Foto cedidaCarlos Aso, CEO de de Andbank España entre 2015 y 2020. . Andbank propone a Carlos Aso CEO del Grupo en sustitución de Ricard Tubau
La Comisión Ejecutiva de Andbank ha propuesto a Carlos Aso como nuevo consejero delegado del grupo. Aso, quien desde 2015 a 2020 ha desempeñado el cargo de Consejero Delegado de Andbank España, releva a Ricard Tubau, que cerrará una etapa de 13 años liderando la entidad, aunque seguirá ligado a Andbank como miembro del Consejo de Administración.
Como nuevo CEO del Grupo Andbank, Carlos Aso liderará una entidad de banca privada global, presente en 12 países con un equipo de más de 1.000 profesionales y 27.600 millones de euros de activos bajo gestión a cierre de abril 2021. Además, seguirá ligado de forma estrecha al negocio de España, formando parte del Consejo de Administración de Andbank España y marcando la estrategia de crecimiento tanto de Andbank España como de MyInvestor. Bajo el liderazgo de Carlos Aso, Andbank España ha duplicado su tamaño en seis años y MyInvestor, en solo tres años, se ha situado como la 1ª fintech de España por volumen de negocio.
Además, sucede a Ricard Tubau, que se incorporó al grupo como Director General Adjunto 2008 procedente de The Boston Consulting Group, firma en la que ocupó el cargo de Partner and Managing Director.
Carlos Aso, Ingeniero Superior en Informática, se incorporó a Andbank procedente de Deloitte y The Boston Consulting Group en 2009 como subdirector general del Grupo y responsable de desarrollo de negocio. A lo largo de esta etapa, la gestora destaca, entre otros hitos, “su liderazgo en la operación de adquisición y escisión de la rama del negocio de banca privada de Inversis Banco”. En 2015, fue nombrado Consejero Delegado en Andbank España, posición desde la que ha impulsado el crecimiento del banco tanto de forma orgánica como inorgánica, posicionándolo como una de las entidades de banca privada de mayor relevancia en el mercado español y la 8ª en el ranking de banca privada.
Pixabay CC0 Public Domain. El espacio exterior se cuela en la inversión temática al calor de los viajes espaciales
A principios de esta semana, la NASA autorizó el uso de la Estación Espacial para vuelos privados. En concreto, la agencia espacial y la compañía Axiom firmaron un acuerdo para que se realice una primera misión privada con astronauta antes de enero de 2022, de tal forma que los astronautas pasarán ocho días a bordo del laboratorio de la estación.
Este anuncio y el éxito del último lanzamiento del prototipo Starship de SpaceX, tras varios intentos fallidos que han traído de cabeza a Elon Musk, son solo dos ejemplos de todo el universo de inversión -nunca mejor dicho- que se abre para los inversores. Según calcula Bank of America Merrill Lynch en uno de sus últimos informes, el mercado del espacio va a crecer desde los 339.000 millones de dólares de 2016 hasta los 2,7 billones en 2045. Gran parte de este crecimiento también se apoya en el valor mundial de las inversiones en programas espaciales que se situó en 17.000 millones de dólares, en 2020.
Las conclusiones del documento también señalan que es un ámbito complejo de desarrollo, ya que requiere grandes inversiones y está sujeto a imprevistos, como los fracasos en el proyectos de las compañías o los continuos retrasos. Eso sí, la entidad reconoce que es una filosofía de inversión que encaja perfectamente con la visión a largo plazo y con un enfoque de megatendencias. Para canalizar estas oportunidades, la forma en que las gestoras están abordando estas oportunidades es clara: la inversión temática.
El enfoque temático para enmarcar la inversión de temas relacionados con el espacio es diverso, ya que las gestoras lo abordan, principalmente, desde la innovación en la movilidad (más relacionado con los viajes espaciales), desde el desarrollo energético (orientado a las múltiples aplicaciones que tienen las nuevas formas más sostenibles de generar energía), desde la tecnología de la información y las comunicaciones (principalmente el apoyo a compañías que desarrollan satélites) o desde la industria de defensa.
En este sentido, los ejemplos de productos que encontramos dentro de la industrias no son mayoritarios, pero sí existe una oferta que podemos identificar. Por ejemplo, ARK Invest, la firma de inversión liderada por Cathie Wood, anunció hace dos meses el lanzamiento de un ETF para abordar la innovación y exploración espacial invirtiendo en empresas que se benefician de esta temática de forma indirecta. En concreto, explicaban que el ETF estaría expuesto a todas las industrias y sectores relacionadas con la exploración espacial, las tecnologías para la actividad aeroespacial, evolución tecnológica en la agricultura, sistemas de posicionamiento global vía GPS, entre otros cimientos importantes. En concreto, el fondo invertirá en cuatro tipos de empresas: firmas aeroespaciales orbitales, solo compañías aeroespaciales, empresas de tecnologías habilitadoras y, finalmente, aquellas que se beneficien de toda esta actividad aeroespacial.
