La inversión value y los bonos chinos: las grandes oportunidades de los mercados emergentes asiáticos

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Virtual Investment Summit con Eastpring Investments y Funds Society
Foto cedidaAdam Matthews, jefe de gestores de carteras de clientes de las estrategias multiactivo de Eastspring Investiments y Tricia Wong, gestora de carteras de clientes especializada en renta fija.. Adam Matthews, jefe de gestores de carteras de clientes de las estrategias multiactivo de Eastspring Investiments y Tricia Wong, gestora de carteras de clientes especializada en renta fija.

En el último Virtual Investment Summit organizado por Funds Society y Eastspring Investments, tres gestores y expertos de la firma ofrecieron su visión sobre las perspectivas de inversión en los mercados emergentes asiáticos, con especial énfasis en las posibilidades que ofrece la nueva situación en China. El evento, titulado Perspectivas de mercado para 2020: China y Asia en el año del tigrese puede volver a ver en este enlace. Además, será válido para revalidar sus titulaciones de EFPA España; pueden encontrar el test, activo hasta el 31 de diciembre a las 12 horas, en este link.

Adam Matthews, jefe de gestores de carteras de clientes de las estrategias multiactivo de Eastspring, sostuvo que en 2022 las tendencias del mercado seguirán siendo favorables a la renta variable asiática y china. Aunque los mercados de renta variable “siguen estando caros” por norma general, con una correcta selección es posible encontrar valores más ajustados a la rentabilidad ofertada. Aunque la variante Ómicron retrasará aún más la reapertura del comercio, las altas tasas de vacunación garantizan una vuelta a la actividad a mediados del año próximo y aunque el crecimiento seguirá moderándose y la inflación será mayor, las presiones se atenuarán con la respuesta de la oferta. Asimismo, señaló que los bajos rendimientos en los países desarrollados empujarán a los inversores en bonos a los mercados emergentes. 

En lo relativo a la política monetaria, la Reserva Federal de Estados Unidos se está mostrando «más agresiva» al acelerar la subida de los tipos de interés mientras que China, por su parte, está en una fase de relajamiento que hace la inversión en bonos muy atractiva. Esta fase durará lo necesario para estabilizar el sector inmobiliario, una operación de saneamiento que durará hasta 2023, según el directivo de Eastspring Investments.

Asimismo, respecto a la nueva política de “prosperidad común” puesta en marcha por el presidente Xi Jinping, el gestor opina que el Gobierno se muestra comprometido a arreglar los principales problemas que “no permiten a los jóvenes chinos formar una familia”, como son el precio de la vivienda y de la educación. No obstante, la prosperidad común no significa que “la historia de crecimiento de China se haya acabado”, puntualizó Matthews. Según explicó, países como Corea del Sur tuvieron en su día un desarrollo explosivo similar al chino pero no se detuvieron en el 60% de urbanización sino que alcanzaron el 80%.

China ha tenido una reapertura muy lenta y precavida tras la pandemia pero la recuperación de las exportaciones llegará y comportará una recuperación de los gastos en capital en toda la región, según opinó el gestor. Asimismo, afirmó que puede haber un cambio en la regulaciones y que el “paisaje institucional puede cambiar” a mejor pronto.

Los bonos chinos resisten

Tricia Wong, gestora de carteras de clientes especializada en renta fija, opinó que el mercado asiático se encuentra en un momento positivo debido a que su fase de recuperación es más temprana que en occidente y a que los estímulos fiscales se han orientado mucho más al consumidor, con moratorias de deuda y subsidios, frente a países como EE.UU. en los prácticamente no han aportado dinero a los bolsillos del ciudadano. Además, el repunte en la producción y la movilidad favorecerán la expansión y atenuarán la presión de la inflación, y aunque la subida de los tipos de interés de la Reserva Federal afectará también a los tipos domésticos debido a la interconexión de ambos mercados, el contexto de crecimiento y el consumo doméstico limitarán su impacto.

En cuanto a las posibilidades de inversión, Wong aclaró que el mercado onshore de bonos chinos cuenta con tan solo un 5% de exposición al sector inmobiliario, por lo que su afectación por la actual crisis es muy pequeña. Además, los bonos chinos tienen muy poca correlación con la mayoría de otros tipos de activos mundiales, lo que los hace atractivos para inversores internacionales.

Asimismo, afirmó que se está dando un mayor incremento de la tasa de impago en el mercado offshore que en el onshore, donde los inversores en general cuentan con un entendimiento más profundo de las prácticas locales y por tanto tienen una cierta «ventaja» sobre los inversores offshore. No obstante, aclaró que el aumento de la morosidad se magnifica más en el mercado de bonos offshore porque es más pequeño, con un peso de 600.000 millones de dólares frente a los tres billones del onshore. Según Tricia Wong, dejando a un lado el sector inmobiliario, tanto el mercado onshore como el offshore de dólares han sido relativamente resilientes en sectores como por ejemplo los del gas y la gasolina.

La inversión value asiática presenta una oportunidad que «solo se da una vez en la vida» 

El último interviniente, el gestor de carteras de clientes Sam Bentley, se centró en el análisis de la inversión variable, cuyo rendimiento en los mercados emergentes ha sido muy diverso durante el último año, con malos datos en China y Corea, donde el sector agrícola lastró el buen desempeño del tecnológico, y buenos en La India y Taiwán, por ejemplo.

El gestor explicó que el 2021 ha sido de nuevo un buen año para la inversión value, la cual ha ofrecido también grandes rendimientos a lo largo de la última década frente a la inversión growth y quality y presenta en la actualidad una oportunidad «que solo se da una vez en la vida» debido a su bajo precio en los mercados emergentes asiáticos.

El interés de los investores por los activos growth y quality ha ido aumentando progresivamente durante los últimos años hasta volverse “extremadamente caros”, una tendencia exacerbada durante la pandemia y que ha situado a los activos value con un precio muy competitivo, sobre todo si se lleva a cabo una buena selección y se tiene en cuenta su buen rendimiento a largo plazo.

