Vistra Fund Management (VFM), la gestora luxemburguesa de fondos de inversión alternativos del Grupo Vistra, ha anunciado la compra de Kroll (Luxembourg) Management Company S.à r.l. (Kroll ManCo), una firma titular de licencias de UCITS y fondos de inversión alternativos (FIAs). Según matizan, la operación está aún sujeta a las aprobaciones reglamentarias.
La adquisición de Kroll ManCo por parte de Vistra se alinea con su visión estratégica de mejorar su propuesta de servicios de end-to-end para gestores y asignadores de activos de capital privado. Con un enfoque en capital privado, bienes raíces, infraestructura y originación de préstamos, los clientes multi-jurisdiccionales de Vistra se beneficiarán de sus servicios ampliados en el apoyo al mercado secundario de préstamos a través de su licencia GFIA/UCITS.
Según sus protagonistas, “el negocio combinado será un actor líder en el mercado luxemburgués y contará con la más amplia cobertura geográfica y de servicios a través de su red global”, recientemente ampliada desde la fusión de Vistra con Tricor en julio de 2023 a más de 9.000 profesionales en más de 50 jurisdicciones y ofreciendo una calidad, escala y amplitud de capacidades sin igual.
“Estamos encantados de dar la bienvenida a Kroll ManCo a la familia Vistra y reconocemos que se trata de una gran oportunidad tanto para nuestros clientes como para nuestros colegas. Confiamos en que nuestra capacidad para gestionar más clases de activos, combinando estrategias alternativas y de UCITS, y nuestra mayor presencia en el mercado impulsarán las aspiraciones de crecimiento estratégico de nuestros clientes y crearán interesantes oportunidades para nuestros colegas», ha señalado Jan Vanhoutte, Managing Director & Conducting Officer de Vistra Fund Management.
Por su parte, Anil Singh, director general de Kroll, ha añadido: “La unión de nuestros dos equipos nos permite mejorar nuestra oferta de servicios con capacidades de administración central y depositario de venta cruzada y atender mejor las necesidades cambiantes de nuestros clientes. Me gustaría dar las gracias a Vistra por su apoyo hasta ahora, y estamos agradecidos por la colaboración y el respeto mutuo que nos profesamos”.
Según indican en su comunicado, Anil Singh continuará con el negocio en un papel de liderazgo y supervisará la integración de Kroll ManCo en el equipo de Vistra. Kroll ManCo pasará a denominarse Vistra en una fecha posterior.
La revisión de la directiva europea sobre gestores de fondos de inversión alternativos (AIFMD), finalizada este año, ofrece una interesante oportunidad para analizar cómo ha evolucionado este mercado desde su entrada en vigor en 2013, pese a que se promulgó por primera vez en 2011.
La directiva estableció un marco regulador que abarca las actividades del sector de los FIAs, incluidos todos los fondos de inversión que están regulados de conformidad con requisitos nacionales específicos y quedan fuera del ámbito de aplicación de la Directiva UCITS. Se concibió como parte de la respuesta política a la crisis financiera mundial de 2008, que puso de manifiesto las deficiencias y vulnerabilidades de muchos ámbitos del sistema financiero, incluidas las actividades de inversión de determinadas estructuras de fondos privados.
Desde Efama destacan que una de las características diferenciales de la directiva de los fondos alternativos es que, en comparación con los vehículos UCITS, se centra en las sociedades gestoras de fondos, y no en sus productos, es decir, los fondos. “Esto se debe a la diversidad mucho mayor del sector de los FIAs en comparación con el de los UCITS y, por consiguiente, refleja la necesidad de evitar la creación de un conjunto común de normas específicas de producto para cada categoría de FIAs”, explican.
Los fondos alternativos han crecido considerablemente desde 2015. Los activos netos de estos fondos pasaron de 5,14 billones de euros a finales de 2015 a 8 billones de euros a finales de 2021, para descender a 7,14 billones de euros en 2022. A finales del primer semestre de 2023, los activos netos de los FIA ascendían a 7,26 billones de euros. Es decir, el crecimiento total de los activos netos desde finales de 2015 ascendió al 41 %.
Según Efama, si comparamos el crecimiento en activos netos de los fondos alternativos y los fondos UCITS desde 2015, se observa que las tasas de crecimiento de los FIAs han fluctuado menos que la de los UCITS. “En períodos de fuerte crecimiento bursátil, como en 2017, 2019 y 2021, el crecimiento de los FIAs fue claramente más moderado que el de los UCITS. En cambio, cuando los mercados bursátiles bajan, como en 2018 o 2022, los descensos en la valoración de los activos netos de los UCITS son mayores que los de los FIAs”, señala el último documento de análisis elaborado por Efama.
En opinión de Thomas Tilley, economista principal de Efama, el sólido crecimiento de los activos gestionados de los FIAs desde 2015 sugiere que, en general, la Directiva está funcionando bien. “Los FIAs ocupan claramente un lugar, junto a los UCITS, a la hora de ofrecer rendimientos a los inversores y proporcionar financiación a la economía. La creciente importancia de los FIAs transfronterizos en particular es alentadora, ya que es una indicación de que la profundización del mercado único europeo de capitales está progresando”, afirma.
Principales datos y tendencias
Otro dato interesante es que los cinco mayores domicilios del mercado de FIAs a finales del primer semestre eran Alemania, con una cuota de mercado del 29 %, seguida de Francia (18,4%), Luxemburgo (13,3%), Irlanda (11,6%) y los Países Bajos (10 %). Según Efama, desde finales de 2015, el mercado de FIAs se ha concentrado ligeramente más, y la cuota de mercado de los cinco principales domicilios ha pasado de menos del 80% a más del 82% a finales del primer semestre de 2023.
“Los activos netos de los FIAs y sus cuotas de mercado nacionales se deben, en gran medida, a los fondos regulados a escala nacional (no UCITS) que existían antes de la introducción de la Directiva. Estos difieren significativamente entre los países europeos y dependen a menudo de cómo estén organizados los ecosistemas nacionales de pensiones, seguros y financieros en general. El cuadro de la página siguiente ofrece una visión general de las cifras por países”, explica el documento.
