Pixabay CC0 Public Domain. Récord histórico en las bolsas: ¿y ahora qué?
Terminando el año 2019, salimos de un año “diferente”. Desde nuestro punto de vista, complicado, aunque bueno en números. La renta variable ha tenido un recorrido fortísimo llegando a máximos históricos en las bolsas americanas y europeas, salvo el Ibex. Pero por el camino ha tenido varios traspiés muy agresivos y con mucha volatilidad.
El mercado sigue pendiente del acuerdo comercial entre China y Estados Unidos, el Brexit y aquí en casa, con la coalición de gobierno. Lo hemos vivido a golpe de tweet, de rumor, de vaivenes políticos que ha hecho que sea ciertamente difícil operar y seguir una estrategia clara, sobre todo generado por la incertidumbre y el miedo, siempre latente al comienzo de la recesión que nunca llega.
Desde A Global Flexible siempre buscamos alejarnos del riesgo, pero sin dejar de lado la oportunidad inversora. Hemos terminado el año en torno al 9%, hemos sabido capear el temporal y de cara a final de año hemos querido recoger los frutos y proteger el patrimonio de nuestros inversores.
Hay un dicho en la jerga de mercado, “que la última peseta se la lleve otro”, y así hemos protegido nuestros libros con bonos de gobierno italianos, españoles y alemanes en búsqueda de algo de rentabilidad. Con previsión de cara a final de año, una medida general en el mercado y también porque creemos que el final y comienzo de 2019/20 puede generar aún más estrechamientos en la curva de bonos.
Los bancos centrales siguen soportando el mercado interbancario, pero después de años donde han incrementado su balance con su política expansiva monetaria “no convencional” y el quantitative easing permanente, queda demostrado que “sólo” se ha logrado generar más deuda a base de liquidez. Por un lado, ha soportado la caída del sistema bancario y ha mejorado la refinanciación de la deuda, pero por otro, se ha incrementado tanto que la situación actual es un sobre endeudamiento que no está siendo efectivo ya que no consiguen que ese flujo llegue a la economía real.
Con el cambio de presidencia en el BCE, creemos que va a girar políticamente para mejorar. Christine Lagarde no deja de ser una gran política económica, y su gran misión será convencer y negociar una política fiscal común, aprovechando la supuesta vulnerabilidad alemana actual. Otra vía para solucionar el problema de sobre endeudamiento puede ser los “eurobonos” de mano de esta fiscalidad común. Y otro caso que se está valorando es la digitalización del sistema.
La curva a corto plazo del bund alemán se ha recuperado y ha dejado de estar menos negativa en los últimos meses, por el miedo a la recesión alemana. Pero dado que el BCE sigue imprimiendo dinero y dando liquidez al sistema bancario, creemos que puede volver al patrón más negativos si vuelve a bajar el tipo de facilidad de depósito a -0,60%, manteniendo el crédito al 0,25% y el tipo de interés general al 0%. Este estrechamiento puede generar que se vuelva a dar la vuelta la curva a corto plazo y los niveles de deuda gubernamental europea vuelvan a estar más negativos.
Con respecto a la renta fija privada, llevamos todo el año buscando rentabilidades que nos den un valor añadido a la cartera. Principalmente, cocos, automoción, seguros, blue chips con una duración en torno a los cinco y siete años, y cupones, si los hay, lo más altos posibles. Con esto queremos rebalancear la cartera y seguir con una duración baja. Pensamos, al igual que el mercado ha huido en búsqueda de rentabilidad hacia el high yield, nosotros debemos seguir construyendo la cartera en búsqueda de quizá menor rentabilidad, pero más segura, como está en nuestro mandato y valores, preservando el patrimonio en búsqueda de rentabilidades añadidas.
Destacamos bonos de compañías como Antolín, Santander, Caixa, AIB, Nordea, Telefónica y Jaguar y, dentro de los bonos de gobierno, como ya hemos comentado Alemania, España y Portugal. Creando una cartera diversificada que nos permite estar preparados ante cualquier movimiento brusco de mercado y generando rentabilidades.
Como medida de protección estaremos cortos de soberanos, pensamos que el diferencial que se ha estrechado durante este año y volverá a su media histórica. Con esta posición buscamos rentabilidad y seguridad, dado el sobre control del BCE con las inyecciones de liquidez, que han generado esta anomalía.
En cuanto a la renta variable, da miedo comprar en EE.UU. y Europa mientras está en máximos. La incertidumbre es tal que preferimos guardarnos liquidez y vigilar una cartera de posibles donde creemos que podemos obtener rentabilidades en el caso de que haya movimientos más bruscos.
Muy atentos a la española, el Ibex 35 no ha tenido un buen año comparado con otros índices, donde se ha quedado rezagado y puede haber valores que estén infraponderados. Debemos tener en cuenta que alrededor del 35% del índice es bancario. Hoy, las rentabilidades del sector bancario son menores y los bancos se encuentran sobre endeudados. Hay que sumarle que cada vez tienen más requisitos de liquidez por parte del ECB y que la posible alianza de izquierdas en el gobierno puede generar que se estrechen aún más los márgenes y sea difícil que obtengan rentabilidades. Creemos firmemente que el mercado bancario va a tender a fusionarse y que el conglomerado bancario se va a reducir para sumar fuerzas, seguridad y sinergias, ante la debilidad del momento.
Destacamos los siguientes valores que estamos vigilando: MásMóvil, Siemens Gamesa, Meliá Hotels, Gestamp e IAG y los bancos Santander, Caixa, Bankia. También bajo la lupa tenemos las opables Lar España y BME, valores españoles que seguimos de cerca. En cuanto a la renta variable europea seguimos de cerca BMW, Bayer, Renault, ING, por ejemplo y vigilamos de cerca el mercado inglés, penalizado por el Brexit y a la espera de acontecimientos, que van a generar seguro oportunidades ante la debilidad de la libra y la baja valoración de muchasempresas inglesas.
