Empleados y clientes de CaixaBank entregarán regalos de Navidad a 25.000 niños y niñas en situación de pobreza

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CaixaBank presenta una nueva edición de la iniciativa solidaria “El Árbol de los Sueños”, que pretende ofrecer regalos de Navidad a más de 25.000 niños y niñas en situación de vulnerabilidad.

La entidad financiera ha organizado la cuarta edición de este programa, abierto a todos los clientes de la entidad, empleados y a todos los integrantes del programa de voluntariado de CaixaBank. Junto a 400 entidades sociales de todas las provincias de España se coordinará la recepción de las cartas elaboradas por los niños y niñas y se gestionará la entrega a cada uno de los participantes a través de la red de más de 6.000 oficinas de CaixaBank repartidas por todo el territorio o de manera telemática.

Se estima que la edición 2021 movilizará a miles de personas, entre entidades colaboradoras, trabajadores sociales, voluntarios, empleados y clientes de la entidad financiera, para hacer realidad los deseos de todos los niños vinculados a entidades sociales que luchan contra pobreza infantil de todas las comunidades autónomas como las adheridas al programa CaixaProinfancia de Fundación “la Caixa”. Entre las organizaciones colaboradoras figuran Cruz Roja, Cáritas, Secretariado Gitano o Save the Children, así como los servicios sociales de numerosos municipios y pequeñas entidades de ámbito local.

Esta nueva edición de “El Árbol de los Sueños” buscará consolidarse, un año más, como una de las iniciativas solidarias punteras del país. Desde 2018 la entidad financiera ha conseguido cumplir los sueños de más de 70.000 niños y niñas.

Realización de sueños

El objetivo principal del “El Árbol de los Sueños” es hacer posible el deseo de niños y niñas que difícilmente tendrán en Navidad el regalo que quieren por los escasos recursos económicos de su familia. Para ello, los niños beneficiarios de la iniciativa han escrito una carta pidiendo los regalos que les gustaría recibir.

Todas esas cartas se han distribuido por toda la red de CaixaBank. Clientes y empleados pueden solicitar una de las cartas y, de esa forma, contribuir a hacer realidad el deseo expresado por el menor. Una vez el paquete esté preparado, deberán entregarse en la misma oficina donde recibieron la carta, con una etiqueta identificativa que facilita la organización para garantizar la trazabilidad y correcta entrega. El plazo para la recepción de los regalos finalizará el 15 de diciembre.

Además, en esta edición, y por primera vez, CaixaBank contará con la colaboración de El Corte Inglés. Por cada dos regalos que los participantes de esta iniciativa solidaria adquieran a través de su web oficial, El Corte Inglés donará un regalo adicional que se canalizará a través de Cruz Roja e irá destinado a niños refugiados en España que no han tenido la oportunidad de escribir su carta. Gracias a esta colaboración se podrán multiplicar los regalos y llegar a muchos más niños en situación de vulnerabilidad.

Capilaridad territorial

Por segundo año consecutivo, la iniciativa se extrapola a toda a la red del Grupo CaixaBank. Gracias a ello, “El Árbol de los Sueños” en 2021 conseguirá la mayor extensión de su historia en todo el territorio. CaixaBank cuenta con la mayor red comercial del sector financiero en España, con más de 6.000 oficinas, está presente en el 100% de las poblaciones de más de 10.000 habitantes y en el 94% de las de más de 5.000.

Asimismo, se desarrollará una amplia campaña en redes sociales, que podrá seguirse bajo la etiqueta #ÁrbolDeLosSueños.

Boston Consulting Group nombra a Luis Barallat director general para Iberia y Sudamérica

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Foto cedidaLuis Barallat, nuevo director general para Iberia y Sudamérica de Boston Consulting Group.. Luis Barallat, nuevo director general para Iberia y Sudamérica de Boston Consulting Group.

Boston Consulting Group ha anunciado el nombramiento de Luis Barallat como director general para Iberia y Sudamérica. Rafael Rilo, hasta ahora director general de BCG en Iberia, será nombrado presidente de BCG Iberia. Ambos nombramientos serán efectivos el 1 de enero de 2022.

En su nuevo rol, Barallat dirigirá una región que integra 10 oficinas y más de 1.000 empleados, que es uno de los motores de crecimiento clave para BCG en el futuro.

Luis es actualmente Managing Director & Senior Partner de BCG y miembro del comité ejecutivo de la firma en Europa, Oriente Medio, África y Sudamérica. Tiene 44 años y es especialista en el área de energía y sostenibilidad. Ingeniero Aeronáutico de formación, comenzó a trabajar en BCG en el año 2000 y fue nombrado Managing Director & Partner en el año 2012.

Matthias Tauber, que lidera BCG en Europa, Oriente Medio, África y Sudamérica, afirma: “Luis tiene una experiencia única trabajando con compañías clave en Europa y Sudamérica en sus principales desafíos estratégicos. A lo largo de su carrera, ha destacado por su compromiso con reclutar y desarrollar a la siguiente generación. Estoy encantado de trabajar con él en su nuevo rol”.

“Nuestro compromiso para acompañar a las compañías líderes en la creación de una nueva realidad más sostenible, digital e inclusiva es más fuerte que nunca. Estoy muy agradecido por la oportunidad de liderar un equipo excelente”, dijo Luis en su nombramiento.

Rafael Rilo, que desde enero de 2016 dirigía BCG en España y Portugal, pasará a ser el presidente de BCG Iberia. Durante estos seis años, BCG ha duplicado su volumen de negocio en España y Portugal y ampliando sus capacidades en áreas clave para el futuro como la inteligencia artificial y la sostenibilidad.