Un ejemplo dentro de la temática de la movilidad es el fondo BNY Mellon Mobility Innovation Fund, de Mellon (gestora que forma parte de BNY Mellon IM), cuyo objetivo es «conseguir la revalorización del capital a largo plazo, obteniendo exposición principalmente a empresas radicadas en todo el mundo dedicadas a la innovación en el transporte y tecnologías relacionadas». Según explica George Saffaye, gestor del BNY Mellon Mobility Innovation Fund, “estamos en los albores de una nueva era espacial”. Según Spaceflight Now, el año pasado, y a pesar de la pandemia, se intentaron 114 lanzamientos, igualando al 2018 como el año con mayor número de lanzamientos desde 1990, cuando los abultados presupuestos militares de la Guerra Fría financiaban la puesta en órbita de numerosas misiones espaciales.
“La economía del espacio ha crecido a un ritmo del 6%-8% en la última década y prevemos que continúe creciendo a esa velocidad, o incluso más, en el próximo decenio gracias a unos costes de lanzamiento cada vez más bajos, sobre todo ahora que nos acercamos a la comercialización del espacio, que potenciará la participación de las empresas públicas y privadas. El aumento de la demanda incentivará que los fabricantes de cohetes reutilizables continúen mejorando sus productos, lo que redundará en menores costes. Con el tiempo, este abaratamiento del acceso al espacio fomentará que surjan otros negocios. De hecho, según algunas estimaciones, los ingresos del sector espacial mundial podrían superar el billón de dólares en 2040, frente a los 350.000 millones actuales”, explican Saffaye.
Según sus estimaciones de Mellon, en los próximos años, “las inversiones no se limitarán a la defensa nacional y a proporcionar internet por satélite en aquellas regiones sin acceso a las redes tradicionales”. De hecho, la gestora apunta tres campos: lanzamientos, turismo y vuelos hipersónicos.
En una de las temáticas donde con más frecuencia se tocan temas relacionados con el espacio es en los fondos sobre defensa. En este sentido, encontramos el fondo Invesco Aerospace&Defense ETF, lanzado en octubre de 2005 y basado en el SPADE™ Defense Index (Index). Este vehículo de inversión invierte, al menos, el 90% en las compañías que componen el índice, diseñado para identificar las empresas que participan en el desarrollo, la fabricación, las operaciones y el apoyo de las operaciones de defensa, seguridad nacional y aeroespacial de Estados Unidos. Por ahora, la gran mayoría de estos fondos de inversión son estadounidenses, como por ejemplo, además de los ya citados, iShares U.S. Aerospace & Defense ETF, de Blackrock; o SPDR S&P Aerospace & Defense ETF.
Algunos gestores reconocen que todavía el universo de inversión vinculado con los temas espaciales es muy «estrecho», por eso la principal tendencia es aplicar un enfoque amplio sobre todas las industrias y sectores que rodean esta actividad, como claramente ocurre con las temáticas de defensa, tecnológica o energética. Sobre este último tema, también destaca el caso del hidrógeno que, no solo puede jugar un papel clave en la transición energética, sino también en la nueva carrera espacial.
Visión de futuro
En opinión de Saffaye, la creciente adopción de la tecnología incrementa la dependencia de los satélites artificiales, que se usan en actividades como agricultura, acceso a internet, cadenas de suministro, control medioambiental y muchas más. “El menor coste de los satélites, así como unos costes de lanzamiento cada vez más bajos, han llevado a un número creciente de empresas a plantearse desarrollar sus propias redes y constelaciones de satélites. Mientras que en los últimos diez años se han lanzado unos 2.400 satélites, se estima que en los próximos diez podrían llegar a lanzarse 38.000. Pero el lanzamiento y el mantenimiento de satélites y de sus redes solo es una parte de la historia, ya que esperamos que surjan cada vez más oportunidades en el pujante ecosistema de las actividades de soporte, que abarca desde el suministro de equipos y materiales hasta servicios de datos y análisis basados en el espacio”, explica.
Para el gestor de Mellon, el turismo espacial ofrece oportunidades increíbles, bien sean viajes orbitales, suborbitales o lunares: “Hasta la fecha, solo Rusia ha ofrecido viajes turísticos orbitales a la ISS por un coste de entre 20 a 25 millones de dólares, pero dejó de hacerlo en 2010 debido al aumento de la tripulación de la ISS y la necesidad de equipos de expedición más numerosos. En la actualidad, hay varias empresas centradas en los viajes suborbitales. Algunas ya tienen bastante avanzados sus planes para este servicio, que podría costar más de 200.000 dólares por pasajero y que tiene una lista de espera de un año desde que se lance el primer vuelo”.