En el equipo de A Global Flexible seguimos el mercado continuamente y estamos en constante contacto con brokers, gestores de fondos y los mejores analistas que nos aporten valor añadido a la hora de nuestra propia toma de decisiones discrecional.
Tribuna de Marcos Harguindey Antoli-Candela, investor relations de A Global Flexible
Foto cedidaDe izquierda a derecha, Samuel Pérez-Calvo e Ignacio Moro, directores de inversión de Miura. de izquierda a derecha, Samuel Pérez-Calvo e Ignacio Moro, directores de inversión de Miura
Miura Private Equity es reconocida, por segundo año consecutivo, como la mejor firma en la categoría Best Spanish LBO Fund. El premio ha sido entregado en la 18ª edición de los Private Equity Exchange Awards, celebrados en Paris el 27 de noviembre con la presencia de 1.200 profesionales del sector.
“Este premio es un reconocimiento a los más de 10 años de Miura en los que se ha consolidado como una firma de capital riesgo de referencia en el sector mid-market con la vocación de transformar las empresas para hacerlas más competitivas y globales”, afirma Luis Seguí, presidente y fundador de Miura.
Los premios Private Equity Exchange destacan anualmente las firmas líderes del capital riesgo europeo con un proceso de selección liderado por un jurado de 80 expertos de alto nivel, incluidos LPs y gestores de activos de todo el mundo. El tribunal selecciona al galardonado en función del historial de los últimos 10 años, el rendimiento de los últimos tres años y el retorno de la inversión.
El premio reconoce las actividades de Miura en su apuesta por empresas que generen valor sostenible, impacto social y ambiental, con un equipo emprendedor y comprometido de 22 profesionales, como la creación de Miura Frutas Fund, el mayor fondo agroalimentario de Europa, con 350 millones de euros bajo gestión y que se suma a los fondos Miura Fund II, impulsado en 2014 con un potencial de 200 millones de euros, y Miura Fund III, que se lanzó en 2018 con 330 millones de euros. En su cartera de participadas destacan compañías del sector industrial, alimentario, retail y servicios, como Citri& Co, Tiendanimal, The Reefer Group, The Visuality Corporation o Tragaluz, entre otras.
Además, el galardón también reconoce la labor en materia de ESG que la firma ha desarrollado con sus participadas desde 2017. Miura ha creado un modelo de gestión de ESG durante todo el ciclo de inversión para promover la generación de valor sostenible, impacto social positivo y contribuir activamente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La encuesta de asignación de activos e inversiones de las pensiones privadas en España, correspondiente al cierre del tercer trimestre de 2019, y que se completó por parte de las gestoras de pensiones mayoritariamente a finales de octubre, revela un posicionamiento y previsiones ligeramente más favorables hacia la renta variable y el crédito, mientras que los alternativos pierden fuelle, según explica Juan Manuel Vicente Casadevall, socio de Fondos Directo. AXA IM y Amundi AM son coautores de este informe e iniciativa.
“Liquidez y deuda pública se mantienen básicamente estables, aunque como pone de relieve una de las preguntas del trimestre existen segmentos específicos de la renta fija donde sí se esperan aumentos significativos de exposición”, comenta.
Así, la asignación agregada media de las gestoras de pensiones españolas a bolsa aumenta seis décimas hasta el 38,4%, lo que supone en todo caso un nivel por debajo de su media histórica.
La renta variable de la zona euro es la más beneficiada mientras que se registran pequeñas reducciones en bolsa de Estados Unidos y del Reino Unido. “Aumenta el porcentaje de gestoras que se posicionan sobre ponderadas en renta variable hasta el 29% del panel, pero destacan especialmente las intenciones a futuro donde sólo un 18% de las mismas piensa reducir su exposición en los próximos meses versus el 47% del trimestre anterior. De nuevo, la bolsa de la zona euro es la estrella, en la que un 53% de gestores declara que sería deseable aumentar la exposición versus el 35% del trimestre anterior”.
Los datos, explica Juan Manuel Vicente, son consistentes con las opiniones sobre valoraciones a corto plazo que mejoran para la renta variable de la zona euro (y emergentes) mientras que alcanzan un máximo negativo para la bolsa norteamericana, vista como sobrecomprada por un 76% del panel. Por su parte, la exposición a renta variable española probablemente aumentará de forma moderada al crecer el porcentaje de gestoras que planea aumentar su asignación (del 12% al 29%).
En lo que respecta a la renta fija los cambios son menores. “Destaca que en esta clase de activo es la deuda de la zona euro la que ve reducida algo su exposición (-1,6% hasta el 42,9%) y perspectivas mientras que mejora para la deuda del tesoro estadounidense”, explica el experto. Además se observa que el porcentaje de gestoras que piensan aumentar su exposición durante los próximos meses sube hasta el 29% desde el 12% anterior.
En el área de crédito los gestores reducen la infraponderación sensiblemente respecto a trimestres anteriores: “La primera pregunta del trimestre confirma el continuado interés en deuda del tesoro, así como en deuda emergente en dólares y en renta fija ilíquida. Por el contrario, sólo un 12% del panel declara que piensa aumentar su exposición a deuda emergente en moneda local”.
Asignación a alternativos
La asignación agregada media a activos alternativos se situaba en el 5,4%, básicamente en línea con los niveles medios de los últimos años. Los dos activos que vienen siendo más populares en las carteras de pensiones españolas (inmobiliario y capital riesgo) pierden fuerza. “Dentro de los fondos hedge, los regulados “Newcits” tampoco parece que vayan a tener mucho recorrido a corto plazo, al igual que el uso de derivados OTC que muestra una tendencia a la baja. Por último, no se prevé ninguna actividad en productos estructurados en los próximos meses”, añade.
