Tikehau Capital, la gestora paneuropea independiente especializada en deuda, private equity, real estate y estrategias líquidas, refuerza su equipo en Madrid con la incorporación de Emilio Velasco como director de real estate.
Emilio será responsable de la originación y ejecución de operaciones de real estate en Iberia con enfoque en valor añadido y con el objetivo de desarrollar un porfolio diversificado en todas las clases de activos inmobiliarios, incluyendo residencial, oficinas, comercial, hoteles, etc. en España y Portugal.
Con cerca de diez años de experiencia, Emilio proviene de Kennedy Wilson Europe Real Estate donde fue Vice President para España. Previamente había trabajado en el European Bank for Reconstruction and Development y Credit Suisse Investment Banking. Emilio es licenciado en Administración de Empresas y Derecho por la Universidad Pontificia Comillas (ICADE) y con un título de postgrado MBA de UCLA Anderson School of Management con especialización en Finanzas.
Con la incorporación de Emilio, Tikehau consolida su equipo en Iberia. Tikehau desembarcó en Madrid en septiembre de 2017 con un equipo propio con el compromiso de desarrollar sus diferentes líneas de negocio en la Península Ibérica. A día de hoy, Tikehau cuenta con profesionales dedicados a sus tres estrategias de inversión alternativa, deuda privada, private equity y con Emilio, real estate.
“Estamos muy contentos con la incorporación de Emilio como nuevo director de la estrategia de real estate y convencidos de que su aportación será muy valiosa para nuestra apuesta de crecimiento en el mercado español. Su experiencia en el sector inmobiliario y conocimiento del mercado local nos permitirá seguir desarrollando nuestro porfolio de inversiones y diversificar con activos de real estate”, comenta Carmen Alonso, responsable de Tikehau Capital en la Península Ibérica.
Pixabay CC0 Public Domain. BNP Paribas AM transforma su gama insignia de fondos que además será 100% sostenible
BNP Paribas Asset Management ha anunciado que su gama insignia de fondos pasará a ser 100% sostenible, como parte de su compromiso con la inversión sostenible y con sus clientes. Según la gestora, supone un hito en la puesta en marcha de su estrategia global de sostenibilidad, y cumple con su ambición de ser una entidad de referencia en inversión sostenible.
Según ha explicado, todas las estrategias que se emplean en la gama de BNP Paribas Funds están aplicando ya las pautas de integración ESG de la gestora, y esto se refleja en todas las fases de cada proceso de inversión. El enfoque de integración ESG se ha adaptado a cada fondo conforme a las características específicas de su clase de activo, proceso de inversión y área geográfica.
La implementación de estas pautas estarán bajo la supervisión de un Comité de Validación ESG, responsable de aprobar la metodología de integración propuesta por cada uno de los equipos de gestión. “Por ejemplo: Todos los fondos multifactor han de contar con unas calificaciones ESG superiores en un 20% a las de sus índices de referencia respectivos y tener como objetivo una huella de carbono un 50% inferior a la de su índice”, explica la gestora.
Aparte del proceso de integración ESG, desde BNP Paribas AM apuntan que todos los fondos cumplen con su política de Conducta Responsable, que refleja los principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas y las políticas sectoriales de la gestora.
Fondos ESG, un paso más
La gama BNP Paribas Funds incluye fondos Best in class en ISR, Multifactor, Temáticos y de Inversión de impacto. “Todos ellos estarán más enfocados en abordar el planteamiento de las 3 E (por sus siglas en inglés) definidos por la Estrategia Global de Sostenibilidad de la entidad: transición energética, protección medioambiental e igualdad y crecimiento inclusivo”, explican desde la festora.
Con casi 10.000 millones de euros en activos bajo gestión, BNP Paribas Asset Management es un referente en soluciones temáticas, y ofrece un amplio abanico de temas medioambientales, como son las estrategias Aqua y Green Bonds. En este sentido, recientemente la firma ha lanzado el fondo BNP Paribas Energy Transition, una estrategia para hacer frente a los retos relacionados con la transición energética.
“Estamos convencidos de que invertir en un futuro sostenible redunda en el interés financiero a largo plazo de nuestros clientes, así como de la economía en general. Esto debe reflejarse en nuestro planteamiento de inversión y en nuestros productos, pues tenemos la responsabilidad de proporcionarles a nuestros clientes soluciones de inversión que puedan generar valor y una mejor rentabilidad ajustada al riesgo a largo plazo. Con nuestra gama BNP Paribas Funds, totalmente transformada y 100% sostenible, estamos contribuyendo a la construcción de un mundo sostenible. “La gama BNP Paribas Funds será el eje clave de nuestra oferta de fondos. Va a permitir impulsar nuestro negocio y el desarrollo del plan de sostenibilidad, según el cual los criterios ESG estarán en cualquier producto nuevo que se lance, en todos los equipos de inversión y en toda nuestra estrategia”, explica Sol Hurtado de Mendoza, directora general de BNP Paribas Asset Management para Iberia.
