Entre las ideas de inversión que proponen desde BNY Mellon IM se encuentran los bonos municipales de infraestructura de EE.UU. Según explica la gestora, son el principal mercado de financiación para la construcción de infraestructuras públicas en el país, algo prometedor si tenemos en cuenta el gran plan que la Administración Biden lanzó en noviembre de 2021 y que proyectaba una inversión de 550.000 millones de dólares para carreteras, vías, red eléctrica, banda ancha y agua potable.
Una de las características de este mercado es su tamaño, ya que encontramos estados individuales del país tienen grandes economías por sí solos, y su PIB es comparable al de naciones soberanas. Por ejemplo, el PIB de California es equivalente al de Francia.
“Establecido en 1812, este mercado ha sobrevivido y prosperado bajo numerosos entornos políticos y económicos. Básicamente, estos títulos brindan acceso a inversiones líquidas en infraestructura con rentabilidades y riesgos similares a los de la renta fija. Además, el valor relativo de los bonos municipales frente a los treasuries y los bonos corporativos estadounidenses sigue siendo atractivo, sobre todo si consideramos su historial de poquísimos incumplimientos, sus ventajas de diversificación frente a otras clases de activo y la exposición que brinda a todo el país”, explican desde la gestora.
En esta clase de activos, que están emitidos por estados, ciudades, condados y sus autoridades municipales locales, el inversor puede encontrar dos tipos principales de bonos municipales, según indican desde BNY Mellon IM: “Bonos de obligación general, no garantizados por activos específicos, con lo que su amortización depende de la plena fe y crédito y del poder tributario de su emisor. Y bonos de ingresos, respaldados por flujos de ingresos procedentes de proyectos sostenibles específicos, como generación de electricidad, sistemas de tratamiento de aguas, etc”.
Para la gestora, es un tipo de bono que ofrece renta y seguridad. “En un mundo sediento de renta, los bonos municipales representan una de las mejores oportunidades disponibles, e incluso una inversión potencialmente superior si tenemos en cuenta el riesgo relativamente bajo que conllevan. Desde una perspectiva de rentabilidad al vencimiento, el BNY Mellon US Municipal Infrastructure Debt Fund ofrece una TIR más alta que la de bonos corporativos de calificación similar, y considerablemente superior a la de la deuda pública estadounidense”, concluyen desde BNY Mellon IM.
Quizás, una buena forma de comenzar a explicar cómo somos en Baillie Gifford y qué hacemos, sería explicar lo que no somos. No somos inversores pasivos que piensan que el mercado es eficiente y que los precios actuales de las acciones reflejan las perspectivas futuras de las empresas. Ni tampoco creemos que las decisiones de inversión se puedan tomar solo con números, incluso aunque se empleen modelos financieros y algoritmos complejos. La gestión pasiva tiene su razón de ser porque ofrece acceso al mercado a bajo coste y, ha demostrado, además, que de media, ofrece mejores resultados después de deducir las comisiones que la inmensa mayoría de los gestores activos.
Sin embargo, la gestión pasiva tiene poco que ver con el proceso de asignación de capital a empresas innovadoras que nosotros hacemos. Tampoco somos un gestor activo típico; creemos que este término se ha convertido en una descripción comodín que resulta muy poco útil para los inversores. Muchos gestores de fondos se han adueñado de esta expresión de “gestión activa”, porque piensan que este término sugiere “actividad”, mientras que para Baillie Gifford significa, simplemente, que la inversión no reproduce un índice. Y la realidad es que gran parte de la actividad de la gran mayoría de gestores “activos” está más relacionada con tratar de superar a otros inversores mediante especulación a corto plazo, que con lo que de verdad importa que es la asignación de capital a largo plazo, dando paciencia a las compañías para que desarrollen todo su potencial. De hecho, creemos que definir únicamente “activo” como diferente de un índice es empezar con mal pie. Esta es la razón por la que la mayoría de los inversores activos no consiguen ofrecer rentabilidades superiores a las de las estrategias de inversión pasivas a largo plazo; ya que ni siquiera están tratando de hacer el trabajo fundamental de un inversor, que es aportar capital a compañías de alto valor añadido para sus proyectos a largo plazo.
Algunos ven el fracaso colectivo de la gestión activa como un argumento para abrazar la gestión pasiva. Nosotros, en cambio, vemos esta situación como una oportunidad para seguir insistiendo en nuestro propósito original de desplegar el capital de los clientes en actividades tangibles que generen beneficios. Por eso creemos que la labor que realizamos en Baillie Gifford es “inversión verdadera” en proyectos de largo plazo, y es muy distinta de la labor de la gran mayoría de gestores llamados activos.
