Daniel Lacalle: “Orientar la cartera a los sectores ópticamente baratos genera volatilidad y no te protege en los mercados bajistas”

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Foto cedidaDaniel Lacalle, economista jefe de Tressis. Daniel Lacalle, economista jefe de Tresssis

Los expertos de Tressis recomiendan cautela. A pesar de que las bolsas muestren cierto optimismo, desde la entidad recuerdan que hay ciertos acontecimientos que se han olvidado pero que siguen latentes. “Estamos moderando el riesgo porque creemos que hay bastantes factores que pueden volver a cobrar protagonismo”, ha explicado Daniel Lacalle, economista jefe de la entidad. En su opinión, en las últimas sesiones se están obviando algunas situaciones como la tensión entre EE.UU. y China, Hong Kong o la fecha del 30 de junio (la firma del acuerdo comercial entre el Reino Unido y la Unión Europea).

Ante este escenario, aseguran que han mantenido la diversificación, exposición a dólar, al oro y la preferencia por los sectores que consideran que serán protagonistas en el futuro: la digitalización, la sostenibilidad, la salud y la demografía. “Estos rebotes de mercado nos permiten reorientar las carteras, pero debemos evitar los cantos de sirena y reorientar a sectores que están caros, pero porque lo merecen”, añade.

Asimismo, Lacalle ha criticado el papel del value durante la crisis. “La primera lección de la crisis es que lo que parece barato no esta tan barato y puede bajar mucho más. Los sectores value no solo no han protegido si no que han sido los primeros y los que más han caído. Lo que te ha demostrado la crisis es que orientar la cartera a los sectores ópticamente baratos genera volatilidad y no te protege en los mercados bajistas”, apunta.

Por su parte, José Miguel Maté, consejero delegado de Tressis, a raíz de los datos que reflejan fuertes salidas de los fondos de inversión durante los meses más duros de la pandemia y la actual tímida reincorporación, ha querido poner en valor el papel del asesoramiento profesional. “Dejarse llevar en los momentos de pánico o euforia es muy peligroso para los ahorradores o inversores particulares. El corto plazo te lleva a salidas en el peor momento y entradas cuando el mercado ya ha subido. Es importante inculcar la necesidad de formación y planificación”.

2008 vs 2020

Para los expertos, realizar un análisis de esta crisis es bastante difícil por la gran incertidumbre que la rodea. “Nunca ha pasado nada similar, algo que empezó como una crisis local centrada en una ciudad de China y que parecía que sería una crisis coyuntural de corta duración se ha convertido en una crisis global y de una duración más larga de la que se podía prever. Ha habido un efecto dominó y la crisis se ha desplegado en varios países y no al mismo tiempo, lo que dificulta el análisis”, explica Lacalle.

Según el experto, se ha convertido en una crisis de demanda que afecta a todos los sectores. “Esto es muy relevante, el sector servicios había compensado la crisis industrial o de manufacturas y ahora es este el que se ha visto más afectado y hace que algunos países muy dependientes del sector turístico y las exportaciones, como España, se vean más afectados”, aclara.

A su parecer, la actividad a nivel global ha quedado unida a un factor que no es económico, como es el frente sanitario y todo gira en torno a él. “Esto ha abierto un debate, libertad vs salud y ahora lo veremos entre la salud y la economía. La incertidumbre que genera esta incógnita de la crisis provoca, ante la falta de referentes, una gran incertidumbre y la incertidumbre es el peor enemigo de los mercados”, detalla.

Desde Tressis descartan que el confinamiento no tenga un impacto a largo plazo y sitúan la recuperación del PIB entre finales de 2021 y principios de 2022. Respecto a la salida de la crisis, Lacalle ha recordado que las salidas en forma de “L” son más habituales de lo que se cree. “Es lo más frecuente, el crecimiento de la productividad salarios e inversión es más pobre y lento. Además, hay que tener en cuenta que en esta crisis se ha generado un aumento enorme de la diferenciación entre capacidad productiva y producción, por lo que es difícil que las empresas inviertan o consuman mucho más”, explica.

En este sentido, la entidad estima un crecimiento del PIB en España de los “más bajos vistos en décadas” y en la eurozona pronostica una caída entre el 8% y 8,5%, siendo estas “estimaciones cautelosas”. Ante este contexto, apuntan que el crecimiento de la eurozona no se recuperará hasta 2022.

Estas previsiones están muy afectadas por los volúmenes de paro que tanto España como la eurozona han alcanzado. “En España, al menos el 30% de la población activa tiene alguna forma de desempleo y en la UE alrededor del doble con el que cerró el año pasado”, explica Lacalle. “El paro es importante a la hora de pensar en la recuperación por el efecto del consumo. En 2019, lo que mantenía a la eurozona fuera de la recesión era el consumo y los servicios. La recuperación va a depender de cómo se reabsorba el desempleo”, añade.