En los posicionamientos sobre divisas destaca el fuerte incremento de gestores que ven el euro infravalorado (del 35% al 65%). La opinión sobre la sobrevaloración del dólar se refuerza también ligeramente (sube hasta el 59% del panel) pero de forma llamativa pasa a situarse en el nivel más negativo de valoración desde hace cerca de dos años.
Estabilización en las políticas ISR
Las preguntas sobre políticas ISR ponen de relieve una estabilización en su adopción tras el último impulso que se registró en la encuesta hace alrededor de un año. “Sigue existiendo un pequeño porcentaje de gestoras que no las adoptan en ningún modo. Falta de recursos y curiosamente (en vista de los últimos estudios y análisis publicados sobre el tema) dudas sobre su rentabilidad siguen siendo las dos principales razones aducidas para su no adopción”, explica Juan Manuel Vicente.
No obstante, a futuro en el próximo año, debería haber un nuevo aumento en los niveles de adopción, añade. Renta fija y renta variable siguen siendo los dos activos con diferencia donde más se aplican políticas de inversión socialmente responsable, con los fondos de inversión externos todavía claramente por detrás.
ETFs e inversión temática
En las preguntas 31 y 32 se observa que no se constata actualmente una tendencia hacia la externalización en el área de inversiones. No obstante, sí se prevé que aumentará el uso de gestores/fondos externos. En particular la gestión pasiva vuelve a ganar mayor aceptación entre las gestoras y se anticipan aumentos en su uso. Destaca en particular un máximo histórico de la encuesta en el uso de ETFs, explica el experto,elevándose al 82% del panel en estos momentos.
Los mercados emergentes (tanto deuda como bolsa) siguen sin ganar tracción como activo estratégico en las carteras de pensiones españolas: “La visión sobre las diferentes economías mundiales pone de relieve un aumento del pesimismo respecto a la primavera pasada. Sin embargo, no se alcanzan los extremos de pesimismo registrados hace alrededor de un año. Europa y Japón son las regiones donde las visiones negativas son mayores”, añade.
Sobre inversiones temática en el mundo institucional, están en auge: un 39% de las gestoras ya realizan inversiones temáticas y un 28% contempla realizarlas, para un total de dos terceras partes de los panelistas.
Pixabay CC0 Public Domain. SSGA organiza un nuevo webinar donde acercará la visión CIO a los inversores
La delegación del País Vasco del Instituto Español de Analistas Financieros (IEAF) ha acordado, en asamblea general, la renovación de su actual junta directiva y elegir como nuevo presidente a Manuel Martín-Muñío, director general de Norbolsa.
Martín-Muñío sustituye en el cargo a Juan Carlos Matellanes, primer presidente de IEAF-País Vasco, a quien se ha agradecido su gran contribución al lanzamiento del proyecto.
Durante la asamblea se constituyó la nueva junta directiva que contará con la participación de Ana Mijangos (Banca March), César Bárcena (Renta4), Manuel Ardanza (Bolsa de Bilbao), Fernando Gómez-Bezares (Universidad de Deusto) y Elisa Dorronsoro (BBVA).
Pixabay CC0 Public Domain. 2020, un año de transición: arranca una nueva década caracterizada por tipos más altos
Este año, en nuestras perspectivas en renta fija para 2020 nos hemos preguntado si la tendencia de “desinflación” de los últimos 40 años, junto a los resbalones en el camino del crecimiento real, es algo estructural y persistente o susceptible de cambiar. La evidencia nos inclinó por esto último. El nuevo escenario base a largo plazo se sostiene sobre la idea de que el cambio se cierne sobre nosotros: la desinflación irá coincidiendo poco a poco con el objetivo o lo superará y el crecimiento global real se recuperará hasta alcanzar un ritmo sostenible del 3%.
La prima de plazo negativa de los tipos de interés comenzará a aumentar, empujada por tres ejes. Se trata de una prima de riesgo basada en los niveles más altos de los tipos de interés que requieren los inversores a la hora de mantener el dinero durante largos periodos de tiempo.
Los tres ejes de cambio
El primero y más importante de estos ejes se construye sobre nuestra convicción de que, por un lado, el dominio de la política monetaria se disipará durante los próximos años, mientras que la política fiscal se convertirá en un motor más fuerte para el crecimiento de las inversiones. La marcada caída en los tipos de los últimos 15 años ha sido resultado directo de una política monetaria activista (programas de QE, LTROs…) acompañada de una relajación extrema. Desde este verano, la mayoría de los bancos centrales de mercados desarrollados y emergentes adoptaron una postura prudente y evitaron cortar tipos. El BCE y la Fed consideran que se acerca una pausa prolongada. Nosotros coincidimos.
La combinación de una política acomodaticia –pero pasiva- con una política fiscal potente en forma de inversiones públicas o privadas estimulará las sorpresas de crecimiento en 2020 y en adelante. Este eje impulsará primero y sobre todo las expectativas de inflación.
El segundo eje que aumentará la prima de plazo es el incremento de la inflación subyacente. La inflación de los salarios registra una tendencia claramente positiva, la tradicional curva de Philips está sana y salva y el incremento del malestar social acelerará el debate e impulsará la inflación salarial en países emergentes y desarrollados.
A más largo plazo, vemos que las ratios de dependencia han alcanzado puntos de inflexión y comienzan a acelerarse debido al estancamiento de la juventud y el incremento de la población mayor de 65 años, que han llevado a una caída de la tasa de población activa. Un estudio del BIS ha demostrado que estas condiciones llevan a mayores presiones inflacionarias.