EDM confía en el potencial de la bolsa española para el cierre del año

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Pixabay CC0 Public Domain. españa

El equipo de gestión del fondo EDM Spanish Equity confía en el potencial alcista de los valores que componen su cartera. Destacan dos compañías del sector automoción, Cie Automotive y Gestamp, donde a pesar de la fuerte caída de los volúmenes de automóviles producidos durante el tercer trimestre por la escasez de semiconductores, ambas compañías logran crecer más que el mercado, ganan cuota, mantienen márgenes y generan un sólido flujo de caja en 2021. “La caída de volúmenes está atribuida a un shock de oferta, mientras que la demanda sigue fuerte y la flota de vehículos en España envejece, por lo que en los dos próximos años el repunte del sector puede ser muy significativo”, explica Ricardo Vidal, director de Inversiones de EDM.

La gestora también aplaude la evolución y las cifras de Catalana Occidente, que suben un 17% respecto a las obtenidas durante los nueve primeros meses de 2019. “Obtuvieron muy buenos resultados en seguro de crédito, donde sorprende positivamente la baja siniestralidad. Además, crecen en contratación a unos precios superiores a los anteriores de la pandemia”, detalla el responsable de EDM. Por ramas de negocio, en el seguro tradicional, el crecimiento es más moderado, pero mantienen buenos indicadores de rentabilidad, con una ratio combinado del 88%.

En general, Vidal destaca que “en España continúa la fuerte actividad económica como muestra el incremento en la inversión en bienes de equipo, la evolución del consumo y la excelente evolución de las exportaciones”. En octubre EDM Spanish Equity ha liquidado totalmente la posición en Telefónica. “La acción ha recuperado este año gran parte de su potencial, y vemos cómo el entorno competitivo en sus principales mercados, especialmente en España, sigue siendo muy elevado”, expone el director de inversiones de EDM.

Crecimiento del consumo a corto y medio plazo

EDM destaca que el entorno sanitario ha evolucionado de manera muy positiva y el exceso de ahorro de las familias durante la pandemia va a contribuir a un crecimiento del consumo a corto y medio plazo. En cuanto a la inflación, aunque se produce un repunte en la tasa general (5,5%), el dato la subyacente se mantiene en niveles muy moderados (1,4%).

Las cinco posiciones principales del fondo EDM Spanish Equity son Grupo Catalana Occidente, Repsol, CAF, Gestamp e Inditex. “Seguimos convencidos de que las compañías en cartera saldrán fortalecidas de la crisis en sus posiciones de liderazgo dentro de cada sector. Creemos que, con una cartera formada por empresas líderes globales, con ventajas competitivas y balances sólidos, el fondo está preparado para seguir generando buenos retornos durante los próximos trimestres”, subraya Vidal.

El mercado de bonos verdes, sociales y sostenibles alcanzará los 2,9 billones de euros en 2022

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Pixabay CC0 Public Domain. 1

En 2021, el mercado de bonos verdes, sociales y sostenibles (GSS) creció hasta superar los 1,8 billones de euros, y el mercado de bonos verdes superó el simbólico hito de 1 billón de euros en septiembre. Es probable que este crecimiento se mantenga en el próximo año, con un aumento del 35% en la emisión de bonos verdes hasta alcanzar unos 600.000 millones de euros. Este fuerte crecimiento se verá impulsado por las emisiones de la UE, pero Estados Unidos y los mercados emergentes también empezarán a ganar cuota de mercado en este sector en el próximo año.

NN Investment Partners (NN IP) convocó en una rueda de prensa a Bram Bos, gestor principal de la cartera de bonos verdes de la gestora, a Douglas Farquhar, gestor de la cartera de clientes de bonos verdes y a la analista de bonos verdes Isobel Edwards para hacer balance sobre la evolución del mercado este año y avanzar las previsiones para 2022.

«Tenemos claro que el impulso del crecimiento de los bonos GSS no hará más que acelerarse en los próximos años. Este crecimiento está impulsado tanto por la demanda de los inversores como por la de los reguladores y los responsables políticos que pretenden alcanzar los objetivos de reducción de la huella de carbono. NN IP ha sido pionera en el mercado de bonos verdes, ofreciendo cuatro fondos de bonos verdes específicos», explicó Bram Bos.

Resumen de 2021

En 2021 hubo un gran aumento de la demanda de opciones de renta fija sostenible. El mercado de bonos verdes creció en 440.000 millones de euros hasta alcanzar los 1,1 billones de euros. Los bonos sociales también experimentaron un fuerte crecimiento, con 189.000 millones de euros, hasta 370.000 millones de euros, mientras que los bonos sostenibles (que financian una combinación de proyectos verdes y sociales) se duplicaron con creces, con un aumento de 162.000 millones de euros hasta 303.000 millones de euros (en todos los casos cifras a noviembre de 2021, fuente: Bloomberg).

Uno de los factores clave que apoyaron las emisiones en 2021 fue el «rebote» de las emisiones pospuestas en 2020 debido a la pandemia de COVID-19. Sin embargo, los mercados también se vieron respaldados por el debut de las emisiones de bonos verdes soberanos por parte de los gobiernos, como Italia, España y el Reino Unido. La introducción de la Taxonomía de la UE, que define criterios verdes claros para una serie de sectores, fue importante para fomentar la inversión. Y lo que es más importante, la UE empezó a emitir bonos verdes para apoyar el programa de recuperación Next Generation.

Comparando las emisiones de bonos verdes con el resto del mercado de bonos de grado de inversión y en euros, un 23% de las emisiones fueron etiquetadas como verdes, sociales o sostenibles.

El año que viene

«Creemos que el crecimiento en 2022 se verá impulsado por varios factores. En primer lugar, la mayor aplicación de la normativa relacionada con las finanzas sostenibles es un factor que contribuirá positivamente al crecimiento de los bonos GSS», añadió Bos.