El desarrollo del turismo espacial también conlleva un mayor desarrollo de aeronaves capaces de realizar vuelos suborbitales de forma regular podría resucitar el uso de los vuelos hipersónicos con fines comerciales. Según explica Saffaye, aunque este tipo de vuelos acabaron con la retirada del Concorde, “se ha avanzado mucho tanto en el diseño como en la construcción y se han resuelto algunos de los principales problemas que presentaba esta tecnología, como las explosiones sónicas que sacudían los puntos de despegue y aterrizaje. Así, los vuelos hipersónicos podrían transformar los viajes, al reducir drásticamente los tiempos de vuelo y mejorar sustancialmente el tiempo de uso”.
Los viajes espaciales o incluso el turismo espacial son un primer paso, pero algunos inversores ya tienen en mente la posibilidad de vivir en otros planetas o satélites. En opinión del equipo de Portocolom AV, vemos proyectos de innovación orientados a crear colonias humanas en Marte o en la Luna vivirán en entornos completamente autosuficientes y autosostenibles.
“En eso lleva trabajando desde 1995 un equipo internacional de científicos del proyecto MELiSSA (acrónimo en inglés de Sistema de Soporte Vital Micro-Ecológico Alternativo), coordinados por la Agencia Espacial Europea. La planta piloto se ubica en Barcelona y sus experimentos están demostrando cómo reutilizar los residuos para producir oxígeno, agua y alimentos, eso significa desarrollar una tecnología que regenere el agua para beber, la atmósfera para respirar –recuperar el CO2 y volver a generar oxígeno–, produzca material comestible y trate todos los residuos. Por ejemplo, un reactor es un fotobiorreactor con microalgas, que consume el CO2 que procedería de los astronautas y lo elimina, además, gracias a la fotosíntesis de las microalgas, estas generan oxígeno, que sirve como fuente para respirar, y las microalgas también son comestibles. Los investigadores han conseguido incluso generar agua de buena calidad. La tecnología que se está desarrollando también podría servir para la Tierra. De hecho, algunos de sus resultados como los sensores de biomasa ya están siendo aprovechados por el sector vitivinícola y también los sistemas de purificación de agua. Se puede plantear diseñar y construir edificios sostenibles que sigan esta misma filosofía circular”, explican desde Portocolom AV.
Lazard Asset Management ha anunciado el lanzamiento del fondo Lazard Global Convertible Investment Grade Bond. Según explica la gestora, está diseñado para «proporcionar una revalorización del capital a largo plazo invirtiendo en valores convertibles con exposición global con categoría investment grade».
La estrategia consiste, principalmente, bonos convertibles globales investment grade que mantendrá entre 40 y 65 valores con el objetivo de superar el índice Refinitiv Global Focus Investment Grade Convertible, en un horizonte renovable de cinco años. Los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés) están integrados a través del enfoque de inversión del fondo y del análisis que se hace de los emisores de bonos, a los que se les asigna una puntuación.
La gestora apunta que este lanzamiento supone la quinta estrategia de bonos convertibles a largo plazo de la gestora. El fondo acaba de ser registrado en la CNMV para su distribución en España, pero también está disponible en Reino Unido, Alemania, Irlanda y Austria.
«En un entorno de distorsiones a largo plazo, los bonos convertibles representan una estrategia atractiva para los inversores que desean obtener rentabilidad, permitiéndoles beneficiarse de las subidas del mercado de renta variable, al tiempo que conservan la seguridad de los bonos», ha destacado Arnaud Brillois, Managing Director y gestor de la cartera de bonos convertibles globales de Lazard AM.
En este sentido, Brillois añade que «este nuevo fondo global de bonos convertibles con grado de inversión adoptará nuestro eficiente modelo que busca ofrecer un aumento del capital a largo plazo de los emisores más fuertes del mundo, al tiempo que integra unos estrictos criterios ESG».
Pixabay CC0 Public Domain. Las seguradoras asumen más riesgo en sus inversiones y optan por el private equity, las infraestructuras y el crédito
Las firmas del sector asegurador se han visto obligadas a elevar el riesgo de sus carteras de inversión pese a los estrechos márgenes en los activos de crédito y las elevadas valoraciones de la renta variable, como respuesta a un entorno de baja rentabilidad, según señala las conclusiones de la última Encuesta Anual sobre el Sector Seguros elaborada por Goldman Sachs Asset Management (GSAM).