Nos centramos en lo que realmente importa. Invertir de verdad (con mentalidad industrial y productiva, y no especulativa) no es fácil en un mundo en el que las noticias están disponibles las 24 horas del día y donde la complejidad y el ruido se confunden con el juicio racional. Requiere la determinación de centrarse únicamente en lo que realmente importa, pensar de forma independiente y mantener una perspectiva a largo plazo. Requiere la voluntad de ser diferente, aceptar la incertidumbre y contemplar la posibilidad de equivocarse. Sobre todo, requiere un rechazo de la actual creencia popular que ha llevado a nuestro sector por el mal camino: la gestión de inversiones no es una cuestión de potencia de procesamiento, negociación y velocidad. Se trata de imaginación, creatividad, y de ser capaz de ver lo que una empresa puede crear a largo plazo, así como de trabajar de forma constructiva en nombre de nuestros participes con personas y empresas que nos inspiran y que tienen mejores ideas que nosotros.
Baillie Gifford es una empresa privada no cotizada, propiedad exclusiva de sus socios. Este aspecto constituye la piedra angular de nuestra filosofía: no tenemos imperativos comerciales a corto plazo ni accionistas externos que nos distraigan. Solo tenemos que hacer lo mejor para nuestros clientes, y eso es lo que ha sostenido nuestro negocio durante más de 110 años.
Creemos que nuestro enfoque de inversión no solo ofrece buenos resultados a los inversores, sino que también contribuye al desarrollo de empresas excelentes que satisfagan las necesidades y deseos de las personas, beneficiando así a la sociedad en su conjunto. Invertir de forma responsable a largo plazo no es incompatible con ofrecer rentabilidad a nuestros clientes, sino que es parte intrínseca del proceso.
Tribuna de Stuart Dunbar, socio de Baillie Gifford.
Detrás del fenómeno de la democratización de los mercados privados, subyacen tres factores principales: los cambios normativos, las dinámicas de la oferta y, por supuesto, también de la demanda.
El impulso que viene desde el flanco de la regulación está determinado por la revisión del régimen de los Fondos de Inversión a Largo Plazo Europeos (ELTIF), que constituye un paso realmente interesante. En concreto, permite la entrada de nuevos gestores en el mercado, que hasta ahora no habían podido ofrecer acceso a clientes de banca privada o clientes minoristas.
Por otro lado, también amplía el abanico de las posibilidades de elección para los clientes de las firmas que ya ofrecen dichos servicios. Esperamos que el nuevo régimen ELTIF favorezca tanto a los gestores de fondos como a los inversores. En nuestra opinión, es algo muy beneficioso.
Este entorno está incentivando a firmas como UBS a crear unidades dedicadas a los intermediarios que prestan servicios de asesoramiento a clientes particulares profesionales o minoristas, lo que ha derivado en un aumento de nuestra comprensión de sus necesidades a la hora de invertir en mercados privados. Es decir, no se trata de abrir al mercado minorista soluciones existentes que fueron diseñadas para inversores institucionales.
El entorno exige adaptar las estrategias a los inversores particulares, ofreciéndoles posibilidades como requisitos de inversión mínima más bajos y estructuras de capital totalmente desembolsado, formatos semilíquidos y abiertos, en lugar de fondos cerrados que operan con un modelo de capital comprometido y llamadas de capital/distribuciones. En la actualidad, en el mercado están surgiendo muchas más estrategias diseñadas específicamente para mitigar algunos aspectos de la inversión en mercados privados que solían desalentar a este grupo de inversores.
En tercer lugar, otro factor que impulsa la democratización de los mercados privados es el aumento de la demanda por parte de los propios inversores privados. Cada vez son mayores las asignaciones a activos privados como resultado del asesoramiento de los CIOs y los family offices; de hecho, existe un cierto temor a perderse este tipo de inversión en un momento en el que los mercados privados se están popularizando y están recibiendo una gran cobertura por parte de los principales medios de comunicación.
Dado que la liquidez es esencial para los inversores minoristas, creemos que los fondos de secundarios de private equity deben de convertirse en parte esencial de cualquier modelo de asignación de activos que incluya private equity.