«En segundo lugar, el programa de bonos verdes de la UE que se puso en marcha en octubre de 2021 será influyente, ya que esperamos que las emisiones de la UE se sitúen entre 50.000 y 75.000 millones de euros. Por último, la financiación sostenible se está extendiendo a más partes del mundo. En el pasado, Europa ha sido el centro del mercado, pero esperamos que los Estados Unidos y los mercados emergentes ganen cuota de mercado en 2022″, indicó. Por ello, NN IP predice que el mercado de bonos GSS podría crecer 1,1 billones de euros en 2022 a nivel mundial para alcanzar un tamaño total de 2,9 billones de euros.

En cuanto a la regulación, los gobiernos están asumiendo progresivamente mayores compromisos para mejorar las prácticas medioambientales. Ahora hay 70 países, que representan dos tercios de las emisiones mundiales de carbono, con objetivos netos cero, que deben cumplirse en 20501.

La COP26 introdujo nuevos objetivos en materia de biodiversidad, carbón y emisiones de metano, destacó por su parte Isobel Edwards, iniciativas que deberían reflejarse en última instancia en un cambio normativo. La conferencia de la ONU puso en el centro del debate además el tema de la adaptación climática, que estará cada vez más presente en las emisiones de bonos, así como la deforestación. La deforestación se convertirá en el futuro en una cuestión a tener en cuenta tan importante como la exposición a los combustibles fósiles, consideró. 

El factor más fuerte en los mercados de bonos verdes en 2022 será probablemente la emisión de la UE, que se ha comprometido a emitir hasta 250.000 millones de euros en bonos verdes para apoyar el fondo de recuperación de la pandemia del bloque. Es probable que la emisión de bonos verdes del bloque aumente el próximo año entre 50.000 y 75.000 millones de euros con respecto a los niveles de 2021 (Bloomberg), pero el total podría superar esta cifra dependiendo de la velocidad de emisión de la UE, dijo Bos.

Es previsible que la emisión de bonos sociales aumente en 75.000 millones de euros desde la emisión de 2021 hasta 250.000 millones de euros en 2022 (Bloomberg). Pero también es de esperar que el crecimiento a largo plazo se vea limitado porque la taxonomía social de la UE aún está en elaboración. Se espera que la emisión de bonos sostenibles aumente en 105.000 millones de euros desde los niveles de 2021 hasta los 250.000 millones de euros (Bloomberg), pero las cuestiones sobre la definición también son un problema en este caso.

Varios países de mercados emergentes  como Chile, Egipto e Indonesia han intensificado sus esfuerzos y han emitido bonos verdes, sociales y sostenibles. Con el rápido crecimiento del mercado en este espacio, los inversores disponen de más diversificación y opciones para recompensar esos esfuerzos.

Un enfoque en evolución

Douglas Farquhar subrayó por su parte la importancia de las nuevas regulaciones que están surgiendo en muchas partes del mundo y su impacto en los próximos años, sobre todo para evitar el greenwashing, aunque también pidió que se converja hacia una mayor armonización, porque de lo contrario el mercado resultará cada vez más complejo para los inversores. Un desafío importante es la ausencia de una definición estandarizada de la inversión sostenible, que es algo que todos los participantes del mercado deben unirse para decidir, y la existencia por el momento de una regulación muy centrada en Europa. 

Una normativa nueva y más detallada, como la SFDR, requiere la recopilación de más datos y un diálogo regular con los emisores para normalizar y garantizar la calidad de los datos de impacto que divulga NN IP, agregó. Para ello utilizan la tecnología, incluida la inteligencia artificial, para apoyar la evaluación de los datos de los bonos verdes del emisor y la información más amplia.

«Contar con recursos dedicados que entienden los requisitos políticos y técnicos para los emisores y que pueden proporcionar orientación a los emisores sobre lo que se espera de las divulgaciones aumenta la calidad y la transparencia del análisis», concluyeron desde la gestora.

Notas

1. Source: https://www.economist.com/the-world-ahead/2021/11/08/energy-investment-needs-to-increase-so-bills-and-taxes-must-rise 

Cinco consecuencias de la pandemia que definirán los mercados en 2022

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Pixabay CC0 Public Domain. Cinco consecuencias de la pandemia que definirán los mercados en 2022

La pandemia nos ha llevado a vivir en un mundo muy diferente al de hace dos años. La presencia del coronavirus ha acelerado tendencias, como la ESG o el uso de la tecnología, ha cambiado nuestro ocio y relaciones sociales, incluso nuestra percepción de la globalización. Amundi ha recogido todos estos impactos resumiéndolos en cinco puntos que, según consideran, definirán el año en el que estamos a punto de entrar. Concretamente, destaca dos factores: una gran desincronización de las economías, las cuales irán a distinto ritmo y con distintas políticas, lo que generará efectos desiguales, y el riesgo de estanflación.

De la euforia a la desaceleración. El primer tema global que definirá 2022, según ha explicado Víctor de la Morena, director de Inversiones de Amundi Iberia SGIIC, es el paso de la euforia pospandemia a la desaceleración. Algo que impacta en el consumo. “Hemos tenido un ahorro forzoso durante muchos meses que luego hemos querido gastar de golpe cuando nos han dejado, lo que ha tensionado la capacidad de producción y los precios”, explica. Además, a distintos ritmos según la región, puntualiza.

“Ese ahorro forzado y dinero extra sigue llegando a la economía, pero no es algo homogéneo. Hay países en los que ya se ha utilizado y hay tasas de ahorro más normales, hay países donde aún queda esa inyección extra”, añade el experto.

Del liberalismo a la intervención. Según reflexiona de la Morena, con la pandemia, los estados han ganado mucho protagonismo en la economía y considera que después de la crisis lo seguirán teniendo, ya que se han comprometido a cumplir una serie de planes. Este intervencionismo tiene un efecto secundario muy importante, un mayor déficit fiscal. El cual, según explica, se ha disparado y probablemente siga alto hasta 2023. Además, al gasto derivado de la pandemia, también habría que sumar el necesario para cumplir con los objetivos de neutralidad de carbono.