Por último, hay que recordar que los FIAs que no están sujetos a un Régimen Nacional de Colocación Privada (NPPR) pueden tener un pasaporte y venderse de forma transfronteriza dentro del EEE a inversores profesionales. En este sentido, Efama considera que la importancia de los FIAs transfronterizos ha ido aumentando gradualmente: entre 2015 y el final del primer semestre de 2023, su cuota de mercado pasó del 22,4% del mercado total de FIAs al 28,5%. “Esto indica que, en general, el régimen de apadrinamiento funciona bien y que los gestores de activos lo utilizan cada vez más. Sin embargo, en comparación con el mercado de UCITS, el mercado de FIAs sigue estando muy centrado en los fondos domiciliados en el país de origen”, sostienen.
El informe también indica que, desglosados por estrategia general de inversión, los fondos inmobiliarios y, en particular, los «otros» FIAs han visto aumentar su cuota de mercado en los últimos años. El concepto “otros FIAs” engloban una amplia gama de tipos de fondos, incluidos los fondos de capital riesgo/inversión y los fondos de inversión libre. Para Efama, lo que estos fondos tienen en común es que invierten sobre todo en activos alternativos y a menudo menos líquidos. Es más, los activos inmobiliarios y alternativos se vieron mucho menos afectados por la caída de los mercados de capitales en 2022.
“La revisión ha mantenido intactos los fundamentos del marco de esta Directiva, que creó el mercado de FIAs tal como lo vemos hoy, siendo uno de los más importantes el régimen de delegación. La introducción de una amplia gama de instrumentos de gestión de la liquidez es una mejora, ya que ofrece a los gestores un conjunto de herramientas más amplio para hacer frente al riesgo de liquidez. Vigilaremos cómo reacciona el mercado ante algunos otros elementos, como los relativos a los depositarios y la originación de préstamos, sobre los que teníamos algunas dudas”, comenta Zuzanna Bogusz, asesora de Política Reguladora de Efama.
A la luz de todos estos datos y tendencias, Tanguy van de Werve, director general de Efama, concluye: “De cara al futuro, estamos convencidos de que los FIAs pueden desempeñar un papel cada vez más importante en la financiación de la transición sostenible de Europa. El horizonte de inversión a largo plazo de muchos inversores institucionales en FIAs y el tipo de activos en los que invierten los FIAs los hacen idóneos para este fin”.
Desde BlackRock Investment Institute defienden que los mercados emergentes son fundamentales para la transición energética mundial hacia una economía con bajas emisiones de carbono, por lo que las reformas para paliar el déficit de inversión podrían presentar tanto oportunidades como riesgos para los inversores.
“Estimamos que los mercados emergentes representarán más de la mitad de la demanda energética y de las emisiones de carbono en 2050. Creemos que esto significa que la forma y la velocidad de las transiciones de los mercados emergentes definirán en gran parte la velocidad y la forma de la transición global. En nuestra opinión, las consecuencias del cambio climático serán aún más graves para los mercados emergentes que para los desarrollados. Creemos que hay varios factores estructurales que diferencian a los países emergentes de las economías desarrolladas en la transición: un mayor crecimiento de la demanda energética, un mayor coste del capital para financiar la transición, una mayor proporción de emisiones difíciles de reducir -o aquellas que no pueden reducirse fácilmente con tecnologías bajas en carbono- y una mayor exposición a los daños físicos del clima”, explican para contextualizar las oportunidades de inversión.
La gestora considera que para cerrar la brecha serían necesarias importantes reformas en el sector público e innovaciones en el sector privado, lo que daría lugar a una mayor «combinación» de capital público y privado, o capital mixto. “A medida que las reformas propuestas vayan tomando forma, vemos la posibilidad de que el capital privado encuentre nuevas oportunidades de inversión para colmar el déficit de financiación climática de los mercados emergentes. Por ejemplo, el impulso de las reformas públicas y la innovación privada podrían crear nuevas oportunidades de infraestructuras de mercado privadas o aumentar el conjunto de emisiones de bonos verdes de los países emergentes”, señalan.
Implicaciones para la inversión
En su opinión, las reformas públicas tienen dos tipos de implicaciones clave para la inversión: su efecto sobre la velocidad y la forma generales de la transición y el cambio climático físico relacionado, y sobre las oportunidades de inversión en los mercados emergentes. Además, recuerdan que los daños relacionados con el clima seguirán aumentando en los próximos años. “Es difícil cuantificar el impacto sobre la salud y el bienestar humanos, pero los daños económicos cuantificables ya están creciendo rápidamente. Nuestros estudios sugieren que los daños económicos relacionados con el clima podrían restar alrededor del 5% del PIB mundial de aquí a 2050, con grandes variaciones según las regiones”, matizan.
En este contexto, consideran que eso significa que se necesitará una gran inversión en productos y soluciones que aumenten la resiliencia climática. “La resiliencia climática se refiere a la capacidad de prepararse, adaptarse y resistir a los riesgos climáticos y de reconstruir mejor tras los daños relacionados con el clima. Pensemos en sistemas de vigilancia temprana para predecir inundaciones, aire acondicionado para hacer frente mejor a las olas de calor o rehabilitación de edificios para que resistan mejor las condiciones meteorológicas extremas. Es distinto de la descarbonización, o limitación del calentamiento futuro mediante la reducción de emisiones”, añaden.
De hecho, la gestora espera que crezca la demanda de productos y servicios que aumenten la resiliencia y ayuden a la sociedad a evaluar y gestionar los riesgos. En este sentido, afirman: “Ya se observa cierto crecimiento del mercado, y creemos que la política, la regulación y los mercados estimularán aún más. También prevemos un mayor gasto en reconstrucción tras catástrofes climáticas. A medida que este mercado crezca, la resiliencia climática se convertirá en un nuevo tema de inversión”.
Reconoce que definir este tema de inversión emergente es complejo, ya que abarca diferentes tipos de respuestas, como los sistemas de alerta temprana, la tecnología climática y los materiales de construcción para ayudar a protegerse contra distintos tipos de riesgos climáticos en todos los sectores. “Dividimos la resiliencia climática en tres subtemas: evaluación y cuantificación de riesgos, gestión de riesgos y reconstrucción de infraestructuras físicas”, comentan.