Foto cedidaMark Burgess, director adjunto global de inversiones y director de inversiones para EMEA de Columbia Threadneedle Investments. . Mark Burgess, director adjunto global de inversiones y director de inversiones para EMEA de Columbia Threadneedle Investments, deja la firma
Columbia Threadneedle Investments ha anunciado que Mark Burgess, director adjunto global de inversiones y director de inversiones para EMEA, ha decidido tomarse un descanso en su carrera tras nueve años en la firma. Con su salida de la compañía, William Davies, actual director global de renta variable, se convertirá en CIO EMEA y reportará directamente a Colin Moore, CIO Global de Columbia Threadneedle.
Según ha explicado la gestora, Burgess ha decidido tomarse un tiempo para descansar, centrarse en su familia y replantearse su carrera profesional. Le sucederá en el cargo William Davies a partir del próximo 27 de septiembre, fecha prevista en la que Burgess dejará la gestora. Como consecuencia del nombramiento de Davies, Neil Robson pasará a ser el gestor principal de los fondo Threadneedle Global Select y Threadneedle (Lux) Global Select.
William Davies se unió a Threadneedle Investments como gestor de renta variable europea en los inicios de la compañía en 1994. Se convirtió en jefe de renta variable europea en 1999 y en Capital Global en 2011. En junio de 2016 William se convirtió en jefe de renta variable, EMEA y en 2017 se convirtió en global responsable de renta variable, asumiendo la responsabilidad de los equipos de renta variable de la empresa en todas las regiones. William retendrá este papel además de convertirse en EMEA CIO.
“En nombre del equipo de Columbia Threadneedle, quisiera agradecer a Mark por la gran contribución que ha hecho a nuestros equipos de inversión global, a la organización y a nuestros clientes. Ha sido un apasionado defensor de nuestro proceso de inversión y ha liderado y fomentado una cultura de colaboración que es fundamental para nuestro desempeño a largo plazo. Ha sabido mantener el foco en nuestro compromiso con los clientes y ha ayudado a dar forma a nuestra organización, logrando dar respuesta a las necesidades de nuestros clientes en todo el mundo”, ha señalado Colin Moore, director global de inversiones.
Por su parte, Burgess ha declarado: “Ha sido un privilegio liderar el equipo de inversiones de EMEA durante casi 10 años. Ha sido una experiencia fantásticas tanto como inversión como responsable del negocio de gestión de activos. Como gestores, lo que hacemos y cómo lo hacemos es importante para nuestros empleados y socios, para nuestros clientes y para la salud económica y la prosperidad de nuestra sociedad. He tenido el placer de trabajar con un equipo sobresaliente tanto en EMEA como a nivel mundial y estoy orgulloso de lo que hemos logrado y de nuestro récord de entrega para nuestros clientes”.
Burgess se unió a Threadneedle Investments como CIO en noviembre de 2010. Desde su cargo dirigió el departamento de inversiones de EMEA con más de 160 trabajadores, con la responsabilidad general del desempeño de todas las estrategias de inversión de EMEA. Ha sido un gran defensor de la filosofía de inversión de Columbia Threadneedle basada en el intercambio de ideas y el debate entre las clases de activos.
Foto cedidaPedro Oliver, responsable de la oficina en Barcelona de Julius Baer.. pedro oliver
Un equipo de 10 gestores patrimoniales con larga experiencia en el mercado se incorporó ayer al equipo de Julius Baer en Madrid con el objetivo de desarrollar y expandir el negocio en el mercado de Portugal de forma transfronteriza. José Maria do Cazal-Ribeiro ha sido nombrado responsable de Mercado de Portugal y Gonçalo Maleitas Correia, responsable del Equipo Nacional de Portugal. Ambos reportarán a Carlos Recoder, responsable de Europa Occidental de Julius Baer.
Tras ampliar la presencia local de la firma en España —al abrir una nueva oficina en Barcelona en abril de 2019—, la contratación de este completo equipo directivo para cubrir el mercado portugués es una de las continuas inversiones de Julius Baer para ofrecer una cobertura de mercado más inteligente.