Cambio de globalización a reubicación. Otro de los grandes impactos de la pandemia y que hemos podido percibir también como ciudadanos han sido las rupturas de cadenas de suministros. “Esta tensión demuestra la debilidad de ciertas regiones a la hora de autoabastecerse y se ha replanteado el hecho de que tanta globalización no interesa. Sufriremos un proceso de relocalización hacia puntos más cercanos”, pronostica el director de Inversiones de Amundi Iberia.

De inflación puntual a persistente. Las primeras señales de inflación llegaron con un mensaje tranquilizador: será transitoria. Sin embargo, a medida que ha ido creciendo, el debate entre si será pasajera o no se ha intensificado e incluso ya se habla de una inflación alta y persistente, según explica De la Morena. De hecho, a sus ojos, la narrativa de la inflación permanente está ganando. Hemos alcanzado niveles máximos desde los años 80, y espera que los niveles más altos se vean en países más desarrollados, especialmente en Estados Unidos.

“No será hasta la segunda parte del año que viene cuando se corrija la aceleración de los precios. En 2021 han estado muy fuera de rango, en 2022 se situarán aun en medias por encima del 3%-4%, estando más altas en el primer semestre y más bajas en el segundo”, detalla.

Bancos centrales hacia nuevos mandatos. Tal y como detalla el experto, los bancos centrales tienen por delante un trabajo complejo, ya que deberán intentar estabilizar los precios al tiempo que favorecen la recuperación y manejan los estímulos fiscales. “Además de estar vigilantes tendrán que apoyar mucho más la economía”, resume De la Morena.

Asimismo, destaca la desincronización de las medidas de los bancos centrales. Según explica, hay algunos que ya han comenzado a aplicar políticas más restrictivas con subidas de tipos, como, por ejemplo, Brasil, Reino Unido o Turquía. Mientras que otros aún no han subido tipos, pero están retirando estímulos, como, Canadá, Estados Unidos o la India. Por otro lado, hay zonas como, por ejemplo, Europa, en las que las economías tienen algo más de tiempo, ya que el impacto de la inflación no ha hecho su pico.

Fin del dinero ultra-barato con caminos no sincronizados

Después, según analiza, queda en solitario China que vive un ciclo “absolutamente distinto”. “Probablemente necesiten incrementar la liquidez y rebajar tipos”, señala el experto. Como consecuencia, advierte de que que las políticas monetarias son muy distintas y desincronizadas, lo que generará mucha volatilidad. A sus ojos, el año que viene será un año para “medir la tolerancia a la inflación que tienen las economías y hasta cuándo aguantarán sin subir los tipos de interés”.

Amundi apuesta por el value y la sostenibilidad 

Para afrontar este año, Amundi recomienda entrar en 2022 con cierta prudencia, y señala que irán incrementando el riesgo de su cartera de forma paulatina según se vaya cumpliendo su escenario. Hablando de renta fija, el experto adopta una postura “extremadamente prudente”.

En cuanto a acciones, De la Morena explica que irán de menos a más, con un “carácter muy value”. En renta variable destaca tres ideas. En primer lugar, enfocarse en empresas que sean capaces de enfrentarse a este entorno con solvencia, “huyendo” del ultra growth. Asimismo, buscan compañías que puedan preservar sus márgenes a pesar del aumento de costes y escasez de suministro y soportar mejor la creciente inflación y las incertidumbres de la pandemia. “Es momento del sesgo value”, insiste.

Respecto a la inversión sostenible, el experto de Amundi Iberica considera que será el “año de la verdad”. “Nos hemos ido preparando para enfrentarnos a este año en el que se implementará de verdad. Veremos quién está preparado o no. Todo aquello que lleve un componente ESG tendrá una prima positiva, aquellos que lo olviden tendrán penalizaciones. Esto es común a todas las regiones y clases de activos”, detalla.

¿Qué podría salir mal? Según ha explicado De la Morena, hay cinco puntos a vigilar ya que podrían alterar la recuperación. Interrupciones prolongadas de la cadena de suministro y recesión en los ingresos, que exista un shock importante en el mercado de renta fija (el desanclaje de expectativas de inflación desencadena dislocaciones en mercados de bonos), desplome de la solvencia y la confianza, final de la supremacía en Estados Unidos y vacío política global (o un choque entre superpotencias), y una transición ambiental desordenada y riesgos climáticos crecientes.  

Indosuez Wealth Management celebra las bodas de plata de su oficina en San Sebastián

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Foto cedidaIzaskun Azaldegui, directora de la oficina de Indosuez en San Sebastián. . indosuez

Indosuez Wealth Management, la marca de gestión patrimonial global del Grupo Crédit Agricole, ha celebrado el vigésimo quinto aniversario de la apertura de su oficina en San Sebastián en un evento celebrado en el Hotel de Londres y de Inglaterra para clientes e inversores.

Durante su intervención, Antonio Losada, consejero delegado de Indosuez Wealth Management en España, ha destacado la propuesta de valor de la entidad a sus clientes tanto en el País Vasco como en España. Destacó la trascendencia de los cambios que estamos viviendo y la necesidad de adaptación a este nuevo entorno por parte de los inversores. “Estamos ante lo que se ha denominado la Cuarta Revolución Industrial, basada en un incremento exponencial de la capacidad de computación, una nueva etapa histórica basada en algoritmos, biotecnología, inteligencia artificial y big data que, junto a un escenario económico cambiante, exige una gestión activa de las inversiones”.

Por su parte, Izaskun Azaldegui, directora de la oficina de Indosuez en San Sebastián, destacó la importancia de la diversificación, el protagonismo de la sostenibilidad y la inversión en mercados privados alternativos (private equity) como elementos imprescindibles a tener en cuenta en una escenario de cambios y de permanencia de tipos de interés bajos como el que vivimos.