La inversión value debería verse favorecida también por los planes de estímulo a las infraestructuras, que se van a centrar a largo de la próxima década en la descarbonización de la economía, frente a la digitalización, que fue la tendencia de la década anterior.

Otra idea que trató el gestor es la posibilidad de excluir a China del bloque de los mercados emergentes en los índices debido al enorme peso económico del país asiático. China domina el índice MSCI de mercados emergentes, del que supone un 40% y posee una capitalización de mercado mayor que Japón, explicó.

Según defendió el gestor, el enorme peso del mercado chino en los índices de activos de mercados emergentes podría eclipsar las oportunidades que ofrecen otros países como India, Brasil o Taiwán, dificultando a los inversores e incluso a los expertos encontrar dichas oportunidades. Este es uno de los argumentos más importantes para separar a China del resto de mercados emergentes en índices como el MSCI.

La servilleta de Picasso: la inflación es el camino de la menor resistencia

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Imaginemos que usted es un amante del arte y cumple su sueño de ir a comer con el gran Pablo Picasso. Tras el almuerzo, el camarero trae la cuenta a la mesa y Picasso dice: «Por favor, permíteme». Pablo garabatea la servilleta, firma con su nombre y, ¡voilà! la comida está pagada. ¿Qué acaba de ocurrir?

¿Creó Picasso un tesoro artístico perdurable que se expondría con orgullo en el Prado? ¿O bien Picasso «imprimió» una unidad de su propia moneda a cambio de la comida? Sea cual sea su interpretación, este ejemplo revela que el «dinero» -cualquier cosa que ofrezcamos comúnmente a cambio de bienes o servicios- puede adoptar prácticamente cualquier forma que el comprador y el vendedor elijan. Mientras las partes de la transacción estén de acuerdo con su valor, la «moneda» puede adoptar cualquier forma o estar denominada en cualquier unidad de intercambio.

Ahora, imagina que todo un grupo de artistas se traslada a la ciudad y se emiten todo tipo de servilletas firmadas por ellos, algunos más notables que otros. Se ha creado una nueva demanda de almuerzos de lujo, pero ¿de dónde salen el caviar y los camareros adicionales? El «comercio» de una servilleta por un almuerzo se infla a dos o tres. Otro escenario: supongamos ningún otro artista viene a la ciudad, y que Picasso se dedica a hacer garabatos en las servilletas para poder comprarse una casa de vacaciones. ¿Hasta qué punto estaría alguien dispuesto a desprenderse de sus vistas al mar a cambio de sus servilletas? Eso dependerá de lo valiosas que alguien espere que sean esas servilletas cuando las vuelva a ofrecer en algún intercambio futuro.

Resumiendo, el valor de una moneda hoy depende de la percepción de la utilidad de esa moneda -su valor- en el futuro. Obviamente, el valor de una moneda disminuye si se vuelve «demasiado» abundante; alternativamente, una vez que se establece la percepción de que la moneda valdrá menos mañana que hoy, la disposición de los vendedores de bienes a aceptar el dinero en esa forma se devalúa. Lo que tenemos es una inflación monetaria.

Aumentar la «oferta» del dinero es una simple cuestión de hacer garabatos en servilletas o poner en marcha una imprenta. Pero un sistema monetario que emite «servilletas» sin control, tarde o temprano inflará su moneda. Las nuevas servilletas -el dinero- acrecientan la demanda. El impulso inicial de los proveedores es vender más de lo que tienen al precio vigente. Pero, a medida que el nuevo dinero «inunda», los proveedores se encuentran desbordados. No pueden conseguir los trabajadores que necesitan y sus cadenas de suministro están atascadas de pedidos. La única manera de equilibrar la ecuación es que los precios suban.

A diferencia de nuestros dólares, las servilletas Picasso no son tan fácilmente convertibles en bienes y servicios. Pero, ¿están nuestros dólares -o cualquier moneda fiduciaria- sujetos a un conjunto diferente de leyes económicas? ¿Puede Estados Unidos seguir imprimiendo a toda máquina y esperar que nadie lo note?

La advertencia aquí es que la razón por la que se tardó más de una década en extinguir la inflación estadounidense de los años 60 es que una vez que la inflación se pone en marcha, se convierte en su propia «causa». Cuando los precios suben, la gente extrapola naturalmente la continuación de esas subidas de precios. El valor futuro percibido de la moneda cae y la desconfianza en cascada en el dinero fiat (dinero por decreto) altera los comportamientos de compradores, vendedores e inversores. Si uno espera que su dinero valga menos mañana, se comportará en consecuencia. Ahorrar dinero le parecerá inútil e insensato. Gastar ahora antes de que el valor de sus servilletas -o de sus dólares fiduciarios- pierda aún más valor puede parecer la única manera de protegerse de la ruina financiera. El miedo a que sus ahorros sean roídos por una inflación creada, a su vez, por el miedo de los demás a que el valor del dólar baje inevitablemente alimenta la inflación. Al no reconocer que la inflación es fundamentalmente una «cosa» humana y no una abstracción «tecnocrática», la Fed subestima la rapidez con que la inflación puede atrincherarse en la mente de los consumidores y las empresas.

Ahora, la falta de rendimiento y los tipos reales negativos no son nada nuevo. Pero a medida que nos adentramos en 2022, los inversores en bonos tienen que tener en cuenta la realidad de que, tras años de intentos, el régimen político ha abierto la jaula de la inflación. Y el mero hecho de que la Fed nos diga que no nos preocupemos, que la elevada inflación es sólo una patraña transitoria, es razón suficiente para preocuparse. Nuestro gobierno nacional sigue emitiendo billones en «nuevas» servilletas de dólares, ya que cree implícitamente que elevar de forma artificial la demanda agregada lo resuelve todo. Las compras de activos de la Reserva Federal, que antes del tapering ascendían a 120.000 millones de dólares netos al mes, permiten al gobierno nacional tomar fondos prestados sin las restricciones del mercado y, por tanto, sin ejercer ninguna presión al alza sobre los tipos. Es un gran almuerzo gratuito de varios billones de dólares que nunca se acaba. El derroche del gasto federal «sin financiación» ha tensado las cadenas de suministro, ha hecho subir los precios de las materias primas y ha inflado los costes de transporte. La escasez generalizada de mano de obra se ha materializado por primera vez en décadas. Esta escasez de mano de obra no es seguramente el resultado de cuellos de botella «transitorios» en el transporte, y con un 80% de la economía estadounidense basada en los servicios, sugiere que los salarios y los precios deben seguir aumentando.