Respecto a la comparación que automáticamente tendemos a hacer de esta crisis con la anterior, Lacalle considera que el cierre forzoso de la economía no tiene el mismo resultado que el pinchazo de una burbuja o un sector. «Aquí lo que ha ocurrido es que el cierre ha generado un problema de solvencia en el sector empresarial”, aclara.

“El problema ahora es que al llevar al cierre forzoso creas un problema de solvencia que no se soluciona con liquidez, esa liquidez se va a gasto corriente y a sectores que ya tenían acceso a deuda, pero los sectores que no estaban endeudados están cayendo como moscas en un mar de liquidez. Los gobiernos toman medidas fiscales muy agresivas y se van a financiar gasto corriente (sanidad, aumento del paro) y, por otro lado, a rescatar sectores que ya eran zombis en 2017, 2018 y 2019. Estás inyectando una cantidad de dinero en el sitio equivocado para generar crecimiento y productividad”, critica.

Pictet AM lanza el fondo Pictet-Family para invertir en empresas familiares de todo el mundo

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Pixabay CC0 Public Domain. Preqin compra Colmore, firma tecnológica de servicios y gestión de mercados privados

Pictet AM lanza el fondo Pictet-Family que invierte en empresas familiares en todo el mundo, incluyendo mercados emergentes, y sin restricciones por sectores. El fondo, en formato UCITS y registrado en España, estará gestionado por Alain Caffort y Cyril Benier.

Según explica la gestora, esta nueva estrategia en euros, valoración y liquidez diarias, tiene como objetivo la revalorización del capital, para ello invierte en empresas de todo el mundo controladas por sus fundadores o familias, incluyendo firmas de mercados emergentes.  El universo está formado por unas 500 empresas cotizadas en las que, al menos, el 30% de los derechos de voto corresponden a un particular, a menudo el fundador o la familia.

Pictet Family procede del reposicionamiento del fondo Pictet–Small Cap Europe, que existía desde julio de 2001 y que ya invertía en empresas familiares (cerca del 25% de la cartera al finalizar 2019).  Por su parte Pictet Family se centra exclusivamente en el ámbito de la empresa familiar, sin restricción geográfica, sectorial o por capitalización bursátilSe trata de un universo de empresas tan diversas como Hermes, L´Oreal, LVMH, Roche, Grifols, Puma, H&M, Walmart, Heineken, Remy Cointreau, Essilor Luxotica, Carl-Zeiss, Shopify, América Móvil, Rakuten, Dassault Systems o Thomson Reuters (gráfico al final).

El fondo estará co-gestionado por Alain Caffort y Cyril Benier, que actualmente están al frente del equipo del fondo en Ginebra. Según Caffort, hay un fuerte vínculo cultural entre Pictet y la nueva estrategia. “Pictet es una sociedad familiar que comparte muchos de los rasgos que caracterizan a las empresas en que invierte el fondo.  Cerca de 20% de las empresas del índice MSCI All Country World están controladas por el fundador o la familia, pero había muy pocas opciones de inversión capaces de aprovechar las fortalezas de las empresas familiares en renta variable mundial. Pictet Family tiene la vocación de llenar ese vacío”, apunta.

El fondo integra los criterios ESG para determinar el peso de cada empresa en cartera, donde el criterio de gobernanza tiene especial relevancia. La cartera final está formada por 40-60 compañías y muestra mayor peso en consumo discrecional que el índice MSCI ACWI, incluyendo grandes empresas de bienes de lujo, así como servicios de comunicación y consumo básico.  Energía y finanzas están infra ponderados. Su distribución regional global resulta más equilibrada que el índice y muestra mayor exposición a “crecimiento de calidad” y menor a “valor”.

Desde la gestora destacan que este tipo de activo resulta muy atractivo y que, según diversos estudios, las sociedades familiares son generalmente más rentables. Tienen carácter emprendedor y a menudo destacan por innovaciones o transformaciones radicales.  Su gestión es la del “buen padre de familia”, en beneficio de la siguiente generación. A ello se añade el componente socioemocional. La mayor parte de la riqueza y reputación de los propietarios está en la empresa y los intereses están alineados. 

“Se trata de propietarios activos e involucrados, con fuerte sentido de la responsabilidad social. Estas empresas a menudo reinvierten una proporción mayor de beneficios que sus pares, con estricta disciplina financiera. La estabilidad de su propiedad permite la gestión a largo plazo, en lugar de obsesionarse con los beneficios del próximo trimestre.  Gran cantidad de investigaciones muestran que estas empresas tienen mayores márgenes de beneficio que las no familiares y menor apalancamiento. Tienden a superar a sus pares cotizadas en rentabilidad, incluso tras ajustar el efecto pequeña empresa”, destacan desde la gestora.