Por último, indican que el mayor potencial para acelerar las transiciones se encuentra en los países emergentes de alto crecimiento y altas emisiones, como India, Indonesia, Brasil y Sudáfrica. Aquí, los programas específicos de cada país, como la Asociación para una Transición Energética Justa, ya están avanzando. “Por el contrario, los países menos desarrollados y con bajas emisiones podrían recibir más financiación para la adaptación y la resiliencia climática que para la descarbonización. Aunque son vitales, existe el riesgo de que los financiadores de estos mercados pasen por alto otros objetivos, como impulsar el acceso a una energía más barata y potenciar el crecimiento industrial con un mayor suministro energético. Vemos oportunidades para la financiación mixta, en particular cuando el capital público y privado invierten conjuntamente en sectores lastrados por elevados riesgos de materias primas o divisas, pero también cuando la tasa de éxito de los proyectos en desarrollo puede ser baja, o cuando los riesgos tecnológicos o políticos son elevados”, concluyen.
El reciente auge del uso de la IA puede atribuirse a una combinación de avances tecnológicos, mayor disponibilidad de datos y mayor concienciación sobre su potencial. Sin embargo, desde el punto de vista tecnológico, no hubo una gran innovación o descubrimiento relacionado con la inteligencia artificial, sino más bien un cambio que mejoró enormemente la facilidad de uso y la accesibilidad para el público en general, concretamente cuando la empresa de inteligencia artificial Open AI cambió su interfaz de usuario y la implementó en un servicio de chat, llamado Chat GPT.
La aparición de ChatGPT provocó reuniones de urgencia en Google para debatir esta amenaza inminente para su famoso motor de búsqueda. Los consejeros delegados de las principales empresas tecnológicas citaron el entusiasmo observado en la IA Generativa y empezaron a destinar importantes recursos en ella debido al crecimiento exponencial de la potencia de estos modelos. Las principales empresas tecnológicas empezaron a estudiar urgentemente la posibilidad de incorporar la IA a sus sistemas, invirtiendo en sus centros de datos y sistemas de computación en la nube para añadir la enorme cantidad de potencia de procesamiento necesaria para ejecutar aplicaciones de IA. Esto ayudó a desencadenar un rally de inversión en IA, en el que las empresas utilizaban sus convocatorias de beneficios trimestrales para promocionar sus planes sobre cómo iban a monetizar la IA en sus negocios, ya fueran reales o imaginarios.
A corto y medio plazo, queremos seguir hacia dónde creemos que se dirige el gasto. Creemos que una de las mayores oportunidades está en las empresas que suministran los picos y las palas de la IA: las empresas relacionadas con la construcción de la infraestructura o fontanería necesaria para que la IA alcance todo su potencial. Entre estas empresas se encuentran los proveedores de nubes, los centros de datos, los semiconductores y las empresas de comunicación en red. Algunos de los nombres de empresas en las que estamos invertidos y que a menudo han sido citadas como beneficiarias inmediatas de la Inteligencia Artificial son: NVIDIA, Microsoft, Alphabet, Arista Networks y Broadcom.
También hemos invertido en empresas que no son tan conocidas como beneficiarias de la IA, pero que creemos que tienen productos y servicios únicos que les darán una ventaja competitiva a medida que la infraestructura de la IA siga desarrollándose. Entre estas empresas se encuentran Synopsis, líder mundial en automatización del diseño electrónico, y Marvel, líder en soluciones de semiconductores para infraestructuras de datos.
Hay un aspecto más de la fontanería de la IA que es bastante interesante, y tiene que ver simplemente con la electricidad para hacer funcionar los centros de datos. Estos centros están increíblemente hambrientos de energía, mucho más que un centro de datos convencional que sólo sirve videos, música o medios de comunicación social, etc. Uno de los grandes problemas que tenemos en el mundo es que hay una gran escasez de transformadores de potencia. Hay un concepto que se llama “tiempo de alimentación”, y cada vez es más difícil conectar un nuevo centro de datos a la red eléctrica. Un ejemplo de empresa que está sacando provecho de esto es Bloom Energy. Tienen pilas de combustible basadas en gas natural que funcionan con hidrógeno. Si eres un centro de datos y quieres construir un edificio de inteligencia artificial que consuma mucha energía, con montones y montones de servidores y procesadores gráficos de vídeo, y la compañía eléctrica local te dice que tienes que esperar 18 meses antes de poder conectarte, puedes recurrir a Bloom.
También ocurre que muchas de las empresas de semiconductores que se benefician de la IA también están bien posicionadas con el resto de sus negocios. Así que incluso si la IA no fuera esta tendencia monumental, a empresas como Lam Research, Broadcom o NVIDIA les seguiría yendo bastante bien. La IA es la guinda del pastel.
Otro ámbito en el que la IA tiene implicaciones interesantes es el de los bienes de equipo de semiconductores. Los chips necesarios para la IA consumen una enorme cantidad de una oblea de 12 pulgadas, por lo que el tamaño de las matrices es cada vez mayor, y son tan grandes que cada vez más los diseñadores tienen que dividirlos en varios chips y luego empaquetarlos juntos. La empresa que parece tener la sartén por el mango a la hora de conseguir que estos chips se apilen unos sobre otros y se interconecten adecuadamente es Lam Research.
Muchos inversores piensan erróneamente que los semiconductores son de baja calidad y muy cíclicos, posiblemente porque miran a toda la industria a través de la misma lente con la que miran al mercado de memorias semiconductoras, que es muy cíclico y está mercantilizado. Nosotros, en cambio, hemos observado que el sector de los semiconductores es mucho menos cíclico, dado que ha ampliado sus mercados finales más allá de los ordenadores y los teléfonos móviles y ahora desempeña un papel decisivo en aplicaciones como la automoción (vehículos eléctricos, mayor contenido de semiconductores para el entretenimiento, la gestión de baterías y las funciones de seguridad), los centros de datos, el Internet de las Cosas (IoT), el aprendizaje automático, la inteligencia artificial, la robótica, los electrodomésticos y la electrónica de consumo, por citar algunos ejemplos. También han pasado por una fase de consolidación significativa en los últimos años, con las empresas de semiconductores restantes más centradas en la rentabilidad que en ganar cuota de mercado. Este comportamiento ha dado lugar a entornos menos expansivos que los experimentados a finales de la década de 1990 y principios de 2000.