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La Fed nos tranquiliza con la serenata de que, si el tigre -la inflación- se suelta y empieza a devorar tus ahorros, ellos tienen las «herramientas» para devolver al tigre a su jaula. Sacarían su «varita» de endurecimiento monetario, perderían el miedo a ser mutilados por sus críticos, y presionarían con tipos más altos hasta enjaular al tigre. Así de sencillo, en teoría.

Ahora consideremos la realidad de la que parte la Fed. Los rendimientos del mercado de bonos no han sido tan bajos en toda nuestra vida, y ¿podemos estar de acuerdo en que hacer subir los tipos hipotecarios no es una forma de ganar amigos e influir en los políticos?

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Las tasas de capitalización de los inmuebles multifamiliares estabilizados están en mínimos históricos. ¿Cuánto tendrían que subir los tipos para «acabar» con una estructura de capital del 70% de deuda-30% de capital?

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En la renta variable, la historia es similar. Obsérvese que todas las métricas tradicionales de valoración se encuentran en su quintil superior de valoración histórica, si no en su decil superior. Es decir, todos excepto uno: el rendimiento adicional de los beneficios que poseen las acciones por encima del rendimiento de los bonos.

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Así, para enjaular al tigre «todo» lo que tiene que hacer la Fed es subir los tipos. Si los sube lo suficiente, el valor futuro percibido del dólar se estabilizará y las expectativas inflacionistas se volverán a anclar.

¿Y el coste? Unos tipos más altos reajustarían el valor de los activos, posiblemente pinchando algunas de las «burbujas» que se han formado. La recesión seguiría, así como el aumento del desempleo, que daría paso a los llamamientos de que la Fed se ha «excedido» y que el momento de aflojar la política era ayer. Sin el apoyo vociferante de los funcionarios electos, ¿cómo podría esperarse que la Fed «azotara la inflación ahora»? Por desgracia, el camino de menor resistencia es que la política monetaria se mantenga detrás de la curva hasta que la inflación se convierta en el enemigo público número 1.

¿Es esto lo que predice el fantasma del futuro del mercado de bonos? ¿Inflación más alta y tipos reales persistentemente negativos? En cualquier caso, los tipos de interés dejan muy poco margen de error. Las asignaciones de activos para 2022 deberían reevaluarse a la luz de esto.

 

Tribuna de Tad Rivelle, co-CIO y gestor generalista de carteras de renta fija que supervisa más de 225.000 millones de dólares en activos de renta fija en TCW

¿Debería haber una prima sobre el cupón de los bonos ESG?

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Según Scope Ratings, la emisión de deuda corporativa vinculada a las cuestiones ESG debería ayudar a las empresas a mejorar su calidad crediticia a largo plazo. No obstante, depende en gran medida de la forma en que inviertan los fondos captados. El inverso se encuentra con que la urgencia de las empresas por emitir bonos ligados a los criterios ESG, especialmente en Europa, ha planteado la cuestión de si merecen una prima. La sobredemanda ha generado que se hable del greenium, una prima de cupón sobre un bono senior no garantizado similar.

Para Sebastian Zank, subdirector de calificaciones corporativas de Scope, la respuesta a este debate es clara y concisa: «Ninguna compañía debería esperar de forma automática un precio superior para la deuda vinculada a los factores ESG». En este sentido,  indica que «algunos emisores de deuda vinculada a los factores ESG afirman que están pagando cupones más bajos, de hasta 20 puntos básicos, en los bonos verdes, sociales y de sostenibilidad». De acuerdo a las actualizaciones periódicas de datos de The Climate Bonds Initiative, los bonos verdes suelen estar más sobresuscritos que los bonos simples: el año pasado el factor de sobresuscripción fue de unas 4,5 veces, frente a tres veces para los equivalentes de los bonos simples.

La deuda vinculada a ESG representa una proporción cada vez mayor de la emisión de bonos corporativos en Europa, y es probable que supere el 25% del total en 2021, en comparación con el nivel de 18% en el primer semestre de 2021 y el 8% en 2020.

¿Se merece una prima?

«Aun así, ¿por qué deberían las etiquetas de sostenibilidad influir en el precio de los cupones? Estos bonos se clasifican al mismo nivel que los del mismo rango de pago y emisor. No hay ninguna mejora crediticia que explique las diferencias de precios. Lo más importante es el uso de los beneficios y las oportunidades y riesgos asociado. Para una agencia de calificación crediticia, la cuestión más interesante sigue siendo si los bonos vinculados a la ASG o la deuda vinculada a la ASG en general tienen un impacto notable en la calidad crediticia de un emisor», afirma Zank..

El experto defiende que el impacto crediticio depende de la forma en que una empresa invierta los beneficios obtenidos y de si cumple los objetivos relacionados con la ESG en proyectos específicos o en su negocio en general: «En el caso de los bonos vinculados a proyectos ESG, como los bonos verdes, sociales o de sostenibilidad, podemos medir el impacto financiero de las inversiones directas en, por ejemplo, activos relacionados con la energía, edificios enfocados a la sostenibilidad o proyectos de transporte que respeten el clima y la sociedad. En este caso, los flujos de caja del proyecto pueden compararse directamente con los flujos de caja de proyectos alternativos o con los costes que pueden evitarse o reducirse. Esto facilita la evaluación de la magnitud del efecto sobre la posición de mercado del emisor, la rentabilidad y el riesgo de los activos».