“La diversificación -ya sea geográfica o por clase de activos- y la visión de inversión a largo plazo son claves para hacer frente a los riesgos y generar valor añadido de manera duradera en el tiempo”, añadió Beatriz Oreja, responsable de Gestión Discrecional de Indosuez Wealth Management en España.

Santiago Bannatyne, responsable de Asesoramiento de Indosuez Wealth Management en España, concluyó la presentación con las perspectivas del próximo. “2022 se presenta como un año complicado para la renta fija, especialmente aquella con vencimientos más largos, y claramente más positivo para la renta variable, especialmente la europea y para sectores más pro-cíclicos y de corte ‘»value», que tradicionalmente suelen verse favorecidos en un entorno de subida de tipos de interés», comentó.

La inversión value y los bonos chinos: las grandes oportunidades de los mercados emergentes asiáticos

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Virtual Investment Summit con Eastpring Investments y Funds Society
Foto cedidaAdam Matthews, jefe de gestores de carteras de clientes de las estrategias multiactivo de Eastspring Investiments y Tricia Wong, gestora de carteras de clientes especializada en renta fija.. Adam Matthews, jefe de gestores de carteras de clientes de las estrategias multiactivo de Eastspring Investiments y Tricia Wong, gestora de carteras de clientes especializada en renta fija.

En el último Virtual Investment Summit organizado por Funds Society y Eastspring Investments, tres gestores y expertos de la firma ofrecieron su visión sobre las perspectivas de inversión en los mercados emergentes asiáticos, con especial énfasis en las posibilidades que ofrece la nueva situación en China. El evento, titulado Perspectivas de mercado para 2020: China y Asia en el año del tigrese puede volver a ver en este enlace. Además, será válido para revalidar sus titulaciones de EFPA España; pueden encontrar el test, activo hasta el 31 de diciembre a las 12 horas, en este link.

Adam Matthews, jefe de gestores de carteras de clientes de las estrategias multiactivo de Eastspring, sostuvo que en 2022 las tendencias del mercado seguirán siendo favorables a la renta variable asiática y china. Aunque los mercados de renta variable “siguen estando caros” por norma general, con una correcta selección es posible encontrar valores más ajustados a la rentabilidad ofertada. Aunque la variante Ómicron retrasará aún más la reapertura del comercio, las altas tasas de vacunación garantizan una vuelta a la actividad a mediados del año próximo y aunque el crecimiento seguirá moderándose y la inflación será mayor, las presiones se atenuarán con la respuesta de la oferta. Asimismo, señaló que los bajos rendimientos en los países desarrollados empujarán a los inversores en bonos a los mercados emergentes. 

En lo relativo a la política monetaria, la Reserva Federal de Estados Unidos se está mostrando «más agresiva» al acelerar la subida de los tipos de interés mientras que China, por su parte, está en una fase de relajamiento que hace la inversión en bonos muy atractiva. Esta fase durará lo necesario para estabilizar el sector inmobiliario, una operación de saneamiento que durará hasta 2023, según el directivo de Eastspring Investments.

Asimismo, respecto a la nueva política de “prosperidad común” puesta en marcha por el presidente Xi Jinping, el gestor opina que el Gobierno se muestra comprometido a arreglar los principales problemas que “no permiten a los jóvenes chinos formar una familia”, como son el precio de la vivienda y de la educación. No obstante, la prosperidad común no significa que “la historia de crecimiento de China se haya acabado”, puntualizó Matthews. Según explicó, países como Corea del Sur tuvieron en su día un desarrollo explosivo similar al chino pero no se detuvieron en el 60% de urbanización sino que alcanzaron el 80%.

China ha tenido una reapertura muy lenta y precavida tras la pandemia pero la recuperación de las exportaciones llegará y comportará una recuperación de los gastos en capital en toda la región, según opinó el gestor. Asimismo, afirmó que puede haber un cambio en la regulaciones y que el “paisaje institucional puede cambiar” a mejor pronto.

Los bonos chinos resisten

Tricia Wong, gestora de carteras de clientes especializada en renta fija, opinó que el mercado asiático se encuentra en un momento positivo debido a que su fase de recuperación es más temprana que en occidente y a que los estímulos fiscales se han orientado mucho más al consumidor, con moratorias de deuda y subsidios, frente a países como EE.UU. en los prácticamente no han aportado dinero a los bolsillos del ciudadano. Además, el repunte en la producción y la movilidad favorecerán la expansión y atenuarán la presión de la inflación, y aunque la subida de los tipos de interés de la Reserva Federal afectará también a los tipos domésticos debido a la interconexión de ambos mercados, el contexto de crecimiento y el consumo doméstico limitarán su impacto.

En cuanto a las posibilidades de inversión, Wong aclaró que el mercado onshore de bonos chinos cuenta con tan solo un 5% de exposición al sector inmobiliario, por lo que su afectación por la actual crisis es muy pequeña. Además, los bonos chinos tienen muy poca correlación con la mayoría de otros tipos de activos mundiales, lo que los hace atractivos para inversores internacionales.

Asimismo, afirmó que se está dando un mayor incremento de la tasa de impago en el mercado offshore que en el onshore, donde los inversores en general cuentan con un entendimiento más profundo de las prácticas locales y por tanto tienen una cierta «ventaja» sobre los inversores offshore. No obstante, aclaró que el aumento de la morosidad se magnifica más en el mercado de bonos offshore porque es más pequeño, con un peso de 600.000 millones de dólares frente a los tres billones del onshore. Según Tricia Wong, dejando a un lado el sector inmobiliario, tanto el mercado onshore como el offshore de dólares han sido relativamente resilientes en sectores como por ejemplo los del gas y la gasolina.

La inversión value asiática presenta una oportunidad que «solo se da una vez en la vida» 

El último interviniente, el gestor de carteras de clientes Sam Bentley, se centró en el análisis de la inversión variable, cuyo rendimiento en los mercados emergentes ha sido muy diverso durante el último año, con malos datos en China y Corea, donde el sector agrícola lastró el buen desempeño del tecnológico, y buenos en La India y Taiwán, por ejemplo.