El documento explica que la aceleración de la economía y la esperanza de que la pandemia mundial se disipe son el telón de fondo que han marcado las respuestas de los más de 300 directores financieros y de inversiones de las principales compañías aseguradoras del mundo, que han participado en esta encuesta. En el lado positivo, los encuestados esperan una mejora de las condiciones económicas en medio de una considerable incertidumbre. En este sentido,el 62% no ve riesgo de recesión económica en 3 años.
Respecto a los riesgos, la encuesta revela que las tres cuestiones que más preocupan a los directores de inversiones y financieros de las aseguradoras son, por orden de relevancia, la baja rentabilidad de los activos, el deterioro en la calidad crediticia y la subida de tipos. “Este sentimiento se produce cuando la mayoría de las aseguradoras se retractan de las expectativas de de años anteriores de que la calidad del crédito se está deteriorando, y en gran medida ya no esperan una recesión en los próximos tres años”, apuntan las conclusiones.
“La probabilidad de una distribución efectiva de la vacuna ha aumentado en el primer trimestre de 2021. Sin embargo, el despliegue ha variado según las regiones y los segmentos de población en todo el mundo. No obstante, una vacuna eficaz y su correspondiente distribución siguen dando un impulso positivo a los rendimientos de los bonos, que siguen deprimidos por debajo de los niveles de la pandemia. Los inversores están motivados para continuar su búsqueda de rendimiento en toda la curva de riesgo, tanto en los sectores de renta fija oportunistas como en la renta variable y los activos privados”, apunta en sus conclusiones el documento.
Según explican desde Goldman Sachs AM, la encuesta de este año examina las perspectivas y tendencias del mercado, incluido el aumento de la de la reflación mundial, acompañada de un riguroso deseo de rendimiento, un impulso a las asignaciones de de la renta fija, y un creciente énfasis en las consideraciones medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Frente a este contexto, y además de ampliar su exposición al riesgo, las aseguradoras mundiales tienen previsto aumentar su exposición al private equity, a los créditos corporativos y deuda de infraestructuras.
En este sentido, el informe apunta en sus conclusiones que la inversión tanto en deuda como en acciones de compañías de infraestructuras aparecen como activos en los que las compañías buscan reforzar inversiones en el horizonte de los próximos 12 meses, junto a private equity. Además, consideran que la inversión en private equity, en bolsas emergentes y en bolsa estadounidense ofrecen mayores rentabilidades en los próximos 12 meses. Por ejemplo, en torno a un 70% de los encuestados espera que el índice S&P 500 suba este año entre el 10 y el 20%.
Por último, en la encuesta queda reflejado que los criterios de sostenibilidad siguen elevando su peso entre los criterios de inversión. De hecho, un 83% afirma aplicarlos en sus estrategias de inversión actualmente, frente al 37% que se registraba en 2017
Sobre la encuesta
La encuesta anual sobre el sector de seguros de Goldman Sachs Asset Management (GSAM) está basda en el sondeo de cerca de 300 directores financieros y de inversiones de las principales compañías aseguradoras del mundo, que suponen la mitad del sector y en sus manos tienen la gestión de activos de 13 billones de dólares en todo el planeta. La encuesta, que trata de conocer cuáles son las preocupaciones de los aseguradores y las vías para extraer rentabilidad de los activos, les interroga este año por su visión sobre el entorno macroeconómico, la estrategia de inversión, sus expectativas de rentabilidad y de inflación, la capitalización del sector de seguros, la aplicación de criterios de sostenibilidad a las inversiones que gestionan, el uso de ETF’s y la posible inversión en insurtech’s.
Pixabay CC0 Public Domain. Edmond de Rothschild Foundations y La Fundación UCJC lanzan una red de innovación social de universidades iberoamericanas
La Universidad Camilo José Cela, a través de su Fundación (Fundación UCJC), y Edmond de Rothschild Foundations han presentado SFERA EXPERIENCE, una iniciativa de innovación social que conecta a estudiantes de 11 universidades iberoamericanas para que puedan proponer proyectos emprendedores como respuesta a los desafíos sociales y medioambientales. El reto de esta primera edición será “La Educación en Contextos Vulnerables”.
Para este ambicioso proyecto educativo, la Fundación UCJC ha creado contenidos educativos y una plataforma tecnológica que facilitará la interacción entre los equipos internacionales de las universidades de México, Nicaragua, Guatemala, Ecuador, Uruguay, Portugal, Panamá, Honduras y España, representada por la Universidad Camilo José Cela. La Universidad también impartirá formación, coordinará y ofrecerá seguimiento y apoyo a los equipos de participantes, para que puedan realizar adecuadamente sus proyectos emprendedores.