En el caso de los bonos ligados a objetivos ESG, la selección de los principales indicadores de rendimiento o de los objetivos de sostenibilidad, así como los costes y las penalizaciones por alcanzarlos o no, son cruciales. «Hemos visto emisores cuyos KPI no parecían demasiado difíciles de alcanzar, ya que el emisor ya estaba cerca de lograr los objetivos. Asimismo, los posibles efectos adversos del incumplimiento de los acuerdos establecidos pueden no ser muy perjudiciales, como un ligero aumento del cupón que no supondría una gran diferencia en el actual entorno de bajos tipos de interés», añade Zank.

Los convenios de carácter flexible, relacionados principalmente con factores sociales como la igualdad de género y la formación, podrían ser más fáciles de cumplir y tener menos impacto en la calidad del crédito de las empresas que los convenios más duros que se centran en la reducción de emisiones, la disminución de las materias primas o la reducción de los residuos.

Al final, la magnitud de cualquier efecto positivo sobre la solvencia de un emisor depende de las consecuencias cuantitativas y cualitativas medibles sobre los factores de crédito de las empresas: la posición competitiva de la empresa, la reputación, la exposición al riesgo, así como los costes netos incurridos en el cumplimiento de cada uno de los objetivos de sostenibilidad. «En la medida en que la inversión financiada por la deuda vinculada a ESG mejore estos aspectos de las actividades de una empresa, el resultado debería ser positivo desde el punto de vista crediticio. Sin embargo, si un emisor tiene inversiones elevadas e incurre en costes que debilitan su perfil de flujo de caja sin un efecto compensatorio en su posición competitiva y su generación de efectivo a largo plazo, el efecto crediticio será probablemente insignificante o incluso negativo», concluye Zank.

Amundi amplía su oferta de ETFs ESG con dos fondos sobre China y mercados emergentes ex-China

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Pixabay CC0 Public Domain. Amundi amplía su oferta de ETFs ESG con dos fotos sobre China y mercados emergentes ex-China

Amundi ha decidido ampliar su gama de ETFs ESG con el lanzamiento de dos nuevos fondos que ha desarrollado en colaboración con el gestor global de activos AllianceBernstein, y que ya cotizan en la Bolsa de Londres. Ambos ETFs han sido desarrollados y lanzados en  Según explica la gestora, se trata del fondo Amundi MSCI Emerging ex-China ESG Leaders Select UCITS ETF DR y el Amundi MSCI China ESG Leaders Select UCITS ETF DR, que  ofrecen exposición a los mercados emergentes ex-China y a la renta variable china, respectivamente. 

En línea con la demanda de los inversores, estos nuevos ETFs incorporan criterios ESG y están clasificados como Artículo 8 bajo la regulación SFDR. Por ello, ambos aplican filtros de exclusión sobre empresas implicadas en actividades controvertidas, como el tabaco, las armas y el carbón térmico; y también aplican un enfoque de «mejor en su clase», seleccionando el 50% de las mejores empresas de cada sector por su puntuación ASG. 

“Con un OGC competitivo del 0,35%, estos ETFs complementarios representan una importante extensión de la gama de ETFs ESG de Amundi, ofreciendo a los inversores una exposición rentable y sostenible a amplios mercados emergentes y a China”, destacan desde la gestora. 

Estos nuevos ETFs han sido desarrollados y lanzados en colaboración con el gestor global de activos AllianceBernstein, quien integra los ESG en sus más de 456.000 millones de dólares de activos gestionados. Según explican, “la asociación con Amundi para añadir exposiciones ESG a la renta variable de mercados emergentes fue un paso importante para responder a la creciente demanda de soluciones de inversión más sostenibles”.

En este sentido, David Hutchins, gestor de carteras de soluciones multiactivo de AllianceBernstein, ha comentado: “Integrar consideraciones ESG consistentes en todas nuestras inversiones dentro de nuestras carteras multiactivas, incluyendo nuestros fondos de fecha objetivo ampliamente utilizados en el Reino Unido, es coherente con la forma en que nosotros y nuestros clientes pensamos. Además, ya no creemos que China deba ser considerada como un mercado emergente y se necesita un enfoque más sofisticado para la segunda economía más grande del mundo. Estamos orgullosos de asociarnos con Amundi para este lanzamiento y esperamos trabajar con el equipo de allí”. 

Por su parte, Gaëtan Delculée, director global de Ventas de ETF, Indexación y Smart Beta de Amundi, ha añadido: “Estamos encantados con nuestra asociación con AllianceBernstein, que ilustra nuestro compromiso de ofrecer un diálogo continuo con los clientes y responder a sus necesidades individuales. Como socio dedicado y líder en inversión responsable, creemos que nos corresponde guiar y apoyar a nuestros clientes a lo largo de su viaje ESG”.

DWS desarrollará un programa de gestión activa de la energía en sus activos inmobiliarios

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Pixabay CC0 Public Domain. DWS desarrollará un programa de gestión activa de la energía en sus activos inmobiliarios

DWS ha anunciado el lanzamiento de un programa de gestión activa de la energía en sus activos inmobiliarios, con la implantación de soluciones inteligentes de optimización energética previstas en la mayoría de los activos inmobiliarios comerciales de sus fondos en todo el mundo. 

Según ha explicado la gestora, estas soluciones de optimización energética, -en un inicio desplegadas en 42 activos inmobiliarios en 11 países, principalmente en Europa-, utilizarán datos, sensores, inteligencia artificial y conocimientos de ingeniería para mejorar la eficiencia operativa y la configuración funcional de un edificio. La solución también incluye sistemas de formación e intervención del personal para responder mejor a variables siempre cambiantes, como los niveles de ocupación, así como para identificar y rectificar rápidamente los fallos de los equipos. La firma apunta que estas soluciones buscan reducir las emisiones de CO2 y proporcionar energía y costes de ahorro a lo largo de los activos.