Legg Mason completa la integración de los negocios de sus filiales ClearBridge Investments y RARE Infrastructure

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Pixabay CC0 Public Domain. Schroders se une a la iniciativa Global Impact Investing Network (GIIN)

ClearBridge Investments y RARE Infrastructure, filiales de Legg Mason, han completado la integración de sus negocios. Según ha explicado la gestora, con este paso, que anunció en mayo de 2019, pretende crear eficiencias operativas y oportunidades de crecimiento para ambas firmas. 

En un comunicado, la gestora apunta que esta integración mejorará la distribución, el negocio y la escala de ClearBridge, gestora de renta variable, y de RARE Infrastructure, especializada en la gestión de activos de infraestructuras cotizadas. En el caso de ClearBridge Investments este movimiento le permitirá ampliar su plataforma de renta variable global y diversificar su oferta de productos. 

Para RARE Infrastructure, el acuerdo le dará acceso a un mayor conjunto de recursos para dirigirse al mercado institucional, donde los activos reales están en un momento de crecimiento dentro de las carteras de los clientes. Según explica la firma, la capacidad de RARE Infrastructure de atraer y retener un equipo de inversión con talento se apoyará desde la organización con recursos y equipos con dilatada experiencia, sin perder la autonomía de cada uno de los equipos de inversión. 

Actualmente, RARE Infrastructure gestiona varias estrategias de infraestructura cotizadas incluyendo dos de sus fondos insignia, el Legg Mason RARE Infrastructure Value Fund y el Legg Mason IF RARE Global Infrastructure Income Fund. Este último se lanzó en el mercado del Reino Unido en 2016 con el objetivo de generar un rendimiento sostenible y ha proporcionado un rendimiento de distribución histórico de más del 5% hasta el 30 de abril de 2020. En tres años, el fondo ha entregado un rendimiento del 19,4%, frente a una ganancia del 4,1% para el sector de la IA Global Equity Income.

Como parte de la integración, el nombre de los fondos RARE Infrastructure cambiará a partir del 29 de junio de 2020. Así, Legg Mason IF RARE Global Infrastructure Income Fund pasará a llamarse  Legg Mason IF ClearBridge Global Infrastructure Income Fund; Legg Mason RARE Infrastructure Value Fund se denomirá a partir de junio Legg Mason ClearBridge Infrastructure Value Fund; y, por último, Legg Mason RARE Emerging Markets Infrastructure Fund pasará a denominarse  Legg Mason ClearBridge Emerging Markets Infrastructure Fund.

En opinión de Terrence Murphy, CEO de ClearBridge Investments, ambas firmas comparten el enfoque de creación de carteras activas y diferenciadas, mantienen de una cultura que apoya la autonomía de las inversiones y la alineación intereses para mejorar los resultados de los clientes. 

«ClearBridge Investments y RARE Infrastructure gestionan carteras concentradas y orientadas a los fundamentos y que integran los criterios ESG, por lo que busca producir resultados diferenciados para los mercados más amplios. Nuestro supone una clara oportunidad para mejorar ambos equipos al trabajar juntos como un grupo, mientras que nos permite continuar manteniendo la independencia de los equipos de inversión, que están alineados con ofrecer las mejores soluciones de inversión para nuestros clientes”, añade Nick Langley, cofundador y gerente senior de carteras de RARE Infrastructure

Janus Henderson Investors lanza un fondo multiestrategia global de inversiones alternativas diversificadas

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Pixabay CC0 Public Domain. Amundi, Natixis IM, La Française AM y TwentyFour: cuatro ideas sobre dónde hay oportunidades de inversión en renta fija

Janus Henderson Investors ha anunciado el lanzamiento de un fondo multiestrategia global que invierte en activos alternativos diversificados. El fondo, denominado Janus Henderson Global Multi-Strategy Fund*, está gestionado por David Elms y Stephen Cain, radicados en Londres y Denver, respectivamente. 

Según ha explicado la gestora, se valdrá del “legado y la experiencia de Janus Henderson en inversión multiestrategia”, con un equipo que gestiona más de 11.600 millones de dólares en activos en todo el mundo. Disponible en formato UCITS, el fondo se venderá fundamentalmente en Europa, Asia Pacífico y Latinoamérica a mayoristas, inversores minoristas e institucionales. Actualmente, la estrategia se gestiona como un fondo de inversión libre (hedge fund) domiciliado en las Islas Caimán y gracias a su lanzamiento, la estrategia es más accesible para inversores de todo el mundo.

