pero la actividad económica no entre en recesión. La volatilidad macroeconómica complica aún más la extracción de la señal del ruido, que es vital para evaluar las condiciones económicas y tomar decisiones políticas acertadas”.
Ideas de inversión
Para los expertos de Nordea AM, ante este contexto, uno de los retos será encontrar el punto mínimo del mercado en las próximas semanas y seguirlo de cerca hasta que cambie el sentimiento del mercado. “Esto puede traducirse en posicionamientos bajistas, ventas de acciones, salidas de crédito, reducción forzada del riesgo, valoraciones baratas, cambios en la reacción de los activos financieros a las noticias, así como en incoherencias y desajustes entre las clases de activos”, matizan.
Para la gestora, actualmente, las oportunidades se centran en los bonos cubiertos y en la renta variable de valor o de calidad. “Sin embargo, en el primer o segundo trimestre de 2023, podrían expandirse a pasos agigantados hacia la renta fija, el crédito (mercados desarrollados, ESG selectivo/mercados emergentes) y la renta variable (por ejemplo, ESG). En general, la renta variable tiene hoy una valoración atractiva, especialmente en Europa y los mercados emergentes”, señala en su documento de previsiones para 2023.
Por su parte, coincide con algunas de estas ideas y apunta otras nuevas. “Seguimos manteniendo nuestra apuesta del año pasado, las estrategias income. Creemos que las empresas que ofrecen dividendos de calidad permiten no solo diversificar la exposición a la renta variable, sino también sirve para hacer frente a la inflación. Si analizamos los últimos cien años del S&P 500, observamos que, quitando la etapa del QE, los dividendos son el componente más importante de la rentabilidad que ha ofrecido”, explica.
A esta idea se suma otra más, las estrategias market neutral. Según Elder, este tipo de fondos vuelve a ganar popularidad, tras la mala experiencia de los años 2011 y 2012. En su opinión, ahora que vamos hacia un entorno de más volatilidad, necesitamos más descorrelación y buscar un alfa idiosincrático.
“Hemos visto un año con flujos extremadamente bajos y con algunos movimientos tácticos. Lo que principalmente pregunta el inversor es cuál es el punto de entrada en renta fija y en renta variable, y básicamente qué hacer con el dinero ante el actual contexto macro. Creemos que las estrategias income y market neutral, así como las flexibles y aquellas que siguen grandes temáticas, entre ellas el blockchain, son una buena forma de meterse paulatinamente en el mercado”, concluye el responsable de BNY Mellon IM para Iberia y América Latina.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Henry Burrows
. Dos clases de activos con una compensación insuficiente por los riesgos
Hace un año, la ASG acaparó la agenda y los líderes mundiales terminaron por comprometerse firmemente a abordar el cambio climático en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2021 (COP26). Adentrados ya en 2022, el conflicto entre Rusia y Ucrania ha creado un entorno más arduo. La combinación de restricciones en el suministro y las sanciones ha encarecido la energía y se han lanzado acusaciones despectivas contra los ASG al dispararse los precios energéticos.
«El culpable es la escasa inversión en combustibles fósiles». Eslóganes como este se han convertido recientemente en algo común e ignoran la hipótesis de que, si se hubiera gastado más en energías renovables y en capacidad de almacenamiento de energía, ahora quizás no dependeríamos tanto de los combustibles fósiles. Además, olvidan la verdadera razón de los altos precios del gas: la interrupción del suministro de gas procedente de Rusia.
Las consecuencias de este sentimiento se reflejan en las acciones de algunos estados de EE. UU que están legislando activamente contra los ASG, y en algunas gestoras de activos que han lanzado fondos claramente alejados de los aspectos ASG.
Sin embargo, la subida de los precios energéticos no debería implicar que abandonemos los ASG como algunos propugnan, y menos aún correr a toda velocidad hacia la inversión en combustibles fósiles. En Janus Henderson Fixed Income, creemos que la mera desinversión en los sectores más contaminantes no es la única respuesta para resolver los problemas climáticos.
De hecho, nuestro interés se centra en apoyar, a través de la inversión y la implicación, a aquellas empresas (incluidas las que operan en el sector de combustibles fósiles) que están haciendo esfuerzos creíbles para hacer una transición responsable hacia la generación de una energía renovable más limpia.
No obstante, está claro que esto no ocurrirá de la noche a la mañana. Conviene recordar que los precios de las materias primas pueden ser muy volátiles y que el sector de la energía es uno de los que exige un análisis crediticio minucioso.
En Estados Unidos, la energía viene representando un tercio de los impagos desde 2000, cifra que se eleva hasta el 45 % desde 2010, un periodo que incluye el brusco desplome del precio del petróleo en 2014/15. Esto nos recuerda que los precios de la energía pueden bajar al igual que subir, aunque no se perciba así en estos momentos.
Figura 1: Mira antes de saltar. Ponderación del sector de impagos en EE.UU desde 2000
Fuente: Bloomberg, Barclays Research, del 2000 al 2022, julio de 2022.
También debemos observar que las energías renovables suelen ser más baratas cada año. La principal área de costes reside en el coste total instalado (equipos e instalaciones), que ha tendido a la baja. La Agencia Internacional de Energías Renovables, un organismo intergubernamental con sede en Emiratos Árabes Unidos, rico en petróleo, informó que el coste de la electricidad mundial procedente de parques eólicos terrestres en 2021 cayó un 15 % comparado con el año anterior y se redujo un 13 % en parques eólicos marinos y un 13 % en paneles fotovoltaicos. Además, casi dos tercios de la generación de energía renovable añadida en 2021 resultó menos costosa que las opciones de carbón más baratas en los países G20.