Qué clase de activos tienen más sentido para los inversores privados
Desde UBS AM Real Estate & Private Markets (REPM) creemos que los inversores particulares interesados en los mercados privados desean que se les compense por los bajos niveles de liquidez mediante una rentabilidad atractiva. De ahí que se inclinen por estrategias de mayor rentabilidad, como el private equity. Además, el mercado secundario se convierte en una opción válida si se analizan las cualidades que permiten a estos inversores mitigar muchas de sus incertidumbres, como el efecto de la curva J y la diversificación.
Así pues, teniendo en cuenta toda la gama de clases de activos accesibles en los mercados privados (el private equity, real estate, infraestructuras y la deuda privada), desde el punto de vista de la duración y la rentabilidad del sector, el private equity resulta muy interesante. Sin embargo, algunos de los puntos de entrada siguen estando poco consolidados, sobre todo las soluciones semilíquidas.
Por ello, es importante concienciar a los inversores finales de que, aunque una estrategia se denomine ‘semilíquida’, existe la posibilidad de que la cartera subyacente no produzca suficiente liquidez para atender las solicitudes de reembolso. La menor duración es lo que permite la entrada en escena de los fondos de secundarios. Fuera del private equity, el real estate es probablemente la clase de activos que mejor puede ofrecer una exposición diversificada en un formato semilíquido. Sin embargo, ya conocemos los últimos acontecimientos: algunos fondos están aplicando restricciones a los flujos de salida, y cada vez está más claro que los inversores esperaban más liquidez de la que realmente hay disponible.
Como conclusión, los inversores no pueden ignorar los activos privados porque, entre otras cosas, el universo de las empresas públicas se está reduciendo. Pueden perderse importantes sectores y parámetros de diversificación.
Tribuna de Ignacio Resusta, especialista de inversiones para mercados privados de UBS AM Iberia
Los acontecimientos de las últimas semanas con la caída de dos bancos americanos y la compra de Credit Suisse por parte de UBS dejan un escenario de incertidumbre, que posiblemente traerá consigo cambios importantes en la regulación del sistema financiero. Este puede ser el momento clave para que se produzca una transición hacia la moneda digital. Para comprenderlo, BrightGate Advisory hace un repaso de lo que ha ocurrido.
Empezamos con el banco SVB, cuya problemática radicaba en que una gran parte de sus pasivos eran depósitos a corto plazo, mientras que sus activos eran carteras de bonos a largo, muy expuestas por tanto a subidas de tipos de interés. Las agresivas subidas de tipos por parte de la Fed generaron entonces una pérdida en la cartera de bonos del tamaño del capital social del banco. Y como los clientes eran en su mayoría empresas de capital riesgo y startups tecnológicos en las que estas invertían, su situación financiera también estaba expuesta al riesgo de esas subidas. Cuando éstas vieron que empezaban a tener problemas con renovar las financiaciones, o que el coste de hacerlo se incrementaba, decidieron empezar a rescatar los depósitos. El banco, para obtener liquidez, tuvo que vender parte de las carteras de bonos y aflorar las pérdidas. Una vez que se hicieron públicas las pérdidas generadas, los clientes aceleraron los rescates, lo que a su vez causó una fuga de activos mayor de la que el banco podía soportar. Para solventar la crisis, la Fed decidió garantizar todos los depósitos al mismo tiempo que aceptaba como colateral cualquier bono del Estado Americano por su valor nominal, sin importar su valor de mercado.
Un día después a la caída de SVB cayó Signature Bank, un banco ligado al negocio de criptomonedas. Asimismo, dos bancos californianos han recibido liquidez por parte de otras instituciones.
Una semana mas tarde, la crisis cambió de continente, poniendo el foco en Credit Suisse. Si bien algunos clientes habían abandonado el banco debido a una serie de escándalos en los últimos años, una cuestionada estrategia y pérdidas millonarias, esto no hundió a la entidad. Pero cuando el Banco Nacional Saudí anunció que no iba a incrementar su posición en Credit Suisse, alegando restricciones regulatorias, entonces la acción se desplomó. Esto se tradujo en una fuga de depósitos y, después de un fin de semana de discusiones, UBS aceptó quedarse con su rival por 3.250 millones de francos suizos.
La forma en la que se hizo esta operación, en la que se priorizó a los accionistas frente a los tenedores de deuda híbrida AT1, creó una gran inestabilidad entre los tenedores de este tipo de deuda en otras regiones, y obligó a los reguladores de la Eurozona, Reino Unido y Hong Kong a clarificar que ellos no seguirían el mismo procedimiento que el de las autoridades suizas. Si bien el mercado se ha recuperado ligeramente, todavía está lejos de los niveles de principios de año, y se han pospuesto nuevas emisiones de este tipo de deuda.