El fondo ofrece a los inversores exposición a activos alternativos, a la vez que trata de minimizar el riesgo mediante distintas estrategias de protección de la cartera. Mantiene una correlación mínima con la rentabilidad de las principales clases de activos, ofreciendo a los inversores una protección diversificada dentro de una cartera equilibrada.

El fondo invierte en diversas clases de activos, como renta variable, renta fija, sus derivados asociados y materias primas, en un conjunto complementario de estrategias de inversión. El fondo utiliza una estrategia de protección de la cartera, que trata de generar rentabilidades positivas no correlacionadas durante periodos de tensión en el mercado y permite a las otras estrategias capear las tensiones a corto plazo en el mercado. Las seis estrategias de inversión son:

  1. Arbitraje de bonos convertibles: trata de beneficiarse de los desajustes de precios de los bonos convertibles.
  2. Event driven: trata de aprovechar las ineficiencias de precios relacionadas con eventos corporativos o estructuras de capital.
  3. Neutral con respecto al mercado de renta variable: trata de generar alfa invirtiendo con posiciones largas y cortas en acciones de toda Europa.
  4. Presión de precios: trata de generar rentabilidades proporcionando capital a oportunidades de liquidez.
  5. Transferencia de riesgo: trata de beneficiarse de los desequilibrios entre la oferta y la demanda en el mercado de derivados.
  6. Protección de la cartera: trata de mitigar el riesgo de rentabilidad negativa mediante una estrategia de protección multidimensional.

Desde la gestora aclaran que el fondo trata de generar rentabilidades absolutas positivas, independientemente de las condiciones del mercado, en cualquier periodo de 12 meses, y tiene un objetivo de rentabilidad superior de liquidez + 7% anual, antes de deducir gastos, en cualquier periodo de tres años, con una volatilidad de entre 4%-8%.

“La diversificación funciona bien en los mercados alcistas, pero es poco fiable cuando los mercados bajan, como en marzo de 2020, cuando el pánico de los inversores y la liquidación provoca correlación y todos los activos de riesgo caen de manera sincronizada.  Abordamos este problema aplicando un conjunto diversificado de estrategias de protección que tratan de proporcionar rentabilidades positivas en mercados bajistas y que reflejen las estrategias diversificadas de tolerancia al riesgo que empleamos para generar rentabilidades en mercados normales”, apunta  David Elms, gestor de carteras.

Por su parte, Ignacio de la Maza, director EMEA del canal intermediario y Latinoamérica, explica quelas clases de activos alternativos diversificados constituyen una inversión interesante y donde observamos cada vez un mayor apetito por parte de los clientes, que tratan de ampliar las fuentes de rentabilidad de sus carteras. Este fondo aprovecha nuestros conocimientos y experiencia en todo el negocio, invirtiendo en un amplio conjunto de estrategias que ofrecen a nuestro experimentado equipo de gestión la flexibilidad y la capacidad de aprovechar oportunidades durante distintos ciclos del mercado, a la vez que reducen la exposición al riesgo durante mercados volátiles”.

Diversificación y activos alternativos

En opinión de los gestores, la diversificación de las carteras se ha convertido en un reto. Reconocen que funciona bien mientras los mercados están “normales”, es decir cuando hay alzas, están planos o tienen ligeras caídas, pero no tan bien cuando los activos e inversores están bajo tanta presión como ahora mismo. “La diversificación sufre en mercados estresados, con el resultado de que la mayoría de los activos caen juntos y se pierden los beneficios de la diversificación, justo cuando los inversores más los necesitan”, afirman. 

Los gestores de la firma proponen en este fondo una serie de estrategias diseñadas para buscar rentabilidad en los mercados más estresados. “Tenemos una diversificación en nuestra protección que refleja la diversificación que tenemos a través de las estrategias tradicionales de riesgo que están diseñadas para hacer dinero en los mercados normales”, matizan. 

En el contexto actual, son pocos los activos que pueden “proteger”, en un sentido clásico, la cartera. Por eso, David Elms y Stephen Cain explican que su enfoque de protección consiste en invertir en estrategias como la volatilidad a largo plazo, la macro discrecional y el seguimiento de tendencias que ofrecen rendimientos convexos, y no en una visión de activos refugio como tal. 

Un enfoque que ellos consideran fundamental dado cómo están viviendo los inversores la crisis que el COVID-19 ha generado en los mercados. Por lo general, la alta volatilidad crea temor en los inversores, ya sea a través de las emociones de los inversores humanos, o a través de algoritmos cuantitativos de desapalancamiento, lo que lleva a vender activos porque sus modelos les dicen que su cartera ha superado el riesgo objetivo. En su opinión, “esto tiende a significar es la volatilidad es más alta en la parte inferior del ciclo del precios de los activos.  Hemos llegado al fondo del mercado de activos a corto plazo asociado con COVID-19, pero todavía hay desafíos por delante. Seguimos siendo cautelosos tanto en las perspectivas de los mercados como en la economía real, y creemos que el rebote del mercado crea una oportunidad para que los inversores remodelen sus carteras y se aseguren de que están adecuadamente posicionados para los desafíos que se avecinan”, afirman.