Las cifras son importantes
La inversión en energía verde no es solo una cuestión medioambiental, sino que tiene un sentido financiero a largo plazo. Por eso es importante distinguir entre los shocks momentáneos y los fundamentos de inversión a medio y largo plazo.
Actualmente, la lucha por el gas en Europa reside en la inquietud por la energía y la seguridad nacional provocada por la repentina reducción de los suministros de gas de Rusia, que había representado alrededor del 40 % de las importaciones de gas de la Unión Europea antes del conflicto Rusia-Ucrania.
La sustitución de ese suministro llevará tiempo, pero ya está en marcha. A muy corto plazo, eso significa encontrar fuentes alternativas de energía; sin embargo, a largo plazo, la solución a la dependencia del gas extranjero pasa por las nuevas tecnologías y por disponer de un mix energético nacional variado. Las energías renovables ofrecen el doble premio de la independencia energética con combustible gratuito (viento, sol y lluvia) y una economía más ecológica.
La escasez de suministro de gas de Rusia produce un resultado equivalente a un impuesto al carbono que excedería con creces lo que habría exigido un acérrimo grupo de presión ecologista.
La escasez de suministro de gas de Rusia produce un resultado equivalente a un impuesto al carbono que excedería con creces lo que habría exigido un acérrimo grupo de presión ecologista. A decir verdad, el clima general de endurecimiento monetario aplicado por los bancos centrales (el Banco Central Europeo subió los tipos ese mismo día) contribuyó a este aumento, pero es probable que también se deba, en parte, a la preocupación por la mayor carga de la deuda, tras estimar el Instituto de Estudios Fiscales que podría costarle al gobierno 100.000 millones de libras solo en el primer año.
Los ASG están a la vanguardia de la eficiencia
Una de las formas más rápidas de poner en equilibrio la demanda y la oferta cuando esta última es limitada es simplemente reducir la demanda. En casos extremos, esto podría implicar un racionamiento, algo que no es inconcebible en Europa en los próximos meses si un invierno frío ejerce presión sobre el gas.
Ahora bien, la demanda también puede reducirse siendo más eficiente. Entre los ejemplos destacan un mejor aislamiento o electrodomésticos más eficientes en los hogares o en la industria a través de la robótica, y el software como servicio. Lo bueno de la eficiencia es que ayuda a reducir los costes al tiempo que beneficia al medio ambiente, lo que aporta ventajas tanto a las empresas como a los consumidores.
Los ASG pueden ayudar a limitar el riesgo reputacional
Esto se ha vuelto cada vez más importante en la era de las redes sociales, donde las noticias se amplifican, y una reputación dañada puede salir muy cara. Para los bonistas, la reducción del riesgo es fundamental para captar la prima del diferencial que los prestatarios ofrecen como compensación de un posible impago. Una empresa que se preocupa o ayuda a mitigar su impacto en el medio ambiente probablemente se enfrente a menos deudas.
Puede decirse que el BCE está siendo pionero en reconocer el riesgo financiero relacionado con el clima, al expresar el temor de que el cambio climático pueda conducir a trastornos que afecten a los bancos, y que los bancos puedan terminar prestando con cargo a activos bloqueados.
Para dar ejemplo, a partir de octubre, el BCE tiene previsto variar gradualmente su cartera de bonos corporativos de 343.000 millones de euros para desprenderse de activos con uso intensivo de carbono. Algunos podrían ver esto como una extralimitación de poderes, pero está mostrando liderazgo en impulsar el cambio.
La intervención normativa por sí sola no es una solución.
Los gobiernos del mundo entero están aceptando las evidencias científicas del cambio climático, ya que el aumento de las temperaturas globales está relacionado con el uso de la energía intensiva en carbono por los seres humanos. Esto lo vemos en los compromisos de cero carbono neto que se han convertido en ley.
Los gobiernos son decisivos para ayudar a redactar leyes que puedan eliminar el problema del «free-rider» (aprovechado), reforzando la normativa y llevando a las economías por caminos que sean más beneficiosos para la sociedad en su conjunto.
Aquí cabe mencionar la Ley de Reducción de la Inflación (Inflation Reduction Act ) de 2022 en EE. UU, que propone ofrecer 375.000 millones de dólares para atajar el cambio climático, y el paquete de la UE de Próxima Generación de 806.000 millones de euros que está estructurado para promover una recuperación ecológica.
Estas iniciativas, por sí solas, representan una enorme oportunidad de inversión y son solo una parte de la inversión anual global que se precisa para la transformación energética hacia cero emisiones netas.
Fundamentales y pragmatismo
En Janus Henderson Fixed Income entendemos que la inversión en renta fija con criterios ASG no se trata de un sprint sino de un maratón, que debe «recorrerse» de manera coherente e inclusiva (en lugar de basarse en la exclusión general de los sectores «más contaminantes»).
Trabajamos con empresas, a través de una implicación rigurosa, para facilitar su transición hacia modelos de negocio más respetuosos con el medio ambiente, por ejemplo, animando a las empresas de combustibles fósiles a adoptar informes de divulgación de carbono, migrar a combustibles más ecológicos o desarrollar capturas de carbono. Al fin y al cabo, puede ser más eficiente reutilizar el capital y la mano de obra existentes que tener que empezar de cero.
Probablemente siempre habrá ocasiones en las que la adopción de un enfoque táctico a corto plazo pueda salir a cuenta, pero los factores ASG revelan sus verdaderos resultados en el medio y largo plazo.