Además, considera que esto contribuirá a otro de los objetivos que ha anunciado: reducir las emisiones de carbono en un 50% para 2030 en toda su cartera de propiedades de oficinas europeas. Entre los ejemplos de ahorro de energía en el marco de esta iniciativa se encuentran el alineamiento del funcionamiento de los equipos con las horas de actividad de los inquilinos, la garantía de que los sistemas de calefacción y refrigeración no funcionen en tándem y la garantía de que las zonas vacías se cierren y sellen adecuadamente para evitar el desperdicio de energía. 

“Estas soluciones nos darán una visión muy valiosa sobre cómo funcionan nuestros edificios y cómo podemos reducir el desperdicio, así como proporcionarnos herramientas para maximizar la eficiencia operacional. Al mismo tiempo, esta iniciativa contribuirá a nuestros objetivos de sostenibilidad, incluyendo nuestra Net Zero Asset Management Commitment para alcanzar la neutralidad climática en nuestras acciones”, ha explicado Benita Schneider, Head of Real Estate Asset Management for Europe para DWS.

Según indican desde la gestora, este programa sigue a la clean air initiative. Se trata de una iniciativa en la que DWS se comprometió a instalar tecnología de purificación del aire por plasma en unos 750 ascensores de su cartera inmobiliaria europea para mejorar la experiencia de salud y bienestar de sus inquilinos, especialmente a raíz de la pandemia de coronavirus. Como socio fiduciario, DWS se centra en ofrecer su experiencia en materia de ESG para permitir a los clientes invertir de forma responsable y contribuir a un futuro sostenible. DWS fue uno de los primeros firmantes de los Principios de Inversión Responsable (PRI) respaldados por las Naciones Unidas en 2008 y fue el primer gestor de activos alemán en unirse a la iniciativa Net Zero Asset Manager en diciembre de 2020.

Las tres “i” que marcarán 2022: infecciones, inflación, y (tipos de) interés

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Pixabay CC0 Public Domain. 1

El próximo año se presenta cargado de desafíos tanto políticos como con respecto a la pandemia, tras la aparición de la nueva variante Ómicron. Pero a nivel de carteras de inversión se mantendrá el liderazgo de la renta variable, sobre todo la estadounidense, ante la dificultad que presentan otras alternativas tradicionales, explicaron desde abrdn en la reciente presentación de sus Perspectivas Globales.

En una conferencia online, Stephanie Kelly, economista política y Deputy Head of the Research Institute de abrdn, dialogó con Robert Gilhooly, Senior Emerging Markets Economist, sobre la situación actual en los mercados desarrollados y emergentes. Craig Mackenzie, Head of Strategic Asset Allocation Research, presentó a continuación la visión de abrdn sobre asignación de activos a largo plazo.  

Gilhooly destacó en primer término la diversidad en el crecimiento global dependiendo del impacto en cada región de las tasas de infección por COVID-19, inflación y tipos de interés. «La economía está en camino de recuperar sus niveles prepandémicos, pero aun así queda recorrido en algunos sectores, con el crecimiento constreñido por los problemas en las cadenas de suministro y las presiones inflacionarias», consideró.

Aunque todos estos factores se irán normalizando en los próximos trimestres, “podemos decir que la COVID-19 cambió de manera sustancial el equilibrio entre la oferta y la demanda, así como entre crecimiento e inflación. La inflación podría ser a corto plazo más elevada de lo previsto inicialmente, y eso podría resultar difícil de digerir para los mercados», añadió.

Por su parte, Kelly subrayó que la relativa tranquilidad en torno a la pandemia por el avance en la vacunación y la reducción de los casos graves se ha visto alterada con la aparición de la nueva variante y que es muy pronto para evaluar cómo serán sus efectos. «2021 fue un año de enormes desafíos en todos los sentidos tanto a nivel individual como colectivo, aunque también de éxito en lo relacionado con las vacunas», dijo, si bien reconoció que esto se aplica a los países desarrollados y no del mismo modo a los emergentes.

En estos últimos existe una gran diversidad de situaciones tanto en lo que respecta a la disponibilidad de las vacunas como a las tasas de vacunación. En Asia por ejemplo hay países que están entre los primeros de la lista en porcentaje de población inmunizada, mientras que otros son de los últimos. En los países de bajos ingresos será fundamental en 2022 el papel que pueden tener los medicamentos para el tratamiento de la enfermedad.

La inflación centra los debates

Uno de los elementos de mayor preocupación para los inversores es la inflación. Gilhooly explicó que el mundo se enfrenta a «una serie de shocks interconectados» que conforman una «tormenta perfecta» para el incremento de precios: el aumento en los precios de la energía, la escasez de semiconductores, los cuellos de botella en las cadenas de suministro y la falta de mano de obra, en particular en Estados Unidos. «Considero que estos shocks mantendrán la inflación incómodamente alta en los próximos seis a nueve meses, y luego volverán a moderarse. Incluso en Estados Unidos, donde el mercado laboral seguirá enfrentando dificultades y salarios más elevados, creemos que habrá una moderación de la inflación en la segunda mitad de 2022″.

En los mercados emergentes una vez más el panorama es diverso: algunos enfrentan presiones inflacionarias desde antes de la pandemia, sobre todo en América Latina, donde los bancos centrales seguirán respondiendo con subidas de tipos. En cambio, en Asia la situación es la contraria.

Elecciones y gobiernos

A nivel político, Kelly indicó que 2022 será un año muy interesante en Europa, con cambios de gobierno en Francia, en Alemania e, inesperadamente, otra vez el Brexit.

A nivel de la Unión Europea habrá una renegociación de las reglas fiscales con el foco puesto en la digitalización y un desarrollo más verde. Y a escala doméstica Francia vivirá unas elecciones presidenciales en las que los votantes tendrán que elegir con bastante probabilidad entre un candidato de centro y uno de ultraderecha. Mientras tanto, en Alemania habrá que observar cómo avanza una coalición formada por tres partidos que en principio no encajan bien juntos: socialdemócratas, verdes y liberales. «Pudieron ponerse de acuerdo pese a todo, y ese peso de la economía verde y digital jugó un papel importante para que lo consiguieran», opinó Kelly.