Para los gestores, otra clave de este fondo es su apuesta por los activos alternativos. “Creemos que una cartera alternativa bien diseñada puede ofrecer en este momento es una expectativa de rendimientos positivos, pero sin correlación con los demás activos que tradicionalmente están en manos de los inversores. Los rendimientos positivos y la ausencia de correlación, sobre todo en los mercados a la baja, son el resultado crítico de una cartera alternativa”, explican.

 

*El producto no está aun registrado para la venta en España pero está actualmente en proceso de estarlo.

Los gestores europeos no lograron batir al índice S&P Europe 350 en el primer trimestre de 2020

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Pixabay CC0 Public Domain. La mayoría de los gestores de renta variable europeos no lograron batir al índice S&P Europe 350 durante el primer trimestre de 2020

Los gestores activos no han sido capaces de dar una respuesta óptima a los inversores durante este evento de mercado, que ha golpeado el primer trimestre de 2020 y cuyo impacto aún queda por terminar de valorar. Según los datos recogidos por S&P, la mayoría de los gestores activos europeos no han logrado batir su índice de referencia, el S&P Europe 360, durante los primeros tres meses de 2020. 

Desde S&P señalan que la gran proporción de fondos activos que han tenido un desempeño por debajo de sus índices de referencia en marzo de 2020 sugeriría que, a pesar de su capacidad para entender el mercado y extraer valor, los gestores activos no lograron hacerlo mejor que los índices. “Esto es un hecho contrario a la creencia generalizada de que en un contexto de volatilidad alta de mercado, los gestores activos obtienen un rendimiento superior”, apuntan desde S&P Global.

El dato es significativo. Durante el primer trimestre de 2020, en rendimiento de los fondos sufrieron una caída del 22,7%, frente al 22,4% que descendieron los índices. El porcentaje es similar, por lo que se puede afirmar que los gestores activos se comportaron algo peor que el mercado. 

Según los datos de S&P Global, esta es una tendencia que comenzó en marzo cuando, al acabar el mes, los fondos europeos perdieron un 15,5%, mientras que la caída del índice de referencia era un 14,1%. “Marzo pasará a la historia de la bolsa europea como uno de los meses más volátiles de la historia, superado solo por octubre de 2008”, matizan. Por lo contrario, tanto en enero como en febrero, los fondos lo hicieron mejor que sus índices de referencia. 

Gráfico S&P

Un mes antes, a finales de febrero de 2020, los rendimientos de los fondos europeos bajaron un 7,7%, comportándose ligeramente mejor que el índice de referencia, que cayó un 8,6%.  En este punto, los analistas de S&P Global consideran que puede haber parecido que los gestores de fondos activos tenían la ventaja y estaban bien situados para continuar este rendimiento superior en marzo.

“Como la crisis de COVID-19 aún no ha terminado y la volatilidad sigue siendo alta, queda preguntarse si empezarán a mostrarse las habilidades de los gestores de fondos o los índices de referencia pasivos seguirán superando a la mayoría. Habrá que permanecer atento al SPIVA Europe Mid-Year 2020 Scorecard para saber más”, afirma Andrew Cairns, analista senior de S&P Dow Jones Indices.

Generación X: en busca de una solución eficiente para una generación escéptica

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Pixabay CC0 Public Domain. Generación X: en busca de una solución eficiente para la generación escéptica

En opinión de Paul Benson, gestor de fondos de Mellon, parte de BNY Mellon IM, para quienes nacieron durante la vorágine política y económica de los años setenta y ochenta, el futuro de la inversión podría pasar por un enfoque que combine datos y tecnología. Las nuevas generaciones de inversores son todo un reto para las gestoras en parte por su “escepticismo”. 

Según su experiencia, los inversores que muestran un sano escepticismo hacia la ortodoxia financiera podrían verse recompensados si adoptan enfoques menos tradicionales en renta fija. Benson señala que, mientras que la generación X solo representa una cuarta parte de la población de EE. UU., su cuota de riqueza es mucho mayor. “Además, es la generación sándwich, responsable de cuidar tanto de sus hijos como de sus padres mayores”, matiza el gestor.

Esta doble responsabilidad convierte la estabilidad financiera en uno de los principales objetivos de la generación X. Sin embargo, como hemos visto a lo largo de la última década, los inversores ya no pueden confiar en que la renta fija tradicional proporcionará las rentabilidades del 4%-5% que venía generando en el pasado. “En el mercado actual, hay que pagar por tener efectivo. No es de extrañar que los hijos de los baby boomers se sientan engañados”, apunta Benson.