El tercer eje está representado por la parada en la globalización, que ha sido “desinflacionaria” en su núcleo. Esto explica por qué el shock demográfico japonés nunca se volvió inflacionario: su actuación para reflacionar su economía tuvo lugar en el mismo momento en el que el boom global de desinflación era más fuerte. Las actuales estrategias proteccionistas experimentarán una regionalización en bloques comerciales y las cadenas de valor se moverán gradualmente hacia el nivel regional. Estos cambios complejos pueden crear disrupciones en la oferta y enfrentamientos en torno a la regulación de los aranceles. Consideramos que lo peor ya ha pasado y la visibilidad de la política económica comenzará a aclararse.
El impacto en los sectores de bonos
Un efecto secundario menos mencionado de todo lo anterior es nuestra expectativa de que la volatilidad de los tipos se incrementará, por lo que esperamos que el índice MOVE se ubique en un rango de 80 a 120 puntos básicos. Durante los últimos años, esta medida de la volatilidad de los tipos estadounidenses se ha ubicado en un rango deprimido de entre 45 y 85 puntos básicos, pero una menor dependencia de la política monetaria transformará el régimen de baja volatilidad en uno de elevada volatilidad.
Esperamos que las curvas de bonos gubernamentales europeos y estadounidenses se pronuncien de forma prolongada. Nuestras estrategias de bonos gubernamentales globales y europeos se basan en una diversificación inteligente por países y curvas, junto a una infraponderación de la sensibilidad a los tipos de interés.
Volvemos a ser positivos en nuestra estrategia de bonos vinculados a la inflación global y la mejora del entorno de crecimiento y el equilibrio entre la oferta y la demanda nos hacen ser neutrales en el crédito investment grade (IG) y high yield (HY) en euros. Buscamos carry de calidad en bonos emergentes en divisa local y hacemos hincapié en que nuestro proceso de selección de países y nuestros análisis son un ingrediente clave para gestionar una cartera de calidad en un sector muy volátil.
En los últimos tres años, se ha visto confirmado el valor añadido de las estrategias globales “unconstrained” (libres) en IG y HY. La flexibilidad de una solución de este tipo es un activo de calidad en cualquier asignación de renta fija e incrementa las características generales de protección del capital. También destacan los bonos convertibles, ya que el sector rinde bien cuando los tipos aumentan. ¡Participa!
En conclusión
Los inversores que construyan sus carteras de renta fija basándose en la seguridad que ofrece la coyuntura de tipos bajos deberían tener cuidado. Sentimos que el escenario de los bonos está cambiando y estamos preparados para afrontar la normalización de los tipos. Sin embargo, no somos ilusos y reconocemos que el toro de los bonos no se rendirá fácilmente.
Tribuna de Peter De Coensel, CIO de renta fija en Degroof Petercam Asset Management (DPAM)
Pixabay CC0 Public DomainLifeofbreath. Lifeofbreath
El año 2020 amenaza con traer fuertes emociones, desde el malestar social hasta las persistentes guerras comerciales, pasando por la agitación política y la volatilidad en el mercado. En este sentido, William Davies, director de inversiones para la región EMEA en Columbia Threadneedle Investments, cree que la economía mundial seguirá creciendo a un ritmo más pausado y menos uniforme a escala regional.
En este continuo entorno de bajo crecimiento, reducidos tipos de interés y baja inflación, el equipo de gestores de Columbia Threadneedle trata de mantener el equilibrio en el estrecho camino entre los riesgos al alza, como una repentina aceleración del crecimiento, con los riesgos a la baja, entre los que se incluye la amenaza de una recesión más profunda. Su enfoque global y sus análisis exhaustivos en un entorno de tales características les sitúan en una buena posición para capear estas fluctuaciones macroeconómicas y de mercado.
Aspectos macroeconómicos
En los últimos compases del verano, se alcanzó un punto crítico cuando los indicadores adelantados se hallaban en cotas que, históricamente, han precedido a una recesión en los mercados desarrollados. De hecho, en la historia reciente, la inversión de la curva de tipos del Tesoro de Estados Unidos ha venido seguida de una recesión en la mayor parte de los casos. No obstante, aunque se podría argumentar que una recesión todavía parece probable, tampoco se puede dar por hecho, ya que conforme ha ido avanzando el año, hemos ido adquiriendo una mayor confianza respecto a una ralentización más sutil, ya sea en forma de un crecimiento reducido, pero positivo, ya sea en forma de un crecimiento bajo, pero negativo.
En términos históricos, cuando el indicador interno de recesiones de Columbia Threadneedle para Estados Unidos alcanza la cota del 30%, una recesión resulta probable (en septiembre, el indicador se situó en el 24%, aunque este riesgo se está diluyendo ahora). Tal y como están las cosas, puede que no importe demasiado que nos adentremos en una recesión, ya que probablemente será superficial. A título de ejemplo, Alemania eludió por escaso margen la recesión este año, y no hay indicios de pánico en los mercados, al menos mientras el desempleo permanezca en cotas reducidas.
Sin embargo, tanto los datos objetivos como los subjetivos se revelan dispares: los índices PMI mundiales han caído; los pedidos de fábrica en Estados Unidos se están deteriorando; las expectativas empresariales en Alemania son desfavorables; y el gasto de capital tiende a la baja. Por lo tanto, en estos momentos los inversores se hallan en una encrucijada. Por un lado, la desaceleración industrial se traduce en un aumento del desempleo y en una recesión inducida por el consumo en Estados Unidos. Por otro lado, una situación cercana al pleno empleo está impulsando el consumo hasta tal punto que Estados Unidos está saliendo de su crisis manufacturera (sobre todo al venir de la mano de una perspectiva comercial potencialmente más positiva) y está encauzando el camino de la reflación.
El escenario base de Columbia Threadneedle sugiere que una aceleración en el crecimiento resulta poco probable, al igual que una recesión profunda. En este entorno, el segmento de larga duración de los mercados, ya sea en la renta fija o en la renta variable, sigue siendo relativamente atractivo. La geopolítica sigue desquiciando a los inversores, ya que las guerras comerciales y el Brexit siguen dando que hablar en el contexto de una economía que se encuentra en la fase postrera del ciclo, aunque las tendencias seculares de crecimiento ofrecerán una oportunidad a largo plazo, con independencia de si se registra un crecimiento ligeramente positivo o negativo.