El gestor explicó que el 2021 ha sido de nuevo un buen año para la inversión value, la cual ha ofrecido también grandes rendimientos a lo largo de la última década frente a la inversión growth y quality y presenta en la actualidad una oportunidad «que solo se da una vez en la vida» debido a su bajo precio en los mercados emergentes asiáticos.

El interés de los investores por los activos growth y quality ha ido aumentando progresivamente durante los últimos años hasta volverse “extremadamente caros”, una tendencia exacerbada durante la pandemia y que ha situado a los activos value con un precio muy competitivo, sobre todo si se lleva a cabo una buena selección y se tiene en cuenta su buen rendimiento a largo plazo.

La inversión value debería verse favorecida también por los planes de estímulo a las infraestructuras, que se van a centrar a largo de la próxima década en la descarbonización de la economía, frente a la digitalización, que fue la tendencia de la década anterior.

Otra idea que trató el gestor es la posibilidad de excluir a China del bloque de los mercados emergentes en los índices debido al enorme peso económico del país asiático. China domina el índice MSCI de mercados emergentes, del que supone un 40% y posee una capitalización de mercado mayor que Japón, explicó.

Según defendió el gestor, el enorme peso del mercado chino en los índices de activos de mercados emergentes podría eclipsar las oportunidades que ofrecen otros países como India, Brasil o Taiwán, dificultando a los inversores e incluso a los expertos encontrar dichas oportunidades. Este es uno de los argumentos más importantes para separar a China del resto de mercados emergentes en índices como el MSCI.

La servilleta de Picasso: la inflación es el camino de la menor resistencia

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Imaginemos que usted es un amante del arte y cumple su sueño de ir a comer con el gran Pablo Picasso. Tras el almuerzo, el camarero trae la cuenta a la mesa y Picasso dice: «Por favor, permíteme». Pablo garabatea la servilleta, firma con su nombre y, ¡voilà! la comida está pagada. ¿Qué acaba de ocurrir?

¿Creó Picasso un tesoro artístico perdurable que se expondría con orgullo en el Prado? ¿O bien Picasso «imprimió» una unidad de su propia moneda a cambio de la comida? Sea cual sea su interpretación, este ejemplo revela que el «dinero» -cualquier cosa que ofrezcamos comúnmente a cambio de bienes o servicios- puede adoptar prácticamente cualquier forma que el comprador y el vendedor elijan. Mientras las partes de la transacción estén de acuerdo con su valor, la «moneda» puede adoptar cualquier forma o estar denominada en cualquier unidad de intercambio.

Ahora, imagina que todo un grupo de artistas se traslada a la ciudad y se emiten todo tipo de servilletas firmadas por ellos, algunos más notables que otros. Se ha creado una nueva demanda de almuerzos de lujo, pero ¿de dónde salen el caviar y los camareros adicionales? El «comercio» de una servilleta por un almuerzo se infla a dos o tres. Otro escenario: supongamos ningún otro artista viene a la ciudad, y que Picasso se dedica a hacer garabatos en las servilletas para poder comprarse una casa de vacaciones. ¿Hasta qué punto estaría alguien dispuesto a desprenderse de sus vistas al mar a cambio de sus servilletas? Eso dependerá de lo valiosas que alguien espere que sean esas servilletas cuando las vuelva a ofrecer en algún intercambio futuro.

Resumiendo, el valor de una moneda hoy depende de la percepción de la utilidad de esa moneda -su valor- en el futuro. Obviamente, el valor de una moneda disminuye si se vuelve «demasiado» abundante; alternativamente, una vez que se establece la percepción de que la moneda valdrá menos mañana que hoy, la disposición de los vendedores de bienes a aceptar el dinero en esa forma se devalúa. Lo que tenemos es una inflación monetaria.

Aumentar la «oferta» del dinero es una simple cuestión de hacer garabatos en servilletas o poner en marcha una imprenta. Pero un sistema monetario que emite «servilletas» sin control, tarde o temprano inflará su moneda. Las nuevas servilletas -el dinero- acrecientan la demanda. El impulso inicial de los proveedores es vender más de lo que tienen al precio vigente. Pero, a medida que el nuevo dinero «inunda», los proveedores se encuentran desbordados. No pueden conseguir los trabajadores que necesitan y sus cadenas de suministro están atascadas de pedidos. La única manera de equilibrar la ecuación es que los precios suban.

A diferencia de nuestros dólares, las servilletas Picasso no son tan fácilmente convertibles en bienes y servicios. Pero, ¿están nuestros dólares -o cualquier moneda fiduciaria- sujetos a un conjunto diferente de leyes económicas? ¿Puede Estados Unidos seguir imprimiendo a toda máquina y esperar que nadie lo note?

La advertencia aquí es que la razón por la que se tardó más de una década en extinguir la inflación estadounidense de los años 60 es que una vez que la inflación se pone en marcha, se convierte en su propia «causa». Cuando los precios suben, la gente extrapola naturalmente la continuación de esas subidas de precios. El valor futuro percibido de la moneda cae y la desconfianza en cascada en el dinero fiat (dinero por decreto) altera los comportamientos de compradores, vendedores e inversores. Si uno espera que su dinero valga menos mañana, se comportará en consecuencia. Ahorrar dinero le parecerá inútil e insensato. Gastar ahora antes de que el valor de sus servilletas -o de sus dólares fiduciarios- pierda aún más valor puede parecer la única manera de protegerse de la ruina financiera. El miedo a que sus ahorros sean roídos por una inflación creada, a su vez, por el miedo de los demás a que el valor del dólar baje inevitablemente alimenta la inflación. Al no reconocer que la inflación es fundamentalmente una «cosa» humana y no una abstracción «tecnocrática», la Fed subestima la rapidez con que la inflación puede atrincherarse en la mente de los consumidores y las empresas.