Afortunadamente, el cambio y la disrupción no son nada nuevo para la generación que creció con la Guerra Fría, la caída del muro de Berlín, el nacimiento de internet y el advenimiento de la era digital. Según explica el gestor “la generación X sabe gestionar el cambio. No temen alterar y desafiar las normas existentes. Están preparados para preguntarse si existe una forma mejor de hacer las cosas, si tienen que confiar sin más en cómo se han hecho las cosas hasta ahora y si pueden ser escépticos sobre lo que nos dicen los profesionales financieros”.

La solución de Benson pasa por recurrir a los datos y la tecnología para abordar el problema de las bajas rentabilidades. “¿Existen nichos y anomalías en partes específicas del mercado que podamos aprovechar? Si analizamos el mercado desde una perspectiva cuantitativa, ¿podemos encontrar una manera de replicar o superar la rentabilidad del índice combinando gestión activa y pasiva?”, se pregunta el gestor. 

Según Benson, ese es el objetivo de la estrategia de beta eficiente de Mellon. Por ejemplo, en el espacio de la deuda de alto rendimiento, o high yield, los gestores activos llevan años sin poder superar sus respectivos índices de referencia. Esto puede deberse en parte a los costes de negociación que conllevan las estrategias activas pero también a la dificultad para negociar cuando solo el 25% del índice cambia de manos en un día cualquiera. “Como gestor activo, estás en desventaja frente al índice desde el primer momento. Antes de hacer nada más, tendría que generar 50 puntos básicos de alfa solo para igualar la rentabilidad del índice”, afirma.

Para Benson, la solución consiste en adoptar un enfoque híbrido que combine gestión activa y pasiva con tecnología para replicar el índice subyacente utilizando cestas de operaciones. De esta forma, la estrategia elimina algunos de los problemas asociados a un enfoque puramente activo. Por otra parte, la aplicación del modelo de crédito propio de Mellon persigue limitar la exposición a posiciones que estén demasiado caras o que presenten un riesgo de impago demasiado elevado. “Aun así, podemos elegir entre más de 1.700 bonos para añadir a esa cesta de operaciones. Lo que resulta más que suficiente para replicar la beta del índice. Si logramos añadir 30-50 puntos básicos de alfa al año, la estrategia resulta claramente interesante para los inversores que desean invertir en high yield con menos incertidumbre”, concluye Benson

Groupama AM registra en la CNMV un fondo mixto temático para mejorar el mundo y otro de bonos verdes

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CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Doug88888. esg

La gestora francesa Groupama AM ha registrado en España nuevos fondos relacionados con las finanzas sostenibles: en concreto, dos compartimentos dentro de la sicav de derecho francés y gestionada con criterios ESG Groupama Fund Generations. Se trata de un fondo mixto temático para mejorar el mundo del futuro, G Fund Future for Generations, y un fondo de bonos verdes, G Global Green Bonds.

El fondo G Fund Future For Generations es un nuevo fondo temático con el objetivo de dejar un mejor mundo a las generaciones futuras. Conscientes de los desafíos actuales en materia de transición energética, consumo, crecimiento sostenible y en materia de salud, Groupama AM lanza este fondo que busca aportar soluciones a estas problemáticas.

Se trata de un fondo mixto temático bien diversificado. La cartera objetivo contará con un 30% de los activos invertidos en renta variable y un 70% en activos de renta fija; el peso en ambos tipos de activo podrá oscilar en un +/-20%. La cartera final está compuesta principalmente por compañías europeas que den respuesta a nueve de los 17 ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de las Naciones Unidas, en concreto los relativos a temáticas de impacto medioambiental, consumo sostenible, transición energética y salud.

Por último, el G Fund Global Green Bonds es una nueva solución de impacto “bond picking” centrada en bonos verdes. Con este nuevo fondo, Groupama AM busca acompañar a los emisores de bonos verdes en su dinámica de transición energética y ecológica (energías renovables, control de la polución, transportes limpios, gestión de los residuos, preservación del agua…). La cartera final contará con un 80%-100% de bonos verdes, a nivel global, y la gestión será activa y rigurosa (únicamente bonos verdes) en el universo invertible. Éstos suponen una clase de activo que ha ganado importancia y madurez en el mercado y, a diferencia de los bonos clásicos, comprometen inversiones para la financiación o refinanciación de proyectos sostenibles.

“En Groupama AM estamos constantemente buscando ofrecer soluciones de inversión diferentes, innovadoras, y que aprovechen nuestras capacidades y expertise”, explican desde la gestora. “Históricamente hemos demostrado nuestro compromiso con las finanzas sostenibles, siendo pioneros en esta filosofía de inversión desde hace más de 20 años”, añaden.