Desde BrightGate Advisory hacen un llamamiento a la calma. No creen que nos encontremos en una situación similar al de la caída de Lehman Brothers. Es evidente que ha habido fuertes pérdidas en el sistema, generadas entre el sector financiero y el corporativo. Se calcula que solo en el sector financiero puede haber unos 2 billones de euros de pérdidas por revaluación en las carteras de bonos. Pero sostienen que muchas pérdidas están macheadas con ingresos similares. No existen sectores sistémicos y las costuras irán saltando por sus eslabones más débiles, ya sean empresas sobreendeudadas o instituciones con políticas erróneas de inversión.
Lo cierto es que nos encontramos en un momento de incertidumbre en el que las entidades tratan de sostenerse. Un ejemplo de ello lo tenemos con la reciente caída y recuperación de Deutsche Bank, el cual solventó una caída del 15% de su cotización, causada por la inseguridad que había generado al adelantar el repago de un bono.
Si añadimos a lo anterior la incertidumbre causada por lo que se ha percibido como un cambio injustificado de las reglas de juego en el caso de Credit Suisse, tenemos caldo de cultivo perfecto para el nerviosismo de los inversores. Algunas entidades se verán afectadas con esta agitación que, probablemente, durará varios meses. Pero no se verá arrastrado el sistema.
Impacto en el sector y monedas digitales
Lo cierto es que, pese a no caer en una crisis como la del 2008, el impacto a largo plazo que tendrá esta situación es muy negativo para el sector. Parece claro que después de 3.000 páginas de nueva regulación, ni se ha reducido el apetito por tomar riesgos excesivos por parte de los bancos, ni la inclinación a rescatarlos cuando estos se manifiestan, por parte de los estados.
Después de la última relajación regulatoria en USA (impulsada por el mismo SVB) y tras las acciones que de facto respaldan la creencia de que todos los depósitos van a estar cubiertos, toca dar una vuelta de tuerca. Y esta vez puede no limitarse solo a un incremento en costes o a más regulación. De todas formas, se entiende que todos los depósitos están garantizados porque, una vez rescatados los clientes del SVB, las casas de private equity no van a poder negar la ayuda a ningún otro depositario. Algunas de ellas con depósitos superiores a 1.000 millones de dólares, clientes institucionales sofisticados y del mismo sector financiero, como la Fed.
Tradicionalmente la ampliación de la cobertura a más depositarios exigía el pago de los costes del seguro o el incremento de limitaciones a la forma de reinvertir dichos depósitos. Es decir, se generaba más regulación, lo que a su vez dejaba menos rentabilidad para la banca. Pero ahora existe la posibilidad de que se acelere el lanzamiento de monedas digitales o criptomonedas directamente desde los bancos centrales. Dicho lanzamiento, que ya se estaba planteando, dejaría al sector financiero sin una parte importante de su funcionalidad. Estos últimos rescates refuerzan el argumento de que la intermediación de la banca entre los particulares y el banco central emisor del dinero no aporta valor, sino que incrementa riesgos que terminamos pagando entre todos los contribuyentes. Todas estas razones son las que dan por válidas para acelerar la emisión de una moneda digital.
Independientemente del rumbo que tomen las monedas digitales en el futuro, es importante recordar lo aprendido para que, gracias a la resiliencia, no se cometan los mismos errores del pasado. Lo primero es tener en cuenta que ya no hace falta ir a la oficina y hacer cola para rescatar el depósito, sino que se puede hacer fácilmente desde internet, con lo que todo sucede mucho más rápido. Además, el depósito pasa de ser un pasivo casi seguro, casi a largo plazo, a convertirse en el más nervioso de los activos del banco. En este caso, un mensaje de Peter Thiem (Founders Private Equity) pidiendo a sus participadas que retiraran los fondos del SVB, fue uno de los responsables de que se propagara el pánico.
Por otra parte, para prevenir esta situación y muchas otras, después de la crisis financiera se crearon unos stress test que todos los bancos americanos deberían pasar. Una de las hipótesis de estos test era analizar el comportamiento del balance de los bancos ante una subida extrema de la tasa del bono a 10 años. En 2015, Greg Becker, presidente del SVB Bank, compareció en el Senado y presionó junto a otros colegas para que se levantaran los requerimientos de hacer estos stress test a los bancos medianos.