Según declaraciones de Carlos Recoder, responsable de Europa Occidental, «Julius Baer considera a Portugal como un mercado con mucho potencial de “desarrollo” y se compromete a invertir en su crecimiento. Ofreciendo una mayor proximidad a los clientes de la región y una oferta exclusiva como banco privado puro, Julius Baer ostenta una sólida posición para atraer la cuota de mercado local en Portugal y seguir desarrollando su actual cartera de clientes. La contratación de este equipo directivo integral demuestra nuestro compromiso a largo plazo con el crecimiento del mercado portugués».
Las contrataciones clave para el mercado de Portugal empiezan por José Maria do Cazal-Ribeiro, como responsable del mercado de Portugal. José Maria será responsable del desarrollo y crecimiento del mercado portugués en Julius Baer. Con casi 30 años de experiencia en este campo, cuenta con un largo historial de generación de crecimiento empresarial sustancial. En su puesto más reciente, José María trabajó en Credit Suisse durante 14 años, donde estableció la franquicia portuguesa de la entidad, con cobertura en Lisboa y otros emplazamientos internacionales. Anteriormente, ocupó cargos directivos como gerente de Relaciones en Merrill Lynch International y Banco Espírito Santo.
Gonçalo Maleitas Correia es el responsable del equipo nacional de Portugal. Gonçalo procede de Credit Suisse, donde ocupó el cargo de gerente de sucursal y, últimamente y durante varios años, fue responsable de Mercado de la sucursal de Lisboa. Anteriormente trabajó para Banque Privée Edmond de Rothschild Europe, donde fue responsable de asuntos jurídicos, cumplimiento y desarrollo comercial.
Gonçalo Pinto Basto también se une como gestor patrimonial senior. Después de diez años trabajando en la Banca de Inversión, Gonçalo se unió a Merrill Lynch en 2000, donde fue decisivo en la creación del Portugal Desk. Posteriormente, entró en Credit Suisse, donde trabajó durante 14 años como gerente de Relaciones.
Francisco Pimentel es gestor patrimonial senior: estuvo en Credit Suisse durante seis años y posee un historial contrastado en nuestra industria. Anteriormente, fue gerente de Relaciones en Barclays Bank, donde tuvo la oportunidad de desarrollar una unidad de negocio dedicada a la prestación de servicios a individuos con un patrimonio neto muy elevado (UHNWI, por sus siglas en inglés) de Portugal.
Los miembros adicionales del equipo del mercado de Portugal incluyen a Gonçalo Viana de Sousa, gestor patrimonial senior, Luis Barata, gestor patrimonial senior, Salvador Roque de Pinho, gestor patrimonial senior, Luis Barreto Xavier, consultor de Inversiones, Ana Maria Da Silva, Assistant Relationship Manager, y Maria Joao Abreu, Assistant Relationship Manager.
Pixabay CC0 Public Domain. UBS AM, primera gestora en superar los 1.000 millones de euros en un fondo ETF socialmente responsable
Según ha anunciado UBS AM, por primera vez, un fondo cotizado europeo (ETF) centrado en inversiones con criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) ha superado la barrera de los 1.000 millones de euros de activos gestionados. Se trata del fondo UBS ETF (LU) MSCI World Socially Responsible UCITS ETF, que superó los 1.230 millones de euros en julio de 2019.
El ETF, que se lanzó en 2011, hace un seguimiento del índice MSCI World Socially Responsible 5% issuer capped TRN index, que incluye a las empresas que representan el cuartil superior según los criterios de ESG, de acuerdo con la metodología del índice. Con un coste total del 0,25%, el fondo da acceso a las acciones de empresas de 23 países a un bajo coste, y aplica un tope del 5% a cualquier emisor, lo que asegura una variada cesta de valores que ofrece un sólido potencial de diversificación para las carteras.
A raíz de este anuncio, Clemens Reuter, director de Passive & ETF Investment de UBS Asset Management, ha comentado: «Este hito representa una confirmación más de nuestro compromiso con la satisfacción de las necesidades cada vez más sofisticadas de los inversores. Queremos seguir estando a la vanguardia en el desarrollo de productos y soluciones innovadoras para nuestros clientes, ayudándoles a alinear sus inversiones con sus objetivos de ESG».
Desde la gestora han querido destacar su liderazgo en el espacio de ETF con criterios ESG y el fuerte crecimiento de los activos de los fondos cotizados en bolsa centrados en la sostenibilidad en Europa durante el primer semestre del año. “Los activos bajo gestión totales alcanzaron los 17.000 millones de euros, un 70% más que a finales de 2018. En el sector ESG ETF, los instrumentos de renta variable son el segmento preferido de los inversores, representando el 84% de los activos totales. Sin embargo, el sector de la renta fija está cobrando impulso con grandes entradas de capital en los últimos 12 meses, lo que ha dado lugar a una duplicación de los activos hasta alcanzar los 2.800 millones de euros”, explican desde la gestora.