Por último, las empresas de semiconductores han creado un proceso de fabricación muy complejo que presenta grandes barreras de entrada y ha propiciado la estabilidad de los precios y contribuido a reducir el carácter cíclico del sector gracias a una mayor visibilidad de la demanda final. La complejidad de la fabricación de semiconductores de vanguardia ha aumentado a medida que los nuevos mercados finales exigen chips más rápidos, pequeños y potentes.
Por tanto, consideramos que el sector de los semiconductores es el denominador común y el elemento central de muchas de las tendencias seculares que se están produciendo, y podemos invertir en empresas rentables y en crecimiento que a menudo cotizan por debajo de los múltiplos de mercado.
En Columbia Threadneedle tenemos una mentalidad abierta y somos receptivos a la comprensión de la evolución, proliferación e impactos de la IA. Todas las empresas se centran en el control de costes y la adopción de la IA crea mayores eficiencias con menos recursos. A largo plazo, la IA será un factor deflacionista y creemos que estamos en las primeras fases de esta tendencia secular.
Tribuna de opinión de Paul Wick, CIO de Selingman Investments y líder del equipo de renta variable tecnológica de Columbia Threadneedle.
El punto de partida para la inversión en 2024 va a ser bastante diferente a lo que hemos vivido en 2023. Como explica Kareena Moledina, gestora de carteras de clientes de Janus Henderson Investors especializada en renta fija, “los bancos centrales están siendo capaces de gestionar la inflación, y esto les va a permitir ser capaces de hablar de bajadas de tipos para el año que viene”. Moledina participó en la presentación de las Perspectivas de Janus Henderson para 2024 junto con los gestores Luke Newman y Richard Clode.
La experta recuerda que ahora el consenso estima que la inflación caerá por debajo del 3% en 2024, lo que afectará significativamente a la manera de asignar activos el año que viene: “Si analizas el comportamiento del S&P 500 y los bonos en los últimos años, se puede constatar que la correlación entre acciones y bonos es mayor cuando la inflación supera el 3%. Si crees en el consenso, deberías esperar que esa correlación se vuelva negativa”. La gestora apuntó que este cambio en las correlaciones será importante para las carteras multiactivo, como la estrategia Janus Henderson Balanced.
Moledina comentó que el mercado espera que la Reserva Federal baje los tipos 100 puntos básicos a partir del segundo semestre de 2024, a razón de 25 puntos básicos por reunión. Según sus cálculos, como consecuencia el bono estadounidense a diez años rendiría un 3,5% para mediados de 2025. “Todo esto generará más volatilidad en los tipos de interés”, resume.
En todo caso, su postura es constructiva con la inversión en bonos: “Son los tipos más altos los que han devuelto a la renta fija el atractivo, con rendimientos similares a la renta variable en estos momentos, por lo que vemos que es un punto de entrada interesante”. La gestora afirma que, con las valoraciones actuales, los bonos ofrecen suficiente protección incluso en un entorno de debilidad económica.
Moledina indicó que en la firma están encontrando oportunidades en bonos soberanos de más duración. Dentro del crédito corporativo prefieren las emisiones con grado de inversión, apostando en general por bonos con una mayor calidad ante la elevada incertidumbre del entorno macroeconómico, protegiendo las carteras frente a una posible recesión. En Janus Henderson también están añadiendo exposición a activos colateralizados e hipotecas (MBS) como una manera de diversificar la exposición de riesgo de las carteras con activos que también presentan una calidad crediticia alta y un perfil bajo de volatilidad.
Además de la incertidumbre en torno a la magnitud de la recesión en EE.UU., la experta también aludió al impacto del riesgo geopolítico y, en términos de inversión, a la capacidad para determinar cómo ese riesgo geopolítico se canalizará hacia la economía real, en qué áreas puede tener un mayor impacto. Por todos estos motivos, la experta cree que para el año que viene se verá un movimiento de flujos desde fondos monetarios, donde muchos inversores han aparcado su dinero este año, hacia fondos de renta fija. Sin embargo, y a la vista de los múltiples interrogantes con los que empieza el año, aclara que es posible que los inversores prefieran “carteras más globales”, para una mayor diversificación del riesgo.
Alternativos: un comportamiento más racional
Luke Newman, gestor de carteras y responsable de una de las estrategias de retorno absoluto más conocidas de Janus Henderson, destacó como el incremento de la dispersión había dejado un año lleno de oportunidades, con mayor descubrimiento de valoraciones: “La fuerte subida de tipos ha cambiado el entorno para invertir en acciones con una gestión realmente activa. Ha sido un boom para los gestores de renta variable long-short”.
El gestor explicó que algunas de las estrategias que generaron más alfa en su cartera fueron posiciones cortas tácticas en compañías que sufrieron fuertes ventas al percibir el mercado que sus modelos de negocio podrían quedarse desfasados por la inteligencia artificial, por ejemplo industrias que hoy en día cuentan con mucha mano de obra o compañías que tengan una propuesta de IA atractiva, pero difícil de monetizar. También encontró oportunidades para generar alfa en sectores que llevaban mucho tiempo fuera del favor de los inversores por la financiación barata y cuya situación había cambiado con las subidas de tipos.
En todo caso, Newman insistió en la importancia de una gestión activa para detectar estas oportunidades: “Tienes que ir sector por sector, compañía por compañía, para identificar las valoraciones y donde están las oportunidades”. “Es necesario encontrar un catalizador y comprender dónde están los puntos de estrés, es el mejor entorno para invertir long/short en una década”, añadió.
Newman reseñó en varias ocasiones que el aumento de la volatilidad en los últimos doce meses ha sido “racional”, en el sentido de que las reacciones de los inversores a los distintos acontecimientos que han sucedido a lo largo del año han sido comprensibles y esto se ha reflejado en las valoraciones, como por ejemplo la reacción de las bolsas a un posible cierre del gobierno federal en EE.UU. o el comportamiento de las materias primas frente al nuevo estallido de violencia en Oriente Medio.