Ahora, la falta de rendimiento y los tipos reales negativos no son nada nuevo. Pero a medida que nos adentramos en 2022, los inversores en bonos tienen que tener en cuenta la realidad de que, tras años de intentos, el régimen político ha abierto la jaula de la inflación. Y el mero hecho de que la Fed nos diga que no nos preocupemos, que la elevada inflación es sólo una patraña transitoria, es razón suficiente para preocuparse. Nuestro gobierno nacional sigue emitiendo billones en «nuevas» servilletas de dólares, ya que cree implícitamente que elevar de forma artificial la demanda agregada lo resuelve todo. Las compras de activos de la Reserva Federal, que antes del tapering ascendían a 120.000 millones de dólares netos al mes, permiten al gobierno nacional tomar fondos prestados sin las restricciones del mercado y, por tanto, sin ejercer ninguna presión al alza sobre los tipos. Es un gran almuerzo gratuito de varios billones de dólares que nunca se acaba. El derroche del gasto federal «sin financiación» ha tensado las cadenas de suministro, ha hecho subir los precios de las materias primas y ha inflado los costes de transporte. La escasez generalizada de mano de obra se ha materializado por primera vez en décadas. Esta escasez de mano de obra no es seguramente el resultado de cuellos de botella «transitorios» en el transporte, y con un 80% de la economía estadounidense basada en los servicios, sugiere que los salarios y los precios deben seguir aumentando.

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La Fed nos tranquiliza con la serenata de que, si el tigre -la inflación- se suelta y empieza a devorar tus ahorros, ellos tienen las «herramientas» para devolver al tigre a su jaula. Sacarían su «varita» de endurecimiento monetario, perderían el miedo a ser mutilados por sus críticos, y presionarían con tipos más altos hasta enjaular al tigre. Así de sencillo, en teoría.

Ahora consideremos la realidad de la que parte la Fed. Los rendimientos del mercado de bonos no han sido tan bajos en toda nuestra vida, y ¿podemos estar de acuerdo en que hacer subir los tipos hipotecarios no es una forma de ganar amigos e influir en los políticos?

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Las tasas de capitalización de los inmuebles multifamiliares estabilizados están en mínimos históricos. ¿Cuánto tendrían que subir los tipos para «acabar» con una estructura de capital del 70% de deuda-30% de capital?

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En la renta variable, la historia es similar. Obsérvese que todas las métricas tradicionales de valoración se encuentran en su quintil superior de valoración histórica, si no en su decil superior. Es decir, todos excepto uno: el rendimiento adicional de los beneficios que poseen las acciones por encima del rendimiento de los bonos.

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Así, para enjaular al tigre «todo» lo que tiene que hacer la Fed es subir los tipos. Si los sube lo suficiente, el valor futuro percibido del dólar se estabilizará y las expectativas inflacionistas se volverán a anclar.

¿Y el coste? Unos tipos más altos reajustarían el valor de los activos, posiblemente pinchando algunas de las «burbujas» que se han formado. La recesión seguiría, así como el aumento del desempleo, que daría paso a los llamamientos de que la Fed se ha «excedido» y que el momento de aflojar la política era ayer. Sin el apoyo vociferante de los funcionarios electos, ¿cómo podría esperarse que la Fed «azotara la inflación ahora»? Por desgracia, el camino de menor resistencia es que la política monetaria se mantenga detrás de la curva hasta que la inflación se convierta en el enemigo público número 1.

¿Es esto lo que predice el fantasma del futuro del mercado de bonos? ¿Inflación más alta y tipos reales persistentemente negativos? En cualquier caso, los tipos de interés dejan muy poco margen de error. Las asignaciones de activos para 2022 deberían reevaluarse a la luz de esto.

 

Tribuna de Tad Rivelle, co-CIO y gestor generalista de carteras de renta fija que supervisa más de 225.000 millones de dólares en activos de renta fija en TCW

¿Debería haber una prima sobre el cupón de los bonos ESG?

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Según Scope Ratings, la emisión de deuda corporativa vinculada a las cuestiones ESG debería ayudar a las empresas a mejorar su calidad crediticia a largo plazo. No obstante, depende en gran medida de la forma en que inviertan los fondos captados. El inverso se encuentra con que la urgencia de las empresas por emitir bonos ligados a los criterios ESG, especialmente en Europa, ha planteado la cuestión de si merecen una prima. La sobredemanda ha generado que se hable del greenium, una prima de cupón sobre un bono senior no garantizado similar.

Para Sebastian Zank, subdirector de calificaciones corporativas de Scope, la respuesta a este debate es clara y concisa: «Ninguna compañía debería esperar de forma automática un precio superior para la deuda vinculada a los factores ESG». En este sentido,  indica que «algunos emisores de deuda vinculada a los factores ESG afirman que están pagando cupones más bajos, de hasta 20 puntos básicos, en los bonos verdes, sociales y de sostenibilidad». De acuerdo a las actualizaciones periódicas de datos de The Climate Bonds Initiative, los bonos verdes suelen estar más sobresuscritos que los bonos simples: el año pasado el factor de sobresuscripción fue de unas 4,5 veces, frente a tres veces para los equivalentes de los bonos simples.

La deuda vinculada a ESG representa una proporción cada vez mayor de la emisión de bonos corporativos en Europa, y es probable que supere el 25% del total en 2021, en comparación con el nivel de 18% en el primer semestre de 2021 y el 8% en 2020.

¿Se merece una prima?