Pixabay CC0 Public Domain. Guerra comercial: ¿aguantará la economía global una tormenta arancelaria?
La economía global se está desacelerando rápidamente y el intercambio comercial en el mundo se contrae desde junio. En este contexto, las continuas tensiones comerciales entre Estados Unidos y China echan más leña al fuego sobre todo tras haber iniciado el pasado domingo una nueva fase de sanciones: un 15% de aranceles sobre importaciones chinas valoradas por 110.000 millones de dólares y entre un 5%-10% de tarifas adicionales sobre alimentos estadounidenses recibidos en las aduanas chinas.
“Este movimiento rompe el tono relativamente optimista que se había respirado a mediados de semana, cuando ambas partes habían relajado el tono de las conversaciones. A pesar de ser ampliamente anticipados, los nuevos aranceles han generado notables pérdidas en las bolsas mundiales y enviado al billete verde a nuevos máximos de más de dos años”, explican los analistas de Monex Europe.
Estos cambios de bruscos en el tono de las negociaciones desorienta a los inversores y analistas. Los expertos de Unigestion afirman que la falta de transparencia en las negociaciones entre Estados Unidos y China está “afectando al sentimiento inversor, en un enfrentamiento en el que China parece estar lejos de rendirse”. Por ahora ambos países han agendado un encuentro este mes, pero una nueva ronda de aranceles sobre 160.000 millones de dólares de importaciones chinas y un total de 75.000 millones de dólares de envíos norteamericanos sigue programada para mediados de diciembre. Según indica el documento Macro Insights preparado por el equipo de Macro Research de AXA IM, “si Estados Unidos vuelve a aumentar los aranceles en diciembre, China reintroducirá las tarifas automáticas del 25%”.
Sin duda, los analistas y casas de inversión coinciden en que una estabilización de la guerra comercial podría contribuiría al crecimiento del mercado y alejaría este sentimiento negativo. Desde Unigestion apuntan dos factores clave que ayudarán a estabilizar el enfrentamiento entre China y EE.UU: “Por un lado, hay un límite a las devaluaciones que puede implementar China si quiere evitar que haya una fuga masiva de inversiones extranjeras directas de China; por otro, las elecciones se ha aproximan en EE.UU. y el presidente estadounidense, Donald Trump, de cara a su reelección, no puede permitirse terminar su mandato en recesión. Simultáneamente, los índices del comercio mundial en los últimos dos meses se han recuperado, y cualquier mejora adicional en este frente sería un factor positivo adicional, empujando el sentimiento en una dirección positiva”.
En cambio, desde Schroders han reducido sus previsiones de crecimiento mundial como consecuencia de la reciente escalada de tensión en la guerra comercial entre ambos países. “Ahora esperamos un crecimiento del PIB del 2,6% este año y del 2,4% el siguiente, frente al 2,8% y el 2,6% que preveíamos anteriormente. Si se cumplen las previsiones, el crecimiento mundial en 2020 sería similar al de 2008, justo antes de la gran recesión de 2009”, indica Keith Wade, economista jefe de Schroders.
En su opinión, la escalada de la guerra comercial no ofrece muchas posibilidades de mejorar las perspectivas de los mercados emergentes. “Reducimos las expectativas de crecimiento de las economías BRIC este trimestre y esperamos que la guerra comercial la debilidad de 2020. En un tono más positivo, creemos que ahora hay margen para una mayor relajación cuantitativa por parte de los bancos centrales de los países emergentes, mientras sus homólogos desarrollados adoptan una postura más dovish”, añade Wade.
Mercado estadounidense y chino
Si hacemos casos a las últimas manifestaciones de ambos países, tanto China como Estados Unidos están dispuestos a resistir los aranceles. “Cada vez es más difícil que reducir el nivel de tensión actual. Mientras tanto, la confianza empresarial de EE.UU. continúa suavizándose a medida que aumentan las incertidumbres comerciales, mientras que el último dato del sentimiento del consumidor retrocedió a los niveles de 2016”, apuntan desde AXA IM.
En el mercado chino estas tensiones comerciales se mezclan con otras realidades como la depreciación del renminbi, la evolución de sus índices, su problema de deuda o el menor crecimiento del país. “Creemos que la fuerte corrección del mercado del año pasado fue excesiva. Esto puede haber contribuido al repunte durante el primer trimestre de este año. En este sentido, es cierto que las entradas de flujos de fondos pasivos que se han producido gracias a la inclusión de las acciones A en los tan seguidos índices MSCI han supuesto un gran impulso. Sin embargo, pensamos que lo más importante es que el consumo interno y los servicios están impulsando el crecimiento del PIB del país en la actualidad y no las exportaciones. El mercado de acciones clase A está mucho más expuesto al consumo interno que los mercados chinos offshore, lo que explica por qué las acciones clase A se están comportando relativamente bien. Asimismo, pensamos que el mercado está volviendo a centrarse en los fundamentales de las compañías”, explica Nicholas Yeo, el responsable de renta variable china de Aberdeen Standard Investments.