En palabras de Nieves Segovia, presidenta de la Institución Educativa SEK, “en este espacio se sitúan iniciativas como la que hoy os presentamos. Resolver un reto con impacto social es priorizar el beneficio común por delante del beneficio individual o personal” y ha añadido que “lanzar retos a nuestros jóvenes estudiantes, en este caso de ámbito global asociados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, les ayuda a superarse, fomenta su creatividad y les abre nuevas oportunidades.”
Por su parte, el rector de la Universidad Camilo José Cela, Emilio Lora-Tamayo, ha dicho que “nos sentimos muy orgullosos de colaborar con la Edmond de Rothschild Foundations para llevar a cabo una iniciativa que propicia un mundo más solidario y sostenible, y de ser la única universidad española que cuenta con su apoyo. Es una satisfacción poder apoyar las ideas y el talento de los jóvenes”.
Para Firoz Ladak, CEO de Edmond de Rothschild Foundations, “trabajar junto con la Universidad Camilo José Cela no solo refuerza nuestra apuesta por la educación, sino que también pone de manifiesto grandes expectativas en cuanto a nuevas dinámicas de formación con experiencia en proyectos reales que tengan un impacto tangible en la sociedad”.
Según Angelo Konian, responsable de emprendimiento de Edmond de Rothschild Foundations, “esta iniciativa única es aún más relevante para los muchos desafíos planteados hoy por el COVID-19, incluida la educación en contextos vulnerables y la digitalización de actividades. En general, esta colaboración ilustra nuestra profunda convicción de que el desarrollo de una economía de impacto requiere la colaboración de todos los actores: no solo la economía social, sino también los académicos y los actores públicos y privados”.
Las dos fundaciones han firmado un acuerdo de colaboración para impulsar el emprendimiento con impacto social y de la investigación académica como solución para abordar el logro de los ODS a través de la creación de empresas innovadoras y sostenibles.
La sostenibilidad como tema de inversión ha venido para quedarse como un criterio permanente del panorama de la gestión de activos. Y una clase de activos sostenibles que está ganando cada vez más importancia son los bonos verdes, o bonos en los que los ingresos deben destinarse a proyectos que apoyen el medioambiente. Pero, ¿hasta qué punto están dispuestos los inversores a hacer sus carteras más verdes?
NN investment Partners (NN IP) realizó una encuesta entre los inversores en la que se constató que los bonos verdes son los instrumentos de renta fija sostenibles más populares entre los inversores institucionales, con un 45% que afirma estar convencido de que tienen el mayor impacto positivo. Le siguen los bonos vinculados a la sostenibilidad (37%), los bonos sociales (11%) y los bonos de transición (7%).
Sin embargo, el mayor obstáculo para la inversión en bonos verdes es la percepción de una rentabilidad inferior de la inversión, según el 44% de los encuestados, seguido del miedo al greenwashing o mero lavado de imagen (38%) y la insuficiente capacidad del mercado (19%). Más de tres de cada cinco encuestados (63%) afirman que utilizarían los bonos verdes como una forma de impacto separada de su asignación de bonos tradicionales, mientras que el 20% los utilizaría para sustituir a los bonos corporativos y el 17% en lugar de los bonos del Estado.
«No es de extrañar que los bonos verdes sean claramente los instrumentos de renta fija sostenible más populares, porque constituyen el mercado más maduro y líquido”, señaló Bram Bos, gestor principal de cartera de bonos verdes de NN IP.
«Son probablemente la forma más eficaz para que los inversores en renta fija aumenten el impacto que tienen sin sacrificar la rentabilidad. A veces, los rendimientos pueden ser un poco más bajos, pero en los últimos siete años, por término medio, una cartera de bonos verdes denominada en euros ha generado 40 puntos básicos más que una de bonos normales, y en el caso de los bonos corporativos la diferencia es de 60 puntos básicos», explicó.
Cómo invertir
Aunque en el mercado hay disponibles varias alternativas de inversión pasiva, desde NN IP creen que hay dos razones clave por las que los inversores deberían decantarse por una gestión activa en esta clase de activos.
Douglas Farquhar, gestor de la cartera de clientes de bonos verdes, comentó: «Como los bonos verdes son instrumentos autoetiquetados como tales, es necesario realizar una investigación en profundidad que evalúe tanto los proyectos verdes que se financian como los propios emisores, para mitigar el riesgo de greenwashing».
En segundo lugar, los mercados de bonos verdes no siempre son eficientes. El sentimiento y los cambios en la oferta/demanda pueden influir en las valoraciones, mientras que las agencias de calificación pueden quedarse atrás a la hora de reflejar los cambios en los fundamentos del crédito. Por ello, añade, «la gestión activa y la investigación propia son esenciales para identificar oportunidades de valor antes que el mercado y evitar el greenwashing».
Para seleccionar un gestor de bonos verdes, destaca, son criterios importantes el contar con una filosofía clara, un equipo dedicado y un historial sólido.