Este estrecho camino entre los dos resultados es el que se debe recorrer como inversores, y el posicionamiento actual de Columbia Threadneedle en materia de asignación de activos (agresivamente neutral) les coloca en un buen lugar para lograrlo.
Emociones fuertes
¿Dónde se encuentran las emociones fuertes? O, para ser más precisos, ¿qué factores podrían hacer descarrilar la situación? El comercio está acaparando los titulares, si bien yo me centro en algo diferente: el malestar social, que se extiende por todo el mundo, aunque las razones difieren de manera significativa de una región a otra.
A principios de año, las protestas de los chalecos amarillos, que giraban en torno a las medidas de austeridad impulsadas por el Gobierno francés, adquirieron un gran protagonismo. Se ha sido testigos de protestas en Hong Kong, centradas en un principio en la ley de extradición, que podrían agravar las tensiones entre Estados Unidos y China, sobre todo en el contexto de la continua guerra comercial, y que se han traducido en un giro radical de la política. También se ha observado disturbios en Chile por la subida de precio del billete de metro, una crisis bancaria en el Líbano y muchos más acontecimientos similares en todo el planeta.
La cuestión que se debe plantear es si las protestas, impulsadas principalmente por la desigualdad, llegarán a un punto de inflexión. En Chile, se puede analizar el coeficiente de Gini, que mide la desigualdad en los ingresos, y concluir que alcanza un nivel tan alto como en cualquier otro lugar del mundo. En Estados Unidos, también podemos afirmar con cierto grado de conocimiento que la desigualdad resulta elevada. Ahora bien, el malestar parece estar extendiéndose por los numerosos lugares que se analizan. ¿Podría transformarse este clima de protestas en algo más extremo? No cabe duda de que esto no resultaría propicio para los mercados.
Una creciente desigualdad se debe, en parte, a fuerzas estructurales, como el subempleo (el aumento de los contratos de cero horas y una mano de obra más flexible), el desplome de la afiliación sindical, la tecnología y la disrupción.
La reacción a estas fuerzas reviste vital importancia y podría desembocar incluso en una reversión de la globalización, dado que este fenómeno ha hecho posible que las compañías consigan mano de obra barata en todos los rincones del mundo. De hecho, Donald Trump sacó partido de este tema y centró su campaña electoral en las políticas proteccionistas diseñadas para atraer la mano de obra nacional, en particular en los sectores del acero y la automoción. La guerra comercial de Trump se ha impregnado del mismo regusto populista.
El desempleo permanece en cotas reducidas y, aun así, sigue persistiendo el malestar. Si se produjera una recesión y si aumentara el desempleo, la respuesta de la gente en las calles podría ser igual de intensa. Lo que resulta más concebible es que los continuos disturbios sociales provoquen un cambio político dirigido a grupos demográficos determinados, aunque también harán mella tanto en las rentabilidades de la inversión a largo plazo como en la rentabilidad empresarial.
Amenazas
Como se ha indicado, el escenario base de Columbia Threadneedle sigue apuntando a un crecimiento bajo, unos tipos reducidos y una baja inflación; en este contexto, el crecimiento mundial se situará en cotas bajas, pero positivas, o será ligeramente negativo, en lugar de dispararse o desplomarse. No obstante, ¿cuáles son las amenazas que se ciernen sobre esta perspectiva?
La guerra comercial sigue constituyendo un factor crucial y podría evolucionar en cualquier dirección. Aunque el reciente ruido acerca del comercio nos ha dado un motivo para adoptar una actitud optimista más cauta, son conscientes de que los acontecimientos podrían experimentar un drástico y repentino giro por la velocidad con la que se pueden difundir las noticias en las redes sociales.
Dicho esto, con la mirada puesta en las próximas elecciones estadounidenses en 2020, el presidente querrá asegurarse de que la economía goza de buena salud, ya que no cabe duda de que a Trump no le conviene correr el riesgo de que se produzca una recesión de aquí a entonces —parafraseando al estratega económico James Carville: «todo gira en torno a la economía, estúpido». En todo caso, una rápida resolución de la guerra comercial representa un riesgo alcista, aunque si los ataques verbales vuelven a intensificarse y la situación se deteriora, también podría dar lugar a una inversión insuficiente y a un revés a la baja.
En términos más generales, podría aparecer un riesgo en forma de una súbita aceleración del crecimiento. Algunos consideran probable este desenlace por los reducidos costes para las compañías en la actualidad, dados los bajos tipos de interés o de financiación, así como por los precios de las commodities y, de manera más concreta, los precios del petróleo.
Además, los conflictos comerciales podrían disiparse, al tiempo que los gobiernos podrían incrementar o prolongar los estímulos fiscales. En este entorno, las compañías pueden verse inundadas de exceso de efectivo y podrían tratar de reinvertirlo, lo que a su vez inyectaría una dosis de adrenalina en la economía.
No obstante, en estos momentos, las compañías estadounidenses están recomprando sus propias acciones en lugar de embarcarse en un frenesí de gasto de capital. De igual manera, resulta improbable que estas fuerzas estructurales que mantienen el desempleo en cotas reducidas cambien de dirección y provoquen un repunte del desempleo que perjudique el bolsillo de los consumidores.
De nuevo, se vuelve al estrecho camino. Sin embargo, es mejor que se puedan observar marcados riesgos tanto al alza como a la baja, porque esto permite que el posicionamiento central de Columbia Threadneedle presente más probabilidades de dar frutos.