En opinión de Yeo, sigue habiendo oportunidades en el mercado chino: “Encontramos el mayor potencial en los títulos orientados al consumo, capaces de beneficiarse del crecimiento estructural en la nación de una población cada vez más envejecida y con mayor poder adquisitivo. Actualmente, en nuestro fondo Aberdeen Standard SICAV I- China A share sobreponderamos consumo, compañías de seguros de vida y empresa del sector salud”.
Pixabay CC0 Public Domain. Infraestructuras sociales: invertir en activos esenciales para la sociedad
Las infraestructuras sociales resultan cruciales para la actividad económica, la productividad y el bienestar social. Podríamos definirlas como las estructuras necesarias para que una sociedad funcione adecuadamente, desde colegios, hospitales y cárceles hasta redes de transporte como carreteras o líneas ferroviarias. En 2006, estos activos se convirtieron en una clase invertible, con el lanzamiento en Reino Unido del primer fondo de infraestructura (HICL).
Históricamente, la construcción y el mantenimiento de este tipo de instalaciones corría a cargo del sector público (administración local o nacional). Los cambios demográficos han convertido las infraestructuras en una prioridad aún más importante para los gobiernos de todo el mundo. Teniendo en cuenta que los recursos públicos son limitados, las empresas de infraestructuras sociales proponen mejorar los servicios gracias a eficiencias operativas y permiten transferir el riesgo al sector privado.
Un poco de historia
En el Reino Unido, las asociaciones público-privadas (PPP, por sus siglas en inglés) y las iniciativas de financiación privada (PFI) usan capital privado para desarrollar infraestructuras sociales básicas. Surgidas a principios de los años noventa, ganaron popularidad en 1997, coincidiendo con la victoria electoral del laborista Tony Blair, y pronto se convirtieron en la forma de financiación preferida para los grandes proyectos de infraestructuras.
A lo largo de los últimos 20 años, más de 700 proyectos se han financiado con unos 60.000 millones de libras de capital privado. Este modelo ha sido adoptado por muchos otros países que también se enfrentan a limitaciones presupuestarias y de endeudamiento público. El mercado de las PPP y las PFI ha crecido de forma significativa tanto en los países desarrollados como emergentes.
A los inversores les atrae el hecho de que los proyectos de infraestructura social suelen estar sujetos a mecanismos de pago basados en la disponibilidad (availability-based, en inglés). Es decir, el dueño de la infraestructura recibe pagos regulares a cambio de asegurarse de que el activo esté operativo y disponible. Los pagos corren a cargo de un organismo público, normalmente gubernamental, por lo que los riesgos relativos a la demanda o al precio son limitados. Las concesiones suelen mantenerse durante décadas y, con frecuencia, las cantidades pagadas se ajustan por la inflación.
El horizonte a largo plazo, unos flujos de caja respaldados por el Gobierno y unas rentabilidades mucho más atractivas que las de los bonos gubernamentales han facilitado que esta clase de activo capte importantes volúmenes de capital.
Cómo funciona
Normalmente, cada proyecto de infraestructura se canaliza a través de una entidad instrumental (SPV) que es “inmune a la quiebra” de la empresa matriz, ya que es independiente desde el punto de vista legal y financiero. Los proyectos se financian mediante una combinación de deuda a largo plazo y capital. Quienes invierten en deuda valoran la seguridad de estos proyectos, que ofrecen flujos de ingresos constantes y estables a largo plazo.
Los inversores que aportan capital participan en proyectos de explotación y desarrollo con empresas promotoras y de gestión de instalaciones que se responsabilizan de la calidad del proyecto y de la gestión diaria. Por eso, el riesgo de contraparte es un factor importante para estos inversores, que deberán asumir los costes incurridos por el cliente en caso de que el activo no esté disponible para su uso. A cambio de asumir este riesgo, suelen percibir una rentabilidad cercana al 7% de los proyectos operativos.
Nosotros invertimos en la clase de activo a través de sociedades de inversión cotizadas de tipo cerrado (closed-end) que aportan el capital para proyectos de infraestructuras. Los vehículos de “capital permanente” se adaptan bien a activos con ciclos de vida tan largos. Estas empresas se negocian en mercados cotizados y facilitan que los inversores puedan acceder a una amplia gama de proyectos de infraestructuras tanto en el Reino Unido como en Europa, Norteamérica y Australia.