Un atisbo de lo que vendrá: la inflación en el horizonte

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Un atisbo de lo que vendrá: la inflación en el horizonte
Pixabay CC0 Public Domain. Un atisbo de lo que vendrá: la inflación en el horizonte

La respuesta política global a la crisis sanitaria del COVID-19 ha traído consigo las semillas de un cambio en el régimen de la inflación. Arrancará con un coqueteo con la deflación y la desinflación durante un año, avanzará hacia una reflación hasta alcanzar los objetivos de los bancos centrales dentro de dos años, y terminará muy por encima de los niveles objetivos de inflación (3%-4%) a finales de 2022 o principios de 2023.

Gracias a la firmeza de la respuesta de la política monetaria y fiscal, nuestra expectativa de una mayor inflación ha crecido significativamente. Nos referiremos a los próximos catalizadores económicos y políticos que nos llevarán de dos décadas de desinflación persistente a un ciclo caracterizado por una inflación superior al objetivo del 2% del banco central.

1. De la deflación a la desinflación en los próximos 12 meses

El shock de la demanda global inducido por el confinamiento y el consiguiente aumento de las tasas de desempleo empujará los indicadores de inflación del banco central cerca de la deflación, o a entre el 0% y el 1%. Las políticas monetarias y fiscales aceleradas solo tendrán efectos significativos con el tiempo. A corto plazo, actúan como amortiguadores cuando los ingresos de hogares y empresas se derrumban. En el lado corporativo, tanto la capacidad de oferta como los gastos de capital se han reducido fuertemente para suavizar el impacto en los balances. Todavía esperamos cifras elevadas de impagos hasta el verano de 2021, lo que se traducirá en una actitud de aversión al riesgo más larga de lo esperado en los mercados.

2. Reflación entre el verano de 2021 y el verano de 2022

El regreso de cifras de inflación que coincidan con los objetivos del banco central (alrededor del 2%) será resultado de la reacción coordinada de la política fiscal y monetaria. En 2020, el déficit fiscal mundial aumentará alrededor del 7,5%, hasta alcanzar el 12% del PIB mundial. Mientras que en 2008 las medidas fiscales se dirigieron a salvar el sistema bancario, en esta ocasión, responden a una crisis sanitaria exógena. Las políticas de austeridad se convirtieron en la norma en 2010, pero esta vez observaremos exactamente lo contrario.

El hecho de que la política fiscal se vaya a extender a lo largo del ciclo desenmarañará el régimen de desinflación. El apoyo se orientará a la población de menores ingresos y a los más afectados por la pandemia. Es poco probable que el poder de negociación de los trabajadores se desmorone, ya que los gobiernos ya eran receptivos a las demandas de salarios justos antes de esta crisis. A medida que pongan en marcha programas de apoyo, esperamos que aumenten su control sobre las cuestiones de desigualdad.

Muchas empresas caerán en default y las supervivientes se enfrentarán a una nueva realidad de mayor distanciamiento social que reducirá su capacidad de atender a los clientes. Se producirá un aumento generalizado de los precios, ya que la deuda aún tendrá que ser pagada y las expectativas de rendimiento de la renta variable resultarán difíciles de alcanzar. Este episodio se conoce como “inflationary bust” (trampa inflacionaria). 


A nivel macro, la aceleración de la recuperación del crecimiento llevará a la reflación. El marco temporal seguirá beneficiándose de la ayuda monetaria altamente orientada a los productos básicos y del apoyo fiscal sostenido. Esperamos que el mayor estímulo para los mercados provenga de una administración exitosa de una vacuna eficaz contra el coronavirus.

3. La inflación por encima del objetivo durante 2022 y más allá

Los programas de compra de activos de los bancos centrales funcionarán, como mínimo, hasta finales de 2021, lo que mantendrá elevados niveles de crecimiento de la oferta monetaria. Estas cifras superarán fácilmente el 10%, e incluso podrían alcanzar el 20% en 2022. El impacto del activismo monetario y fiscal sostenido y coordinado alejará la inflación de su objetivo previsto.

Para 2023, esperamos que las expectativas de inflación de EE.UU., según nuestra medición de swaps de inflación “5y5y”, se hayan normalizado en torno al 2,5-2,75%. Hoy en día, este indicador fluctúa alrededor del 1,75%. En Europa, esperamos que se normalice en torno al 1,8% (en comparación con los niveles actuales del 0,85%). Nuestra convicción de que la desglobalización interrumpirá las cadenas de suministro en favor de soluciones más locales o regionales apoya aún más la inflación adicional. La forma del crecimiento de la productividad a largo plazo decidirá si nos enfrentaremos a una inflación buena o mala. Los constructores de carteras deberían prepararse hoy para protegerse de los posibles riesgos de inflación que se avecinan.