Mercados, temas y oportunidades
¿Qué significa todo esto para los mercados y para el posicionamiento de Columbia Threadneedle? Existe una gran variedad de desenlaces posibles en 2020, lo que justifica que se adopten menores sesgos en la asignación que en fases anteriores del ciclo, en especial porque las fases postreras del ciclo exhiben, por lo general, una mayor volatilidad. Con esto en mente, se debería otorgar prioridad a la diversificación, habida cuenta de la considerable y continua incertidumbre.
En Columbia Threadneedle piensan que las tendencias de crecimiento seculares a largo plazo ofrecerán oportunidades para la inversión. Se trata de encontrar auténticas compañías de calidad que presenten rentabilidades atractivas y sostenibles a precios razonables, compañías que afrontarán las tendencias que predominarán en las economías: desde la computación en la nube hasta una cambiante demografía y unos negocios con reducidas necesidades de capital. Pueden encontrarse compañías de calidad en los diferentes sectores y todo el planeta, y el 10% de las firmas más importantes cosechan el 80% de los beneficios económicos.
Los ingresos derivados de los servicios públicos en la nube en todo el mundo se han incrementado desde los 182.000 millones de dólares en 2018 hasta los 214.000 millones que se esperan en 2019 y los 331.000 millones que se prevén en 2022 (2), con el crecimiento de compañías como Alibaba en China y AWS y Azure en Estados Unidos.
En cuanto a la demografía, solo hay que echar un vistazo al crecimiento exponencial del que se ha sido testigos en Asia, donde el número de personas definidas como de «clase media» es ahora superior al 50%, o a la distribución por edades, en regiones donde las sociedades están envejeciendo y cambiando la demanda de productos y servicios.
Se ha asistido a un aumento de las compañías con reducidas necesidades de capital que muestran altas rentabilidades sobre el capital como, por ejemplo, Aon, IHS Markit y RELX, así como en aquellas que generan bajas o nulas rentabilidades.
Esto se ha debido al crecimiento de firmas de servicios o basadas en el conocimiento, que presentan unas muy reducidas necesidades de capital, pero proporcionan servicios de vital importancia a compañías consolidadas, como el análisis y la simulación de software. Al mismo tiempo, la innovación disruptiva se está dando con mayor celeridad, ya que las fuerzas competitivas erosionan de manera mucho más rápida la rentabilidad de determinadas compañías.
En cuanto a las regiones mundiales de renta variable, ya se ha hablado de Estados Unidos, donde la clase de activos resulta más cara que en otras regiones, aunque presenta potencial de mayor crecimiento. Europa es más barata, pero adolece de un sistema bancario que atraviesa dificultades, mientras que en Japón las valoraciones indican que algunos segmentos del mercado son baratos, aunque las tendencias demográficas en el país son poco propicias y, aunque es probable que cambien a largo plazo, estas no lo harán lo suficientemente rápido como para que los inversores se beneficien en 2020.
En China, el crecimiento se ha ralentizado. Esto no representa un problema per se, dado que un menor crecimiento debería resultar más sostenible. Con una tasa de crecimiento que ronda el 6%, el crecimiento del consumo podría seguir revistiendo atractivo, aunque la inversión en activos fijos podría mostrar una mayor volatilidad. De hecho, el consumo ha constituido un motor estable del PIB chino en los últimos años, y no vislumbramos una recesión industrial que pudiera menoscabar esta relación a corto plazo, a pesar de que algunos ámbitos de consumo, como las ventas de coches, se han visto sometidos a presión en fechas recientes.
Hay inherentemente más crecimiento en los mercados emergentes que en otros lugares a largo plazo, y la creciente clase media en Asia (especialmente en la India) sigue siendo clave. Ahora bien, a escala regional, se privilegia a Estados Unidos por el ingente número de compañías que exhiben potencial de crecimiento. Por ello, no se debería infraponderar este mercado.
En cuanto a la renta fija, la persistente incertidumbre implica que las oportunidades serán tan difíciles de encontrar como en el universo de renta variable, aunque la calidad o los activos «refugio» deberían volver a ser una prioridad para los inversores. Dichas oportunidades pueden ser escasas, dado el porcentaje de deuda que ofrece rendimientos nulos o negativos. No obstante, al igual que ocurre con la renta variable y otras clases de activos, los análisis exhaustivos de Columbia Threadneedle les proporcionan la ventaja competitiva y la confianza que necesitamos para afrontar los mercados con éxito en beneficio de nuestros clientes, aunque para ello tengamos que recorrer un estrecho camino. Por ejemplo, en Columbia Threadneedle siguen sobreponderado en crédito, al tiempo que su sesgo hacia las compañías de calidad representa también un foco continuo de inversión.
Este estrecho camino, con riesgos al alza y a la baja, es el que llevan recorriendo en Columbia Threadneedle desde la última década. En algún momento, el camino se desviará en una u otra dirección, si bien, en estos momentos, creen que lo más probable es que sigamos recorriendo el camino de una inflación, un crecimiento y unos tipos de interés estables pero bajos.
Anotaciones:
(1) Bloomberg, 30 de septiembre de 2019.
(2) Gartner Forecasts Worldwide Public Cloud Revenue to Grow 17.5 Percent in 2019, Gartner, 2 de abril de 2019.
Información importante:
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Publicado por Threadneedle Asset Management Limited («TAML»). Registrada en Inglaterra y Gales con el número 573204, Cannon Place, 78 Cannon Street, Londres EC4N 6AG, Reino Unido. Autorizada y regulada en el Reino Unido por la Autoridad de Conducta Financiera (FCA).
Pixabay CC0 Public Domain. BlackRock ve un repunte del crecimiento y un entorno favorable para los activos de riesgo
El outlook de BlackRock para 2020 arroja tres claves fundamentales en las que apoya su visión de mercado para los próximos doce meses: un repunte del crecimiento, una pausa en las políticas monetarias y la resiliciencia de las carteras. En líneas generales, la gestora espera, que el crecimiento se mantenga al alza y que los riesgos de una recesión a corto plazo sigan siendo bajos.