Foto cedidaNick Maroutsos, actual responsable de bonos globales y cogestor de las estrategias de retorno absoluto y renta fija multisectorial global de Janus Henderson. . Janus Henderson prepara a su equipo de bonos globales ante la salida de Nick Maroutsos
Janus Henderson ha anunciado los planes de sucesión para su equipo de bonos globales ante la salida de Nick Maroutsos, actual responsable esta clase de activo y cogestor de las estrategias de retorno absoluto y renta fija multisectorial global, prevista para octubre de este año. Según indican desde la gestora, Maroutsos “dejará la compañía para tomarse un descanso en su carrera profesional”.
Con seis meses por delante, la gestora ha iniciado la planificación de su salida y asegura que “Nick trabajará estrechamente con el equipo de bonos globales durante este período para garantizar una transición y un traspaso de responsabilidades sin problemas”.
A partir del 1 de octubre de 2021, el equipo quedará bajo la dirección de Jim Cielinski, responsable global de renta fija En este sentido, la gestora ha comunicado los gestores que seguirán trabajando en sus funciones actuales y se ocuparán de dar continuidad a los procesos de inversión. Entre ellos están Jason England y Daniel Siluk, que seguirán siendo cogestores de carteras en la estrategia Janus Henderson Absolute Return Income, y Andrew Mulliner, actual responsable de Global Aggregate, que seguirá desempeñando esta función y supervisando las estrategias de la cartera de bonos globales multisectoriales.
Tras este anuncio, Nick Maroutsos, aún como responsable de Bonos Globales y cogestor, ha declarado: “Aunque mi decisión de hacer una pausa en mi carrera es agridulce, tengo la máxima confianza en el equipo y en su proceso de inversión. Tras haber trabajado estrechamente con el equipo durante muchos años, no me cabe duda de que su talento y su inquebrantable dedicación al servicio de nuestros clientes les permitirán generar una sólida rentabilidad. Agradezco al equipo y a la alta dirección su confianza durante los últimos 15 años y echaré de menos su profesionalidad y amistad”.
Por su parte, Jim Cielinski, director global de renta fija, ha añadido: “Nuestro compromiso con el cliente siempre ha sido y seguirá siendo tratar de ofrecer resultados de inversión fiables para ayudar a nuestros clientes a alcanzar sus objetivos financieros a largo plazo. Como empresa, adoptamos un enfoque de colaboración en equipo centrado en el crecimiento del talento desde dentro de los equipos, lo que permite una sólida planificación de la sucesión y una transición fluida para los clientes cuando tenemos cambios de personal. Agradecemos a Nick su contribución a Janus Henderson, su inquebrantable compromiso con nuestros clientes y su participación en el desarrollo de la próxima generación de inversores. Nuestro equipo de retorno absoluto está formado por trece personas, de las cuales Nick es una, repartidas entre Estados Unidos y Australia. Dado el largo periodo de transición, y la gran experiencia de nuestro equipo, confiamos en que esta será una transición suave para nuestros clientes. Nuestro esfuerzo en bonos globales ha sido y sigue siendo una prioridad estratégica para la firma, y seguiremos invirtiendo en nuestro equipo”.
El equipo de bonos globales de Janus Henderson trabaja apoyándose en la colaboración de diferentes regiones, por lo que la gestora destaca que “no habrá ninguna interrupción en su enfoque global cohesivo” que caracteriza su trabajo. Además, garantiza una cobertura global en todos los mercados principales, lo que permite una colaboración más amplia y abierta y un mayor intercambio de ideas.
Pixabay CC0 Public Domain. Imantia Capital abre la nueva posibilidad de invertir en sus fondos a través de Bizum
Imantia Capital continúa apostando por la innovación y la sencillez en su operativa. Por ello, acaba de poner en marcha la inversión en fondos de inversión a través de Bizum, el servicio de pago móvil instantáneo.
Gracias a esta nueva funcionalidad, los clientes de Imantia podrán invertir en cualquiera de los fondos comercializados de forma fácil, inmediata y segura, ya que está respaldado por los sistemas de seguridad de los grandes bancos.
Para invertir vía Bizum sólo se necesita estar dado de alta en este servicio y, por tanto, contar con el número de móvil asociado y la clave Bizum que el banco proporciona para realizar la operación. El límite establecido para esta operativa es la que marca el propio Bizum, es decir, 1.000 euros.
“Queremos hacer de la inversión algo sencillo. Vivimos en la era de la inmediatez y hay procesos que cada vez resultan más arcaicos. A nadie le gusta tener que ir a su oficina bancaria a firmar papeles e incluso hacer transferencias resulta cada vez más tedioso. Bizum permite a nuestros clientes invertir en nuestros fondos en menos de 30 segundos“, explica Gonzalo Rodríguez, CEO de Imantia.