Miraltabank, el banco español de inversión, intermediación y gestión de activos y patrimonios, ha puesto en marcha su nueva app de BisonTrade. Se trata de un servicio de bróker online con la idea de ofrecer a sus clientes nuevas e importantes mejoras.
De la mano de su socio tecnológico, Saxo Bank, que aporta su avanzada plataforma ofreciendo niveles muy altos de seguridad, Miraltabank ofrece al cliente toda la información de su cuenta en tiempo real, tal como el dinero en efectivo, margen inicial, saldo disponible, condiciones operativas, informes, etc. La app está disponible tanto para ios como para Android y ofrece la posibilidad de abrir y cerrar operaciones directamente desde la propia aplicación en un entorno de uso amigable.
La plataforma facilita operar desde el gráfico con pocos clics y pone a disposición del cliente múltiples indicadores técnicos, objetos de análisis y gráficos profesionales que cualquier inversor puede necesitar en su viaje por los mercados. Los usuarios tienen a su disposición un área de análisis e investigación totalmente personalizable en función de los gustos de cada inversor y tipo de operativa. Con esta herramienta el cliente siempre tiene el control de la cuenta gracias a la configuración de alertas para recibir notificaciones automáticas. Además, dispone de la posibilidad real de hablar con el equipo de soporte desde el chat por si hay cualquier incidencia.
Asimismo, tanto la app como el servicio online multidispositivo ofrecen acceso a operativas con más de 30.000 activos financieros de todo el mundo: acciones, renta fija, fondos de inversión, ETFs, futuros, opciones, CFDs y Forex.
Con esta nueva APP, Miraltabank busca situar la seguridad y la protección de los fondos para sus más de 21.000 clientes en un primer plano, así como apostar por la innovación y los más altos niveles de transparencia y tecnología disponibles en el mercado para ofrecer un servicio de calidad y valor añadido que complementa a otras líneas de negocio de la firma dirigidas al segmento minorista, como la gestión patrimonial. Por ejemplo, los clientes de VERSA pueden ver sus cuentas también en la nueva plataforma.
Ignacio Albizuri, director de mercados de Miraltabank, sostiene que la nueva app nace de escuchar al cliente y de responder a sus necesidades e inquietudes de la manera más efectiva: «Continuamos con nuestra apuesta por la seguridad y la protección de los fondos de cada uno de nuestros clientes y la voluntad de poner a su disposición las herramientas más avanzadas y la operativa más dinámica para operar con flexibilidad”.
Nuclio es un ecosistema que crea e impulsa startups. Fue fundado por el emprendedor y business angel Carlos Blanco y liderado por Ernest Sánchez. Recientemente ha lanzado InmoBalize, la primera plataforma de tokenización de activos inmobiliarios con tecnología NFT en España. Este es el primer proyecto de Nuclio Labs, una iniciativa para incubar proyectos de Web 3 y conectar con el ecosistema global del sector. InmoBalize ha sido cofundada por Nuclio yGerard Marabella, CEO y cofundador de la compañía.
La startup proptech compra inmuebles y divide sus derechos de explotación en partes más pequeñas para venderlos a particulares que deseen invertir en real estate sin desembolsar grandes sumas de dinero. Mediante la tecnología blockchain, InmoBalize divide estos derechos de explotación en NFTs (fichas digitales encriptadas) de 100 euros, de modo que sus poseedores pueden obtener una renta proporcional sobre los ingresos derivados de la explotación del inmueble y comercializar con ellos en el mercado o en la plataforma de InmoBalize.
Es muy sencillo utilizar la plataforma. El departamento de real estate de InmoBalize busca las mejores oportunidades del sector a través de una red de consejeros en España y Andorra para encontrar el mejor producto. Una vez confirmada la viabilidad de la inversión, el proyecto se verifica con una empresa de servicios de inversión autorizada por la CNMV y la compañía lanza una colección de NFTs en la red blockchain de Ethereum, respaldada por el white paper de inversión. Entonces, cuando la colección se vende por completo, InmoBalize hace efectivo el acuerdo pactado comprando el inmueble. Una vez el inmueble está arreglado y dispuesto para su explotación, los usuarios pueden encontrar dentro de su panel de usuario su billetera del proyecto, en la que mes a mes se depositan los dividendos generados. También tienen la posibilidad de llevar sus NFTs a un marketplace externo, como Open Sea, para comercializar con ellos.