De hecho, Newman también aludió a los riesgos geopolíticos como una amenaza al alza para su clase de activo, aunque insistiendo siempre en la idea de racionalidad: “Cuando tienes mercados racionales donde la valoración es importante, es más fácil equilibrar los riesgos en cartera, puedes cubrirte de una forma más eficiente y eso es una gran ventaja para los inversores activos”.
De cara a 2024, Newman avanzó que buscará oportunidades en compañías de alta calidad, con balances muy fuertes y capacidad para autofinanciarse en el lado largo, mientras que en la parte de cortos va a prestar más atención a compañías industriales en la fase final de su ciclo y cuyo capex está bajo presión. “Hay mucho para pensar de cara a 2024”, concluyó el gestor.
Más oportunidades en tecnología
Por su parte Richard Clode no tuvo reparos en afirmar que el entorno actual para la inversión en valores tecnológicos es el peor en sus 20 años de carrera por una serie de factores, como la competición entre EE.UU. y China o el elevado sentimiento negativo en torno a las compañías tecnológicas chinas. “Los inversores van a buscar invertir en las áreas en las que se van a sentir más cómodos, como ciberseguridad en EE.UU.”, explicó.
Sin embargo, la alta dispersión entre valores del sector también le ha brindado oportunidades de inversión. Frente al consenso de un entorno “higher for longer” para 2024, Clode pidió poner este escenario en perspectiva: “Vivimos en un mundo de crecimiento. La inversión temática te proporciona lentes para invertir en el largo plazo”. Así, afirmó que temáticas como la sostenibilidad, el auge de la IA o la innovación tecnológica en el sector salud están ofreciendo grandes oportunidades de inversión.
Clode comentó el caso particular de la IA, por el alto interés que ha suscitado entre sus clientes este año: “Está generando una enorme disrupción tecnológica y va a tener un gran impacto sobre el mercado laboral, porque aportará eficiencia a los procesos”. Para Clode es crucial identificar correctamente quiénes serán los ganadores y perdedores “más allá de compañías donde es evidente, como NVIDIA o Microsoft”, citando como ejemplo a compañías de computación en la nube o empresas del sector de la publicidad.
Anticipamos un nuevo régimen de crecimiento. Desde hace varios trimestres, nuestro escenario macroeconómico se basa en la hipótesis de un boom de la inversión para apoyar la transición medioambiental, la transición digital y, por supuesto, la transición geopolítica.
Este nuevo ciclo inversor es ya una realidad: en todos los países, la inversión está saliendo ganadora. En Francia, por ejemplo, el peso de la inversión empresarial en el PIB se encuentra en el nivel más alto de los últimos 40 años.
A partir de este ciclo de inversión, deducimos tres lógicas económicas, o tres secuencias económicas que estructuran nuestro escenario:
1ª secuencia: el repunte de la inversión provoca una subida de los tipos de interés. Porque un repunte fuerte y sincrónico de la inversión ejerce presión sobre los recursos financieros y, por tanto, sobre el precio del recurso financiero, el tipo de interés. Por consiguiente, si los tipos de interés suben, es normal, ¡y por buenas razones!
2ª secuencia: cuando se necesita capital físico, también se necesita capital humano. Así pues, mientras haya inversión, el mercado laboral resiste y el consumo no debería debilitarse. Existe una dinámica coyuntural favorable: la inversión apoya el consumo, que a su vez apoya la inversión.
3ª secuencia: la inversión debería conducir, en última instancia, a un aumento de la productividad. Me atrevería incluso a decir que hay una «alineación de planetas» para un repunte de la productividad, porque simultáneamente tenemos planes de inversión, un ciclo de innovaciones (con la IA en particular) y un estímulo público que permite la difusión de las innovaciones en toda la economía.
En definitiva, seguimos en un escenario de «salida por lo alto», favorable para el crecimiento y los beneficios. Por supuesto, este nuevo régimen de crecimiento no impedirá fases ocasionales de ralentización o recesión moderada (como ocurrió en Europa en 2023).
A este nuevo régimen de crecimiento se añade un nuevo régimen de inflación. En lo que respecta a la inflación, la historia aún no ha terminado.
La primera fase de la inflación se debió al shock de los precios de las materias primas y a los cuellos de botella provocados por la situación sanitaria en China. La segunda fase fue la inflación por beneficios: muchas empresas aprovecharon la incertidumbre de los precios para aumentar sus márgenes, lo que alimentó la inflación. Ahora estamos en la tercera fase de inflación alimentada por los aumentos salariales. Esta tercera fase puede durar 2 o 3 años, porque sabemos que hay inercia. Lo vemos por ejemplo con las negociaciones salariales en el sector del automóvil en Estados Unidos.
No sólo la desinflación será lenta, sino que todos los riesgos son al alza, o bien porque los precios de las materias primas pueden repuntar si se confirma la recuperación industrial en los próximos meses, o bien porque las transiciones son estructuralmente inflacionistas.
En este nuevo entorno de crecimiento e inflación, los bancos centrales están adoptando una política monetaria en “espejo” a la de la década anterior. Ante el riesgo de recalentamiento, las políticas monetarias son el único «freno» de la máquina económica, por lo que los bancos centrales no tendrán más remedio que mantener unas condiciones monetarias restrictivas duraderas.
Tribuna de opinión de Christophe Morel, economista jefe de Groupama AM.
Foto cedidaRamón Forcada, director de Análisis y Mercados de Bankinter.
Los analistas de Bankinter detallan tres claves de cara a 2024: inflación/tipos de interés, crecimiento económico y expectativas. Respecto al primero de ellos, Ramón Forcada, director de Análisis y Mercados, recuerda que ninguno de los principales cuatro bancos centrales (Reserva Federal, BCE, Banco de Inglaterra y Banco de Japón) movió tipos en el cuarto trimestre de 2023, «a pesar de la suavización de la inflación», una actitud que ha disparado las expectativas de fuertes y rápidas bajadas del precio del dinero, que serían, según el consenso en primavera.