Finalmene, Europa vuelve a enfrentarse a las tensiones con Reino Unido por el Brexit, y en particular por el deseo de Londres de cambiar el protocolo de Irlanda del Norte.

América Latina está pendiente de los resultados de las reñidas y polarizadas elecciones en Chile, y asistirá en octubre a comicios en Brasil, donde también las encuestas prevén una segunda vuelta entre dos candidatos antagónicos como Bolsonaro y Lula. 

Estados Unidos tendrá asimismo sus elecciones de mitad de mandato, en las que Biden podría perder su mayoría en la Cámara de Representantes, por lo que es fundamental que consiga sacar adelante sus principales proyectos de infraestructura antes de esos comicios.

Asignación de activos

Las estrategias más tradicionales de inversión suelen contener en torno a un 60% de renta variable y un 40% de fija, según el riesgo que se quiera asumir, y con una rotación dependiendo del momento del ciclo, explicó por su parte Craig Mackenzie. Al inicio del ciclo hay una sobreponderación de la renta variable al estar estos activos más baratos, y a medida que avanza el ciclo económico se toman posiciones más defensivas como bonos soberanos o corporativos de grado de inversión.

«Pero hoy nos enfrentamos a un problema doble: por una parte la ratio precio-beneficio ajustada cíclicamente (CAPE) está tremendamente cara en EE.UU. y bastante elevada en Europa», explicó (ver gráfico). La renta variable global solo ha estado más cara durante la burbuja de las puntocom en 2000, por lo que sería el momento de rotar a los bonos. «Pero, tal como muestra el cuadro de la derecha, un inversor europeo recibe en este caso un beneficio nominal de cero, y teniendo en cuenta la inflación, un beneficio real negativo», destacó.

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Ante esta situación, muchos analistas creen que no hay alternativa a mantener la sobreponderación en renta variable. Para Mackenzie, la respuesta depende de cómo se considere la valoración de los activos, porque en 2000, cuando las acciones estaban por las nubes, hubiese sido un error no rotar aunque los bonos pagaran muy poco o incluso beneficios negativos, en vista de que lo contrario hubiese conllevado mayores pérdidas.

Las valoraciones no son algo independiente y estable, sino extremadamente sensibles a las condiciones económicas, en particular la inflación y los tipos de interés, destacó. Por ello, en una época de tasas libres de riesgo muy bajas como en la que nos encontramos, las altas valoraciones pueden estar justificadas. Para analizar estos riesgos, desde abrdn elaboran distintos escenarios económicos posibles o paradigmas para todas las clases de activos teniendo en cuenta las variables de inflación, tipos de interés y tasas de crecimiento. Y en ninguno de estos paradigmas la renta fija ofrece una solución mejor que la variable.

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«En este escenario, seguimos sobreponderando la renta variable, en nuestras carteras equilibradas», resumió Mackenzie. Además, consideró que la ventaja de la renta variable estadounidense se mantendrá. Algunos países emergentes recortarán la distancia a medida que se vayan recuperando de la pandemia, pero no se esperan grandes cambios en Europa y Japón.

«Vemos potencial en activos alternativos como infraestructura y deuda soberana de países emergentes en moneda local, y estamos diversificando allí más que con un portfolio clásico de 60-40″, concluyó.

Groupama AM anuncia tres nuevas certificaciones ISR para sus fondos en España

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Las "cuatro torres" de Madrid
Foto cedida. Groupama AM anuncia 3 nuevas certificaciones medioambientales para sus fondos en España

En su empeño por contribuir a la armonización de los valores propuestos en el ámbito de la inversión sostenible y socialmente responsable, Groupama Asset Management sigue ampliando su gama de fondos certificados: el objetivo es ofrecer estrategias de inversión complementarias en toda la gama de estilos de gestión y clases de activos cubiertos por sus equipos de expertos, trasladan desde la gestora.

Después de obtener el sello francés «ISR» para 15 de sus fondos entre 2016 y mediados de 2021, Groupama AM obtuvo la certificación de 8 fondos adicionales en noviembre. Entre ellos tres registrados en España: fondos monetarios como Groupama Entreprises y fondos de renta variable como G Fund Avenir euro (feeder de Groupama Avenir Euro) y el G Fund Total Return All Cap Europe.

Groupama AM sostiene que su gama de fondos de inversión sostenibles oficialmente certificados cubre ahora «todas las clases de activos y varios estilos de gestión». 

«Nuestro continuo impulso para obtener más certificaciones nos permite ahora contar con productos core, así como «nichos» de estilos de gestión específicos que se ajustan a las normas de inversión sostenible reconocidas por la etiqueta francesa ISR. En un entorno de mercado caracterizado por nuevos regímenes de crecimiento e inflación, nuestros clientes-inversores necesitan afinar su distribución de activos manteniendo sus objetivos y convicciones en el ámbito de la inversión socialmente responsable. En nuestra opinión, el Sello ISR ofrece una garantía de criterios y referencias fiables para los inversores profesionales y privados», comenta Mirela Agache-Durand, directora general de Groupama AM.

En los próximos meses, Groupama AM tiene previsto obtener la certificación para otras soluciones de inversión, incluidos los FOF (fondos de fondos) diseñados para redes y profesionales de la distribución de productos de ahorro. 

Lista de fondos certificados por el Sello ISR a 30/11/2021 (registrados en España):

– Groupama Entreprises

– Groupama Tresorerie

– Groupama Etat Euro ISR

– G Fund Credit Euro ISR

– Groupama Credit Euro CT

– Groupama Convertibles

– G Gund Equity Convictions ISR

– G Fund-Avenir Europe

– Groupama Avenir Euro

– G Fund Future For Generations

– G Fund World Vision (r)

– G Fund-Total Return All Cap Europe

Funds Society España 24: pinceladas de esta edición contadas por sus protagonistas

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El número 24 y correspondiente a diciembre de 2021 de la revista de Funds Society España ya está en la calle y los suscriptores españoles ya lo están recibiendo estos días.