Una vez acabada la explotación del inmueble, se venderá el activo acorde al precio de mercado y el usuario obtendrá su capital inicial más los intereses de la explotación. De este modo, aunque el precio del activo hubiera caído respecto al precio de compra y no hubiera una rentabilidad directa por su venta, el usuario recupera toda su inversión inicial.
El propósito de la compañía es facilitar la inversión en el sector inmobiliario a un público más joven. Puesto que hay mucha gente que desea invertir en inmuebles pero no tiene suficiente dinero como para comprarlos enteros, InmoBalize les ofrece partes de estos activos a un precio muy asequible.
El CEO de la compañía muestra su motivación por ayudar a que las nuevas generaciones encuentren una forma de invertir en activos inmobiliarios sin apalancamiento bancario ni ataduras: “Las nuevas generaciones venimos con una idea de libertad muy consistente y no queremos condenarnos a deudas ni otras limitaciones. Por eso, nuestro modelo conjura un circuito perfecto para que la gente invierta con la máxima libertad y de manera que su dinero esté seguro y generando rentabilidad”.
Y es que para este 2023, InmoBalize prevé vender tokens de viviendas por valor de 10 millones de euros y cerrar una ronda de financiación pre serie A. Durante el mes de marzo la compañía ha tokenizado sus primeros cinco inmuebles, con un valor de 500.000 euros. También está poniendo en funcionamiento su modelo de marketplace, desde el que dará acceso a agentes inmobiliarios y profesionales del sector. La compañía ha comenzado su actividad en Barcelona, donde van a abrir oficinas en las próximas semanas.
El Instituto de Estudios Financieros (IEF) ha organizado 13 actividades durante la celebración de la Global Money Week, entre las que destacan los talleres en criptomonedas y en finanzas sostenibles.
La sesión dedicada a las criptomonedas ha sido impartida por Eloi Noya, director de innovación del IEF. En ella se han tratado los principales aspectos de las monedas digitales, repasando los riesgos de invertir y su volatilidad. De hecho, Noya ha subrayado que “la inversión en criptomonedas no debería superar el 1% del total del patrimonio”.
Desde que apareció la primera moneda digital, el Bitcoin, durante la crisis financiera de 2008, se han creado más de 10.000 criptomonedas. Lo más habitual es que las monedas suban mucho durante su creación, pero también lo es que su valor acabe cayendo cerca de o con el paso del tiempo, según el experto del IEF.
Pese a las facilidades para crearlas, la inversión en criptomonedas no es una apuesta segura porque son muy volátiles. Además, la falta de regulación y leyes hacen que los inversores no estén protegidos y puedan perder todo lo que tienen sin poder reclamarlo.
Eloi Noya ha dado una serie de consejos importantes a la hora de invertir en criptomonedas. Por ejemplo, empezar invirtiendo poca cantidad, preguntarse quién y qué hay detrás del producto y si tiene muchos usuarios, entre otros.
Por otro lado, el segundo taller destacado ha sido el dedicado a las finanzas sostenibles. Así, el grupo de alumnos de bachillerato que ha asistido a la jornada ha tenido su primer contacto con uno de los temas más revolucionarios de los últimos años en el ámbito financiero.
Durante la sesión, Eva Hernández, responsable de finanzas sostenibles del Instituto de Estudios Financieros, ha puesto énfasis en uno de los aspectos claves: las tres ‘P’, es decir, profit (beneficio), people (gente) y planet (planeta). Estas son tres ideas clave que actualmente deben desarrollar las empresas para lograr llegar a la transición hacia un modelo más sostenible de las finanzas.
Finalmente, la ponente ha querido remarcar la importancia de las inversiones en finanzas sostenibles, entendiendo que son el futuro del sistema financiero. Se buscan productos que no sean especulativos y que, por otro lado, sean cuidadosos con los factores ambientales, gubernamentales y sociales (ESG). La sostenibilidad está llegando a todos los campos del sector y las inversiones, evidentemente, no son ajenas a todos los cambios que se están produciendo.
La semana pasada, los CDS de Deutsche Bank se dispararon y centraron el foco de las dudas en la banca europea, que sufría importantes caídas en bolsa. Entre las entidades castigadas, estaban también las españolas. Esta semana, las aguas parecen más calmadas y la sensación es que lo ocurrido tras la crisis de SVB en EE.UU. (comprado por First Citizens), la caída de Credit Suisse (entidad adquirida por UBS) y las dudas sobre Deutsche Bank son sustos aislados.