Imantia ya fue pionera al permitir la inversión con tarjeta de crédito y ahora da un paso más en la búsqueda de la sencillez digital al hacer posible la suscripción de fondos de inversión vía Bizum. Todo el proceso de inversión a través de www.imantia.com es 100% online. De forma clara, sencilla y transparente, en sólo 5 pasos y desde 500 euros, cualquier persona podrá iniciarse en el mundo de la inversión en menos de 10 minutos.
El Gobierno español ayudará a las empresas de asesoramiento financiero en España a que sigan operando con los requisitos de capital actuales (o similares a los actuales), a través de una normativa que permite una excepción a la regulación europea que endurece los requisitos y eleva el capital necesario para las firmas que prestan servicios de inversión en el continente, y que, de aplicarse íntegramente, haría inviable el negocio de muchas EAFs en nuestro país.
Así, el Gobierno ha puesto a consulta pública el anteproyecto de la Ley del Mercado de Valores y de los servicios de inversión, así como tres reales decretos de desarrollo, uno de los cuales regula el régimen jurídico de las Empresas de Servicios de Inversión (ESI). Entre otras novedades, destaca el establecimiento de un nuevo régimen de capital mínimoy solvencia para las ESIs, que trae causa de la transposición de la última iniciativa regulatoria europea sobre esta materia. Estos requisitos, que afectan en mayor o menor medida a todos los tipos de ESIs, suponen una revolución en especial para las EAFs o empresas de asesoramiento financiero, que pasan de una exigencia mínima de capital de 50.000 euros, sustituibles por un seguro de responsabilidad civil -en el caso de las EAFs persona física, el requisito consiste en el seguro normalmente, explican en finReg 360-, a necesitar un capital de 75.000 euros, sin la posibilidad de acogerse a ese seguro como complemento o sustitutivo.
Pero, debido al impacto que esta norma podría tener en el sector de las EAFs españolas –afectaría al 30% del sector de forma relevante, según recientes declaraciones de Aseafi-, el legislador ofrece una especie de régimen de excepción para estas figuras, independientemente de su tamaño y de su tipología: así, les ofrece a las EAFs que potestativamente renuncien a la consideración de ESIs -y, en consecuencia, a la posibilidad de acceder al pasaporte europeo-, y de esa forma puedan mantener el régimen de capital vigente hastaahora (de 50.000 euros, o un seguro de responsabilidad civil), explican desde finReg 360.Es una propuesta exclusiva de la legislación española, puesto que la europea no ofrece margen para obtener esa flexibilidad ni siquiera siguiendo un principio de tamaño o proporcionalidad.
“Cualquier EAF, independientemente de su tamaño y su figura, podrá acogerse al régimen, perdiendo la condición de ESI, y la capacidad por tanto de actuar transfronterizamente, pero se mantendrán los requisitos de capital de 50.000 euros o un seguro que los complemente, como de responsabilidad civil”, explica Jorge Fernández García, director de Regulación Financiera de EY. Sin embargo, añade que hay que ser prudentes porque esta es una primera propuesta de norma y hay que esperar a ver cómo queda el nuevo régimen tras la Audiencia Pública, ya que este es un aspecto que no está cerrado y lo importante es garantizar que no se produzca una descapitalización de las empresas de asesoramiento financiero.
De acogerse al nuevo régimen de excepción, el Gobierno solo exime por tanto a las EAFs de los 75.000 euros recogidos en la norma europea –así como de cumplir otros requisitos organizativos- pero buscará que se mantenga el régimen actual de normas de conducta, sujetas a MiFID, en términos de transparencia, y del resto de normas aplicables, como por ejemplo las relativas al blanqueo de capitales, matiza Fernández.
La gran decisión
Así, se presenta una gran disyuntiva para estas entidades. “En el nuevo escenario se presentan dos opciones que deberán estudiar las EAFs: seguir la estela del resto de ESIs y someterse a los nuevos requisitos de capital y solvencia, o bien bajarse del tren de MiFID y limitarse al mercado nacional, con unos requerimientos económicos más benévolos”, explican Gloria Hernández Aler y Francisco Aparicio, socios de finReg 360.
En definitiva, todas las EAFs persona física tendrán que ir a este nuevo régimen de excepción o transformarse en jurídicas (puesto que la normativa europea no contempla las ESIs persona física), mientras las EAFs persona jurídica –independientemente de su tamaño o volumen de negocio- podrán también acogerse al nuevo régimen. La cuestión es qué harán las entidades.