Fuente de diversificación
Las concesiones de infraestructuras sociales suelen ser a largo plazo, lo que les permite generar flujos de caja predecibles sujetos a la disponibilidad del activo, en vez de a su uso. Las inversiones se ven respaldadas por el gobierno o la regulación. Además, en muchos casos, los ingresos de las concesiones se ajustan por la inflación. Por todos estos motivos, creemos que las infraestructuras sociales representan una fuente de diversificación particularmente interesante.
Tribuna de Mike Brooks, responsable de multiactivos diversificados en Aberdeen Standard Investments
Foto cedidaGabriel Simón, director del equipo de ventas de Columbia Threadneedle para España.. Gabriel Simón se incorpora a Columbia Threadneedle para reforzar el equipo de ventas en España
Columbia Threadneedle Investments refuerza su presencia en España con la incorporación de Gabriel Simón al equipo de ventas. Según ha podido saber Funds Society, Gabriel Simón ocupará el cargo de responsable de ventas para el mercado ibérico, tarea que desarrollará junto con Bárbara Echazarra y Carlos Moreno. Además, reportará a Rubén García Páez, director general para Iberia y Latinoamérica de Columbia Threadneedle Investments.
Se encargará de ampliar las relaciones con los clientes en Iberia, incluidas las empresas de asesoramiento, los selectores de fondos, las redes de asesores financieros, la banca privada, así como los gestores de fondos discrecionales y las compañías de seguros. Gabriel también dará apoyo a las relaciones globales en Latinoamérica.
Gabriel Simón se incorpora desde Santander AM, donde ocupaba el puesto de gestor senior de fondos de asset allocation desde 2006. Simón cuenta con una dilatada carrera profesional de más de 17 años, pasando por firmas como Merrill Lynch y Santander UK, entre otros. Es ingeniero superior industrial del ICAI por la Universidad Pontificia de Comillas y cuenta con un posgrado en Administración de Empresas por la Universidad de Berkeley, en California (EE.UU.). Además, es analista financiero internacional (CIIA) y analista financiero europeo (CEFA).
Pixabay CC0 Public Domainwewewegrafikbaydeh. Los bancos y aseguradoras han subestimado la magnitud del reto de la transformación digital
Un nuevo informe del Instituto de Investigación de Capgemini señala que las empresas de servicios financieros se están quedando rezagadas en el proceso de transformación digital con respecto a otros sectores económicos. Según se desprende de la percepción recogida entre las empresas de servicios financieros, decae la confianza en sus capacidades digitales, así como en las competencias, el liderazgo y la visión colectiva que necesitan para configurar el futuro digital.
El informe examina cuál es la percepción de directivos de entidades bancarias y aseguradoras acerca de las capacidades digitales y de liderazgo de sus organizaciones, comparándolo con un estudio realizado en 2012 con el mismo objeto. Igualmente, se compara esta percepción con la de otros sectores de actividad no financieros. Para este análisis, se entrevistó a más de 360 directivos de media-alta y alta dirección de 213 empresas del sector financiero, que en 2017 representaron una facturación conjunta cercana a 1,67 billones de USD. El estudio forma parte de la serie de trabajos de madurez digital de Capgemini (Global Digital Mastery Research Series).
Estas las principales conclusiones del informe destaca que la confianza en las capacidades digitales y de liderazgo disminuye desde 2012. En comparación con 2012, es menor la proporción de directivos del sector de servicios financieros que considera que sus organizaciones tienen las capacidades digitales necesarias para operar con éxito: retrocede el porcentaje del 41% al 37%. De forma pormenorizada, son más los ejecutivos que consideran que sus organizaciones cuentan con las capacidades digitales necesarias para el desarrollo de la experiencia del cliente (40% frente al 35%). Sin embargo, la confianza en la operativa interna ha experimentado una caída significativa: solo el 33% de los directivos considera que sus organizaciones tienen las capacidades operativas necesarias, frente al 46% de hace seis años.
El informe también marca la falta de liderazgo: solo el 41% de los directivos afirma que sus organizaciones tienen estas capacidades de liderazgo necesarias, frente al 51% registrado en 2012. En algunas áreas concretas, la confianza en el liderazgo ha disminuido de manera considerable, incluyendo la gobernanza (del 45% al 32%), la implicación (del 54% al 33%) y las relaciones empresariales basadas en TI (del 63% al 35%).
La madurez digital, una meta todavía lejana
Considerando el concepto de “maestría digital” que Capgemini aborda en el informe, solo el 31% de los bancos y el 27% de las aseguradoras están en una posición de madurez (digital masters), mientras que el 50% y el 56%, respectivamente, se encuentran aún en niveles iniciales (beginners).