«Los CDS de la mayoría de los grandes bancos son más bajos que hace seis meses. Se trata de un «susto» bancario individual y no sistémico, aunque con importantes consecuencias macroeconómicas», destaca Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, hablando del último episodio de Deutsche Bank.
Su mensaje es tranquilizador. “Un CDS puede considerarse una póliza de seguro contra el impago de la deuda de un gobierno o una empresa. El precio de mercado de los CDS es una medida en tiempo real de su riesgo de impago percibido. Los niveles de CDS bancarios han sido noticia, pero los niveles de los bancos más importantes del mundo siguen siendo bajos. Las tasas de impago implícitas para la mayoría están muy por debajo del 1% y oscilan hasta sólo el 4% para los más altos, con niveles una fracción del pico de 1.265. Los CDS de la mayoría de los grandes bancos son más bajos que hace seis meses”, comenta.
Los niveles de CDS también pueden utilizarse como indicadores de riesgo país, recuerda: los CDS de EE.UU. han estado subiendo, a medida que se acerca el enfrentamiento por el techo de la deuda, pero los riesgos implícitos de impago son sólo del 0,8%.
No obstante, recuerda que Credit Suisse fue uno de los 30 bancos clasificados como de importancia sistémica mundial (GSIB). También lo es UBS. “La lista la establece el Consejo de Estabilidad Financiera (CEF), un organismo internacional creado tras la crisis financiera mundial de 2008. Se tienen en cuenta el tamaño del banco y su importancia mundial. Los bancos se distribuyen en categorías de 5 a 1 en función de su relevancia, y deben tener colchones de capital proporcionalmente más elevados que los demás. También tienen mayores niveles de supervisión y planes de liquidación”, recuerda.
Para Banca March, “la crisis de los bancos regionales parece contenida, con las acciones de First Republic volviendo a ganar terreno ayer, lo que muestra que el mercado confía en que las medidas lanzadas para proteger al sector bancario serán suficientes, algo a lo que contribuyó también el acuerdo entre el fondo de garantía de depósitos estadounidense y First Citizens para la venta de los activos de SVB”.
“En Europa, las dudas sobre Deutsche Bank se empiezan a disipar, con una subida del 6% en sus acciones, y una caída en el precio del seguro de impago de la entidad. Esta normalización en las preocupaciones bancarias hace que los mercados recuperen el apetito por el riesgo y que veamos cómo se elevan las expectativas de subidas de tipos para las próximas reuniones tanto de la Fed (56%), como del BCE (86%)”, añaden los expertos de la entidad.
«Los fundamentos de los bancos europeos son sólidos y los bancos, incluido el Deutsche Bank, tienen niveles de capital y liquidez por encima de los requisitos reglamentarios. También observamos que el BCE y otros bancos centrales han asegurado explícitamente que están preparados para hacer frente a cualquier déficit de liquidez en el sistema. Además, todos los reguladores europeos han asegurado a los inversores bancarios que respetarán la jerarquía de capital en caso de resolución o fusión, confirmando que el episodio de Credit Suisse fue una excepción», analizan en Amundi.
«Dentro del sector, seguimos prefiriendo los bancos minoristas con bases de depósitos estables y diversificadas, capaces de generar altos niveles de rentabilidad y de cubrir su coste de capital. En un entorno de tipos de interés más altos, en el que el mercado es más exigente en cuanto a los modelos de negocio, la capacidad de generar beneficios sostenibles será cada vez más importante», aseguran en la gestora.
Acacia Inversión ha registrado en CNMV su primer fondo de inversión libre (FIL), con la intención de satisfacer la demanda de parte de sus clientes de contar con un producto concentrado con las mejores ideas del equipo de inversiones, las mismas que han situado a los fondos multiactivo de la entidad en posiciones de rentabilidad muy destacadas en los ranking en los últimos años.
Hyperion Cartera FIL es un vehículo que surge de un grupo de coinversores históricos de perfil de riesgo más agresivo, quienes valoran la capacidad del equipo de generar nuevas ideas de inversión rentables e innovadoras y buscan un producto de mayor concentración, en el que las ideas de fuerte convicción puedan tener un peso superior que en los fondos tradicionales caracterizados por la ‘diversificación total’ y el perfil patrimonialista.
El nuevo producto, que ya nace con 3.100.000 euros de capital inicial aportado por los clientes promotores del proyecto, contará con tres clases diferentes: oro, platino y semilla. Esta última está destinada para el capital que entre en el fondo en los primeros 12 meses desde su lanzamiento.