Los expertos vaticinan que muchas optarán por acogerse a esta excepción. “Creemos que muchas preferirán dejar de ser ESI”, dicen en finReg 360. “Parece lógico pensar, a falta de ver el texto definitivo, que no habiendo limitación y a la espera de saber los datos en detalle de EAFs que quieran operar de forma transfronteriza, la mayoría opten por esta solución”, se muestra de acuerdo Fernández desde EY, puesto que el pasaporte no es una de las claves del negocio de estas entidades.
La transformación también parece evidente si se obliga a las EAFs que no se acojan al régimen de excepción a contribuir al FOGAIN –fondo de garantía de inversiones-, algo que pretende el gobierno y ahora no ocurre, y tendría un gran impacto en la industria, si bien el sector defenderá que eso no llegue a producirse.
También queda pendiente establecer cómo se van a denominar estas nuevas EAFs no ESIs, para diferenciarlas de las que se queden como están: “Podría mantenerse el nombre de EAF pero parece que habrá que añadir una coletilla adicional para marcar la diferencia”, adelanta Fernández a Funds Society.
Desde el sector de momento pocas reacciones. David Gassó, presidente de Economistas Asesores Financieros (en el Consejo General de Economistas), indicó a Funds Society que están trabajando “sobre el anteproyecto en consulta pública”.
Es positivo porque “considerando el modelo de negocio y la configuración de la industria española, tiene todo el sentido este régimen de excepción, insistiendo en que el nivel de riesgo es bajo en las EAFs y lo que pretenden en Europa con la normativa prudencial está más orientado a cubrir riesgos que presentan otro tipo de entidades”, dicen en EY.
El Ministerio y la CNMV lo justifican
El propio texto de la norma lo reconoce. “Las grandes modificaciones de las normas IFD/IFR se encuentran en la LME y en un nuevo real decreto de ESIs que sustituye al anterior. En la propia exposición de motivos del real decreto de ESIs se reconoce que el nuevo régimen prudencial no contempla que haya personas físicas ni la compatibilidad de requisitos de capital con mecanismos como seguros. Y dada la configuración de España y siendo las EAFs críticas para la industria se acuerda este régimen”, explica Fernández.
En concreto, el Ministerio señala que, “en España las EAFs conforman un subsector muy atomizado, en que un número reducido de empresas concentra gran parte de la actividad. La modificación en el requisito de capital inicial con la entrada en vigor de la Directiva 2019/2034/CE podría tener un impacto significativo en este subsector, ya que muchas EAFs de pequeño tamaño no podrán afrontar esteincremento en el capital inicial. Las EAFs, como las ESIs en general, son empresas pequeñas con una naturaleza y perfil de riesgo muy bajo, con dificultades para competir en contexto actual tras la implementación de MiFID II, al estar sometidas a requisitos exigentes para su tamaño y cuyo impacto en la estabilidad financiera es prácticamente nulo”. Y así justifica el régimen de excepción.
Un régimen que también avalaba recientemente la CNMV: “Somos conscientes de que la directiva europea establece recursos mínimos para entidades que prestan servicios, como algunas EAFs, sustancialmente superiores en términos relativos a los que se exigen ahora y ese incremento puede suponer problemas para algunas de ellas”, decía su presidente, Rodrigo Buenaventura, en un reciente evento.
Los requisitos para otras figuras
El Proyecto de Real Decreto mantiene los capitales iniciales exigidos para las agencias y sociedades de valores: 750.000 euros para las sociedades de valores; 150.000 para las agencias de valores autorizadas a prestar los servicios de gestión de un SMN o SOC, o para las agencias de valores en general; 75.000 euros para las agencias de valores no autorizadas a tener en depósito fondos o valores mobiliarios de sus clientes y75.000 euros para las sociedades gestoras de carteras.
El capital inicial de las empresas de servicios de inversión deberá estar totalmente desembolsado en efectivo, cuando se trate de nueva creación. En el caso de transformación, deberá ser en efectivo el desembolso de la diferencia entre el capital social mínimo y el patrimonio neto de la entidad que solicite la transformación, dice el proyecto normativo.
. Renta fija asiática: buenos augurios para el mercado crediticio de la región
Mientras la mayoría de las economías, tanto desarrolladas como emergentes, siguen lidiando con las consecuencias del COVID-19, los países asiáticos han mostrado una mayor resiliencia con un impacto menos grave de la pandemia en su economía real. Esta fortaleza también se ha dejado sentir en el mercado de deuda, donde unos sólidos fundamentales y unos diferenciales de rendimiento a favor de las economías asiáticas deberían atraer más flujos de capital hacia Asia desde Europa y Estados Unidos. En la sección de Análisis de la revista Funds Society, los gestores exponen sus argumentos sobre el atractivo de la renta fija asiática y el papel que puede desempeñar en la cartera de un inversor.
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