Los ejecutivos también apuntan la falta de una visión convincente de transformación digital que sea extensiva y transversal a todas las áreas de la organización. Solo el 34% de los consultados del sector bancario y el 24% del sector de seguros está de acuerdo con la frase “nuestra visión de transformación digital abarca las diferentes unidades organizativas internas”, y únicamente el 40% y el 26%, respectivamente, concuerda que “se dispone de una hoja de ruta desde el alto nivel para el proceso de transformación digital”.
Automatización e inteligencia artificial
A pesar del avance conseguido en su proceso de transformación digital, los bancos se encuentran en un entorno retador, dice el informe, donde ahora han de hacer frente a las crecientes demandas digitales de los clientes, la presión en la gestión de costes y la entrada de los nuevos competidores tecnológicos. Menos de la mitad de los bancos (38%) afirma que cuentan con las capacidades digitales y de liderazgo necesarias para la transformación. Las compañías de seguros van más rezagadas, pues solo el 30% afirma tener las capacidades digitales necesarias y el 28% las capacidades de liderazgo necesarias.
El sector bancario, sin embargo, sí supera a otros sectores de actividad en cuanto a capacidades en áreas como la experiencia del cliente, captación y desarrollo de talento y la convergencia de negocio y tecnología. El 56% de las entidades bancarias señala que utilizan herramientas de analítica para realizar campañas de marketing relacional más eficaces (en comparación con el 34% de las aseguradoras y el 44% los sectores no financieros). Más de la mitad (53%) de las entidades bancarias también señala que la mejora y ampliación de competencias, incluidas las digitales, de sus empleados es una prioridad (frente al 32% de las aseguradoras y el 44% de media de los sectores no financieros).
Por otra parte, las aseguradoras toman la delantera en cuanto a la automatización de operaciones y la utilización de la inteligencia artificial. El 42% de sus directivos afirma que utilizan la automatización robótica de procesos, frente al 41% de los bancos; y el 34%, que utilizan la inteligencia artificial en sus operaciones (frente al 31% de los bancos).
Más desafíos por delante
Por otro lado, la innovación del modelo de negocio, la definición de una visión y objetivos claros y la cultura corporativa y compromiso son áreas que representan importantes desafíos tanto para bancos como para aseguradoras. Solo el 33% de las aseguradoras y el 39% de los bancos han puesto en marcha nuevos negocios basados en tecnologías digitales (en comparación con el 41% de los sectores no financieros). Si bien la banca está en línea con la media del conjunto de sectores, solo un tercio (34%) tiene una visión digital implantada en todas las unidades organizativas. Las aseguradoras van todavía más a la zaga, pues solo una cuarta parte (24%) considera que tiene una visión transformadora que es transversal todas las áreas de la organización. También en cuanto a aspectos de cultura corporativa, solo el 33% de los consultados en banca y el 25% en aseguradoras cree que sus líderes están adoptando nuevos roles y comportamientos requeridos para la transformación, frente al 37% que así lo considera en el segmento de sectores de servicios no financieros.
“Este estudio demuestra que el sector de servicios financieros ha abierto ya los ojos a la realidad y que las entidades tradicionales están comprendiendo el verdadero alcance del reto de la transformación digital. En un entorno de competencia creciente y de nuevas demandas de los clientes, el panorama es hoy muy diferente del de años atrás, y no es de extrañar que las grandes entidades sean ahora más realistas en cuanto a sus capacidades”, explica Anirban Bose, responsable a nivel mundial del área de Servicios Financieros de Capgemini y miembro del Comité Ejecutivo del Grupo.
“Al mismo tiempo, las conclusiones del informe sirven como una llamada de atención a bancos y aseguradoras, para que revisen sus modelos de negocio. El modelo operativo de mañana es colaborativo, innovador y ágil. Los maestros digitales que analizamos están trabajando con un ecosistema de partners independientes que permite desarrollar y probar ideas más rápidamente con modelos de viabilidad o MVP y promover una cultura de innovación y experimentación de abajo arriba. La mayoría de las empresas de servicios financieros debe tomar referencias del pequeño conjunto de innovadores disruptivos en su campo”, concluye Bose.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Volverá a ponerse de moda el ‘value’?
Después de muchos años de bajo rendimiento, ¿es el momento para que el estilo value prepare su regreso? El posicionamiento por factores y el análisis de las valoraciones demuestran que los inversores están “comprando lo que funciona” de una forma más agresiva de lo habitual.