Conclusión

Este escenario exige aumentar y normalizar las expectativas de inflación mundial con un horizonte a tres años. Sin embargo, como las autoridades monetarias mantendrán bajo control los niveles de financiación nominales mediante programas de compra de activos, las expectativas de una inflación más elevada se evidenciarán con la caída de los tipos de interés reales a un terreno negativo más profundo. Esto apoyará la sostenibilidad de la deuda en los mercados de bonos desarrollados y emergentes y reforzará la credibilidad de los bancos centrales en lo que respecta a los objetivos de inflación.

La realidad probablemente se desvíe del camino que describimos. Aun así, confiamos en que la inflación regresará a los mercados financieros después de una pausa de 40 años. El resurgimiento de la política fiscal como palanca para combatir la recesión actual y sostener un crecimiento económico inclusivo actuará como su principal catalizador.

Tribuna de Peter De Coensel, CIO de renta fija en DPAM

DNB AM: ¿un buen momento para los inversores en high yield nórdico?

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Pixabay CC0 Public Domain. DNB AM: ¿Un buen momento para los inversores en high yield nórdico?

DNB Asset Management organiza un seminario web en el que Hagen-Holger Apel, gestor de carteras de Clientes Senior, y Mike Judith, director gerente, discutirán las ventajas y oportunidades que ofrecen las inversiones en deuda high yield de los países nórdicos.

El webinar tendrá lugar el próximo 9 de junio a las 14:00 horas.

Dirigido a inversores profesionales, los ponentes analizarán la ampliación de los diferenciales de los bonos nórdicos teniendo en cuenta que “las economías nórdicas se caracterizan por una baja deuda pública, un alto nivel de vida y estabilidad política condiciones que hacen atractivas estas inversiones”, subrayan desde la gestora.

La inscripción puede realizarse a través del siguiente enlace.

Olea Gestión registra su estructura de gestión en Luxemburgo

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CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Naroh. luxemburgo

Olea Gestión de Activos SGIIC cuenta desde el pasado viernes 22 de mayo con la aprobación de la CSSF (el regulador luxemburgués) para ser gestor de inversiones del fondo Olea Investment Fund-Neutral Inversiones. De esta manera, la gestora da por finalizado el proceso de traspaso de todos los activos que se gestionan con una estructura principal-subordinado o master-feeder, en Luxemburgo y España respectivamente, por parte de Rafael Peña y Hernán Cortés.

El paso llega un año después de que ambos profesionales, hasta ese momento gestores del fondo Adriza Neutral, en Tressis Gestión (fondo que ahora se llama Olea Neutral), decidieran salir de la entidad para emprender un nuevo proyecto profesional y lanzar su propia gestora de fondos de inversión. Así, tras un año como gestores independientes al frente de Olea Gestión de Activos, entidad desde la que gestionan su producto estrella, han registrado su estructura tanto en España como en Luxemburgo.

Después de 16 años de vida del fondo, se han constituido como una gestora independiente con vocación exclusiva para la gestión de activos de inversión colectiva. A lo largo de estos años, donde han vivido mercados adversos y de bonanza, han obtenido una rentabilidad TAE desde inicio (enero de 2004) del 5,51% con una volatilidad del 8,79%, dentro del objetivo marcado de preservación de capital y obtención de una rentabilidad del 5% con riesgo ajustado entre el 5%-9%.

Recesión en la primera mitad de año

Los gestores prevén un entorno económico con una fuerte recesión global en la primera mitad de 2020, que estará parcialmente compensada por una expectativa de recuperación en el segundo semestre de 2020.

Las políticas monetaria y fiscal han sido muy expansivas a nivel global, lo que aliviará el shock de demanda provocado por el COVID-19. Respecto a la inflación ni se la ve ni la mayoría la espera, por lo que consideran que habrá tipos bajos durante mucho tiempo.

Cuentan como factores de incertidumbre la velocidad e intensidad en la recuperación del consumo privado y la inversión, una posible contracción del crédito si los datos de mora suben más de lo esperado; y con la capacidad de recuperación de los beneficios empresariales.

En cuanto a la valoración de mercados, la bolsa americana descuenta un escenario de recuperación total en 2021, y la bolsa europea descuenta una recuperación más lenta, como ha solido ser habitual en crisis anteriores, aunque podría ser la sorpresa, ya que en esta ocasión las políticas monetaria y fiscal han actuado con mucha más agilidad.

Por último, piensan que el crédito tiene valoraciones bastante más atractivas que en 2019, especialmente high yield y emergentes.