Pero el equipo de Forcada cree que «el ritmo de bajadas de los tipos será más lento» y «no antes del tercer trimestre de 2024». En principio, la Fed podría adelantarse al resto de bancos centrales y aplicar un primer recorte en septiembre, aunque el experto ve el movimiento «arriesgado» porque las elecciones presidenciales se celebran el 5 de noviembre y «podría interpretarse en clave política. Ese evento lo complica todo. De hecho, es el principal factor de riesgo para 2024». Con todo, estima que la Fed seguirá bajando tipos en sus reuniones de noviembre y diciembre, hasta dejar el tipo oficial a final del ejercicio en la banda 4,5%/4,75% desde el 5,25%/5,5% actual.
El BCE podría realizar su primer recorte en octubre «si previamente la inflación europea se estabilizase en torno al 2,5% y la tasa subyacente recorta hasta el 3,5%», debido a que el crecimiento económico se debilitará significativamente. Eso sí, Forcada matiza que «todo esto dependerá del alcance de los efectos de segunda ronda sobre la inflación, como traslación de las subidas de precios a salarios, que ya son un hecho y que estimamos forzarán que ésta repunte durante el primer semestre. Por eso defendemos que las bajadas de tipos tardarán más de lo que se cree y serán menos profundas de lo que se descuenta».
En la firma se espera un repunte de la inflación en los primeros meses del año «por efecto base», que podría extenderse a la primera mitad del año. Este factor junto a una economía fuerte, es lo que impedirá las bajadas de tipos tan agresivas que prevé el consenso del mercado.
Se dará, por lo tanto, un escenario en el que será posible invertir tanto en bonos como en bolsa de manera simultánea. Con todo, es probable que a principios de 2024 se desarrolle una fase de consolidación, ritmo lento y reajuste, sin que eso cambie la estrategia pro-riesgo de la firma. Las bolsas están bien soportadas por la recuperación de los resultados corporativos -tras un 2023 casi plano-, por la solidez del empleo y por un crecimiento económico suficiente junto a tipos de interés a la baja. Precisamente, este último factor apoyará las alzas en los precios de los bonos.
«Nuestras valoraciones actualizadas ofrecen potenciales de revalorización atractivos, cercanos al 15% tanto para el EuroStoxx 50, como para el S&P 500. Los ajustes generarán oportunidades, siempre que el ciclo económico sea expansivo, pero creemos que 2024 no será fácil de gestionar porque generará frustraciones al combinar periodos erráticos con otros de estancamiento y avances ocasionales», aseguran en la firma. Forcada avanzó que habrá volatilidad en los mercados en 2024.
En cuanto a las preferencias sectoriales, en bolsa, los bancos salen de las preferencias del equipo de Forcada. «Esto no quiere decir que aconsejemos salir de bancos, tenemos en cartera, pero este año habrá que ser selectivo. Habrá entidades que sean capaces de gestionar mejor el nuevo entorno», justifica Forcada, que recuerda que el sector ha subido un 20% en 2023; paga buen dividendo y, en principio, el escenario de bajadas de los tipos no le favorece. Tampoco están cómodos en petroleras, ante unas perspectivas para el precio del petróleo menos atractivas.
Asimismo, incorporan las inmobiliarias, un sector «bond proxy» que se ve beneficiado por el nuevo escenario de tipos de interés. Además, la fortaleza del mercado laboral permite que los precios de la vivienda sigan sostenidos. También ciberseguridad. Mantienen sus preferencias por tecnología, semiconductores, infraestructuras, seguros, utilities, transición energética, defensa y tecnología de la salud.
En bonos, la rentabilidad actual de los tramos medios y cortos de las curvas de tipos es interesante, porque alcanza niveles históricamente altos y supera la tasa inflación y la TIR de los bonos a largo plazo. Aun así, la firma apuesta por aumentar la duración hasta 10 años con el objetivo de alcanzar una rentabilidad atractiva y sostenible. Las razones de la firma residen en que en un entorno de tipos a la baja, aumenta el riesgo de reinversión (dificultad para obtener rentabilidades similares a las actuales al vencimiento) para los inversores que persisten en invertir en los tramos más cortos de la curva.
En deuda corporativa, «mantenemos nuestra preferencia por los bonos de alta calidad crediticia porque los fundamentales son sólidos y las valoraciones son atractivas». En este punto, reiteran su apuesta estratégica por la banca porque tiene exceso de liquidez, ratios de capital elevadas, y baja morosidad. También hay atractivo en la deuda de las compañías de telecomunicaciones, «donde el margen para reducir deuda/costes es elevado».
España: de menos a más
Las previsiones para España apuntan a que el año 2024 será un ejercicio de menos a más, marcado por la retirada de medidas antiinflacionistas, según revela Aránzazu Cortina, analista de Bankinter. «Hemos revisado al alza nuestras estimaciones de PIB para 2023, hasta el 2,4%, aunque la tendencia de moderación trimestral nos conduce a revisar a la baja las previsiones para 2024, hasta el 1,4%, mientras que mantenemos la proyección para 2025 en un crecimiento del 2,1%».
Para la inflación, las proyecciones para 2024 apuntan a un cierre de ejercicio en el 3,4%. «Continuará favorecida por la moderación de la demanda, pero con la volatilidad del momento de retirada de las medidas antiinflacionistas y los efectos base de 2023. La relocalización, al menos parcial, de los proveedores y las subidas de costes laborales son factores que prolongan el proceso de normalización de la inflación2, aseguran en la firma.
Las incertidumbres nacionales siguen siendo elevadas, según Bankinter, ya que a los riesgos geopolíticos se suman la necesidad de apoyos parlamentarios para la adopción de medidas durante esta legislatura y una inflación todavía por encima del objetivo del 2% en 2024. Aunque una rebaja de tipos más próxima o mayor uso de fondos europeos Next Generation, podrían dar lugar a un entorno más favorable.