Desde la gestora señalan que este escenario es favorable para los activos de riesgo. “El impulso en el 2019 a los mercados dado por las políticas conciliatorias del banco central han quedado atrás. Los riesgos de inflación se han subestimado y podrían llevar a un cambio en la estructura de mercado. En términos generales, esto favorece una postura pro-riesgo, pero moderada”, apunta en su documento.
Según Manuel Gutiérrez-Mellado, responsable de negocio institucional de BlackRock para España, gran parte de este repunte moderado se debe al impacto que han tenido las políticas monetarias de los bancos centrales. “La consecuencia positiva de ese apoyo es que ha empujado a la baja el riesgo de una recesión, lo que mantiene nuestra visión positiva hacia los activos de riesgo”, explica.
La firma sostiene que entorno macro de 2020 “marca un gran cambio frente a las dinámicas vividas el 2019, donde el inusual giro conciliatorio de los bancos centrales en el final del ciclo ayudó a compensar el efecto negativo de las tensiones comerciales globales”. Por eso Gutiérrez-Mellado señala a los mercados emergentes como la región que tiene más capacidad para “ofrecer un estímulo monetario, pero EE.UU. parece haber puesto fin a esta política. Cualquier apoyo significativo para la eurozona y Japón tendría que emanar de políticas fiscales, lo que no vemos que vaya a ocurrir en 2020”. Es decir, consideran que el giro conciliatorio de los bancos centrales mundiales ha quedado en gran medida en el pasado y ven poco probable que entremos en una etapa de estímulos fiscales.
En este contexto, la firma también espera que la economía China se estabilice, pero ve pocas intenciones de replicar los estímulos a gran escala que el gobierno chino hizo en el pasado. “Proyectamos que el crecimiento se dé en la primera mitad del año, impulsado por la actividad del sector manufacturero mundial y los sectores sensibles a las tasas, como la vivienda”, apuntan desde la gestora. Gutiérrez-Mellado añade que las negociaciones y las relaciones entre China y Estados Unidos continuarán, convirtiéndose en un motor o freno de la volatilidad, depende cómo vayan evolucionando.
En cambio, en los riesgos que apunta la gestora sí está el vigilar que no se produzca un «shock» sobre la demanda. “Las consecuencias de la desglobalización y los cambios de modelo de los negocios, que tienden a ir hacia la sostenibilidad, pueden generar ese «shock» en la demanda, incluso un aumento de los precios. No debemos estar extremadamente preocupados por esto, pero sí vigilarlo, en especial el comportamiento de la inflación que, previsiblemente, irá aumentando poco a poco”, afirma.
Pixabay CC0 Public Domain. Cuatro mitos sobre la inversión responsable
Pese a haber nacido hace más de dos décadas, el concepto de inversión responsable no ha empezado a ganar popularidad entre los inversores hasta hace poco. Su menor fama puede atribuirse a diversos mitos anclados en la conciencia colectiva de los inversores, como la creencia de que la inversión responsable resulta menos rentable que la inversión alternativa. Sin embargo, la aparición de empresas de éxito como Beyond Meat está ayudando a cambiar estas ideas.
Ryan Smith, responsable de análisis ESG en Kames Capital explica que “muchas teorías surgidas en las últimas décadas intentan explicar por qué la inversión responsable no representa, en general, una oportunidad de inversión tan buena. Sin embargo, los hechos nos cuentan otra historia. Las empresas que solo se sienten responsables ante sus accionistas y nadie más están captando la atención mediática, pero por los motivos equivocados.”
En este sentido, Smith plantea cuatro de los mitos más extendidos sobre la inversión responsable y los compara con la situación real:
La ética no tiene cabida en el mundo de la inversión. Smith defiende que juzgar a una empresa por la sostenibilidad de sus productos o de sus servicios aporta valor. Por ello, aquellas empresas que no tienen función social son intrínsecamente insostenibles pues generan costes para la sociedad y, con el tiempo, lo más probable es que su actividad termine prohibiéndose. Aquí reside la importancia de la sostenibilidad como estrategia del éxito a largo plazo. Un producto poco sostenible (como el carbón) representa un enorme quebradero de cabeza para cualquier equipo directivo, mientras que un producto sostenible probablemente contribuirá a generar oportunidades.
La sostenibilidad solo sirve para controlar los riesgos bajistas. Es cierto que los factores de sostenibilidad ofrecen protección frente a controversias y desastres, sin embargo, Smith afirma que el riesgo es un parámetro que mira al pasado. Pensar en la sostenibilidad fomenta una visión de largo plazo, ayuda a evitar las distracciones a corto plazo y puede resultan útil para identificar ventajas competitivas. Además, son las empresas de estilo growth más innovadoras y disruptivas las que tienden a ofrecer más oportunidades de inversión responsable y están más abiertas a comprometerse y a mejorar.
Basta con invertir en las mejores empresas. En la mayoría de los casos los productos ESG siguen un enfoque best-in-class pues las mejores calificaciones ESG se traducen normalmente en una mejor inversión. Sin embargo, estas suelen ser grandes empresas, muy conocidas y bien cubiertas por los analistas, por lo que registran menos anomalías de precios y, por lo tanto, menos oportunidades para generar alfa.
Beneficios vs. principios. De acuerdo con Ryan Smith, cada vez más estudios académicos que rebaten esta idea. Si entendemos la inversión usar de forma consistente una serie de herramientas para que la balanza se incline a nuestro favor, podemos entender el análisis de sostenibilidad como una de esas herramientas que mejore las rentabilidades si se tiene presente durante el proceso de inversión.
