La cifra de dividendos pagados en Asia ya es comparable a la de Occidente
| Por Fórmate a Fondo | 0 Comentarios

Hubo un tiempo en el que los inversores en renta variable asiática no daban demasiada importancia a los dividendos. En su lugar, buscaban a menudo estrategias de crecimiento cuando asignaban activos en la región. Después de 2007, tras la crisis financiera mundial, y en un contexto mundial de bajos tipos de interés, el dividendo como estrategia de generación de ingresos ha empezado a hacerse más y más popular. En particular, para los inversores nerviosos, las estrategias de dividendos de Asia se han utilizado como un medio para ayudar a aumentar las rentabilidades de otras partes del portfolio mundial de renta variable.
Sin embargo, recientemente, conforme el crecimiento económico se ha acelerado y la posibilidad de unos tipos de interés más altos ha aumentado, las acciones con perspectivas de crecimiento más sólidas han ganado popularidad, y la pregunta que surge en este contexto es si la inversión en valores con dividendos es ahora cosa del pasado.
Para Yu Zhang, portfolio manager de Matthews Asia, la respuesta corta es no. Estima que la inversión en acciones con dividendo sigue siendo una forma convincente para acceder a la historia de crecimiento a largo plazo de Asia. “Algunos inversores utilizan este tipo de estrategias como una fuente complementaria de ingresos, y un medio para participar en el crecimiento de la región a través de la inversión en empresas de calidad ya que las estrategias ofrecen menos volatilidad que las estrategias de crecimiento tradicionales», dice.
De hecho, los inversores con más apetito por el riesgo también han diferenciado entre los tipos de estrategias de dividendos: las que se centran en en acciones con la rentabilidad por dividendos más alta y las total return, que combinan los ingresos habituales y con el crecimiento de la retribución al accionista.
Yu Zhang desgrana en una entrevista las oportunidades a largo plazo que representa Asia para este tipo de estrategias. “En los últimos años los dividendos pagados por las empresas de Asia han crecido hasta cerca de 276.000 millones de dólares. Una cifra comparable a lo que se paga en los mercados occidentales desarrollados” y que sorprende si se tiene en cuenta la escasa cultura de dividendo que existía hasta hace apenas unos años en los mercados asiáticos.
Con este tamaño, explica, también llegan las ventajas de la diversificación. “Cada vez más empresas salen a bolsa y ofrecen un dividendo, por lo que ahora podemos encontrar desde start-ups a ‘blue chips’”.
Además, confirma en la entrevista, las empresas que pagan dividendos abarcan distintos sectores y países, lo que reduce la dependencia de la estrategia. “Esto es importante desde una perspectiva de construcción de la cartera porque permite a los inversores recoger dividendos de más de una docena de divisas de diferentes países y en diferentes etapas de desarrollo económico”, explica.