Para abrir boca, les hacemos un adelanto en un vídeo, de la mano de algunos de los colaboradores que han escrito tribunas de opinión y también expertos de la industria de gestión de activos y asesoramiento que nos han dado su visión en algunos de los artículos. En el vídeo, explican algunas de las claves del contenido en el que han participado.

Entre los protagonistas, Ainhoa González y Ana Bárcena, banqueras privadas responsables de la oficina de Bilbao de A&G, nos cuentan las claves para un 2022 que estará marcado para los asesores por las inversiones sostenibles, los modelos híbridos de relación con los clientes y también el dinamismo corporativo de la industria. También nos da su visión para el nuevo año José de Alarcón, director comercial de Andbank España.

Ramiro Martínez-Pardo, presidente de Solventis y ex director general de Fomento de la CNMV, explica la importancia que supone la mayor accesibilidad hacia los fondos de inversión alternativa para los inversores minoristas, gracias a las últimas propuestas legislativas. En un entorno de bajos tipos de interés, es un paso importante.

Balance de los seis años de ODS, y de su evolución y temas pendientes, hace Isabel Vento, responsable de desarrollo de negocio de BlackRock para Iberia.

Romualdo Trancho, director de Desarrollo de Negocio de Allianz Global Investors en España y Portugal, nos habla de las oportunidades que presenta el mercado chino, desde un punto de vista de negocio, para las gestoras. Y también desde una perspectiva de mercado.

De las tendencias demográficas, y las oportunidades de inversión que presenta el envejecimiento poblacional, nos habla Rodrigo Utrera, gestor del BBVA Megatendencia Demografía de BBVA AM al cierre de la edición. Utrera fue nombrado, unas semanas más tarde, nuevo responsable de renta variable de Santander AM.

Beatriz Rodríguez San Pedro, gestora de ventas en Fidelity International, nos da las claves del Fidelity Funds Emerging Markets, fondo seleccionado para el análisis en nuestra sección de Fondos de Armario.

Montse Prats, responsable de Acción Social de Banco Mediolanum, nos habla de la iniciativa de la Fundación Noelia y la colaboración de Banco Mediolanum para atender a las familias con menores afectados por distrofia muscular por déficit de colágeno VI.

Y por último, Andrea González, subdirectora general de Spainsif, nos da claves para pasar unas navidades sostenibles, a pesar de que son épocas de consumo y de impacto. ¡No se pierdan sus consejos y disfruten del vídeo!

Pueden descargarlo en el siguiente enlace.

¿Cómo están contribuyendo los bancos centrales a la lucha contra el cambio climático?

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Pixabay CC0 Public Domain. ¿Cómo están contribuyendo los bancos centrales a la lucha contra el cambio climático?

El cambio climático afecta tanto al sistema financiero como a la economía en su conjunto. Cumplir con lo acordado en París para limitar el aumento de la temperatura global y así evitar consecuencias más catastróficas es algo imperativo para los gobiernos de todo el mundo, donde la cooperación internacional es vital.

Siguiendo esta tendencia de asunción de responsabilidades, los bancos centrales también están incorporando en sus agendas este reto global. Según relata Clara Isabel González Martínez, de la Dirección General de Operaciones, Mercados y Sistemas de Pago del BdE (Banco de España), en un informe de la institución, aunque por su naturaleza el papel central en este ámbito corresponde a los gobiernos, los bancos centrales pueden desempeñar un importante papel como catalizadores y liderar con el ejemplo para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.

Para Roland Rott, responsable de Investigación sobre ESG e Inversión Sostenible, y Stephanie Lipman, analista ESG, de La Française: “Los bancos centrales y los supervisores pueden reforzar las finanzas de transición respaldando las normas de información y contabilidad relacionadas con el clima, al tiempo que siguen promoviendo herramientas y metodologías para la evaluación del riesgo. Ya observamos cómo los organismos de supervisión están adoptando este vínculo entre las finanzas de transición y la evaluación del cambio climático como un riesgo sistémico y un factor que bien podría influir en la estabilidad de los precios”.

La Network for Greening the Financial System representa más del 75% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero

El Acuerdo de París y la Agenda 2030 marcaron un hito en la lucha contra el cambio climático, pero, específicamente, para los bancos centrales no fue hasta 2017 cuando se pusieron todas las cartas sobre la mesa. “La creación de la Network of Central Banks and Supervisors for Greening the Financial System (NGFS) en diciembre de 2017 ha impulsado los trabajos en diversas áreas. Los bancos centrales están incorporando el cambio climático y la sostenibilidad en sus agendas de trabajo, con el objetivo de entender las implicaciones que pueden tener para la política monetaria y para el sistema financiero, definir su papel para contribuir a evitar sus consecuencias negativas, así como promover las finanzas sostenibles”, explica la experta.

Esta red de bancos centrales y supervisores tiene como objetivo definir y promover buenas prácticas, realizar trabajos analíticos, promover la gestión del riesgo climático en el sector financiero y contribuir a movilizar la financiación necesaria para realizar una transición hacia una economía sostenible. En su primer documento se reconocía que “los riesgos relacionados con el clima son una fuente de riesgo financiero” y que, por lo tanto, “está dentro de los mandatos de los bancos centrales y de los supervisores asegurar que el sistema financiero sea resiliente a estos riesgos”, tal y como relata González.