«Aun así, ¿por qué deberían las etiquetas de sostenibilidad influir en el precio de los cupones? Estos bonos se clasifican al mismo nivel que los del mismo rango de pago y emisor. No hay ninguna mejora crediticia que explique las diferencias de precios. Lo más importante es el uso de los beneficios y las oportunidades y riesgos asociado. Para una agencia de calificación crediticia, la cuestión más interesante sigue siendo si los bonos vinculados a la ASG o la deuda vinculada a la ASG en general tienen un impacto notable en la calidad crediticia de un emisor», afirma Zank..

El experto defiende que el impacto crediticio depende de la forma en que una empresa invierta los beneficios obtenidos y de si cumple los objetivos relacionados con la ESG en proyectos específicos o en su negocio en general: «En el caso de los bonos vinculados a proyectos ESG, como los bonos verdes, sociales o de sostenibilidad, podemos medir el impacto financiero de las inversiones directas en, por ejemplo, activos relacionados con la energía, edificios enfocados a la sostenibilidad o proyectos de transporte que respeten el clima y la sociedad. En este caso, los flujos de caja del proyecto pueden compararse directamente con los flujos de caja de proyectos alternativos o con los costes que pueden evitarse o reducirse. Esto facilita la evaluación de la magnitud del efecto sobre la posición de mercado del emisor, la rentabilidad y el riesgo de los activos».

En el caso de los bonos ligados a objetivos ESG, la selección de los principales indicadores de rendimiento o de los objetivos de sostenibilidad, así como los costes y las penalizaciones por alcanzarlos o no, son cruciales. «Hemos visto emisores cuyos KPI no parecían demasiado difíciles de alcanzar, ya que el emisor ya estaba cerca de lograr los objetivos. Asimismo, los posibles efectos adversos del incumplimiento de los acuerdos establecidos pueden no ser muy perjudiciales, como un ligero aumento del cupón que no supondría una gran diferencia en el actual entorno de bajos tipos de interés», añade Zank.

Los convenios de carácter flexible, relacionados principalmente con factores sociales como la igualdad de género y la formación, podrían ser más fáciles de cumplir y tener menos impacto en la calidad del crédito de las empresas que los convenios más duros que se centran en la reducción de emisiones, la disminución de las materias primas o la reducción de los residuos.

Al final, la magnitud de cualquier efecto positivo sobre la solvencia de un emisor depende de las consecuencias cuantitativas y cualitativas medibles sobre los factores de crédito de las empresas: la posición competitiva de la empresa, la reputación, la exposición al riesgo, así como los costes netos incurridos en el cumplimiento de cada uno de los objetivos de sostenibilidad. «En la medida en que la inversión financiada por la deuda vinculada a ESG mejore estos aspectos de las actividades de una empresa, el resultado debería ser positivo desde el punto de vista crediticio. Sin embargo, si un emisor tiene inversiones elevadas e incurre en costes que debilitan su perfil de flujo de caja sin un efecto compensatorio en su posición competitiva y su generación de efectivo a largo plazo, el efecto crediticio será probablemente insignificante o incluso negativo», concluye Zank.

Amundi amplía su oferta de ETFs ESG con dos fondos sobre China y mercados emergentes ex-China

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Pixabay CC0 Public Domain. Amundi amplía su oferta de ETFs ESG con dos fotos sobre China y mercados emergentes ex-China

Amundi ha decidido ampliar su gama de ETFs ESG con el lanzamiento de dos nuevos fondos que ha desarrollado en colaboración con el gestor global de activos AllianceBernstein, y que ya cotizan en la Bolsa de Londres. Ambos ETFs han sido desarrollados y lanzados en  Según explica la gestora, se trata del fondo Amundi MSCI Emerging ex-China ESG Leaders Select UCITS ETF DR y el Amundi MSCI China ESG Leaders Select UCITS ETF DR, que  ofrecen exposición a los mercados emergentes ex-China y a la renta variable china, respectivamente. 

En línea con la demanda de los inversores, estos nuevos ETFs incorporan criterios ESG y están clasificados como Artículo 8 bajo la regulación SFDR. Por ello, ambos aplican filtros de exclusión sobre empresas implicadas en actividades controvertidas, como el tabaco, las armas y el carbón térmico; y también aplican un enfoque de «mejor en su clase», seleccionando el 50% de las mejores empresas de cada sector por su puntuación ASG. 

“Con un OGC competitivo del 0,35%, estos ETFs complementarios representan una importante extensión de la gama de ETFs ESG de Amundi, ofreciendo a los inversores una exposición rentable y sostenible a amplios mercados emergentes y a China”, destacan desde la gestora. 

Estos nuevos ETFs han sido desarrollados y lanzados en colaboración con el gestor global de activos AllianceBernstein, quien integra los ESG en sus más de 456.000 millones de dólares de activos gestionados. Según explican, “la asociación con Amundi para añadir exposiciones ESG a la renta variable de mercados emergentes fue un paso importante para responder a la creciente demanda de soluciones de inversión más sostenibles”.

En este sentido, David Hutchins, gestor de carteras de soluciones multiactivo de AllianceBernstein, ha comentado: “Integrar consideraciones ESG consistentes en todas nuestras inversiones dentro de nuestras carteras multiactivas, incluyendo nuestros fondos de fecha objetivo ampliamente utilizados en el Reino Unido, es coherente con la forma en que nosotros y nuestros clientes pensamos. Además, ya no creemos que China deba ser considerada como un mercado emergente y se necesita un enfoque más sofisticado para la segunda economía más grande del mundo. Estamos orgullosos de asociarnos con Amundi para este lanzamiento y esperamos trabajar con el equipo de allí”. 

Por su parte, Gaëtan Delculée, director global de Ventas de ETF, Indexación y Smart Beta de Amundi, ha añadido: “Estamos encantados con nuestra asociación con AllianceBernstein, que ilustra nuestro compromiso de ofrecer un diálogo continuo con los clientes y responder a sus necesidades individuales. Como socio dedicado y líder en inversión responsable, creemos que nos corresponde guiar y apoyar a nuestros clientes a lo largo de su viaje ESG”.