Pixabay CC0 Public Domain. Robeco y RobecoSAM obtienen las mejores calificaciones de Principios para la Inversión Responsable 2020
Lyxor ha recibido la etiqueta de Inversión Socialmente Responsable (SRI, por sus siglas en inglés) en dos de sus ETFs ESG: Lyxor MSCI Europe ESG Leaders (DR) UCITS ETF y Lyxor MSCI EMU ESG Trend Leaders (DR) UCITS ETF. Esta etiqueta reconoce la labor de la compañía por crear fondos de inversión que tengan en cuenta los criterios de inversión socialmente responsable a través de su creciente gama de ETFs de ESG.
Creada por el Ministerio de Finanzas francés, la «Etiqueta SRI» es una garantía para los inversores europeos sobre la calidad y la solidez del proceso de inversión ESG, la transparencia y la presentación de informes. Según explica la gestora, ésta se emite tras un estricto proceso de etiquetado dirigido por un organismo acreditado independiente.
Los ETFs de Lyxor ESG Leaders y Trend Leaders replican índices MSCI diseñados para identificar las mejores compañías de cada categoría (best-in-class) con perfiles medioambientales, de sostenibildad y buena gobernanza (ESG) sólidos. Además, los ETFs de Trend Leaders premian a las empresas que han mejorado sus calificaciones de ESG durante el año anterior.
«Esta etiqueta es un gran reconocimiento a la experiencia de Lyxor en la creación de ETFs innovadores y de alta calidad, alentando la transición hacia una economía más sostenible», aseguró François Millet, director de Estrategia, ESG e Innovación en Lyxor ETF.
La gama ESG de Lyxor ETF comprende nueve fondos, de los cuales cuatro están diseñados para ayudar a contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS). Esta gama ha recaudado, asimismo, cerca de 1.000 millones de euros en lo que va del año, casi duplicando los activos bajo gestión de la gama ESG de Lyxor ETF durante este período. A principios de este año, el Lyxor Green Bond (DR) UCITS ETF, el primer ETF de bonos verdes del mundo, se convirtió también en el primero en obtener la etiqueta «Greenfin».
Pixabay CC0 Public Domain. Test Funds Society: ¿tengo un buen manejo de las redes sociales?
Según concluye el informe elaborado por eToro, «si Facebook quiere tener éxito, debería utilizar stablecoins emitidas por entidades independientes reguladas, en lugar de crear sus propios criptoactivos». Se trata de un análisis publicado por Yoni Assia, consejero delegado de eToro; Omri Ross, profesor e ingeniero jefe de blockchain de eToro; y Johannes Rude Jensen, responsable de productos y proyectos de eToroX, sobre el proyecto de la red social de crear su propia criptomoneda.
Libra ha sido muy criticada por políticos y reguladores de EE.UU., Reino Unido y Europa, a quienes les preocupa el tamaño y el poder de su matriz Facebook, así como el historial de la compañía en materia de tratamiento de datos de clientes. Sin embargo, el informe destaca que el objetivo de Libra de crear una red de pagos entre particulares que podría ser utilizada por millones de clientes sin acceso a productos bancarios en todo el mundo es “demasiado grande para pasarlo por alto”.
No obstante, desde eToro afirman que la emisión de stablecoins respaldadas por monedas fiduciarias debería delegarse en socios externos regulados. Esto liberaría a Facebook de la responsabilidad de controlar su propia moneda digital, apodada “ZuckBucks” por los políticos estadounidenses, con lo que la compañía podría centrarse en Calibra, su cartera digital. Así, la iniciativa podría convertirse en en el primer monedero con una infraestructura de pagos al que podrían acceder más de 2.700 millones de usuarios en todo el mundo a través de WhatsApp y otras plataformas de Facebook, subraya el informe.
“El proyecto Libra es una oportunidad pionera para innovar de forma radical en los servicios financieros. En lugar de centrarse en una única clase de activo sintética, la Asociación Libra debería abogar por marcos normativos armonizados y sencillos para regir a las entidades externas que usen el blockchain de Libra para ejecutar pagos”, explica Yoni Assia.
De este modo, las obligaciones reglamentarias y los costes de cumplimiento normativo asociados recaerían en los que usen el registro en su propio beneficio, ya sea en la emisión de stablecoins garantizadas, materias primas u otros instrumentos financieros, lo que sacaría a Libra de forma efectiva del rastro del dinero, según el informe.
Libra ya ha tratado de usar un conjunto de stablecoins vinculadas a monedas soberanas como el dólar estadounidense, la libra esterlina y el euro, pero las autoridades han rechazado que Facebook controle moneda a ese nivel. La propuesta de eToro se basa en un enfoque basado en la alianza con organizaciones autorizadas, como los intermediarios de criptoactivos, que guardarían las monedas fiduciarias en depositarios cualificados y emitirían stablecoins que representarían un derecho sobre los activos custodiados.
Según el informe de eToro, este sistema “ofrecería las ventajas de comodidad, rapidez y seguridad que forman la base misma de la tecnología blockchain y estaría construido sobre una infraestructura de código fuente abierto descentralizado que atraería a consumidores que dudan o no confían en el sistema monetario actual”.
Al excluir a Facebook de la emisión efectiva de moneda, eToro cree que se eliminaría un importante obstáculo y el proyecto se abriría a la participación de entidades que están innovando en el ámbito de los criptoactivos y el blockchain.
“En eToro, creemos que la innovación en los servicios financieros es clave para conseguir la reforma estructural de la economía mundial. Cuando lanzamos nuestras propias stablecoins, se hizo evidente que el obstáculo real para la adopción es una norma única que permita a los comercios aceptarlas como moneda. Con un enfoque descentralizado a la hora de diseñar el marco rector desde cero, el proyecto Libra podría avanzar en colaboración con las instituciones actuales y de conformidad con sus procedimientos y alcanzar su objetivo de inclusión financiera”, concluye Assia.