Respecto al mercado inmobiliario, en Bankinter prevén que los precios de la vivienda aguanten mejor de lo previsto en 2023. Aunque deberían moderarse con respecto al crecimiento del 4,5% interanual del tercer trimestr, «cerrarán el año con subidas, soportados por un fuerte mercado laboral, con incrementos salariales superiores al 5%». Eso sí, en en 2024 podría producirse alguna pequeña corrección, de alrededor del 2% en los precios, coyuntural por el entorno de tipos elevados. Como conclusión, en Bankinter creen que los fundamentales de la vivienda son buenos y no existe burbuja.
Triodos Bank ha presentado sus Perspectivas Económicas 2024, en las que se concluye que la economía mundial se enfrenta a retos importantes, entre los cuales el más desalentador es el desmoronamiento de nuestra estructura económica. En el centro de esa cuestión se encuentra la dependencia del crecimiento, que Triodos Bank defiende que debe reconsiderarse. Eso supone implicaciones sustanciales para el colectivo inversor, pero lo que es más crucial, también para el futuro de la humanidad.
«Tanto la degradación ecológica actual como el aumento de las desigualdades se derivan de la búsqueda incesante del crecimiento económico», afirma Hans Stegeman, economista jefe de Triodos Bank. «Por lo tanto, un discurso sobre el crecimiento y la exploración de rutas alternativas hacia una sociedad próspera y preparada para el futuro deberían ser aspectos inherentemente centrales y parte de una visión a largo plazo para una institución como la nuestra, que defiende la transición hacia una economía sostenible».
Crecimiento modesto en el futuro
La economía mundial ha entrado en una fase relativamente estable tras unos años marcados por la crisis de la COVID-19, los retos energéticos y la guerra en Ucrania. Las perspectivas de Triodos Bank anticipan un crecimiento económico mundial modesto del 3,1% el año que viene. Esa previsión tiene en cuenta las recesiones en EE.UU. y el Reino Unido, que se suman a las dificultades de las economías de la zona euro y Japón.
Aunque ese crecimiento es insuficiente para mejorar la vida de la población de los mercados emergentes, coincide con los esfuerzos intencionados de los bancos centrales por combatir la inflación a través de las subidas de tipos de interés, que se traduce en un aumento de los costes de los préstamos y la correspondiente reducción de las inversiones. A esos desafíos se unen también las persistentes preocupaciones geopolíticas, como la guerra en Ucrania, la escalada de violencia en Oriente Medio y las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos.
El escaso crecimiento resultante queda por debajo de las expectativas de las personas y entidades inversoras, cuyas mayores exigencias en materia de rentabilidad -impulsadas principalmente por el crecimiento del mercado- llevan a las empresas a centrarse en la eficiencia, la recompra de acciones u otras estrategias de aumento del valor.
Superar los límites planetarios
Sin embargo, al bajo crecimiento mundial se suma una actividad económica del tamaño de la economía del Reino Unido. Según Triodos Bank, eso plantea un motivo de preocupación importante. A medida que se acercaba la conferencia sobre el clima COP28 se hizo cada vez más evidente que todavía somo incapaces de disociar la actividad económica de los efectos adversos sobre el ecosistema. Ya se están sobrepasando los límites planetarios.
Eso lleva a estimar que el sistema económico dependiente del crecimiento no se incrementa lo suficiente. Al mismo tiempo, es evidente que el aumento de las actividades económicas perjudicará al ecosistema.
Hacia una economía de postcrecimiento
En sus Perspectivas, Triodos Bank aboga por el camino hacia el postcrecimiento. Esto implica remodelar la economía para que sea menos dependiente del crecimiento y garantizar al mismo tiempo la prosperidad para todas las personas. En lo relativo a los países ricos, Triodos Bank considera importante reconocer que una mayor prosperidad material no contribuye necesariamente al bienestar general. Al mismo tiempo, la falta de crecimiento o incluso el descenso de la actividad económica en los países prósperos permitirá progresar a los países en desarrollo, en los que un mayor crecimiento integrador puede repercutir positivamente en las condiciones de vida.
Las vías hacia el postcrecimiento exigen cambios radicales. Algunos sectores deben desaparecer y otros prosperar. Los altamente contaminantes, como los combustibles fósiles, la moda rápida y la agricultura industrial pueden generar valor financiero, pero erosionan los valores ecológicos y sociales al restar riqueza (futura).
En una economía de postcrecimiento hay espacio para que se impulsen empresas restauradoras que creen valor positivo neto. Facilitar esa transformación requiere cambios significativos que van desde las políticas hasta los comportamientos. Triodos Bank cree que es plausible.
El sector de la banca y del seguro afronta el reto del reemplazo generacional ante el envejecimiento de sus empleados. Esta es la principal conclusión del informe sobre el mercado de trabajo en el sector de banca y seguros, elaborado por Randstad Research, el servicio de estudios de Randstad, la empresa especializada en talento número uno en España y en el mundo.
Así, el grupo de ocupados de 45 a 54 años supera desde el 2022 al de 35 a 44 años y su peso no deja de aumentar. Con datos del tercer trimestre de este año, más de la mitad (57%) de los empleados del sector de banca y seguros supera los 45 años. “Uno de los grandes retos que como industria afronta la banca y seguros es la atracción de talento joven en suficiente cantidad como para asegurar que el reemplazo generacional mantiene la competitividad de la actividad”, señala Valentín Bote, director de Randstad Research.
La banca y seguros es uno de los sectores que mayor número de empleados suma y al cierre del tercer trimestre de este año contaba con 489.432 trabajadores en el conjunto del mercado laboral español, lo que representa un incremento del 2,6% en los últimos doce meses y el 3% del total de trabajadores en España, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Desde el 2019, el último ejercicio antes del estallido de la pandemia, el número de trabajadores de la actividad ha aumentado un 12,3%.
La actividad se divide en tres subáreas: servicios financieros, que concentra el 52% de la fuerza laboral; seguros, reaseguros y fondos de pensiones, que suma el 32% de empleados, y actividades auxiliares, con el 16% restante. De estas tres áreas, las actividades auxiliares son las que presentan una plantilla más envejecida, ya que el 57,8% del colectivo es mayor de 45 años, seguido del grupo de seguros (55,7%) y, finalmente, el de servicios financieros (51,3%).