Rara vez los factores ‘momentum’ y ‘crecimiento’ han estado más caros que ahora. Lo mismo puede decirse del de baja volatilidad, ya que los inversores acudieron en masa a estrategias y segmentos del mercado defensivos ante el incremento de la incertidumbre y la aversión al riesgo causadas por la crisis financiera de 2008.
Los inversores se amontonaron en torno a las FANG, compañías de crecimiento de calidad, en un intento por estar bien posicionados ante una economía en desaceleración. Entonces, ¿podemos decir que la valoración ya no importa? ¿Qué podemos esperar para los activos ‘value’ de ahora en adelante?
Aunque el estilo ‘value’ pocas veces ha estado tan barato, sí necesita apoyo de los fundamentales desde la economía, una incertidumbre sobre las políticas más baja y el aumento de los rendimientos de los bonos para obtener un momentum sostenible.
Durante los últimos 10 años, los factores cíclicos, ‘value’ y de menor calidad (es decir, una rentabilidad más baja que la de la renta variable) han estado altamente correlacionados con la caída de rentabilidad de los bonos, el aplanamiento de las curvas de rendimiento y el aumento de la incertidumbre.
Hoy, las curvas de rendimiento son planas e incluso invertidas en numerosos países de todo el mundo, mientras que los bancos centrales parecen listos para relajar todavía más las condiciones monetarias y emprender un nuevo ciclo de recortes de tipos sincronizado globalmente.
Indudablemente, los tipos a corto plazo seguirán cayendo, pero también podría materializarse un escenario de curvas pronunciadas si los mercados finalmente creen que los estímulos monetarios (quizás seguidos después por estímulos fiscales adicionales) van a ser capaces de reavivar el motor del crecimiento.
Sí, algunas cifras macroeconómicas como los índices de gestores de compras del sector manufacturero (PMI) están cayendo rápidamente, pero el consenso es tan pesimista que las sorpresas posiblemente sean positivas. ¡Las caídas no ocurren cuando todo el mundo las espera!
También pueden esperarse avances en la guerra comercial, ya que nos acercamos a las elecciones presidenciales de Estados Unidos y la nueva Comisión Europea podría implementar reformas ambiciosas y planes de estímulo a través de Europa.
En pocas palabras, la incertidumbre política podría relajarse, mientras que los datos macroeconómicos podrían sorprender de forma positiva y las curvas de rendimiento ser más pronunciadas (incluso solo marginalmente) de ahora en adelante.
La valoración del estilo ‘valor’ ha ido alcanzando niveles poco habituales en los últimos 10 años. Esta alta dispersión de valoraciones entre los activos más baratos y los más caros ofrece un buen amortiguador para los meses que vienen y crean oportunidades para el value y los activos de mayor volatilidad.
Por el contrario, los factores momentum, calidad y crecimiento, que se han beneficiado del aumento de la incertidumbre y la aversión al riesgo, ahora parecen muy caros.
Como muestra el gráfico inferior, la brecha de valoración entre las acciones con baja volatilidad y las acciones valor nunca había sido tan amplia en la historia moderna. Si los datos macroeconómicos no cumplen las expectativas y ocurre lo peor, estos ganadores del pasado podrían recibir el impacto de la corrección, ya que los inversores recaudarían rápidamente sus beneficios. Sin embargo, también registrarían rendimientos inferiores si las condiciones macroeconómicas mejorasen mucho más rápido de lo anticipado.
Dicho de otra forma, el estilo ‘valor’ necesita o bien una re-aceleración global del crecimiento sostenida o, en el otro extremo, una verdadera recesión que fuerce una prima de revaloración y la caída del rendimiento del momentum del factor calidad.
No creemos que la tendencia alcista de las acciones de calidad, que están pasando a ser más caras debido a la caída constante de los rendimientos, vaya a terminar pronto. Pero existen catalizadores potenciales que podrían provocar un giro a favor del estilo ‘valor’ hacia final de año: la divergencia extrema en las valoraciones, el posicionamiento a favor de los sectores defensivos y los factores y estilos de calidad, el potencial infravalorado de sorpresas positivas en los frentes macroeconómicos y geopolíticos, así como la corrección táctica y el pronunciamiento de las curvas de rendimiento.
Como apuntó recientemente Exane, hay que recordar lo que ocurrió en los 70 con los denominados activos “Nifty Fifty”, los preferidos del mercado, que eran valores de crecimiento de calidad y buen momentum pero caros, con ingresos estables y baja volatilidad. Finalmente, registraron rendimientos inferiores una vez que el entusiasmo menguó y la burbuja estalló, aunque continuaron registrando lo que prometieron. Al final, la valoración relativa sí importó.
Tribuna de Philippe Denef, CIO de renta variable cuantitativa de DPAM