El número de miembros de esta red ha crecido rápidamente, desde un primer grupo de ocho bancos centrales y supervisores, hasta los 95 miembros y 15 observadores de cinco continentes en junio de 2021. Los países representados suponían en diciembre de 2020 más del 85% del PIB mundial y más del 75% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

En 2019, la NGFS publicó seis recomendaciones. Las cuatro primeras están dirigidas a los bancos centrales y consisten en: integrar los riesgos relacionados con el clima en el seguimiento de la estabilidad financiera y la supervisión microprudencial; integrar factores de sostenibilidad en la gestión de la cartera propia; cerrar las brechas de datos, y crear conciencia y capacidad intelectual, así como fomentar la asistencia técnica y el intercambio de conocimientos. Las dos últimas están destinadas a los responsables de diseñar políticas públicas: lograr una información sólida y coherente a escala internacional sobre clima y medioambiente, y apoyar el desarrollo de una taxonomía de actividades económica.

Los bancos del Eurosistema

En el caso del Eurosistema, según explica González, las implicaciones del cambio climático para la política monetaria y en qué medida se pueden incorporar estos aspectos en su diseño e implementación están siendo analizados en el marco de la revisión estratégica que se está realizando. Además, están aumentando los bancos centrales nacionales (BCN) que incorporan criterios de inversión sostenible y responsable en las carteras de activos que gestionan por cuenta propia.

También recientemente, otros bancos centrales han llevado a cabo la evaluación de los riesgos que el cambio climático conlleva para la estabilidad financiera y las entidades que supervisan, así como para sus propios balances. En particular, en lo que se refiere a la incorporación de la sostenibilidad como objetivo en los mandatos de los bancos centrales, según un análisis de NGFS (2020), solo un 5% la mencionan de forma explícita entre sus objetivos primarios, y un 18%, entre los secundarios.

Bancos centrales

Fuente: Banco de España (2021)

Integración de los principios de ISR

Dado el importante papel que los bancos centrales desempeñan como gestores de activos, un mayor número de estas instituciones han comenzado a integrar principios de ISR en la gestión de sus carteras propias. En febrero de 2021, los 19 bancos del Eurosistema y el BCE definieron una posición común para la aplicación de principios de ISR en las carteras no relacionadas con la política monetaria denominadas en euros, lo cual se alinea con la segunda recomendación de la NGFS.

BCE

Fuente: Banco de España (2021)

Además, se comprometieron a comenzar a publicar información al respecto en un plazo de dos años. De esta forma, se contribuye desde esta área a la transición a una economía baja en carbono y al cumplimiento de los objetivos climáticos de la UE. Adicionalmente, algunos bancos centrales han analizado las exposiciones del sistema bancario tanto a sectores afectados por la transición a una economía de bajo carbono como a eventos climatológicos debidos al cambio climático (por ejemplo, los bancos centrales de Suecia, Países Bajos, Francia, España, Reino Unido y Bélgica, y el BCE).

Este es el paso previo a la realización de las pruebas de resistencia a riesgos climáticos que están siendo desarrolladas. El primer ejercicio de este tipo fue realizado por el Banco de los Países Bajos en 2018 para los riesgos de transición y un plazo temporal de cinco años, y otros se encuentran en fase de diseño, como los del BCE y el Banco de España. Desde la perspectiva supervisora, varios bancos centrales han elaborado sus propias expectativas supervisoras respecto a cómo se espera que las entidades bancarias incorporen los riesgos climáticos y de sostenibilidad en las diferentes áreas de la organización (por ejemplo, en Alemania, Reino Unido, Países Bajos, España y Portugal).

Fuera de Europa, Roland Rott y Stephanie Lipman rescatan ejemplos de acciones de otros bancos de gran relevancia. Según informan, en EE. UU., la Reserva Federal creó a principios de este año un nuevo Comité de Supervisión del Clima para reforzar su capacidad de identificar y evaluar los riesgos financieros derivados del cambio climático y para desarrollar un programa adecuado que garantice la resistencia de las empresas supervisadas a esos riesgos.

Por otro lado, El Banco Popular de China ha dicho que estudiará la posibilidad de incluir los riesgos climáticos en su test de estrés anual a las entidades financieras del país. Por último, volviendo al viejo continente, el Banco de Inglaterra, por su parte, está llevando a cabo el primer test de estrés de carácter climático a nivel de banco individual.

Banca March pone en marcha la campaña “Regalemos Ciberseguridad” para concienciar en la compra de juguetes tecnológicos

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Pixabay CC0 Public Domain. consola

Banca March ha puesto en marcha la campaña “Regalemos Ciberseguridad” con objeto de concienciar a los padres de los riesgos que los dispositivos tecnológicos pueden tener para sus hijos. La campaña coincidió con el arranque del periodo navideño, la época del año donde más se concentra la venta de estos aparatos electrónicos.

A través de un video divulgativo, la entidad hace una serie de recomendaciones a los padres antes de comprar el juguete electrónico, como valorar la edad recomendada, informarse de las medidas de seguridad que ofrece o su política de privacidad. En este sentido, es importante conocer si el dispositivo cuenta con algún control parental y si el mismo se puede reforzar con una contraseña más robusta. Además, siempre serán preferibles aquellos aparatos que cuenten con botón de apagado para desconectarlos cuando no se usen.

Del mismo modo, la campaña destaca la importancia de que los padres conozcan el uso que sus hijos hacen de la tecnología para reforzar la seguridad. Para lograrlo es importante que ambos compartan tiempo online y generar un entorno de confianza mutua. Hablar con ellos sobre la información que comparten y con quién, pactar un límite de horas diarias de conexión, así como un acuerdo para agregar solo a personas conocidas.

“En Banca March nos tomamos muy en serio la seguridad de nuestros clientes y sus familias”, ha declarado Teresa Capella, directora de Tecnología de la Información de Banca March, “de ahí esta campaña. Pensamos que es necesario concienciar a los padres sobre la importancia de tomar determinadas precauciones a la hora de comprar juguetes tecnológicos. Somos conscientes del reto que supone la transformación digital y por eso estamos centrando todos nuestros esfuerzos en adelantarnos a las demandas de agilidad y seguridad de nuestros clientes. De hecho, somos pioneros en España en usar la biometría de voz para validar operaciones y evitar fraudes de suplantación de identidad”, ha añadido.