Las comisiones sobre gestión serán del 1,75% para la clase oro, 1,5% para la platino y 1,25% para la semilla, contando en cada caso con una comisión adicional sobre resultados del 10%. En cuanto a los mínimos de inversión inicial, serán de 100.000 euros para las clases oro y semilla, y de 500.000 euros para la platino.
Desde Acacia Inversión se autodefinen como generadores de ideas de inversión, dado que están en permanente búsqueda de oportunidades en activos infravalorados o excesivamente castigados (asset allocation con enfoque value). En palabras de Miguel Roqueiro, director general y director de inversiones, «nos parece que el actual entorno de turbulencias es propicio para el lanzamiento de un producto de estas características, que nos permita capitalizar, sin restricciones, las oportunidades y dislocaciones que puedan producirse en el mercado en los próximos años”.
Aseguran que este es un paso más dentro de la estrategia de crecimiento de la compañía, basada en satisfacer las necesidades de sus clientes, a la vez que mantienen los mismos pilares de coinversión e independencia que conforman la esencia de Acacia Inversión desde su origen.
Federated Hermes Limited ha anunciado el lanzamiento del Sustainable Global Investment Grade Credit Fund junto con la empresa británica CCLA (Churches, Charities and Local Authorities) como ‘seed investor’. El fondo estará cogestionado por las gestoras senior de cartera Nachu Chockalingam y Orla Garvey.
Según explican, este vehículo busca «ofrecer una rentabilidad completa con una huella medioambiental reducida en comparación con el índice de referencia». Para lograrlo, van a medirla utilizando parámetros de huella de carbono, agua y residuos. Además de utilizar un marco de exclusiones, el fondo emplea una alta barrera de entrada para los nombres que entran en la cartera, utilizando los modelos de puntuación propios y la experiencia en implicación (engagement) del equipo. «Aunque el fondo se centra en líderes sostenibles, invertirá de forma oportuna en emisores con dicha característica», matizan desde la gestora.
El Sustainable Global Investment Grade Credit Fund se ajusta a lo dispuesto en el artículo 9 del Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR) y forma parte de la gama de productos sostenibles de Federated Hermes. Según indican desde la firma, este nuevo producto sigue al Sustainable Global Equity Fund, realizado por la gestora en 2021. Ambos forman parte de un proyecto de segmentación de la gama de fondos que permite a los clientes seleccionar fácilmente los vehículos en función de sus requisitos de sostenibilidad.
La relación entre Federated Hermes Limited y CCLA, que permite esta nueva creación, surgió el año pasado. El equipo de Crédito de Federated Hermes Limited fue designado por CCLA como gestor de cartera de dos de sus fondos de renta fija. Ben Funnell, responsable de soluciones de inversión de CCLA, afirma que Federated Hermes cuenta con una gran experiencia en el sector y se ajusta a los valores de su empresa e inversores en términos de inversión responsable. Además, con respecto al nuevo fondo, añade: «El crédito con grado de inversión como clase de activo se ha valorado de forma sustancialmente más atractiva en los últimos 15 meses, y ahora ofrece un margen de seguridad suficiente para permitirnos invertir. Esperamos una buena rentabilidad real del sector, dados los rendimientos iniciales actuales».
Por au parte, Nachu Chockalingam, cogestor del fondo, añade: «Este fondo aúna nuestra larga y exitosa trayectoria en crédito con grado de inversión y nuestra experiencia especializada e innovación en sostenibilidad y stewardship. Nuestros objetivos dobles no son metas independientes y la búsqueda de emisores corporativos con grado de inversión que también pretendan mitigar el daño que causan o mejorar el impacto que tienen en relación con las personas y el planeta ofrecerá un valor real a nuestros clientes”.
Según la firma, el lanzamiento del fondo cumple el doble objetivo de ser el primer lanzamiento de renta fija dentro de la gama sostenible de Federated Hermes y, al mismo tiempo, responder a la demanda de los inversores de introducir en el mercado un fondo global con grado de inversión. «Si bien las características de sostenibilidad y el marco de compromiso tendrán un atractivo natural para los clientes que deseen adoptar un enfoque basado en valores para sus inversiones, creemos que el fondo tendrá un atractivo más amplio, ya que consideramos que nuestro marco de puntuación es un elemento adicional para la obtención de resultados de rentabilidad para nuestros clientes», concluye Carlos Capela, responsable de Federated Hermes para España, Portugal y Andorra.