Incipiente cambio de tendencia
Desde el 2019, el último ejercicio antes del estallido de la pandemia, y hasta el tercer trimestre de este año, el número de total de trabajadores de la actividad ha aumentado un 12,3%. El área que ha experimentado un mayor incremento de la fuerza laboral ha sido la de actividades auxiliares, que ha aumentado sus empleados un 28,7%, hasta los 54.305. Tras esta área, se encuentra la de seguros, que ha incrementado su plantilla un 21,3%, hasta los 123.971 trabajadores, y finalmente los servicios, con un alza del 5,4%, hasta los 241.938 empleados.
Este incremento general del número de trabajadores, sin embargo, no ha servido para rejuvenecer las plantillas. Si en el primer trimestre de 2019, el colectivo de trabajadores de entre 16 a 44 años representaba el 55,8% del total, al cierre del tercer trimestre de este año ha pasado a tener un peso del 46,3%. Por el contrario, los trabajadores de más de 44 años, que en el primer trimestre de 2019 tenía un peso del 44,2%, ahora representan el 53,7% del total.
“El segmento más joven ha ganado peso sobre el total en los últimos 12 meses, lo que sugiere que la atracción de talento joven se está produciendo, aunque a un ritmo muy lento”, sostiene Bote.
Empleados bien formados y sueldos elevados
El sector de la banca y seguros tiene un alto porcentaje de trabajadores con estudios universitarios. Cerca del 50% de ocupados del sector han completado estudios universitarios y este dato es especialmente elevado en el caso de los servicios financieros, donde el 83% de los trabajadores cuentan con una titulación superior.
Esa mayor formación se traduce en un sector con sueldos por encima de otras actividades. Según el Informe de Tendencias Salariales 2024 elaborado por Randstad, un gestor comercial de banca con más de seis años de experiencia tiene un sueldo anual de entre 39.000 y 46.000 euros en Madrid, unas cifras algo superiores en Barcelona. En el caso de un director comercial de seguros, la remuneración se sitúa entre 67.000 euros y 77.000 euros brutos anuales en ambas ciudades. Los sueldos de la banca y seguros aumentarán por encima del 3% para el ejercicio de 2024, según el informe de Randstad.
En líneas generales, el sector de banca y seguro presenta unas remuneraciones atractivas y superiores a muchos otros sectores de la economía. Estas condiciones deberían facilitar la atracción de talento suficiente para asegurar el reemplazo generacional de una actividad que está muy focalizada en la Comunidad de Madrid, que concentra casi el 33% de profesionales del sector.
AEB, CECA y Unacc han mantenido una reunión con el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa en la que se han constatado los notables avances realizados por el sector bancario en su compromiso social, mejorando la educación financiera de la sociedad e impulsando la inclusión financiera de personas mayores y en zonas rurales. Además, el Ministerio ha planteado ahondar en el respaldo ofrecido a los deudores hipotecarios ante situaciones de dificultad
Las asociaciones bancarias han puesto en valor en el encuentro los propósitos asumidos y cumplidos en el ámbito de inclusión financiera del Protocolo Estratégico para reforzar el Compromiso Social y Sostenible de la Banca. Dentro del mismo, han destacado los esfuerzos realizados para impulsar la educación financiera y digital, con la creación de una plataforma web de recursos formativos y el fomento de la formación de personas mayores, de manera que 277.000 han accedido a iniciativas educativas sobre conocimientos financieros y capacidades digitales durante los primeros seis meses del año.
A ello hay que sumar el desarrollo del Decálogo de medidas para mejorar la atención personalizada de las personas mayores y las personas con discapacidad, que ha permitido que el 82,2 % de las oficinas presten servicio con un horario ampliado, lo que ha beneficiado a 5,6 millones de personas mayores durante el primer semestre de este año.
En cuanto a los compromisos adquiridos en la Hoja de Ruta para reforzar la inclusión financiera en el ámbito rural, AEB, CECA y Unacc han manifestado que el 93% de los municipios de más de 500 habitantes, que hace un año no tenían un punto de acceso físico a los servicios financieros básicos, ahora van a contar con él, porque esté ya disponible o en proceso, lo que supone un notable avance en la inclusión financiera de las zonas rurales y confirma el objetivo último de ofrecer un punto de acceso presencial a servicios financieros a través de diferentes canales en todos los municipios españoles.
En la reunión, el Gobierno ha informado de la extensión de las medidas de apoyo hipotecario, como la ampliación del umbral de renta que figura como requisito para acogerse al Código de Buenas Prácticas Hipotecarias (CBPH) para aliviar la subida de los tipos de interés en préstamos hipotecarios sobre vivienda habitual o la prolongación de la gratuidad del cambio de modalidad de préstamo hipotecario.
«Desde el sector reiteramos el carácter preventivo de las medidas contempladas en el CBPH, en un contexto económico de gran incertidumbre y un año después de su entrada en vigor, muchas de las incertidumbres se han ido resolviendo. Por un lado, los tipos de interés han entrado en una fase de clara estabilización, y, por otro, el empleo está mostrando una resistencia mejor que la esperada. Una prueba es que el nivel de morosidad es ahora inferior al existente al aprobarse estas medidas, hace un año», explican.
Adicionalmente, las entidades bancarias siguen ofreciendo soluciones particulares personalizadas a aquellos prestatarios que pueden estar experimentando problemas de liquidez más allá de lo dispuesto estrictamente por los códigos. Así lo demuestran las cifras de renegociaciones que han incrementado algo más de un 300% respecto del mismo periodo del año anterior, hasta alcanzar 2.200 millones de euros en el primer semestre de 2023.
El éxito de medidas como esta es que quien tenga un problema tenga una solución. Y en este caso la solución está en el CBPH o en la relación bilateral con la entidad.
Las asociaciones reiteran que es también importante que tengamos un marco seguro y predecible, que las familias sepan qué pueden hacer y cómo hacerlo, por ello es tan necesario que lo acordado se mantenga sin modificaciones durante el periodo de vigencia del CBPH.
En todo caso, desde el sector se reafirma que medidas como esta ponen de manifiesto la voluntad del sector bancario para seguir avanzando en la inclusión social y especialmente con medidas dirigidas a los colectivos más vulnerables.